Dios nos quiere hablar (3) Para qué nos habla Dios

I.

Introducción a. Hace un par de semanas iniciamos, no solo el año , sino también una nueva serie llamada “Dios nos quiere hablar” b. Como parte de la visión que el Señor nos dio para este año, El año para escuchar a Dios, hemos estado hablando de i. El hecho de que Dios nos quiere hablar 1. Lo hizo antes que entrara el pecado en el mundo 2. Lo hizo después de que entrar el pecado en el mundo ii. Cómo nos habla Dios 1. Vimos un poco de mi propia experiencia escuchando a Dios 2. Básicamente concluimos que Dios es creativo y nos puede hablar de muchas manera, así que debemos estar atentos c. La semana pasada iniciamos a ver la historia del llamamiento de Samuel y la primera vez que Dios le habló (1 Sam. 3:1-10) i. Vimos que Samuel tenía hambre de Dios – durmiendo en el lugar santísimo ii. Vimos que a pesar de haber crecido en el templo, no había conocido a Dios, ni su palabra le había sido revelada iii. Vimos que no reconoció la voz de Dios iv. Terminamos con una respuesta sencilla, que debería de salir del corazón de cada uno de nosotros “habla Señor, porque tu siervo escucha” d. Esta semana vamos a continuar con la historia de Samuel y vamos a ver lo que Dios le quería hablar y lo que Samuel hizo con ello i. En el proceso, espero yo, vamos a descubrir para qué nos habla Dios ii. Vamos a descubrir que hacer con lo que hemos recibido o escuchado de parte de Dios

II.

La palabra en contra de Elí (1Sa 3:11-13 “Y Jehová dijo a Samuel: He aquí haré yo una cosa en Israel, que a quien la oyere, le retiñirán ambos oídos. 12 Aquel día yo cumpliré contra Elí todas las cosas que he dicho sobre su casa, desde el principio hasta el fin. 13 Y le mostraré que yo juzgaré su casa para

 

siempre, por la iniquidad que él sabe; porque sus hijos han blasfemado a Dios, y él no los ha estorbado.”) a. “Por la iniquidad que él sabe” i. Cuando Dios pronuncia juicio sobre alguien, no va a sorprender a ese alguien, generalmente ya sabemos que lo que estamos haciendo es malo pero se nos olvida o nos endurecemos ii. Elí sabía cuál era el pecado sobre el cual Dios le estaba hablando iii. Dios ha puesto su Espíritu Santo en nuestros corazones para que constantemente nos esté convenciendo de pecado (Jn 16:8 “Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.”) iv. Cuando una palabra así viene, cuando Dios le “cuenta el chisme” a alguien más, es porque no quisimos escuchar su voz, que ya nos estaba hablando, sobre el pecado que estábamos cometiendo b. Nota importante para los papas (aunque nos salgamos un poco del tema) i. La manera en la que educamos a nuestros hijos importa ii. Hay cosas que ellos no deben decidir o no tienen la madurez para opinar… sobre todo en las cosas de Dios 1. Muchos padres dicen que no le van a enseñar una religión a sus hijos para que luego ellos puedan decidir por si mismos 2. El que no le enseña nada acerca de Dios a sus hijos, les está enseñando muchos acerca de Dios a. Les está enseñando que Dios no es una prioridad b. Les está enseñando que Dios no vale la pena iii. A pesar de que los padres no podemos impedir que nuestros hijos pequen, si es lo que ellos quieren hacer, debemos estorbar el pecado 1. Cuidemos a nuestros hijos 2. Pongámosles límites 3. Exijamos cuentas de parte de ellos c. Para qué nos habla Dios i. En este caso Dios habló a Samuel para proferir un juicio contra Elí, pero esa no es la única razón por la que Dios habla 1. Si esta fuera la única razón y el único ejemplo estoy seguro que muchos dirían “no quiero que Dios me hable” 2. Una nota para los que tienen un don profético a. Cuando leemos a los profetas del Antiguo Testamento, generalmente venían a decir cosas que la gente no quería escuchar

 

b. Hoy en día la mayoría de la palabra profética que he escuchado viene a prometer cosas lindas para las personas y rara vez trae reprensión c. No estoy diciendo que Dios no puede hablarnos cosas lindas, pero no es el patrón histórico y bíblico ii. Dios habla por muchas razones… vamos a verlo principalmente en dos pasajes bíblicos 1. 2Ti 3:16-17 “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” a. Enseñar i. Doctrina – algunas versiones en inglés dicen doctrina en lugar de enseñar ii. A través de la escritura, la palabra de Dios, conocemos a Dios iii. Conocemos la historia de Dios iv. Conocemos la misericordia de Dios v. Hay verdades que, a no ser por la palabra (revelación) de Dios, no podríamos conocer, ya que no son intuitivas b. Redargüir i. Evidenciar falsas doctrinas ii. Nos enseña nuestro pecado iii. La obra del Espíritu Santo es convencer al mundo de pecado iv. La mayoría de personas que conozco han caído en pecado pueden señalar un momento donde algo / alguien les hizo ver que iban en un mal camino y decidieron ignorarlo c. Corregir i. A diferencia de redargüir, la corrección generalmente implica castigo o disciplina…ya hay una consecuencia ii. El propósito del castigo o al disciplina es el bien del disciplinado, no la disciplina en si misma d. Instruir en justicia i. Nos enseña que es bueno ii. Nos habla sobre que podemos y debemos hacer

 

e. Perfeccionar i. La palabra perfeccionar no significa dejar sin defectos sino completar ii. Nos da todo lo que necesitamos, todas las herramientas, todas la convicciones, toda la instrucción iii. Nos equipa 2. 1Co 14:3 “Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación.” a. La palabra de Dios, aunque nos traiga una reprensión, nos edifica i. Cuando Dios pronunciaba un juicio contra una persona o una nación lo hacía con el propósito de que ellos se arrepintieran ii. Dios no quería destruir a Nínive, quería que se arrepintieran y vivieran… la palabra profética fue de edificación para esa ciudad iii. La palabra de Dios trae un crecimiento espiritual b. Es difícil separar la exhortación de la consolación ya que la misma palabra en griego se traduce de las dos manera en diferentes pasajes i. Su palabra nos va a levantar cuando estamos caídos ii. Su palabra nos va a motivar a seguir haciendo lo que debemos hacer iii. Su palabra nos va a consolar en momentos difíciles iv. Su palabra nos van a traer vida – con su palabra creó al mundo III.

Sabiduría y disposición a. 1Sa 3:14-17 “Por tanto, yo he jurado a la casa de Elí que la iniquidad de la casa de Elí no será expiada jamás, ni con sacrificios ni con ofrendas. 15 Y Samuel estuvo acostado hasta la mañana, y abrió las puertas de la casa de Jehová. Y Samuel temía descubrir la visión a Elí. 16 Llamando, pues, Elí a Samuel, le dijo: Hijo mío, Samuel. Y él respondió: Heme aquí. 17 Y Elí dijo: ¿Qué es la palabra que te habló? Te ruego que no me la encubras; así te haga Dios y aun te añada, si me encubrieres palabra de todo lo que habló contigo.” i. Había una disposición en Elí hacia Dios

 

1. Parece que Elí ya sospecha que puede ser un juicio contra él y aun así pide saberlo 2. Esto grita “quiero de Dios, aunque me duela un poco” ii. ¿Quieres escuchar a Dios aunque lo que te diga no te termine de gustar o solo quieres que te hable si te va a decir lo que quieres oír? iii. Yo no quiero la palabra de Dios a medias… así es como comienzan las herejías b. 1Sa 3:18 “Y Samuel se lo manifestó todo, sin encubrirle nada. Entonces él dijo: Jehová es; haga lo que bien le pareciere.” i. Cuando recibimos algo de parte de Dios no debemos quedarnos con ello, debemos pasarlo a aquellos para los cuales fue hablado ii. Debemos hacerlo con sabiduría 1. En este caso Elí estaba dispuesto, pero este no siempre va a ser el caso 2. A veces Dios nos va a decir algo para alguien que no lo quiere escuchar 3. Cuando esto pase debemos entender que podemos usar de sabiduría (1Co 14:32 “Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas”) a. Solo porque recibí algo no significa que tengo que decirlo en ese exacto momento b. Puedo, debo, buscar el momento más adecuado c. Ejemplo de Natán con David (2Sam. 12) i. Este era un tiempo donde el Rey podía matar a alguien solo porque no le caía bien ii. Natán recibe de Dios una palabra de reprensión y juicio contra el rey David iii. Se lo contó en forma de una historia iv. David se incriminó solo iii. ¿Cómo vamos a responder cuando Dios nos hable y nos redarguya o nos corrija? 1. Muchos responden con orgullo, tratando de convencer a Dios que él está equivocado 2. Muchos responden rebelándose contra Dios y criticando su ley 3. Elí, aunque respondió bien, sometiéndose a la palabra de Dios, tiene algo de resignación a. Es como si pensara que ya no hay nada que hacer b. Dios siempre nos habla para que nos arrepintamos y clamemos a él

 

c. En muchas otras ocasiones vemos a Dios diciendo que para algunos ya no iba a haber perdón y cuando estos clamaron Dios mostró misericordia 4. Una de las verdades que Dios le habla a todos, y que no es fácil de escuchar, es que somos pecadores y que somos dignos de un castigo eterno a. He visto todas estas respuestas ante nuestra realidad como seres humanos b. Si nos sometemos, pero clamamos a Dios, vamos a descubrir el inmenso amor de Dios y el maravilloso evangelio 5. Si Dios te habla, no endurezcas tu corazón (Heb 3:7-9 “Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, 8 No endurezcáis vuestros corazones, Como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto, 9 Donde me tentaron vuestros padres; me probaron, Y vieron mis obras cuarenta años.”) IV.

Conclusiones a. 1Sa 3:19 “Y Samuel creció, y Jehová estaba con él, y no dejó caer a tierra ninguna de sus palabras.” i. La Biblia reconoce que a veces nuestra carne se va a meter (tanto en lo que otros reciben para nosotros como en lo que recibimos para otros o para nosotros mismos) ii. 1Te 5:20-21 “No menospreciéis las profecías. 21 Examinadlo todo; retened lo bueno.” iii. Nada que recibamos va a tener una autoridad bíblica iv. Cuando recibimos algo de Dios, no lo menospreciemos, guardémoslo en nuestros corazones y estemos a la expectativa de lo que Dios va a hacer b. Dios se manifiesta nuevamente a aquellos que no han dejado caer sus palabras (1Sa 3:20-21 “Y todo Israel, desde Dan hasta Beerseba, conoció que Samuel era fiel profeta de Jehová. 21 Y Jehová volvió a aparecer en Silo; porque Jehová se manifestó a Samuel en Silo por la palabra de Jehová.”)