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Pérez Martín, Norma, "Los negros de hoy en Buenos Aires", El Muro Cultural, Argentina, [s.f.]. Consultado en: http://murocultural.com.ar/Columnistas/cperezmartin09.html Fecha de consulta: 12/06/2013. En abril de año 1982, mientras los jóvenes argentinos morían en las Islas Malvinas, apareció en la ciudad de Buenos Aires la primera edición de mi poemario titulado Ceremonial de la piedra. Allí incluí, con ritmo popular y lenguaje simple, por considerarlos los mas adecuados para el tema, el siguiente texto:
Poema negro
Bailan los negros suena el bongo grita el yoruba canta el bantu. Arden al viento las zamacuecas, cumbias, batuques, sones, bembe. Llora la danza gimen los ritos del dahomeyano y los benguelas. Vienen llegando San Benito y Baltasar. Es día de reyes marca el tambor es seis de enero Página 1 de 5
piensa el negrito, pero el juguete no le llego.
Releo este libro, inspirado en nuestra América mestiza y doliente, (reeditado en 1989,en La Plata, provincia de Buenos Aires ) y me pregunto ¿que paso con la población negra de Argentina? ¿de aquel 80% de africanos y descendientes con que contaba la ciudad portuaria, cuantos sobreviven hoy? antes de responder, hagamos un rápido repaso histórico.
El especialista en la materia y serio investigador argentino Jorge Emilio Gallardo publico en 1989, entre otros numerosos ensayos, uno titulado Etnias africanas en el Río de la Plata.
J. E. Gallardo no solo estudia a los afrouruguayos, sino a los llamados "morenos" de Buenos Aires (antes y después de la independencia). Acompaña este estudio una nutrida y actualizada bibliografía, que debiera difundirse mas y mejor. Solemos los argentinos seguir negando la presencia y participación de los negros en la vida del país. Hace falta reactivar la memoria con obras como la titulada Argentinos de origen de Marcos Estrada, en cuyas páginas el autor ofrece 34 biografías de poetas, payadores, artesanos, militares, ingenieros, bomberos, empleados subalternos, etc. etc. injustamente olvidados.
El heroico soldado de San Martín, argentino de raza negra, cabo segundo Antonio Ruiz, perteneciente al Regimiento Río de la Plata y veterano de 14 años, paso a la historia con el sobrenombre de "el negro Falucho".
No es una leyenda. Su estatua se levanta en la capital argentina (próxima a plaza Italia) y parece seguir repitiendo aquellas palabras Página 2 de 5
pronunciadas antes de ser fusilado por los realistas: "¡Viva Buenos Aires!".
Transitando por las calles porteñas, la iglesia Nuestra Señora de Monserrat (ubicada en Balcarce Nº 1151 terminada de construir en 1865) guarda silenciosas memorias. Allí solían concurrir muchos negros esclavos en la primitiva capilla de adobe, levantada en 1756. Ellos conservaban sus ritos, mezclados con la liturgia católica; oraban y encendían velas al ritmo de sus candombes. Cuando en 1871 la fiebre amarilla asolo la ciudad esta iglesia se convirtió en dramático centro de atención de los enfermos, que luego morían a centenares. Una publicación aparecida en el diario Clarín el domingo 2 de agosto de 1997 dio cuenta de hallazgos desenterrados en esos días por un grupo de arqueólogos argentinos. En el patio de la casa de María Josefa Ezcurra, ubicada en la calle Alsina Nº 455 encontraron cerámicas hechas por esclavos, también en la plaza Roberto Arlt, otros estudiosos descubrieron recientemente cerámicas afro moldeadas a mano. Sin duda el barrio de San Telmo, que fue ámbito de la población negra, debe guardar aún mu-chos elementos utilizados o trabajados por esclavos y libertos.
Negro cocinando mazamorra. Foto de 1890.
La niña y su criada negra.
Los tiempos han pasado, pero no la pobreza ni la discriminación. Otras formas de esclavitud existen entre nosotros. El canto y los tambores continúan expresando el dolor de pueblos oprimidos. Hacia 1940 el poeta Homero Manzi y el músico Sebastián Piana crearon la milonga negra, aportando: "Ropa blanca, Papá Baltasar, Negra María" (esta última con música de Lucio Demare). Por su parte, Alberto Castillo incor-poro a su repertorio tanguero, candombes, poniendo sobre los escenarios sus "morenadas". Interesa tener presente, en la actualidad, los candombes argentinos, creados e interpretados por Página 3 de 5
grupos de descendientes africanos. Famosos y reconocidos son los candombes uruguayos. Pero desde este lado del estuario, también cantan y bailan su dolor secular. La banda llamada La Familia Rumba nuestra, constituye uno de los testi-monios conocidos. "Los tambores se tocan con la mano y no con los pali-llos como en Uruguay ", explica e padre; que le da la voz al grupo.
Nombres como Egle Martin, de este lado, y Rubén Rada, desde la otra ori-lla del plata, han conquistado notoriedad internacional.
Todo cuanto aquí estamos revisando no significa, romántica elegía que evoca épocas superadas. La esclavitud padece nuevas estrategias que la globalización instrumenta desde los países hegemónicos. Los negros continúan siendo discriminados en argentina, como en tantos otros rincones del mundo "moderno". Recorriendo las páginas periodísticas, encontramos noticias alarmantes. No me refiero a las conocidas, y cotidianas (secuestros asaltos, robos, drogas, violaciones, corrupción, etc. etc.) me remito al tema que nos ocupa, desde una publicación de Clarín, fechada el 24 de agosto de este año 2002. El titular dice textualmente: "una mujer denuncio que la discriminaron por ser negra" (página 30 del citado matutino). María Magdalena Lamadrid (quinta generación de argentinos) fue detenida durante seis horas en la oficina de migraciones, en el aeropuerto de Ezeiza, cuando al presentar su pasaporte le dijeron que "no podía ser argentina, si era negra". Ella, como responsable de la organización "Africa vive", desde donde lucha por los derechos de los afroargentinos, se disponía a viajar a Panamá. Estaba invitada a dicho país para participar en el primer encuentro sobre la vida y obra del Dr. Martin Luther King Jr. Después de perder el avión María Magdalena Lamadrid, con dolor y a la vez con orgullo, declaro, mostrando su pasaporte: "me preguntaron si hablaba castellano, o si era peruana y me decían que el pasaporte no podía ser verdadero porque yo era negra" Solemos emplear palabras de origen africano sin avergonzarnos. Algunas han caído en desuso pero no, la mayoría como: matambre, mondongo, quilombo, tamango, candombe, tango, malambo, mandinga, etc. Pero a la sociedad argentina, en su gran mayoría, le cuesta respetar como a sus iguales a hombres, mujeres, jóvenes, niños de piel oscura.
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Abrí esta nota con un poema y la cierro con otro, también incluido en mi libro Ceremonial de la piedra. Este se titula Nana de los cachorros del cual transcribo un fragmento: Hedientos cachorros hilando sus penas como sus mayores. El aliento brilla por sus cuerpos frescos. Sabios y pausados todos se adormecen. MARÍA MAGDALENA LAMADRID. FOTO DIARIO CLARÍN
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