CONSIDERACIONES PARA LA ORDENACION DE LAS PESQUERIAS DE LAGUNAS Y ESTEROS COSTEROS. FAO, Documentos Técnicos de Pesca No 218

CONSIDERACIONES PARA LA ORDENACION DE LAS PESQUERIAS DE LAGUNAS Y ESTEROS COSTEROS Indice FAO, Documentos Técnicos de Pesca No 218 FIRI/T218(Es) p

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Creación de lagunas artificiales para la caza de aves acuáticas G. Riesco Escola Politécnica Superior. Campus Universitario s/n. 27002 Lugo (España) D

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CONSIDERACIONES PARA LA ORDENACION DE LAS PESQUERIAS DE LAGUNAS Y ESTEROS COSTEROS

Indice

FAO, Documentos Técnicos de Pesca No 218

FIRI/T218(Es)

por James M. Kapetsky Dirección de Recursos y Ambientes Pesqueros M-43 ISBN 92-5-301136-X

ORGANIZACIONES DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA AGRICULTURA Y LA ALIMENTACION Roma 1982 © FAO

PREPARACION DE ESTE DOCUMENTO El presente documento forma parte de una serie de informes publicados periódicamente por la Dirección de Ambientes y Recursos Pesqueros de la FAO, para ofrecer a los investigadores que se ocupan de cuestiones pesqueras en los Estados Miembros, la informacón que necesitan en materia de investigaciones pesqueras aplicadas y ordenación de la pesca. El presente informe se propone ofrecer sintéticamente información sobre la ordenación de la explotación pesquera en las lagunas costeras y esteros de los países en desarrollo, y con tal fin presenta un panorama general de las distintas opciones posibles, describiendo varias combinaciones de medidas reguladoras y no reguladoras aplicadas en las lagunas consteras y esteros en distintas situaciones técnicas, económicas y sociales. El informe intenta además preveer las necesidades futuras de ordenación de la pesca en las lagunas costeras y esteros, mostrando cómo esas pesquerías interaccionan, compiten o entran en conflicto con el rápido desarrollo de la acuicultura, la pesca recreativa y las pesquerías de bajura y de media altura. Distribución: Departamento de Pesca de la FAO Oficiales regionales de pesca de la FAO Proyectos regionales CGPM CPCA CPACO CIPP COPESCAL EIFAC

Para fines bibliográficos este documento debe ser citado como sigue: Kapetsky, J.M., 1982 Consideraciones para la ordenación de las pesquerías de lagunas y esteros costeros. FAO, Doc. Tec. Pesca, (218): 49 p.

RESUMEN El problema de la ordenación de las pesquerías artesanales en lagunas y esteros se afronta en tres partes: ordenación reguladora, ordenación no reguladora e interacciones entre distintas pesquerías o intereses pesqueros. La regulación de la pesca artesanal en las lagunas y esteros por parte de las autoridades estatales encuentra diversos obstáculos. En primer lugar, los problemas técnicos y económicos limitan gravemente la posibilidad de intervención del Gobierno. Por otro lado, diversas consideraciones socioeconómicas, en particular la falta de otras posibilidades de empleo para los pescadores, impiden adoptar muchas de las técnicas clásicas de regulación. Para completar o suplementar las medidas de ordenación adoptadas por la autoridad central es preciso dar nueva vitalidad a las autoridades locales tradicionales. La ordenación no reguladora, es decir, la aplicación de métodos que aumenten las

posibilidades pesqueras y acuícolas mediante una manipulación del medio ambiente, se ilustra con varios ejemplos: diversos tipos de obras hidráulicas, control de depredadores, siembra, criaderos artificiales y pesca en parques de ramas. El problema de las interacciones entre distintas pesquerí as o diferentes intereses pesqueros se aborda a varios niveles. Se estudian, en concreto, la competencia entre grupos de pescadores de etnias o grupos económicos diferentes, las interacciones entre las pesquerías artesanales y la acuicultura, y la competencia entre las pesquerías artesanales de lagunas y esteros y las pesquerías industriales de media altura que explotan las ismas poblaciones. Los hiperenlances que remiten a sitios Internet distintos de los de la FAO no implican, de parte de la Organización, ratificación oficial o responsabilidad respecto a opiniones, ideas, datos o productos presentados en dichos sitios, o una garantía de validez acerca de las informaciones que contienen. El único propósito de los enlaces a sitios distintos de los de la FAO es proporcionar otras informaciones disponibles sobre asuntos conexos.

INDICE 1. INTRODUCCION 1.1 Antecedentes y objetivos 2. ORDENACION REGULADORA DE LAS PESQUERIAS DE LAGUNAS Y ESTEROS 2.1 Prácticas de pesca en lagunas y esteros que se tienen que regular 2.2 Métodos reguladores de ordenación 2.3 Perspectivas de la ordenación reguladora de las pesquerías de lagunas y esteros costeros 2.3.1

Objetivos de la ordenación reguladora

2.3.2

Dificultades en la formulación e implantación de métodos de ordenación reguladora

2.3.3

Revitalización de las prácticas de ordenación tradicionales

3. ORDENACION NO REGULADORA DE LAS PESQUERIAS DE LAGUNAS Y ESTEROS 3.1 Ordenación hidráulica de las pesquerías de lagunas 3.2 Control de depredadores 3.3 Repoblación 3.4 Zonas de cría artificiales 3.5 Pesquerías de parques de ramas 3.5.1

Pesquerías de parques de ramas en Benin

3.5.2

Pesquerías de parques de ramas en lagunas costeras de otras partes del mundo

3.5.3

Perspectivas de la contribución de los parques de ramas a la ordenación de las pesquerías de

las lagunas costeras 4. ORDENACION ANTE LAS ACCIONES RECIPROCAS DE LA PESQUERIA Y LOS CONFLICTOS ENTRE DIVERSAS PESQUERIAS Y LOS INTERESES PESQUEROS 4.1 Conflictos entre los pescadores artesanales de diferentes grupos étnicos y económicos 4.2 Conflictos entre las pesquerías comerciales y recreativas 4.3 La acuicultura y la pesca propiamente dicha: posibles conflictos 4.3.1

Efectos ambientales de la acuicultura

4.3.2

Otros efectos de la acuicultura en la pesca propiamente dicha

4.4 Acciones recíprocas con las pesquerías marinas de media altura y de bajura 5. RESUMEN Y CONCLUSIONES SOBRE LA ORDENACION DE LAS PESQUERIAS DE LAGUNAS Y ESTEROS COSTEROS 6. REFERENCIAS

1. INTRODUCCION 1.1 Antecedentes y objetivos A diferencia de las aguas marinas y continentales,las pesquerías de las lagunas y este ros costeros de los países en desarrollo han sido objeto de poca atención hasta la fecha. A esta situación han contribuido varios factores. Uno es que las lagunas y esteros costeros no encajan fácilmente en las categorías acostumbradas de „marina‟ y „continental‟ en las cuales se organizan actualmente casi todos los departamentos de pesca nacionales. Segundo, las pesquerías de las lagunas y esteros costeros se basan con frecuencia en recursos de especies múltiples que varían mucho en lo relativo a su disponibilidad en el tiempo y en el especio: „visitantes‟ marinos, „residentes permanentes‟ eurihalinos, „visitantes‟ de agua dulce y „transeúntes‟ migratorios catádromos y anádromos. Esta complejidad de poblaciones dificulta aun más la evalución de recursos y de aquí la formulación de programas de ordenación. Otra razón del descuido relativo de las pesquerías de lagunas y esteros de los países en desarrollo es que en general son a pequeña escala y de naturaleza artesanal o de subsistencia. Con frecuencia la pesca la explotan individuos o grupos familiares que emplean métodos tradicionales, que necesitan mucha mano de obra, y embarcaciones pequeñas. Los pescadores y las comunidades pesqueras pueden estar muy desperdigados y es posible que gran parte de la captura se venda extraoficialmente en la localidad y que sólo los productos pesqueros más valiosos entren en las estadísticas nacionales y, aun así, generalmente sin mencionarla laguna o el estero en que se originó el producto.

Algunas de las mismas características que hacen difícil de ordenar las pesquerías de lagunas y de esteros costeros, también los hacen relativamente valiosos por derecho propio, o importantes por su efecto potencial o actual en otras pesquerías. Entre éstas están que algunas de las mismas poblaciones que se explotan con diversa intensidad en lagunas y esteros, también contribuyen a las pesquerías industriales marinas de alta mar o artesanales costeras, por ejemplo, de camarón. Biológicamente, los esteros y las lagunas constituyen zonas de cría de peces y crustáceos que pasan el resto de sus ciclos vitales en el mar o en aguas dulces. Además, ofrecen medios de entrada y salida para los peces anádromos y catádromos emigrantes. Desde el punto de vista socioeconómico, las pesquerías a pequeña escala que necesitan mucha mano de obra ofrecen ingresos, empleo y autosuficiencia proteínica a los pueblos pesqueros de la costa, en tanto que el sobrante de la captura refuerza el suministro de alimento de centros urbanos próximos. En algunos casos en los que se explotan para la exportación de recursos de gran valor como camarones, cangrejos y ostras, las pesquerías de las lagunas y esteros también contribuyen a la economía nacional creando una entrada de divisas. Finalmente, los esteros y lagunas de los países en desarrollo ofrecen cada vez más oportunidades a una industria acuícola para la pesca deportiva en rápida expansión. Es evidente que la importancia y complejidad de las pesquerías de lagunas y esteros costeros exigen que se ordenen debidamente si sus recursos pesqueros se van a explotar de manera óptima y si en ellos se va a obtener el máximo de beneficios sociales y económicos. En este contexto, el presente informe tiene por objeto satisfacer una necesidad de información sobre la ordenación de las pesquerías propiamente dichas de lagunas y esteros costeros en los países en desarrollo. En parte, indica la situación de las actividades de ordenació n pesquera en lagunas y esteros costeros. Al mismo tiempo, y empleando ejemplos obtenidos de diversas pesquerías en situaciones tecnológicas, económicas y sociales distintas, ofrece una vista general del ámbito de actividades de ordenación disponibles. Otro aspecto es que también se ha tratado de anticiparse a las acciones recíprocas y conflictos en las pesquerías, que pueden llegar a ser importantes consideraciones de la ordenación en el futuro próximo. El presente informe se limita bastante estrictamente a la ordenación de las pesquerías per se, pero se prepara otro que tratará de los aspectos más amplios de la ordenación pesquera de lagunas y esteros; de tal ordenación con respecto a las alteraciones y perturbaciones ambientales y de la pesca dentro del contexto de usos múltiples y lagunas y esteros. Análogamente, en otro informe actualmente en preparación se compila información sobre rendimientos pesqueros y predicción de éstos en lagunas y esteros costeros. La idea general de este informe consiste en exponer problemas de ordenación y examinar las soluciones que se han aplicado o propuesto, empleando ejemplos de varias pesquerías de lagunas y esteros. De esta manera, se consideran primero las soluciones clásicas para la ordenación de las pesquerías de laguna y estero: regulación de la entrada, restricciones al material de pesca, a los lugares y a las estaciones. También se incluye la posibilidad de revitalizar los mé todos de ordenación pesquera tradicionales. Posteriormente, se enfocan diversas posibilidades de ordenar la pesca en lagunas y esteros mediante métodos no regulatorios, y los que aumenten la productividad pesquera: la ingeniería hidráulica, el control de depredadores, la repoblación y la pesca en parques de ramas. Finalmente, y cambiando la perspectiva, la ordenación de la pesca en lagunas y esteros se examina desde el punto de vista de las acciones recíprocas actuales o potenciales, de la competencia o los conflictos con otras clases de pesca; las acciones recíprocas étnicas y socioeconómicas, los posibles conflictos con la acuicultura y las acciones recíprocas con las pesquerías marinas costeras o de bajura.

2. ORDENACION REGULADORA DE LAS PESQUERIAS DE LAGUNAS Y ESTEROS 2.1 Prácticas de pesca en lagunas y esteros que se tienen que regular Bloquear los canales de comunicación entre la laguna y el mar mediante material de pesca fijo o móvil, parece ser un problema universal donde las pesquerías de las lagunas son intensivas, particulamente cuando se practican sin distinciones entre las migraciones de entrada o salida de reproducción y las de entrada de larvas de camarones o peces. Ejemplos de este problema se conocen en las lagunas de Chilka (Jhingran y Natarajan, 1969) y Pulicat (Menon y Raman, 1977) de la India. En la última, se dice que redes fijadas en estacas „estrangulan‟ la boca de la laguna durante la marea alta y que impiden el movimiento de camarones y peces de escama,, independientemente de su tamaño. En el primer caso, se ha expresado preocupación por dificultar las emigraciones de desove hacia el mar de Mugil y Lates. También se sabe que pescar cerca de las bocas de las lagunas los peces que emigran hacia adentro o hacia afuera es perjudicial para la pesca de peces de escama en la laguna Madre de Tamaulipas (México) por Meza (1980) y para la pesca de camarón en ella por Martínez Mata (1980). Existen muchas encañizadas pesqueras que cierran por completo el canal que conecta las lagunas del río Inharrime (Mozambique) con el mar. La abundancia de peces de origen marino en el sistema parece guardar relación inversa con el número de encañizadas que tienen que atraversar en sus migraciones hacia el interior (Matthes, 1981). Los emplazamientos de las diversas clases de artes de pesca empleada principalmente para la captura del camarón en diversos cursos de agua conectados de la Lagõa de Araruama, Brasil, han sido determinados por Slack-Smith et al. (1977) (figura 1). También en este caso, el cierre de los canales con artes de pesca se reconoce como uno de los factores que han causado una disminución del rendimiento del camarón en los últimos años. Un biturón impedía de tal manera el movimiento del agua, y había una diferencia de 10 cms en el nivel de ésta entre la laguna y el canal, una situación que perjudicaría la entrada durante todo el año del camarón poslarval en la laguna. Otros problemas relacionados con el funcionamiento de las artes de pesca en lagunas son la pesca en las partes que se sabe que son zonas de cría, donde se concentran los camarones juveniles (Slack-Smith et al., 1977; Martínez Mata, 1980). Generalmente esta práctica se combina con el empleo de mallas de poca luz (Barrera Huerta, 1976). Meza (1980) también observa que el empleo de artes móviles que se arrastran a lo largo del fondo para pescar peces de escama en la Laguna Madre de Tamaulipas, deja espacios sin vegetación y además destruye los ostreros naturales.

2.2 Métodos reguladores de ordenación Entre las soluciones propuestas por Slack-Smith et al. (1977) para reducir la pesca excesiva de camarón por los pescadores artesanos de la Lagõa de Araruama, fue la supresión de artes de pesca que bloqueasen por completo los canales de acceso a la laguna (los que dejaran un cierto paso libre, podrían continuar mientras no aumentaran sus números). Matthes (1981) propuso una solución análoga en el caso del bloqueo de las emigraciones de peces en el sistema de lagunas de Inharrime. Se diseñó un biturón que permite el paso de peces en sus emigraciones hacia el interior y el exterior en lugar de las encañizadas (figura 2).

Figura 1: Ubicación de varias clases de artes pesqueras con respecto a los canales de la laguna de Araruama, Brasil (de Slack-Smith et al. (1977)).

Figura 2. Encañizadas existentes y sustitución recomendada por biturones con cámaras de captura que permiten las migraciones (de Matthes, 1981) Entre otras medidas de ordenación propuestas por Slack-Smith et al. (1977) estaba la inscripción de unos 1 000 pescadores y su material de pesca. Basándose en esta inscripción, no se permitiría que entrase en la pesquería a los pescadores o equipos nuevos. También se recomendó una restricción que limitaría el empleo de algunas artes a las partes más profundas de la laguna. No se recomendó la limitación de los tamaños de las mallas de las artes camaroneras por falta de información sobre selectividad, y porque una tentativa anterior de limitar la luz de malla hizo disminuir de tal manera los ingresos de los pescadores que su sobrevivencia económica quedó amenazada. Además, las artes que empleasen mallas de menos luz que las actuales, quedarían inutilizadas por cegarlas las plantas que tanto abundan en la laguna. En la laguna de Bardawil, en la costa mediterránea de Egipto, se redujo en 1970 la hipersalinidad manteniendo comunicación continua con el mar, lo que dio por resultado un aumento de las poblaciones, pero también estimuló una rápida expansión de la pesquería. El resultado fue una explotación excesiva del valioso recurso de Sparus aurata (Ben-Tuvia, 1979). En los últimos años sesenta, la pesquería era principalmente de subsistencia y la pesca se practicaba desde 50 embarcaciones de vela. Para 1972 el número de embarcaciones había aumentado a 179, 68 de las cuales eran de motor (Pisanty, 1980). Las redes de algodón fueron sustituidas por las de fibras sintéticas y aumentó el número de ellas y sus longitudes. Investigaciones biológicas hechas posteriormente demostraron que era urgente regular la pesquería, por lo

que se adoptaron varias medidas de ordenación pesquera, comprendida la regulación de la luz de malla, la fijación de una longitud legal mínima, una veda para proteger la emigración de reproducción hacia el mar de Sparus así como para proteger la clase anual más joven que no emigra, y que pasa el invierno en la laguna (Ben-Tuvia, 1979). Otras medidas de ordenación pesquera tomadas fueron: dar licencias a los pescadores, embarcaciones y artes, implantar un sistema de permisos regulador del esfuerzo pesquero por turno y restringir las dimensiones de las artes (Pisanty, 1980). Como resultado de los programas de ordenación hidráulica y pesquera, el rendimiento de la laguna se duplicó y el valor de la pesca se decuplicó entre 1968 y 1978 (Pisanty, 1980). Es digno de mención que el impuesto de cerca del 15 por ciento sobre el valor bruto de la captura fue más que suficiente para sufragar los costes de la ordenación hidráulica de la laguna así como los de investigación, administración y ordenación de la pesquería en ella. Otro factor que debió contribuir al éxito de la pesquería, además del propio programa de ordenación pesquera global, aunque no lo mencionan específicamente Ben-Tuvia (1979) o Pisanty (1980), es que la laguna está bastante aislada y por tanto se pueden aplicar más fácilmente las medidas de ordenación. Además, estas medidas se formularon e implantaron antes de que la pesquería se desbandara y las seleccionadas resultaron ser eficientes desde el primer momento. En el lago Borullus, que es uno de los cinco costeros del delta del Nilo, la regulación de la pesca comprendía su prohibición en los canales entre el lago y el mar, limitación de la luz de malla, restricciones de algunas clases de artes y limitación de la velocidad de arrastre. No obstante, Libosvarsky, Lusk y El-Sedfy (1972) dicen que estas regulaciones no se respetan, probablemente por falta de vigilancia. En el lago Chilka, India, cuya superficie varía de 96 500 a 116 500 hm², se ve una aglomeración increíble de material de pesca de toda clase: redes, biturones, y „janos‟ (cercos). Jhingran y Natarajan (1969) presentan una lista de 13 clases distintas de redes usadas en el lago, que son variaciones de las de arrastre, enmalle y esparaveles. La pesca con redes se practica en lugares alquilados (derechos de pesca exclusivos) y en otros no alquilados libremente. Hay 112 „janos‟ que se alquilan y que tienen un total de 13 550 hm² (13 por ciento de la superficie media del lago) y 67 pesquerías de camarones arrendadas. Un mapa de toda la laguna y de varias de sus secciones en mayor escala (figura 3) dan una idea de la densidad del equipo de pesca empleado en los lugares arrendados. La pesquería se basa en 10 especies de peces de escama principales, de importancia comercial, dos especies de camarones y cangrejos de mar. Los recursos están algo sobreexplotados, como lo indica el pequeño tamaño de los individuos, su poca edad en el momento de la captura y los índices de mortalidad por pesca relativamente altos. Entre las medidas de ordenación propuestas para esta pesquería por Jhingran y Natarajan (1969) están la limitación de la pesca cuando la lisa efectúa la emigración reproductiva hacia el mar y la prohibición de la pesca durante la emigración hacia el lago de pececillos de lisas, ambas de las cuales ocurren en el estrecho canal que une la laguna y el mar. Jhingran y Natarajan (1969) propusieron que dentro de la laguna se fijaran tallas mínimas para los peces de escamas de importancia comercial, y que se echaran al agua vivos los que tuvieran menos que el tamaño mínimo. Las restricciones sobre tales tamaños se aplicarían mediante la inspección en los mercados. Se

consideró que con tal diversidad de tipos de artes serían inexplicables las restricciones sobre las luces de malla. Otras medidas de ordenación recomendadas fueron la cría inducida de lisas para la repoblación de los lagos y para el cultivo; el empleo de las partes someras del lago para la acuicultura con parte de la semilla que suministraría el lago, la reducción del número de masas camaroneras en lugares que influyen en las rutas de emigración de peces y camarones; y la ingeniería hidráulica para mantener la comunicación entre el lago y el mar.

Figura 3: La distribución de varias clases de caladeros y zonas de pesca en el lago Chilka, India (adaptado de Jhingran y Natrajan, 1969) Una técnica de ordenación favorecida en las pesquerías de camarón de las lagunas mexicanas es la veda, que se aplica de manera que proteja al crustáceo durante su período de crecimiento rápido en las lagunas, y antes

de que emigre hacia el mar para reproducirse. Se han hecho muchas investigaciones para racionalizar el momento y duración de la veda (Castro Meléndez y Santiago Villalobos, 1976; Barrera Huerta, 1976, por ejemplo) y sincronizar debidamente el empleo de dispositivos de captura de camarón (tapos, atravesadas) con su emigración hacia el mar (Reyna Cabrera, 1976; Gezan Soto, 1976). No obstante, ha continuado siendo un problema el facilitar la entrada en las lagunas de camarón poslarval, huevos y juveniles de peces de escama y larvas de cangrejos, evitando simultáneamente el exceso de escape hacia el mar de camarón emigrante de tamaño pescable (Barrera Huerta, 1976) y sin perder demasiada agua de la laguna (Edwards, 1978a). Por ejmplo, Barrera Huerta (1976) menciona que en los sitemas de lagunas de Oaxaca (costa del Pacfico) la estructura que favorece la primera fase de la emigración de camarón hacia la laguna, tendría que estar abierta para que entrasen poslarvas hasta fines de junio y cerrada posteriormente. No obstante, en septiembre hay otro máximo de emigración hacia la laguna de camarón poslarval que coincide con la emigración hacia el mar del de tamaño pescable. Edwards (1978a) ha propuesto un plan en virtud del cual se emplearían dos tapos en serie en el mismo canal, abriéndolos y cerrándolos alternativamente, lo que permitiría el acceso del camarón poslarval inmigrante y la captura del emigrante. Por otro lado, observa que tal ordenación exigiría el enlace entre las cooperativas pesqueras propietarias de cada uno de los tapos. En el estero de Casamance (Senegal) surgió una pesquería artesanal de Penaeus duorarum gracias al estímulo que le dio la construcción en el lugar, en 1960, de un establecimiento elaborador de camarón. Históricamente, el desarrollo de la pesca del camarón se ha destacado por un aumento más o menos regular de su rendimiento y del esfuerzo de pesca hacia 1968. A partir de ese año y hasta 1976, el esfuerzo aumentó progresivamente mientras la captura variaba. En el período 1974–76 la captura disminuyó en cerca de un 30 por ciento lo que hizo suponer a las autoridades que el recurso estaba en peligro. Se creyó que el problema consistía en que el aumento del esfuerzo de pesca había ido acompañado de una ampliación de la pesca de camarón hacia lugares en los que no se había pescado antes y que estos caladeros explotados por primera vez albergaban camarón de pequeño tamaño que anteriormente no habían aparecido en la captura. Por esto se creyó que la disminución de la captura se debía a una explotación excesiva de camarón juvenil. De acuerdo con esta hipótesis, en 1977 se tomó una serie de medidas reguladoras de ordenación, comprendido el vedado de ensenadas de mangles, la limitación de la pesca de camarón en una parte bien definida del canal principal del río Casamance, la prohibición del empleo de redes de cerco y arrastre a lo largo de la costa y fijando una luz de malla mínima para las artes que no estuvieran rentrigidas. Por otra parte, Le Reste (1980, y manuscrito), en un estudio posterior a la institución de las regulaciones, ha observado que en los rendimientos de camarón anuales en el estero influía mucho más la variación de la salinidad que los efectos de su pesca. En particular, los resultados de los análisis demostraron que el momento de la emigración hacia el mar del camarón del estero y, lo que es más importante para la pesquería, su tamaño al emigrar, los controlan las variaciones anuales de la salinidad. Además, estas variaciones influyen en la distribución en el espacio del camarón dentro del estero. Dado que los objetivos de la ordenación de la pesca de camarón en el estero de Casamance consiste en elevar al máximo el valor de la captura, lo que a su vez implica que la ordenación se tiene que dirigir hacia una estrategia que también lleva al máximo la cantidad del camarón grande, que es el más valioso, Le Reste (manuscrito) propone que continúen en vigor las regulaciones sobre la luz de malla. Sin embargo, con respecto a los lugares vedados, observa que las reacciones biológicas del camarón ante los cambios anuales de la salinidad se reflejarán en las distintas modalidades de su distribución dentro del estero. Por tanto, no es

realístico esperar que el camarón grande se encontrará siempre dentro de las zonas del estero en las que actualmente se permite pescar y recomienda una cierta flexibilidad en la legislación relativa a los límites geográficos de los lugares vedados, junto con la implantación de un sistema de inspección de la pesca de camarón. Una perspectiva un tanto diferente de las técnicas reguladoras directas que se han mencionado anteriormente, es el enfoque „administrativo‟ de la ordenación de pesquerías a pequeña escala mediante la creación de exenciones pesqueras. Con esto, la exención es un medio para moderar o suprimir la condición de propiedad común (Christy, en preparación). Otorgando derechos exclusivos para la explotación de recursos pesqueros, existen buenas razones para autoregular y autoaplicar la ley para obtener el máximo de beneficios de los recursos mediante la organización a la que se ha otorgado la exención. El arrendamiento de zonas de pesca de esteros y lagunas parece ser una práctica común en la India, como ocurre en el lago Chilka (Jhingran y Natarajan, 1969) y en el sistema de esteros de Mahanadi (Shetty, Chakraborty y Bhattacharya, 1965), pero la amplitud en que esto se emplea como un medio de ordenación, no está clara en la literatura de que se dispone, aunque se saca la impresión de que el arrendamiento se considera predominantemente como una fuente de ingresos para el Gobierno. Con respecto a las pesquerías del sistema de esteros de Mahanadi (Orissa), Shetty, Chakraborty y Bhattacharya (1965) mencionan la explotación de los pescadores por efecto del sistema de arrendamientos por los „Mokaddams‟ (propietarios) en el pasado, debido a que los pescadores tenían que dar más de la mitad del valor de sus capturas a cambio de derechos de pesca. Posteriormente, el Gobierno intervino en la asignación de derechos de pesca mediante arrendamientos, pero, por lo menos en algunos lugares, de los arrendamientos se han hecho cargo algunos „propietarios‟ opulentos y de nuevo los pescadores se ven obligados a pagar muy caro por sus derechos de pesca. El sistema de arrendamiento en el estero de Mahanadi parece ser análogo al que se practica actualmente en las pesquerías continentales de Bangladesh. En el pasado, en los sistemas de llanos anegadizos, lagos y ríos, los propietarios ricos arrendaban los derechos de pesca directamente a los pescadores por períodos hasta de 20 ó 30 años. En estas condiciones, los pescadores tenían el mayor interés en ordenar la explotación de manera que se asegurase un rendimiento grande y constante año tras año. Se tenía gran cuidado de mantener las zonas de cría y los canales y diques se conservaban para el control hidráulico que beneficiaba la producción de peces. Con la desintegración de las grandes propiedades por efecto de la reforma agraria después de la independencia, el arrendamiento de los derechos de pesca quedó bajo la administración pública. El arrendamiento de derechos de pesca se acortó a uno, dos y tres años y como resultado cambió la estrategia de la explotación hacia la extracción del máximo en el mínimo tiempo posible y disminuyeron las capturas, así como los ingresos del Gobierno (Kapetsky, inédito). Si las condiciones son favorables, el arrendamiento de bancos de pesca puede ser el poderoso mecanismo de ordenación pesquera que, además proporciona enormes beneficios sociales y económicos a los pescadores, a la vez que reduce parte de los costos de la ordenación. Entre las condiciones que tienen que existir están: 1) arrendamientos relativamente largos como incentivos de la explotación racional; 2) límites del arrendamiento geográficamente bien definidos (laguna, parte de un estero); 3) una pesquería preferiblemente basada en poblaciones que completan su ciclo vital dentro de la zona arrendada o fijación de lugares o épocas de veda de modo que los peces migratorios puedan completar sus ciclos vitales y de que cada caladero arrendado tenga la misma oportunidad de recibir juveniles y adultos migratorios, y 4) una infraestructura del Gobierno central vigorosa e incorruptible que administre el sistema de arrendamientos en beneficio de los pescadores.

2.3 Perspectivas de la ordenación reguladora de las pesquerías de lagunas y esteros costeros Los ejemplos presentados anteriormente demuestran la existencia de varias necesidades observadas y algunas aplicaciones de diferentes clases y combinaciones de técnicas de ordenación reguladora para varias pesquerías de lagunas y esteros costeros. Se han añadido estas breves observaciones para poner de relieve otros aspectos importantes de la ordenación de pesquerías de lagunas y esteros costeros, que no se han mencionado explícitamente en estos ejemplos.

2.3.1 Objetivos de la ordenación reguladora Queda implícito en casi todos los ejemplos que los objetivos de la ordenación reguladora son asegurar el rendimiento máximo o el valor económico máximo del rendimiento. En realidad, en la gran mayoría de las pesquerías de lagunas y esteros costeros de los países en desarrollo, las condiciones socioeconómicas principalmente el subempleo o la falta de otras oportunidades de empleo para los pescadores - determinan que las pesquerías se tengan que ordenar de manera que se asegure el máximo empleo, aun si este objetivo da por resultado beneficios económicos marginales para el pescador individual e incluso si sufre el total de la producción pesquera. Por tanto, uno de los mecanismos más poderosos de la ordenación reguladora, la limitación de la entrada, bien en términos de regulación directa del total de pescadores, regulación indirecta de la entrada por clase de arte o por épocas de veda, puede no ser aceptable en muchas pesquerías de lagunas y de esteros costeros, excepto donde los pescadores tienen otras oportunidades de empleo o donde pueden crearse estas oportunidades.

2.3.2 Dificultades en la formulación e implantación de métodos de ordenación reguladora Además de las situaciones socioeconómicas que militan contra la limitación de la entrada a las pesquerías de lagunas y esteros costeros como un medio de ordenación, existen otros factores que también limitan las posibilidades de la ordenación. En cuanto a la formulación de normas y estrategias de ordenación apropiada, la falta de información suficiente, como la biología básica de los peces, el rendimiento, el esfuerzo, los datos económicos y ambientales, pueden circunscribir el diseño de programas de ordenación o dar por resultado la aplicación de regulaciones inapropiadas. Los estudios de Le Reste (1980 y manuscrito) de la pesca de camarón en el estero de Casamance, citada en la sección anterior, es un caso concreto de la aplicación de una serie de regulaciones de ordenación basadas en información insuficiente o inexacta. Como resultado de la misma falta de información, la situación pesquera se ha desorganizado antes de que la necesidad de la ordenación reguladora se reconozca oficialmente y, por tanto, en estas circunstancias resulta más difícil la implantación de un programa de ordenación apropiado. Hay todavía otras características de las pesquerías de laguna y estero que limitan las posibilidades de aplicar técnicas de ordenación reguladora. Entre ellas están el que los pescadores están muy desperdigados y que los caladeros, momentos de pesca y puntos de descarga pueden variar muchísimo. Por esto, las técnicas reguladoras que significarían la inspección de los pescadores mientras están pescando, o los puntos de descarga, tendrían que ser costosas en cuanto al personal inspector necesario, por lo que el Gobierno tendría dificultades para encontrar fondos con los cuales sufragar esta costosa aplicación.

Otro factor que complica la regulación de la pesca y las artes en los caladeros es la naturaleza con frecuencia compleja y variada de las artes utilizadas, de lo que es ejemplo la pesquería del lago Chilka (Sección 2.2). En este caso, la selectividad de las artes no se puede medir y, por tanto, las características de las artes y el esfuerzo de pesca no pueden regularse en la práctica a menos que se legisle para suprimir por completo un tipo específico de arte. Dentro del contexto de las pesquerías de lagunas y esteros costeros como existen actualmente en casi todos los países en desarrollo, es probable que la ordenación de la pesca se aplique con más facilidad (y tenga más posibilidades de ser más eficaz en el futuro) cuando las regulaciones se dirigen en primer lugar hacia los sistemas de pesca más destructivos. En esta situación, la mayoría de los pescadores se dan cuenta fácilmente de los beneficios de la regulación. Un ejemplo de tal situación, en la que la ordenación reguladora puede aplicarse fácilmente, es el bloqueo de las migraciones reproductivas hacia el interior y hacia el exterior y la pesca de juveniles mediante artes fijas caladas en canales de acceso a la laguna o el mar. Otra posibilidad que parece ser práctica a primera vista, es el mantenimiento de las regulaciones relativas al tamaño o longitud mínima mediante la inspección de la captura enviada al mercado o haciendo responsables a los mercaderes del mantenimiento de las normas de tamaño mediante sanciones. Este método tiene la ventaja de que necesita un grupo de inspectores relativamente pequeño, y por tanto no costoso, para mantener un objetivo de ordenación directo. No obstante, aun ese método tan poco complejo podría presentar dificultades en algunas pesquerías en el sentido de que en muchas artesanales una parte importante de la captura puede destinarse a la subsistencia o a la venta local y puede no entrar en los canales comerciales oficiales. Otro inconveniente es que en algunas pesquerías los propios pescadores pueden encargarse de la elaboración y los peces y crustáceos de tamaño regulado puede ser imposible identificarlos para medirlos después de la elaboración. Ejemplos de casos extremos son las costumbres de emplear peces y camarones de tamaño insuficiente para preparar salsas y pastas, pero el secado al sol, empleado mucho como método de conservación en los trópicos y subtrópicos, tendría un efecto similar. Por esto, la aplicación de las regulaciones relativas al tamaño tendría que hacerse en lugares muy distantes de los puntos de descarga. Por tanto, este método regulador conviene más aplicarlo a los peces, crustáceos y moluscos de gran valor, donde las demandas del mantenimiento de la calidad centraliza la elaboración y la inspección puede hacerse con relativa facilidad.

2.3.3 Revitalización de las prácticas de ordenación tradicionales La alternativa a la regulación de las pesquerías de lagunas y esteros mediante la intervención del Gobierno central, es la posibilidad de revitalizar o reforzar las prácticas tradicionales de ordenación pesquera. Estas prácticas han evolucionado a lo largo de los siglos para conservar los recursos pesqueros, al mismo tiempo que ofrecen una distribución equitativa de ellos entre las comunidades pesqueras. Es probable que la ordenación pesquera de la manera tradicional desaparezca rápidamente, pero la tradición continúa en algunos lugares. Por ejemplo, la „autoregulación‟ por controles tradicionales todavía funciona en partes del sistema de las lagunas de Ghana, en las que la propiedad de la laguna es de la aldea o población adyacentes y la propia laguna tiene un carácter religioso. La pesca la regúla un sacerdote máximo y se ejerce en forma de épocas de veda (Mensah, 1979). Los fetiches desempeñan una función en la regulación y asignación de la pesca en el sistema de lagunas de Benin (Welcomme, comunicación personal). En Nigeria, donde la pesca de la ostra en las lagunas disminuye desde hace tiempo, para evitar una depauperación ulterior

los propios aldeanos han aplicado regulaciones de ordenación, comprendidas las licencias, las vedas y los cupos (Ajana, 1980). Aunque la industria pesquera tradicional en la laguna Ebrié de la Costa de Marfil ha sido desorganizada por la llegada de pescadores, artes y capital extranjeros, en otra laguna del mismo país los propios pescadores decidieron no permitir la entrada de nuevos equipos (García, comunicación personal). En las pesquerías de los esteros del Estado de Bahía, Brasil, Cordell (1974, 1978a y 1978b) ha demostrado que a lo largo de cuatro siglos ha surgido un complejo de factores que equilibran la explotación tradicional de la pesca con canoas y los recursos disponibles para la pesca. Entre los procedimientos que han surgido para asegurar la explotación racional del recurso, está el de conservar el conocimiento detallado necesario para la predicción de las corrientes y mareas de que depende la pesca dentro de grupos muy pequeños de familias muy unidas. El establecimiento de derechos de pesca en propiedad en ciertas zonas pesqueras, que pasan de una generación a la siguiente, es probablemente el hecho más importante para racionalizar la explotación. Otros factores incluyen una actitud cooperativa dentro de la comunidad pesquera y la presión social de ésta. Para revitalizar la ordenación pesquera tradicional donde su práctica desaparece rápidamente, o reforzarla donde no está todavía en vigor, se necesitarán muchos estudios de los aspectos sociales, antropológicos y económicos de las pesquerías tradicionales, como los realizados por Cordell, mencionado anteriormente. Pero parece ser que este enfoque, de dar buenos resultados, sería viable y, a la larga, económico de compararse con los costes y dificultades de los programas de ordenación instituidos y totalmente aplicados por los gobiernos centrales. Después de estudiar y comprender los mecanismos que participan en la orden ción pesquera tradicional, se podrían tomar medidas por parte del gobierno central para legalizar oficialmente las instituciones reguladoras tradicionales y reforzar la autoridad reguladora tradicional. Por ejemplo, la primera tentativa de unificar el derecho pesquero del Japón en 1901, reconoció y legalizó una gran parte de las instituciones y prácticas pesqueras tradicionales existentes (Asada, 1973). En resumen, se han propuesto muchas técnicas „clásicas‟ de ordenación reguladora de las pesquerías para solucionar las diversas clases de problemas pesqueros encontrados en las lagunas y esteros de los países en desarrollo: vedas, cotos, entrada limitada de pescadores y regulaciones de las artes. No obstante, en la literatura hay muy pocos ejemplos del empleo satisfactorio de estas medidas que vayan acompañados de la cuantía de los beneficios obtenidos por los pescadores y de los costos en que se han incurrido por causa de las estrategias de ordenación adoptadas. La laguna de Bardawil fue la única excepción encontrada. En ella se demostró que el enfoque regulador clásico de la ordenación pesquera puede dar buenos resultados si se implanta en las condiciones casi ideales de recursos de gran valor, una administración vigorosa pero benévola, investigación adecuada y apropiada en la cual basar las estrategias de la ordenación y medios suficientes para la aplicación estricta de las regulaciones de la ordenación. Por otro lado, en las circunstancias que son más usuales en las pesquerías de lagunas y esteros costeros de los países en desarrollo, las formas más poderosas de ordenación pueden ser inapropiadas o inaplicables por una serie de razones sociológicas, económicas y políticas, o la información puede no ser suficiente para formular políticas de ordenación apropiadas. No obstante, en esta situación puede comenzarse tratando de enfrentarse con los problemas más graves mediante la regulación de las prácticas de pesca más destructivas. Como una alternativa a la imposición y aplicación de regulaciones de ordenación por el Gobierno central, o como un complemento de tal ordenación, puede ser posible revitalizar o reforzar las características del control pesquero tradicional que históricamente han conservado los recursos pesqueros, a la vez que han dado a las comunidades pesqueras una parte equitativa de la riqueza del recurso.

3. ORDENACION NO REGULADORA DE LAS PESQUERIAS DE LAGUNAS Y ESTEROS En esta sección se trata en particular de algunas técnicas de ordenación que pueden ser suplemento o complemento de las estrategias reguladoras clásicas que se han mencionado en la sección anterior. La ordenación no reguladoras en el sentido empleado aquí es la aplicación de diversas técnicas para aumentar la productividad acuática y, por tanto, el potencial pesquero. En primer lugar se examinan algunas aplicaciones diversas de la ordenación hidráulica de las lagunas para la pesca, por ser una manera de mejorar sensiblemente los rendimientos de la pesquería propiamente dicha y de la acuicultura. Segundo, se examinan algunos mecanismos de ordenación no reguladora tales como el control de depredadores, la repoblación, la creación de zonas de cría artificiales, y las pesquerías en ramas.

3.1 Ordenación hidráulica de las pesquerías de lagunas La ingeniería hidráulica para las pesquerías se considera aquí como uno de los medios mejores de que se dispone para la ordenación y desarrollo de la pesca propiamente dicha y la acuicultura en lagunas y estuarios. Fundamentalmente, la ingeniería hidráulica es la manera de manipular las condiciones ambientales variando las entradas de agua dulce y agua salada de manera que se aumente la productividad acuática y de aquí el rendimiento pesquero. La necesidad de aplicar la ingeniería hidráulica a las pesquerías se debe con frecuencia a la evolución dinámica natural de los sistemas de lagunas costeras - sedimentación interna y de las comunicaciones con el mar por efecto del transporte litoral - pero cada vez más por las alteraciones hechas por el hombre en el ambiente, que aceleran el envejecimiento natural o reducen la productividad acuática de otras maneras. En el Cuadro l se dan algunos de ejemplos de las clases de obras de ingeniería empleadas en las lagunas costeras de todo el mundo en beneficio de la pesca, junto con algunos casos de lagunas específicas en las que la ingeniería hidráulica se ha aplicado o se ha determinado que es necesaria. Cuadro 1. Algunos objetivos de la ordenación hidráulica de las pesquerías de lagunas y ejemplos de aplicaciones o de necesidades determinadas Extracción Canal(es) de canals de aguas Canales de laguna al mar derivación de interons dulces de ríos a la laguna Area la laguna de la Manten Reducir o Referencias País/laguna superfi Peces/ Comba Comba Peces/crustá Reducir la er o eliminar cie crustác tir la tir la ceos Acceso carga de aument contamina (hm²) eos hiper hipera lagunas a contamina ar el ción entrada salinid salinid lugares ntes área de doméestica / salida ad ad aislados la , agrícola o

superfic ie de la laguna para enriquc er la circulac ión

industrial

VENEZUE LA Unare Piritu

4 400 a 6 400 700 a 3 700

X

X X

Okuda, 1965 X

Posewitz, 1968

EGIPTO Bardawil

65 000 X

X

Manzalah

117 000

X

X

30 000 X

X

Ben-Tuvia, 1979; Pisanty, 1980 Wahby y Bishara, 1977

TUNEZ El-Biban

Lac Tunis 4 200 MARRUEC OS

X

Sebkha Bou 11 500 X Areg

X

X

Medhioub y Perthuisut, 1977 Stirn, 1966

Aloncle, 1961; Brethes y Tesson, 1978

(Lagune de Nedor) GHANA Keta

2 150

x

MOZAMBI QUE Pagalanes 18 000 X Est

Mensah, 1979

Collart y Randriaman

alina, 1978 INDIA Pulicat

39 200 X

Chilka

90 600 a 116 500

X

Menon y Raman, 1977 Jhingran y Natarajan, 1969

X

SRI LANKA (Lagoons)

-

X

X

MEXICO HuizacheCaimanero

7 100 a X 14 800

X

Laguna 215 Madre de 600 Tamaulipas Menchaca, Camarón, Playa Cerrito

16 700

(Lagoons)

-

X

X

FAO/UN, 1962 Edwards, 1978b Sanchez, 1980; Martinez Mata, 1980

X

X

Juarez Reyes, 1980

X

X

X

X

X

X

X

Cervantes Castro, 1980

La comunicación entre el mar y la laguna o el sistema de lagunas es la solución evidente para aumentar la producción pesquera en las lagunas que, de no ser por tal comunicación se secarían por completo, como en Bardawil, Egipto (Ben-Tuvia, 1979) o se pondrían hipersalinas periódicamente de manera que no podría vivir casi ningún pez, como ocurre en la laguna Madre de Tamaulipas, México (Hildebrand, 1969). Si no se mantiene la comunicación entre la laguna y el mar, la temperatura y la hipersalinidad pueden causar mortalidades masivas de peces como en la laguna Unare de Venezuela (Mago Leccia, 1965). En casos menos extremos, el mantenimiento de la comunicación entre la laguna y el mar puede emplearse para estabilizar las condiciones ambientales de modo que lo que fue en el pasado una pesquería estacional puede practicarse durante todo el año. Edwards (1978a) indica que en México se cree de manera general que las lagunas semiaisladas deberían permanecer así debido a que la zona está adaptada a las aguas salobres y por tanto las comunicaciones artificiales que se establecieran con el mar deberían estar dotadas de compuestas para regular la salinidad. De la misma manera, el la laguna de Sinoe de 17 000 hm² de Rumania, el mantenimiento de una salinidad relativamente baja dentro de límites reducidos es ventajosa para la pesca porque asegura condiciones que favorecen las especies de más importancia económica, principalmente las formas de agua dulce (Valerian, 1977).

Además de controlar la salinidad, el mantenimiento de la comunicación entre la laguna y el mar permite la entrada y salida de peces de escama anádromos y catádromos y crustáceos que necesitan de los esteros, son temporalmente marinos, y de los que dependen muchas pesquerías de lagunas y esteros, como las de camarones, gambas y lisas en todo el mundo, Hilsa (shad) en India y Ethmalosa en Africa occidental. El lugar para hacer los canales puede seleccionarse de manera que se reduzca considerablemente el tiempo y la distancia de la emigración interna, como en el sistema mexicano de La Joya-Buenavista, de 30 km a 5 km (Huerta Maldonado, 1980) y el sistema Huizache-Caimanero (Edwards, 1978a) permitiendo con ello la llegada temprana, una mayor sobrevivencia y un período más largo de crecimiento del camarón. El canal puede proyectarse de manera que concentre los peces o crustáceos para capturarlos durante las emigraciones hacia el mar (Edwards, 1978a). Otras finalidades específicas o interrelacionadas de la ingeniería hidráulica para mantener la comunicación entre la laguna y el mar con fines pesqueros, son la promoción de la circulación que se lleve los contaminantes domésticos, industriales o agrícolas como es el caso con el Lac Tunis (Stirn, 1966) o aumentar la productividad acuática como en el sistema depauperado de nutrientes de la laguna de Panganales Est de Madagascar (Collart y Randriamanalina, 1978). Además estas comunicaciones entre la laguna y el mar pueden emplearse para mejorar la navegación de modo que los productos pesqueros se transporten por mar desde la laguna a los mercados o establecimientos de elaboración y que los suministros lleguen fácilmente a comunidades pesqueras aisladas. Las obras de ingeniería dentro de la laguna también tienen diversos objetos, tales como aumentar la superficie de la zona de pesca y permitir el paso de peces y crustáceos desde una masa de agua a otra conectando lagunas adyacentes. Los canales que conectan las lagunas también dan a los peces y camarones larvales mejor acceso a las zonas de cría (véase la figura 4). La reducción de la sedimentación y la promoción de la circulación son otras finalidades de los canales internos (Cervantes Castro, 1980). Generalmente, las aguas dulces se desvían de los ríos próximos a las lagunas para reducir la salinidad. Por ejemplo, Okuda (1965) ha propuesto un plan ambicioso para desviar las aguas del río Unare (Venezuela) a la laguna Unare con objecto de reducir las condiciones hipersalinas durante la estación seca, y Posewitz (1968) ha propuesto el empleo de un embalse aguas arriba y una alimentación de agua dulce mediante bombas o gravedad para suministrar la laguna Unare y la adyacente de Piritu de agua dulce, eliminando simultáneamente la sedimentación del río Unare. La desviación de las aguas de un río mediante siete canales a la laguna Madre de Tamaulipas (México) ha creado condiciones favorables para la ostricultura (Sánchez, 1980). En el sistema Huizache-Caimanero, la desviación de aguas de río se ha empleado para mantener una superficie mayor de la laguna durante más tiempo, en beneficio de la sobrevivencia y crecimiento del camarón. Las pruebas directas indican un aumento sensible del rendimiento del camarón del sistema como resultado (Edwards, 1978a). Juarez Reyes (1980) menciona la construcción de presas toscas temporales en tres lagunas, probablemente a través de la salida de la laguna, para mantener niveles de aguas más altos durante períodos más largos con el mismo objeto. Como medio para producir mejores condiciones para la reproducción y sobrevivencia de los huevos y larvas de la Hilsa anádroma en el sistema de esteros HooghlyMatlah, India, Gopalakrishnan (1977) propuso la suelta en el momento oportuno del agua de embalses aguas arriba.

Figura 4: Ingeniería hidráulica dentro del sistema de lagunas de que es el centro el complejo HuizacheCaimanero de México (de Edwards, 1978a) Finalmente, la extensión lógica de la ingeniería hidráulica para la pesca es la creación de nuevas lagunas. Por ejemplo, se ha empleado la ingeniería hidráulica para crear la laguna artificial de Khenis, de 350 hm², en una parte de la Baie de Monastir de Túnez. Esta laguna contiene una pesquería propiamente dicha y se emplea cada vez más en la acuicultura. Aunque son evidentes los beneficios que tiene para la pesca la ingeniería hidráulica de las lagunas, es difícil encontrar datos económicos sobre costos y beneficios. Huerta Maldonado (1980) da datos de rendimiento de peces de escama y camarón que muestran un notable aumento después de la construcción de un canal desde el mar hasta el sistema de lagunas de La Joya-Buenavista y hace observaciones sobre el rápido aumento comparativo y el gran tamaño del camarón pescado en el sistema. Después de efectuar extensas obras hidráulicas, el sistema de lagunas Huizache-Caimanero presenta un gran rendimiento medio de camaró n del orden de 126 kg/hm-2 año-1 (de Edwards, 1978a). La laguna Madre de Tamaulipas produjo cerca de 42 kg/hm-2 al año-1 de peces de escamas, crustáceos y moluscos en 1977 (Martínez Mata, 1980) con sólo una limitada ordenación hidráulica, en tanto que en el pasado (Hildebrand, 1969) hubo períodos en que la pesquería quedó gravemente reducida o no existente por no haber ordenación hidráulica. Posewitz (1968) estimó que las obras necesarias para proveer de agua dulce las lagunas de Piritu y Unare durante la estación seca costarían unos US$200 000, con US$ 10 000 anuales-1 de mantenimiento, pero que el valor del rendimiento pesquero adicional debido a las obras sería de unos US$ 90 000 al año-1.

De la información disponible, la de Pisanty (1980) es la más completa respecto a los beneficios de la ordenación hidráulica de la laguna de Bardawil, Egipto. Esta, como la laguna Madre de Tamaulipas, mantuvo una pesquería de mucha prosperidad o mucha miseria desde principios de este siglo, debido a las grandes variaciones de la salinidad. La laguna, que no comunica con el mar y tiene 65 000 hm², puede secarse completamente (Ben-Tuvia 1979). A principios de este siglo, y con un dregado irregular de canales, o con aberturas naturales, aunque impermanentes causadas por los temporales, la laguna produjo cerca de 5 kg hm-2. En los últimos años sesenta y durante casi todos los años setenta, se le aplicó una ordenación bien organizada que comprendió la abertura de dos canales permanentes en comunicación con el mar, que se dragaban cada dos años, la investigación aplicada a los recursos pesqueros, la regulación de la pesquería y un programa muy activo de exportaciones. Un impuesto del 15 por ciento sobre el valor bruto de la captura (de US$ 3,8 a 5,5 millones de 1975 a 1978) sufragaba los costos de mantenimiento de los canales cada dos años (12 por ciento) y el resto pagaba la investigación y administración de la pesquería (3 por ciento). Con las actividades hidráulicas y de ordenación, el rendimiento de la laguna aumentó a un promedio de 31 kg hm-2 año-1 y el valor se decuplicó en los últimos años de los que se dispone de datos, en tanto que en el pasado, sin ingeniería hidráulica, no existía una pesquería sostenible. Con objeto de dar buenos resultados, la ordenación hidráulica de las lagunas debería basarse en estudios técnicos detallados, así como en análisis químicos, físicos y biológicos. Los estudios hidráulicos fundamentales que se necesitan son: corriente litoral, mareas, sedimentación, entrada de agua dulce, precipitaciones, evaporación, tormentas y huracanes, así como investigaciones físicas y químicas comprendidas las de la superficie, batimetría y los lugares y momentos de la distribución de la salinidad (Cervantes Castro, 1980). Los estudios biológicos y limnológicos relacionados con la ingeniería hidráulica en México, generalmente tienen por objeto obtener información sobre el funcionamiento óptimo de las estructuras hidráulicas. Estos estudios relacionan la información sobre distribución, movimientos y crecimiento de camarones y peces con las medidas físicas y químicas del ambiente de la laguna, ejemplos de lo cual pueden encontrarse en diversos sistemas de lagunas en Gezan Soto (1978), Barrera Huerta (1976), Huerta Maldonado (1980), Martínez Mata (1980), y Sanchez (1980). Otros estudios, como los de Tesson (1977) y Brethes y Tesson (1978) sobre el Sebkha Bou Areg de Marruecos y los de Okuda et al. (1965), Benitez Alvarez y Gomez (1965), Okuda, García y Benitez Alvarez (1965), Okuda (1965) y Fukuoka y Gamboa (1973) de la laguna de Unare en Venezuela ofrecen ejemplos de la manera en que las investigaciones intensivas cortas pueden señalar problemas hidráulicos y de otra índole en las lagunas, y ofrecen soluciones de ingeniería hidráulica. La investigación de que informan Amanieu et al. (1980) sobre una laguna pequeña semiartificial en la costa mediterránea de Francia, ofrece un ejemplo excelente de la manera en que la inspección biológica detallada de los efectos de la entrada de agua de mar, controlada experimentalmente puede dar indicaciones de las estrategias óptimas para la ordenación hidráulica futura. Parece ser que a los problemas de ingeniería hidráulica en lagunas podría aplicarse mucha información de utilidad de la ingeniería de acuicultura y de los resultados de la acuicultura costera en sistemas pequeños, pero respecto a esta reseña no se ha encontrado ningún estudio que tratara de efectuarlo de manera sistemática.

3.2 Control de depredadores Basándose en sus investigaciones sobre el terreno en el complejo de lagunas de Huizache-Caimanero, Edwards (1977) observó que la mortalidad total de camarón entre las fases poslarvales y juveniles avanzadas es relativamente alta. El reclutamiento provee de hasta cerca de 10 poslarvas m-2 de fondo de laguna, pero la mortalidad siguiente disminuía el número de juveniles a cerca de 0,3 m-2 en casi toda la laguna. En comparación, los resultados de experimentos en jaulas indican que pueden mantenerse densidades de hasta 2,5 m-2 sin pérdida de crecimiento. Basándose en estos resultados y los obtenidos en experimentos en corrales en otras partes, que demostraron que la pesca de camarón podía aumentarse hasta tres veces si no hubiera depredadores, Edwards (1977) llegó a la conclusión de que el establecimiento de una pesquería de Galeichthys, Cynoscion y, en cierto grado, Callinectes, que son los principales depredadores de camarón, podría reducir la mortalidad de éstos y aumentar el rendimiento. Los biturones con alas calados en los canales convendrían para Galeichthys, en tanto que Callinectes podría ser pescado con nasas. Por tanto, no sólo se aumentaría la producción de camarones, sino también se haría un uso más racional de los recursos pesqueros de la laguna, capturando más peces de escama y cangrejos.

3.3 Repoblación Garduño Argueta (1976) al mencionar que los recursos de camarón costero y de lagunas de la costa del Pacífico de México habían excedido su máximo nivel de explotación, señala que una manera de lograr un rendimiento mayor de camarón es su cultivo artificial en criaderos, basado en la recogida de hembras ovadas y el cultivo de larvas para soltarlas en la fase poslarval y juvenil, para la repoblación de las aguas de las lagunas. El mismo autor informa sobre algunos trabajos experimentales de la cría del camarón, pero las investigaciones no procedieron hasta evaluar cómo la repoblación de camarones contribuiría a la pesquería. Edwards (1977) cree que tal repoblación sólo puede dar buenos resultados si el camarón de criadero se suelta primero en un cercado del que se han excluido los depredadores. Los japoneses han repoblado desde 1968 (Shigueno, 1975) aguas costeras abiertas pero protegidas con Penaeus japonicus. Aunque ha sido dificil evaluar los resultados de estas repoblaciones parece ser que los mejores se obtienen cuando la repoblación se efectúa en las partes interiores de las bahías. Se han creado esteros artificiales para aumentar el éxito de la repoblación mediante una aclimatación mejor a las aguas naturales (Honma, 1980) (Figura 5). Collart y Randriamanalina (1978) han propuesto la repoblación intensiva de Cyprinus carpio, Sarotherodon niloticus y lisas en el sistema de lagunas de Pangalanes Est de Madagascar. Previamente se habían introducido algunas especies exóticas, pero sin ningún éxito especial, excepto en el caso de Tilapia Sarotherodon. La lisa ocurre naturalmente. Estos autores mencionan que para aumentar las posibilidades de éxito, las repoblaciones deben hacerse repetidamente y en grandes números y que los juveniles tendrán que ser mantenidos en cercados exentos de depredadores hasta alcanzar tamaño suficiente para repoblar. En Texas (EE.UU.) se está tratando de repoblar algunas bahías (lagunas costeras con Sciaenops ocellata, pez que está sometido a intensa presión de pesca tanto recreativa como comercial y su importancia en la economía justifica la repoblación como una ampliación del programa de ordenación global de la pesquería de las bahías. Esta especie ha sido desovada artificialmente y todavía se tiene que evaluar el efecto en la repoblación experimental, aunque se ha observado que no tiene ventajas si la repoblación y producción

natural exceden la capacidad de entrada o si el recurso sigue siendo excesivamente explotado (Hefferson y Kemp, 1980). También en Victoria (Australia) se piensa en la cría y repoblación artificiales de peces de escama en aguas costeras y de esta manera el reforzamiento de las pesquerías puede ofrecer beneficios prácticos (Winstanley, 1981).

Figura 5: Esquema de un estero artificial para la repoblación de camarones en Japón (de Honma, 1980)

3.4 Zonas de cría artificiales Como medida de ordenación para el sistema Pangalanes Est, Collart y Randriamanalina (1978) recomendaron la creación de zonas de reproducción artificiales, empleando diversas clases de plantas locales, que se situarían en lugares protegidos de la laguna de los que se eliminarían los depredadores periódicamente empleando la pesca eléctrica. En una escala mucho más compleja, los japoneses (Honma, 1980) han creado diversas estructuras artificiales que sirven como zonas de cría de camarones y peces y comprenden rompeolas y campos de algas artificiales (figura 6). Aunque tales estructuras son económicas en Japón y su empleo podría contribuir al incremento de las pesquerías de lagunas y esteros en otras partes del mundo, es probable que transcurra bastante tiempo

antes de que obras de ingeniería tan complejas para la pesca sean efectivas en cuanto al costo en países en desarrollo. Otros métodos de ordenación no regulatorios En una reseña sobre la producción y recolección de peces en esteros, Saila (1975) observa que todavía no se han alcanzado todas la posibilidades de incrementar la producción pesquera en aguas de esteros. Entre las medidas de ordenación que recomienda para el examen y la investigación y experimentación adicionales, están el enriquecimiento artificial controlado, transplantes, el control de depredadores y la cría regulada.

Figura 6: Un complejo criadero artificial de camarón en el Japón (de Honma, 1980).

3.5 Pesquerías de parques de ramas La pesca en parques de ramas es una forma tradicional de acuicultura de poca tecnología que se practica en aguas continentales y salobres de muchas partes del mundo. Los parques se hacen de muchas formas y tamaños, pero fundamentalmente consisten en un núcleo interior o círculo concéntrico de ramas de árboles u otros materiales puestos muy apretados y rodeados de una estructura exterior de madera más robusta, que se pesca periódicamente, generalmente mediante el cerco (figuras 7 y 8). Las formas más perfeccionadas de pesquerías de parque de ramas en lagunas costeras se encuentra en Benin. En otras partes de Africa también existen en las lagunas costeras de Nigeria (FAO, 1969) y en las de la Costa de Marfil (Kapetsky, observación personal), Ghana (Mensah, 1979), Togo (Welcomme, 1971, 1972; Everett,

1976) y Madagascar (Kiener, 1960, 1963; Moulherat y Vincke, 1968). Igualmente se hallan en la laguna de Negumbo en Sri Lanka (FAO/UN, 1962) y recientemente se han introducido en algunas lagunas mexicanas (Lizárraga, comunicación personal). Existen pesquerías de parques de ramas tradicionales en ríos y lagos de Camerún (Stauch, 1966), Sierra Leona (Chaytor, comunicación personal), Nigeria (Awachie y Ezenwaji, en preparación; Reed, 1967), Bangladesh (Kapetsky, observación personal), Kampuchea (Fily, 1966), China (C.S.F.F.C.E.C., 1972) y Ecuador (Meschkat, 1972). Estas pesquerías parecen tener varias ventajas para la ordenación de la pesca en las lagunas costeras y, por lo tanto, sus características se examinan detalladamente en las secciones siguientes.

3.5.1 Pesquerías de parques de ramas en Benin Buffe (1958) FAO/PNUD (1971) y Welcomme (1971, 1972) han presentado información detallada sobre las pesquerías de parques de ramas de Benin, donde reciben el nombre colectivo de „acadjas‟ y Bourgoignie (1972) ha estudiado su evolución histórica en los últimos dos siglos.

Figura 7: Diagrama de una pesquería de parques de ramas de tipo godokpono de Benin. a) Plan; b) Secció. x = ramas de madera dura; madera bannda de Welcome, 1972)

Figura 8: Una pesquería de ramas, carrizos y arroz en China (de C.S.F.F.C.E.C., 1972) En Benin hay varios tipos fundamentales de este tipo de pesquería, que varían entre ellos en configuración, construcción y características de pesca (figuras 7 y 9). Los acadjas se hacen de ramas de árboles con las maderas más duras formando la estructura periférica y con ramas de madera blanda con muchas ramificaciones formando el interior de la acadja. Se prefieren montarlas en aguas someras tranquilas de no más de 1,5 m de profundidad.

Figure 9: Diversas clases y formas de pesquerías de parques de remas en Benin (de Welcomme, 1972) La pesca se realiza rodeando los tipos más pequeños de acadjas con una red que se cierra después de quitar todas las ramas. En los parques mayores, la red de cerco se va avanzando paso a paso hacia el interior, según se quitan las ramas hasta que los peces están concentrados en un lugar muy pequeño y pueden capturarse con nasas, cestos y redes de mano. Después de la pesca, las ramas empleadas se quitan y se ponen otras nuevas según sea necesario (Welcomme, 1972). Los rendimientos de las diversas clases de acadjas son variables, pero grandes. Buffe (1958) presenta datos que muestran rendimientos de 13,6 y 19,2 t hm-2 en los de tipo ava por períodos que varían de unos pocos días hasta casi un año completo, y menciona rendimientos anuales de otras avas de cerca de 10 t hm-2. Welcomme (1972) presenta datos de rendimientos por tipos de acadja. En las pesquerías de los acadjas predominan la Tilapia melanotheron y Chrysichthys nigrodigitatus (de 67 a 95 por ciento en peso), pero las pesquerías en aguas libres se basan principalmente en otras especies, tales como Ethmalosa fimbriata.

Welcomme (1972) ha analizado la relación entre el rendimiento y la duración de la implantación, el efecto en el rendimiento de la frecuencia de la pesca y la relación entre la densidad de las ramas y el rendimiento de la acadja. El primero se analizó en dos períodos de 1957–59 y 1969–70. Las relaciones obtenidas (figura 10) se han interpretado y demuestran que en el rendimiento influyen mucho tres factores dinámicos: inmigración de peces en el acadja (colonización), crecimiento y reproducción dentro del acadja y, posiblemente, emigración del acadja, mientras que el potencial de rendimiento básico está muy influido por la densidad de las ramas empleadas. Composición de la población íctica de acadja avas comparada con la de las aguas libres del lago Nokoue (de Welcomme, 1972) Especies Tilapia melanotheron Chrysichthys nigrodigitatus Otras especies

Porcentaje en peso Acadja Agua libre 72,6 0,7 23,8 1,4 3,6 97,9

Antes del desbarajuste físico y económico sufrido por las pesquerías acadja a causa de los ataques de teredo en sus ramas y por los depósitos calcáreos que limitaban la producción epifítica, ataques debidos a la abertura permanente de un canal entre la laguna y el mar, las pesquerías propiamente dichas del lago Nokoue-Porto Novo eran, probablemente, las más productivas del mundo, con rendimientos estimados (acadja más pesca propiamente dicha) en más del t hm-2 antes de 1958 (Buffe, 1958) y de cerca de 1,8 t hm² de 1957 a 1958 (Lemasson, 1961)1, y por lo menos las más productivas que se han encontrado con respecto a esta reseña. Incluso con la disminución posterior de los acadjas, los rendimientos de las pesquerías de las lagunas sólo se han reducido a cerca de 357 kg hm-2 en 1969 (76 kg hm-2 de este total aportado por las acadjas), que es todavía una cantidad muy superior a los rendimientos obtenidos en otras lagunas de Africa occidental en las que no existen los acadjas o apenas se conocen. 1

El rendimiento total en 1959 fue de cerca de 980 kg hm-2 del cual, a las pesquerías propiamente dichas de agua libre correspondieron 715 kg hm-2 y a las de acadja 237 kg hm-2 (FAO/PNUD, 1971)

Figura 10: Rendimientos de las pesquerías de parques de ramas de Benin como frunción del tiempo transcurrido desde la construcción (0, 1957–59; x, 1969–70), densidad de las ramas y tiempo transcurrido entre dos pescas (de Welcomme, 1972) Desde la construcción a través del canal de una presa que redujo bastante la salinidad de la laguna y con ello los ataques por teredo en las zonas de los acadjas, y debido a otras condiciones económicas favorables, las pesquerías de los acadjas proliferan de nuevo en el sistema de lagunas del lago Nokoue-Porto Novo (figura 11). En 1980–81, el rendimiento total de los acadjas en los 15 700 hm² del sistema se estima en cerca de 2 000 t de aproximadamente 390 hm² de instalaciones de acadja (Welcomme, inédito), lo que equivale a un rendimiento de cerca de 127 kg hm-2 si se considera toda la superficie de la laguna.

3.5.2 Pesquerías de parques de ramas en lagunas costeras de otras partes del mundo En otras partes de Africa occidental, estas pesquerías se practican en el sistema de lagunas de Keta en Ghana, en el de Lagos-Lekki en Nigeria, en la laguna Lac Togo en Togo y en la laguna Ebrié en la Costa de Marfil; en Africa oriental, se emplean en Madagascar, pero escasea mucho el material publicado con detalles de ellas. Parece ser que en los primeros años setenta en el Lac Togo había unos 35 hm² de acadjas que rendían cerca de 14 t hm-2 al año-1 (Togo, 1971), equivalente a cerca de 82 kg hm-2 año-1 considerando toda la superficie del lago de cerca de 6 000 hm². La información sobre las pesquerías de parques de ramas de Nigeria está fechada (FAO, 1969), pero se dice que son comunes en las lagunas de Lagos y Lekki, que es un sistema contiguo a las lagunas de Benin. Estas se construyeron de ramas de árboles y frondas de palmeras. Era evidente que la frecuencia de la pesca era de 2 a 3 meses y que los peces más comunes en la captura consistían en Tilapia y Lisa. Mensah (1979) menciona que en la laguna de Keta en el este de Ghana las pesquerías de parques de ramas del tipo circular o „godokpono‟ (figura 7) allí llamadas „achidjas‟, varían en tamaño de 150 a 300 m² y se pesca en ellas cada 3 ó 4 meses. En una visita a la zona de la laguna en febrero de 1981 (Kapetsky, observación personal) se observaron pesquerías en diversos lugares en torno a la periferia del lago. Eran de dos tipos, el primero como lo describe Mensah (1979) (supra) pero mucho más pequeño variando de 7 a 50 m² y bastante abundantes. El otro tipo era una versión más pequeña, el „adokpo‟ (figura 9) con varias pilas circulares pequeñas de ramas de 1 a 2 metros de diámetro, agrupadas para formar un rectángulo. Basándose en la escasa información obtenida en una entrevista, se dedujo que estas pesquerías se han empleado en la zona de Keta desde tiempo inmemorial, que cada una es de propiedad de un individuo o de una familia, que se practica la pesca cada 1 ó 2 meses y que la principal especie capturada es Tilapia. Los rendimientos de un „godokpondo‟ de 3 m de diámetro (7 m²) eran por término medio de 15 kg por lance (cerca de 20 t hm-2), pero varían desde muchísimo menos hasta cerca de 30 kg por lance. Los ataques por teredo en la madera empleada en los „achidjas‟ es un problema cuyas proporciones varían anualmente, y que se debe a que hace unos 13 años, la laguna estuvo comunicada con el mar directa, aunque temporalmente. En la laguna Ebrié, de la Costa de Marfil, los pescadores que procedían de Benin introdujeron hace unos cuatro años la pesquería de parque de ramas, también del tipo godokpondo, en las proximidades de Abidjan. En marzo de 1981 (Kapetsky, observación personal) había 25, de entre 2,5 y 3,5 m de diámetro distribuidas a

lo largo de un estrecho brazo de la laguna de unos 4 km de longitud. En entrevistas con cinco propietarios, se formó una idea general del rendimiento y aspectos económicos de estas pesquerías. Como en la laguna Keta de Ghana, los rendimientos medios eran de 15 kg por lance en una pila de ramas de poco más de 3 m de diámetro, practicándose un lance cada dos meses. Los rendimientos variaban de cerca de 7 kg por lance a cerca de 40 kg (de 8 a 42 t hm-2 por lance). Los peces más abundantes en la captura eran Tilapia y Lutjanus. Debido a la proximidad de estas pesquerías de pila de ramas a la conexiónentre la laguna y el mar, los ataques por teredo son intensos, lo que obliga a sustituir las ramas por completo cada 4 a 6 meses. La información facilitada por los propietarios respecto al costo y sustitución de la madera, permitió calcular el costo de equilibrio de la pesquería media de parque de ramas. El precio medio pagado a los pescadores de la zona, obtenido independientemente, y la información facilitada por ellos sobre el rendimiento, estaba de acuerdo con el costo del punto de equilibrio, lo que indica que la información obtenida era bastabte fidedigna. Que las pesquerias de parques de ramas son económicas, incluso con una tasa de sustitución de la madera del 200 al 300 por ciento anual-1 (contra un 36 por ciento anual-1 en Benin) también lo demuestra el aumento gradual del número de pescadores en los últimos cuatro años. Figura 11: Area total y distribución de la pesquerías de parques de ramas en el lago Nokoué, Benin, en 1959, 1970, y 1981 (de Welcomme, inédito)

Una semana después de la visita del autor a las pesquerías de la laguna Ebrié, el personal del Centro de Investigaciones Oceanográficas de Abidjan, observó la pesca en un parque de 25 grupos de ramas, el 9 de marzo de 1981. El parque de ramas tenía cerca de 4 m de diámetro y en él se había pescado por última vez 70 días antes. El rendimiento consistió en las especies y cantidades de peces siguientes: Lutjanus goreensis Tilapia heudeloti Epinephelus aenus Psettus sebae Pommadasys jubelini Chrysichthys walkeri Tilapia guineensis Gerres nigri

15,75 kg 3,60 1,20 1,20 0,60 0,50 0,30 no se pesó 21,15 kg

El rendimiento de peces de esta captura equivale a 17 t hm-2. Además de los peces de la lista anterior, Bert (inédito) observó que con las zonas estaba asociada una fauna muy abundante que comprendía camarones, cangrejos, peces pequeños y moluscos. Se han examinado las pesquerías de parque de ramas en otros dos lugares de la laguna Ebrié (Durand, comuniación personal), pero todavía no se dispone de detalles de las mismas. Excluida la de Africa occidental, la única información sobre las pesquerías de parques de ramas de las lagunas costeras procede de la laguna de Negumbo en Sri Lanka (FAO/UN, 1972); procede de una instalación experimental de Madagascar (Collart y Randriamanalina, 1978) y de las pesquerías de parques de ramas tradicionales del mismo país (Moulhérat y Vincke, 1968). En la laguna de Negumbo hay dos clases de parques de ramas el „mas athu‟ y el „katta‟. El „mas athu‟ es circular, su diámetro varía de 3 a 4,6 m. Son de postes de mangle y las ramas se colocan verticalmente o ligeramente inclinadas a menos de 1,5 m de profundidad. La pesca se practica cada 10 a 15 días. Basándose en los datos aproximados de dimensiones y capturas de „mas athu‟, se estima que el rendimiento es de 7 t hm2 por lance. Las especies que se pescan principalmente son Mugil, Siganus, Ambasis, Etroplus, Glossogobius, Eleotris, Epinephelus, anguilas, camarones y cangrejos. Más de la mitad de la captura consistía en ejemplares jóvenes de muy poco tamaño. En la laguna de Negumbo había en los primeros años sesenta de 200 a 300 de estas pesquerías. El tipo „katta‟ es mayor, de entre 13 y 30 m² de superficie y se pone en agua más profunda que el „mas athu‟. La estructura principal consiste en troncos de palmera puestos verticalmente, con ramas de mangle arrolladas a las partes más bajas de los troncos. Por el contrario de la práctica de pesca usual de rodear la estructura con redes, en los „katta‟ se emplean cañas y líneas. Las especies más comúnmente atraidas son Lates, Gerrea,

Ambassis, Scatophagus y Monodactylus (FAO/UN, 1962). Se desconocen los rendimientos de este tipo de pesquería.

Figura 12: La pesca con un „vovomora‟ en Madagascar (adaptado de Kiener, 1960)

En el sistema de lagunas de Pangalanes Est de Madagascar, se emplea una especie de pesquería de parque de ramas diminuta llamada „vovomora‟ que consiste en un núcleo central de helechos colocados muy flojos, rodeado de estacas verticales (figura 12). La versión pequeña del „vovomora‟ tiene de 50 a 60 cm de diámetro y se monta cerca de la costa a menos de 80 cm de profundidad. En algunos lugares el „vovomora‟ alcanza 1,5 m de diámetro y se pone en agua correspondientemente más profunda. En el „vovomora‟ se pesca cada 3 ó 4 días. La captura consiste en Macrobrachium y formas juveniles de Gobius giuris, y otros góbidos y aterínidos pequeños. Los rendimientos varían de un mínimo de cerca de 2 t hm-2 por lance a unas 8 t hm-2 y hasta 20 t hm-2 en la estación fría. Estos rendimientos se basan en datos aproximados facilitados por Moulhérat y Vincke (1968). Se estima que los 2 217 „vovomora‟ de la laguna de Pangalanes capturaron 57,8 t de peces y camarones en 1967. Teniendo en cuenta toda la superficie del sistema de lagunas, los „vovomora‟ contribuyeron con cerca de 5,2 kg hm-2, lo que equivale al 15 por ciento del total de peces, camarones y cangrejos del sistema en 1967. Collart y Randriamanalina (1978) informan de una pesquería de parque de ramas experimental de 250 m², empleando ramas de árboles locales colocadas en el sistema de lagunas de Pangalanes Est de Madagascar. En el parque se pescó poco después de un año. El rendimiento fue de 252 kg hm-2. Las especies (porcentaje en peso) fueron Tilapia rendalli (26, 6 %), Ptychchromis oligacanthus (21, 9 %), Cyprinus carpio (23,0 %), Gobius giuris (11, 3 %), Paratilapia polleni (8, 9 %) y Sarotherodon mossambicus (8, 3 %).

3.5.3 Perspectivas de la contribución de los parques de ramas a la ordenación de las pesquerías de las lagunas costeras Las pesquerías de parques de ramas parecen tener ventajas biológicas y económicas para la ordenación de las de las lagunas costeras. Entre éstas están un gran rendimiento relativo por unidad de superficie, la poca tecnología necesaria, la gran cantidad de mano de obra empleada, la posibilidad de aumentar la productividad biológica del sistema de lagunas en conjunto mediante la aportación de nutrientes de la madera y un efecto positivo en los rendimientos de la pesca propiamente dicha adyacente. Al mismo tiempo, la diseminación de la „tecnología‟ de la pesquería de parques de ramas también podría crear varios problemas biológicos y socioeconómicos comprendida la competencia real o supuesta con la pesquería propiamente dicha por espacio y recursos, la interferencia en la navegación, la eutroficación debida a la entrada de nutrientes de la madera, la mayor sedimentación o causa de la ingerencia . física, con las corrientes y los movimientos de agua y la destrucción de árboles locales. Rendimiento En las secciones anteriores se ha demostrado el gran rendimiento por unidad de área de las pesquerías de parques de ramas en muchos lugares distintos. Por otro lado, la frecuencia de la pesca y la cantidad de madera u otros materiales utilizados puede influir mucho en el rendimiento. Desde el punto de vista de la ordenación pesquera, es la frecuencia de la pesca lo que determina si el parque de ramas contribuye, o por lo menos no compite, con las pesquerías propiamente dichas adyacentes (Welcomme, 1972). De la información de que se dispone se desprende que las pesquerías de parques de ramas empleadas en Ghana, Costa de Marfil, Nigeria, Sri Lanka y Madagascar son más bien refugios que estructuras que contribuyen sensiblemente a la producción acuícola y, por tanto, pueden competir bastante con las pesquerías propiamente dichas adyacentes, atrayendo peces del agua libre de éstas a los parques de ramas.

Mano de obra necesaria La mucha mano de obra necesaria para construir, explotar y mantener las pesquerías de parques de ramas, puede ser una ventaja donde la situación económica determina que la cantidad de empleo generado es una consideración primaria de la ordenación pesquera, especialmente cuando se compara con la cantidad de mano de obra relativamente pequeña necesaria para la acuicultura mecanizada de gran intensidad. La gran cantidad de ramas necesarias también puede contribuir a crear una industria de plantación, corte y transporte de la madera. Tecnología La tecnología necesaria para la construcción de pesquerías de parques de ramas es relativamente escasa con respecto a algunos tipos de acuicultura intensiva „moderna‟ y la peri-cia pesquera necesaria no es más compleja que para muchas clases de pesca propiamente dicha. Esto se transforma en que los gobiernos tienen que gastar un mínimo en personal para los servicios de extensión, que ayuden con asesoramiento sobre la construcción y explotación de pesquerías de ramas, con respecto a los costos de mantener tales servicios para otras formas de acuicultura intensiva. Contribución al aumento de la productividad acuática en el sistema de lagunas en conjunto No hay muchos datos que demuestren que la aportación de nutrientes a un sistema de lagunas, por efecto del empleo de grandes cantidades de madera en la pesca con parques de ramas, contribuya a aumentar la producción acuática y con ello el rendimiento de las pesquerías propiamente dichas adyacentes. No obstante, el empleo en el Lac Nokoué de Benin de cerca de 30 t de madera por hm-2 de instalación de parque de ramas en 312 hm² de parque con 36 por ciento anual-1 en sustitución de la madera (Welcomme, datos inéditos de 1981), es equivalente a un insumo de madera anual (peso en húmedo) de cerca de 3 370 t, o 225 kg de madera hm-2 si se toma toda la superficie del lago. Cuando la aportación de nutrientes de la madera se comparó (aproximadamente) con el de los dos principales ríos de agua dulce que llegaban al sistema, la primera parecía no tener importancia. Por tanto, los insumos de nutrientes de la madera empleada en los parques son insignificantes en cantidad con respecto a la introducción de estos nutrientes en la laguna por los ríos que descargan en el Lac Nokoué. Por la misma razón, la eutroficación causada por el insumo de nutrientes de la madera no parece ser un peligro para el ambiente. Competencia por el espacio y por los recursos pesqueros Welcomme (1972) presentó datos cuantitativos que indican que la composición por especies en las capturas en los parques de ramas difiere de la pesca propiamente dicha adyacente. Por tanto, por lo menos en el caso del Lac Nokoué, la competencia entre la pesca propiamente dicha y la de ramas era mínima. Welcomme (1972) también ofrece la hipótesis de que las pesquerías de ramas pueden ser benéficas cuantitativamente para las propiamente dichas adyacentes si no se pescan durante períodos largos, ya que las poblaciones de peces aumentan mediante la reproducción y crecimiento y algunos individuos se dispersan a las aguas libres o colonizan ramas adyacentes de construcción o pesca reciente. Se desconoce cómo se asignan tradicionalmente los lugares y tamaños de las pesquerías de ramas entre las familias y cooperativas de pescadores de aguas libres de las lagunas en Benin y otros lugares, pero una consideración importante con fines de ordenación en la difusión de esta tecnología es que los pescadores propiamente dichos comprenden que si los parques de ramas se explotan debidamente, no presentan ninguna

amenaza a sus ingresos. Debido a incomprensiones y presiones sociológicas o económicas, las pesquerías de parque de ramas del lago Togo que en el pasado tuvieron éxito, fueron completamente destruidas cuando se trató de aumentar rápidamente su extensión de unos 35 hm² a 250 hm² (Togo, 1971; Everett, 1976). Además, las pesquerías de ramas introducidas en el Lac Ahémé, Benin, en los últimos años sesenta, aunque tuvieron éxito inicialmente, han desaparecido actualmente debido a problemas socioeconómicos y políticos (Welcomme, comunicación personal). Inconvenientes de las pesquerías de parques de ramas El mayor inconveniente de estas pesquerías es la gran cantidad de ramas que se necestan para establecerlas y mantenerlas. Esto puede ser un inconveniente por razones económicas del costo de adquisición, recogida, transporte e instalación de la madera para la construcción inicial y para la sustitución periódica y, con respecto a esto último, particularmente en relación con la intensidad del ataque por teredos y la incidencia de otras infestaciones marinas. Ambientalmente, las grandes cantidades de ramas que se necesitan pueden contribuir a la desaparición de los árboles locales, y debido a ello, a la degradación ambiental causada por la erosión, a las mayores cargas de sedimento y a que las aguas se pongan cada vez más turbias, lo que puede influir adversamente en el potencial pesquero natural. Una manera de contrarrestar esta dificultad consiste en establecer plantaciones de árboles para suministrar a las pesquerías de ramas, de la misma manera que se han establecido plantaciones de árboles en las proximidades de ciudades africanas para suministrar leña. Otro posible inconveniente de las pesquerías de parques de ramas es que pueden contribuir al envejecimiento rápido de la laguna fomentando la sedimentación y de aquí la pérdida de profundidad de sus aguas. Aunque Texier et al. (1980) mencionan que las pesquerías de ramas pueden ser un factor en la sedimentación del Lac Nokoué, Texier (comunicación personal) no cree que su influencia en este proceso sea grande. La interferencia de los parques de ramas con la navegación en el Lac Nokoué, donde son relativamente densos, es mucho más un inconveniente que una obstrucción en la actualidad (Kapetsky, observación personal). De ser necesario, podrían fijarse y balizarse canales para facilitar la navegación por entre los parques. Pesquerías de parques de ramas: Resumen Las pesquerías de parques de ramas ofrecen un medio interesante, no regulador, para la ordenación de las pesquerías de laguna. Entre las ventajas están el gran rendimiento, tecnología sencilla, necesidad de mucha mano de obra y pocos gastos de administración por parte del Gobierno. Entre los inconvenientes están que los pescádores puedan suponer que compiten con las pesquerías propiamente dichas ya establecidas por los recursos o el espacio (o que podrían ser explotadas de manera que realmente compiten), que se necesita mucha madera para la construcción inicial y el mantenimiento periódico y que las ramas podrían ser causa de cierta degradación del ambiente. La conveniencia de las pesquerías de ramas para su difusión como una técnica de ordenación, debería decidirse basándose en estudios intensivos de la asignación tradicional de derechos de pesca, biología pesquera, economía pesquera y forestal, consideraciones ambientales tales como las posibilidades de que el ambiente se degrade, y los aspectos ecológicos tales como la presencia de teredos y organismos incrustantes.

Desde el punto de vista económico y ambiental, las pesquerías de parques de ramas podrían tener mayor potencial para difundirlas si pudiera encontrarse un medio barato para sustituir total o parcialmente el empleo de ramas de árboles y otros materiales naturales. Estas estructuras artificiales existen ya y se emplean en los arrecifes en aguas marinas (figura 13), pero al mismo tiempo es posible que no puedan competir en cuanto al costo con los materiales naturales, excepto donde son muy intensos los ataques del teredo.

4. ORDENACION ANTE LAS ACCIONES RECIPROCAS DE LA PESQUERIA Y LOS CONFLICTOS ENTRE DIVERSAS PESQUERIAS Y LOS INTERESES PESQUEROS La información anterior sobre la ordenación de las pesquerías de captura propiamente dicha de los esteros ha tratado de los recursos pesqueros y las pesquerías casi exclusivamente dentro del contexto de las lagunas o esteros como sistemas biológicos y económicos aislados. Se ha insistido en la ordenación de los propios recursos. Sólo se ha prestado escasa atención a los conflictos de ordenación existentes y potenciales entre diversas clases de pesquerías o intereses pesqueros dentro de estas aguas y a las acciones recíprocas entre las pesquerías de lagunas y esteros y las marinas costeras o de bajura. Por esto, en esta sección se examinan ejemplos de varias clases distintas de conflictos dentro de las lagunas: la competencia entre diversos grupos económicos y técnicos que emplean distintas clases de artes de pesca; los conflictos de los pescadores comerciales y deportivos; y, como tercer ejemplo, los conflictos potenciales entre la pesca propiamente dicha y la acuicultura. Finalmente, se examinan las acciones recíprocas entre las pesquerías propiamente dichas de lagunas y esteros y las marinas costeras y de media altura.

4.1 Conflictos entre los pescadores artesanales de diferentes grupos étnicos y económicos Un factor que puede causar enorme presión pesquera sobre los recursos de lagunas y esteros y crear conflictos entre los diversos grupos de pescadores que los explotan, es el aumento general de las poblaciones costeras, el incremento consecuente de la demanda de pescado para el consumo local y para el transporte a centros urbanos próximos. El aumento general de la población va acompañado de un incremento de pescadores. Por ejemplo, en México, Acosta Ruíz y Alvarez Borrego (1974) mencionan que en momentos en que los recursos costeros de Baja California disminuyen gradualmente debido a la explotación comercial, el número de pescadores de las cooperativas aumenta por razón del crecimiento demográfico de la península. Castro Ortiz y Sanchez Rojas (1976)facilitan datos gráficos que demuestran que, aproximadamente, ha aumentado a razón del 10 por ciento anual el número de pescadores de los tres grandes sistemas de lagunas a lo largo de la costa de Sinaloa (Pacífico) desde 1940 hasta 1976, y dan tendencias del rendimiento por pescador en los datos de años recientes. En dos de los tres sistemas de lagunas han tendido a disminuir los rendimientos por pescador. Barrera Huerta (1976) menciona que el número de socios de una cooperativa pesquera de una laguna en Oaxaca (costa del Pacífico ) aumentó de 270 en 1973 a 355 entre 1974 y 1975. La

información facilitada por Hernandez Carvallo (1976) sobre la pesca de camarón en Sinaloa sugiere que la presión demográfica ha creado problemas de ordenación de recursos tales que es posible que se tengan que reorganizar las cooperativas y limitar sus miembros al número actual o al de personas con tierra en contacto inmediato con aguas salobres. Examinando los antecedentes socioeconómicos de la evolución de las pesquerías de camarón en la misma zona, McGoodwin (1979) menciona que con el rápido aumento demográfico a lo largo de la costa sur de Sinaloa (un aumento de cerca de 8 000 en 1935 a 35 000 en 1973) incrementó la competición por los recursos marinos de la zona. Las cooperativas de pescadores existentes se transformaron en entidades económicas mientras que el pescador de subsistencia o pescador libre se encontró con diversas regulaciones que le prohibían pescar en lugares reservados exclusivamente para las cooperativas. Entretanto, éstas mismas han sufrido los efectos del aumento demográfico hasta el punto en que están sobrecargadas y los ingresos por pescador disminuyen.

Figura 13: Estructuras artificiales para atraer peces, desde la sencilla hasta la compleja (de Honma, 1980) McGoodwin (1979) manifiesta que la introducción del motor fuera de borda y las redes de nylon agravó una situación que ya era difícil. Los recursos de camarones y ostras se explotaban ya intensamente para la exportación y la atención se dirigió hacia los peces de escama para el consumo nacional. Pero las innovaciones tecnológicas y la intensa presión de pesca hicieron que se depauperara rápidamente las poblaciones de los peces más valiosos. Los pescadores se dedican ahora a explotar especies de importancia económica secundaria. La evolución de la pesca en la laguna Ebrié (Costa de Marfil) documentada por Verdeaux (1979) y Verdeaux, Gerlotto y Stéquert (1980) ofrece un buen ejemplo de las acciones recíprocas de factores socioeconómicos complejos que se han de tomar en consideración para formular estrategias de ordenación nacional o local de las pesquerías tradicionales de las lagunas. Ebrié es un complejo de 56 600 hm² con dos comunicaciones naturales con el mar y una artificial. Verdeaux (1979) distingue tres períodos en la evolución de la pesquería: el precolonial, el colonial y el actual, que es el de rápida expansión económica. En el período precolonial, hasta fines del siglo XIX coexistían dos clases de pesca, una comunitaria empleando grandes nasas de madera y frondas de palmera y redes de cerco de fibras naturales. Para construir y utilizar estas artes se necesitan varias personas, una familia o toda una aldea, según el tamaño. La otra clase de pesca utilizaba artes manipuladas por individuos, tales como nasas pequeñas, esparaveles y palangrés de fondo. La captura de las artes individuales se destinaba al consumo diario y la de las nasas para la conservación y venta. No existían verdaderos mercados de pescado en aquellos momentos y la venta la realizaban miembros responsables de las familias. Durante el período colonial, desde 1910 hasta 1958–60, los métodos de comercialización tradicionales de pescado por miembros de la familia los usurpaba gente que vino de fuera. Con la pérdida de la estructura de las ventas por los pescadores, las redes de cerco fueron abandonadas rápidamente y las grandes nasas de madera desaparecieron progresivamente. El cambio a la pesca individual también lo estimuló la disponibilidad de fibras de algodón introducidas por los europeos, lo que permitía la construcción de redes de malla de diversas clases que podía manipular una sola persona. Otro factor en el cambio de la pesca individual, fue la desaparición de los árboles, por lo que se dispuso de menos madera (y más cara) para la construcción de nasas, y la abertura del canal artificial de Vidri del mar a la laguna para hacer un puerto en Abidjan. Este último factor cambió la salinidad en la laguna y permitió que los teredos destruyeran las nasas de madera. El tercer período, el de rápida expansión económica de la pesquería, comenzó en los primeros años sesenta y se caracterizó por la reaparición de las grandes artes de pesca, de cerco de playa y de jareta, que necesitaban varias personas para manipularlas. No obstante, estas artes eran actualmente propiedad de personas no autóctonas y la mano de obra para su manipulación estaba asalariada. Durante el período de 1964 a 1975, el número de artes manipuladas por extranjeros se multiplicó por 3,6 mientras que la luz de malla empleada disminuyó sensiblemente. Por otro lado, casi todos los pescadores del país emplean métodos de pesca individuales pequeños fijos en un lugar y selectivos para ciertas especies. Las grandes artes activas y no selectivas son manipuladas y propiedad de extranjeros, principalmente de Ghana y también del Sahel.

El conflicto social y económico entre estos dos grupos, que en ocasiones ha sido violento, ha resultado agravado por el hecho de que las artes no indígenas capturan 45 veces más que las nacionales manipuladas individualmente, lo que equivale a 4,5 veces más pescado por pescador en un lance. Aunque el número de pescadores de la Costa de Marfil supera al de extranjeros más de 3 veces, el grueso del rendimiento de la laguna lo adquieren los últimos. La situación ha sido agravada todavía más por la invasión por los pescadores extranjeros que emplean redes de cerco de playa y jareta en lugares de la laguna reservados por la tradición para los pescadores nacionales. El pescador de la Costa de Marfil se encuentra ante un conflicto económico en el sentido de que sus ingresos de la pesca no bastan para que puedan invertir en equipo competitivo y al mismo tiempo los pescadores extranjeros pueden aumentar su riqueza invirtiendo los beneficios que sacan de la pesca en actividades diversificadas, tales como explotaciones agrícolas o reinvirtiendo en equipo de pesca. La ordenación de la pesquería de la laguna de Ebrié se tiene que examinar en el contexto de las condiciones sociológicas y económicas. Ambos grupos consideran los recursos pesqueros de la laguna como un medio de adquirir fondos suficientes para hacer inversiones en otras actividades. Para el pescador individual, la pesca en la laguna es un paso obligatorio en el camino para obtener fondos suficientes para adquirir una finca pequeña. Para el propietario de un arte de cerco de playa o de jareta, los recursos constituyen un medio de acumular rápidamente el dinero para hacer otras inversiones provechosas. Para los dos grupos la pesca representa una oportunidad para la acumulación temporal de dinero que será empleado en otros lugares sin compromisos a largo plazo de conservar los recursos pesqueros. Esto ha llevado a lo que Verdeaux (1979) denomina una „dinámica del pillaje‟ con explotación excesiva de los recursos pesqueros, como lo demuestran las recientes tendencias de las capturas. Verdeaux (1977) da más detalles socioeconómicos de la situación en la Costa de Marfil, destacando la importacia de las pesquerías artesanales marinas y los conflictos étnicos en ellas. Otro ejemplo que demuestra la necesidad de efectuar cuidadosas investigaciones socioeconómicas antes de que la ordenación pesquera o los programas de desarrollo pesquero puedan implantarse satisfactoriamente, es lo próxima que estuvo al colapso la tradicional pesquería con canoa en el delta de Valenca, en el Estado de Bahía, Brasil, que documenta Cordell (1974: 1978a y 1978b). Como se ha mencionado anteriormente (Sección 2.3.3) la explotación tradicional del recurso la regulaba una organización social que confiaba los conocimientos detallados necesarios para predecir mareas y las corrientes, y de aquí el éxito de la pesca, a un grupo relativamente pequeño de capitanes de pesca, y también se interesaba de la evolución de los derechos de pesca a ciertos caladeros y la presión social de la comunidad. La desorganización de la pesquería tradicional ocurrió con la introducción premeditada de redes de nylon para aumentar el rendimiento y suministrar a los centros urbanos. También se suponía que la introducción de las redes de nylon redundaría en beneficio del pescador tradicional, pero debido al alto costo de estos materiales nuevos, esos pescadores no pudieron adquirirlos y fueron comprados por hombres de negocios que empleaban a los pescadores pagándoles un salario. Como consecuencia de la entrada de materiales nuevos, hubo conflictos para controlar los caladeros existentes, con el resultado de que las embarcaciones y las redes sufrieron averías. Otro resultado fue que se perdieron los derechos de pesca territoriales y el recurso pesquero se convirtió en propiedad común. Todavía otra consecuencia fue que mientras el rendimiento pesquero aumentó brevemente, con posterioridad las capturas disminuyeron y resultaron perjudicados tanto para el que usaba redes de nylon como para el que usaba métodos tradicionales. Los pescadores tradicionales comenzaron a emplear redes manipuladas individualmente y a ampliar su pesca de manera que comprendía

mariscos, a la vez que llevaban sus actividades a los manglares adyacentes, con lo que sufrieron graves perjuicios económicos y sociales. Esto demuestra que la introducción de una tecnología pesquera nueva más eficiente no era inapropiada per se, pero sus efectos potenciales no se estudiaron con anterioridad, lo que produjo conflictos sociales y desorganización económica de la comunidad pesquera tradicional, así como la probable sobreexplotación del recurso.

4.2 Conflictos entre las pesquerías comerciales y recreativas En la actualidad probablemente no existen conflictos graves entre las pesquerías comerciales y deportivas en las lagunas y esteros costeros de los países en desarrollo. No obstante, la poca información que se tiene indica que la pesca recreativa adquiere cada vez más importancia en algunos lugares. Por ejemplo, se cree que cerca del 10 por ciento del rendimiento de los 274 000 hm² de las aguas brasileñas de la Lagoa Mirim corresponde a los pescadores recreativos (Machado, 1976). Por tanto, se plantea la cuestión como un posible problema de ordenación futura, basado en la marcha de los hechos en países más desarrollados en los que la abundancia de tiempo libre y otros factores económicos se han combinado para hacer de la pesca deportiva un factor de importancia en la explotación de aguas continentales, salobres y costeras. Por ejemplo la pesca recreativa de peces de escama tiende a exceder la comercial en cinco de las siete bahías principales de la costa de Texas (EE.UU) (Hefferman et al.., 1979). El objetivo de la ordenación en este caso consiste en proveer de una recolección equitativa y sostenible a los dos grupos de usuarios para lo cual se emplean diversos controles, comprendidos los cupos sobre las capturas comerciales y recreativas, prohibir el uso de ciertos aparejos en ciertos momentos (por ejemplo, durante el fin de semana) así como dar licencias a ambos grupos (Hefferman y Kemp, 1980). El programa de ordenación se basa en la investigación biológica aplicada, pero los mayores insumos para el control se determinan por la inspección directa o indirecta de las actividades de los pescadores comerciales y deportivos. La pesca recreativa es también una consideración importante en la ordenación de los recursos pesqueros de esteros y lagunas de Australia. Los objetivos de la ordenación por el Estado de Victoria, consisten en asegurar la accesibilidad al recurso por toda la comunidad y que se conserva para beneficio continuo de la comunidad. En este contexto se reconoce la importancia de las pesquerías comerciales como proveedoras de pescado fresco para la comunidad y un objetivo de la ordenación ante la creciente presión de la pesca recreativa, es tratar de mantener la cosecha y el esfuerzo de la pesquería comercial cerca de sus niveles actuales. La pesca comercial se regula de dos maneras: una sirve para conservar los recursos regulando la pesca donde se considera que la captura deportiva y comercial combinadas son excesivas actual o potencialmente y con este objeto se limita la entrada y se aplican restricciones para los tipos de artes y aparejos. La otra manera trata de reducir los conflictos . o confrontaciones entre los pescadores comerciales y deportivos de maneras tales como restringiendo la pesca comercial con redes durante los fines de semana en los esteros y prohibiendo toda la pesca comercial en determinados lugares por períodos más largos (Winstanley, 1981).

4.3 La acuicultura y la pesca propiamente dicha: posibles conflictos Muchos de los autores citados en las secciones anteriores sobre ordenación han recomendado la acuicultura como uno de los medios de aumentar los rendimientos pesqueros de lagunas y esteros mediante un uso mejorado de la superficie de agua disponible, aumentando ésta en lugares convenientes y como panacea para

evitar la necesidad y dificultades acompañantes de ordenar las pesquerías propiamente dichas de lagunas y esteros. Se anticipan algunas interacciones de la acuicultura y la pesca propiamente dicha. Las de naturaleza biológica/química/ambiental de las que se trata más extensamente a continuación, podrían incluir cambios en la calidad del agua y pérdida del sustrato productivo natural a las instalaciones de acuicultura, bien en el sistema propiamente dicho o en las zonas costeras adyacentes. Hay otros efectos quizás más claros, tales como las interferencias de las instalaciones acuícolas en las pesquerías propiamente dichas, y todavía otros, de naturaleza socioeconómica aun más difíciles. En esta última categoría podría incluirse el desplazamiento de la mano de obra y la pérdida de ingresos por los pescadores propiamente dichos si éstos no encuentran empleo en la industria acuícola o no pueden beneficiarse como propietarios/manipuladores del tipo de cultivo emprendido. No obstante, los gerentes pesqueros, los proponentes de la acuicultura, los economistas sociales han prestado muy poca atención a la manera en que las pesquerías propiamente dichas y la acuicultura podrían reaccionar benéficamente, competir o cambatir entre ellas en las lagunas y esteros costeros, sin mencionar los aspectos ambientales.

4.3.1 Efectos ambientales de la acuicultura Odum (1974) incluye los efectos de la acuicultura en categorías amplias, comprendida ésta como contaminante, los problemas especiales del cultivo en bateas, las alteraciones físicas del ambiente y la introducción de organismos exóticos. Entre las consecuencias adversas de la contaminación por la acuicultura están los cambios de la composición de las poblaciones naturales de plantas y animales causados por el aumento o disminución de la producción acuática, los cambios en el pH y la disminución de la concentración de oxígeno suelto. Cuando se emplean productos químicos exóticos para combatir las enfermedades o los depredadores, éstos también pueden perjudicar a las comunidades naturales adyacentes. Al examinar el cultivo en bateas como un caso especial de posibles efectos adversos debido a la gran densidad de mariscos que se crían, Odum (1974) advierte de la reducción de las concentraciones de oxígeno disuelto y las densidades de fitoplancton como consecuencia de tal cultivo por lo que los organismos de las bateas podrían competir con los mariscos que ocurren naturalmente, además de crear condiciones adversas para otros organismos. Otro efecto adverso causado por las bateas puede ser el aumento de la sedimentación relacionado com la reducción de la circulación. Chesney e Iglesias (1979) han investigado los efectos de la cría de mejillones en batea en la distribución y abundancia de peces demersales en la parte alta de la ría de Arosa (España) practicando la pesca al arrastre en zonas con y sin bateas de la ría. Aunque los autores no mencionan el área de la superficie de la parte interior de la ría, parece ser que los 80 hm² de bateas que producen cerca de 2 0000y hm-2 anualmente cubren menos del 10 por ciento de la parte superior semicerrda de la ría. Chesney e Iglesias (1979) no encontraron diferencias notables en la biomasa de peces demersales en los lugares donde había y no había bateas, aunque los índices de diversidad, riqueza de especies y uniformidad, eran en general más altos en la zona de las bateas. Las razones dadas por estos resultados son que los peces demersales no podían utilizar los enormes recursos epifaunales relacionados con las bateas debido a que muchas de las clases de tales recursos no eran convenientes como alimento. Análogamente, la fauna

bentónica debajo de las bateas quedaba perjudicada por las heces y seudoheces de los mejillones por lo que era de suponer que los peces demersales disponían de menos fauna por unidad de superficie que en lugares donde no había bateas. Otras formas de acuicultura que no se mencionan específicamente en Odum (1974) pero que en algunas circunstancias podrían ser perjudiciales para los sistemas acuáticos en los que se practican, son los cultivos de jaulas y corrales. Leopold y Bninska (1981) y Korycka y Zdawowsky (1981) advierten de los efectos negativos del cultivo en jaulas en agua dulce en Polonia. Estos incluyen las cargas minerales y orgánicas que pueden llevar a la eutroficación y proliferación consecuente de las algas y cambios permanentes en la distribución del oxígeno disuelto. Por otro lado, parece ser que equilibrar con cuidado la „cargo‟ de las jaulas, o corrales de cultivos con la capacidad del sistema en los que aquéllos están instalados, las lagunas y esteros oligotróficos podrían producir maś peces para la pesca, en beneficio mutuo de la pesquería propiamente dicha y la de cultivo. En la mucha literatura sobre los efectos de la contaminación en los sistemas acuáticos tiene que haber mucha información de utilidad que podría emplearse como referencia y punto de partida para formular criterios que faciliten tal equilibrio. Las alteraciones físicas del ambiente para formar corrales de peces, construir estanques y diques, cerrar algunas secciones de la laguna, puede plantear problemas al limitar o alterar la circulación, incrementar la sedimentación por efecto del dragado y llenado, modificar la llegada de agua dulce y destruir los sistemas productivos (hierba de pantanos, manglares, hierba de anguila) adyacentes o dentro del estero o laguna. Este último problema podría ser especialmente grave en el caso de organismos que dependen de los esteros y de su pesca, tanto dentro como fuera del sistema afectado. La dependencia aparente de los rendimientos de camarones en las zonas entre mareas, se ha demostrado en el caso de Indonesia por Martosubroto y Naamin (1977) y a escala mundial por Turner (1977) que menciona la gravedad de la pérdida de estas zonas por la razón que sea. Odum (1974) sugiere que una solución a la ordenación sería que la instalación de acuicultura liberase una cantidad de juveniles equivalente a la que se hubiera producido naturalmente de no haberse cerrado el estero. Por otro lado,señala que la liberación equivalente podríano igualar a la sobrevivencia lograda por las poblaciones naturales. Esta solución da por sentado lo que se trata de demostrar y, no solamente eso, sino que también no es práctica porque es probable que la acuicultura se base solamente en una o unas pocas especies de gran valor económico. Aun si se soltara un número suficiente de estas especies, podrían no ser las mismas en que se basa la pesquería de la laguna, el estero o la costa. Además, se tendría que considerar la pérdida de espacio para otros peces, invertebrados y flora no comerciales, pero que son importantes para mantener la capacidad productiva de estas aguas. Odum (1974) pasa a examinar los posibles efectos del afloramiento artificial de agua empleado para la acuicultura (probablemente insignificante si son proyectos pequeños) y del peligro de que los organismos exóticos empleados en la piscicultura pasen accidentalmente al agua natural. Este último problema puede ser grave no sólo por los efectos adversos de los propios organismos introducidos, sino también por efecto de los agentes patógenos que podrían introducirse inadvertidamente con ellos. Finalmente, Odum (1974) menciona la posible proliferación de organismos patógenos y su introducción en aguas naturales debido a la gran densidad de animales cultivados que favorecen una mayor incidencia de enfermedades de lo que es usual en sistemas naturales.

4.3.2 Otros efectos de la acuicultura en la pesca propiamente dicha Una acción recíproca posiblemente adversa de la acuicultura con la pesca propiamente dicha es el uso de dependencia de la acuicultura extensiva de agua salobre en la obtención de semilla natural. En la India se han hecho muchas investigaciones para determinar la distribución temporal y espacial de las larvas de camarón y de los peces juveniles en las aguas naturales, con objeto de usarlas como semillas a favor de las operaciones de cultivo (Shetty et al., 1971; Bhanot, 1971; Thakur,1975, por ejemplo). En Filipinas existen extensas pesquerías basadas en la captura de alevines de Chanos para el cultivo. Se rechazan los demás alevines, que pueden comprender larvas del valioso Penaeus monodon. Se desconoce la amplitud en que la recogida de semilla influye en la productividad natural y en las pesquerías propiamente dichas, pero es posible que cxija examen y ordenación en el caso en que la recogida de semillas sea intensiva, hasta que las técnicas reproductivas artificiales se hayan perfeccionado y la tecnología difundido. Otro posible motivo de conflicto es el espacio. Esto no siempre significa que el número de instalaciones de acuicultura sería tan grande que eliminaría físicamente y por completo la pesca propiamente dicha. Si, por ejemplo, se montasen grandes instalaciones de cultivo en caladeros usados tradicionalmente por una familia o una cooperativa pequeña, en ese caso podría perturbarse el proceso de asignación de pesca propiamente dicha a la comunidad. Otra posibilidad es la interferencia directa con algunas operaciones de pesca propiamente dicha, como por ejemplo el cultivo de mejillones en bateas. Owen (1981) observa análogamente que las actividades de los que pescan con redes están gravemente restringidas por la ostricultura en muchos esteros de Gales del Sur (Australia). El problema se debe en parte a que algunos ostreros están mal administrados e insuficientemente marcados. En el lado positivo está la posibilidad de que algunas clases de cultivos podrían actuar recíprocamente de manera benéfica con la pesca propiamente dicha, de la manera en que se ha sugerido para la „acuicultura‟ de parques naturales en la Sección 3.5. Por ejemplo, las instalaciones de cultivo en corrales podrían atraer peces a sus periferias y ofrecer refugio, posibilidad de alimentarse de lo que saliera del corral y hacerlo de organismos alimentarios para peces relacionados con el propio corral. La ingestión por peces silvestres de alimentos que salen de las jaulas puede reducir los problemas de calidad del agua creados por la descomposición de alimento no usado. La concentración de peces silvestres en las proximidades de las instalaciones de acuicultura podría beneficiar a los pescadores propiamente dichos al mejorar localmente la captura por esfuerzo de pesca. No obstante, con frecuencia existen sospechas y antipatías mutuas entre los pescadores y los piscicultores. La integración económica y social de estas dos actividades es un requisito previo para lograr beneficios combinados. En Australia es normal que las decisiones sobre la conveniencia de ampliar la acuicultura en bahías y estuarios se tomen en consultas con muchas organizaciones para asegurar la explotación racional de los recursos costeros. Por ejemplo, en Tasmania los arrendamientos los hace el Departamento de Tierras pero también participan en ello el Organismo de Desarrollo Pesquero de Tasmania, la Asociación de Pescadores Profesionales, varios organismos gubernamentales interesados en la salud, navegación, ambiente, parques nacionales y vida silvestre, así como los propietarios vecinos, los clubes de remo y el público en general (Dix, 1981).

4.4 Acciones recíprocas con las pesquerías marinas de media altura y de bajura La competencia entre la pesca en lagunas y la marina de bajura y de media altura en las que se capturan las mismas especies en diferentes momentos de su vida, existe ya en el caso de algunas especies de camarones. Por ejemplo, García (1978) ha mencionado este problema con respecto a la pesca en lagunas y de bajura de Panaeus duorarum notialis en la Costa de Marfil, y García, Boely y Domain (1980) también estudian el problema dentro del contexto de las pesquerías de Africa occidental. Marcille (1978) menciona un problema pesquero análogo relativo al camarón en Madagascar en el caso de P. indicus, y McGoodwin (1979) ofrece una reseña de los conflictos de la pesquería tradicional contra la marina de camarón en la costa del Pacífico de México. Es evidente que hay casos de conflictos similares para los peces de escama. Al intensificarse la pesca en lagunas y esteros, es inevitable que aumenten tales conflictos. Por el contrario, uno se puede imaginar con el esfuerzo intensivo a que se someten las poblaciones costeras y de bajura, que las pesquerías de esteros y lagunas podrían quedar cada vez más perjudicadas en proporción a la amplitud en que dependen del arribo de especies pescadas en la costa o cerca de ella. Por ejemplo, Jhingran y Natarajan (1973) han expresado la preocupación que causa que el rápido desarrollo de las pesquerías de bajura en el Golfo de Bengala influya adversamente en los peces de escamas del Lago Chilka (laguna). La base biológica de tales conflictos es que algunos organismos dependen de los esteros, es decir que tienen que pasar parte de sus vidas en los esteros y lagunas para completar sus ciclos vitales. Existen más pruebas en el caso de los camarones y los langostinos (figuras 14 y 15). Otros conflictos potenciales pueden tener por base biológica las especies anádromas, tales como Hilsa ilisha de la India que pasa por lagunas y esteros en sus emigraciones de desove aguas arriba. Gopalakrishnan (1971) ha mencionado el problema de que muchas de las especies más importantes en la pesquería del estero de Hooghly-Matlah son anádromas y también se pescan en cierto grado en el Golfo de Bengala. Los conflictos también pueden depender de especies marinas que visitan estacionalmente los esteros y las lagunas por razones puramente tróficas. También se pueden prever las posibles acciones recíprocas adversas entre las pesquerías de lagunas y esteros y las de aguas continentales de especies catádromas como Macrobrachium (figura 14). Los casos de las acciones recíprocas de las pesquerías de lagunas y esteros con las marinas que son cuantificables hasta el punto en que las posibilidades de ordenación pueden evaluarse, parecen ser raros en la literatura de las regiones tropicales y subtropicales. Lhomme (1979) ha estudiado el efecto de la pesca artesanal en los esteros de Penaeus dourarum notialis en las pesquerías de bajura de la misma especie en cuatro esteros de Africa occidental, Senegal, Sine Saloum, Gambia y Casamance, pero apenas ha encontrado pruebas de interacciones negativas entre las pesquerías de los esteroos y de alta mar. García (1977 y 1978) ha estudiado el problema con más detalles en lo relativo a las acciones recíprocas entre las pesquerías costeras industriales y las de laguna de Penaeus duorarum notialis en la Costa de Marfil.

Figura 14: Distuibución del camarón comercial de la India en distintos ambientes (de Mohamed y Rao, 1971)

Figura 15: Grado supuesto en que los camarones penéidos comerciales habitan ambientes de estero durante el desarrollo ontogénetico (de Kutkuhn, 1966) En la práctica, la pesca industrial de altura de Penaeus duorarum notialis comenzó en la Costa de Marfil en 1969. Los principales caladeros del país abarcan unos 1 000 km². Las migraciones de Penaeus duorarum notialis de las lagunas y esteros ocurre cuando tienen de 3 a 4 meses de edad, después de pasar un período de 2,5 a 3 meses en aguas salobres. Las migraciones máximas ocurren cuando los ríos vienen crecidos y disminuyen las salinidades en los esteros y las lagunas. El tamaño en el momento de la migración puede variar de una parte de la laguna a otra y entre lagunas en el mismo año y entre año con respecto a la salinidad (García, 1977; García y Lhomme, 1980). La Costa de Marfil tiene unos 1 800 km ² de lagunas y manglares costeros que pueden servir como zonas de cría de P. duorarum notialis poslarval. La pesca del camarón en la laguna se efectúa con grupos de redes

caladas muy próximas al bajar la marea, que capturan los juveniles emigrantes, y por una especie de red de tijera que se empuja y actúa en efecto como una red de arrastre. Esta última arte captura camarones que es posible que no hayan completado su crecimiento en aguas salobres. La pesca artesanal de camarón en las lagunas produce en general mayores ingresos para los pescadores que otras clases de pesca (García y Lhomme, 1980). En 1973, el 55 por ciento de los reclutas potenciales de la pesquería marina fueron pescados en la pesquería artesanal de la laguna. García (1978) empleando los datos de rendimiento marinos y de lagunas disponibles y otros parámetros de la pesquería combinados con datos biológicos sobre P. duorarum notialis ha examinado las acciones recíprocas de la pesquería artesanal de laguna y la industrial simulando las variaciones de las tasas de explotación en términos de rendimiento de bajura y laguna y de valor relativo (figura 16). Los resultados generalizados de este estudio indican que las variaciones de los índices de explotación en lagunas (0–50 %) sólo tendrían un pequeño efecto en el rendimiento total (laguna más media altura) donde la explotación de los adultos en el mar se aproxima al rendimiento sostenible máximo pero en el que el valor global de la captura podría aumentarse del 12 al 40 por ciento incrementando la pesca industrial en el mar de los ejemplares y de más valor. García (1978) observó que ninguna medida extrema de ordenación de recursos sería viable: eliminación de la pesquería artesanal de la laguna o de la industria. La eliminación de la pesquería de la laguna tendría graves consecuencias socioeconómicas, y vayan sin mencionarse las políticas. La supresión de la pesquería industrial marina, con todo el esfuerzo futuro concentrado en las lagunas podría dar por resultado, por lo menos, la extinción económica, sino biológica, de las especies por sobrepesca en la laguna de no mantenerse una abundancia mínima de población reproductora. García (1978) propone cuatro medidas generales de ordenación pesquera de las lagunas, que contribuirían a segurar un mayor reclutamiento de camarones para la pesquería industrial de media altura; 1) control de la luz de malla de redes fijas; 2) limitación estricta o prohibición de redes que capturan camarón juvenil antes de su emigración; 3) regulación de la colocación de las redes en las rutas de emigración del camarón en los canales y 4) una veda en el mar y en las lagunas en el momento de la emigración máxima hacia las lagunas y durante el período de crecimiento poslarval máximo. Las acciones recíprocas de las pesquerías de camarón artesanales y industriales las ha examinado Marcille (1978) en la costa noroeste de Madagascar. En ese lugar, la pesca artesanal se practica con presas de nasas de maderas naturales caladas en forma V en las aguas de las mareas, en las desembocaduras de los ríos o sus proximidades, que son adyacentes a las zonas de cría del camarón, principalmente P. indicus. Como resultado de su emplazamiento y debido a las características de la propia nasa, se capturan muchos camarones que no alcanzan el tamaño comercial. El uso de tales dispositivos ha aumentado en los últimos años en la Baie d'Ambaro, debido al estímulo de la formación de compañías exportadoras de camarón que envían camiones isotermos a los pueblos costeros para recoger la captura. Tambień se usan en cierto grado los artes de arrastre de playa.

Figura 16: El efecto del índice de explotación por las pesquerías artesanales de laguna y el esfuerzo ejercido por las pesquerías industriales marinas de camarón en el rendimiento total y el valor total de la pesquería de camarón de la Costa de Marfil. Situación real en 1973 y otras situa- ciones simuladas (de García, 1978) Empleando los datos y las técnicas analíticas muy parecidas a los empleados por García (1977) (supra), Marcille (1978) pudo demostrar que la supresión de la pesca artesanal en la Baie d'Ambaro podría incrementar la captura de la pesca industrial entre 8 y 30 por ciento, basándose en supuestos diferentes de índices de mortalidad natural, con aumentos consecuentes de los beneficios relacionados con el tamaño del camarón del 15 al 45 por ciento. Entre las opciones de la ordenación de la pesca artesanal propuesta por Marcille (1978) estuvieron: 1) cotos; 2) veda a comenzar después de alcanzarse un cierto rendimiento; 3) veda durante un período fijo; y 4) protección del camarón joven. Las tres primeras medidas se rechazaron como inhábiles por no poderse identificar los diversos lugares de cría de varias especies (se incluyen tres especies en la pesquería de media altura) con los calderos en que se pescan y debido a los diferentes momentos de la fase vital entre poblaciones y, por lo tanto, diferente disponibilidad temporal. El control de la selectividad de la presa de nasas se creyó que era una posibilidad viable de la ordenación. Los datos indicaban que la distancia media entre las mallas de la nasa era sólo de 7,5 mm y debería aumentarse a unos 11 mm, lo que podría lograrse fácilmente modificando los materiales empleados. La adopción de esta medida beneficiaría a los pescadores en el sentido en que el tamaño medido del camarón en la captura aumentaría, como también lo haría su valor por unidad, a la vez que aumentaba el reclutamiento para la pesquería industrial. La limitación del número de presas en uso no se consideró aconsejable debido a que también pescan peces de escama que tienen importancia en las aldeas. No obstante, se propuso un cambio gradual hacia las redes de cerco de playa basándose en que las luces de sus mallas podrían controlarse más fácilmente que las de las presas de nasas.

5. RESUMEN Y CONCLUSIONES SOBRE LA ORDENACION DE LAS PESQUERIAS DE LAGUNAS Y ESTEROS COSTEROS El énfasis de la primera parte de este capítulo ha sido advertir de varios problemas de ordenación de las pesquerías de lagunas y presentar varias opciones de ordenación pesquera reguladoras y no reguladoras como posibles soluciones de estos problemas. Con respecto a las diversas formas de ordenación reguladora, se ha visto que por diversas razones socioeconómicas y políticas y a causa de limitaciones técnicas y financieras, en estos momentos no es posible regular global y rigurosamente las pesquerías de lagunas y esteros costeros de la mayor parte de los países en desarrollo. No obstante, la ordenación mediante la regulación o eliminación de las prácticas pesqueras más destructivas está dentro de las posibilidades financieras, administrativas y técnicas de muchos países. La revitalización y refuerzo de las prácticas de ordenación pesquera tradicionales parece ofrecer una manera

interesante de complementar o suplementar la regulación pesquera mediante la intervención por el gobierno central. También se han mencionado las técnicas de ordenación pesquera de lagunas y esteros no reguladoras, dirigidas directa o indirectamente a aumentar la producción biológica y el rendimiento pesquero mediante diversas clases de manipulaciones biológicas: control de depredadores, zonas de reproducción artificiales, ordenación hidráulica, y pesquerías de parques de ramas. Entre las más potentes de estas técnicas parece estar la ordenación hidráulica. No obstante, la aceptación y utilización amplias de las técnicas disponibles dependerá de las situaciones económicas locales o nacionales y del grado en que la ordenación hidráulica de la pesquería pueda demostrar que incorpora beneficios para otros usuarios de la laguna y ambientes terrestres adyacentes. El método de las pesquerías de parque de ramas también ofrece buenas posibilidades para reforzar la ordenación de la pesca en lagunas y esteros. Además de las ventajas de grandes rendimientos relativos a la captura en agua libre, la pesca en ramas necesita mucha mano de obra y no encierra la amenaza de desempleo o subempleo que podría causar la adopción de técnicas acuícolas más refinadas. Además, los parques de ramas no representan una modificación technológica radical de la pesca propiamente dicha en cuanto a la construcción y utilización, como lo hacen algunas formas de acuicultura. Así pues, el cambio gradual de algunas partes de las lagunas y esteros a pesquerías de ramas podría estar más próximo al proceso de paso a paso de cambio tecnológico propuesto por Lawson (1977) que sería la introducción de otras técnicas de piscicultura que exigieran una mayor capacitación tecnológica respaldada por asistencia técnica disponible fácilmente, mediante servicios de extensión e instalaciones de investigación aplicada que pueden ser una grave carga financiera en los países en desarrollo. Intenta la segunda parte del capítulo - conflictos y acciones recíprocas - presentar dos ideas básicas: la primera es que la ordenación de las pesquerías que existen en lagunas y esteros de muchos países en desarrollo depende tanto, o más, de la comprensión de las ra mificaciones socioeconómicas de las pesquerías, como del conocimiento biológico de los recursos y características de captura de la pesquería. Sucintamente, con demasiada frecuencia el gerente pesquero con conocimientos de biología observa y trata los síntomas (sobre pesca, sistemas de pesca destructivos) mientras la „enfermedad‟ está realmente incrustada en la estructura socioeconómica de la comunidad pesquera local o en la economía nacional. La segunda idea básica es que las pesquerías propiamente dichas de lagunas y esteros no pueden ordenarse como entidades únicas o aisladas, ya que están biológica y económicamente integradas en las pesquerías marinas de bajura y media altura, con una acuicultura en rápido crecimiento, y, en cierto grado, con las pesquerías de agua dulce de río. También en este caso la ordenación no sólo es una cuestión de biología y dinámica de la población, sino también de los objetivos y prioridades del desarrollo económico y sociológico nacional.

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