La Buena Noticia
Dios nos Habla hoy LECTIO DIVINA
27 de Marzo del 2011 Año 2 N° 54
DOMINGO III DE CUARESMA. CICLO A Pagina Web: www.pastoralfamiliarvenezuela.org/; www.apologeticacatolica.org/
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† Lectura del Santo Evangelio según San Juan 4,5-42 5 Y fue así como llegó a un pueblo de Samaria llamado Sicar, cerca de la tierra que Jacob dio a su hijo José. 6 Allí se encuentra el pozo de Jacob. Jesús, cansado por la caminata, se sentó al borde del pozo. Era cerca del mediodía. 7 Fue entonces cuando una mujer samaritana llegó para sacar agua, y Jesús le dijo: «Dame de beber.» 8 Los discípulos se habían ido al pueblo para comprar algo de comer. 9 La samaritana le dijo: «¿Cómo tú, que eres judío, me pides de beber a mí, que soy una mujer samaritana?» (Se sabe que los judíos no tratan con los samaritanos). 10 Jesús le dijo: «Si conocieras el don de Dios, si supieras quién es el que te pide de beber, tú misma le pedirías agua viva y él te la daría.» 11 Ella le dijo: «señor, no tienes con qué sacar agua y el pozo es profundo. ¿Dónde vas a conseguir esa agua viva? 12 Nuestro antepasado Jacob nos dio este pozo, del cual bebió él, sus hijos y sus animales; ¿eres acaso más grande que él?» 13 Jesús le dijo: «El que beba de esta agua volverá a tener sed, 14 pero el que beba del agua que yo le daré nunca volverá a tener sed. El agua que yo le daré se convertirá en él en un chorro que salta hasta la vida eterna.» 15 La mujer le dijo: «Señor, dame de esa agua, y así ya no sufriré la sed ni tendré que volver aquí a sacar agua.» 16 Jesús le dijo: «Vete, llama a tu marido y vuelve acá.» 17 La mujer contestó: «No tengo marido.» Jesús le dijo: «Has dicho bien que no tienes marido, 18 pues has tenido cinco maridos, y el que tienes ahora no es tu marido. En eso has dicho la verdad.» 19 La mujer contestó: «Señor, veo que eres profeta. 20 Nuestros padres siempre vinieron a este cerro para adorar a Dios y ustedes, los judíos, ¿no dicen que Jerusalén es el lugar en que se debe adorar a Dios?» 21 Jesús le dijo: «Créeme, mujer: llega la hora en que ustedes adorarán al Padre, pero ya no será "en este cerro" o "en Jerusalén". 22 Ustedes, los samaritanos, adoran lo que no conocen, mientras que nosotros, los judíos, adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. 23 Pero llega la hora, y ya estamos en ella, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. 24 Entonces serán verdaderos adoradores del Padre, tal como él mismo los quiere. Dios es espíritu, y los que lo adoran deben adorarlo en espíritu y en verdad.» 25 La mujer le dijo: «Yo sé que el Mesías, (que es el Cristo), está por venir; cuando venga, nos enseñará todo.» 26 Jesús le dijo: «Ese soy yo, el que habla contigo.» 27 En aquel momento llegaron los discípulos y se admiraron al verlo hablar con una mujer. Pero ninguno le preguntó qué quería ni de qué hablaba con ella. 28 La mujer dejó allí el cántaro y corrió al pueblo a decir a la gente: 29 «Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será éste el Cristo?» 30 Salieron, pues, del pueblo y fueron a verlo. 31 Mientras tanto los discípulos le insistían: «Maestro, come.» 32 Pero él les contestó: «El alimento que debo comer, ustedes no lo conocen.» 33 Y se preguntaban si alguien le habría traído de comer. 34 Jesús les dijo: «Mi alimento es hacer la voluntad de aquel que me ha enviado y llevar a cabo su Elaborado y diseñado por el Licdo. Orlando Carmona. Ministro de la Palabra.
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obra. 35 Ustedes han dicho: "Dentro de cuatro meses será tiempo de cosechar". ¿No es verdad? Pues bien, yo les digo: Levanten la vista y miren los campos: ya están amarillentos para la siega. 36 El segador ya recibe su paga y junta el grano para la vida eterna, y con esto el sembrador también participa en la alegría del segador. 37 Aquí vale el dicho: Uno es el que siembra y otro el que cosecha. 38 Yo los he enviado a ustedes a cosechar donde otros han trabajado y sufrido. Otros se han fatigado y ustedes han retomado de su trabajo.» 39 Muchos samaritanos de aquel pueblo creyeron en él por las palabras de la mujer, que declaraba: «El me ha dicho todo lo que he hecho.» 40 Cuando llegaron los samaritanos donde él, le pidieron que se quedara con ellos. Y se quedó allí dos días. 41 Muchos más creyeron al oír su palabra, 42 y decían a la mujer: «Ya no creemos por lo que tú has contado. Nosotros mismos lo hemos escuchado y sabemos que éste es verdaderamente el Salvador del mundo.» 2. MEDITACION ¿Qué me dice el texto? Preguntas para la meditación
¿Le pido constantemente a Jesús el “agua que Él ofrece para convertirme en un manantial? ¿Mi alimento es hacer la voluntad de Dios? ¿Soy testimonio del amor de Dios para mi familia, mis amigos, vecinos etc.?
3. ORACION: ¿Qué le digo? Oremos con el Salmo 63 (lit 62),que manifiesta el deseo de querer comunicarse espiritualmente con Dios. Oh Dios, tú eres mi Dios, a ti te busco, mi alma tiene sed de ti; en pos de ti mi carne languidece cual tierra seca, sedienta, sin agua. Por eso vine a verte en el santuario para admirar tu gloria y tu poder. Pues tu amor es mejor que la vida, mis labios tu gloria cantarán. Quiero bendecirte mientras viva y las manos en alto invocar tu Nombre. Mi alma está repleta, pingüe y blanda, y te alaba mi boca con labios jubilosos. Cuando estoy en mi cama pienso en ti, y durante la noche en ti medito, pues tú fuiste un refugio para mí y salto de gozo a la sombra de tus alas. Mi alma se estrecha a ti con fuerte abrazo y tu diestra me toma de la mano. Los que en vano quieren perderme irán a parar debajo de tierra. Serán muertos al filo de la espada, servirán de festín a los chacales. 4. CONTEMPLACION: ¿Cómo interiorizo el mensaje
Cómo interiorizo el mensaje? ¿Cómo interiorizamos el mensaje? Contemplemos el versículo 23 del Evangelio y veamos si verdaderamente adoramos a Dios.
Los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. Los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. Los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad.
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5. ACCION: ¿A que me comprometo?
Propuesta Personal
Adorar a Dios con todas mis fuerzas y, como dice el Evangelio en espíritu y verdad.
CATEQUESIS DE SAN AGUSTÍN AL EVANGELIO Llegó, pues, a una ciudad de Samaria, de nombre Sicar, cerca del predio que Jacob dio a su hijo José. En él estaba la fuente de Jacob (Jn 4,5-6). Se trataba de un pozo, pero todo pozo es una fuente, aunque no toda fuente sea un pozo. Se llama fuente siempre que el agua mana de la tierra y sirve a las necesidades de quienes van por ella; si el manantial está a la vista y a flor de tierra se le llama simplemente fuente; si, por el contrario, está hondo y profundo, se le llama pozo, sin dejar de ser fuente. Jesús, pues, fatigado del viaje, se hallaba así, sentado, sobre el brocal del pozo. Era aproximadamente la hora sexta. Ya comienzan los misterios. Pues no en vano se fatiga Jesús; no en vano se fatiga la Fortaleza de Dios; no en vano se fatiga aquel que nos restablece cuando nos hallamos cansados; no en vano se fatiga aquel cuyo abandono nos fatiga y cuya presencia nos fortalece. De todos modos, Jesús se fatiga; y se fatiga del viaje y se sienta; y fatigado se sienta en el pozo, a la hora sexta. Todo esto quiere sugerirnos algo, quiere indicarnos algo; reclama nuestra atención y nos invita a llamar. Ábranos a mí y a vosotros quien se ha dignado exhortarnos con estas palabras: Llamad y se os abrirá (Mt 7,7). Jesús se ha fatigado en el viaje por ti. Vemos que Jesús es la fortaleza y le vemos débil; le vemos fuerte y le vemos débil. Fuerte porque en el principio existía la Palabra y la Palabra estaba junto a Dios y la Palabra era Dios. Ella estaba al principio en Dios. ¿Quieres ver la fortaleza de este Hijo de Dios? Todo fue hecho por ella y sin ella nada se hizo; todo lo hizo sin cansancio alguno.
Y llega una mujer (Jn 4,7). Es figura de la Iglesia, aún no justificada, pero a punto de serlo: éste es el tema de conversación. Viene sin saber nada, encuentra a Jesús y Jesús trabó conversación con ella. Veamos sobre qué cosa y con qué intención. Llega una mujer de Samaria a sacar agua. Los samaritanos no eran judíos; sino extranjeros, aunque vivían en regiones circunvecinas. Sería demasiado largo contar el origen de los samaritanos. Para no alargarme demasiado, dejando sin tocar quizá las cosas importantes, basta con que consideremos a los samaritanos como extranjeros. Y para que no se piense que mi afirmación tiene más audacia que verdad, oíd lo que dice el Señor Jesús de aquel samaritano, uno de los diez leprosos limpiados por él y el único que volvió a agradecérselo: ¿No eran diez los limpiados de la lepra? ¿Dónde están, pues, los otros nueve? ¿Ningún otro volvió a darle las gracias a excepción de este extranjero? (Lc 17,17). Está lleno de significado el hecho de que esta mujer, que figuraba a la Iglesia, procediese de un pueblo extranjero para los judíos; en efecto, la Iglesia se formaría de los gentiles, que los judíos tenían por extranjeros. Escuchemos, pues, nosotros mismos en su persona, reconozcámonos en ella y en ella demos gracias a Dios por nosotros. Ella era la figura, no la realidad; ella misma fue primero símbolo y luego se convirtió en realidad, pues creyó en aquel que quería hacer de ella una figura nuestra. Vino, pues, a sacar agua. Había venido solamente a sacar agua, como suelen hacerlo los hombres y las mujeres.
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La Familia: Meditando el Evangelio (Jn 4,5-42) El pasaje de Juan tiene tres partes bien esbozadas y en la cual solo trataremos el momento del dialogo con la samaritana. Jn 4,5-26 (1er Momento) El encuentro de Jesús con la samaritana Persona
Jn 4,27-38 (2do Momento) El diálogo con los discípulos Comunidad
Jn 4,39-42 (3er Momento) El encuentro de Jesús con los samaritanos Sociedad
Las características del encuentro de Jesús con la mujer son: Es un encuentro que va desde fuera hacia dentro de la ciudad: comienza con Jesús y la samaritana solos junto al pozo, luego entra en escena la comunidad de los discípulos y junto con ellos Jesús contempla los campos, finalmente Jesús es conducido hacia dentro de la ciudad, donde es acogido como huésped de honor. Es un encuentro que va da del pozo físico al pozo del corazón: el corazón humano que por sí mismo no puede producir vida, el corazón de Dios de donde viene el don inagotable de la vida. Es un encuentro verdaderamente salvífico que conduce de la conciencia del pecado (la lejanía de Dios) a la experiencia plenificante de la adoración de Dios (la entrega de la vida a él) según la manera como Jesús la enseña. Es un encuentro que va de la disgregación a la congregación. En el encuentro con el Verbo se da un proceso que quiebra dicotomías, reconciliando hombre-mujer (conflictos de género), judíosamaritano (enemigos políticos), verdadero-falso adorador de Dios (discriminaciones religiosas). Es un encuentro que integra lo personal y lo comunitario, la experiencia personal y la misión. La samaritana vive su experiencia personal de Jesús pero confiesa su fe sólo junto con su comunidad. El encuentro salvífico de Jesús con la samaritana es el punto de partida de la misión: de la samaritana misma y de los discípulos. Finalmente, es un encuentro que va del “no tener” al “tener” (del “tú no tienes” al “yo te puedo dar”). Su función es educar para comprender la grandeza del don de Jesús, la necesidad que tenemos de él, la manera como se “obtiene” y el llamado a compartirlo.
Elaborado y diseñado por el Licdo. Orlando Carmona. Ministro de la Palabra.
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VOCABULARIO BIBLICO Samaritanos: Samaria era la capital del reino del norte fundada por Omrí hacia el 880 a.C (1R 16, 24). Después de la deportación del 722a.C , su población es una mescla de razas (2R 17,3-6.24). Destruida en el 108 a.C fue reedificada en el 30 a.C con el nombre de Sebaste. En el siglo I los samaritanos eran tratados como heréticos, legalmente impuros. (Lc 9, 52; Jn 4,9).
Templo: gr. Hieron (Sagrado) designa el edificio en su conjunto, el gr. naos designa la parte del templo donde habita la divinidad, el “santuario”; esta distinción no siempre es respetada por las traducciones. En el NT solamente emplea naos para designar el templo en sentido espiritual. El templo de Jerusalén es un edificio imponente, con un perímetro de unos 1.500 m, reconstruido bajo Herodes el Grande, luego destruido en el 70. Lo componen 2 partes: un recinto de libre acceso para todos, y el santuario propiamente dicho, inaccesible a los no judíos (Hch 21,28). El recinto del atrio de los paganos, es una ancha explanada que sirve de plaza publica. Está rodeada de pórticos (uno de ellos es el de Salomón, al este , con columnas de 11 m de altura), bajo los que se pasea la gente, o se concentra para escuchar la enseñanza de la Ley. Desde el centro de la explanada, a través de la Puerta Hermosa, se llega primeramente al atrio de las mujeres, un cuadrado de unos 65 m por lado, donde están , cerca de la sala del Tesoro, los cepillos de las ofrendas; desde el se pasa al atrio de los hombres que rodea el atrio de los sacerdotes donde destaca el altar de los holocaustos. Finalmente se llega a un edificio que comprende una primera sala, el Santo, donde se encuentra el altar del incienso, el candelabro de oro, la mesa de los panes de la presencia, una cortina doble lo aísla de una cámara que en tiempos de Jesús estaba vacía, el Santo de los Santos. El templo es el corazón de la vida de Israel. En él se ofrecen a diario el holocausto y los sacrificios del incienso; allí se ora a una ora fija (Hch 3,1), tres veces al año, o al menos por Pascua los israelitas debían subir a él en peregrinación, de todo el país e incluso de más lejos (Lc 2,41); finalmente , es en el templo donde deben inmolar el cordero pascual que consumirán en casa. Jesús observa y aprueba las practicas cultuales del Templo, aunque condena el formalismo que las ha viciado (Mt 5,23ss, 12,2-7). Quiere que se le respete, a pesar de que anuncia su próxima destrucción. Al morir, se rasga el velo y el santuario pierde su carácter sagrado (Mt 27,51). Los creyentes han visto en Jesucristo el santuario verdadero, santuario de carne que será reedificado en el momento de su resurrección y donde en adelante hay que celebrar el nuevo culto (Jn 2,19-21). Elaborado y diseñado por el Licdo. Orlando Carmona. Ministro de la Palabra.
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