COMIDURAZNOO. Antonio Martínez. Jiménez. Mario. Gutiérrez Tovar

           CO OMIDURAZNO O           GUIA ILU USTRA ADA DEL D CU ULTIVO DEL L DU URAZN NERO EN EL EST TADO DE MICHOA ACAN         Dr. Jesús Her

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I ~~ ~ H. AYUNTAMIENTO DE HUNUCMA, YUCATAN. 2010- 2012 ler. Informe de Gobierno Municipal. PRIMER INFORME DE GOBIERNO MUNICIPAL. C. MARIO ANTONIO C

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CO OMIDURAZNO O

 

 

     

GUIA ILU USTRA ADA DEL D CU ULTIVO DEL L DU URAZN NERO EN EL EST TADO DE MICHOA ACAN

       

Dr. Jesús Herrera a Basurto (Director ( d proyectto) del

       

 

Anton nio Martínezz Jiménez Mario Abraham Gutiérrez G Macías o Gutiérrez Tovar Mario Jesús s Alonso Lu una Béjar Eduarrdo Duran Pasindo P Cristó óbal Bravo Silva S Roberrto Orozco Valencia V Mario Pineda Anaya Hécto or Manuel Elías Mendozza

Urruapan, Mich., julio de 200 08

DIR RECTORIO O 

Dra. Silv via María Concepció C ón Figueroa a Zamudio o Rectora de la Unive ersidad Micchoacana de d San Nico olás de Hidalgo

eliodoro Cu uirís Pérezz M.C. He Director de la Facu ultad de Agrrobiología “Pte. “ Juárezz” U.M.S.N.H.

artha Xóchitl Flores Estrada E Dra. Ma Presiden nta de la Fu undación Produce P Micchoacán, A.C.

Ing. Ferrnando Guerrero Soto Presiden nte del Con nsejo Micho oacano de Productore P s de Durazzno, A.C.

Dr. Jesú ús Herrera a Basurto Director del proyec cto, Facultad de Agrob biología “Pte e. Juárez” U.M.S.N.H. U .

             

FUNDACIÓN PRODUCE MICHOACÁN, A.C.    VISIÓN: Somos una organización líder, eficaz   

    autosuficiente, reconocida en el estado 

 

    y en el país como la mejor opción para 

 

    ofrecer soluciones y agregación de valor 

 

    a las actividades de las cadenas productivas, 

 

    con socios de probada vocación de servicio y 

 

    comprometidos con el desarrollo rural de  

 

    Michoacán y del país. 

  MISIÓN: Apoyar la innovación para la integración y                  competitividad de las cadenas de valor                  agropecuarias, forestal y de pesca,                   contribuyendo a la equidad, riqueza, bienestar y                   sustentabilidad del sector rural en el estado de                   Michoacán.     

VALORES: Honestidad, Compromiso, Lealtad y Respeto.                                                                            

CONTENIDO     ÍNDICE DE FIGURAS Y CUADROS. 1. INTRODUCCIÓN.  2. SELECCIÓN DEL TERRENO.  3. VARIEDADES.  4. ESTABLECIMIENTO Y MANEJO DEL HUERTO. 4.1. PREPARACIÓN DEL TERRENO. 4.2. PLANTACIÓN.  4.3. CONTROL DE MALEZAS.  4.4. PODA.  4.4.1. PODA DE FORMACIÓN.  4.4.2. PODA DE FRUCTIFICACIÓN. 4.4.3. PODA EN VERDE.  4.4.4. PODA A DOS YEMAS.  4.5. RALEO DE FRUTOS. 4.6. PRODUCCIÓN FORZADA.  5. NUTRICIÓN. 5.1. MÉTODOS DE DIAGNÓSTICO NUTRICIONAL. 5.1.1. MUESTREO DE SUELO.  5.1.2. ANÁLISIS FOLIAR. 5.2. POTENCIAL PRODUCTIVO.  5.3. FERTILIZACIÓN DE FONDO.  5.4. FERTILIZACIÓN DE DESARROLLO. 5.5. FERTILIZACIÓN DE PRODUCCIÓN. 5.6. FERTILIZACIÓN FOLIAR.  6. TÉCNICAS DE RIEGO Y DRENAJE. 7. CONTROL SANITARIO.  7.1. PLAGAS.  7.2. ENFERMEDADES.  7.3. CONTROL INTEGRADO.  8. COSECHA, SELECCIÓN Y EMPAQUE. 8.1. COSECHA.   8.2. SELECCIÓN Y EMPAQUE DE DURAZNO. 9. COSTOS DE PRODUCCIÓN. 10. LITERATURA CONSULTADA. 

Anexo 1. Compatibilidad entre agroquímicos .   Anexo 2. Síntomas de deficiencias nutricionales del duraznero más frecuentes en   el estado de Michoacán .        

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ÍNDICE DE FIGURAS Y CUADROS Figura   2.1. Helada invernal. 2.2. Comportamiento del aire frío en relación a la topografía del terreno. 2.3. Daño de heladas en árbol en desarrollo. 2.4. Perfil de suelo.  2.5. Asfixia radicular por manto freático superficial. 3.1. Fruto de la variedad Diamante Especial. 3.2. Frutos de la variedad Diamante Mejorado. 3.3. Fruto de la variedad Cardenal.  3.4. Fruto de la variedad Colegio 2005.  3.5. Fruto de la variedad CP-9928C.  3.6. Frutos de la variedad Robín.  3.7. Fruto de la variedad Supremo.  3.8. Frutos de la variedad Oro Azteca Mejorado. 3.9. Frutos de la variedad Regio.  3.10. Frutos de la variedad San Juan. 3.11. Fruto y Árbol de la variedad Fred. 3.12. Árbol y Fruto de la variedad Toro. 3.13. Frutos de la variedad Acuitzio.  3.14. Fruto de la variedad Diamante.  3.15. Frutos de la variedad Tlaxcala.  3.16. Fruto de la selección A206 x 91-4-32. 3.17. Fruto de la selección lucero x magno. 3.18. Fruto de la selección ARK68.  3.19. Árbol de la selección criolla Oro de Tlaxcala. 3.20. Fruto de la selección criolla Oro de Tlaxcala. 3.21. Durazno de pulpa blanca otra alternativa. 4.1. Preparación del terreno, subsoleo, barbecho, rastreo y trazo de regaderas.   4.2. El trazo en marco real utiliza el principio de un cuadrado. 4.3. El trazo en tresbolillo utiliza el principio de un triangulo equilátero. 4.4. Trazo en rectángulo. 4.5. El trazo en curvas a nivel sigue el contorno del terreno. 4.6. Huerta en ladera con trazo recto y terrazas individuales. 4.7. Caminos de acceso e interiores de un huerto. 4.8. Los caminos interiores deben de permitir la circulación de maquinaria y equipo.  4.9. Huerta trazada en rectángulo sobre camellones para aumentar el grosor del suelo o   evitar manto freático superficial.  4.10. Labores de plantación.   4.11. Aplicación de composta y fertilizante fosforado aplicado como fertilizante de fondo.  4.12. Extracción y acondicionado de planta a raíz desnuda para su trasplante al huerto.   4.13. Planta producida en bolsa, casi lista para su trasplante al huerto. 4.14. Control de malezas con herbicida en todo el terreno. 4.15. Control mecánico de malezas en todo el terreno. 4.16. Control de maleza con rotocultivador. 4.17. Control de malezas con herbicida en la hilera de las plantas y con desvaradora en los callejones.

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4.18. Control de maleza con herbicida en los cajetes y con desvaradora en las calles.   4.19. Terrazas individuales, control de malezas con azadón en los cajetes y con machete en   el resto del terreno.   4.20. Control de maleza con desvaradora en huerto con cubierta vegetal en todo el terreno.  4.21. Acolchado plástico en todo el terreno. 4.22. Las ramas primarias deben tener resistencia mecánica suficiente para soportar una gran carga de frutos.   4.23. El árbol debe ocupar el espacio que dispone en el menor tiempo posible. 4.24. Poda en verde para seleccionar ramas de estructura. 4.25. Bambú o carrizo resultan ideales para corregir la posición de las ramas principales.  4.26. Buen aprovechamiento de la luz a través de regular la longitud de las ramas secundarias.   4.27. Las ramas secundarias colocadas hacia los lados simulando un espinazo de pescado   evitar el sombreo entre ramas. 4.28. Respetar la distancia a que se insertan las ramas secundarias facilita la distribución del   espacio.  4.29. Las tres ramas primarias del vaso veronés permite mayores densidades de plantación y   simplifica la colocación de ramillas productoras. 4.30. La altura de colocación de las ramas inferiores debe permitir las labores de cultivo. 4.31. Usar bambú o carrizos para corregir la posición de ramas. Los huertos modernos   requieren de uniformidad y buen aprovechamiento del espacio. 4.32. Árbol con cuatro ramas primarias que por bifurcación se convierte de ocho ramas.  4.33. Uso de separadores de carrizo para corregir la posición de ramas. 4.34. Usar tutores uniformiza los árboles del huerto y facilita las labores de cultivo.  4.35. Obtención de un brote apical vigoroso a partir de una yema vegetativa fuerte.  4.36. El sellado de los cortes de más de una pulgada de diámetro es una labor complementaria que prolonga la vida de los árboles. 4.37. Árboles formados en “tatura” o ípsilon. 4.38. Árboles formados en eje central.  4.39. Árboles formados en palmeta simple. 4.40. Poda sanitaria. En la poda de fructificación se eliminan todos los ramos plagados o enfermos.   4.41. Eliminación de ramas secas. En la poda en seco deben eliminarse las ramas secas para evitar que sean atacadas por hongos saprófitos o patógenos. 4.42. Eliminar ramas chuponas y anticipadas ya que son poco productivas y de mala calidad.  4.43. Las ramas anticipadas no poseen suficientes reservas para garantizar buen tamaño de   fruto, por lo que deben ser eliminadas. 4.44. Con el despunte de ramas guía se estimula brotación, se regula el tamaño del árbol y se controla el crecimiento de las nuevas ramas guía. 4.45. El uso de escaleras posibilita construir árboles de mayor altura. 4.46. Despunte de ramas guía en yema para prolongar el tamaño del árbol cuando aun no   alcanza la altura definitiva.  4.47. Despunte en frutero en árbol adulto. 4.48. Árbol adulto deschuponado y despuntado antes de la selección de ramas fruteras.  4.49. Rama mixta.   4.50. Rama chifona.   4.51. Ramillete o bouquet de mayo.  4.52. Realización de la poda de fructificación.

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4.53. Árbol después de la poda.   4.54. Árbol iniciando floración, mostrando la distribución de los ramos fructíferos.   4.55. Brotación de yemas axilares después de la poda. 4.56. Selección de ramos mixtos. Dejar un número de ramos mixtos proporcional al vigor del   árbol, bien distribuidos y de vigor medio. 4.57. Despunte ramos mixtos, solo a los ramos mixtos se despunta un tercio de su longitud.   4.58. Rama secundaria o cadena, sosteniendo ramillas de producción. Su posición horizontal   regula su vigor y facilita la renovación de romos mixtos. 4.59. Poda de gancho. En dos ramos mixtos formados en un mismo punto, se poda uno a dos yemas para renovación y otro se mantiene para producción, solo despuntándose.  4.60. Poda en verde. Eliminación de chupones para mejorar la distribución de luz.  4.61. Poda en verde tres o cuatro semanas antes de la cosecha para mejorar la calidad del fruto. 4.62. La poda en verde en árboles en formación es complemantaria a la poda en seco, para   regular vigor y favorecer cremiento. 4.63. El momento de eliminación de los chupones es cuando las primeras ramillas laterales   de chupón detienen el crecimiento. 4.64. Segunda poda en verde, después de la cosecha, facilita la maduración de los fruteros.  4.65. Poda en verde y eliminación de chupones emitidos desde el portainjertos.   4.66. Árbol con buena distribución de luz en el interior. 4.67. En huertos intensivos la poda en verde tiene gran importancia. 4.68. Árbol con pobre producción y pobre formación de nuevas ramillas por aborto de yemas   a causa de altas temperaturas.  4.69. Aborto de yemas. Períodos prolongados con temperaturas elevadas después de la   maduración de las yemas florales pueden provocar su aborto. 4.70. Fruta de poco tamaño producida en ramas chifonas. 4.71. Árbol después de la poda a dos yemas.   4.72. Detalle de la poda a dos yemas, comenzando la brotación. 4.73. Árbol tres meses y medio después de la poda a dos yemas. 4.74. Árboles cinco meses después de la poda a dos yemas, en proceso de maduración de   yemas florales.  4.75. Detalle de rama cinco meses después de la poda a dos yemas, cercano a la   maduración de yemas florales.  4.76. Cultar® (paclobutrazol) regulador de crecimiento utilizado para inhibir el crecimiento vegetativo.  4.77. Árbol con exceso de fructificación por deficiencia de poda. 4.78. El raleo de fruto se considera una labor complementaria a la poda, no solo mejora el   tamaño del fruto, sino también regula el vigor del árbol. 4.79. La proporción de 20 a 30 hojas/fruto puede ser ajustada a través del raleo.   4.80. Efecto de la época de raleo sobre la calidad del fruto. 4.81. El momento del raleo de frutos. Cuando ha ocurrido la segunda caída de frutos y éste  tiene 1.5 a 2 cm de diámetro, es oportuno realizar el raleo. 4.82. Los mayores efectos del raleo de frutos sobre el tamaño de éste se dan antes del endurecimiento del hueso. 4.83. El riesgo de siniestro meteorológico o sanitario son razones para retrasar el raleo.   4.84. La cantidad de fruta a dejar sobre el árbol va en función de su vigor. 4.85. El valor comercial de frutos de mayor calibre retribuyen ampliamente los gastos   realizados en el raleo de frutos.

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4.86. El resultado de un raleo de frutos adecuado es frutos uniformes y de buen calibre.  4.87. Otro efecto del raleo de frutos es el crecimiento vegetativo, en número y longitud de los   ramos.   4.88. El máximo potencial productivo del árbol se logra con una adecuada poda, raleo de   frutos y buenas prácticas culturales. 4.89. Medición de la circunferencia del tronco. 4.90. Árboles iniciando tirado de hojas 7 días después de la aplicación de defoliante.  4.91. Árbol totalmente defoliado y podado, listo para la aplicación de compensador de frío.  4.92. Presentación comercial del Revent®, a base de tidiazuron, usado como compensador de frío.  4.93. En forzados muy tempranos la presencia de lluvia horas después de la aplicación del   compensador de frío puede reducir o nulificar su efecto de éste. 4.94. Árboles en plena floración 35 días después de la aplicación del compensador de frío.  4.95. En floraciones muy tempranas y en zonas semicálidas las condiciones ambientales   resultan más propicias para plagas y enfermedades, un buen programa sanitario evita   riesgos. 5.1. Toma de muestra de suelos con barrena. 5.2. Tomando muestra de hojas para su análisis. 5.3. Aplicación de fertilizantes sólidos al suelo, en la zona de goteo, antes de ser enterrados.  6.1. Preparación de canales para riego rodado. 6.2. Conducción de agua para riego rodado en tubería con válvulas de salida. 6.3. Riego por microaspersión.   6.4. Riego con doble línea de goteo. 6.5. Riego por goteo en círculo o en “cola de cochino”. 7.1. Trips hembra y macho.   7.2. Daño de trips en hojas tiernas. 7.3. Daño en hoja por araña cristalina. 7.4. Defoliación por ataque de araña cristalina. 7.5. Araña cristalina o Acaro de Lewis. 7.6. Daños de araña cristalina en brotes.   7.7. Colonias de araña cristalina en el envés de la hoja. 7.8. Aspecto general de un árbol con daño de araña cristalina. 7.9. Depredadores naturales de araña cristalina. 7.10. Chrysopa spp depredador natural de araña cristalina. 7.11. Coleóptero depredador de araña cristalina. 7.12. Aspersión para el control de araña cristalina. 7.13. Escama de San José.  7.14. Escama de San José en rama.  7.15. Chinche de encaje.   7.16. Síntomas de daño por chinche de encaje. 7.17. Colonia de chinche de encaje en el envés de la hoja. 7.18. Pulgón verde del durazno.  7.19. Deformación de hojas causada por ataque de pulgones. 7.20. Diferentes especies de mosca de la fruta. 7.21. Diferentes especies de la mosca de la fruta. 7.22. Larva de la mosca de la fruta.  7.23. Fruto dañado por mosca de la fruta. 7.24. Insectos parasitoides de la mosca de la fruta.

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7.25. Colocación de trampas de muestreo. 7.26. Trampas matadoras de mosca de la fruta. 7.27. Ciclo de vida de la mosca de la fruta. 7.28. Daño en frutos por gusano del fruto. 7.29. Adulto y larva del gusano del fruto. 7.30. Ramilla barrenada por gusano del fruto. 7.31. Trampa a base de feromonas. 7.32. Ciclo de vida del gusano del fruto. 7.33. Larva de escarabajo “gallina ciega”. 7.34. Daño en flores por frailecillo.  7.35. Adulto de picudo.   7.36. Daño en fruto por frailecillo.  7.37. Barrenador del tronco “gusano de cabeza aplastada”. 7.38. Daño en tronco por barrenador.  7.39. Escolitido “descortezador del tronco”. 7.40. Tuzas y daños en raíz.  7.41. Chapulín alimentándose de flores de durazno. 7.42. Daño en flor por Monilinia frutícola. 7.43. Atizonado de ramas y daño en frutos por Monilinia. 7.44. Momificación de frutos por Monilinia. 7.45. Daño en fruto por Monilinia.  7.46. Daño en hojas por tiro de munición. 7.47. Daño en ramas por tiro de munición. 7.48. Daño por tiro de munición en fruto. 7.49. Síntomas de roya en hojas.  7.50. Deformación de hojas causada por verrucosis. 7.51. Frutos dañados por verrucosis.  7.52. Síntomas en hoja de bacteriosis.  7.53. Síntomas en fruto de bacteriosis. 7.54. Muerte de brotes por Pseudomonas. 7.55. Muerte de la parte aérea por Pseudomonas. 7.56. Oscurecimiento característico del xilema de marchitez por Verticillium. 7.57. Síntomas de marchitez por Verticillium. 7.58. Síntomas radiculares y aéreos por Armilaria. 7.59. Carpóforos creciendo en la base de un árbol infectado por Armillaria. 7.60. Emisión de goma por la infección causada por Botryosphaeria. 7.61. Síntomas iníciales y avanzados de cáncer de ramas y tronco causados por Valsa leucostoma. 7.62. Daño en fruto verde causado por cenicilla. 7.63. Síntomas de daño en hoja por cenicilla. 7.64. Daño en frutos maduros causado por cenicilla. 7.65. Síntoma en ramas causado por tizón de ramas. 7.66. Profundidad efectiva del suelo: no solo el espesor del suelo debe tomarse en cuenta, sino también la distancia al manto freático. 7.67. Trampa de muestreo como parte de la campaña nacional contra moscas de la fruta. 7.68. El sellado de cortes de poda evita la entrada de infecciones en madera. 7.69. Huerta bajo producción forzada con floración en época de lluvias. 7.70. Frutos caídos durante el raleo o cosecha e infectados por Monilinia, se convierten en

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fuentes primarias de inoculo. 8.1. Fruto verde. 8.2. Fruto verde 50 %. 8.3. Fruto óptimo para cosecha. 8.4. Fruto maduro. 8.5. Cosecha manual del fruto. 8.6. Daños en fruto por golpeo al cosecharlo. 8.7. Transporte de fruta del campo a empaque. 8.8. Área de almacenamiento de contenedores. 8.9. Transporte de fruta de campo. 8.10. Recepción de fruta de campo. 8.11. Reacomodo de fruta en el empaque. 8.12. Preenfriado del fruto. 8.13. Vaciado de fruta a la seleccionadora. 8.14. Selección de fruta. 8.15. Cepillado de fruta. 8.16. Descanicado de fruta. 8.17. Selección por tamaños. 8.18. Empaque de la fruta. 8.19. Empacado en cajas. 8.20. Pesado de cajas. 8.21. Entarimado de cajas. 8.22. Entarimado y flejado de cajas. 8.23. Paletizado de cajas. 8.24. Cámara de frio. 8.25. Empaque y embalaje. 8.26. Cámara de frio para conservación. 8.27. Sala de embarque de fruta. 8.28. Transporte de fruta con termoquin. 8.29. Medidas de calibre y peso del fruto. 8.30. Estándares de calidad de la fruta. 8.31. Calidad súper extra. 8.32. Calidad primera A. 8.33. Calidad primera B. 8.34. Calidad segunda A. 8.35. Calidad tercera. 8.36. Calidad canica. 8.37. Fruto con daño crítico. 8.38. Fruto con daño crítico. 8.39. Fruto con daños mayores. 8.40. Fruto con daños mayores. 8.41. Fruto con daños menores. 8.42. Fruto con daños menores. 8.43. Fruto con daños menores. 8.44. Demostración de defectos en el empaque. 8.45. Demostración de defectos en el empaque.

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Cuadro 3.1. Características de la variedad Diamante Especial. 3.2. Características de la variedad Cardenal. 3.3. Características de la variedad Colegio 2005. 3.4. Características de la variedad CP-99 28C. 3.5. Características de la variedad Robín. 3.6. Características de la variedad Supremo. 3.7. Características de la variedad Azteca Mejorado. 3.8 Características de la variedad Regio. 3.9. Características de la variedad San Juan. 3.10. Características de la variedad Toro. 3.11. Características de la variedad Acuitzio. 3.12. Características de la variedad Diamante. 3.13. Características de la variedad Tlaxcala. 3.14. Nuevas selecciones hibridas de durazno para regiones subtropicales para el consumo en fresco y para industria, obtenidas por el Dr. Salvador Pérez González, en Huimilpan, Qro. 3.15. Selecciones de durazno con buena calidad de fruto y sanidad, para regiones templadas, con acumulación de frío superiores a 400 HF. 4.1. Número de plantas por hectárea, según las distancias de plantación. 4.2. Número de frutos a permanecer después del aclareo en función a la circunferencia del tronco a 20 centímetros de altura sobre el suelo. (Raseira, 1998). 4.3. Intervalo aproximado entre etapas fenológicas y labores para dos altitudes diferentes para la variedad “diamante”. 5.1. Rango de contenidos minerales en el suelo para un huerto de durazno. 5.2. Interpretación de resultados del análisis de suelo para fósforo y potasio extraíbles (mehlich), para duraznero. (Raseira, 1998). 5.3. Recomendaciones de abonado fosforado y potásico antes de plantación, para el cultivo de durazno, en función al análisis de p y k en el suelo. (Raseira, 1998). 5.4. Variación de los contenidos foliares en durazno (Batjer y Westwood, 1958). 5.5. Niveles óptimos de nutrientes en hojas de durazno, en muestras foliares tomadas tres cuatro semanas antes de la cosecha. (Bennett, 1993). 5.6. Consumo de nutrientes del árbol. 5.7. Aplicaciones foliares de acuerdo a las etapas fenológicas del cultivo. 7.1. Relación de fungicidas usados en durazno para el control de Monilinia. 8.1. Diagrama de flujo del proceso de selección y empaque de durazno. 8.2. Estándares de calidad de la norma nacional mexicana. 9.1. Costo de mantenimiento del cultivo de durazno de temporal Variedad diamante, con uso de producción forzada. 9.2. Costo de mantenimiento del cultivo de durazno de riego, variedad diamante, con uso de producción forzada. 9.3. Plan productivo de durazno variedad diamante.

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1. INTRODUCCIÓN El lugar de origen del durazno es China, donde crece en forma silvestre y se cree que fue importado hacia América desde hace casi 500 años. Este cultivo se encuentra ampliamente extendido en una gran diversidad de climas, su cultivo comercial en Latinoamérica constituye un evento relativamente reciente de principios del siglo XX. A nivel mundial se tienen establecidas alrededor de 1,700,000 hectáreas de durazno, que producen anualmente 12 millones de toneladas de fruta, en donde el principal productor es China que aporta el 30 % de la producción; en contraste, México con 170,000 toneladas anuales, producidas en 42,600 hectáreas, representa sólo el 1 % de la producción mundial.

La oferta mayor de durazno en México se concentra en los meses de enero a octubre, encontrándose solamente en noviembre y diciembre, fruta proveniente del estado de Morelos y Chile. El consumo per cápita de durazno en México es de 2.4 kg, con un consumo aparente superior a las 240,000 toneladas anuales, es decir que se tiene una demanda insatisfecha en el país de por lo menos 70,000 toneladas. Este déficit debería mantener una halagadora expectativa para todos los agentes que integran la cadena productiva del durazno; sin embargo, esto no ha sido posible, cuando menos para el eslabón de los productores, debido a que se tiene una serie de inconvenientes que no han permitido que el durazno llegue a cumplir las expectativas que promete. Durante el año 2004 el estado de Zacatecas ocupaba el primer lugar en cuanto a superficie cultivada se refiere, dado que cubría el 45% del terreno nacional dedicado al cultivo de durazno; aunque Michoacán actualmente ocupa el primer lugar en producción de durazno a nivel nacional, debido a que aporta el 21 % de la producción del país. El cultivo de este frutal en el estado de Michoacán es todavía más reciente, al grado de que muchos productores de durazno desconocen completamente el manejo al cual debe ser sometido para poder eficientar la producción; este rubro ha resaltado la necesidad de técnicos realmente capacitados que puedan extender la cobertura de la asesoría técnica de este cultivo, al menos en el estado de Michoacán.

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Con la finalidad de cubrir esta necesidad el Consejo Estatal de Productores de Durazno de Michoacán A. C. solicitó a la Fundación Produce Michoacán, A.C. su apoyo para realizar el segundo diplomado para la formación de técnicos capacitados en el cultivo de durazno. Este segundo diplomado adoptó una modalidad distinta, en donde la capacitación de los técnicos se realizó en los huertos a lo largo de todo un ciclo de cultivo, estando en contacto directo con las plantas, donde se presentan todos los problemas del proceso de producción de esta especie; en función de que la falta de técnicos capacitados en este cultivo, ha sido uno de los principales motivos por los cuales el cultivo del durazno en el estado de Michoacán no ha tenido el suficiente repunte como especie frutal cultivada. La elaboración de este documento constituye uno de los productos a entregar al finalizar el presente proyecto de capacitación, mediante la integración de un menú de opciones tecnológicas para el cultivo del duraznero en el estado de Michoacán. Este menú resume toda la experiencia práctica adquirida durante el proceso de capacitación de 10 meses, incluida la experiencia del propio capacitador que por más de 25 años se ha dedicado al asesoramiento de este cultivo, así como de la información bibliográfica reunida por el mismo equipo de trabajo.

La presente guía pretende ser un instrumento de apoyo tanto para el productor de durazno, como para el aficionado al cultivo, así como para el estudiante de agronomía, e incluso para el técnico que brinda el servicio de asesoría en los huertos de durazno; respecto a los tópicos prácticos más importantes que inciden directamente sobre la producción de durazno. Mediante 246 ilustraciones y 32 cuadros, se amplían detalles para facilitar la comprensión de aspectos técnicos, prácticas culturales y la identificación de plagas y enfermedades. Debido a la diversidad climática en el estado de Michoacán, en este mismo documento se ha incluido un manejo por zonas: tanto para sitios semicálidos como los templados, de tal manera que cuando se incluya alguna variante tecnológica, ésta se indicará en el texto de manera resaltada para señalar la zona de cultivo donde se recomienda su realización.

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2. SELECC CIÓN DEL TERRENO T La ma ayoría de los s frutales so on altamente e exigentes en cuantto a clima y suelo. Esto, unido al hecho de e constituir una elevada a inversión y a largo plazo, obliga a a ubicar lass plantacciones en el mejor terren no posible. El clima debe ser óp ptimo para la l especie y varieda ad a plantar pues p resulta inútil i ir contra a él y tra atar de doble egar a la na aturaleza. Porr otro lad do, el ahorro al momento de adquirir el terreno o se paga de espués, ya que q un suelo o con lim mitaciones la producción siempre será á menor y el costo de producción n mayor. Esto o pone de manifies sto la convveniencia de e recurrirr a un buen n asesoramie ento para la a adquisición o selecc ción del terren no.

pecto de la incidencia de d las helada as, Resp norm malmente los lugares altos o inclinados en el predio, o en la localidad, están men nos expu uestos que aq quéllos más bajos o plano os, debid do a que el aire frío es más denso y dren na hacia los sectores s bajos. La presenccia de barreras natturales como o un cerro, o artificciales como o una cortin na de árbole es, pued de impedir el libre escurriimiento del aire a frío hacia sectore es más bajo os, aumentan ndo las posibilidadess de heladass antes de la barre era. Una manera práctica a de comprob bar diferrencias en cuanto a temperaturras mínimas en casso de helada as, es insta alar term mómetros de e máxima y mínima en distin ntos sectoress del predio y proceder a su obse ervación en va arios días con n heladas.

Requis sitos de clim ma El clim ma represen nta el prim mer factor a considerar. Debido o a que ess muy poco o maneja able, su con nsideración debe d ser un n requisito indispensable en el momento de e decidirr la plantación n de cualquierr frutal. Cada especie, e e inc cluso cada va ariedad dentro o de la misma espe ecie, presenta an requisitoss propioss de clima, a veces muyy distintos de e los de e otras. Por lo tanto, es fundamental conoce er exactamen nte los reque erimientos de e la esp pecie y varie edad a planttar y, desde e luego, verificar si las condiciones climáticass reinanttes en el pred dio son acord des con estoss requisitos. Entre los factores climáticos a considerarr sobressalen el núm mero de ho oras de frío o inverna al (entre 0 y 7ºC); frecuen ncia, época e intensidad de ocurrencia o d de heladas; unidad des de calor en primavera y verano; luminosidad, hume edad relativva, y viento o ante u ocasional. domina

Figura 2.1. Helada invern nal

Figura a 2.2 comportam miento del aire frío en relación a la topog grafía del terreno.

En materia de heladas, siempre es convveniente los registrros co onsiderar histó óricos para la l localidad y no solo los datos de los últim mos años. Desspués de varios añoss benignos, existe la te endencia a irle i “perd diendo el miedo” a las heladas h y ca ada vez aventurar más planta ando especies suscceptibles en zonas z de riessgo latente. Sin S embargo, tarde o temprano o la naturale eza impo one su realida ad.

Figura a 2.3. Daño de heladas h en árbol en desarrollo.

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Requis sitos de suello Para conocer exacttamente las características c s del su uelo y determinar su aptitud a como o asimism mo posib bles limita antes, ess impresscindible hac cer, previam mente a la a plantacción o adqu uisición del terreno, un n prolijo estudio a tra avés de la confección c de e calicata as de al menos 1.5 metros de e profund didad en diferentes sectorres del predio o en que se va a plantar. En general, loss problem mas de mal drenaje o presencia p de e estrato os impermea ables, como asimismo la a profund didad efectiv va, no son detectables d a través de la observ vación de la superficie s del suelo y es por ta anto frecuen nte encontrarr “sorpre esas” al exca avar. Por ottra parte, lass caracte erísticas quím micas del su uelo solo se e pueden n determinar a través de un adecuado o muestrreo y análisis en laboratorio.

arrollo de lass raíces. Sin n embargo, es desa prefe erible una mayor m profund didad, ojala de más de un metro.. Resp pecto del drrenaje, no se e debe plan ntar dura azno en suelo os con mal drenaje. d Si ésste es muy m lento, deb be ser mejora ado antes de e la planttación mediante el estable ecimiento de un adeccuado sistema de drenes.. Si no se tie ene la seguridad s q que esta operación o s sea realm mente efectiiva, el suello deberá ser s desccartado. La existencia de mal drenaje en un suelo s se pued de detectar por p la presenccia de agua a a ciertta profundida ad, o bien de mote eados de differentes tona alidades, por lo gene eral, grises, azulinos, rojizos o negro os, que indican que el suelo ha estado e satura ado con agua a por periiodos prolong gados. El problema del mal drenaje se manifiessta, princcipalmente, por p la muerte de las raícess a partir de la profu undidad de suelo s en don nde comienza la saturración con ag gua.

Figura a 2.5. superrficial.

Figura 2.4. Perfil de suelo

El suello más adecu uado para la plantación de e durazn no debe se er relativam mente plano, profund do, de te extura fran nca y sin n impedimentos que dificulten el libre paso de e las raícces y la perco olación del ag gua. Aún cu uando el espesor que debe d tener el suelo está e en relación con el dessarrollo de lass raíces de cada especie frutal, se e estima que, neral, la profu undidad mínim ma necesaria a en gen para el e desarrollo o de las ra aíces es de e aproxim madamente 50 5 cm, siemp pre que haya a un ade ecuado drena aje en todo el e perfil y que e por debajo d de ese nivel no existan n impedimentos de tipo físico o como la a ncia de ro oca, tosca, o estratoss presen compa actados e imp permeables, que q limiten el

Asfixia a

radicular

po or

manto

freáttico

La presencia p de piedras en el e suelo, den ntro de límites l razon nables, no afecta a en grran medida al desarro ollo de los arb boles. Resp pecto de las característica as químicas del d suelo o, los princip pales factore es a considerar son el pH y la salinidad. La mayoría de los ales toleran valores v de pH p que oscillan fruta entre e 5,0 y 8,5, si s bien lo ide eal es de 6,0 0 a 7,0. Más sensibles son a la a salinidad, de ho, el dura azno no to oleran niveles hech supe eriores a 3 mmhos/cm m en n el extracto de saturación del suelo s sin ve er afectada su producción. Otro factor a co onsiderar en el suelo es la presencia de nematodos n p parásitos. Pa ara cono ocer el grado o de infestación presente es acon nsejable realizar un aná álisis del sue elo envia ando muesstras a un u laborato orio espe ecializado. Síí la cantidad de nematod dos

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existentes es demasiado alta, se deberá decidir entre las opciones de emplear un portainjerto tolerante, aplicar un nematicida, o descartar el terreno. Muy conveniente resulta conocer el tipo de cultivo que se efectuó anteriormente en el suelo. Hay cultivos que facilitan la propagación de algunas plagas y enfermedades del suelo, en especial de nematodos y verticilósis. En este sentido, las gramíneas son, en general, bastantes tolerantes y son recomendables antes de la plantación de un frutal susceptible a estos problemas sanitarios. Se debe destacar la ventaja de utilizar un suelo que no haya sido plantado previamente con frutales, o donde al menos hayan pasado varios años desde su arranque. La mayoría de los frutales no prosperan muy bien cundo se utilizan terrenos que inmediatamente antes habían sido ocupados por el propio frutal. En esos casos, es preferible cambiar de especie o al menos de portainjerto. Adicionalmente, la siembra de un cereal u otro cultivo adecuado durante un par de años, después del arranque y previo a la plantación, siempre será favorable. También es conveniente observar el tipo de malezas presente. Ciertas malezas como la Galega officinalis, Cyperus esculentus y otras, son indicadoras de posibles problemas de drenaje. En otros casos, una fuerte infestación con malezas perennes, especialmente rizomatosas (por ejemplo grama y zacate Johnson), señala la necesidad de proceder a su control, previo a la plantación.

Otros factores Además de las condiciones de clima y suelo, es necesario conocer otros factores antes de decidir la plantación de un huerto frutal. Uno muy importante es la verificación de la dotación de agua de riego con que cuenta el predio. No sólo interesa conocer los derechos de que se dispone, sino también la cantidad de agua que efectivamente llega, su frecuencia, e incluso determinar que ha ocurrido en años de sequia. Se deberá conocer, asimismo, la calidad del agua, pues hay que evitar el agua con niveles excesivos de salinidad o contaminaciones químicas. Otros antecedentes a considerar son: -las vías de acceso y distancia a centros de embalaje, grandes ciudades o puertos de embarque, -disponibilidad de mano de obra en el sector, en distintas épocas del año, especialmente en la fecha de cosecha; -dotación de energía eléctrica y agua potable, esto sobre todo cuando se planea realizar labores de empaque en el propio predio. Muy conveniente puede resultar la observación de predios vecinos, en busca de plantaciones frutales, incluso de árboles aislados, para observar su comportamiento. Asumiendo un buen manejo, esto puede constituir un índice confiable de las posibilidades que existen en el lugar para determinada especie o variedad.

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3. VARIEDADES S DIAMAN NTE ESPECIA AL

Figurra. 3.1 fruto de la a variedad Diama ante Especial.

prácticamente lo os mismos requerimienttos climá áticos, duracción de flor a cosecha y tama año de fruta que diamante. Su grado de adap ptación es ca asi el mismo que diaman nte, pero o no ha sustituido a diamante por p presentar común nmente poco tamaño, da ado que requiere pod das y raleoss de fruto más m seve eros y tempranos para alcanzar bu uen tama año de fruto o, cosa que no todos los productores realizan. Sus ma ayores defecttos son el exceso de d amarre de d fruto, mayyor requerimiento de e poda y raleo de frutoss y nivelles foliares de e potasio superiores a 2 %. % DIAMA ANTE MEJOR RADO

Cuad dro 3.1 caracterís sticas de la variedad diamante especial

Caractterísticas del árbol Vigor 9 Tamañ ño de hoja 7 Tipo de e flor rosácea Resiste encia a cenicilla 9 Resiste encia a pudric ción morena 9 Facilidad de poda 7 Carga de fruta 10 Requerimiento de frrío 250 HF Respuesta al forzad do de floración: 10 Caractterísticas de fruto f Color: amarillo naranja Color de d pulpa: amarrilla naranja Firmezza: 9 Forma: redondo Vellosidad: 5 Aroma: 5 Sabor: dulce Vida de e anaquel sin n refrigeración n aproxim madamente 7 días Días de flor a cosec cha por gradie ente altitudinal:

Figu ura. 3.2. Frutos de d la variedad Dia amante Mejorado.

Árbo ol de buen vigor, bastante productivvo, requiere raleo temprano pa ara tener bu uen calib bre, ya que su periodo de e flor a coseccha es de d 110 días. El fruto es redondo, muy m buen na firmeza, buen sabor y atractiva cha apa roja, con un prom medio de peso o superior a 110 gr. Es E propio parra lugares frescos durante e la épocca de floració ón, ya que es muy sensible ea monilinia en esta a etapa, su re equerimiento de frío es e de 250 hrss. C CARDENAL

Menor a 1700 msnm m: 105 115 díías De 170 00 a 2200 ms snm: 120 a 13 30 días Mayor a 2200 msnm m: 125 a 145 días Diagnó óstico generral Un bue en sustituto para la varieda ad Diamante, ya que e supera a esta en forrma, firmeza, resistencia a pudrición moren na y sabor, nta color 10 00 % amarrillo y tiene e presen

Figura. 3.3. Fruto de la varieda ad Cardenal.

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Cuad dro 3.2 caracterís sticas de la variedad Cardenal

Ca aracterísticas de árbol Ha abito de crecim miento y vigor 8 Re esistencia a ce enicilla 8 Fa acilidad de pod da 8 Ca arga de fruta 8 Ta amaño de hoja as 9 Tip po de nectario os: globososs Tip po de flor: rojiza Ca aracterísticas de fruto Pe eso: hasta 250 g Co olor: am marillo naranja a Fo orma: redonda a Firrmeza: 8 Ve ellosidad: 3 Día as de flor a co osecha: 100 Re equerimiento de d frio: 250 HF F COLEG GIO 2005

Fig gura. 3.4. Fruto de d la variedad Co olegio 2005 Cuadro o 3.3 característic cas de la varieda ad Colegio 2005

Ca aracterísticas s de árbol Ha abito de crecim miento y vigor 8 Re esistencia a ce enicilla 8 Fa acilidad de pod da 8 Ca arga de fruta 8 Ta amaño de hoja as 9 Tip po de nectario os: globososs Tip po de flor: rojiza características de d fruto Pe eso: hasta 250 g Co olor: ama arillo naranja Fo orma: redonda Firrmeza: 8 Ve ellosidad: 3 Día as de flor a co osecha: 105

Requerimientto de frío: R CP-99 28C

150 HF H

Figura. 3.5. Fru uto de la variedad d CP-99.28C Cuadro 3.4 caracte erísticas de la varriedad CP-9928C C

Característic C cas de árbol H Habito de cre ecimiento y vig gor 8 R Resistencia a cenicilla 8 F Facilidad de poda p 8 C Carga de fruta 8 T Tamaño de hojas 9 T Tipo de necta arios globosos T Tipo de flor rojiza c característica as de fruto P Peso: hasta 250 0g C Color: a amarillo naran nja F Forma: redon nda F Firmeza: 8 V Vellosidad: 3 D Días de flor a cosecha: 7 76 R Requerimient to de frio: 275 HF H ROBÍN

Figura a. 3.6. Frutos de la variedad Rob bín.

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Cua adro 3.5 caracterrísticas de la variedad Robín

Ca aracterísticas s de árbol Ha abito de crecim miento y vigor 8 Re esistencia a ce enicilla 8 Fa acilidad de pod da 8 Ca arga de fruta 8 Ta amaño de hoja as 9 Tip po de nectario os: globososs Tip po de flor: rosácea Ca aracterísticas de fruto Pe eso: hasta 250 g Co olor: rojo o Fo orma: redonda a Firrmeza: 8 Ve ellosidad: 3 Día as de flor a co osecha: 110 Re equerimiento de d frío: 275 HF F SUPREM MO

F Figura. 3.7. Fruto o de la variedad Supremo. S Cuad dro 3.6 caracterís sticas de la variedad Supremo

Ca aracterísticas s de árbol Ha abito de crecim miento y vigor 8 Re esistencia a ce enicilla 5 Fa acilidad de pod da 8 Ca arga de fruta 8 Ta amaño de hoja as 9 Tip po de nectario os: globososs Tip po de flor: rosácea características de d fruto Pe eso: hasta 250 g Co olor: a amarillo rojizo Fo orma: redonda a Firrmeza: 8 Ve ellosidad: 3 Día as de flor a co osecha: 115 Re equerimiento de d frío: 250 HF F

ORO AZ ZTECA MEJO ORADO

Figura. 3.8. Frutos de e la variedad Oro o Azteca Mejorad do C Cuadro 3.7 caraccterísticas de la variedad v Azteca Mejorado

Característic C cas de árbol H Habito de cre ecimiento y vig gor 8 R Resistencia a cenicilla 5 F Facilidad de poda p 8 C Carga de fruta 8 T Tamaño de hojas 9 T Tipo de necta arios: globosos T Tipo de flor: rosáce ea c característica as de fruto P Peso: hasta 250 0g C Color: rojjos F Forma: redon nda F Firmeza: 8 V Vellosidad: 3 D Días de flor a cosecha: 10 05 R Requerimient to de frío: 250 HF H

REGIO

Figura. 3.9. Frutos F de la varie edad Regio.

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Cua adro 3.8 caracterrísticas de la variedad Regio

Ca aracterísticas s de árbol Ha abito de crecim miento y vigor 8 Re esistencia a ce enicilla 8 Fa acilidad de pod da 8 Ca arga de fruta 8 Ta amaño de hoja as 9 Tip po de nectario os: globososs Tip po de flor: rosácea características de d fruto Pe eso: hasta 250 g Co olor: am marillo naranja a Fo orma: redonda Firrmeza: 8 Ve ellosidad: 3 Día as de flor a co osecha: 130 Re equerimiento de d frío: 250 HF F

Colo or: Form ma: Firm meza: Vello osidad: Díass flor-cosecha a Requ uerimiento de e frío:

a amarillo naran nja redonda 8 3 120-13 30 250 HF H

Diag gnóstico gen neral Varie edad que ha mostrado gra an adaptabilid dad a diferentes climas, desde templados a semicálidos. De estaca su resistencia a ceniccilla, producttividad y ca alidad de fru uto, sobrre todo por su chapea ado color ro ojo brilla ante, supera en todos los aspectos a diam mante común. FRED

Dia agnóstico ge eneral Po or su tamaño de fruto ha entusiasmado e o a muchos m productores, pero o por su gran n tam maño, requierre manejar biien la firmeza a para evitar daños d posccosecha. En n Micchoacán se cultiva de 1500 1 a 2200 0 mssnm. AN JUAN SA

Fig gura. 3.10. Fruto os de la variedad San Juan. Cuadro 3.9 caracterís sticas de la varied dad San Juan

Caractterísticas del árbol Habito de crecimien nto y vigor Resiste encia a cenicilla Facilidad de poda Carga de fruta Tamañ ño de hojas Tipo de e nectarios: Tipo de e flor: caracte erísticas del fruto f Peso:

8 8 8 9 9 globososs rosácea a hasta 200 g

Figura 3.11. Fruto F y Árbol de la l variedad Fred.

Varie edad obtenid da del cruzzamiento en ntre sprin ng crest y lucero, co onservando la aparriencia de sp pring crest y la firmeza a y requerimiento de frio de lucero o. Se evaluó en la re egión de Uca areo, Mich. Donde ha teniido buen n comportam miento. Árbo ol de media ano vigorr su floración es a finess de febrero o y madura a fines de d mayo. Frutto de excelen nte

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firmeza a y sabor. Es s propio para a lugares con n invierno fresco ya que su requ uerimiento de e frío se e estima en ntre 400 y 450 4 hrs. Ha a llamado mucho la atención en zonas altass con he eladas tardías s

ACUITZIO

TORO

Figura 3.13. Frrutos de la varied dad Acuitzio. Cu uadro 3.11 caraccterísticas de la variedad v Acuitzio o Figura. 3.12. Árbol y Fruto de la varriedad Toro. Cua adro 3.10 caracte erísticas de la va ariedad Toro

Caractterísticas de árbol Habito de crecimien nto y vigor Resiste encia a cenicilla Facilidad de poda Carga de fruta Tamañ ño de hoja Tipo de e nectarios: Tipo de e flor: caracte erísticas de frruto Peso: Color: amarillo nara anja Forma: Firmezza: Vellosidad: Días de flor a cosec cha: Requerimiento de frrío:

8 8 8 8 9 globososs rosácea a hasta 180 g redonda a 8 3 125 5 350 HF

Diagnó óstico generral Variedad que reacttivó el cultivo o de durazno o en la región de Jerahuaro-U Ucareo, buen n compo ortamiento en condiciones de temporal, con gran g respues sta al riego o. Conserva a excelente sabor después de una semana de e cortado o.

Cara acterísticas de d árbol Habiito crecimientto y vigor Resistencia a cen nicilla Facilidad de poda a Carg ga de fruta Tam maño de hojass Tipo de nectarios: Tipo de flor: características de e fruto Peso o: Colo or: Form ma: Firm meza: Vello osidad: Díass de flor a cossecha: Requ uerimiento de e frío:

10 8 7 9 8 globossos rosáccea hasta 250 0g amarillo naran a nja redonda 7 3 120 a 130 250 HF H

Diag gnóstico gen neral Sele eccionada po or su vigor, tama año de fruto o, a pesar cualiidades no ha a sido muy potencial de re endimiento ton/h ha.

p productividad d y de sus buen d nas d difundida. Tie ene s superior a 30

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DIA AMANTE

baja acumulación n de frío en n el centro del d país. Su susceptibilida ad a enferm medades va aría segú ún el clima y época é de culttivo. Suss mayores defectos d son n la forma (la mayo oría de las veces pressenta mucró ón), requiere niveles foliares f de ca alcio superiorres a 1.6 6 % para ten ner buena firm meza y es muy m suscceptible a la oxidación o de la pulpa y porr lo tanto o corta vida de anaquel. •

Escala de puntuación n: 1 = men nor, 10 = mayyor

Figura 3.14. Fruto de la variedad Diamante.

TLAXCALA

Cuadrro 3.12 caracterís sticas de la varie edad Diamante

Caractterísticas del árbol Vigor 8 Tamañ ño de hoja 8 Tipo de e flor rosácea a Resiste encia a cenicilla 9 Resiste encia a pudric ción morena 7 Facilidad de poda 7 Carga de fruta 9 Requerimiento de frrío: 275 HF Respuesta al forzad do de floración: 10 0 Caractterísticas de fruto f Color: amarillo con c 30 % rojo Color de d pulpa: amarilla a Firmezza: 8 Forma: redondo cónico o Vellosidad: 7 Aroma: 9 Sabor: dulce-ácido o Vida de e anaquel sin n refrigeración n: menor a 7 días Días de flor a cosec cha: 12 20 a 130 díass

Figura a 3.15 frutos de la l variedad Tlaxccala Cuadro 3.13 caracteríísticas de la varie edad Tlaxcala

Requ uerimiento de e frio

450-500 HF F

Flora ación fines de e feb. a media ados de marzzo Peso o de fruto

110-130 g.

Diagnó óstico generral Colo or Ha mo ostrado gran adaptabilidad d a diferentess altitude es (desde 1300 a 2500 0 msnm), su u precoccidad (120 a 125 díass de flor a cosech ha), floración temprana (mediados de e noviem mbre a mediados de enero o), resistencia a a ceniccilla polvorien nta, facilidad de respuesta a al forzzado de flora ación y semejanza a loss durazn nos criollos, lo o convirtieron n rápidamente e en la variedad fav vorita de las regiones de e

Sólid dos solubles Díass de flor a cossecha

amarrillo chapeado o 12.0 °brixx 100-120 0

Épocca de madura ación 1ª y 2ª quin. q de junio o

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Cuadro 3.14 Nuevas selecciones hibridas de durazno para regiones subtropicales para el consumo en fresco y para industria, obtenidas por el Dr. Salvador Pérez González, en Huimilpan, Querétaro.

selección

Requerimiento de frío (HF))

Peso (g)

Tipo de fruta

Firmeza (1 a 10)

Azúcares °brix

13-1-1

150

150

Amarillo chapeado

8

12

II 12 (9-1s)

150

200

Amarillo naranja

8

12

19-3

200

220

Amarillo naranja

7

12

I 22 Rs

250

250

Amarillo naranja

9

13

II 8-13

250

110

Blanco chapeado

7

19

Cuadro 3.15 selecciones de durazno con buena calidad de fruto y sanidad, para regiones templadas, con acumulación de frío superiores a 400 h. f.

Selección y origen

Color

Tamaño

Época de floración

ARK 103

Amarillo semiprisco

Grande

Mediados enero

Tlaxcala

Chapeado

Medio

Mediados febrero

Amarillo

Grande

Fines febrero

Principios de junio

Chapeado rayado

Grande

Mediados enero

Mediados de junio

Chapeado

Grande

Principios febrero

Mediados de julio

Amarillo

Principios febrero

Fines de julio

chapeado

Principios febrero

Principios de agosto

A206 x 91-4-32 Lucero x magno ARK 68 A608 x Toro ARK 60 Oro de Tlaxcala

Época de cosecha Principios de mayo Principios de mayo a fines de junio

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Figura 3.16. Fruto de la selección A206 x 91-4-32 a 3.19. Árbol de la selección criolla Oro de Tlaxca ala Figura

Figura 3.17. Fruto de la selección s lucero x magno Figura a 3.20. Fruto de la selección criolla Oro de Tlaxca ala

Figura 3.18. Fruto de la selección s ARK 68 6

Figura a 3.21. Durazno de pulpa blanca otra alternativa

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4. 4 ESTABL LECIMIENT TO Y MANE EJO DEL HUERTO H 4.1. PREPARACIÓN DEL TE ERRENO

ancia de plantación Dista

Previam mente a toda a plantación, es necesario o realizar una adecua ada preparación del suelo. Esta debe efectuarse co on bastante e anticipación, espe ecialmente cuando se e requierre nivelar o bien subsolearr con el fin de e quebra ar el suelo si s está muy compactado, estas labores se realizan r mejo or cuando el suelo está seco, y son previass a cualquierr otro trrabajo de plantación, p in ncluyendo la a confeccción de drenes en suelos con n problem mas de manto o freático.

La distancia d enttre hileras y entre planttas depe ende de la disponibilidad d de recurso os, princcipalmente ag gua y fertilida ad del suelo, así a como o del sistema a de formación elegido y la nece esidad de meccanización. Es común c que la a distancia entre e hileras se elija en función a la maquinaria que posee e el ez de elegir la compra de productor, en ve maquinaria en fun nción de las necesidades n d del huerrto, ya que acctualmente se e dispone en n el merccado de tra actores de porte p pequeñ ño, adeccuados para a los trabajo os de huerttos fruta ales. La te endencia actu ual es huertoss intensivos con c 800 a 1200 árboles por hectárea, con la id dea de lograr una rápida cobertura del árrea dispo onible para cada c árbol a más tardar en tres años y para lograr altos re endimientos. Los huertos tra adicionales o de tempo oral emplean 400 a 600 6 árboles por hectárea a y los máximos m rend dimientos se logran a pa artir de lo os 5 a 7 años.

Figura 4.1. Preparación del terreno, sub bsoleo, barbecho, eras. rastreo y trazo de regade

En te errenos dem masiado esscarpados o irregula ares es ne ecesario opttar por una a plantacción en curva as de nivel o de terrazass continu uas o individu uales.

Existten diversos sistemas de e plantación, el más tradicional es el “m marco real” o “cuadrado”, en el cual la distancia entre hilera as y entre e plantas es e el mism mo, perm mitiendo el pa aso de la maq quinaria en dos d sentidos del hu uerto. La distancia d entre árbo oles en este sistema va de 4 a 6 m.

Antes del trazado o del huertto y de la a ahoyad dura, convie ene arar el terreno y efectua ar el rastreo, para lograr un adecuado o mullimiento a fin de e facilitar tantto las laboress de plan ntación como o las posteriores a ella, en n ocasiones se pueden aprovvechar estass laboress para incorrporar un fe ertilizante (en n especial si es nec cesario subirr el nivel de e potasio o o si se desea aplicar estiércoles) e o una en nmienda tendiente a mo odificar el pH H (azufre e para acidific car o cal para alcalinizar). NOTA:: se ha obserrvado que la incorporación n de abonos verdes s da un aum mento en la a produccción y vigor de d los arbole es a través de e varios años.

Figura a 4.2. El trazo en e marco real uttiliza el principio de un cuadrado.

14   

Con la a idea de maximizar m ell número de e árboless por unidad u de superficie, conserrvando una misma disstancia entre e árboless, se emplea el sistema a “tresbolillo”” que cosiste c coloc car los árbo oles en loss vértices de un n triangulo equilátero, obtenie endo así un incremento del 15 % de e árboless por hectárrea; la circu ulación de la a maquin naria es en dos d sentidos. La distancia a entre árboles á en estte sistema va a de 4 a 5 m. Figura a 4.5. El trazo en e curvas a nive el sigue el conto orno del terreno.

Hay posibilidadess de realizar trazos t rectos en enos con pe endiente, perro significan la terre consstrucción de terrazas ind dividuales pa ara cada a árbol. Este E sistema a dificulta la circu ulación dentro o del huerto por p la diferenccia de niveles entre un u árbol y otro o de una mism ma línea a. Figura 4.3. El trazo en trresbolillo utiliza el e principio de un n o equilátero. triangulo

En la actualidad la a tendencia a establecerr huertoss de alta den nsidad utiliza el sistema de e rectáng gulo, en el que la disstancia entre e plantass es el mínim mo requerido por el árbol y las esspacios amp plios se emp plea para la a circulación de la maquinaria, en un solo o sentido o, permitiendo incrementa ar el número o de árb boles por hec ctárea. La distancia entre e hielas en este siste ema va de 4 a 6 metros y entre plantas p de 1.5 5 a 3.5 metross.

Figura 4.4. Trazo en recttángulo

En terrrenos con pen ndientes pron nunciadas, se e recomiienda emplea ar el trazo de d líneas en n contorn no, en el cual la línea de árboles va a siguien ndo los pun ntos de igua al altura del terreno o, formando trazos irre egulares del terreno o y en los cuales solo se exige e conserrvar la distancia entre plantas p y un n mínimo o entre hileras s.

Figura a 4.6. Huerta en n ladera con trazo recto y terrazzas individ duales.

La te endencia de la fruticultura a moderna ess a toma ar como unida ad de produccción el núme ero de ra amas primaria as (también llamadas ram mas madre) por hectá área, como referencia r de la eficie encia del aprrovechamiento del espacio oy a su u vez se tien ne estimado el máximo de rama as que pued de soportar un u huerto pa ara llega ar al óptimo o. El número o óptimo pa ara temp poral es 1600 0 a 2000 ram mas madre, en tanto o que para sistemas de rie ego va de 20 000 a 26 600 (se toma a como refere encia una ram ma madre con altura que va de 2.3 3 a 3.5 m). Los huertos de temporal porr necesitar una u reserva considera able de agua en el suelo, en función a la profundidad de este se recomiendan distancias entre hileras de 4 a 6 metrros y entre pllantas de 3 a 5 metros, con c denssidades de 400 a 600 0 plantas por p hectá área para sisstemas de va aso y de 800 0 a 1000 0 plantas porr hectárea pa ara tatura o eje e central.

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o 4.1. NUMER RO DE PLANTA AS POR HECTTAREA, SEGÚN N LAS DISTAN NCIAS DE PLAN NTACIÓN  Cuadro m. 



1.5 



2.5 5 

3

3.5

4

4.5

5

5.5 5 

6

6.5



10,00 00 

6,666 

5,000 

4,00 00 

3,333

2,857

2,50 00

2,222

2,000

1,81 18 

1,666

1,555

1.5 

6,66 66 

4,444 

3,333 

2,66 66 

2,222

1,904

1,66 66

1,481

1,333

1,21 12 

1,111

1,025



5,00 00 

3,333 

2,500 

2,00 00 

1,666

1,428

1,25 50

1,111

1,000

909 9 

833

769

2.5 

4,00 00 

2,666 

2,000 

1,60 00 

1,333

1,152

1,00 00

888

800

727 7 

666

615



3,33 33 

2,222 

1,666 

1,33 33 

1,111

952

833 3

740

666

606 6 

555

512

3.5 

2,85 57 

1,904 

1,428 

1,14 42 

952

816

714 4

634

571

518 8 

476

439



2,50 00 

1,966 

1,250 

1,00 00 

833

714

625 5

555

500

454 4 

416

384

4.5 

2,22 22 

1,481 

1,111 

888 

740

634

555 5

493

444

404 4 

370

341



2,00 00 

1,333 

1,000 

80 00 

666

571

500 0

444

400

363 3 

333

307

5.5 

1.81 18 

1,212 

909 

727 

606

518

454 4

404

363

330 0 

303

279



1,66 66 

1,111 

833 

66 66 

555

476

416 6

370

333

303 3 

277

255

6.5 

1,55 55 

1,025 

769 

615 

512

439

384 4

341

307

279 9 

255

236



1,42 28 

952 

714 

571 

476

408

357 7

317

285

259 9 

238

219

En huertos de riego se recomiendan n distanccias entre hileras de 4 a 5 metros y entre plantas de 2.5 a 3.5 metros para a sistemas de vaso y de 4 a 5 metros entre e hileras y 1.5 a 2 metros m entre plantas para a sistemas de tatura y eje central.

Trazo del terreno Para proceder al a trazado y estacado, conviene disponer de un plano o del terreno, donde además de e la forma y superficie e aparezzcan las aceq quias matrice es, desagües, camino os y, en lo po osible, el relie eve mediante e curvas de nivel. Estos antecedentes a s permitiirán decidir as spectos impo ortantes como o el numero de planteas p a adquirir, la a orienta ación de las hileras, el largo de lass mismas, las nec cesidades de d caminoss interiorres y periféric cos, entre otro os aspectos.

a 4.7. Caminos de d acceso e interriores de un huerrto. Figura

A exxcepción de superficies muy m pequeña as, siem mpre se debe considerar un u camino en n el conto orno de la a plantación n y camin nos interriores, que po osibiliten un expedito e acce eso a cua alquier lugar del huerto. Ello, con el fin de facilitar la vigilanccia, el paso de la maquina aria y la evacuación e de la fruta.

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30 centímetros. c A hacer el hoyo se retira Al a la estacca central y se dejan lass laterales que q serán considerad das al mome ento de planttar. Cuan ndo los hoyo os se hacen n con máquiina barre enadora, la ubicación u de los mismos se pued de señalar con un poco de e cal.

Figura 4.8. 4 Los caminos s interiores debe en de permitir la a circulación de maquinaria y equipo

Una manera sencilla d de cuadrarr adecua adamente la a plantación y asegurarr rectitud d en las hilera as es la siguie ente: -se tra aza una líne ea imaginaria a coincidente e con la orientación que se dese ea dar a lass hileras (preferente e norte-surr). En suss extrem mos se cuadra an las esquina as. - Para cuadrar estas esquinas se e emplea una a escuad dra, la cual se puede confeccionarr forman ndo un triangulo que mida a 3 y 4 m en n sus catetos y 5 m en e la hipotenu usa. También n se pue ede cuadrarr mediante una u huincha, midiendo 30 m en el e sentido de un cateto, 40 0 m en el e otro, y unien ndo sus extre emos a travéss de  una a hipotenusa de 50 metross.

La longitud de las hileras depende d de la nece esidad de caminos o de desagües, d pe ero sobrre todo del riego. En sisttemas de rie ego por surco s o borde es, el largo de las hileras no debe e exceder de e 80 m en suelos de alta a perm meabilidad, o de 180 m en suelos de len nta pene etración del agua. Hilera as muy corttas (men nos de 50 m)) hacen disminuir demasia ado la eficiencia en el uso de la ma aquinaria. La orientación de las hileras h debe erá conssiderar un adecuado escurrimien nto agua y, supe erficial del d de riego el secu undariamente, consiiderara apro ovechamiento de la luz solar. En esste sentido, la orienta ación Norte-S Sur permite una u ilumiinación más homogénea de los arbole es. Sin embargo, e cua ando se desea evitar el da año por impacto excesivo de soll en los fruto os, convviene la orienttación Este-O Oeste. 

-Se obtienen o asíí dos línea as paralelas, perpen ndiculares a la primera línea. Sobre e estas líneas se miden m distanccias máximass igualess que se pued den alcanzar en el terreno. Una ve ez cuadradas y estacada as las cuatro o esquinas se marcan n líneas perifé éricas que lass S estas líneas se colocan estacass unan. Sobre a las distancias d de e plantación deseadas. El resto del estacad do, que determinara la a e ubicación de los hoyos de plantación, se a mediante el empleo de alambres a con n efectúa una marca m de pintura a la distancia de e plantacción fijada. Para P centrar exactamente e el árbo ol, se recomie enda colocar tres estacas; una en el centro y dos laterrales a igual distanccia. Para elllo se emple ea una tabla a plantad dora (escanttillón) con trres sacados, coincid dentes con la ubicació ón de cada a estaca. La distancia a de los sacad dos extremoss s al diá ámetro del hoyo h en unoss debe superar

Figura a 4.9. Huerta trazada en rectángulo so obre camellones para aum mentar el grosorr del suelo o evvitar o freático superfficial, trazo de no orte a sur (obse erve manto las so ombras).

En suelos muyy pesados o húmedos, o cuan ndo la profundidad es esccasa, puede ser s convveniente plan ntar los arboles sobre un came ellón a lo larg go de las hile eras. Ello, jun nto con evitar el hum medecimiento o de los tronccos con los riegos y prevenir el ataque de enfermedades fu ungosas al cuello de los arbo oles, aleja a la as raíces del agua freática ao de algún estrrato imperm meable. Esttos ellones se pueden hacer previamente e a came la co onfección de las cepas u hoyos, o biien

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con po osterioridad a la plantacción. En este e último caso, será preciso p planta ar los arboless en alttura, la mis sma que po osteriormente e tendrá el camellón. Los cam mellones son, normallmente, de 15 5 a 25 cm de alto, pero en n casos especiales pueden ser de mayorr altura.

Los árboles se deben d planta ar de forma tal que una vez ase entado el sue elo queden a la mism ma profundida ad que tenía an en el vive ero. Para a ello, es necesario plantar varios centímetros máss alto, pues el árbol ba aja desp pués con loss riegos, sob bre todo si los hoyo os se hiciero on profundoss y hubo que q rellenar algo ante es de plantar.

4.2. PLANTACIÓN N Las ce epas u hoyos s de plantació ón deben serr lo suficcientemente grandes g com mo para alojarr sin resstricción a las s raíces exte endidas de la a planta. Comúnmen nte, no es necesario n un n tamaño o mayor que ése. Por lo general g basta a con 50 5 cm de diámetro por 40 de e profund didad. Al momento m de excavar, ess preferib ble colocar la a mitad más superficial de e suelo a un costado o y la mitad más m profunda a al otro, con el fin de e invertirlas de d posición al plantarr. Así las raíc ces quedaran n en contacto o con el suelo de arriba que es má ás fértil y rico o en matteria orgánica a.

Las raíces deben n quedar bie en extendidass y unifo ormemente distribuidas; d e ningún ca en aso dobla adas. Si una a raíz no cab be extendida es prefe erible recorrtarla pero no ubica arla forza adamente. Se e debe coloccar el sector de mayo or cantidad de raíces enfrentando el vientto dominante e e inclinarr levemente el árbo ol en esa missma dirección n (oponiéndo ose al vie ento). Al lle enar el hoyo con tierra, de e debe elimin nar las piedras p grand des y los resstos de planttas verdes. El suelo debe estar mullido m y qued dar en contacto con la as raíces, eviitando bolson nes de aire; a para ello,, cada cierto tiempo se de ebe presionar el sue elo con el pie. Es diffícil obtener un buen contacto c de la as raíces con n el suelo o si se pisote ea sólo cuand do el hoyo se ha llena ado completa amente. Parra obtener un optim mo contacto con las ra aíces, convie ene rega ar inmediata amente desspués de la planttación, pero en ningún caso volverr a rega ar mientras ell suelo perma anece húmed do, puess se corre el riesgo de ca ausar pudriciión de ra aíces o de cuello.

Figura 4.10. Labores de plantación.

En pla antaciones de e alta densida ad, se puede e facilitarr la ahoyad dura confeccionando una a zanja o surco sobre e cada hilera y al momento o de la a plantación, se proce ede sólo a ensancchar o profundizar el lug gar donde va a colocado cada árrbol para da ar cabida al sistema radicular. En su uelos con se erias limitaciones físicas, como un exceso de pedregossidad o una a fuerte estratificació ón, conviene confeccionarr hoyos de mayor tam maño y más profundo p para a ser relllenados con un suelo de mejor calidad d en el primer caso o o con el propio suelo o mezcla ado, en el seg gundo. Al pro oceder así, ess preciso o regar el terreno antes de la a plantacción para que e el suelo se asiente y de e esta fo orma evitar que los arb boles queden n plantad dos demasiad do profundos..

Con el fin de d proporciionar mejorres cond diciones de crecimiento c en n el primer año a de vida, se pude aplicar fertilizzación de fond do, la cual c consiste e en materria orgánica y liberació fertilizantes d de lenta ón, princcipalmente fo osforados, microelementoss y potásicos, en fun nción a los re esultados de los análisis de suelo.

Figura a 4.11. Aplicació ón de composta y fertilizante fosfo orado aplica ado como fertiliza ante de fondo.

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No es e aconseja able aplicar fertilizantes nitroge enados en el hoyo de pla antación, pues las parredes compa actadas de ésste y el suelo o esponjado hacen que el fertilizante f a al disolve erse en agua a llegue conccentrado a las raíces, pudiendo causar to oxicidad. Las aplicacciones se deb ben iniciar un na vez que el e suelo se haya ase entado, despu ués de varios riegos. En alg gunas ocasiones es nece esario colocarr un tutor en cada planta, que e permita un n crecimiento recto y vertical del tronco. Esta a precau ución se hace e extensiva a todo tipo de e plantass en zonas ex xpuestas a vie ento. NOTA A: cuando los s frutales a plantar p vienen n en bolssa o arrancad dos con cuboss de tierra, se e plantan n sin la bolsa y el cubo de suelo no o debe ser s perturbado o.

. Figuura 4.12. Extracción y acondicionado de planta a raíz desnuda d para su trasplante al hue erto

Figurra 4.13. Planta producida en bolssa, casi lista para a su tra asplante al huerto o

4.3. CONTROL DE MALEZAS S Las malezas o veg getación espo ontánea, son n plantass nativas o introducidas que forman n parte importante i del ecosistem ma del huerto o frutal, y tiene efec ctos tanto po ositivos como o negativvos sobre el cultivo, po or lo que ess importa ante dar un manejo m apropiado de estass plantass para obtene er beneficio y evitar daños.. Las ma alezas nos ayudan evitando la erosión n del sue elo por efecto o del viento y la lluvia; suss raíces acarrean nu utrientes pocco solubles a undas del suelo, que e capas más profu zan los árbolles; sirven de e posteriiormente utiliz fuente de alimento o (sobre todo o el polen) a as especies s de insecttos benéfico o diversa (crisop pas, trichogram ma, catarinass, etc.).

Figura a 4.14. Control de d malezas con herbicida h en todo o el terren no

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Las ma alezas compiten con el árrbol por agua, luz y nutrientes s, son fre ecuentemente e hosped deros alterno os de plagas como arañass roja y cristalina, trips, fraileccillos, etc. Y pueden n ocasionar condiciones ambientaless indeseables al culttivo (mala circulación del o durante las heladas, con n maleza alta, aire frío elevación de la hum medad relativa a dentro de la a d árbol, etc.)). copa del Por lo o que se procura p elim minar total o parcialmente, temp poral o defin nitivamente a alezas dentro o del área de e cultivo. Loss las ma sistemas de manejo del suelo respecto r a la a a son diverrsos y pued den emplearr maleza simples o mixtos de acue erdo a lass encias y nec cesidades esspecíficas de e prefere cada huerto. h

Figura a 4.16. Control de d maleza con ro otocultivador.

Figura a 4.17. Control de malezas co on herbicida en n la hilera de las plantas y con desvaradorra en los callejon nes

Figura 4.15. 4 Control me ecánico de male ezas en todo el e terreno.

Durantte la tem mporada de lluvias y principalmente después de las aplicacioness m libre e de ferttilizantes, es importante mantener de ma alezas o po or lo menos de tamaño o reducid do, evitando con esto la competencia a en la zona de influencia de raíces r de loss utrientes. La a árboless por luz, agua y nu elimina ación de las malezas m se puede p realizarr manua almente (con n machete o azadón), mecán nicamente d desbrozadora (con , desvarradora o rottocultivador) o utilizando o herbicidas. ona en que el control de malezass La zo muestrra mayor efe ecto es la zo ona de goteo o bajo el e árbol. Po or cualquier método de e controll, se puede realizar en franja o en n cajete.

En cultivos c bajo riego r es comú ún eliminar so olo bajo los árboles, dejando en nmalezados los ejones, en tanto que bajo o temporal, una u calle vez terminada la a temporada de lluvias, es esario eliminar totalmente las malezzas nece para a evitar la competencia c por agua. En ambos casos el mulching m (aco olchado) pue ede resultar ventajosso, siempre y cuando se en en cuenta a las condicio ones requerid das tome para a su uso.

Figura a 4.18. Control de maleza con n herbicida en los cajete es y con desvara adora en las calle es

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En terrrenos con pe endientes pronunciadas, la a maleza a es un auxilia ar contra la erosión, e por lo o que durante la temporada de lluvias solo o debe cortarse c a una altura de 5 cm sobre el suelo y puede permanecer p e o eliminarse posteriiormente.

Figura a 4.21. Acolchad do plástico en tod do el terreno.

Figura 4.19. 4 Terrazas individuales, con ntrol de malezass con azad dón en los cajete es y con machette en el resto de el terreno

Las huertas con cubierta veg getal artificial ada) tempora al o perman nente, deben n (cultiva procura arse maleza as de porttes bajos y altame ente competittivos para que q dominen n sobre las l malezas naturales. n

Figura 4.20. 4 Control de e maleza con desvaradora en n huerto co on cubierta vege etal en todo el terrreno.

Los herbicidas qu ue se utilizan durante los dos d d árbol so on de contaccto primeros años del o el paraqua at (gramoxon ne), para evitar como posib bles daños permanentes, p ea en tanto que mayo or edad, por tener la corte eza más grue esa y re esistente, pu uede emplea arse herbicid das sisté émicos pos emergente e co omo el glifosa ato (faen na), sobre todo t cuando o las malezzas predominantes so on perennes. u de herb bicidas preem mergente com mo El uso sima azina (gesa atop), depe ende de las características de el suelo, com mo la textura a y enido de materia m orgánica. Por sus s conte características residuales en el e suelo, su uso u esponsabilida ad. requiere mayor re penden de las malezzas Las dosis dep dominantes, ya que algunass especies de difíciil control requieren de mayorres conccentraciones acate Johnso on, (p.ej. Za corre ehuela, lengu ua de vaca, etc.), en tan nto que otras son de fácil control. En otros caso os, se requiere utilizzar herbicidass específicoss a aleza, como el fluazifop util algún tipo de ma m de ho oja (fusilade) que solo controla malezas osta (zacates). ango

Los accolchados orrgánicos se recomiendan n en hue ertas mayore es a dos añ ños de edad, para evitar e compe etencia por nutrientes al momen nto de iniciar su descompo osición.

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4.4. PO ODA La pod da es la operración a travé és de la cual se elim mina parte de la madera de el árbol con el objeto de dar una u forma y estructura a adecua ada al árbol para que sea capaz de e produccir abundantte fruta de e calidad y promovver la renov vación anual de madera, que permita p mantener esa producción n durante e el mayor nú úmero de año os posible. A través de la poda se regula a la forma y dimenssiones de lo os árboles de modo que e permita an la realiza ación de lass labores de e cultivo de una manera práctica y económica, se accorte, en lo posible, el periodo o improd ductivo inicial,, se regula la a fructificación n cada año y mediante una a adecuada a distribu ución de ramas, maximizar el aprove echamiento de la luz solar, tanto en el contorn no como en el interio or del árbol,

favoreciendo la producción de fruta de calid dad. Segú ún el período o del ciclo bio ológico del árb bol en que se realice e la poda, pod demos clasificcar en lo os siguientes tipos: a)-Po oda de forma ación, con la que q se persig gue llena ar lo antes po osible el espa acio asignado o al árbo ol, con una copa firme y pro oductiva. b)-Po oda de prod ducción, se aplica a una vez v que el árbol ha a completado o su desarro ollo norm mal, para reg gularizar la producción ca ada año. Adem más, en función f a la época de realizzación, se puede consiiderar la po oda inverrnal o en se eco y la pod da estival o en verde.

4.4.1. PODA DE FORMACIÓ F N El árb bol en la fase de fo ormación se e caracte eriza por una intenssa actividad d vegeta ativa y nula o escasa frucctificación. La a poda ejerce e un effecto depressivo sobre el desarro ollo del tron nco, de la copa y del sistema radicular, es decir deprime el desarro ollo del árboll en general, sin embargo o el efeccto individual sobre las ram mas dejadas, es vig gorizante, ya a que les estimula la a activida ad vegetativa a, se reviste en de mayorr número o de hojas y su s crecimientto longitudinal es mayyor en proporrción a un árb bol sin podar. En basse a los ante eriores conceptos, la poda a de form mación debe cumplir con los l siguientess puntoss:

Figura a 4.22. Las rama as primarias debe en tener resisten ncia mecánica suficiente para soportar una u gran carga de frutoss.

2.- Llenar lo antes a posible el espaccio nado al árbol. asign

1.- Co onstruir el esqueleto o arrmazón en el menor tiempo pos sible. Este debe d permitirr soporta ar una gran carga de fru uto, junto con n un ópttimo aprovechamiento de la luz solar, considerando su funcionalida ad actual y futura. Para ello, se e utilizan las ramas que el árbol espontáneam emite mente sin n preocu uparse en exc ceso de la ge eometría de la a forma de d conducció ón elegida. Figura a 4.23. El árbol debe d ocupar el espacio e que dispo one en el menor tiempo po osible.

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3.- Colocar las ram mas del árboll lo más bajo o posible e, como lo permitan las ne ecesidades de e manejo o del suelo. 4.- Ele egir las ramas s de estructura desde que e se enccuentran en estado e de brote y seguidass hasta completar c su u desarrollo, eliminando e el resto de d los brotes.

distribuirse desde e la base haccia el ápice, de manera de un co ono invertido o, en tanto que q las ramillas prod ductoras, insertadas en las rama as de estru uctura, debe erán dismin nuir paula atinamente de d longitud de e la base haccia la pu unta, de modo o que la form ma final del árb bol debe erá ser glo obosa o preferentemen p nte cónicca.

Figura 4.24.Poda 4 en ve erde para selecccionar ramas de e estructurra.

El vigo or de las ram mas se regula a a través de e variaciones en su inclinación i y eliminando o manten niendo los fru utos que estass produzcan.

Figura a 4.26. Buen aprrovechamiento de d la luz a travéss de regula ar la longitud de las ramas secun ndarias.

7.- Las ramas fructíferas de d renovació ón, debe en ser guia adas preferrentemente en posicción horizonttal o inclinada a y distribuid das de manera m que se utilice lo o más racion nal posib ble los espaccios entre la estructura.

Figura 4.25. 4 Bambú o carrizo resulta an ideales para a corregir la posición de las ramas principa ales.

5.- En la formación n de ramas secundarias s y terciariias, generalm mente se ap provecha loss brotes que espontá áneamente vegetan, v pero o en algunos casos se s recurre al despunte de e los ram mos de prolon ngación. de ma 6.C Con el fin aximizar el aprove echamiento de luz, lass ramas de e estructtura de cualquier ord den, deben n

Figura a. 4.27. Las ramas secundarias ccolocadas hacia los lados simulando un espinazo de pescado evitarr el sombreo entre ramas.

El há ábito natural de crecimien nto del árbol de dura azno se adaptta con facilida ad a la forma de

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vaso, que q es la formación que mayormente e se utilizza en México o. La form ma de vaso se s puede obtener a partirr de un plantón franc co o injertado o, bien de un n árbol injertado in situ. Esta forma, está á constituida por tres o cuatro ram mas primariass bastan nte abiertas s y más o menoss simétricamente Distribu uidas, sobre e las cuales se insertan n otras ramas r secun ndarias, siste emáticamente e escalonadas. El ce entro del árrbol no tiene e ramas.. Existen n algunas va ariantes en el e sistema de e vaso: "clásico", " "differido" y "verronés", todoss ellos tiienen los mis smos princip pios, variando o solo en la forma de d inserción de d las ramass secund darias. Los va asos clásico y diferido, se diferencian n en que las ramas s primarias salen de la a misma altura en el primero y en el segundo o salen con c diferenciia de 8 a 15 5 centímetross sobre el tronco principal. Las ramass secund darias se obtienen o porr bifurcación n termina al de La rama a primaria o por brotación n lateral. El número de ramas se ecundarias no o supera a a dos por ra ama primaria. Puede haberr ramas terciarias o no. n las ramass secundariass genera almente terminan a la mism ma altura que e las prim marias.

Figura a 4.29. Las tres ramas primarias del vaso veron nés permiiten mayores densidades de pla antación y simpliffica la colo ocación de ramillas productoras.

Una vez estableccido en el terrreno el plantó ón, d a una altura de 60-70 cm, c sé despunta elimiinando adem más los brottes anticipad dos demasiado débile es, respetánd doles las yem mas axila ares. Cuando o los brotes que nacen del d troncco alcanzan 10 a 15 cm m, se hace la seleccción de la as tres o cuatro ram mas primarias, separa adas 8 a 15 cm c una de ottra, a lo largo del tron nco y lo más simétricamen nte distribuidas alred dedor de ésste. Los brottes más cercanos a ellos se eliminan y los demás se despuntan o dobla an para deten ner su crrecimiento. El án ngulo de inse erción de las ramas r debe ser s 50-6 60° como mín nimo, con el fin de obten ner suficciente resisten ncia mecánica a a la rotura. La rama a brotada en el extremo superior del d planttón crece mu uy vertical, siendo s poco útil como o rama de estructura, pero las brotad das más abajo, obtie enen adecuad dos ángulos de inserrción.

Figura 4.28. 4 Respetar la a distancia a que e se insertan lass ramas se ecundarias facilitta la distribución del espacio.

El vasso veronés consiste en tres ramass primariias con seis a ocho o ramass secund darias, ca ada una, insertadass lateralm mente. Las ramas seccundarias no o termina an de la mis sma longitud d de la rama a primariia y disminuyen paulatinamente de e longitud hacia el ápice de la rama primaria

Figura a 4.30. La altu ura de colocacción de las ram mas inferio ores debe permittir las labores de cultivo.

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Entre más cercana a a la base del tronco la a rama brotada, ma ayor será su u ángulo de e inserción y por lo o tanto, men nor su vigor. Indistin ntamente de su s ángulo de inserción, se e puede corregir la dirección y el e ángulo de e crecimiento de la ra ama con ayud da de tirantess o atan ndo las a ca arrizos o palos fijados al suelo, a los que pu uede darse un na inclinación n de 45 a 50°. En algu unos casos lo os ángulos de e los tuto ores pueden variar v temporralmente para a regularr y uniformizar el vigor de d las ramas, verticalizándolos para aumenta ar el vigor y viceverrsa.

Figura a 4.32. Árbol co on cuatro ramass primarias que por bifurccación se convierrte de ocho rama as.

Figura 4.31. 4 Usar bam mbú o carrizos para corregir la a posición de ramas. Los huertos modern nos requieren de e dad y buen aprov vechamiento dell espacio. uniformid

Si la ve egetación es vigorosa, el mismo m año se e puede elegir el prim mer e incluso segundo piso o de ram mas secunda arias. El prim mer orden de e ramas secundarias se elige cua ando aún son n brotes de 15 cm o más, insertá ándolas a 50-60 cm m del tronco, sobre la ra ama primaria. Estas deben d localiz zarse lateralm mente, ya que e las que se presenttan en insercción dorsal o ventrall provocan o reciben so ombreo. Lass ramas vigorosas in nsertadas má ás cerca del tronco deben eliminarse, pinzarse o e arquea arse, al igua al que las demás d ramass vigorossas cercanas y que co ompiten con n estas. Las ramas secundariass también se e pueden n obtener por pinzamiento o apical de la a rama primaria, obtteniendo las secundariass urcación. por bifu Las ram mas secunda arias de segundo orden se e ubican de igual form ma y a una distancia de 90 0 a 110 cm c de las primeras, para asegurar que e dispongan de espac cio suficiente..

Para a favorecer un u rápido desarrollo veg getativo o, la poda en verde de ebe evitarse o realizzarse tempra ano, cuando los brotes son s pequ ueños y las hojas sobre e ellos aún no maduran. De otra a manera, se e puede esperar a que los brotes principales ha ayan alcanza ado un desarrollo conveniente c para elimin nar completamente los de emás brottes desa arrollados en el tronco y que han siido desp puntados o arrqueados para a debilitarlos.. Cuallquiera que se ea el grado de d desarrollo del d árbo ol después de d la primer temporada, la poda a invernal deberá d limittarse a haccer limpiieza de las prolongacione p es de todas las rama as, eliminand do los ramos anticipados en los primeros p 20-3 30 cm en rela ación al troncco, así como c los ramos excesivam mente vigorossos los y mal situados. Quedando únicamente ú ramo os de estructu ura y ramos fruteros f en ba aja cantidad. Es de d gran impo ortancia obte ener durante la etapa de formación del árbol uniformidad de vigorr en las ramas de d estructura. Freccuentemente, algunas ra amas muestrran diferrencias consiiderables den ntro del mism mo árbo ol, de igual manera, m su disstribución en el plano o horizontal, puede se er inadecuad do. Amb bos defectos pueden corre egirse median nte "orto opedia", e es decir, modifican ndo

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temporralmente su posición orig ginal a travéss de tirrantes, alam mbres, sepa aradores de e madera a, tutores, etc c.

Figura 4.33.Uso 4 de sepa aradores de carrrizo para corregir la posición de ramas

El vigo or se regula inclinando i lass ramas para a disminuir su vigor o verticaliza andolas para a vigorizarlas. Una ve ez conseguid do el objetivo o de uniformizar el vigor, v se debe regresar la a rama a la inclinación n que le corre esponde. La corrrección de la posición en el plano o horizon ntal, se realiz za cuando no n se obtiene e brotaciiones vigorrosas en el espacio o destina ado a una ram ma de estructtura o cuando o la separación en ntre ramas vecinas ess insuficiiente.

Figura 4.34. 4 Usar tutores uniformiza los árboles de el huerto y facilita las labores de cultivo.

Los mejores resu ultados se ob btienen cuan ndo las ramas r aún so on jóvenes, pero p en caso de rama as ya lignifiicadas, debe erá suavizarrse primero la rama a, doblándolla con amb bas manos suaveme ente antes de d jalarla a su nuevva posición. El tiempo requerido pa ara qued dar la rama fija en su nueva posiciión gene eralmente es de 3 meses. Dura ante la poda a invernal se s debe ten ner espe ecial cuidado o al despun ntar las ram mas princcipales para obtener brottación uniform me en vigor v de rama as de prolong gación y ram mas de renovación. r L severidad La d del despun nte depe ende de la re espuesta desseada, a mayyor desp punte, mayor vigor en la nueva brotació ón. Pero o indistintam mente de la respuessta dese eada, el diám metro de lass ramas en el puntto de despu unte debe ser s similar, sin s impo ortar en ningú ún caso que la altura de las distin ntas ramas principales sea desigu ual desp pués del desp punte. Solo o en casos en n que se dese ea vigorizar una u rama a en especial, se recomie enda podar más m seve eramente, dejjando un brote o yema biien coloccada en el extremo y un u diámetro de rama a mayor al resto r de las puntas en las demás ramas herrmanas. La poda p en verd de se realiza al igual que el primer año y dad do que el dura aznero tiende ea producir el primer o segundo año, cuando o el amarre de fruto os es significativo, debe erá ralea arse fuerteme ente e inclusso eliminarse el total de frutos para p evitar la l competenccia entre e el desarrolllo y producciión. En el ca aso de variedades mu uy vigorosas, la fructificaciión pued de servir para moderar el e desarrollo del d árbo ol sin recurrir al despunte o arqueado de rama as.

Figura a 4.35. Obtención de un brote e apical vigoroso o a partir de una yema ve egetativa fuerte.

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Una vez v que los árboles está án formados, genera almente al tercer t año se inicia el retorno o en las ramas, para mantener m un n equilibrio entre los distintos com mponentes del esqueleto. Las ram mas secundarias de primerr orden generalmentte se conservan de una a longitud de 2 a 2.5 m, las tercia arias (en caso o de exisstir) a su vez, una longitud de 1 a 1.5 m y las ramas en orden sucesivo tendrán n dimenssiones progrresivamente menores. El corte de d retorno se e realiza sobrre madera de e un año o, sobre una yema vegeta ativa vigorosa a para ob btener una nu ueva guía. Figura a 4.38. Árboles formados f en eje central.

Figura 4.36.El 4 sellado de los cortes de d más de una a pulgada de diámetro es s una labor com mplementaria que e a la vida de los árboles. prolonga Figura a 4.39. Árboles formados f en palm meta simple.

4.4.2 2. PODA DE E FRUCTIFICACIÓN Una vez que se ha dado la forma f básica al árbo ol, la segunda a etapa de la poda se realiza con el fin de regular r el vo olumen de los árbo oles y el núme ero de frutos. La in ntensidad de la poda está á en función de vario os factores, entre los qu ue destacan la fertilidad de la variedad (capacidad de amarre de frutos), el riesgo de d presencia de helad das, el vigorr del árbol, la a disponibilid dad de agua a para riego r y la satisfacción s d del requerimiento de e frío (que condiciona el porcentaje de ye emas floraless y vegetativvas abiertas). mados en “tatura a” o ípsilon. Figura 4.37. Árboles form

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En primer lugar: la a poda de fru uctificación se e inicia eliminando e las s ramas rotass, enfermas o mal ub bicadas.

Figura a 4.43. Las ramas anticipadas no pose een suficie entes reservas para garantizarr buen tamaño de fruto, por lo que deben n ser eliminadass.

En tercer t lugarr, se despun ntan las ram mas guía (ramas princcipales): Figura 4.40. 4 Poda sanita aria. En la poda de fructificación n se elimin nan todos los ram mos plagados o enfermos. e

Figura 4.41. 4 Eliminación de ramas secass. En la poda en n seco deben eliminarse las ramas secass para evitar que e acadas por hongo os saprófitos o patógenos. p sean ata

En seg gundo lugar,, se eliminan los chuponess y rama as anticipada as, ya que estas e últimass produccen fruta de mala m calidad

Figura 4.42. 4 Eliminar ra amas chuponas y anticipadas ya qu ue son poco prod ductivas y de ma ala calidad.

Figura a 4.44. Con el despunte de rama as guía se estim mula brotacción, se regula el e tamaño del árrbol y se controla a el crecim miento de las nue evas ramas guía a.

Se debe d cuidar conservar c la altura a del árb bol, que depende de el máximo que q permite el manejo en particu ular del huerto o.

Figura a 4.45. El uso de escaleras posibilita consttruir árbole es de mayor altura

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En terrreno inclinad dos o cuand do todas lass laboress de poda, ralea de frutos y cosecha se e realiza a pie, debe erá ser inferrior a 2,5 m. alturass superiores requieren del uso de e escaleras.

Figura a 4.48. Árbol ad dulto deschupon nado y despunta ado antes de la selección de ramas frutera as.

En cuarto c lugar, el duraznero o produce sob bre ramo os mixtos, ch hifonas y ram milletes de ma ayo que crecieron la temporada a anterior; en árbo oles que son atendidos adecuadamen a nte se presentan p en gran número o. Para obten ner fruto os de alta calidad c se debe reducir el número de ram mos siendo necesario en ocassiones elimina ar hasta un 50 o 70 % de estoss.

Figura 4.46. 4 Despunte de ramas guía a en yema para a prolonga ar el tamaño del árbol cuando au un no alcanza la a altura de efinitiva.

Antes de alcanzar la altura máxima, loss despun ntes de las ramas guía a, se realiza a sobre yemas veg getativas, en n tanto que e cuando o se alcanz zó la altura deseada, el despun nte de ramas s guía se rea aliza sobre un n ramo mixto m bien ubiicado. Figura a 4.49. Rama mixta.

Figura 4.47. Despunte en n frutero en árbo ol adulto.

Figura a 4.50. Rama chifona

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Figura 4.51. Ramillete o bouquet de mayyo.

Después de desc chuponar y despuntar al árbol, la poda de ra amas fruterass, se inicia en n el exxtremo superior de cada c rama, descen ndiendo hacia a la base. Se distribuye de e manera a racional la as ramillas de producción n proporcionando sufficiente espaccio entre ellass (10 a 20 2 cm.) de mo odo que recib ban suficiente e ilumina ación. El ord den de prefferencia para a elimina ación de ram mas fructífera as es ramass muy débiles, d ram mas muy fue ertes, ramass alejada as de las ram mas de estru uctura, ramass colocadas en la parte de abajo a de la a estructtura y ramas s colocadas en la parte e superio or de las ramas de estructtura; es decir, las ram mas fructífera as que se prrefiere en lass varieda ades de tipo diamante son n aquellas de e vigor medio colocadas sobre la rama de e estructtura por los laterales, qu uedando esta a última con una ap pariencia de espinazo de e pescad do.

Figura 4.52. Realización de la poda de frructificación.

Figura a 4.53. Árbol desspués de la poda a.

Independienteme ente del sistem ma de poda de cond ducción adop ptado, un árb bol adulto de ebe tener entre 100 y 300 ramoss fructíferos de vigorr medio (30 a 40 cm.), dependiendo del d vigorr del árbol. Cada C ramo debe d tener so olo de 2 a 4 frutos co on una separa ación de 7 a 10 cm. entre ellos. Con esa can ntidad de fruttos por ramo r se debe e esperar cosechar de 30 0a 70 Kg. K árbol (300 a 700 frutos)). Es importan nte conssiderar que la capacidad productiva del d árbo ol depende de el volumen de e madera en las rama as que pose ee, requirién ndose que sea s apro oximadamente e el doble del peso desea ado de frrutos. Es muyy importante no permitir que q el árbol á tenga exceso de carga, si essto suce ede, el árbo ol se debilita a y agota sus s reservas, la florración se ad delanta al año a siguiiente y la producción se reduce al mínimo. Todos esstos problemas conducen n al enve ejecimiento prrematuro de los árboles.

Figura a 4.54. Árbol iniciando floracción, mostrando la distrib bución de los ram mos fructíferos.

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Los ramos de dos años, que ya a produjeron, se eliminan totalm mente dejando solo lass yemas más próxima as a la base.

Las ramillas que brotan en una rama mixxta, pued den formar una estru uctura llama ada “cadena”, que en n árboles adultos funcion nan como o puntos fijo os de fructifiicación ya que q cada a año pueden renovar la as ramillas. Las L fruta as producid das en estas ram mas secu undarias son de buena callidad, siempre ey cuan ndo la ca adena presente posiciión horizzontal.

Figura 4.55. 4 Brotación de d yemas axilare es después de la a poda.

ase de la po oda pretende e estimular la a Esta fa brotaciión de ramas nu uevas que e proporcionaran la producción del próximo o año, lo o más cercano posible de las ramas de e estructtura ya que así se obtie ene frutas de e mayor calidad. Figura a 4.58.rama se ecundaria o ca adena, sostenien ndo ramillas de producció ón. Su posición horizontal h regula a su vigor y facilita la renovvación de romos mixtos.

Otra opción de d renovar las ramillas productoras es cuando se presentan dos d rama as mixtas juntas, podándo ose una de ellas a do os yemas parra que retoñe e y otra solo se desp punta para qu ue produzca

Figura 4.56. 4 Selección n de ramos mixtos. Dejar un n número de ramos mixtos proporcional al a vigor del árbol, gor medio. bien disttribuidos y de vig

Las ramas mixtas se s pueden despuntar con n el fin de disminuir la necesidad de raleo y estimular la brotació ón de ramillass laterales.

Figura a 4.59. Poda de gancho. En dos ramos mixtos forma ados en un mismo punto, se poda a uno a dos yemas para renovación r y otro o se mantiene pa ara producción, solo despuntándose. d Figura 4.57. 4 Despunte ramos r mixtos, solo s a los ramoss mixtos se despunta un te ercio de su longittud.

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4.4.3. PODA EN VERDE V La poda de veran no o poda “en verde”, compre ende la remo oción de ramiillas o brotes, que se e efectúa en frutales de hoja caduca, cuando o estos se encuentran e c con hojas. A diferen ncia de la po oda de invierrno, en la de e verano o, conjuntame ente con la eliminación de e madera a, se extrae una cantidad d proporcional de hoja as. Esta poda a se puede effectuar desde e la emissión de brotes s en primaverra hasta poco o antes de d la caída de e hojas en oto oño.

Árbo oles en form mación. Como o su nombre e lo dice,, continuar co on la formació ón, por ejemp plo: el Vaso, V las té écnicas máss utilizadas en primavera y vera ano son la abertura a de las rama as principaless hasta alcan nzar un ángu ulo de 45º, 4 se hace con la ayuda a de carrizoss y cuerrdas.  

Figura 4.60. 4 Poda en verde. v Eliminació ón de chuponess para mejjorar la distribuciión de luz.

La pod da en verde se ha conve ertido en una a prácticca estándar para p controla ar el tamaño o del árb bol y para mejorar m la prroducción en n plantacciones de durraznero con alta a densidad. Alguno os investigadores han inttensificado la a poda en e verde en plantaciones tradicionaless de du uraznero, para mejorar el color, la a madure ez, el saborr del fruto y reducir loss costos de la poda de invierno.

Figura 4.61. 4 Poda en verde tres o cuatro o semanas antess de la cossecha para mejo orar la calidad de el fruto.

  Figura a 4.62. La poda en verde en árrboles en formacción es complemantaria a la poda en seco o, para regular viigor orecer cremiento. y favo

Pinzando de brottes de las ram mas principale es, para a favorecer el crecimiento de la estructu ura y también se po odan los bro otes demasia ado vigorrosos.

Figura a 4.63. El mome ento de eliminació ón de los chupon nes es cu uando las prime eras ramillas latterales del chup pón detien nen el crecimientto.

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Árbole es en produ ucción. En primavera p se e despeja el inte erior del árbol, con n elimina aciones de brrotes demasia ado vigorososs (anticip padas y chup ponas). La se egunda poda a se rea aliza un mes antes de la cosecha, se e efectúa a en ramos s con prod ducción para a mejora ar la calidad de la fruta en e variedadess con ch hapeo en rojo (Color, sabo or y firmeza) y disminuir la inc cidencia de plagas y enferm medades.

Esto ta ambién pu uede logarrse procedien ndo a “pellizccar” (despunttar) los brote es que se encuentran en exceso, para p promove er el crecimien nto de los qu ue se dejan co omo definitivo os. El pellizque, también se practica con c el fin de en e provocar ramificación r determina ados brotes. Mediante po oda de verano o, normalmen nte se logra una u mejor forrmación de lo os árboles que q con aque ella de invierno o. 2 Mejora la 2) a iluminación del árbol en su parte ba aja o interiior. La me ejor penetración de luz mejora la inducción n y diferencia ación de yem mas florales en e estos secttores y evita la muerte prematura p d ramillas. Al de mismo tiempo, mejorra la eficienccia fotosintéttica y evita la a presencia de hojas “pa arasitas”, es decir aquellas que, por falta de luz, consumen más m asimilado os fotosintéticcos que los que q ellas mism mas producen n.

Figura 4.64. 4 Segunda poda en verde, después de la a cosecha a, facilita la madu uración de los fru uteros.

La pod da en verde tiene varias ve entajas como o las sigu uientes: 1) lograr una adecuada formación f de e los árboles s jóvenes. Con C ella se e eliminan lo os brotes que q se han n desarrollado o en una a ubicación n inadecuada a y que co ompiten con n aquellos qu ue conforman la estructura a definitiva de el árbol.

Figura a 4.66. Árbol co on buena distrib bución de luz en n el interio or.

Figura 4.65. 4 Poda en ve erde y eliminación de chuponess emitidoss desde el portain njertos.

3 Al elimina 3) ar hojas funccionando anttes que se realice el transporte de carbohidrratos a sus lugares de almacena aje y reservva en rama as, tronco y raíces, r también contribuye ea una mode eración del vigor v en árboles con creccimiento exce esivo. En esste sentido es e mucho má ás eficiente que q la poda a de invierrno y resu ulta

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especialmente indicada para árboless plantados en e alta densid dad. 4) A través de d ella se eliminan de e preferencia los chupo ones (brotess muy vigoro osos) y algun nos brotes o ramillas que e igual se deb bería eliminarr mediante po oda de inviern no.

las ramas madres. En aquellos formadoss en eje, prefe erentemente se eliminan los brotes vig gorosos que, al estar en exceso en la a parte superiior, comprom meten el predo ominio del eje ey al mism mo tiempo sombrean en demasía el follaje ubicado más m abajo. La a poda de verrano, si es biien realizada, puede remp plazar en cie erta medida a la de invierno. 5 Al reducirr drásticamen 5) nte la superficie foliar, puede, p en determinad das circunstancias, utilizarrse con el fin de reducir el e consumo de d agua. Essto, debido a que son las hojas los que fundamentalmen órganos nte ocupan el agua, a través de la transpiracción.

Figura 4.67. En huertos intensivos la pod da en verde tiene e portancia gran imp

En cuanto c a la época, es muy m variable e y depe endiendo de el objetivo en e cada ca aso particular, la re emoción de brotes por lo gene eral se realiza a mediado os de primave era y/o a mediado os del verano. En algun nos caso os, se p puede efecctuar tambiién inme ediatamente después d de la a cosecha.

Por lo tanto o, en árboles formados en n copa abierta a, se elimina el exceso de e brotes que ocupa la zon na interior del árbol y, en parte, la zona superior de e

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4.4.4. PODA A DO OS YEMAS A finess de la década de los 80’s obtener fruta a median nte producció ón forzada en e los mesess de dicciembre a febrero repressentaban una a alterna ativa altamentte lucrativa, por p lo que se e extend dió las zonas de cultivo o a regioness semicá álidas en las que q el riesgo de helada no o existía. El problem ma que enffrentaron loss huertoss en estas s regiones fue la baja a producctividad ocasionada por dos d factores: plagas y enfermed dades y poca a floración y e. amarre Al estu udiar la causa de la baja floración, se e enconttró que much has de las ye emas floraless no abrrían o se caían, ya que maduraban m al poco tiiempo después de la cose echa y tenían n que pasar p por meses muy calurosos c en n primavvera, tempera aturas que prrovocaban su u aborto.

Figura a 4.68. Árbol con pobre pro oducción y po obre forma ación de nuevass ramillas por aborto a de yemass a causa a de altas temperraturas.

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¿QU UÉ ES LA PO ODA A DOS YEMAS? Y Es un u sistema de e poda en el cual se elimiina el to otal de las ram millas presen ntes en el árb bol, qued dando solo la as ramas de estructura e y dos d yema as vegetattivas por cada ramilla elimiinada, obliga ando al árbo ol a renovar el total de su vegeta ación, retrasa ando con ello o la floración.

Razones para utilizar la poda de do os yem mas Figura 4.69. Aborto de ye emas. Períodos prolongados con n d de la maduración de lass temperaturas elevadas después p su abortto. yemas florales pueden provocar

En los primeros año os se trato de e prolongar el ativo a través de fuertess crecimiento vegeta fertiliza aciones nitrog genadas y algo a de poda a en verd de dejando la as ramillas con crecimiento o activo, consiguie endo produccción en el extrem mo de las ram mas y ramass anticipadas. Pero aun a se continuaba perdie endo un alto o porcen ntaje de las ye emas en las ramas r mixtas, lo que e llevaba a producir frutta en ramass chifona as, que resulttan de menor tamaño.

Obte ener ramilla as fructíferas en tiem mpo diferrente al que e se formaría an de mane era norm mal resultante es del crecimiiento vegetativo de la temporad da, es deccir, retrasar la floración; útil en las siguientes dos d cond diciones: 1.- en e zonas de clima semicá álido en las que q norm malmente la madera de la tempora ada presentaría aborrto de yema as florales por p efectto de calor de primavera a sobre yem mas maduras. 2.- En E zonas templadas, con heladas h tardía as, en las que las variedades de ba ajo requerimiento de e frío presentarían floraciión temp prana y alto riego de dañ ño sobre florr o fruto o por heladas.. 3.- Incrementar el número o de ramillas fructtíferas cuando la brotació ón de estas fue f insufficiente o fu ueron dañad das por ara aña crista alina, es decir, no hay suficientes ramillas de producción. 4.- Rejuvenecerr árboles que q presenttan aleja amiento de lass ramillas de producción.

Figura 4.70. 4 Fruta de po oco tamaño prod ducida en ramass chifonass.

En ese e tiempo se observó que e en ramillass rotas durante d la po oda y brotaciones tardías, se fo ormaban ram millas que presentaban n madure ez adecuada, aun cuando o su inicio de e crecimiento era pos sterior a la co osecha, por lo o cual se e iniciaron ex xperimentos de d eliminar la a totalida ad de las ram mas que habíían producido o y/o cre ecido en la temporada t y estimular la a brotaciión de nuev vas. Con ello o se obtuvo o abunda ante brotación n de ramas.

5.- solo s cuesta de 12 a 15 jornales por p hectá área. Varie edades en las l que es útil la poda a a dos yemas En variedades v c con ciclo de flor a coseccha inferrior a 130 díías de modo o que podam mos obtener la cosech ha en un perío odo no mayo or a seis meses de aplicación de defoliante a fin de cosecha, c a loss que suman ndo cinco a seis mese es de poda a maduración de yema as, completan un cicllo por año.

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Variedades con ba ajo requerimiento de frío o (inferio or a 300 h. h F.), para que pueda a respon nder fácilmen nte a los trattamientos de e produccción forzada a, usando com mpensadoress de frío.

realizzar la poda a dos yemas, es a mediad dos de ju ulio, ya que de d otra manerra, las primerras helad das no permitirían completar el proceso o.

Momento de poda

Méto odo de poda: 

Las ra amillas de producción p r requieren de e cinco a seis meses s a partir de e la brotación n para te ener el mínim mo de madurrez de yemass floraless para presen ntar yemas maduras, m a loss que si sumamos el tiempo reque erido de tirado o de hoja hasta fin de d cosecha que q consume e de 6 a 7 meses con variedades de ciclo o interme edio, complettamos un añ ño calendario, por lo tanto, se rec comienda rea alizar la poda a inmediatamente de espués de terminada t la a cosech ha.

 

 

Se elimina e toda la madera de elgada, tanto la que produjo, como c la re ecién formad da, perm maneciendo dos yemass por ramilla corta ada, sin impo ortar que tan cerca c o lejos de la madera m de estructura queden esta as. Depe endiendo del vigor del árb bol y la cantid dad de puntos de brotación, b se e puede de ejar direcctamente sob bre las ramas de estructura ao sobrre ramas se ecundarias (cadenas) pa ara incre ementar el número de puntos de brota ación.

Existe una posibilid dad diferente en las zonass semicá álidas, realiza ando la poda a uno a doss meses después de e terminada la cosecha, podem mos encontra ar ramillas con yemass madura as, de las que podemos obtener una a siguien nte cosecha.

Siemprre y cuando se s estime que e se obtendrá á en una a época ade ecuada para mercado, se e poda eliminando e todo el materia al inmaduro o improd ductivo y de ejando solo el material maduro o. Se estimula la flo oración con n compe ensadores de e frío para obtener esa a segund da cosecha. Con C ello, puede decirse se e obtend drán tres cose echas en dos años.

Aun cu uando es factible obtener dos d cosechass en un solo año, en n realidad co onsume trece e meses y este desfa asamiento reccorre año con n año la a producción hacia la te emporada de e lluvias o hacia las s temporadas en que el precio de venta es más bajo, por p lo que se e recomiienda plane ear detenidamente lass fechas de salida de las cosechass.

En las zonas frías, el tiempo re equerido para a alcanzar la maduración de las yemas floraless es de seis meses, por lo que el e límite para a

Figura a 4.71. Árbol desspués de la poda a a dos yemas.

Para a estimular la brotación ráp pida y uniform me, ésta se estimula mediante m aplicación foliar de una solución acu uosa de nitratto de potasio o al 3 %, % o la solución de reven nt® (tidiazuro on) 125p ppm. + Citro olina (aceite parafínico de petró óleo) al 2.5%. Junto con este e tratamien nto pued de incluirse trratamientos sanitarios s con ntra plaga as como ara aña cristalina a o escamass o enfermedades como c monilinia, gomossis, verru ucosis, etc.

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oporrtuna, rápid do desarrollo y pron nta maduración de la as yemas florales. Para ello e pued den utilizarse e fertilizantes foliares que q de y conte engan además macro aminoácido micro onutrientes, os, sustanccia húmicas e incluso o hormonas. Mad duración de yemas y florale es Obte ener yemas maduras en el tiem mpo prog gramado o antes a de la presencia de helad das, es indisspensable para garantizarr la próxxima floració ón, algunas prácticas de manejo pueden favorecer la pronta y oporrtuna maduración de las ye emas florales.

Figura 4.72. Detalle de la poda a dos yemas, ando la brotación n. comenza

La fertilización all suelo, inm mediatamente e despué és de la po oda estimula la brotación n vegeta ativa abunda ante y vigorrosa. Debe e considerarse la reposición r d nutrientess de elimina ados en ramillas y hojas corresponden c n a 47, 4.8, 4 75.8, 107 7.8 y 19.9 kg. /ha. De N, P, K, Ca y Mg, respecttivamente.

El primer p objetivvo es tener una brotaciión unifo orme, el uso de compenssadores de frío f (estimulantes de e brotación) y fertilizanttes foliarres que co ontengan am minoácidos y/u y horm monas (principalmente giberelinas y auxin nas), ayudan a este primer objetivo. Un segundo s obje etivo es tenerr las ramillas de producción del ta amaño adecuado (20 a 50 cm. De largo) lo antes a posible. La fertilizaciión al suelo s y riego suficiente, generalmen nte basta an, pero se complementa c a con el uso de fertilizantes folia ares a base e de macro y micro onutrientes, mejor aun n si adem más susstancias contienen h húmicas y y/o amin noácidos.

Figura a 4.74. Árboles cinco c meses desspués de la poda a dos yemas, en pro oceso de madu uración de yem mas es. florale

Figura 4.73. 4 Árbol tres meses y medio o después de la a poda a dos d yemas.

La fertilización al sue elo puede e comple ementarse con c aplicacio ones foliares, las cua ales tienen co omo objetivoss la brotación n

El te ercer objetivo o es madurar dicho material. Para a conseguirlo o, el árbol debe detener el crecimiento de las l ramillas, labores com mo restrringir agua y deschupona ados, favoreccen la maduración de yemass, se pue ede on aplicacion nes foliares de complementar co horm monas o macrronutrientes.

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ultar® se apllica a través del sistema de El cu riego o o en drench a la base del árb bol, apliccando 1.5 ml m de produ ucto por árb bol disue elto en agua. La aplicació ón foliar de 1.5 1 l/ha también es e recomen ndado por el fabricante, pero los resultado os no han siido tan uniformes, ya y que el producto p que eda atrap pado por la ho ojas y no siem mpre llega a los ápice es.

Figura 4.75. 4 Detalle de rama r cinco mese es después de la a poda a dos d yemas, cerc cano a la madurración de yemass florales.

El uso o de giberelinas durante la etapa de e diferen nciación de e yemas florales ess indeseable, ya actúa estimulando la a continu uación del crecimiento c vegetativo e inhibidor de la difere enciación; otrras hormonass como las citocininas favvorecen la a diferen nciación flora al. Algunos compuestoss como el e cultar® (pa aclobutrazol), actúan como o inhibidor de las giberelinas g y detienen el crecimiento, favore eciendo la diferenciación d n floral. El cultar® se aplica a en huertoss adultos una a vez que las ramillas s han alcanza ado el tamaño o desead do. Una vez aplicado antes de quince e días en n crecimiento o apical se de etiene, dando o paso a la diferenciación de yema as.

Otros productos no hormon nales que han h dado o buenos resu ultados son: 1.- aplicaciones a foliares de urea al 1 %. Cuan ndo las ra amillas han detenido su crecimiento, hacer una o do os aplicacion nes con intervalo de 14 días. Es posible que se presente defoliacción parcial o perforación de hojass, pero essto resulta favorable al incre ementarse la iluminación en e el interior del d árbo ol. 2.aplicacione es foliares de fosfa ato monopotásico al 0.5 %, cuan ndo las ramillas han detenido su crecimiento y las yemas ya han iniciado su crecimiento longitudinal, se aplicca en una a tres t ocasione es en intervalos de 14 días. 3.- fertilizantes foliares que conteng gan amin noácidos o su ustancia húm micas solos o en combinación c con los anteriormen nte mencionados, fa avorecen la maduración de yema as. 4.- algunos a produ uctores practiccan estresar los árbo oles con apliicaciones foliares de calldo bórdeles al 1 %, pero cuan ha sido aplica ado antes que las ye emas florales estén al 50 % de su s desarrollo, se ha inhibid do la formaciión de éstas yemas.

® Figura 4.76. Cultar® (pa aclobutrazol) regu ulador de crecimie ento utilizado para inhibir el crecim miento vegetativvo.

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4.5. RALEO R DE FRUTOS F El exceso de fructiificación y su us consecuencias El excceso de fructificación es un u fenómeno o muy en árbole es frutales, frecuente especialmente en lugares do onde por lo o genera al no existen accidentes climáticos c que e limiten la floración, el cuajado de d frutos y el o de éstos. Hay H especiess posteriior desarrollo frutaless que, salvo o excepcioness, en estado o adulto fructifican to odos los añoss en cantidad d superio or a aquélla que q es capass de soportarr el árbo ol o a aqué élla que perrmite obtenerr suficien nte calidad co omercial en la fruta. Entre e estas se encuentra a el durazne ero. En otrass especies, el exceso de fructificcación ocurre e alterna ado con un añ ño de baja fructificación.

os estos in nconvenientess pueden ser s Todo elimiinados o aten nuados en grran medida con c el ra aleo de frutos. Esta operacción consiste en remo over el exce eso de flore es o frutos en estad do inicial de d desarrollo en árboles demasiado carga ados, dejand do un núme ero suficciente para obtener un u rendimien nto acep ptable, con fruta uniforrme, de bu uen tama año y calidad. Con ello se persigue que e la dism minución en el numero de d frutos sea s compensada con el aumento del tamaño y el mejo oramiento de la calidad de d los mismo os, dism minuyendo de paso el quie ebre de ramass y la prroducción alte ernada.

El exce eso de fructifficación, o de e carga como o habitua almente se le e denomina, produce una a serie de d dificultades s, en las que normalmente e se trraducen en n cuantiosa as pérdidass económ micas.

Figura a 4.78. El raleo o de fruto se co onsidera una la abor complementaria a la poda, p no solo mejora el tamaño del gula el vigor del árbol. á fruto, sino también reg

Facttores que se e deben considerar en el raleo o

Figura 4.77. 4 Árbol con n exceso de fructificación f por deficienccia de poda.

Entre los l problemas derivados de d una carga a excesivva en los árbo oles se puede en mencionarr el quie ebre o desga aje de ramass, un tamaño o insuficiiente en la fruta, un re etraso en la a coloracción y madurración de la misma y una a menor o nula producción en el añ ño siguiente. Tambié én se debe mencionar la a disminución n en el crecimiento vegetativo, que ocurre e como resultado de e la compete encia que la a fruta ejjerce sobre lo os brotes por el uso de loss carboh hidratos y elem mentos minerrales.

Se trata t de ajusstar una ade ecuada relaciión entre e la cantidad d de hojas disponibles d y el número de fruto os. En gene eral, se estim ma o óptima una a relación de e 20 a 30 hojjas como por fruto. f En esta a relación se contabilizan no solo las hojas ad dyacentes a cada c fruto, siino el to otal de la ram milla, e incluso las de brottes vecin nos sin fruta, siempre que estén ubicad dos por sobre s él mism mo en la ram ma. Estas cifrras se re efieren a fruta que llegue a madurez; de modo que, al mo omento de ralear, la relaciión debe e bajarse pro oporcionalme ente a la caíída de fruta f que se espera desde el raleo en adela ante y también al número o de hojas que q se presume apare ecerán despu ués.

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Figura a 4.81. El mome ento del raleo de e frutos. Cuando o ha ocurriido la segunda caída c de frutos y éste tiene 1.5 a 2 cm de e diámetro, es op portuno realizar el e raleo.

Figura 4.79. 4 La proporción de 20 a 30 hojas/fruto h puede e ser ajusttada a través dell raleo.

Mientra as más te emprano se realiza la a operacción de raleo o, mayor es su efecto en n cuanto o a aumentar el tamaño de e la fruta. Sin n embarg go, al mism mo tiempo, aumentan a loss riesgoss de qued darse con un número o insuficiiente de fruto os, como consecuencia de e la m mayor posib bilidad de accidentess meteorrológicos.

Figura 4.80. Efecto de la a época de raleo o sobre la calidad d del fruto.

Los accidentes meteorológiccos radican n especialmente en heladas, h granizo y vientos, cuya ocurrencia o después del raleo puede e significcar la perdida de una cantidad adicional de fruto os mas allá de d lo convenie ente.

Otro factor a con nsiderar es la a caída natu ural malmente pre esentan much hos de frruta que norm árbo oles. En gene eral, hay una a primera caíída de frrutos que ocu urre pocos días después de la cuaja. c Transscurridas va arias seman nas ocurrre una segu unda caída, cuando c la fru uta tiene e aproximad damente 1 a 3 cm. de diám metro. En esspecies y va ariedades muy m expu uestas a esta as caídas natturales de fru uta, resulta aconseja able efectuarr el raleo con c poste erioridad a que ellas teng gan lugar y so olo si todavía permanece mucha fruta, so riessgo de dejar d una ca antidad insuficiente en los árbo oles.

Figura a 4.82. Los ma ayores efectos del d raleo de fru utos sobre e el tamaño de éste se dan antes del endurrecimiento del hu ueso.

En el e caso de occurrir un accidente natura al o de manejo, m como o helada, granizo, aplicaciión errón nea de dete erminado pro oducto químicco, que sea causal de daño o de caída de fruto os, antes de proced der al raleo debe dejarrse pasa ar suficiente tiempo pa ara que esttos efecttos se manifie esten comple etamente.

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Figura 4.83. 4 El riesgo de siniestro meteorológico m o sanitario o son razones pa ara retrasar el raleo.

El rale eo manual El raleo se puede efectuar e en fo orma manual. Para determinar la intensidad del raleo o manua al es conveniente estimar la a produccción, en kilo ogramos, que se espera a obtene er en los árb boles, de acu uerdo con su u tamaño o, vigor y productivida ad de añoss anterio ores. Después s se calcula el e número de e frutos de buen calibre que con nformaran un n kilogramo a la cos secha y de acuerdo con n estos antecedentes a s se obtiene el e número de e frutos que q es neces sario dejar en n los árboles. Se aco onseja dejar un u 10% de más, m a la cifra a obtenid da, pensando o en posible perdidas porr plagas o accidenttes. En todo o caso esta a metodo ología es ap plicable solo después de e ocurrid das las caídas s naturales de e los frutos.

Figura 4.84. 4 La cantidad d de fruta a deja ar sobre el árbo ol va en fun nción de su vigor

Figura a 4.85. El valor comercial c de fruto os de mayor caliibre retribu uyen ampliamen nte los gastos rea alizados en el ra aleo de fru utos.

En árboles fu uertes y uniformemen nte moción de frrutos se pue ede cargados, la rem hace er de acuerdo o con el criterrio de dejar una u dista ancia determinada entre lo os frutos que se dejan sobre las ra amillas o cargadores. De 15 a 25 5 cm. La disttancia menorr se utiliza en n la parte e superior y periferia p del árbol á y la mayyor en la a parte baja e interior deb bido a que aq quí la fruta tiende a crecer meno os. En ramillas corta as se puede e dejar uno o dos frutoss y prefe erentemente en e la base de e las mismas En el e proceso de el raleo, se de ebe eliminar de prefe erencia los fru utos deforme es, dobles o con c cualq quier tipo de e daño. Tam mbién se de ebe orien ntar la operacción hacia el fruto pequeñ ño, dejando el más grande, pues este siemp pre obtie ene un mayo or tamaño a la l cosecha y al mism mo tiempo esta menos exp puesto a caíd das naturales.

Figura a 4.86. El resulta ado de un raleo de frutos adecua ado es fru utos uniformes y de buen calibre.

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En árb boles de baja fructificación es preferible e prescin ndir del ra aleo, aun cuando la a distribu ución de los frutos f en el árbol á sea muyy heterog génea.

TIPS S: •

El aclare eo de los frutos es un complemento indispe ensable de la poda parra conseguir una producciión de calidad d.



Si se realiza pre ecozmente se consigue un mejor tamaño t de los frutos, un na coloración n más intenssa, una maduración más precoz y más m uniforme,, una mejor calidad de los frutos, un na mayor differenciación de yemas de e flor para ell año siguien nte, una más completa lign nificación de los ramos y una mayor nutrición de la planta.



Los fruto os que se en ncuentran haccia abajo dessarrollan mayyor tamaño que q los que están hacia arrriba en el ram mo



Mediante e la medición n del períme etro del tronco o se puede saber s el núme ero adecuado o de frutos a dejar despu ués del raleo o, de acuerdo al cuad dro 4.2.consid derar como variedad v preccoz aquella que q tarda 120 0 días o men nos de flor a cosecha. c

El rale eo y el vigor de d los árbole es La carrga de frutos puede ser utilizada u para a ayudarr a regular el e crecimiento vegetativo. Cuando se desea promover el crecimiento, por eje emplo, en árb boles nuevos o en árboless débiless o envejecid dos se debe eliminar una a mayor cantidad e incluso la tottalidad de loss frutos si es necesa ario. Por el contrario, en n árboless muy vigoro osos, una alta a cantidad de e frutos permite una dismiinución del crecimiento vege etativo, deb bido a la a compe etencia que estos ejerccen y a la a inclinacción de las ra amas que la mayor carga a producce. Al mismo tiempo, un árbol á vigoroso o es cap paz de soportar una mayyor carga de e fruta que q uno débil y aun así a lograr un n tamaño o de frutos similar s o aun superior que e en este e.

Figura 4.87. 4 Otro efec cto del raleo de d frutos es el e crecimie ento vegetativo, en número y longitud de loss ramos.

4 El máximo potencial producctivo del árbol se e Figura 4.88. logra con una adecuada a poda, raleo de frutos y buenass prácticass culturales.

Figura a 4.89. Medición de la circunferencia del tronco.

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Cuadro 4.2. Número de frutos a permanecer después del aclareo, en función a la circunferencia     del tronco a 20 centímetros de altura sobre el suelo. Raseira, 1998.  CIRCUNFERENCIA (cm)

VARIEDADES PRECOCES

15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50

70 80 90 105 115 130 140 155 170 185 200 215 235 250 270 290 310 330 350 370 390 415 440 460 485 510 535 565 590 620 645 675 705 735 765 800

4.6. PRODUCCIÓN FORZADA La producción forzada es el uso simultáneo de varias técnicas que permiten obtener cosechas fuera de temporada o en regiones donde normalmente no se produciría ese cultivo. La producción forzada no consiste en la sola aplicación de sustancias químicas para

VARIEDADES INTERMEDIAS O TARDÍAS 90 105 115 130 145 160 175 195 210 230 250 270 290 315 335 360 385 410 435 460 490 520 545 575 605 640 670 705 740 775 810 845 880 920 960 995

estimular la floración, sino la combinación de varias técnicas. Entre ellas poda, defoliación, Manipulación de riego y nutrición, uso de hormonas, compensadores de frío, etc. La producción forzada en muchas regiones productoras se ha convertido en una práctica obligada, ya sea para evitar la deficiencia de frío o para modificar la fecha de floración natural. También se emplea para escalonar

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la prod ducción de una u misma huerta, h evitarr temporradas de hela adas o de lluvvias e incluso o para reducir r el in ntervalo de tiempo t entre e cosech has. El uso más frec cuente del forzado ess adelan ntar cosecha as, debiendo o tomar en n cuenta a que entre mayor m sea la modificación n de la fecha f de florración, deberrá de tenerse e mayor dominio de d técnicas tales como o manipu ulación de la nutrición, podas (máss severa as en zonas frescas y má ás ligeras en n zonas cálidas), deffoliación artifiicial y el uso o de estimulantes de la brotación n (compe ensadores de e frío). En otro os casos, se busca retrasa ar la floración n para evitar daños por p heladas. En E otros para a produccir en una fe echa predete erminada. En n estos casos mayorrmente se manipulan m lass fechas de floració ón a travéss de podass especiales, tales como la “poda “ a doss yemas” que se realiiza después de d la cosecha a y retrassa la obtenció ón de fruteross maduros. Para obtener cosec chas anticipad das, debemoss elegir terrenos libres de hela adas o bien, acepta ar el riesgo de una even ntual helada. Solo se s recomienda aplicarse e en árboless sanos, bien nutridos s y con madurez suficiente e en las yemas florales. f Para modificarr significcativamente la as épocas de e cosecha, se e deben modificar pa aulatinamente e las fechass de flora ación a través s de dos o tre es años hasta a conseg guir la fecha deseada. d Una vez v que el árbol á presenta las yemass floraless maduras y estamos en e la época a adecua ada, ocasion nalmente req querimos de e provoccar artificialm mente la caíd da de hojas, median nte la aplica ación foliar de d sulfato de e zinc de el 2 al 5 % o urea u del 5 al 10 1 %.

  Figura 4.90. 4 Árboles in niciando tirado de d hojas 7 díass despuéss de la aplicación n de defoliante.

Norm malmente las hojas caen de 4 a 15 díías desp pués y una ve ez defoliado se s procede a la poda a y la aplicacción de los compensador c res de frrío. Los mejo ores resultados se obtien nen entre e menor sea el tiempo en ntre una labor y otra.

Figura a 4.91. Árbol to otalmente defolia ado y podado, listo para la l aplicación de compensador c de e frío.

Hay dos formula as de compe ensador de frío f que han dado excelente resultado en dura aznos de bajo requerimientto de frío: A):-a aceite pa arafínico d de petrólleo emulsionable (ccitrolina) 2.5 5 litros más m ciana amida hidro ogenada (dormex®) med dio litro, por cada 100 0 litros de agu ua. B).-ccitrolina emu ulsionable 2.5 2 litros más m tidiazzuron (reventt®) 125 ml (**) por cada 100 litross de agua. (*) Dosis D para la presentación n al 20 %, hay h una nueva prese entación al 50 0 % y sería 50 ml./1 100 litros de agua. a

® Figura a 4.92. Presenttación comercia al del Revent®, a base de tidiazurón, ussado como comp pensador de frío.

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La ap plicación de estos prod ductos debe e realizarse cuando no n haya vienttos fuertes, ni riesgo de lluvia ante es de 4 a 6 horas h y que la a temperratura esté entre e 15 y 30 0 °C. Todo el árbol debe ser bien bañado ya que loss producctos no son sistémicos. s La a floración se e obtiene e entre 21 y 28 días de espués de la a aplicacción.

Figura 4.93. En forzados s muy tempranoss la presencia de e oras después de e la aplicación del d compensador lluvia ho de frío puede reducir o nulificar n su efecto o de éste.

Figura 4.94. 4 Árboles en plena floración 35 3 días despuéss de la apllicación del comp pensador de frío

Producción forzad da de durazzno en zona a semicá álidas y producción p forzada en n fechas s muy tempra anas. La pro oducción de durazno en las zonass semicá álida presenta a grandes se emejanzas en n las ne ecesidades técnicas t de forzado en n

fecha as muy temp pranas en zonas templada as, entendiéndose por p fechas muy m temprana as, obtener cosecha as entre lo os meses de septiembre y diciembre. d E En las zon nas semicálidas, hayy dificultadess para obten ner una sola cosecha anual, por p lo que es frecu uente pretend der obtener dos d cosechass al año o bien tres cosechas en n dos años, en ambos casos, el reto es obtener la madurrez adeccuada de las yemas y florale es. En las l zonas se emicálidas, la a obtención de una sola cosech ha, significa dificultades en consservar las yemas y florales activas el suficciente tiempo o para llegarr a las fech has estim madas de flo oración, pero o la exposiciión por tiempos pro olongados a temperaturras supe eriores a 25 °C, ° una vez que alcanzarron fisiológicamente su s madurez, frecuentemen nte provvocan su caíída en gran porcentaje de yema as florales y en consecue encia se obtie ene una cosecha po obre. Este prroblema se ha soluccionado ade ecuadamente e mediante la poda a “a dos yemas”, inmediatamen nte desp pués de la cosecha, co on la que se provvoca una nuevva emisión de e brotes, que e al alcan nzar su madurez, m son estimulad dos mediante la aplica ación de com mpensadores de frío a florear en la a fecha progra amada. En zonas z semicálidas, la do oble producciión anua al o tres cose echas en doss años, consisste en estimular e la floración tan n solo un mes m desp pués de terminada la cose echa, ocupan ndo con ello período os de siete a ocho messes entre e cosechas, por p lo que ess frecuente que q las yemas flora ales no hayyan alcanza ado suficciente madurez, con la a consiguien nte reducción de la cosecha. Estte problema se está atacando mediante m la aplicación de reguladores del crecimiento, c e específicamen nte el paclobutrazol p (comercialm mente llama ado culta ar®), controla ando la nutricción y el riego oy mediante la aplica ación de fertilizantes foliarres y esttresantes. La producción p en n zonas semicálidas tiene e a su favor la au usencia de heladas y la reducción de loss intervalos de d tiempo en ntre una etapa fenológica y otrra, permitien ndo obtener cosechass en fechas no imaginad das anteriormente. Pe ero también tiene t en conttra, la cuestión sanittaria, ya que e tanto plag gas como o enfermedades encuentrran condicion nes óptim mas de crecimiento la mayor m parte del d

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año, por p lo que es necesarrio ser muyy estricto os en el contrrol de estos problemas.

Figura 4.95. 4 En floraciones muy tempra anas y en zonass semicálidas las condicio ones ambientale es resultan máss s y enfermeda ades, un buen n propiciass para plagas programa sanitario evita riesgos,

En zon nas templada as la producciión en fechass muy te empranas, im mplica pasar floración y desarro ollo del fruto durante la te emporada de e lluvias y el tiempo o cálido en poscosecha, llegand la misma do a prresentarse a problem mática que en zonas cálidas, al sobrem madurarse las yemas flo orales, por lo o cual, es e de gran im mportancia el control de la a nutrició ón poscosec cha. Otras ocasiones, o al pasar la poscosec cha por un período muyy propio para el crec cimiento, es frecuente un n segund do flujo de brotación b y crrecimiento de e ramas,, teniendo que entonces esperar e a que e las yem mas de éstas maduren. Para obtener ópttimos resultados en el forzado o de floración en todos los casos, en n primer lugar tene emos que considerar c la a duració ón del in ntervalo en ntre etapass fenológ gicas, cuya variación depe ende de cada a varieda ad y condición n ecológica, entre e otros. Cuadro 4.3. Intervalo o aproximado entre etapass ara dos altitudess diferentes para a fenológiccas y labores pa la varied dad “diamante”

Fenolog gía y labores Mínimo de madure ez de yema poscose echa Aplicación de nte a tirado defolian de hojas Aplicación de nsador de compen frío a flo oración Período o de inicio a má áximo de floración Floració ón a

zona z templada

zona cálida

50 5 o más

30 a 45

4 a 15

3 a 10

28 2 a 35

21 a 28

7 a 15

5 a 10

120 1 a 140

105 a 115

coseccha Inicio o a fin de coseccha Tiem mpo mínimo reque erido por ciclo

28 a 42

21 a 35

240 días

185 días

Por lo que podemos concluirr que en zon nas de clima c templad do, lo más ad decuado es una u cose echa anual y en caso extremo, trres cose echas en do os años, en tanto que en zona as cálidas, ussando el máximo de forzad do, para a obtener doss cosechas anuales a falta aría uno o dos meses. En un u sistema de d máximo fo orzado, al ten ner un intervalo posscosecha mu uy reducido, la acum mulación de reservas en e el árbol es reducida, pudien ndo afectar esto e al tama año final del fruto, po or lo cual deb berá de hacerrse las adecuaciones a s siguientes: 1.- aplicar a los ferttilizantes en trres períodos, a) a la floración, b) antes a del rale eo de frutos y c) inme ediatamente después d de la a cosecha. 2.- el e 35 % del nittrógeno y 50 % del potasio oa la flo oración 3.- el e 15 % del nittrógeno al rale eo 4.- el e 50 % del niitrógeno + 10 00 % del fósfo oro + 50 % del potasio después de e cosecha. 5.- usar u fertilizanttes de rápida asimilación (no ( nece esariamente son ultra solubles), evitar urea a, sulfato de amonio y su uperfosfatos de calcio. 6.- la a dosis de ferrtilización varíía con el uso de mate eria orgánica a, el tipo y la cantidad de ésta. Con ayuda del d asesor técnico, hacer los ajusttes a la siguiente dosis po or hectárea por p temp porada para árboles á en ple ena producció ón, a ma anera de orientación: nitróg geno 160 a 180 kg, fó ósforo 60 a 75 7 kg y potasio 100 a 200 kg. k Una práctica cultural c que e favorece el desa arrollo de yem mas es el desschuponado, ya que al disponer de d luz suficie ente las ramillas maduran uniform memente las yemas. Pue ede requerirse de uno o o dos desch huponados. De igual manera a, la suspenssión del riego o a finale es de la cossecha, disminuye pronto el Se crecimiento y fa avorece la maduración. m recomienda rega ar ligeramen nte cuando las cond diciones de se equía son sevveras.

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La aplicación de microelementos realizarla 15 días antes del tirado de hojas. Es importante nivelar los contenidos de boro y zinc (este último puede incluirse a través del uso de sulfato de zinc como defoliante) En relación al uso de reguladores de crecimiento, evitar el uso de giberelinas (p.ej. Activol®) ya que estimula el crecimiento y retarda la maduración de las yemas. En cambio el uso de aminoácidos (p.ej. Qenergy®, codamin 150®) y citocininas (p.ej. Maxi grow®, cito crop®) favorecen el crecimiento y madurez de yemas. El uso del cultar® para inhibir el crecimiento y favorecer la maduración ha dado resultados variables de acuerdo a la época de aplicación, dosis y disponibilidad de agua, además es recomendado solo en plantaciones que han alcanzado el tamaño adulto. Se aplica al suelo, a través del sistema de riego o a la zona de goteo o a la base del árbol, requiere riego o durante las lluvias y se aplica a partir de la floración hasta cuando los brotes han alcanzado una longitud aceptable (20 cm o más), se usa 1.5 ml / árbol, disuelto en un litro de agua. El fabricante también recomienda aplicarlo foliarmente solo o combinando con aplicación al suelo (en aplicación solo en pulverización recomiendan 1 a 1,5 litros por hectárea). Aplicaciones foliares de urea favorecen la maduración de yemas, aún cuando pueden provocar perforación y/o caída de hojas. Sobre todo cuando hay mucho follaje. Cuando el árbol por si mismo ha iniciado la formación de yemas, se puede acelerar y uniformizar el proceso con aplicaciones foliares de fosfato mono potásico (formula 052-34). La aplicación de caldo bordelés como estresante para estimular la madurez de yemas no se recomienda temprano, su uso se restringe a cuando las ramillas tienen un mínimo del 50 % de yemas en desarrollo y no ha detenido el crecimiento, de otra manera, se inhibe la formación de yemas florales en la parte basal de las ramillas. Cuando se aplica sulfato de cobre como defoliante, usar como fungicida el Zineb®, durante el período sin hojas, y cuando se usa

el sulfato de zinc, usar caldo bordelés en el período mencionado. En huertas que históricamente han presentado deficiencias en la brotación, sobre todo vegetativa, hacer un tratamiento previo al compensador de frío (citrolina + dormex® o revent®) con nitrato de potasio al 3 o 5 %, tres días antes. Los tratamientos sanitarios deben ser lo más oportuno posibles, previniendo las enfermedades cuando las condiciones de desarrollo de éstas sean favorables. Las plagas solo serán controladas cuando lleguen al umbral económico. Cuando hubo ataque de araña cristalina y/o escamas, en la aplicación de citrolina + revent® o dormex®, agregar además un insecticida (p. Ej. Karate®, diazinon 25®, gusation M20® o ethion ®). Después de la aplicación de citrolina, hacer una o dos aplicaciones de fungicida, ya sea caldo bordelés o Zineb®, iniciando a los 10 o 15 días, cuando la yema esté hinchada y la segunda cuando inicie la apertura de las primeras flores. Cuando se tiene del 20 al 50 % de las flores abiertas, hacer una aplicación que contenga insecticida, fungicida y boro. El insecticida no debe dañar flores ni polinizadores (p.ej. Decis®, thiodán® o malathión 1000®). El fungicida puede ser sistémico o mezcla de sistémico con de contacto y que tenga efecto contra monilinia. Evitar usar en esta etapa captan®, daconil® o cualquier otro que contenga azufre (hasta pasados 40 días de la aplicación de citrolina). El boro se utiliza para favorecer la fecundación de las flores. No usar adherentes. Los insecticidas se seguirán aplicando solo si las poblaciones de trips o araña cristalina no disminuyen. Procurar iniciar con los productos que hayan mostrado mayor efectividad para disminuir rápidamente las poblaciones y hacer el número necesario de aplicaciones a los intervalos que indique el asesor técnico, hasta controlar la plaga. Los fungicidas se siguen aplicando con frecuencia hasta el endurecimiento del hueso y posteriormente solo en caso de presentarse condiciones muy favorables a las enfermedades.

47   

5. NUT TRICIÓN La nutricción en al cultivo del durazno ess fundamen ntal para obte ener un buen n rendimiento o del árboll (cantidad y calidad de d fruto), su u nutrición se s basara en la aplicación n de todos loss elementoss esenciales que necesita an las plantass para un crecimiento c y desarrollo optimo. Todoss estos ele ementos tienen que estar en lass cantidade es optimas pa ara que la pla anta disponga a de elloss para un buen fun ncionamiento, básicame ente la nutrición de los cultivos se e comprend de de dieciséiis elementos de los cualess Macro podemos diferenciar en; o nutrientes: Nitrógeno o, Fosforo, Potasio, Calcio, Magnesio, Azufre. Micronutrientes M s: Zinc, Boro,, Manganeso, Molibdeno. Cobre, Fierrro, Complementariamente e la planta a toma del ambiente en el que se e encuentra lo os elementoss como; Ca arbono, Hidro ogeno y Oxiigeno. Todoss ellos de eben encon ntrarse en condicioness asimilable es para la planta. El aporte de nutrientes s debe hacersse en relación n al desarro ollo fenológic co de la plan nta, del papel que juega an cada uno de los nutrim mentos en la a fisiología y en el mettabolismo vegetal, de lass extraccion nes del cultivo y de la fertilidad del suelo. Ha ay que recorrdar que estto dependerá á principalm mente de la especie e, variedad, condiciones climáticas s y tipo de suelo. Cabe e destacar la cantidad pero p sobre to odo la calidad d de los nutrientes n ap portados en el momento o adecuado o será de vital importanciia para tenerr un árbol en e buenas condiciones. Es imporrtante contar con análisiss de suelo y foliar pa ara tener una u orientacción de loss nutrientess que hay en n exceso o nutrientes que e hay en menos m cantida ad y que su aplicación ess una nece esidad o sim mplemente lograr que lass hojas teng gan los nivele es óptimos...

5.1. MÉTODOS M NUTRICIIONAL

DE

o de la la abor agronó ómica: objetivo primario mizar recurso os para maxim mizar rendimie entos. optim

5.1.1. MUESTR REO DE SUE ELO Tiene un valor mu uy relativo pa ara diagnosticcar las nece esidades nutrricionales dell huerto, máss bien es útil ú desde el punto de vissta orientativvo del estado físico-qu uímico del suelo y sus esidades de corrección de d aspectos como nece contenido de materia orgán nica, pH, posibles deficciencias o toxxicidades, así como ajusta ar los contenidos de fósforo y potassio en el abo onado de plantación p

Figura a 5.1. Toma de muestra m de suelo os con barrena.

Cuad dro 5.1. Rang go de conten nidos minerales en el su uelo para un huerto h de durrazno ELEM MENTO N % OVECHABLE APRO

POBRE 0.032 0.063 12.5 – 40

P

ppm Kg./ha ppm Kg/ha

11 8 – 30 35 – 70 150 – 365

Ca

ppm Kg/ha

250 – 500 450 -1200

750 -1000 1201 3000

Mg

ppm Kg/ha

12.5 – 25 110 – 300

50 – 75 300 -750

Zn

ppm Kg/ha

5 – 10 1.0 – 3.0

10 – 20 3.1 – 8.0

S

Kg/ha

20 – 40

41 - 125

Fe Mn

Kg/ha Kg/ha

10 – 30 6 – 20

31 - 85 21 - 75

K

DIA AGNÓSTICO O

Una labo or importante del agrónom mo es poderr diagnosticcar las nece esidades nutrricionales del huerto, a continuación se muestran n algunas de e las herram mientas que pueden utilizzarse para tal labor, en ellas se pue eden apoyar para realizarr un trabajjo más eficiente y así conseguir el

MEDIO 0.096 0.126 42.5 87.5 11.1 - 20 31 - 60 70 – 105 366 - 750

RICO 0.159 221 0.2 90 0 - 125 20 0.1 - 35 60 0 - 100 14 40 – 17 75 75 50 15 500 12 25 15 500 30 001 – 50 000 12 25 – 17 75 75 50 – 12 250 20 0 8.1 – 5.0 15 12 26 – 25 50 86 6 – 150 76 6 – 125

48   

Cu Kg/ha B Kg/ha MATERIA A % ORGÁNICA COND. ELE ECT.

0.8 – 1.2 0.8 – 1.4 0.6 – 1.6

1.3 – 3.0 3 1.5 – 2.5 2 1.7 – 3.5 3

3.1 – 5.0 0 2.6 – 4.0 0 3.6 – 5.0 0

0.5 – 1.0

1.1 – 2.5 2

2.6 – 4.0 0

Una vez obtenidos o los resultados del d análisis de e suelos, para p determinar las neccesidades de e fósforo y potasio en el e abonado de d plantación n usar las siguientes s tablas Cuadro 5.2. 5 Interprettación de re esultados del análisis de suelo para p fósforo o y potasio o extraíbless (Mehlich), pa ara duraznero o. Raseira, 19988

5.1.2 2. ANÁLISIS S FOLIAR Es uno de los métodos más m seguros para cono ocer el esta ado real de nutrición de e las plantas. El dia agnostico fo oliar consiste e en determinar med diante análiisis químico o, el contenido de elementos e n nutritivos en una muestra represe entativa de hojas, tom madas segú ún método ad decuado y mo omento oportu uno. Dura ante el perío odo de activid dad vegetativva, el nitró ógeno, fósforo o y potasio alccanzan un má áximo y de espués dismin nuyen, mientrras que el Mg g y el Ca aumentan a con ntinuamente.

CLAS SES DE SUELO * 1

N NIVELES LIMITANTE L M MUY BAJO B BAJO M MEDIO SUFICIENTE S A ALTO

6.0 >8.0

2

3

9.0 >12.0

4 mg/l de P 18.0 >18.0 >24.0

5

POTAS SIO mg/l de eK 30.0

41-60 61-80

Cuad dro 5.4. Varia ación de los contenidos c fo oliares en durazno Batjerr y Westwood d, 1958.

81-120 >120

DÍAS DESPUES DE

*Clase e 1: suelos con más de 55 % de arcilla. Clase e 2: suelos con 41 a 55 % de d arcilla Clase e 3: suelos con 26 a 40 % de d arcilla Clase e 4: suelo con n 11 a 25 % de arcilla Clase e 5: suelo con n menos de 10 0 % de arcilla a Una vezz determinad da la clase e de suelo o identificarr el nivel en que q se encue entra y utilizarr cuadro 5.3 3 Cuadro 5.3. Recom mendacioness de abonado o fosforrado y potás sico antes de e plantación, para el cultivo de e durazno, en e función al análissis de p y k en n el suelo. Rasseira, 1998 Interpretació ón de

Fertilización

P Y K en el suelo

fos sforada Kg.de e P2O5/ha

Se ha h comproba ado experime entalmente que q el perío odo de mayor estabilidad de la composición del limbo l es tress a cuatro se emanas ante es del inicio o de la co osecha, como lo muesttra la siguiente tabla

N

P

K

Ca

M Mg

3.50 3.00 2.70 2.70 2.35 2.00 1.40

0.24 0.19 0.17 0.15 0.15 0.14 0.10

2.65 2.90 2.90 2.75 2.50 2.50 2.10

1.80 2.40 2.60 3.00 3.10 3.25 3.55

0.41 0 0 0.46 0 0.56 0 0.62 0 0.63 0 0.64 0 0.77

FLOR RACIÓN 30 60 90 120 150 165 180

Para a una muestrra se toman de d 80 a 100 hojas de por p lo menos 20 árboles representativo r os del huerrto. Se toman n del tercio medio m de una rama mixta a de entre 20 0 y 50 centím metros de lon ngitud una o dos hojas, deben ser sa anas, enterass y sin resid duos de agroq químicos.

Fertilización potásica Kg.deK2O/ha

Limitante

120

130

Muy bajo

90

100

Bajo

60

70

Medio

30

40

Suficiente

0

20

Alto

0

0 Figura a 5.2. Tomando muestra de hoja as para su análisiis.

49   

La muestra se conserva en lugar fresco, dentro de una bolsa, para ser enviada al laboratorio, previo etiquetado con los datos del huerto y antecedentes de fertilización de la temporada anterior. La interpretación de los resultados se realiza como sigue: Comparar los resultados del análisis con los niveles críticos, para los macronutrientes (N, P, K, Ca, Mg y S), si corresponden al nivel óptimo, repetir la misma fertilización del año anterior, o en su caso ajustar la dosis del año anterior hacia arriba o hacia abajo, según la diferencia presentada. En el caso específico del potasio, cuando no se aplicó anteriormente éste elemento por estar en estado satisfactorio en el suelo, pero en el análisis foliar muestra que está en el nivel inferior del rango óptimo, será necesario iniciar la aplicación de fertilizantes a base de potasio al suelo. En relación a los micronutrientes, será necesario aplicarlos solo cuando el análisis muestre que se presentan en estado deficitario. Cuadro 5.5. Niveles óptimos de nutrientes en hojas de durazno, en muestras foliares tomadas tres a cuatro semanas antes de la cosecha. Bennett, 1993. NUTRIENTE N % P % K % Ca % Mg % Cl % S % Fe ppm Zn ppm Mn ppm Cu ppm B ppm Na ppm

DEFICIENTE - 2.3 - 1.0 - 0.25 - 0.15 - 60 - 15 - 20 - 18

ÓPTIMO 2.6 – 3.0 0.1 – 0.3 + 1.2 + 1.0 + 0.25 0.2 – 0.6 + 60 + 20 + 20 +4 20 - 80

TÓXICO

+ 0.3 + 1.0

+ 100 + 0.2

5.2. POTENCIAL PRODUCTIVO Cuando no se disponen de datos históricos confiables del rendimiento obtenido en un huerto en producción, se puede determinar el potencial de rendimiento en función al número de frutos promedio que es capaz de producir por árbol y por hectárea y con el peso promedio del

fruto, determinar el rendimiento por hectárea potencial El número de frutos potenciales se puede determinar multiplicando 7 frutos por centímetro cuadrado de la sección transversal del tronco a 20 centímetros de altura del suelo, o auxiliándonos con el cuadro 4.2. Una vez obtenido el número potencial de frutos a obtener por árbol, en una muestra de por lo menos 10 árboles, se puede estimar las necesidades de nutrientes como nitrógeno. Partiendo de que la tasa de demanda de nitrógeno por el fruto es constante a través de las etapas de crecimiento del mismo en 1.15 mg/día/fruto (Batjer y Westwood, 1958) y conociendo la duración del período flor a fruto, podemos estimar la cantidad de nutriente a consumir por esta parte de la planta y de acuerdo con el cuadro 5.6, considerando que el fruto consume el 39.31 % del total del nutriente, inferir las necesidades totales del huerto. Cuadro 5.6 cantidad de nutrientes removidos del suelo por una huerta de durazno de 14 años de edad y un rendimiento de 33.6 ton/ha. (Bennett, 1993) Parte de la planta Nutrientes removidos Permanente mente Fruta Crecimiento de ramas Crecimiento de raíz Subtotal Removidos del suelo pero Retornados posteriorme nte Frutos caídos y raleados Hojas Poda Total

N Kg/ha

P Kg/ha

K Kg/ha

Ca Kg/ha

Mg Kg/ha

57.0 7.8

8.7 0.9

87.8 2.5

2.7 7.8

2.5 0.9

11.6

2.7

6.3

5.7

1.0

76.5

12.3

96.4

16.2

4.4

21.5

2.7

24.2

2.1

1.2

28.9 18.1 145.0

2.7 2.1 19.8

66.2 9.6 196.5

83.6 24.2 126.1

17.8 2.1 25.5

Ejemplo: Un huerto variedad diamante, 800 árboles por hectárea, con un período de flor-fruto de 125

50   

días y con n un promedio de perímettro del tronco o de 30 cm.., fertilización con granulad dos.

„

De acuerrdo al cuadro o 4.2 producirá 360 frutoss por árbol

„

Aplicar fo ormas de alto o aprovecham miento de fósforo, poco nittrógeno y ácidos á húmicos--fúlvicos. Esta ferrtilización de ebe estimula ar la formación n de nuevas raíces. r

800 abr./h ha x 360 fruto os/abr. = 288 000 frutos/ha a 125 días (f-f) x 1.15 5 mgN/día/fru uto = 143.75 5 mg/fruto de d nitrógeno = 0.14375 gN N/fruto. 288,000 frutos/ha f x 0.14375 0 g/fru uto = 41,400 0 mg/ha = 41.4 4 kg N/ha Si el fruto o consume so olo el 39.31 %, % por lo tanto o la planta consume c 105 5.31 kg /ha de e nitrógeno de Partiendo o de que e la eficiencia e aprovecha amiento de fertilizantes nitrogenadoss granulado os en el suelo o es de aproxximadamente e 50 a 60 %, las neces sidades reale es del huerto o serán en ntre 175.51 y 210.62 kg/ha. De e fertilizantte a base de nitrógeno.

Figura a 5.3. Aplicación n de fertilizantes sólidos al suelo o, en la zona de goteo, antes de ser enterrado os.

Dura ante el prime er desarrollo o:

5.3. FER RTILIZACIÓN N DE FOND DO „ „ „ „

„

A través de la l corrección n del pH, se e ap porta calcio y magnesio o azufre. La a fertilización n de fondo sirve para darr bu uenas condic ciones al árbo ol por los doss o tres primeros s años. La a fertilización n de fondo puede incluirr fó ósforo, potasio o y materia orgánica A momento de Al d hacer la plantación p se e re ecomienda aplicar a 500 gramos g a un n kiilogramo de superfosfatto de calcio o siimple o 300 gramos g de superfosfato de e ca alcio triple, junto j con 2 a 4 kg. de e o estiérrcol co omposta bien n de escompuesto o Se podrían ten ner buenos re esultados con n la a aplicación de enraizzadores y/o o fe ertilizantes de inicio o de arranque e du urante esta etapa.

„ „ „ „ „ „ „ „

Una vez estimulado e ell sistema radiicular, promoverr el crecimien nto vegetativo o para formar lass ramas de estructura. Promover la rápida a formación n del esqueleto o del árbol y un u alto volumen de madera. Solo se requiere de nitrógeno en n esta etapa. Las dosiis de nitróge eno son ba ajas y frecuente es, ya que aún no cuenta a con suficiente es raíces. Las aplica aciones pued den ser cada tres o cuatro se emanas. La forma de nitrógeno o debe ser de alta asimilació ón, por ejemp plo fosfonitrato o. Los prime eros dos messes de 30 a 50 g. De fosfon nitrato por árb bol Los sig guientes m meses aum mentar paulatinamente hasta llegar a 100 g. En octubre

Dura ante el segun ndo año:

5.4. FER RTILIZACIÓN N DE DESA ARROLLO Primera fertilización: f „

Se debe realiz zar hasta que e el suelo ha a vu uelto a toma ar su estructu ura, es decir, no o excesivame ente poroso.

„

en funció ón al grado de desarrollo del árbol (ca apacidad prod ductiva), se aplica a nitrógeno o 120 a 140 Kg/ha, K fósforo o 50 a 70 Kg /ha a y solo en su uelos arenoso os y/o bajos en potasio de 60 6 a 150 Kg g. /ha, por tempo orada.

51   

„ „

a la brotación se aplica la mitad del nitrógeno y todo el fósforo y potasio antes del raleo de frutos el resto del nitrógeno

5.5. FERTILIZACIÓN DE PRODUCCIÓN Tercer año: „

„ „

Con apoyo del análisis foliar, determinar las necesidades de modificar las dosis de fósforo y potasio, así como las posibles deficiencias de microelementos Dependiendo del desarrollo del árbol, aumentar la dosis de nitrógeno, pudiendo llegar hasta 180 a 200 kg./ha Ajustar nuevamente el pH del suelo

A partir del cuarto año: „

„ „

„ „ „

„

„

Realizar los ajustes de dosis en función a los resultados del análisis foliar (tomado tres a cuatro semanas antes de iniciar cosecha). Nitrógeno, fósforo y potasio se repiten, suben o bajan de acuerdo a si coinciden con los niveles óptimos. En suelos ricos en potasio (con CIC mayor a 10 meq. /100g y más de 5 % de potasio intercambiable), normalmente no requieren de aplicaciones de fertilizantes potásicos, excepto cuando los niveles foliares están en 1.2 % o menos. En esos casos iniciar con dosis de recuperación (100 kg. /ha de potasio). Los microelementos solo se aplican cuando el análisis foliar los reporta como deficientes. Los microelementos se pueden aplicar como formulas complejas que incluyen varios elementos o como formulas específicas del elemento en estado de deficiencia. Resulta más económico y eficiente corregir deficiencias haciendo simultáneamente aplicaciones al suelo y foliares de microelementos o por lo menos foliarmente. La materia orgánica se puede aplicar cada año o en años alternos, tratando de mantener niveles entre 3 y 5 %.

„

Puede sustituirse la aplicación de estiércol, composta o abono verde con la aplicación de ácidos húmicos fúlvicos cada año.

Hacer análisis de suelo cada dos o tres años para determinar las necesidades de encalado o la presencia de niveles tóxicos de aluminio y los niveles de reserva de potasio aprovechable.

5.6. FERTILIZACIÓN FOLIAR La fertilización foliar, es la nutrición a través de las hojas, se utiliza como un complemento a la fertilización al suelo. La fertilización foliar se ha convertido en una práctica común e importante para los productores, porque corrige las deficiencias nutrimentales de las plantas, favorece el buen desarrollo de los cultivos y mejora el rendimiento y la calidad del producto. La fertilización foliar no substituye a la fertilización tradicional de los cultivos, pero sí es una práctica que sirve de respaldo o apoyo para suplementar o completar los requerimientos nutrimentales de un cultivo que no se pueden abastecer mediante la fertilización común al suelo. Los fertilizantes foliares como apoyo a la fertilización al suelo, son muy importantes, son de gran utilidad para corregir deficiencias de elementos menores de forma inmediata. También son muy importantes para el apoyo de la nutrición del árbol, cuando por escasez o por exceso de humedad, los fertilizantes aplicados al suelo no están disponibles. El momento más favorable para una óptima aplicación es en las primeras horas de la mañana, las últimas horas de la tarde y una alta humedad relativa durante la aplicación, favorecerá una mayor absorción. En el cultivo de durazno las aplicaciones foliares también buscan otras estimulaciones como una mejor brotación, favorecer la maduración y formación de yemas florales ya sea para acelerar o uniformizar este proceso. Para la estimulación de brotación es necesario aplicar nitrato de potasio al 3% y 5%, complementando con citrolina al 3% y revent 250ppm.

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Al iniciar la brotación es recomendable hacer aplicaciones con fertilizantes compuestos por macronutrientes, micronutrientes y hormonas (giberelinas y auxinas). También se puede complementar con aminoácidos, ácidos húmicos, ácidos fúlvicos y hormonas como las citocininas. Se podría complementar con aplicaciones foliares de elementos menores. Para acelerar y uniformizar la formación de yemas es recomendable hacer aplicaciones de fosfato monopotásico al 0.5% Es recomendable hacer aplicaciones foliares de elementos menores o micronutrientes como zinc, manganeso, calcio, boro, entre otros, durante el desarrollo del fruto y crecimiento vegetativo.

Cuadro 5.7. Nutrientes aplicados foliarmente según la etapa fenológica del árbol ETAPA FENOLOGICA Reposo

FERTILIZACION FOLIAR Zinc, Cobre.

Floración

Macronutrientes y Micronutrientes, Nitrato de Potasio, Boro, Hormonales, Aminoácidos, Ácidos Húmicos y Fúlvicos. Amarre a Nitrato de calcio, Boro, Hormónales, endurecimiento Aminoácidos, Ácidos Húmicos y de hueso Fúlvicos. Premaduración Compuestos de potasio, compuestos de calcio, hormonales, Aminoácidos, Ácidos húmicos y Fúlvicos. Antes de tirado Fosfato mono potásico, de hoja Micronutrientes, Urea.

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6. TÉCNICAS DE RIEGO Y DRENAJE Aún cuando es factible realizar el cultivo de durazno bajo condiciones de temporal en las zonas con precipitación superior a 800 mm anuales, la aplicación de riego al cultivo es una práctica altamente redituable, al obtener con ello mayor productividad y frutos de mayor calibre y calidad. Es necesario regar cada ocho días a partir del momento de la plantación, distribuyendo el agua alrededor del árbol y después se sugiere dar riegos ligeros cada 10 o 15 días, hasta el inicio de las lluvias y dos riegos entre octubre y noviembre. Esto promoverá el crecimiento durante el periodo favorable de luz y calor entre abril y junio. El manejo del riego tiene gran influencia sobre el sistema radicular del árbol, determina su distribución y el, volumen de suelo explorado por este para obtener el agua y nutrientes. En los suelos de la región, es común que las raíces del durazno exploren hasta una profundidad de dos metros o más aunque la mayor concentración de raíces se encuentra en los primeros 50 cm, se puede extender en un área de 10 a 20 m2, dependiendo entre otros de la variedad del portainjerto, el espaciamiento entre plantas, la intensidad de poda, el sistema de conducción y el tipo y manejo de suelo. La fertilidad y el pH del suelo también influyen en el crecimiento de las raíces, siendo el pH más adecuado entre 6 y 7, ya que más ácido, presenta mucho aluminio libre, tóxico para las raíces. La textura, oxigenación, humedad, temperatura, nutrientes, cobertura vegetal, flora y fauna del suelo, pueden provocar modificaciones en el patrón de distribución del sistema radicular siendo más adecuados los suelos con textura media o ligera y menos deseables los arcillosos. Es indispensable considerar estos y otros factores para determinar la frecuencia y duración de los riegos y optimizar agua y nutrientes aprovechados por la planta. Se debe regar en las zonas de mayor abundancia de raíces tanto en sentido vertical como

horizontal, es decir los primeros 50 a 70 cm de profundidad y la zona cercana a la zona de goteo. Manejo del riego En suelos muy arenosos igual que en los arcillosos, la frecuencia de riego será mayor y de menor duración; en tanto que en los de textura media, por conservar más tiempo la humedad, serán más abundantes y menos frecuentes. Es importante considerar la capacidad de almacenar agua por el suelo, la cantidad de agua que puede aprovechar la planta y la velocidad de penetración del agua ya que tan importante es que se disponga de agua como de aire en el suelo y un suelo totalmente saturado de agua, provocaría la asfixia de las raíces. La frecuencia de riego depende mayormente del sistema de irrigación con que se cuenta y la cantidad de agua de que se dispone, por lo que la producción deberá programarse de acuerdo a la disponibilidad de este importante recurso. El riego debe considerarse además como un vehículo para los nutrientes que entran en la planta, por lo que debe coordinarse el programa de fertilización con el programa de riego y de ser posible conjuntarse (fertirriego). El árbol de durazno no demuestra en el follaje fácilmente los efectos de la falta de agua, pero cuando se prolonga dicho estrés, se manifiesta en reducción del crecimiento en ramas, frutos y hojas. Los períodos más críticos son: desde la frotación hasta el cuajado del fruto (20-30 días después de floración), en los que depende un buen amarre de flores, crecimiento inicial abundante de follaje y multiplicación celular en el fruto. Igualmente las últimas tres semanas antes de madurar el fruto, en las que se da la fase de aumento de volumen rápido a base de incrementar el contenido de agua en las células. Otro período es la etapa de diferenciación de yemas florales, que ocurre poco después de la cosecha. El abasto de agua debe ser constante en función de las temperaturas e incrementarse ligeramente en los períodos críticos. La forma más práctica de saber dónde y cuanto regar en una ocasión, es el muestreo

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directo en e campo, es decir, descubrir superficialmente alrede edor del árbo ol y localizar las zonass de mayor abundancia de raíces delgadas para saberr la zona de d riego y fertilizació ón. De ig gual mane era hacer aplicacion nes de distinta as cantidadess de riego y al día siguiente s co on una pala localizar horizontal y verticalm mente las sombras de humedad.. Siendo adecuadas aque ellas que no sobrepasa an de 50 a 70 0 cm de profundidad, que es donde hay más raíc ces y deben quedar q agua y nutriente es para ser ap provechados..

Métod do superfic ciales tecnifficados

o

de

gravedad

Son métodos m que buscan evita ar alguna de la pérdid da que se producen en n los métod dos gravita acionales tradicionales co on el objeto de mejora ar el control y la homogeneidad en que e el agua es e aplicada, entre e ellos de estacan: Condu ucciones po or tuberías, reducen las pérdid das por condu ucciones fuerra de los límittes de los cuadros de cultivo. c

En relació ón a la cantida ad de agua que ocupa la planta en determinado o período de tiempo t para un adecua ado desarrollo, es aproximadamente el 66 % de e la evaporac ción (esta info ormación se obtiene en e una estac ción meteoro ológica). Lo que nos da d la idea que la cantidad d de agua a regar está á en función a la temperratura de la temporada a. Métodos de irrigación n Métodos superficiale es tradicionales

o

de

gravedad

El agua se s desplaza sobre la su uperficie del área a reg gar, cubriéndola total a pa arcialmente, conducida a solamente por p la diferencia de corta entre un punto p y otro por p la acción de d la fuerza de la gravvedad (de ah hí el nombre de método gravitacionales). No requiere inversione es en equipo de d bombeo, tuberías, válvulas, v etc.; pero en cam mbio sí que precisan de d un alto grado de siste ematización previa de e los cuadrros a regarr, esto es, nivelación n y sistematiza ación para po oder el agua adecuada amente.

Figura 6.2. Conducción de agua para a riego rodado en tubería con válvulas de salida.

Métod dos presuriza ados Requiere de una determinada d presión pa ara operarr. El agua se e obtiene porr una diferenccia de corta entre la fuerte f de agu ua y el sectorr a regar, o mediante un equipo de bombeo. El agua se s conduce al a suelo mediiante tuberíass a presió ón. Existen diferentes tiposs en función de los em misores que se utilicen. Ventajjas que prese entan: • • • •

Figura.6.1. Preparación P de canales c para riego rodado

Se adaptan n mejoras a las aplicacion nes frecuentes de escaso volumen a las plantas rea accionan mejo or. Son más eficientes en el e uso del agu ua. ás económico o al no requie ere Manejo má mucha mano m de ob bra y al no humedecerr todo el suelo o. No precisa sistematizacción del terren no.

ncipal inconvveniente radicca en la mayyor El prin inversión que req quiere, tanto en lo que a equipo o de riego se refiere como a las infraesstructuras.

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La eficiencia de un mé étodo de riego se refiere a la cantid dad de agua que queda almacenada a en la zo ona radicular, en relaciión con la cantidad total de agua que se ussa, el riego localizado o sin los inconvenientes citados c o en cultivos anuales tiene el inconvenie ente de que queda alm macenada en n la zona ra adicular, en relación con c la cantida ad total de agua que se usa. El rie ego localizado en cultivo del d durazno tiene el in nconveniente de que la de ensa red de tuberías situadas sob bre el terreno dificulta muchas tareas agríc colas, sobre e todo las labores qu ue emplean maquinaria, m t tratamientos sanitarios, cosechas etc. e Lo norm mal es que, para algun nos de estos s trabajos, se recojan los ramales porta gotero os, lo que implica un importante e costo en mano de obra y equipo de recogida y extendido, así como en almacenes o lugaress donde gua ardar las tub berías. Por tanto, la idea de rieg go subterráneo es muy atractiva ya y que todas s las tuberíass incluso las laterales se s mantienen enterradas,

El sisstema de micro m aspersión da buen nos resulta ados en productividad se dispone de una u gran cantidad de mangueras de riego que q recorren las línea as de huerto o con emisorres individ duales (micro o aspersores)) con diferenttes diseño os mojando una u superficie e relativamen nte peque eña, presenta a otras venttajas como no moja la totalidad de el suelo, perm mite el riego por p debajo o de la copa a de los arbo oles ya que es más fácil la obsservación de el riego, y la determ minación de la lamina de d riego, pe ero ofrece e algunas difficultades téccnicas como lo son la a presión a qu ue debe operrar, la ubicaciión del asspersor, las enfermedadess del tronco que q se pro opician por mo ojarlo, etc. pe ero no obstan nte, en deffinitiva es una a buena altern nativa.

Todos lo os métodos de riego, utilizados adecuada amente deben arrojar resultados similares, la única diferencia que q habría entonces sería el grado de eficiencia en el uso del agua a. El rieg go rodado tiene un aprovecha amiento de 50 5 % aproxim madamente, el riego po or aspersión un u 75 % y el goteo hasta un 90 %. En la prráctica se ha h observad do que no obstante el costo de d instalació ón de los sistemas mecanizados (aspersión n y goteo), resultan altamente a costeables y eficcientes.

Figura 6.3. 6 Riego por micro aspersión.

Riego o por goteo Riego por aspersión Simula de e alguna manera el aporrte de agua que realizan las lluvias. Consiste en n distribuir el agua por tuberías a presión y aplicada a través de aspersores en forma de e lluvia. Se busca aplicar una lám mina que sea a capaz de infiltrarse en el suelo sin s producir escorrentía. Si el equipo está diseñ ñado respectto al tipo de suelo a regar se ob btiene una lá ámina muy uniforme sin s que se pre esente escurrrimiento, los diversos sistemas existentes van desde los a dos como lo os cañones equipos autopropulsad regadoress o los equiipos de avance frontal, hasta equ uipos de dife erentes dime ensiones de alas móvilles.

En el riego por go oteo el agua a se conduce e a presió ón por tuberíías y luego por manguerras que recorren las hileras del huerto, h con un emisor externo o incorporado a la mangue era de riego es un gottero de caudal y separaciión variab ble según el suelo, aplicca el agua en forma de gotas que e se van infiltrando a mediida que ca aen este méttodo de riego o es preferiido por su s facilidad de operación y buen nos resulta ados en la disstribución del agua, siemp pre y cuan ndo los goterros se coloqu uen en cantid dad y ubicación adeccuada. Tamb bién presenttan ventajas para ser utilizados tan nto en terren nos planoss como inclin nados, adem más de que no moja las hojas, no o tiene pieza as móviles y es fácil su s mantenim miento. la colo ocación de más m

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común de e los goteros es en círculo alrededor del árbo ol ("cola de e cochino"), pero es igualmente eficiente y económico, colocarlo c en línea, con n el entendid do de que se s puede ir incrementtando el núme ero de gotero os conforme el árbol crece c y cuand do es adulto o, se instala una segun nda línea de goteros. g

Figura 6.5. Riego por goteo en círcu ulo o en “cola de o cochino

En alg gunos método os de riego co omo el de gotteo no es posible fertilizar de otra manera por lo que sería s la única forma de d aplicar los nutrien ntes al cultivo o. El ferttirriego bajo presión tiene e las siguienttes ventajas respecto al a riego superrficial Figura 6.4. Riego R con doble línea de goteo.

Mayorr eficiencia de e riego. Increm mento del rendimiento.

Estos doss últimos méto odos permiten fertilizar y regar al mismo m tiempo o y con meno os costo de mano de obra lo que e llamamos fertirriego f el cual se puede definir como el proceso por el cual los fe ertilizantes so on aplicados con c agua de riego.

Mayorr control de la as enfermedades. Menorr impacto amb biental. Mayorr calidad del fruto. f



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7. CONTR ROL SANIT TARIO 7.1. PLAGAS Trips

aceitte y en caso nece esario, apliccar inseccticidas a parrtir del desborrre de la flor los inseccticidas debe en ser poco agresivos a con n la fauna benéfica, principalmente p e las abejas. Es prefe erible aplicar muy tempran no o por la tarrde para a no interferrir con el trabajo t de los o polin nizadores. Con tiemp po cálido pobla aciones altass, es necesarrio aplicar ca ada sema ana hasta obtener o control, o que los fruto os alcancen 1.5 centímetro os de longitud. Ocassionalmente se requiere proteger el desa arrollo de ho ojas y rama as posterior al amarre de fru utos, pudiendo aplicarrse inseccticidas más agresivos, ya a que entoncces no hay trabajo de e abejas.

Figura 7.1. Trips hembra a y macho.

El trip ps frannkinie ella sp. Es un insecto o minúscculo, de cuerp po alargado, de d apenas un n milímetro de longitu ud, de color amarillo a claro. Las forrmas adultas son aladas. Se alim menta de flo ores, hojas, ramas r y fruto o tiernoss, raspando y succionando o la savia de e las células, manifestándo ose como o decoloraciones, deformaciones y desgarrraduras en las l partes affectadas. Loss brotes muy affectados detienen su u crecimiento, las flores y fruto os pequeñoss pueden n abortar. La a postura de e los huevoss tiene lugar en forma f aislad da. Bajo la a epiderm mis de las hojjas. ya que e el daño más s severo es en e floración y amarre e del fruto, se recom mienda hacerr tratamiientos al finallizar el letargo o y durante la a floració ón. Comúnm mente en sistemas s de e produccción forzada a se recomie enda agregarr un in nsecticida all aceite mineral, m para a disminuir poblacion nes de ácaro os, escamas, pulgon nes y trips,

Algunos de los insecticidas i q que se pued den emplear son (porr cada 100 litrros) metid dation (ssupracid 40e® ®) endo osulfan (thiodán 35 ce®)) mala athión (m malathión 1000 0®) azinffos metílico (gusation m20®) oxidiimeton metil (mettasystox®) bifen ntrin (talstar®) lamb bda cyyhalothin (kara ate) ® spino osad (spinttor 12 sc®))

115 ml 25 50 ml 12 25 ml 25 50 ml 20 00 ml 35 5 ml 40 0 ml 20 0 ml

 

Por ser un insecto volador, v la reinfestación ess muy frrecuente, po or lo que se e tienen que e tomar en e cuenta varrias acciones. Elimina ar huéspede es alternos (flores de e maleza as) 15 días antes del inicio de la a floració ón, monitorea ar poblacioness de trips con n bandass de plástic co amarillo bañadas en n

  Figura a 7.2.Daño de triips en hojas tiern nas

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Araña cristalina y araña roja La plag ga de mayor importancia en e el durazno o son los ácaros, llamados comúnmente e arañass rojas, qu ue compren nden variass especies, siendo la a más dañina a el ácaro de e Lewis o araña cristalina, se pueden n diferen nciar porque las arañas rojas son de e color café c rojizo y se localizan n en coloniass sobre el e haz de la hojas y la araña cristalina a es de color verde liimón o amariillo claro y se e localiza a en el env vés de la ho oja formando o colonia as a lo largo de d la nervadura central.

La araña a cristalin na es de tam maño minúscu ulo, apen nas visible a simple vista, de color verrde limón n o amarillo claro, c pasa por p tres estad dos inma aduros antess del adulto o. A 22 ° °C, maduran a los 12 2 días los ma achos y 14.5 las hembras. A mayyor temperatu ura, el ciclo se reduce. Una hem mbra puede en tan solo un mes producir 20, 2 12,000 y 13’000,0 000 desccendientes si la temperatura es 15.5, 21 10 26.5 °C, respectivamente e. El polvvo, temp peraturas alttas y la casi inexisten nte presencia de pre edadores, so on factores que q favorecen esta plag ga.

Figura 7.3. Daño en hoja a por araña crista alina. Figura a 7.5. Araña cristalina o Acaro de e Lewis.

Los áccaros en general realiza an su trabajo o destrucctivo, succion nando la savia a de las hojass por lo que se obs servan peque eños puntitoss decolorados que pueden cubrir la mayorr parte de d la hoja, prrovocando am marillamiento, con po oblaciones alttas, un quem mado marginal y defoliación prema atura. Pudien ndo afectar la a calidad d y rendimien nto de frutos hasta h en máss del 50 %, además de detener el e crecimiento o de ram mas y formación de yemass florales para a la próxxima temporad da.

La hibernación h d esta plag de ga se da en la hojarasca, male ezas o hend diduras de la corte eza de los tallos, lo hacen como hembrras adulttas fecundad das, las cua ales toman un colorr naranja. Aun A en invierno, en díías relattivamente cálidos, las he embras salen n a ovipo ositar por lo que q las infesta aciones pued den presentarse desd de el mes de enero e o febre ero, en in nviernos tibioss.

Figura 7.4. Defoliación por ataque de ara aña cristalina.

Figura a 7.6.Daños de araña a cristalina en e brotes.

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La araña cristalina ataca a casi exxclusivamente e árboless en producc ción, salvo qu ue una huerta a joven esté cerca de otra infestada. Loss monito oreos de esta e plaga deben serr frecuen ntes, buscan ndo en la pa arte baja del árbol, tomando die ez hojas por árbol y diezz árboless por cada cu uatro hectáreas de huerto. El umb bral económic co es 7 ácaro os por hoja en n tiempo o fresco y 4 ácaros á por ho oja en tiempo o cálido. En araña rojja el umbral económico e ess 7 a 10 ácaros por hoja.

ajar los nivele es de humed dad etc.), evitando ba oreciendo las poblaciones de en el suelo y favo os. insecctos benéfico

Figura a 7.9. Depredado ores naturales de e araña cristalina a.

Figura 7.7. Colonias de araña a cristalina en e el envés de la a hoja.

Los muestreos se debe en realizarr prefere entemente en e árboles que fueron n infestados en año os anterioress, cerca de e camino os o fuentes de polvo o en n los lindeross cuando o se colinde con otra huerta con n plantass susceptibles s. Todos los muestreos m se e inician en el tercio in nferior del árb bol.

Figura a 7.10. Chrysopa a spp. Depredad dor natural de ara aña cristalina.

a.7.11. Coleópte ero depredador de araña cristalina a. Figura

Figura 7.8. 7 Aspecto general de un árb bol con daño de e araña crristalina.

El con ntrol se inicia a eliminando o hospedeross alterno os (malezas) por lo meno os en la zona a de go oteo, evitando o fuentes de d polvo (no o rastreo os, asfaltand do o regand do caminos,

Dura ante el le etargo, aplicaciones de inseccticidas y/0 aceite min neral, reduccen signiificativamente e las poblaciones. Solo en caso o necesario, re ecurrir al con ntrol químico.  Los mejores con ntroles se ob btienen cuan ndo denttro del umbra al económico o se aplica un ovicida (p. ej. hexithiazox= savey®, 150 a y se g/ha), combinado con un adulticida repitte en un interrvalo no mayo or a 10 días,, el

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adulticida, con el fin de romperr efectivamente el cic clo de vida de e los ácaros.

Las larvas son móviles solo po or unas cuanttas hora as y tan pro onto eligen el e lugar de su alime entación, se fijan en él y a los dos o trres días comienzan a desarrollar secrecion nes que dan lugar a su caparazó ón. Los mach hos en dos d o tres sem manas se tran nsforman y dan d lugar a dos alas, saliendo de su caparazón ny así se apare ean con las hembrras estaccionarias y mueren. m

Figura 7.12. Aspersión para p el control de e araña cristalina.

Alguno os de los pro oductos emp pleados en el controll son (por 100 0 litros) propargite (omite 6e e®) abame ectina (agrime ec®) + aceitte de verano óxido de d fenbutatin (torque e®) dicofol (kelthane ec® ®) azufre humectable ethion (ethion®) oxidimetón metil (metassystox®) bifentriin (talstar®)

100 a 150 ml 20 ml m + 250 ml 75 a 150 ml Figura a 7.14. Escama de d San José en rama.

190 a 250 ml 500 a 700 g 250 ml m 250 ml m 40 ml m

ma de san José Escam Insecto os estaciona arios con apariencia de e escama, de colorr blanco grrisáceo, que e ente se mimetizan con la corteza c de lass fácilme ramas.. Las larvas s son de co olor amarillo, provisttas de patas y caparazón, las hembrass miden de 0.2 a 0.3 mm y los machos son n más alargados y chicos. Los adultoss alcanzan de 1.4 a 1.8 mm de lon ngitud.

Figura 7.13. Escama de San José.

Este e insecto passa el invierno o en forma de ninfa a. Las hembra as son vivípa aras y dan lug gar hasta a 400 larvas por postura. En el curso del d año pueden presentarse hasta trres gene eraciones. La a primera posstura tiene lug gar en el mes de abriil, aunque la mayor parte del d año puede enccontrarse ca asi todos los estad dos de desarrollo. Los pe eríodos secoss y cálid dos favorecen n el aumento de poblacion nes en cambio c los llu uviosos las limitan. Follajjes denssos y ramita as suculenta as proveen las cond diciones ideales para el de esarrollo de esste inseccto. Los síntomas inííciales de la infestación de este insecto es que el árbol declina d en vigor, caracterizado porr un follaje am marillo dispersso, la presencia p de e manchas rojizas en las rama as, sobre tod do en aquelllas que tien nen uno o dos años de d edad, son indicadores de la presencia p de este inse ecto, y esttas manchas corressponden a las zonas de alime entación. Lass infestacione es fuertes dan n al árbo ol aspecto áspero y griss, producen la dese ecación de las l ramas, su s agrietado o y muerte. Hay otras esp pecies de escamas que q ocassionalmente se presenttan, como la esca ama tortuga, ambas se controlan con c

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relativa a facilidad durante el período de e letargo o, mediante la aplicació ón de aceite e minera al (citrolina emulsionable) al 1 a 2 %, combin nada con uno u de los insecticidass siguien ntes (por 100 litros):

Paratio on metílico (folidol 50®)

100 a 150 ml

diazino on (basudín 25®) 2

150 a 200 2 ml

azinfoss metílico (gusatiion 20 ce®)

200 mll

e insecto ata aca las hojass maduras del d Este dura azno pinchand do las célula as, en el envvés de la hoja, en el haz se e observa una u deco oloración blan nquecina, qu ue coincide con c las colonias c de ninfas n y adulltos. Un ataq que seve ero provoca debilitamientto del árbol y ocassionalmente la l defoliación n anticipada. El tiempo seco y cállido favorece el desarrollo de esta plaga.

Cuando se presentan ataques tempranos y severo os durante la etapa vegeta ativa, pueden n emplea arse (por 100 litros): diazino on (basudín 25®) 2 endosu ulfan (thiodán n®) azinfoss metílico (gusatiion m 20®) Paratio on metílico (fo olidol 50®) carbossulfan (marsha al 250 CE E®) bifentriin (talstar®)

40 ml

ethion (ethion®)

250 ml m

he de Chinch mícelffreshi):

150 a 200 ml 250 ml m 200 a 300 ml 100 a 150 ml Figura a 7.16. Síntomass de daño por chinche de encaje.

100 ml m

encaje

El control inclluye el tra atamiento con c inseccticida durante el letargo para dismin nuir las poblaciones invernantess. Durante la vege etación, inicia ar cuando se e presenten las primeras coloniass de ninfas, con alguno de los siguientes s pro oductos (por 100 1 litros): (Corytucha a

Las nin nfas son peq queñas y de color oscuro, el adulto tiene el cuerpo color ne egro. Las alass nes del protórax son n y lass expansion reticula adas por lo que de ahí se deriva el nombre e de chinche e de encaje, mide m tan solo o 3 mm de d largo.

Figura 7.15. Chinche de encaje.

naled d (selexone® ®) dime etoato (rogor l 40®) perm metrina (ambu ush®) endo osulfan (thiodán®) meta amidofos (tam marón)®

30 00 ml 12 25 ml 30 0 a 40 ml 25 50 a 300 ml 15 50 ml

Figura a 7.17. Colonia de chinche de encaje e en el envvés de la hoja.

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Pulgón n verde (Myz zus persicae) El adulto mide de 1.5 1 a 2.5 mm m de longitud, cuerpo o blando, color verde am marillento. Loss huevoss de invierno o, hacen eclo osión una vezz que ha a iniciado el tiempo cálido, dando lugarr a ninffas ápteras, luego esta as, producen n genera aciones partenogenéticas, siendo alada a una de e las generac ciones, que es la que se e encarg ga de su dispersión. d E otoño se En e forman n sujetos sex xuales que se s aparean y forman n los huevos de d invierno.

Los pulgones seccretan un liqu uido azucarad do, que posteriormen nte favorece la l formación de fuma agina. Este liquido azucarado, atrae a horm migas, que a cambio c de ello, los proteg gen de predadores como la ca atarinita y las criso opas. El co ontrol se iniccia en el período de letarg go, destruyendo loss huevecillos con ace eite mine eral y/o inssecticida. En E vegetació ón, ataques ligeros, pueden controlarse con c poda a, pero ataque es severos re equieren uso de inseccticidas. Lass poblacione es crecen muy m rápid do, por lo que deben detectarrse oporrtunamente lo os primeros in nsectos para su control. Los insecticidass específiccos como el pirim micarb (pirimo or) o aquellos poco agresivvos con los insectoss benéficos, son los más m indiccados para mantener la as poblacion nes perm manentemente e bajas. Ata aques severo os, requieren uso de e insecticidass sistémicos, ya que los hacinamientos de hojjas deformad das prote egen a las colonias de inse ectos.

Figura 7.18. Pulgón verd de del durazno.

Los da años que oca asiona son la a deformación n de las ramas tiernas s, del follaje y la detención n del de esarrollo de e los brotes, formando o entrenu udos cortos. Un fuerte attaque detiene e el dessarrollo de lo os frutos, pie erde vigor el árbol y puede hab ber defoliació ón anticipada. Ataque es sucesivos s pueden ocasionar o la a muerte e de los árbole es.

Algunos de los productos empleados e s son (por 100 litros): pirim micarb (pirimor 50®) diaziinon (basudín n®) endo osulfan (thiodán®) meto omilo (lannate e®) perm metrina (ambu ush®) carbosulfan (marsshal 250 ce®) flono ocamid (belea af®) Mos sca de la fruta a

100 g 150 ml 300 ml 30 a 40 g 40 ml 100 ml 15 g

Existten varios géneros g y especies, e tales como o anastrephaa ludens. Ragoletis pomoneeila. Toxittripana curvica auda, ceratitis capitata. Entre otrass.

Figura 7.19. 7 Deformació ón de hojas caussada por ataque e de pulgo ones.

Figura a 7.20. Diferente es especies de mosca m de la fruta..

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Esta plaga p ataca numerosas frutas, como o cítricoss, guayab ba, manzana, etc., recienttemente se ha encontrado o en durazno. Es una a plaga cuare entenaria, porr lo que se le e ha presstado gran intterés últimam mente.

Figura a 7.23. Fruto dañ ñado por mosca de la fruta.

Figura 7.21. Diferentes especies e de la mosca de la fruta.

El adu ulto es una mosca m de cue erpo amarillo, café o negro y combinaciones de estos se e encuen ntran cubierta as de pelos o cerdas, llega a a medir de 1.5 a 6 mm de lon ngitud, tienen n alas grrandes con ba andas y mancchas de colorr negro, café, naranjja o amarillo o. Las larvass miden de 3 a 15 mm de d longitud, ensancchadas en la parte anal y adelgazando o se gra adualmente hacia h la cab beza, son de e color blanco b o blanc co amarillento o.

Tam mbién el esta ablecimiento de campañ ñas regio onales de liberación de d poblacion nes y estériles m muestreos con tramp pas caza adoras. Es común uttilizar tramp pas mata adoras con atrayentes a o feromonas, así a como o en caso necesario aplicaciones a de inseccticidas direcctamente sob bre los árboles con fruta. f

Figura a 7.24. Insectoss parasitoides de d la mosca de e la fruta.

Es im mportante considerar la presencia den ntro o ce erca del hu uerto de especies frutales suscceptibles, así como la coin ncidencia de las époccas de cosecha. También considerar que q el da año inicia cua ando el fruto del durazno va a in niciar el cam mbio de colo or previo a la madurez.  

Figura 7.22. Larva de la mosca de la fruta.

Al eclo osionar las larvas l de loss huevecilloss que se e encuentran en la superfficie del fruto, inmediatamente com mienzan a allimentarse de e la pulp pa del fruto.. Conforme crecen y se e alimentan, producen n una serie de d galerías en n la pullpa que al oxidarse, favorecen f la a proliferración .de bacterias y otross microo organismos qu ue pudren la fruta. f   

El conttrol se realiza a usando simu ultáneamente e varios métodos, en ntre ellos el "legal", que e consistte en restrin ngir el tránssito de fruta a infestada a regiones s libres de la plaga.  

Figura a 7.25. Colocació ón de trampas de e muestreo.

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Las trrampas se elaboran co on frascos o botellas con un pe equeño orificiio por donde e entra la a mosca y ca ae en el líquid do formado a partir de una so olución de atrayente e insecticcida. Para monitorear m la presencia de e la plaga (trampas ca azadoras), se e colocan doss a cuatrro trampas po or hectárea, y una trampa a por cad da cinco árbo oles cuando se s usan como o trampa as cazadoras..

40® ethion 500 ce® imida an 500 pm® malathión 1000 0® mevinfos 185 ce® c dipterex®

s si 15o ml m

100 g

15 días 14 días

s si

no o

no

si

m 100 ml

o no 7 días

s si

4 días 7 días

s si

m 250 ml 300 g

si sii s si

Gusano del fruto o y barrenad dor de ramilllas y bro otes tiernos Denttro de esta plaga p tenemo os dos génerros con una especie cada uno (annarsia linatellaa y graph holitha molestta). Este barrenador ata aca tamb bién al cirue elo y chabaccano, dañan ndo flores y frutos tam mbién.   

Figura 7.26. Trampas ma atadoras de mossca de la fruta.

 

Figura a 7.28. Daño en frutos por gusan no del fruto.

 

Los adultos son palomillas pequeñas p de e 6 mm con las allas extendidas, éstas son s ango ostas de un n color griss ceniciento y vello oso. Las larva as son pequeñ ñas, de un co olor rojo moreno con n la cabeza a y segmenttos toráccicos oscuross. Al año pu uede haber de una a cuatro gene eraciones.  

e la fruta. Figura 7.27. Ciclo de vida de la mosca de

Los prroductos utiliizados tanto en trampass como en e aplicacione es al árbol so on: productto

basudín n 60 ce® dimetoa ato

dosis por 100 litros 15o ml 15o ml

interv alo de seguri dad 14 días 3 días

uso o en trampas

Cob erturr a totall

  A Adulto de grafolitaa

Larva de grafolita  

si si

Figura a 7.29. Adulto y larva l del gusano o del fruto.

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Al inicciar el desarrollo de las ramillas, lass larvas emergen y perforan las ramillass forman ndo galerías no profundas y largas, pero que si da añan a esstas ramitass deterio orándolas y aún prod duciendo su u muerte e.   

Figura a 7.32. Ciclo de vida v del gusano del fruto.

Figura 7.30. Ramilla barrrenada por gusano del fruto.

En florración se alim menta de florres abiertas y frutos pequeños, ta ambién en fru utos grandes, próxim mos a madura ar, forman galerías g poco o profund das, principa almente en la zona del pedúncculo o entre dos d fruto en contacto. Su con ntrol se realiz za cuando lo os muestreoss detecta an la presenc cia de esta plaga, p siendo o muy satisfactorio s el uso de insecticidass biológicos a base de Basillus thuringiensis, requirié éndose gene eralmente sollo una o doss aplicacciones por temporada. También se e obtiene e buen conttrol utilizar trampas con n feromo onas

Apliccaciones occasionales de d insecticid das contra frailecillos o algún otro insecto, cuan ndo el esspectro de accción es amp plio, basta pa ara controlar ambos. Algunos de los productos empleados e s son (por 100 litros): carbaril (sevin 80) ® delta ametrina (decis 2.5 ce) ® Bacillus thurin ngiensis (lepinox wdg) ®

200 g 50 ml 200 g

dos y mayate es Fraillecillo, picud Hay varias especcies de coleó ópteros que se alime entan del durazno, d sie endo los más m comunes e impo ortantes los frailecillos. f S Son insecctos de 15 a 20 mm de d longitud, de colorres café, gris o dorado. Sus larvas se cono ocen como gallinas ciegass y viven en el suelo o alimentánd dose de raííces y mate eria orgá ánica. Solo tiiene importancia los dañ ños cuan ndo los árbole es son jóvene es.

Figura 7.31. Trampa a ba ase de feromona as.

Los in nsecticidas aplicados a con ntra trips en n floració ón, generalmente son sufficientes para a controllar esta plaga a. En la etapa a próxima a la a madure ez

Figura a 7.33. Larva de escarabajo “galllina ciega”.

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Los ad dultos, se alim mentan de yemas, y flores, hojas, frutos tiernos y frutos próximos a madura ar, a los que solo comen la epidermis. Son eficientes e vec ctores de enfermedades e s como la monilinia.   

c Las trampas son simples botes blancos con a hasta la mitad, m con o sin insecticid da. agua Los tratamientoss en floración n, utilizando el espe ectro de acciión adecuado o, se controllan trips y frailecilloss. En tanto lo os tratamienttos para a controlar el daño en n hojas, de ebe basa arse en el uso de insecticcidas sistémiccos o de e larga persisstencia, ya que la movilid dad de la as poblacione es es mucha. En etapas e próxiimas a mad durar, solo hay h riesg go cuando essta coincide con c la época de lluvia as, que es cuando emergen grand des pobla aciones de insectos. La a dificultad del d control esta en el intervalo de seguridad en ntre apliccación y coseccha.

Figura 7.34. Daño en florres por frailecillo o.

El con ntrol de larva as se puede e realizar porr medioss biológico os, utilizand do hongoss entomo opatógenos como c Beauberria bassiana, o con in nsecticidas granulados g para el suelo o como furadan, f coun nter u otro sem mejante.

Prod ducto

dosis por 100 litros

Sevíín 80®

200 g

1 día

Mala athión 1000 0®

125 ml

7 días

Thiodán®

250 ml

14 días

Barrrenadores desc cortezadores s Figura 7.35. Adulto de piicudo.

Los ad dultos pueden n controlarse con trampass o inse ecticidas. Dad da la movilid dad de estoss insecto os, es difícil su control, y a que aun n elimina ando la población p exxistente, se e reinfessta fácilmente en poco tiem mpo.

Figura 7.36. Daño en fruto por frailecillo.

intervalo seguridad

del

tronco

de

y

Esta as plagas ata acan a los árrboles débiless y pene etran a travvés de cua alquier herid da, adem más de ata acar al durrazno, tambiién ataca an al ciruelo.

Figura a 7.37.Barrenad dor del tronco “gusano de cabe eza aplasttada”.

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Las larvas del barrenador de cabeza a aplasta ada son de co olor claro y miden m unos 20 0 mm, mientras m que los adultos (escarabajos), suelen ser más peq queños (10 mm) m y de colorr bronce eado. Su daño consiste en la a destruccción del cam mbium y la corteza, c cerca a del su uelo, lo que e debilita a los árboless llegand do a exudar goma g por las galerías. Lass galería as pueden lle egar a anilla ar el árbol y matarlo o.

En huertos co on ataque es necesa ario prom mover el vigo or de los árbo oles, eliminarr o quem mar las rama as o árboles completos muy m daña ados. Para el barrenad dor de cabe eza aplasstada dirigir las aplicacio ones a la ba ase del árbol, en tanto para el descortezad dor, apliccar a toda la madera m gruessa. Los insecticidas recomendado r os son (por 100 litross): 50 ml deciss 2.5 ce ® 200 g carbaryl (sevín 80 0 ph) ® 150 ml diaziinon (basudín n) ® Tuza a (Geomys bursarius b )

Figura 7.38. Daño en tronco por barrenad dor.

En tan nto el descorttezador es un escarabajo o de 2 a 2.5 mm de longitud, de color marrón n oscuro o. Los adultos surgen en primavera y reinicia an el ataqu ue de las plantas. Lass hembra as construyen una galería a longitudinal en la zona de cambium, donde van n depositando los huevecillos, h que cuando o eclosio onan forman una nueva galería y ahí tambié én pupan. Al A emerger los adultos, perfora an la corteza para salir y completar su u ciclo. Puede habe er dos generaciones porr año. El E daño directo o en la planta a consiste en n destruiir la zona de conducción e indirecctamente favo oreciendo la a entrada de e patóge enos que pueden provoccar la muerte e precozz del árbol.

Las tuzas miden de 20 a 40 cm. c Y pesan de 150 a 1200 grs. Su cuerpo ess grueso, cue ello casi imperceptible e, brazos fue ertes, uñas muy m desa arrolladas y una cola un u poco larg ga, presentando mandíbulas con n dos grand des incissivos, su piel es gruesa y muy amplia su textu ura es sedossa y brillante de color rijo oso amarillento obscu uro o marrón pálido, debiido a lass característiccas de su pie el se adaptan na desn niveles donde existen hu umedad alta a y resissten temperatturas altas.

  

 

Figura 7.39.Escolitido “descortezador del tronco”.

Figura a 7.40. Tuzas y daños d en raíz.

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Su rep producción es s sexual, preñ ñándose solo o una ve ez por año y el numero de d crías varia a de 3 a 7, viviendo de d 6 a 7 añoss , habitan en n un me edio subterrán neo madrigu ueras) por lo o cual re equieren de suelos bien drrenado. Es un n excava ador que se alimenta de d las raícess disminuyendo el vigor v y producciendo dañoss al árbo ol e incluso la muerte de esstos. Contro ol Debido o a sus hábitos tan peculiares, poco o sociables, huidizas y con gran habilidad h para a escond derse, para un u buen conttrol se deben n combin narse varias técnicas t como o son

Muestreo Este e se dirige a la l detección de d huevecilloss y ninfa as del chapulín. El muesttreo de ooteccas conssiste en busccar en el sue elo en sitios de ovipo ostura, como bordes de d la parce ela, caminos, baldíos etc. En una superficie s de un metrro cuadrado para determ minar las zon nas dond de probablem mente existiera un mayyor prob blema con la paga y realizar una u estim mación de lass posibles pob blaciones. Conttrol Para a realizar un u buen control debem mos realizzarlo integral de la siguien nte manera.

Canasttillas de maya a para las pla antas Conttrol biológico o. Utilizando o los hong gos Cebos envenenados en épocas de secas

Beau uveria bassiana a y Metarhizium m anisopliae.

Gases y explosivos en suelos hú úmedos

Conttrol cultural. Realizando o barbechos en los lu ugares donde e se encuenttren las ooteccas con la finalidad de exponer loss huevecillos a los enemigos e na aturales y a los efectos del d sol, así como no permitir el desarrollo de male ezas que so on su principal fuente de alime entación de tal forma que se evite la migrración y daño al durazno.

Caza Chapu ulín El cha apulín se ha convertido en e una plaga a muy perjudicial p para p el durazzno, esto se e , debe a su alta capacidad de reproducción r y hábitoss amplio rango de hospederos migrato orios. Las principales especies de e chapulín que están n atacando al a cultivo son n Sphena arium, Purrpurascens, Melanopluss differen ntialis, Brachys stola mexicana a y Boopedon n diaboliccum, las cuale es en términ nos generaless

pueden n llegar considerables.

a

causar

pérdidass

Conttrol químico.. Este tipo de control es pertinente utilizarlo cuando se encuentren por p arrib ba de 15 chap pulines por metro m cuadrad do. Para a obtener un mejor ressultado con la apliccación de insecticidas químicos es recomendable realizarlas cuan ndo el chapu ulín se encuentra e en los primeross estadios nin nfa les. SIS POR CAD DA 100 LITRO OS DEAGUA.. DOS Mala ation 1000® 125 ml. DIAZ ZINON®

150 ml.

Cipe ermetrina®

50 ml

Dime etoato®

125 ml

Para ation metílico 500 ® Meta amidofos®

125 ml. 125 ml

Figura 7.41. Chapulín alimentándose e de flores de e durazno.

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7.2. EN NFERMEDADES Pudric ción fructic cola)

morena m

(Monilinia a

Es la a enfermeda ad más de estructiva en n durazn no, causa dañ ños en flores, frutos verdess y madu uros y en ram mas.

fruto os puede darse aún ya y cosechad dos aparrentemente sanos, desa arrollándose la pudrrición blanda rápido ente en e pocas hora as, form mando círculoss concéntrico os de color ca afé parduzco y en el centro de la lesión comien nza la formación de gran g cantidad d de esporas de colorr grisáceo. En E el árbol estos e frutos se mom mifican y que edan pegadoss en las ram mas que también se secan.

Figura 7.42. Daño en florr por (Monilinia frutícola) fr Figura a 7.44. Momifica ación de frutos po or Monilinia.

El control c se inicia duran nte el repo oso mediante la aplicación de caldo bordelés hasta a en dos oca asiones, se co ontinúa duran nte la flo oración a pa artir de la etapa e de bottón rosado y se continúa hasta el endurecimien nto del hueso. h La fre ecuencia y tip po de fungicid das (de contacto o sistémico) dep pende del nivvel de riesgo. El nive el de riesgo se incrementa a al eleva arse la tempe eratura sobre e los 20 °C con c óptim mo de 25 °C .y alta humed dad relativa por p tiempo prolongad do. Figura 7.43. 7 Atizonado de ramas y dañ ño en frutos por Monilinia a.

El prim mer daño lo causan c atizonando flores, las cua ales se secan y quedan pegadas p a la a rama con c una pequeña gota de e goma café. Los fru utos pequeño os son muy sensibles, al ser ata acados, la alm mendra muerre y los frutoss se de eshidratan, quedando q pe egados a la a rama, toman un co olor gris pardo. Disminuye e su sen nsibilidad al endurecer e el hueso, pero o pueden n presentar pequeñas p ma anchas de la a enferm medad latente en ocasiones. Al iniciar la a madure ez del fruto, vuelve v a ser sensible s y lass lesione es latentes o las esporas provenientess de fru utos momific cados infecttan al fruto o cuando o comienza a tomar color Amarillo si el tiempo o es húmedo o. La pudriciión de estoss

Figura a 7.45. Daño en fruto por Monilin nia.

El da año en frutos al madurar se s da durante e la épocca de lluviass, sobre tod do cuando los fruto os han sido dañados por pájaros, p granizo

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o insectos. Por tal motivo es favorable utilizar variedades que maduren antes de las lluvias o controlar los insectos principalmente frailecillo), eliminar frutos y ramas podridos. En floración  las aplicaciones se deben realizar de  la siguiente manera:  1ª.etapa de botón rosa o cuando hay el 10 a 20 %  de flores abiertas. Ejemplos:  Tiempo seco  No 

Tiempo húmedo  Cercobin‐m® + captan® o Rovral 50 w® o  Switch 62.5 wg® 

2ª.en plena floración. Ejemplos  Tiempo seco  Daconil 2787 w ® 

Tiempo húmedo  Daconil® o saprol®

Generalmente  se  requieren  una  o  dos  aplicaciones  más    durante  el  desarrollo  de  los  frutos,  se  suspenden  hasta  que  el  fruto  desprende los sépalos o endurece el hueso  Tiempo seco  Azufre  Cercobin  m®  +  captan  50® 

Tiempo seco Captan 50®

2ª.

Elevat® o Amistar® o Botran 75® ph

3ª.

Folicur® o Tilt 250 CE® o Indar 20 s®

Tiempo húmedo  Captan  Cercobin m ®+ daconil®o Elevat® o  Rally 40 w® 

Recomendaciones en el manejo de fungicidas  para evitar resistencia:   1.‐ alternar fungicidas con diferente modo de  acción  2.‐ hacer mezclas de fungicidas sistémicos con de  contacto  3.‐ respetar el número de aplicaciones máximo  por temporada.  4.‐ usar benzamidazoles solo en mezclas (p. Ej.  Cercobin‐m®, bavistin®, benomilo®).  Al  cambio  del  color  del  fruto  pueden  requerirse  hasta  tres  aplicaciones  de  fungicidas,  generalmente  antes  de  cortar  la  fruta,  pero  en  caso  necesario  realizarlas  entre  cortes,  cuidando  utilizar  los  productos  con  menor  intervalo  de  seguridad 

Tiempo húmedo Rally® o Cercobin m ®+ captan® o Daconil® Amistar® O Elevat ®O Rovral ®O Ronilan® Folicur® o Tilt® o Indar 20 s®

  Cuadro 7.1.Relación de fungicidas usados en durazno para el  control de monilinia  Nombre común Nombre técnico

Grupo químico

Amistar®

Azoxistrobus

Estrobirulinas

Benlate® Botran 75 ph® Captan 50® Cercobin m® Daconil 2787 w75®

Benomilo

Benzimidazoles

Dicloran

Cloronitrobencenos 4 kg/ha

Captan

Ftalimidas

250 ml/100 lts

Tiofanato metílico

Benzimidazoles

60 a 100 ml/100lts

Clorotalonil

Cloronitrilos

Fenhexamid

Hidroxianilidas

Tebocunazole

Triazoles

Tiempo húmedo  Daconil 2787 w ®

3ª. A la caída de pétalos. Ejemplos  Tiempo seco  Daconil ®o saprol® 

1ª.

Elevat® Folicur 250 ew® Indar 20 s®

Dosis 30 ml/100 lts 75 g/100 lts

3.5 a 5 kg/ha 1.2 a 2 kg/ha 0.5 a 0.75 lts/ha

Kumulus df® Rally 40 w® Ronilan 50 w® Rovral 50 w®

Azufre elemental

inorgánicos

400-600 g/ha 300 a 500 g/100 lts

Myclobutanil

Triazoles

114 a 228 g/ha

Vinciozolin

Analidas

250 ml/100 lts

Iprodiona

Orgánicos

Rubigan® Saprol 1.6 ce® Switch 62.5 wg® Tilt 250 ce®

Fenarimor

Pirimidinas

60 a 75 g/100 lts 450 a 900 ml/ha

Triforine

Piperazina

75 a 150 ml/100 lts

Cyprodinil

Fenilpiroles

Propiconazole

Triazoles

Fenbuconazole Triazoles

50 ml/100 lts

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Tiro de d munición: Coryneum m beijerinekiii Oud Importa ancia: Esta enfermedad e se s encuentra en todas lass regione es productore es de durazn no en México o que incluye a los siguienttes estados: Chihua ahua, Michoa acán, Guanajjuato. Estado o de México, Puebla,, observándo ose en climass secos como húme edos causan ndo pérdidass que va arían del 20-7 70%, por otro o lado se han n determ minado en la región de Ucaréo o inciden ncias de tiro de munición en el follaje e del ord den del 21% % y en ramas del 7.5% % siendo muy bajo en n frutos. Por otro lado en n Uruapa an la incidenc cia de esta en nfermedad en n la zo ona aguaca atera es baja b porque e periódiicamente se s hacen aplicacioness dirigida as preventiva amente porqu ue la mayoría a del durrazno en la zo ona es producción forzada a llegánd dose a tene er síntomas leves en el follaje y frutos.

n, cuando la as lesiones se tiro de munición junta an forman ma anchas grand des y el núme ero de le esiones es muy variable de unas cuanttas hasta a más de 50 5 por hoja a disminuyen ndo conssiderablementte el área fo otosintética, las lesio ones miden de 3mm hasta a casi un 1 cm. c En ra amas se pressentan manch has semejanttes a lass de las hojass la parte afecctada separa de la sana s por un na hendidura a pero no se desp prende las co ondiciones pa ara el desarro ollo del patógeno p son n temperaturras que oscillan entre e 8-25ªC y humedad relativa alta a cond diciones que prevalecen en e la región. El hong go se mantien ne de un año a otro en form ma de micelio m para volver v a activa arse cuando las cond diciones son favorables. f

Síntom mas:

Figura a 7.47. Daño en ramas por tiro de e munición.

Etiología:

Figura 7.46. Daño en hojjas por tiro de munición.

Sobre el haz de d las hoja as aparecen n numero osas manchas casi redondass inicialm mente com mo una decoloración n amarillenta posterio ormente de color rojo la a cual va a aumentando de tamaño o rodeado porr un halo clorótico, y cuyo centro o se toma de e un colo or café rodead do por un anillo rojo y halo o cloróticco. Cuando la lesión ha alcanzado a su u mayor tamaño se pierde la colorración rojiza y se torn nan de color café claro co onservando el halo clorótico posteriormente se desprende el área necrótica dejando una perforación n similar a la ocasionada por una munición de e donde se toma su nombre la en nfermedad de e

El tirro de munició ón es causad do por el hon ngo Coryn yneum beijerrinckii Oud. Hongo que q perte enece a la Clase C Deutero omycetes, Ord den Melanconiales, Fam milia Melanconniaceae, Gene ero Coryn yneum, Esp pecie beijerrinckii. Form ma acérrvulos subcuttáneos conidióforo delgad do, simp ple, conidioss oscuros multicelulare es, oblongos a fusiformes conidioss de 4-6 células ovale es de color olivo y miden de d 30-40x12--14 micra as producid dos por conidióforos que q emergen de la as lesiones en pequeñ ños ácerrvulos negros. Conttrol: Una aplicación en e el invierno y otra en la primavera de fu ungicidas co omo Benlate e®, Quifo olatan®, Manzate® M y Cobrezate e® prote egen satisfacctoriamente al duraznero; sin s

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embarg go aplicacion nes de produ uctos a base e de cob bre en la re egión han occasionado un n síntom ma muy similar al tiro de munición por lo o que se e sugiere no o hacer apliccaciones con n estos productos p cuando tienen follaje y sólo o aplicarrlos durante el e reposo.

que hay añoss que se lleg gan hasta cerrca aunq de lo os 2000mm. Sínto omas: Por lo general la enfermedad se presenta a al finaliizar el veran no o inicios de otoño los primeros síntoma as en las hoja as se presenttan en fo orma de manchas amarille entas por el haz h y de esarrollándose e por el envvés pústulas de colorr café marró ón contenien ndo numerossas Ured dosporas que e pueden lle egar a infecctar hojass sanas de otros o árboless, el número de pústulas por hoja es variable y pueden ser de unass cuantas ha asta más de e 100, lo que q provvoca una clorosis c de las hojas y conssecuentementte su desp prendimiento o defoliación prematura obligan ndo al árbol a tener una brotacción temprana a, pero la ro oya en la a producción forzada cuan ndo se presen nta ayud dar a defoliar la planta en e cierto mo odo favorece este tipo o de manejo.

Figura 7.48. Daño por tirro de munición en fruto.

Chahu uistle o roya a Tranzsche elia discolorr (Pers) Tranz y Litv v. Importa ancia: El pató ógeno causan nte de esta en nfermedad ess endém mico ya que to odos los añoss se presenta a en la plantaciones de durazno,, sin llegar a causarr daños de im mportancia económica e ya a que requiere condic ciones especciales para su u desarro ollo, en México se le encuentra en loss estado os de: Aguasc calientes, Mé éxico, puebla, Tlaxcala, Nuevo Le eón, Michoaccán; atacando o a dura azno, ciruelo, chabacano y capulín, sin n llegar a causar pérdidas p eco onómicas de e importa ancia. En la a región de e Ucareo se e presen nta en los meses m de septiembre s a octubre e llegando a causar de efoliación, la a mayor incidencia de e roya en Ucareo es en el mes de e Septiembre e con un 39% % de daños si embarg go puede es star presente e de Enero a Marzo.. En los duraznos d de e producción n forzada a como el Diamante y otrros la roya se e ha ob bservado en n septiembre e a octubre e coincid diendo con la a defoliación por p lo que en n cierto modo contrib buye con la defoliación d en n c buena pre ecipitación y temperaturass años con frescass. Las condic ciones de tem mperatura de e la regió ón de Uruapa an oscilan de 19-25ºC con n una precipitación p mm anualess de 1500m

Figura a 7.49. Síntomass de roya en hoja as.

Etiología: La roya del du uraznero es causada por p Tranzzchelia discolo or (Pers) Tra anz y Litv. Que Q perte enece al Phyylum; Basidio omycota; Cla ase Ared diomucetes, Orden Ured dinales, Géne ero Tran nzschelia, Especie E dis scolor. Form ma eciass en los peccíolos y envé és de las hojjas amarillentas; ecio osporas globo osas a oblong gas de 15 a 23 por 18 1 a 23 micra as, equinulad das de color café, uredosporass oblongas a elipssoides de 15 5 a 23 por 28 2 a 42 micrras equinuladas, exccepto el ápice e que es liso o y

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engrossado de colo or café amarrillento, teliass circulares, teliosporas bicelularess equinu uladas de co olor café rojizzo. La célula a inferiorr menos equ uinulada y de d color máss tenue que q la superior de 18 a 27 7 por 30 a 39 9 micras. Contro ol: Esta enfermedad e nunca llega a a ser un n verdad dero problema que e requiera a aplicacciones espec ciales, sin em mbargo para a evitar que la incidencia i a aumente se e recomiiendan asperrsiones de lo os siguientess fungicidas: Zineb® ®, Manzate® ® y Citrolina, Plantva ax®, Saprol® ®, Bayleton® ®, que dan n buenoss resultados, en la región aplicacioness preven ntivas contra otras enfermedades e s protege en contra ell ataque de este hongo, pero cuando c es necesario se s aplica el Saprol® ® deteniendo o el avance del d hongo en n forma preventiva. También T se puede p aplicarr la mezzcla de Benom myl® 33gr. Mas Manzate® ® 120gr por 100 litros s de agua, por otro lado se e sugiere e la aplicació ón de Benlate e® 0.6 a 1.0 0 gr. Porr litro de agua a; Saprol® 0.8 8 a 1.2 ml porr litro de e agua, Bavis stin® 0.8 a 1.0 gr por litro o de agu ua.

inclu uso también en e la variedad des introducid das como o la diamantte, en las zon nas duraznerras con mayores altittudes y preccipitación pue ede llega ar a ser un n factor imp portante en la producción, sin embargo e en las variedad des criolllas su ataqu ue es much ho más seve ero porque su etapa a fenológica de desarro ollo vege etativo, coinciide en el perríodo de lluvia as, así como su producción, p e cambio las en varie edades mejorradas tienen cierta c toleranccia y de ebido al man nejo forzado del cultivo su etapa de produccción es dura ante el perío odo seco o. Sínto omas: Los síntomas de la enffermedad son s princcipalmente en n el follaje y se presenta en primavera y vera ano, durante el período de lluvia as, cuando hay h follaje jovven, en la pa arte media de la hoja se aprecian a un nos arrug gamientos que paulatinamente van v creciendo, inicialmente de un u color verrde claro o, hasta que dan la apa ariencia de una u ámpula y esta es de color plateado y finalm mente de colo or negro.

Verruc cosis: Taph hrina deform mans (Berk.)) Tul.

Figura a 7.51. Frutos da añados por verru ucosis.

Figura 7.50. verrucossis.

Deforma ación de hojass causada por

Importa ancia: Esta enfermedad e se s presenta en la región n principalmente en los duraznos criollos,

Las variedades susceptibles muestran esste sínto oma hasta en e un 70-80 0% dándole un aspe ecto vistoso a la planta sin s embargo las varie edades mejorradas son más tolerantess y presentan entre un 5-20% de incidenccia pued de llegar a causar defo oliación, en la regió ón no se ha a observado el síntoma en fruto os, flores y ram mitas. Para a determinar la presencia del d hongo bassta colecctar hojas enfermas y llevarlas al

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laborattorio hacer cortes c finos y hacer una a preparación, obs servándose las ascass desnud das típicas del d hongo, co on lo que se e confirm ma el origen n de la enffermedad. El hongo se mantiene de un año a otro en forma a de asccosporas en las escamas de las ramass o de las yemas en e la época a de invierno o manten niéndose en forma latente para a activarrse cuando llega la prima avera cuando o el árbol tiene folla aje joven, penetrando p a través de la cutícula a y de los esttomas, dañoss por inssectos o por heridas, desarrollando un n micelio o dicariótico subcuticular s o intercelularr que orrigina células ascógenas, fusionándose e los núccleos y origin nando las asccas desnudass típicas de este hongo, h que contienen 8 ascosp poras que son n liberadas y diseminadass por el viento, agua de lluvia, e insectos, que e son lle evadas a otra as hojas don nde germinan n producciendo blasttosporas secundarias y causan ndo infeccion nes secundarías; el hongo o se dessarrolla en condiciones c d 10-20ºC y de una humedad h re elativa de 80-90%, 8 lass mayore es incidencia as se tienen n durante la a primavvera y parte del verano.

Gom mosis ba acterial: syrin ngae Van ma all.

Pseudomon nas

Impo ortancia: La gomosis y cáncer caussado por essta bacte eria es una de las enfe ermedades más m impo ortantes de lo os árboles de e fruto de hue eso de muchas m áreass frutícolas, es e difícil evalu uar las pérdidas exa actas debido o a los dañ ños gravves que pro en oduce la enfermedad e árbo oles y la prod ducción, se estima e pérdid das del 10 1 al 75% en huertos jóven nes, y provoccan muerte de yema as y flores disminuyendo la productividad de un10 a 20% y en ocasion nes llega a al 80%, atacca también ho ojas y frutos. En la zo ona duraznerra de Michoa acán no es muy m frecu uente la pressencia de esta enfermeda ad, sin embargo esporádicame e ente se han h obse ervado grupos pequeño os de planttas enfermas sin lle egar a adquirir importanccia econ nómica. Tem mperaturas de e 18° a 24 4°C favorece su desarrollo.

Etiolog gía: La verrucosis del durazno es ca ausada por el hongo Taphrina deformans d (B Berk) Tul; del Phylum Clase m As scomycota, e Arechiiascomycete es, Orden Taphrinales,, Familia a Taphrinaceae y Género Thaprina, Especiie deforma ans. Las ascas son n unitunicadas en forrma de clava a y miden de e 25 a 40x8-11 micras: ascosporass subglobosas a ovalles y miden de d 3-4 micrass metro, en me edio de cultivo este hongo o de diám tiene un u crecimiento o levaduriform me. Contro ol: El con ntrol se pue ede llevar a cabo con n aplicacciones preve entivas antess de que la a yema abra con lo os siguientess fungicidas, Ferbam m®, Difolatan®, Benomyl® ® y Daconil®.

Figura a 7.52. Síntomass en hoja de bactteriosis.

Durantte el período de reposo se e aplica caldo o bordelé és, Manzate e® – 200, Zineb® o producctos a base de cobre, co on lo cual se e elimina a muchas de las esporas y micelio del hongo,, cuando hay y follaje joven la incidencia a es muyy baja por lo que convien ne podar todo o el folla aje afectado y quemarlo o enterrarlo y hacer aplicación a de los fungicida as.

Las plantas enfe ermas muesttran numerossas ones a lo larg go del tallo prrincipal y ram mas lesio laterrales de lass que exuda an secrecion nes gomosas de cada a una de ellas, de color ca afé o inicialmente e hasta pon nerse negro, al claro abrirr la lesión se observa una necrosis de los vaso os conductore es para amb bos lados hassta ocassionar el sane eamiento tota al de la rama a o

Sínto omas:

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tallo, debilitando todo t el árbo ol e incluso o llegand do a causar la a muerte.

Figura 7.53. Síntomas en n fruto de bacterriosis.

Etiolog gía: La go omosis es causada c porr la bacteria a Pseudo omonas syrin ngae Van mall. Es un bacilo de 1.6 1 a 3.2 po or 0.2 a 0.4 4 micras, es Gram ne egativa aerób bica, es motil con 1 o más fla agelos polarres, produce e pigmen nto fluorescente verde, la a temperatura a óptima a de desarro ollo es de 28° 2 a 30°C, máxima de 35°C y mínima de 1°C, 1 el punto o letal térmico es a 51 1°C.

Figura a 7.55. Muerte de la parte aérea por pseudomona as

Marc chitez del du urazno. Vertticillium albo o atrum. Rein nke y Berholld. Impo ortancia: La pudrición p de raíz del dura aznero causa ado por este e hongo no n es muy frrecuente en las huerrtas, sin em mbargo se han h encontra ado árbo oles en la reg gión que han n muerto porr el ataque de este hongo, h se pre esenta en form ma aisla ada dentro de la huerta, por la que en toda la zona dond de es cultivad do el durazno o la incid dencia de esta a enfermedad d es muy baja a.

Figura 7.54. Muerte de brotes b por pseudo omonas.

Contro ol: Poda de ramas enfermas y quemarlas, desinfe ección de herramientass de poda, aplicacción de prod ductos a basse de cobre e despué és de la poda a.

Figura a 7.56. Oscureciimiento característico del xilema a de march hitez por verticillium.

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Síntom mas: Los prrimeros síntom mas de la en nfermedad se e observva en algun nas de las ramas que e muestrran una flac cidez del folllaje mientrass que ottras ramas muestran m el fo ollaje normal, posteriiormente el fo ollaje de la ra ama enferma a se pone clorótico y empieza a defoliarse e quedan ndo la rama a sin follaje e, cuando el hongo avanza su ataque a en la raíz, toda la a planta queda totalm mente sin follaje, al hacerr un corrte transversa al de las ram mas podemoss aprecia ar un oscure ecimiento del xilema, y sí hacem mos el corte en el tallo principal el xilema estará totalmente necró ótico, también n podem mos apreciar el e avance de la necrosis si quitam mos parte del floema f en el tallo principal y obse ervamos que e el xilema muestran un n color café c claro, mis smo que avanza hacia lass ramas superiores, provocando p la a muerte total del árb bol, cuando todo t el sistem ma radical ha a sido necrosado n impide la absorción a de e nutrien ntes y de agua a.

conid dióforos verticcilados de 10 00 a 300 micrras de longitud, ramificación r terminal del d conid dióforo mide e de 15 a 60 micras de longitud, los co onidios pueden estar en cabe ezas sobre essterigmas. Pudrición de la raíz: Arm millaria melllea Valtll. Impo ortancia: Esta a enfermedad está adquirien ndo impo ortancia sobre e todo en la región r cerca ana al Paricutín, P ya a que se han detecta ado manchones de árboles muertos por ese e patógeno en huerrtas de la com munidad de San S Juan n Nuevo que se aproxima a a mas de 300 3 árbo oles, por otro o lado en la comunidad de Zacá án en huerta de durazno de la varied dad diam mante se cuantificaron más de 100 árbo oles muertos por p el efecto de este hong go, en ambos a casos aun hay are ena volcánica a lo que permite que durante el pe eriodo de lluvias se acumule a much ha humedad d condición que q favorece el desarrrollo del hong go.

Figura 7.57. Síntomas de e marchitez por verticillium. v

Fig.7.58. Síntomas radiculares y aéreo os por armilaria.

Etiolog gía:

Sínto omas:

El ag gente causal de la marchitez m del durazn nero es ca ausado por un hongo o Verticiillium albo atrum a Rke e y Berth que e pertene ece al; Orrden Monilia ales; Familia a Monilia aceae; Gene ero: Verticilliu um; Especie e albo attrum Clase: Deuteromycet D tes.

La parte p aérea de d las planta as de durazn no, muestran síntoma as similares a los producid dos por otros patógenos que atacan a la ra aíz, mosttrando un menor creccimiento, hojjas pequ ueñas y amarillentas, mue erta desccendente de ramas y ramitas r mue erte gradual o repen ntina del árb bol, los árboles afecttados puede en estar disp persos al iniccio pero o en poco tiempo se form man manchon nes circu ulares de árboles enfermos, esttos en la parte un presentan e aérea entamiento prematuro que q en poccos aveje

Conidió óforos delgad dos ramificado os con ramass verticila adas; conidios ovales a elipsoides, hialinos unicelulares producidoss apicalmente e equeñas cabe ezuelas. Loss solitarios o en pe conidio os miden de 4 a 11 por 7 a 4.2 micras,

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años se s va acentu uando hasta que el árbol queda completame ente muerto. A nivel de e cuello de la raíz y en la raíce es que están n podrida as, al quitar parte del flo oema por su u cara in nterior se observa mas de d micelio de e color blanco, b en forma de aban nico, y en lass raíces hay formac ción de esttructuras del hongo llamadas rizo omorfos que se asemejan n “agujettas de zapato o” pueden con nfundirse con n raíces de la planta, son de color pardo rojizo o a negro o. Etiolog gía: Armilla aria mellea Vahl causante de la a pudrición de la raíz z del durazne ero pertenece e al Phyllum Basidiom mycetes; Orde en Agaricalse: Familia a Tricholomattaceae; Gene ero Armillaria; Especiie mellea. Ca arpóforos de color miel de e 7 cm o mas de altura con sombrero o píleo o de 5 a 15cm de diá ámetro, que tiene forma de e cúpula inicialmente, pero después d se e deprim me por el centtro y el marg gen se vuelve e hacia arriba a dejando o las laminilla as expuestas.

la siguiente temp porada la lessión incremen nta de ta amaño (2 cm m o más) y du urante el tiem mpo húmedo comienzza la emisión n de abundan nte goma blanca transparente qu ue rápidamen nte toma a color café clara y llega a a negro. Los L punttos de emisió ón de goma corresponden c n a las lesiones que e pueden lleg gar a unirse e y anilla ar las ramas secándolas e incluso caussar la muerte m del árrbol el períod do de inicio de infeccción es de e mayo a julio, pero su prevvención no o es ecconómicamen nte realizzable, genera almente se co ontrola podan ndo la madera da añada, dism minuyendo la fertilización y aplican nittrogenada ndo fungicidas sisté émicos al aparecer los primeros síntoma as de la seg gunda etapa de desa arrollo de la enfermedad ussando Bavistin

100 g

Tecto 60

70 g

Bayleton

50 g

cada 100 L de d agua

Figura 7.59. Carpóforos creciendo en la base de un árbo ol o por Armillaria. infectado

Gomos sis de las ramas (Botryo osphaeria dothid dea) Los priimeros síntom mas aparecen n a fines de la a temporrada de crrecimiento sobre s ramass jóvenes en árboles s vigorosos de dos o máss años de eda ad, como pequeñass protube erancias de 1 a 6 mm de diámetro. En n

Figura a 7.60. Emisión de goma por la a infección causa ada por Bo otryosphaeria.

Canc cro de tallo y ramas. Vals sa leucostom ma (Pres) Fr. Cytospo ora rube escens. Impo ortancia: En la zona du uraznera de Michoacán la incid dencia de essta enfermedad no es muy m

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importa ante, sin embargo en una huerta a cercan na a Uruapan donde se tienen n plantad dos alrededo or de 14,00 00 a 15,000 0 árboless de durazno en algu unas de lass seccion nes en que está e dividida la huerta se e hizo un u muestreo o de los árboles que e tanto mostra aban tumores en tallo o co principalmente omo en las ramass cuantifficándose 300 0 árboles co on tumores lo o que re epresenta un 2% del total de lass plantass. Las cuales s un año desspués morían n por efecto e del hongo h caussando seriass pérdida as económica as. Síntom mas: El cáncer es más severo s en los duraznos y en otro os frutos de pepita, como o Manzano y peral pero con frecuencia f attaca árboless foresta ales y de so ombra, en los tallos de e árboless de durazno o se desarrollan tumores o cancro os, en las bifu urcaciones principales y en n las ra amas las cuales se quiebran q con n frecuen ncia por el peso de la a fruta, esta a enferm medad se de esarrolla en árboles que e están bajo b condicio ones desfavorrables, dañoss por seq quía, heladas s, fuego o po odas severas, el hongo causal es s principalme ente saprofito o que vivve sobre la corteza c inerte e y se vuelve e parásitto cuando ell árbol se debilita, en la a zona infectada se e empárdese e y en poco o tiempo o se hunde y se forma a un cancro o promin nente en torno o a ella, al qu uitar el cancro o se obsserva que el xilema x se torn na de un colorr obscurro y al hacer un corte trransversal se e nota qu ue la coloraciión obscura abarca a todo el diámettro del xilema a provocando la muerte de e la pla anta. El priincipal sínto oma son la a formacción de tumo ores o cancro os en el tallo o principal que se enc cuentran dessde los 23 cm m hasta más de 2 metros m de altura, a en lass ramas y varia el numero en cada planta a desde 1 tumor hastta 22, de tam maño variable e que va a de 3 a 14 cm de diámetro el tumorr tiene un u aspecto similar s al que e presenta el maíz palomero p al ser s calentado o y reventado o es deccir muestra ciertas c cuarte eadoras y de e consisttencia muy dura la quitar cualquierr tumor el interior muestra m necrrosis, pero si hacem mos corte tran nsversal en una u rama que e tenga un tumor estta mostrara to odo el xilema a t principal, necrótiico lo mismo ocurre en el tallo la parrte aérea de e la planta se aventaja a rápidam mente hasta que q muere.

Figura a 7.61. Síntoma as iníciales y ava anzados de cán ncer de ram mas y tronco cau usados por valsa a leucostoma.

Etiología: El tu umor o cancro del durazno es causa ado por el e hongo Valssa leucostom ma (Pers) Fr. En su fase f perfecta a y pertenece a la cla ase Asco omycetes, Sub-clase S Pyyrenomycetida ae, Orde en Diaportale es, Familia: Diaporthacea ae, Gene ero Valsa, Esspecie leucostoma. El género Vallsa tiene las siguienttes características estroma e bien n desarrollad do, perittecios globoso os, formados muy dentro del d estro oma cuellos y ostiolos larrgos y dirigid dos hacia a el centro de el estroma, ascas a cilíndriccas con pedicelo muyy largo, asco osporas hialin nas unice elulares y alantoide es. Estrom ma fuerttemente convvexo de 2 a 3 mm, peritecios inme ersos biseria adas, alanto oides hialina as, ligera amente curva adas midiend do de 9 a12 por p 2 a 2.5 micras; fase imperfe ecta Cytospo ora escens; estrroma rojizo o errumpen nte, rube espo oras o conidio os alantoides de 4 micras. Conttrol: Buen nas prácticass de manejo del d huerto com mo riego os, fertilizació ón, prevenció ón de herida as, poda as severas del árbol hacen más m suscceptible al árb bol al ataque de este hong go, hace er aplicacione es con fungicidas despu ués Es neccesario de la poda. haccer desin nfecciones de d la herram mienta de po oda con cloro comerccial, inspecció ón periódica de los árboles para detectar los primerros sínto omas y haccer fungicidas sistémico os, elimiinación de ram mas con tumo ores y sellar las

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heridass con pinturra vinílica mas m son muyy grande es y están en n el tallo princcipal lo mejorr es elim minar el árbol enfermo y tratar t la cepa a con bro omuro de metilo o Busan 1020®. 1

as de vivvero hasta chica establecidas en el e campo.

grandes

ya

Ceniciilla. Sphaerrotheca pan nosa Wall y Lev; Oídium O sp. Importa ancia: Esta enfermedad e ataca durazzno, rosal y almend dro en algun nas regiones del Edo. De e México o, Michoacán, puebla. En Micchoacán la zo ona más impo ortante por la a superfiicie cultivada a de durazno de temporal era la de d Ucareo co on más de 3,0 000 hectáreass de durazno criollo o amarillo, zona z que se e caracte eriza por es star a 2500 MSNM con n precipitación anual de 800mm de Junio a Septiem mbre, con temperaturas que q varían de e 14-16°C y durantte Mayo se e tienen lass temperraturas más elevadas y los ataquess mas fu uertes de cen nicilla, en essta región loss rendim mientos oscila aban de 10-12 2 Ton/ha, sin n embarg go a partir de 1982 se e observó la a presen ncia hasta con nvertirse en una u epifita sin n lograr control c alguno o los producto ores llegando o a tene erse daños del d 100% lo que provocó ó que fuera incosteab ble el cultivo obligando al producctor a un ca ambio de frutal utilizando o como patrón al durazno so obre el cual injertarron ciruela material más re esistente a la a cenicillla. Síntom mas:

Figura 7.62. Daño en fruto verde causado por cenicilla.

El pattógeno que causa esta enfermedad d ataca prácticamente p e todas las partes p aéreass del ho ospedero co omo son: hojas, h flores, ramas,, y frutos, presentándose desde d plantass

Figurra 7.63. Síntoma as de daño en ho oja por cenicilla.

En las hojas po or el envés se observa un mice elio blanco po olvoriento, lle egando a cub brir totalmente la hoja y pro ovocando una u disto orsión de la misma m llegando a invadir en un 100% el follaje e de la planta a, así mismo los brote es enfermos desarrollan d po oco y las ram mas infecctadas son destruidas en la mayoría de los casos. c En los frutos se aprecia an inicialmen nte circulares manchas las cuales v van aumentando de ta amaño a med dida que el fru uto se desarrolla, d e incluso lle ega a cubriirlo totalmente, sin embargo como o el ataque del d hong go sólo es su uperficial no lo ogra penetrar a la pu ulpa manteniéndose esta buena, pero la mancha blanca que q despuéss se torna ca afé ura hace que e se desme erite su calid dad oscu come ercial. Cuando la en nfermedad se presenta despué és de la brrotación pue ede llega ar a causar un n alto porcenttaje de caída de fruto os pequeñoss. Generalm mente la fa ase asexxual del hong go que es Oíídium sp. Esstá presente en todas las etapas fenológicas del d azno y se disemina d la enfermedad a dura planttas sanas, essto debido a que se pued den tener varias gene eraciones de el hongo y so olo b ciertas condiciones de ocassionalmente bajo humedad y tem mperatura se tiene la fa ase sexu ual. Este hongo para su desarro ollo requiere de altas temperaturass de 24° a 34 4°C y de baja humeda ad relativa 30-40%.

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Cica atrices de flores y hoja as cuando las temp peraturas son n moderadass (18 a 24 °C) ° con humedad alta a o lluvias freccuentes.

Figura 7.64. 7 Daño en frutos maduro os causado por cenicilla.

Etiolog gía: La cen nicilla del durazno es causada por el hongo Sphaerothe eca panosa Wall y Lev; Phylum m Ascosmycota, Clase Ascomycetess filamen ntoso, Orde en Erysiphales, Genero o Sphaerotheca, Esp pecie pañosa, en su fase e sexual formando peritecios p inm mensos en el micelio o, de form ma globosa a apiriforme e midiendo de 85 a 120 micras de e diámetro, en n promed dio 100 mic cras frecuentemente con n apéndiices micelioid des de color café claro y septad do. Las asca as generalme ente una porr periteccio y de forma oblonga a a globosa a de midiendo 80-115x60-7 75 micras; ascosp poras de 20-27x12-15 micras m en su u forma asexual perte enecen al gé énero Oídium m sp. de d los hongo os imperfecto os, forma un n conidió óforo corto sobre s el cua al se forman n conidio os en cadena en forma de barril. Contro ol: Aplicacciones de Dinocap®, Benomil® y Azufre, señalan qu ue Bayleton® ®, Baycor® y Azufre humectable dan buenoss resultados, otros fungicidas f qu ue se han uttilizado en la a región han sido: Milkurb®, Karathane®, ®, Tilt® y con n mejores ressultados máss Topaz® recienttemente el Ra ally 40w®.

Figurra 7.65. Síntoma a en ramas cau usado por tizón de ramass.

Los síntomas inícciales son pu untos necróticcos en lo os tallos jóven nes alrededor de las yema ay pecio olos de las hojas, h las lessiones de form ma oval,, se expande en rápidamente reventan ndo los tejidos vassculares porr donde sa ale pequ ueñas cantid dades de goma de co olor se torna blancco que café cla aro poste eriormente. Llega a aniillar las ram mas caussando la marrchitez de los brotes y una u poste erior m muerte descenden nte. Ocassionalmente la l necrosis puede originarrse en lo os ápices de e las ramas en crecimien nto, pero o este cáncer solo descien ndo unos poccos centímetros. ontrol se realliza al iniciar la calda de las El co hojass en otoño o a la calda a de flores en primavera, con dos d aplicacio ones separad das 10 días, d o cuand do en verano o se presentten ataques severos con: c Bavistin ®

100 g

Rovvral ®

60 g

Tizón de ramas (Ph homopsis am mygdali)

Cap ptan ®

250 g

Este hongo afecta exclusivamen e nte la madera a formad da durante la a temporada.. La invasión n de la enfermedad ocurre a trravés de lass yemas en brotación n, yemas dorm midas y

Quiffolatan ®

350 g

Todo os por cada 100 L de agua a.

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7..3. CONTRO OL INTEGRA ADO

d ocasio onados por plagas y/o o Los daños enferm medades pued den afectar la a rentabilidad d de lass huertas de e durazno. Los L sistemass tradicio onales de con ntrol, con el simple s uso de e pesticid das no solo son s costosos, sino también n pueden n ser ineficientes si no realizan n oportun namente y con loss productoss adecua ados. El con ntrol integrado en cambio o involuccra el mayo or número de factoress posible es Relacio onados con la a biología y hábitos h de lass plagas, así como o la etiolo ogía de lass enferm medades, de manera qu ue el medio o ambien nte sea más favorable al cultivo que a la plaga. En el control c integra ado se incluyyen diferentess método os de control, que van desde aspectoss legaless, genéticos, culturales, físicos, f hasta a llegar al a control quím mico como últtimo recurso. En primer lugar, debemos co onsiderar lass experie encias de los produ uctores que e anterio ormente ha an cultivado durazno, conoce er las plagas y enfermeda ades que máss atacan n y su grado de importan ncia, para de e este modo m diseñar el programa integrado de e controll. El prim mer factor a considerar c ess la selección n del terrreno, ya que e tanto su miccroclima, tipo o de sue elo, topografía a, disponibilid dad de agua y ubicación, son fac ctores que afectan. Porr cia de heladass, granizadass ejemplo: la presenc frecuen ntes, vientos fuertes, afe ectan el vigorr del árbol á y la posible prresencia de e enferm medades de ra amas y tronccos; la textura a y el drenaje d defic ciente del su uelo influyen n sobre la prese encia de pudricioness gar con muccha humedad d radiculares; un lug ambien ntal y mal dre enaje de aire, favorecerán n la prresencia de e enfermedades como o verruco osis y roya; la a falta de agu ua de riego en n temporrales deficie entes y/o suelos s poco o profund dos, disminuy yen el vigor del d árbol y su u resistencia al da año a lass plagas y enferm medades.

Figura a 7.66. Profundiidad efectiva de el suelo: no solo o el espessor del suelo deb be tomarse en cu uenta, sino tamb bién la disttancia al manto freático. f

La cercanía c a un camino polvoso y muy m transsitado favore ece la prese encia de ara aña roja, etc. Una ade ecuada selección del terre eno pued de representa ar economiza ar recursos por p muchos años. El se egundo lugarr en importan ncia lo ocupa a la seleccción de la variedad, v ésta a no solo de ebe corre esponder a las caracteríísticas de fru uta que demanda el mercad do, sino que q agro onómicamente e sea fácil de manejarr y tenga la mayor to olerancia possible a plagass y enfermedades. Un ejemplo claro fue el cambio de durazn nos criollos susceptibles y la llega ada de variedades toleranttes a la ceniccilla polvo orienta que permitió dism minuir costoss y mejo orar calidad d. Lamenta ablemente los nivelles de resiste encia a variass enfermedad des impo ortantes (com mo monilinia a) no son tan t satissfactorios en las variedad des comerciales actua ales. Los genetistas están trabajan ndo para inclluir fuentes de ressistencia en sus nuevvas seleccciones, lo que q representaría un grran ahorrro, ya que aun cuando un portainjerto o o varie edad nueva tuviera un sobreprecio s p por ser resistente a determinada enfermeda ad, sería a pagar un na cantidad d mínima por p prote eger de por vida al árb bol contra una u enfermedad.

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En ell establecim miento del huerto h debe e cuidarsse que todas las labores de d corrección n del sue elo hayan sid do realizadas previamente, así com mo al trazar y establecer la plantación, la plan nta sea favore ecida en la mayor m medida a posible e. La oriientación de e líneas, disstancia entre e hileras y entre plantas y el sistema de e formacción elegido, forman partte importante e en microclima m in nterior del árbol, que e favorezzca o no la prresencia de enfermedades e s o plag gas y sobrre la eficien ncia de lass aplicacciones de agroquímico os. También n determ minan el microclima m del huerto, principalmente en re elación a la distribución de e luz y la a circulación del d viento. Otros factores f que disminuyen lo os riesgos de e ataque e de plagas y enfermeda ades son: lass campa añas sanitariias a nivel regional o nacional que restrin ngen el tránsito de frutos y plantass para evita ar la contaminación de e zonas libres de prob blemas (méto odo de control legal), o práctica as culturales como la a pavime entación o compactación c de caminoss para evitar e polvo, usar maquinaria de lass dimenssiones adecu uadas para evitar maltrato o de loss árboles, cortinas rom mpe vientos, drenaje es superficiales, eliminació ón de plantass silvestrres (p. Ejj.: capulín, jara, etc.)) hosped deros de pla agas y enferrmedades en n zonas aledañas al huerto, h etc.

alina, trips, pulgón y escamas), pudriciión crista more ena por mon nilinia en flo ores y frutoss y pudrriciones radiculares, aun n cuando hay h presencia de otras varia as plagas y enfermedades, la as labores realizadas r pa ara controlar las plagas y enfermedad des princcipales contrrolan simultá áneamente ca asi todas las restantes, o en su u momento, se imple ementa un plan especiffico emergen nte para a tal problema a. Conssiderando tam mbién que la a gran mayo oría de la as huertas se e maneja con n el sistema de producción forza ada, el pro ograma que eda abierto a considerar todo o o algun nos fragm mentos de acuerdo a la época de producción seleccionada por el productor en relacción a la temp porada de lluvvias y cada una u de la as etapas de desarrollo d del cultivo. En relación a las plagas, es importan nte cono ocer bien su biología b y háb bitos, ya que de esta manera podemos enconttrar el punto en que resulta más fácil f romper el e ciclo de vida ay al más m bajo costo, resultando inclu uso inneccesario el uso o de pesticida as, ya que pa ara emplear estos se s requiere que haya un mínimo de poblacción capaz de e causar dañ ños signiificativos parra justificar los gastos de control (umbral económico), por lo que q debe emos de proccurar que las poblaciones se mantengan abajo o del umbral en e la época que q pued dan cobrar ma ayor importan ncia. En relación a las enfermedade es es diferen nte, ya que q los controles más eficcientes son los que se realizan antes de qu ue aparezca la (control enfermedad preventivvo). para Aforttunadamente, que pue eda presentarse una enfermedad deberán esstar presente tres facttores de man nera simultáne ea: 1.- la a planta sea susceptible s a la enfermeda ad; 2.- el e inoculo de el organismo patógeno essté presente en el am mbiente, y 3.- que el med dio ambiente (princcipalmente temperatura y t humedad) sean favorables al organism mo patógeno. De mo odo que si alguno a de esttos tres factores falla a, no se realizzará la infecciión y nue estra planta permanecerá p sana.

Figura 7.67. Trampa de muestre eo como parte de e c naciona al contra moscass de la fruta. la campaña

En el estado de Michoacán M lo os problemass sanitarrios del duraz zno más imp portantes son: ácaross e insectos chupadores c (arañas roja y

Todo os los métodos de control (leg gal, gené ético, cultural, químico, ettc.) deben esstar enfocados a evita ar que por lo menos uno de los fa actores falle.

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Mucha as de las labores se realizan n pero el cotidianamente, realizarlass oportun namente, favorecen a mantener el huerto sano.

Figura 7.68. El sellado de cortes de poda a evita la entrada a de infeccciones en maderra.

En rela ación al man nejo del suelo o y nutrición: elimina ación de hos spederos no o solo deben n elimina arse del huerrto plantas vivvas utilizadass por la as plagas y enfermed dades como o hosped deros alterna antes, sino también loss tocone es y residuos de madera con diámetro o mayor a una pulgad da, ya sea sa acándolos del huerto o desmenuz zándolos en un molino o pasand do la desvaradora, ya que q en elloss desarro ollan naturralmente los hongoss causan ntes de pud driciones rad diculares. La a materia a orgánica de ebe mantene erse entre 3 y 5 % pa ara facilitar el e aprovecham miento de loss nutrien ntes, mantene er vigorosos a los árboless y una microflora abundante (actúa como o onista de los patógenos). El pH deberá á antago perman necer entre 5.8 5 y 6.5 para a aumentar el aprove echamiento de los nutrientes n y desfavvorecer a los s hongos patógenos. El movimiento de suelo (rastreo) como c práctica a de con nservación de humedad y control de e maleza as, solo realiz zarlo a finaless de la época a de lluvvias para ev vitar el polvo o, agregando o detrás de la rastra un rodillo para compactarr ligeram mente el sue elo, de otra manera, se e prefiere e el control con c herbicida as o cortando o la maleza. El control de la ma aleza evita la a etencia por agua a y nutrie entes con el compe cultivo,, disminuye e la acum mulación de e

humedad en el e aire, favvorable a las enfermedades y es importan nte para evitar que plagas como o los ácaros se refugien en ellass deben eliminarse comple etamente anttes del tirado de hojas h y los trips, que se repro oducen princcipalmente en n las flores, 15 días antes de la a floración debe cortarse e o elimiinarse para disminuir su po oblación. El saneamiento o del huertto incluye la elimiinación de árboles secos, enferm mos avan nzados, evitar tocones seccos y favoreccer la cicatrización c de troncos por efecto de injerttación, poda y daños mecá ánicos. Lass herid das mayores a una pulgada p deb ben sella arse con pintura p asfálttica, cera de Cam mpeche y pap pel o pintura vinílica con un fungicida, en he eridas gruesa as renovar los sella adores cuanttas veces sea s necesarrio. Tam mbién se incluyye evitar heridas de raícess y tronccos por efecto o de laboreo con maquina aria o herramientas. El daño ocasionado o p por tuzass también aumenta el riessgo de pudriciión radiccular. Rieg go y fertilización: el riego rodado r en tazzas de repre esenta un riesgo de transmisión t enfermedades ra adiculares y nematodos. El riego o por aspersiión al mojar ramas y hoja as, aumenta el riesgo de enferme edades de ho oja y ta allo. El rieg go por gote eo es el más m adeccuado, siemp pre y cuando o al igual que q otross sistemas, no moje la basse de los tallo os, debe e estar retira ado 50 cm del d tallo por lo menos. La fertilización debe ser suficiente s pa ara mantener al árb bol vigoroso y productivvo, capa az de tolerarr cierto grado de daño sin s conssecuencias, pero no excesivamen nte sucu ulento que favorezca f el desarrollo de verru ucosis, tiro de munición y roya. La fertilización al suelo frecu uentemente se complementa con c aspersiones foliare es, e elementos menores y en princcipalmente de ocassiones de potasio p y calcio. c Niveles adeccuados de contenidos foliares de elem mentos com mo el ca alcio permitten incre ementar la tolerancia a diverssas enfermedades. La poda p realizad da adecuada amente no so olo regula y distrib buye la pro oducción, siino bién favorecce la ventila ación del aire, tamb dism minuye el sombreo, elimina fruttos

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momificados y ram mas rotas o infectadas de e temporradas anterriores y simplifica s la a estructtura del árboll para una un niforme y fácil aplicacción de agroquímicos. La pro oducción forz zada es una técnica que e permite e modificar la a fecha de floración, f con n ello pu uede evitar la a temporada de lluvias y graniza adas, dismin nuyendo los riesgos de e pudriciones de fru uto y la épo oca de altass poblacciones de fra ailecillo y mayate, que se e alimentan de fru utos. Tambiién con la a modificcación de la fecha de floración puede e evitarse las fechas s de altas tem mperaturas y humed dad relatiiva, favorables al atizona amiento de flores y frutos verdes. Desafo ortunadamentte la divversidad de e criterio os, las neces sidades de mercado m y la a presen ncia de huerttas en difere entes estadoss de de esarrollo, junto con la a producción n forzada a, dan como resultado la presencia de e árboless en todas las etapass fenológicass durante e todo el año y con ello la presencia de e órgano os infectados que disemin nan inoculo a las hue ertas vecinas en cualquier momento.

La manera m más adecuada a de disminuir el uso u es a travéss del monitorreo de agroquímicos a frecu uente de las poblacioness de insectoss y ácarros para dete erminar la llegada al umb bral econ nómico, así como c el monittoreo ambien ntal (tem mperatura y humedad h rela ativa) y de. Ser S posib ble el tram mpeo de esporas pa ara determinar los momentos m más oportunos de apliccación preven ntiva cuando los niveles de riesg go de enferme edad son alto os. La capacitación c s sobre método os de muestrreo y dinámica de poblaciones de técnicos o y personal para monitorea ar plagas enfermedades es e necesaria a. La venta aja actua al es co ontar con instrumenttos electtrónicos qu ue no s solo registrran temp peraturas y humedad a intervalos corto os, sino también pu ueden instala ar alarmas de nivell de riesgo o de ataque e de algun nas enfermedades. Labo ores como la eliminación de residuos de fruto os, ramas y raíces dañad dos disminuyyen las fuentes f de in noculo, labore es que resulttan en ocasiones inoperantes, por lo que q apliccaciones de fungicidas f al suelo despu ués de la a caída de hojas, h poda, raleo r de fruto o y cose echa, pueden ser más práccticos.

Figura a 7.70. Frutos ca aídos durante ell raleo o cosecha e infectados por Mon nilinia, se convvierten en fuen ntes arias de inoculo. prima Figura 7.69. Huerta bajo producció ón forzada con n n en época de lluvias. floración

Contro ol químico. La as tendenciass actuales de e inocuid dad junto con n los altos costos c de loss agroqu uímicos obligan a disminu uir el uso de e estos. Los controles culturaless y métodoss biológicos y ayuda an pero son insuficientes, deben complemen ntarse con el uso de e agroqu uímicos.

El monitoreo m es más m importan nte en la etap pas fenológicas en que q es muyy susceptible a daño o alguna estructura del árrbol. Los punttos más críticos so on el tirado de hoja, de ecimiento de hueso del fru uto, floración a endure dura ante la madurración del fruto, en la épo oca de mayor m estiaje y después de d granizadass o lluvia as abundante es.

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A través de monitoreo de plagas como pulgón y escamas, de enfermedades como pudrición radicular y gomosis de las ramas puede determinarse el uso de aplicaciones dirigidas a plantas individuales o sectores de huerta que representan focos de infección iníciales, pueden ser aislados cuando se detectan oportunamente, disminuyendo en gran medida las cantidades de productos a usar. Las aplicaciones dirigidas también pueden ser hacia sectores del árbol (tronco, parte baja de la copa, etc.), al suelo de la zona de goteo para el control de gallina ciega o pudrición radicular, así como sobre cultivos trampa (sobre jaras contra frailecillo). Las aplicaciones dirigidas, los agroquímicos específicos (solo controlar un tipo de organismo), los productos orgánicos y los biológicos, permiten mantener las poblaciones de organismos benéficos, mismos que evitan que las poblaciones plaga se disparen o por lo menos se retrase su ataque, con lo que disminuyen los costos de control. Las aplicaciones generalizadas se recomiendan cuando las poblaciones se distribuyen más o menos uniformemente o cuando los niveles de riesgo sean significativos. De acuerdo al hábito de alimentación de las plagas se debe elegir el tipo de insecticida (de contacto, ingestión o sistémico), considerar los grupos químicos a que pertenecen utilizando en el siguiente orden: clorados, fosforados, carbamatos, piretroides y otros grupos. Los insecticidas sistémicos solo se emplean durante la temporada de lluvias y con suficiente tiempo antes de la cosecha para eliminar sus residuos. Salvo raras excepciones, las mezclas de insecticidas no se recomiendan. Los fungicidas se emplean de la siguiente manera: los productos de contacto como preventivos cuando los niveles de riesgo son medios o bajos, los productos sistémicos cuando los niveles de riesgo son medios o altos, cuando las infecciones se encuentran

en etapas iníciales (aun cuando no presenten síntomas aun) usar fungicidas sistémicos con acción curativa erradicativa. Deben observarse en los fungicidas sistémicos la forma de acción, ya que su movimiento puede ser acrópeta, basípeta o ambos y así determinar la forma de aplicación de acuerdo al lugar de la planta en que se desee su efecto. En aplicaciones foliares el efecto de los fungicidas sistémicos se incrementa grandemente al mezclarse con productos de contacto aun cuando se disminuya la dosis de ambos en 1/3. En el manejo de agroquímicos debe cuidarse en extremo las compatibilidades con otros productos y el pH de la solución. La aplicación de fungicidas de contacto durante el período de reposo permite controlar simultáneamente varias enfermedades a un bajo costo. El caso de la verrucosis es la única oportunidad de control eficiente. Para el caso específico de pudrición morena, el control se inicia a partir de la etapa de botón rosa hasta el endurecimiento del hueso y durante la maduración del fruto. Las pudriciones radiculares son difíciles de controlar por métodos convencionales, ya que es difícil llegar a las raíces con los fungicidas, siendo hasta ahora mas factible a través de productos biológicos como el hongo trichoderma sp., que ataca a varias especies de hongos causantes de pudriciones de la raíz y el tronco. Para aislar focos de infección el hongo trichoderma se inocula en el suelo junto con abundante aportación de materia orgánica, sobre el área de goteo de árboles que presentan síntomas de la enfermedad y en cepas de replante, debiendo aplicarse también sobre los árboles que los rodean, pues seguramente también ya están infectados. Solo en huertas en que anteriormente existió huerta frutal o que recientemente fue desmontada de bosque, las inoculaciones deben ser generalizadas.

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8.. COSECHA A, SELECC CIÓN Y EM MPAQUE 8.1. COSECHA

a pulpa a la presión esttos resisstencia de la índicces nos debe en de demosttrar el momen nto preciso de iniciarr la cosecha y que velocid dad se le e debe de imp primir a la missma de acuerrdo con la evolución de d su madure ez.

La reccolección de e la fruta constituye c la a culminación de los s esfuerzos desplegadoss durante e todo el año o y es, sin du uda, la faena a más im mportante que e se ejecuta en un huerto o frutal. Aunque A a priimera vista aparece a como o una op peración senc cilla, en la prá áctica es una a operacción complejja y delicada, por lass complicaciones que e se presentan por un lado o es la ra apidez con qu ue la mayoría a de los frutoss se mad duran y sob bre maduran en el árbol y por otrro por la natu uraleza frágil y perecedera a que ellos poseen. La co osecha es una u operació ón rápida de e bastan nte esfuerzo físico pero o al mismo o tiempo o muy delica ada y los cosechadores c s deben estar consien ntes de estoss principios ya a que de e ellos depende la calidad d de la fruta y del tratto que recibe la fruta en essta faena. Una fru uta que se co osecha inmadura ademáss de no o haber com mpletado su crecimiento o presen nta caracterís sticas inferiorres y es máss suscep ptible a la des shidratación después d de la a cosech ha, por otra parte p una frutta cosechada a en esttado avanzad do de madurez determina a una menor m conserrvación en almacenaje a y una mayor m sensibillidad a daños ya sean al momen nto del co orte, mecánicos y a pudriciones. Por essto es neces sario cosecha ar la fruta en n un pun nto óptimo de d madurez dependiendo o fundam mentalmente del d destino que se le vaya a a dar a la fruta, la fruta que e se vaya a destina ar a la elabo oración indusstrial se debe e de cossechar con una madurez avanzada ya a que ga arantiza un bu uen sabor y dulzor, por el contrarrio fruta que se va a traba ajar en fresco o se de ebe de cos sechar con una cierta a anticipación con un grado menor de madurezz e es menos perecedera y soporta el ya que manejo o que se le dé é, como se muestra m en lass figurass 8.1 – 8.4. Para fijar f el mome ento correcto o en que se e debe de cosecha ar se debe e de utilizarr amente simples se puede e mediciones relativa mencio onar el colo or de fondo de la piel, conten nido de sóliidos solubles, acidez y

Figura a 8.1. Fruto verde

Figura 8.2. Fruto verde 50 %

Figura a 8.3. Fruto óptim mo para Figura 8.4. 8 Fruto madurro coseccha.

La firmeza de loss frutos puede e ser detecta ada con el auxilio de un pen netrómetro. En dura aznos tipo co onserva, la firmeza inicial, medida con una punta de 7 mm, m varía de 14 a 18 8 libras a la a cosecha, la cual pue ede dism minuir a 5 a 9 libras cuando c el fru uto madura. El contenido de sólido os solubles a la coleccta puede variar de 12 a 15 ° brixx y varia ando a 15 o 16 ° brix cuando los fruttos están totalmente maduros. Adem más de ser cosecha ada con una u adeccuada madu urez, la fru uta debe ser s manipulada con n mucho cuidado, c pu ues cualq quier daño mecánico qu ue en ella se produzca la depre ecia fuerteme ente se debe de evita ar cualquier ruptura de la piel ya que por p ahí es la entrada de microorganism m mos

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causan ntes de las pudriciones y además la a deshidratación.

que se genera en e la piel o en n la pulpa cie erto tiempo después del d golpe. Las cajas c no debe en de ir muy llenas ya que e la fruta a de abajo qu ueda muy pre esionada porr la carga superior pu udiendo dañarrse.

Figura.8.5. Cosecha man nual del fruto.

Por ottra parte, cu uando se go olpea por lo o genera al no se nota a en ese instante pero al día sig guiente apare ece una manccha parda en n la pulpa por la oxida ación. Los co osechadores deben d de trab bajar con suss uñas cortas, c sin anillos a y evittar presionarr demassiado los fru utos con suss dedos, loss frutos se deben de cosecha ar y colocarr suavem mente, en los botes o bolsass cosech hadoras, también se debe e de evitar la a caída de d frutos se debe d tener cuidado con lass escaleras de no go olpear la fruta a en el árbol, las bolsas deben de e estar vacíass al momento o de sub bir e irlas llena ando en medida que se va a bajand do del árbol, en e el momentto del vaciado o del bote o la bolsa a cosechera debe de serr lento y suave para evitar el roda ado y el golpe e de la frruta en la caja, jamás se debe d de dejarr fruta cosechada c en e el sol y se debe de e transpo ortar en forma a muy cuidad dosa al centro o de aco opio.

Los cosechadores deben de vaciar v sus bottes o bo olsas cosecha adoras con mucho m cuidado oa las cajas de plá ástico y colo ocarlas en los remo olques y esto os transportarrlas con muccho cuida ado a los camiones c transportadoress y estoss a su vez llevarlas a los centros de acop pio con bastante cuidad do ya que los caminos que tenemos genera almente son de terra acería y en malas condicio ones con lo cu ual tamb bién se nos daña la fruta.

8.2. SELECCIÓ ÓN Y EMPAQ QUE DE DUR RAZNO Un buen b manejo poscosecha incluye: i •

a. Cosecchar en el momento m óptim mo para maximizar m el tiempo de almacena aje y la calida ad del durazno o.



b. Minimizar el uso de d químicos de poscoseccha (cerass, fungicida as, preservan ntes, etc.); en ca aso necesario o, cualquier químico utiliza ado los debe e estar denttro de requerimiientos legaless.



c. Busca ar técnicas alternas que q ayuden a reducir la ne ecesidad de uso u de quím micos, como por ejemp plo atmósfera a controlada, temperatura as, etc.

Tran nsporte del campo a la Unidad de emp paque:

Figura 8.6 daños en fruto o por golpeo al cosecharlo. c

Los go olpes y mach hucones, sin ruptura de la a epiderm mis son caus sa frecuente de d pérdida de e calidad d en este ca aso por el osscurecimiento o

Figura a 8.7.transporte de fruta del campo a empaque.

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Para evitar e los riesgos de conta aminación loss operarios deben asegurarse que sean n cumplidos los siguientes re equisitos de e limpiezza en el medio o de transporrte utilizado: •







Se debe ev vitar el uso del d transporte e para cargas s de personass, animales o productos químicos. q Cuando los s contenedorres donde se e deposita el e fruto, se ean llenadoss deben cu ubrirse para a evitar la a acumulación de polvo en n la superficie e del fruto y reducir loss riesgos de e contaminac ción cruzada. El fruto deb be tener suficciente espacio o para permitir la salida del calor de e campo anttes de ser empacado y evitar una maduración m prematura. Las cajas utilizadas u parra transportarr el produc cto deben lavarse y desinfectars se después de vaciar el producto o establecer un sistema de e lavado diariio. Se debe contar c con un n área de almacenamie ento de loss contenedores y evitarr que estoss entren en contacto dirrecto con el suelo.

Cuad dro 8.1. Diagram ma de flujo dell proceso de seleccción y empaqu ue de durazno

RECE EPCION REVIISION Y PES SADO DE LA FRUTA F PR REENFRIAMIE ENTO

VAC CIADO DE LA FRUTA F

CEPILLADO O DESCANICAD DO

SEL LECCIONADO O POR TAMAÑOS

BAN NDA TRANSPORTE EMPACADO O

BAN NDA TRANSPORTE

PE ESADO DE CA AJAS

ENTARIMADO O

PALETIZADO O

CA AMARA DE FR RIO

Figura 8.8.area de almac cenamiento de contenedores.

EMBARQUE PAR RA SU DISTRIBUCIO ON

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Proces so de sele ección y empaque e de e durazn no Recep pción de la fruta El procceso se inicia con la recep pción, revisión n y pesa ado de la frruta que proviene de lass huertass en campo, se revisa qu ue no vengan n en mallas condiciones los frutos,, previamente e se pessa el camión en la bascula, para tenerr el peso de la fruta a del propiettario y evitarr reclam mos posteriore es.

Se trrabaja en el empaque e durrante 6-7 messes apro oximadamente e que dura la a temporada del d dura azno en el estado, sie endo los dos d primeros y los dos d últimos meses los de menor volumen de d fruta que se recibe en el empaque. Pree enfriamiento del fruto Es importante re ealizar el pre enfriado de la fruta a para reducirr el calor de campo c antes de inicia ar el proceso para evitar daños del fruto oy dism minuir la vida poscosecha, p el fruto alcan nza altass temperatura as en campo en la cosech ha, lo qu ue provoca qu ue se acelere e la respiració ón, el me etabolismo y el deterioro del d mismo. Tam mbién para mantener una u aparienccia frescca, evitar la putrefacción y extender la vida comercial del fruto, es necesa ario come enzar a bajarr la temperatu ura y eliminarr el calorr de campo tan t pronto co omo sea posib ble desp pués de la co osecha, a unos 20 grado os, utilizzando cualquier método de d enfriamien nto inclu uyendo la cámara c de frió para esste proceso.

Figura 8.9.Transporte de e fruta de campo.

La fruta es bajada manualmente e en cajas de e plástico o de 18 kilogramos y tra ansportada al área de d revisión y limpieza de e impurezas, median nte patines hidráulicos o montacargas. m

Figura a 8.11 acomodo de fruta en el em mpaque.

Figura 8.10 recepción de e fruta de campo o.

Prácticcamente desd de el momen nto en que se e comien nza a desca argar la frutta sobre lass bandass de transporrtación da iniccio el proceso o de revvisión y limpieza del fruto o proveniente e de los huertos.

Figura a 8. 12. pre enfriado del fruto.

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Vaciado de la fruta en la seleccionadora Las cajas de plástico provenientes de el área de pre enfriado, se vacían en la parte inicial de la seleccionadora, donde inicia el proceso propiamente dicho de selección, es decir, el área de alimentación de la maquina, para ser transportado mediante la banda transportadora hacia el área de cepillado, donde también es inspeccionado el fruto y retirados algunos frutos dañados.

Figura 8.15 .cepillado de fruta.

Descanicado En esta área del proceso de selección, inicia el descanicado del durazno, es decir, mediante rodillos giratorios, con una abertura del calibre que corresponde a las “canicas”, menor a 42 mm, de diámetro, las deja salir a otro depósito de fruta de canica mediante otra banda transportadora, siguiendo el proceso mediante la banda transportadora, el fruto es conducido a el área de selección por tamaños o calibres, iniciando el proceso de selección propiamente dicho. Figura 8.13 vaciado de fruta a la seleccionadora.

Figura 8.16.descanicado de fruta.

Selección de la fruta por tamaños. Figura 8.14. Selección de fruta.

Cepillado de la fruta La banda transportadora conduce la fruta hacia el área de cepillado, donde mediante unos pequeños rodillos giratorios de cerdas muy finas, quita al durazno la pelusa o vello que cubre la superficie del fruto de durazno.

Una vez recibida la fruta en esta área, es conducida mediante las bandas transportadoras hacia la seleccionadora, donde es seleccionada de acuerdo a los estándares de calidad por tamaños y color o maduración del fruto en: extras, primeras, segundas, terceras y frutos dañados, todo el proceso es continuo, mecanizado y automático, su transporte es también mediante las bandas transportadoras hacia el

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área de e empacado, en los difere entes envasess y pre esentaciones,, aquí ade emás, se e inspeccionan los frrutos con da años para su u retiro in nmediato.

Pesa ado de cajas s Possteriormente se transportta mediante las band das transporrtadoras de rodillos y se pesa an las cajas, para que con ntengan el pe eso neto al empaccar, en cada enva ase gene eralmente cajjas de 12 kg g en envase de cartó ón y otros tipos de envase es y volúmen nes de peso, p donde se marcan dichos d envasses con la calidad de d durazno que contien nen dicha as cajas, pasando inmed diatamente a el área a de entarimad do y paletizad do.

Figura 8.17.seleccion po or tamaños.

De accuerdo a los volúmenes de fruta porr processar, se define en los turnos de trabajo a desarro ollar por jorrnada de 8 horas en la a empaccadora. Empa aque de la fru uta En el área á de emp paque el dura azno una vezz selecciionado y tra ansportado mediante m lass bandass transportad doras de accuerdo a suss tamaño os y calid dades, es depositado o manua almente en ca ajas con dife erentes pesoss y pressentaciones según la calidad c y el mercad do de destin no: en cartón, plástico y madera a según el peso y calibrre de la fruta a requerido, aquí tam mbién se inspecciona la a fruta co on daños para su retiro inm mediato.

Figura a 8.19.empacado o en cajas.

Figura a 8.20.pesado de e cajas.

Enta arimado

Figura 8.18. Empaque de e la fruta.

Una vez seleccio onada y emp pacada la fru uta con sus diferentes calidadess, mediante los transsportadores de d rodillos son s conducid das las cajas hacia a el área de d entarimad do, poste eriormente se acomoda an las cajas en tarim mas de madera para su trransportación al área a de paletizad do mediante el montacarg gas o el patín hidráulico.

92   

Figura 8.24. Cámara de frio. Figura 8.21. Entarimado de cajas.

Cámara de frio o de conservación La fruta seleccionada y empacada ya en la cámara de frio, en la cual la fruta, además de almacenarse es conservada a una temperatura optima de -1.0 a 3°C grados centígrados, para su conservación en buen estado por un periodo de tiempo máximo de 2-3 semanas, para su transporte hacia los centros de distribución y venta mediante transporte terrestre, acondicionado con refrigeración para alargar la vida de anaquel del durazno.

Figura 8.22. Entarimado y flejado de cajas.

Paletizado Una vez entarimadas las cajas se paletizan mediante esquineros de plástico y se fleja con flejes o cinchos de plástico y se transportan los pallets mediante patines hidráulicos o montacargas a la cámara de frío para su conservación.

Figura 8.25.empaque y embalaje.

Figura 8.23. Paletizado de cajas.

Figura 8.26. Cámara de frio para conservación.

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Embarque o transporte Conforme a los requerimientos de los clientes en cuanto a calidades, se están embarcando los volúmenes demandados por los clientes hacia los centros de distribución y venta mediante transporte terrestre acondicionado con refrigeración para alargar la vida poscosecha del durazno.

Para el caso de la fruta de durazno de segundas y terceras, la fruta se destina o se vende para la industria de proceso a menor precio, por ser fruta de calidad industrial, para su transformación o proceso. Definición de la calidad del fruto para el consumo en fresco Definiciones:

Figura 8.27. Sala de embarque de fruta.



Durazno, se entiende por durazno al fruto perteneciente a la familia rosácea, género y especie Prunus persica L. Batsch, de forma, tamaño, color y sabor característicos de acuerdo con las variedades y tipos regionales y que pueden presentar o no hueso suelto.



durazno maduro, es aquel que puede soportar los procesos de manipulación llegando al consumidor con adecuada madurez



durazno blando o demasiado maduro, es aquel que se encuentra en una fase posterior al concepto de madurez comercial, presenta una firmeza de la pulpa o resistencia a la penetración demasiado baja y es considerado como fruto en senescencia.



durazno bien formado, es aquel que presenta la forma y desarrollo característico de la variedad; señalando que la forma puede ser ligeramente irregular sin alterar la apariencia y presentación de la fruta



durazno deforme, es aquel que no presenta la forma y desarrollo característicos de la variedad por lo que la apariencia y presentación de la fruta se ven alteradas.



durazno de “hueso suelto”, cuando por su característica varietal, la semilla del durazno que se desprende fácilmente de la pulpa.



durazno de “hueso pegado”, cuando por su característica varietal, la semilla durazno está adherido a la pulpa.

Figura 8.28. Transporte de fruta con termoquín.

Comercialización de la fruta Una vez terminado todo el proceso de selección y empaque, el producto es vendido en sus diferentes presentaciones y calidades con sus respectivas etiquetas o códigos de información, como ya se dijo, durazno extras y primeras a las tiendas de autoservicio y centrales de abastos de las principales ciudades y clientes más importantes, para su distribución y venta al consumidor final.

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quel daño o defecto crrítico, es aq defecto que afecta o afectará á seriamente la aparien ncia general, calidad, presenta ación y característic cas de la fruta, y ocasiona a el rechazo o de la misma para su u consumo y comercializzación. estoss daños pue eden ser pudriciones o expuestas, heridas estadoss avanzados de ataque de plagas o enfermedad des, entre otro os defecto ma ayor, es aqué él que sin serr crítico, redu uce en forma considerable e la aceptac ción de la fruta por el consumidorr, no a afecta  lass condiciones s organolépticas del fruto o y puede ser consumido en estado o fresco, es stos defecttos pueden n presentarse e como daños ya a cicatrizados s, magulladurras y otros no o que afecten n la pulpa de la fruta.



defecto menor, m es aq quél que no o afecta en forma con nsiderable la a aceptación de la frruta por el consumidorr, ni las condicioness organoléptic cas del fruto y puede serr consumido en estado fre esco. pueden n presentarse e como raspaduras, daños de manchas superficiales, s e granizo cica atrizados y frrutos abiertoss que estén cicatrizados c e el área de en e la sutura



diámetro ecuatorial, e ess la medida a partir de la parte centrall de la fruta o m reco omendándose e diámetro máximo, medir con el e calibrador tiipo cransto.



la norma mexicana m de e calidad del durazno, está en proceso de e consulta pú ública, la cuall de no haberr alguna obs servaciones por p parte de e los comerc cializadores, centrales de e abastos o tiendas t deparrtamentales y de algún estado e durazn nero, seguirá á su trámite para su publlicación en el al de la fed deración muyy diario oficia probableme ente en el presente p año, para uniform mizar en tod do el país loss estándares de calidad, siendo estass clasificacion nes: calidad México M extra, México l y México ll., cada c una con n erísticas particculares. sus caracte

Cuadro 8.2. Estándarres de calidad de e la norma nacio onal mexiccana.

C Clasificación

Diá ámetro mm

MEXICO EXTRA

55 mm m como mínim mo

MEXICO I

55 mm m como mínim mo

M MEXICO II

55 mm m como mínim mo

Las tolerancias t de e daños o deffectos en % y e mm., se estableccen para cada a una de las calid dades, en dich ha norma. Med didas promed dio y peso de e las calid dades de durrazno actualmente:

Figura a 8.29. Medidas de calibre y peso o del fruto

  Figura a 8.30. Estándarres de calidad de e la fruta 

95   

Figura 8.33.calidad primera B. 

Estándares de calidad del durazno seleccionado y empacado

  Figura 8.34. Calidad segunda A. 

Figura 8.31. Calidad súper extra. 

 

  Figura 8.35. Calidad tercera. 

Figura 8.31. Calidad extra. 

 

  Figura 8.36. Calidad canica. 

Figura 8.32.calidad primera A. 

Control de calidad del fruto en campo y en el empaque Las determinaciones en el área de calidad son:



manchado



picado

 

96   



podrido



rajeteado



hojas y ram mas



tiro de munición



marca de ra ama



golpeado



rosado



daño de cum mbo



verde

  May yores: 

  Figura a 8.39. Fruto con n daños mayoress.  

No ota: los porcen ntajes sumad dos no deben reb basar el 15 % en daños. Calida ades de duraz zno no aceptadas: Frutos s con defecttos Críticos:  

  Figura a 8.40. Fruto con n daños mayoress. 

 Figura 8.37. 8 Fruto con daño d crítico.

Menores:                

     

 Figura 8.38.Fruto 8 con da año crítico.              Figura

8.41. Fruto con dañoss menores. 

97   

  Figura 8.42. Fruto con da años menores. 

años menores.  Figura 8.43. Fruto con da

Figura a 8.44. Demosttración de defecttos en el empaqu ue.

  a.8.45 Demostra ación de defectoss en el empaque.   Figura

98   

9. COSTOS DE PRODUCCIÓN Cuadro 9.1. Costo de mantenimiento del cultivo de durazno de temporal, variedad Diamante mediante producción forzada.

CONCEPTOS DE TRABAJO LABORES CULTURALES DESHIERBES HERBICIDAS APLICACIÓN DE HERBICIDAS

APLICACIÓN

UNIDAD

MANUAL FAENA MANUAL

JORNAL LT. JORNAL

6 3 2

150.00 150.00 150.00

IMPORTE/HA. 8,250.00 900.00 450.00 300.00

PODA EN VERDE PODA DE FRUCTIFICACION LIMPIA DE RAMAS RALEO DE FRUTOS CAJETEO CONTROL DE TUZA

MANUAL MANUAL MANUAL MANUAL MANUAL MANUAL

JORNAL JORNAL JORNAL JORNAL JORNAL JORNAL

8 8 2 8 8 2

150.00 150.00 150.00 150.00 150.00 150.00

1,200.00 1,200.00 300.00 1,200.00 1,200.00 300.00

DEFOLIACION APLICACIÓN DE DEFOLIANTE COMPENSADOR DE FRIO APLICACIÓN

SULF. DE ZINC MANUAL CITROLINA MANUAL

KG. JORNAL LT. JORNAL

15 2 15 2

20.00 150.00 20.00 150.00

300.00 300.00 300.00 300.00

FERTILIZACION PRIMERA FERTIL. QUIMICO SEGUNDA FERTIL. QUIMICO TERCERA FERTIL. QUIMICO

(100-100-80) NITROGENO FOSFORO POTASIO

KG. KG. KG.

500 200 100

6.00 6.00 8.00

7,300.00 3,000.00 1,200.00 800.00

APLICACIONES ABONO ORGANICO APLICACIÓN

INSUMO BOVINO MANUAL

JORNAL KG. JORNAL

6 2,200 2

150.00 0.50 150.00

900.00 1,100.00 300.00

120.00 120.00 100.00 150.00 150.00

0.00 4,740.00 720.00 720.00 600.00 1,800.00 900.00

RIEGOS CONTROL FITOSANITARIO INSECTICIDAS INSECTICIDAS FUNGICIDAS APLICACIÓN DE INSECTICIDAS APLICACIÓN DE FUNGICIDAS

MALATHION PARATHION MANZATE MANUAL MANUAL

LT. LT. KG. JORNAL JORNAL

COSECHA CORTE

MANUAL

KG. JORNAL

TOTAL

JORNALES

CANTIDAD

6 6 6 12 6

6,000 20 94

PRECIO U.

0.50

3,000.00 3,000.00

23,290.00

99   

Cuadro 9.2. Costo de mantenimiento del cultivo de durazno de riego, variedad diamante, mediante producción forzada. CONCEPTOS DE TRABAJO

APLICACIÓN

UNIDAD

CANTIDAD

LABORES CULTURALES DESHIERBES HERBICIDAS APLICACIÓN DE HERBICIDAS DESVARE PODA EN VERDE PODA DE FRUCTIFICACION LIMPIA DE RAMAS RALEO DE FRUTOS CAJETEO CONTROL DE TUZA ENCALADO DE ARBOLES DEFOLIACION APLICACIÓN DE DEFOLIANTE COMPENSADOR DE FRIO APLICACIÓN

MANUAL FAENA MANUAL MACANIZ. MANUAL MANUAL MANUAL MANUAL MANUAL MANUAL MANUAL SULF. DE ZINC MANUAL CITROLINA MANUAL

JORNAL LT. JORNAL PASO JORNAL JORNAL JORNAL JORNAL JORNAL JORNAL JORNAL KG. JORNAL LT. JORNAL

6 6 3 2 10 10 2 10 8 2 2 15 2 15 2

FERTILIZACION PRIMERA FERTIL. QUIMICO SEGUNDA FERTIL. QUIMICO TERCERA FERTIL. QUIMICO FERTILIZACION FOLIAR APLICACIONES ABONO ORGANICO APLICACIÓN

(150-100-100) NITROGENO FOSFORO POTASIO MICRO NUTR. INSUMO BOVINO MANUAL

KG. KG. KG. LT. JORNAL KG. JORNAL

RIEGO RIEGOS

TECNIFICADO

RIEGO

CONTROL FITOSANITARIO INSECTICIDAS INSECTICIDAS FUNGICIDAS APLICACIÓN DE INSECTICIDAS APLICACIÓN DE FUNGICIDAS

MALATHION PARATHION MANZATE MANUAL MANUAL

COSECHA CORTE

MANUAL

TOTAL

PRECIO U.

IMPORTE/HA.

150.00 150.00 150.00 500.00 150.00 150.00 150.00 150.00 150.00 150.00 150.00 20.00 150.00 20.00 150.00

11,050.00 900.00 900.00 450.00 1,000.00 1,500.00 1,500.00 300.00 1,500.00 1,200.00 300.00 300.00 300.00 300.00 300.00 300.00

6.00 6.00 8.00 160.00 150.00 0.50 150.00

11,080.00 4,500.00 1,500.00 2,000.00 480.00 1,200.00 1,100.00 300.00

20

150.00

3,000.00 3,000.00

LT. LT. KG. JORNAL JORNAL

6 6 6 12 6

120.00 120.00 100.00 150.00 150.00

4,740.00 720.00 720.00 600.00 1,800.00 900.00

KG. JORNAL

8,000 27

JORNALES

132

750 250 250 3 8 2,200 2

0.50

4,000.00 4,000.00

33,870.00

100   

Cuadro 9.3. Plan productivo de durazno variedad diamante PERIODO DE EVALUACION CONCEPTO

AÑO 0

AÑO 1 20% 0 8,000.00

20% 1,600.00 9,600.00

AÑO 3

AÑO 4

TOTAL

20% 1,920.00 11,520.00

20% 2,304.00 13,824.00

20% 5,824 19,648.00

% DE INCREMENTO INCREMENTO EN KG. RENDIMIENTO MEDIO /HA.

6,000.00

PRECIO MEDIO RURAL POR KG. VALOR DE LA PRODUCCION HA.

7.00 42,000.00

7.00 56,000.00

7.00 67,200.00

7.00 80,640.00

7.00 96,768.00

COSTO DE PRODUCCION HA.

23,290.00

33,870.00

33,870.00

33,870.00

33,870.00

UTILIDAD BRUTA POR HA.

18,710.00

22,130.00

33,330.00

46,770.00

62,898.00

34.00 204.00 1,428,000.00

34.00 272.00 1,904,000.00

34.00 326.40 2,284,800.00

34.00 391.68 2,741,760.00

34.00 470.02 3,290,112.00

10,220,672.00

COSTO DE PRODUCCION

791,860.00

1,151,580.00

1,151,580.00

1,151,580.00

1,151,580.00

4,606,320.00

UTILIDAD BRUTA TOTAL

636,140.00

752,420.00

1,133,220.00

1,590,180.00

2,138,532.00

5,614,352.00

SUPERFICIE TOTAL HAS. PRODUCCION TOTAL TON. VALOR DE LA PRODUCCION

0 0

AÑO 2

300,608.00

34.00

101   

10. LITERATURA CONSULTADA

Batjer, L. y M. Westwood, 1958. Seasonal trend of several nutrient elements in leaves an fruits of Elberta peach. Proc. Amer. Soc. Hort. Sci. 71.

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Westwood, M. 1982. Fruticultura de zonas templadas. Ed. Mundi-prensa. Madrid, España.

105   

Anexo o 1. Compattibilidad entrre agroquímiicos Compattibilidad química y física de m mezclas de agro oquímicos  Bacillus tthuringiensis                                                      clave  2 Bayleto on                                                                        1. Combinaación compatible 2 1 benom milo, Cercobin m                                             2. Descomposición de la solu ución  2 1 3 cald do bordelés                                                           con el tieempo o reducción de  2 1 1 1 Bo otran                                                                      la acción residual  2 1 1 1 1 Daconil                                                              3. No comp patible o causa daaño  2 1 1 3 1 1 Captan, Folpet                                              4. Precaución: compatibilidaad  2 1 1 3 4 1 1 Dicarzol                                                          cuestionaable o no conocidaa  2 1 3 1 3 4 4 4 cobres fijado os                                        5. Use form ma de polvo humecctable  2 1 1 3 4 1 1 4 4 Dimetoato o                                          6. Puede caausar daño.  2 1 1 3 3 4 1 1 4 1 Cyprex  2 1 1 3 1 1 1 1 4 1 1 Quifola atan  2 1 1 3 1 4 1 1 2 1 1 1 Diazinon  2 1 1 4 1 1 1 1 2 1 1 1 1 Dikkar  2 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 4 Etthion                                                                                                                                                                                    2 1 1 2 5 1 1 1 2 1 1 1 1 1 1 Zineb, Mancozeb b  2 1 1 1 1 1 1 4 1 1 1 1 1 1 1 1 Glyodin  2 1 1 4 1 4 1 1 1 1 5 1 1 1 1 1 1 Gusation  2 1 1 4 4 1 1 1 4 1 1 1 1 1 1 1 1 1 Imidan  2 1 1 4 4 1 1 1 4 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 Karathane e  2 1 1 3 1 1 1 1 1 1 4 1 1 1 1 4 4 1 1 1 Lannate  2 1 3 1 3 1 3 3 1 3 3 3 4 4 1 2 1 3 3 4 3 calhidrra  2 1 1 1 1 1 1 1 1 1 4 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 Lorsb ban  2 1 1 3 5 1 5 4 1 1 1 5 1 5 1 1 5 1 1 5 4 3 1 Maalathión  2 1 1 6 4 4 1 4 4 4 6 4 4 1 4 6 4 1 1 4 1 4 4 4 M Mitac  2 1 1 1 3 1 3 1 1 4 1 1 1 3 1 1 4 5 6 3 4 1 1 1 4 4 Aceite mineral  2 1 1 3 4 1 1 4 1 3 1 1 1 1 1 1 4 5 1 1 4 4 1 6 4 4 4 Omite  2 1 5 3 5 1 5 1 1 1 5 5 1 5 1 1 5 1 5 5 1 3 1 1 6 6 1 1 Parathion  2 1 1 3 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 3 1 1 4 4 1 1 1 Parathion m metílico  2 1 1 3 4 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 4 3 1 1 4 4 1 1 1 6 Dimecron n  2 1 1 3 4 1 1 1 1 4 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 4 4 1 1 4 4 3 1 1 1 1 Phygon 2 1 1 3 4 1 1 1 4 4 1 1 1 1 4 1 1 1 1 1 1 4 1 6 4 4 1 1 1 1 1 1 Torqu ue  2 1 1 3 4 1 1 1 4 1 4 4 1 1 1 4 4 1 1 4 4 3 1 1 1 1 1 1 1 1 1 4 1 Perm metrina, Belmark 2 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 4 1 1 1 1 1 1 1 4 1 4 4 1 1 1 1 1 1 1 1 Ro ovral  2 1 1 3 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 3 1 1 4 4 4 1 1 1 1 1 1 1 1 SSevin  2 1 1 1 1 1 6 1 1 1 6 6 1 1 1 1 1 5 1 1 4 1 1 1 4 4 3 1 1 1 1 1 1 4 1 1 1 Azufre humectable  2 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 6 1 1 1 1 4 1 1 1 1 1 4 4 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 Supracid  2 1 4 3 4 1 1 4 1 1 5 1 1 5 1 5 1 1 1 5 4 1 4 1 4 4 1 4 1 1 1 5 4 1 1 1 1 1 1 Tedion  2 1 1 3 1 4 5 1 1 1 5 5 1 4 1 1 4 1 1 4 4 3 1 1 1 1 4 1 1 1 1 5 1 1 1 4 4 1 1 1 Thiodán  4 1 1 1 1 1 1 4 4 4 1 1 1 1 1 1 Vydate  2 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 4 Ejemplo d de compatibilidad d entre Thiodán y Cercobin m = com mpatible 

Anexo o 2. Sínto omas de deficienciass durazn nutricionales del nero máss frecue entes en el estado e de Michoacán. Deficiencia de Niitrógeno Crecim miento lento o nulo, hojass pálidas con n manch has rojizas, tallos t y pecciolos rojizos, caída de d hojas, prim mero las viejas. Pudrición n de raíces r delgadas. Se afecta la a diferen nciación de flor, cuajado o de fruto y madura ación

1 106   

Deficie encia de Potasio

Rebrottes delgados s, hojas arrrugadas con n manch has necróticas por loss márgenes; clorosis en las hojas (colo or gamuza), reduccción del crec cimiento radicular, pocass yemas florales y disminución de el tamaño del fruto.

ciencia de Fierro Defic

Ama arillamiento general, red fina f de nervios verdes, hojas te erminales am marillas, que se pued den caer, hoja as basales ve erdes. El ph alto a y excceso de calcio o lo inducen. Defic ciencia de Zinc

Deficie encia de Mag gnesio

Hojas basales con clorosis marrginal (diseño o ente sistema a en v) que caen prematurame o, poca pro oducción de e radicular reducido yemas florales.

Hoja as nuevas peq queñas, mote eadas, angosttas y punteadas p c con márgene es ondulado os, cloro osis, rosetas, defoliación, depósitos de mate eriales peg gajosos en las raíce es, malfo ormación de e frutos. Retraso R en la floración

        1 107   

DIRECTORIO DE LOS AUTORES DE LA GUÍA ILUSTRADA DEL CULTIVO DEL DURAZNERO EN EL  ESTADO DE MICHOACÁN     

  DR. JESÚS HERRERA BASURTO  ( DIRECTOR DEL PROYECTO )  E mail: [email protected]  ACTIVIDAD PRINCIPAL: DOCENCIA EN FRUTICULTURA, FACULTAD DE AGROBIOLOGÍA “PTE. JUÁREZ”  U.M.S.N.H.    ING. ANTONIO MARTINEZ JIMÉNEZ ( INSTRUCTOR )  EMAIL:  [email protected]  ACTIVIDADES PRINCIPALES: ASESORÍA TÉCNICA Y CAPACITACIÓN ESPECIALIZADA EN DURAZNO, AGUACATE Y  FRUTALES CADUCIFOLIOS.    ING. JESUS ALONSO LUNA BEJAR ( ALUMNO )  EMAIL: [email protected]  ACTIVIDADES PRINCIPALES: ASESORÍA TÉCNICA EN GRANOS BÁSICOS Y DURAZNO.    ING. ROBERTO OROZCO VALENCIA ( ALUMNO )  E MAIL: [email protected]  ACTIVIDADES PRINCIPALES: ACOPIODE FRUTA DE DURAZNO Y ASESORÍA TÉCNICA EN DURAZNO    ING. EDUARDO DURAN PASINDO ( ALUMNO )  E MAIL: [email protected]  ACTIVIDADES PRINCIPALES: VENTA DE AGROQUÍMICOS Y ASESORÍA TÉCNICA EN DURAZNO Y CADUCIFOLIOS.    ING. MARIO GUTIERREZ TOVAR ( ALUMNO )  E mail: [email protected]  ACTIVIDADES PRINCIPALES: ELABORACIÓN DE PROYECTOS AGRÍCOLAS Y ASESORÍA TÉCNICA EN DURAZNO.    ING. CRISTOBAL BRAVO SILVA ( ALUMNO )  EMAIL: [email protected]  ACTIVIDADES PRINCIPALES: PRODUCTOR DE AGUACATE, ASESORÍA TÉCNICA EN AGUACATE Y DURAZNO.    ING. MARIO ABRAHAM GUTIERREZ MACIAS ( ALUMNO )  E MAIL: [email protected]  ACTIVIDADES PRINCIPALES: ASESORÍA TÉCNICA EN ZARZAMORA Y DURAZNO.    ING. MARIO PINEDA ( ALUMNO )  E MAIL: fermil‐[email protected]  ACTIVIDADES PRINCIPALES: VENTA DE FERTILIZANTES A BASE DE MICROELEMENTOS Y ASESORÍA TÉCNICA  EN DURAZNO    HECTOR MANUEL ELIAS MENDOZA ( ALUMNO )  E MAIL: [email protected]  ACTIVIDAD PRINCIPAL: ESTUDIANTE DE AGRONOMÍA CON ESPECIALIDAD EN FRUTICULTURA   

108   

 

  La presente guía es el resultado de un convenio de colaboración   entre La Fundación Produce Michoacán, A. C. y La Universidad   Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, con la finalidad de   proporcionar un servicio al Consejo Michoacano de Productores de   Durazno, A.C., a quien va dirigido el Producto originado de este   proyecto: “Formar el recurso humano especializado en el cultivo del  

 

duraznero en el estado de Michoacán. Esta guía como su nombre lo   indica, pretende ir conduciendo al productor, técnico, o persona   interesada en el cultivo del durazno, sobre los aspectos prácticos   más importantes de la producción de este exquisito y delicioso frutal:  el durazno, debido a que mediante la descripción de las prácticas y   su apoyo ilustrado de las 246 imágenes y 32 cuadros, amplían   detalles que facilitan la comprensión de aspectos técnicos e   identificación de plagas y enfermedades; con la finalidad de que los   productores de durazno del estado de Michoacán puedan tener   mayor cantidad de herramientas, que les permitan ser competitivos  tanto en calidad  como en cantidad de fruta producida. La   información que se presenta en esta guía es sencilla pero Importante,  sobre todo porque se ha incluido un manejo por zonas tanto en   sitios  semicálidos como templados, de tal manera que cuando se    incluya alguna variante tecnológica, ésta se indicará en el texto de   manera resaltada, para señalar la zona de cultivo donde se   recomienda su realización.                                        Dr. Jesús Herrera Basurto                                              

 

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