La Buena Noticia
Dios nos Habla hoy
20 de Febrero del 2011 Año 2 N° 49
LECTIO DIVINA VI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO A Pagina Web: www.pastoralfamiliarvenezuela.org/; www.apologeticacatolica.org/
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† Lectura del Santo Evangelio según San Mateo (5,38-48)
Ustedes han oído que se dijo: «Ojo por ojo y diente por diente.» Pero yo les digo: No resistan al malvado. Antes bien, si alguien te golpea en la mejilla derecha, ofrécele también la otra. Si alguien te hace un pleito por la camisa, entrégale también el manto. Si alguien te obliga a llevarle la carga, llévasela el doble más lejos. Da al que te pida, y al que espera de ti algo prestado, no le vuelvas la espalda. Ustedes han oído que se dijo: «Amarás a tu prójimo y no harás amistad con tu enemigo.» Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores, para que así sean hijos de su Padre que está en los Cielos. Porque él hace brillar su sol sobre malos y buenos, y envía la lluvia sobre justos y pecadores. Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué mérito tiene? También los cobradores de impuestos lo hacen. Y si saludan sólo a sus amigos, ¿qué tiene de especial? También los paganos se comportan así. Por su parte, sean ustedes perfectos como es perfecto el Padre de ustedes que está en el Cielo. Palabra del Señor. 1. LECTURA: ¿Qué dice el texto? PISTAS PARA LA LECTURA
En ningún lugar de la Biblia iremos a encontrar la afirmación de que debemos odiar a nuestros enemigos. Dios manda soy y lluvia sobre justos e injustos sobre amigos y enemigos. Jesús nos manda a que amemos a nuestros enemigos, ellos también son hijos de Dios. No existe merito alguno si solo amamos a aquellas personas a las cuales le somos agradables. El ejemplo máximo nos lo dio nuestro hermano Jesús que no discrimino a ser humano alguno, al contrario por todos sentía el mismo amor. Elaborado y diseñado por el Licdo. Orlando Carmona. Ministro de la Palabra.
Publicación Bíblica Semanal. Pagina Web: www.pastoralfamiliarvenezuela.org/ www.apologeticacatolica.org/
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2. MEDITACION ¿Qué me dice el texto? Preguntas para la meditación
¿Cómo respondo a la agresión de un hermano? ¿Soy violento de pensamiento palabra y de acción? ¿Devuelvo mal por mal? ¿Solamente amo a los que me aman? ¿En mis oraciones también se encuentran aquellas personas que me han ofendido y me han maltratado? ¿Acompaño en el dolor en la tristeza a aquellas personas que no conozco? ¿De que esta llena mi vida, de amor o de odio? ¿Busco la santidad como mi Padre celestial? 3. ORACION: ¿Qué le digo? Oremos al Señor con el Salmo 145 (lit 144). Este es un grandioso himno a los atributos divinos manifestados en las obras portentosas que Dios hace a favor de los seres humanos. Te celebro, oh Rey mi Dios, y bendigo tu nombre para siempre. Deseo bendecirte cada día, alabaré tu Nombre para siempre. Grande es el Señor, muy digno de alabanza, y no puede medirse su grandeza. De generación en generación se celebran tus obras, se cuentan tus proezas. El esplendor, la gloria de tu Nombre, tus maravillas, los repetiré. De tu poder formidable se hablará, y tus grandezas yo las contaré. Nos harán recordar tu gran bondad y se proclamará tu justicia. El Señor es ternura y compasión, paciente y lleno de amor. El Señor es bondad para con todos, sus ternuras están en todas sus obras. Te den gracias, Señor, todas tus obras, te bendigan tus amigos; que hablen de la gloria de tu reino y anuncien tus hazañas. 4. CONTEMPLACION: ¿Cómo interiorizo el mensaje
Cómo interiorizo el mensaje? ¿Cómo interiorizamos el mensaje? Contemplemos el texto utilizado en la aclamación antes del Evangelio de la liturgia del día de hoy:
En aquel que cumple la palabra de Cristo el amor de Dios ha llegado a su plenitud (1Jn 2,5)
En aquel que cumple la palabra de Cristo el amor de Dios ha llegado a su plenitud (1Jn 2,5)
En aquel que cumple la palabra de Cristo el amor de Dios ha llegado a su plenitud (1Jn 2,5)
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5. ACCION: ¿A que me comprometo?
Propuesta Personal
No guardar rencor ni odio hacia ninguna persona, aunque me halla tratado mal.
CATEQUESIS DE SANTO TOMAS DE AQUINO (SUMA TEOLOGICA) Artículo 7: ¿Es más meritorio amar al enemi-
go que al amigo? Objeciones por las que parece que es más meritorio amar al enemigo que al amigo: 1. Leemos en San Mateo (5,46): Si amáis a quien os ama, ¿qué recompensa recibiréis? Amar, pues, al amigo no merece recompensa; la tiene, en cambio, amar al enemigo, como allí mismo se dice. Es, pues, más meritorio amar al enemigo que al amigo. 2. Una cosa es tanto más meritoria cuanto mayor es la caridad de que procede. Pues bien, amar a los enemigos es propio de los hijos de Dios perfectos, como afirma San Agustín en Enchir.; amar, en cambio, al amigo se considera como caridad imperfecta. Por lo tanto, es más meritorio amar al enemigo que al amigo. 3. Debe haber más mérito donde hay mayor esfuerzo para el bien, ya que cada cual recibe su galardón según su trabajo, como vemos en 1 Cor 3,8. Ahora bien, el hombre necesita mayor esfuerzo para amar al enemigo que para amar al amigo, porque es más difícil. En consecuencia, parece más meritorio amar al enemigo que al amigo. Contra esto: está el hecho de que lo mejor es lo más meritorio. Pues bien, es mejor amar al amigo, ya que es más adecuado amar al mejor, y es mejor el amigo que ama que el enemigo que odia. Por tanto, es más meritorio amar al amigo que al enemigo. Respondo: Como ya hemos expuesto (q.25 a.1), el motivo de amar al prójimo con caridad es Dios. Por tanto, cuando se pregunta qué sea mejor o más meritorio, amar al amigo o al enemigo, estos dos tipos de amor pueden compararse entre sí de dos maneras: por parte del prójimo amado y por parte del motivo por el que se le ama. En el primer sentido, el amor al amigo
peor: siempre es peor odiar al amigo que odiar al enemigo. Bajo el segundo aspecto, el amor al enemigo sobresale por dos cosas. Primera, porque el amor al amigo puede darse por un motivo que no sea Dios; el amor, en cambio, al enemigo tiene como motivo único a Dios. Segunda: en el supuesto de que uno y otro sean amados por Dios, arguye mayor fuerza el amor de Dios que lleva el ánimo del hombre hacia objetos más alejados, es decir, hasta el amor a los enemigos, de la misma manera que se manifiesta más ardiente la fuerza del fuego cuanto más lejos difunde su calor. De manera análoga, tanto más fuerte se demuestra el amor de Dios cuanto más difíciles son las cosas que se realizan por El, como es asimismo más fuerte la fuerza del fuego cuanto menos combustible es la materia que puede quemar. Sin embargo, como el mismo fuego calienta más de cerca que de lejos, así también la caridad ama con más ardor a los allegados que a los extraños. Desde este punto de vista, el amor a los amigos, considerado en sí mismo, es más ferviente y mejor que el amor a los enemigos. A las objeciones: 1. La palabra del Señor debe entenderse de manera estricta. El amor a los amigos carece, en realidad, de mérito ante Dios cuando son amados solamente por serlo. Este parece ser el caso de quienes, amando a sus amigos, no aman a los enemigos. Es, en cambio, meritorio el amor a los amigos si son amados por Dios y no sólo por ser amigos. 2. Y 3: La respuesta a las otras objeciones es evidente. Las dos que siguen proceden del motivo del amor, y la última, la del Sed contra, considera el objeto amado.
prevalece sobre el amor al enemigo. El amigo, en verdad, no solamente es mejor, sino que también está más unido a nosotros. Por lo tanto, es una realidad más propicia para el amor, y por lo mismo el amor a esa realidad es mejor. En consecuencia, lo opuesto es
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La Familia: Meditando el Evangelio (Mt 5,38-48)
“La ultima lección de la escuela de valores de Jesús” Algunas breves anotaciones iníciales: (1) El pasaje se ubica dentro de la sección en la que se describe la Nueva Ley que inspira al discípulo de Jesús, la “Justicia mayor del Reino” (Mt 5, 20-48). (2) En esta sección, como hemos visto, en seis ocasiones Jesús retoma la Ley (“Habéis oído que se dijo…”) para mostrar cómo él se da la justicia nueva y superior, es decir, la plenitud de la Ley (“Pero yo os digo…”). Por este elemento formal, esta sección es conocida como de las “antítesis”. (3) Estamos ahora ante la quinta y sexta antítesis. Éstas, como indicamos arriba, exponen lo nuevo del estilo de vida de un discípulo de Jesús en el ámbito relacional conflictivo, particularmente cuando uno es el ofendido. (4) La quinta antítesis expone la reacción que se espera de un discípulo ante situaciones de agresión puntuales. La sexta, ante situaciones permanentes (un “enemigo”). La última lección que Jesús da en esta escuela de valores que enseña a convivir al estilo del Reino de Dios es, precisamente, que lo que le da plenitud a la Ley es la identificación con los comportamientos y actitudes del Padre celestial: una vida de Hijos de Dios: “Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial” (5,48). Aquí ya no se habla de un valor específico sino de la fuente de todos los valores: la perfección del Padre. Si bien Dios Padre es perfecto en todo lo que pudiéramos pensar, aquí se está aludiendo a aquello que más lo caracteriza con relación a nosotros: el amor (ver en Lucas 6,39 cómo aparece explícitamente el término “misericordia”). Las bienaventuranzas llevan a vivir según el Corazón del Padre. Las “buenas obras” que reflejan la luz de la vida nueva de los discípulos son aquellas que hacen notar una vida de “hijos” que llevan en sí la impronta de la personalidad del Padre: “para viendo…glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (5,16). Los buenos hijos honran su apellido. Por lo tanto el criterio último de acción no es la “Ley” escrita sino la manera de ser del Padre que se reflejó nítidamente en la praxis de misericordia de Jesús de Nazareth.
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VOCABULARIO BIBLICO Perfecto: gr. teleios “fin”. Etimológicamente, el epíteto se aplica a los seres limitados de quienes se indica que están completos, acabados, sin defecto y que gozan de la integridad física y moral (Gn 17,1; Lv 22,22). Aunque la Biblia proclama que las obras de Dios son perfectas (Dt 32,4; sal 19,8). Mateo pone en Dios el ideal de la perfección propuesta a los creyentes; no contentarse con la practica de la Ley sino amar a todos los hombres, dar sus bienes a los pobres (Mt 19,21). Incluso si no es más que principiante , “un niño”, la nueva perfección no por eso está en peligro, sino que es relativa respecto de un estado que no se conseguirá más que en el cielo en el “Hombre Perfecto” (Ef 4,13). Y sin embargo, gracias a Jesús que ha sido perfecto, es decir llevado a su plenitud (Teleiôsai), hecho hombre recreado según el plan de Dios, el creyente debe tender a la perfección. El mismo ideal se contempla mediante la negación de una impureza (gr “mômos que significa “sin tacha”) o de una conducta censurable.
Odio: gr. misos. El odio es contrario al amor, es un homicidio (Gn 4,2-8). Fruto del pecado, es de origen satánico (Sb 2,24). De ahí, la dura alternativa ante la cual se coloca el hombre a quien manifiesta su verdad y su amor, él debe elegir: uno u otro. Jesus , al entregar su vida, destruyo el odio (Ef 2,14-16). En adelante, solamente debe ser odiado el mal y nunca el pecador (Lc 6,27).
Publicano: lat. publicanus (derivado de publicus: “publico”): Arrendador de los dineros públicos. gr. telônes (de telos: “impuesto”). En el NT la palabra designa no la persona principal que centraliza la recogida del impuesto, sino un agente subalterno judío a quien debería más bien llamarse “recaudador de impuestos”. Éste era despreciado y asimilado a los pecadores públicos (Mt 9,11) por su relación con el poder pagano ocupante (Mt 18,17) y por sus frecuentes exacciones (Lc 3,12ss); por eso era rechazado por todo judío observante de la Ley, pero no por Jesús.
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