Comparación de precios de la electricidad en el entorno europeo

Comisión del Sistema Eléctrico Nacional Comparación de precios de la electricidad en el entorno europeo Indice 1. Introducción y resumen 3 2. Pri

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Comisión del Sistema Eléctrico Nacional

Comparación de precios de la electricidad en el entorno europeo

Indice 1. Introducción y resumen

3

2. Principales resultados

7

3. Causas de la disparidad de resultados. Selección de metodologías y fuentes disponibles

11

4. Evolución temporal de los precios de la electricidad

15

5. Relación de los precios de la electricidad entre consumidores

19

6. Algunos ejemplos de discriminación de precios

23

6.1. Discriminación por tarifa nocturna 6.2. Discriminación por utilización en la industria 6.3. Discriminación por tamaño en la industria Anexo 1. Metodología de consumidores tipo versus precios medios: pros y contras

25

Anexo 2. Nota del Consejo de Administración de la CSEN sobre “Comparación de precios de la electricidad en el entorno europeo”

29

1. Introducción y resumen

Este estudio presenta una comparación de los precios de la electricidad en España y en varios países de nuestro entorno, con el objetivo de determinar hasta qué punto la electricidad puede considerarse cara o barata en nuestro país. La principal conclusión del estudio es que la energía eléctrica en España se sitúa entre las más caras de los países de nuestro entorno, tanto para usos domésticos como industriales. Este resultado apunta a que hay un amplio margen para que, en el futuro, se reduzca el nivel de precios de la energía eléctrica en España.

español fue un 106% superior que en Suecia y un 19% superior que en Reino Unido.

Más concretamente, en un ranking formado por doce países europeos, el precio medio final (incluyendo impuestos) de la electricidad, en pesetas por kWh, pagado por los consumidores domésticos en España en el año 1995 fue el cuarto más elevado, superado sólo por Dinamarca, Alemania y Bélgica. Análogamente, el precio medio final pagado por los consumidores industriales en España en 1995 fue el cuarto más elevado, superado sólo por Portugal, Alemania e Italia. En términos porcentuales, el precio medio de la electricidad para el consumidor industrial

En realidad, estas conclusiones están sesgadas tanto por el efecto del tipo de cambio, como por la diferente presión fiscal aplicada en los distintos países incluidos en la comparación. En cuanto al efecto de la moneda, la posición del precio medio de la electricidad en España en el ranking europeo empeora relativamente si la comparación se realiza en términos de paridad de poder de compra en lugar de en términos monetarios. Así, se observa que, el precio medio de la electricidad final (incluyendo impuestos) para usos domésticos es el segundo más alto del total de doce países considerados, unas tres veces y media más alto que el precio de Noruega (véase gráfico 1), y el tercero más alto para la industria, casi tres veces más alto que el precio de Suecia. En segundo lugar, cuando se considera el precio antes de impuestos, que es el que en realidad corresponde a la actividad eléctrica, la posición relativa de España empeora, reflejando que la fiscalidad aplicada a la electricidad en España es de las más bajas del entorno de los países considerados. Así, se

Gráfico 1. Ranking europeo de índices de precios medios de la electricidad para el consumidor doméstico en términos de paridad de poder de compra. Incluye impuestos. Año 1995 450 411

400 361

350

322 296

300 250

230

248

189

200 141

150 100

232

259

124 100

50 0 Noruega

Suecia

Finlandia

Holanda

R. Unido

Francia

Dinamarca Alemania

Bélgica

Italia

España

Portugal

Fuente: Agencia Internacional de la Energía, OCDE (1997).

3

Gráfico 2. Precios medios de la electricidad de los consumidores domésticos en Europa. Excluye impuestos. Año 1995 25

PTA/kWh.

20 14,3

15 11,1

10

7,1

14,7

15,5

R.Unido

Italia

20,4

20,8

21

Alemania

Bélgica

España

21,5

16,3

11,3

7,8

5 0 Noruega

Suecia

Finlandia Dinamarca Holanda

Francia

Portugal

Fuente: Agencia Internacional de la Energía, OCDE (1997).

observa que, al excluir impuestos, el precio medio de la electricidad en términos monetarios pasa del cuarto precio más elevado al segundo en usos domésticos (véase gráfico 2) y al tercero en usos industriales (véase gráfico 3).

han experimentado como media en los últimos diez años una caída, en términos reales, superior que para usos domésticos. En España los precios de la electricidad para usos domésticos en términos reales no han disminuido como media en los últimos diez años.

Las diferencias de precios de la electricidad entre consumidores industriales grandes y el resto (domésticos, pequeños industriales y medianos industriales) son menores en modelos eléctricos liberalizados (Noruega e Inglaterra y Gales) que en países con monopolio en el sector eléctrico (Francia y Alemania), lo que se puede interpretar, en parte, como una señal de que en el futuro, con la liberalización del sector eléctrico en España, se irá cerrando el abanico tarifario existente en la actualidad.

Todas estas conclusiones están en línea con las observaciones que, de una manera más o menos documentada, es frecuente encontrar y escuchar. Resulta llamativo que, sin embargo, hay otras fuentes que sugieren todo lo contrario. Un capítulo de este estudio investiga la razón de las discrepancias en los resultados sobre la comparación internacional de los precios de la electricidad, y que resultan ser de naturaleza metodológica. Concretamente, diversas fuentes usan la denominada metodología de precios de los consumidores tipo, consistente en valorar cuánto cuesta el kWh en cada país para un determinado patrón de consumo definido ad hoc. Más aún, estos precios no incluyen los descuentos por interrumpibilidad, de gran importancia para la industria española, ni los contratos específicos entre empresas, etc, lo que hace que estos precios se alejen de los valores efectivos. No obstante, esta forma de comparar precios es adecuada para responder a cuestiones del tipo ¿cuánto pagaría de más o de menos una determinada factoría/empresa/familia en otro país?. Sin embargo el consumidor tipo (y típico) en un país no lo

En general, en todos los países analizados los precios de la electricidad están discriminados horariamente y por tamaño del consumo. Llama la atención que la discriminación de precios por utilización en las tarifas industriales en España es superior que en países con menor capacidad hidráulica, lo que sugiere que la estructura tarifaria española podría simplificarse en el futuro. En Francia, Alemania, Reino Unido y España, los precios de la electricidad de consumidores industriales

4

Gráfico 3. Precios medios de la electricidad de los consumidores industriales en Europa. Excluye impuestos. Año 1995 16

15,2

14

PTA/kWh.

12

11,6

10 8 6

7,5

7,5

7,9

Dinamarca

Francia

Finlandia

8,5

8,5

R. Unido

Bélgica

9,4

9,5

10,1

Holanda

Italia

España

4,9

4 2 0 Suecia

Alemania

Portugal

Fuente: Agencia Internacional de la Energía, OCDE (1997).

es en otro. Las diferencias de clima, de nivel de vida o de especialización industrial hacen que las comparaciones de precios de consumidores tipo no sean relevantes en términos agregados, y que por tanto, no sea la metodología más adecuada para responder a ciertas cuestiones que se plantean en este estudio. Estas consideraciones llevan a proponer, en las comparaciones internacionales de niveles de precios de la electricidad, la utilización de precios medios, lo mismo que se realiza en otros sectores y bienes tan heterogéneos o más que la electricidad. Esta es la metodología adoptada por la Agencia Internacional de la Energía (OCDE).

5

2. Principales resultados

• En términos agregados, el nivel de precios medios de la electricidad en España está en el rango de precios más caros del entorno europeo. En los cuadros 1 y 2 se puede comprobar esta afirmación, ya que en ellos se recoge el precio medio o valor medio de facturación de la electricidad en pesetas por kWh de España y de los países europeos del entorno. En 1995, el precio medio final, esto es, incluyendo impuestos, para el consumidor doméstico español fue un 151% y un 54% superior al de Noruega y Reino Unido, respectivamente. Si se excluyen impuestos este margen se amplía al 196% con respecto al de Noruega y se reduce al 43% con respecto a Reino Unido. Cabe destacar la elevada fiscalidad aplicada a la electricidad en los países nórdicos y, en particular, en Dinamarca,

donde la carga impositiva supone el 57% del precio de la electricidad para el consumidor doméstico. En 1995 el precio medio final para el consumidor industrial español fue un 106% superior al de Suecia y un 19% al de Reino Unido. Sólo en Bélgica, Alemania y Dinamarca, para los consumidores domésticos y en Italia, Alemania y Portugal, para los consumidores industriales, se registraron precios medios de la electricidad más elevados que en España. • La fiscalidad aplicada a la electricidad en España es relativamente baja. Incluyendo impuestos, los precios de la electricidad en España ocupan un lugar más favorable (precios más bajos) en el ranking europeo de precios de la electricidad que si se excluyen.

Cuadro 1. Precios medios de la electricidad de consumidores domésticos en Europa (*). Año 1995 Precio medio excluyendo impuestos PTA/kWh

Precio medio incluyendo impuestos PTA/kWh

Noruega

7,1

Noruega

Suecia

7,8

Impuestos aplicables Otros IVA impuestos

9,7

23%

SI

Suecia

11,7

25%

SI

Finlandia

11,1

Finlandia

13,6

22%

NO (1)

Dinamarca

11,3

Reino Unido

15,8

8%

NO (2)

Holanda

14,3

Holanda

16,8

17,5%

NO (3)

Reino Unido

14,7

Italia

20,5

10%

SI

Italia

15,5

Francia

20,8

18,6%

SI

Francia

16,3

Portugal

22,6

5%

NO

Alemania

20,4

España

24,3

16%

NO

Bélgica

20,8

Bélgica

25,3

20,5%

SI

España

21,0

Alemania

25,4

15%

SI (4)

Portugal

21,5

Dinamarca

26,1

25%

SI

Fuente: Agencia Internacional de la Energía, OCDE (1997) (*) La AIE indica para cada país la clasificación establecida entre consumidores domésticos e industriales. En concreto, los precios medios para usos domésticos en España se corresponden con las tarifas eléctricas aplicadas a consumidores domésticos. (1) Impuesto Medioambiental depende del tipo de combustible, abonado por los generadores. (2) Un 10% del precio de la electricidad es considerado como ayuda a las energías nuclear y renovables. (3) No obstante, el 1-1-1996 fue introducida una Eco-Tasa en función del consumo de la electricidad. (4) No obstante, el 1-1-1996 fue abolido el Impuesto de Ayuda al Carbón.

7

Cuadro 2. Precios medios de la electricidad de consumidores industriales en Europa (*). Año 1995 Precio medio excluyendo impuestos PTA/kWh Noruega

N.D.

Precio medio incluyendo impuestos no recuperables PTA/kWh Noruega

Impuestos no recuperables

N.D.

NO

Suecia

4,9

Suecia

4,9

NO

Dinamarca

7,5

Francia

7,5

NO

Francia

7,5

Finlandia

7,9

NO (1)

Finlandia

7,9

Reino Unido

8,5

NO (2)

Reino Unido

8,5

Bélgica

8,5

NO

Bélgica

8,5

Dinamarca

8,6

SI

Holanda

9,4

Holanda

9,4

NO (3)

Italia

9,5

España

10,1

NO

España

10,1

Italia

11,6

SI

Alemania

11,6

Alemania

12,6

SI (4)

Portugal

15,2

Portugal

15,2

NO

Fuente: Agencia Internacional de la Energía, OCDE (1997). (*) La AIE indica para cada país la clasificación establecida entre consumidores domésticos e industriales. En concreto, los precios medios para usos industriales en España se corresponden con las tarifas generales de alta tensión. (1) Impuesto Medioambiental depende del tipo de combustible, abonado por los generadores. (2) Un 10% del precio de la electricidad es considerado como ayuda a las energías nuclear y renovables. (3) No obstante, el 1-1-1996 fue introducida una Eco-Tasa en función del consumo de la electricidad. (4) No obstante, el 1-1-1996 fue abolido el Impuesto de Ayuda al Carbón.

• El cuadro 3 recoge el ranking europeo de precios medios de la electricidad (incluyendo impuestos) para usos domésticos e industriales en términos de paridad de poder de compra de cada país en vez de en moneda común. Se observa que, de nuevo, el precio medio de la electricidad en España es de los más elevados del entorno europeo. En concreto, para el consumidor doméstico español, el precio medio de la electricidad en 1995 fue unas tres veces y media más elevado que el precio en Noruega y para el consumidor industrial fue casi tres veces superior que el precio en Suecia. La posición del precio medio de la electricidad en España respecto a otros países europeos empeora relativamente si la comparación se realiza en términos de paridad de poder de compra que en términos monetarios.

8

• Los precios de la electricidad de los consumidores domésticos al menos doblan los de la gran industria. Comparando los precios de España, Francia, Reino Unido y Noruega, se observa que, en aquellos países donde sus mercados eléctricos presentan mayor grado de competencia (Reino Unido y Noruega) se registra una menor diferenciación de precios entre los domésticos y la gran industria y entre la pequeña y la gran industria. Es decir, en estos países los consumidores domésticos y los pequeños industriales están relativamente mejor tratados que en el resto (véase gráfico 4). En la medida en que el modelo eléctrico español se aproxima al de estos países, se puede interpretar como una señal de que en el futuro se irá cerrando el abanico tarifario en España.

Cuadro 3. Ranking europeo de índices de precios medios de la electricidad para el consumidor doméstico e industrial en términos de paridad de poder de compra. Incluye impuestos no recuperables. Año 1995 Doméstico

Industrial

Noruega

Indice=100

Noruega

N.D.

Suecia

Indice=124

Suecia

Indice=100

Finlandia

Indice=141

Finlandia

Indice=157

Holanda

Indice=189

Dinamarca

Indice=157

Reino Unido Indice=230

Francia

Indice=161

Francia

Indice=232

Bélgica

Indice=189

Dinamarca

Indice=248

Holanda

Indice=200

Alemania

Indice=259

Reino Unido Indice=239

Bélgica

Indice=296

Alemania

Indice=246

Italia

Indice=322

España

Indice=289

España

Indice=361

Italia

Indice=339

Portugal

Indice=411

Portugal

Indice=536

Fuente: Agencia Internacional de la Energía, OCDE (1997).

• Se analiza la discriminación de precios de la electricidad en la industria al aumentar la utilización de la potencia contratada para un mismo tamaño, esto es, al reducir el apuntamiento de la curva de carga. Esto sig-

nifica que en países en los que gracias a su elevada capacidad hidraúlica pueden modular mejor su demanda se discriminaría menos por utilización de la potencia contratada. Paradójicamente, España, con una elevada capacidad hidraúlica modulable, registra un grado de discriminación de precios por utilizaciones superior al modelo inglés, con menos posibilidades de modulación de su demanda. • Los consumidores industriales han experimentado las mayores reducciones de precios de electricidad en todos los países analizados (Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y España) durante los últimos diez años, siendo Alemania y Francia aquellos países donde estas reducciones han sido mayores y han afectado también a los consumidores domésticos. • El precio de la electricidad del consumidor doméstico de España y el Reino Unido no disminuyó como media en los últimos diez años en términos reales. No obstante, en 1996 y 1997 (con datos de inflación previstos) los precios de los consumidores domésticos en España han disminuído considerablemente en términos reales.

Gráfico 4. Relación de precios de la electricidad entre consumidores en Europa. Incluye impuestos. Año 1996 3,8

3,5

3,3 2,8 2,3 1,8 1,3

2,7

2,7 2,2

2,3

2,0

1,9 1,8

1,5

1,8

1,6

1,6 1,2

1,4

1,4

1,4

1,1

1,1

1,2 1,1

1,0

1,1 1,0 1,0

0,8 Alemania Norte

Francia

Italia

España

Doméstico/muy gran industria (1)

Pequeña industria/muy gran industria

Mediana industria/muy gran industria

Gran industria/muy gran industria

Inglaterra (sur)

Noruega

Fuente: Electricity Association (1996). (1) Tarifa social doméstica en Italia. La definición de los consumidores tipo está en el cuadro 8.

9

10

3. Causas de la disparidad de resultados. Selección de metodologías y fuentes disponibles

Como se señaló anteriormente, los resultados de comparar los niveles de precios de electricidad internacionales varían según la metodología y la fuente utilizada. Esto se puede comprobar en el cuadro 4, donde se recoge la posición del precio de la electricidad en diversos países europeos según las diferentes fuentes de información disponibles, tanto en términos de unidad monetaria común como de Paridad de Poder de Compra (PPS)1. En resumen, las fuentes de información disponibles de precios de la electricidad son la OCDE, Eurostat, Unipede, Electricity Association y National Utility Services (NUS). En líneas generales, las metodologías utilizadas son las de precios medios por la OCDE y la de consumidores tipo por Eurostat, Unipede, Electricity Association y NUS. Los precios de los consumidores tipo se calculan aplicando la estructura tarifaria de cada país a unos consumidores tipo o teóricos, con unas curvas de carga determinadas ad hoc. Estos precios no incluyen los descuentos por estacionalidad, los contratos específicos o los descuentos por interrumpibilidad. Los precios medios se calculan como un cociente entre la facturación total y la energía consumida en el año. Comparando los resultados de cada estadística se puede concluir: • Con la metodología de consumidores tipo se obtienen valores más bajos del precio de la electricidad en España, en relación con el resto de países europeos, que con la metodología de precios medios. Según Unipede, Eurostat y Electricity Association, que utilizan la metodología de precios de consumidores tipo, el consumidor doméstico español tendría un precio de los más bajos del entorno europeo. Por otra

parte, el consumidor industrial español tendría el quinto precio más bajo de la muestra. Esto significa que sólo en cuatro países de los nueve que se han considerado existiría un precio más bajo que el pagado por el industrial español. La excepción es el resultado de National Utility Services, que presenta el precio del industrial español como el más caro del total. • Por contra, con la metodología de precios medios se obtienen valores más altos del precio de la electricidad en España frente a otros países. Según la OCDE, que aplica esta metodología, el doméstico español tiene el cuarto precio más caro en términos de unidad monetaria común incluyendo impuestos y el segundo precio más caro excluyendo impuestos. • La consideración del precio en términos de Paridad de Poder de Compra (PPS) en vez de en unidad monetaria común homogeneiza los resultados de todas las fuentes. Según esta referencia España tendría el segundo-tercer precio más caro entre los países del entorno europeo, tanto en el consumo doméstico como en el industrial. Considerar esta unidad de referencia común homogeneiza los resultados, aunque presenta precios más bajos en los países más desarrollados y más elevados en aquellos países menos desarrollados. Una crítica generalizada al utilizar la PPS como unidad de refererencia común reside en la definición de esta unidad, en concreto, en la selección de la cesta de bienes que sea representativa de todas las economías sobre las que se elabora dicha unidad. En definitiva, los resultados de comparaciones internacionales de precios de la electricidad difieren en función de la fuente utilizada. Por ello en este trabajo se

(1) La PPS indica la cantidad de moneda nacional requerida para comprar, en cada país, la misma cesta de bienes y servicios establecida. Esta unidad de referencia no está influida por fluctuaciones en el tipo de cambio.

11

Cuadro 4. Clasificación de precios de electricidad en Europa según las distintas fuentes de información (1). En unidad común, a precios corrientes, incluye impuestos Consumidor Doméstico UNIPEDE (2)

EUROSTAT (3)

OCDE (4)

Electricity Association (5)

Moneda

PPS

Moneda

PPS

Moneda

PPS

Moneda

PPS

Salario

Alemania

3

5

4

5

2

5

3

6

6

Bélgica

2

4

3

4

3

4

1

4

4

Dinamarca

4

8

2

6

1

6

2

8

7

España

6

3

7

3

4

2

5

2

3

Francia

5

6

5

7

6

7

4

5

2

Holanda

8

9

8

8

8

9

8

9

8

Italia

1

1

1

1

7

3

7

3

1

Portugal

7

2

6

2

5

1

6

1

N.D.

Reino Unido

9

7

9

9

9

8

9

7

5

Fuentes: ELECTRICITY ASSOCIATION, EUROSTAT, OCDE y UNIPEDE (1) Número de mayor a menor: El país con el nº1 indica que el precio de la electricidad en dicho país es el más alto de entre los 9 países considerados. El país con el nº9 indica que el precio de la electricidad en dicho país, en moneda común, es el más bajo de entre los 9 países considerados. (2) Consumidor tipo: 3.500 kWh. Año 1996. (3) Consumidor tipo: 3.500 kWh, 1.300 horas noche. Año 1996. (4) Precios medios. Año 1995. (5) Consumidor tipo: 3300 kWh. Año 1996. Alemania SOE, Reino Unido: Inglaterra y Gales N.

Consumidor Industrial UNIPEDE (6)

EUROSTAT (7)

National Electricity Utility Association (9) Services (10)

OCDE (8)

Moneda 1

PPS 4

Moneda 1

PPS 4

Moneda 2

PPS 4

Moneda 1

PPS 4

Bélgica

2

6

4

5

7

7

3

5

4

Dinamarca

9

9

8

9

6

9

9

9

-

España

5

3

5

3

4

3

5

3

1

Francia

6

7

6

7

9

8

7

8

6

Holanda

8

8

7

8

5

6

6

7

5

Italia

2

2

2

2

3

2

2

2

3

Portugal

4

1

3

1

1

1

4

1

-

Reino Unido

7

5

9

6

8

5

8

6

7

Alemania

Fuentes: ELECTRICITY ASSOCIATION, EUROSTAT, NUS, OCDE y UNIPEDE (6) Consumidor tipo: 1.000 kW, 4.000 h. Año 1996. (7) Consumidor tipo: 2.500 kW, 4.000 h. Año 1996. (8) Precios medios. Año 1995. (9) Consumidor tipo: 2,5 MW y 40% utilización. Alemania Central, Reino Unido: Inglaterra y Gales N. Año 1996. (10) Consumidor tipo: 1.000 kW, 5.400 MWh/año. Año 1996.

12

Moneda 2

han seleccionado aquellos resultados más interesantes considerando, previamente, la fuente de información más adecuada en cada análisis. En el Anexo 1 se explican en detalle las razones que justifican esta selección, aunque de forma resumida puede indicarse que: • El precio medio de la electricidad (información proporcionada por la OCDE) es la metodología más adecuada en las comparaciones internacionales de niveles de precios agregados. Los dos problemas fundamentales que subyacen en la información de precios medios es que su grado de agregación no permite realizar análisis más en detalle que entre precios de domésticos e industriales, así como el retardo en su obtención ya que se calculan como valores medios de facturación registrados por las empresas eléctricas durante el año. • La información proporcionada por la metodología de consumidores tipo es fundamental para comparar los precios entre los consumidores dentro de cada país, y para analizar la evolución temporal de los precios entre consumidores de distintos países, siempre que se tenga en cuenta las especificidades de cada consumidor tipo de cada país. Unipede, Eurostat y Electricity Association presentan una información muy detallada de los precios de consumidores tipo. La metodología de consumidores tipo presenta dos ventajas: ofrece información muy desagregada de precios, tan extensa como consumidores tipo se definan (un precio por cada consumidor tipo) y, por otra parte, es una información actualizada de la estructura tarifaria vigente en cada país. No obstante, en esta metodología se presentan precios de consumidores tipo teóricos, seleccionados ad hoc, comparándose consumidores con diferente representatividad entre países (el consumidor tipo selecciona-

do para la gran industria en España no tiene por qué ser el mismo en Alemania). • Los índices de precios agregados son de fácil obtención y proporcionan información actualizada de variaciones de precio en términos agregados -los precios medios la proporcionan pero con cierto retraso. La Dirección de Regulación ha elaborado y actualiza anualmente un Indice Agregado de Precios de la Energía Eléctrica (IPEE), de tipo Laspeyres. La ventaja de este índice de precios es que mide exclusivamente la variación de precios, a diferencia de los precios medios, en los que su tasa de variación explica tanto variaciones de precios como variaciones en las cantidades consumidas. Cabe destacar que estos índices de precios agregados se calculan para productos más heterogéneos que la electricidad; es el caso del Indice de Precios de Consumo (IPC) o del Indice de Precios Industriales (IPRI). No obstante, el principal inconveniente en la elaboración del Indice Agregado de Precios de la Energía Eléctrica se debe al tratamiento específico de los diversos complementos de precio. • Como se citó anteriormente, hay que tener en cuenta ciertos problemas en la comparación de precios internacionales de electricidad y que son comunes a cualquier comparación de precios internacionales, tales como son la determinación de una unidad de referencia común (moneda, PPS, etc.) y la diferente fiscalidad aplicada sobre la electricidad en cada país.

13

14

4. Evolución temporal de los precios de la electricidad

En el cuadro 5 se recogen las tasas de variación medias anuales de los últimos diez años de los precios de la electricidad para distintos usuarios (domésticos, pequeña industria, mediana industria y gran industria) y tanto en términos nominales como reales (utilizando como deflactor de los precios de la electricidad para uso doméstico el IPC y para uso industrial el IPRI). Se han utilizado los datos de Unipede de precios de consumidores tipo en 1996, seleccionándose cinco países europeos: Alemania, Italia, Francia, España y Reino Unido. Se considera como variable de estudio el precio final de la electricidad para el consumidor doméstico y para el industrial, por lo que se ha incluído la fiscalidad aplicada a la electricidad en cada país y para cada consumidor. Por tanto, se consideran precios de la electricidad con impuestos incluídos, exceptuando el IVA para industriales dado que es un impuesto recuperable. Se analiza la variación de precios tanto en términos

nominales como reales. Se observan las siguientes características: • En los países analizados excepto en Italia la moderación de precios de la electricidad se ha localizado en el grupo de consumidores industriales. En Alemania y en Francia se produce una reducción más drástica que en el resto de países del entorno, tanto en términos nominales como en términos reales y más significativa para la pequeña industria que para la industria de gran tamaño. En Alemania la importante moderación de precios registrada en 1996 se debe, en gran medida, a la eliminación en dicho año de la tasa de apoyo al carbón y que suponía entre un 6 y un 9% dependiendo del Läender. Alemania e Italia en la pequeña y mediana industria y Alemania y Reino Unido en la gran industria eran los

Cuadro 5. Los precios de la electricidad en el último decenio. Tasa de variación media anual Francia

Alemania

Italia

España

Reino Unido

2,3%

0,4%

2,8%

5,6%

5,0%

Pequeña industria

-0,8%

-2,4%

4,5%

2,5%

3,8%

Mediana industria

-0,5%

-2,0%

5,3%

1,9%

2,7%

Gran industria

-0,4%

-1,8%

3,7%

2,2%

3,4%

Doméstico

-0,1%

-2,4%

-2,4%

0,3%

0,4%

Pequeña industria

-3,1%

-5,2%

-1,0%

-2,9%

-0,6%

Mediana industria

-2,9%

-4,8%

-0,2%

-3,5%

-1,7%

Gran industria

-2,8%

-4,6%

-1,7%

-3,2%

-1,0%

Términos Nominales Doméstico

Términos Reales

Fuentes: OCDE y UNIPEDE Consumidor tipo: Doméstico: 3.500 kW, excepto en Italia 600 kWh Pequeña industria: 100 kW, 1.600 h. Mediana industria: 1.000 kW, 4.000 h. Gran industria: 10.000 kW, 7.000 h. Se deflacta el precio del consumidor doméstico por el IPC y el precio del consumidor industrial por el IPRI.

15

países que partían de niveles de precios de electricidad industriales más altos. Diez años más tarde, en 1996, Alemania e Italia siguen teniendo, en general, los precios de la electricidad más caros, aunque Alemania y España mantienen los precios de la electricidad más elevados para la gran industria.

puede comprobarse en el gráfico 5 que recoge la evolución en términos reales del índice del precio de la electricidad de un consumidor tipo doméstico español (consumo anual igual a 3500 kWh).

• El mayor crecimiento nominal del precio de la electricidad del consumidor doméstico se registra en España con un 5,6% de crecimiento medio anual, seguido de Reino Unido (5%). En España y en Reino Unido los precios de la electricidad de los consumidores domésticos no han disminuído en términos reales como media en los últimos diez años. No obstante, hay que hacer dos matizaciones. En primer lugar que el punto de partida de los niveles de precios entre España y el Reino Unido es muy distinta: mientras que en Reino Unido el precio de la electricidad del consumidor doméstico era y es el menor de los cinco países considerados, en España era de los más altos. En segundo lugar, en el caso de España aunque el crecimiento medio del precio de la electricidad para el consumidor doméstico ha sido positivo en términos reales, en los últimos cuatro años los precios han disminuido en términos reales, caída especialmente importante en los últimos dos años. Esto

Por tanto se concluye, a partir de la información de Unipede sobre precios de consumidores tipo, que las mayores reducciones de precios de electricidad en el último decenio se han registrado en Alemania y Francia, países donde no hay competencia en el suministro eléctrico, mientras que en Reino Unido, ejemplo de mercado eléctrico liberalizado, se observan resultados más moderados; únicamente se registra una moderación en el crecimiento de los precios en la industria de mediano-gran tamaño. En el Reino Unido no se observan resultados inmediatos en precios a raiz de la liberalización del mercado en 1990. Sin embargo, si se analiza la evolución de los precios de la electricidad antes y después de la entrada en vigor del sistema actual de tarifas de la National Grid Company (abril de 1993) se comprueba un fuerte descenso en términos reales (2,2-3,3%) en los precios para usos industriales y un aumento prácticamente nulo (0-0,3%) en los precios para usos domésticos, resultados especialmente importantes en 1996, último año de la muestra (véase cuadro 6).

Gráfico 5. Evolución del precio de la electricidad en España para usos domésticos en términos reales. Indice: 1986=100 110

109 108

108

108

107 107

106 104

103

102

103

104

101 100

101

100 98 1986

100

1987

1988

1989

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

Fuentes: INE, OFICO y UNIPEDE. Consumidor tipo doméstico: 3500 kWh anuales. Serie deflactada por el IPC (previsión IPC 1997 del 2,7%: Presup. Grales. Estado, MEH).

16

1997(p)

Cuadro 6. Tasas de variación medias anuales de los precios de la electricidad en el Reino Unido Antes de liber.

Tras liber.

Antes de 1993

Tras 1993

Términos Nominales Doméstico

5%

5,1%

7,2%

2,5%

Nocturno

5,1%

5,3%

7,2%

2,8%

Pequeña industria

5,8%

3%

6,9%

0,2%

Mediana industria

4,3%

2,1%

5,8%

-1%

Gran industria

4,8%

2,9%

6,9%

-0,7%

Doméstico

-2,2%

1,8%

0,8%

0%

Nocturno

-2,2%

2%

0,8%

0,3%

Pequeña industria

-0,6%

-0,5%

0,8%

-2,2%

Mediana industria

-2,1%

-1,4%

-0,3%

-3,3%

Gran industria

-1,6%

-0,6%

0,7%

-3,1%

Términos Reales

Fuentes: OCDE y UNIPEDE. Nota: Las definiciones de los consumidores tipo coinciden con las del cuadro 5.

17

18

5. Relación de los precios de la electricidad entre consumidores

La discriminación de precios entre distintos consumidores se explica porque el precio del kWh varía según la hora del día en que se demande la electricidad, según la tecnología utilizada, según los diferentes costes de transmisión que se apliquen y por la presencia de costes hundidos que hay que cubrir entre diferentes grupos de consumidores. A continuación se analiza, dentro de cada país, la relación de precios de la electricidad entre distintos usos de consumo (domésticos, pequeños, medianos y grandes industriales). Se suponen curvas de carga similares entre consumidores tipo de distintos países, y se establecen cocientes de precios entre consumidores de distinto tamaño y el consumidor industrial de mayor tamaño, o precio pivote. Cocientes cercanos a la unidad son una señal del menor abanico tarifario y, cocientes muy superiores a la unidad indican que hay cierto grado de discriminación en algún grupo de consumidores con respecto al consumidor pivote, sobre el que se puede estar realizando el ajuste de los costes varados en mayor medida. Para ello se utilizará la información más reciente disponible sobre precios de electricidad según la metodología de consumidores tipo y para los países: Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, Noruega y España.

Las relaciones de precios entre consumidores que se analizan son: • relación entre el precio de la electricidad de consumidores domésticos y el de la gran industria, • precio de electricidad de la pequeña industria con respecto a la gran industria, y • precio de la electricidad de la mediana industria con respecto a la gran industria. Las relaciones de precios de consumidores tipo con la última información disponible están recogidas en el cuadro 7 y en el cuadro 8 según la información de Unipede y Electricity Association, respectivamente. Se consideran los precios de la electricidad de Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y España en el primer caso y se añade la información de precios en Noruega según Electricity Association. Los gráficos 4 y 6 presentan las relaciones de precios entre consumidores por países según Electricity Association y Unipede, respectivamente. No se ha considerado la información de Eurostat porque no incluye los precios de la electricidad del consumidor considerado pivote (gran consumidor industrial) en Reino Unido, y porque, básicamente, coincide con la información proporcionada por Unipede.

Cuadro 7. Relación de precios de la electricidad de consumidores tipo según Unipede. Año 1996. Incluye impuestos (excepto IVA en industriales) Usos domésticos normal/nocturno (1)

Doméstico/ gran industria (2)

Pequeña industria/ gran industria (3)

Mediana industria/ gran industria (4)

Alemania

1,21

2,5

1,9

1,3

Francia

1,20

3,4

2,1

1,4

Italia

0,34

1,3

2,2

1,6

Reino Unido

1,25

2,2

1,4

1,19

España

1,27

2,6

1,6

1,24

Fuente: UNIPEDE (1996). Las definiciones de cada consumidor tipo coinciden con las del cuadro 5.

19

Cuadro 8. Relación de precios de electricidad de consumidores tipo según Electricity Association. Año 1996. Incluye impuestos Usos domésticos Domésticos/ Pequeña industria/ Mediana industria/ Gran industria/ normal/nocturno Muy gran Muy gran Muy gran Muy gran (1) industria (2) industria (3) industria (4) industria (5) Alemania Norte

1,5

2,7

2,3

1,6

1,2

OE

1,5

2,3

2,1

1,6

1,2

SOE

1,5

2,3

1,9

1,4

1,1

Francia

1,4

3,5

1,8

1,4

1,1

Italia

-

1,4

2,2

1,8

1,1

Noruega

-

2,0

1,1

1,0

1,0

1,6

2,7

1,6

1,4

1,1

Norte

1,7

2,1

1,6

1,2

1,0

Centro

1,7

2,0

1,8

1,2

1,1

Sur

1,7

1,9

1,5

1,2

1,0

España Inglaterra y Gales

Fuente: Electricy Association (1996). (1) (2) (3) (4) (5)

Precio Precio Precio Precio Precio

doméstico normal 3.300 kWh/Precio de doméstico nocturno 7.500 (5.000 noche) kWh. de doméstico normal 3.300 kWh (en Italia 500 kWh)/Precio de industria grande de 10.000 kW y 80% de fr. de utilización. de industrial pequeño 100 kW y 20% de fr. de utilización/Precio de industrial grande de 10.000 kW y 80% de fr. de utilización. de industrial mediano 500 kW y 40% de fr. de utilización/Precio de industrial grande de 10.000 kW y 80% de fr. de utilización. de industrial grande 10.000 kW y 60% de fr. de utilización/Precio de industrial grande de 10.000 kW y 80% de fr. de utilización.

Se pueden apuntar las siguientes observaciones, siempre sujetas a las ya reiteradas limitaciones de la metodología de consumidores tipo: • El caso extremo de diferenciación de precios se da entre domésticos y la gran industria para todos los países, excepto en Italia por estar considerando una tarifa social doméstica. Los precios de los consumidores domésticos cuando menos doblan los de la gran industria. En Noruega y en Reino Unido es donde esta diferenciación es menor. De nuevo, hay que indicar que en Italia se está incluyendo el precio de la tarifa social y que por ello la desviación de precios domésticos versus industrial es la menor de entre todos los países analizados. Si se escoge la tari-

20

fa normal doméstica italiana en vez de la tarifa social, a pesar de ser esta última más representativa del consumidor doméstico, se obtendría la mayor discrepancia entre los precios domésticos e industriales del total de países analizados. • Comparando los precios de los consumidores industriales según su tamaño (pequeño vs grande y mediano vs grande), se observa que para todos los casos en Noruega y en el Reino Unido la discrepancia de precios, también dentro de la industria, es la menor de todos los países analizados, seguido de España. • En todos los países analizados, las diferenciaciones de precios en la industria son menores conforme

Gráfico 6. Relación de precios de la electricidad entre consumidores. Año 1996. Incluye impuestos 3,5 3,4

3,0 2,5 2,0 1,5

2,6

2,5 2,2

2,1

1,9

1,6

1,4 1,3

2,2

1,3

1,6

1,4 1,2

1,2

1,0 0,5 0 Alemania Doméstico/muy gran industria (1)

Francia

Italia Pequeña industria/muy gran industria

Reino Unido

España

Mediana industria/muy gran industria

Fuente: UNIPEDE (1996). (1) Tarifa social doméstica en Italia. La definición de los consumidores tipo está en el cuadro 5.

aumenta el tamaño del consumidor industrial. Cabe destacar que en Noruega no hay diferencias significativas en los precios de los consumidores de la pequeña, mediana y gran industria. • Italia, y en menor medida Francia y Alemania, mantienen una brecha importante entre los precios de los consumidores de menor tamaño y los de mayor tamaño. En Italia la fiscalidad indirecta no recuperable aplicada a los pequeños y medianos industriales incrementa ligeramente estas diferencias de precios. Recordemos, que se aplican Impuestos Especiales en función de la actividad. • La fiscalidad aplicada sobre la electricidad aumenta la diferenciación de precios entre domésticos e industriales. Es decir, si se incluye la fiscalidad indirecta correspondiente a domésticos e industriales en cada país, se acentúan aún más las diferencias de precios finales a favor de industriales con respecto a domésticos, especialmente en Francia y en España.

21

22

6. Algunos ejemplos de discriminación de precios

El precio del kWh varía dependiendo de los diferentes costes de generación, transporte y distribución en los que se incurre, así como en la correspondiente cobertura de costes hundidos asignada a cada grupo de consumidores. En la generalidad de países analizados se observan precios diferentes en función de la hora del día en que se demanda la electricidad así como en función del tamaño del consumo. A continuación se presentan tres casos de discriminación de precios: por tarifa nocturna para consumidores domésticos, por utilización y por tamaño para consumidores industriales. La información utilizada para estas comparaciones de precios es de Electricity Association (1996). 6.1. Discriminación por tarifa nocturna Esta discriminación se mide como la reducción porcentual en el precio del consumidor doméstico al pasar de tarifa normal a tarifa nocturna. Se consideran dos consumidores tipo domésticos: uno de consumo pequeño (3000 kWh) y otro más grande (7500 kWh). Se comprueba (véase cuadro 9) que en Inglaterra y Gales y en España la discriminación de precios de domésticos por tarifa nocturna es muy superior a la de Francia y Alemania. No obstante, según información de OFICO, en España la 2.0 nocturna afectó únicaCuadro 9. Reducción del precio de la electricidad del consumidor doméstico con discriminación nocturna (%) Normal: Nocturna:

3.000 kWh 3.000/1500

7.500 kWh 7.500/5.000

Alemania

13,6

27,5

Francia

15,5

16,8

España

23,6

32,7

Inglaterra y Gales

27,3

40,1

mente al 3% de los domésticos no subvencionados en 1996 mientras que en Francia, donde la reducción en el precio por discriminación horaria es menor que en España, el 40% de los domésticos no subvencionados estuvo sujeto a la opción tarifaria bihoraria (HC), según información de EDF. 6.2. Discriminación por utilización en la industria En el caso de los precios de la electricidad de industriales, al aumentar la utilización de la potencia contratada, para un mismo tamaño de potencia, se reduce el apuntamiento de la curva de carga en largas utilizaciones, lo que se traduce en un ahorro de costes. En esta comparación, se trata de poner de manifiesto la discriminación de precios de usuarios con curvas de carga con distinto apuntamiento. Para ello se comparan los precios a igualdad de tamaño (potencia de 100, 500, 2500 y 10000 kW) y dos utilizaciones extremas el 20% y el 80%. Se cuantifican en el cuadro 10 las reducciones de precio al pasar de un factor de utilización del 20% al 80%. Se observa que todos los países discriminan precios por utilizaciones. España ocuparía una posición intermedia en función de la duración. Mientras que Alemania e Italia ofrecen mayor diferenciación de precios, Francia e Inglaterra y Gales ofrecen menor discriminación de precios por duración que España. Noruega no discrimina por duración. En líneas generales, en países en los que gracias a su elevada capacidad hidraúlica pueden modular mejor la demanda (el apuntamiento de la curva de carga es menor) deberían discriminar menos. Este es el caso de Noruega donde prácticamente toda su capacidad instalada es hidraúlica. Paradójicamente, España con una elevada capacidad hidraúlica registra un grado de discriminación de precios por utilizaciones superior al modelo inglés, con menores posibilidades de modulación de su demanda (menor hidraúlica que en España).

Fuente: Electricity Association (1996).

23

Cuadro 10. Reducción del precio de la electricidad de la industria al aumentar la utilización de la potencia Tamaño

Aumento de la utilización

Alemania

Italia

España

Inglaterra y Gales

Francia

Noruega

100 kW

20% vs 80%

50%

26%

31%

28%

23%

7%

500 kW

20% vs 80%

50%

40%

31%

29%

25%

3%

2500 kW

20% vs 80%

53%

42%

30%

25%

24%

0%

10000 kW

20% vs 80%

53%

40%

30%

25%

21%

0%

Fuente: Electricity Association (1996).

6.3. Discriminación por tamaño en la industria Por último se trata de cuantificar las reducciones del precio de la electricidad en la industria a igualdad de utilización para dos tamaños de consumo (100 kW frente a 2500 kW y 2500 kW frente a 10000 kW) en Francia, Alemania, Italia, España y Reino Unido (Inglaterra y Gales). Se observa en el cuadro 11 que hay dos grupos de países en función de los resultados obtenidos: • Alemania, España y Reino Unido donde hay reducciones de precio entre el consumidor de 100 y el de 2500 kW de un 9% aproximadamente, agotándose estas economías de escala a partir de los 2500 kW.

• En Francia e Italia, por el contrario, las reducciones de precio se mantienen a partir de este tamaño de 2500 kW. De este análisis se concluye la existencia de discriminaciones de precios entre consumidores industriales de distinto tamaño y misma utilización en todos los países, lo que sugiere que aquellos usuarios de menor tamaño, estarían soportando en mayor medida los costes del sector. Esta discriminación es superior en Francia y en Italia que en el resto de países analizados.

Cuadro 11. Reducción del precio de la electricidad al aumentar el tamaño del suministro para distintas utilizaciones de potencia Utilización 20%

40%

60%

80%

Aumento del tamaño del consumidor

Francia

Alemania

Italia

España

Inglaterra y Gales

100 vs 2.500 kW

14%

12%

-1%

9%

12%

2.500 vs 10.000 kW

17%

2%

23%

3%

0%

100 vs 2.500 kW

13%

8%

9%

8%

9%

2.500 vs 10.000 kW

16%

1%

22%

3%

0%

100 vs 2.500 kW

14%

7%

16%

7%

7%

2.500 vs 10.000 kW

13%

1%

21%

3%

0%

100 vs 2.500 kW

16%

5%

21%

7%

7%

2.500 vs 10.000 kW

13%

0%

29%

3%

0%

Fuente: Electricity Association (1996).

24

Anexo 1. Metodología de consumidores tipo versus precios medios: Pros y contras

El cuadro A1 es un recordatorio de las diferentes fuentes estadísticas de precios internacionales de la electricidad disponibles actualmente. La comparación internacional de precios de la electricidad se realiza habitualmente según la metodología de precios de consumidores tipo. En esta metodología se define una gama de consumidores tipo ficticios representativos de una parte del mercado eléctrico, y se presentan los precios asociados a estos consumidores a partir de la estructura tarifaria de cada país. Esta es la metodología aplicada por Unipede, Eurostat, Electricity Association y National Utility Services, si bien esta última fuente presenta únicamente el precio de un consumidor tipo industrial-comercial y, por tanto, su información aunque se recibe antes que la de cualquier otra fuente es poco representativa de los precios generales de la electricidad. La electricidad no es un bien homogéneo, se puede considerar más que un único bien una cesta de bienes eléctricos en función de la tecnología de generación, el nivel de tensión al que se demande, etc. Esta heterogeneidad se refleja en la diversidad de precios existentes entre los consumidores que adquieren el bien. En este sentido, la principal ventaja asociada a esta metodología es que permite diferenciar la electricidad en diferentes productos (uno por cada consumidor tipo) con su precio determinado. Aunque este sea el procedimiento de comparación de precios internacionales más generalizado hay que citar dos inconvenientes que implícitamente aparecen en esta información: • Esta metodología selecciona los precios de unos consumidores elegidos ad hoc (o tipo). Por tanto, el principal problema a la hora de interpretar los resultados de los precios de consumidores tipo es que el consumidor tipo representativo de un consumo en un

país no tiene por qué serlo para el total de la muestra considerada, es decir, no son representativos de forma homogénea en todos los países, depende de las pautas de consumo. Un ejemplo concreto: el precio de la electricidad del consumidor doméstico italiano de un tamaño determinado es el más caro de Europa; no obstante, este precio no es representativo del colectivo de domésticos italianos donde más del 80% está sujeto a tarifa social. Por tanto afirmar que el precio de la electricidad en Italia es el más elevado del entorno europeo no es cierto. Esto explica que (véase el cuadro 4) según Unipede y Eurostat, el consumidor tipo doméstico italiano tenga el precio de la electricidad más caro del entorno europeo mientras que según la OCDE sea el tercer precio más bajo de nueve países considerados. • Estos precios no incluyen descuentos por estacionalidad, ni por interrumpibilidad, ni contratos específicos, etc. En el caso de España, a las tarifas interrumpibles les corresponde más del 20% de la energía facturada a abonados industriales, con lo que es seguro que la comparación de los precios de domésticos, pequeña y mediana industria con respecto a los de la gran industria, sujeta esta última a descuentos por interrumpibilidad, presenta mayores discrepancias que lo reflejado en esta comparación con precios de consumidores tipo. • Proporcionan información con cierto desfase dada la forma en la que se obtienen los datos de precios medios (en el primer trimestre de 1997 se tienen datos y no para todos los países de los precios de la electricidad hasta el tercer trimestre de 1996. La metodología de consumidores tipo proporciona de forma casi contemporánea (explota la información de tarifas, básicamente) los precios de la electricidad de ciertos consumos.

25

Cuadro A1. Fuentes disponibles de precios internacionales de la electricidad Fuentes

26

Metodología aplicada

Período temporal disponible

Desagregación del análisis

Características

UNIPEDE (Selección de países recogida y publicada por UNESA en su informe: “El precio de la electricidad en España y en otros países”).

Consumidores tipo

1986-1996

Usos domésticos 600 kWh 3500 kWh 7500 kWh (1/3 de noche) Usos industriales 100 kW; 160 MWH 1000 kW; 4000 MWh 10000 kW; 70000 MWh

Periodicidad anual. Incluye impuestos. En PTA/kWh. TC de enero de cada año (Banco de España).

Agencia Internacional de la Energía (OCDE) “Energy Prices and Taxes”

Precios medios (Ingresos medios) por kWh Indice de electricidad desde 1979 (no para España)

1983-1996

Usos domésticos Usos industriales Indices de electricidad según uso mayorista minorista

Periodicidad trimestral. Incluye/excluye impuestos En moneda nacional/kWh.

(CCEE):EUROSTAT “Electricity Prices”

Consumidores tipo

1990, 1992-1996

Periodicidad semestral. Incluye/excluye impuestos En moneda nal./kWh. en ECU y en PPS.

Precios señal para grandes consumidores industriales

1994, 1995 y 1996

Usos domésticos 600 kWh al año 1200 kWh 3500 kWh (1399 de noche) 7500 kWh (2500 de noche) 20000 kWh (15000 de noche) Usos industriales 30 kW; 30000 kWh al año 50 kW; 50000 kWh 100 kW; 160000 kWh 500 kW; 125000 kWh 2500 kW; 10000000 kWh 4000 kW; 24000000 kWh 10000 kW; 50000000 kWh 10000 kW; 70000000 kWh Demanda de referencia 25 MW 50 MW 75 MW

No facilitan datos: Dinamarca, Luxemburgo, Irlanda, Finlandia y Holanda (75 MW).

National Utility Services Consumidores tipo “International Electricity Survey” Valores medios de precios de empresas para el total nacional (sin ponderar)

1993-1996

Consumidor industrialcomercial 100 kW, 450000 kWh al mes

Periodicidad anual. Incluye impuestos. En PTA/kWh. TC de marzo de cada año (London Financial Times) Desagregación por empresas interesante para Alemania y EEUU.

Electricity Association “International Electricity Prices”

1995 y 1996

Usos domésticos 500 kWh al año 3300 kWh 7500 kWh 3000 kWh (1500 de noche) 7500 kWh (5000 de noche) 12000 kWh (9000 de noche) Usos industriales Demanda máxima anual: 100 kW 500 kW 2500 kW 10000 kW (cada uno según las horas de utilización)

Periodicidad anual. Incluye impuestos. En PPS (OCDE. Main Economic Indicators), en moneda nacional y peniques/kWh (Financial Times enero de cada año) y en tiempo necesario de trabajo para consumir cada kWh por un asalariado en la industria.

Consumidores tipo

A los dos problemas anteriores hay que añadir un hecho observado en las comparaciones de precios de consumidores tipo: para un consumidor tipo similar se obtienen resultados distintos según la fuente considerada. A continuación se presenta un ejemplo indicativo de las discrepancias existentes en la información de precios de electricidad en 1996 para un consumidor industrial de tamaño mediano según Unipede y según National Utility Services (NUS) para Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y España. Según la información de NUS, el precio de la electricidad en España fue el más elevado (entre 15 países analizados en su informe). Sin embargo, según Unipede, el precio de la electricidad en España del consumidor tipo correspondiente es inferior, al menos, al de Alemania y al de Italia. Más aún, comparando ambas fuentes se observa que los precios de NUS son inferiores a los que proporciona Unipede en todos los países excepto en España. Por tanto, dado que los niveles de precios de electricidad de los consumidores tipo dependen de la fuente que se considere, parece necesario seleccionar alguna como la estadística “oficial” de precios de consumidores tipo. Por último, hay que indicar que esta metodología de consumidores tipo es un tanto sui generis con respecto

Cuadro A2. Precio de electricidad en PTA/kWh. Consum. tipo de NUS: 1.000 kW y 5.400 MWh Consum. tipo de UNIPEDE: 1.000 kW y 4.000 MWh NUS

UNIPEDE Diferencia (%)

Alemania

12,7

13,8

8,6

España

13,2

11,3

-14,9

Italia

11,9

13,0

9,5

Francia

9,2

10,4

13,0

Reino Unido

7,7

9,6

24,5

al tratamiento generalizado de otros precios en la economía. Mientras que precios de cestas de bienes de composición mucho más heterogénea que la electricidad (ganancias salariales, precio de la vivienda, etc.) utilizan metodologías de precios medios, en el caso de la electricidad se especifican precios por cada consumidor definido, lo que en definitiva dificulta una comparación homogénea del precio de la electricidad. La Agencia Internacional de la Energía (OCDE) ofrece en su informe trimestral “Energy Prices and Taxes”, datos de precios medios de la electricidad para domésticos e industriales. Esta información se obtiene ex post, y los precios presentados presentan información de precios efectivos (no teóricos) incluyendo todo tipo de descuentos y peculiaridades en contratos por tipos de consumidores, por lo que permiten de una forma burda pero sencilla y fiable determinar el nivel medio de precios de la electricidad en España con respecto a los países de su entorno. Esta metodología, si bien es adecuada para determinar el nivel de carestía de un bien con respecto a otros países tiene dos importantes inconvenientes: • Proporciona información muy agregada de precios. Si queremos determinar los niveles relativos de precios entre consumidores en un mismo país la metodología de consumidores tipo es mucho más variada y actual. • Proporciona información de precios con cierto desfase, dado que es preciso conocer las ponderaciones de energía para cada grupo de consumidores. En términos de variaciones de precios sería más práctico en vez de esperar a los datos de precios medios, hacer uso del IPEE, que no es más que un índice de precios de tipo Laspeyres, análoga su construcción a la del IPC o IPRI (cestas de precios de bienes mucho más heterogéneos que la electricidad).

Fuentes: NUS y UNIPEDE.

27

Hay que mencionar la publicación de Eurostat sobre “precios señal para grandes consumidores industriales”. La Directiva 90/377/CEE de 29 de junio de 1990, sobre transparencia de precios a los consumidores industriales finales de gas y electricidad, introdujo una encuesta sobre “precios señal” para consumidores cuya demanda máxima fuera superior a los 10 MW. Se trata de precios que pueden alcanzarse utilizando las opciones tarifarias de cada país, reguladas o libremente pactadas. Estos “precios señal”, clasificados según tres categorías (25, 50 y 75 MW), no son homogéneos para realizar comparaciones internacionales de precios de la electricidad. Los datos son proporcionados por las empresas distribuidoras o por organismos independientes. En España la información es facilitada por el MINER. Dinamarca, Luxemburgo, Irlanda, Finlandia y Holanda para 75 MW no facilitan estos datos, ya que tienen menos de tres consumidores en cada categoría. Una última consideración a tener en cuenta es que la comparación de niveles de precios en moneda común, por ejemplo, en pesetas por kWh está sesgando al alza los precios de aquellos países con moneda más fuerte que la española (especialmente Alemania) y a la baja los precios de países con moneda más débil . El significado de esta comparación es, por tanto, muy limitado ya que el nivel de precios además de estar contaminado por el efecto del tipo de cambio, no tiene en cuenta el nivel adquisitivo del consumidor de cada país, no sitúa el precio de la electricidad con respecto al precio de otros bienes de la cesta del consumidor doméstico o con respecto al coste de otros inputs del consumidor industrial, ni considera el efecto de la diferente fiscalidad aplicable a este bien en cada país (véase cuadros 1 y 2).

28

Anexo 2. Nota del Consejo de Administración de la CSEN sobre “Comparación de precios de la electricidad en el entorno europeo”

A finales de mayo, la CSEN distribuyó un documento elaborado por su staff titulado “Comparación de precios de la electricidad en el entorno europeo”. Poco después, Unesa presentó en esta Comisión un informe que discutía las conclusiones del documento del staff de la CSEN. A la vista de ello, el Consejo de Administración encargó al staff que preparara una nota sobre el informe de Unesa, nota que se adjunta, poniéndose a disposición del público en general. A la vista de todo ello, el Consejo de Administración ha concluido que: 1. En el documento de Unesa no se critican, en absoluto, los resultados de la comparación de precios medios que presentaba el documento del staff de la CSEN. Ello es lógico porque el staff no había elaborado nada con sus propios medios, sino que lo único que había hecho era trasladar a la opinión pública los trabajos de la Agencia Internacional de la Energía de la O.C.D.E. con sede en París. 2. Estos resultados, que se vuelven a reflejar en los gráficos 1 y 2 para consumidores domésticos e industriales, muestran que el staff de la Comisión estaba en lo cierto cuando señalaba en su documento que los precios medios españoles están entre los más altos si se les compara con los países europeos. 3. El documento de Unesa propone utilizar exclusivamente la metodología de los “consumidores-tipo” y no la de la OCDE. Esta metodología, que como señalaba el staff de la CSEN, puede ser útil para comparar consumidores individuales, no es la mejor para hacer comparaciones de tipo general, porque es ambigua y los resultados dependen de los consumidores que se elijan.

4. La diversidad de resultados que se pueden obtener con la metodología de “consumidores-tipo” que propone Unesa, se demuestra cuando se observa que los resultados de la comparación dependen de la fuente que los suministra. Así en el gráfico 3 se muestran los resultados de esta metodología cuando la fuente que lo suministra es la propia Unesa, y, en efecto, entonces parece que los precios de los consumidores industriales españoles están en un punto intermedio. Sin embargo, cuando esta misma metodología se aplica por un consultor independiente como, por ejemplo, National Utilities Services, el precio del consumidor industrial español resulta estar no sólo entre los más altos, sino que es el más alto de toda Europa (ver gráfico 4). 5. Por todo esto, al Consejo de Administración le parece que lo más correcto es hacer lo que hizo el staff de la CSEN que fue proporcionar todos los datos de todas las fuentes y con todas las alternativas: con impuestos, sin impuestos, con paridad de poder adquisitivo y sin ella, etc., para que la opinión pública pueda disponer de toda la información y hacer el juicio que le merezca. 6. Por las mismas razones, el Consejo de Administración ha encargado al staff de la CSEN que elabore todos los años un informe sobre comparación de precios como el que ha elaborado este año que será difundido a la opinión pública para que los consumidores y toda la sociedad pueda tener todos los elementos de juicio sobre esta cuestión y dar un paso más así en el camino emprendido por esta Comisión, de velar por la transparencia en la regulación y funcionamiento del sector eléctrico. Madrid, 30 de junio de 1997.

29

Gráfico 1. Precios medios de la electricidad de los consumidores domésticos en Europa (PTA/kWh). Excluye impuestos. Año 1995 Metodología de precios medios Fuente: Agencia Internacional de la Energía (OCDE) 25 20,4

20 14,7

15,5

R. Unido

Italia

14,3

15 7,1

21

Bélgica

España

21,5

16,3

11,3

11,1

10

20,8

7,8

5 0 Noruega

Suecia

Finlandia Dinamarca Holanda

Francia

Alemania

Portugal

Fuente: Agencia Internacional de la Energía, OCDE (1997).

Gráfico 2. Precios medios de la electricidad de los consumidores industriales en Europa (PTA/kWh). Excluye impuestos. Año 1995 Metodología de precios medios Fuente: Agencia Internacional de la Energía (OCDE) 16

15,2

14 11,6

12 10 8 6

7,5

7,5

7,9

Dinamarca

Francia

Finlandia

8,5

8,5

R. Unido

Bélgica

9,4

9,5

10,1

Holanda

Italia

España

4,9

4 2 0 Suecia

Fuente: Agencia Internacional de la Energía, OCDE (1997).

30

Alemania

Portugal

Gráfico 3. Precios de la electricidad en Europa del consumidor tipo industrial (1.000 kW; 4.000 MWh). Tasas incluidas excepto IVA. Año 1996 Metodología de precios de consumidores tipo Fuente: UNIPEDE-UNESA 14 12 10

11,27

12,03

12,06

España

Portugal

Bélgica

13,02

13,78

Italia

Alemania

10,4 9,59 8,64

9,27

Dinamarca

Holanda

8 6 4 2 0 R. Unido

Francia

Fuente: UNESA (1996).

Gráfico 4. Precios de la electricidad en Europa del consumidor tipo industrial (1.000 kW; 5.400 MWh). Año 1996 Metodología de precios de consumidores tipo Fuente: National Utility Services 14

13,2

Alemania

España

11,3

10

9,2

9,6

Francia

Holanda

7,7

8 6

12,7 11,9

12

5,8

6,5

7,1

4 2 0 Suecia

Noruega

Finlandia

R. Unido

Bélgica

Italia

Fuente: National Utility Services (NUS) (1996).

31

El trabajo de la CSEN “Comparación de los precios de la electricidad en el entorno europeo” ha suscitado diversos comentarios aparecidos tanto en la prensa como en una carta de contestación de UNESA a dicho informe fechada el 4 de junio de 1997. En esta carta UNESA critica los resultados del informe de la CSEN de que los precios medios de la electricidad en España son superiores a los precios de otros países argumentándose que, si la comparación de precios se realizase con la denominada metodología de precios de los “consumidores-tipo”, la posición relativa de España sería más favorable. El propósito de esta nota es señalar que, pese al planteamiento polémico de UNESA, en realidad no hay diferencias acerca de los resultados obtenidos ni

discrepancia en las cifras entre el informe de la CSEN y las observaciones de UNESA. Los precios medios de la electricidad en España son los que se señalaron en el informe de la CSEN y, por tanto, son comparativamente elevados (gráficos 1 y 2). Los cuadros 1 y 2 muestran esa carestía relativa de la electricidad en nuestro país. Esta conclusión no es incompatible con la existencia de ciertos grupos de consumidores que, sin entrar ahora a discutir su representatividad, pagan precios relativamente favorables en nuestro país. Tampoco hay conflicto entre la citada conclusión del informe de la CSEN y el hecho de que existen diferencias entre las estructuras de costes y demandas de los distintos países que obligan a ser cuidadoso en la interpretación de las diferencias de precios que se observan.

Cuadro 1. Precios medios de la electricidad en Europa de consumidores domésticos (*). Año 1995 Precio medio excluyendo impuestos PTA/kWh

Precio medio incluyendo impuestos PTA/kWh

Noruega

7,1

Noruega

Suecia

7,8

Impuestos aplicables Otros IVA impuestos

9,7

23%

SI

Suecia

11,7

25%

SI

Finlandia

11,1

Finlandia

13,6

22%

NO (1)

Dinamarca

11,3

Reino Unido

15,8

8%

NO (2)

Holanda

14,3

Holanda

16,8

17,5%

NO (3)

Reino Unido

14,7

Italia

20,5

10%

SI

Italia

15,5

Francia

20,8

18,6%

SI

Francia

16,3

Portugal

22,6

5%

NO

Alemania

20,4

España

24,3

16%

NO

Bélgica

20,8

Bélgica

25,3

20,5%

SI

España

21,0

Alemania

25,4

15%

SI (4)

Portugal

21,5

Dinamarca

26,1

25%

SI

Fuente: Agencia Internacional de la Energía, OCDE: “Energy Prices and Taxes”. (Tercer trimestre 1996) (*) La AIE indica para cada país la clasificación establecida entre consumidores domésticos e industriales. En concreto, los precios medios de usos domésticos en España se corresponden con las tarifas eléctricas aplicadas a consumidores domésticos. (1) Impuesto Medioambiental depende del tipo de combustible, abonado por los generadores. (2) Un 10% del precio de la electricidad es considerado como ayuda a las energías nuclear y renovables. (3) No obstante, el 1-1-1996 fue introducida una Eco-Tasa en función del consumo de la electricidad. (4) No obstante, el 1-1-1996 fue abolido el Impuesto de ayuda al Carbón.

32

Cuadro 2. Precios medios de la electricidad en Europa de consumidores industriales (*). Año 1995 Precio medio excluyendo impuestos PTA/kWh Noruega

N.D.

Precio medio incluyendo impuestos no recuperables PTA/kWh Noruega

Impuestos no recuperables

N.D.

NO

Suecia

4,9

Suecia

4,9

NO

Dinamarca

7,5

Francia

7,5

NO

Francia

7,5

Finlandia

7,9

NO (1)

Finlandia

7,9

Reino Unido

8,5

NO (2)

Reino Unido

8,5

Bélgica

8,5

NO

Bélgica

8,5

Dinamarca

8,6

SI

Holanda

9,4

Holanda

9,4

NO (3)

Italia

9,5

España

10,1

NO

España

10,1

Italia

11,6

SI

Alemania

11,6

Alemania

12,6

SI (4)

Portugal

15,2

Portugal

15,2

NO

Fuente: Agencia Internacional de la Energía, OCDE (*) La AIE indica para cada país la clasificación establecida entre consumidores domésticos e industriales. En concreto, los precios medios de usos industriales en España se corresponden con las tarifas generales de alta tensión. (1) Impuesto Medioambiental depende del tipo de combustible, abonado por los generadores. (2) Un 10% del precio de la electricidad es considerado como ayuda a las energías nuclear y renovables. (3) No obstante, el 1-1-1996 fue introducida una Eco-Tasa en función del consumo de la electricidad. (4) No obstante, el 1-1-1996 fue abolido el Impuesto de ayuda al Carbón.

Pese a esta falta de diferencias de fondo, las críticas de UNESA - centradas en aspectos laterales del estudio o incluso los meros juicios de intenciones -, pueden crear la sensación de que hay una “guerra de cifras”. Los siguientes comentarios van dirigidos a demostrar que no hay tal.

clusiones del estudio de National Utility Services. Sin querer entrar aquí en una discusión técnica sobre la metodología (que se expone en el documento adjunto "Otros comentarios y observaciones"), es preciso resaltar tres ideas básicas:

La crítica de UNESA al informe de la CSEN está centrada en un punto fundamental que es la elección de metodología. Desde luego, la elección de metodología no es la responsable de las conclusiones del informe de la CSEN. Con la misma metodología de los precios de los consumidores tipo que prefiere UNESA, una empresa de consultoría independiente (National Utility Services) llega a la conclusión de que España es el país más caro de la muestra. El gráfico 4 muestra las con-

• Primero, para comparar los precios de la electricidad desde el punto de vista del conjunto del sector eléctrico, lo relevante es el precio medio al que se vende la energía eléctrica y no el precio que paga un determinado tipo de consumidor. Con las debidas cautelas a la hora de interpretar esas diferencias -por las ya citadas diferencias de costes y de composición del consumo entre países- la comparación de promedios tiene la importantísima ventaja de tomar en cuenta a todos los

33

Cuadro 3. Clasificación de precios de electricidad en Europa según las distintas fuentes de información que utilizan la metodología de precios de consumidores tipo (1). En unidad común, a precios corrientes, incluye impuestos Consumidor Doméstico UNIPEDE (2)

EUROSTAT (3)

Electricity Association (5)

Moneda

PPS

Moneda

PPS

Moneda

PPS

Alemania

3

5

4

5

3

6

Salario 6

Bélgica

2

4

3

4

1

4

4

Dinamarca

4

8

2

6

2

8

7

España

6

3

7

3

5

2

3

Francia

5

6

5

7

4

5

2

Holanda

8

9

8

8

8

9

8

Italia

1

1

1

1

7

3

1

Portugal

7

2

6

2

6

1

N.D.

Reino Unido

9

7

9

9

9

7

5

Fuentes: ELECTRICITY ASSOCIATION, EUROSTAT y UNIPEDE (1) Numeración de mayor a menor: El país con el nº1 indica que el precio de la electricidad en dicho país es el más alto de entre los 9 países considerados. El país con el nº9 indica que el precio de la electricidad en dicho país, en moneda común, es el más bajo de entre los 9 países considerados. (2) Consumidor tipo: 3.500 kWh. Año 1996. (3) Consumidor tipo: 3.500 kWh, 1300 horas noche. Año 1996. (4) Precios medios. Año 1995. (5) Consumidor tipo: 3300 kWh. Año 1996. Alemania SOE, Reino Unido: Inglaterra y Gales N.

Consumidor Industrial UNIPEDE (6)

Electricity Association (8)

EUROSTAT (7)

Moneda 1

PPS 4

Moneda 1

PPS 4

Moneda 1

PPS 4

Bélgica

2

6

4

5

3

5

4

Dinamarca

9

9

8

9

9

9

-

España

5

3

5

3

5

3

1

Francia

6

7

6

7

7

8

6

Holanda

8

8

7

8

6

7

5

Italia

2

2

2

2

2

2

3

Portugal

4

1

3

1

4

1

-

Reino Unido

7

5

9

6

8

6

7

Alemania

Fuentes: ELECTRICITY ASSOCIATION, EUROSTAT, NUS y UNIPEDE (6) Consumidor tipo: 1.000 kW, 4.000 h. Año 1996. (7) Consumidor tipo: 2.500 kW, 4.000 h. Año 1996. (8) Consumidor tipo: 2,5 MW y 40% utilización. Alemania Central, Reino Unido: Inglaterra y Gales N. Año 1996. (9) Consumidor tipo: 1.000 kW, 5.400 MWh/año. Año 1996.

34

National Utility Services (9) Moneda 2

consumidores y con la ponderación adecuada de los consumos de electricidad de cada grupo. Se consigue, de este modo, una mucho mayor comparabilidad y transparencia de los resultados. • Segundo, la metodología de precios de los consumidores tipo que propone UNESA es ambigua y manipulable tal y como se está aplicando para determinar la carestía relativa de los precios de la electricidad entre países. Por supuesto, en teoría podría definirse una metodología de consumidores tipo correcta, en el sentido de que se aplicase a un consumidor realmente representativo; es en la aplicación donde surgen los problemas porque no se sabe cuál es ese consumidor representativo. Distintos consumidores tipo dan lugar a distintas ordenaciones de los países, siendo posible, por tanto, obtener conclusiones muy distintas sobre la carestía de la electricidad. Más aún, siguiendo esta metodología, para un mismo consumidor tipo, los resultados difieren según la fuente utilizada (véase cuadro 3). Por ejemplo, si se elige el precio de la electricidad para el mismo consumidor tipo industrial, según UNIPEDE, España tiene el quinto precio más elevado del conjunto de países considerado (véase gráfico 3), mientras que según National Utility Services (NUS) nos encontramos con que España es el país con los precios más altos de todo el conjunto (véase gráfico 4). Esto último, no quiere decir que efectivamente España sea el país con el precio de la electricidad más caro del entorno europeo. Lo que quiere decir es que los precios de consumidores tipo no son representativos y, por ello, no deben utilizarse en este ámbito. Veamos otro ejemplo de la falta de representatividad. En los comentarios de UNESA al informe de la CSEN se indica que “hay clientes industriales que pagan menos de 4 PTA/kWh de media y que representan más del 10% de la energía suministrada en el año 1996”. Para este grupo de consumidores ¿dónde está representado su precio en la metodología de precios de consumidores tipo?. Según

UNIPEDE, el precio del consumidor tipo industrial F2 (el de mayor tamaño) es de 9,11 PTA/kWh, dato muy alejado de las 4 PTA/kWh que pagan algunos grandes consumidores, lo que indica que este grupo de grandes consumidores industriales no está representado en ninguna de las categorías propuestas. En resumen, no están todos los consumidores de electricidad, y los que están pueden no ser los que más electricidad consumen. • Tercero, cuando lo que se pretende es comparar los precios desde el punto de vista de determinados consumidores (doméstico, pequeño industrial, gran industrial, etc.), entonces sí puede ser una buena idea recurrir a los precios de los consumidores tipo en vez de a los promedios. Tanto en el informe de la CSEN como en el documento de UNESA se usan los consumidores tipo cuando se trata esta cuestión. En concreto, el informe de la CSEN se dedica en una buena parte al estudio de los consumidores tipo. Por tanto, en ningún caso se está ignorando esta metodología en el ámbito en que puede ser útil. Por último, junto a esta gran cuestión, hay otros aspectos más específicos de la comparación internacional de precios de la electricidad que se discuten en el siguiente apartado. Concretamente, se discuten las observaciones de UNESA relativas a: la elección de la metodología, a las que ya nos hemos referido; la fiscalidad española sobre la electricidad, destacando que sólo la fiscalidad indirecta es relevante en este contexto y que ésta es, en efecto, comparativamente más baja en nuestro país; la aplicación de estándares de poder de compra que complementan otras medidas del nivel de precios; el uso de precios señal, que se recomienda en las notas de UNESA, pero que adolece de serios problemas metodológicos; y la distinción entre consumidores industriales y no industriales que, si bien es difícil de realizar, es un problema que afecta a las dos metodologías.

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Otros comentarios y observaciones ¿Cómo medir el nivel de precios? Las dos razones que justifican la elección de la metodología de precios medios para situar el nivel de precios de la electricidad en España en el entorno europeo son las siguientes: 1. La metodología de precios de los consumidores tipo no da una respuesta general y única a la cuestión de si los precios de la electricidad en España o en cualquier otro país son menos o más caros que en el resto de países del entorno europeo. Los precios de los consumidores tipo no permiten obtener una respuesta general, sino que ofrecen información de forma aislada de precios de unos consumidores teóricos, con unas curvas de carga determinadas ad hoc. Estos precios deben ponderarse por su consumo para determinar en términos generales cuál es el nivel de precios de la electricidad en España. Esto conduce a calcular el precio medio o valor medio de facturación. Además, la metodología de los precios de los consumidores tipo no da una respuesta única. En el informe de la CSEN se señala que los resultados de la metodología de precios de los consumidores tipo ofrecen resultados muy diferentes dependiendo de la fuente utilizada. Se adjunta de nuevo el cuadro 3 del informe de la CSEN donde se comparan los precios de la electricidad para un consumidor doméstico tipo y para un industrial tipo homogéneo según las distintas fuentes estadísticas que utilizan la metodología de precios de los consumidores tipo. Un caso muy llamativo es el de NUS frente a UNIPEDE. Según la primera fuente, en España el precio de la electricidad para el consumidor industrial de electricidad de 1000

36

kW y 5400 MWh/año es el más caro del entorno (véase gráfico 4), mientras que para UNIPEDE el precio de la electricidad para el consumidor industrial de 1000 kW y 4000 MWh/año ocuparía una posición intermedia (véase gráfico 3). La fragilidad de estos resultados reside en que la selección del consumidor tipo y los criterios que lo definen se establecen totalmente ad hoc, según cada fuente estadística. Los precios medios totales dan resultados de carácter general y único, basados en la información que proporcionan directamente las empresas eléctricas sobre valores de facturación y energía eléctrica facturada. Estos datos agregados no dependen de ningún criterio adoptado ad hoc. No obstante, la clasificación entre precios medios de consumidores domésticos e industriales introduce un mínimo de discrecionalidad, concretamente, al establecer la separación de estas dos categorías de consumidores. 2. Los sectores eléctricos en Europa tienden hacia modelos liberalizados, en los que cada vez una mayor parte de los consumidores de electricidad son elegibles y que no están, por tanto, sujetos a una tarifa eléctrica. Por tanto, cada vez tiene más sentido hablar de precios medios (correspondientes tanto a tarifas como a precios libremente pactados) que de precios de consumidores tipo, los cuales se construyen a partir de la información de las tarifas vigentes en cada país aplicables a cada grupo de consumidores. El informe de la Comisión Europea de marzo de 1996 sobre la aplicación de la Directiva 90/377/CEE indica que las comunicaciones de precios de la electricidad de consumidores tipo, por parte de las empresas distribuidoras a la Oficina Estadística de las Comunidades Europeas, han disminuido en las localidades en las que se ha puesto en marcha el proceso

de liberalización del sector eléctrico. Recordemos que según esta Directiva, y para respetar la confidencialidad de la información, ha de haber por lo menos tres consumidores en una categoría de consumidores determinada para publicar un precio. Según el Informe de la Comisión Europea, la consecuencia inmediata de la liberalización del sector eléctrico es la proliferación de transacciones con empresas suministradoras distintas, con lo que cada vez es más difícil encontrar a tres consumidores servidos por un mismo distribuidor. En el trabajo de la CSEN se hace hincapié en que la información de precios que proporciona cada metodología, precios medios y precios de consumidores tipo, no es desdeñable, sino que cada una proporciona información adecuada para distintos tipos de análisis. Cada una tiene unas ventajas y unos inconvenientes. A continuación se vuelve a hacer un recordatorio (literal) de las mismas: • “El precio medio es la metodología más adecuada en las comparaciones internacionales de niveles de precios agregados. Los dos problemas fundamentales que subyacen en la información de precios medios es que su grado de agregación no permite realizar análisis más en detalle que entre precios de domésticos e industriales, así como el retardo en su obtención, ya que se calculan como valores medios de facturación registrados por las empresas eléctricas durante el año”. • “La información proporcionada por la metodología de consumidores tipo es fundamental para comparar los precios entre los consumidores dentro de cada país, y para analizar la evolución temporal de los precios entre consumidores de distintos países, siempre que se tenga en cuenta las especifidades de cada consumidor tipo de cada país. UNIPEDE,

EUROSTAT y Electricity Association presentan una información muy detallada de los precios de consumidores tipo. La metodología de consumidores tipo presenta dos ventajas: ofrece información muy desagregada de precios, tan extensa como consumidores tipo se definan (un precio por cada consumidor tipo) y, por otra parte, es una información actualizada de la estructura tarifaria de cada país. No obstante, en esta metodología se presentan precios de consumidores tipo teóricos, seleccionados ad hoc, comparándose consumidores con diferente representatividad entre países (el consumidor seleccionado para la gran industria en España no tiene por qué ser el mismo en Alemania)”. • “Un ejemplo concreto: el precio de la electricidad del consumidor doméstico italiano de un tamaño determinado es el más caro de Europa; no obstante, este precio no es representativo del colectivo de domésticos italianos donde más del 80% está sujeto a tarifa social. Por tanto, afirmar que el precio de la electricidad en Italia es el más elevado del entorno europeo no es cierto. Esto explica que el consumidor tipo doméstico italiano tenga el precio de la electricidad más caro del entorno europeo, mientras que según la OCDE, que sigue la metodología de precios medios; sea el tercer precio más bajo de nueve países considerados”. Está claro, por tanto, que el estudio de la CSEN recoge y valora positivamente la metodología de precios de los consumidores tipo para aquellos usos en los que es aplicable. No tiene ningún sentido, por tanto, la afirmación de UNESA de que “La CSEN, esta claro que prefiere usar esta metodología (precios medios) para obtener sus conclusiones”. Leyendo los comentarios de UNESA al trabajo de la CSEN se observa con perplejidad que se ignoran estas conclusiones sobre la comparación de metodologías de precios. Sin duda, una lectura en profundidad tanto del epígrafe 3 (Causas de la dispari-

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dad de resultados. Selección de metodologías y fuentes disponibles) como del Anexo 1 (Metodología de los consumidores tipo versus Precios medios: Pros y contras), dejaría claro que ciertas observaciones son innecesarias porque ya están incluidas en el trabajo. Así, por ejemplo, en el estudio de la CSEN, los resultados referentes a la evolución temporal de precios de la electricidad (capítulo 4), la relación de los precios de la electricidad entre consumidores (capítulo 5) y la discriminación por tarifa nocturna, por utilización en la industria y por tamaño en la industria (capítulo 6) se han obtenido a partir de la metodología de precios de los consumidores tipo, ya que ésta es la que se considera válida para este tipo de análisis. Hay que destacar, una vez más, que esta metodología es fundamental para comparar precios específicos aunque no sea adecuada para medir, en comparaciones internacionales, el nivel agregado de precios de la electricidad.

A continuación se pasa revista a aquellos comentarios de UNESA que reflejan una cierta confusión:

Precios medios En el último informe de UNESA “El precio de la electricidad en los países de la Unión Europea” de mayo de 1997 se cita la existencia de la metodogía de precios de consumidores tipo, de precios señal y de precios medios. En el citado informe se proporciona información de precios de consumidores tipo de UNIPEDE y de precios señal de EUROSTAT pero no se aporta ninguna información de precios medios, argumentando que “existen pocos estudios públicos de este tipo”. La Agencia Internacional de la Energía proporciona información trimestral de precios medios de la electricidad en todos los países pertenecientes a la OCDE, por lo que puede ser de interés introducir en un próximo informe de UNESA estos resultados.

Fuentes de información En la página 2 de los comentarios de UNESA, se cita una serie de instituciones, entre las que se incluye a UNESA, que “después de analizar las posibles han decidido que la más adecuada para comparar las tarifas y precios eléctricos, debido a las diversidades existentes en Europa, es la de clientes tipo”. Es importante destacar que UNESA, al igual que la CSEN, es mera usuaria de las fuentes disponibles sobre precios internacionales de la electricidad pero que ni UNESA ni la CSEN elaboran directamente estas estadísticas. UNESA contribuye a la elaboración de estas estadísticas indirectamente, facilitando información de precios de electrici-

Fiscalidad indirecta En los comentarios de UNESA al trabajo de la CSEN se cita “En todo caso, la carga fiscal global sobre la energía, es decir considerando tanto la directa como la indirecta es mayor que en Portugal, Luxemburgo, Irlanda e Inglaterra y es similar a la de Francia y Holanda”. El objetivo del trabajo de la CSEN es analizar los precios finales de la electricidad para los consumidores, tal y como se indica repetidamente. La fiscalidad de interés desde el punto de vista del consumidor final de electricidad es la imposición indirecta, aquella que grava el consumo de electricidad y no la renta de las empresas. Es obvio que la fiscalidad indirecta aplicada sobre la electri-

Otras observaciones

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dad de consumidores tipo en España. Las fuentes de información disponibles sobre precios de la electricidad internacional son EUROSTAT, que proporciona información de consumidores tipo y precios señal, UNIPEDE, NUS y Electricity Association, que proporcionan precios de consumidores tipo y la Agencia Internacional de la Energía (OCDE) que proporciona información de precios medios.

cidad en España es de las más bajas del entorno europeo (véanse los cuadros 1 y 2). En definitiva, no puede culparse a la fiscalidad indirecta aplicada en España, de la carestía de la electricidad en el entorno europeo. En Dinamarca, por ejemplo, se puede argumentar que la fiscalidad aplicada a la electricidad de consumidores domésticos duplica su precio.

que se comparan para uno y otro están expresadas en términos de paridades de poder de compra corrientes en lugar de tipo de cambio corrientes. Esto se debe a que la determinación del tipo de cambio está afectada por la confrontación de oferta y demanda de moneda, lo que no necesariamente lleva a la determinación de factores de conversión que igualen las capacidades de compra.

Paridad de Poder de Compra La crítica de UNESA a realizar comparaciones de precios en términos de paridad de poder de compra “ya que como es bien sabido carece de sentido aplicar la teoría del poder de compra a clientes industriales”. Cabe recordar que la paridad de poder de compra es un instrumento utilizado para facilitar las comparaciones entre magnitudes a precios corrientes pero expresadas en distintas monedas. La paridad de poder de compra es utilizada por EUROSTAT, OCDE y Electricity Association en la información que aportan estas fuentes sobre precios internacionales de la electricidad (“Electricity Prices”, “Energy Prices and Taxes” e “International Electricity Prices”, respectivamente). Los estándares de poder adquisitivos aplicados por la OCDE y por EUROSTAT para convertir los precios de la electricidad a una unidad de referencia común, son calculados utilizando el PIB (que incluye también la producción de los bienes industriales) de cada país, reflejando la cantidad de moneda nacional requerida para comprar en cada país la misma cesta de bienes y servicios que están representados en el PIB. EUROSTAT, que proporciona información de precios de consumidores tipo, metodología que UNESA considera como la única que es válida para realizar comparaciones internacionales de precios de la electricidad, incluye información de precios de consumidores domésticos e industriales en moneda nacional, en ECUs y en paridad de poder de compra. Es evidente que un país mejora su posición relativa respecto a otro más desarrollado cuando las magnitudes

En el informe de UNESA de mayo de 1997 se comentan los resultados más importantes de los precios de la electricidad para usos industriales en 1997 según la información de precios de consumidores tipo que proporciona UNIPEDE. Según esta información, UNESA concluye que “Austria, Italia y Reino Unido, tienen precios más altos que España en todos los consumidores tipo estudiados”, y se añade la nota a pié de página siguiente: ”La revaluación de la libra esterlina con respecto a la peseta desde 187 pta a 222 pta por libra ha encarecido los precios del Reino Unido expresados en pta/kWh”. Entonces, dado que esta información está contaminada por el tipo de cambio, ¿por qué UNESA no incluye los resultados en términos de paridad de poder de compra?. EUROSTAT, en su publicación “Electricity Prices”, incluye información de precios en términos de paridad de poder de compra y un epígrafe explicando los estándares de poder adquisitivo que utiliza en su informe y que puede ser interesante que UNESA considere en sucesivos trabajos. Cabe destacar que el Informe de la Comisión Europea de marzo de 1996 sobre la aplicación de la Directiva 90/377/CEE indica que la “utilización de los estándares de poder adquisitivo se impone tanto más en las comparaciones de precios de la electricidad y el gas”. Precios señal UNESA critica que el trabajo de la CSEN, aunque comenta la existencia de la metodología de precios señal de EUROSTAT, omite el dato de que los precios

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señal en España son los más baratos de Europa. En el anexo 1 del trabajo de la CSEN se comenta la ambigüedad y parcialidad de la información de los precios señal de grandes consumidores industriales. Esta ambigüedad es citada asimismo en el informe de UNESA: ”la idea de precio señal es en cierto modo ambigua, porque carece deliberadamente de las precisiones o definiciones propias de los consumidores tipo y tampoco puede interpretarse como un precio medio”. No obstante, el informe de UNESA si bien no proporciona información de precios medios, sí incluye la referente a los precios señal de consumidores industriales muy grandes. En el ya citado Informe de la Comisión Europea sobre la Directiva 90/377/CEE, se hace una llamada de atención a los Estados miembros para llegar a un acuerdo respecto a la definición de las características de la demanda del consumidor teórico al que se aplica el precio señal. El Informe de la Comisión Europea indica que en algunos Estados miembros, las características de suministro al que se aplica el precio señal aún están por definir y que al no disponer de estas indicaciones, EUROSTAT no está en condiciones de garantizar la homogeneidad de los datos. Los precios señal de los grandes consumidores industriales carecen de la homogeneidad necesaria para realizar comparaciones internacionales Definición de consumidores Es cierto que la definición de precios medios de consumidores domésticos e industriales está sujeta a cierto grado de arbitrariedad en la medida en que “en España no existe oficialmente la clasificación entre clientes domésticos e industriales”, como se cita en el informe de UNESA. No obstante, este problema es idéntico en la metodología de precios de los consumidores tipo. Así, se sabe que en el caso de los precios de la electrici-

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dad en España, la OCDE define como los precios medios de los consumidores industriales a los de la alta tensión y los precios medios de los consumidores domésticos a los acogidos a las tarifas de consumo doméstico. Para la clasificación de los consumidores tipo (EUROSTAT, UNIPEDE, Electricity Association y NUS) se establece una correspondencia (que sorprendentemente no está publicada) entre cada precio de consumidor tipo y su tarifa aplicable.

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