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POBREZA
una mirada multidimensional Por Sara Wong* Fotografía: Augusto Ordóñez Íconos: Camilo Pazmiño
El Índice Multidimensional de Pobreza es un nuevo método de análisis de la pobreza y permite encontrar cuáles son los factores que más contribuyen a ella. En este análisis, escrito por la profesora de la Espol que
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ha trabajado con esta metodología, se describen los resultados y se concluye que para reducir la pobreza, en particular la rural, las políticas deban enfocarse en mercados laborales, inclusión social, educación
y carencias básicas (acceso a servicios de salud y acceso a activos del hogar). Pero que no solo es el Gobierno quien tiene que intervenir para reducir la pobreza sino también las empresas.
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En innumerables reportes, la evidencia sobre pobreza, medida por el ingreso o el gasto, muestra reducciones importantes en la incidencia de pobreza o porcentaje de pobres en el Ecuador en la última década. Cabe reforzar o matizar esos resultados con una medición de pobreza —la actual y la del pasado— que mire más allá de los ingresos o gasto en consumo agregados y se enfoque en temas relacionados con el bienestar de las personas como salud, educación, tenencia de activos, necesidades básicas insatisfechas (NBI), derechos, capacidades y necesidades contextuales. Precisamente estudios empíricos recientes sobre la pobreza en el Ecuador ofrecen resultados basados en el análisis de múltiples dimensiones.1 Los primeros estudios con un enfoque multidimensional, basados en NBI, ya destacaban que la mayor incidencia de pobreza se encontraba en las zonas rurales (Pobreza por necesidades básicas insatisfechas, del Siise, sin fecha), y estudios recientes con este mismo enfoque corroboran que la situación no ha cambiado (Pobreza por necesidades básicas en el Ecuador a diciembre de 2010, del INEC 2010, citado en MCDS 2010 Evolución y situación de la pobreza en Ecuador). Estos estudios consideran como pobre a una persona si es miembro de un hogar que no pasa de un umbral determinado en la satisfacción de sus necesidades básicas de vivienda, salud, educación y empleo. Las variables incluyen características de las paredes y piso de la vivienda, los servicios a los que tiene acceso la vivienda (agua, servicios sanitarios o de eliminación de excretas), el estado de hacinamiento de la misma (más de tres personas en promedio por cuarto utilizado para dormir), dependencia económica y asistencia a la escuela. Los datos utilizados en estos análisis de NBI provienen usualmente de los censos nacionales (1990, 2001 y 2010). 1 Como es común en la literatura sobre pobreza, dimensión es el conjunto de indicadores o variables relacionadas a un tema común, ejemplo: la dimensión educación puede incluir indicadores como analfabetismo, años de escolaridad, etc.
En su estudio Defining and measuring multidimensional poverty: Exploring poverty in Ecuador 2006-2010, A. Mideros relaciona indicadores de pobreza multidimensional con objetivos de política al construir un índice de pobreza con dimensiones basadas en algunos de los derechos señalados por la última Constitución del Ecuador: alimento y agua, comunicación e información, educación, vivienda, salud, trabajo y seguridad social. Dicho estudio tiene un enfoque de derechos que define como pobres a aquellos que no gozan de un nivel considerado aceptable en al menos una dimensión. Utilizando datos de la Enemdu para el período 2006-2010, los resultados de Mideros destacan que hay mayor pobreza en las zonas rurales que en las urbanas y que las tres dimensiones en las que se observa mayor incidencia de pobreza son vivienda, trabajo y disponibilidad de un seguro de salud. Además, según este autor, la severidad (cuán pobres son los pobres) de pobreza multidimensional ha disminuido a nivel nacional entre 2006 y 2010; la menor reducción se observa en la Sierra urbana, pero no cambió en la Amazonía urbana. El Ecuador Country Briefing de S. Alkire, J. M. Roche y M. A. Santos, publicado en 2011, también encuentra que la incidencia de pobreza es mayor en las zonas rurales que en las urbanas, aunque utiliza variables y metodología diferentes para datos de 2003 del Ecuador. Siguiendo la metodología de Alkire y Foster para construir un Índice de Pobreza Multidimensional (ver Counting and Multidimensional Poverty Measurement, OPHI Working paper 7 de 2007), el Índice Ethos de Pobreza 2011, de la Fundación Ethos combina lo que llama dimensiones de pobreza de hogar (ingreso, educación, combustible para cocinar y electricidad, agua, eliminación de excretas, vivienda y hacinamiento) con las que denomina pobreza del entorno (salud pública, instituciones, economía, democracia, seguridad pública, género y medioambiente). Este
estudio construye índices de pobreza para ocho países latinoamericanos (estudio que en su momento causó controversias, si recuerda el lector). Entre los resultados para el Ecuador destacan que en acceso a agua potable y electricidad, calidad de vivienda y hacinamiento, el Ecuador se ubica entre las tres últimas posiciones del ranking (con datos de la Encuesta de Calidad de Vida 2005-6). Estos estudios parecen tener en común el resultado de que la pobreza incide más en zonas rurales que en zonas urbanas y que siguen siendo aspectos graves de las dimensiones de pobreza la calidad de la vivienda y sus servicios básicos y el hacinamiento. En otros aspectos (como educación) ha habido, al parecer, una mejora y con ello su contribución a la incidencia en pobreza ha disminuido, reduciendo así la pobreza. No está claro en qué medida esto ha sido producto de objetivos de política cumplidos. Solo Mideros relaciona dimensiones de pobreza multidimensional con objetivos de política, como una forma de monitorear avances o retrocesos en indicadores de pobreza hacia la consecución de objetivos planteados en las políticas. Sin embargo, presenta análisis por separado de los indicadores, lo cual hace difícil la lectura de los resultados como un estado integral de pobreza de la población bajo estudio. Desde el punto de vista de una herramienta de monitoreo de pobreza, el resumir los diferentes resultados en una sola forma gráfica haría mucho más fácil su lectura. La autora realizó un análisis que trata de relacionar resultados en pobreza con variables de política (bono de desarrollo humano y otro gasto social) y de territorios: el Análisis exploratorio de la Pobreza Multidimensional en Ecuador (de 2011, disponible en www.espae.espol.edu. ec/econom%C3%ADa-y-negociosissn-13903527/ver-categoria). Este es un estudio de pobreza multidimensional para el Ecuador basado en análisis de correspondencia múltiple (ACM).
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El ACM permite representaciones que sugieren qué grupos de la población deben ser el objetivo de políticas de reducción de pobreza, así como qué tipo de política podría ser más efectiva en reducir la pobreza. Los resultados sugieren que los indicadores con la mayor distancia entre pobres y no pobres son los de vivienda, servicios y acceso a activos y que aquel con menor distancia pobre-no pobre es asistencia escolar. Además, habría una mayor distancia pobre-no pobre en áreas urbanas. También hay diferencias por género del jefe de hogar. Otra conclusión es que las ganancias en reducir la brecha entre pobres y no pobres parecen indicar que el mayor gasto social sí contribuye a dicha reducción en pobreza. El ACM parece ser una herramienta útil para el monitoreo de pobreza y relaciones de instrumentos de política y resultados en pobreza. Sin embargo este análisis exploratorio no demuestra causalidad ni resultados de costo beneficio del gasto social. Poder desagregar un indicador de pobreza por grupos o por territorios, manteniendo aún propiedades deseables, es importante por los usos potenciales que esos indicadores pueden tener como guía para monitoreo de avances en reducción de pobreza.2 Precisamente, esto es lo que hace el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) del Oxford Poverty and Human Development Initiative (OPHI) de la Universidad de Oxford. Este índice toma en consideración no solo el porcentaje de pobres sino también la intensidad promedio de las carencias (en salud, educación y activos) de los pobres. A mediados de junio, el OPHI hizo el lanzamiento de los resultados de su Índice de Pobreza Multidimensional Global para 2014 (ver www. dataforall.org/dashboard/ophi/index. php), pero en estos resultados constan datos del Ecuador para el año 2003. 2 En los estudios sobre indicadores de pobreza se consideran varios axiomas que un indicador de pobreza debe de cumplir.
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Metodologías para el análisis de la pobreza
1
Se considera como pobre a una persona que no pasa de un umbral determinado en la satisfacción de sus necesidades básicas de vivienda, salud, educación y empleo. Se incluyen características de las paredes y piso de la vivienda, los servicios agua, sanitarios o de eliminación de excretas, el estado de hacinamiento, dependencia económica y asistencia a la escuela. Los datos utilizados en estos análisis de NBI provienen usualmente de los censos nacionales (1990, 2001 y 2010).
2
Mideros relaciona indicadores de pobreza con objetivos de política al construir un índice de pobreza basado en algunos derechos señalados por la última Constitución: alimento y agua, comunicación e información, educación, vivienda, salud, trabajo y seguridad social. Define como pobres a aquellos que no gozan de un nivel considerado aceptable en al menos una dimensión. Observa mayor incidencia de pobreza en vivienda, trabajo y disponibilidad de un seguro de salud.
3
El Índice Ethos de Pobreza 2011 de la Fundación Ethos combina lo que llama dimensiones de pobreza de hogar como ingreso, educación, combustible para cocinar y electricidad, agua, eliminación de excretas, vivienda y hacinamiento, con lo que denomina pobreza del entorno como salud pública, instituciones, economía, democracia, seguridad pública, género y medioambiente.
4
El Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) del OPHI de la Universidad de Oxford toma en consideración no solo el porcentaje de pobres sino también la intensidad promedio de las carencias (en salud, educación y activos) de los pobres.
5
La autora realizó un análisis que relaciona resultados en pobreza con variables de política (bono de desarrollo humano y otro gasto social) y de territorios. Este estudio de pobreza multidimensional para el Ecuador basado en análisis de correspondencia múltiple (ACM) permite representaciones que sugieren qué grupos de la población deben ser el objetivo de políticas de reducción de pobreza, así como qué tipo de política podría ser más efectiva en reducir pobreza.
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Ahora que el Gobierno ha lanzado su campaña de erradicación de la pobreza cabe analizar cómo está la situación del país bajo la óptica de índices de pobreza multidimensional. Para esto y utilizando la metodología de OPHI, se presentan desagregaciones de pobreza por territorios y comparando dos años (1998 y 2006) para los cuales fue posible encontrar los datos requeridos para la construcción de este indicador de pobreza.3 El IPM del Ecuador en 1998 fue de 0,0699 y en 2006 cae a 0,0416. Los resultados del IPM por regiones y áreas corroboran la evolución positiva de la pobreza en los dos períodos analizados, con reducciones en casi todos los territorios analizados. Así por ejemplo, el IPM de las áreas urbanas pasó de 0,014 en 1998 a 0,010 en 2006 y el de las áreas rurales de 0,147 a 0,097 en el 3 Para detalles de la construcción del IPM ver, entre otros, Alkire y Foster, Counting and Multidimensional Poverty Measurement, OPHI, Working paper 7, 2007. Las bases de datos aquí usadas para la construcción de los IPM son las Encuestas de Condiciones de Vida 1998 y 2005-6. Estos resultados corresponden a los obtenidos en un estudio realizado por la autora para el Rimisp (Wong, Pobreza rural en el Ecuador, 2013).
mismo período. Las excepciones son la Sierra urbana en la que la pobreza ha permanecido igual y la Amazonía rural en la que la pobreza aumentó ligeramente entre 1998 y 2006. El Gráfico 1 permite apreciar que, en general, las reducciones en el IPM observadas en esos territorios se explican por reducciones tanto en la incidencia de la pobreza (eje horizontal) como en la intensidad de las privaciones (eje vertical). Las reducciones en el IPM por regiones fueron acompañadas por aumentos en las poblaciones respectivas, excepto por reducciones en el número de habitantes en la Costa rural (ver tamaño de círculos). El Gráfico 1 ilustra también que en el Ecuador el rango de incidencia de pobreza sigue siendo mayor que el rango en la intensidad de las carencias. En efecto, en el primer período analizado, año 1998, se observan porcentajes entre 1,2% (para la Amazonía urbana) y 37,4% (para la Amazonía rural) mientras que, al final, el rango de incidencia de pobreza va de 36,6% (de nuevo, para la Amazonía urbana) y 43,4% (para la Amazonía rural). Esta observación de que los rangos para la
intensidad de las privaciones son menores —aunque con mayores porcentajes— que los rangos para la tasa de pobres se cumple, en general, a nivel de otras desagregaciones. En otras palabras, en promedio, la intensidad de las carencias o privaciones es similar a través de todas las poblaciones de pobres analizadas: los pobres tienen similares carencias aunque haya más porcentaje de pobres en unas regiones que en otras. Por género del jefe del hogar, se observa que, a nivel nacional, la incidencia de pobreza es mayor en hogares cuyo jefe es hombre (0,073 en 1998 y 0,043 en 2006) que en los hogares cuyo jefe es mujer (0,055 en 1998 y 0,036 en 2006), pero en zonas rurales ocurre lo opuesto. La incidencia de pobreza es ligeramente mayor en hogares rurales con jefe mujer (0,150 en 1998 y 0,102 en 2006) que en hogares rurales con jefe hombre (0,146 en 1998 y 0,096 en 2006). Cabe preguntarse si el bono de desarrollo humano, con su condicionalidad en salud y educación y enfocados en mujeres madres y pobres en áreas urbanas, explica la menor pobreza en hogares urbanos con jefe mujer.
Gráfico 1
Pobreza multidimensional por región y área 1998, 2005-06 1, 2, 3 Fuentes: Cálculos propios utilizando las Encuestas de Condiciones de Vida (ECV) 1998 y 2005-2006, del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC). 1 Para los cálculos se utilizó la metodología del Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) de OPHI. 2 El tamaño de los círculos ilustra el número de habitantes. El número inserto en los gráficos es el IPM para cada una de las seis regiones y áreas consideradas. 3 El IPM toma en cuenta tanto la intensidad de las privaciones (eje vertical) como la incidencia de la pobreza (eje horizontal): un acercamiento al eje vertical indica una reducción en la incidencia, y un acercamiento al eje horizontal indica una reducción en la intensidad de las privaciones. Así se da el caso que, en la Costa rural, el IPM se redujo de 0,125 a 0,091 porque tanto la incidencia de la pobreza como la intensidad de las privaciones se redujeron.
1998
0,48 0,46
0,125
0,44 0,42
3459:) 0,164 0,158
0,018
0,40 0,38 0,36 0,34 -0,10
0,008 0,008 0,00
0,10 0,20 0,30 INCIDENCIA DE POBREZA
Costa urbana Sierra rural
Costa rural Amazonía urbana
0,40 Sierra urbana Amazonía rural
0,50
2005-06
0,50 INTENSIDAD PROMEDIO DE POBREZA
INTENSIDAD PROMEDIO DE PRIVACIONES
0,50
0,48 0,46 0,162
0,44
0,089
0,42
0,091
0,40
0,008
0,38 0,36 0,34 -0,10
0,004
0,012
0,00
0,10 0,20 0,30 INCIDENCIA DE POBREZA
Costa urbana Sierra urbana
Sierra rural Amazonía urbana
0,40
0,50
Costa rural Amazonía rural
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Es interesante resaltar también la contribución y la evolución de la pobreza por la contribución de los indicadores incluidos en el IPM (Gráfico 2). En 1998 los indicadores que más contribuyeron al IPM fueron los de acceso a servicios de salud (28%) y combustible para cocinar (16%). En 2006 el acceso a servicios de salud sigue siendo —y con una aún mayor contribución (36%)— el indicador de carencias que más contribuye al IPM. Con 12%, el segundo indicador que más contribuye al IPM en 2006 es el número de años de instrucción completados por cada persona en el hogar. La contribución al índice de pobreza del acceso a combustible para cocinar cae a 7%, quizá por el subsidio al gas de uso doméstico que se dio desde 1998 y el acceso más generalizado que se dio a esta fuente de combustible para cocinar desde entonces. Por estrategia de ingreso dominante también se corrobora la reducción en pobreza, con reducciones en el IPM en la mayoría de los grupos de hogares, tanto a nivel nacional como rural (Gráfico 3). La excepción son los hogares cuya estrategia dominante es por ingresos independientes agrícolas, cuyo IPM sube entre 1998
Gráfico 2
Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) Contribución por indicadores, 1998 y 2005-061 Fuentes: Cálculos propios utilizando las Encuestas de Condiciones de Vida (ECV) 1998 y 2005-2006, de Estadísticas y Censos (INEC). 1 Para los cálculos se utilizó la metodología del Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) de OPHI.
100%
8%
90%
7% 6% 4%
6%
70%
5%
10%
60%
9%
7%
50%
7%
40%
20%
4%
10% 0%
Bienes Combustible para cocinar Piso Electricidad Saneamiento Agua Acceso a servicios de asistencia en salud Nutrición Matriculación escolar
36%
28%
30%
Nacional
9%
16%
80%
del Instituto
9%
3% 6%
9%
12%
1998
2005
y 2006 tanto a nivel nacional (de 0,196 a 0,217) como rural (de 0,213 a 0,236). Los resultados con índices de pobreza multidimensional corroboran observaciones (de algunos estudios anteriores) sobre pobreza utilizando agregados de ingreso o gasto.
Años de educación
a) La mayor pobreza se presenta en hogares con jefe indígena o negro, con ningún o bajo nivel de educación y dedicados a labores agrícolas. b) La mayor pobreza se observa en hogares rurales.
Gráfico 3
Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) desagregado por estrategia de ingreso dominante del hogar 1998 y 2005-061 Fuentes: Cálculos propios utilizando las Encuestas de Condiciones de Vida (ECV) 1998 y 2005-2006, del Instituto Nacional de Estadísticas 1. Para los cálculos se utilizó la metodología del Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) de OPHI. Un acercamiento al centro de la telaraña tipo de hogar en consideración.
1998
Asalariado no agrícola Sin ingreso
0,300 0,200
Diversificado
Asalariado agrícola Independiente no agrícola
0,100
Sin ingreso
Independiente agrícola
Agrícola
0,200 Diversificado
para el
2005-06 Asalariado agrícola Independiente no agrícola
0,100
Ayudas interinas no institucionales
Independiente agrícola
Agrícola
Transferencias Remesas
Remesas
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0,300
IPM
0,000
Ayudas interinas no institucionales
Nacional
Censos (INEC).
Asalariado no agrícola
0,000
Transferencias
y
indica, para cada punta o rayo, una reducción en el
Rural
Nacional
Rural
nota
c) En general, ha habido reducción en pobreza en los hogares entre 1998 y 2006. Además indican que la mayor contribución a la pobreza medida por el IPM se observa en hogares que tienen acceso a tierra, lo cual presupone que su ocupación y fuente de ingreso es agrícola. Los resultados por sector de ocupación del jefe del hogar así lo corroboran, puesto que la mayor contribución a la pobreza se observa en hogares cuyo jefe tiene como sector de ocupación el agrícola, con una contribución al IPM de 71% a nivel nacional y de 80% a nivel rural, en 2006. La tarea es ahora realizar estimaciones similares con datos más recientes —cuando estos estén disponibles—. A través de los resultados del IPM para el Ecuador aquí resumidos, se corrobora el perfil de pobres en el país, pero también se observa que, si bien la incidencia en pobreza puede variar entre distintos territorios y desagregaciones por variables socioeconómicas, la intensidad promedio de las privaciones o carencias entre los pobres es similar y es elevada, en particular, en los hogares rurales. Por tanto, y a grandes y breves rasgos, quizá las políticas para reducir pobreza, en particular la rural, deban enfocarse en mercados laborales, inclusión social, educación y carencias básicas (acceso a servicios de salud y acceso a activos del hogar). Y no solo es el Gobierno el que tiene que intervenir para reducir la pobreza —como hasta la fecha se ha esperado y ha ocurrido—. En la agenda pos-Objetivos del Milenio, las empresas deben desempeñar un papel preponderante a través de diversas iniciativas, por ejemplo, de inclusión en mercado laboral y de empoderamiento de mujeres. Cada vez son más los estudios de casos que muestran formas en las cuales las empresas pueden tener tanto o mayor impacto que programas del Gobierno, sin costo para este último en la reducción de pobreza. * PhD, profesora Escuela de Posgrado en Administración de Empresas (Espae), Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol).
El primer Banco de Ideas toma impulso en el país “El principal valor agregado de una economía es el conocimiento”, dijo René Ramírez, secretario de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), en el lanzamiento del Banco de Ideas, cuyo objetivo es tener una plataforma en línea en la que la ciudadanía suba proyectos o iniciativas que puedan ser desarrollados a futuro. También los empresarios pueden publicar problemas y otros usuarios pueden ayudar a solucionarlos. Primero, hay que registrarse en la página y tomar un test de ADN emprendedor que permite conocer qué tipo de emprendedor es el usuario. Esto se hace a través de la página web www.bancodeideas.gob.ec. Después se presenta la idea, creando una historia que será revisada por quienes ingresen al portal. En la plataforma, la idea es analizada y, si llega a ser factible y prometedora, será dirigida a incubadoras de empresas que pueden ser públicas o privadas, y una vez ahí recibirán servicios especializados para generar un prototipo. El vicepresidente de la República, Jorge Glas, quien también asistió al evento, señaló que: “No nos basta con las investigaciones que sean exitosas”, sino que “detonen un proceso productivo”, ya que “estamos buscando cambiar la estructura económica del Ecuador”. El proyecto cuenta con un fondo de $ 27 millones pero, según Glas, la idea es que nuevos fondos estén disponibles constantemente. Este proyecto también ayudará al Gobierno a llegar a su objetivo de invertir 0,78% del PIB en investigación para 2014, que es el promedio en Latinoamérica, ya que en 2011 se invirtió solamente 0,35%. María Dolores Bermeo, subsecretaria de Innovación y Transferencia de Tecnología, afirmó que entre los proyectos existentes hay propuestas sobre inteligencia artificial, un traje especializado para no videntes y la elaboración de plástico biodegradable a partir de la cáscara de banano. La idea es que estas iniciativas sean generadas por universidades, laboratorios de investigación o jóvenes emprendedores y que este proyecto sirva para cumplir la meta de cambiar la matriz de producción anunciada por las autoridades, es decir, cambiar de una economía de recursos finitos como el petróleo a una de recursos infinitos como el conocimiento.
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