Cómo diferenciar amor de dependencia? Construir juntos una relación sana

¿Cómo diferenciar amor de dependencia? Construir juntos una relación sana. María Hernández-Mora. Psicóloga. María Contreras. Psicóloga. Sexóloga. Carl

4 downloads 94 Views 63KB Size

Recommend Stories


Alimentos para una piel sana
Alimentos para una piel sana Cuantas veces hemos dicho, tengo que comprar una crema para la piel. Aunque son buenas, debemos enfocar nuestro problema

Bases para una familia sana
Bases para una familia sana Temas del Mes de Noviembre 2005, Febrero y Abril 2006 Bases para una familia sana Como creyentes vivimos hoy atrapados e

Story Transcript

¿Cómo diferenciar amor de dependencia? Construir juntos una relación sana. María Hernández-Mora. Psicóloga. María Contreras. Psicóloga. Sexóloga. Carlos Chiclana. Psiquiatra.

¿Amor o dependencia? “Me gusta Andrés… En las copas del finde pasado estuve con él. ¡Fue increíble! Desde entonces no paramos de escribirnos. Me encantaría salir con él, ¿qué pasará? ¡Tengo que estar a la altura! Hay tanta chica guapa por ahí… Voy a darlo todo, no vaya a ser que se fije en otra.” Te gustan los chicos. Incluso te enamoras. Esto es muy normal, muy sano y muy bueno. Si embargo, estate atenta: querer a alguien no significa anularte y depender absolutamente de él. Querer a alguien significa desear que esa persona forme parte de tu vida para emprender algo distinto y nuevo juntos, aportando cada uno lo mejor de sí mismo a esa nueva relación, a ese nuevo proyecto. Cuando te fijas en un chico y empiezas a enamorarte, puedes vivir con tal intensidad el enamoramiento, que la otra persona invade tu pensamiento, tu forma de sentir y de vivir. Puedes tener ganas de quedar con él, de verle, de hablar, de hacer muchas cosas juntos. Esto es bueno, lógico y expresión de tu enamoramiento. Estar enamorada es genial y no significa depender de nadie. Puedes estar un poco despistada, como en una nube, parece como que tus neuronas sólo saben pensar en él. Ok, estás enamorada y el sentimiento es muy fuerte, pero eso no implica perder tu independencia. Significa que es un momento nuevo, donde surgirán muchas ganas de hacer planes con esa persona para conocer mejor vuestros gustos, aficiones, aspiraciones y posibles planes de futuro. También para ver si coincidís en las prioridades que cada uno tiene, lo que facilitará elegir los planes y las amistades que compartáis.

[email protected]

Sin embargo en el momento en que tu vida gira sólo y únicamente en torno a él y le necesitas para poder disfrutar, renunciando al resto de personas y áreas de tu vida, estás dependiendo de él, y eso, puede ser muy dañino para ti, para él y para vuestra relación. Esto se llama dependencia emocional, hace que tú te vayas anulando poquito a poco, vayas dejando de ser “tú”, para convertirte en la chica que él quiere que seas. Es como si fueras dando todo lo que tienes al otro (tu tiempo, tu personalidad, tus preferencias), y al final, todo lo posee él, quedándote tú sin nada: en sus manos, como una marioneta que él mueve con los hilos de las emociones, haciéndote sentir culpable de cosas que le ocurren a él, o responsable de su vida o de su bienestar. Una vez que se lo has dado todo, dependes de él, porque sola te sientes vacía, como si no valieras nada, como si fueras un cero que necesita algún número delante para significar algo y ese número te exigiera que estés ahí, porque sin ti él vale mucho menos. Te puedes convertir en su “salvadora”, olvidándote de ti y centrándote en sus problemas.

a) ¿Qué es lo que me hace depender de un chico? Normalmente, cuando una chica empieza a depender de un chico es porque pone en duda su propia valía, no se siente a la altura, cree que las demás son mejores que ella o carece de iniciativa para crear y aportar. También puede engancharte por lo sexual, por la culpa, por hacerte responsable de sus estados o por el desprecio. Si crees que no vales lo suficiente, si tienes la autoestima baja, si no te sientes importante, si no valoras lo bueno que hay en ti, no es raro que tengas miedo de perder al chico con el que estás, porque consideras a las demás como una amenaza para tu relación y porque salir con él te hace sentir más segura y parece que aumenta la estima y el afecto que sientes por ti misma y el valor que te das. Parece que tu vida sólo tiene sentido por lo que él te hace sentir y valer. Entonces, empiezas a buscar en el otro lo que a ti te falta, y eso te va atando a él, te hace dependiente de él. ¡Despierta! Es hora de abrir los ojos: La dependencia se genera porque hay muchos miedos: 1. Miedo a perder al otro. A lo mejor tienes miedo de que se fije en otra persona, y para evitarlo, empiezas a comportarte a su gusto, y vas olvidando lo que tú quieres y la manera que tú tienes de hacer las cosas. Dejas de ser tú misma para ser cómo él quiere. ¡Todo con tal de no perderlo!

[email protected]

2. Miedo a estar sola, y no puedes soportar la idea de dejar de estar con él. Piensas que es la única persona que te puede dar cariño. 3. Miedo a ser distinta, a “no hacer lo mismo que el resto”. Quizá puedes pensar “sólo tienen novio las chicas que triunfan”, “si yo no tengo novio es que no valgo mucho”. Quieres ser como las demás, y eso a veces, lo buscas a cualquier precio.

b) ¿Qué pasa si dependo de mi novio? En todo esto hay algo que se contradice. Estás en una fase de cambio, en la que pasas de depender de los demás para casi cualquier cosa, a convertirte en un adulto independiente, capaz de tomar decisiones y organizarte tu propia vida. Es una fase apasionante porque es la época en la que vas descubriendo verdaderamente quién eres, lo que quieres, cuáles son tus prioridades y de qué eres capaz. En esta búsqueda de “descubrir quién soy” lo que más deseas es una cosa: ¡ser libre y ser auténtica! Por eso te cuesta aceptar las normas u obedecer a tus padres, por eso quieres ser diferente y tener tus propias opiniones y gustos. Pero en cambio, puedes volverte dependiente de un chico, y someterte a sus opiniones o sus exigencias e incluso, puedes llegar a anularte para que él se quede a tu lado. Esto es algo contradictorio, ¿no? Ten en cuenta que en la adolescencia los sentimientos están en un primer plano y esto deja poco espacio a la razón y a la voluntad, así que es bueno aprender a manejarlos. Los sentimientos son muy buenos y por eso vale la pena contar con ellos y dirigirlos hacia lo buscamos.

c) ¿Cómo sé si me estoy volviendo dependiente de un chico? Cuando empiezas a depender de alguien hay muchas cosas de tu vida que cambian, tus prioridades se alteran, y tu manera de ser también. Aquí te damos algunas pistas. o Dejas de ser tú, de manifestar tu carácter o tu personalidad tal y como es, para asegurarte de que él no te va a dejar, de que te va a seguir eligiendo. Por ejemplo, vestirte como a él le gusta, cambiar tu manera habitual de ser, hablar distinto. o Antepones sus deseos a los tuyos. Por ejemplo, en la sexualidad, puedes sentirte obligada a hacer lo que a él le gusta, mantener relaciones sexuales con él porque tienes miedo a que te deje si no lo haces.

[email protected]

Te resignas y acatas lo que él te pide sin tener en cuenta lo que tú quieres. Esto deja huella en ti, y puede ser fuente de mucho sufrimiento, no sólo ahora, sino también más tarde. También puede ocurrir en cosas más sencillas como el tipo de películas que vais a ver, qué coméis cuando estáis juntos, los planes… o Dejas a tus amigas de lado, dejas de hacer los planes que se proponen. Sólo sales con “tu chico”. Puedes incluso salir siempre con los amigos de tu novio, aunque en realidad no disfrutes tanto con ellos como con tus amigos de siempre. Es curioso lo de “tu chico”, como si te perteneciera ¿acaso eres tú “su chica”? ¿eres algo que él tiene? o No disfrutas de nada si no es con él. Lo necesitas. Por ejemplo, cuando estás con tus amigas sólo piensas en él, y no consigues disfrutar de los planes con ellas. Esto es una señal de alarma que te puede avisar. o Exiges al otro que te muestre constantemente que está enamorado de ti; si no, crees que ya no te quiere. Necesitas que esté contigo, y que te dé pruebas constantes de lo que siente por ti. Si no está contigo o tiene otros planes además de los tuyos, te parece que te está traicionando o siendo infiel. o Nunca le llevas la contraria, y si lo haces, intentas asegurarte de que no va a romper la relación. Sin embargo, en algunos casos, puede ocurrir que el modo de estar “enganchados” sea precisamente la pelea, la discusión o incluso la agresión física. Porque estar peleados significa que al menos estamos, y puede llegar un punto en que prefieras “estar mal”, que “no estar”.

d) ¿Qué consecuencias tiene el ser dependiente? A lo mejor te has identificado con alguno de estos puntos, y quizá, ya hayas descubierto las consecuencias negativas de la dependencia emocional. Lo más dañino de la dependencia es que dejas de ser quién siempre has sido, de vivir las cosas según tu forma de vivirlas y bloqueas el verdadero desarrollo de tu “yo” auténtico. Te dejas llevar por el otro, y vas poquito a poco anulando tus gustos, tus preferencias y tu manera de ser para satisfacerlo a él. Además, te vas aislando y dejas de cuidar a las personas importantes para ti. Todo esto te va metiendo en un círculo vicioso, en el que cada vez vas estando más sola, más perdida, y vas dependiendo más de él.

[email protected]

e) ¿Cómo puedes evitar la dependencia emocional? Imagínate que eres un barco. Un barco, antes de salir a navegar, necesita saber qué potencial tiene, cómo funciona, qué suministros lleva y a dónde va. Además, necesita un buen timón para seguir el rumbo adecuado, una carta de navegación, para no perderse. Siguiendo la comparación con el barco, lo más importante en una relación es tener claro el potencial y los suministros que tiene tu barco, esto es tener claro lo que vales y conocerte, saber quién eres, qué quieres, cuáles son tus capacidades/cualidades, cuáles son tus prioridades. Todo esto es lo que te va a permitir navegar para llegar a donde quieres. Si yo sé y reconozco que soy válida, y que tengo mucho que dar al otro y construir con el otro, no tengo miedo de perderlo si nuestra relación no crece, y no busco su cariño a cualquier precio.

Y si se va, ¡él se lo pierde! No era la persona adecuada para sacar lo mejor de ti. A lo mejor has vivido experiencias y desilusiones con personas que quieres, y eso ha dejado una herida en ti que ha hecho que dejes de confiar en el amor de los demás, o que necesites pruebas constantes de que el otro te quiere. Es importante que te conozcas, y que detectes qué es lo que te mueve a estar con ese chico y a dejarlo todo por él. Al depender, al carecer de proyecto vital con otra persona, dejas de ser tú misma, te olvidas de la dirección de tu barco, apagas los motores, te olvidas de los tesoros que llevas y es como si perdieras tu identidad: él te arrastra hacia mares que tú no querías o vas a la deriva con el peligro de acabar contra las rocas. “Si no sé quién soy, no puedo ser feliz, porque no puedo saber qué quiero, que rumbo tiene mi barco y dónde quiere llegar”. Otra cosa importante es tener en cuenta cómo funciona una relación sana. Cuando dos personas se quieren, son dos personas distintas que comparten y viven cosas y experiencias en común. Para evitar depender del otro es bueno que cuides tu independencia: que cuides, alimentes y sigas construyendo las parcelas de tu vida en las que siempre has disfrutado, tus hobbies, tus planes, tus amistades, tu familia, tus momentos de pensar o meditar, tus deportes, tu lectura, tu estudio… y que fortalezcas las parcelas comunes. ¿Cómo? Disfruta todo lo que puedas de él [email protected]

cuando estáis juntos, vais al cine, o hacéis un plan (de dos o con los demás). Y proponle a él también planes nuevos, distintos. Una relación es de dos: los dos la construyen y la enriquecen con su iniciativa y sus cualidades.

Cuánto más alimentes tu independencia y fortalezcas “la parcela común”, más fuerte, libre, sana y bonita será la relación con tu novio.

Para vivir esto es importante que salves y protejas tu espacio, es decir: tus cosas son tus cosas y puedes compartir con él solo lo que a ti te apetezca. Aunque te sientas obligada a desvelar tu intimidad, si no es lo que deseas, no lo hagas. Tienes derecho a guardar tu intimidad. Aunque te presione diciendo que él no tiene secretos para ti, siempre, siempre, siempre, serás dueña de tu intimidad y nadie, nadie, nadie, tiene derecho a obligarte a mostrarla. Sólo tú eres quien decide si abres la puerta de esa habitación de tu intimidad. Y no te estoy hablando únicamente de tu cuerpo, sino de muchas más cosas que pertenecen a tu intimidad: opiniones, pensamientos, emociones, sentimientos, relaciones, secretos de otras personas, deseos… Sigue quedando con amigas. No renuncies a ellas por él. Además, ten cuidado con el uso de WhatsApp: tú hablas con quien quieres y cómo quieres. Tu novio no tiene que controlar nada ni pedirte cuentas de nada. Que te vigilen o controlen el móvil no es normal. Si sales con alguien que necesita tener acceso a tu móvil o a tu correo o a la red social que sea para fiarse de ti, mejor que no mantengas una relación muy cercana con esa persona. Si la que necesita vigilar o controlar al otro eres tú. ¡alarma! Párate a reflexionar a ver qué pasa con esa relación, dónde te está llevando, si te has convertido en policía, en su cuidadora, en su mamá, en un espía… entonces, habrás dejado de ser su amiga, su cómplice y alguien con quien relacionarse de tú a tú: ahí no hay nada de noviazgo. Es momento de cortar por lo sano, y si no te ves con fuerzas, pide ayuda a amigas, primas, hermanas, padres, profesoras, monitoras, entrenadoras… A quien se te ocurra, que te quiere como eres y que te va a ayudar a ser libre.

Siempre, siempre, siempre, serás dueña de tu intimidad y nadie, nadie, nadie, tiene derecho a obligarte a mostrarla. [email protected]

Tienes derecho a poner límites. Muéstrale el cariño tal y como te sale de forma natural. No te fuerces a “darle lo que quiere”. Quiérelo como quieres tú. A veces hacemos cosas porque tenemos miedo de que nos dejen de querer, y queremos contentar a nuestro novio con lo que nos pide. Esto puede hacerte mucho daño, y hacerte sentir como “una muñeca” o un objeto que tiene que hacer algo para ser querido. No dejes que él te trate como no quieres que lo haga.

Que te quieran por LO QUE ERES, no por LO QUE HACES. Para terminar, intenta detectar si también tienes (o has tenido) ese tipo de relación de dependencia con una amiga, hermana, familiar… ¡Esto es bueno detectarlo para volver a enderezar el timón y ser la dueña de tu propio barco! Si te sientes perdida o te cuesta hacerlo sola, seguro que hay alguien de confianza con quien puedas compartir lo que vives, y que pueda orientarte, ya sabes, ¡todo navegante tiene un mapa!

[email protected]

10 CLAVES PARA EVITAR LA DEPENDENCIA EMOCIONAL Conócete y ten claro lo que vales. Esto evitará que estés con un chico a cualquier precio. Cuida tu independencia. Mantén y cuida lo que siempre te ha llenado y las personas a las que quieres. Disfruta cuando estés con él, y cuida todo lo que compartes con él. Es clave para cuidar la relación. Salva tu espacio. ¡Es sagrado! Ten claras tus prioridades. No abandones lo que es importante para ti. Protege tu intimidad. Desvélale tus cosas cuando quieras y en la medida que vayas conociéndolo en profundidad. No se trata de confiar a ciegas y dejarse hacer. No es “Porque le quiero, confío” sino “Porque le conozco, confío” Usa Facebook o Whatsapp con inteligencia. No son herramientas para que os controléis mutuamente. Sé cuidadosa con lo que envías: fotos, conversaciones. Que sean cosas de las que estás orgullosa. Cuida y mantén tus gustos, tu forma de vestir y tu manera de ser. ¡Eres única! Pon límites. No les des lo que quiere, sino lo que quieres tú. SÉ TÚ MISMA. Que tu novio te quiera por QUIÉN ERES y no por lo que haces o por lo que le das.

Si quieres saber más o necesitas ayuda, puedes escribirnos: -

María Hernández-Mora: [email protected]

-

María Contreras: [email protected]

-

Carlos Chiclana: [email protected]

Unidad de Salud Sexual y Sexología Clínica [email protected]

[email protected]

Get in touch

Social

© Copyright 2013 - 2024 MYDOKUMENT.COM - All rights reserved.