Caumatología, proposición de un término

Rev.Cub Cir: 159-165, marzo-abril, 1976 CENTRO NACIONAL DE INFORMACIÓN DE CIENCIAS MEDICAS Caumatología, proposición de un término Por el Lic. RODOL

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Rev.Cub Cir: 159-165, marzo-abril, 1976

CENTRO NACIONAL DE INFORMACIÓN DE CIENCIAS MEDICAS

Caumatología, proposición de un término Por el Lic. RODOLFO ALPIZAR CASTILLO* Alpízar Castillo, R. Caumatología, proposición de un término. Rev.Cub Cir 15: 2, 1976. Se hace un análisis de dos palabras que da manera no oficial se han venido utilizando para nombrar la especialidad en quemados y a los que la ejercen. Se presenta un estudio sobre las características del vocabulario médico y se concluye que los términos hasta ahora empleados no son correctos. Se proponen dos nuevas voces en su lugar; caumatología y caumatólogo. Se fundamenta la proposición y se establece la posible traducción al inglés y al francés. INTRODUCCIÓN

Como toda ciencia, las ciencias médicas necesitan un vocabulario que presente un máximo de garantías en cuanto a la exactitud. Por ello se trata de eliminar del léxico médico todo término oscuro o inexacto, y se procura sustituirlo por otro, cuya referencia etimológica no ofrezca dudas. Sin embargo, en ocasiones la falta de un término que nombre determinado concepto hace que se adopte uno —y en ocasiones varios— que no ofrece las garantías necesarias, con el correspondiente riesgo de que se incurra en inexactitudes. Esto ha ocurrido en el campo del tratamiento de las quemaduras y sus secuelas, pues la falta de una palabra adecuada para nombrar la especialidad, así como al que la ejerce, ha llevado a la adopción de términos incorrectos, tenidos portales incluso por los mismos que los utilizan. Se trata de las voces "que-

* Licenciado en lengua y literatura hispánicas. Miembro del Departamento Editorial del Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas.

mología" y "quemólogo", los cuales no. reúnen las condiciones necesarias para integrar el inventario léxico de la medicina y no aparecen registrados en ningún diccionario médico. El presente trabajo es el fruto de una investigación acerca de este problema, realizada en las raíces griegas o latinas que conforman la mayor parte del vocabulario médico. Esta búsqueda ha reafirmado el criterio de que no se debe seguir usando los términos "quemología" y "quemólogo", y que se deben sustituir por otros dos que se proponen y que sí reúnen los requisitos para entrar a formar parte de la terminología médica. Las dos palabras propuestas son caumatologia y caumatólogo. La fundamentación necesaria para el cambio se establece a lo largo de este artículo. Para una cabal comprensión de los conceptos emitidos, se presentan los términos en la lengua original, con la traducción correspondiente y, en el caso de la lengua griega, se presenta entre diagonales (//) una trascripción aproximada. Debe tenerse presente que el sonido representado por /y/ es equivalente al de la u francesa o la ü alemana,

Este trabajo responde a una iniciativa del

doctor Henry Vázquez Montpellier, miembro de la Sociedad Cubana de Cirugía Reconstructiva y Quemados, quien solicitó del Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas una investigación que definiera la terminología que ha de emplearse. "Quemología" y "quemólogo" No se concibe que una rama científica sea nombrada con una palabra que no permita su fácil reconocimiento etimológico. En medicina se emplean fundamentalmente, las terminaciones -latría (del griego ##### /iatréia/, "medicina", "curación"), y -logia (del griego ##### /logia/, "estudio", "tratado") para formar los nombres de las especialidades, así como las de iatra (de ######/iatros/, "el que cura", "médico"), y -logo (de ##### /lógos/, "estudioso", "especialista") para la formación de los nombres de quienes ejercen la especialidad. Estas terminaciones se agregan a raíces tomadas del griego o del latín, pero no a palabras de las lenguas modernas, salvo casos excepcionales. Entre nosotros se ha generalizado la costumbre de llamar "quemólogos" a los que se especializan en el tratamiento de las quemaduras, y "quemología" a la especialidad, pero nadie dice "niñólogo" o "pielólogo", sino pediatra (de -ais, Cataos /país, paidós/, "niño"), o dermatólogo (de #####,##### /dérma, dermátos/, "piel", "cuero", "corteza", "envoltura"), aunque en tono jocoso, en el habla popular, se le diga a un oftalmólogo "ojista" u "ojólogo" y a un estomatólogo "dientista" o "dientólogo". Los términos "quemólogo" y "quemología" dan a quien los oye la impresión de jocosidad que poseen "ojólogo" y "dientólogo", y quienes los emplean están de acuerdo en que efectivamente se percibe ese matiz. Sin embargo, hasta el momento no han sido sustituidos, por no existir otros mejores, y se recurre a las expresiones "especialista en quema-

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dos" (o quemaduras) y "especialidad en quemados" (o quemaduras). El defecto principal de ambos términos está en que, por no tener una base etimológica, no hay una indicación cierta de su procedencia, y la referencia no se percibe. Este problema se soluciona si se establece una denominación que responda a las características del vocabulario médico: exactitud y procedencia definida. Las palabras que surjan han de cumplir dos requisitos fundamentales para ser consideradas correctas: 1) tener una justificación etimológica, es decir, proceder de un término inequívoco y avalado por el uso de los escritores clásicos; 2) tener la posibilidad de integrar una relación etimológica con otras palabras del vocabulario médico, es decir, poder formar una "familia de palabras". Proposición Los sustantivos que en latín expresan el concepto "quemadura" (ambustum, ambusti; uredo, uredinis; ustio, ustionis), así como el verbo de esa lengua del cual se estima proviene el español "quemar" (cremare). no han tomado parte de manera considerable en la formación del vocabulario médico, por lo que dos palabras que se crearan sobre esa base quedarían aisladas del resto, sin establecer una relación etimológica ("familia de palabras") realmente significativa. En cambio, como a continuación se demuestra, dentro de la lengua griega sí es posible encontrar una base etimológica para formar los términos deseados: por ser esta lengua la que más ha contribuido a la formación del léxico médico, pues tradicionalmente se le ha dado preferencia sobre el latín en la creación de términos científicos, la palabra griega que significa "quemadura", aparece como elemento constitutivo de muchos términos propios de esta ciencia (véanse los anexos 1 y 2). El verbo griego ##### /káiein . que significa "quemar", es la base para la for-

mación en esa lengua de las palabras ###### /cáysis/: "acción de quemar", "combustión"; ########### /kaystikós/: "quemante", "que quema"; ########### kaytéerion/': "hierro al rojo para cauterizar"; y ############## /káyma, káymatos/: "quemadura". Todas ellas han pasado a la terminología médica, bien como vocablos independientes, bien como elementos de otras palabras. Para la formación de los sustantivos que designen al especialista en quemaduras y a su especialidad, es lógico que se tome como raíz la palabra griega que significa "quemadura", es decir: /káyma, káymatos/. Esta palabra, además de la justificación etimológica enunciada al comienzo de este párrafo, está avalada por el uso de autores clásicos (Hipócrates, Hesíodo, Hornero, Isócrates, Xenofonte, Platón, Sófocles), según se hace constar en los diccionarios griegos consultados. Una vez establecido que cumple con el primer requisito enunciado, es necesario comprobar si cumple con el segundo. Llevado al alfabeto latino, /káyma/ se ha convertido en e! sustantivo masculino español cauma, que significa "fiebre", "calor", "quemadura". Además de relacionarse etimológicamente con el resto de las palabras que proceden del mismo verbo que él, cauma forma "familia de palabras" con los siguientes vocablos de las ciencias médicas: caumestesia: sustantivo femenino; significa "sensación de quemadura" encauma: sustantivo masculino; significa "llaga o cicatriz de una quemadura" epicauma: sustantivo masculino; significa "flictena y ulceración consecutiva del ojo por quemadura". Como dato adicional, debe anotarse que en inglés se usa cauma y caumesthesia, y en francés caumesthésíe, con le misma significación que en español. La comprobación de que cauma, además de ser él mismo un vocablo propio

de la terminología médica, tiene una clara referencia etimológica y está relacionado con otras palabras de las ciencias médicas, junto a la existencia en otras lenguas modernas de sustantivos que le son equivalentes, justifica a plenitud la proposición de tomarlo como base para la formación de los términos que designen a la especialidad y al especialista en el tratamiento de las quemaduras y sus secuelas. Para la integración de los nuevos términos no debe partirse de la forma más corta, cauma-, sino de la forma más larga caumato-, que indica por sí misma la condición de "relacionado con, relativo a, perteneciente a la quemadura". Si se escribiera "caumólogo", el término sería poco explícito, pues diría "especialista-quemadura", sin establecer una relación entre ambos elementos; en cambio, al escribir "caumatólogo" se expresa, mediante los formantes del término, la relación establecida entre los elementos, de forma que dice "especialista-enquemaduras", Éste es el mismo procedimiento que se sigue en la generalidad de los casos, como se dice "hepatólogo" y no "hepólogo", "ginecólogo" y no "glnólogo", "dermatólogo" y no "dermólogo". Otro elemento que debe tenerse en cuenta es el de la posible traducción a otros idiomas. De acuerdo con las características morfológicas de las lenguas francesa e inglesa, los términos que aquí se proponen pueden ser traducidos a ellas de la manera siguiente:

caumatologia: inglés: caumatology (como cardiology)' francés: caumatologíe (como neurología) caumatólogo: Inglés: caumatologist (como cardiologist) francés: caumatologue o caumatologiste (como neurologue o como neurologiste)

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Fundamentación El vocabulario científico, y especialmente el de las ciencias médicas, está compuesto básicamente por elementos tomados de las lenguas griega y latina, fundamentalmente de la primera. Los métodos para la composición de las palabras varían, como ocurre en general en todas las lenguas: a) se toman las palabras directamente, con ligeras adaptaciones morfológicas y fonéticas, como en los ejemplos de psique, del griego W7JI /psykhée/, y pubis, del latín pubis; b) se toman verbos, sustantivos, adjetivos o adverbios y se unen entre sí para formar una nueva palabra; c) se toman preposiciones, prefijos o sufijos, con determinada significación, y se unen a alguna palabra para añadirle ese matiz particular. Como ejemplo de estos últimos métodos pueden considerarse: 1) del griego: paracolpío (tejido celular que rodea la vagina) Procedencia: ##### /para/, preposición; significa fundamentalmente, "por encima" y ######## /kólpos/, sustantivo; "seno", "entraña", "fístula" eucolia (estado normal de la bilis) Procedencia: ##,/eý/, adverbio; "bien" y ##### /kholée/, sustantivo; "bilis" estenocefalia (excesiva estrechez de la cabeza) Procedencia:##### /stenós/, adjetivo, "estrecho", "angosto", "apretado" y ########/ kephalée/, sustantivo; "cabeza" hemialgia (neuralgia de un solo lado, jaqueca) Procedencia: ##### / heemi/ , prefijo; "medio", "a medias", "mitad" y ##### /algos/, sustantivo, "sufrimiento", "dolor", "pena", "aflicción" 2) del latín: desmuración (exterminio de ratas y ratones) 162

Procedencia: des, prefijo y sufijo; como sufijo significa "remoción", "separación", "alejamiento" y mus, muris, sustantivo; "ratón" cervicobucal (relativo a la superficie bucal del cuello de un diente molar) Procedencia: cervix, cervicis, sustantivo; "cuello", "nuca" y bucea, sustantivo; "boca", "bocado" sudoríparo (que secreta sudor) Procedencia: sudor, sudoris, sustantivo; "sudor", "transpiración", "humedad" y parió, forma del verbo pariré, "parir", "producir" 3) híbridos (términos que combinan elementos del latín y del griego) hemifacial (que afecta una mitad de la cara) Procedencia: griego hemi-, prefijo, y latín facies, sustantivo; "aspecto", "rostro", "cara" arteriorrafia (sutura de una arteria) Procedencia: latín arteria, sustantivo; "arteria" y griego ##### /rhaphée/, sustantivo; "costura", "sutura" La influencia de las lenguas griega y latina en el vocabulario científico se explica por la enorme importancia que han tenido las civilizaciones de Grecia y Roma en todos los campos de la cultura, por los grandes aportes que hicieron en todas las ramas del saber; en el campo lingüístico, dejaron un caudal léxico considerable que sirvió de base para el desarrollo de muchas lenguas actuales. Pero hay otra razón que explica la presencia de los elementos de dos lenguas clásicas en el vocabulario científico: se trata de la necesidad de establecer una terminología uniforme y exacta, sin la cual no podría desarrollarse ninguna ciencia. El intercambio de experiencias entre los distintos investigadores sería imposible si cada uno de ellos designara de una manera arbitraria los conceptos, sin que se establezca una cierta unidad en la forma de identificar los fenómenos estudiados. Esta situación ha llevado a los científicos, a través de muchos años,

a tomar un punto de referencia común en cuanto a la explicación de las etimologías. Al crear un nuevo término, se procura que él por sí mismo muestre su definición; para lograrlo, se toman como base determinados elementos extraídos del latín o del griego, y se combinan como se explica en párrafos anteriores. Según esto, un término cualquiera que designe una nueva técnica relacionada con los riñones llevará entre sus componentes la raíz -nefr- (de ##### /nephrós , "riñón"), de forma que rápidamente se identifique su relación con ese órgano. Igualmente, una palabra que contenga la raíz -oftalm- (de ##########; /ophthalmós/, "ojo", "vista", "mirada") indica que se trata de algún concepto relacionado con los ojos. La gran ventaja de este fondo etimológico común se hace evidente al traducir, pues la forma de escribir un mismo término es similar en lenguas distintas. Esta afirmación se comprueba con algunos ejemplos tomados al azar: queilotomía (incisión del labio o escisión de una parte del mismo), de #####; khéilos/, "labio", y ### /torne/' "corte", "herida", "separación". Alemán: Cheilotomíe; francés: chéilotomié: inglés: cheilotomy; italiano: cheilotomia; portugués: quilotomia rinomicosis (micosis nasal), de ###, ##### /rhis. rhinós/, "nariz", y #### /mýkee/ "hongo", "seta". Alemán: Rhinomyko-se: francés: rhynomycose; inglés: rhi-nomicosis; italiano: rinomicosi; portugués: rinomicose. Según lo expuesto hasta aquí acerca de la terminología médica, la aceptación de los vocablos "quemología" y "quemólogo" lleva implícita la aceptación de la existencia de una hipotética raíz quemoEsta. sería una justificación etimológica equivocada, pues las formas que pudieran servir para explicar esta hipotética raíz no tienen, en realidad, relación alguna con el concepto "quemadura": ##### kemás, /kemados/, "madriguera", "guarida", "cado"

#####//kéemos/, "hierba mágica" ###### /keemós/, "bozal", "nasa", "todo objeto trenzado" #### /khéemee/, "cierto molusco", "medida para líquidos" ######, /###### /khéíma, khéimatos/, "invierno", "frío" Esto demuestra lo incorrecto de la utilización de los términos "quematología" y "quematólogo", pues pudiera pensarse que, en lugar de referirse a nociones relacionadas con las quemaduras, ambos vocablos tienen relación con alguno de los conceptos que expresan las cinco palabras griegas relacionadas. CONCLUSIONES

1. El vocabulario médico se ha forma do, fundamentalmente, sobre la base de las lenguas griega y latina, con especial preferencia por la pri mera. La formación de nuevas pa labras toma en cuenta esta carac terística, por las ventajas que re presenta en cuanto a la precisión de los términos —factor indispen sable para las ciencias—, y en cuanto a las variaciones que pue dan presentar al ser traducidas a los distintos idiomas. 2. Los términos "quemología" y "quemólogo", que de manera extraofi cial se han venido utilizando hasta ahora en algunos lugares, son in correctos, por no ofrecer una clara idea de los conceptos que se desea expresar y no tener una base eti mológica que los justifique. De nin guna manera debe continuar su uso. 3. Debe generalizarse el empleo de los términos caumatología y caumatólogo, por cuanto reúnen los requisitos básicos necesarios: a) etimología exacta y avalada por la práctica de autores clásicos, b) re lación etimológica con otros tér minos del vocabulario médico, tanto en español como en inglés y francés. 163

En la lengua rusa tampoco existen tér minos que nombren la especialidad y el especialista en quemaduras, según se puede observar en el Thesaurus de bús queda de información para la medicina, tomo II, Moscú, 1973. En esa lengua se expresa el concepto "quemadura" me diante la palabra ###### /ozhógui/. Los términos que en este trabajo se propo nen tal vez pudieran adaptarse al ruso de la siguiente manera: caumatología ############ /kaumatológuia/ caumatólogo ########### /kaumatólog/ Anexo 1 Tomando como base el verbo griego ### /káiein/, de donde proceden y de donde extraen su significación, pueden agruparse los sustantivos que se rela cionan etimológicamente con caumato logía y caumatólogo, con lo que se forma una gran "familia de palabras" (41 miem bros); para su mejor análisis, se muestra dividida en cuatro grupos:

A. Forma caum cauma *caumatología *caumatólogo caumestesia encauma epicauma B. Forma caust anticáustico causticar causticidad cáustico causticóforo diacáustico electrocaustia galvanocaustia galvanocáustica portacáustico termocáustico toracocaustia C. Forma caus anoxicausis atmocausis

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causalgia electrocolecistocausis eremacausia tecnocausis D. Forma cauter atmocauterio cauterio cauterización cauterizante criocauterio electrocauterio fotocauterio fotocauterización galvanocauterio quimiocauterio quimiocauterización termocauterectomía termocauterio termocauterización toracocauterio vapocauterizaclón Anexo 2 Relación etiomológica entre elemen tos procedentes del latín que se encuen tran en el campo semántico "quemar";

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I verbo cremare* (quemar, reducir una ciudad a ceñíais, incinerar) cremación crematorio II verbo urere** (quemar, abrasar, in cendiar) a b urente adustión uritis ambustión combustión inustíón ustión ustulación

*No es seguro que cremare haya dado quemar en español. Al respecto. Ramón Menéndez Pidal dice en su Manual de gramática histórica española que "Probablemente el griego medio ##### 'calor, ardor' (forma documentada en un glosario de la alta edad media) da origen al verbo quemar, gall. port. queimar, influido en su significado por el latín cremare..." *Primera persona del singular uro; seaunda, uris; perfecto ussi: supino ustum.

R.C.C. MARZO-ABRIL, 1976

SUMMARY Alpízar Castillo, R.

Caumatology: Proposal of a term.

Rev Cub Cir 15: 2, 1976.

An analysis on two words which have been non-officially used in order to desígnate the specialty as well as the specialists concerned with burned patients is made. The characterlstics of medical vocabulary are studied and it is concluded that the terms used up to date are incorrect. Two new terms are proposed instead: caumatologia and caumatólogo. The proposal ¡s substantiated and the possible translation of the terms ínto English and Frenen is established. RESUME Alpízar Castillo, R.

Caumatologio: pmposition d'un terme.

Rev Cub Cir 15: 2, 1976.

L'étude porte sur l'analyse de deux mots qui non officiellement ont été utilisés pour nommer la spécialité en brülés, ainsi que ceux qui l'exercent. L'auteur fait une étude sur les caractéristiques du vocabulaire medical et concluí que les termes employés jusqu'á maintenant sont incorrects. Deux nouveaux termes sont proposés: caumatologia et caumató logo. Les bases sur lesquelles la proposition est appuyée sont exposées, et on établi la possible traduction en anglais et en francais.

P E3K EM R esum en en R u so BIBLIOGRAFÍA 1, Qictlonnalre étymologlque de la langue grecque. Seconde édition. Cari Winter's Universitátsbuchhandlung, 1923. 2. Diccionario de ciencias médicas Dorland. El ateneo, Buenos Aires, 1966. '3,

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i.

Dictionnaire grec francais chette, s/f.

líeme édition. Ha-

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University.

6.

Diccionario ilustrado latino-espanol, españollatino. 6' edición. Bibliograf. Barcelona. 7. Diccionario terminológico de ciencias médi cas. 10 edición, Salvat editores. Barcelona [reimpresión de 1972). 8. Diccionario griego-español. Sopeña editores. Barcelona, 1945. 9. Menéndez Pidal, Ramón. Manual de gramá tica histórica española. 11' ed. Ediciones Re volucionarias. La Habana, 1969. 10. Thesaurus de búsqueda de información para la medicina. T II. Instituto de Información Médica de la URSS. Moscú, 1973 (en ruso).

Este trabajo es una copia del original, se omitieron las letras en latín y en ruso por dificultades técnicas

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