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CONFLICTO DE LOS GRANDES LAGOS. UNA AMENAZA A LA SEGURIDAD DE LOS ESTADOS DE AFRICA CENTRAL Joao Francisco Cristovao “Congreso Nacional de Estudios de Seguridad”, Universidad de Granada, 2125 de Octubre de 2002
INTRODUCCION Cuando hablamos de África Central, nos referimos geográficamente a la parte interior del continente que integra el territorio desde el Chad hasta Angola. Es una de las regiones de más conflictos en África y en el Mundo en general. En los últimos años, esta parte del continente no ha conocido momentos de paz durables debidos la persistencia, de forma más o menos continuada, de tragedias y crisis. La organización regional de Estados de África Central, CEEAC (Comunidad Económica de los Estados de África Central) integra once estados, más de la mitad de los cuales han estado regularmente en conflicto en período mas o menos recientes. Se trataron de conflictos armados que han ocasionado millares de muertes y víctimas, así como una vaga de refugiados y de poblaciones desplazadas, enorme destrucción de infraestructuras. Solo en la primera mitad de los años 90 se estima que más de cinco millones de personas han sido muertas en todo el mundo como consecuencia de las guerras y de los conflictos armados. De esta cifra, África solo contabiliza 3,5 millones de víctimas. Todos los indicadores muestran que África Central fue una de las zonas más afectadas sobre todo después de las masacres en gran escala ocurridos en Rwanda, entre abril y julio de 1994, en que fueron muertas más de 500 000 mil personas. Las tensiones y conflictos han contribuido en retrazar el continente, así como retrazar la emergencia de regímenes pluralistas y democráticos, el desarrollo de libertades y derechos elementales del hombre. Muchos de los problemas de África y África Central en particular son tan antiguos como lo es nuestro mismo continente y son complejos, unos de carácter políticos, que han surgido con la independencia de las primeras naciones africanas y también son complicados: -se relacionan con la construcción de las naciones africanas en los limites de las fronteras definidas en la Conferencia de Berlín en 1885 y por otros acuerdos o tratados celebrados entre las potencias colonizadoras.
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Estos fueron resueltos con la decisión de 1963 de la OUA- Organización de Unidad Africana, aceitar las fronteras heredadas del colonialismo.1 No obstante, sigue siendo un desafío criar una identidad nacional entre comunidades que antes se guerreaban y competían entre sí; -otros provienen de muchas conexiones que interligan personas e intereses diversos entre africanos y no africanos, entre nacionalistas (patriotas) concientes de sus obligaciones de defender los pueblos africanos y sus intereses y los agentes del neocolonialismo, más preocupados con sus intereses personales y la realización de sus ambiciones de modo a recuperar el espacio económico y la influencia perdida con la caída del colonialismo. Son algunas de estas conexiones que están en la base de las desgracias e infortunios que ocurren en nuestro continente en el largo de años. Los acontecimientos de los Grandes Largos son un claro testimonio de que en el mundo actual ningún conflicto armado puede ser considerado apenas como conflicto local, pues pueden ocurrir situaciones en que con rapidez la guerra en un determinado país puede desestabilizar a los países vecinos y extenderse por regiones enteras, dando lugar a flujos de refugiados, comercio ilegal de armas, terrorismo, tráfico de drogas o causar daños al medio ambiente cuyas repercusiones van más allá de las regiones del conflicto constituyendo una amenaza a la seguridad y estabilidad de cualquiera región del planeta. Es importante destacar el papel desarrollado por los países africanos en sus esfuerzos políticos y diplomáticos para la regularización pacífica de los diferentes conflictos. La comunidad internacional y en particular las Naciones Unidas se muestran muy activas en el apoyo a los esfuerzos de pacificación fase a la erupción de crisis. Conviene destacar que es esta dinámica de esfuerzos conjugados la que a pedido de los países africanos el Secretario General de la ONU ha establecido en Mayo de 1992 el Comité de Consulta Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones de Seguridad en África Central, en aplicación de la resolución 46/37 B de 6.12.19912. Este Comité integra los ministros de Defensa y Seguridad y tiene como misión principal desarrollar acciones y adoptar las medidas necesarias con vista la construcción y establecimiento de la paz en toda suregión.
ORÍGENES Y CAUSAS DE LOS CONFLICTOS: No obstante los esfuerzos emprendidos por los estados africanos en el seno de su organización regional, la OUA, en la última década el número de conflictos no han parado de aumentar. El Consejo de Seguridad en septiembre de 1997 ha realizado una reunión de ministros de asuntos exteriores para analizar la necesidad de un programa internacional y promover la paz y seguridad en África. En esta reunión el Consejo ha observado que a pesar del progreso alcanzado, el
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número y la intensidad de los conflictos armados siguen siendo preocupantes, lo que requería una respuesta adecuada, habiendo pedido al Secretario General de la ONU un informe sobre las fuentes de conflictos en África y los modos de su prevención para el lanzamiento de una paz duradera en el continente. En su informe sobre las causas del conflicto y la promoción de una paz durable y desenvolvimiento sustentable en África, 3 el Secretario General de la ONU, Señor KOFFI ANNAN ha observado que a pesar de los progresos políticos y económicos alcanzados por algunos estados en muchas áreas del continente, el progreso continua bloqueado debido a los enfrentamientos armados, consideraba urgente la promoción de la seguridad y desenvolvimiento humana. En su informe KOFFI ANNAN consideraba que, el objetivo de estos conflictos es no solo la destrucción de ejércitos como también la eliminación de civiles y grupos étnicos. Observó igualmente que la gran parte de las guerras ocurridas en África eran de carácter internos y que solo en 1996, 14 de los 53 países de África estaban afectados por conflictos armados, lo que ha resultado en más de la mitad de las muertes ocurridas en todo el mundo, y más de ocho millones de personas han tenido que huir de sus casas. Para él evitar estas guerras se trataba de defender la propia humanidad África es un continente grande y plural. Los países de África tienen condiciones históricas y geográficas diferentes, diferentes niveles de desarrollos económicos y políticas públicas. Los orígenes de los conflictos en África reflejan esta diversidad y complejidad. Algunos son puramente internos, otros reflejan la dinámica de una región particular y otros, tienen grandes dimensiones internacionales. No obstante, de acuerdo con K. ANNAN es posible destacar las fuentes comunes que son: el legado histórico, factores internos, factores externos, motivos económicos, y otras situaciones particulares: 1.LEGADOS HISTÓRICOS: -En la Conferencia de Berlín (1885) cuando las potencias coloniales repartieron África en unidades territoriales, reinados, estados y comunidades tribales fueron arbitrariamente divididas. Áreas y pueblos no relacionados fueron arbitrariamente reunidos. En la década de los sesenta cuando empieza el proceso de descolonización, los estados heredaron las fronteras definidas por las potencias coloniales. -Con la guerra fría, la confrontación ideológica entre el Occidente y el Este hizo que las rivalidades entre las superpotencias alimentasen algunos de los conflictos del continente. En África los regímenes dictatoriales y represivos eran mantenidos por las superpotencias, pero cuando la guerra fría terminó, África fue de forma súbita abandonada, sin apoyos económicos y políticos, muy pocos regímenes han podido mantenerse siguiéndose una serie de conflictos violentos en muchas partes del continente. 2.FACTORES INTERNOS: Hoy mas que nunca hay una gran conciencia entre los africanos de que África deberá mirar para sí misma para encontrar las causas de los actuales conflictos.
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-Una causa fundamental se refiere a las características del poder político, y la forma a través de la cual se toma o se mantiene el poder. No muy raras veces la victoria política de una de las partes adopta una forma en la cual los vencedores considera patrimonio exclusivo las riquezas y los recursos naturales del país. -Cuando los dirigentes no tienen obligaciones claras de prestaciones de cuentas, no hay transparencia, no se respeta la ley y los medios pacíficos para el cambio o la sustitución de los gobernantes, cuando no se respetan las libertades y derechos elementales del hombre, la sociedad entra en una dinámica peligrosa susceptible de generar conflictos en todo momento. -Habitualmente en África el estado es el principal empleador y los partidos políticos son de base marcadamente regional o étnica. En estas circunstancias el carácter multiétnico de casi la totalidad de los estados de África su-sahariana hace más probable el conflicto, lo que provoca una politización de los grupos étnicos. En estos casos las comunidades rivales pueden considerar que su seguridad, su supervivencia solo puede estar garantizada mediante control del poder del estado, lo que torna inevitable el conflicto. 3.FACTORES EXTERNOS: Durante la guerra fría los esfuerzos externos para enflaquecer o derrumbar gobiernos africanos se ha convertido en una característica típica de la competición entre las superpotencias. Con el fin de la guerra fría ha diminuido la intervención extranjera pero no ha desaparecido. -En la disputa por el petróleo y otros recursos naturales preciosos, los intereses externos continuaron desempeñando un papel decisivo tanto en la eliminación como en la manutención de los conflictos; -Los africanos inevitablemente afectados por conflictos de los países vecinos no raras veces han tenido intereses ocultos. No deberemos aquí olvidar el papel que ciertos estados han desempeñado fomentando conflictos en los países vecinos. 4.MOTIVOS ECONÓMICOS: En todo el planeta hay muchos que lucran con las guerras y por esto tienen muy poco interés o ninguno en acabar con los conflictos. Los más interesados en la manutención de conflictos son los mercados internacionales de armas; -En Liberia y Serra Leona la explotación de recursos naturales financiaba a las partes en conflicto y les daba los medios para mantener la guerra. Lo mismo puede ser dicho con relación a África Central, Angola y RD Congo, donde las dificultades en la implementación de los acuerdos de paz se
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deben al control por las partes de la explotación de los campos de diamantes y otros recursos. 5.OTRAS SITUACIONES PARTICULARES: Más allá de las razones ya mencionadas una serie de factores es igualmente importante y tiendo en cuenta por sus propias características. -En África Central y sobretodo en la región de Grandes Lagos (Rwanda y Burundi) estos factores incluyen las disputas por tierras y agua en áreas densamente puebladas; -En algunas comunidades donde hay extracción de petróleo el conflicto emerge del hecho de algunos grupos se acusaren mutuamente de no beneficiaren de los resultados de la explotación de estos recursos, un ejemplo en Angola en la región petrolífera de Cabinda.
PRINCIPALES AMENAZAS DE LA SEGURIDAD DE LOS ESTADOS DE ÁFRICA CENTRAL La región de Grandes Lagos está situada geográficamente en la parte central de África. La África Central integra once estados, de ellos son 7 los que han vivido en los últimos años conflictos armados: Angola, Burundi, Congo–Brazzaville, Congo Democrático (ZAIRE), Republica Centro-Africana, Chad y Rwanda. Lo que convierte a esta zona en una de las regiones de más conflictos en el mundo. De manera general, los estados africanos heredaron del colonialismo serios problemas económicos y sociales que se van agravando con la continuación de conflictos, unos de carácter internos, otros entres estados. La independencia nacional y la situación de autogobierno fueron acompañadas de una agudización profunda de las contradicciones entre clases o grupos étnicos, que no raras veces resultaron en conflictos armados de grandes dimensiones algunas de los cuales perviven. La continuación de estos conflictos constituye no-solo una amenaza a la estabilidad de la región, sino también de todo el continente. Como lo demostró la crisis de Grandes Lagos, sus repercusiones muy rápido se han extendido por todo el continente. La región central de África presenta amenazas específicas susceptibles de comprometer la paz y seguridad de todo continente. Estas constan de un informe del Comité de Consulta Permanente de las Naciones Unidas para Cuestiones de Seguridad en África Central4 y son las siguientes: -
problemas fronterizos; exacerbación de las rivalidades socio-étnicas y socio-políticas; problemas socio-económicos; problemas de los refugiados y de los desplazados; catástrofes naturales;
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disputas por controle del poder y conflictos entre estados; transferencia de armas; contradicciones Norte –Sur; tráfico de drogas; terrorismo internacional.
Para promover un clima de paz y seguridad en estas condiciones es necesaria que cada Estado internamente adopte un conjunto de medidas en los ámbitos de respecto de los derechos humanos, los derechos de las minorías, la transparencia interna en la gestión de la democracia y en el ámbito regional, el respeto de los acuerdos bilaterales y multilaterales de seguridad y la participación de cada estado en la creación de mecanismos jurídicos de seguridad colectiva. Un papel importante puede desempeñar la concertación de acciones en el ámbito de Naciones Unidas, en particular en seno del CCPQSAC y naturalmente en el ámbito de la propia OUA. Un instrumento importante puede ser el respecto y cumplimento integral por parte de todos estados de la región del Pacto de No Agresión entre los estados miembros del CCPNUQSAC firmado en Yaundé, la capital de Camerún en l8.7.19965, rubricado por casi todos los países miembros a excepción de Rwanda y Angola, por alegadas “razones de seguridad”. CONFLICTOS DE LOS GRANDES LAGOS ATECEDENTES HISTÓRICOS: El término “Grandes Lagos” nace de una definición alemana “zwischensengebiet”, que significa “territorio entre lagos”, que inspiró mas tarde el adjetivo “interlacustre” que apareció en algunas publicaciones de estudios africanos en Paris y Londres y mas tarde ha originado la expresión “Grandes Lagos”. Se trata de una larga región localizada geográficamente en la parte central de África, caracterizada por el ciclo de lagos presentes, se tratan de: Lago Victória, Albert y Eduard a oeste, Kiviu y Tanganika al Sudoeste. Este es el territorio comprendido por los actuales estados de Uganda, Rwanda, Burundi, Tanzanía y R.D.C.(Zaire). Los acontecimientos trágicos del inicio de 1994 en Rwanda centralizaron durante algunos tiempos la atención de la comunidad internacional sobre la región de grandes Lagos. Esta región potencialmente próspera y densamente pueblada, en otros tiempos considerada por los europeos como una pequeña perla en África, se ha transformado en un infierno para miles de personas. La explosión de esta violencia no es un fenómeno surgido del cero, al contrario es un episodio más en una dinámica de conflictos mortales que devasta desde los años 50, el Rwanda y Burundi. La causa principal del conflicto es la instrumentalización durante la época colonial de las contradicciones entre las etnias HUTUS y TUTSIS. La radicalización de estas en Rwanda en los años 50 engendró una serie de contra golpes en el vecino Burundi, donde los efectos se hicieron sentir muy pronto, favorecido por un contexto humano, social y político similar. Estos
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dos países están marcados por una violencia política que engendran alternadamente en un país y después en el otro, insurrecciones, guerras civiles, masacres étnicos y en consecuencia el flujo masivo de refugiados. Tanto el Rwanda como el Burundi no son creaciones artificiales de las potenciales coloniales, como lo fueron la gran mayoría de los estados africanos. En su tiempo estos países eran ya entidades estatales coherentes, ricas de una larga tradición monárquica y dotadas de una determinada organización social en la que pertenecían los siguiente grupos: -TWAS; cerca de 2% del conjunto de la población que constituyan el nivel jerárquico más bajo. Se trata de poblaciones de los grupos pigmeos; -HUTUS; de origen Bantus, eran la mayoría de la población de la región, su número es estimado en cerca de 80 a 90 % de la población que constituían la escala social media; -TUTSIS; El nivel jerárquico superior a pesar de minoritarios ha sabido imponerse a la mayoría, constituían cerca de 10% de la población y fueron los últimos en llegar a la región proveniente de la s regiones nilóticos del Cuerno de África; Al topo de la escala social se encontraba el MWAMI, el monarca dotado de poder absoluto y de origen divino. Durante el periodo pre-colonial estas entidades socio étnico eran complementarias y cohabitaban en una especie de pacto social aceptado por todos. No existía específicamente la violencia étnica, a pesar de haber ya en esta época guerras y luchas frecuentes para la conquista de nuevos territorios. La llegada de los primeros colonizadores, estos fueron muy profundamente impresionados por los TUTSIS probablemente debido a sus características morfológicas mucho similares a los europeos, al contrario de los hutus con sus características negroides. Desde el comienzo, los exploradores Belgas han gestionado el Rwanda y Burundi privilegiando de manera abierta a las poblaciones TUTSIS a quienes han elevado al nivel de una clase noble y aristocrática. En este sentido sus gestiones privilegiaban tres grandes direcciones: 1. Feodalización de la monarquía tradicional; A través de la multiplicación de cargos de jefas atribuidas a los TUTSIS; 2. Racialización de la sociedad; agravando las contradicciones entre “Señor tutsi” y “siervo hutu”; 3. Segregación cultural; a través de la exclusión de hutus del sistema escolar. La colonización Belga ha remodelado la organización social de Rwanda y Burundi en función de un modelo neofeudal que se caracterizaba por una tutsificación creciente de la organización social del poder. El resultado de
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esta política fue desastroso, pues ha conducido a la emergencia del carácter étnico como factor político dominante. A su vez el cambio ocurrido en los años 50 a favor de los HUTUS ha revertido los estereotipos producidos después de varias decenas de años. Un factor agravante fue que los preconceptos raciales fueron difundidos vía sistema de educación, en el seno de las elites locales HUTUS y TUTSIS que han interiorizado un modelo etnológico colonial errado y lo han asumido. Los conceptos forjados por colonizadores a partir de una aprehensión incorrecta de la realidad en su beneficio dentro del espíritu de “dividir para mejor reinar”, han favorecido la segregación racial, la diabolización del otro y con esto el surgimiento de la violencia étnica. La independencia política por estos estados ayudado a esclarecer la nocividad delas colonial. Pero algunas elites locales no han de conciencias étnicas e instrumentalizar el poder político.
al comienzo de los años 60 ha ideas forjadas en el periodo dudado de incitar el desarrollo factor étnico en la disputa del
EL RECRUDECIMIENTO DE LA VIOLENCIA ÉTNICA RWANDA: Tres momentos caracterizaran el surgimiento de la violencia étnica en Rwanda: 1-En 1953 en el cuadro de la independencia, la facción HUTU con el apoyo del régimen colonial substituyó el sistema monárquico dominado por la minoría TUTSI. Este proceso fue acompañado de una primera ola de violencia étnica antí-tutsi que no ha terminado hasta después de la instauración del nuevo régimen, obligando a la antigua elite a partir al exilio en los países vecinos, como: Congo, Burundi, Tanzania, Uganda, a partir de los cuales se iniciaran la organización de pequeños grupos rebeldes; 2-En 1973 comienza un incremento de la violencia étnica contra la minoría tutsi, registrándose una serie de masacres con carácter de genocidios y durante los cuales una gran parte de las elites políticas tutsis fueron eliminadas físicamente. Este fue el periodo de consolidación del poder hutu; 3-El período de 1990-1994 es particularmente marcado por la intensificación de guerra civil y por la ocurrencia del genocidio entre los meses de abril y julio de 1994. En tres meses se estima que entre 500 000 a 1000 000 de personas fueron asesinadas, la gran mayoría de las víctimas eran de etnia tutsi. Este último período de instabilidad en Rwanda fue marcado en el vecino Burundi de un momento relativamente pacífico que ha precedido la realización de elecciones vencidas por el candidato hutu, MELCHIOR
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NDANDAYE en un acto que transcurrió de manera ejemplar. Pero los radicales tutsis decidieron fomentar un golpe de estado durante el cual el Presidente hutu elegido y sus colaboradores fueron asesinados, siguiéndose también una escalada de violencia étnica desencadenada por extremistas hutus contra los tutsis. Las repercusiones de este acontecimiento muy rápidamente se hicieron sentir en la región. El 6 de abril de 1994 el avión presidencial en que viajaba el presidente rwandés de origen hutu y sus colaboradores es abatido a llegada cerca del aeropuerto de Kigali. Este crimen está en el origen del genocidio. Durante los meses que se siguieron no-solo los tutsis, sino también los hutus de la oposición fueron de forma sistemática y brutalmente asesinados. Simultáneamente, ciudades, aldeas fueron ensobradas por una ola de violencia sin igual. Paralelamente durante este período, otro fenómeno distinto ocurría simultáneamente con el genocidio, la retomada de la guerra y toma del poder por parte de la Frente Patriótica, mayoritariamente tutsi, obligando los responsables del genocidio a que refugiaran en los países vecinos, así como millares de refugiados civiles. Se estima que más de 1,3 millones de refugiados se han establecido en Zaire, 580 000 en Tanzania, 280 000 en Burundi y una decena de millar en Uganda.
BURUNDI: El conflicto de Burundi, a igual que el Rwanda está polarizado por la confrontación entre las etnias HUTUS y TUTSIS. La dimensión étnica del conflicto tiene tendencia a ocultar los varios atritos que lo alimentan. La violencia étnica tiene su origen en los enfrentamientos entre grupos políticos o facciones por control del estado. Tal como en Rwanda cuando de la obtención de la independencia, la antigua potencia colonial se ha esforzado en entregar el poder a una elite que le sea favorable, apoyando los liderazgos La historia de Burundi está marcada por el fenómeno de sistematización de la violencia en la lucha por el control del estado políticos mayoritariamente Tutsis. En estas condiciones las facciones hutus que aspiraban al poder beneficiaran de la impopularidad de la administración colonial y sus aliados. En 1965 una tentativa de golpe de estado efectuada por una facción hutu ha iniciado un ciclo de tentativas de toma del poder por la fuerza, en consecuencia de los cuales, las diferentes facciones hutus van sendo marginalizadas o eliminadas físicamente. En 1972 se estima que cerca de 200 000 personas, principalmente hutus fueron asesinadas por facciones rivales. En reacción inversa a los acontecimientos de 1972 las elites hutus apoyadas por las poblaciones masacraran varios millares de tutsis, igualmente cerca
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de 200 000 personas. Entre 1976 y 1987 se suceden los golpes de estados orquestados por juntas militares encabezadas por Oficiales tutsis. El período de 1992-1996 es caracterizado por el surgimiento de la rebelión hutu, la adopción de una nueva constitución pluralista y el nombramiento de un Primer Ministro Hutu en un contexto político nuevo que propiciaba el desarrollo de las libertades democráticas. En este período se realizaron las elecciones vencidas por el candidato de la Frente Democrática del Burundi, de origen hutu. La población mayoritariamente ha votado contra el candidato símbolo de la opresión. Los meses posteriores a las elecciones fueron marcados por el aumento considerable de las tensiones en la función pública, a la vuelta de la cuestión de la tierra y en el seno de las fuerzas armadas. Estas tensiones hacen surgir un golpe de estado a 21 de octubre de 1993 durante el cual el Presidente es asesinado, al que se inició la guerra civil. Con la eclosión de la guerra civil el Representante de las Naciones Unidas ha logrado de las partes beligerantes un acuerdo de partilla del poder al abrigo de lo cual, en enero de 1994 se constituía un gobierno liderado por un presidente hutu y un Primer Ministro tutsi. En abril del mismo año el nuevo presidente sería muerto en el mismo avión en que viajaba el presidente del Rwanda. En septiembre es firmada una “Convention de Guvernement”, con base en los acuerdos de enero de 1994, siendo elegido un nuevo presidente. Durante este período los rebeldes hutus desencadenaran una serie de ataques de guerrilla contra los campos de refugiados tutsis masacrando millares de personas y aumentando significativamente la escalada de violencia étnica en una estrategia que presuponía desestabilizar el nuevo régimen. En consecuencia de la escalada de violencia étnica contra Tutsis, en julio de 1995 influyentes Oficiales de la comunidad tutsi desencadenaron un golpe de estado obligando el presidente de la república refugiarse en la embajada norteamericana. El antiguo presidente PIERRE BUYOYA de origen tutsi sería designado nuevo presidente, puesto que ocupa hasta el momento. En este contexto de constante violencia política, las intervenciones internacionales se devienen incapaces de contribuir en la formación de un sistema político que permitiera la construcción de una verdadera democracia.
CONFLICTO DE LOS GRANDES LAGOS - UNA AMENAZA A LA SEGURIDAD DE LOS ESTADOS DE ÁFRICA CENTRAL Debido al agravamiento del conflicto interno en Rwanda millares de personas se han refugiado en las regiones fronterizas con la RDC, principalmente en Provincia de Kivu, contándose entre ellos un número elevado de militares hutus estimados en algunos millares, y representantes de las elites políticas, sobre algunos de los cuales pesan la responsabilidad del genocidio.
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Contrariamente a las normas internacionales, la llegada de refugiados no fue fiscalizada por las organizaciones internacionales, ni mismo las autoridades congoleñas han asumido la responsabilidad de desarmamiento de los grupos armados. Lo que permitió que en campos de refugiados estos siguiesen organizándose y desarrollando actividades políticas y militares subversivas con relación al Rwanda, tales como la formación de un pretenso Gobierno Rwandés en Exilio (GRE) y la constitución de nuevo Estado mayor de las Fuerzas Armadas Rwandeses, al mismo tiempo que entre ellos se incrementaban la propaganda antí-tutsi y se iniciaban ataques de guerrilla contra el interior del Rwanda. Las nuevas autoridades de Kigali (FPR) una vez adquirido control del país y del gobierno iniciaron en octubre de 1996 una serie de ataques a los campos de refugiados en territorio del Zaire, masacrando millares de refugiados hutus. Esta brutalidad de las fuerzas rwandeses era justificada frente a la comunidad internacional debido a la aparición de guerrilla hutu en estos campos. Durante el período que se siguió al genocidio la principal amenaza al régimen rwandés era proveniente de la guerrilla hutu activa en el oeste y los campos de refugiados. Para las autoridades de Kigali la guerra civil que amenazaba el país ultrapasaba el cuadro de un afrontamiento entre sus fuerzas armadas y los grupos rebeldes. La sustitución de Mobutu era uno de los objetivos a seguir, apoyándose en su poderío militar bien así como en la rebelión antí-Mobutu encabezada por L.D. KABILA y los Banyamulengues (tutsis originarios del Rwanda que hace mucho tiempo viven en Congo). Con la doble intención de sustituir el régimen de Mobutu y eliminar físicamente la rebelión hutu y los genocidiários, en una primera fase, la rebelión de Kabila fue cuidadosamente preparada por Rwanda y Uganda visando un triple objetivo: -
Garantía de seguridad; con el desmantelamiento de las bases de apoyos a las guerrillas hutus y ugandeses hostiles a estos regímenes; Político; la intención de poner en poder en Kinshasa un régimen favorable; Económico; el fin de controlar la explotación de las riquezas minerales del Zaire.
Con el apoyo de Rwanda, Uganda y Burundi posteriormente, la rebelión de Kabila inició una ofensiva en dirección a sur de Kivu atacando los campos de refugiados y masacrando millares de hutus, haciendo una vaga de refugiados calculada en más de 600 000 refugiados en dirección al Rwanda y otros 400 000 en dirección al interior del Zaire. Las fuerzas zaireñas intentaron frenar el avance de las fuerzas contrarias sin éxito. Después de la caída de Kisangani los refugiados hutus iniciaron una marcha de centenares y millares de kilómetros a lo largo de la densa flora tropical, siendo duramente atacados y masacrados, se estima en más de 100 000 el número de muertes ocurridas. Los más resistentes, hombres y esencialmente ex militares hutus rwandeses retomaron el éxodo que les ha conducido a millares de kilómetros de su punto de partida, en dirección al
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Congo-Brazzaville, República Centro-Africana y Angola participando y alimentando los conflictos locales. En este período se asiste también la adhesión de Angola a la coalición antíMobutu, supuestamente por razones de seguridad, puesto que en el territorio del Zaire los rebeldes de UNITA tenían sus bases de entrenamiento, a partir de los cuales recibían apoyos multiformes y lanzaban acciones de desestabilización contra Angola. Para las autoridades de Angola, para allá de la intención de sustituir un régimen vecino que no le era favorable, se trataba de una acción de legítima defensa y también un derecho de persecución a las fuerzas rebeldes6. En seguimiento de la ofensiva militar, en mayo de 1997 se asiste la caída del régimen de Mobutu. La toma de poder por parte de Kabila fue recibida en Kinshasa con mucha desconfianza debido al controle de posiciones llaves en el gobierno por parte de elementos Tutsis de origen rwandés. Paralelamente tres dossieres van a manchar las relaciones entre el nuevo régimen de Kinshasa y la comunidad internacional: Los repetidos atentados contra los derechos humanos, el bloqueo en el proceso de democratización y sobre todo los obstáculos puestos a los trabajos de la comisión de investigación de las Naciones Unidas que debería en el terreno verificar y averiguar las masacres de refugiados Hutus cometidos en 19967 por las fuerzas rwandeses. Al mismo tiempo se asiste de forma gradual la degradación de las relaciones entre Kabila y sus aliados del Este, designadamente Rwanda, Uganda y Burundi. Fundamentalmente por dos razones: marginalización por parte de Kabila de la facción tutsi del poder en Kinshasa y la degradación de las condiciones de seguridad en las regiones fronterizas del Este. En el decurso de 1998 Kabila redefinió nuevas políticas de alianzas teniendo en cuenta la impopularidad creciente de los elementos de origen tutsi que integraban su gobierno y las fuerzas armadas congoleñas, considerados arrogantes y brutales. El poder del régimen de Kabila era todavía muy frágil y en estas circunstancias para fortalecerlo y granjear apoyos populares era necesario desfasarse de sus viejos aliados. Como el ejército era débil y poco eficaz Kabila procuró apoyos en las fuerzas presentes en sus territorios, como los rebeldes hutus rwandeses. Esta evolución de Kabila constituyó una amenaza a los intereses Rwandeses, Ugandeses, y Burundeses en la RDC. Así Burundi y Banyamulengues han preparado una insurrección al sur de Kivu, con el propósito de obtener la secesión de esta provincia. Del otro lado, Rwanda y Uganda inician una guerra abierta contra el régimen de Kabila, los dos países evocan nuevamente los mismos problemas de seguridad. El 2 de agosto de 1998 Goma y Bukavu dos importantes ciudades de la región de Kivu son tomadas de asaltos por fuerzas rebeldes con el apoyo de Rwanda y Uganda, las fuerzas rwandeses intervienen directamente en la región de Kitona, en las proximidades de la frontera con Angola, en pocos días la rebelión se aproximara de Kinshasa.
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Con la eminente toma de Kinshasa, Angola intervino militarmente contra sus antiguos aliados, posteriormente el Zimbabwe y después de forma más modesta también la Namibia. Progresivamente la situación se fue estabilizando a favor de Kabila que a su lado a pasado a contar también con el apoyo de Chad suportado financiera y logísticamente por Libia y los rebeldes rwandeses y ugandeses. Del otro lado, el Burundi se ha juntado a Rwanda y Uganda. Esta última guerra se ha acelerado el asolamiento del gobierno rwandés en el ámbito regional y también en el ámbito internacional. En el terreno, se ha registrado enfrentamientos militares entre las fuerzas rwandeses y ugandeses en una disputa por controle de la región de Kisangani, uno de los principales puntos de transito y tráfico de diamantes angoleños, confirmando la degradación de las relaciones entre las partes. Con la creación del MLC, Movimiento de Liberación del Congo, Uganda ha procurado mantener uno aliado capaz de garantizar sus intereses económicos y su seguridad. Al contrario, el Rwanda procuraba mantener un controle integral sobre la rebelión congoleña. Por otro lado, la brutalidad de las fuerzas rwandeses en el Este de la RDC y la captación sistemática de los recursos naturales alimentaron en el pueblo de este país un profundo sentimiento antí-tutsi. En su relación con el Burundi, a pesar de estos países mantener los mismos adversarios las fuerzas rebeldes hutus, ellos son rivales en el control y comercialización de los diamantes del Este. La firma el 10 de julio de 1999 de los Acuerdos de Paz de Lusaka lejos de una resolución definitiva del conflicto continua registrando muchas dificultades en su implementación y aplicación integral.
CONCLUSION Al mismo tiempo en que se asistía al recrudecimiento del conflicto de los Grandes Lagos la situación de seguridad se iba deteriorando cada vez más en toda región central de África. Angola, Congo-Brazzaville, Chad y República Centro-Africana fueron invadidos por millares de refugiados al mismo tiempo en que las guerras civiles aumentaban de intensidad en estos países y en uno u otro lado de las partes en conflicto se destacaban la presencia de fuerzas y elementos provenientes de los Grandes Lagos, entre los cuales un número considerable de ex - militares rwandeses. En Congo-Brazzaville la transición democrática fue interrumpida por la eclosión de la guerra civil. En un período de cinco meses la guerra civil hizo más de 20 000 muertes y más de 50 000 desplazados sólo en la capital. Las causas principales de la crisis fueron rivalidades políticas, antagonismos étnicos y sobretodo la crisis económica y social, que fueran agravados por
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la existencia de milicias privadas armados afectos a los líderes de las principales formaciones políticas. En Angola, a pesar de la firma del Protocolo de Lusaka, el 20 de noviembre de 1994, entre el gobierno y la UNITA, la guerra civil había aumentado de intensidad. De acuerdo con fuentes de las Naciones Unidas en este período en Angola se registraba la muerte de cerca de mil personas al día como consecuencia directa de la guerra. El número de refugiados en los países vecinos ha alcanzado la cifra de 1,5 millón de personas e internamente más de 3,5 millones de desplazados. En los combates que se registraban en Angola eran frecuentes las denuncias a cerca de la presencia de fuerzas extranjeras al lado de la UNITA. El 4 de abril de este año, después de la muerte en combate del líder de la rebelión en Angola, las fuerzas militares de ambas partes firmaron un “Memorando de Entendimiento” al abrigo de cual ha terminado el conflicto armado y los militares rwandeses fueron entregados a las Naciones Unidas, por su vez el Comandante de estas fuerzas, el general Augustine Bizimungu, de origen hutu, acusado como uno de los principales responsables del genocidio fue igualmente entregado por el gobierno de Angola al Tribunal Penal Internacional para el Rwanda cuya sede se encuentra en Arusha, República de Tanzania. La historia de África y en particular los acontecimientos de Grandes Lagos han conocido situaciones en que con rapidez la guerra en un determinado país ha desestabilizado a los países vecinos y se ha extendido por regiones enteras, dando lugar a flujos de refugiados, comercio ilegal de armas, terrorismo, tráfico de drogas, o causar daños al medio ambiente. Finalmente, debo decir que la intervención oficial de tres ejércitos regulares africanos (Angola, Zimbabwe, Namibia) del lado del gobierno congoleño y la intervención oficiosa de otros tres ejércitos (Rwanda, Uganda y Burundi) del lado de fuerzas rebeldes constituye un grande ejemplo para toda la África y para el mundo en general. La crisis congoleña como consecuencia de la crisis de los Grandes Lagos ha cambiado la naturaleza de los acontecimientos: de una simple insurrección armada se transformó en un conflicto entre estados, oponiendo bloques regionales. Tal como algunos analistas consideraran, esta fue la “primera gran guerra africana”.
REFERNCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1- Carta de la Organización de Unidad Africana, Addis Abebba-Etiópia, 1963; 2Resolución 46/37 de 6.12.91 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas;
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3- Annan, Koffi : Las causa de los Conflictos y la Promoción de una Paz Durable y el Desenvolvimiento Sostenible en África, Nueva York, 1997; 4- Informe del Secretario General a la Asamblea General de la ONUA/48/412 de 1993; 5- Pacto de Non Agresión entre los Estados Miembros del Comité de Consultas Permanente de las N.U. sobre las Cuestiones de Seguridad en África Central, Yaoundé-Cameroun, 1996; 6- Cristóvao, J.F. : las Razones de la Intervención Militar de Angola en la R.D.C. y Congo -Brazzaville, Luanda, 2000- (Palestra proferida a los Oficiales Superiores del Ministerio de Interior en Luanda en junio de 2000); 7- Garreton, Robero ; RDC: Inquête Imposible, Le Monde Diplomatique, déciembre, 1997.
BIBLIGRAFIA CONSULTADA
8- Revista Afrique des Grands Lacs, CERGL d Afrique , Harmatan, Paris, 2000 ; 9- Chretien , J.P. : Afrique des Grands Lacs- deux milles ans d Histoire, Aubier, Paris, 2000 ; 10Reyntyens, Felipe; La guerre des Grands Lacs: Aliances Movements el Conflicts Extraterritoriaux en afrique Central, Hartman, Paris, 1999; 11Balancie J.M., Grange, A. ; Mondes Rebelles, Guerrillas, Milices, Groupes Terroristes, Michalan, Paris, 2001.
Centro de Estudios y Análisis de Seguridad Universidad de Granada http://www.ugr.es/~ceas
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