CONTINUA CAITA RETRACTARIA D.JUAN ANTONIO RAMIREZ CLARO

CONTINUA LA CAITA R E T R A C T A R I A DEL BACHILLER D.JUAN ANTONIO RAMIREZ CLARO. '1 'iß s. / ENTRETENIMIENTO OCTAVO, SOBRE LA HABLA DE

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CONTINUA LA

CAITA R E T R A C T A R I A DEL

BACHILLER

D.JUAN ANTONIO RAMIREZ CLARO.

'1

'iß

s.

/

ENTRETENIMIENTO OCTAVO, SOBRE LA HABLA

DE

LAS

LECCION VIL QUE FIESTAS

D-E

IGLESIA y

¥

adorno de los Templos. Y por lo ^m se intenta impugr^ !a Sección V I I I . def ía¿ Panoplia* Mro* " f ^ R Ju níspero 9 traiga V. Caridad aquellos papeles que lian de servir al Entretenimiento de esta, tarde, para »o detenernos quaiido venga nuestro Bachiller: traiga también su Caridad este tomo de Belarmino que está sobre- 1» Mesa,, por si acaso- s t ©frece evacuar alguna cita. Pr».Jutti$p Padre Maestro, eso tenemos? Ño nm huele bien esa prevención:: vos pop ellos-,., y ya está aquí el Sr*. Bachiller. Bn "Dios- dé-' 4 Vmds.* muy btiezfsr* t&refesj; Hacía ya falta, P. Fr. Jünispero? i < V Jmisp N o Señor: vuelvo , qu& voi por los pa-

39 o papeles y Belarmmo. Mtro. Has descansado de la faena de ayer tarde! Br. Y o no tengo por qué cansarme. V, P. es el que lleva todo el trabajo, y el que ha tomado sobre si toda la molestia, y yo creo que otro que menos instrucción, no le seria posible continuar v jviese sin interrupción esta faena. Mtro. Para mí no es molestia particular : sino estuviese entretenido en esto, había de ocupar el tiempo en otra cosa, y tai vez de mas trabajo. Fr. Junisp. Aqui está todo lo que V. P. me ha pedido. Mtro. Pues ya está todo pronto, empecemos nuestro Entretenimiento » poniendo i la vista como tenemos .de costumbre, el E eneo de citas y autoridades falsas; porque aunque son muy pocas las que no copia de JBelarmino, de modo, que exceptuando la de JFleuri, y («tra que se halla ai fol. 140, y no se sabe sì la ¡cita està en A r á b i g o , y el latin en C h i n o , las ,demás todas^ sino rae engaño, son copiadas de JBelarmino, y no obstante machas contienen este vicio. Las de S. Geronimo y S. Bernardo como citadas en la Panoplia, se hallan fieles en sus citas y ,en sus palabras. Vengamos á los testimonios, que solo nos propone -en reiacioji, notándonos los lugares .donde se hallan las palabras. La primera ci-* ta es de Eusebio «n el lib. 8. cap. 2. fíist. Esta cita aunque 110 es falsa; pero lo es el motivo porque la alega . La segunda es de S. Atanasio in Apolog. pro fuga ; pero esta es enteramente falsa , pues el Santo ni una palabra írae de Jo que diee el Señor Catedrático . Sigue con otra de S. Agustín la mas graciosa del .mundo. Ella es propia del discernimiento del Señor Catedrático, pues por S. Agustín de cuyo sentimiento habla, nos remite para que nos convenzamos á la letra de Fausto Maniqueo. Continua

39* nua proponiendo dos testimonio» de S. Marcos, el primero al cap* 13. donde este Evangelista nada - dice de lo que alega r y el seguido al cap. 14. que le iucede lo mismo » En estas pecas autoridades j citas, ya ves qua 11 tas falsedades se encuentran* Br. Padíe Maestro, yo estoy asombrado al i e r , que apenas se encuentra autoridad Ò-' c i t a , que no sea Mtro- Sobre este fimdaintato,, qué se ha de erigir,. que no sea« ruinoso i Y o creo que par» responder i quanto se dice en esta Leccien r no es menester mas que repetir lo que se ha diche en* la- Panoplia^ puefr tu Catedrático «o hace mas que reproducir lo que dixo en sus reflexiones,. si» hacerse cargo de lo que íe le re?'p» lidió en aquel Escrito ^ En él se manifestò la diferencia que había: entre el modo de hablar, y fin? que tenia. Lutero ere sus- expresiones ,, y los deseos santos y espíritu; de veidadera» Religión que animaba al Panopiista:; que aquek Heresiarcai ridiculizaba las funciones de los Catolices r impugnando quanto ài la, sustancia! y quanto al modo, las Santas Cerem< nías de la Iglesia , y la gravedad de su abarato: y este pon el contrario reprehende los abusos „ haciendo ver quaJ es el» espi r; tu de la Iglesia eix sus festividades-, alabandolo como es» j u s t o , è impugnando1 con« solidez* los ''desordenes», de una., piedad »nal entendida,, que desdora- con inveneioües de su Capricho e l decoro de la. E posas Santa ^ queiiendo constituir el« espíritu de Religión en¡ exterioridades estrepitosas que lexos- de fomentar la devoción! de los fieles,. la» dL traen;. Se le"* han hecho v e r los adornos del. Tèmpio...», q u e se l e reprehenden? c o » l a autoridad del Sabio Muratori«,, que se refino en latin en là» Cartai Apologetica, y se reprodujo e » nuestro idio» » a i en» lai Panoplia;; y ;'cbmo> sii nada- se* hubiera*, dicho sobre este punto,, vuelve á xepitw te mktm can-

camínela de hereges y heregías, y que el del Panoplista se roza con el de estos hombres perversos. Se declara con toda expresión quales son las demandas que se reprueban, y sin hacerse cargo de las reprobadas* y permitidas, y lo que se lia dicho sobre el asunto, vuelve h repetir, que .en el Sagrario se consienten las demandas, y que porqué no se han de consentir en las demás Iglesias; como si tuviera alguna comparación lo uno í o b lo otro. Estos son los tres puntos que contiene esta Lección, tratados con .bastante solidez en la Panoplia» y los que no se impugnan por tu Catedrático ahora; sino repitiendo lo .que jdixo en Jas ^Reflexiones , y fue confutado con bastante claridad por el Panoplista. Fr. Junisp. Padre Maestro,, y o no estraf-o esto en el Señor Catedrático^ porque me acuerdo, que habiendo ido á confesarse un Pastor, le díó el Confesor en penitencia, que rezase tres Credos-, pero al oír la penitencia., empezó á llorar amargamente; preguntóle el Confesor, si aquellas lagrimas eran por hafcer ofendido h Dios. No Padre, respondió el Pastor, que yo .no pienso ahora en .eso; sino que habiéndom e Vmd. dicho, que reze tres Credos,, yo no sé mas que uno, y no s,é donde he de sacar los otros d a s . El Señor Catedrático no sabe mas que esa respuesta, y asi se ve en la presiden de repetirla,» venga ó no venga. Mtro. Examinemos con brevedad cada uno de estos tres puntos, que hacen el ,todo .de esta L e c c i ó n . En el primero que es el de las fiestas particulares, solo dice., que el lenguage de los Paaoplistas se roza con el de los hete-es. Aunque esto no debia merecerlos atencitn alguna, por estar suficientemente desvanecido en la Pamplia: no obstante , oig a al Señor Valero dando instrucciones á sus Obejas Carta Pastoral, cuyo lenguage no teudrá

'393

«fri valor el Señor Catedrático de inculcarlo con él de los hereges. „ A y hijos míos, dice, asi sucede „ quando es la voluntad la que domina.Mas qué mu„ cho, que con la capa de festejos á Dios y á sa „ Madre, nos querramos nosotros holgar en las pla„ zas, si queremos hacer lo mismo en las Iglesias, „ en las quales &on Músicas por la mayor parte, de „ festines, y las que se van introduciendo , y casi „ generalmente se oyen asi en los Organos como ea „ los Villancicos? cou lo quat la Música que debía „ conciliar la devocion y el respeto, sirve de diver„ tirla coa 4o qoe iisoagea al oído; y la mayor las„ tima es, que en nada se hace reparo. " Sigue despues este sabio Prelado advirtiendo tus desordenes, que en algunas funciones se cometen, y particular« mente en las que se hacen de aocfle; y previniendo las respuestas que suelen dar sus factores, intentando abonarlas t a j o el pretexto de su tolerancia, exclama Heno de celo-. „ Si algunas cosas se permite» es porque no se conocea t , en semejantes noches, no „ Jos inconvenientes gravísimos , ni con permitirlo 1® „ aprobamos; sino á mas no poder, y por evitar qui„ za otros mayores que se puedan seguir. " Ultimamente concluye este punto , exponiendo lo mismos motivos que alegan los Panoplistas en orden ai espíritu que anima á estos Supersticiosos devotos en el aparato de sus fiestas: " Satisfacción verdadera, dice, „ pero lastimosa y digna de llorarse Con lagrimas de „ sangre, al ver lo materialmente que se celebran las ,, fiestas, y se oyen las Misas, robándonos qua§i to„ da nuestra atención, y curiosidad las cosas terreO h ! y con quanto miedo debemos esperar el en el Divino Tribunil. " (8o| Ddd Si

Cari* Pastoral del Sr. V y que les franquea una piedad solidáis y una. devora n verdadera ; sino» de aquellos que inventa elf cap*fcfio> en fiestasparticulares, y que lexos; d e excitan ia¡ deveeio»,-, la perturban? y las distraen^" y pc'x 'eso-' tengo por' un plagio-importuno todo- quanío copiaí ttr Catedrático d e Be lar m i n o , como después.- lo- fiaré-' ver - c o » mas» extewienv - / Br- Padre Maestro r estoy cenve-ncido* p o r eü -ra-, ciocinio de V- E , . que el asunto de Berlamino* es muy distinto- d e e l dé" los PaaopJisras- r y que-- 1» copia; que hace de los escritor de este Cardenal no es oportuna; pero-. V. P. dixo también, que- 1© que aleg® mi Catedrático- d e la Historia de 'Eusebio-,, -auique no

medio á los fieles para que contribuyan con sus »as, que como hemos visto es la tercera razón que a'ega este Cardenal , y ha suprimido el Señor Catedrátíco. Terüo reprehendí* quodjufstus eawsa^amarent No^lo*serán K porque pinten monas, tigres, leones, cen, que sirven solo a la diversión, y es otra de contra los Monges ; pero lo por ©tres »«ïm^it^ nue nresentan. por las ri, las flores y y otras cosas que solo contribuyen a _ e fin, y que han sido el objeto de la reprehensión de los Panoplistas. Si el lenguage de estos como dice «1 Señor Catedrático, se roza eon el de loa ae rozará igualmente el de Belarmino que < mismas razones , dando la genuina inteligencia á las palabras de San Bernardo, conque ha querido el Sefior Catedrático alucinar al vulgo sin entender a l u n o , Puede ser haya conseguido su- fin para con algunos necios de los que aplauden sus talentos; pero los horade juicio que piensan con mas madurez lo que e* la Religion, y hablan con mas solidez del verdadero culto aJ vir estos desconciertos^ se habrán reido sia

> y ^ ^

r y lo que dice mi Catedrático , el- lenguage de los- Panoplistas ; pero V. P. ha emitido la ue alega un poco antes , y a to para mi total desengaño. Mtro. M e ha llevado la ateneíotf ía doctrina dt V parque qualquiera que haya leído ^ g r a I 1

4*3 satisfacción conque nos remite á ver confundidos los Panoplistas en los escritos de este Sabio , jamas se podra persuadir, que Belarmino dice todo lo contrario, sino se le hace ver con toda esta evidencia, Además que estoy ya cansado de rebatir tantas necedades, y por eso las pasaba en silencio; pero ya que tú quieres que me haga cargo de ellas, voy á hacerlo. L a primera que cita es del capitulo trece de San Marcos, y por ella nos quiere persuadir , que el Evangelista refiere el cuydado que tuvo Jesu-Cristo se adornase el Cenáculo, que fué la primera Iglesia del Cristianismo. Mas lo uno y lo otro que dice, es falso; porque coma le he dicho y a , no es el capitulo trece en donde San Mareos refiere este h e c h o , sino en el catorce* También es f a l s o , que Jesu-Cristo mandase adornar el Cenáculo; este lo estaba y a según la costumbre de los Judíos r que acercándose el tiempo de la Pasqua, preparaban sus casas para recebtr los huespedes que de todas partes venían á Jerufalén h celebrar la Cena del Cordero , para c u y o efecto los nobles tenían en sus; casas piezas destinadas á este efecto , las que adornaba» magníficamente, para celebrar esta festividad y solemnísimo sacrificio, como dice Silveira : Instructus fue erat heus mensis lectis (nam recumbentes solebant vt» teres cenare ) el etiam sedilibus , ac aliis necessariis ornatié* qua erat tapetibus r fioribus, frondibus , ac eportuné, & pratiosa supellmM prout dicens erat ad so¡emnem Pascba Cmmm celebrandatn , mdeque tota do* Jesu-Cristo h sus' Discípulos para que adornasen el Cenáculo , el lo estaba por su dueño según la de los Judio», y los Apestóles solé llevaron la de preparar lo necesario para la Cena, L a

Ápud SUveir. ut su^

gunda autoridad que cita , es del capitulo catorce del mismo S d i i Mai eos, y de quien refiere estas palabi as: Magister -aspee quales lapides , & quales structura; pero ellas no son del capitulo catorce , sino del trece. Valgan»e Dios! que todo lo ha de errar este Señor« Siti duda no ha de estar en su mano: su magestad parece le ha concedido el d >n de errarlo todo , y lo desempeña á satisfacción. Con .estas palabras dice el Señor Catedrático, celebraron Í03 Apostóles à Jesti-Cristo la sunM'jsidad del Tempio de Jerusalèn, y ninguna ocasión d i c e , parecía mas op >rt nut qae esta, para que el Señor .hablase contra m .magnificencia, y reprehendiese i los Apostóles aquella especie de complasencix que manifestaban por m hermosura. JSu efecto,, Ja ocasión era muy .oportuna para Instruir à los Apostóles en lo que hacia las delicias del Señor ,, y asi lo practicó respondiendo à ios Discípulos, que de todo aquel magnifico edificio no había de quedar piedra sabre piedra; porque no le deleytaba l a estructura material de los Templos, sino ,1a espiritual de los justos. O j g a m o s 1 San Juan Chrysostomo ; Momo in conversatime parietum delectatur ; Deus autem in conversatione Sanctorum, ¿ícente Probeta , Domine dilexi decorem domus tuce, & iocum habítationis gloria tuç. Qùem dewmm l Nra9S0ü , presan.! !e d . JE'te es el objeto de su culto, y á q-ji-ví ..aumente dirigen su adoracion» Cóm to non est., Si primum: hoc modo colitur in omnibus fesùvkaìibm Còristi. Si secundum: iste modus, erniebrandi indiscreti devmioms. partus est, actrn f§mineh pietatis, m sùpersmioném dgclinmtis > redole*, & gravissima* & serio spirito Ecclesia alienus est. ( 3 6 ) Si su intención pues, se conforma con su creencia, l o mismo adoian en qoalquiera festividad de Jesu-Cristo,* que en la del Coraron; á qué pues tanto empeño «n restringirlo presisainente al Corazon »prescindido d® lolla otra parte del Cuerpo i Por lo que debes estaf p4rsuadido, que una es su creenéia, y otro su cultoi í f por lo que respecta à que la intención rectifica lai acciones, este es un error execrable: quando el objeto * p sj es » y supersticiosa, la Intención no rectifica Jas acciones ,. como habrás kisto en la Panoplia co« el exemplo de los Ritos Chinescos , y Malabaricos, que fué proscripto por la Silla Apostolica, no obstante Ja buena intención de los extinguidos Jesuítas , que lo proponían à aquellas Naciones , no como un culto .religios o , el qae intentaba», tributar^ sino el de conformarse c n las costumbres patrias, miradas solamente como ac4 ciones civiles,, y con el. fin d e atraerlos por este medio al verdadero cu to» Mai el Señor Clemente X L , y f l Señor Benedict* ». Xlfc, sin tener algún respecto. t à aquélla »ofendo» condena»©* los Ma.-abaílcws^ -como supersticiosos y ' " • • : Welfo,m Feto sup* banc rem t.

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mmeñbUs i f R veste'W1& de" los c k o s - e n qtíe la buena intención no rectifica las acciones: para que esto se uerifique, es menester suponer entes, y probar, que el culto no contiene en sí cosa alguna, que sea supersticiosa y centraría á la pureza de la Religión. El del Corázon de Jesús, terminándose á un objeto que í o h a y , y qne es contrario á la creencia, no puede la buena- intención justificarlo y sacarlo de la línea de »falso y supersticioso. L o que has propuesto comparando la naturaleza Divina con la humana, es mucho mas absurdo, Queriendo átribuir con esta comparación la simplicidad é indivisibilidad de la naturaleza Divina á la humana, 6 la divisibilidad y quantidad, mole de la naturale2a humana á la Divina; sin cuya transmutación no puede venir al caso el exemplo que has propuesto, de que quien adora á una persona D i v i n a , adora h todas tres por ser únala naturale* sw; y que asi siendo una la naturaleza humana, el que adore el Corazon, que es una parte de e l l a , la adora á toda. O no te explicaron bien la materia de Trinidad: ó sí te la explicaron, t4 no la has entendido. Para que te hagas cargo cómo en, Dio» puede ser esto, y no en la naturaleza humana: ©ye cómo explica un Sabio esta materia, para hacer ver sos disparates k los -Cordicolas: „ Quanto es verismo ,, dice, » que quien adora una sola persona, adora te da la Di, , «lúa naturaleza; tanto es falsísimo, y erroneo, que * qualquiera que, adora una parte de Jesw-Cristo , ado„ ra toda la Humanidad::: La Divina naturaleza es „ una sustancia sumamente espiritual, indivisible,. y „ simplicisima: ni puede por paites, ni por difusicn, n i dilatación, ni expansión alguna, ce na.nicarse fjel „ Padre al B j o , ni de los dos al Espiiitu Santo!r si» n o ^ e toda entera se ccraunica, y se posee de uiia » sola P e r s e a igua mente que de tedas tres juntas: y ^ de aquí e s , que no es menor Dios el Padre s o ^ *

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„ que el Hîjo | y el Esplrltb Santo ¿ «y t)raz n no es la Humanidad, à la qual toda se „ unió el Verbo D i o s ; y por consiguiente no adora i , à Jesu-Cristo, que es el Hombre D i o s ; sino á u n i „ partícula, á un musculo de su Cuerpo adorable, si „ no que d i g a , que ama á un máscalo D i o s , que es „ la mayor extravagancia que se ha oído jamas en 1« „Iglesia. ' - -; ' „ E n la adoracion de una sola Persona, se adora „ á toda la Trinidad: porque por la numérica identi„ dad, y unidad de naturaleza summamenre indivisible, j , todas las tres personas existen, Ja una en las otras, , , tanto como en si m i ¡»ma : Eg;^ «n P a t r e , Se Pater i a Duct.iisimns Pe9 t me est. Inde Patres col;gunc { inquh „ tavius, lib, H .:e Triniute cap. i 5 n u n . i. ) q iod i.tero , • qt? :.< ¡ l o explicar la que nu¿i9 9 unas ir -: „ tros Latinos llaman Circv> xindisionetn. „ Esto no se puede decir de as partes del C íer, , po de Jesu C* isto, que por una címpeaetracion im» perceptible existan t da> c ¡ti una parte . .ua. V. G . en el c o r a z o n , y en el coraz a c. c e r e b r o , 1 > o j o ^ los dientes, los labios, el higawu, la melsa , el ao.lo» , , m e n , los brazos, las pierna^, los pi?s, y ímalmrute „ las uñas. In triduo éuortis, se a loraba á t do O b r o „ en su Cuerpo separado de su a'nic, y en mí ¿,£ig;e , , separada de su C u e r p o ; mas n » sr. ad raba el todo -.toda «junU* la Humanidad*.- Têtus, 9 f d e Cristo ; esto es» u

*****

'47 1 „ „ „ „ „ „ „ ,, p

non tótum1} ccmm * lo ' dice''"élv'írrccirparable *?an Agus* tin : se adoraba á te y a . " ( 5 9 ) Bastan estos, rasgos para conocer . los favores, gracia;, y beneficios que dice tu Catedrático debemos al Corazón, y los cultos, que por esta razón debemos tributarle. Seguir paso á paso estas proposiciones, y manifestar los absurdos, que de cada una de ellas se siguen, seria hacer e*ta obra interminable: por tanto consultando á la brebedad, reduscamoslas a ciertos puntos capitales que las abracen rodas. n

I. Es absurdo decir, que el Corazon como lo consideran los Cordícolas es la cosa mas noble, mas per» fecta 'i y mas excelente de todas las criadas. II. Es falsísimo, que el Corazón sea el Sugeto de todas las virtudes, T r o n o , y Habitación de los Dones del Espíritu Santo. III. Es un error intolerable, afirmar que el Coraaon solo y únicamente, sufrió y toleró toda la Pasión interior de Jesu Cristo, haciéndolo por este medio el autor principal de nuestra Redención: no lo es menos, que se refunde» en el Corazon todo los honores cue se tributan á la Persona del V e r b o , y vice verm , que redundan en esta todos los cultos que se tiíbutan al Corazon, haciéndolo objeto de todas las adoraciones y Cultos de que es capaz la Persona del Verbo. Demostremos la verdad de estos tres puntos. I. En primer lugar, es falsísimo que el Corazon . . .h . í " 'de (59)

ídem

§.4.

dé C#íko sea ta dosa mas excelente, y mas nc h!e de todas criadas. Esta es una verdad tan clara , que la misma razón libre de preocupacii nes la conoce; entre las cosas criadas hay cuerpos y espíritus; nadie ha dudado, que todo espíritu es mas noble que el cuerp o : el corazon r o es espíritu; sino cuerpo, conque •s menos perfecto, menos excelente, menos noble, que ©tro qualquier espíritu. Solo este raciocinio basta para convencerse de la verdad que he propuesto. No obstante autoricémosla con testimonios irrefragables. He dicho, que el Corazon de Jesu-Cristo por ser Cuerpo , es menos noble y excelente, que todo otro qua!quier espíritu: y en efecto asi e s , aun respecto de nuestra alma , que en este orden es la mas imperfecta; esta comparada con el Cuerpo de Jesu Cristo como es en si, es mas perfecta, mas excelente, y mas noble que él; como la nmma Alma de Cristo en sí considerada, es menos perfecta que los Angeles: Oigamos á Santo Tomás declararnos con teda expresión esta verdad: Anima autem Christi, d i c e , quod sit superior Angelis, non habet ex natura anima, quia sie quflibet anima esset superior Angelo sicut nec corpus ejus habet ex natura corporis, quod sit nobilius nostris anitnabus: sed habet ex unione; unde cmnia quod super adduntur á JDeo in anima Christi, & in Angelis, sunt eminentius in Anima Christi , quam in Angelt s * (60) Y a se ve por este testimonio, que el Cuerpo de Cristo en sí considerado, no es mas noble que nuestra alma, y por consiguiente, que esta es mas noble y excelente que su C o r a z o n , que es una parte de su Cuerpo» Br. Padre Maestro, los Cordiculas no atíibuyen esta excelencia al Corazon en sí considerado ; sino pnr la unió» que tiene al V e r b o , y a¿i Santo Tomás en las (6o)

D . Thom. 3. Sent. Dist.

14. quasf. z. ad z,

48„i | —

las palabras que V.. P. acaba de referir, le da esta excelencia. Mtro. E^a misma unioa que tiene el Corazon con la Persona del Verbo, la tiene esta con las demas partes del Cuerpo, couque por esta razón, no tendrá mas perfección que alguna de ellas. Ademas , que aunque !a Persona del Verbo realmente k lo que se unió fué al todo; pero en el orden de inteligencia , á lo que se unió primero fue al alma, como ya he demostrado, y siendo esta criada, como nos enseña la f é , quien podrá dudar que el Alma de Cristo es mas perfecta, mas noble, mas excelente que el Corazon, á qualquier aspecto que se mire; porque si la consideramos en el sér natural, aunque en este no ge distinga de tas nuestras,, e o i a o dice el Papa San L'¿on, en la ¿pUtoU h Juliano: Qitod non alterius natueraf cara ejus quam mstra; nec alia tile, quam cgteris bommibm anima est 4 principo inspirata: (4i) por razón de ser espirita es mas noble que el Cuerpo, de quien es una parte el Corazón. Si la contemplamos como unida al Verbo, por las gracias que se le comunican ; no solo et mas perfecta, y mas excelente que el Cuerpo; sino aun que los Angeles, como dice el mismo Papa: Anima Cbristi excelit nostras animas, non diversitate getieris; sed sublimitate virtutis: est enim ejmdem generis cum nostris animabas; sed excelit etiam Angelos, secundum plenitudinem gratia & virtutis. ( 6 2 ) Conque el Corazón de Jtísu-Cristo, considerado en el orden natural, v entitativo; no solo no es mas noble que su Almaj sino que las nuestras son mas perfectas que é l . Con* templado en el orden de unión, no solo es menos perfecto que el todo, como ya he dicho antes; sino también que el alma, por cuyo medio la Persona Divi; na

(61) {62)

Apud D. Thom. 3. p. queest. 6. art. j , Idem ui swf.

;

103„i | — na tomó el Cuerpo y todas sus partes. Br Padre Maestro , como el Alma reside e n - e l Corazon, y de él nace el amor con que Jesu-Gristo se expuso á padecer, tanto ppr nosotros, de aqui infieren los Cordicolas, que el Corazon es la cosa mas excelente , y mas noble de todas las criadas. Mtpo. Y quien le ha dicho á los Cordicolas que el Alma reside en el C o r a z o n , y de él nacen todos esos efectos, para tributarle un culto «como á la cosa mas noble y mas excelente de todas las criadas? Lo primero es dudoso: lo segundo enteramente falso. E s lo primero dudoso, porque aunque los antiguos Filósofos colocaban el alma en el cora-zon; pero los modernos la colocan en el cerebro. Si su lugar principal sea todo é l , el conario ú la glandula pineal como quería Cartesio, el principio de los nervios, ó el censorio común, no están de acuerdo. Lo mismo sucede respecto del origen del amor, poniéndolo estes Filosofos en el alma, y no el corazon. Fr. Junisf. Padre Maestro, mucho empeño es el de V . P. queriendo explicar con su Filosofía vieja un punto de Física moderaa al Señor Catedrático, que la ha enseñado muchos años, y que sabe lo que han dic h o , dirán, y podran decir los Filosofes que ha habido, h a y , y podrá haber en el mundo. JMtro. Se conoce muy poco toda esa instrucción en las Lecciones que ha dado a su dicipulo; pero dejemos este punto del amor para mas adelante ; y continuando nuestro asunto, supongamos por ahora, que el alma existe en el corazon ¿ y qué por esta causa será el principio de la vida, del amor , y de los demás beneficios que le atribuyen ? será por esto mas perfecto que el alma ? De ningún modo: antes por esta misma razón se prueba, que el alma es mas perfecta que el corazon. Este no es quien da la vida al alma i sino por el contrario, el alma es quien dá Qqq la

la vida al coraznn ,, porque no podiendo nlnguÉ euer-" po vivir por s ì , necesita que etra cosa distinta de éì le cc muri que la vida, y esta es e l . alma , de adonde se sigue, que ella sea mas perfecta que el corazon; O y e este convincente raciocinio en Santo Tomás, ¡Jura probar que Dios no puede ser Cuerpo; y por él te convencerás à que es un grandísimo disparate el decir, que el corazon, es mas perfecto que el alma. Tertio, quia. Deus est id quod est nobilisimum in etìtibus, ut ex dìctis fatet,, imponibile est autem aliquod Corpus esse nohilisimum. in entibusquia corpus aut èst vivum„ aut non vivum. Corpus: autem vivum manifestum est quod est nobilius corpore: non. vivo', corpus autem vivum non vivit in quantum corpus; quia sic cmne corpus viver et-, oportet igitur quod, vivati per aliquod aliud* sicut corpus nostrum vìviti per animam. lllud autem per quod vivit corpus est nobilius quam corpus : imposible est igitur Deum esse Corpus , ( 6 3 ) Es. imposible * dice Santo T o más,, que un cuerpo sea la cosa mas noble entre todas las cosas, criadas , cuerpo es eL corazon , conque es imposible que sea la cosa mas, p e r f e c t a , mas excelente y mas uoble-entre todas Jas criadas :i Ja union que tiene con la divinidad, no lo saca de la razón de cuerpo, y tenendola, esta juntamente con el alma, y en primer orden, no puede hacer comparación con ella en la perfección «, De este mismo testimonio se convence el grandísimos disparate de l'amar, y hacer al Corazon el principio de la vida de un Dios Hombre ( llamóle solamente disparate,, porque dexo a los Sabios le den la censura: Teologica: que m e r e c e . ) La forma que constituye al hombre v i v o , , e r el alma. ninguna; otra cosa ni aun La- Divinidad5 en; Jesu?Cristo, tiener lai Tuerza d « vivificar formalmente,, como dice: Santo? Tomás : Dicen* í., - • .-i- :. dum •

( 63;

D. Tbm, i.p

qupr. 3. art, 1. in corp.

dttm quod mima babet vim vivifcandi formaliúr % » ideo ea frésente & unita formaliter necese est corpus' esse vivum. Divinitas autem non babet vim vivif candi formaliter, sed efective; non enim potest esse corporis forma. Et idea non est necesse quod manente unione Divinitatis ad carnem caro sit viva. (64) Si el Cora« zon fuese el principio de la vida en Jesu-Cristo, seria la, forma que le daba este ser, y separado de él como en s! tenia el principio de la vida, viviría en el Sepulcro en ios tres días de la muerte , que 110 puede decirse cosa mas absurda; pero dexemos esto, que semejantes disparates no necesitan .raciocines para con» vencerse. . .. Br. Padre Maestro, en este punto ha hecho V . P. una demonstracion capaz de convencer aun el mas i g norante. Miro Estas son verdades que se tocan Con las manos. L o mismo que he demostrado del alma, se demuestra por ¿a misma razón de qualquiera de sus potencias, como hablando del entendimiento lo dice el mismo Dr. A n g é l i c o . ( 6 5 ) Supuesto pues, que el corazon no es mas perfecto que el alma, | alguna de sus potencias, lo será mas que alguna otra parte del cuerpo? tampoco. Pregunta Santo Tomás, si Cristo sea cabeza de la Iglesia. Resuelve que -si; y haciendo en el cuerpo del articulo comparación del cuerpo mistitico con el humano, prueba por la perfección que la cabeza de éste tiene sobre todos los miembros, la conveniencia de llamarse Cristo cabeza de la Iglesia, ya hemos tocado de paso estas razones, expongámoslas aho»* ra con la misma letra del Santo. Tres son las que pro-% pone; la primera según su orden; la segunda, según v . : ; Qqq 1 «* - ' * {64) (65)

D. Thotn. 3. p. qu§st. 50. art. 2. ad 3« 3 P- m s t ort. 4. ad a.

49's

m perfección j y 1a tercera segué m • virtud ¿ Sgun m orden; porque la cabeza es la primera parte del* homb r e , empezando por lo superior: Ordinem quidem , quia c^ut;, est prima pars bcminis incipiendo á superiori: Según su perfecciona porque en la cabeza se hallan todos, los sentidos, asi interiores,, como .««tenores, quandei en los ciernas miembros solo se halla el tacto; P e r Jtctionem autem quia in c api te vigent omnes sensus interiores,, exteriores, cum in eperis membris sit sol US tactus. Según su virtud:. porque la virtud y movimiento de los demás miembros, y su gobierno en sus actos, es de la cabeza, y por la fuerza sensitiva motiv a , que en ella domina : Virtutem vero quia virtus, motus eperorum membrorpm, # gubernatio eorum in suis actibus est a, capite, propter vim sensitivam & tnotivam ibi dominantem. (66) Es pues, la cabeza res» pecto de todo* ios miembros- del cuerpo, asi interiores como exterioies, la primera en su orden, la primera en su peifeccion, y la primera en su? virtud, y por coa« siguiente la mas noble, la mas perfecta y la mas excelente, que toda otra parte del cuerpo, y por tanto faibisimo, que el corazón sea Ja cosa mas noble y mas exelente de ti das las cosas criadas , no solo con rt-pecto á las espirituales, sino también á las corporales. IL Este es, que el Corazon no puede ser el su» geto de las virtudes, y el Trono donde residen los dones del Espíritu Santo. Hablemos primero de las virtudes ,, y, después trataremos de los dones. Las virtudes jio- son otra cosa que unas perfecciones de las potencias para obrar con rectitud,, como estas se radiquen en el alma, esta es el su geto mediato de todas las virtudes , y las potencias á quien se- les dan para que •brtME^"el- su geto inmediato. El Corazon ni es potencia, ni (66)

3. p. quasti 8. art, 1» in corp

493„i | —

ni paede' rectócírsr" H • eíteVcráe»;.' 'conque • áe íwnguk mGdo puede ser ti sugeto de las virtudes, Es vendad que hay dos ordenes de potencias en el Iv. rubre, unas que se ordenan al ser, y otras que se ordenan h c b i a r , y la peiftccion de una y otra se llama virtud. De las que se ordenan á obrar, y a hemos dicho no pueden tener pér sug«to a:l corazon: roai si le quieren atribuir esta prerrogativa por aquellas que se ordenan ä perfeccionar el ser, le hacen roey poco favor al corazón, porque ademas que esta no- es propiamente virtud, no se distingue por ella de los animales; cuyo ser se pcrfccci. na por las acci« nes naturales que producen, y en cuyo orden conviene el hombre cc.n los brutos;; como en aquellas que son comunes al cuerpo y la alma; y solo se distingue por las que son propias del alma racional,, y. k quien tienen por sugeto: Oigamos á Santo T> m is: bi constitutione hominis corpus se tenet steut materia, anima vero sicut forma: & quantum quidem ad corpus T homo comunicat cum altis animalibus, & similher qumtum ad vires, qua sunt anitnf corpori communes. Sol§ autem il¡$ vires qua sunt ptoprig anime, setlicet raíicnales, sunt hominis tan tum. Et ideo vir tus humana de qua loquinrur non potest pertinere ad corpus sed tantum ad id quod est proprium tnimq. ( 6 7 ) Si le atribuyen [ ues, a1 corazon estas virtudes, le hacen el honor de no distinguirlo en ellas ée los brutos t porque en< estos movimientos que proceden de la naruraleza, es con ellos común, quando en el hambre la raz< n no lo dirige: por eso dice Santo T« más, que la carne pe r sí no tiene el bien de la virtud ; pero que se hace instrumento del acto virtuoso en q lanto moviéndola la raz-m , se dispenen nuestras fiikmbros ä servir á la Justicia; Ad (67)

D. Thom 3$.qufst.

art. z. in corpM ssi

194

Ad secundum dhenduyiy lquod rsieut * caro" • Hminh»s'ei • quidem non babet éornm virtutis fit tamm instruméntame mir-tuosi :fkaus- in quantum movente ratione , membra riostra exíbemus ad servkndum Ju$titia.{6% ) Aunque quie-, ran distinguir el Corazon de • Jesu-Ciisto pur la divinidad á que esti unido; pero esto, seria proceder con poco conocimiento de ios efectos que la divinidad-cau-f so en este Dios Hombre; ésra elevó aquella naturaleza sobre la de los Angeles por el Supuesto en que subsistía : mas no destruyó lo que es propio y particu», lar de la naturaleza humana, y asi en la parte ani-# mal conviene con todos los animales, en la racional con todos los hombres , y las acciones naturales de es* tas dos partes son comunes á todos los que las tie«t nen, y asi ccm) la carne en que Convienen todos los individuos de la naturaleza humana no puede tener el bien de la virtud , de aq ú e i , que el Corazon de Jesu-Cristo que es una porcion de esta carne , no puede ser el sujeto de las virtudes. Por esta razón, aun la irascible y concupiscible , según que son partes del apetito senútivo , n:> pueden ser sujetos de las virtudes que les corresponden ; sino según que participan de la razón; y asi las virtudes que en ellas se halian , no son otra cosa que una habitual conformidad de estas potencias á la razón que Jai domina y las dirigí. L o mismo debemos decir del Corazon y Carne de Jesu.Criss o ; esta en si considerada no tiene otro efecto que el de otra qualquiera carne de un hombre, y como á la de éste nunca se le atribuye el ser sujeto de las virtudes, ni al Corazon ni á la Carne de Jesu-Cristo se le debe atribuir en sí considerada; porque según este respecto carece de esta prerrogativa, y aun de sernos provechosa , como dice el mismo Jesucristo, según nos

(68 )

Ibidem qufst. $6. art. 4.

h

lo :refiere . San• • Juan • èn.'-su- • Evangelio : Caro- non frcdest , qutdquam. Sobre cuyas palabras oigamos al Doctor Angelico : Et ideo die e ti dum est, qued caro Còristi in se considerata non predest quidqucm, & non babet efeetum ptoficuum , ni si sicut alia caro. Si enim per intelectum separe tur à divini tate, ¿J" Spiritu Sacio, non babet aliam virtutem , quam alia caro ; sed si adveniat spiritus , & divini tas y multis prodest:::et ideo dicit Dotninus bunc efectum , scilicet vitg atema quem ego promita vobis,nontdebetis atribuere carni in se considerata , quia ( caro) (sic) non prodest quid quam, sed si spirita atribuatis-, divinitati conjunctf caini sic prestai vitam gternam» (69} De aqui es, que aun aquellas acciones que se exercitan en la carne 110 pueden atribuírsele á ella; sino, en quanto unida al espíritu, este impera y dirige sus movimientos ,. que en tanto serán virtuosos, en quanto tienen por principio una potencia superior á la Carne que los gobierna y los dirige. Ninguna virtud hay que corresponda mas á la carne que la virginidad , pues aquella es la materia en que se e x e r c e , y el cuerpo el deposito que conserva: este tesoro. N o obstante, ella es espiritual, y aunque tenga por materia el cuerpo, donde reside esencialmente es en el alma , como riíce el Doctor Angelico con San Agus» tin: Dicendum quod pudicitia est quid e m esentialiter in anima , materialtter autem in carne ; 6? similiter virginitas. Unde Augustinus dicit in lib de Virginit. quod licet virgìnitas in carne servetur , ac per hoc corporalis sit: tamen spiriiualis est, quam refovet, ¿j1 servat continentia pietatis. ( 7 0 } Y asi la corrupción corpcral. de la Virgen , cimo no vaya acompañada de la corrupción d e la m e n t e , nada j eijudica à su pureza 9 y es lo

(.69 ) (70)

JD. Tbom. sup. cap. 6. S. Joan. D. Tbcm. 1. z. qu$st.\$2. art. i.ad 2.

'110 mií.-iito para este e f e c t o , que sí la corrupción fileteen tí pie ó en la mano : ad tert'mm dicendum , quod sicut supra dictum est, integrità* corparalis per .accidens se babet ad virginitatem : in .quantum scili ce t per hoc quod abstinet quis à dels.tatior.e venerea, mmanet in-: tegrìtas in membro corporeo. Unde si contmgaé, quod per aiiw.n modum ali quo casu membri integri tas corrumpatur non magis praejudicat virginità ti , quam si corrumpatur manus, aut pes. ( 71 ) Entendida en esta verdad, Santa Lucia le decía al Prefecto Pascasi o , que la amenaza« ba la mandaría donde violasen su pureza; si violentamente, dice, me despojan de este tesoro,lexos de servirme de ignomia,se me duplicará la corona. ( 7 2 ) Si las virtudes , pues , que particularmente se exercen en la carne no la tienen por sugeío , el corazon no lo puede ser de ninguna virtud, y asi sola el alma y susi potencias, según los quatro grados que tiene, y estos según que pertenecen á la parte racional , ó por esencia ó por participación , son el sugeto de las virtudes, como á cada paso repite Santo Tomás. Si el Corazon de Cristo fuera el sugeto de las virtudes , quando se separò del Alma en el triduo de la muerte, ias llevaría consigo, y las que tuvieron exercicio en el tiempo de esta separación, lo tendrían en el Corazon, y asi se verificaría, que el Corazon muerto estaba amando à Dios y à los hombres, y el Alma como que carecía de esta virtud, privada de este exercicio; sí estos no son absurdos de p r i m e r a magnitud, no sé con que nombre llamarlos ; pero ya heñios hablado bastante de las virtudes: pasemos á ver si el Corazon es el trono y habitación de los Dones del Espíritu Santo. Br.

(71 ) (72)

Padre Maestro , si V.

Idem, m sup. Eccles. in ejus lectionib.

P. no

quiere

cansarse, ye

111„i | — ya de las doctrinas que V. P. ha d«do hablando de las virtudes, infiero será lo mismo de los Dones; pues siendo estos mas perfectos que aquellas, no pueden residir en el Corazon. Mtro. En efecto asi es. No obstante hablemos dos palabras sobre este asunto. Los Dones del Espíritu Santo son unos hábitos que perfeccionan ai hombre para que prontamente siga el instinto del Espíritu Santo. Las virtudes no perfeccionan al hombre completamente, y así se le dan los Dones para que suplan el defecto&qoe fio pueden extenderse las virtudes : sed contra est, dice Santo Tomás, quod Dona dantur in adjutorium virtutwn contradefectus utpatet in autoritate inducía sic videtur quoi ferfkiam, quod virtutes perficere -non pmsunt. ( 7 3 ) Dándose pues los D >nes para perfeccionar la obra 4e las virtudes se f i g u e , que el mismi sugeto que estas tíe«en, sea el de los Dones, y en donde aquella? habitan, habiten estos ; y como las virtudes no tengan otro sugeto que el alma y sus potencias cuyas operaciones dirigen, los Dones no pueden tener otro sugeto , que estas mismas potencias., comunicándole h sus operaciones la perfección que 110 pueden darle las virtudes; et ideo, dice Santo Tomás, in ómnibus viribus bomiriis, qua possunt esse principia humamrum actuum,sicut sunt virtutes , ka etiam sunt Dona, scilicet in ratione , & in vi Mr, Padre Maestro, el Anónimo Labeon l o que dice es , que el Corazon es el trono y habitación de loe Dones del Espíritu Santo en quanto á los efectos sensibles que producen, y V. P. v i hablando del de los Danés como son en si. Ere

(73) ted contra*

(74)

D. Tbam. 1.

quasu

art. 9-. i* argim,

Idtm ibidtm art. 4. in corp.

'498 Mtro. »Ese fes utf disparate; la sensibilidad es propia del a l m a , ' y como ésta sea forma del cuerpo y de todas sus partes, bien sea producida por una causa extrínseca ó por una causa intrínseca?, el alma es la que recibe estos éfectos , y por esta razón, habiéndose separado el Alma de Cristo de su C u e r p o , éste en la herida del Costado no tuvo sentimiento, porque no tenia la forma que lo- hacia sensible. L o mismo es de otro qualquier sentimiento que provenga de una causa intrínseca, en qualquiera parte que se considere el Alma en ella, es la que siente: mas de esto tendremos . ocasii n de hablar con mas extensión en el punto que se sigue. jBf. Padre Maestro j ya deseo llegue V. P. á él; porque y o aun he encontrado algunas cosas que se me resisten. Mr o. E n e f e c t o , si consideras lo que en él se contiene con una poca de reflexión % no lo podrás concordar con la f e , con la Teología, ni con una sana razón. Vengamos pues á éL • - I1L Este es afirmar , que el Corazon solo y únicamente sufrió y tolera toda la Pasión interior de Jesucristo , haciéndolo por este medio el autor principar de nuestra redención : (error intolerable!) cerno el decir, que te refunden en el Corazon todos los hofiwes que se tributan á la Persona del V e r b o , y vice v é r i a , que redundan en ésta todos los cultos que sfe tributan al Corazon,. haciéndolo objeto de todas las adoraciones y «ultos de que es capaz la Persona divina. £r. Padre Maestro» todas esas expresiones se me v resisten. * Miro» Pues y a has visto que se hallan literalmente en lo que he referido del Anónimo Labeon, el Padre GaÜiffot y el Doctor Sotomayor, y que los dos primeros, tienen la aprobación de tu Catedrático. Empe¿ cemos pues, á hacer ver .estos ábsurdos , manifestando

'499 primero quales sean los dolores Interiores, guales los exteriores, y en donde pueden imprimirse los unos y los otros. Los primeros se pueden reducir á quatro, según las causas que los prcdurian. L a primera, eran los pecados de todo el genero humano , por quien satis-» jfaeia al Eterno Padre padeciendo. La segunda , fué la consideración de los Autores de su muerte y su per-» dicion , y principalmente la ingratitud ,de los Apostól e s , la traición de Judas, la negación de Pedro y la fuga de los demás. L a tercera , fué la pérdida de la yiaa que al hombre le es naturalmente amada. La quart a , fue la consideracidti de lo inútil que había de ser su Pasión para una gran parte de hambres, y mayormente de los Cristianos que no se habían de aprovechar de este , beneficio. D e estas quatro causas nacieron principalmente en Jesu-Cristo las penas, las congojas , las aflicciones y todos los demás interiores dolores que lo atormentaron. Los dolores exteriores, fueron los que causaron en su Santísima Cuerpo los golpes , los azotes, la Corona de espinas , los Clavos & c . Esto supuesto, los dolores interiores de Jesu Cristo no se pueden imprimir sino en el hombre i n t e r i o r : y quién es este hombre interior? Solo el Alma y sus pot tencias ; el Cuerpo y todas las partes que lo, compon e n nada de lo que á ¿1 pertenece tiene , y solo s6 llama el hombre exterior , como expresamente dice^Saato Tomás, explicando el capitulo octavo de la Epístola á los Romanos: Condelector etüm legi Dei secmdum interioren* bominem idest expone Santo Tomás secundum rationem, & mentem quae interior homo dicitur:::Est autem in bomine principalius secundum aparientiam quidem , id quod est exterius, scilicet Corpus sic efiguratum, quod dicitur homo exterior; secundum veritatem autem, id quod est intrinsecum, scilicet mens, vel ratio onw Rrr z w*

$0 © ¿ircrfor. ( 7 5 ) N o siendo pues, el Corazon el hombre interior , ni teniendo cesa alguna de i© que a él le pertenece, no pudo sufrir los dolores interiores que tienen su sensibilidad en el A'ma; sino como á otn-a qualquiera parte del Cuerpo per la redundancia de la parte superior ea la inferior: y asi sucedié á Jesu-Cristo en la Oración del Muerto, que de los dolores acerviiimos que oprimían su Alma con la consideración de Jos tormentos que le esperaban, y la ingratitud de los hombres á sus beneficios, redundaron en su Cuerpo causando aquel desfallecimiento de sus fuerzas naturales. Es pues falsísimo , que el Corazon sufrió estos dolores interioras , y un enormísimo absurdo el4 afirmar, que él solo y únicamente los toleré, á menos de no caer en ©tro m a y o r , qual? seria el de hacerlo A l m a , con «n entendimiento que considerase la causa de estos dolores. , é imprimiese en él sus efectos que son los dolouna. preocupación! Fr.

Junisp..

Padre Maestro , dice V . P . q u e eso* do-

lores pertenecen al hombre interior; pues qué el Corazon no está dentro del cuerpo? Conque también será parte ¿el hombre interior,, y esos dolores pertenecerán á él. Mto. Asi puede sef que lo piensen los" Autores de este disparate; roas \a he dicho que el Corazon es Cuerpo^ y por consiguiente parte del hombre exterior^ y solo el Alma y sus potencias son el hombre interior» Br. Pues h lo menos le corresponderán los doloxetv exteriores^ MtrOi Tampoco le corresponden propiamente hablando, 1 1 sentir es propio del A ma , y asi sean dolores interiores

6

exteriores

r

el A l m a . propiamente

fe siente i pero coa esta diferencia,

es

quien

que teniendo el Al»

175}) V- Tbom. in Epist. adRomuafr 8.

Z¿e le es debida siendo tan conatural en todas las cosas el amor à la unidad è integridad » que aun el d d o r q ie sienten las bestias quando les separan alguna p a r t e , es por perder la unidad é integridad que les es debida : sed contra est, dice Santo Tomás, quid Augustine disit in 3. de iib. arb. quod ex dolore quem besti$ sentiunt satis aparet in regendis amandisque suis Corporibus, quam sint anim§ appetentes unítatis. Quid enim est aliud dolor nisi quidam sensus divisionis, vel corruptionis impatiens ? { 1 1 f De aquí e s , que si en Jesu Cristo seria imperfección la falta de integridad y unidad de todas las partes que lo componen, la es tributarle un culto que separe esta unidad, rompa la integridad, y solo presenta para su adoración una parte de el como separada de todas las demás; 1 y por consiguiente un objeto q le carezca de la bondad y perfección de Jesu-Cristo, y en cuyo culto no se encontraría esta bondad y perfección, por no tenerla el obj e t o à que se terminaba; porque consistiendo e l bien de una cosa en la unidad de todas aquellas que contribuyen à su perfección, no teniendo esta unidad el Coraz m separada cosno lo contemplan los Cordícolas, ni puede tener ni entenderse en el bien y perfección q«e tendría unida con el todo de que es parte: bommenim unitiscujusque rei in quidam unitate consistiti pro ut scilie et unaqugque res babet in se unita illa, ex quibus eon-

Lect.

(10) 2. (11)

jD. Tbom. in cap. 4. Dionis.de

Divinis

D. Tbom. 1.2. Qucest. 36. art. 3.

n ominib.

consisüt ejus perfectio, ( 1 2 ) Dice Santo Tomás: no teniendo pues, el Corazon esta unidad según la consideración que de él hacen los Cordicolas, ni en ella tendría la unidad y perfección que le corresponde. Br. Padre Maestro, aunque ios Cordicolas proponen como objeto de su culto al Corazon, como separado del Cuerpo ; pero siempre lo dan unido á la divinidad , y esta unión le podrá dar esa perfección que V. P. dice le quita la separación. Mtro. La divinidad no dio por su unión á la naturaleza la perfección que á ella le correspondía como á tal; sino supuesta en ella esa perfección, la unió a s i , y la elevó á otro orden superior, por eso aunque d Alma según el ser espiritual es mas perfecta ' u e el Cuerpo; S pero como en ella no se v a c a b a la perfección del t o d o , que es el sér de hombre, y éste en este orden sea mas perfecto que el Alma, no tomó ésta antes que se uniese al Cuerpo; sino despues, para que se verificase temaba y unía á sí lo mas perfecto , que es el todo, y en él á todas sus partes: por eso aunque ,el Corazon tuviese esa unión que le fingen con la divinidad los Cordicolas, esta unión no podía darle la bondad y perfección que debía tener en el tod o ; sino aquella unión de que depende la bondad y perfección del tedo de que es parte, como dice Santo Temas: ad primum ergo dicendum quod non omnis unió perficit rationem beni, sed soium illa a qua dependet e$~ se perfectum rei. ( 1 3 ) Por eso dice el JDamasceno, que en Jesu-Cristo no miramos una parte de las partes que lo componen; sino á la deydad, y á la humana naturaleza, que es un todo ccmpuesto de Alma y Cuerpo como de partes: In Domino nostro Jesu-Cbristo non partes (i£) ( 13)

D. Tbom. ut sup. D . Tbom.'ut sup.

id est ', Corpom , sicut ex parti( 1 4 ) Si el Dacnaíceno pues, no quería contemplásemos en Jesu-Criato alguna de sus partes, sino el todo de la humana naturaleza y la divinidad que la unió á si; cómo podremos contemplar al Corazon una parte de aquel todo meaos perfecta que el Alma , menos perfecta que el Cuerpo, y aunque la cabeza como hemos dicho, que destruye con esta separación la bondad y perfección de este todo, que la unión que le dan con la divinidad no existe sino en la fantasía de los Cordicolas; y hacerlo despues de todo esto objeto de un culto por el que se recompense á Jesu-Cristo los ultrages que se le han hecho en la Octava del Corpus? Este pues, es un desvario muy ageno del espíritu de la Iglesia que nunca ha dividido á JesuCri.to en partes para tributarle c u l t o : por lo que diré y o con un Sabio del primer orden, que debemos abstenernos con todo cuydado de la devoción del Corazon de Jesús por ser una invención de fanáticos: y seguir en las devociones únicamente el espíritu y costumbres de la Iglesia: summopere evitando sunt, dice el Sabio Graneólas, peculiares devotiones, fanaticorum inventa, tu cujusdam ex Oratoria Suesonensi, qui Jesu Cbristum expirantem, á JesuChisto moriente distinguens, Festum Jesu Cbristi expirantis , propon it instituendum Feria 6. majoris Hebdomade, Uuic similis est aliorum devotio, qwe Festum Cordis Jesu celebrant die Octava Sanctissimi Sacramenti ad errores expiandos in ea Octava, minus recte celebrata adEcclesice enim universalis spiritum atque mores, sectari debemus. ( i$) La costumbre de la Iglesia (14) ApudD. (15) Gramolas. In Comentario lib. 1. cap. 51.

bistorico

Breviar.

S3T

adorar á todo Jesu-Cristo. Los Padres fundados en las Santas Escrituras, no solo nos han enseñado á adorar á D i o s , sino también cómo lo debemos adorar; por eso en la pretensión que se hizo en el Pontificado de Inocencio XII. por Oficio propio para el Padre Eterno como primera Persona de la Trinidad, dixo el venerable Cardenal Tomasio: •Si semel b$c nova licentia datur obtinsndi qua simple*r pistas sine sciextia Sanctomm ¿xpetit mviiatum in Ecclesia nullus terminas dabitur . Exurgent forsam, & alü qui nova festa postulabunf, de Eternitate Dei^ de Omnipotentia, de Providentia ceterisque atributis divinis, quorum postulata zelum quidem De i haberent, sed non secunsit calendas nos abundé docuerunt. ( 16 ) jamas la Iglesia nuestra Bladre^ ni los Santos que han observado fielmente su conducta, nos han enseñado este nuevo modo de adorar á Je su-Cristo, y esto bastaba para hacerlo peligroso: nos propone separados sus misterios; pero en ellos á todo Jesu-Cristo para el cuito. En los Oficios nuevos de los Santos el objeto del cuito es n u e v o ; pero no el culto, ni el modo de tributarlo. Ec decir que la Iglesia declara, que aquel objeto que antes no tenia culto, yk lo tiene; pero ¿el mismo modo que todos los de su clase. Mr. Padre Maestro, y o estoy escandalizad© cotejando lo que V . P. ha dicho con lo que dicen los Coidicolas. V. P . dice que el Corazon separado del Cuerp o , como se propone por los Cordicolas para tributarle su c u l t o , es un objeto imperfecto que carece de la bondad y perfección de Jesu-Cristo , por la separación que de él hacen. Por el contrario los Cordicolas la hacen la cosa mas excelente en todas las criadas, el que debe ser adorado con excelencia por nosotros dice Yyy el ( i Cris

5^9 Cristo clavado en una Cruz, y en este no ha habido reparo» Mtro. N o lo hay en efecto; porque ninguno de aquella sabia y religiosísima familia ha caído jamas en el disparate de enseñar á les fieles oren al brazo de San Francisco , 5 al de JesuCristo separado del Cuerpo, diciendole, brazo de Jesu-Cristo ó de San F m c i f c o , socorradme , sino á todo Jesu Cristo., y á todo San Francisco , simbolizados por aquellas insignias; mas los Cordicolas á solo este miembro tributan el culto, á él le piden, á él le ruegan, en él contemplan el deposito de todas las perfecciones de Jesu-Cristo; de aqui es, que aquella Imagen y otras de esta naturaleza, no inducen á e r r o r , y sí la del Corazon de Jesús en los términos que la proponen los Cordícolas. Mr. Padre Maestro, V. P. se ha ceñido I impugnar á mi Catedrático siguiendo los discursos que ha formado en esta Lección; pero yo advierto, que en sus Reflexiones dice explicando la devocion del Corazon de Jesús, que su „ Imagen no se dirige al Corazon de „ carne ( aun quando se dirigiera es adorable según „ la Teología de Jos Católicos ) si, á manifestar el gran„ de amor de Jesu-Cristo, que con previsión á los ul,, traxes á que se exponía, instituyó obligado de su amor „ el Sacramento del Altar. " ( 4 1 ) Y esto me parece desvanece todo lo que V. P. ha dicho en este punto. Mtro. En esas expresiones se verifica á la letra, lo que decía al Supremo Consejo de Indias de todos los Cordícolas el Sr. Ansostegui, y es, que bajo el ve» lo del culto permitido, sostienen el ilícito y reprobado. Sabe tu Catedrático que el culto al Corazon de carne ha sido tantos veces reprobado por la Iglesia. Afirmar expresamente que á él se dirigía la Imagen, era oponerse abiertamente á sus determinaciones; por eso usa de esta expíe ion; pero sin dexar de sostener su pretendido sistema diciendo, que i Aun quando se dirigiera con otras muchas cosas;; yo se lo advierto para: que se vaya enmendando en sus yerros,, preveniendole, que la; tercera Parte tiene Qüestion 71.,, y el Suplemento también, y es menester distinguirlas para conocerlas. A l fol. siguiente nos refiere á Ja letra el cuerpo del Articulo, y luego nos lo traduce hasta un cierto punto, en e l que- despues verás la c o i m a s gra-

graciosa del mundo; ella es tan propia de tu Catedrático , que no le pueda convenir á alguno otro: pero dejemos esto para su lugar. Ya has visto quantas falsedades se encuentran en autoridades y citas en esta Lección; ahora propon tu las dudas que se te ofrez-

'

*

Br. Padre Maestro, estaba por no proponer aiguna; porque si las autoridades sobre que se fundan los discursos de esta Lección »son falsas , qué dificultad he de proponer -que haga fuerza? No obstante, mi Catedrático d i c e , que los raciocinios de sus Reflexiones han sido tan solidos y eficaces, que han obligado á que se confiese la bondad de unos actos reprobados en la Carta Apologética, o á lo menos proferidos de un modo tan ambiguo y dudoso , que daba lugar k varios conceptos: qué me dice V. P. sobre esto? Mtro. Qué quieres que te diga; sino que todos son desconciertos de tu Catedrático, que le arguyen por a j o s , y responde por cebollas: Quando se ha dicho en la Panoplia una cosa contraria á lo que está establecido en la Carta Apologética, para salir ahora con esa jactancia tan vergonzosa, de que sus Reflexiones han obligado al Panoplista a esta confesion? Crees té por lo que has visto en estas Lecciones, que ta Catedrático es capaz de formar un raciocinio con el que obligue á mudar de pensamiento aun al menos instruido? N o es excitar la risa de los hombres de juicio, que han leído la Carta Apologética y la Panoplia, y vén su conformidad, salir ahora con este desconcierto? Para que te desengañes, y eonoscas que son sueños de su fantasía los que nos propone por triunfos de su ingenio, se me hace preciso repetir aqui lo que se dice en uno y otro escrito, dice la Carta Apologética. ,, Qué „ utilidad resulta á las Almas del Purgatorio de la „ vaaa ostentación que vemos todos los días en ios será para aliviarlas en sus n Ftinétfaleá? Qué uúP les #» P«-

6o t „ ñas, que la Sala-'dopile està el Cuerpo se adorne coa „ colgadura? que la Cama donde se coloca sea la mas , , decente? que el A u h u d que lo ha de encerrar para „ liebarlu á la tierra, sea precioso y este ricamente „ adornado? Qué bien puede resaltar a! alma del di, , funto si ha ido á satisfacer al Purgate rio , de una comida es„ pi end i da que se hace el dia del entierro, c u y o s gastos „ con los yá dichos suele« traer atrasos à la familia, , , y no poder socorrer al pobre, por haber con„ sumido en fomentar la vanidad y la gula lo q 12 se podía „ consumir en limosnas que les serian útiles á las Animas „ del Purgatorio. f i ( 4 2 ) Por estas palabras, yá vés que se reprueba Ja Pompa Fueral, que es efecto de U vanidad; aquella que no solo no sirve de Sufragios à los Difuntos, como es la colgadura rica, la Cama preciosa, el Atahud costoso, la comida esplendida; sino que por sus gastos causa atrasos à la familia , y priva de socorrer à los pobres con limosnas qae pudieran aliviar fus Alma*. O y e ahora lo que se dice en la Panoplia. En primer lugar advierte à los Lectores, que el Señor Catedrático los engaña persuadiéndoles , que había dicho una cosa en la Carta Apologetica, y confiesa ahora lo contrario en la Panoplia : despues de esta advertencia, dice asi; „ Una cosa es censurar la Pompa Funeral, y „ otra no estar bien con ella, quando los gastos indis»* pensables en la ostentación suelen causar atraso á la , , familia, é impiden socorrer à los pobres, por con„ sumirse en fomentar la vanidad, lo que se podía ex, , pender en limosnas. " Y despues que repite las expresiones de la Carta Apologetica, y explica quauda 110 será vituperable esta Pompa, que es, quando no la anime la vanidad y no cause atrasos en la familia, continua : ,, Pero si dexamos de mirar qualquiera de ( estos l , dos puntos ) hasta donde llegará lo reprehensible de èli %gg (42)

Fol.

48. de la Carta

w

Afolog.

Yo

02 „ Y o no se donde; pero esto no impide, que en tales „ circunstancias, contemplemos estas acciones como ma, , las , y que clamemos contra semejantes excesos, Contra. estos clamé yó\> Señor Catedrático, y contra estos ..clamó el Autor de las notas. " Sigue despues manifestando con la mayor claridad , que lo mismo que dixo el Autor de las notas, se dice en la Carta Apologeti. ea y se-sostiene en l a Panoplia. Mas el Señor Catedrático desentendiéndose de todo esto,» clama,, que á fuerza de sus: Reflexiones se han aprobado unos actos que se reprobaban e n la Carta Apologética., L o mas gracioso es ,4 que señalándose en uno y otro escrito la. Pompa Funeral que se reprueba „ como son la Cama rica, la colgadura preciosa, el Arahud costoso, y el Banquete explendido, se desentiende, de esto, y sale proponiéndonos los Clérigos que asisten a l Funeral, los pobres que se v i s t e n l a s Misas que se dicen por el Difunto crmo si de esto se hubiera hablado una palabra; y aunque de todo ello hay razones particulares que los hacen útiles y provechosos,, como» son,, los Sufragios que resultan al Difunto en las oraciones y limosnas que se ©frecen por é l , las que no hay en k - C á m a y Comida &c» No obstante si ellas, atrasan á l a familia,, si impiden que se paguen sus d e u d a s é imposibiliten á que se cumpla el Testamento, y se evaqüen otras obligado»es que habia centraido el Difunto,, son muy reprehensibles, y aunque sean dispuestas por e l Difunto en el Testamento,, no s e d e b e n cumplir por los Aibactas,. sin averiguar primero, si ellas causan este: perjuicio, como dice hablando de los Legados el Sabio Pontas: Quoniam Testator f otest flus legavisse, quam ei consuetudine fermitaturautr suceesio su. fotest* oneribus debitorum gravari, ut necesitas, afferatur in Judicio», ( 4 3 ) Si- estas pues, ( 43)

Pontas tom~ frverbt Téstame cass. 3 1 .

pues, no deben ponerse en execücíon en tales circunstancias; qué «e deberá decir de Jas que no sirven al Difunto de algún Sufragio, como el Ata l i a d c o s t o s o , la Comida esplendida que se hace en el día del Entierro & c . Pero no nos cansemos, el Señor Catedrático leyó estas especies en el Cardenal Belarmiuo, y sin mas reflexión ni discernimiento las trasladó á su Lección; sin «advertir que este Cardenal, i i a b l a de Ja substancia de Ioj actos, 6 de estos asi c o n s i d e r a d o s , que es como los vituperan los Hereges á quien impugna Belarmino; y el Panoplista de las circunstancias de estos actos, ..guand o ..se hace mal uso de ellos,, 6 por* la vanidad que les .acompaña, ó porque impiden »otras obligaciones de Just i c i a , cuyo cumplimiento l e seria mas bien muchos te admirarán, y seguí„ rán nuestra doctrina.. N o son estas cosas dignas de „ risa; sino aquejas que- hacemos quando lloramos, „ quando lamentarnos, quando juntamente nos enterracon el muerto ; todas estas cosas son dignas de risa y de ecastigo;» usar en ellas y en los gastos que se h a c e n . de sabiduría, es muy laudable::: Jesu-Cristo „ nos, persuadió con su exemplo, vestir este cuerpo Z „ „ „

r a , estofes, la inmortalidad;:: Mas si se ríen délos que se lamentan , de los afeminados circunstantes, de las mugeres que lloran, con quanta mas. razón reprehenderán los gastos á los q¡uales-llamarln locura? por-

„ á la verdad con mérito; porque qué excusa tendre„ mos a do mando un c uerpo, que despues ha de con>, sumir la podre y los gusanos, despreciando á Jes»„ Cristo hambriento,, y al desnudo errante? Cesemos de „ esta loca di.igencia, y tengamos aquel cuidado de nosotros contriy , los que mueren „ que para ellos y b u y e a la glocia de Dios, «• ( 4 5 ) Bastaba este testimonio de San Juan Cnsostoroo para convencerse á la verdad que vamos persuadiendo. L o mismo aprovecha al Difunto el rico vestido con que se entierra, que el Ata(45)

Chrkosth. Homil. 84. rn joanm

\ to$ Atahud costoso que Io encierra, la cama rica doni de se deposita, la colgadura conque se viste la sala,y la comida esplendida que se l a c e en el dia del entierr o , y si lo uno es llamado locura por San Juan Crisoatomo, porqué no lo será lo otro ? Esta moderación ea Ja Pompa Funeral la persuade el mismo Belarmino, respondiendo á la autoridad de San Ambrosio que objeta Calvino à los Card lieos, para probar que no debemos tener mucho cuy dado de los muertos, á 1© que le responde este Sabb Cardenal, que las palabras del Sto. deben derse de la Pompa Funeral, la qtre con mucha raz moderada. .( 46 } Si el Señor Catedrático procediera de fè, se hubiera abstenido de citar à Belannino quando le es tan contrario à sus particulares preocupaciones : mas juzgaría desde luego , que ringuno se había de el trabajo de averiguar sus desconciertos , quiso con su nombre para engañar à los senei-

ra caer en el lazo que les a r m a su malicia, pues otros con una leve reflexión vendrán à conocer que aun lo que alega de este Cardenal, no es del cas®. Br. Padre Maestro, uo se canse mas V. P. punto; porque yo estoy persuadido á su verdad:.dig, la importunidad d é los pasages de Saa y San Gregorio Naciaaeeno que alega mi à favor de la Pompa Funeral. San Geronimo habla en el lugar citado de de Fabiola, cuya eminente Santidad atraxo h sus Exequias, las que por esta mm c o a himnos fúnebres, sino con¡ cánticos de alegría, y cuyo triunfo del mundo y sus mas glorioso que el de Furio

(46)

Respondeo : Ambrosiwm Ble agere deluetu,

larm.iom. 2 lib. 2. de Purgai, cap. 15.

6o t en el de Francia, que ei de Sciplon de Numancia, y que el de Pompeyo del Ponto: nec dum spiritum exalaverat : nec dun debitam Christo reddiderat animam, & jam fama volans tanti prgnuntia iuctus totius urbis po* pulum ad Exéquias congregabat. Sonabant Psalmi,& aurata Templorum roboans in sublime quatiebat alleluila. ffic juvenum Cborus, illic sensum, qui carmine laudes fazmineas * & facía ferant. ( 4 7 ) Qué .tiene que ver esto con Jo que dicen los Panoplistas | Estos acaso han reprobado el concurso que atrae à las Exequias una eminente Santidad, y unas virtudes heroicas como fueron las de Fabiola l No es esto mas desbarrar que discurrir? L o mismo sucede con lo que alega de San Gregorio Naciaaceno. H a b l a n t e d e la muerte .de Juliano, comparandola con la tele Constancio, y los diversos juicios que formaban los Cristianos .de «no y otro e n la deportación de su cuerpo desde el Exercito ai lugar donde debían ser sepultados. Los vicios de .aquel arrastraban las tropas violentas à su obsequio ; las virtudes de éste les hacían concurrir gastosas á tributarle este honor : en el acto del primero se oia una sorda murmuración que acordaba sus desordenes ; e n el del segundo un público Panegírico de sus virtudes , y que animaba á los Cristianos à hacerle «unas Exéquias correspondientes i su mérito, estimulados al mismo tiempo* dé los prodigios que habían visto en su ^ tramito: Tatimrnmomem superávit, diceSan Gregorio,ut in paterna ejus sonderetur Civitate, nempe in magnifica bac, & cognominis ejusdem, vox quídam ex alto exaudita tamquam canentwm et praemitentium Angelicarum puto virtutum ob honorem putavimus, retributioasm sepultura. Nos igttur quod magis commme est sequamur, patremque nostrum agnoscamtss, & quoniam Cbristianismo fundamentum

(47)

Hieronim. in vita Fabiola»

6o t jecit Regi? potentia, ac fidei bandhatemqtte Dogmatk tx succesione accepit. {48 } Qué t i e n e n que ver estos particulares motivos que atraían, el Pueblo a las Exequias de estas personas, con; la común de los muertos? Si el obsequio en las primeras era magnifico, lo heroico de su Santidad* habia dado el motivo: si el segundo era suntuoso, y como correspondía á un Emperador y además de sus virtudes excitaba á tributárselo las grandes obligaciones á que le eran deudores los C r i s t i a n o s por el sustento y propagación de la fe". Qué tiene que ver esto,, vuelvo á preguntar ^ con lo que r e p r e h e n d e el Panoplista del' Atahud rico,, la comida esplendida &c.. que causa atrasos á la familia, f en ello no tiene sufragio a l g u n o el Difunto? Pues si no hay comparación a l g ú n a r 3 qué se alegan- estos exemplares ? Esto es hablar sin • discernimiento: tu Catedrático encontró esos exemplos citados en Belarmino para probar contra los hereges el cuidado que han tenido siempre los Cristiano» de hacer bien por sus D i funtos, conduciéndolos con humanidad al Sepulcro,.honrando su memoria ccn sus- Funerales p de los que result a bien á los Difuntos por las oraciones que se ofrecen k Dios por ellos;: y provecho á los vivos, por los recuerdos« que les imprime este hecho de su mortalidad,, y los estímulos que: íe acompañan de condecir una vida arreglada; esperando este fin.. Por v e n t u r a e l A t a hud; rico,, la cama preciosa,, la comida explendida, y todo lo demás de que habla el Panoplista^ que es efecto de una¿ vana ostentación,, y á . lo que liamai locura el Padre San Juan Ccisosromo r causa alguno» de estos efectos? Sirven' de sufragio al Difunto? Estimulan á los •vivos á conducir una vida arreglada? Nada menos que eso:: pues si nadai de eso hay en el; Atahud,, comida» & e* ( 48 )

Nadarte, orat. 2. mJuUam

ta materia, que e s t á n , g r a d u a d o s e n aquellas U n i v e r s i d a d e s donde por l o c o m ú n se d i c e ; Argéntum, & aurum ejus manear apud nos i sinus laureatus revertatur in pattiam &uam. {$$) Miro. Todo el mundo sabe ,, que no es e l g r a d o el

que



la

ciencia;

y

asi,

ésten

graduados

en

la

Universidad que esruviesen, ó n o lo estén en a l g u n a , , sin j u i c i o y d i s c e r n i m i e n t o c o n o c i d o en t r a t a r las mate-: rúas, es la q u e dá, p r o b a b i l i d a d ; extrínseca* y 110 el mayor numero,

como

hémos

dicho.

j

Fr.,Junisp. P a d r e Maestro, á mi m e parece que t o d o esto lo h a dado á conocer bastantemente el P . Feijóo q u a n d o dice:.•„, Siempre? alcanzará m a s . u n d í s cretO: solo, que una gran turba de necios; como „ verá! mejor al Sol un. Aguila, sola,, que un. exercito de „ Lechuzas. " ( 5 4 ) , Mtro. En efecto, esa es una comparación muy oportuna, y que declara admirablemente el pensamiento. Br. Padre Maestro, todo esto va á parar,, á que el sentimiento de Santo Tomás, que no dá intercesión en las Animas del Purgatorio, según los Panoplistas, debe preferirse al de Belarmino y toda la demás tropa de Probabilístas que sienten, io contrario: mas y o noto aqui dos cosas: la primera,, que mi Catedrático á los Autores que alegó en sus Reflexiones, agrega ahora al gran Padre S. Agustín, cuya autoridad es tan recomendable . que ella sola¡ basta para hacer muy probable la opinion: la segunda, que según dice mi Catedrático , los Panoplistas se han engañado, atribuyéndole á Sto» Tvmás esta opinion que absolutamente no defien, . de, •> ( 5 3 Y Wigand trat. 2. de concient. exam. 3, not. 1. ( 5 4 ) Tbeat. Critic. tom. i.Discurs* 1. num. 1»

''£ 19 ¿ e , en cuya atención se desvanece todo m argumento y lo hasta aqui alegado. Mtro. Si eso fuera verdad, seria m u y j u s t a la reconvención, mas siendo lo uno y lo o t r o f a l s o » n o debe h a c e r s e a p r e c i o de «lia. P o r l o q u e t o c a á S. A g u s tín ,

ya

te

he

dicho

en

el

principio

de

este

Entrete-

nimi-. n t o , que en el lugar que cita tu Catedrático, ni una palabra habla San A g u s t í n d e l a s u n t o . P o r l o q u e mira á Santo Tomás, q u a n d o tu Catedrático q u i e r e hac e r ver contra los Panoplistas, q u e e l A n g é l i c o D o c t o r no está a b s o l u t a m e n t e p o r el s e n t i m i e n t o q u e l a s A n i mas n o

interceden

lo^ s e

lo a t r i b u y e y

por

sus d e v o t o s ,

aun

lo

lejos de

estiende á m u c h o

persuadirmas

que

los P a n o p l i s t a s ; p a r e c e r á e s t o increíblej p e r o ó i g a n s e sus palabras. , , Santo T o m l s no -ha d i c h o - absolutamente que

las Almas

del

Purgatorio

no

intercedan ; sino

es,

„ que no e s t á n en estado de interceder, q u e e s cosa „ muy distinta, como es claro. " Y tan distinta, digo y o , como es la potencia del acto. De modo, que los Pa uoplistas dicen, que el Angélico Doctor es de sentimient o , que las Animas del Purgatorio no interceden por sus devotos, y el Señor Catedrático diciendo que la que el Santo afirma e s , que no están en estado de interceder., asegura que en la opinion de Sto. Tomás las Animas no pueden interceder, aunque esta impotencia leí provenga por razón del estado en que se hallan. Los Panoplistas pues, niegan el acto, y tu Catedrático queriendo contradecirlos* se estiende hasta negarles la potencia. A vista de esie modo de impugnar , quien podrá contener

la risa?

Fr. Junisp. Padre Maestro , quiero enterarme ea esa Metafísica. E l Señor Catedrático sostiene con todo empeño, que las Animas del Pargatorio interceden por sus devotos , y a l mismo tiempo a f i r m a que Santo T o más no es contrario á este sentimiento, y lo prueba, portiue el Santo no dice q u e no interceden; sino es, liiijt que

234 que

na «tan

«a

hubiera d e p o n e r

estado d e i n t e r c e d e r ; de suerte, q u e s i , e n f o r m a s u raciocinio, a r g ü i r í a de

e s t e m o d o ; Sto.. T o m á s

,. sino es q u e

ceden luego

interceden

Fr. Juniip.

no dice que

no

por

están sus

en

1® Animas estado

de

no

inter-

interceder:

devotos»

s e a la m a d r e q u e lo parió, de l a s Catedras de Prima, para lustre y h o n o r d e l a s U n i v e r s i d a d e s , p a r a p a s m o y asompara

gloria

y

d e • los.

Bendita

exaltación

Teologos,

y

para, creador

de

una

Lógica

que llene de admiración á los Sabios; según isa i l a c i ó n ,

podemos

justamente

inferir

con

la

Animas d e l Purgatorio no están e» estado de ve* á ..Dios:; luego l o ven¿

doctrina, del

Señor

Catedrático.

Las

L o s Bienaventurados n o están e n estado serias

y

aflicciones;

la. t i e r r a , n o

luego

las-

padecen.

de

pactecer mi-

Lo»

Justos

e s t á n en- e s t a d o ' d a ' . v e r c l a r a m e n t e

á

de

Dios;

Mk d L t r i i J | a n o 'tiene 0 dbda:, y k qué muchacho de Sumuías, que se le propongan, no soltará la carcaxada? Otiizás conteriiDlando mi Catedrático to d

Sanio Tótná% se depara de éJ, como lo han

à

es * de la la doc-

del D o c t o r

Angelico,. Sol* porque le ofende su luz; Lechuzas, que no saben andar sino L a D o c t r i n a d e l Doctor Angelico t i e n e u n A l t a r muy Sagrada en todos los h o m b r e s d e juicio, ante cuyas Aras n o l l e g a sino humillado e l . r e s p e t o . á tributarie los. incienso* de su veneración, d e s p u e s d e la doctrina r e v e l a d a : j u s t o t r i b u t o á s u g r a n d e z a r y d e * bido ítomenage al elogio con que la ha distinguo la C a beza

21 beza de la Iglesia : Prf cperis exepta t momea habere proprietatem verborum modum ài scendo rum, veritatem Sentenciarum, decia Inocencio VX. Por esta cansa, la Jan: a de la Inmaculada Concepción encargada per n u e s t r o Cato!ico M o n a r c a el Señor D. C a r l o s 1IL ( que D i o s - gurde ) p a r a q u e investigase - qual d e e n t r e los Padres y T e o l c g o s p r e s e n t a b a en s u s e s c r i t o s u n a doctrina m a s o p o f i u n a p a r a la p u b l i c a e n s e ñ a n z a ; d e s p u é s de

un

maduro

gravísimos

examen,

Teologosque

vinieron la

à

doctrina

concluir del

Dr.

aqueljos Angelico

era l i unica que llenaba las ideas del M o n a r c a , quien por una orden circular lo hace saber á toc'as las» Universidades de su Rey n o , mandándoles que en su» A u las- 110 se enseñase otra D o c t r i n a , que la de e s t e Principe de la Escuela. Lo» Panoplistas como Vasallos del Hey saben la- sumisión que d e b e n tener á sus ordenes;, y aunque n o tuviese la Doctrina de Santo T o m á s - otra recomendación mas que e - t a , les feria bastante para venerarla. Eete juicio me deben los Panoplistas,. como tu Catedrático el de romper los lazos de la obediencia, que unen- tan estrechamente al Vasallo con el Principe , para seguir sus particulares preocupaciones contra sus Decretos. Fr. Junisp. Padre Maestro, eso importa poco pata el m e r i i o de la D o c t r i n a d e l D r . A n g e l i c o , como» los insultos que contra ella h a proferido en n u e s t r o s dias

una

ignorancia

crasísima

y

una

estupidez

del

pri-

mer orden,, con campanillas de D o c t o r , y presunciones de Maestro ; porque sus sombras no pueden o b s c u r e c e r al Sol sus luces; y á uno y à otro le podemos« dec i r , lo' qae á Brucherò con San Geronimo el S a b i o Rossels en ocas ion semejante : N» qu$so nescentium dm* íibmm edentulus mvideat, ö 1 oculos caprarum talpa confermai. Mam Thomas ut Sol licet conviciis impeti tus, Sol per

pcrmanet. ( 5 5 ) Idtro. Ka efecto, asi e s , y esas son expresiones del Padre S. Gregorio Niceno, hablando contra Eunouiio que habia insultado a S. Basilio ,, No es tan hu„ niilde y abatido el S o i , dice, que lleguen á él la* „ pisaras que ie tiran, ú otra co;a semejante; porque „ las saetas que le dirigen, retroceden y caen sobre la „ cabeza del que las dwpara, y el Sol permanece mu, cho mas elevado, que todo lo que puede alcanzar su ,, ímpetu; y aunque alguno acrimine al Sol obscurida ,, des, no por eso se disminuye el esplendor de su* „ rayosj porque el Sol ultrajado con injurias, no dexa „ de ser Sol, y el que imputa sombras y tinieblas ¿ , , los rayos del Sol, nada otra cosa consigue que ma,, nifeitar la ceguedad de sus ojos, y aunque quiera „ persuadir principalmente á aquellos que lo o y e n , y ,, á aquellos con quien trata, no asientan ai juicio que ,, en la común estimación de todos los hombres se tie ,, ne del Sol , este tal será tenido por un delirante, „ por estos mismos á quien el sentido de ja vista no „ les ha faltado. " ( 5 6 ) Esto jaúsmo debes tú juzgar de las expresiones con que la necedad, la ignorar.cía y Ja estupidez se atreve á denigrar los escritos del So; de Aquino, cuya prodigiosa luz ha desterrado las sombras de la heregia, y ha disipado las nubes de la ignorancia: Si yo te hubiera de exponer los elogios que le han tributado aun sus mayores enemigos, formaua un volumen gruesc. Basta para conocer su mérito el que le tributó la Cabeza de la Iglesia Inocencio VI.: /ta ut, dice hablando de su doctrina, qui eam secutas fuerit numquam inveniatut d veritatis tramite deviasse, qui eam impugnaverit semper fuerit de faisitate (55) ($ó)

Rossel. Summa Pbilosipbica tom. 1. fol 107. JLik 1. cont. Eunom. Edition. Gretseri fag.

$2$ tate suspectus. ( 57 ) Br. A e;o dice mi Catedrático, qne se le dé traslado á tantos hombres grande? corno se h.in separado en tantas cosas Je 5:o. Tomás, y que tenga esas expresiones como hijas de! capricho y la mania. Miro. Hijo mió, estas s< n expresicres de la Cabeza de ia Iglesia, si merece ser tratada con ese vilipendio, tu puedes juzgarlo , pues la materia es tan obvia que no necesita de a p o y o . Y o no quiero decir con esto, ni los Panoplistas jamas lo habrán pensado-, que se debe cautivar el entendimiento en- obsequio de su sentencia: este es uu privilegio único de la doctrina revelada; en cuya atención los Panoplistas dirán con San Agustín: „ E n so,, los aque'los libros que ya se llaman Canonic'os, apren„ di á def rir este temor y honor; de tal modo, que , , ñrmisimamente crea , que ningún Autor de ellos es,, cnbiendo, haya eirado alguna cosa. Mas á otros, de tal , , modo l e o , por mas que sobresalga en santidad y doc, , trina, que no repute por verdadero lo que dicen; por, , que asi lo sintieron; sino porque me lo han> podido , , persuadir, o por aquellos Autores Canonicos, o por , , una razón probable que no discienta de lo verdadero" ( * ) Sisón tales los raciocinios de Santo Tomás aun en las materias que le quieren atribuir menos cjonocimientc; oye á sus mism ts enemigos, y de quien tu Catedrático no dudará hacer un grande elogio. Leybnicio dixo: Tbo~ mas Aquinas ad solidum tendere solet. ( 3 8 ) Antonio Genuense: bina proferam loca (I). Thomg) ut quantus bic homo fuerit Pbiiosophus inteligatur:::Paucis ccmptexus.est qufsumque cceteri longo sermone edisserete solent (59J quum nervio»(57) Apud Gonet tom. 1. clipe%. in comenddoct.lJi Tbomf ( * ) Apud Kosseli ut sup. (58 } Thsodice f cap. 4- §44° ( 5 9 ) Ehmem» MetapM: edicto ann, u?$u-parfa*y

éz4

infinitos t e s t i m o n i o s de W o l f i d , © r o c l o , y B o d e ® , q u e m las m a t e r i a s filosóficas han a l a b a d o s u i n g e n i o , s u solidez, y lo castigado de sus ractocini©s. P o r lo que t o c a à l o t e o l o g i c o no es m e n e s t e r m a s p r u e b a d e su m è r i t o q u e l o q u e n o s dice

viosel

Omito

Fèseèio,

otros

Cartesio,

l a I g l e s i a e n su O f i c i o : qmdquid labore

suo peferisse,

quam

sciret

ddvinitus

non

tam

tmditum

studio

aut

accepisse.

En

esta atención, yo te a c o n s e j o 110 s i g a s .en e s t e punto lo« p a s o s ' d e t u C a t e d r á t i c o , q u e se ¿ p a r t a - 4 e a g u a s cristahuas del Doejor Angelico recomendadas por .tantos Oráculos

de la

dos d e

loe

Iglesia, para

e n t r e g a r s e á los c h a r c o s

(Probabilistas,

« n los

que

»©

se

hedion-

«encuentran

tino s a p o s , c u l e b r a s , animales ponz'.fiosos c o n t r a q u i e n e s todos sus a n a t e m a s el B a t i c a n o : tino q u e proauyes seguir l a s huellas de ios S a n t o s P a d r e s , , p r e f i r i e n do su doctrina á toda otra, exceptuando la Canonica, y p o r l o que mira à S a n t o Tomás t e d i r é c o n S a n A g u s h a dirigido

t í n : tene tomate terca

mecum

, sed

ipsa

sanai

placetw.tamquam

rum fave ami

sed i,

viri

quia ree te

sententiam,

firmatam.

veritate

piantatori, de

hac

mteligenü

& r*

jam

Ñeque t

&

nonejus

viga tori

meo

ipse bocdixit,

loquitur

au~

enim nubi prbp>

etiam

nimiquod

Ule

qui

dat Deus. (-6a) Volvamos á nuestro asusto que n o s hizo suspender esta oportuna digresión. E s p u e s , constante, que la probabilidad extrínseca no se debe t o m a r d e l m a y o r ítumero ; sino de la qualidad y recom e n d a c i ó n que t i e n e n los Doctores que defienden la optaron:'por la de que no i n t e r c e d e n l a s A n i m a s d e l P u r g a t o r i o , h a n c i t a d o l o s Panoplistas la a u t o r i d a d del D o c tor A n g é l i c o , y la del gran Pontífice B e n e d i c t o X I V , a u t o r i d a d e s tan respetables, q u e e l l a s solas b a s t a n para h a cer esta opinión mas probable extrincese, que su contraria aunque t u v i e s e á su favor toda l a t r o p a d e los Probabiliftas.

(6o )

Apud Epist. 147. alias i * c a p . 23.

Br. Padre Maestro, en fuerza de los raciocinios de \T. P. he quedado enteramente convencido á esta verdad, y a?i no hablemos mas de ella , y digame V. P. algo sobre los exemplos de San Severino, y San Pascasio, contra lo que dice mi Catedrático nada alegan los Panoplístas, sino la autoridad de Cristiano Lupo, y Baronio que opinan de otro modo, fundados en los machos aúos que habian pasado desde la muerte de San Severino, hasta San Pedro Damiano que refiere este riacho; siendo esta una prueba muy despreciable. .pues n?:ichiw másanos habian pasado desde la muerte de San Severino, .hasta los tiempos de Cristiano Lupo,, y Baronio. Mtro. Si tu Catedrático estuviera instruido en Jas reglas de Critica np hablara de ese rn^rf ). Entre las diez y seis que pone el Padre Opstraet para conocer la verdad de un hecho historico, dice la undecima : si Hh~ toria ali qua non fuerint evulgata, ac recepta, nisi multo postquam contigisse dicitur ,. nec ulla monumenta proferantur illius temporis, quo contigisse debuerat autoritatem ttullam mqretur. ( 6 1 ) De esta regla se valieron L u p o , y el Cardenal Baronio para probar, que el silencia de tantos años como mediaron entre la muerte de San Severino y San Pedro Damiano, y no a l e g a r éste a l g ú n monumento de aquel tiempo, acredita que al h e c h o que este Padre refiere no se le debe dar a l g ú n a s c e n s o p o r *er apócrifo. Eli vista de esto no es digna de m a c h í s i m a risa aquella pregunta del Señor Catedrático: ,, Pero quántos mas años distan de San Severino, Baronio y L u p o ? Porque ella ¡denota que no ha entendido u n a palabra del fin para que se ha hecho memoria de estos años. Verdaderamente no puedo adivinar sobre qué m a t e r i a s hayan corrido estos mas de veinte años de estudio co» aplicación del Señor Catedrático. Por lo que toca á Jm Kkkk de ( 6i )

De loéis Tbeolog. discert. 7.

626 de San Pascasio , no tengo mas que decirte que leas la Panoplia, que no solo expone este hecho en virtud de una dispensación divina temo dice San Gregorio, lo -que voluntariamente aplica el Señor Catedrático al pcco tiempo que estuvo este Santo en el Purgatorio, pues en ese poco pudiera Dios haberle cargado de mas tormentos, que á otros que hubiesen estado mucho mas; sino también reflexiona, que si Pedro y San Gregorio estuviesen persuadidos que las Animas del Purgatorio interce* den por sus devotos, la pregunta del primero hubiera sido importuna, y la respuesta del segundo hubiera sido mas inmediata, diciendo que por la intercesión del Santo se obró aquella maravilla. Per^ vamos á otra cosa, que para desvanecer esto, sobra la doctrina que se trae en la Panoplia. Br. Lo que sigue ahora es la cita de San Agustín en el capitulo trece del libro de Cura pro mortuis, en donde según mi Catedrático, dice San Agustín, que las Animas del Purgatorio saben las obras buenas que Hacen por ellas sus devetos * ó por otras Animas que van de este mundo, ó por los Santos Angeles que les dan esta noticia. Mtro. Ya te he dicho que esta cita es falsa. San Agustín en este lugar no habla una palabra de tal conocimiento , ni por uno ni por otro medio, y en esto puedes estar seguro; porque he leído con bastante reflexión el capitulo, no solo por la Edición de San Maur o , si t a m b i é n por otras dos délas antiguas; pero aunque supieran por estos conductos las buenas obras que p o r ellass h a c í a n sus devotos, no se infiere de aqui que i n t e r c e d a n p o r ellos;, porque no es el no tener esta not i c i a p r e c i s a m e n t e quien impide su intercesión, sino el estado en que se hallan de n o poder merecer como ha d i c h o con S a n t o T o m á s el g r a n Benedicto XIV. No asi las Almas de O t a l a s y Jereniias, aunque n o gozasen en el L i m b o d e la v i s í o ^ B e a t i f i c a ; p e r o n i necesitaban de

núes-

627' sufragios para obtener el premio que les esperaba; ni estaban en un estado en el que no podían m e r e c e r á lo menos accidentalmente como de los Bienav e n t u r a d o s dice Santo Tomás. ( 6 2 ) Con lo que queda desvanecido ese reparo. Ni lo tengas tu en decir, que no son de estas qüestiores de las que había el Concilio de Trento no se propongan á los Fieles en el Pulpito; sino de a q u e l l a s que excitan la c u r i o s i d a d , no fomentan la piedad, y n o , p u e d e n servir de e d i f i c a c i ó n , : J a p r e s e n t e ; propuesta no ^prao-.Dogma; 'fino c o m o -enseñad^ p o r la mas s a n a y r e s p e t a b l e , p a r t e d e -los. Teólog o s , puede* e x c i t a r la -.piedad d e los Fieles p a r a aumentar sus sufragios con la esperanza, que estando en la presencia de Dios, tendrán en ellas unos poderosos intercesores. Br. Padre Maestro, no necesito de mas pruebas para mi convencimiento, y asi dejemos este punto, y vengamos á tratar el de si es necesario poner el nombre en la Bula para que le valga al que la toma. Mtro. N o quisiera hablásemos de este particular; porque no sé si al ver tantas falsedades como aqui presenta tu Catedrático, podré contener mi natural moderación ; ello es cierto que es tal el prurito que tiene de levantar falsos testimonios, que hasta á sí mismo se los levanta: para que te convenzas á ello, oye cómo habla al fol. 170. „ Y o me he admirado que al fin se decla„ re por nulo este Sufragioy de ningún valor, y ense„ ñe por lo tanto en mis Reflexiones Cristianas, que no „ hay declaración alguna del Ilustrisimo Señor Comisa, , rio General de Cruzada, como se supone, para que „ precisamente se haya de escribir el nombre del D i „ funto en el Sumario,, Estas son sus palabras: dime tú ahora: has leído algo de esto en sus Reflexiones? Ha Kkkk z hanuestros

(62)

D. Tbomas in supJem. quast. $2. art. 6.m corf.

02 8 hablado una palabra del Señor Comisario General de Cruzada? Lo ha mentado para c o s a alguna en todas ellas? Ha dicho aun por casualidad, que haya ó no haya declaración sobre este punto? Pues como tiene valor para decir que lo ha enseñado en sus Reflexíunes? Esto es mas que haber perdido el tino. Esto es echar enteramente por medio, y soltar los diques á los desbartos. Esto e?::,pero pasemos adelante, y armémonos de paciencia para poder contenernos á vista de tantos desproposito'. Q'jieie persuadir que la declaración del Señor Comisario de Cruzada que se le cita en la Panoplia, no i recae sobre el poner los nombres en la Bula para su validación, y lo prueba, porque hjblando de las circunstancias de poner las cruces 6 las rayas, cita una Declaración , y hablando de escrivir el nombre en el Sumaario, no cita alguna; puede darse prueba mas extraña? Pues por ventura ésta no es Declaración? N i tiene el Señor Comisario facultad para hacer nuevas Declaraciones sobre puntos que no las hayan hecho sus Predecesores? Nadie lo puede dudar. Va refiriendo su Ilustri ima las circunstancias que son necesarias para que valga la Bula á quien la toma, y sobre el punto que ya ha habido otra Declaración la cita, y en donde no la ha habido, esta su misma Declaración la invalida» La primera que señala es tomar la Bula, y en verdad que para este circunstancia no cita Declaración algun^. La segunda tomar-» la de hecho, para esto cita una Declaración: la tercera hacer las cruces ó las rayas, y para u n a , y para otra cita Declaraciones que ha habido r la quarta poner cada uno su nombre en la Bula, ó el de aquel Difunto para quien se toma, y para esto n o cita Declaración al* guna. Signe < despues señalando otras circunstancias, como son la tasa de la limosna de la Bula , el fin con que debe darse, que debe darse en efecto, que debe darse de sus propios bienes, y para* ninguna.de éstas cita alpina. Declaración t diremos por 1 esto* que el que no

29 diese

la

limosna

torcido, animo nero cio

quien

en

engañase

de

pagarla,

para

tomar

del

otras

desatino? las

al

el

y

la

el

que

ha i d i c e

con

un

fifi

tornándola

sin

que

hurtase

esta

le

valia

en

esta

su

invalidasen?

Rayas,

Señor

diese

Repartidor

finalmente Bula,

que Pero

Cruces

expresamente

y la

quien la

Comisario, p o i q u e

Señor

no citaba gran

señalada,

el

Señor

citando

Comisario

No

la

que

en

sucede

en

la

en

los

circunstancias

demás de

puntos

que

escribir los

dijui-

Declaración esto un

seria

Catedrático,

que

Declaración,

dice

la

vale

Bula

porque no se tomc> legítimamente y en forma, ino

el el

no

lo misse a l e g a n : pero

nombres

y

no

se

hace

No me faro en las comodidades que tiene esta ceremonia para el buen gobierno y administración de la Cruzada, que sen notorias. Lo que debeis tener presente, para que no sea vana y de ningún fruto, ^Cf el espíritu con que debeis paticarla. D e a q u i i n f i e r e e l Señor C a t e d r á t i c o l a diferencia q u e h a y e n t r e u n a y o t r a c i r c u n s t a n c i a ; porque la o m i s i o n d e l a s C r u c e s 6 Rayas, se d i c e invalidan las Bulas, y para ello se cita una Declaración, mas para la de escribir los n o m b r e s n i se cita Declaración; ni se dice que esta ceremonia es precisa é indispensable, para ganar los frutos de la B u l a : pues rodas sus ( clausulas ) no respiran mas que utilidades, ya para el buen gobierno de la Cruzada, y ya espirituales quanda se escriban los nombres con recto y buen espíritu. Aqui hay muchos cosas que notar. La primera , que diciendo expresamente el Señor Comisario no se para en las comodidades que tiene esta ceremonia, para el buen gobierno y administración de la Cruzada; y el Señor Catedrático que acaba de repetir estas palabras; d i c e , no respiran otra cosa que utilidades, y á para el buen gobierno de la Cruzada; ya espirituales, quando se escriban los hombres con recto y buen espíritu. Puede darse mayor desconcierto? mención

alguna

de

esto,

y

solo

se

dice:

Sr.•.. Comisario . e x p r e s a m e n t e

Si

el

las

comodidades

detenerse, e n de

infiere

piran bierno

que

este

el

punto;

Señor

sino 1

las

de

aquel

traen

al

afirma

buen

no

se

quiere

de

adon-

porque

son

notorias:

que

todas

Tribunal

resultan

&c.?

Aqui

en

ni

Catedrático,

utilidades q u e

para

gobierno;

para no

ellas no el

buen

hay

otro

res? re-

curso á que apelar, que al desconcierto de sus ilacio-, nes. L o segundo que hay que notar, es la poca fidelidad con que refiere las palabras del Sr. Comisario, de haber dicho no se para en las cuesto trae i la Cruzada , llama la atencion de los" fieles, para hacerles ver que en lo que se para es, en el espíritu con que deben tomarla para que no sea vana y de ningún fruto: Lo que debeis, tener presente, dice/ par* que no sea vana y de nin gun fruto, ES, el espíritu ¿on que debeis practicarla. El Señor Catedrático suprime el verbo ES para cofiFuede ser la proposjeion, y torcer su casualidad; pero siempre ha de el Señor Catedrático, donde se , mojados y arresidos, el Cernícalo inmediatamente se arrimó ai fuego, extendió sus alas, sacudió sus plumas, limpióse el lodo, y con estos auxilios empezó á descansar de la fatiga del camino: mas el Pollo en lugar de arrimarse al fuego para experimentar el mismo benefic i o , se retiró á un rincón todo encogido, tiritando, y ai » procurarse por la inmediación del fuego algún alivio. Compadecido el Cernícalo, le dixo : Señor Pollo, porque no se arrima Vmd. al fuego para calentarse? Mas el Pollo lexos de arrimarse se retiraba mas, cada vez que le mentaban el fuego. Volvía á invitarlo el Cernícalo , para que se acercase á calentarse; pero e'l, mientras mas le instaban mas huía: hasta que cansado el Pollo de sus instancias, respondió con una grande exclamación al Cernícalo. Há! dixo, y cómo se conoce que ninguno de tu casta ha sido asado con ese fuego, y por eso te arrimas á él sin ningún cuydado: mas como por lo común todos los de mi casta son asados con él, no quiero arrimarme porque experimentaré igual suerte, y asi caliéntate tú que no tienes ese peligro, que yo aunque huyo de él, no me tengo por seguro. Y ven Vmds. aqui lo que le sucede al Señor Catedrático: sabe muy bien, que muchísimos de su casta han sido asados coa la Doctrina del Doctor Angélico, y aunque mil veces Mmmni z lo

6 44

lo inviten los; Fanoplistas á que se acerque l las palabras que dexa de traducir para desengañarse: no me arrimo.,, dice el Señor Catedrático; porque seré asado como muchos de los míos, y ese desengaño es para mi el wm$ duro sacrificio. Arrímense á ella muy enhorabuena los Panoplistas^ pues no tienen ese peligro: mas no asi y o , quando el calor que á ellos los vivifica, á mi me- mata; y la que para ello es luz que los alumbra, los deleita , y los ilustra, para mi es hoguera que me ha de consumir como infeliz victima; pero al fin le ha de venir á suceder lo que al P o l l o , que por mas, que huiga ha de ser asado por este fuego.. Miro*. En efecto, asi le sucede en este punto : por que supongamos por un instante, que el Sto. Doctor habla de las Indulgencias en §1 citado Articulo, podría estando á tu B o c trina ganarla el pecador para el Difunto? De ningún modo. Repitamos parte de este Artículo:: „ D e otro modo« „ se entienden estos Sufragios; quantum ad opus operan„ tis, y aun asi se ha de distinguir; porque ó la obra „ se considera, como suya propia, y asi no es meritoria otro; lo que sucede de dos rnane>} para si, ni para „ ras, ó porque el pecador que hace los Sufragios repre, , senta Ja persona de la Iglesia,. como el Sacerdote ce„ lebrando las Exéquias de los muertos; porque se en„ tiende, que la obra es de aquel, en cuyo nombre se hace , t como dice San Dionisio. De aqui es, que ios Sufragios de tal Sacerdote ,, aunque sea pecador, aprovechan á los Difuntos,. De otro modo se entiende quando uno obra como instrumento de otro, pues la obra hecha por el instrumento toca y pertenece al agente principal: de aqui es, que aunque el que obra , , como instrumento de otro no esté en estado de merecer* ,, con todo la acción puede ser meritoria por raj&on. „ del agpnte principal; como si el Siervo que está» en „ pecado hace alguna obra de misericordia por mandato de- su Señor, que tiene caridad" Hasta aqui lo que ha tra-

traducido el Señor Catedrático, en lo que debemos notar rres cosas. L a primera, que la tbra del pecador que se considera como propia suya no es meritoria para si ni para pero:, la segunda, que quando el pecador la hace no en nombre suyo; sino de toda la Iglesia, es meritoria, porque entonces la obra »o es suya; simo de aquel en cuyo nombre se hace: y la tercera, que quando la hace como un mero instrumento, la obra puede ser meritoria*, si la causa principal está en gracia » porque esta accwn se atribuye á ella De aqui se sigue, que .nunca- que el pecador obra por sí»Ja obra puede ser meritoria, y por consiguiente nunca puede lucrar Indulgencia para el Difunto; sino quando la acción nace de un origen que tiene el principio del mérito » que es la gracia; y aun, en este cas© por la parte que á él le corresponde no tiene mérito aulguno. Oigamos explicar esto á Sto. Tomás en las palabras que no ha habido forma traduzca t i Señor Catedrático. »,, Por lo qual,. si. alguno murien„ do en Caridad manda que se le hagan Sufragios, ü otro que tiene esta Caridad los manda hacer, estos „ Sufragios valen al Difunto,, aunque aquellos que ios» , , h a c e n , estén en pecado: No obstante valdrían mas si „ estuviesen en Caridad: porque entonces aquellas obras „ serian meritorias por dos partes. Esto es tan claro, que no necesitaba explicación á dar con otra persona que no fuese nuestro Catedrático; para que lo entienda, explíquemoselo con un exempio. Muere P'edro en? gracia», y dexa mandando se le hagan ciertos Sufragios por su alma á los que está concedida una Indulgencia», como él está en gracia y es e l principal agente,. la gana, aunque el qpe pone los medios de su. orden esté en pecado;, porque esta acción no se le atribuye á él; sino al Difunto en cuyo nombre la hace» y asi por solo esta parte tiene mérito aquella obra,, y de ningún raodo por la¡ que le corresponde al pecador que la executa aunque se la aplique;- no siendo otra, la razón que dá

646

dà Santo Tomás ; sino es porque este no està eri gracia. Esto baste para manifestar que aunque el Doctos Angelico hablase en el citado Articulo de las Indulgencias, en nada favorece su Doctrina al sentimiento del Señor Catedrático; pero siempre subsisto con Cayetano, que el Sto. no habla de Indulgencias, sino de Sufragios. Br. Padre Maestro, y o estoy en que esa distinción que V. P. hace de Indulgencia y Sufragio es una falacia, asi la llama mi Catedrático, y la impugna à mi parecer con solidez. Oiga V.P. sus palabras: „ Las Induk „ gencias anexas à las Bulas de los Difuntos son Sufragios, y como tales se aplican à los Difuntos, de suerte que ' „ obtienen verdadera razón de Sufragios, y se deben „ contener en esta voz que trae su origen según los „ Teologos de Sufragar y ayudar, y no es verdad que „ con las Bulas de tfifuntos se j e s ayuda y sufraga? „ Quien lo ha disputado jamas ? Nadie. Luego son Sufra3> già** y por lo tanto inclusos y contenidos en el Ar„ ticulo citado. " Asi rebate mi Catedrático esa distinción. Mm. Y no le quedarla muy descansada la mollera de haber producido tal discurso? Quando se ha dicho en la Panoplia, que la Indulgencia no es Sufragio? N o es menester paciencia para leer sin commocion tales desconciertos? Repitamos lo que se dice en ia Panoplia, a ver si quiere Dios que lo entienda: A l fol. 245. dice asi: „ De aqui resulta, que aunque toda Indulgen„ eia sea Sufragio, no todo Sufragio es Indulgencia; " puede estar mas claro esto? Y no es una compasion lastimosa después de unas palabras tan expresas, salga ahora un Catedrático de Prima & c . con un raciocinio que desde Adán acá no se ha puesto mas desconcertado? Esto mas es delirar que discurrir. Expliquemoselo con mas claridad, á ver si quiere Dios entienda lo que un muchacho aunque sea de los Toribios, habrá entendido sin mas explicación. L a voz Sufragio es generica que compreheiide bajo de si muchas diferencias, como la Indul-

47 diligencia, el Sacrificio, la limosná, el a y u n o , la oración & c . Todas estas son Sufragios; pero no todas son Indulgencias; y asi como no vale; todo hombre es animal; luego todo animal es hombre; tampoco vale, toda Indulgencia es Sufragio: luego todo Sufragio es Indulgencia. Vergüenza me dá de hacer estos convencimientos á un Catedrático de Prima con mas de veinte años de estudio con aplicación; pero á este extremo nos han conducido los tiempos miserables en que vivimos. Br. Padre Maestro, V. P. ha demostrado que mi Catedrático en este pünto no ha sabido lo que se ha dicho, y o estoy convencido á e l l o , y así 110 hablemos mas de él. Dígame sí, V. P. alguna cosa sobre lo ultimo que trata en esta L e c c i ó n , á saber: lo que le aprovechan estos Sufrágios, y si infaliblemente les aprovechan» Mtro. V o y á satisfacerte en pocas palabras; porque el asunto no merece larga discusión; y á la verdad, si hubiera reflexionado lo que se dice en la Panoplia, se hubiera abstenido de hacer esta pregunta: A qué fin decir y declamar, Muchos obsequias por tas Benditas Animas que son enteramente inútiles, d no se sabe lo que les aprovechan. Esta proposicion como y o te la lie referido, es del Autor de la Colecciom de Ideas Elementales ; mas tu Catedrático para no ser fiel en cosa alguna, donde dice el A u t o r , o no se sabe lo que les aprovechan, d i c e , y no se sabe lo que les aprovechan; pero esto es y á tan usual que no nos debe ftacer eco. E l Autor p u e s , de esta proposicion» Jamas pensó dudar como Católico» que las Oraciones, Sacrificios, limosnas & c , en los términos que1 hemos dicho les aprovechen á los Difuntos: habló en la primera parte de la proposicion del Atahud, Colgadura,. Comida & c . cuyos obsequios hemos manifestádo Ies son enteramente inútiles. En la segunda habló de aquellos Sufragios, que no se sabe si les aprovechan, y en caso de aprovecharles, se ignora lo que les aprovecha, como son los 1 Sufragios que se le ofre-

262 ofrecen por los pecadores, de los que se duda entre los Teologos si íes son de alguna utilizai. 'Unj¡> críticos tan presuntuosos como ignorantes, censuraron esta proposición de -libertina y heretica. Desvanecer esta infame calumnia fue el empeño de 1a Carta Apologetica continuad« eu la Panoplia, lo que ha conseguido su Autor manifestando en las razones que ha alegado la ignorancia de ios Censores y ha confirmado el Señor Catedrático , confesando que es controvertible entre los Catolices , a les aprovechan à los Difuntos los Sufragios he chos por los pecadores; no siendo meaos evidente, que se ignora lo que les aprovechan, lo que parece no había llegado á noticia de los miserables Censores para dar qué reír à los hombres de j u i c i o , notando de heretica y libertina una proposicion, cuya primera parte es contr /vertible entre los Teologos Catolicos, y la segunda es universa.mente recibida de los mi-mos. Como teman evacuado el punto de su discusión, no tenian que detenerse en otros. Mas de aquí toma motivo e l Señor Catedrático para echar una de aquellas arrogancias que tan poco honor le hacen. „ A esta Reflexión fuerte y „ poderosa, d i c e , que destruye el modo de pensar con„ i r a d o , nada dicen Jos Panoplistas: " Y y o digo que de esas pasmarotadas á quienes llama razones poderosas el Señor Catedrático, se reirán à carcajadas los Panopiista;. No son ellas, dirán, del S e ñ o r Catedrático? Pues bast:i. obstante, porque no me quiera aturdir à mi también con lo poderoso de sus Reflexiones, oiga qual es mi juicio: Aquellas cosas que se sabe ciertamente les aprovechan en qjalquiera de los modos que se dice ea la Panoplia, aunque no se sepa lo que les aprovecha, com í son oraciones, misas, limosnas & c . , dexar e n sus practicas à los fieles: Mas aquellas que no se «abe á les aprovechan, como son las obras que no se hacen en gracia, 6 las que les son enteramente inútiles como Ataliud rico,

Comida esplendida

&c. y

entre

las que co-

49

Coloco la Eula sin escribir el nombre y apellido en ella, no se deben dexar en sus practicas á 4os fieles; sino instruirlos y excitarlos ä que sigan él camino mas seguro , por medio del qual tienen ti debido cumplimiento sus deseos, el mc'rito sus buenas obras, y el alivi» los Difuntos por quien las aplican, y -este sin duda es el sentimiento de las Panoplistas bastantemente expresado eti las doctrinas que alegan. Bueíve otra vez el Sr, Catedrático á engreírse del mérito de sus Reflexiones, y hablando de si los Sufragios infaliblemente aprovecha» á ios Difuntos dice, que los Pa-noplistas confiesan ¿astados de sus argumentos y -razones ¿ ,, -que la qpinK»fl „ que dice que infaliblemente aprovechan, es roas pió* ,, bable, en lo que parece no estabamos antes de acuerdo.-** •Quisiera me citar-a el St ñor Catedrático el lugar donde "han dudado los Panopliscas de este punto", para' que sus Reflexiones les hayan hecho mudar de sentimiento? Y o creo que sino lo señala en su fantasia, no lo há de encontrar en otra parte. Sus Reflexiones para l o q»e le« habrán servido, será unas veces para risa y otras para compa-ion; pero para hacerles mudar de sentimiento, están muy lex'js de poder causar este efecto aun I los munos instruidos. Asi lo conocería el Señor Catedrático» si D¿os quisiera se disipasen las densas nubes que "ofuscan su entendimiento; pero no ha llegado aun la hora que la lúa disipe las sombras que lo cubren, para que «oneciéndolas como son, se avergüenza de ser un panegirista de su mérito, y de hacer un ridiculo elogio d e sus Reflexiones en tantos soñados triunfos* que no -skvem. oías que para excitar la risa. Fr. Junisp. Padre Maestro, y aun creo que llegan i ridiculizar al mismo Señor Catedrático según el" bello pensamiento de S. Clemente Alexandrino: Ridendarum in metimum imitatores exigendi sunt 4 República nostm ( Tbeologorum ) cum enim verba omnia a cogitaüone, 6f morikis emanent 9 fieri non potest 9 ut verba atigua emk-

6$o tantur ridicula, qu$ non. procedunt. a tnQribits ridiculis\ Siendo esto asi* continuaré yo con el mismo Padre al ver el empeño, del Señor Catedrático en publicar sus elogios y sus fingidos, triunfos: Multo autem absurdius est stude» re , ut ipse sis ridiculus. (66) Mtro.. Por fin, ya hemos» concluido nuestro Entretenimiento^ y con éi el examen de las Advertencias y Lecciones que te ha. mandado, tu Catedrático, para que respondas á la Panoplia. Aquí se seguía ahora,, que yo te hiciese algunas reflexiones generales sobre la obra, y tu empeño en responder con sus doctrinas á la Panoplia; y al mismo tiempo, satisfecer los escrúpulos que tal vez te habrán causado algupaa expresiones Icres^jcoa que rae he explicado en varias partes, de estos» Entretenimiento. Mas aunque ellas seria, b r e v e s y a . es tarde y hemos hablado mucho: por lo que si t e parece, puedes venir mañana e n la tarde t j y trataremos, de esto« dando fin á nuestro trabajo», , Mr. Padre Maestro«,, por lo, que dice orden k la obra ,, y e l juicio que deho formar de ella,, no tiene V . P., q|ie cansarse,, yá lo tengo hecho y quiza mas de lo que VI. P l piensa ,, no. obstante mañana me tiene; V. P» aqfilí,:a la. hora, acj»tumferada^»^ Fr.Jumsp. Pues veng^ Vmd.. tambieni prevenido paras oírme;; pues, tengo también, quet hacer, mis, prevenciones. Br., Sea muy enhorabuena, y manden. Vmds.. hasta manana,.. . • " ' . • , • Mtro. y Fr. Junisp. Vaya Vmd. con D i o s , y nos alegraremos que descanse.

(66)

Apud Burtad pag. 482»

jfg ^ J / ^ ^ ^ w i w

' ENTRETENIMIENTO UNDECIMO, . E N E L Q U E E L P. Fr. PRUDEM. C í o /pEL M a z o , y e l P. ; F r . J u m s m m hacen algunas advertencias al Sr* Bachiller, yá sobre el Escrito de su Catedrático, y yá sobre los Entretenimientos que han tenido, B f í J ^ A d r e Maestro, X>ios le dé h V. P. tmiy buenas tardes:; no fdirá que he faltado á mi palabra, yá me time aqii V. IV" «con muchos «deseos d e «oír « ^ R e flexiones. ' Mm.:- 1 Y o no podía creer qué t u faltases esta tarde , quando con tanta puntualidad has asistido en las antecedentes. Br. Pues Padre Maestro, yá está aqui el P. Fr. Junispero, que también tiene que prevenir. Mtro. Pues Hijo mío, por la discusión que hemos liecho de las Advertencias y Lecciones de tu CátedraKnon z tico,

t i c o , habras conocido el peligro tan grave a que te •

-Stimali pasti 2. parti In' pmlogi mnfèsion.. ImApolog. conti:Guülelmi*Ahat. D . Thomiim opuse» cont: itnpug. Relig. Maib. cap., 16. 23. & Joann, cap. 3.

deben quando sorf /delinqUenles .-experimentar ..con más acrimonia las rjepreliemájnesí porque cansan mayor perjuicio en los fieles dice San Gregorio : „ D e ningún otro, dice este P a d r e , recive Dios mayor perjuicio que „ de Jos Sacerdotes, quando mira que aquellos á quien „ ha puesto para la corrección de otros dan exemplos „ de pravedad, quando nosotros mismos pecamos, que debia„ mos contener los pecados, ningún lucro de las almas „ buscamos y diariamente nos ocupamos en nuestros ne„ gocios, anclamos à las cosas terrenas,, y ponemos , , todo nuestro cuidado en la gloria .humana. u ( 90) Esta pintura que en nada desdice de los que y o he reprehendido la conducta, no ha sido vituperable en Sao, G r e g o r i o ; porque p u e s , lo ha de ser en mi siguiendo tales exemplos? Pero haï se me dirá, que ¡dándolos à conocer e n la relación de sus hechos., pierden el buen concepto en que están reputados; Qj*id inde'. diré yo con el P. C o n c i n a , permhendum ne erit ut erroneç opitiumes inocenttam corrumpant, ne ear.umdem Scriptoresexistimationis subeant detrimentum ? ( ) Ellos me declararán publicamente por un infame D e t r a c t o r ; , , Porque los u hombres mundanos que acomodan 3as leyes y las cos9y lumbres a l tiempo., que ponen bajo de sus pies toda disciplina, para satisfacer con :mas libertad .sus deseos; „ reputan por detracciones las redarguiciones y decla„ madones de los varones piadosos contra sus laxedades. „ N o quisieran tener jde ellas ningún publico reprehensor : los oirás exâgerar el delito de detracción, acometer á los detractores y despedazarlos como una del genero humano. Mas asi como la L e y di9y peste „ vina prohibe manifestar los delitos ocultos que exísteft „ solo en el mismo delinqiiente; del mismo modo man* Pppp 2, ( 90 )

Hnmil.

(

Ut'mfm.

)

17« m Luc. satisfiet. Multa sunt: sic digna revinci, ne gravitate ado~ r en tur. Vanitati proprie festivitas cedif. Congruir, ¿í? veritatt ridere, quia Iqtans r de gmulis suis ludere ,, quia secura est. Curandum plañe ne risus ejus rideatur, si fuerit ihdignus. Cgterum ubicumque dignus risus cfficium est. ( 9 6 ) Que la precaución que previene Tertuliano esté bastentemente desempeñada- en nuestro asunto, no es menester mas que leer los raciocinios sobre que recaen mis d i c h o s c u e n t o s y chistes.- E n fin todo el mundo está persuadido,; que á veces produce mejores efectos la burla, el chiste y el cuento,, que los discursos mas solidos;, y sin salir de nuestra España lo acredita la experiencia. Mas remedió Cervantes con' su historia de D. Quixóte, que quantos discursos serios prcduxeron los hombres, mas juiciosos..Y la historia^ burlesca de F. G e run-(94) (96)

3- R e g - caP> Lib. coni. Valent* cap. 6l

672 rundió Ibgr& desterrar la profanación que se hacia de -nuestros Pulpitos, que no habían podido conseguir las, •reprehensiones mas severas de los Obispos, ni las ardientes declamaciones de los hombres justos. N o por esto quiera y o mancomunar mis chistes y c i e n t o s , con los de esos Sabios: estoy muy lexos de este pensamient o , pues a u n q u e y o nada he producido de mi propio cerebro, la aplicación siempre distará mucho del o r i ginal de aquellos hombres. Quedemos pues, que nunca seré reprehensible par haber ridiculizado con chistes un discurso que no podía rebatirse mejor de otro modo: hi en haberme valido de a c u n a s ironías para rebatir vergonzosas jactancias, 6 fines t o a d o s en las ridiculeces que introducen en los Templos los promotores de cultos supersticiosos. L a enmienda de estos detestables Vibios ha tenido por objeto todo lo que j o he dichos Insultar á las personas en uno y otro punto , ha estado muy lexos de mi pensamiento: porque á la verdad, á qué conduciría que y o hablase mal de las personas, miando hay tanta materia en que exercítar el ingenio ¿ « l o s discursos del u n o , y los hechos de éste y de los otros? N o obstante si alguno mal intencionado pena s e de otro m o d o , ie suplico mude de j u i c i o , protestándole con toda la sinceridad de mi c o r a z ó n , que mi animo en quanto he d i c h o , jamas ha sido vituperar a persona alguna; sino los desbarros del uno, Y Jas supersticiones de los otros: porque habiéndolas rebatido el Padre Maestro con discursos solidos, 1 me parecía oportuno llamar la atención de todos poniéndoles jdeiante por un chiste ó una ironía, lo que teman de ridicuios, para cou^guir el fin por todos medios; pero si'.acaso se hubiere W 3 T aíguñV expresión"«- «» vigi» l a u d a ' que parezca zaherir directamente_ á las personas, me retrato de ella, y repútese por no dicha. Mtro. Hemos concluido y a nuestro trabajo: Mas te debo prevenir en o r c í e n ' i las autoridades de los Padres * da

67S' du las que te he hecho ver son falsas, fingidas ó truncadas, que aunque no he podido ver todas Jas Ediciones de sus obras que se han dado á l u z , porque esto no seria fácil i pero para certificarme en quanto fuese posible de las falsedades que ¿loto, de algunas he registrad© .hasta tres, y de la* que .menas dos. Las de Saa Agustín ción

las

h e »cotejado # u

de- .tos P a d r e s d e $ m

primer

lugar ,con

Mauro,, y

la

»1 mismo-,

Editiempo

he visco los Jugares,, que «estos .Padres «430 tíW. al margen tenia aquella Epístola y. 45. en Jas J&dici?íOjes antiguas, y

ademas

de

e s t o Jas

lie .cotejado p e r

alguna

otra

de

•estas. .El «o haber visto todas Jas JBdiciou.es, podia.sontenerme para no decir absolutamente que esta? autoridades m-n falsas^ pero como «10 Jas »encuentro por una parte contestes ,cen Jas que he visto,, ijr por otra v e o que aun eti aquellas de que -hay pocas %£cücianes dice enteramente lo contrario de Jo que han escrito sus aut o r e s , como sucedí !en la de Vicente Lirenense,, -Saa •Creronimo ; * tuna

tima .crie fíab'a de las fiestas de Iglesia ^ y adorno de Jos Templo?, y por I*-» que se intenta impugnar la Sessicn t-ctava- de ia Paiu-glla* J%. E N T R E T E N I M I E N T O • MOMO» Sobre la Leccicn t e t a va que trata- de la. devoción-, del! Sagrado Corazr-n de Jesús-, y por la- que- se- intenta impugnar la Session nona- de la Panoplia., Ful. 437. E N T R E T E N I M I E N T O - ' DECIMO..- Sobre la Lección nona que había cíe Ja pompa funeral , y sufragios por las benditas A n i m a s . con la que se procura impugnar la- Session décima de la- Panoplia.. Fol. 5 9 7 . E N T R E T E N I M I E N T O - U N D E C I M O ; En; el- que- el Padre Fray Prudencio del Mazo y el- Padre Fray Juníspero hacen algunas advertencias al Señor. Bachiller, ya sobre el Escrito de su Catedrático , y ya sobre los Entretenimientos que han. tenido.. Fol. 6 5 1 .

AD-

ADVERTENCIA

DEL

IMPRESOR.

JL AAbiéndoseme entregado esta Obra con sus licencias correspondientes para su impresión en mi casa, no estando el Autor a la vista , ni conocerlo y o , á fin de entenderme con él para la corrección ; y mas que habiéndose fiado de enviar .el original para que lo copissen , encargando dicho Autor a Sugeto de inteligencia que lo cotejase con la copia , no lo hubieron de hacer asi, y vino á mis manos esta con muchas faltas y defectos que despues se han advertido : esto, con los quasi indispensables de la Imprenta, hace que salgan las muchas erratas q u e van aqui corregidas , y acaso algunas mas que no se hayan advertido despues de un diligente examen, ó porque consistiendo en una sola letra qué no varía la inteligencia de la v o z , se haya omitido: y asi pido ,á los que lean »esta Obra, que rae disimulen y perdonen.

ER.~

e r r a t a s . Follo. Ili V XV

Linca. 3-5 7

? a

4 ai XXI X X V I I 30 XXXI 3o 36 39 16 4» 4a

48

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67

17 a 17-18

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»

Errata.

/

Corrección.

Concilia Concilini» CoasUuiConsitìum». tadeVmd. la V m d . sus expresiones. su expresiones y si ina si una. no te hacen. k hacen oportunidad. opurtunidad de injuriis. de ínjuris ortodoxia. ortodogia innumerables• ¡numerables hablando de tos» hablando los asi, é asao »si ó asá. in ton ge vis. in íongicis vacillat. voeilrat reíinqtiunt. rilinqunt Jane. sané adeo ejitím ad cjus hic si$ quse nam híc sit qtianam turba nobis aptaa* tu iba aplauden* tium. dentium. obras. otras advierta. advirta , , dcierant. leieranl se lo $e ta. reputad* reputaba. dabmt dabat. de Teodoro de Diodor*, hagan. hacen rebatir" rebatió. que. qm ' Sacris Scripturis* Sacras S c r l p t u r a infines. in finis acepción. aceplasion (dice hablando. ( t i c e hablando} Entimio. Eutomio Lexicón. lección Cuín prorsus id rs- Cu m prorsus idiota sit Giaeci ido- ta sit Graci i diomatis. matls. es puesta. expuesta

Fo-

Folio. - •Línea. 7o

**



1« 33 ' 15 33

74 75 78 79 80 81 9t if)8 119 133 »39

140

15 33 10 10 33 34 36 16 31 24 . a5 9 11 l 7 31 3 a ' 31 i-a 3

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156

7 * a? aj i?7 11 158 7 13 160 33 161 24 a? •

Errata,

Correcctoo.

inteatosen. in tasscn Spondi. responde €& tridiia. es triduo „«eentiiiit secetitum» del Italiano. •de Italiano BlacLrmois II. de Miido. suoi idi. Scuderi. Suede ri m Hit. «tille tuum. tui Advtrtincias* Avertertela® tam. tan est. et §ù tempore. ex Tempore vertatmts. vertamur speciallS. spetialís desde Ics de los omitir. imitir de sus. de su asuefticta. á su« facta intrcducta. intioduta cmnis. orones Subsannant. Súbíaoant deDiogencCy nìcus de Diogene Cinico hac jcribentemi Diogene$ Cynicus. è Platctneniam et c l'Iato mensaln et Ciathum video, Cyat.hutn video'. (inquii) (inquit Plato) inateiia que es tan materia en que es tan criminoso* criminosa, i aver» babier las costumbres. la costumbres sepelierit. stpeleiit el juicio literario el mundo literario* absurda. ©bsurda haya» balìa in epictectis. in epictetio permanece, pertenece su vigor. su rigor Fo-

"olio.

Linea.

161 163 166

17 6

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%

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193 ip8 199

33

201 204 207

209 ai 1

aia

l a ai 1 19-ao 4 5 20 ¿3 31 1 a 3 i? 11

Errata. para ios et resurgir DO merece la prue b s-U impugnación, porque lo fornicat.us est a quien dirigir sapaleto statuit in esse quales representa venerit in obseavatíone. Quadragesimae. laxant relaxant v,s¡ id nobis D o g m itistas lib. u .

Corrección. para lo. et resurget. no merectti las pruebas-la aprobación. porque si lo. fornicatur à quieti delan dirigir, sadaleto. statuii i tiesse quales representada venit,. in

ols.ervatione

Quadragesima, labant relaxant ve. in nohis. Do natisi as.. .lib. il.de .Sinodi Dios*, ¡ni pugnada.. impugnando Juan Por bes. Juan Tor,bes JMursngia. M u r surgía noti ¿ja -que .ta noticia la repulsa. j u s t a que repulsa pista que : me,respondió ,que le respondió, et en tomada tocada, in cauris ex xa tisis. no,n sermones .non sermo rei. a itnnuc. no los ;noi.as bavtin bastante, veta bit. •vcíavit' fístulas, Tistulas id ge ñus. a i geñus veta bit. . vetavit vetabit, vetavit Fo-

Folio. ai 3 aié

SL1J

Líoea. t 2 a8 af xa 13

17 a 1

214 236 243 2 44 a4f 248 249 apan aór onmendaria enmendana I -tiansigere I transire i quodjitn quoddam. Qtiod-pQues-a ar- 3 Quod/. 9 a m - 3 . at qui at qui. humanitatk humanftatu a* t. .1. cap. 1. subt.'ibiiibttfr subtiliitif M^rth is. Alar tires. ai;ti._ 6» art. 6. ad-*» IC absque. cordis Cordis. y con imult» y u/i insult»» rcp.rcbeodie reprehendit» c 11»a altos cis u. iiticos. pi. «ct jpiffilll»' accepimus•»• dit::anni:: die:: men si r.:anni:ic Eniintrttiiim© Incete^tUimo. Excclc litis: mo Husti isimo. touitos taut as*lircgoi mM ancian Gregsrio Nacian€t tie. ceno. permititur. pe11 iuiivio in ju dicioage > di, ui exlegibus aqnitatis eadem inter ipsum, et legatarios competantitr.

Folio.

Linea.

618

5 '

653

34' 10 13-,4

629 «3> 64a

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