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Conferencias TICEMUR 2005 3 TICEMUR 2005 4 Tecnologías de la sociedad de la información para educación y la formación: Hacia una red europea de

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Tecnologías de la sociedad de la información para educación y la formación: Hacia una red europea del conocimiento. La adolescencia comercializada: ¿Consumación o consumo? Peter Olaf Looms. Asesor de Denmarks Radio Danish Broadcasting Corporation

INTRODUCCIÓN En el año 2001 tuve el honor de pasar unos días analizando los logros de los programas de nuevas tecnologías desde el punto de vista de un padre y abuelo, de un profesional de los medios electrónicos y no del sistema escolar. El resultado de estas reflexiones fue un artículo y una ponencia en castellano (Looms [2001]) bajo el titulo La revolución a la cual nadie le da cuenta en los cuales concluí “que para que el uso de TIC en la educación sea exitoso, será necesario investigar más sobre el consumo de los niños y los adolescentes de los medios. La enseñanza y el aprendizaje pueden ser más efectivos basándose en el conocimiento y experiencias adquiridos fuera del aula. Dadas las diferencias sociales y de género en el consumo de medios, la educación puede jugar un papel muy crítico contribuyendo a la reducción de la polarización social. Si las políticas educacionales se cambian teniendo esto en cuenta, la revolución desconocida, ofrecerá sinergias mediante la educación con TIC, con el potencial de apoyar el desarrollo equilibrado de toda la gente joven en la sociedad”. Cuatros años después he tenido una nueva oportunidad para reflexionar sobre de la educación y del aprendizaje, analizar la relevancia de las conclusiones anteriores y luego escribir un artículo para TIC y Educación 2005. En general las conclusiones siguen teniendo validez. El panorama histórico del impacto de los medios electrónicos y la comunicación en masa sigue casi igual. La propuesta de Giovanni Sartori [1997] de que la palabra escrita ha sido destronada por los medios de masas, en particular la televisión, suena diferente hoy. En un mundo de jóvenes hiperactivos enviando hasta cien mensajes SMS diarios, la palabra escrita es como un preso condenado a cadena perpetua que vive una suspensión temporal de su pena. Sigo con la convicción que el impacto del consumo de medios no es completamente negativo. Por esta razón me gustaría

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ahora discutir algunas investigaciones recientes en el consumo de los medios por los niños y los adolescentes. La ponencia va a incluir otras.

CONSUMO DE MEDIOS – TENDENCIAS NUEVAS •

El Web es importante – pero todavía no es el medio dominante

En 2001 tuve disponible una serie de estudios muy indirectos sobre los cambios en consumo de las TIC, incluso los medios como la televisión y la radio. En el transcurso de los 4 años se ha registrado cambios significativos en el consumo tanto de la población en general como de los niños y los adolescentes:

Tabla 1 Medio

Consumo en 1995 (horas por semana)

Consumo en 2003 (horas por semana)

Cambio en el período 1995-2003 (%)

TV

30.4

33.2

9%

Radio

18.7

19.5

4%

Diarios

3.2

3.3

3%

Libros

n.d.

n.d.

Revistas

2.2

2.4

9%

Vídeos

0.9

1.3

44%

Videojuegos

0.4

1.4

250%

Internet

0.1

3.3

3200%

Fuente: Horst Stipp, NBC-universal. Media and the Consumer in the United States. EBU seminar Munich 18 de octubre de 2004.

Estas cifras son para la totalidad de la población, no solo para menores de edad. Según Stipp [2004] para los niños la TV sigue siendo el medio dominante en los EE UU. Le brecha digital es notable también en los EE UU; el uso del Internet es más difundido y el consumo semanal es más alto en familias de la clase media que la clase trabajadora. El mismo estudio demuestra que hay cambios en el comportamiento de los adolescentes: menos TV que antes (dado que este grupo nunca han sido televidentes muy ardientes), más Internet, más videojuegos, más DVD, más música a través de los MP3, más “multi-tasking” (trabajos simultáneos) y menos horas de sueño. •

El Internet y el comportamiento responsable y seguro de los menores

Una preocupación ya hace 4 años fue la protección del menor durante su uso del Internet: ¿Cómo prevenir problemas graves al chatear o acudir a una página Web de una comunidad en la cual pueden estar adultos con motivos dudables? Gracias a los estudios realizados por el proyecto SAFT en los países nórdicos junto con Irlanda sabemos más del comportamiento de los niños y adolescentes. También el proyecto ha realizado estudios en estrecha colaboración con los padres. Los resultados están incorporados en políticas de protección más apropiadas (una combinación de filtros, mejores sitios Web, el apoyo familial y el papel de la escuela para ameliorar la conscientización de los alumnos respeto al tema del

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comportamiento responsable) y difundidos en sitios Web subvencionados por la Comisión Europea – véase como ejemplo el sitio Insafe [2005]. •

La difusión del teléfono celular

La diferencia fundamental entre 2001 y el presente (y también entre los EE UU y Europa) es el papel que juega el teléfono celular. Hace 4 años atrás hablábamos mucho del Web y el Internet sin tomar en cuenta que la difusión del móvil iba a superar la del ordenador. Para los adolescentes en una gran parte de Europa el teléfono celular es la tecnología de comunicación más significativa para su identidad y vida social. La comunicación oral y mas que nada la comunicación de textos cortos de SMS y de imágenes enviados por MMS o Bluetooth hacen que los adolescentes puedan sostener redes de contactos virtuales “always on” – están siempre conectados. La mezcla de la comunicación virtual y real hace que la juventud acorde nuevas normas para su convivencia. También hay nuevas formas de “mobbing” y “bullying” (comportamiento asocial frente a los camaradas) que incluyen mensajes SMS no invitados, o el denominado “bluejacking” (ataques coordinados de un grupo de camaradas que envían ficheros gráficos o fotos poco agradables al objeto del ataque a través de la comunicación Bluetooth). Según un informe de Wireless World Forum con el titulo Mobile Youth 2005 hay niños de 5-9 años con celulares. Se estima al nivel mundial que menores de edad van a gastar aproximadamente USD 100 mil millones en transcurso del año 2005. Para los adolescentes esta cifra representa el 10% de sus recursos monetarios disponibles. Olesen [2003] realizó en estudio sociológico con niños en los países nórdicos entre 8 y 12 años de edad. Las entrevistas tocaron temas como sus compras y comportamiento como consumidores, su estatus económico, las "socialidades" construidas predominantemente en procesos de consumo cotidiano. Las entrevistas están calificadas a través de una marca referencial sociológica sobre la niñez y la creación de necesidades materiales. Una obra sociológica clave es el trabajo de Zelizer [1997] sobre el dinero como un objeto cultural y no neutral con implicaciones importantes para valores y relaciones sociales. En base a sus estudios Olesen promueva una estrategia que toma seriamente en cuenta a los niños como consumidores. Según el es imprescindible darles la posibilidad de expresar sus conceptos de la buena vida en un contexto en lo cual los mismos niños la pueden discutir y educarse como consumidores capaces de pensar y reflexionar. Para Olesen existe un sendero viable entre por un lado la prohibición del pensamiento libre (el manejo tradicional de los padres) y por el otro lado el libre comercio y las actitudes laissez-faire que suelen caracterizar el debate sobre los niños y el consumo. Los operadores de las redes de teléfonos celulares se encuentran en una situación semejante a la de los proveedores de servicios de Internet en términos de la seguridad y la protección en contra a contenidos ofensivos o no-solicitados (el denominado “spam”). Y en su búsqueda de nuevas fuentes de ingresos tienen un desafío ético muy parecido: vender a menores de 16 años y asumir una posición responsable frente a los adolescentes / niños y sus padres o perder sus embajadores mas influénciales para la difusión de sus terminales y sus servicios. En ambos casos – el Internet y el teléfono móvil – entes comerciales se vean obligados a asumir un papel ético y de colaborar con los padres sin los cuales no van a poder lograr un crecimiento del mercado. Es aquí donde el sistema educativo tiene un papel tremendamente importante, asegurar el reciclaje de los padres y compartir la responsabilidad para la educación de los futuros ciudadanos que pueden usar las tecnologías de la información y de la comunicación en forma eficaz, responsable y seguro. TICEMUR 2005

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CONCLUSIONES Mis conclusiones particulares sobre el uso de las TIC son claras: actualmente el sector educativo juega un papel restringido en el aprendizaje de habilidades creativas y responsables sobre el uso de tecnologías de información y de comunicación por parte de nuestros ciudadanos jóvenes. Si aceptamos la tesis que el aprendizaje implica la adquisición personal de conocimientos, un proceso activo que requiere relaciones entre conocimientos previos y conocimientos nuevos, será imprescindible un estudio amplio y meticuloso del uso de TIC fuera del aula. No tiene sentido restringir la actividad escolar al uso del ordenador y el Internet si el desafío es mucho más amplio y sofisticado. Si bien estamos educando a una generación de alumnos que vivirán en una sociedad global que lleva tanto una potencia enorme como una amenaza desagradable, la solución implicará no solamente una colaboración pública-privada sino también una colaboración entre la escuela y la familia. Esta última es una tarea importantísima. Sería muy relevante volver a analizar la situación en otros cuatro años para evaluar los logros y los fracasos…

BIBLIOGRAFÍA -

Insafe

[2005]

Sitio

Web

con

enlace

a

sitios

nacionales.

http://www.saferinternet.org/ww/en/pub/insafe/index.htm (20 de mayo de 2005). -

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http://www.cnice.mecd.es/cinterneteducacion/documentacion/general/conferencias/r esumen_po.html Versión completa bajo el título de “La Revolución Desconocida”. Revista Red Digital

n°.

1

Enero

2001.

Madrid,

España.

http://reddigital.cnice.mecd.es/firmas/firmas_looms_ind.html -

Mobile

Youth

[2005].

Informe

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Wireless

World

Forum

sin

nombre

de

autor.

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-

Stipp, Horst [2004] NBC-universal. Media and the Consumer in the United States. EBU seminar Munich October 18 2004.

-

Zelizer, Viviana A [1997] The Social Meaning of Money: Pin Money, Paychecks, Poor Relief, and Other Currencies. Princetown University Press. Princeton, New Jersey, USA

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Internet en educación: de lo excepcional a lo cotidiano 1 Jordi Adell. Centre d’Educació i Noves Technologies. Universitat Jaume I.Castelló

En este texto se parte de la idea de que el uso real de la Internet en el aula depende del conjunto de supuestos e ideas sobre el aprendizaje del docente. Mediante tres metáforas básicas, la Internet como biblioteca, como imprenta y como canal de comunicación, se describen brevemente formas genéricas de utilizarla que pueden integrarse en las prácticas actuales. A tal efecto se describen tres estrategias didácticas, la caza del tesoro, las WebQuest y los proyectos telecolaborativos de aprendizaje, que han sido utilizadas por numerosos docentes de todo el mundo con éxito. En la conclusión se abona la idea de la Internet es un recurso didáctico extraordinario en ambientes de aprendizaje constructivistas y que su utilidad es más cuestionada o limitada desde una visión objetivista o instruccionalista de la enseñanza.

1. TRES METÁFORAS Y DOS TEORÍAS DEL APRENDIZAJE El uso de la Internet como recurso didáctico en las aulas puede describirse con una, o quizá con una combinación, de tres metáforas básicas y puede explicarse bastante coherentemente desde los presupuestos sobre el aprendizaje de los docentes. Las metáforas describen cómo usan los docentes la red. Los presupuestos explican por qué lo hacen así y cómo las prácticas reales o imaginadas son coherentes con su visión de cómo se produce el aprendizaje en los alumnos y cómo debe organizarse el proceso educativo a fin de favorecer dicho aprendizaje. Lo normal es que la Internet se “inserte” en el conjunto de prácticas educativas y teorías implícitas del docente. Sus potencialidades son interpretadas a la luz de lo que se considera “buena enseñanza”.

1.1. LA INTERNET COMO BIBLIOTECA La primera metáfora, “la Internet como biblioteca” nos remite a la enorme cantidad de recursos que pone a nuestro alcance: obras de referencias como diccionarios o enciclopedias, museos y pinacotecas, revistas y otras publicaciones periódicas, archivos y bases de datos de los temas más diversos… Podemos utilizar nuestro acceso a Internet y el de los alumnos para acceder a enormes cantidades de materiales interesantes que, de otro modo estarían fuera de nuestro alcance. Una lección de inglés a través de una visita virtual al British Museum2 no se puede hacer todos los días. Acceder a facsímiles de documentos históricos, a la hemeroteca de un periódico, a fotos de la NASA3, a las últimas estadísticas oficiales, a una biblioteca virtual de obras clásicas4 o a un creciente número de publicaciones científicas no es moco de pavo.

1 La primera versión de este texto se publicó en la revista Comunicación y Pedagogía, 2004, núm. 200. 2 Véase, por ejemplo, el viaje virtual sobre la historia de las momias actualmente abierto en < http://www.thebritishmuseum.ac.uk/education/mummy/index.html>. 3 Véase la web Great images in NASA library of images. http://grin.hq.nasa.gov/. 4 Véase la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes < http://www.cervantesvirtual.com> TICEMUR 2005

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Algunos docentes buscan “libros de texto online”, es decir, una página o sitio web en el que esté “todo lo que nuestros alumnos tienen que saber de un tema determinado”. Tal vez está orientación didáctica sea la más defraudada por la red. Los libros de texto son un excelente negocio. No se puede esperar que las editoriales los “cuelguen” gratuitamente en Internet. Quizá algún día algún grupo de docentes emprenda una empresa de este tipo, pero tal vez no sean los más innovadores de la profesión. En cambio, si buscamos materiales reales, aunque sean complejos, que puedan manejar nuestros alumnos en sus proyectos de trabajo, no saldremos casi nunca defraudados. Es evidente que no está todo en la red. Pero hay muchas cosas interesantes y es muy rentable dedicar algún tiempo a buscar materiales para nuestros alumnos: nos sorprenderemos. Simplificando mucho, desde una perspectiva objetivista del aprendizaje, la red no difiere mucho del libro de texto, tan solo añadiría confusión, una cacofonía de voces que “confundiría” a los alumnos. Es una fuente de conocimiento escolar pero caótica y contradictoria que difícilmente puede, considerada globalmente, sustituir al libro. En todo caso sería un medio de distribución de una versión electrónica enriquecida del libro “donde se hacen operativas en el ámbito práctico las prescripciones técnicas de un programa curricular específico” (Área, 1996). Desde una perspectiva constructivista, aportar visiones diferentes sobre un mismo tema es esencial. La red, por tanto, es un recurso formidable para enriquecer la perspectiva de nuestros alumnos y el proceso de analizar, valorar, integrar información diversa es la esencia del proceso de construcción de conocimientos.

1.2. LA INTERNET COMO IMPRENTA La segunda metáfora, “la Internet como imprenta”, nos permite describir todas aquellas actividades en las que utilizamos la red como elemento motivador y sistema de gestión de las producciones digitales de nuestros estudiantes. Textos, imágenes, presentaciones, piezas musicales, colecciones de enlaces o de datos, hipertextos, vídeos… cualquiera que sea el producto o artefacto digital que diseñen y produzcan puede ser compartido por Internet con otras personas (compañeros, padres y madres, la comunidad, otros alumnos de lugares remotos, cualquiera interesado, etc.). Pero hay más. En los objetivos de las áreas instrumentales, el uso de nuevos medios como los ordenadores y la red y la producción de significados son objetivos de alto nivel. “Publicar” lo elaborado dota de un nuevo significado al propio proceso de producción: ya no es un “juego escolar” que quedará en el cajón del docente, ahora tenemos una audiencia, grande o pequeña, real o virtual. Publicando mostramos al mundo el resultado de nuestro trabajo, “rendimos cuentas” a quien nos paga, abrimos las puertas del centro educativo a la sociedad, y, en el proceso, dotamos de sentido a las actividades de los estudiantes. Las producciones de los estudiantes son el resultado de un proceso durante el cuál se produce el aprendizaje. A las habilidades necesarias para producir el mensaje en el formato adecuado es necesario añadir las relacionadas con el uso de la Internet más allá de hacer “surf” con los navegadores. En la mejor tradición de la red, sus usuarios no son meros “consumidores” de información, sino también productores de mensajes que comparten lo que saben con los demás. En una sociedad de medios de masas en manos de unos pocos grupos económicos, de saturación de mensajes unidireccionales, de telebasura y publicidad ubicua, la Internet constituye uno de los pocos canales al alcance de los ciudadanos de a pie para expresarse al margen del discurso dominante, si así se desea. Sin embargo, está posibilidad no está garantizada y tendremos que luchar por ella frente a los grandes mercaderes de contenidos (Lessig, 2004). Vernos a nosotros mismos, y actuar, como “espectadores” es la mejor manera de acabar de convertirla en una forma de TV lenta y en un catálogo de venta por

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correo. El éxito reciente de weblogs o wikis, herramientas que facilitan la publicación personal y la comunicación entre particulares, y del software social (sistemas de gestión de contenidos que facilitan la creación de comunidades virtuales) es un indicador de que muchísimas gente quiere una Internet abierta y al servicio de los intereses e inquietudes de las personas, no solo un nuevo espacio para el comercio electrónico o la comunicación unidireccional. Su uso en educación es un campo todavía por explorar (Lamb, 2004; Downes, 2004).

1.3. LA INTERNET COMO CANAL DE COMUNICACIÓN La tercera metáfora, “la Internet como canal de comunicación” aglutina las actividades realizadas bajo experiencias de aprendizaje en las que participan personas (docentes y alumnos) de varios centros e incluso de diversos países y que usan la Internet para comunicarse entre sí y para intercambiar información. Implica una forma diferente de trabajo colaborativo en el que la perspectiva de construcción colectiva del conocimiento adopta la forma más explícita. Los proyectos de aprendizaje, en los que estudiantes investigan y buscan respuesta a una serie de cuestiones del currículum utilizando medios, tecnologías y fuentes de información diversas, tienen su versión tecnológica y cooperativa en metodologías como los círculos de aprendizaje de Riel (1993), los proyectos telecolaborativos de Harris (1995a-d, 1998) o los proyectos iEARN (2004)5. Algunos proyectos de trabajo utilizan la Internet no solo como fuente de información o como espacio para la publicación de los resultados, sino también como canal de comunicación y cooperación con otras personas y grupos que trabajan en el mismo proyecto coordinadamente.

2. ESTRATEGIAS DIDÁCTICAS Existe un creciente número de estrategias didácticas o formatos de actividad en el aula que permiten integrar la Internet en el currículum. De entre todos ellos hemos seleccionado tres que son muy populares. 2.1. LA CAZA DEL TESORO Una “caza del tesoro” (“Treasure Hunt”, “Scavenger Hunt” o “Knowledge Hunt”) es una de las estructuras de actividad más simples y, por ello, sus resultados también son más elementales. En esencia, se trata una hoja de trabajo o una página web con una serie de preguntas y una lista de enlaces en los alumnos buscan las respuestas. Al final se suele incluir una “gran pregunta”, cuya respuesta no aparece directamente en las páginas web visitadas y que exige conjugar y valorar lo aprendido durante la búsqueda. Las cazas del tesoro son estrategias útiles para adquirir información sobre un determinado y practicar habilidades y procedimientos relacionados con las tecnologías información y la comunicación en general y con el acceso a la información a través Internet en particular (Adell, 2003), pero no permite demasiados aprendizajes, más allá adquisición de información.

tema de la de la de la

También es posible compartirlas y reutilizar las de otros compañeros si se ajustan a nuestros objetivos. Un lugar en el que pueden encontrarse instrucciones, ejemplos y un generador online para diseñarlas es en la página web de Aula216.

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Véase, especialmente, las actividades de las redes de docentes integradas en iEARN-Pangea:

http://www.pangea.org. 6 http://www.aula21.net/cazas/ TICEMUR 2005

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2.2. LAS WEBQUEST Bernie Dodge (2004) ha creado una de las actividades didácticas más populares en la Internet: las WebQuest. Una webquest es una investigación guiada que propone una tarea factible y atractiva para los estudiantes y un proceso para realizarla. Siempre consiste en producir algo. Se trata de hacer cosas con información: analizar, sintetizar, comprender, transformar, crear, juzgar, valorar, crear, etc. y elaborar un producto o artefacto. La tarea debe ser algo más que simplemente contestar preguntas concretas sobre hechos o conceptos (como en una Caza del Tesoro) o copiar lo que aparece en la pantalla del ordenador a una ficha. Una característica que permite identificar rápidamente una WebQuest y diferenciarla de otras estrategias didácticas para integrar la Internet en el currículum es su estructura. Una WebQuest se concreta siempre en un documento para los alumnos, normalmente accesible a través de la web, que contiene las siguientes partes: introducción, descripción de la tarea y del proceso para llevarla a cabo, de la evaluación y una especie de conclusión. Cuando se quiere compartir una WebQuest con otros profesores también se elabora una guía didáctica con indicaciones sobre los objetivos curriculares, la temporalización, los medios necesarios, consejos para su aplicación, posibles variaciones, etc. (Adell, 2004).

2.3. PROYECTOS TELECOLABORATIVOS Harris (1995a-d, 1998) tras analizar varios centenares de proyectos didácticos que han utilizado significativamente la Internet, ha creado una tipología de 18 categorías de proyectos agrupadas en tres grandes bloques: intercambios interpersonales, colecciones de información y proyectos de resolución de problemas. Un proyecto educativo concreto puede que participe de varias de las categorías de Harris. Sin embargo, el valor de la tipología de estructuras reside en su capacidad para sugerir distintos tipos de actividades escolares en los que la Internet puede aportar experiencias de enseñanza/aprendizaje difíciles o imposibles de conseguir con otros medios. Las "estructuras de actividad" de Harris son descripciones de actividades en las que se ha eliminado toda referencia al contenido y al nivel o curso de los estudiantes. Son un "armazón" que sirve para el diseño de actividades didácticas concretas, adaptadas al contexto y a los sujetos. •

Intercambios interpersonales

Muchos proyectos utilizan la Internet para que los estudiantes puedan comunicarse, electrónicamente con otros estudiantes, con profesores, con expertos en la materia estudiada o con otro tipo de “entidades” de interés educativo. Los intercambios interpersonales pueden ser individuo-a-individuo, individuo-a-grupo o grupo-a-grupo. Los tipos más frecuentes de proyectos de esta categoría son: la correspondencia escolar, las aulas globales, las “apariciones especiales” electrónicas, el mentorazgo electrónico, los servicios de preguntas y respuestas y la encarnación de personajes (Harris, 1995b). •

Recolección y análisis de información

Existen infinidad de proyectos en los que la búsqueda y organización de información disponible en la Internet es una de las actividades fundamentales, pero Harris (1995c) las estructuras en los siguientes cinco tipos: intercambios de información, creación de bases de datos, publicación electrónica, excursiones de campo virtuales y análisis de conjuntos de datos. •

Proyectos de resolución de problemas.

Los proyectos de resolución de problemas cooperativa a través de Internet pretenden que estudiantes de distintos lugares se enfrenten, trabajando coordinadamente, a problemas reales. Hay seis tipos de actividades típicas en esta categoría: búsquedas de información, TICEMUR 2005

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actividades retroalimentadas por compañeros, resolución paralela de problemas, creaciones secuenciales, resolución de problemas con telepresencia, simulaciones y proyectos de acción social.

3. CONCLUSIÓN (SIEMPRE PROVISIONAL) La Internet es un recurso didáctico de primera magnitud. No solo como “almacén de contenidos”, “imprenta de los que tienen imprenta” o “canal de comunicación entre docentes y discentes”. Pero su uso está mediado por nuestras prácticas e ideas actuales sobre cómo se produce el aprendizaje y cómo podemos contribuir los docentes en este proceso. Un entorno constructivista favorece su integración en el currículum. Jonassen (1995, citado por Días, 1999) ha resumido las características de los entornos de aprendizaje en los que es más sencillo integrar la Internet: -

aulas activas, en las que los estudiantes participan en la elaboración de la información relevante;

-

aulas constructivas, en las ideas nuevas se integran en los conocimientos previos y se promueve la construcción de nuevos significados;

-

aulas colaborativas, en las que una comunidad de aprendizaje anima a que cada miembro contribuya a las metas del grupo y al aprendizaje de los demás compañeros;

-

aulas en las que se realizan actividades intencionadas, en las que los estudiante persiguen objetivos en los que, a su modo, han participado y que está claramente formulados;

-

aulas conversacionales, en las que el intercambio de ideas es permanente;

-

aulas personalizadas, en las que las actividades y proyectos tienen mucho que ver con la realidad diaria que rodea la escuela;

-

aulas reflexivas, en las que se reflexiona sobre lo que se aprende y cómo se aprende y sobre lo que vale la pena aprender.

Por el contrario, un ambiente de aprendizaje instructivista, centrado en la adquisición de corpus cerrados de información, predeterminado por objetivos predefinidos e innegociables expresados en términos de conducta observable o que finaliza en una evaluación que mide el grado de fidelidad del conocimiento adquirido al “original” del libro de texto, que utiliza únicamente métodos expositivos, etc. es poco propicio al uso de la Internet en el aula, más allá de considerarla un medio alternativo y no muy eficiente de distribución de información en unas aulas que carecen de los recursos mínimos necesarios. Tal vez sea esta una de las razones por las que la Internet no está más presente en nuestros colegios e institutos, más allá de la proverbial falta de infraestructuras o de formación. Tal vez parte del problema seamos nosotros mismos, los docentes, y necesitemos no solo cursillos sobre tecnología sino también sobre pedagogía.

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