de Guiones DECLARADA DE INTERÉS TURÍSTICO NACIONAL DE ANDALUCÍA Excmo. Ayto. de Castro del Río

Excmo. Ayto. de Castro del Río CRUCE s e n o i u e G d Editada por el Excmo. Ayuntamiento de Castro del Río Nº 4 – MARZO 2008 Semana Santa – Cast

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Excmo. Ayto. de Castro del Río

CRUCE s e n o i u e G d

Editada por el Excmo. Ayuntamiento de Castro del Río

Nº 4 – MARZO 2008

Semana Santa – Castro del Río 2008 DECLARADA DE INTERÉS TURÍSTICO NACIONAL DE ANDALUCÍA

1er Premio Consejo Regulador D. O. “Baena” 2006 y 2º Premio 2007 por su Aceite de Oliva Virgen Extra Modalidad Frutados Maduros

Cruce de Guiones

sumario

Nº 4 • MARZO 2008 Edita EXCMO. Ayto. de Castro del Río COORDINADOR: Blas Criado Jiménez COLABORADORES: Antonio Jiménez Muñoz Asociación de Costaleros/as de la Hermandad de la Santa Vera Cruz Escoltas Romanas de Castro del Río Francisco José Salido Mármol Francisco Morales Basurte Francisco Prados Hidalgo J. Carretero Juan Aranda Doncel Juan Doncel Barba Juan Francisco Martínez Zamora Juan Luis Navajas Carvajal Juan Porcel Carpio Juan Porcel López Lorenzo Pérez Sanmatías Luis Madero P. J. Miranda Bello Ramona Erencia FOTOGRAFÍAS: Blas Criado Juan Porcel Antonio Morales Pedro Miranda FOTOGRAFÍA PORTADA: B. Criado DEPÓSITO LEGAL CO–505/2005 DISEÑO, CONFECCIÓN E IMPRESIÓN: Gráficas Cañete, S.L.

Pol. Ind. Quiebracostillas. Avda. de Alemania, 7 14850 Baena (Córdoba) Telf./fax: 957 67 09 66 E–mail: [email protected]

Excmo. Ayto. de CASTRO DEL RÍO

CRUCE e Guiones d

Editada por el Excmo. Ayuntamiento de Castro del Río

Nº 4 – MARZO 2008

Semana Santa – Castro del Río 2008 DECLARADA DE INTERÉS TURÍSTICO NACIONAL DE ANDALUCÍA

Presentación Entrevista a Antonio Erencia Algaba, Pregonero Semana Santa 2008 La Saeta de la Vía Sacra de Castro del Río Las cofradías de la Vera Cruz en la diócesis cordobesa Las procesiones de nazarenos en la Semana Santa cordobesa Primeras conclusiones de la escuela de saetas castreñas Parte de nosotros Aliento para un saetero Entrevista a Juan Luis Navajas Carvajal, “Juanlu” Exaltación del Domingo de Resurrección Galería del tiempo La llama Costaleros “Recuerdos de niñez o… ¿nostalgia?” La Semana Santa, un proyecto común Juventud Semanasantera Querida Manuela Deficientes Jesús Nazareno, nueva talla en la Semana Santa Chiquita A María José García, capataz del Santísimo Cristo de la Salud La Cuaresma Ofrenda floral de las escoltas romanas castreñas El Vía Crucis abre la Cuaresma Francisco Sánchez autor del cartel de la Semana Santa Los costaleros celebran el sexto certamen de marchas Ii Certamen de Marchas Procesionales El Resucitado presenta su cartel Una vez más en esta cuaresma I Certamen de Fotografía “Cruce de Guiones” Actos y Cultos Hermanos Mayores Lo que no te puedes perder

5 7 11 17 19 21 23 26 27 29 32 34 36 38 40 43 44 45 46 47 47 48 49 49 49 50 50 50 51 52 53 54

Cruce de Guiones

p r e s e n ta c i ó n

C

on la ilusión de todos los años nos preparamos, una vez más, para vivir nuevamente la Semana Santa de nuestro pueblo. En esta ocasión nos llega sin apenas darnos cuenta, en la tercera semana de marzo. Desde el Ayuntamiento con la publicación del cuarto número de la Revista Cruce de Guiones tratamos de proporcionar un espacio en el que nuestras Cofradías y Hermandades puedan manifestarse, puedan exponer sus ideas e inquietudes, puedan encontrarse en un lugar común e incluso compartirlo con todos los castreños y castreñas amantes de nuestra tradicional Semana de Pasión. No sería nada esta Revista sin la colaboración de las personas que han enviado un artículo, una poesía, o una fotografía. De igual modo, no sería nada esta celebración de la Semana Santa sin la participación y el trabajo de todas y todos los cofrades de nuestra localidad. A unos y a otros mi especial agradecimiento en nombre del pueblo de Castro del Río. Pronto las calles de Castro se llenarán con los desfiles procesionales. Cada Hermandad o Cofradía dejará su particular impronta, su forma de entender la Muerte y Resurrección de Jesucristo. La celebración, la manifestación cultural, nos dejará también una vivencia que nos muestra valores como el sacrificio, la bondad, la caridad y otros muchos que nos harán más humanos y justos. Vuelvo a agradecer su trabajo y apoyo a todos los que contribuyen a que nuestra Semana Santa sea Declarada de Interés Turístico Nacional de Andalucía. También felicito a aquellas Hermandades que a lo largo del año han celebrado efemérides tan importantes como el XXV Aniversario Fundacional de la Hermandad del Resucitado, o el Encuentro Diocesano de Hermandades de la Vera Cruz. Y doy la bienvenida a iniciativas tan enriquecedoras como la Ofrenda Floral de las Escoltas Romanas que se desarrollará por primera vez el Lunes Santo. Un afectuoso saludo. José Antonio García Recio Alcalde – Presidente del Ayuntamiento de Castro del Río

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Cruce de Guiones

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Antonio Erencia Algaba

PREGONERO SEMANA SANTA 2008

“El pregón tiene algo de íntimo y personal” A

ntonio Erencia Algaba (Castro del Río, 1963). Nuestro pregonero es un ávido lector, amante de compartir el tiempo con los amigos, del campo en su sentido “jondo” (no en el sentido moderno de ecología. Es uno de esos personajes que no se hacen notar cuando están y que todos echan en falta cuando se ausenta. Tranquilo, paciente y observador. Es un gran conversador al que en ningún momento se la ha subido a la cabeza su licenciatura en Geografía e Historia o sus Cursos de Doctorado (“Nación, Imperio y Estado en la España Contemporánea”, casi ná...) o de Ciencias Políticas; de ello damos fe un grupo de tertulianos en un reciente viaje por Extremadura. Es profesor de instituto desde 1988. Apenas tres años después recala en el IES Ategua de Castro del Río en el que ha desempeñado todos los cargos que se puedan desempeñar en un centro. En la actualidad asume las funciones de Director.

¿

Cómo una persona que no pertenece al ámbito cofradiero llega a pregonar la Semana Santa de nuestro pueblo? Bueno, esto deberíamos preguntárselo a los que pensaron que yo podría ser un pregonero aceptable. Imagino que mi nombramiento está relacionado con mi vinculación al Coro de Capilla y quizás se buscaba

Todos lo que le conocen destacan de él su talante abierto y participativo, es notoria su colaboración con las entidades locales: Ayuntamiento, Biblioteca, Centro de Día de la Tercera Edad, Círculo de Artesanos, Liceo... Ese espíritu de servicio y entrega le ha valido el reconocimiento de la sociedad castreña que le ha concedido, en la última edición de los Premios Radio Castro, el premio Al Ciudadano, un galardón que otorga por unanimidad y del que se siente orgulloso. Antonio, pertenece a la Semana Santa desde que salía de pequeño con su abuelo, se siente orgulloso también de pertenecer al Coro Capilla y cree que nuestra Semana Mayor necesita ser contada y cantada. Confiesa sentirse enormemente afortunado por ser pregonero y piensa que la Semana Santa, como hecho religioso, sólo puede explicarse desde la subjetividad de cada uno de los que la contemplan.

una visión distinta de estos días santos. En cualquier caso y corresponda a quien corresponda, me siento enormemente afortunado con esta responsabilidad. ¿Cómo y cuándo te incorporaste al mundo de la Semana Santa? Como todos los castreños, pertenezco a la Semana Santa desde pequeño, cuando salía de la mano de

mi abuelo Juan en la Primera. Después viví durante años las procesiones desde la acera, descubriendo los rincones de nuestro pueblo. Hace unos quince años, y gracias a la insistencia de Juan Pérez Luque, a quien nunca se lo agradeceré bastante, comencé mis pasos en el Coro de Capilla. Y aquí seguimos, Dios quiera que por muchos años.

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Castro del Río – Semana Santa 2008

¿Cómo se siente más como pregonero o como heraldo? Son dos conceptos bastante parecidos en cuanto a su significado pero me parece que “pregonero”, además de ser el término tradicional, se corresponde más con la realidad porque no se limita a contar algo, sino también a cantar sobre algún tema o sucedido y la Semana Santa necesita ser contada y cantada. En tu pregón ¿por dónde van a ir los tiros? exploración del tema, análisis, composición de lugar… El pregón tiene algo de íntimo y personal. Es vivencia, es sonido, es música, es recuerdo. Entiendo que la Semana Santa, como hecho físico, como suceso histórico tiene una explicación objetiva, pero como hecho religioso, sólo puede explicarse desde la subjetividad de cada uno de los que la contemplan. El pregón irá por ahí, por la vivencia personal. ¿Son compatibles las nuevas y las viejas formas o eres de los que piensan que la espectacularidad se está cargando lo tradicional? Son compatibles en sus justos términos. Es decir, nadie creo que dude que nuestra Semana Santa responde a una puesta en escena que bebe sus fuentes en una fuerte tradición que ha pasado de generación a generación y que ha calado en todos nosotros de manera que nos sentimos identificados con manera determinada de procesionar, de organizar, de entender lo que son y significan estos días de Pasión y Resurrección. Esta afirmación de lo propio no significa en absoluto cerrazón a formas nuevas, a nuevas interpretaciones del acto pasional o a novedosas maneras de participación. Tenemos que mantener lo que nos hace genuinos incorporando lo elementos que sirvan para engrande-

cer nuestra tradición. Aunque debe quedar claro que no todo lo nuevo mejora necesariamente lo anterior. Sabemos que eres un amante, además de docto conocedor, de nuestras tradiciones. ¿Las tradiciones te acercaron a la Semana Santa o la Semana Santa fue la que te acercó a las tradiciones? Primero fue la Semana Santa. La participación desde niño en procesiones, la contemplación en las aceras de los pasos, de las escuadras de romanos, el respeto de

nuestros mayores a las Sagradas Imágenes,..., sólo el paso del tiempo te hace comprender que todo ese mundo forma parte de un todo de riquísimo valor cultural que componen las tradiciones de todo un pueblo, que nos explican como un ser (social) vivo. ¿Tiene buen escenario nuestro pueblo para los desfiles procesionales? ¿Qué momentos vives con mayor intensidad? Nuestro pueblo tiene unos escenarios extraordinarios tanto en nuestras calles como en el interior de nuestras Iglesias. Difícilmente encontraremos alguna escena comparable al paso de las procesiones por el barrio de la Villa, a la subida del Cristo de la Buena Muerte hasta el Cementerio, a la calle de la Corredera en el multicolor cruce de guiones, al Nazareno detenido en Madre de Dios con el reloj de fondo, a las cruces sobre las paredes del llano de la Iglesia, a la neblina de incienso que cubre la iglesia del Carmen durante el Sermón de las siete palabras, a... Estoy convencido de que cada castreño y cada castreña tiene su momento de mayor intensidad, para mí se produce todos los miércoles santos cuando cantamos el Miserere en el primer patio del cementerio. ¿Se conoce nuestra semana santa lo suficiente? No. Es cierto que cada pueblo tiene su Semana Santa pero tendríamos que hacer un esfuerzo de promoción (si es que se trata de potenciar el turismo como fuente de ingresos) de aquellos aspectos que son únicos de Castro. ¿Deben coger las Hermandades el timón de la promoción de nuestra Semana Mayor? Las Hermandades nunca han soltado ese timón de la promoción, sólo hay que asomarse a nuestros

Cruce de Guiones pasos, a nuestros palios, a nuestras Imágenes para comprobar que las Hermandades llevan años apostando por la mejora continua, por la superación constante. La promoción cara al exterior creo que es una empresa que supera las fuerzas de las Hermandades y que tendría que asumir nuestro Ayuntamiento. ¿Está nuestra Semana Santa en el mejor momento de su historia? ¿A qué crees que se debe el auge de estos últimos años? Si. Parece evidente que estamos en uno de los momentos álgidos de la Semana Santa, hecho, por otra parte, bastante frecuente en su historia que se ha ido forjando alternando momentos de esplendor con otros de crisis. Este auge actual tiene mucho que ver con el trabajo serio que están realizando las distintas Cofradías y Hermandades, en la incorporación de jóvenes dentro del mo-

vimiento costalero y de Bandas de cornetas y tambores, etc. ¿Qué aspectos se podrían mejorar? Reconozco que la organización de una procesión es un trabajo sumamente complejo pero creo que se podía intentar mejorar la coordinación entre las distintas Hermandades. Decía un amigo común, miembro también del Coro de Capilla, que la música le había acercado a otra forma de vivir la semana santa. ¿Es este tu caso? Sin duda. La música es un componente fundamental de la Semana Santa y el Coro de Capilla forma parte de esa riquísima tradición musical que tenemos. Además, es otra manera de comprender nuestra Semana Mayor, es otra forma de sentirse participe, no sólo en nuestros actos procesionales sino también en todos los oficios de Cuaresma.

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¿Con una Asociación de cofradías tendríamos mayor coordinación y ayudaría a una mayor y mejor promoción? Seguramente la existencia de un organismo que coordinase la actuación que cada Hermandad realiza de manera aislada redundaría en beneficio de nuestra Semana Santa. Por último, ¿Cómo ves el futuro de nuestra Semana Mayor y en qué aspectos debería mejorar? El futuro de nuestra Semana Mayor es esperanzador teniendo en cuenta el auge que se advierte en los últimos años y la implicación e incorporación de amplios sectores de jóvenes, en cualquier caso tendríamos que recuperar el silencio en las aceras, el respeto a la liturgia que se representa en las calles, y todo aquello por lo que se le concedió la distinción de Semana Santa de interés turístico nacional de Andalucía.

Cruce de Guiones

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La Saeta de la Vía Sacra de Castro del Río* Francisco Morales Basurte

R

vdo. Sr. Cura Párroco, Albacea y Hermano Mayor de la Cofradía del Santo Vía–Crucis del Santísimo Cristo de la Salud y María Santísima de las Penas, cofrades, hermanos... Ante la amable invitación de esta Cofradía me honro en sumarme a los actos organizados con motivo del Primer Centenario de la erección de la Cofradía del Vía–Crucis en nuestra localidad, para hablaros de una manifestación músico–vocal tan ligada a ella desde sus principios como es la SAETA DE LA VÍA SACRA. Antes de comenzar, he de advertiros que éstas mis palabras sólo pretenden exponer datos generales de sus orígenes recopilados de distintos tratadistas y algunos aspectos de su presencia y desarrollo en nuestro pueblo tomados de viva voz, sin llegar, por supuesto, al nivel de conferencia con que pomposamente se ha anunciado. Todos sabemos que Castro puede enorgullecerse de contar con tres formas singulares y autóctonas de cantar la saeta: la de “rigor” o pregón, la samaritana y la que hoy nos ocupa: la de la Vía–Sacra; todas ellas encuadradas dentro de las llamadas saetas antiguas, primitivas coplas populares, herederas del canto religioso y liturgias pasionales que nos remontan al origen mismo de la Semana Santa, y que Jesús Casado Rodríguez y otros autores definen como saetas litúrgicas. Y este nombrado autor recoge que “en esta conmemoración del camino andado por Jesucristo hacía el Calvario, que recogían las catorce estaciones o episodios de la Pasión, ya desde su introducción por la orden franciscana de la práctica del Vía–Crucis, se realizaban rezos y meditación en cada una de ellas... La narración litúrgica del Camino de la Cruz solía ir acompañada de

salmodias exhortativas y pregones narrativos”. Juan Aranda Doncel, nuestro apreciado paisano, historiador y cronista, recoge, en un artículo publicado en el especial Semana Santa 2002 de la revista Alto Guadalquivir sobre la evolución histórica de la Ilustre, Piadosa y Secular Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nazarenos de la Vía–Sacra de Nuestro Padre Jesús del Calvario, Nuestra Señora del Mayor Dolor y San Lorenzo Mártir, de Córdoba, las constituciones aprobadas por el Obispo Marcelino Siuri el 20 de Julio de 1722, y en una de sus reglas se contempla el nombramiento de una persona con buena voz encargada de leer las estaciones y cantar las saetas en el vía crucis: “Ytem, se nombrará quien lea las Estaziones que tenga buena voz para que le oigan todos y este u otro hermano devoto yrá echando Saetas de la Pasión y otras de devoción y desengaño para que se mueban con ellas compuzión y a desprezio del mundo.” El interés de este texto estriba fundamentalmente en que constituye el testimonio documental más antiguo localizado sobre la saeta en

tierras cordobesas. Asimismo, continúa el mismo artículo: “en la Villa de Castro del Río surgirán con posterioridad las saetas de la vía sacra que se cantaban en cada una de las catorce estaciones del vía crucis que recorría en cuaresma las principales calles de la población”. Y es que la saeta, antes de generalizarse posteriormente en otras modalidades a los desfiles de la Semana Santa, se cantó, o se “echó”, en expresión popular, en los vía crucis. Cantadas al principio ad líbitum, con una entonación melódica salmodiada y monótona, entroncada con el canto llano primitivo, como José María Sbarbi y Osuna escribiera en un artículo fechado en 1880 titulado Las Saetas: “de entonación grave, pausada, lúgubre y casi monótona, dejando como en suspenso la cadencia final, a la que se agrega el tiempo propio de meditación y recogimiento.” Tan antiguo testimonio de la forma estructural de esta saeta, viene casi a coincidir con la del origen del Vía Crucis en Castro del Río, que se remonta a mediados del siglo XIX, porque si bien la Cofradía de su nombre fue erigida a principios del XX en la Iglesia de Jesús–

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Castro del Río – Semana Santa 2008

Nazareno, a instancia de un numeroso grupo de castreños que en Febrero de 1902 se dirige al Prelado de la Diócesis para la aprobación de su constitución, podemos leer en su exposición de motivos. “Que hace más de cuarenta años vienen practicando en todos los viernes de cuaresma y hora de su madrugada en las mismas estaciones que nuestros padres y abuelos practicaron el santo ejercicio de del Vía Crucis, y aumentando de día en día el número de personas que concurren a este acto con carácter de penitencia, unos demostrada en las cruces con gran peso y dimensiones que llevan en sus hombros a la vez que la desnudez de sus pies en otros y todos con gran recogimiento y devoción, recitándose el salmo Miserere...”. Si bien en este texto sólo se hace referencia al Miserere, sin mencionar al canto de la saeta de la vía sacra, la tradición, la transmisión oral, siempre ha dado por sentado que esta saeta formó parte del ceremonial del Vía Crucis de nuestro pueblo desde su nacimiento. En ella se dan, como ejemplo vivo que se ha preservado entre nosotros, las propiedades y las esencias de la saeta penitencial, austera y sencilla, llana en su línea melódica, que son propias de su cometido, sin alardes de gargantas prodigiosas y ejecuciones brillantes. La saeta primitiva, de la que el musicólogo y compositor Joaquín Turina definió como “de melodía ingenua y algo solemne” fue transformándose con el tiempo dando lugar a estilos diferentes y autóctonos en distintas localidades, como el caso de nuestras samaritanas y pregones, las cuarteleras de Puente Genil, las marcheneras, las arcen-

ses, la vieja de Córdoba, etc. Pero, aún manteniendo esas peculiaridades de la saeta primigenia, nuestra saeta de la Vía Sacra merece un tratamiento distinto: mientras en las demás modalidades se extiende, generalmente, su campo de expresión a los Cristos y a las Vírgenes en sus distintas advocaciones pasionales, con una gran diversidad de textos y situaciones, ésta se circunscribe estrictamente, con sus catorce letras descriptivas, profundamente

litúrgicas, al pasaje bíblico correspondiente a cada una de sus catorce estaciones; y si la saeta en general, salvo las puntuales excepciones de pregoneros oficiales, surge en la voz del pueblo, como espontáneo diálogo al paso de las imágenes, que hizo suyas aquellas saetas de los monjes, la saeta de la vía sacra castreña, como parte integrante del vía crucis, es fiel continuación de la tradición literaria y musical de las saetas misioneras, siendo una de

las pocas que aún perviven y única en su clase. Luis Melgar Reina y Ángel Marín Rújula en su libro Saetas, pregones y romances litúrgicos cordobeses confesaban que “esta colección de saetas no las tenían registradas en ningún otro lugar, por lo que debían ser exclusivas de Castro del Río”. Con letras de autor anónimo, por su métrica, que es la quintilla o estrofa de cinco versos, con combinación de rima diferente a la samaritana y al pregón, se puede teorizar con bastantes probabilidades de acierto, que se compusieran en el último tercio del siglo XIX, cuando ya se estructuraron las saetas de cinco versos, que habían sido primero de tres y luego de cuatro. Las saetas son clasificables según el tema literario y según sus relaciones con otros cantes. Atendiendo a su argumento, se distinguen cuatro tipos fundamentales: saeta descriptiva, saeta laudatoria, saeta plegaria y saeta exhortativa. Las de la Vía Sacra encuadran perfectamente en el grupo de las llamadas saetas descriptivas, que encierran, en su pequeña cárcel de cinco versos, verdaderos ejemplos narrativos de los más significativos momentos de la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo. La práctica del Vía Crucis en Castro del Río se mantiene en los lustros posteriores a su implantación oficial hasta la llegada de la II República, y sigo citando a Juan Aranda Doncel: “al terminar la guerra civil (aún antes de su finalización), la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno toma la iniciativa de volver a establecer esta antigua tradición. Así, en el cabildo que tiene lugar el 2 de Marzo de 1938

Cruce de Guiones se acuerda celebrar el Vía Crucis los viernes de Cuaresma y adquirir y colocar las señalizaciones de las estaciones. Posteriormente, en Febrero de 1939, se decide comprar a la Casa Ramos de la capital hispalense los azulejos que se conservan en la actualidad.” Los testimonios orales más directos que hemos podido apreciar han sido los de los más veteranos componentes del Coro de Capilla, que conocieron su penúltima etapa, que abarca aproximadamente desde 1939 a 1953: Pepe Portillo, Cristóbal Rojano, Rafael Elías, Rafael Pastor, Juan “El Sacristán”, José Torronteras, etc., quienes corroboraban la presencia de esta saeta en las estaciones de la Vía Sacra, como asimismo se ratifica este hecho con dos pliegos de sus letras: uno de los años cuarenta, manuscrito, que estaba en poder de Pedro Moreno Gallardo “El Brochero”, pregonero que fue de Jesús Nazareno, que también cantó en el Vía Crucis y que me mostró su hija Salud; y otro, que tiene como fecha el 31 de Enero de 1950, cuya copia llegó a mi poder a través de Paco Salido Mármol. En los primeros años de la década de los cincuenta –desconozco las razones– el ejercicio del Vía Crucis deja de realizarse en Castro (no sé si las actas de la Hermandad de Jesús, la impulsora de esta etapa, recogen algo sobre el particular). Pero a pesar de no existir su motivación, la saeta de la Vía Sacra permaneció latente en el corazón y la memoria de muchos castreños, que las interpretaban en reducidos círculos familiares y de amistad. Fue una suerte que el Sábado Santo de 1983, Paco Salido Mármol,

que tanto sabe de estas cosas, como leal continuador de la familia de los “Pistola”, semanasantera y pregonera de raigambre, y cuya impostada y bien timbrada voz ejecuta con fidelidad todas las expresiones vocales de nuestra Semana Santa, nos reuniera a un grupo de amigos en la Peña Flamenca para recoger en una grabación los romances litúrgicos que se cantan el Viernes Santo por la mañana en el Sermón del Paso. Pero la cosa no quedó ahí; cálido el

ambiente por el entusiasmo de los reunidos, Paco, con emotivas y sentidas palabras, nos relató algunas de sus vivencias pasadas: recuerdos de infancia, escondidos en su memoria, salieron a flote y entre ellos, junto con la ilustración directa de sus cantos, una descripción viva y real de lo que fue la desaparecida Vía–Sacra en nuestra Villa. Sus palabras hicieron rememorar a los más viejos y dieron a conocer a los más jóvenes esta tradición. Nos contaba

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como desde lo nueve o diez años de edad, acompañó a su abuelo en las madrugadas de los Viernes de Cuaresma en el desarrollo del Vía Crucis por las calles de nuestro pueblo. Un numeroso grupo de fieles, muchos de ellos nazarenos descalzos y con pesada cruz al hombro, iban junto al Cristo de la Buena Muerte haciendo estación de penitencia, cumpliendo las catorce del recorrido. Y cómo en cada una de ellas, como costumbre imperecedera, un personaje muy ligado a esta manifestación llamado Pedro “El Serenito”, iniciaba el ceremonial: el rezo de entrada: “Te adoramos, Señor, y te bendecimos porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo y a mí pecador. Amén”. Lectura del texto correspondiente a cada estación, rematada por la ritual frase “Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí”, al que seguía el canto de la saeta de la Vía Sacra, para culminar con nuestro sentido Miserere. A partir de ahí, aparece como un resurgimiento de la idea del Vía Crucis y de su compañera inseparable la saeta de la Vía Sacra: conferencias, artículos y audiciones removieron el sentir castreño sobre su motivación, creándose conciencia para su rescate, lo que se hizo realidad a principios de la década de los noventa, merced a la buena disposición del Párroco Don Andrés García Torralvo y de las Cofradías y Hermandades de Semana Santa, organizándose el Vía Crucis el primer Viernes de Cuaresma y a las 8,30 o 9 de la noche, lo que se ha mantenido hasta el momento por los Párrocos que le siguieron, Don José Priego León y Don Ignacio Sierra Quirós, con la organización de las

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Castro del Río – Semana Santa 2008

distintas cofradías y la colaboración de los saeteros y del Coro de Capilla en sus respectivos cometidos. Por supuesto, hay que señalar también el Vía Crucis que a partir del año 1996 organiza la Cofradía del Cristo de la Salud otro Viernes de la Cuaresma por las calles de su barrio y, desde 1997, en su estación penitencial del Martes Santo, en la que haciendo honor a su título, realiza su itinerario procesional con el desarrollo del Vía Crucis, esta vez con subida a la Parroquia de la Asunción. Hasta el año 1996, fecha de su fallecimiento, las saetas de la Vía Sacra fueron cantadas por los miembros del Coro de Capilla Cristóbal Rojano Cívico y Juan Doncel Herencia, conservadores de esta tradición. Posteriormente, José Villegas Villegas, recogió el testigo, sumando esta misión a su ya enco-

miable labor de pregonero, y más tarde, Juan Luis Navajas Carvajal se suma también a su práctica. Aunque hay que hacer una salvedad: la última estación –el Descendimiento– fue cantada en esta última etapa por el más veterano componente del Coro de Capilla y presidente hasta su fallecimiento en el año 2000: José Portillo Merino; y desde entonces, como testimonio de homenaje a los desaparecidos, otro representante del Coro, Juan Porcel Carpio, es el encargado de hacer esta saeta que precede al canto del Stabat Mater, que también como excepción se hace ahí –esquina de Calle Ancha con San Benito– en lugar del habitual Miserere. ***

desgranando a lo largo de esta exposición, con ejecución seria y llana, plena de sensibilidad religiosa, nuestra Saeta de la Vía Sacra, lo mismo que lo hacen en su hábitat natural, en su motivación esencial: el Vía Crucis por las calles de nuestro pueblo. Hay que animarles –lo mismo que hago a músicos y cantores del Coro de Capilla– a que continúen con esta loable labor de mantener esta tradición, esta sencilla pero genuina forma de expresión, por que se trata, en suma, de conservar un legado que nos viene de generaciones precedentes; de que este registro musical, ancestral y propio, que nos identifica, siga como eterno acompañante en el Camino del Calvario por las calles de Castro. * Charla día 11 de marzo de 2004. Iglesia de Madre de Dios.

Nuestros amigos Pepe Villegas y Juan Luis Navajas Carvajal han ido

Letras de las catorce estaciones, copiadas de un libreto, que lleva fecha de 31–1–1950, por gentileza de Francisco Sali­do Mármol.

V

Viendo a Jesús fatigado con la Cruz el pueblo hebreo a un Cirineo han obligado a que ayude al llagado Cristo a llevar el madero.

X Tantos tormentos le dieron a Cristo haciéndole agravios y porque con sed le vieron hiel y vinagre pusieron en sus santísimos labios.

I

A una columna enlazado azotes muy desiguales recibió y quedó llagado el Pontífice Sagrado con cinco mil cardenales.

VI

Contempla como salió una mujer lastimada a Cristo el rostro limpió y en cuyo lienzo quedó en tres partes estampadas.

XI

Contempla como el Cordero después ya de desnudado le tendió un verdugo fiero sobre el pesado madero hasta llegar a enclavarlo.

II

Contempla como el cordero celestial del sacro nombre al Calvario lastimero caminó con el madero en el hombro y por el hombre.

VII Segunda vez con desvelo dándole tormento y guerra cayó el señor en el suelo y abriendo su boca al cielo con ella besó la tierra.

XII

Crucificado, alma mía, y de tu amor hecho alarde estuvo nuestra alegría desde las doce del día hasta las tres de la tarde.

III

Con paciencia esclarecida sufría el dolor constante y en la tierra endurecida dio la primera caída porque el hombre se levante.

VIII Las matronas de Sión viendo a Jesús entre abrojos tanto sienten su pasión que arrojan del corazón las lágrimas de sus ojos.

XIII Lleno de furia un soldado al cadáver santo avanza y de furores armado rompió su santo costado con el golpe de una lanza

IV

Contempla aquí con ternura como su Madre y San Juan en la Calle La Amargura vieron su sacra figura trasudada y con afán.

IX Tercera vez el Sagrado Isaac autor de la luz cárdeno y desfigurado cayó en tierra fatigado con el peso de la Cruz.

XIV Santos varones vinieron dadas las tres de la tarde de la Cruz lo descendieron y en los brazos le pusieron de su santísima madre.

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14 DE MARZO, VIERNES DE DOLORES 21,00 h. Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción: PREGÓN DE SEMANA SANTA 2008 a cargo de D. Antonio Ángel Erencia Algaba, que será presentado por D. Antonio Herencia Martín. 16 DE MARZO, DOMINGO DE RAMOS 18,30 h. Parroquia de la Asunción: SALIDA PROCESIÓN DE LA HERMANDAD DE LA ENTRADA TRIUNFAL DE JESÚS EN JERUSALÉN. 18 DE MARZO, MARTES SANTO 20,00 h. OFRENDA FLORAL A LA PATRONA Y VIRGENES TITULARES DE LAS HERMANDADES. (En diferido) 20,15 h. Cruce de Guiones en el Paseo de la Salud. 20,30 h. Desde la Ermita Parroquial de la Virgen de la Salud SOLEMNE PROCESIÓN DE LA COFRADÍA DEL SANTO VIA CRUCIS DEL SANTÍSIMO CRISTO DE LA SALUD Y MARÍA SANTÍSIMA DE LAS PENAS. 19 DE MARZO, MIÉRCOLES SANTO 21.00 h. Con salida de la Parroquia de la Asunción: ESTACIÓN DE PENITENCIA DE LA HERMANDAD DE ÁNIMAS DEL SANTÍSIMO CRISTO DE LA BUENA MUERTE. 20 DE MARZO, JUEVES SANTO 20,00 h. Con salida de la Parroquia de la Asunción: ESTACIÓN DE

en

DE LA SANTA VERA CRUZ. 21 DE MARZO, VIERNES SANTO 03,00 h. Con salida de la Iglesia de Jesús Nazareno: ESTACIÓN DE PENITENCIA DE LA ILUSTRE Y VENERABLE HERMANDAD DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO Y NUESTRA SEÑORA DEL MAYOR DOLOR. 09,00 h. Parroquia de la Asunción: SERMÓN DEL PASO ante Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora del Mayor Dolor. Los Pregoneros Oficiales de Jesús Nazareno interpretarán durante el mismo la Sentencia de Poncio Pilatos, el Pregón del Ángel y la 21,30 h. Con salida de la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen: SOLEMNE DESFILE PROCESIONAL DE LA VENERABLE COFRADÍA DEL SANTÍSIMO CRISTO DE LA MISERICORDIA, SANTO SEPULCRO Y SOLEDAD DE NUESTRA SEÑORA. 23 DE MARZO, DOMINGO DE RESURRECCIÓN 10,30 h. Con salida de la Parroquia de la Asunción: DESFILE PROCESIONAL DE LA HERMANDAD DE NUESTRO SEÑOR RESUCITADO Y NUESTRA SEÑORA DE LA ALEGRÍA 30 DE MARZO, DOMINGO. SEMANA SANTA CHIQUITA 11,00 h. Parroquia de la Asunción: PROCESIÓN.

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Las cofradías de la Vera Cruz en la diócesis cordobesa* CÓRDOBA. PINCELADAS DE LA HISTORIA Juan Aranda Doncel [historiador]

E

l proceso de fundación de las cofradías penitenciales en el ámbito territorial de la diócesis cordobesa se desarrolla durante un período de tiempo bastante largo, ya que comienza en la tercera década del siglo XVI y se prolonga hasta el segundo tercio de la centuria siguiente. A lo largo de esta dilatada etapa se establecen en numerosas localidades las hermandades de la Vera Cruz, Soledad de Nuestra Señora y Jesús Nazareno. También encontramos otras con diferentes advocaciones pasionistas que participan en las procesiones de Semana Santa. Entre ellas cabe destacar las erigidas bajo el título de Pasión de Jesucristo. Las cofradías más antiguas son las de la Vera Cruz que aparecen estrechamente ligadas a los franciscanos y alcanzan una gran difusión en la primera mitad del XVI. El punto de partida de esta expansión data de 1536, fecha en la que, a instancia del cardenal Quiñones, el pontífice Paulo III concede indulgencia a la hermandad de Toledo. Tenemos pruebas fehacientes de la existencia en la ciudad de la Mezquita de la ermita de la Vera Cruz en las postrimerías del siglo XV que se localiza en la zona oriental de extramuros en el Campo de San Antón. Sin embargo, esta pequeña iglesia, cedida a los carmelitas para la fundación, no tiene relación alguna con la cofradía penitencial del mismo título que nace en el convento franciscano de San Pedro el Real. La cofradía de la Vera Cruz de Córdoba, según testimonio aportado por el cronista fray Alonso de Torres, goza de los beneficios es-

pirituales concedidos por Paulo III desde el 30 de julio de 1538 y se establece en una espaciosa capilla del cenobio seráfico de la calle de la Feria. En los lustros siguientes las hermandades de esta advocación se extienden por la geografía diocesana, logrando una notoria difusión durante la etapa de gobierno del obispo Leopoldo de Austria (1541–1557).

Con anterioridad a 1551 se fundan las de Cabra, Pedroche, Baena y Santaella, mientras que la de Aguilar de la Frontera se documenta en mayo de 1553. Las reglas de las de Montoro y Cañete de las Torres se aprueban el 16 de marzo y el 24 de abril de 1554 respectivamente. El 9 de abril de 1555 reciben el visto bueno de la autoridad diocesana las de Palma del Río que se com-

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Castro del Río – Semana Santa 2008

ponen de proemio y 33 capítulos. El mismo número tienen las de Posadas, aprobadas el 10 de junio de 1556. En 1555 se encuentra ya activa la hermandad de Castro del Río. Asimismo hay constancia de que antes de 1564 funcionan las cofradías de la Vera Cruz en numerosas poblaciones. Entre ellas figuran Belmez, Hinojosa del Duque y Fuente Obejuna. También es muy probable que esté funcionando la de Pozoblanco. Tras la muerte del prelado Leopoldo de Austria se llevan a cabo nuevas fundaciones. En mayo de 1561 se aprueba la de Almodóvar del Río, en 1574 la de Guadalcázar y en abril del año siguiente la de Rute, cuyas reglas aparecen estructuradas en 46 capítulos. Finalmente unos lustros más tarde se pone en marcha la de Espiel. Podemos afirmar que al inicio del último cuarto del siglo XVI la hermandad de la Vera Cruz se halla establecida en la mayor parte de las localidades pertenecientes a la diócesis cordobesa, incluso en núcleos de poca entidad demográfica como Añora, El Guijo y Torrecampo. Hemos indicado que los franciscanos juegan un papel destacado en la propagación de la advocación de la Vera Cruz, de ahí que las cofradías de ese título se hallen erigidas en los conventos de la orden como ocurre en la capital cordobesa y Palma del Río. Sin embargo,

hay localidades –Baena, Bujalance, Lucena, Montilla, Rute– en las que la hermandad no se encuentra en el templo de los hijos espirituales del santo de Asís. La causa obedece a que la fundación de la cofradía es anterior a la llegada de los religiosos o bien a la lejanía de los cenobios del casco urbano. El principal acto de las cofradías de la Vera Cruz es la estación de penitencia del Jueves Santo. Los hermanos visten túnica y capirote o capillo de lienzo blanco en el que lucen una cruz verde, insignia de la hermandad. Asimismo los llamados de sangre deben llevar la disciplina para azotarse durante el recorrido de la procesión. También celebran de manera solemne las fiestas de la In-

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vención y Exaltación de la Santa Cruz el 3 de mayo y el 14 de septiembre, respectivamente. La imagen titular suele ser un Crucificado y la advocación más frecuente la del Cristo de la Vera Cruz. No obstante, encontramos algunas excepciones. La de la hermandad de Córdoba se conoce con el nombre de Santo Cristo de las Maravillas, talla que goza de una gran devoción popular. Los cofrades de la Vera Cruz también procesionan una imagen de la Virgen, siendo la advocación más extendida en tierras cordobesas a partir del siglo XVIII la de los Dolores. Sin embargo, la de la capital de la diócesis lleva por título Nuestra Señora del Milagro, a raíz de un prodigio que se le atribuye. En Aguilar de la Frontera y Cabra encontramos a Nuestra Señora de los Remedios y en Rute a Nuestra Señora de la Sangre. Actualmente las cofradías de la Vera Cruz existentes en la geografía provincial hacen gala de un notorio dinamismo como lo reflejan, entre otros indicadores, los encuentros anuales a nivel diocesano. El último, celebrado el pasado noviembre en Castro del Río, congregó a dos centenares de cruceros que participaron en los actos programados por la hermandad anfitriona. * Artículo aparecido en el Diario ABC de Córdoba el 25 de febrero de 2008.

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Las procesiones de nazarenos en la Semana Santa cordobesa* CÓRDOBA. PINCELADAS DE LA HISTORIA Juan Aranda Doncel [historiador]

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primera vista el título de nuestra colaboración semanal puede parecer obvio, si tomamos el término nazareno como sinónimo de penitente que es la acepción actual. Sin embargo, utilizamos el vocablo en su sentido primitivo, es decir, las procesiones que sacan las hermandades de Jesús Nazareno, caracterizadas por unos rasgos singulares. En efecto, las hermandades erigidas en honor del Nazareno introducen elementos originales y novedosos. Quizá, el más llamativo sea la aportación de una penitencia distinta a la que venían practicando los cofrades. Durante el recorrido procesional en la madrugada del Viernes Santo irán descalzos con pesadas cruces de madera sobre los hombros, a imitación de Cristo camino del Calvario. Tanto las cofradías de la Vera Cruz como las de la Soledad de Nuestra Señora, Angustias o Santo Sepulcro sacan procesiones de disciplinantes, mientras que las de Jesús Nazareno son de nazarenos. Estas últimas al fundarse con posterioridad a 1563 asumen las directrices de Trento y pueden considerarse hermandades propias de la contrarreforma, de ahí que sea un factor a tener en cuenta a la hora de explicar y justificar el fulguroso éxito conseguido. El nivel de arraigo y aceptación en los distintos grupos sociales es muy alto y una buena prueba de su popularidad la tenemos en el hecho de que el nombre de los componentes –nazarenos– se utiliza para designar a los penitentes de Semana Santa. Normalmente las hermandades

nazarenas procesionan las imágenes de Jesús Nazareno, Dolorosa y San Juan, incorporándose con posterioridad las de la Magdalena y la Verónica. Los penitentes visten túnica con soga de esparto, ceñida al cuello y cintura, y capirote o capillo morados, salvo las de Córdoba, Baena y Hornachuelos en su primera etapa que llevan hábitos de color rojo o leonado.

La primera cofradía nazarena fundada en la diócesis cordobesa es la de la capital, cuyas reglas se aprueban el 21 de marzo de 1579. En los años ochenta aparece en Cabra y Baena, dos importantes núcleos demográficos pertenecientes al ducado de Sessa. La egabrense en 1586 en la iglesia de San Martín y en julio del año siguiente el ordinario da su visto bueno a las cons-

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Castro del Río – Semana Santa 2008

tituciones. La segundo se establece en el convento de los franciscanos y sus reglas sancionadas por el obispo Pacheco el 29 de abril de 1589. En los lustros finiseculares del XVI tiene lugar el nacimiento de la cofradía nazarena en destacadas poblaciones. La de Montilla se funda en el convento de San Agustín a finales de 1589 o en los primeros meses del año siguiente, aunque las constituciones se aprueban el 5 de junio de 1598. La de Aguilar de la Frontera se erige en la parroquia entre abril de 1592 y comienzos de 1593. Poco tiempo después se crea

de las Torres e Hinojosa del Duque. Con anterioridad a 1615 se documenta la de Villafranca y las reglas de la de Rute se aprueban en marzo de 1624. Cierran la relación en la década de los treinta las de Espejo y Santaella. El estudio de la distribución geográfica permite concluir que las comarcas de mayor implantación de las hermandades nazarenas son las del valle del Guadalquivir, Campiña y Subbética, mientras que en la zona norte apenas se difunden, salvo en grandes poblaciones como Pozoblanco e Hinojosa del Duque.

la de Montemayor. Por las mismas fechas la encontramos en Bujalance y Puente Genil. Finalmente el 26 de septiembre de 1599 se aprueban las reglas de la de Lucena que se localiza en el convento dominicano de San Pedro Mártir. Las cofradías de Jesús Nazareno surgen en el tránsito de los siglos XVI al XVII en numerosas localidades, entre ellas Castro del Río, Fernán Núñez, La Rambla, Pozoblanco, Montoro y Palma del Río. La última etapa de implantación en la demarcación diocesana corresponde al período 1610–1640. Entre 1612 y 1623 nacen en Cañete

Las órdenes religiosas desempeñan un activo papel en el nacimiento de las cofradías de Jesús Nazareno, pero únicamente en localidades con un elevado número de habitantes aparecen erigidas en iglesias conventuales. Cabe mencionar los casos de los franciscanos en Baena, los agustinos en Montilla, los dominicos en Lucena y los freires del Sancti Spiritus en La Rambla. Por el contrario, en su mayoría se fundan en capillas de las parroquias, iglesias de hospitales y, sobre todo, ermitas. El análisis de las constituciones primitivas permite conocer la hora

de salida de la estación del Viernes Santo, el hábito penitencial y las dimensiones de las cruces que portan los nazarenos. Las reglas de la de Córdoba ordenan que los hermanos vistan túnica y capirote de lienzo rojo y prohíben cruces excesivamente largas, corona de espinas y cabellera. Al amanecer del Viernes Santo sale la procesión en Cabra y los penitentes llevan túnica y capirote de lienzo morado. En el recorrido van descalzos o alpargatas los enfermos y todos cargan cruces de madera que tengan como mínimo seis dedos de ancho y tres de grueso. En Montilla los hermanos visten «una túnica de lienzo morado y las mangas un poco anchas, su capirote redondo y una soga de esparto al cuello que ciña el cuerpo». Tanto en esta localidad como en Hornachuelos las cruces son de madera de pino de Segura. Las procesiones de nazarenos perviven en las localidades de la diócesis hasta las primeras décadas del XIX en que desaparece la genuina penitencia de ir descalzos con cruces al hombro. Esta tradición secular solamente se ha conservado en Castro del Río, donde la estación de penitencia en la madrugada del Viernes Santo es un caso único en la geografía nacional. Su singularidad se exalta en el cartel de Semana Santa de 2008, obra del fotógrafo Francisco Sánchez Moreno, en el que el llamado penitente de cruz tiene un indudable protagonismo a lo largo de cuatro siglos de historia. * Artículo aparecido en el Diario ABC de Córdoba el 11 de febrero de 2008.

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Primeras conclusiones de la escuela de saetas castreñas Juan Luis Navajas Carvajal

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orría el diez de marzo del año dos mil siete cuando iniciamos la andadura de esta escuela con el objetivo de enseñar nuestras saetas a todos aquellos castreños interesados. Para ello hemos definido y diferenciado los tres estilos que existen y transcrito musicalmente estos cantos. Además estamos realizando una recopilación de letras y grabaciones para en un futuro editar un libro con Cd integrado. Actualmente nos encontramos en un proceso de audición para poder definir cada estilo de saetas intentando recuperar su antigua entonación, un tanto distorsionada de la original por el paso del tiempo y por su transmisión oral. Para ello contamos con la colaboración de Paco Salido Mármol, pregonero de Jesús Nazareno, hijo y nieto de pregoneros que aprendió directamente de su abuelo todos los estilos de saeta autóctona así como los romances litúrgicos del Sermón del Paso. En nuestras clases contamos también con la colaboración del Director de la Escuela Municipal de Música, Pedro Granados Millán así como también con la ayuda de Paco Morales Basurte, estudioso de las tradiciones músico–vocales castreñas y gran conocedor de nuestros cantos. En esta corta andadura de la escuela hemos analizado minuciosamente dos estilos: el Pregón o Saeta a Rigor y la Saeta de la Via Sacra. El Pregón o Saeta a Rigor es más que una forma cantable, como un recitado recto y seco, sin apenas melismas ni arabescos canoros, austero y llano, dándole a rigor su acepción de severidad estricta e inflexible. Dentro de los estilos de

saeta castreña es posiblemente el más sencillo, a pesar de ello no es fácil darle su expresión auténtica, la voz más apropiada para su ejecución es la llamada de pecho o natural y de clara vocalización. Analizando su composición hemos de decir que el Pregón está formado por cinco versos octosílabos donde riman el primero con el tercero y el quinto; y el segundo con

realizar una inflexión en la vocal de la última sílaba tónica del verso, y un alargamiento en la última vocal de la última palabra del verso. En los restantes cuatro versos únicamente se realiza la leve pausa en la mitad y la inflexión y el alargamiento en la última palabra. Veámoslo llevado a partitura (“Con la fe de cada uno” interpretada por Paco Salido):

el cuarto (A–B–A–B–A). A continuación definimos su ejecución: partiendo de la base de un recitado seco en el que se mantiene siempre la misma nota, donde en el primer verso se caracteriza por realizar un alargamiento en la vocal de la primera sílaba, un alargamiento de la última vocal de la palabra de mitad del verso, tras la cual se realiza una leve pausa como para tomar aire y

Hemos de decir, en cuanto a sus intérpretes hemos diferenciado dos escuelas. La primera la de la familia “pistolas”, a la que correspondería la definición anteriormente descrita; y otra escuela donde se podría incluir al resto de pregoneros. Esta escuela se caracterizaría a diferencia de la otra al no realizar en el primer verso el alargamiento en la primera silaba ni a mitad del verso, y

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Castro del Río – Semana Santa 2008

en vez de realizar una inflexión en la vocal tónica de la última silaba, hace un alargamiento. La Saeta de la Via Sacra es un

cución de forma generalizada: partiendo de su peculiar entonación, en el primer verso se realiza un alargamiento en la vocal de la primera

mantener la quinta y última sílaba. Veámoslo llevado a partitura (“A una columna enlazada” interpretada por Paco Salido):

canto para acompañar el ejercicio del Via Crucis, compuesta por catorce coplas que corresponden a cada una de las estaciones que lo componen. Es un canto de rancia tonalidad, formado por cinco versos octosílabos con rima diferente al Pregón y la Samaritana, riman el primer verso con el tercero y cuarto; y el segundo con el quinto (A–B–A–A–B). Definamos a continuación su eje-

sílaba y al final de la última vocal del verso; en la última palabra del segundo verso se realiza un melisma en la vocal de la sílaba tónica; el tercer verso se ejecuta haciendo un alargamiento de la vocal de la segunda sílaba y el melisma en la vocal tónica de la última palabra; en el cuarto sólo se realiza una leve pausa al final del verso, como para coger aire y en el quinto verso poder

Actualmente estamos analizando la samaritana, es por ello que para el año que viene podremos definir este estilo así como los romances litúrgicos. Para finalizar aprovecho la ocasión que me ofrece esta revista para invitar a todos los castreños a que asistan a nuestra escuela y a que compartan con nosotros esta labor que estamos realizando.

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Parte de nosotros Antonio Jiménez Muñoz

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evociones aparte, que duda cabe que la Semana Santa constituye una de las manifestaciones que mejor definen la naturaleza humana. Y es que sobre el telón de fondo del sentimiento religioso, la Pasión y Muerte de Jesucristo que de forma indefectible se conmemora desde hace más de dos mil años, no viene sino a ofrecer a propios y extraños el más excelso testimonio de amor fraternal que el hombre pueda realizar. No de otro modo puede ser entendido el terrible sufrimiento de una madre resignada a ver a su hijo agonizar clavado en una cruz, o el no menos dramático y a un tiempo supremo ejercicio de entrega a los demás protagonizado por un hombre resuelto a dar la vida por sus creencias, por la redención de sus semejantes, por la fe depositada en la palabra de su padre. Por este motivo, porque en su esencia ensalza los más nobles valores del ser humano, el mensaje cristiano ha sabido sortear con éxito los avatares del tiempo, hasta, por encima de credos y modas interesadas, con independencia de teísmos y ateismos, manifestarse siempre vivificante en los albores del siglo XXI. Más que nunca, la Semana Grande se ha convertido en punto de encuentro del hombre con el hombre, en plataforma de convivencia de distintas sensibilidades, en profesión de fe para unos, en manifestación de hermandad para otros, en expresión de buena voluntad para todos. Porque es al hombre, con sus grandezas y sus miserias, al que se recuerda, los más altruistas sentimientos los que se celebran. Ciertamente, bajo la magnificencia de los grandes pasos, bajo el oropel y la plata labrada, los ojos de la sensibilidad encontrarán a flor de piel la entrega, el sacrificio, la bondad, la

amistad sincera, el respeto, la solidaridad, la pureza en suma de los valores que llenan de enormidad, de trascendencia, el alma humana. Tanto, que la naturaleza última de la Semana Santa, como suele ocurrir con los grandes acontecimientos que marcan el devenir de la humanidad, se encuentra en las pequeñas cosas, en los detalles insignificantes que marcan para siempre, en los personajes anónimos. Más allá de la solemnidad de los desfiles procesionales, de la devoción popular derramada por las aceras, la materia verdadera con la que se talla la Semana de Pasión se oculta en los interminables ensayos después del trabajo, aunque haga frío y el cansancio atenace los músculos; en el ritual preparatorio, iniciático, de túnicas colgadas en el desván, de cordones que pedir, de cruces que restaurar; en el olor a bacalao y espinacas con garbanzos en las cocinas, a horno de magdalenas recién sacadas; en la saeta repetida una y otra vez, sin poder, porque sale del corazón y de este año no pasa que la cante; en el repique de tambor que desde la calle Ancha te avisa del la proximidad de Nuestro Padre; en la soledad de la Madre que el Viernes Santo, de madrugada

ya, acompaña a los acordes del Stabat mater el féretro de su Hijo por la calle Caridad; en la oración callada, tras los cristales de la ventana, del anciano al que los años y la enfermedad han privado de la fuerza para salir a recibir al Padre; en el cálido abrazo de la carne de tu carne que acaba de llegar, de atravesar España para no fallar a su cita con el Nazareno, mientras Él quiera, mientras le dé fuerzas; en la familia por fin reunida después de meses sin sentirse próximos, sin olerse, sin tocarse…, en esas pequeñas levedades que hacen más soportable la existencia. La nuestra es una semana sin duda apasionada, sentida en la distancia con la pena infinita de no poder pisar este año, un año más, las calles añoradas, de abrazar a los seres queridos, de vestir la túnica de la niñez, de pedir a solas, cuando la iglesia está vacía, por las personas amadas, por todos. Horas de emoción al mismo tiempo para los que han tenido suerte, sin apenas espacio para cargar el equipaje hecho desde hace días y contar los kilómetros que uno a uno, demasiados lentos, te acercan a tu casa, a tus recuerdos, a ti mismo. Legión de castreños que contra viento y

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Castro del Río – Semana Santa 2008

marea, cada año, acuden fieles al compromiso con su pueblo, con sus tradiciones, desconocidos para la mayoría, figuras sin nombre sobre cuyas espaldas descansa el pasado y el presente de Castro, costaleros, penitentes, romanos, músicos sin cuyo esfuerzo impagable durante las últimas décadas esta Semana Santa, esplendorosa y pujante, no hubiese sido posible. Castro en la ausencia, tan lejos y a la vez tan cerca, tan dentro…Tan presentes Paco, Juan, Lola, Rafa, Vicente…Sí, porque Vicente Bello es una parte de nosotros en otra tierra, como tantos otros que han llevado nuestra cultura y nuestra forma de ser a los puntos más distantes de la geografía nacional, a Cataluña, al Levante…, almanaque de la Virgen de la Salud colgado en la cocina y vino de la cooperativa en el barril, a mil kilómetros, pero como en casa. Sí, Vicente Bello es una de las incontables picas de Castro puesta en los Flandes más insospechados. Porque Vicente Bello Lerena nació en Castro del Río a principios de los cincuenta y con orgullo cuenta que vio la luz por primera vez en el número 66 de la calle Baño. Extrovertido y buen conversador, Vicente destila felicidad cuando habla de su infancia, de su traslado a la calle Mucho Trigo, de aquellos primeros años que marcaron su carácter afable, abierto, acogedor. Sin embargo, aparecen algunas nubes en su semblante cuando menciona su marcha a Madrid, en 1.966, en compañía de sus padres Juan, “Juanillo el Barbero”, y Luisa, y sus tres hermanos. Años de dificultades, de la diáspora castreña en busca de El Dorado capitalino, del dolor de abandonar la tierra, los seres queridos, en busca de un futuro mejor, dividido el corazón, aquí y allí. Pero, como por ensalmo, los nubarrones se disipan pronto, tan rápido como aparece en sus labios el nombre de su mujer, Sole, verdadero báculo en los

momentos difíciles, y el de su hijo, Ángel Luis. Jornadas de esfuerzo, codo con codo, añorando el ayer, labrando el futuro, compaginando el trabajo de funcionario en el Museo Nacional “Lázaro Galdeano” con la tradición familiar en una peluquería vespertina. Siempre al pie del cañón, siempre atesorando los recuerdos en un cajón del alma, dispuestos a salir cada vez que las ocupaciones dejaran un resquicio por donde liberar los sentimientos. Y en verdad que no le faltan momentos. A pesar de la distancia, Vicente no desaprovecha boda, bautizo o comunión para presentarse en

el pueblo. Tanto es así, que tiene su propia casa en la calle Juan Víctor, cerca de donde transcurrió parte de su infancia. Realmente, no le faltan los motivos para volver, y cuando no los hay, basta una pulsión incontrolable para que el viernes por la tarde, sin haberlo pensado, casi con lo puesto, carretera y manta, a ver a la familia, a los amigos. Vicente posee la calidez de esas personas que destilan bondad. Es próximo, comunicativo, y siente que sus raíces, sus familiares, le son imprescindibles para vivir. Por eso, disfruta en compañía de sus tíos, Antonio Padilla y Salud Lerena, de sus primos Padilla, que son los míos y a los que tanto aprecio, de sus amistades guardadas celosamente a pesar del tiempo y la lejanía. Paladea cada gesto, cada sonrisa, cada tertulia, sabedor de que en ellos se oculta su propio yo. Pero si por algo destaca la devoción de Vicente por su pueblo, es por su amor a la Semana Santa. Hermano de la Venerable Cofradía y Hermandad de la Santa Vera Cruz y partícipe activo desde su niñez, de envergadura habrá de ser el imponderable para que Vicente falte a su cita anual con el paso de la Vera Cruz, con su amigo Juan Moreno Cordobés, otro hijo pródigo recuperado hace años y junto al que forma un peculiar tandem nazareno cimentado en la más sincera camaradería. Flanqueado por su inseparable compañero, embriagado de incienso y lirio, Vicente Bello Lerena recorre las calles de su pueblo ufano de pertenecer a esta comunidad, portando orgulloso el estandarte de todos los que en circunstancias tan señaladas se encuentran lejos y sin embargo tan cercanos, tanto como lo estamos quienes le conocemos y le consideramos el símbolo de esa otra parte de Castro en el destierro necesario. Sirvan estos versos de homenaje a él, a ese Castro dual, el del exilio y también el interior:

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¡NO PUEDO QUEDARME AQUÍ! ¡No puedo quedarme aquí, Madre, sobre la cama postrado, con el ánimo derrotado, viendo a mis hermanos partir! ¡No, Madre, no puedo quedarme aquí! No puedo porque es tarde de Jueves Santo, porque nada existe, dolor ni llanto, teniendo Tú que salir. Porque yo, Madre, soy costalero. Yo soy aquel chiquillo que en el enero de su vida, vestido de monaguillo, con la voz estremecida, te juró amor eterno. Yo soy costalero que en la espiga del amor cuajó, yo soy flor debida a tu serena belleza, yo soy la pureza encarnada del Redentor

que sobre los hombros llevó de los hombres las miserias. Te lo suplico, Madre, yo debo estar allí bajo los varales, a tu lado, entre costales cargado con los pecados de los hombres. Sí, yo tengo que estar allí bajo la cruz venerada, con el alma lacerada, ayudando a mi Padre a morir. ¡Dame fuerzas, Madre, te lo suplico! Dame fuerzas porque tengo que estar allí, bajo las estrellas del Cielo, soportando ese madero que a los hombres hizo vivir. ¡Dale ánimo, Bendita Alhaja, a mi sentir cofradiero, aliento a este corazón traicionero, para entre puntales y fajas acudir en tu consuelo!

Y, si ello no ha de ser así, a la providencia de tu pecho me encomiendo, sabiendo que no hay más dulce penitencia para un hijo satisfecho. Costalero soy, esencia del amor al hombre, a mis hermanos voy. Nada ansío, nada quiero más que respirar entre cirios y faroles. Sólo busco tu mirada tras lirios y claveles. Y si ése es tu deseo, Virgen de Los Dolores, gustoso asumiré mi destino y por las veredas del alba acompañaré tu camino en mi última levantada. (Publicado en Vera Cruz. Noviembre 07)

A. J. M.

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Castro del Río – Semana Santa 2008

Aliento para un saetero

Juan Porcel Carpio

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pesar de lo baja que este año cae la Semana Santa, pero quizás debido a las cálidas temperaturas y la ausencia de lluvias, en el ambiente se respiran aires de Primavera, empiezan actos y reuniones propios de estas fechas: el Coro de Capilla ya ha tenido una toma de contacto donde se han fijado ensayos y actuaciones, hemos asistido a la presentación del cartel de Semana Santa, magnífica fotografía obra de un gran profesional castreño, donde el historiador Juan Aranda Doncel brevemente nos dio algunas pinceladas de las peculiaridades de nuestra semana Santa y nos hizo una semblanza del autor del cartel antes referido, se aproxima el primer Cabildo de la Vera Cruz, los romanos se reúnen para

preparar el desfile que tendrá lugar el lunes Santo. Ya se han visto bajar por la Cuesta de Martos algunos grupos de niños y mayores con la cruz en la frente propia del Miércoles de Ceniza, pórtico de la Cuaresma, dos días después, el primer viernes de esta cuaresma recién iniciada, ha salido el Vía Crucis o como antes se decía la Vía Sacra. Según charla que nuestro paisano Paco Morales dio en la Iglesia de Madre de Dios, con motivo del Primer Centenario de la erección de la Cofradía de la Vía Sacra en Castro del Río, desde que esta comenzó a recorrer nuestras calles a mediados del Siglo XIX, hasta que dejó de hacerlo en la centuria de los cincuenta del pasado siglo, salía todos los viernes de cuaresma a las cinco de la mañana con un formato similar al actual, deteniéndose en las catorce estaciones, previamente a una

oración, los saeteros cantaban las saetas de la Vía Sacra, autóctonas de Castro, una para cada estación, y a continuación, se hacía un Miserere, excepto en la estación catorce en la calle de San Benito que se cantaba un Stabat Mater, allí donde nuestro recordado Pepe Portillo, recuperada ya este Vía Crucis a principio de los noventa del pasado siglo cantaba, aquella saeta: “Santos varones vinieron…” Después de cuarenta años, volvió a recorrer nuestras calles la Vía Sacra, si bien una sola vez durante toda la cuaresma y en horario distinto, y si en un principio estas saetas eran cantadas por miembros veteranos del Coro de Capilla (Cristóbal Rojano y Juan Doncel) hasta la muerte de ambos en 1996, a partir de entonces fue nuestro entrañable paisano, amante de la Semana Santa, gran devoto de nuestro Padre Jesús Nazareno y magnífico saetero José Villegas Villegas, siempre cantó estas saetas durante este acto cuaresmal. Hasta este año que, por una indisposición que no me cabe duda será pasajera, no se encontraba con fuerzas para hacer el recorrido y continuar con la tradición. Y aunque afortunadamente se han cantado estas saetas y el relevo generacional esta asegurado, en el ánimo de todos esta que Pepe nos acompañe en la Vía Sacra Castreña el próximo año y muchos más. Que estas breves palabras y el deseo de todos los amantes de nuestra Semana Mayor le sirvan de aliento para que “el Niño” recobre las fuerzas y esta “madrugá” al Nazareno y a todos nosotros, no nos falten sus pregones y samaritanas entre las cuales seguro que se colará alguna cuartelera.

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JUAN LUIS NAVAJAS CARVAJAL, “Juanlu” Director de la Escuela de Saetas Castreñas y Pregonero de Jesús Nazareno

“Deseo que los castreños tengan un lugar donde puedan conocer nuestras saetas y aprender a cantarlas”

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uan Luis Navajas Carvajal (Tarrasa, 1979). En 1993 sale por primera vez en la “madrugá” alumbrando a Jesús. Tres años después sale acompañando también a la joven hermandad del Cristo de la Salud, siendo actualmente su Vice–albacea. Es a partir de 2001 cuando se inicia en la labor de pregonar, siendo desde entonces pregonero en las

dos hermandades antes mencionadas. En 2007 crea la escuela de saetas con el fin de estudiar y enseñar a cantar nuestras saetas autóctonas. Juan Luis es actualmente el pregonero castreño más joven que ha tomado el testimonio directo de esta secular tradición de “los pistolas”, Paco y Antonio Salido y del también pregonero Pepe Villegas.

Francisco Prados Hidalgo

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Cómo nace en una persona tan joven el interés por las saetas? Tendría yo unos diecinueve años cuando en la cuesta Martos contemplaba el paso de Jesús en el Huerto y, desde las barandas del llano San Rafael, “el Niño de las Pesetas” le cantó varios pregones. Recuerdo que unas señoras que estaban delante de mí decían: “cuando Pepe deje de cantar yo no sé quién va a tomar el relevo”. Las palabras de aquellas mujeres calaron tanto en mí que desde entonces empecé a poner más atención en las saetas. Por aquellos años apareció en la revista “el Mirador” un artículo de Paco Morales definiendo nuestras saetas que me sirvió de mucha ayuda y compré una grabadora para grabarlas durante las procesiones. En el año dos mil tuve la ocasión de conocer a Joaquín Pinillos Alba (q.e.p.d.) en una exposición de objetos de Semana Santa y cuando entablamos conversación le comenté mi deseo de hacerme hermano de Jesús, pues llevaba saliendo ya ocho años. Él tomó nota de mis datos y prometió ponerse en contacto conmigo al año siguiente,

lamentablemente a los seis meses de aquella conversación él falleció pero su hijo “Juanele” se encargó de tramitar mi solicitud junto con otra petición, la de pedir salir detrás de Jesús cantando. Los hermanos de Jesús se quedaron muy sorprendidos de que un joven quisiera salir pregonando, pero aceptaron y aquel año empecé a pregonar a Jesús desde las filas. Al año siguiente el Albacea se puso en contacto conmigo para pe-

dirme que cantara detrás junto a los demás pregoneros. ¿Cómo nace la Escuela de Saetas Castreñas? Esto era un proyecto ya existente en mi mente desde que empecé a cantar, pero el fallecimiento del pregonero Antonio Salido y teniendo en cuenta la edad del resto de pregoneros, me precipitó a llevarla a cabo con urgencia. Por ello le comenté la idea al Albacea de Jesús

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para que la Hermandad colaborase. Lo llevamos a Cabildo, donde la creación de la escuela fue aprobada, siendo la Hermandad la que facilita todo el material didáctico para los alumnos. Lo único que nos hacía falta era un lugar para reunirnos, por ello nos dirigimos a nuestro Ayuntamiento comentándole el proyecto, el que a su vez nos puso en contacto con Pedro Granados, Director de la Escuela Municipal de Música, que nos ofreció el aula del Pósito Municipal y sus conocimientos musicales. También pedimos colaboración a Paco Morales, gran conocedor de la materia, el cual aceptó gustosamente. ¿A quién va dirigida la Escuela y qué cualidades se ha de tener para cantar saetas? La escuela va dirigida a todos los castreños que quieran aprender a cantar saetas o simplemente que estén interesados en conocerlas. Las clases son totalmente gratuitas, nos reunimos a lo largo de todo el año y hacemos entrega de un dossier explicativo a cada alumno. En cuanto a las cualidades que se ha de tener para cantar nuestras saetas, yo destacaría la de tener una voz potente y vocalizar bien. ¿Cuántos tipos de saeta autóctona se conservan en nuestro pueblo? En Castro del Río se cultivan tres modalidades de saeta antigua: el pregón o saeta a rigor, la saeta de Vía Sacra y la samaritana. El pregón o saeta a rigor, se ha interpretado tradicionalmente a las diferentes imágenes de Cristo y la samaritana en sus orígenes se dirigía la Virgen, aunque con el paso del tiempo también se fue perdiendo esta costumbre y en la actualidad se canta indistintamente a la Virgen y a Cristo. La Vía Sacra es un canto para acompañar el ejercicio del Vía Crucis, se canta en cada estación una letra alusiva a dicho pasaje de la pasión. También se conservan cuatro romances litúrgicos, que a diferencia de los de

otros pueblos donde son recitados, en Castro son cantados de una forma peculiar. Dichos romances están constituidos por: el Pregón del Huerto, que se canta el Jueves Santo a su salida, y la Sentencia de Pilatos, el Pregón del Ángel y la Confortación de la Virgen que se interpretan durante el Sermón del Paso de la procesión de la madrugá. ¿Qué objetivos pretendes alcanzar con la Escuelas de Saetas? El primero de mis objetivos es acercar nuestra saeta a todo aquel que esté interesado, y que disponga de un lugar de referencia donde poder aprender a interpretarla. El segundo es unificar criterios en cada estilo y poder definir con todo tipo

de detalles cada uno de ellos, que están un tanto distorsionados por el paso del tiempo y la transmisión oral. Para ello contamos con la colaboración del pregonero Paco Salido, descendiente de “los Pistolas” que aprendió a cantar directamente de su abuelo, es por ello que su modo de interpretarlas sea lo más parecido a como se cantaba en sus orígenes. En tercer lugar, transcribir en partitura musical los diferentes estilos de nuestras saetas, para esta labor contamos con la ayuda del Director de la Escuela Municipal de Música, Pedro Granados. Por último también estamos recopilando material, tanto en letras como en grabaciones, para en un futuro editar un libro y un disco compacto de nuestras saetas. Desde estas líneas quisiera aprovechar la ocasión y comunicar a toda aquella persona que quiera colabo-

rar y posea material, bien escrito o grabaciones de saetas, se ponga en contacto con nosotros. En esa recopilación de saetas habrás encontrado letras curiosas, ¿qué es lo que más te ha sorprendido? Lo que más me ha sorprendido ha sido la estructuración de las caídas de Jesús y las bendiciones. Las caídas que tradicionalmente se realizaban en el Carmen, en la antigua cárcel y en las monjas de Santo Domingo, constaban de tres partes con diferentes letras alusivas: la caída, una introducción o confortación a la caída y la levantada. En este año tendremos ocasión, tras más de sesenta años de no ser interpretadas, de volver a oír esta estructura originaria. ¿Existe diferencia entre la temática de las saetas antiguas y la que se componen actualmente? Sí existe, hoy en día se busca más la belleza, la métrica y la rima con una temática más localista y haciendo referencia a componentes característicos de la procesión, que difieren de las antiguas que son más narrativas del proceso judicial de Jesús o de determinados momentos de la pasión y con alto contenido teológico. Posiblemente herederas de aquellas primeras saetas que “echaban” los predicadores en las procesiones. Por cierto la gran mayoría de los pregoneros son conocidos por motes, “El Brochero”, “Los Pistolas”, “El Niño las Pesetas”,… ¿eres conocido tú con algún apodo? He de reconocer que entre mis familiares nunca ha habido mote, entre la gente mayor soy conocido por el nieto de Paco Carvajal, en cambio entre mis amigos abrevian mi nombre llamándome “Juanlu”. Antes de terminar quisiera invitar a nuestra Escuela de Saetas a todo aquel que esté interesado, sólo tiene que ponerse en contacto conmigo o en el Pósito Municipal donde le informaremos del horario y los días de clase.

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Exaltación del Domingo de Resurrección Juan Doncel Barba

¡Que repiquen las campanas de la iglesia de Ntra. Señora de la Asunción, con repiques de alegría! Porque en la tierra hay una fiesta y en el cielo ya lo están celebrando los ángeles con himnos celestiales, que Jesucristo ha Resucitado de entre los muertos y se encuentra en los reinos de los cielos y la tierra. ¡Que repiquen las campanas de la iglesia de Ntra. Señora de la Asunción, con repiques de alegría!

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uando todavía se siente en el eco de las calles de nuestro pueblo una saeta, un racheo de alpargata de un costalero, el olor a incienso o las notas del Pobre hija mía; las campanas de la Asunción se vuelven locas de alegría y repican de satisfacción porque la “Luz del Mundo” ha triunfado sobre la muerte y ha Resucitado, de entre los muertos, como prometió. Domingo de Resurrección. Dicen nuestros mayores que anti-

guamente este día se celebraba en nuestra localidad, por parte de los más pequeños, hasta la fundación de esta Hermandad, con arrastramiento de latas; y por parte de los mayores, escuchando misas Solemnes y con salvas de cohetes en los templos de culto para anunciar la Resurrección de Nuestro Señor, Salvador del mundo. Yo, desde que tengo uso de razón, he visto que son los hermanos de la Hermandad de Nuestro Señor

Resucitado y Nuestra Señora de la Alegría, los encargados de pregonar, a los cuatro vientos de Castro del Río, esa gran hazaña de la Resurrección de Nuestro Señor. Y lo hacen con túnicas blancas, en señal de pureza, antes por la tarde y ahora en la mañana, el Domingo de Resurrección. ¿Blanco? ¡Qué color más bonito habéis escogido hermanos para diseñar nuestro atuendo cofradiero! No sé si es coincidencia o no, pero

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de color blanco fue la sabana que utilizó José de Arimatea para cubrir el cuerpo sin vida del Señor y transportarlo al sepulcro. De allí salió triunfante al tercer día, también en-

vuelto en una sabana blanca. ¡Alegrémonos hermanos y pregonemos la resurrección de nuestro señor! Cada uno a su manera, él está con nosotros, no solo el Do-

Paqui Millán C/. Córdoba, 44 – CASTRO DEL RÍO Telf. 957 37 21 83 – Móvil: 655 96 53 29

mingo de Resurrección, sino todo el año; aunque ese día lo celebremos a lo grande como a él le gusta, por que es cuando, renovamos nuestras promesas y purificamos nuestros males diarios. En su Domingo de Resurrección todos vestidos de blanco salimos a la calles en procesión. Remolino de gente joven en la puerta de la Asunción, todos de blanco inmaculado se disponen a hacer el paseíllo y recoger al Hermano Mayor. Abre el desfile la banda de música tocando alegres notas, detrás un nutrido grupo de hermanos y, en medio, uno portando un guión de terciopelo negro: es el del Santo Entierro y comienza el paseíllo. Llegan a la casa del Hermano Mayor, este impaciente está, con sus auxiliares y hermanos que se han acercado a su casa para enfilar el final del paseíllo todos juntos. Ya se siente la música, dice la gente que aguarda en ese marco incomparable del Llano de San Rafael, al final del mismo y debajo de la ventana de la sacristía aguarda el guión de la Hermandad del Resucitado, escoltado por un grupo de hermanos. Todo ocurriera a los pies de Él, que, desde ese sitio inmejorable, ve lo que sucede en su llano. La banda se abre para los lados y comienzan a andar los guiones, quedan pocos metros y la marcha cambia de ritmo y suena el himno Triunfal. Los guiones se han cruzado, con este gesto una Hermandad ha cedido la calle a otra.

Cruce de Guiones Las campanas de la Asunción se han vuelto locas de alegría porque ya sale por sus puertas la comitiva de la Hermandad de Nuestro Señor Resucitado. Suelta de palomas y salva de cohetes. El Simpecado del Cordero Pascual esta en la calle, la banda se prepara para tocar el Himno, ya se siente la campana. El paso de Nuestro Señor Resucitado esta en la puerta. Palmas y alegría se ven en los rostros de la gente de la calle. ¡Parad ahí, portadores! Que le quiero rezar al Señor, “Luz del mundo”, que lleváis sobre vuestro hombro para que os perdone vuestros pecados: “Hoy quiero ser flor, Padre mío, para perfumarte, pero tu luz, Señor, brilla más que mi insignificante aroma.” Detrás, más cirios alumbrando por alguna promesa o por algún favor recibido. Suena en el umbral de la puerta un llamador, es el del paso de Nuestra Señora de la Alegría portada por jóvenes portadoras que quieren pasear por Castro a una madre llena de Alegría, viendo a su hijo vivo y triunfante de su muerte, ¡parad ahí, que le quiero cantar! A esa señora tan magistral: “En los días de la Pasión, tu has sido dolor y pena, hoy en esta procesión, eres la Alegría más plena de su Resurrección.” La procesión acaba de empezar, le queda por delante de tres a cinco horas de desfile y en ese tiempo tienen que hacer dos actos especiales para esta hermandad. El primero es el encuentro en el Llano de Jesús. Las gentes alegres están esperando ver el encuentro que se va a producir, el paso del Resucitado llega primero y se gira a las órdenes de su capataz. La comitiva que a compaña a la Virgen de la Alegría se abre por ambos lados de la calle para poder entrar en el llano y que se produzca ese encuentro de madre e hijo a los sones de una marcha. ¡Qué bonito!, Pero… ¿qué se dirán los dos? Yo creo que esto:

“Mira, Hijo mío, hoy eres el centro de atención de todo cristiano y yo me alegro de corazón.” Lo mismo ocurrirá en la plaza de san Fernando y, segundos más tarde, en la Cuesta Santo Cristo. ¡Qué subida de paso más impresionante por partes de esos portadores y portadoras! De nuevo a la Asunción, ya se sienten las primeras lágrimas de los cofrades girando por la calle Concepción, el encierro esta cerca. ¿Cuánto tiempo de espera para otro año más poderlos llevar o acompañar? Este Domingo de Resurrección se termina en Castro cuando los Titulares llegan a los pies del altar mayor y se hace el último encuentro de los dos pasos.

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Me viene a la memoria cuando ingresé en esta hermandad de hermano de luz con tan sólo nueve años de edad. Era un joven, como todos los que entrábamos ese mismo año a formar parte de está gran familia, que quería pregonar la Resurrección del Señor con su túnica blanca. Nueve años más tarde, siendo ya mayor de edad, entré a formar parte del turno de mayores, aceptando todas las responsabilidades que ello contrae, hasta nuestros días. De dicho órgano espero y deseo formar parte por mucho tiempo más, para poder seguir gritando, a los cuatro vientos de Castro, que el Señor ha resucitado y que estamos gloriosos de su Resurrección en la mañana Domingo de Resurrección.

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Galería del tiempo

Domingo de Ramos 1955. Grupo de niñas vestidas de hebreas. Foto: José A. Elías Roldán.

La Última 1963. Paseíllo en la calle Corredera. Foto: J. Pinillos.

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CRISTO BUENA MUERTE 1950. Guión y penitentes. Foto: J. Pinillos.

SANTA VERA CRUZ 1950. Virgen de los Dolores. Foto: J. Pinillos.

La Madrugá 1963. Calle Ancha. Coro de Capilla. Foto: J. Pinillos.

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La llama J. Carretero

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veces, caemos en el error de considerar que la realidad se limita exclusivamente a lo físico o a lo visible, quizás arrastrados por la inercia que nos impone la vida cotidiana, el afán consumista, el vivir el momento... Ésta es, posiblemente, una visión muy limitada de la naturaleza y no deberíamos permanecer pasivos ante ella. En la actualidad observo una creciente tendencia a considerar únicamente la parte material de las cosas, olvidando su lado espiritual. En los “avanzados” tiempos en que nos encontramos no es extraño oír hablar de conceptos como tecnologías multimedia, inteligencia artificial o autopistas de la información… De

la mayoría de los cuales ignoramos su verdadero significado pero nos dejamos llevar pensando que son un símbolo de progreso o sencilla-

mente porque están de moda. No me importa reconocer que en determinados momentos yo mismo me he visto sumergido en esta dinámica, sin prestar atención a otros aspectos mucho más importantes. Sin embargo, existen cosas que me hacen desistir absolutamente de estas ideas absurdas. Cuando pienso en ellas mis dudas quedan definitivamente aclaradas y borro de inmediato de mi mente esa visión pobre, vacía y distorsionada de nuestra vida. No es mi objetivo hacer una conferencia de carácter filosófico sobre la existencia, ni lógicamente estoy capacitado para ello, pero para ninguno de nosotros resultará difícil llegar al mismo convencimiento que yo he llegado: le bastará con echar la vista atrás y recordar la última Semana Santa, esa tradición religiosa de la que nos sentimos tan orgullosos. Sinceramente, no creo que haya nada más indicado para superar esa tentación que he mencionado anteriormente y que tan frecuentemente nos amenaza. En alguna ocasión he comentado con mis amigos que podría detallar de una forma exhaustiva lo que estaría haciendo cualquier día y a cualquier hora durante la próxima Semana Santa. Son ese tipo de costumbres que parecen casi nada, pero que se nos queda un vacío si no las realizamos. Y es que hasta las mínimas acciones o gestos que parecen carecer de importancia, nos gusta repetirlas año tras año, puesto que sin darnos cuenta se han convertido en tradición. Con ello me refiero a que nuestra Semana Mayor me ha deparado momentos tan cargados de emoción e intensidad que cuando los recuerdo, el tiempo se para y ese instante queda fijado en mi mente, y sé que cada vez que lo evoque de nuevo ese momento volverá tan claro como cuando ocurrió. Un mar de esos recuerdos me invade, son aquellas situaciones

Cruce de Guiones que fui anotando en mi memoria y que ahora me dispongo a leer. Esas vivencias desvanecidas con el tiempo emergen al instante y un cúmulo de sentimientos me desborda. De repente quedo sumergido como en un sueño en el que aparece frente a mí la imagen de la llama de un cirio, me quedo mirándola fijamente sin poder apartar la vista de ella. Observo el movimiento de la misma y el humo que ésta desprende. Entre la intensa luz del fuego comienzan a brotar recuerdos que me trasladan a la última Semana Santa. Aunque vivo apasionadamente desde mi infancia estos días, en los últimos años mi mayor dedicación se centra en la Venerable Cofradía y Hermandad de la Santa Vera Cruz. El primero de esos recuerdos me transporta a los días previos a nuestra Semana Mayor, donde me encuentro con mis hermanos colocando las flores en los pasos y trasladando hacia la iglesia figuras y enseres para que todo quede perfecto para la estación de penitencia. Seguidamente aparece en mi memoria el Miércoles Santo. Realizo una fotografía mental de los momentos previos a la procesión donde me encuentro con mis compañeros en el patio de la iglesia repartiendo los puestos que cada uno llevaremos portando al Cristo de la Buena Muerte, se me aparece también la procesión de penitencia partiendo de la Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción. El pueblo se encuentra a oscuras y dos largas filas de fuego cubren la parte central de las calles. Tan solo la amarillenta luz de los cirios que portan los penitentes me permite atisbar lo que allí ocurre, consigo vislumbrar al fondo de la comitiva la figura del Cristo de la Buena Muerte, siempre acompañado de ese sonido ronco tan característico de ese día, como es el producido por los tambores que acompañan al mismo. Súbitamente esa imagen se desvanece pero yo sigo observando atentamente la llama. Otro de mis recuerdos llega sin hacerse esperar. Ahora es Jueves Santo y un numero-

so grupo de amigos nos encontramos en la Casa Hermandad de la Vera Cruz. Unos somos costaleros, otros romanos y otros penitentes, disponiéndonos a realizar nuestra estación de penitencia por las calles de nuestro pueblo. Infinidad de recuerdos me bombardean de este día, tales como reparto de recorridos, igualás, repertorio de marchas, infinidad de ensayos para el mismo, charlas coloquio con mis compañeros en una mesa de nuestro cuartelillo; y uno de los que, por desgracia, la gran mayoría tenemos en nuestra mente y es, sin duda, el tiempo meteorológico, el cual el año pasado nos impidió la salida. Debido a estos sentimientos que acabo de expresar la llama sigue todavía encendida y estoy seguro de que ha sido su luz la que me ha permitido aclarar esas dudas que

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en tantas ocasiones he tenido. Y es que, más allá de lo meramente accidental, es donde encontramos lo verdaderamente sustancial; esto es lo que realmente persistirá, siendo lo demás algo pasajero. Por la llama de mi imaginario cirio siguen sucediéndose una multitud de recuerdos, todos con mucha claridad, como si se estuviesen produciendo ahora mismo. Sería imposible enumerarlos todos. Pasaría horas delante de esa llama y sé que nunca me cansaría de contar todo lo que se me viene a la mente. De algún modo esa llama se alimenta de todas mis vivencias en la Semana Santa y las utiliza como combustible. Sin duda, su luz representa la creencia en algo más, esa fe necesaria para encontrarle un sentido a la vida y… ¿por qué no hacerlo a través de tan preciada tradición?

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Costaleros Juan Porcel López

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olamente es una palabra, pero engloba algo más que el hecho de ceñirse faja y costal. Lleva implícito una serie de sentimientos y vivencias que hace que sea algo especial. Los costaleros son cofrades que saben cuáles son sus metas y objetivos, que asumen cada año la responsabilidad de poner en movimiento los pasos procesionales, de peregrinar por las calles de Castro y de contribuir así al público testimonio de fe que se expresa cuando la Hermandad se hace Cofradía. El costalero reza con los pies, en la estación de penitencia que es una catequesis popular, donde el costalero “predica” con sus músculos, con su atención, con su cora-

zón. Tomando conciencia de su libertad elige cómo dialogar con Jesús y con la Virgen formando parte de una muchedumbre, la cuadrilla. Cuanto más callada sea la labor del costalero mejor. Cuanto más entregada a la Hermandad, mejor. A veces, nos quejamos de la escasa presencia de los costaleros en la Hermandad. Pero ¿no ocurre lo mismo con los nazarenos y penitentes, y tantos cofrades cuyos rostros apenas conocemos? El costalero se compromete con su servicio, se prepara para ello y en el momento necesario, pasando casi desapercibido, está ahí. Su faja, su costal y sus zapatillas son el hábito – que nadie le ha cedido en siglos pasados – de su anónima penitencia, arropándose con la solemnidad musical. He tenido ocasión de acercarme

a la realidad costalera. He visto sufrir y, a la vez, gozar. He calibrado la magnitud del trabajo físico y también de la grandeza de ánimo, sin euforia superficial. Hay quienes, casi a hurtadillas y a pesar de los pesares, se ponen faja y costal y se meten debajo de la trabajadera, aunque sus condiciones físicas no sean las más idóneas. Algo –yo afirmo que mucho– deben sentir cuando testimonian año tras año su fidelidad, cuando las lágrimas surcan sus mejillas, en una mezcla de cansancio y de satisfacción imposible de explicar, pero que ellos, gracias a la complicidad costalera, entienden y, sobre todo comparten, perfectamente. Amistad surgida del compañerismo necesario para repartir equitativamente el peso que soportan. Amistad reforzada ante cualquier peque-

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ña crisis bajo el paso, cuando necesitan rectificar una mala posición y apretar con más fuerza, momentos en los que la carga es recibida sin protesta por los demás compañeros. El costalero nuevo cuando entra en la iglesia el mundo se le viene encima: El paso le parece más grande que nunca, pesadas se le antojan las jarras, por Dios cuántos cirios, que grande el manto; cree imposible que unos pocos sacos de arena hubieran igualado el peso de la escena que se mostraba ante sus ojos. El costalero se mete debajo del paso y apoya con fuerza la frente contra su trabajadera, y pide fuerzas para soportar la amargura de su largo caminar. Para los nuevos, para los que acaban de acercarse al mundo costalero o lo van a hacer este año por primera vez, nuestro ánimo y nuestra esperanza. Estoy seguro de que no se van a ver defraudados y deben saber que su trabajo hace también cada año más grande a nuestras Cofradías. Son, y deben sentirse, eslabones con renovados bríos en una cadena de amor y sacrificio que yo no me atrevería a ponderar, porque sólo Él sabe hacerlo correctamente.

Pero si sé que una decisión así es el fruto de un corazón generoso. El costalero se está convirtiendo, poco a poco, en una figura esencial de la Semana Santa de Castro, por su cuidada preparación desde mucho antes de comenzar los desfiles procesionales, cuando se les ve por las noches cogiéndole el pulso a las calles de la Villa. Por su disciplina sin excusas que les lleva a una coordinación perfecta y sin descanso, por su voluntad de hierro al querer participar de un ritual que trasciende a la experiencia física y se aloja con todo derecho en lo espiritual, por su afecto, en fin, a la tradición a la promesa, a la imagen que venera, a lo que representa dicha imagen y que le mueve cada Semana Santa a superarse a sí mismo y contribuir con su pasión, con su aportación y con su fidelidad a engrandecer unas celebraciones que aunque impulsadas por humanos tiene mucho de sobrenatural. Los costaleros, hombres y mujeres que interpretan la Semana Santa de otra manera, atesoran cualidades que sólo bajo un paso es posible conocer y fortalecer. Donde aún pervive esta demostración de humil-

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dad y cariño, cada esfuerzo vale más que mil palabras, cada suspiro es un mundo y cada rostro dolorido por el cansancio es un paso de fe y lealtad. La Semana Santa del costalero es rachear de zapatillas en el suelo y el rítmico golpear de los varales; el aromático y penetrante olor a incienso; el apoyo de los compañeros en los momentos de debilidad, la súplica de un poco más de fuerza para llegar a la plaza de la Iglesia; la inmensa alegría al conseguirlo; la ejecución de la entrada sin contratiempos; el siempre incondicional apoyo de nuestros cofrades; la entrega del resto de las fuerzas en las chicotás realizadas dentro del templo; las lágrimas, la emoción; el guiño cómplice que se le dirige a la Señora al salir debajo de su trono; el abrazo generoso y emocionado con nuestros hermanos costaleros sin importarles el cuello maltrecho ni la espalda dolorida; y antes de abandonar la iglesia medio vacía esa última mirada para contemplar el dulce rostro de la Virgen de los Dolores y agradecerle que un año más nos ha dado entereza y aplomo para llevarla solemne por las calles de Castro.

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“Recuerdos de niñez o… ¿nostalgia?” Juan Doncel Barba [cofrade]

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Donde está mi túnica!, ¿y mi cordón?, ¿y mis guantes?, ¿y mi capirote?, ¿y mi escapulario?, dámelo pronto mamá, que mis hermanos cofrades están en la puerta de la Asunción para hacer el paseíllo y recoger el Hermano Mayor y yo aquí todavía. Cuando todavía no hemos terminado de saborear un buen mantecado y paladeado una copa de anís y terminar de cantar villancicos, ya queremos crucificarlo en una Cruz, ¿que te ha hecho este hombre hermano?, si ayer mismo le estuviste cantando, adorando y ofreciéndole presentes en el pesebre y hoy lo quieres crucificar ¿que te ha hecho? Como corre el tiempo en dos meses nos plantamos en nuestra querida y esperada Semana Santa castreña sin darnos cuenta. Ya las carreras en nuestras Hermandades y Cofradías son frenéticas con los preparativos de toda índole, pero mejor había que decir que el que corre no es el Tiempo sino uno, que ya es grande y recuerda con nostalgia su niñez no tan lejana, cuando me vestía con la túnica del Domingo de Ramos o la morada en la noche del Jueves Santo con la vela y mi rosco blanco, e iba cogido de las manos de mis primos mayores o de mi madre o mi tío Juan el sacristán (q.e.p.d.), al cual de debo gran parte de mi caminar por el mundo cofrade, y también, porque no decirlo, la devoción a la Stma. Virgen de la Salud, madre y protectora del pueblo castreño. Todavía tengo en mi retina cuando “la Borriquita” como aquí cariñosamente se le dice a la Hdad. de la Entrada Triunfal en Jerusalén (Domingo de Ramos), salía con flores de plástico

puestas con todo su cariño y esmero por un sacerdote castreño y humilde, D. Rafael Bravo (q.e.p.d.) y si no te dada tiempo en vestirte ni la veías por la calles del pueblo.¡Que tiempos!, cuando yo salía con mis primos mayores todos vestidos con la túnicas de esa Hermandad, todos con las ramitas de olivos en la mano corriendo por las calles y los mayores diciendo “¡esperar un poco! ir andando que os vais a caer con las túnicas”, o cuando ya con diez abriles sacaba la cruz parroquial para iniciar el desfile procesional.¡Que recuerdos! y pensar que hoy en día está llamada a desaparecer, cuando hace unos años atrás y gracias a otra persona ya desaparecida entre nosotros y amante de estas cosas Antonio Urbano (q.e.p.d.) y otras cuantas personas, entre ellas Ángel Lara (Diacono) la realzaron, para que no se perdiera, y ya contaba con un paso nuevo, costaleros, etc… Como reflexión, desde aquí quisiera animar a las personas que estamos metidos en este mundo de las cofradías a que se presente alguien con ganas de representar a esta Hermandad que es tan digna como las demás e incluso con memos quebraderos de cabezas que las otras ¿o es que no nos acordamos cuando éramos niños y salíamos en ella? Tan poco puedo olvidar mis salidas en la Hdad. de la Santa Vera

Cruz, conocida también por “la de velita o la del rosco”, rosco que nunca llegaba al final del recorrido; cogido de la mano de mi madre o primos, con la mano llena de cera, haciendo bolitas, o apagando la vela del de atrás y de adelante, pero siempre delante del paso de la Vera Cruz., ¡entonces si que salíamos pequeños a alumbrando! Esta, es otra que ha cambiado y ha evolucionado en todos sus aspectos, de los cuales todos hemos sido testigos en estos seis o siete últimos años, cambiando las ruedas por costaleros, incorporando más imágenes a los pasos etc… Cambio que yo particularmente e ido viendo desde adentro, porque pertenezco a la escolta de romanos que lleva el paso de Jesús preso. Y aunque yo soy partidario siempre a mejorar, la imagen de Jesús preso solo me imponía mucho, será por eso rostro cabizbajo, serio, amarrado en su soledad, no se, me trasmitía algo de respeto y silencio. No puedo pasar por alto a la Hdad. del Stmo. Cristo de la Buena Muerte, el Miércoles Santo, silencio sepulcral en la puerta de la Parroquia de Ntra. Sra. Asunción cuando estas se habrían y entre la gente se habría paso el guión de esta hermandad, seguido de dos filas de penitentes callados con su cara tapada, esos tambores tocando a ronco metros antes de salir a la calle la figura de la Buena Muerte, con esas campanitas que iba en medio de las filas poniendo orden y silencio, ¡qué tiempos entonces! a esta cofradía se la conocía por la del “silencio”, por esa sobriedad. Madruga en Castro del Río el Padre, de este pueblo blanco y verde por sus olivares esta en la calle, a las dos horas solar, saliendo de su casa, antiguo hospital hoy residencia de an-

Cruce de Guiones cianos, Ntro. Padre Jesús, más conocido por “el Nazareno” descalzo ayudado por un hombre que pasaba por allí a cargar su cruz, cruz que lleva todas nuestras promesas, pecados y favores recibidos. Y detrás su madre María llorando y viendo como va su hijo, escoltado por romanos como un malhechor y preguntándose ¿Qué ha hecho su hijo para eso?, y al lado de está mujer rota en llanto el amigo fiel y leal confortándola, San Juan; pero entre estos dos pasos (antes tres), más de seiscientas personas, unas cargando con cruz particular con su rostro tapado para no desvelar su identidad, con alguna promesa y otros alumbrándolos para que vea las calles de Castro. Desde chiquito siempre me ha llamado la atención de esta Ilustre Hermandad de Ntro. Padre Jesús Nazareno y Ntra. Sra. del Mayor Dolor, “La Madruga” como mejor la conocemos, por su saetas, por su silencio, que todo el mundo esta descalzo, callado, con educación, meditando el día a día, etc.….Yo no recuerdo la primera vez que salí en esta procesión por era chiquito con tres o cuatro años descalzo en brazos de mi tío Juan, como me cuentan mis padres, pero si recuerdo que todos iban descalzos como yo. De esta Hdad. y desde que yo tengo uso de razón y salgo primero de penitente con mis promesas y después de romano escoltando, me quedo con ese silencio que se palpa en el ambiente cuando se abren las puertas de la iglesia de Jesús, sus saetas, miserees y estaba mater (interpretado por ese coro capilla que desinteresadamente salen cantado, para que no se pierda esta cosa tan peculiar de la madruga. Gracias paisanos por vuestros empeños que estas cosas no se pierda y que El se lo pague con crees), Sermón del Paso y encierro de Jesús; ya que es un poema las caras de todos los castreños en ese instante en el llano que no cabe un alfiler, un viernes santo por la mañana.

Viernes Santo, recuerdo como me llamaba la atención la marcha que sonaba en la plaza, camino de la calle corredera y la vistosidad de las escoltas romanas desde a pie, a caballo como desfilando y como en mitad de la calle cambiaba de música corriendo y sonaba otra distinta y empezaba a dar entre las escoltas de romanos las insignias de dos Hermandades para ceder la calle una a otra. Todo el pueblo estaba vestido con sus mejores galas paseándose por la calle corredera y arterias principales del pueblo y ahí estaba yo, con mis madres y hermana paseando y jugando haciendo hora para ver salir y pasar con todo su solemnidad a la Hdad. Stmo. Cristo de la Misericordia, Santo Sepulcro y Soledad de Ntra. Sra., escuchar las marchar que magistralmente compuso un castreño para su pueblo tan melancólicas de dolor y cargadas de sentido, ver de nuevo el desfile de los escoltas romanas tan callados y metidos en su papel. Algunos decían que ya había terminado la Semana Mayor Castreña, cuando pasaba el sepulcro, pero no era así; la muerte de nuestro Señor tenia un triunfo su Resurrección y cuatro años después de yo nacer salio por primera vez a la calle el domingo de resurrección por la tar-

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de entre repiques de campanas, salvas de cohetes y gentío de alegría de la gente, la Hdad. de Ntro. Sr. Resucitado de blanco inmaculado. Gracias al esfuerzo de unos cuantos paisanos jóvenes y una mujer que quiso completar nuestra Semana Mayor, con esta Hdad., primero con una imagen pequeña de nuestro Señor y tres años más tarde con la que la actualmente desfila por nuestra Localidad, y ya en el dos mil, Año Jubilar se incorpora su cotitular Ntra. Sra. de la Alegría. Ya para terminar y recopilando en mi hemeroteca celebrar y cumpliendo este año si Él quiere, doce años saliendo desde el Barrio de la Salud, a hombros de mujeres saldrá el Stmo. Cristo de la Salud, cofradía que un servidor y un grupo de amigos como Rafa, Ana María y Juan Francisco fundamos en la cuaresma noventa y seis, con todo nuestro empeño y corazón para que Barrio de la Salud también estuviera presente y jugando un papel en nuestra querida Semana Mayor, como también quería mi apreciado tío Juan, el sacristán de la Virgen de la Salud, y este Barrio se lo merece. Gracias amigos y vecinos del barrio por vuestro trabajo y empeño para ayudarnos a unos jóvenes a cumplir un deseo que se venia cosiendo años atrás, y a ti Tío, porque yo se, que desde el balcón de ese cielo andaluz nos echaste una mano, gracias. Y a todos cofrades y fieles cristianos luchemos todos juntos por defender nuestras costumbres y tradiciones dejadas por nuestros antecesores. Y sin más deseando que pasemos todos juntos una buena Semana Mayor Castreña con nuestros familiares y amigos, me despido con frase de un gran poeta Antonio Machado y que magistralmente interpreta Juan Manuel Serrat. “Dijo una voz popular: ¿Quién me presta una escalera, para subir al madero, para quitarle los clavos a Jesús el Nazareno?”.

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Castro del Río – Semana Santa 2008

La Semana Santa, un proyecto común Francisco José Salido Mármol

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stimados amigos: Deseo que os encontréis bien. He recibido una invitación del “Ayuntamiento, Parroquias, Hermandades y Cofradías”, todo ello con motivo del cartel de la Semana Santa castreña. Todo ello ha sido para mi motivo de orgullo y satisfacción. Por ello, felicito a los organizadores, como a Francisco Sánchez Moreno por su obra fotográfica, y como no, a don Juan Aranda Doncel, un premio de lujo para nuestro pueblo, pues es él, como cronista oficial, es quien da fe de nuestra cultura y tradiciones. El día 13 de febrero recibo otra invitación del Ayuntamiento, a través de la concejala de cultura, doña Salud Guillen Serrano. A

cualquier castreño ausente de su pueblo le satisface y le halaga que se acuerden de él. ¿Pero qué puedo yo decir para la revista Cruce de Guiones que

ofrezca algún interés para mis paisanos? Nada. Pero miren por donde, siempre me he atrevido a exponer públicamente lo que pienso, comunicando sentimientos. Admiro de Castro, mi pueblo, que haya una acción común, un proyecto compartido que, por encima de las divergencias políticas legítimas, gira entorno a la Semana Santa. No hay críticas, sino valoraciones. La voluntad que mueve a tantas personas a cultivar y engrandecer las cosas de Castro son de admirar. El cambio generacional, por otro lado, debe de darse. De hecho, el grupo responsable de la Escuela de Saetas está desarrollando una labor encomiable, sin atisbo alguno de afán de lucro ni de protagonismo. Las mujeres castreñas, que siempre han sido sabias, han cogido el testigo. No solamente quieren participar, sino que asumen un compromiso social durante todo el año con la búsqueda de la justicia y el servicio a los hermanos. Si el compromiso, la acción, la honradez y los valores dan sentido y trascendencia a tantas personas, no seamos muro de contención del mensaje de Jesús y su evangelio. A veces, necesitamos hacer un alto en el camino y los que nos llamamos cristianos, seguir más cerca de Jesús y asimilar mejor su doctrina de amor y liberación. Es tiempo de conversión y de renacer intentando cambiar. ¡Chapeau! castreños si esta Semana Santa somos capaces de sentirnos mejores personas, de buscar la reconciliación y hacer de la solidaridad un sentimiento fraterno.

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Juventud Semanasantera

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emana Santa, ¿a pie de calle?, o mejor dicho, a salto de ventana o de muro. Porque, ¿quién no se ha montado, o ha intentado de chico, encaramarse a un muro o a una reja de una ventana para ver de cerca y desde una perspectiva de lujo esa bella imagen pasar?… Sucede lo mismo con el olor a incienso, los romanos o los grupos de tambores. Esos “pequeños escaladores” son una imagen típica y habitual de nuestra Semana Santa.   Ellos son los más aventureros y no crean que ver pasos siempre es algo tranquilo y carente de peligro. Les pongo, como uno de tantos ejemplos, esta situación: Jueves Santo, Llano de Jesús; misión, ver pasar la Hermandad de la Santa Vera Cruz. Pues bien, la gente ya había tomado posición de las aceras, y una máxima en la Semana de Pasión es una vez ubicado “de aquí no me mueve nadie”, por lo que la opción que queda cuando uno es chico y su cuerpo aún no le permite alzarse sobre los espectadores es intentar montarse, bien en la reja de alguna ventana o bien en el muro que delimita dicho llano. Bien, uno piensa que si tan sólo se trata de hacer algo de ejercicio no pasará nada y se verán las imágenes a una altura que permitirá que la retina capte una instantánea que será la envidia de muchos.  Comienza a llegar la procesión, los pasos van entrando, comienza por el de la Vera Cruz y a continuación el de Jesús en el Huerto y Jesús

Preso, pasan delante de uno, debido a la emoción que tienes en ese momento te agarras con todas tus fuerzas a la reja e intentas aguantar la respiración y dejar que las imágenes continúen su trayecto. Seguidamente, comienzan a llegar nazarenos de la Virgen, que al igual que los pasos anteriores dan un tiempo muerto a los jóvenes alpinistas para que cojan fuerzas. A lo lejos se ve llegar a la Virgen de los Dolores, lo que es señal de que hay que volver a subir a la ventana. Una vez arriba ya se puede ver como el paso, que es más ancho que los anteriores, tiene alguna que otra dificultad al entrar al Llano de Jesús, debido a la estrechez de la calle San Benito. Los unos miran a los otros, mientras hacen gestos con la cabeza, como diciendo, veremos a ver… Una vez que, con un

pasito corto a la derecha y otro a la izquierda, el paso ha conseguido entrar al llano y librar los balcones, a la vez que se escucha un suave, ¡uff!; el capataz grita las instrucciones, desde arriba se ve la imagen cada vez más cerca y casi se puede tocar. La Virgen comienza a pasar cerca de los allí congregados y se comienza a observar la grandeza de esta imagen, una de las más bellas de nuestra Semana Santa. Pero a la vez que se capta esa sensación también uno nota como las fuerzas de los brazos comienzan a flaquear, estás a punto de caerte al suelo, y entonces piensas que al final tu madre tenía razón: ¡Niño, la Semana Santa va a acabar contigo!  Al momento, el capataz dice, “¡Pararse ahí!, ¡Ahí quedó!”. En ese instante das un salto al suelo sin saber donde vas a caer y comienzas a andar entre la multitud, la cual parece que no te va a dejar ni respirar, hasta que por fin sales a un lugar abierto y puedes apartarte a un lado e intentar localizar donde está el resto de amigos que iban con contigo para, una vez reunidos todos de nuevo, comentar lo vivido y elegir la siguiente ruta. ¿Quién dijo que la Semana Santa no es un deporte de riesgo? Un saludo fuerte a todos y esperamos que nunca acaben estas anécdotas, señal de que a los más jóvenes le sigue gustando nuestra Semana Santa. Asoc. Costaleros/as Hermandad de la Santa Vera Cruz

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Castro del Río – Semana Santa 2008

Querida Manuela

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uerida Manuela: Después de cuatro meses sé realmente lo que significa estar sin ti. Sin tu gracia, tu genio, tu entrega a los demás, tu alegría de vivir. Cada uno de nosotros ha seguido su camino, pero ahora sabemos lo duro y triste que puede llegar a ser ese camino sin tu presencia. Me he sentado delante del teclado y la verdad, es que no sé como plasmar en unas cuantas líneas la inmensa soledad que has dejado en un rincón de mi alma. Ahora más que nunca intentamos caminar entregados al destino queriendo imitar la vitalidad de tus benditos ochenta años y en casa hemos decidido no llorar más tu ausencia, entre otras cosas, porque no te has ido. Te has quedado para siempre con nosotros, con tu gente, con tu calle, con tus vecinas, con tu barrio. Creo, de hecho, que ahora estás más presente que nunca en nuestras vidas. No hace falta que te lo diga, pero sabes que nos has arrancado una parte del alma para llevártela contigo. Yo, desde la lejanía de Málaga, me afano en reconstruir en mi mente cada uno de los momentos maravillosos que he pasado a tu lado, cada una de las vivencias, de tus “chascarrillos”, tu forma de cocinar, tus manos hacendosas haciendo cualquier cosa y del manantial de amor que nos dabas a todos y que, por supuesto, nos sigues dando. Cuando me invade la tristeza, intento combatirla pensando en tu sonrisa, en tus manos preparando las gachas al llegar el día de los Santos, en el rodillo amasando la masa de las sopaipas y en cada vez que decías a alguien “esto lo ha pintado mi niño”. El motivo de mi carta no es otro que agradecerte

todo lo que me has dado y enseñado y, aunque no sabes leer, sé que lo hará por ti el abuelo allá donde estéis. Se acerca la Semana Santa y nuestro Cristo volverá a pasar por las calles de Castro. Aunque no te veamos, vas a estar con tu cirio encendido allá arriba en las esquinas de las estrellas y aquí abajo en el corazón de todos los que compartimos la vida contigo. Sabemos que

ningún Martes Santo volverá a ser igual sin ti y que, al tocar las campanas a duelo, dirán entre lamentos tu bello nombre, Manuela, Manuela la de Sinsombrero, Manuela López, mi Manuela. No pude despedirme de ti, te fuiste silenciosa al alba, la aurora nos arrebató tu presencia y al llegar el día partiste para siempre. Tus manos dormidas apretaban la Cruz del Señor de la Salud y el estandarte, aquel que hicimos cuando recogiste el donativo de todas tus

vecinas, sirvió para cubrir tu caja. No he ido por el cementerio desde que te dejamos allí aquella tarde oscura de difuntos. No lo he hecho porque no quiero leer tu nombre en la lápida y en ella la silueta del Cristo de la Salud. Prefiero recordarte risueña, dispuesta, sencilla y ocurrente. No quiero leer tu nombre en un trozo de frío mármol. Prefiero leerlo en la cara de tus hijas, de tu hijo, de tus nietos, en la cara de todos los que de una forma o de otra hemos sentido tu irremediable partida. Tú no estás detrás de esa piedra de mármol, estás en mi taller sentada a mi lado mientras pinto, estás en la cocina entre ollas y cazuelas, estás “haciendo punto” mientras estudio, velándome cuando estoy enfermo, corriendo asustada a esconderte en el rincón más profundo de la casa cuando hay tormenta. Te has quedado en cada trozo de pan que parto, en cada vez que me tapo con tu colcha, en cada vez que toco tu anillo, en cada rincón de la que fue tu casa y tu calle. No sabes cuánto te extraño pero cuanto me alegro de ser tu nieto y de que ahora seas mi eterno ángel de la guarda. Este Martes Santo será el primero sin ti, pero no dudes que cada paso que demos, cada estación del Vía Crucis, cada redoble del tambor, lo daremos por ti. Ahora estás con él, con tu Cristo de la Salud y, aunque nos has dejado huérfanos, estás en la mejor cofradía, la de los cielos. Dale un beso al abuelo. Gracias y bendita seas. Con toda mi alma. Tu nieto. Juan Francisco Martínez Zamora

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Deficientes Lorenzo Pérez Sanmatías

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or un momento me voy a alejar del tema de actualidad, que es el que demanda esta revista de Semana Santa, pero existen numerosos problemas, que requieren un mayor punto de atención y por lo tanto de prioridad. Es por ello, por lo que aprovecho este foro, para hacer unos comentarios críticos y reivindicativos, a favor de los escolares con algunos problemas, que le puede ir en ello la propia vida y de los disminuidos físicos–síquicos, para suscitar la sensibilidad de las autoridades procedentes, a saber: De todos es conocido que, tanto en el Colegio Virgen de la Salud, como en el Doctor Caravaca, hay niños con problemas de diabetes, hemofílicos, incontinentes, etc., que requieren de un control y asistencia de una persona cualificada, y de la que no se puede responsabilizar la atención del profesorado; ya que para tal menester, se precisaría de un auxiliar de enfermería convenientemente adiestrado, para llevar el seguimiento de los problemas de los niños afectados; y que tampoco obligue a los familiares a prestar una atención permanente a sus hijos, desatendiendo labores domésticas, para instalarse en las afueras de la verja de los colegios, preparados para cuando el niño le sobrevenga la crisis en cuestión. Me consta que en Virgen de la Salud, a requerimiento de algunos padres, el Ayuntamiento ha contratado temporalmente, a tiempo parcial, a una persona, no cualificada para dichos servicios, sin cubrir la jornada completa. Menos aún en el Colegio Doctor Caravaca, donde ni hay ni se le espera, y a la vista de las perspectivas que respira el responsable docente del mismo, que espeta que son los padres los que deben atender a esos niños, apostados, como

digo, en las puertas del colegio, esperando prestarle atención a su hijo llegado el caso; no es factible su solución dada la disposición del docente. Tengo el presupuesto municipal, en mis manos, y cuando observo las previsiones de gastos que hay para determinadas actividades, ya sean fiestas, deportes, inversiones innecesarias o no obligatorias, me horroriza pensar que a un escolar de los antes mencionados pueda sobrevenirle cualquier crisis de trágicas consecuencias, por no tener su atención debida en tiempo y forma, que todos tendríamos que lamentar por no tener una dotación presupuestaria para la contratación de dos auxiliares de enfermería. Sería lastimoso. De otro lado, como ya me vengo caracterizando reiteradamente, según se puede deducir fácilmente, repasando la edición del último Mirador (Navidad 2007), tenemos en la calle: TIRADOS, Y DEAMBULANDO DE UN LUGAR A OTRO, a personas minusválidas, cuando hay un módulo de la Residencia, para ellos, con capacidad para doce plazas, que están desocupadas. ¿Para cuándo señores del gobierno municipal? ¿Cuántas elecciones tienen que venir para que esa residencia se ponga en funcionamiento? ¿Cuántas prórrogas y dilaciones tienen

que esperar estas criaturas para ser acogidos en ese Centro? Por favor demos la sensación de que somos un pueblo civilizado y solidario. Ustedes tienen la palabra. D. Antonio Peñafiel Burgos, vocación de maestro Haciendo esta breve colaboración en la Revista Municipal de Semana Santa, me informan del fallecimiento de D. Antonio. Por tal motivo, deseo hacer un breve reflejo de su persona, en su homenaje a tan larga vida de ejemplar caballero. D. Antonio nació con vocación de maestro y con ella ha fallecido hoy, 16 de febrero de 2008, a los 93 años, de la que en todo momento ha dado muestras, con sus consejos, saber hablar y escuchar, con su autoridad y magisterio ejemplar. En las tertulias de la Peña el Carburero, del Circulo el Liceo, notaremos su ausencia. En esta sociedad D. Antonio fue partícipe de la creación de la biblioteca. Por su caballerosidad y perfil docente, así como su incrustación en la sociedad castreña y su largo ejercicio profesional en nuestro pueblo, fue nombrado hijo adoptivo de Castro por el Ayuntamiento de Castro del Río. Son conocidos sus saludos continúa en la página 46

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Jesús Nazareno, nueva talla en la Semana Santa Chiquita P. J. Miranda Bello

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na nueva talla procesionará este año por la calles de nuestro pueblo, como colofón a un proyecto planteado ya hace unos años para enriquecer un poco más nuestra Semana Santa Chiquita. Se va a estrenar una nueva obra, reproducción de su Hermano Mayor, Nuestro Padre Jesús Nazareno, que ira portado por niños en este día, cuna de futuros penitentes y cofrades, y que esta celebración, sea una verdadera escuela de semanasanteros. La Hermandad de Penitencia de Jesús Nazareno en su afán de colaborar en la en esta muestra de acercamiento a la vida cristina y a la vez de fervor por parte de nuestros jóvenes, aprobó en Cabildo Ordinario, el encargo de una talla de Nuestro Padre Jesús para ser procesionada en la estación de penitencia infantil, obra de nuestro joven paisano D. Juan Francisco Martínez Zamora, joven autor y restaurador que cada día se va haciendo un hueco muy importante en el mundo cofrade, ya en nuestro pueblo ha restaurado el pasado año la talla de Nuestro Señor Resucitado, una obra de los años ochenta. Nuestra Señora

del Carmen y la talla del Santísimo Cristo de la Salud, cofrade de la que es hermano, ha sido autor de varios carteles oficiales de la Semana Santa y su voz se encargó de ensalzar las peculiaridades e idiosincrasia de la Semana Santa castreña en el pregón del año 2006, y recientemente ha restaurado en la vecina localidad de Espejo, la talla de San Juan Evangelista y la Santa Mujer Verónica, del magnifico imaginero Martínez Cerrillo, realizadas en los años 40.

La talla de 1,00 m aproximadamente es de terracota endurecida, y pintada, con cruz de madera y sobre una peana con el escudo de la Hermandad. Nos encontramos ante la primera obra escultórica de Martínez Zamora que destaca por el cuidado detalle y por la fuerza expresiva. Fue bendecido en el primer día de Quinario de la Hermandad de pasado año por parte del Predicador del mismo D. Marcelino Priego Borrallo, su salida será el próximo domingo día 30 de Marzo a las 10,30 de la mañana tras la Santa Misa, y una vez más los castreños arropemos con nuestra presencia la particular devoción e ilusión de los pequeños al emular a sus mayores en este día. La imagen durante el año permanecerá en la Iglesia de Jesús Nazareno y volverá cada año a ser portado por jóvenes, con ilusión renovada y para que sirva como prueba de acercamiento de nuestra juventud a esta tan singular tradición y les de un nuevo horizonte en su vida cristiana y como Jesús, sepan llevar sobre sus hombros las dificultades que encontraran, pero que sabrán salir airosos con la ayuda de la Fe y estén cada día mas cerca de Nuestro Señor Jesucristo.

viene de la página 45

a todo el mundo, chicos y mayores, y su acento de castizo malagueño: “adiós niño” “niña adiós”, “adiós hijo mío”. Ha sido un ejemplar padre de familia. Cuando llegaba al Estanco, con la sinceridad ingenua de mi Manolo, lo saludaba diciéndole: ¿D. Antonio qué “vas” a querer? Sellos niño. Sellos. Como diciéndole, el tabaco no está hecho para mí. Reciba el merecido descanso,

a tan larga vida ejemplar, ante el Todopoderoso. Por último, no puedo menos que mostrar mi sensibilidad Semanasantera, transcribiéndoles a continuación el Soneto, que mi amigo Paco Luque le dirige a la Soledad: ¿Dónde guardas tu pena, Soledad pura? Azucena gentil, fresca y temprana si en tu expresión estrella soberana se hallan la gracia y la ternura.

Qué imán me lleva a tu pupila oscura, que te envidia el encanto la mañana manantial generoso donde emana embrujo en tu mirada de dulzura. La cera que ordenada y armoniosa en capricho barroco hecho racimo se derrama en cascada caprichosa. No te hiere el puñal de acero fino su lugar lo ocupó una roja rosa, ¡jamás tuvo una flor mayor destino!

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A María José García, capataz del Santísimo Cristo de la Salud

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oy, con estas sencillas palabras, quiero darte las gracias por todo. Porque, queriendo haber dejado, hace ya dos años, tu puesto como capataz, y tras mi petición de ponerte frente a nuestro Cristo y quedarte, te quedaste. Mi deseo es que no te marches, pero sé que volver a pedirte esto es abusar de tu confianza y devoción a nuestro Cristo. Eres de las que, entre otros, creaste esta cofradía siendo casi una niña y con fe y devoción afrontaste tiempos difíciles, tiempos en los que, para una mujer, ser cofrade y costalera era imposible. De portadora pasaste a ser la capataz del Santísimo Cristo de la Salud. Tu voz son nuestros ojos, la que

tar mujeres portadoras. Desde 1996, año en el que se fundó la cofradía, comenzaron a salir algunos pasos de portadoras y costaleras; también las mujeres empezaron a pertenecer al turno de mayores de algunas hermandades. Gracias amiga y cofrade. Gracias a ti y a todos los capataces que con vuestra voz nos guiáis por los caminos de Nuestro Señor. Ramona Herencia Albacea Mayor del Stmo. Cristo de la Salud

La Cuaresma

C nos guía por las calles de Castro, cuando dices: ¡Al Cielo con Él! Queremos dar las gracias también a D. José Priego León que nos ayudó y aconsejó. Con él fuimos la primera cofradía en acep-

uando nos encontramos dentro la Cuaresma y oímos las voces de los capataces guiando a sus pasos y el sonido de los tambores y bandas, mientras ensayan. Todos, hombres y mujeres, salimos un poco de nuestra vida cotidiana y apenas nos damos cuenta de nuestra fe y devoción el resto del año. Durante sus doce meses somos pocos los que vamos asistiendo a cabildos, reuniones, quinarios... Esto es una pena, ya que en los quinarios de cada hermandad es donde podemos sentir nuestra fe y devoción, escuchando la Palabra de Dios, participando en la Eucaristía, reflexionando en la Homilía y, ¿por qué no?, haciendo algún comentario sobre la predicación del consiliario de la cofradía. ¡Vivid como verdaderos cofrades: costaleros, capataces, bandas de tambores y hermanos; porque realmente es así como lo sentimos! ¡Animaos a participar! Ramona Herencia

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Castro del Río – Semana Santa 2008

Ofrenda floral de las escoltas romanas castreñas

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os años atrás, un grupo de jóvenes romanos de nuestro pueblo, nos transmitieron una serie de inquietudes, de ilusiones, de proyectos, que hemos ido intentando darle forma y solidez durante este tiempo. Y ha sido en este año de 2008, cuando por fin vamos a poder desarrollar el trabajo de todo este tiempo; el esfuerzo, la ilusión y el entusiasmo de todos los romanos castreños, materializado en el desfile del próximo lunes santo. Este año, desfilaremos por primera vez un lunes santo por las calles de nuestro pueblo, las escoltas romanas de la hermandad de la Vera Cruz, de Nuestro Padre Jesús Nazareno y del Santísimo Cristo de la Misericordia. Se oirá por vez primera el “centurión” en la Virgen de la Salud, calle El Pozo o calle el Baño; por primera vez Nuestra Patrona recibirá a sus romanos castreños, que le rinden homenaje por cuidar de la salud de nuestro pueblo y protegerles durante todo el año.

Los organizadores de esta ofrenda floral a las Vírgenes titulares de nuestra semana santa y a Nuestra Patrona, hemos querido implicar en este acto, a todos los estamentos posibles de nuestro pueblo, encontrando una colaboración y disposición excepcional en todos. Por ello, desde estas páginas, queremos dar las gracias a todo el pueblo, que ha colaborado para poder hacer realidad aquellas ideas, que ese grupo de romanos fraguó hace unos años, haciendo mención especial a nuestro cura párroco y consiliario de las hermandades de nuestro pueblo, D. Ignacio Sierra Quirós, a nuestro excmo. sr. alcalde D. Jose Antonio García Recio y portavoces del Excmo. Ayuntamiento, policía local, representantes de la semana santa chiquita, agrupación musical “Maestros Villatoro y Algaba”, albaceas, mayordomo y juntas de gobiernos de las hermandades de semana santa y de nuestra Patrona, por su ayuda, facilidades dadas

y aportación inestimable a nuestro desfile y ofrenda floral. ¡GRACIAS A TODOS! los romanos de vuestro pueblo os lo agradecemos. Intentamos con este acto enaltecer, exaltar, dignificar la imagen seria del romano castreño, que viene participando en nuestras procesiones desde hace más de cien años, tanto en épocas de auge como de declive semanasantero. Los romanos siempre hemos estado ahí, formando parte del desfile procesional. Y como escribió un romano castreño: “La escolta de romanos de Castro no es una escolta cualquiera, romanos así, sólo desfilan en Castro y para Castro. Hay que enfundarse un corpiño romano y oír el son del tambor o la música castreña a lo largo de sus angostas calles, para poder vivir, sentir y entender a nuestros romanos. Son romanos de coraza por fuera, pero amor y sentimiento por dentro, verdaderos penitentes que quisieran poder decir: “Padre Jesús Nazareno, si un romano de Castro, el día que te prendieron hubiese estado a tu lado, la historia habría cambiado. Pero se cumplió lo escrito Y fuiste crucificado…….. Hoy sentimos tu dolor, que no el peso del pecado, del que tú, en tu sacrificio, al mundo has liberado….. pero tenlo presente, Señor, con los romanos de Castro ¡no te habrían crucificado!” Los romanos os deseamos a todos que participéis activamente en nuestros desfiles procesionales, que no nos conformemos con ser meros espectadores; el desfile procesional, ese acto de fé y penitencia, es el fruto del trabajo de todo un pueblo. Vivamos, vibremos, sintamos nuestra semana santa. Gracias a todos. Escoltas romanas de Castro del Río

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El Vía Crucis abre la Cuaresma Como cada primer viernes de cuaresma el Vía Crucis recorrió las calles de nuestro pueblo anunciando la entrada en la Cuaresma.

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alió el Santo Vía Crucis de la Ermita de Jesús Nazareno como viene siendo habitual en los últimos años, en esta ocasión coordinado por la Hermandad de Ntro. Padre Jesús Nazareno, que es la encargada en el presente año de la preparación de

todos los actos cuaresmales desde el cartel hasta los preparativos del pregón. La comitiva recorrió las catorce estaciones de la carrera procesional, marcadas en las distintas calles por unas hornacinas de cerámica que datan del primer tercio del siglo XX. La cofradía del Santo Vía Crucis, instaurada en la iglesia de Jesús Nazareno, tiene más de un siglo de existencia ya que fue creada en 1902. Este acto volvió a contar con la participación

de todas las hermandades castreñas así como de un nutrido grupo de penitentes descalzos con túnica morada y cruz de madera. No faltaron a la cita el

Coro de Capilla, y su típico miserere, ni la interpretación de la saeta de la vía sacra este año en las voces de Juan Luis Navajas, Francisco Prados y Juan Porcel.

Francisco Sánchez autor del cartel de la Semana Santa A primeros del mes de febrero fue presentado el cartel de Semana Santa del 2008 en la ermita de Jesús Nazareno.

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ste año correspondía la organización de los actos cuaresmales Hermandad del Nazareno y por tanto la configuración del cartel. Para la confección del mismo ha confiado en el fotógrafo castreño Fran-

cisco Sánchez Moreno. El acto estuvo presentado por Juan Pinillos que cedió la palabra, en primera instancia, a la Concejala de Cultura, Salud Guillen, para esta a su vez tras una breve introduc-

ción dar paso al presentador del acto y cronista oficial de Castro del Río, Juan Aranda Doncel. Este en una acertada alocución desgrano los entresijos la Hermandad del Nazareno de Castro, como nudo de la Semana Santa castreña, y a su vez alabó las cualidades humanas y artísticas del creador de la obra. A continuación Sánchez Moreno junto al Alcalde, José Antonio García Recio, procedieron a des-

Los costaleros celebran el sexto certamen de marchas Nuevo lleno hasta la bandera.

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a mañana del Domingo 2 de Marzo nuestra localidad se llenó de sones de cornetas y tambores como anticipo de la Semana Santa. Con una masiva asistencia de público y como viene siendo tradicional la Hermandad de la Vera Cruz a través de la Asociación de Costaleros/as organizó el VI Certamen de

Marchas Procesionales en la Caseta Municipal, con la presencia de la Banda de Música Villatoro y Algaba de Castro del Río, la A.M. Sagrada Columna de Cristo y Ntro. Padre Jesús Preso de Castro del Río, la CC.TT. Maestro Valero de Aguilar, la CC.TT. Coronación de Espinas de Córdoba y la CC.TT. Nuestro Padre Jesús en la Presentación al Pueblo de Dos Hermanas (Sevilla).

cubrir la obra, en esta caso una fotografía que con el motivo central de una niña ataviada de la túnica morada de nazarena ilumina el templo de Jesús para entrever entre un mar de pequeñas velas la cruz del Nazareno, imagen titular de la Hermandad. El acto finalizó con las palabras de autor, Sánchez Moreno, y el Alcade, que dio paso a la intervención del Coro Capilla entonando el Miserere.

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Castro del Río – Semana Santa 2008 Ii Certamen de Marchas Procesionales

Homenaje a José Millán Urbano.

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egundo año que se organiza este certamen de marchas procesionales auspiciado por la Agrupación Musical Sagrada Columna y Padre Jesús Preso de Castro del Río y Santa Cruz. Aunque la noche del Sábado 8 de Marzo no deparó una temperatura demasiado agradable, sobretodo por el intenso viento, casi medio centenar de personas se acercaron a ver y oír las distintas melodías que interpretaron la

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Banda de Cornetas y Tambores “Nuestro Padre Jesús Preso” de Nueva Carteya y la Agrupación Musical Sagrada Columna y Padre Jesús Preso de Castro del Río

y Santa Cruz. Como telón de fondo de este encuentro está el homenaje a Pepín Millán, miembro de la agrupación musical tristemente desaparecido.

El Resucitado presenta su cartel También se presenta una revista que recoge los actos celebrados con motivo del XXV aniversario de la Hermandad.

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l pasado día 27 de febrero, en el marco incomparable de la Biblioteca Municipal, la Hermandad de Nuestro Señor Resucitado y Nuestra Señora Alegría puso fin a los Actos de celebración de su XXV Aniversario, de Fundación y Salida Procesional por las calles de nuestra Localidad, con la presentación de una Revista y del Cartel Anunciador del Domingo de Resurrección del presente año. El acto, que costaba de dos partes, comenzó con la presentación de la Revista Conmemorativa del XXV Aniversario. Esta publicación recoge todos los actos programados el pa-

Una vez más en esta cuaresma

sado año para la celebración de tal efeméride, desglosándolos uno por uno y haciendo hincapié en el ciclo de conferencias, en el que se analizo de tres formas distinta el Domingo de Resurrección. En dicho ciclo de conferencias participaron nuestro cronista oficial, Juan Aranda Doncel, Antonio Tomás Pineda Navajas y José Vicente Casado Comino. La revista recoge, por otro lado, distintos saludas, fotografías y el preám-

bulo de los estatutos de la Hermandad. La portada de le revista está dedicada al hermano de Luz, o devoto penitente, que anónimamente el Domingo de Resurrección acompaña alumbrado a sus Titulares. La segunda parte estuvo dedicada a la Presentación del Cartel Oficial del Domingo de Resurrección. El acto fue abierto por Juan Doncel Barba, miembro del comité organizado de los actos con motivo del

aestro: Una vez más en esta cuaresma te veneramos en tu memoria. Pero te digo que a ver si Tú pones un poco de tu parte, todo lo que puedas, porque los nazarenos se quejan de que antes de que Tú llegues a tu casa, muchos llegan allí antes que Tú. Personalmente veo más correcto que te saquen de tu casa y te vuelvan a llevar a ella, que te acompañen en toda la carrera. Eso sería bonito. En fin, Maestro, ahora que viene a pelo te voy a hacer una pregunta. Tú andaste por todo el mundo, nunca te tapaste la cara. Luis Madero XXV Aniversario, quien, a grosso modo, describió el Domingo de Resurrección castreño. El acto contó también con las intervenciones del señor delegado provincial de Cultura de la Excma. Diputación de Córdoba, José Mariscal Campo, con la de nuestro cronista oficial, Juan Aranda Doncel, y con la del Alcalde de la localidad, José Antonio García Recio. No faltaron a esta cita cofradiera las saetas autóctonas de la localidad interpretadas en las voces de Luís Madero Bravo, Diegos Muñoz Navajas y Juan Luís Navajas Carvajal.

Cruce de Guiones

I Certamen de Fotografía “CRUCE DE GUIONES” BASES 1. Podrán participar en este certamen cuantas personas lo deseen, fotógrafo aficionado o profesional con la sola exclusión de los miembros del jurado y sus familiares inmediatos. 2. El espíritu de este concurso es destacar fotográficamente los valores de la Semana Santa de Castro del Río, en cualquiera de sus aspectos. 3. La inscripción a este concurso es gratuita y cada concursante podrá presentar un máximo de cinco fotografías, que podrán ser tanto en blanco y negro como en color. 4. Las fotografías tendrán un formato mínimo de 18×24 centímetros y máximo de 36x48 cm. Y deberán ser entregadas montadas sobre cartulina blanca de 50 x 37,5 centímetros. 5. En esta edición los trabajos deberán corresponder a la Semana Santa de 2008. Las fotografías deberán presentar buen estado, ser inéditas y originales y exclusivas del autor, no pudiendo participar aquellas que hayan sido anteriormente premiadas en cualquier certamen o publicadas, y éstas deberán estar libres de derechos que puedan detentar terceros. No se admitirán “collages”, montajes, fotografías pintadas y/o manipuladas digitalmente que modifiquen la integridad de la Semana Santa castreña. Se valorará positivamente que las fotografías muestren la realidad actual de las Cofradías y Hermandades de Castro del Río. 6. Los trabajos vendrán sin firmar, pero con un lema al dorso, que se repetirá en sobre cerrado, dentro del cual vendrán los datos personales del autor y el título, si lo prefiere. 7. Los trabajos podrán ser enviados debidamente protegidos por correo certificado a: AYUNTAMIENTO DE CASTRO DEL RÍO I Certamen de Fotografía “CRUCE DE GUIONES” Plaza San Fernando, 1 14840 Castro del Río (Córdoba). O bien entregados en el registro del Ayuntamiento de Castro del Río hasta las 12 horas del día 30 de abril de 2008. 8. Los trabajos presentados serán expuestos al público antes de la Semana Santa del año 2009. El Jurado escogerá las fotografías que considere oportunas para formar parte de una EXPOSICIÓN, que se ofrecerá a las distintas asociaciones de castreños residentes fuera de Castro del Río.

9. El Jurado estará formado por personas del mundo de la fotografía y de las artes, por el Alcalde de Castro del Río, o persona en quien delegue, la Concejala de Cultura, o persona en quien delegue, así como por miembros designados de los de Hermandades de Semana Santa de Castro del Río. Su decisión será inapelable, pudiendo declarar desierto cualquiera de los premios. En caso de que algún premio quedara desierto, el jurado podrá conceder un accésit dotado con una placa para la modalidad correspondiente. 10. El fallo se dará a conocer durante la Cuaresma de 2009 y se hará público en la revista “Cruce de Guiones” de ese mismo año. 11. Se concederán los siguientes premios: a) Premio al mejor trabajo fotográfico relacionado con la Semana Santa de Castro del Río en general, dotado con 250 euros y placa. b) Premio al mejor trabajo fotográfico relacionado con la procesión encargada de los actos cuaresmales, para este año de 2008, la Hermandad Nuestro Padre Jesús Nazareno, 120 euros y placa. Los trabajos relacionados con los apartados a) y b) no podrán acumularse sobre una misma obra. 12. Las fotografías premiadas quedarán en poder del Ayuntamiento, que podrá hacer uso de ellas, junto a las Cofradías y Hermandades de Castro del Río, de acuerdo con la Ley de Propiedad Intelectual. 13. Los trabajos no premiados se devolverán en el plazo de dos meses, a partir de la clausura de la exposición, a aquellos autores que lo indiquen expresamente. Los demás trabajos podrán recogerse personalmente, dentro del mismo plazo, en el domicilio indicado en la base 7ª. Todos los trabajos presentados al certamen se escanearán y los ficheros correspondientes formarán parte de un fondo documental del Ayuntamiento del que podrán hacer uso cualquier persona interesada previa solicitud. 14. La entrega de premios se hará en acto público en la fecha que determine la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Castro del Río. 15. La participación en el concurso supone la conformidad y aceptación de las presentes bases. Cualquier circunstancia no prevista en las presentes bases será resuelta por el Jurado. 16. El no cumplimiento de cualquiera de los puntos contenidos en las presentes bases determinará la descalificación inmediata del concursante. Castro del Río, febrero de 2008.

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Castro del Río – Semana Santa 2008

Actos y Cultos 14 DE MARZO, VIERNES DE DOLORES

18 DE MARZO, MARTES SANTO

21,00 h. Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción: PREGÓN DE SEMANA SANTA 2008 a cargo de D. Antonio Ángel Erencia Algaba, que será presentado por D. Antonio Herencia Martín.

20,15 h. Cruce de Guiones en el Paseo de la Salud. 20,30 h. Desde la Ermita Parroquial de la Virgen de la Salud SOLEMNE PROCESIÓN DE LA COFRADÍA DEL SANTO VIA CRUCIS DEL SANTÍSIMO CRISTO DE LA SALUD Y MARÍA SANTÍSIMA DE LAS PENAS.

DEL 15 AL 19 DE MARZO 20,00 h. Iglesia de Jesús Nazareno: SANTO ROSARIO y a continuación SOLEMNE QUINARIO DE LA ILUSTRE Y VENERABLE HERMANDAD DE PENITENCIA DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO Y NUESTRA SEÑORA DEL MAYOR DOLOR.

16 DE MARZO, DOMINGO DE RAMOS 10,00 h. Iglesia del Carmen: SOLEMNE MISA DE REGLA DE LA VENERABLE COFRADÍA DEL SANTÍSIMO CRISTO DE LA MISERICORDIA, SANTO SEPULCRO Y SOLEDAD DE NUESTRA SEÑORA.

12,00 h. Parroquia de la Asunción: SANTA MISA. 18,00 h. Parroquia de la Asunción: SOLEMNE RITO DE BENDICIÓN DE PALMAS Y PROCESIÓN DE LA HERMANDAD DE LA ENTRADA TRIUNFAL DE JESÚS EN JERUSALÉN.

17 DE MARZO, LUNES SANTO 21,30 h. OFRENDA FLORAL A LA PATRONA Y VIRGENES TITULARES DE LAS HERMANDADES. Recorrido: Parroquia de la Asunción, Ermita Virgen de la Salud, Iglesia de Jesús Nazareno e Iglesia del Carmen. Durante el recorrido se interpretarán marchas procesionales de nuestra Semana Santa por la Agrupación Musical Maestros “Villatoro y Algaba”.

19 DE MARZO, MIÉRCOLES SANTO 10,00 h. Iglesia de Jesús Nazareno: SOLEMNE MISA DE REGLA DE LA ILUSTRE Y VENERABLE HERMANDAD DE PENITENCIA DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO Y NUESTRA SEÑORA DEL MAYOR DOLOR. 21.00 h. Con salida de la Parroquia de la Asunción: ESTACIÓN DE PENITENCIA DE LA HERMANDAD DE ÁNIMAS DEL SANTÍSIMO CRISTO DE LA BUENA MUERTE.

20 DE MARZO, JUEVES SANTO

18,00 h. Paseíllo de la Escolta Romana de la Venerable Cofradía y Hermandad de la Santa Vera Cruz. 20,00 h. Con salida de la Parroquia de la Asunción: ESTACIÓN DE PENITENCIA DE LA VENERABLE COFRADÍA Y HERMANDAD DE LA SANTA VERA CRUZ.

21 DE MARZO, VIERNES SANTO 02,30 h. Paseíllo de la Escolta Romana de la Hermandad de Jesús Nazareno, recogida del Clero Parroquial en la Asunción y Cruce de Guiones en la calle Alta.

Cruce de Guiones

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Hermanos Mayores Hdad. de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén “La Borriquita”: MARINA CARPIO GÁLVEZ. Cofradía del Santo Via Crucis del Santísimo Cristo de la Salud y María Santísima de las Penas: CONCEPCIÓN ÁVILA MONTILLA. Hdad. de Ánimas del Santísimo Cristo de la Buena Muerte: JOAQUÍN VILLATORO MUÑOZ. Venerable Cofradía y Hdad. de la Santa Vera Cruz: JOAQUÍN VILLATORO MUÑOZ. Ilustre y Venerable Hdad. de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora del Mayor Dolor “La Madrugá”: FRANCISCO FUENTES DEL RÍO.

03,00 h. Con salida de la Iglesia de Jesús Nazareno: ESTACIÓN DE PENITENCIA DE LA ILUSTRE Y VENERABLE HERMANDAD DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO Y NUESTRA SEÑORA DEL MAYOR DOLOR. 09,00 h. Parroquia de la Asunción: SERMÓN DEL PASO ante Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora del Mayor Dolor. Los Pregoneros Oficiales de Jesús Nazareno interpretarán durante el mismo la Sentencia de Poncio Pilatos, el Pregón del Ángel y la 18,00 h. Paseíllo de la Escolta de Romanos de la Venerable Cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia, Santo Sepulcro y Soledad de Nuestra Señora, recogida del Clero Parroquial, así como Cruce de Guiones en la calle Corredera. 19,00 h. Iglesia del Carmen: SERMÓN DE LAS SIETE PALABRAS Y TRASLADO DEL SEÑOR YACENTE A SU SANTO SEPULCRO. 21,30 h. Con salida de la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen: SOLEMNE DESFILE PROCESIONAL DE LA VENERABLE COFRADÍA DEL SANTÍSIMO CRISTO DE LA MISERICORDIA, SANTO SEPULCRO Y SOLEDAD DE NUESTRA SEÑORA.

Venerable Cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia, Santo Sepulcro y Soledad de Nuestra Señora: JOSÉ IGNACIO MÁRQUEZ ROMÁN. Hdad. de Nuestro Señor Resucitado y Nuestra Señora de la Alegría: ANTONIO CARPIO MORENO. *** En los Quinarios y Misas de Regla de cada Hdad., intervendrá el Coro de Capilla local, para interpretar los temas religiosos y populares característicos de la Cuaresma Se ruega la participación popular en cuantos actos y cultos se detallan en el presente Programa Cuaresma.

23 DE MARZO, DOMINGO DE RESURRECCIÓN 09,30 h. Cruce de Guiones en Llano San Rafael. 10,30 h. Con salida de la Parroquia de la Asunción: DESFILE PROCESIONAL DE LA HERMANDAD DE NUESTRO SEÑOR RESUCITADO Y NUESTRA SEÑORA DE LA ALEGRÍA

30 DE MARZO, DOMINGO. SEMANA SANTA CHIQUITA 10,30 h. Parroquia de la Asunción: SANTA MISA Y PROCESIÓN.

Castro del Río – Semana Santa 2008

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Lo que no te puedes perder Domingo de Ramos

A costal se paseara la Borriquita por las calles de Castro. Puntos de interés: la bajada por Cuesta de Martos, la Luz y el colorido por Madre de Dios, Corredera y la Plaza. Al loro también en la subida por Cuesta Santo Cristo.

sión de la Santa Vera Cruz. Los sones de pasión este año los pondrán nuevamente las tres bandas que acompañaran al Huerto, al Preso y a la Virgen de los Dolores. A la salida de la procesión oportunidad de escuchar el recuperado Pregón del Huerto.

Guiones. Por la noche la música fúnebre cobrará protagonismo: El Cristo del Carmen, Oh pobre hija mía... La angostura de las calles de la Villa es toda una postal que sólo muy pocos podrán contemplar. Atentos al Cristo de la Misericordia subiendo la Cuesta Santo Cristo ¡a costal!

Viernes Santo (Madrugá) Domingo (por la mañana, 10,30 h.)

Martes Santo Única oportunidad de escuchar durante Semana Santa las saetas de la Vía Sacra. Sólo algunos privilegiados pocos podrán ver de rodillas a las costaleras guardar el paso en la ermita. Miércoles Santo

Insistimos: espectacular la subida del Cristo de la Buena Muerte por la cuesta del Cementerio. Allí sonará el fúnebre Miserere igual que en el Arroyuelo al pie de la Cruz del Calvario. Otro punto de interés serála subida por Santo Cristo y el paso por la calle Concepción. Jueves Santo Los costaleros y las costaleras pondrán el toque más emotivo a la proce-

Buen ramillete de saetas, samaritanas y pregones a la salida del Nazareno. El Coro de Capilla pondrá la nota musical con el Misere y el Stabat Mater. En el silencio de la madrugá, en Madre de Dios estarán un buen manojo de saeteros que templarán sus voces al paso de las imágenes. En la Plaza y en la subida por la Cuesta Santo Cristo, la samaritana y los pregones cortarán el silencio del frío amanecer. Impresionante y típica estampa semasantera en la calle San Benito al paso del Nazareno con romanos, penitentes y cirios. No cabrá ni un alfiler. Viernes por la tarde/noche Los sones del Centurión llenarán la amplia Plaza San Fernando y la calle Corredera anunciando El Paseíllo. Luego vendrá el emotivo Cruce de

Cruce de guiones en el Llano San Rafael. A los sones de la marcha Triunfal los portadores y portadoras rendirán su sacrificio de rodillas en el Llano de Jesús y en la Plaza. Máximo esfuerzo y sacrificio en la subida por la Cuesta Santo Cristo. Domingo, 30 de MARZO La Semana Santa Chiquita pone el broche. Savia cofradiera joven que irá acompañada de la banda tambores en su recorrido procesional

Cooperativa Agrícola Ntra. Sra. de la Salud, S.C.A. Domicilio Social: C/. Tercia, 30 • 14840 CASTRO DEL RÍO (Córdoba) España • Telf./Fax: 957 37 02 72 N.I.F. F/14013130 • N.R.S. 16.0001319/CO – R.S.I. 160003037/CO Actividad: Producción Aceite de Oliva y Sección de Crédito www.oleoguta.com

Aceite envasado marca

Óleo–Guta Este aceite está elaborado mediante la selección de aceitunas de las variedades Picual y Picuda procedentes de parajes del término de Castro del Río integrados dentro del marco de la Denominación de Origen ‘Baena’. Su calidad está incluida en el grupo ‘Aceites de Oliva Virgen Extra’ con acidez máxima de 0’5º y su visión, olor, sabor suave y carecer de mezclas les hacen acreedor para satisfacer el paladar más exigente. Se envasa en garrafa de 5 litros y en botella de cristal de 750 ml.

Despacho: en la fábrica situada en la carretera Badajoz–Granada y en las Oficinas: C/. Tercia, 30, de Castro del Río.

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