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Cuidado con la ansiedad Daniel Cipolla
Quiero que abra la Biblia conmigo, en Filipenses, capítulo 4. Voy a leer un versículo extraordinario de la Palabra de Dios. "Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús." Filipenses 4:6 Dios habló a mi corazón claramente acerca de algo que está enseñado prácticamente en toda la Escritura y que es tan, pero tan importante para la vida del hombre. En el versículo 6 de Filipenses 4, hay una condición y hay una llave de Dios para que nosotros podamos vivir un tipo de vida donde, la vida de Jesucristo pueda fluir en nosotros y a través de nosotros de una manera especial, pero para que esto ocurra la Biblia dice: En primer lugar: Por nada... Empieza dando una orden estricta, una prohibición estricta y dice, absolutamente por ninguna cosa, por absolutamente nada. Segundo: estéis afanoso... Esto parece y no sólo parece, es una absoluta contracultura con el mundo actual, éste es un mundo que corre, es un mundo que va cada vez más a prisa, es un mundo que se afana absolutamente por todo, absolutamente por todo, y la Biblia dice que para vivir una vida feliz, para vivir una vida completamente diferente en el mundo, Él dice en primer lugar, es necesario que por nada, absolutamente por nada tengas afán. Ahora, esta palabra afán o la palabra ansiedad, que es la misma palabra, tiene que ver con varias cosas que la Escritura enseña: 1. La palabra afán tiene que ver con dividir en partes, ¿pero qué cosa dividir en partes? La mente, una mente divida en partes es una mente afanada; un corazón dividido en partes es un corazón afanado; una vida dividida en partes es una vida que está afanada, que está ansiosa, que está perturbada, que está intranquila, que necesita continuamente paz, lo que en el mundo de hoy ocurre, una vida que está partida, que está divida. El afán y la ansiedad tienen también que ver con estar ansioso por anticipado, ¿acerca de qué? De la vida diaria, de lo cotidiano, de la casa, de la familia, de los hijos, de cómo vamos a hacer mañana, continuamente ansioso, esperando qué va a ser de mañana...y cómo voy a hacer mañana...y cómo voy a poder enfrentar esto y aquello... Una vida continuamente buscando cómo voy a hacer el día de mañana, tiene que ver con la ansiedad, con la perturbación. Pero todo esto, lo que sugiere todas estas cosas, todas ellas son cosas que causan ansiedad, causan temor, causan depresión y también presionan nuestra vida de una manera que nuestra vida no está preparada para vivir en esa condición. La condición de ansiedad, es una condición del hombre y de la mujer que se han alejado de Dios y han caído en pecado, no es una condición que Dios haya ideado para el hombre, por eso es tan destructiva, por eso enferma, por eso mata, la ansiedad, el afán, la preocupación y la turbación, porque el hombre
no ha sido diseñado para vivir con ella, no ha sido diseñado. Por eso la Palabra dice, mire, tengo una orden del Espíritu de Dios para ustedes: por nada, absolutamente, por nada de lo que ocurra en la tierra ustedes tienen derecho a estar afanados, para ustedes no, si ustedes quieren ser hijos del Dios Altísimo que vivan una vida sana necesitan aprender esta estricta restricción del Espíritu Santo. Ahora, leí algo acerca de la ansiedad, bien poderoso, dice: Que la ansiedad no sólo es ser atraído en diferentes direcciones, sino que es algo más, dice que la ansiedad es ausencia de la mente, por lo cual la vida de una persona va de la esperanza al temor y del temor a la esperanza. La ansiedad es ausencia de la mente, es un estado donde nuestra mente está cautiva por la preocupación, cautiva por la perturbación, cautiva por lo que me preocupa de tal manera que mi mente se vuelve ausente y mi vida está siempre oscilando entre dos piernas, la esperanza por un lado, cuando me siento un poquito mejor y el temor devastador por el otro, cuando me siento peor. ¡Me quedé bien sorprendido cuando leí eso! Acerca de la ansiedad, acerca del afán. Déjeme mostrarle algo en la Primera carta de Pedro, yo sé que la ansiedad es un tema que nos toca absolutamente a todos los seres humanos que estamos en esta tierra; si alguien dice que no ha sufrido o sufre de problemas de ansiedad, pues no es de este mundo. Es así, a todos nos ataca la ansiedad, pero no necesita dormir con nosotros, ¿está bien? A todos nos viene pero no necesita quedarse a vivir, ni siquiera un minuto, usted puede no invitarla nunca a su casa, pero que va a venir a golpearle la puerta ¡claro que va a venir! Pero encontré algo, en primer lugar le quiero mostrar algo que me causó bastante impacto acerca de lo que el Apóstol Pedro habla que produce la ansiedad, la ansiedad abre una puerta que por primera vez veo, qué clase de puerta abre la ansiedad para una acción del diablo bien tremenda. "Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos (o a los pastores); y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando (¿Qué cosa?) toda vuestra ansiedad sobre él... (Toda...toda...vuestra ansiedad), porque él tiene cuidado de vosotros. Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo." 1 Pedro 5:5-9 Cuando me detuve en este pasaje, empecé a ver una relación que nunca había visto, empieza hablando, y no entendí bien por qué, porque empieza hablando de la humildad y de la soberbia, y empieza hablando que es necesario que vivamos una vida donde aprendamos a estar sujetos a la autoridad y también aprendamos a sujetarnos unos a otros, pero de golpe pareciera que cambia lo que Pedro viene diciendo y dice: Miren una cosa, yo quiero recordarles una cosa, que Dios les da gracia a los humildes pero a los soberbios los resiste. Inmediatamente que dice eso dice, echen la ansiedad sobre Él. Y usted se pregunta, ¿Perdón, qué tiene que ver la humildad o la soberbia con la ansiedad? Uno cuando lo lee seguido dice: ¿Qué relación hay? ¿Por qué acaba diciendo Dios da gracia a los humildes, resiste a los soberbios...echen toda vuestra ansiedad sobre él? Uno lo mira a simple vista y dice: parece que no tiene relación alguna. Le voy a mostrar que tiene una relación poderosísima, le voy a decir por qué:
Humildad, la característica de la humildad, de una vida de humildad, es una vida que descansa en Dios, la característica de la soberbia es una vida que descansa en la habilidad propia y como descanso en la habilidad propia tengo que estar ansioso y afanado de qué voy a comer, de qué voy a vestir, cómo voy a vivir, cómo voy a pagar las cuentas, cómo voy a llegar a fin de mes, cómo...cómo...cómo... ¡Y casi me caigo de espaldas! ¿Padre me estás diciendo que cuando estoy ansioso soy un soberbio? Si hijo eso te estoy diciendo... ¡Oh! Señor, perdóname, perdóname... Hijo, la gracia es para los humildes, es más, cuando confías en la habilidad propia es tal tu soberbia que te resisto. ¡Ay Señor! Dije: ¿Es posible que nosotros siendo tus hijos, tú nos tengas que resistir? Sí, porque no han aprendido ese concepto de descansar en mí. Y empezó el Señor a mostrarme las ligaduras profundas que había entre la humildad, la soberbia y la ansiedad. Una vida que descansa en Dios es una vida humilde, una vida afanada, turbada y preocupada es una vida soberbia, grábeselo a fuego en su corazón, en su mente, en su espíritu, esta palabra va cambiar y transformar lo que hay adentro de su vida como lo hizo en la mía, un cambio. Pero luego dice algo que me llamó aún poderosamente la atención, porque luego de decirle echemos toda la ansiedad...dice que: él tiene cuidado de nosotros, ¿sí o no? Que el Padre Dios tiene cuidado, que sabe todo lo que necesitamos, pero luego dice que tenemos que ser sobrios además de humildes, una actitud vigilante, una actitud de una persona que no está borracha es una actitud de una persona que está sobria, que tiene todos sus sentidos aguzados y sabe a dónde va, una persona sobria, ¿por qué? Porque dice claramente: que el diablo anda buscando una puerta de entrada, ¿sabe para qué? Para devorar. El primer punto que te quiero enseñar es que: La ansiedad devora: ¿Nunca soñaste eso no? No, la ansiedad me está enfermando, me está dando gastritis, no espera...espera...es más que eso... La Biblia dice que la ansiedad devora, ¿por qué? Por eso dice: al cual resistid firmes en la fe. Una persona humilde que descansa en Dios es porque está plantada en la fe, y no se mueve y entonces el diablo está alrededor, sí...sí...claro que sí, lo dice la Biblia, está alrededor... pero está buscando la puerta y no la halla, como hay humildad, hay fe y si hay fe está descansando en Dios, no hay puerta, ¿cómo hago, dice el diablo? No hay puerta, no tengo manera de entrar, no hay puerta, pero en el momento que entró la ansiedad dijo... ¡ah! ¡Ése es mi pecado favorito! ¿Cómo? Soberbia, está ansioso Señor, está soberbio, está ansioso porque consiente o inconscientemente está pensando, está haciendo, le dice el diablo a Dios que tú te saliste de la escena y no tienes cuidado de él, porque si él confiara en que tú le cuidas, pues no estaría ansioso, no estaría preocupado, no estaría diciendo ¿cómo voy a hacer? Ves Dios, el pecado favorito mío... soberbia. Ahí tengo la puerta, ahora entro. ¿Y qué hago? Devoro. Pero devorar tiene dos cosas: Devorar tiene que ver en primer lugar, con algo que tú ya posees, si un animal me devora, me devora la carne que tengo, no la que no tengo, si lo agarra un león y está con unos kilos demás tiene un festín, si está muy flaquita a lo sumo chupa los huesos... ¿o no? ¡Claro! Pero si estamos un poquito mejor... ahí... aquí tengo de dónde, dijo. Entonces devora. ¿Qué devora? Lo que usted tiene, la ansiedad devora lo que usted tiene, el diablo tiene la capacidad de devorarle lo que usted le pertenece, la posición que usted tiene en Cristo se la devora, ¿por qué? Porque en el momento en que usted se salió de la humildad, en el momento que nosotros nos salimos de la paz de Dios y nos metemos en el afán, él tiene la posibilidad de empezar a venir a devorar, ¿qué cosa? Cuando entré en el afán es porque salí de la posición firme en Cristo Jesús, por eso Pablo dice: estén firmes en la libertad con que Cristo los hizo libres, no se sujeten a ningún tipo de esclavitud.
Estén firmes ahí, cuando uno se sale del lugar de firmeza en Cristo Jesús, lo primero que devora el diablo es la posición que yo tengo. Entonces miente... ya no soy tan hijo de Dios... Seré cabeza o me parece que soy cola...no estoy muy bien parado. Y empiezo... empiezo... es que no veo la bendición... Y empieza a devorar la posición que usted tiene. Cuando yo vi esto, dije Señor: ¡Yo no quisiera esto! La ansiedad devora, es más, el diablo está autorizado a devorarte, le estás dando carta de autorización se las has firmado abajo hasta en color y tú puedes reprenderlo y lo que quieras, pero la reprensión no equivale al descanso en Dios, no la suplanta, tú puedes reprender cinco años ansioso pero el diablo no se va a ir, porque tú le abriste la puerta. Para reprenderlo primeramente dice: someteos a Dios. ¿Qué es someterme a Dios? Voy al lugar de descanso y cierro la puerta, entonces, me someto a Dios y ahora ya sometido a Dios, cierro la puerta y ahora resisto al diablo y entonces va a huir, pero si yo estoy todo ansioso y... te reprendo Satanás... te reprendo diablo... y te reprendo Satanás... y te reprendo... ¿Usted se cree que se va a ir? ¿Usted cree que se va a ir? Ni por casualidad, se ríe en su cara y dice: acá me quedo yo, si estás hecho una pila de nervios amigo, ésta es mi puerta, ya que está, mira me quedo y así me voy a comer a uno de tus hijos, ya están gorditos, ya están buenos para comer... ¿Me entiende? Porque le permitimos al diablo devorar. Cuando yo empecé a ver esto dije: ¿Dios mío qué es esto? ¿Señor qué es lo que me estás mostrando? Que tienes que tener mucho cuidado con la ansiedad, Daniel quiero que entiendas que la ansiedad no está creada para mis hijos, Yo te he dicho que ustedes están en el mundo pero que ustedes no son del mundo, ustedes no se pueden justificar diciendo: Bueno, quién no estaría ansioso en ese caso... Sí, quién no estaría ansioso, y estamos hablando de la gente que está sin Cristo, pero si estás en Cristo, eso que es tan natural no es natural para ti y para mí si estoy en Cristo Jesús. Pero como lo hemos tomado como muy natural, el diablo se sienta en la butaca y dice: ve que lo toma como natural... ya está... estar ansioso es natural... pues entonces naturalmente yo puedo devorar tengo toda la autoridad para devorar. ¿Estamos comprendiendo este mensaje? Les puedo asegurar que he estado delante de Dios fuertemente para saber qué era lo que Dios quería traer al corazón de la Iglesia. Déjeme seguir un poco, déjeme mostrarle algo más, esto que le voy a decir ahora, se va a caer de espaldas: El Señor me mostró, que así como hay apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros, hay cinco dones ministeriales diabólicos que Jesús los enseñó, está el apóstol afán, está el profeta afán, está el evangelista afán, está el pastor afán y está el maestro afán, todos los enseñó Jesucristo, casi otra vez... póngame la silla atrás... ¿qué es esto? Sí, me dijo el Señor: Así como Yo tengo cinco dones de ministerios para edificar al Cuerpo, el diablo tiene cinco afanes de ministerio para destruir el Cuerpo de Cristo, dije: ¡No puede ser Señor! Vaya conmigo... ¡Gloria a Dios! ¡Gracias por tu Espíritu Señor dando vuelta en este lugar! Gracias... Ustedes no saben cómo se está moviendo el Espíritu de Dios, como viento sobre cada uno de nosotros. ¡Gloria a Dios! Gracias Señor...Amén... ¡No se me mueran todavía que tengo que terminar! Algunos ya dijeron con eso me bastó, no. Pero mire cuando le muestre esto está tremendo: "Dijo luego a sus discípulos: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis.
La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido. Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen despensa, ni granero, y Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las aves? ¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo? Pues si no podéis ni aun lo que es menos, ¿por qué os afanáis por lo demás? Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan, ni hilan; mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos. Y si así viste Dios la hierba que hoy está en el campo, y mañana es echada al horno, ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe? Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud." Lucas 12:22-29 Déjeme mostrarle en este pasaje cuatro de los ministerios, ustedes saben, porque están bien enseñados que el apóstol es el hombre estructura, es el hombre que da todo el consejo de Dios, es el hombre que implanta la totalidad de la doctrina de Jesucristo, ¿para qué? Para que la Iglesia esté bien fundamentada. Bueno le voy a mostrar el afán apóstol el que se preocupa por todo. Dice: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis. No es el afán apóstol. Se preocupa por todo, por la vida, por la comida, por el cuerpo y por el vestido, ahí está el afán apóstol. Jesús dijo: no dejen entrar a la imitación de apóstol verdadero, éste es el afán apóstol el que se preocupa por todo. Como decía Pablo: Yo tengo, galopa en mi corazón la preocupación por las Iglesias de Dios, eso decía Pablo, para que las Iglesias crezcan. Bueno, el Señor me está diciendo aquí que el diablo tiene un apóstol muy eficaz que es el afán por todo... por todo... cómo voy a vivir... cómo voy a comer... cómo voy a vestir... cómo voy a pagar la renta y cómo voy a hacer ahora para la luz y ya llega todo y todo eso es negativo... y ahora no se cómo voy a hacer... Ésta frase ¿no te suena conocida? ¿Y cómo vamos a hacer ahora? ¿Y cómo vamos a hacer ahora? Si usted está siempre ¿y cómo vamos a hacer ahora? Usted está durmiendo con el apóstol afán, está preocupado por todo, está ahí en la Biblia. Déjeme ver el segundo, después viene el evangelista, usted sabe que la obra del evangelista ¿cuál es? Alcanzar lo inalcanzable, o sea, las almas que no han sido ganadas aún hasta el fin del mundo, el evangelista arde en su corazón por las almas que se pierden. O sea, lo que no ha sido alcanzado, lo inalcanzable. Jesús habla del afán evangelista y dice de esto: "¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo? Pues si no podéis ni aun lo que es menos, ¿por qué os afanáis por lo demás?" Lucas 12:25-26
El afán evangelista, es el afán por lo inalcanzable... es que yo desearía tener... no eso jamás... no... Nunca lo voy a tener... no, no imposible que lo tenga... ¿No tiene esas cosas dentro? Usted dice, no... ¡Eso no! ¡Nunca yo voy a llegar a eso, eso es para los que tienen mucho dinero, yo nunca voy a llegar a eso!... Y entonces qué pasa, usted parece que por afuera no pasa nada pero adentro está lleno de afán. Adentro hay algo que lo lleva a buscar lo inalcanzable así como está el don del evangelista para buscar a las almas perdidas y llegar a lo último de la tierra, también hay un afán que quiere llegar hasta lo último de la tierra, quiere que usted posea hasta lo último de la tierra y lo busca, ¿cuánta gente tiene mucho y va por más? ¿Sí o no? Aunque se destruya su vida, su familia, su matrimonio, va por más, ¿sí o no? No para, ¿por qué? Porque el evangelista afán duerme con él, no puede parar. No son lindos dones ministeriales, no se los aconsejo a nadie pero ahí están, Jesús los ensenó. Ahora déjeme mostrarle al otro, vamos a ver al afán maestro: "Considerad los lirios..." ¿Qué hace el maestro? A ver, ¿cuál es la tarea del maestro? Enseñar, decirte cómo son las cosas, enseñar la doctrina y decirte bueno... momentito, yo sé que ya se predicó la unción y todo pero vamos a bajar esto a la tierra, vamos a agarrar la Palabra y vamos a mirar bien, analizar lo que está enseñando, entonces el maestro afán empieza a enseñar y te dice: En primer lugar, dice Jesús: "Considerad los lirios cómo crecen; no trabajan, ni hilan; (Ahí está el maestro) mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos. Y si así viste Dios la hierba que hoy está en el campo, y mañana es echada al horno, ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe?" Lucas 27-28 El maestro te viene a decir que consideres. Así cómo el maestro te dice que consideres la Escritura, el maestro afán te viene a que consideres tu vida, que consideres qué vas a hacer con ella, a ver que consideres qué va a ocurrir con tu vestido. ¿Y por qué el vestido? Porque el maestro en realidad es el que viste a la Iglesia. ¿Por qué la viste? Porque le da ropa, que es la doctrina, tú tienes la estructura que da el apóstol, tú tienes el fuego que da el evangelista, tú tienes todo aquello, pero tú necesitar estar bien vestido, es decir, tener aquella doctrina que te capacita para vivir en Cristo Jesús, de la misma manera el maestro afán te capacita a que consideres todo, sobre todo el vestido... los lirios del campo. O sea, todo lo que es vestimenta que tú la consideres, que consideres estar detrás de lo último, porque si no estás en lo último ya no estás bien, empiezas a sentir una insatisfacción. Hay un estudio hecho uno o dos años, donde hablaban de la compulsión de la compra, compulsión de compra, y uno dice, ¿por qué la gente es llevada a un estado compulsivo de comprar? El estado compulsivo de comprar viene por una sola palabra, insatisfacción. La persona insatisfecha por dentro, o come o compra, o come o compra... no hermano, yo no compro... sí, porque no tienes un peso pero tragas que da calambre... ¿o no? Si estás con este tipo de afán ¿sabes cuál es tu problema? Estás endrogado como dicen ustedes, estás endeudado hasta acá arriba y sales de una deuda y te metes en otra... y te metes en otra... y te metes en otra, ¿por qué? Porque hay un problema de relación con el Señor, y en vez de arreglar el problema de relación con el Señor, yo quiero tapar el problema de relación con el Señor con el afán, y comprar... y comprar más... y tener más... y
bueno, ahora salgo de esto y cuando salgo de esto, ya tengo doce meses, al trece me meto en lo otro... ¿Me entiende? Pago el mínimo de la tarjeta si no hay problema... con el mínimo... ¿con el mínimo? ¿Sí o no? ¿Es cierto no? Es la vida de hoy, ésa es la vida de hoy, estás durmiendo con el afán maestro. Déjeme mostrarle el pastor, ¿qué hace el pastor? Cuida y alimenta, ¿no dice a verdes pastos las conduce? Bueno vamos hablar del afán pastor. Hasta ahora no hablé del profeta, van a decir ¡qué vivo! No... No... No, dice: "Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud." Lucas 12:29 ¿Quién da de tomar a las ovejas? El pastor. ¿Quién da de comer a las ovejas? El pastor. Así que el afán pastor se está preocupando por lo que tú comes y por lo que tú bebes, no sea que mi gente esté mal alimentada. Dice el pastor, así que, vamos a darle una buena palabra, un buen pastito, una buena agua que no esté turbia, que no esté sucia para darle. El afán pastor hace lo mismo, ten cuidado lo que vas a comer ¡eh! Ten cuidado... siempre tiene que estar pensando en qué vas a comer, no te olvides que como dice mi hijo, en la vida todo se trata de tragar. Qué triste es esa frase, pero a veces es tan real y es la gente que se levanta en la mañana y está pensando en qué va a comer en la noche... no... No, si se trata de comer. O sea, comeré simplemente para vivir, estaré alimentado, no hagas de la comida una cosa importante... ¡ah no, pero guay de que la señora no le haga la comidita que él está buscando! Porque se le enoja el marido con la cara hasta el piso... guau... ¡qué importante es para ti la comida! Estás durmiendo con el pastor, pero el pastor de los afanes... a ver qué como... a ver qué tomo... a ver cómo lo hago. Están todos los dones del diablo, ahí están, tenemos todas las características de los afanes y de los dones del diablo para destruir una vida, ése es el punto del diablo, destruir una vida. Ahora dice: ¿Y el profeta por qué no me lo muestra? Porque se lo voy a mostrar mejor en otra parte: Mateo 6, Jesús enseña lo mismo en Lucas 12 que en Mateo 6. Ahora bien, en Mateo 6:34 está exactamente el afán profeta: "Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal." Mateo 6:34 ¿Qué es lo que hace el profeta? Ve el futuro, trae dirección, trae visión, le dice a la Iglesia cuidado con esto, vamos hacia acá, vamos hacia allá, pero a veces estamos tan interesados en el futuro que no vivimos el presente. Entonces el profeta afán, es especialista en que tú vivas en el mañana, porque mañana voy hacer... mañana voy a hacer... y hoy qué haces... era un pela gato hoy, pero mañana vas a ser rey... ¡NO, tienes que dejar de ser pela gato hoy, para ser rey mañana! Así es, no porque mañana... es esa gente que tiene grandes ideales pero nunca hace nada porque no vive hoy, siempre dice que mañana lo va a concretar, y dice que lo va a hacer mañana... y cómo lo va a hacer mañana... y cómo lo va hacer mañana... ¿Sabe cómo dice Jesús? Acalla ya la boca de esos falsos profetas, diles que va a cada día su propio mal, eso diles.
¿Están o no están ahí? ¡Claro! Los cinco dones ministeriales del diablo, ahí están. Destruyen tu vida por completo y la mía, por completo. Miren les voy a mostrar que esto es uno de los pecados más sutiles que el diablo ha utilizado en el siglo actual de la Iglesia: El pecado del afán es el arma, una de las armas más sutiles y poderosas que el diablo ha usado, ¿por qué? Porque no tiene un vestido pecaminoso. ¡Claro! Si usted le dice que va a matar, claro, matar es un pecado... adulterar es un pecado, emborracharse es un pecado... robar es un pecado, o sea, mentir es un pecado... Pero el afán, más o menos todo el mundo vive igual, ¿no? Tiene una linda vestimenta, ¿vio? Él se disfraza y usted se lo cree y yo me lo creo. Y entonces, el afán aparece y dice: mira, mira, yo tengo un solo pecado, que encima tengo cinco ministerios para ese pecado, así lo hago bien hecho y yo voy a encerrar a toda esa gente y a todos lo que dicen ser cristianos y los voy a poner en la categoría del afán... Ya la hice, dice el diablo... ya la hice... ya está, ya los destruí... ¿Cómo? No me vengas que me vas a destruir con el afán, ¡claro! Sí, sí te voy a destruir con el afán. Te voy a mostrar por la Palabra esto que te digo, pero mira, déjame mostrarte algo más... ¡Gracias Jesús! En Lucas 10, déjame mostrarte una historia, esta historia la conoces pero lo que te voy a decir probablemente no lo hayas visto antes, la historia la conoces muy bien y mi esposa no quisiera que yo la agarrara pero la tengo que agarrar... no a ella digo, al pasaje bíblico... "Aconteció que yendo de camino, (está hablando de Jesús) entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada." Lucas 10:38-42 El pasaje es muy conocido, ¿sí? Pero aunque el pasaje es muy conocido lo que yo le voy a mostrar no es tan conocido. Cuando el Señor me empezó a mostrar el pasaje, lo primero que me mostró y lo primero que me dijo es: Yo no tengo ningún problema con los quehaceres, ¿cómo no Señor? ¿Cómo no tienes problemas con los quehaceres? Si ahí dice... No, no, no, lee bien lo que dice... ¿Qué dice? Dice que afanada estás y turbada estás con muchos quehaceres... Yo, ¿cuándo la reprendí por los quehaceres? No, por eso no. ¿Y por qué la reprendiste? Por el afán y por la turbación. El problema de Marta no eran los quehaceres. Primera cosa que quiero decir, el problema de Marta no eran los quehaceres, según la Biblia dice que ahí la casa era de Marta y María vivía con ella, pero probablemente porque dice, llegó a la casa de Marta y María su hermana.
¡Claro! ¿Qué hace usted, un buen anfitrión? ¡Claro! ¡La verdad, no digamos que no! Ahora le preparo lo mejor de lo mejor, aunque yo no tenga un peso ese día, yo le preparo lo mejor, ¿sí o no mujeres? Claro, que preparan algo, claro, viene Jesús a casa... yo preparo algo, eso es lo más natural que cualquiera de nosotros haríamos. El problema es el siguiente, cuando Marta prepara todo esto, la vaga de María se sienta a los pies de Jesús y lo empieza a escuchar y le importa nada si tiene los pies sucios de que viene con las sandalias, si tiene sed, si tiene hambre, si tiene que ir al baño, no le importa nada, se sienta y dice: ¡Habla! Claro, Marta adentro empezó a hervir, ¿o no? Porque estamos viendo la escena naturalmente lo que haríamos, empieza a hervir adentro, hasta que no aguanta y le dice Señor: Escúchame una cosa, está lindo que ella se siente acá y todo, yo ya me está cayendo espuma por la boca... ¡Señor párala y dile que me ayude a servir...! Ya no aguantaba más adentro de ella, no aguantaba más adentro de ella. Y entonces me dijo es Señor: ¡Así está mi Iglesia! A ver Señor... a ver. ¿Cómo que así está la Iglesia? ¡Claro! Te hago una pregunta Daniel: ¿Lo que estaba haciendo Marta era de corazón para mí? Claro Señor, no tengo ninguna duda de eso. Ok. ¿Y si era una ofrenda de ella, para mí? ¿Qué importancia tenía la actitud positiva o negativa de María? ¡Que a María la parta un rayo! O sea, si yo le estoy dando una ofrenda a Dios, ¿qué me importa lo que hace el otro? ¿Sabes una cosa? Sabes que aunque seas íntegro, seas responsable y me sirvas con amor, cuando estás viendo lo que los demás hacen o no hacen, me estás sirviendo con afán igual que Marta ¿Cómo Señor?... ¿Tú no me estás sirviendo porque me amas? Sí Señor... ¿y entonces por qué estás enojado, entristecido, afanado porque aquél hace o no hace? Aquél viene o no viene, aquél cumple o no cumple. Entonces yo que soy tan responsable, tan buena onda y un tipo que ama al Señor, viene el Señor y me dice: afanado y turbado estás con muchas cosas... y yo le digo... ¡Es que Señor me dejaron solo! ¿Y qué? El mismo afán tuvo Pedro, cuando le dijo otro te llevará irás donde no quieres y le dijo ¿y qué va a pasar con Juan? Y qué a ti de Juan, es mi problema Juan, estás afanado por la vida de Juan, es mi problema Juan. Iglesia, la Iglesia está como Marta, porque mucha gente cuando está haciendo una obra para el Señor, está mirando qué hace el otro o qué no hace. Pues ¿quiere no tener afán? ¡Que lo parta un rayo! Sirve a Dios de corazón... pero nosotros dos vamos a hacer esto... sirve a Dios de corazón, ofrécele la mejor comida a Jesús... y no te turbes, siéntate. Jesús me dijo: mi problema no son los quehaceres, no tengo ningún problema con los quehaceres, el problema es que cuando Yo veo que se está mirando alrededor para entregar una ofrenda, Yo veo que hay turbación. ¿Pero sabes qué hace esa turbación? Te roba la bendición y la comunión de la presencia de Dios, porque dice: María escogió la buena parte, la que no le sería quitada, o sea, escogió la comunión. Marta aunque muy hacendosa y muy trabajadora, por estar afanada perdió la bendición, por lo menos por una horita la perdió, entonces cuando quiera entrar en comunión como estoy afanado, no consigo si cerré la puerta de la habitación, pero no pude cerrar la puerta ni de la mente, ni de mi alma, ni del corazón, entonces estuve media hora, una hora con el Señor, pero no estuve con nadie me estoy acordando de que... me viene como flechazo lo que tengo que hacer... lo que tengo que hacer después, ¿si o no? Bueno, no estás orando a nadie, entonces estuve una hora con el Señor... No... No... Estuviste una hora con tus afanes porque nunca cerraste la puerta; sí, la del dormitorio sí, pero la de los afanes, no. ¿Está tremendo, no? Es otra historia María y Marta ¿no? Jesús está enseñando algo poderoso en María y Marta.
Pero sabes que la ansiedad no solo devora, Dios me mostró que la ansiedad aborta. ¿Cómo que aborta? Ya... ya, si la ansiedad aborta te lo quiero mostrar clarito, vengan aquí, vamos síganme, primero en Mateo 6:30, fíjense algo vamos a agarrar los dos pasajes porque les quiero decir algo en los dos pasajes dice exactamente lo mismo, yo lo pasé por alto a propósito, pero Mateo 6:30 la parte b. Jesús dice: "¿No hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?" Y en Lucas 12: 28 b Jesús dice: "¿Cuánto más a vosotros, hombres de poca fe? Las dos veces que da la enseñanza sobre la ansiedad ¿a quién la relaciona? A la falta de fe. ¿Por qué? Me pregunto ¿por qué, así como tiene que ver la ansiedad con la humidad y la soberbia, qué tiene que ver la ansiedad con la poca fe? Sencillo. Dios dijo, muy sencillo, mi Palabra dice: puesto los ojos en Jesús, en Colosenses digo: pongan la mirada en las cosas de arriba, no en las de la tierra, así directamente dice: no en las de la tierra porque la vida de ustedes está escondida con Cristo en Dios. Cuando tú quitas y yo quito los ojos de Jesús, inmediatamente, creo y el diablo me engaña a pensar que la tierra es un buen terreno para poner la mira. ¿Por qué? Quité los ojos de dónde en verdad yo tengo que tenerlos puestos. Cuando tú tienes los ojos puestos en Jesús te llenas de fe ¿y sabes qué cosas te interesan? Las del Reino, las de arriba y lo que vas a hacer en la tierra tiene que ver con las cosas de arriba, por eso estamos aquí para implantar el Reino del cielo. Cuando tú tienes la mirada puesta en Jesús tu fe crece y lo que haces en la tierra siempre está en pro, no tanto, no tanto en sí de la tierra, sino que eso qué está en el cielo en la tierra se haga realidad, entonces tu fe es otra. ¿Pero sabes por qué tienes poca fe? Es otra cosa, tu mirada está sacada de Jesús, tu mirada está quitada de las cosas de arriba y tienes tu mirada en las cosas de la tierra. Cuando viene la poca fe, hay ansiedad, no hay forma de no tenerla, por eso dijo Jesús en medio de los dos pasajes, hombres de poca fe... ¿por qué? Porque se lo está hablando a su pueblo le está diciendo a su pueblo que el Padre sabe lo que necesitamos y que en verdad está interesado en proveernos lo que necesitamos, pero estamos tan afanados por conseguirlo nosotros que le estamos cerrando la mano a Dios y la puerta a Dios y le decimos no Dios déjame que yo me sigo transpirando a ver si lo consigo... pues transpira hijo, pero así no funciona. Ahora si me dejarías actuar y sacaras un poquito las manos del plato y te calmaras un cachito probablemente yo te podría hablar y en vez de estar dando vueltas te paras te diría ¡mira, ésa es la puerta! ¡Párate en aquella, ésa es la puerta para ti! Ahí tengo la provisión mía, la que el Padre tiene para ti en todo momento. Así que, la fe está ligada a la ansiedad o está ligada a la paz. La poca fe me trae ansiedad. La fe bien plantada me trae paz que sobrepasa todo lo que yo puedo entender o comprender en mi mente. Ahora entiendo eso, déjame mostrarte que Jesús dice algo todavía más fuerte que a mí eso me llamó poderosamente la atención en el verso 30, de Lucas 12: "Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas." Lucas 12:30
¿Sabe una cosa? Esto fue muy fuerte para mí, porque el Señor me hizo ver que estar ansioso es igual que si yo fuera un pagano, una persona que no tengo a Dios en mi vida. Él le está diciendo a su pueblo: Miren, cuando ustedes están ansiosos y están buscando las cosas del mundo, ustedes son iguales que la gente del mundo, ¿pero no Señor, cómo es posible eso? Sí, aunque tienes un Dios, aunque tienes todo dice: esas cosas, las cosas de la tierra, la buscan la gente del mundo pero ustedes tienen otra clase de vida Yo estoy en ustedes y ustedes tienen un Padre bueno que los ama, ustedes no tienen que estar ansiosos. Quiere decir que, la ansiedad te transforma en un pagano, en un hombre y una mujer sin Dios, porque estás actuando igual que ellos, mire hermano yo nunca creí que este pecado era tan grave, nunca lo pensé Señor... Pues sí es muy grave. La ansiedad y el afán es un pecado muy grave hijo. Mira, te transformas en un pagano para mí porque estás buscando lo que la gente del mundo está buscando, cuando tú tienes un Padre al cual puedes orar y al cual puedes echar toda tu ansiedad, no dice que no tenemos ansiedad, dice que la echemos solamente, tú puedes echar toda la ansiedad y cuando cerraste la puerta y sales livianito ya está, eché la ansiedad y ya está... chau diablo, nos vemos, sigue rugiendo todo lo que quieras pero nos vemos. Todos los días usted la echa afuera... pum, Señor la echo fuera, tú eres el que gobierna mi vida, tú me alimentas porque si alimentas un pájaro no me vas alimentar a mí, alimentas a los cuervos, por lo menos un poquito más lindo que los cuervos soy... no hum... un poquito ¿no? Estamos negros pero ¡un poquito más lindos que los cuervos somos! Así que si alimenta a los cuervos, tan feo no soy para que me alimente, algo mejor tendré que los cuervos... Así que dice, estás actuando como el mundo actúa. ¡Yo me quedé perplejo! Está grave Señor. Sí, está grave. Estás poniendo la mira igual que la gente del mundo y así te va a ir, tienes que empezar a elevar la mirada y quitar la ansiedad de tu corazón. Ahora, luego dice aquí algo bien impresionante que quiero mostrarle, en Mateo 6:32 déjame mostrarte algo aquí lo dice de otra manera y dice en vez de los del mundo dice: "Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas." Mateo 6:32 Ahora bien, si la ansiedad es la marca característica de la gente del mundo, ¿sabes qué pasa cuando estamos ansiosos? Hay dos cosas bien claras que ocurren. En primer lugar, sabemos que somos la sal, sabemos que somos la luz, sabemos que somos los que llevamos el evangelio, pero estamos tan ansiosos en nuestras propias cosas que perdemos el rumbo. O sea, el diablo con el afán nos hace perder el propósito que tenemos sobre la faz de la tierra y empezamos a vivir por las cosas, no por el Reino, dice que si pongo el Reino las cosas me serán añadidas. El diablo usa a los cinco ministerios diabólicos y me dice: afán, ¿para qué? Sencillo, quita el Reino y pone las cosas, es un pequeño cambio Señor, primero las cosas y después el Reino Señor, ¿está bien? No, no está bien, no funciona así. Primero pones las cosas o sabes, ¿qué es más grave? Nos volvemos espirituales engañados, ¿cómo pastor? Espirituales engañados, a ver ¿qué quiere decir con eso? Te voy a decir cómo funciona: Tú tienes promesas de Dios, ¿sí o no? ¿Cuántos ayunan y oran a Dios por esas promesas?
Muy bien, te voy a mostrar los espirituales engañados: oramos por todas las promesas que todavía no llegaron, ayunamos por todas las promesas que todavía no llegaron, pero la ansiedad no se fue ¿y saben una cosa? No hay el uno por ciento de clamor, ni de dolor de parto, ni de gemir por las personas que se pierden, como el clamor y el gemir que hay por las promesas que todavía no he alcanzado... Hoy comenzamos el ayuno... no nos engañemos... no nos engañemos a nosotros mismos. Le hago una pregunta: ¿A cuántos Dios les está hablado de proyectos nuevos para prosperar? Qué bueno, gloria a Dios. Le hago una pregunta ahora, sea sincero para usted, no me la conteste: ¿Cuánto tiempo de oración está dedicando a que ese proyecto funcione? ¿Y cuánto tiempo de oración está usted dedicando para que un proyecto de Dios funcione con las almas que usted tiene a su alrededor? Dígamelo por favor... piénselo... piénselo... ¿Cuánto de su tiempo está invirtiendo en proyectos desde el corazón suyo a Dios diciéndole dame almas? Dame almas... dame gente... déjame implementar el Reino... dame tiempo para ellos... casi el uno por ciento del noventa y nueve porciento que usas para tus proyectos, ¿dime que no? Eso es un engaño espiritual, estamos engañados, estamos engañados con proyectos de prosperidad, porque el verdadero espíritu de prosperidad ¿a qué se dedica primero? A las almas, ¡claro!... y entonces sabes lo que te va a pasar, te va dejar estar ansioso por tus proyectos y llorar delante de Dios para decirle, en el baño, ¿cuándo Señor va a venir? No va a venir así, ¿por qué Señor no va a venir? Porque estás poniendo las cosas al revés, estás primero por las promesas que te di en vez de estar primero por el Reino... Yo te dije que pongas primero el Reino, ¿alguna vez te dije que pongas primero las promesas que te di? No nunca, ¿qué te digo que pongas primero? Mi Reino. Ok, Señor, entonces voy a cambiar mi oración, voy a cambiar mis ayunos y voy a cambiar mi corazón. Mire hermano, Dios me dio la capacidad de descubrir al diablo. ¿Sabe de qué le estoy predicando de haber descubierto al diablo? Lo acabo de sacar de atrás de la cortina y decirle acá está el mugroso diablo ¿y mire lo qué está haciendo con nosotros? Nos está engañando como niños de un año que no saben a dónde caminan. ¿Qué estoy diciendo con esto? Deja tus proyectos, no, espero que todos me entiendan muy bien, no estoy diciendo que Dios no quiere darte proyectos para prosperar, lo que te estoy diciendo es que si tu mente está en el Reino y está en las almas del Reino y está en lo que Dios quiere en el Reino, esos proyectos van a funcionar solos aunque no hagas ni una oración por ellos, porque tu corazón cambió y el Reino es primero. Yo quiero quitar de mi vida el engaño espiritual, porque muchas veces caí en esa tontería, profeta de Dios y tonto... sin discernir lo que el diablo está queriendo hacer y yo estoy por lo que el diablo quiere... mira, levántate cada mañana y dile: Señor dame hoy un alma... dame hoy una cita divina con alguien, no sé dónde, en el súper, en el trabajo, en la oficina, en la escuela, Padre, no eso que solamente dices, mañana me voy a comer a los chicos crudos y voy a salir a predicar... espera... espera... espera.... Sí, está bueno pero ¡pídele a Dios que abra el camino! ¿Sabes cómo? Como el siervo de Abraham cuando le dijo ve a buscarme mujer para mi hijo Isaac, espera...espera... ¿cómo que yo te vaya a buscar mujer? Sí, tú vémela a buscar. ¿Y si la mujer no quiere venir? Estate tranquilo, el ángel del Señor estará contigo. ¿Cómo hizo ese hombre? Todo el tiempo dependió de Dios. Y fue y caminó y dijo: Yo hago este juramento con Abraham y dijo Señor la primera que baje el cántaro y me dé de tomar y luego que me dé de tomar me diga que le da a mis camellos, ¡ésa es Señor! Y vino ahí Rebeca e hizo todo lo que él dijo, esas son citas divinas, pidámosle a Dios almas pero de la manera que la cita sea divina ¡dámela Señor! Si usted tiene ese fuego cada día que se levanta, ¿usted cree qué Dios no nos va a bendecir?
¿Pero sabe lo que ha pasado? Nosotros hemos tenido fuego por los proyectos nuestros, ¿dígame que no? Y no estoy diciendo que no son promesas de Dios, estoy diciendo que son promesas de Dios pero hemos puesto el fuego equivocado en el lugar equivocado... Pongo el fuego acá y pongo la carne acá... nunca se va a asar, está equivocado el fuego de lugar o la carne de lugar, alguna de las dos está equivocada de lugar. Fuego por lo que hay que tener fuego, primeramente el Reino de Dios y su justicia y todos los proyectos que te he dado, lo puedo cambiar, lo puedo parafrasear... y todos los proyectos que te he prometido te serán añadidos. Estoy predicando un mensaje donde le hemos sacado el polvo al diablo y le dijimos ya te hemos descubierto, esta noche vamos hacer algo bien poderoso contigo porque te hemos descubierto y esta iglesia te va a vencer. Ayer recibí de Dios que estamos en la última fracción de la guerra espiritual que estamos acabando, ¿pero sabes qué? Estamos en lo mejor de la lucha y estamos en lo más intenso. No afloje ahora, para eso trae Dios este mensaje, para que cambiemos la manera de pensar y estoy contento, mire yo cuando Dios me da esta palabra, usted quédese con los dólares y a mí deme esta palabra, sí, porque ¿qué va a hacer Dios? Me va a dar la palabra y los dólares... ¿o no? ¡Claro! ¡Claro! Ambas cosas van a venir. ¿Por qué? Pero sabe que el tesoro más grande que usted puede tener es entender la Escritura como Jesús quiere para que saquemos el pie del fango y digamos: Señor me has dado libertad, me has dado libertad una vez más. Ahora bien, Gracias Jesús. Déjeme mostrarle algo más, quiero mostrarle que hay dos tipos de ansiedades, porque ahora usted va a decir todo tipo de ansiedad es mala, espere... espere... espere. No, la Biblia no dice eso, vaya a 2 Corintios 11 la Biblia dice, que hay un tipo de ansiedad que es buena, ¿Está loco pastor? No, no estoy loco, está en la Biblia. La palabra ansiedad viene de una palabra griega que tiene que ver con merimnay está traducida de diferentes formas al castellano debido a la que queda más acomodada al versículo, entonces: "...y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación (esa palabra podría ser traducida como el afán, la preocupación la inquietud interna) por todas las iglesias." 2 Corintios 11: 28 ¿Sabe una cosa? Hay un tipo de ansiedad santa. ¿Cómo pastor? ¿Nos autoriza a estar ansiosos? Sí, si es por el Reino sí, es una ansiedad santa que lleva a orar, que te lleva a gemir, que te lleva como el apóstol ha decir estoy sufriendo dolores de parto hasta que Cristo sea formado, ¿eso no es ansiedad? ¡Claro que es ansiedad! Pero es un tipo de ansiedad que es la ansiedad que tuvo Jesús cuando se paró a Jerusalén y dijo: Jerusalén, Jerusalén que matas a tus profetas y a los que te son enviados... Jerusalén... Y comenzó a llorar el Señor y a decir: Yo quise juntarte como la gallina junta a sus polluelos y no quisiste... Y estaba preocupado el Señor, estaba adentro diciendo: ¿Por qué no quieres esto? Ésa es una ansiedad santa, ésa es una preocupación santa, ésa te la permito y Dios también te la permite. Así que hay dos clases de ansiedades, una ansiedad que destruye todo lo que tú eres y una ansiedad que construye todo lo que Dios quiere en ti. Estamos entendiendo dos tipos de ansiedades, si practicas la ansiedad que viene de las cosas de la vida, vas a ser devorado y vas a ser abortado.
Pero déjame explicarte esto, es lo último que te quiero dejar, vea la sencillísima parábola del sembrador, por favor, lo que te voy a mostrar ahora, está más que tremendo, la parábola del sembrador. ¡Gracias Padre! ¡Gracias Padre! "El sembrador es el que siembra la palabra. Y éstos son los de junto al camino: en quienes se siembra la palabra, pero después que la oyen, en seguida viene Satanás, y quita la palabra que se sembró en sus corazones. Estos son asimismo los que fueron sembrados en pedregales: los que cuando han oído la palabra, al momento la reciben con gozo; pero no tienen raíz en sí, sino que son de corta duración, porque cuando viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra, luego tropiezan. Estos son los que fueron sembrados entre espinos: los que oyen la palabra, pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa. Y éstos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen la palabra y la reciben, y dan fruto a treinta, a sesenta, y a ciento por uno." Marcos 4:14-20 Déjame mostrarte algo importante de este pasaje, Jesús dice que hay cuatro terrenos, cuatro tipo de corazones; cuando la semilla cae junto al camino dice que el diablo viene ¿y qué hace? La devora, o sea, es la gente que directamente uno le predica y no quiere creer. Luego dice que vienen aquellos que van sobre la piedra, dice que esas personas reciben con mucho gozo el evangelio pero a los dos, tres meses viene persecución... que la familia se le pone en contra... que el vecino... que el gato... que el perro lo que sea... que lo persigue el policía, no se qué, deja al Señor, ¿sí o no? La única tierra buena es la cuarta, ¿sí o no? Pero vea, ¿saben dónde está el noventa por ciento de la cristiandad actual? En la tercera tierra, ¿sabe por qué? Porque el diablo es vivo, usted está cerquita de la que da fruto, pero no da, ¿y sabe donde utiliza la palabra afán Jesús? En la tercera tierra... ¡Y casi que caigo de espalda una vez más! Digo: ¿Por qué no usaste la palabra afán con los de junto al camino Señor? ¿Por qué no lo usaste con los de la piedra Señor? No querido, porque eso que los está ahogando la palabra son míos... ya tienen la Palabra... saben sufrir la persecución... son fieles, pero tienen un problema, como son fieles el diablo dice, yo ya ahora mando a mi equipo ministerial de cobertura, apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestro del afán así los afanes de este siglo se le suben a la cabeza, un demonio por arriba, otro por el brazo otro por la pierna y otro por más abajo, ¿para qué? Para que la palabra se ahogue y no den fruto y como usted está tan cerca de la buena tierra dice: ¿estaré bastante bien no? ¡Bueno en la media de la cristiandad de los otros, la verdad que estamos mejor que otros! Decimos nosotros... Pero ¿quién te dijo a ti que la medida de Dios es la media de la cristiandad? La medida de Dios es la Palabra y no cambia, la media de la cristiandad puede estar en el piso, pero la medida de Dios no cambia. Así que, recién en el tercer terreno aparece el afán, yo no he visto una Iglesia más afanada que la Iglesia de este siglo, una Iglesia afanada, una Iglesia turbada, una Iglesia que a veces aún, aunque está bendecida y prosperada, sigue más afanada, en vez de estar como hoy el Espíritu Santo.
Mire, ¿por qué cree que el Espíritu Santo me llevó a agradecer? ¿Por qué cree? Porque este mensaje el Espíritu Santo lo tenía que traer, por eso estaba yo agradeciendo al Espíritu Santo, sabe qué: ¿por qué no abandona todo eso y agradece? Todo lo que soy, todo lo que quiere, todo lo que les he dado muchas cosas hasta ahora no han llegado pero van a llegar, pero no pierdan la visión, no pierdan el rumbo, no pierdan el propósito, no se me vuelvan del tercer terreno, no son del Tercer Reich, ustedes, son del cuarto, la buena tierra... ¡Aleluya! La buena tierra, ustedes son de ésa, entonces no dejen que el afán ahogue la palabra. ¿Qué le parece si cambiamos de práctica de afán, y nos quitamos a los cinco ministerios satánicos de la vida? Pero quiero preguntar algo antes de esto. Probablemente hay gente que está escuchando esto y dice: La verdad, así vivimos. Bueno, quiero decirle algo: La Biblia dice venid a mí y hallareis descanso, así que si nunca antes le dijiste a Jesucristo venid a mí, yo nunca te prediqué, ni te hablé de la Iglesia evangélica, ni te dije Cristo éste es el momento de venir a Cristo y éste es el momento de venir a Cristo y echar toda tu ansiedad a los pies de Él, todos tus temores, todas tus dudas, todas tus frustraciones todos tus fracasos. Sabes algo precioso, en Cristo, cuando tú eres una nueva persona en Cristo, todo aquello se borró y puedes empezar de cero y conquistar... ¡Sí, así es! Conquistar todo lo que perdiste porque ése es el poder de restauración de Dios. Así que si hay alguien que no tiene a Cristo pero dice yo hoy quiero recibir a Cristo, yo quiero orar, dígame yo quiero recibir a Cristo, si hay alguien que quiere decirle hoy quiero vivir una vida de paz, yo quiero orar. ¡Gracias Padre! Amén. Vamos a hacer algo, siempre nos dicen que a Jesús hay que recibirlo, que aceptarlo, les voy a decir que no es así, con Jesús hay que rendirse, como si fueran dos tropas y yo fui el que perdí, así es, yo me rindo a Él, cuando uno se rinde, ¿sabe qué pasa? Él toma el control y la vida cambia. Entonces vamos a decirle que nos vamos a rendir y que Él va hacer algo nuevo... tu casa... tú que estás pidiendo a Dios por tu casa, Dios lo va a hacer. Mira, te vas a sorprender, créele al Señor, todo lo que te ha pasado, tú créele al Señor y te vas a dar cuenta que Dios hace las cosas nuevas en serio, que Dios no miente. Vamos a orar, van a repetir mis palabras, mis palabras no tienen nada en especial Dios escucha los corazones, pero les voy a ayudar para en este momento rendirse a Jesús, Amén.
Padre, en el Nombre de Jesús vengo a ti y me rindo por completo, perdona mis pecados y límpiame, rompe mis ataduras, quiébralas, destrúyelas y échalas fuera de mí, echo todas mis ansiedades sobre ti y ahora te recibo en mi corazón como mi Señor y mi Salvador, en el Nombre de Jesús amén. Padre, en el Nombre de Jesús quiero rogarte que bendigas esta casa de una manera especial. Padre, te pido que bendigas a cada una de las personas... mujer, rompo eso de ti, las ligaduras aún de brujería, en el Nombre de Jesús sobre tu casa, sobre tu vida y sobre todas las cosas a las cuales te guiaron pero que nada tenían que ver con Dios, en tanta idolatría y cosa que no venía de Dios, ahora quebranto esas hechicerías y esas idolatrías que te han llevado por caminos que luego te has arrepentido y en el Nombre de Jesús quebranto eso de sobre tu vida de manera especial. Padre, yo quiero bendecir, el Reino es de los niños, yo quiero bendecir estos niños que hoy están abriendo la puerta de su corazón a Jesucristo. Padre gracias. Señor declaro que tú reharás esta familia de una manera poderosa y abundante como sólo tú lo puedes hacer, en el Nombre de Jesús lo declaro, amén y amén. Señor, amén y amén.
Quiero hacer algo bien especial, siento que es el tiempo donde Dios, en todo lo que está haciendo en estos días, en lo que va a ocurrir, porque esto empieza pero no termina, esto empieza para más, Dios quiere nuestros ayunos pero también quiere aquellos ayunos que dice Isaías, la misericordia, el juicio, aquellos que no tienen, tantas otras cosas cosas que tienen que surgir desde nuestro corazón, no desde los pastores, nosotros clamamos para que surja desde el corazón de los miembros, no me pida planes de misericordia, no me pida que yo le diga cómo vamos a alimentar a niños no se dónde, eso es bueno y lo vamos a hacer y lo hacemos, que Dios le ponga un fuego adentro para desatar las ligaduras de esta nación y venga y vamos a estar bien contentos, vamos a estar bien contentos de que esto ocurra sobre su vida y sobre la nuestra y ver a la Iglesia caminando en todo lo que Dios quiere para ella. ¿Pero sabe una cosa? Nos tenemos que quitar estos ministerios diabólicos, hoy hemos descubierto al diablo, hoy recibió una buena paliza porque lo hemos descubierto, Pablo dijo: no ignoramos tus maquinaciones, sabe qué es muy importante no ignorar y a veces hasta que una palabra así llega ignoramos estas cosas que están ocurriendo, ¿cuántos tenemos que romper esto? Vamos a romper con esto, vamos a cambiar ciento ochenta grados el giro de nuestra vida de lo que Dios está queriendo sobre nosotros.
Gracias Jesús por estas Palabras de tu Espíritu y esta gracia sobrenatural. Padre, como tu pueblo queremos ahora, y empezando como este día tan importante, como es este día de comienzo de este ayuno, Señor perdónanos por vivir a veces como los del mundo, a veces Señor nos vemos involucrados en las mismas ansiedades que ellos tienen como si no tuviéramos un Padre, yo creo Señor que en tu corazón debe tener un dolor tan grande, siempre nos procuramos nosotros conseguir las cosas, mira hasta inconscientemente hacemos esto, pero sí lo hacemos, realmente no confiamos en que tú eres, pero Señor queremos ser humildes ahora, queremos humillarnos bajo tu poderosa mano y romper en el Nombre de Jesús, con el vicio del afán y la ansiedad que nos ha atado a todos durante tanto tiempo. ¡Si hemos quitado la mirada del Reino perdónanos Señor! Volvemos a poner la mirada hacia ti, en las cosas de arriba en las del Reino y tú harás con la añadidura como tú lo desees. Pero Padre, tu Cuerpo, siento que estamos en un solo espíritu hoy todos rogando exactamente lo mismo y diciendo, sí Señor quiero cambiar esto radicalmente. Señor, el cambio lo vamos a ver en cantidades de almas que vengan por el testimonio de los hermanos, por ningún plan que los pastores hagamos. ¡Señor, gracias! Gracias. Yo declaro que esto lo haces sobre nuestra vida. Amén.
Ministerio Apostólico-Profético "Generación en Conquista"