Nº 1663 Concepción, domingo 1 de octubre de 2006

La

del sur

Piedra cruz

De Curanilahue al mundo

La gaceta

Acreditación universitaria

El complejo proceso para avalar la educación ¿Qué existe detrás de la palabra acreditación que tan orgullosamente lucen algunas universidades? Las personas ajenas al mundo académico no lo tienen tan claro. Por eso es bueno ponerse al día, sobre todo si quedan pocos meses para que comience un nuevo período de selección universitaria.

Alejandra Carrasco

D

espués del triunfo que fue para las universidades privadas conseguir la autonomía, comenzó a hablarse en el país de la “acreditación universitaria”, proceso al cual debían someterse todas las universidades chilenas, fuesen privadas o no. Aunque muchas ya lucen en su publicidad el ansiado logo de “acreditada”, lo que no se publicita es que esta certificación no tiene nada que ver con el anterior proceso de la autonomía y -por si fuera poco- esta certificación de calidad tiene fecha de vencimiento.

No es lo mismo Durante los años noventa, las nuevas universidades se sometieron a un proceso de autonomía, que no es más que solicitar la independencia, algo así como la mayoría de edad, al Ministerio de Educación. En otras palabras la autonomía sólo es cumplir con las condiciones mínimas para poder funcionar.“La gracia de la autonomía es que es para siempre, pero la acreditación no”, explica Roger Sepúlveda Carrasco, director de estudios estratégicos de la Ucsc. En esa década, ser autónomo era visto como “lo máximo” y muchas instituciones hasta hoy se venden con esta etiqueta. Pero en la actualidad, ser autónomo ya quedó en el pasado, porque ahora el tema se centra en la calidad continua. “La acreditación es un proceso mediante el cual una agencia de carácter público certifica que las instituciones o las carreras cumplen con los mínimos exigidos en los planes de desarrollo institucional y desarrollo académico”, explica Iván Lavados, presidente de la Comisión Nacional Para la Acreditación de Pregrado, Cnap, entidad nacida en 1998 que es la responsable de evaluar y acreditar a las universidades. Para ello está integrada por 15 académicos de reconocido prestigio nacional e internacional.

Tipos de acreditación

Existen dos tipos de acreditación: la institucional, que vela porque exista una buena gestión y planificación de la universidad o instituto. La otra acreditación se hace de carrera por carrera y tiene que ver con los planes de estudio y la infraestructura. Director: Ernesto Montalba Rencoret. Gerente General y Representante Legal: Ricardo Brain Trucco. Editora Gaceta: Soledad Posada Moya.

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Existen dos categorías básicas de acreditación: la institucional y la de carreras, que corren por carriles distintos y se acreditan de forma independiente, punto que se debe tomar en cuenta.“Se ha producido una suerte de confusión y una mala promoción por parte de las instituciones”, comenta Arturo Mora, director de la Dirección de Estudios Estratégicos de la UdeC. La acreditación institucional se refiere a que una universidad o instituto cuenta con políticas y mecanismos adecuados para asegurar la calidad de sus funciones. Para evaluarla existen cinco aspectos: postgrado, investigación, vinculación con el medio, infraestructura, docencia y gestión, siendo estos dos últimos los ítems mínimos obligatorios a evaluar. El período de acreditación tanto de instituciones como de carreras tiene un

Colaboradores: Alejandra Carrasco, Paulina Pérez, Rodrigo Pincheira, Ruperto de Nola, Luis Muñoz Vera, Tito Matamala, Rodrigo Vargas y Ruy Barbo.

Diseño y Diagramación: Sebastián Burgos Venegas. Fotografía: Guillermo Salgado y Archivo EL SUR. Editado e impreso por: DIARIO EL SUR S.A. Avda. Jorge Alessandri N°1937, Casilla 8-C, Concepción. Email: [email protected]

La gaceta El hecho de que una universidad sea acreditada o no, influye en la cantidad de recursos que el Estado entrega a una institución y también es requisito para que un estudiante opte a préstamos estudiantiles con aval del Estado.

Universidades, IP y CFT de la zona con acreditación institucional Fuente: www.cnap.cl

Universidad Católica de la Santísima Concepción

-Gestión Institucional -Docencia conducente a título -Infraestructura y equipamiento

Enero de 2008

Universidad de Los Lagos

-Gestión Institucional -Docencia conducente a título

No Acreditada

Universidad del Bío-Bío

-Gestión Institucional -Docencia conducente a título -Vinculación con el medio -Infraestructura y equipamiento

Enero de 2009

Universidad de Concepción

-Gestión Institucional -Docencia conducente a título -Investigación -Docencia de Postgrado -Vinculación con el medio -Infraestructura y equipamiento

Agosto de 2010

Universidad San Sebastián

-Gestión Institucional -Docencia conducente a título

Junio de 2008

Universidad Técnica Federico Santa María

-Gestión Institucional -Docencia conducente a título -Investigación

Diciembre de 2011

Instituto de Estudios Bancarios “Guillermo Subercaseaux”

-Gestión Institucional -Docencia conducente a título

Diciembre de 2007

Instituto Profesional Aiep

-Gestión Institucional -Docencia conducente a título

No acreditado

Instituto Profesional Duoc-UC

-Gestión Institucional -Docencia conducente a título -Infraestructura y equipamiento

Agosto de 2010

Instituto Profesional Inacap

-Gestión Institucional -Docencia conducente a título -Infraestructura y equipamiento

Agosto de 2010

Instituto Profesional La Araucana

-Gestión Institucional -Docencia conducente a título

Noviembre de 2008

¿Me afecta?

Instituto Profesional Santo Tomás

-Gestión Institucional -Docencia conducente a título

Diciembre de 2007

La interrogante que se hacen los egresados de universidades o quienes piensan matricularse en una, es si la acreditación les afectará en conseguir un empleo a futuro.“En un país como Chile donde hay una heterogeneidad extrema en la calidad de las instituciones, el hecho de estar acreditada significa para cada institución un reconocimiento que posibilita que sus alumnos tengan una mayor demanda en el mercado respecto a las instituciones que no lo están”, explica Iván Lavados. También no hay que pasar por alto que existen dos carreras que sí se les pide en forma obligatoria que la institución de la cual proceden esté acreditada: Medicina y Pedagogía. Esto, básicamente porque ellas poseen un gran impacto social y porque el principal empleador es el mismo Estado. Además, en las recientes disposiciones sobre préstamos estudiantiles con aval del Estado, se requiere que los alumnos estén en instituciones acreditadas.Y otro punto importante: si una universidad o instituto profesional no se acredita, pierde recursos que el Estado les entrega para proyectos de investigación y otras subvenciones. Un estímulo más para que nuestras instituciones de educación superior deseen lucir en sus afiches el logo de “acreditada”. g

Instituto Profesional Virginio Gómez

-Gestión Institucional -Docencia conducente a título

Noviembre de 2009

CFT Andrés Bello

-Gestión Institucional -Docencia conducente a título

Enero de 2008

CFT DUOC-UC

-Gestión Institucional -Docencia conducente a título

Octubre de 2011

CFT INACAP

-Gestión Institucional -Docencia conducente a título

Octubre de 2011

CFT Instituto de Tecnología y Computación (ITC)

-Gestión Institucional -Docencia conducente a título

No acreditado

CFT Santo Tomás

-Gestión Institucional -Docencia conducente a título

Diciembre de 2008

mínimo de dos años y un máximo de siete.“La carrera puede estar mal, pero si la normativa está bien se acredita, aunque sólo por dos años. En todo caso, una carrera que se acredita por dos años es porque presenta muchas falencias”, opina Arturo Mora. Además, la acreditación de carreras va por el lado de los contenidos disciplinarios y de la coherencia del proyecto educativo que se planteó desde un comienzo.“Lo que se evalúa no son criterios iguales para todos, porque en la realidad existe una tremenda diversidad de instituciones. No se puede medir, por ejemplo a la Pontificia Universidad Católica con la Ucsc o con la Católica de Talca, o con la UBB. Si bien quienes evalúan las instituciones se preocupan que los estándares de calidad sean los correctos, éstos deben ser adecuados a la institución que se evalúa”, explica Roger Sepúlveda. Por lo tanto, lo que se mide es una calidad adecuada a los propósitos: Misión, visión, perfil, etc., qué es lo que estaba escrito en el papel y qué es lo que hay en la realidad.“Hay carreras que tienen una orientación profesionalista y práctica, por lo tanto, el contar con profesores con doctorados no representa una ventaja comparativa o competitiva respecto de otra. Si yo escribo en mi proyecto de carrera que quiero ser una universidad orientada al trabajo y lo demuestro con que tengo a mis egresados muy bien insertados en el mercado laboral, y que mis profesores trabajan o han trabajado en empresas reconocidas y que tienen una tremenda experiencia, y que sólo mantengo profesores con doctorados en los cursos básicos de filosofía o química, por ejemplo. Entonces, sí estoy cumpliendo mis propósitos, estoy siendo coherente”, enfatiza Sepúlveda. En el tema de la infraestructura, las universidades deben cumplir con un estándar mínimo de tres metros cuadrados por alumno y un computador por cada 10 ó 12 alumnos. Pero, aún así, la coherencia sigue siendo un punto clave para lograr la certificación de calidad: “Si en tus planes estratégicos te propusiste tener 10 metros por alumno. Bueno, estás llegando, ¿o has retrocedido? Entonces la vara con que se mide tiene que ver con lo que la misma universidad dice.Tener muchos metros cuadrados tampoco es bueno, puede pasar que se tenga una tremenda infraestructura. Pero, ¿No podría ser mejor invertir esos recursos en proyectos de investigación o en más computadores? Por eso hay que evaluar cada caso”, explica Sepúlveda.

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Jorge Jiménez, “mejor amigo” del cerro Caracol

“El potencial del cerro está subutilizado” na mañana de diciembre del año 1984 se fundó el “Círculo de Amigos del cerro Caracol”, integrado por deportistas que empleaban la principal colina penquista como entorno de sus ejercicios y por fanáticos del trekking en medio de la naturaleza. Se trata de personas dispuestas a la vida sana y al disfrute del ejercicio físico, que lentamente comenzaron a ubicarse entre sí, compartir lugares de descanso, hasta manifestar la intención de crear un cuerpo sólido. Entre estos “cerreros” se cuenta a Jorge Jiménez, propietario de la Librería Estudio, quien en muy pocas ocasiones ha debido cancelar una de sus citas con su gran amigo, el cerro Caracol. Ya sea “en las mañanas claras de verano, o en la oscuridad del invierno”, en sus propias palabras, llueva, truene o abunde el sol, Jorge Jiménez sube el cerro Caracol. En más de alguna ocasión no ha encontrado a nadie más que a su sombra en el camino, aunque normalmente se encuentra con algún “cerrero” que también hace lo suyo, ejercicios y madrugar. El ascenso es a las siete, y el descenso como a las nueve. -¿No es necesario ser valiente para ser un “cerrero”? -Claro que sí. Es una decisión bien dura dejar la cama, pero hay que hacer el esfuerzo. Siempre es agradable subir, con lluvia torrencial, aún de “noche”, con niebla... pero arriba siempre es hermoso, con los boldos, los peumos, los arbustos que crecen. Vale la pena. -¿Cómo se organizan? -No hay mucha organización, sino el gusto de subir. Lo normal es que uno llegue primero y otro baje al último, normalmente soy yo. Arriba, en el Mirador Alemán, hago un set de ejercicios, interactúo con otros amigos del cerro y luego bajo. Y después continúo por la Costanera, hasta el Puente Juan Pablo Segundo. Y luego regreso e ingreso al Puente Viejo... -¿No es mucho esfuerzo? -Es mucho sufrimiento, uno dice “no puedo más”. Pero

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Guillermo Salgado

Ximena Diez

Con un llamado para hoy, desde las ocho de la mañana, el colectivo de amantes del ejercicio y la vida sana invita a los penquistas a ascender a su principal colina. Uno de sus fundadores, Jorge Jiménez, hace un análisis de lo que han sido estos 22 años, en los que este cerro siempre los ha acogido con los brazos abiertos, aunque no en su mejor estado de conservación.

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La soledad de hacer deportes al alero de la naturaleza fue en cierta forma la causa para que los cerreros comenzaran a reunirse, hasta formar el Círculo de Amigos del cerro Caracol. Para hoy está prevista una salida a las ocho de la mañana, invitación extensiva a todos los vecinos que gusten del ejercicio físico y de los espacios naturales. venzo mi límite. Hasta la fecha nunca he salido derrotado. Me propongo metas y en la próxima caminata mantengo lo que fui capaz de hacer, y así nacen nuevos desafíos. ¡Llego a mi casa a tomar desayuno y no puedo ni sentarme! Los músculos se mueven, es doloroso, dolorosísimo, pero fantástico a la vez. Es grande el orgullo de cumplir las metas de uno, incluso en la tarde del domingo aprovecho para dar una vuelta, a pie, por ahí. -Usted debe tener un pasado deportivo. -Siempre he sido deportista. Cuando niño tuve que defenderme muchas veces en situaciones difíciles, practicaba ejercicios de lucha (es un poco dramático), pero lo bueno de todo ello es que me habitué al gimnasio. Luego fui socio de la Ymca, por años, y me denominaron “líder”, esto quiere decir, me dejaban a mí a cargo de las clases de los socios, ad honorem. Pero todo aquello me sirvió mucho para la vida. Subir un cerro es algo difícil, cuando lo hago, troto un tercio, en las zonas planas, y el resto lo camino con mucha rapidez. -¿Hay circuitos establecidos por los cerreros? -Normalmente subimos por calle Tucapel, vamos al Mirador Alemán y bajamos por las escaleras de Angol. A veces he subido por las escaleras

(pasaje La Paz), sigo por Los Aguilera y accedo al cerro por esa zona, de la Agüita de la Perdiz. Hay variantes. Incluso nos hemos detenido especialmente en la antena de comunicaciones. Verla de cerca es increíble... es un ícono de la ciudad y muchos penquistas no la conocen de cerca. Otras veces hacemos camino entre los arbustos, ¡el cerro siempre da para mucho! -¿Y cuándo es más bonito el paisaje? -Me gusta en otoño, con las hojas amarillas... y en primavera, con las hojas floridas, todo oliendo a peumo, a boldos perfumados... me da pena que la gente se pierda ese espectáculo maravilloso. ¡La gente no se atreve a subir el cerro! Se ven parajes ignotos, llenos de naturaleza, es sorprendente que todo ello esté erigido en la propia ciudad.

El cerro Caracol no es peligroso Un tema que desde hace décadas rodea al Cerro Caracol es que constituye un factor de riesgo, por albergar a delincuentes y a prácticas asociadas a la delincuencia. ¿Cuál es la experiencia de Jorge Jiménez? “Yo nunca he visto nada extraño, a excepción de restos de botellas, cajas de vino y

colillas de cigarrillo por la bajada de calle Angol, que tampoco dicen mucho de algo grave”, cuenta. -¿Se atrevería a decir que el cerro es seguro? -Es seguro, lo digo de manera definitiva. Aunque debo considerar que nuestros horarios son de 7 a 9 de la mañana, horas en que los delincuentes no suelen andar causando daño aún... Siempre encuentro subiendo a parejas de mujeres, y nunca he visto nada anormal. En 30 años nunca he pasado ningún susto ni he sabido de ningún deportista en apuros. -¿Cree que es la población la que debe apropiarse de los espacios que le pertenecen? -Absolutamente. Siempre digo, metafóricamente: “el cerro es mío, déjenlo como está”. Tenemos que “tomarnos” el cerro. -¿Y cómo lo ve? -Descuidado. A la autoridad le corresponde la misión de acercar el cerro a la gente, hacerlo un lugar que la ciudadanía pueda ocupar. El cerro está dejado de lado, su potencial está subutilizado. En el invierno la lluvia forma canales que se desbordan en los sectores por los que transita el peatón, y crece zarza... ¡Si es cosa de sacar la maleza, llevar palas y clavar lo que está en el suelo! Hay zonas de barandas caídas, púas sueltas. No costaría nada arreglar esos problemas, es un tema de mantención simple. -¿Recuerda algún momento de gloria del cerro? -Según me cuentan otros deportistas, el cerro nunca ha estado como debería estar. ¡Es una buena oportunidad para las autoridades! Deberían intervenir y ser reconocidos por su intervención a favor del cerro Caracol. Somos muchos los que le agradeceríamos. -Hábleme de los cerreros, ¿quiénes son? -Son personas adultas, yo diría “maduritas”, de más de medio siglo. No veo mucho interés en la juventud, eso es una pena. -¿Dónde es la cita de hoy? -Nos vamos a reunir en Tucapel con Víctor Lamas, como a las 8 de la mañana. Y luego vamos a ascender, en grupo. La duración del trayecto será de una hora y 45 minutos, aproximadamente. No hay límites para los participantes. g La gaceta del sur- 5

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Baldosas de piedra cruz

Del corazón al resto del m Paulina Pérez Fotografías Guillermo Salgado

Químico analista y luego geóloga, Paula Fernández se vio sobrepasada por la belleza de la piedra cruz de Curanilahue, su tierra natal. Luego de una historia de esfuerzo, iniciativa y ocurrencia, junto a un pequeño equipo lleva adelante una singular empresa: productora y comercializadora de baldosas de piedra cruz, extraída exclusivamente del sector de Trongol.

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ada pieza es única. Ninguna se repetirá jamás, de la misma forma que la piedra cruz no se encuentra en ninguna otra parte del planeta que no sea a orillas del río Curanilahue. Tanta belleza fue precisamente la que incitó a Paula Fernández, químico analista y geóloga, a dedicarse a este tema con total prioridad, hasta el punto de ser hoy, junto a Lorenza Ruiz, las fundadoras de una singular empresa: “Riquezas de ChilePiedra Natural”. A través de esta firma

comercial producen y manufacturan baldosas de piedra, negra y brillante, un arte que lentamente encuentra mercado y se proyecta, quién sabe, hacia el extranjero. La historia de Paula Fernández y la piedra cruz es antigua, ya que ella es oriunda de Curanilahue y su padre, Sixto Fernández, propietario de una parcela, “Río Pino”, en el sector de Trongol. Siempre tuvo conciencia del valor de una piedra semipreciosa y única, aunque fue en el norte, desempeñándose como geóloga, cuando el

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de Trongol mundo tema cobró relevancia para ella. “Siempre nosotros nos movemos entre rocas. Cerca de La Serena me di cuenta de que hay diferentes recursos pétreos como para elaborar algo a partir de eso, más allá de otros usos comerciales. Me inquietó hacer algo más `estético’ con el recurso”, señala Paula, quien por estos días se divide entre Curanilahue y Punta Arenas, precisamente por razones laborales. Una vez de regreso de la zona nortina, Paula, inquieta, se decidió a averiguar: qué hacer con las piedras ornamentales,

específicamente, con la piedra cruz, la que tenía “a mano” desde muy niña y que yace en el predio de su padre. Se dedicó entonces a realizar exploraciones, pruebas de laboratorio, para determinar su dureza y resistencia. Y, para su suerte, concluyó que era un proyecto completamente viable.

Nace una empresa Una vez que la piedra pasó las pruebas de rigor, Paula se decidió a orientar su idea a algo factible. Pero faltaba el financiamiento para partir. “Según me habían dicho algunos contactos, me acerqué a Corfo, especialmente a Innova Biobío. Allí me sorprendí porque me di cuenta de que sí habían posibilidades, ya sea accediendo a capital semilla o al concurso de emprendedores”, expresa la geóloga. ¿Qué pasó? Con Cidere Biobío como patrocinador, las amigas y químico analistas postularon al Tercer Concurso de Emprendedores (2004). Y para su sorpresa, recibieron una mención honrosa, de 250 mil pesos, además de una pasantía a Brasil, país que

destaca en el empleo de piedras ornamentales. Paula tomó la pasantía, maravillándose del mercado brasileño en cuanto a piedra natural se refiere. Otro viaje que Paula Fernández asumió ese mismo año, de manera independiente, fue a España, a una Feria Internacional en Madrid. Una vez de regreso a su tierra, el dúo continuó postulando a capital semilla. Y en julio de 2005, obtuvieron 30 millones de pesos de Innova Biobío para iniciar su empresa. Así nació Riquezas de Chile-Piedra Natural, la empresa de estas emprendedoras jóvenes, responsable del producto “Negro Cruz”, hermosas baldosas de roca ornamental en diversas tonalidades, en su mayoría matices de negro a gris, con incrustaciones de la famosa piedra cruz o “quiastolita”. Estas pueden variar en tonos rosas, beiges, plomo y otros, indefinidos, en tanto que la piedra que las sostiene es, evidentemente, muy negra. “Los 30 millones los invertimos en maquinaria, insumos y capital de trabajo. Sigue en la página 8... La gaceta del sur - 7

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Del corazón...

...viene de la página anterior.

El costo general del proyecto ha sido de unos 60 millones, el 50% faltante lo reunimos nosotras”, cuenta la geóloga empresaria. En la producción de baldosas trabajan, directamente, seis personas, incluyendo a las dos emprendedoras. El trabajo se realiza en la cantera de piedra, que a su vez forma parte del predio del padre de Paula. “Nosotras no hemos abierto cantera; simplemente ocupamos lo que hallamos suelto en el lugar de extracción. Para eso pagamos derechos y todo, aunque evidentemente los costos bajan al no extraer”, expresa riendo. “La elección de las piedras es un proceso muy selectivo. Se debe escoger la piedra adecuada, la piedra en sí más las quiastolitas, que son las que se emplean para orfebrería y que tienen la cruz en el centro. Esa cruz aparece por el tipo de corte”, asevera. Una característica que deben tener las piezas es no presentar fracturas y lucir compactas. Después de extraído el bloque pasa a la planta de elaboración. Allí se corta, con discos diamantados, y se pule, hasta obtener el brillo característico de la piedra. Por ahora se producen baldosas en distintos formatos, de máximo 30 centímetros de alto y de hasta 80 centímetros de ancho. La altura está limitada por la máquina cortadora, ya que es lo que permite el alcance del disco. ¿Cuáles son los productos? Baldosas de piedra natural, dimensionadas, pulidas y “pesadas”. “La piedra tiene harto peso, pe-

ro se adhiere excelentemente bien a cualquier superficie. Evidentemente se debe recurrir a los adhesivos indicados, pero no tiene inconveniente alguno”, aclara Paula. El uso de esta piedra con quiastolitas es diverso: aplicaciones, revestimientos, muebles, ventanas, muros, exteriores, interiores. “Compite con el mármol y el granito, aunque gana lejos en exclusividad: sólo se compara con el lapislázuli, ya que es única en la región, Chile y el mundo”, clarifica la empresaria. ¿En qué está “Riquezas de Chile-Piedra Natural? “Hasta el momento, terminando la `marcha blanca’. Podemos ofrecer un producto que compita con otros, importados, y que se ubique en la arquitectura local. Tenemos algunos negocios que comienzan a concretarse, uno de ellos un edificio público, lo que nos llenaría de orgullo.Y también estamos tramitando la exportación”, adelanta Paula. Debido a la cualidad y calidad del producto que elaboran las emprendedoras, por tratarse de un producto exclusivo, no precisan de un mínimo de peso ni unidades para ser vendidas en el extranjero. “Lo importante es que nuestras baldosas cumplen los estándares internacionales y las exigencias mecánicas que piden en el exterior”, explica Paula Fernández, orgullosa. Próximamente, las jóvenes contarán con una sala de exposiciones para sus productos. Ello es parte del marketing. Todo disponible en la página www.piedracruz.cl. g

Lágrimas de mujer Paula Fernández no se extraña para nada cuando se le consulta por su relación con la estética. “Los geólogos siempre estamos viendo parajes hermosos, normalmente en un ambiente solitario. Los minerales muchas veces son en sí un espectáculo. Las personas que no tienen esta relación con el medio ni sospechan lo bello que puede ser. A mí, además, siempre me ha gustado el arte y la decoración, es inevitable. Las dos cosas van juntas”, sentencia Paula.

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Pero la piedra cruz no sólo ha seducido a Paula. De hecho, las quiastolitas han dado origen a varias leyendas araucanas. Según cuenta la tradición de Curanilahue, las quiastolitas de la piedra cruz son las almas de los guerreros indígenas muertos en manos de los españoles. Pero para otros son lágrimas, pertenecientes a una mujer enamorada y apartada de su amor. Cuenta la leyenda que tras un malón, un toqui capturó a una joven española. La llevo a su toldería al sur de Concepción, la

cuidó y le enseñó las costumbres del pueblo mapuche, al que pertenecía el captor. De a poco fue naciendo entre el joven y la española un intenso amor. Sin embargo, los demás guerreros y pobladores de la tribu rechazaron esta atracción. Pese a todo siguieron juntos, pero luego de unos días, el joven guerrero no regresó. Lo habían secuestrado, ocultándolo en una caverna hasta que decidiese abandonar a la mujer blanca. La muchacha le creyó muerto, y presa del dolor,

sale a su encuentro. Fue así como, gracias a un milagro, sus lágrimas se convirtieron en las gemas de los araucanos, con cruces de piedra. El final de esta historia tiene dos versiones: una asevera que la novia perdió definitivamente a su amado. Y la otra que los mapuches, admirados del milagro, cayeron conmovido a los pies de la joven, dejándola vivir su amor en paz. Sea cual sea el final, las quiastolitas siguen recordando la leyenda popular.

La gaceta Barra de Sonido

La vuelta de Cat Stevens El ídolo de la canción ahora se llama Yusuf Islam y en dos meses más volverá al disco y a la música pop tras 28 años de silencio. Sus nuevas canciones hablan de la fragilidad de la vida y del mundo actual.

“La femme chocolat” Olivia Ruiz Polydor. 2005

Rodrigo Pincheira A. ació como Stephen Demetre Georgiou, se volvió Cat Stevens y ahora es Yusuf Islam. Y con esta identidad volverá en dos meses más al disco tras 28 años de estar alejado de la música pop. Hijo de un inmigrante griego-chipriota en Inglaterra, como Cats Stevens vendió millones de discos entre 1960 y 1970, pero decidió convertirse al islam después de una experiencia cercana a la muerte y abandonó la música alrededor de 1978. Es entonces cuando adoptó el nombre Yusuf Islam.

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Idas y vueltas Nacido y criado en Londres, Islam, ahora de 58 años, se convirtió en un astro de la música pop. Compuso grandes éxitos grabados en sus discos “Father and Son” (1966), “Mona Bone Jakon” (1970), “Tea for the Tillerman” (1970), “Teaser and the Firecat” (1971), “Catch Bull at Four” (1972), “Foreigner” (1973), “Buddha and the Chocolate Box” (1974) y “Back to Earth” (1978), entre otros. Sin embargo, su vida dio un giro inesperado en 1977, tras casi morir ahogado en una playa de Malibú (California). Entonces comenzó a llevar una vida más espiritual y a conocer de forma cercana la religión islámica, a la que se convirtió en 1978, cuando cambió su nombre y abandonó la música comercial para dedicarse a la música espiritual y las tareas benéficas y

educativas. Durante casi tres décadas, el ex astro de la música ha fundado tres escuelas musulmanas en Londres, aparte de una organización sin fines de lucro, “Small kindness”, reconocida por la ONU y con la que presta ayuda a los huérfanos de conflictos como Bosnia, Kosovo e Irak. Además, creó su propio sello discográfico, “Ya Records”, con el que hasta la fecha ha producido 10 discos de música religiosa y espiritual. A pesar de llevar casi 30 años apartado de la industria musical, los anteriores trabajos como Cat Stevens continúan vendiendo una media de 1,5 millones de discos al año.

Nuevo golpe El nuevo disco, “An other cup”, verá la luz en Estados Unidos el próximo 28 de noviembre, en coincidencia con el 40 aniversario del lanzamiento de su primer álbum. Esta nueva placa se

grabó entre diciembre de 2004 y 2005. El productor del disco será Rick Nowels, quien se declaró admirador del cantante y comentó que hacer este disco “ha sido una de las mejores experiencias de mi vida”.Ya ha trascendido que el álbum tiene un sonido acústico donde predomina la guitarra y la voz característica de Islam, quien señaló que está muy ilusionado con volver a componer e interpretar canciones sobre la vida en este frágil mundo. “Para mí es importante servir de puente para superar las barreras culturales que algunos temen traspasar”. En el disco participarán Alan Davies, guitarra, Jean Roussel, teclados, Danny Thompson, bajo y el percusionista Luis Jardim, entre otros. El nuevo álbum ha despertado tanto interés que el director del sello Atlantic dijo que las “nuevas canciones de Yusuf son tan conmovedoras e intemporales como los clásicos que inspiraron a una generación”. Habrá que escucharlo. g

Pasó de un reality a estrella de la canción francesa. Y hace algunas semanas tuvimos el lujo de tenerla en Concepción promoviendo éste, su segundo disco, con el que ya tiene más de 300 mil copias vendidas. A los 25 años esta nieta de españoles exiliados de los tiempos de Franco, lleva tiempo recorrido. Debutó con el disco “J’aime pas l’amour” (2003) junto a músicos de la célebre banda francesa Les Rita Mitsouko y ha trabajado con otros grupos de ese país como Les Têtes Raides, Dionysos y Noir Dèsir. En este encantador disco, Olivia se pasea por diversas formas de folk, pop, rock, varietés, y las canciones cuentan historias de familias en terapia de grupo, ladronas adolescentes o simples juegos de palabras, que suman más variedad y diversidad. Sus temas tienen una teatralidad inmanente y no es menor que la cantante tenga formación de comediante. Admiradora de cantantes como Edith Piaf, Ives Montand, Claude Nougaro, Gilbert Bécaud y Georges Brassens, Olivia canta también en inglés (“I need a child”) y en castellano (“Quijote”). El resto de las canciones son en francés, donde destacan por su originalidad la encantadora “Petite valse”, “J’traine des pieds”, la larguísima “Je te quitte” y la balada a la Piaf “Vitrier”, entre otras. Olivia Ruiz nos trajo un pedazo de la actual chanson francaise, movimiento siempre en constante evolución y desarrollo, pero que está tan lejos del gran público chileno. La gaceta del sur - 9

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El sabor de la gaceta Qué desperdicio de vicio... Está claro que Ruperto no engorda con cualquier cosa. Pero de que engorda... engorda. Ruperto de Nola

l engordar uno con el paso de los años parece ser una de las leyes de la naturaleza. Es monstruoso eso de los vejetes boreales, larguiruchos y flacos de tanto andar saltando y haciendo, como Don Quijote entre las peñas, “zapatetas en el aire”. Lo respetable es que el cristiano llegue a la sesentena entradito en carnes, con “agarraderas”; no lo es caerse muerto en medio del zangoloteo de un jogging inconsulto. Pero hay formas y formas de echarse al cuerpo los kilos. Conozco algunos gaznápiros que han logrado la plétora a punta de “Coca” (o “Fanta” o “Bilz”) y pan. Si habían de irse al infierno, al menos deberían hacerlo con gracejo y savoir vivre. Pero condenarse por gula debido a esas atroces pócimas llenas de gas carbónico... El pan se salva, sin embargo, porque como dicen en Castilla, “de los sabores, la sal; de los olores, el pan”. Es igualmente insensato embarnecer por poner 4 cucharadas de azúcar al té, o regar con crema todos los guisos, o tomarse media botella de whisky al día. ¡Válganos! Administremos y distribuyamos bien nuestros vicios, de modo que el resultado sea razonable, lo cual será suficiente para redimirlos. Cuando haya de haber crema, que la haya; cuando no, no. Y si hemos de comer un postre empalagoso, que venga; y si no, no. Ahora, hay diversas formas de usar la

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crema, por ejemplo. Hay quien no podrá aceptar su quiche lorraine sin grandes cantidades de ella. Nosotros preferimos usar nuestra cuota de crema batiéndola con un poco de azúcar vainillada para ponerla sobre las frambuesas o las frutillas. O para ponerla encima de unas hermosas papayas en almíbar (que no son lo mismo que las papayas “al jugo” que venden actualmente; tienen que ser precisamente en almíbar, para que la delicia sea perfecta). Pero no se llegue por este camino a creer que cualquier infeliz durazno en conserva ha de ser comido con crema, como parece que piensa el vulgo culinario. Siguiendo con esto de las grasas saturadas, hay que usar la manteca de chancho cuando Dios manda, y no andarse con aspavientos, que basta con no comerla todos los días. Un goulash no puede ser hecho con aceite vegetal, sino que debe llevar manteca porcina. Y dorar las papas en manteca de chancho es una maravilla cuando han de acompañar un aromático estofado de cordero, por ejemplo. Lo que no es necesario es llegar a los extremos de los lapones, finlandeses y escoceses, que se nutren casi exclusivamente de mantecas animales y mantequillas, lo que los conduce, a los 40 años, a desplomarse como pianos por las calles, tan instantáneamente muertos como es posible estarlo. En época de naranjas, es bueno que tenga Ud. a mano la siguiente receta, deliciosa y aterciopelada. g

Tragos chilenos provechando el ímpetu de Fiestas Patrias continuemos con el patriotismo de los sabores y aromas de nuestra tierra antes que la globalización nos inunde, y como aún hay sed llenemos los vasos y brindemos con los tragos nacionales típicos. Los tentadores representantes de la coctelería chilena siempre disponibles en restaurantes, bares, cantinas y por supuesto en la tranquilidad de nuestros hogares.

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El rey en este rubro es el pisco sour, el trago nacional, bueno en cualquier instante y en toda celebración, como altenativas tenemos la piscola, el mango sour, el Serena libre -con jugo de papaya, el pichuncho -pisco con vermouth blanco y limón- y el salvador roto sour, que simplemente reemplaza el pisco por aguardiente. Como este fuerte destilado es más económico, salva la situación cuando la sed acosa y el bolsillo anda algo escuálido.

Crema de naranja • Ralle la parte coloreada (y sólo ella: que no vaya nada de la parte blanca) de la cáscara de 2 naranjas y de un limón. • Ponga esto en una cacerola (ojalá de cobre) y agregue 6 cucharadas de azúcar granulada, el jugo de 4 naranjas, el de medio limón y 4 huevos enteros. • Bata todo esto y ponga la cacerola a fuego suave sin cesar de batir hasta que el contenido comience a hervir. • Retire la cacerola inmediatamente del fuego y siga batiendo sin parar hasta que la crema esté tibia. • Vierta a la cacerola un vasito de kirsch o de pisco aromático y bata para incorporar. • Aparte, tenga batidas otras 6 cucharadas de crema sin azúcar, e incorpórelas a la crema de naranjas. • Mantenga ésta al fresco hasta el momento de servir en copas, con alguna galletita fina o lo que sea su cariño.

o arb yB u R Por En general, el paladar nacional prefiere los combinados dulces, salvo el gusto por el whisky, al que agregarle algo es un pecado. No existe el gusto por los cócteles secos como en otras partes. En esta línea otras recetas tradicionales son los tragos cremosos o en base a leche, como los rompones, el cola de mono y la vaina. Si a éstos añadimos la chilenaza malta con huevo, tenemos el grupo de tragos cremosos, de moderado grado alcohólico, de buen

dulzor, que los hace atractivos para las damas y las personas que no tienen la costumbre de beber alcohol. Los ponches en base a vino, fruta picada y jugos o bebidas ya son parte del alma nacional, el cleri -vino blanco, durazno picado y jugo de durazno-, el chiguayante -tinto, azúcar y frutillas- y el recetario sigue con el canario, el palomito, la mistela, el guindado, el apiado, pero quedamos hasta aquí porque nos entró sed. g

La gaceta A j e d r e z

Luis Muñoz Vera Mi maestro XX

Fischer vs Spassky (Islandia, 1972). En 1953 Boris Spassky es maestro; campeón mundial juvenil en 1955; gran maestro internacional en 1956; maestro emérito del deporte en 1964. Todo este camino de ascensión tenía lugar simultáneamente con éxitos en sus estudios en la enseñanza media y luego en la Universidad de Leningrado, como también con la práctica apasionada del atletismo liviano, lo cual, según sus propias palabras, “ayudaba tanto en el estudio como en la lucha ajedrecística”. La culminación de los deseos de cada ajedrecista es ser campeón del mundo. Pero el camino para llegar a medir fuerzas con el monarca del ajedrez, en nuestros tiempos no es tan sencillo como hace medio siglo, cuando lo más importante era asegurar la faz financiera de la competencia, aunque también entonces tal problema, para muchos pretendientes, era insoluble. Pero ahora es necesario además abrirse paso a través de una fila de iguales o casi iguales adversarios, demostrar primeramente su superioridad sobre ellos y sólo entonces entrar en la lucha decisiva con “el mismo” campeón del mundo. Y Spassky pasó dos veces esos difíciles matches selectivos de los pretendientes, caracterizándolos gráficamente como “los círculos del infierno de Dante”. Continuará.

“Lo mismo que 15/20 años antes, Mijail Botvinnik sabía exactamente lo que quería y lo que no quería. Escuchó impasible nuestra sugerencia de designarlo árbitro principal del torneo y, tras una pequeña reflexión, espetó: “¡El ajedrez rápido será la muerte del ajedrez!” (o algo por el estilo). Le dije: “Mijail, esta forma de juego permitirá que el ajedrez sea aún más popular”. Y él replicó: “Esto le hará un gran daño al ajedrez, un daño enorme”. Lo intenté de nuevo: “Así es como todo el mundo juega, cientos de grandes maestros, hasta Vassili Vasielievich (Smyslov) jugará el torneo”. Su réplica fue más tajante aún: ¡No doy un duro por la opinión de la mayoría! ¡Estoy habituado a pensar por mí mismo!”. ¡El auténtico Botvinnik en su salsa! De modo que nos volvimos con la cabeza baja. Fue mi último encuentro con mi antiguo maestro. En la primavera siguiente, mayo de 1995, murió. Una semana después de su muerte me encontraba jugando el Memorial Euwe de Amsterdam. Al dejar el hotel para disputar la primera ronda, mi segundo Yuri Dojoian y yo nos pusimos a discutir acerca de cuál era el mejor modo de llegar a la sala de juego. Estimamos que nos llevaría unos 20 minutos a pie”. Kasparov en “Mis geniales predecesores”. Moscú 2004. g

Problema Nº 800. Juegan las blancas. ¡Mate en dos! Autor D.J.Shire. 11ª Pl. Match “Israel-Inglaterra, 1989. Solución al Nº 799. Juegan las blancas. ¡Mate en dos!. Clave: 1. d4!! ... amenaza 2. Cb6++; sí a 1. d4! Ad3 2. Cc3++; sí a 1. d4! Td3 2. De4++; sí a 1. d4! Txd4 2. Cb4++; sí 1. ... Axd4 2. Cf6++.

M a t e

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Ejercicio Nº 107. Juegan las blancas. ¡Mate en una! Solución al Nº 106. 1. Cd7++.

Por Rodrigo Vargas

Enigma

La disputa oficial del título mundial. CCXXII

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La gaceta

Eufemia Vergara, 104 años

Agradecida de vivir Oriunda de Los Andes, viuda desde muy joven y sin hijos, Eufemia celebró el pasado 17 de septiembre más de un siglo de vida. Su actitud es la de una mujer contenta y feliz con la vida. Isidora Diez

E

ufemia Vergara Puentes asevera que nació en 1902, y que el pasado 17 de septiembre cumplió 104 años. Su carné de identidad la identifica como nacida en el año 1906, y que “sólo” cumplió los 100... es como para dudar, no de la memoria prodigiosa de Eufemia sino del Registro Civil, que antes solía cometer errores garrafales con los nombres y las fechas. Como sea, Eufemia tiene hoy un siglo de existencia y ha sido testigo de la porción más importante de la historia de la humanidad, transformaciones que contempla reflexiva y silenciosa desde su pequeña silla de ruedas, sin percatarse de lo impresionante que resulta su propia leyenda. Ya sea nacida en 1902 ó 1906, Eufemia vio la luz en la época de los tranvías, de los carros de sangre, de las mujeres cubiertas por largas polleras y cuando las guerras mundiales aún eran algo insospechado. Recuerda perfectamente los hitos de su vida, aunque le cuesta hablar. Aún así se expresa con total coherencia. “Yo soy oriunda de Los Andes”, cuenta. “Fuimos muchos hermanos, me fui quedando sola. Soy la única viva de ellos”, asevera. “Estudié modas. Yo hacía los moldes en un papel, los copiaba en el género con papel mantequilla y después hacía los cortes y cosía. Le hice los uniformes a la gente de Huachipato”, recuerda a la perfección. Admite haber tenido una aceptable situación económica, aunque siempre debió trabajar. Se casó joven y “enamorada”, pero su marido la dejó muy prematuramente por culpa de un ataque al corazón. Afirma haber sufrido mucho y quizás por eso fue que nunca se volvió a casar. Tampoco tuvo hijos, no lo lamenta. “Trabajé con niños en un hogar de menores”, afirma. Pero lo que más caracteriza a la vida de Eufemia Vergara es que se dedicó por muchos años a “componer huesos”, oficio que ejercía en su casa. Lamentablemente sus conocimientos y habilidades fueron incapaces a la hora de mejorar su condición de postración. Aún así, Eufemia es una de las que goza de mejor salud en la Villa Giacaman, Hogar de Adultos Mayores Postrados del Hogar de Cristo, donde reside.

Concurrido cumpleaños Más de 50 personas saludaron a Eufemia en su día. Ella se ríe al ver sus fotografías, aunque le molesta que se ve “fea”. “Me pusieron un gorrito pero yo no quería”, dice riendo. Lo que más disfrutó fue su torta, “estaba rica”. De hecho, la única queja que tiene es que le 12 - La gaceta del sur

Eufemia Vergara Puentes tiene hoy más de cien años. Su familia es el personal y los beneficiarios del Hogar Villa Giacaman, entorno al que se ha integrado muy bien y en el que, definitivamente, es muy querida. gustaría comer más pasteles y cosas dulces. Alimentos evidentemente contraindicados para personas de su edad. Eufemia lleva poco tiempo en la obra del Hogar de Cristo, poco menos de medio año. “Es una mujer lúcida, afectuosa. Llegó a acá y se adaptó de inmediato. Influye mucho el que todos la aceptaron desde un comienzo, ya que reacciona muy bien ante los afectos y los cuidados”, expresa Patricia Bustos, directora de la Villa Giacaman. No obstante, Eufemia vivió previamente una situación de abandono. “Vivía en Hualpén, solita, en una casa que queda de su familia, que es de una sucesión. Los vecinos denunciaron que estaba mal, que no podía prepararse comidas, no podía siquiera prender el fuego, y a veces reaccionaba mal, de manera antisocial. Es lógico, estaba en un estado de abandono muy deplorable”, asevera Patricia. Hoy Eufemia vive feliz. Ella sola alude lo que pueden ser sus últimos días, cada vez más cercanos. “Viví tranquila, me siento tranquila. Sin nada de pena ni susto. Yo soy agradecida, del Hogar, de mi vida”, puntualiza. ¿Y quién podría ponerlo en duda? g