"De Un Destino, A Un Estilo" (*)trabajo Presentado En Las Novenas Jornadas Platenses De Psicología. El Padecer Y Su Destino. Diferentes Intervenciones. Colegio De Abogados De Mar Del Plata.1994. (**) Publicado En "las Intervenciones Del Analista". (buenos Aires: Acme/agalma; 1997)

Isidoro Vegh

Quiero comenzar agradeciendo a los colegas y amigos del Colegio de Psicólogos, a los organizadores de estas jornadas, que una vez más me permiten compartir con ustedes nuestro destino que no es sólo el que menciona el homenaje del obituario. También puede ser el destino de la posibilidad de escuchar una canción de Violeta Parra que diga "Gracias a la vida". ¿Cuál es la vida que nos toca?. Señoras y señores somos sujetos del zapping, pero acá se embromaron por más que hagan así me van a tener que escuchar. Por eso mejor verlo por televisión o en videocasette, si a uno no le gusta aprieta un botoncito; es el lado democrático del zapping. Qué es el mundo del zapping?, yo diría que hay que tomarlo simpáticamente y no enojarse, el lado positivo del zapping es que el ser humano no se resigna a ser sujeto del destino, por eso proponía titular mi charla "De un destino, un estilo". El zapping es el ejercicio en acto de la búsqueda de un programa mejor. El problema es dónde encontrarlo. Los seres humanos desde tiempos inmemoriales cantamos al pájaro. Hermosos poemas llegan desde la antiguedad y se extienden hasta nuestros días, manifestando nuestra admiración -hasta incluso podría decir nuestra envidia- hacia aquél que sólo con el batir de sus alas puede elevarse más allá del abrazo inexorable de la tierra. Alguna vez pensaron que la tierra hasta hace apenas veinte años, hasta cuando llegamos a la luna, era un destino inexorable, de esta pelotita llamada tierra que ni ustedes ni yo podíamos salir. Durante millones de años -por lo menos para nuestra especie un millón dicen- el ser humano no pudo ni siquiera despegar un poco la planta de sus pies de la tierra. A tal punto que hasta parece una especie de exceso decir: del polvo de la tierra venimos y ahí vamos.

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Digamos que de ahi venimos, ahí vamos y ahí estuvimos todo el tiempo. El canto al pájaro es también el modo en que el ser humano siempre dijo que no se resignaba a ese destino. aplaude y da medallas cuando mide el salto del atleta, ese que por un instante extiende más allá eso que a nosotros, por nuestra sujeción a un destino, la ciencia le quita el vuelo de la poesía y lo llama ley de gravedad. Se da medallas y se aplaude al que puede extender un centímetro más algo que nos haga soñar con una ruptura de eso que nos hace vivir o sentir que vivimos encadenados. Es por lo mismo por lo que pagamos nuestra entrada para mirar a aquel bailarín que imitando a Icaro -hasta hay un ballet que lo nombra- en su salto nos hace sentir que por un instante esa ley queda en suspenso. Hay un relato que llega desde el fondo de la historia, está en nuestra tradición, quién no oyó hablar de la Torre de Babel?. El libro sagrado para consolarnos nos hace creer que es apenas un accidente, un castigo de Dios cuando los hombres quisieron elevarse a su altura. Si lo tomamos como el relato de una metáfora, con ese anhelo que mucho tiempo después, en el pensamiento de un filósofo como Leibniz, se expresó como el anhelo de una lengua universal. No sólo de una lengua válida por igual para todos sino con un corolario al cual también soñamos: una lengua sin malentendido, sin equívoco. También es de nuestro destino, precisamente de los seres humanos ser sujetos del equívoco que la palabra nos propone. -Te amo, y al rato ella dice: -repetímelo. -Pero si ya te dije que te amo. -Pero y ahora?. Además tu tono no me gustó, de veras me amás?. Me lo decís a mí cuando decís te amo. Aunque así fuera, quién podría decir qué quiere decir te amo. La Torre de Babel testimonia un destino que en el psicoanálisis se llama trauma de nacimiento. Es un trauma inexorable, ni los sordos se salvan hoy. Es que desde que nacemos no podemos impedir que el otro hable. Por eso digo que en parte aplaudo el zapping, por lo menos podemos cambiar un poco de estación, pero cuando uno es chiquito ni eso puede. El otro habla y uno tiene que soportar el programa todo el tiempo. Otro relato que nos llega de la serie de los mitos, Prometeo, se cuenta como un titán, tal vez un demiurgo, el mismo dice Freud, tal vez creador de hombres, un Dios. Todavía no se había producido ese descenso que pasa por Hércules como semi dios y llega a Teseo ya como héroe humano. Es aún un Dios, pero un Dios que se diferencia de los dioses, porque les hurta el fuego y nos lo entrega a los humanos. Prometeo es también un relato que cuenta a su modo el mito del anhelo del humano por no quedar apresado en un destino. Poseer el fuego es para el hombre la posibilidad de extender en el tiempo el valor de los frutos de los cuales se alimenta. Doblar la dureza del metal con el cual sus manos no podían. Hacer de la inexorable alternancia del frío y del calor, una posibilidad de matizarlo. Alumbrar allí - Página 2 de 7 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

donde la oscuridad pareciera hacer su imperio. Nos es casi imposible imaginar que podría ser la vida de aquellos, nuestros antepasados, nuestros padres primitivos, viviendo sin el fuego. Fue un paso para salir de un destino que hace que el humano se encuentre en este mundo desde su inicion en una situaciuón de inermidad. Por qué se cuenta como un robo?. Es la pregunta de Freud en uno de sus textos. Un texto que casi parece un delirio "La conquista del fuego", es un texto del año 1931, quiero decir, es muy difícil invalidarlo pensando que fue una distracción. Se gesta sobre un comentario a uno de los textos mayores de Freud -del Freud en el esplendor de su producción- que es "El malestar en la cultura". Freud pregunta por qué esta conquista del fuego es una conquista sobre el destino, es una posibilidad de introducir algo nuestro en el destino, por qué se cuenta como un robo?. Por qué quien aparece como agente de ese robo, Prometeo, recibe un castigo, un buitre comiéndole cada día su hígado. Freud en ese texto hace una interpretación que dice que ese relato disfraza lo que él propone, como ya lo hizo en otro texto clásico que es "Totem y tabú", como acontecimiento de la historia. Propone que allí podría encontrarse rastros de un tiempo en que el ser humano aprendió a conservar el fuego a cambio de un precio: renunciar a apagarlo. Según Freud a apagarlo orinando sobre las cenizas, es decir, ejercitando un goce. Apagar el fuego con la orina, es según Freud, aquello de lo cual nuestros ancestros disfrutaban en un goce que no duda en llamar homosexual. Suspender esa satisfacción es lo que al ser humano le permitió avanzar sobre su destino. Si lo sacamos de la referencia histórica, no hay antropólogo que avale esta referencia historizada de Freud. Si hacemos una lectura de este texto como Lacan nos enseñara a hacerla en "Totem y tabú" no podríamos leer ahí no un hecho de la histoira sino más bien un fenómeno que se repite en la estructura. El ser humano avanza sobre lo inexorable de su destino cuando soporta, cuando acepta una pérdida de goce. No de cualquiera sino de aquellos goces que lo apartan de la creación, de aquellos goces que le sustraen el instrumento para la creación. Orinar sobre el fuego es perderse el fuego y fuego es un instrumento para doblar y malear los metales. Freud se pregunta aún más, por qué eso tiene que aparecer como un robo?, por lo tanto, a quién Prometeo le roba ese fuego. Es Freud quien lo dice: "En terminología analitica diríamos que es la vida pulsional, el ello, el Dios engañado por la abstención de extinguir el fuego...".(1) Es decir, suspender las ganas de apagar el fuego orinando, es ponerle un límite al ello, es ponerle un límite a la pulsión, pero miren qué extraño, Freud dice: es ponerle un límite al Dios. Cómo puede ser que Freud haga esta equivalencia entre ello pulsional y Dios; hagámonos cargo de esa equivalencia y aceptemos lo que ella misma nos propone. El destino al que - Página 3 de 7 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

camino sin límite de la pulsión nos llevaría, no es un destino fabricado en la naturaleza, es un destino gestado en el designio de los dioses, es decir, del Otro. Dios no es más que una forma de nombrar el Otro que está en el inicio de nuestro camino. También la pulsión se gesta en el campo del Otro, también la pulsión se anuda como destino inexorable no por un mandato natural sino por una red que se gesta en el campo divino del Otro. Divino por lo que nos enseña la otra leyenda, la de la Torre de Babel, es divino en tanto al sujeto se le aparece con los poderes de los que él carece.Decimos entonces que la sujeción al destino es la sujeción a un goce. Es el ejercicio de su pérdida el que nos permite un doble encuentro de la verdad en tanto esta apunta a lo real. La primera: liberase de lo demoníaco de un destino, de lo trágico de un destino, es pagar un precio: la pérdida del goce que nos aparta del instrumento que podría hacernos ir más allá de ese mandato trágico. La segunda, les voy pedir que me acompañen en un pequeño recorrido. Se dice así en un poema que se titula "Milonga de los hermanos", es un texto de Borges de la serie "Para las seis cuerdas", dice así: (...) "Venga una historia de ayer Que apreciarán los más lerdos; El destino no hace acuerdos Y nadie se lo reprocheYa estoy viendo que esta noche Vienen del Sur los recuerdos Velay, señores, la historia De los hermanos Iberra, Hombres de amor y de guerra Y en el peligro primeros, - Página 4 de 7 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

La flor de los cuchilleros Y ahora los tapa la tierra Suelen al hombre perder La soberbia o la codicia; También el coraje envicia A quien le da la noche y díaEl que era menor debía Más muertes a la justicia. Cuando Juan Iberra vio Que el menor lo aventajaba, La paciencia se le acaba Y le armó no sé qué lazoLe dio muerte de un balazo, Allá por la Costa Brava. Sin demora y sin apuro Lo fue tendiendo en la vía Para que el tren lo pisara. El tren lo dejó sin cara, Que es lo que el mayor quería. Así de manera fiel - Página 5 de 7 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

Conté la historia hasta el fin; Es la historia de Caín Que sigue matando a Abel."(2) Así nos lo dice nuestro gran poeta Jorge Luis Borges, y yo digo, es así? o es así pero no es todo así. Porque así es un destino inexorable, solo nos queda tirarnos piedras unos a otros. Dice el texto sagrado: "Conoció el hombre a Eva, su mujer, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: "He querido un varón con el fervor de Yahveh". Volvió a dar a luz, tuvo a Abel, su hermano. Fue Abel pastor de ovejas y Caín labrador. Pasó algún tiempo, y Caín hizo a Yahveh una oblación de los frutos del suelo. También Abel hizo una oblación de los primogénitos de su rebaño, y de la grasa de los mismos. Yahveh miró propicio a Abel y su oblación, más no miró propicio a Caín y su oblación, por lo cual se irritó Caín en gran manera y se abatió su rostro. Yahveh dijo Caín:"¿por qué andas irritado, y por qué se ha abatido tu rostro? ¿no es cierto que si obras bien podrías alzarlo?. Mas, si no obras bien, a la puerta está el pecado acechando como fiera que te codicia, y a quienes tienes que dominar". Caín dijo a su hermano Abel: "vamos afuera". Y cuando estaban en el campo, se lanzó Caín contra su hermano Abel y lo mató."(3) Pregunto quién armó el lio, Caín o Dios?. Piensen por un instante, la mayoría debe tener hermanos, hermanas. Van y le dicen: -mamá, feliz día de la madre, o papá, feliz día del padre. -Gracias, tomátelas. Viene inmediatamente su hermano y le dice: papá, feliz día del padre. -Querido, qué rico que sos. Uno es chiquitito, dos o tres años, a ese grandote no lo podés matar además te tiene que mantener todavía unos cuantos años. Con quién te la agarrás?. Cuando se lo cuento a mi contador que lo conozco hace treinta años, es muy católico, me dijo, no puede ser verdad, entoces le dije, agarrá la Biblia, vas a ver. Nos encontramos unos días después y me dice: -qué quilombo que me armaste, te acordás lo que me contaste de Caín y Abel, tenías razón. Lo leí en la Biblia, el que arma el despelote es Dios. Se lo conté a mi mujer y se me armó un lío. Al final me dijo: la terminás si Dios lo hizo sabe por qué. Como dijo Unamuno al que ya cité alguna vez yo no me voy a poner a discutir si hay o no otro mundo lo único que pido es que me dejen vivirlos de a uno por vez. En este mundo dejar que Dios haga lo que se le canta es terminar tirándonos piedras entre nosotros. Ese sería el destino al cual quedaríamos sujetos si no nos animáramos a interrogar la intervención del Otro. Cuando interrogamos la intervención del Otro, como hacen los chicos que preguntan, - Página 6 de 7 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

por qué, por qué, por qué. Tal vez haciendo ese ejercicio que llamo "exhaustación del Otro" descubramos que por lo menos acá en la tierra el Otro no tiene con qué responder: no hay otro que resuelva por nosotros. Dije doble precio, uno, un goce que se pierde para ganar otro: el que avanza en la creación. Otro que nos deja también en una gran dificultad porque es muy grato poner un cartelito que dice "sonrie Dios te ama" o colgar la foto de Freud en el consultorio y pensar lo mismo "trabaja tranquilo, Freud te ama". Advertir, en cambio, que no hay otro que pueda decidir por nosotros, el tiempo del acto nos deja, para ese momento, en una irremediable soledad, es la única soledad que nos permite el encuentro con el Otro, como hoy yo con ustedes, gracias. NOTAS (1) Freud, Sigmund. Obras Completas. Tomo XXII. "Sobre la conquista del fuego", pag. 175. Editorial Amorrortu, Buenos Aires, 1976. (2) Borges, Jorge Luis. Obras Completas. "Para las seis cuerdas"., Milonga de dos hermanos, pag. 955/956. (Faltan datos de la edición) (3) Biblia de Jerusalem, pag. 17. Asuri Ediciones, Bilbao, 1975.

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