CONSIDERACIONES SOBRE LA HIDROGEOLOGÍA DEL ÁREA DEL LLANO DE LA VEGA HELADA, III REGIÓN, CHILE

UNIVER SIDAD DE CONCEPCIÓN DEPARTAMENTO DE CIENCIAS DE LA TIERRA 10° CONGRESO GEOLÓGICO CHILENO 2003 CONSIDERACIONES SOBRE LA HIDROGEOLOGÍA DEL ÁREA

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UNIVER SIDAD DE CONCEPCIÓN DEPARTAMENTO DE CIENCIAS DE LA TIERRA

10° CONGRESO GEOLÓGICO CHILENO 2003

CONSIDERACIONES SOBRE LA HIDROGEOLOGÍA DEL ÁREA DEL LLANO DE LA VEGA HELADA, III REGIÓN, CHILE AGUIRRE, I.1 1

Avda. Santa María 0104, Providencia, Sanctiago, Chile, [email protected]

INTRODUCCION La zona del Llano de la Vega Helada se ubica en el altiplano de la III Región de Atacama, Chile, a una altura de aproximada de 3.700 m s.n.m., al interior del par de coordenadas UTM N 7120000, E 491000 y N 7060000, E 525000 (fig.1), en el sector oriental de la cuenca del Salar de Pedernales, la que está delimitada por las siguientes cuencas: Salar de Maricunga hacia el sur, Salar de Piedra Parada hacia el oriente, Salar de los Infieles hacia el norte, Río de la Sal y Río Copiapó hacia el oeste. De acuerdo a la clasificación propuesta por Köppen, el área de estudio posee un clima de desierto marginal de altura (BWH). La característica más importante del clima es la sequedad del aire y las diferencias térmicas estacionales y diurnas. El día es templado por la insolación directa, pero las noches son extremadamente frías. Valores promedios para el área de estudio (DGA-UCNIRD, 1999) respecto de precipitación, temperatura, evaporación potencial son: 125 mm/año (100 en el Salar de Pedernales y 150 mm/año en las zonas más elevadas inmediatamente al oriente del Llano de la Vega Helada), 4º C, 1200 mm/año (1.000-1.500 mm/año). En el período invernal se presenta caída de nieve, especialmente en las zonas con relieves elevados. El área altiplánica posee hermosos salares y lagunas, cuyas características geográficas dan origen a una forma especial de vida animal y vegetal. Para la zona de estudio no se conoce información respecto de poblaciones significativas que dependan de humedales y/o especies de importancia económica. Sin embargo, para los Salares de Pedernales y Piedra Parada se han descrito (http://www.agualtiplano.net/humedales/humedales/brava-jilguero.htm) especies endémicas, raras y amenazadas (Phoenicoparrus andinus, Phoenicoparrus jamesi y Phoenicopterus chilensis), y también especies carismáticas (P. andinus, P. jamesi y P. chilensis). El objetivo de este trabajo se centra en una caracterización hidrogeológica, hidrogeoquímica e isotópica del área y una discusión respecto de aspectos que deben ser tomadas en cuenta para una explotación sustentable de los recursos hídricos subterráneos del sector del Llano de la Vega Helada. Esto, considerando los escasos ambientes naturales con las condiciones adecuadas para el desarrollo de flora y fauna, y una discusión respecto de la factibilidad de recarga a partir de flujos subterráneos provenientes de cuencas vecinas. El estudio se enmarca en los trabajos realizados por SERNAGEOMIN en las cuencas altiplánicas de la III Región y surge a partir de los antecedentes recolectados para la elaboración del Mapa Hidrogeológico de la cuenca del Salar de Pedernales.

Todas las contribuciones fueron proporcionados directamente por los autores y su contenido es de su exclusiva responsabilidad.

Algunos de los más relevantes estudios hidrogeológicos e hidrogeoquímicos en la zona de estudio corresponden a: Henríquez, et al. (1975), Castro (1982), Clavero et al. (1998), Tomlinson et al. (1999), EDRA, (1999) y DGA-UCN-IRD (1999). Estudios geofísicos en la zona de estudio han sido realizados por ENAP (Austin Exploration Inc.,1990) y GEODATOS (EDRA, 1999).

Fig. 1. Ubicación del área de estudio. HIDROGEOQUIMICA E ISOTOPOS Durante los días 18-31 de marzo de 2000 y 17-19 de abril de 2001 fueron tomadas las muestras de agua HAC-1-HAC-44 y HAC-45- HAC-59, respectivamente. Las muestras fueron analizadas químicamente por el Laboratorio Químico del SERNAGEOMIN. Las muestras para análisis isotópico fueron realizadas por la Universidad de Waterloo, Canadá. La mayor parte de las aguas subterráneas del área estudiada son cloruradas-sulfatadas y sódico cálcicas, por lo general superan la norma potable en Total de Sólidos Disueltos (TSD) y Arsénico, excesos de B y Na la inhabilitan para uso de riego y SO4 supera ambas normas (NCh 409 y NCh 1.333 Of. 78), siendo apta, preferentemente para uso industrial. Muestras de agua correspondientes a los pozos SPB-7 y 8 mostraron la mejor calidad de agua, siendo esta potable, con un leve exceso en Fe para el pozo SPB-8. Sobre la base de los antecedentes químicos e isotópicos, el origen de las sales disueltas en las aguas se relaciona a incorporación de solutos como consecuencia de reacciones químicas de alteración y disolución de las rocas existentes en la cuenca, especialmente B y As a partir de las rocas volcánicas Cenozoicas (Castro, 1982), disolución de depósitos salinos, mezcla con salmueras, por evaporación directa a partir de superficies abiertas y evaporación previo a la recarga para el caso de las aguas subterráneas (ver isótopos estables). La evaporación y disolución contribuyen fuertemente en los aumentos de Na, Cl, Ca y SO4. Los valores de isótopos estables de las aguas se concentran en el rango de –10 a –4 para ∂18O ‰ y de –80 a –50 para ∂H ‰, alejándose de la recta meteórica demostrando procesos de

enriquecimiento isotópico producto de evaporación y un origen eminentemente meteórico. En algunos sectores se observan influencias de termalismo como en la Quebrada Panteón de Aliste. En este estudio se realizaron 15 determinaciones de tritio, principalmente en el sector del Llano de la Vega Helada. 14 de ellas mostraron valores menores a 0,8 UT señalando procesos de recarga para las aguas subterráneas ocurridos hace más de 50 años, lo que aplicando la Ley de Darcy podría significar recarga ocurrida un par de kilómetros hacia aguas arriba. La muestra HAC-49 con 2.4 +/- 0.5 UT corresponde a una laguna artificial localizada en el sector del Llano de los Gases Blancos, representando la influencia de precipitaciones actuales mezcladas con aguas pre-1952. GEOFISICA Los estudios geofísicos utilizados en el presente estudio corresponden a: Gravimetría, Sondajes Eléctricos Verticales (SEV) y Transiente Electromagnético en el dominio del tiempo (TEM). GRAVIMETRÍA Los antecedentes gravimetritos fueron obtenidos de estudios realizados por la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) en formato papel a partir de columnas con valores de: gobs, coordenada UTM y altura sobre el nivel del mar. Estos fueron digitalizados y procesados con el objeto de calcular la anomalía de Bouguer (gB): gB = gobs – gt + (∆gFA – ∆gB + ∆gT) donde gobs es el g observado, gt es la gravedad teórica, ∆gFA es la corrección de aire libre, ∆gB es la corrección de Bouguer, y ∆gT es la corrección por los efectos de la topografía. La corrección por latitud no se consideró por estimarse de escasa importancia dado la reducida variación latitudinal en las mediciones. Para el cálculo de la anomalía de Bouguer se consideró una densidad cortical de 2,67 gr/cm3. La corrección topográfica fue realizada a partir de cartas topográficas IGM y a escala 1:50.000. Para la interpretación de los antecedentes gravimétricos se procedió a obtener un Residual que diera cuenta de los niveles más superficiales y de menor densidad respecto de la masa de roca del entorno. El Regional utilizado para ello se basó en una extrapolación de los valores de la Anomalía de Bouguer hacia los bordes de la cuenca, en el límite roca/cuenca sedimentaria. Para este caso y considerando la geometría particular de la cuenca estudiada, se consideró un límite roca/cuena sedimentaria coherente con los valores de anomalías Residuales resultantes. De esta forma el Residual obtenido de la resta entre la Anomalía de Bouguer y el Regional se muestra en la fig. 2. Cabe señalar que esta metodología para el cálculo del Regional es más exacta cuanto mayor es la similitud de los valores de densidad de la roca que conforma el basamento de la cuenca. El Residual mostrado en la fig. 2 fue construido mediante el método mínima curvatura para lo cual se utilizó el software Oasis montaj (GEOSOFT). La distancia considerada para los puntos a partir del cual se construyó la grilla fue 1 km, valor aproximado al considerar ¼ de la distancia entre estaciones localizadas en distintos perfiles gravimétricos. Sin embargo, la separación del efecto Regional de la Anomalía de Bouguer no es completa y tanto el Residual como el Regional están distorsionados por efectos causado por cada uno (Telford et al., 1996).

Salar de Pedernales

Llano de Llano de los Pedernales Gases Blancos Llano de la Vega Helada

Fig. 2. Residual gravimétrico para el Salar de Pedernales con límite roca/cuenca sedimentaria. La fig. 2 muestra el patrón general en la forma de la cuenca, con una elevada anomalía negativa de –17 mGal localizada aproximadamente al centro de los depósitos salinos del Salar de Pedernales. Sin embargo, para el objetivo de este trabajo interesa la anomalía negativa localizada inmediatamente al sur del Llano de la Vega Helada. Según descripciones de pozos e interpretación de líneas sísmicas (ENAP, Tomlinson, 1999) los depósitos que rellenan esta cuenca están constituidos esencialmente por rocas sedimentarias y volcánicas del Oligoceno (Eoceno?) al reciente. Esto podría explicarse por aumentos en la porosidad y en el grado de fracturamiento de estas rocas (Telford et. al., 1996). De esta forma esta anomalía podría explicar una eventual interconexión hidráulica entre la cuenca del río Juncalito y el área del Llano de la Vega Helada. Sin embargo esto es sólo una posibilidad que debe ser confirmada mediante nuevos antecedentes. SONDAJES ELÉCTICOS VERTICALES (SEV) Durante los días 24-29 de febrero de 2001 se ejecutaron 15 SEV en la cuenca del Salar de Pedernales. La tabla 1 muestra la localización de los 3 SEVs que sólo interesan a este estudio. El equipo utilizado fue SYSCAL R2, de IRIS. Las coordenadas UTM y la elevación de los SEVs fueron determinados con instrumental GPS. El arreglo utilizado fue Schlumberger con una distancia máxima para AB/2 generalmente de 1.000 m. El software RESIX v.2. fue utilizado para la inversión de las curvas de resistividad aparente versus AB/2 (separación electródica). Los primeros tres SEV, SEV1-SEV3, alineados longitudinalmente, se realizaron en la cuenca del Salar de Piedra Parada, finalizando con el SEV3 en el límite con la cuenca del río Juncalito. A partir de la inversión de los antecedentes de resistividad aparente se deduce una geométrica acuífera con pendiente hacia el sur, es decir desde la cuenca del Salar de Pedernales hacia la cuenca del río Juncalito, condicionando un eventual flujo de aguas subterráneas de norte a sur, al menos para el tramo donde se realizaron estos 3 SEV (tabla 1). Esto a partir de niveles superficiales, predominantemente secos con resistividad de 110-510 ohm-m que de norte a sur alcanzan profundidades del orden de 200 m, subyacidos por un nivel de 11-15 ohm-m asociado a la presencia de un acuífero, que de norte a sur alcanza profundidades de 630 m, 950m y 2000 m.

Tabla 1. Localización y rumbo de los SEVs. SEV SEV 1 SEV 2 SEV 3

E N 518704 7076257 518180 7076470 518497 7075633

Elevación (m s.n.m.) 4376 4359 4301

Rumbo N 20 W N 40 W NS

TEM Antecedentes de Transiente Electromagnético (TEM) obtenidos a partir de mediciones e interpretaciones realizadas por la empresa GEODATOS los años 1998 y 1999 y publicados en EDRA, (1999) muestran profundidades del orden de 300-500 m para unidades de relleno (3-200 ohm-m) que incluyen los mejores potenciales acuíferos (5-60 ohm-m) para el sector del Llano de la Vega Helada. Sin embargo, a partir de estas interpretaciones y para el Llano de la Vega Helada, de sur a norte, se deduce la presencia de acuíferos a que podrían alcanzar hasta 700 m y más de1600 m profundidad, respectivamente.

HIDROGEOLOGÍA UNIDADES HIDROGEOLÓGICAS: Las unidades hidrogeológicas han sido agrupadas según la clasificación propuesta por Struckmeier y Margat, (1995) y los mapas geológicos realizados en la zona (Tomlison et al., 1999 y Clavero et al., 998) en los siguiente 5 grupos según sus potencialidades para almacenar agua subterránea y el tipo de flujo predominante (intergranular y/o fisurado). Acuíferos intergranulares con alto a muy alto potencial hidrogeológico en depósitos no consolidados a semi-consolidados se presentan en: Depósitos aluviales Terciarios a Cuaternarios (TQala), Depósitos aluviales Pliocenos-Mioceno Superior (MPlia), Depósitos aluviales Cuaternarios (Qal). Acuíferos intergranulares con medio a bajo potencial hidrogeológico en depósitos no consolidados a semi-consolidados se presentan en: Depósitos Salinos Pliocenos a Mioceno Superior (MsPlis), Depósitos Salinos Recientes (Qs), Depósitos coluviales del Cuaternario (Qc), Depósitos eólicos (Qe) y Depósitos de remoción en masa del Terciario Cuaternario (TQrm). Acuíferos fisurados de medio a bajo potencial hidrogeológico en roca fracturada se presentan en Rocas sedimentarias del Oligo-Mioceno (OMs), Ignimbrita Laguna Verde (Plilv), Areniscas y conglomerados continentales del Cretácico (Ksc). Acuíferos intergranulares o fisurados de bajo potencial hidrogeológico en roca porosa o fracturada se presentan en Depósitos de bloques y cenizas (OMbc), Ignimbritas Oligo-Miocenas (OMi), Lavas Oligo-Miocenas (OMv), Depósitos lacustres (Ql). Rocas esencialmente sin recursos de agua subterránea se presentan en rocas intrusivas ácidas del Terciario, rocas volcánicas del Mioceno Superior, Triásico Superior-Jurásico Inferior, y rocas s del Paleozoico.

FLUJOS SUBTERRÁNEOS E INTERCONEXIÓN Las posibilidades de interconexión hidráulica a partir de flujos de agua subterránea en el área de estudio están condicionadas principalmente por la permeabilidad de las rocas y la existencia de un gradiente hidráulico. Entre el 6 y 13 de enero de 2002 se realizaron mediante mediciones de la profundidad de las aguas subterráneas. La ubicación X,Y,Z fue realizada mediante GPS diferencial, con equipo Magellan Promark X CM de resolución centimétrica de 10 canales. Los resultados, interpolados con el método Kriging utilizando el software Surfer 8, resultaron similares, pero más suavizados que con triangulación con interpolación lineal (fig. 3). La dirección de los flujos subterráneos es de sureste a noreste (Llano de los Gases Blancos) y con una componente hacia el norte (Llano de La Laguna).El gradiente hidráulico es de 0.028 a partir de los pozos ubicados en el sector meridional del Llano de la Vega Helada. La ubicación y elevación de dos vertientes para el caso del Llano de los Gases Blancos y la laguna en el sector de La Laguna coincide con la altura piezométrica y la dirección de los flujos de agua subterránea, por lo que se les atribuye una fuerte dependencia del regimen de aguas subterráneas. La presencia de dos vertientes en las cabeceras del Llano de los Gases Blancos se caracteriza por el desarrollo de un riachuelo con depósitos salinos a lo largo de su cauce y la otra por la presencia de vegetación. Esta interconexión es validada por interpretaciones geofísicas (GEODATOS en EDRA, 1999 y este estudio a partir de antecedentes gravimétricos de ENAP) y la presencia de rocas del Oligo-Mioceno (OMs) como posibles fuentes de conección. La posibilidad de interconexión hidráulica entre el Salar de Piedra Parada y la cuenca del río Juncalito, es sustentada al menos para el segmento estudiado con los SEVs presentados en este estudio, los que señalan la presencia de un acuífero que condicionaría un flujo subterráneo desde la cuenca del Salar de Piedra parada hacia hacia la cuenca del río Juncalito. Flujos de agua subterránea hacia el Llano de la Vega Helada podrían provenir directamente desde el Salar de Piedra Parada o de la cuenca del río Juncalito. La primera hipótesis parece poco probable ante la presencia de bloques geológico de escasa a nula permeabilidad conformada por la presencia de rocas paleozoicas levantadas por fallas inversas de extensión regional y la presencia de domos volcánicos (Clavero et a., 1998) que conforman la cadena montañosa que limita estas dos cuencas. La segunda posibilidad se refiere a la zona ubicada entre la cuenca del río Juncalito y el Llano de la Vega Helada, elevada por sobre 200-300 m el Llano de Vega Helada. Esta interconexión podría tener cierto asidero ante las interpretaciones geofísicas de antecedentes de Transiente Electromagnético (TEM) que señalan la presencia de unidades geológicas con potencialidad acuífera (GEODATOS en EDRA, 1999), y de antecedentes gravimétricos (este estudio a partir de datos de ENAP) que apoyan la existencia de una zona de baja densidad asociada probablemente a un mayor grado de permeabilidad. Las unidades hidrogeológicas por donde podría circular agua subterránea entre ambas cuencas son rocas sedimentarias del Oligo-Mioceno (OMs) y localizadamente en Ignimbritas y Depósitos de bloques y cenizas del Oligo-Mioceno (OMi y OMbc). En estos últimos y para el pozo SPB-1 y SPX-1, EDRA (1999), describe para niveles de toba dacítica, asociados a las unidades OMi y OMbc, la presencia de abundantes fracturas en niveles de 12-228 y 22-200 m, respectivamente. Desde el punto de vista químico es difícil atribuir una correspondencia entre la química de las aguas subterráneas del sector del Llano de Vega Helada y la química del río Juncalito, ya que se

necesitan comparar aguas subterráneas. Sin embargo el agua superficial del río Junacalito resultó ser de carácter clorurado-bicarbonatado a sódico.

Fig. 3. Líneas de flujo subterráneo, ubicación de pozos, vertientes y lagunas en el área de los Llanos de La Laguna, Vega Helada y de los Gases Blancos sobre imagen Landsat 7,41. PARÁMETROS DEL ACUÍFERO EDRA (1999) define para el área de los Llanos de la Vega Helada y de los Gases Blancos un sistema acuífero de grandes dimensiones, de carácter mixto, libre, confinado a semiconfinado, de muy buenas propiedades hidráulicas, especialmente en el sector del Llano de la Vega Helada. Con 7 pozos de bombeo EDRA (1999) alumbró un total de 540 l/s, 4 de ellos presentaron rendimientos de 102-121 l/s, valores de trasmisividad de 100-3.000 m2/día, generalmente >1.000 m2/día y valores de coeficiente de almacenamiento de 1,1x10-4-3,2x10-8 (EDRA, 1999).

El sistema acuífero está conformado principalmente por depósitos aluviales TerciarioCuaternarios (TQala). Sin embargo, para explicar la presencia de las vertientes en el sector del Llano de la Vega Helada deben existir zonas de elevada permeabilidad en las Rocas sedimentarias del Oligo-Mioceno (OMs) y localizadamente en Ignimbritas y Depósitos de bloques y cenizas del Oligo-Miocenas (OMi, OMbc). Lo anterior en razón del tipo de rocas y por la presencia de pliegues y fracturas entre el Llano de la Vega Helada y el Llano de los Gases Blancos. Hacia el sur, en el límite con la cuenca del río Juncalito, la presencia de pliegues y fracturas disminuye notoriamente, al menos en superficie. Si se consideran el área de150 km2 para la zona con predominancia de aguas subterráneas en el sector de los Llanos de la Vega Helada y La Laguna, 220 m como espesor para los acuíferos, un coeficiente de almacenamiento de 10%, y un factor de 60% (sugerido por EDRA, 1999) para el volumen de agua factible de extracción, esta resulta ser de 1.98*109 m3. BALANCE Para este ejercicio sólo consideraremos las cuencas del Llano de la Vega Helada y Llano de La Laguna con un área de 540 km2 y una precipitación promedio de 130 mm/año, con lo que se obtiene un valor de 2230 l/s. Para estimar la recarga neta al sistema acuífero se puede considerar un factor fluctuante entre un 10-22% (ver Henríquez et al., 1975 para el valor de 22%), con lo que la recarga efectiva, lo que se infiltra y recarga al sistema acuífero, presenta valores del orden de 220-490 l/s. Según EDRA (1999) la recarga del sector estudiado, proviene del este y principalmente del sureste y considera una cuenca hidrogeológica de mayores dimensiones a la cuenca hidrográfica Sobre la base de un balance hidrológico EDRA (1999) considera un valor de 3.200 l/s para la evaporación desde la superficie del Salar de Pedernales, y descontando los flujos del río Juncalito y La Ola asigna un valor de 1700 l/s para el flujo subterráneo que debería escurrir hacia el sureste del Salar de Pedernales. Si la posibilidad de flujo subterráneo entre la cuenca del río Juncalito y el Llano de la Vega Helada es valida, debiéramos considerar un valor de conductividad hidráulica de 10-5m/s, el que corresponde a rocas sedimentarias e ígneas fisuradas (Struckmeier y Margat, 1995), un gradiente hidráulico de 0.028 (prolongación de los valores en Llano de la Vega Helada), un espesor saturado del orden de 200 m (acuíferos en Llano de la Vega Helada) y una sección de 5 km. Entonces el caudal subterráneo resultante aplicando la Ley de Darcy sería igual a 280 l/s. Este valor se incrementaría en un orden e magnitud si se considerara mayor en un orden de magnitud el valor de conductividad hidráulica o el espesor acuífero, situación que no ha sido demostrada para la zona considerada. Si para el cálculo de evaporación consideramos una superficie de 0.85 km2 para las lagunas ubicadas en el sector de La Laguna y valores promedio para la evaporación de 1.000 a 1.500 mm/año resulta que estas lagunas evaporan 27-40 l/s. Este caudal junto con los niveles de agua de la laguna, y los niveles de agua subterránea que dan lugar a las vertientes que afloran en el sector del Llano de los Gases Blancos debiera ser objeto de un manejo ambiental al momento de explotar los acuíferos del sector de Llano de la Vega Helada. De lo anterior es posible esperar recargas a partir de precipitaciones caídas directamente sobre la cuenca hidrográfica del Llano de la Vega Helada con valores en el rango de 220-490 l/s y recargas a partir de flujos de agua subterránea provenientes posiblemente de la cuenca del río Juncalito con un valor estimado en el rango de 280-1.700 l/s. De esta forma, sin considerar la

evaporación de los cuerpos de agua superficial, la recarga total podría tener un mínimo de 500 l/s, valor que podría jugar un rol importante ante explotaciones similares del recurso hídrico subterráneo. Ante este escenario extremo o considerando una disminución de las precipitaciones y/o descensos en los niveles freáticos producto de la explotación de los acuíferos del Llano de la Vega Helada es posible que las actuales vertientes y lagunas en del área se vean afectadas, perjudicando con ello la fragilidad de los escasos habitats de flora y fauna existentes en la zona. CONCLUSIONES La unidad hidrogeológica con mayor potencial de agua subterránea se encuentra en los depósitos aluviales indiferenciados del Terciario a Cuaternario. Esta unidad conforma los mejores acuíferos, aun cuando en niveles de mayor permeabilidad en rocas sedimentarias del OligoMioceno e ignimbritas y flujos de bloques y cenizas del Oligo-Mioceno también existiría cierto potencial hidrogeológico, el que permitiría la interconexión hidráulica a través de flujos de agua subterránea desde el Llano de la Vega Helada hacia el Llano de los Gases Blancos. Los acuíferos, en la zona son del tipo libre, semiconfinado a confinado, con espesores reconocidos de 220 m, rendimientos de hasta 121 l/s, valores de transmisividad de 100-3.000 m2/día y de coeficiente de almacenamiento de 1,1x10-4-3,2x10-8. El volumen de agua factible de extracción, para el área de los Llanos de la Vega Helada y La Laguna se ha estimado en 1.98*109 m3 La calidad química de esta agua presenta excesos de TSD, B, As, Na siendo apta para uso industrial, y puntualmente potable (pozo SPB-7). El origen de las sales disueltas en las aguas se relaciona con incorporación de solutos como consecuencia de reacciones químicas de alteración y disolución de las rocas existentes en la cuenca, especialmente B y As a partir de las rocas volcánicas y disolución de depósitos salinos, mezcla con salmueras y por evaporación directa a partir de superficies abiertas y previo a la recarga para el caso de las aguas subterráneas. Las aguas subterráneas de este sector según los análisis de tritio indican procesos recarga ocurridos hace más de 50 años. Las vertientes y lagunas del sector de los Llanos de los Gases Blancos y La Laguna en conjunto con los habitats de flora y fauna desarrollados a partir de estas, presentan una dinámica controlada por el equilibrio hidrogeológico existente en la zona. Así, ante una explotación desmedida de estos recursos podría afectar los ecosistemas desarrollados en torno a estos habitats, en particular ante la eventualidad de disminuciones en la recarga de los acuíferos. La recarga pluviométrica se estima en un máximo de 490 l/s para la cuenca de los Llanos de la Vega Helada y La Laguna. Antecedentes hidrogeológicos, isotópicos y geofísicos sugieren la factibilidad de recargas a partir de flujos subterráneos provenientes de la cuenca del río Juncalito hacia el sector del Llano de la Vega, estimándose esta en por lo menos 280 l/s. Se recomienda comprobar esta hipótesis a partir de perforaciones y análisis isotópicos de elementos que permitan comparar las aguas subterráneas de la cuenca del río Juncalito con el agua subterránea de los pozos del Llano de la Vega Helada. Cabe señalar que a partir de interpretaciones de SEVs se deduce una posible interconexión subterránea entre las cuencas del Salar de Piedra Parada y la cuenca del río Juncalito. Tanto la recarga directa a partir de las precipitaciones como la recarga a partir de flujos de agua subterránea, cuando existen, son fundamentales para estimar la sustentabilidad de la explotación del recurso hídrico subterráneo. Para el sector estudiado existe un acuífero de gran potencial en cuanto a cantidad y calidad de aguas subterráneas, que bajo un adecuado control y monitoreo de

las vertientes y lagunas existentes permitiría una explotación de los recursos hídricos subterráneos sin perjudicar los habitats allí desarrollados. Estas consideraciones debieran ser atendidas al comenzar la explotación de acuíferos sujetos a condiciones similares, es decir bajo un delicado equilibrio, considerando los restringidos valores de recarga, elevada tasa de evaporación del agua superficial, y presencia de vertientes y lagunas condicionadas por flujos de agua subterránea. Estos últimos, son los que finalmente favorecen la presencia de los escasos habitas de flora y fauna existente no sólo en el área estudiada, sino en numerosos sectores del altiplano del norte de Chile. AGRADECIMIENTOS A Marcela Venegas, Alejandro Fonseca y Sergio Iriarte por su apoyo fundamental en los trabajos de terreno. A Sven Renner y Sergio Iriarte por inspirar el tópico de este trabajo. A Marcela Venegas por el apoyo en el procesamiento de la información hidroquímica preliminar. A Svenn Renner, Ramón Aravena, Marcela Venegas, Rita Arqueros y Renate Wall por sus sugerencias y comentarios. A EDRA S.A. por facilita sus informes. A Placer Dome por permitir el muestreo de sus pozos. A CODELCO-EL Salvador por facilitar alojamiento en el campamento Juncalito. REFERENCIAS Austin Exploration Inc. (1990). Gravity interpretation. Salar de Pedernales area, Chile. Nove, ver 15, 1990. 10333 Westoffice Drive – Houston , Texas 77042 – 713/780-7141. EUROCAN VENTURES LTDA. Castro, S. 1982. Estudio geológico e hidrogeológico del sector norte del Salar de Pedernales y de las áreas de Cerro Doña Inés, Salar de los Infieles y Llano de las Vicuñas, III Región, Atacama. Universidad de Chile. Memoria para optar al título de geólogo.129 p. 2 planos. Clavero, J.; Gardeweg, M; Mpodozis, C. 1998. Mapa preliminar de la Hoja Salar de Piedra Parada, Región de Atacama. Servicio Nacional de Geología y Minería, 1 mapa escala 1:100.000. Santiago. (Hoja Panteón de Aliste). DGA. 1987. Balance Hídrico de Chile. Ministerio de Obras Públicas, Dirección General de Aguas (DGA). 35 mapas, 24 p, Santiago. DGA-UCN-IRD (1999). Geoquímica de aguas en cuencas cerradas: I, II y III Región - Chile. Estudio realizado por Françoid Risachert, Hugo Alonso y Carlos Salazar. Dirección General de Aguas (DGA)-Universidad Católica del Norte (UCN)-Institute de Reserche pour le Développment (IRD). 4 v. Santiago. EDRA. 1999. Hidrogeología Sector Cerro Pampa. Trabajo encargado por Placer Dome Latin America. 67 p. Anexos A-H. Exploración y Desarrollo de Recursos de Agua S.A. (EDRA). Struckmeier, W. F.; Margat, J. 1995. Hydrogeological Maps. A guide and a standard legend. International Association of Hydrogeologists (IAH). Hannover 1995. (International contributions to hydrogeology; Vol. 17. 177 pp., 29 fig., 6 tablas, 4 plates). ISBN 3-922705-98-7. Henríquez, A; Montti, C. Falcón, E. 1975. Estudio hidrogeológico de la Cuenca del Salar de Pedernales. Provincia de Atacama. Instituto de Investigaciones Geológicas (IIG). 23 p.3 figs. Telford, W.M.; Geldart, L.P.; Sheriff, R.E.; Keys, D.A. 1996. Applied Geophysics. Cambridge University Press. London New-York-Melbourne. 770 p. Tomlinson, A.; Cornejo, P.; Mpodozis, M.. 1999. Hoja Potrerillos, Región de Atacama. Servicio Nacional de Geología y Minería, Mapas Geológicos No. 14, 1 mapa escala 1:100.000. Santiago.

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