DOCUMENTO DEL AREA ESTRATEGICA DE RECURSOS NATURALES (*)

DOCUMENTO DEL AREA ESTRATEGICA DE RECURSOS NATURALES (*) AERN Coordinador de Área: Leopoldo Montes – [email protected] Coordinadores de Subár

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AREA RECURSOS NATURALES FAUNA
Sitio Argentino de Producción Animal Series: Comunicaciones Técnicas ISSN 1667-4014 COMUNICACIÓN TÉCNICA Nº 152 AREA RECURSOS NATURALES FAUNA DISPE

Recursos naturales
Renovables. Recursos mineros. Reservas minerales. Agotabilidad

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DOCUMENTO DEL AREA ESTRATEGICA DE RECURSOS NATURALES (*) AERN Coordinador de Área: Leopoldo Montes – [email protected] Coordinadores de Subáreas (PPR) Manejo sustentable de Suelos: José L. Costa – [email protected] Conservación y Manejo de la Biodiversidad: Guillermo Stamatti [email protected] Gestión de los Recursos Hídricos: Daniel Prieto – [email protected] Clima y Cambio Climático: Graciela Magrin – [email protected] Agroecología y Producción Orgánica: Jorge Ullé – [email protected] Geomática Aplicada: Carlos Di Bella – [email protected]

Diciembre de 2011 El Sistema Agropecuario y los recursos naturales: Problemas y Soluciones

(*) El presente documento continua las acciones planteadas para la anterior cartera de proyectos, con las modificaciones consensuadas en el Comité Técnico. Contribuyeron a la elaboración de este documento: Carlos Di Bella; José Luis Costa; Guillermo Stamatti; María E. Zaccagnini; Graciela Magrín; Daniel Prieto; Jorge Ullé; Gustavo Tito; César Rebella; Leopoldo Montes.

INDICE I)

Introducción

II) La visión territorial y los recursos naturales III) Estructura de las Subáreas: 1) Introducción 2) Demandas y oportunidades 2.1. Detección de las principales demandas 2.2. Brechas tecnológicas, limitantes y oportunidades 3) Líneas de acción priorizadas 4) Objetivos específicos 5) Áreas de vacancia 6) Proyectos Específicos 7) Bibliografía Subáreas: 1) 2) 3) 4) 5) 6)

Suelos Recursos Hídricos Cambio Climático Biodiversidad Agroecología Geomática

IV) Organización del AE o o o

Objetivo general del AERN Objetivos Específicos Estructura de Gestión a) b) c) d) e) f) g)

Comité técnico Comité asesor Interacción entre Subáreas Foro de Recursos Naturales Recursos Humanos Herramientas de sensoramiento remoto y bases de datos Capacidades institucionales y extra-institucionales

“Nuestro mayor conflicto reside en determinar si los individuos deben sacrificar sus intereses individuales a favor del bienestar de todos, o si el interés individual debe prevalecer soberano con la esperanza de que los intereses generales se cuiden a sí mismos”. (Elisabet Sahtouris, 1994).

DOCUMENTO BASE I)

Introducción

La disponibilidad de tierras, tecnologías y recursos naturales, hace prever que continuará la expansión de la frontera agrícola, en función de la demanda de alimentos, fibras y biocombustibles, dentro de un contexto socio-económico de mercados cambiantes y de variabilidad y cambio climático. En ese marco, los escenarios futuros en cuanto a los recursos naturales no serán de previsibilidad, sino de crisis e incertidumbres. A pesar de los avances tecnológicos, como la siembra directa, la agricultura de precisión, el ajuste de dosis de agroquímicos, la eficiencia del riego mecanizado, el manejo por ambientes, las modernas maquinarias y otros varios avances, entre ellos los revolucionarios de la biotecnología, existen evidencias de indicadores de degradación ambiental en un marco eco sistémico y regional. Éstos indicadores señalan problemas de desertificación, deforestación, salinización, degradación y contaminación de suelos, aguas y atmósfera, de acuíferos y fuentes de agua superficiales, erosión de tierras, disminución de la dotación de nutrientes, sedimentación de cursos de agua y reservas hídricas, escorrentías, disminución de la infiltración del agua en las altas cuencas, pérdida de biodiversidad, riesgos de plagas, manejos no sustentables, aumento de la vulnerabilidad ante fenómenos climáticos extremos, fragilidad de ecosistemas por falta de planificación territorial, fragmentación de paisajes, problemas socio-económicos (desempleo, envejecimiento de la población rural, incremento de los costos de producción, pérdida de renta agraria, problemas de comercialización en producciones regionales, falta de equidad), concentración de las tierras y éxodo rural, entre otros. Muchos recursos naturales han sido sobre-explotados o no abastecen la demanda en sus países de origen, por ello se han focalizado las tierras y los recursos naturales de AL, recursos que por otra parte no están valorizados ni ambientalmente ni económicamente. Por otro lado, la apropiación de la tecnología, su no aplicación a estratos productivos de menores recursos y una sospecha social de escasa sustentabilidad sobre la producción agropecuaria industrializada, comienzan a ser discutidos en los escenarios públicos. Sólo a modo de ejemplo sobre el estado de los recursos naturales, en Argentina, y en particular en el tema suelos, la frontera agrícola ha producido importantes cambios en el uso de las tierras (desmontes y conversión de tierras de pastizales a forestales, o ganaderas a agrícolas). Este corrimiento de la frontera ha colonizado ecosistemas frágiles, cuyos suelos son poco resilientes y más vulnerables a la erosión. En lo referido a la extracción de nutrientes por los cultivos, existe sub-aplicación, básicamente de N, P, S en muchas regiones. Por otro lado, los suelos se relacionan fuertemente con la captura o liberación de GEI en un contexto donde la agricultura y la ganadería son importantes emisores. Dado que necesitamos fundar nuestras recomendaciones sobre la base de métricas, que demuestren científicamente los problemas y oportunidades de los recursos naturales asociados a la producción, datos que además, deben servir para quienes intervienen en la planificación del desarrollo territorial rural, es necesario consensuar estas ideas y las acciones correspondientes, principalmente entre el sistema de investigación y desarrollo y el de gestión institucional. Las demandas hacia la institución serán crecientes en función de las respuestas esperadas (o exigidas) por el medio. Actuar sobre los territorios, en un escenario complejo de cambios de usos de la tierra, requiere de acciones institucionales concertadas, con inteligencia estratégica, proyectada, de innovación y de organización en redes, en una continua búsqueda de acuerdos con una cantidad de actores territoriales cada vez mayor, que comienzan a tener voz (protagonistas “pedestres”) sobre los recursos naturales y las tecnologías que se aplican. II) La visión territorial y los Recursos Naturales Marco Conceptual

El concepto de territorio incluye conflictos de intereses entre la producción y los recursos naturales, que añade un componente de complejidad territorial que no se puede enfrentar sin interdisciplina y sin interinstitucionalidad. Para funcionar de este modo, en el siglo XXI, hay que tener una visión matricial. Si hace 30 ó 40 años se podía guiar al conjunto técnico en un escenario tecnológico simplificado, con demandas previsibles (había aftosa y no existía una vacuna, las máquinas perdían un gran porcentaje de granos en la cosecha, no se hablaba de biotecnología, de robótica, de innovación, de nano-bio sensores, de huella hídrica, ecológica, de carbono o de huella contaminante, de información genómica y postgenómica o de TIC), hoy en cambio, en la Sociedad del Conocimiento, las demandas son crecientes y en progresión geométrica. De este modo, los avances son más “finos”, poco se puede hacer sin innovación, sin inteligencia estratégica, y surgen los desafíos de unir la competitividad con la salud ambiental y la equidad, en síntesis, de promover el desarrollo equilibrado. Este pensamiento estratégico y prospectivo, se podría ejemplificar: ¿Qué sabemos de los acuíferos subterráneos, que son transfronterizos y que mal manejados podrían afectar no sólo a un productor, sino a una región o a toda la sociedad?. ¿Cómo nos preparamos para abordar el manejo de bases de datos de gran tamaño, pero compartidas e integradas?. ¿Cómo nos capacitamos para mejorar esquemas organizativos en los territorios?, ¿Cómo avizoramos la certificación de sustentabilidad ambiental que puede colocar barreras a productos de exportación que exijan mediciones GEI, o de trazas de herbicida?, ¿Cómo desarrollamos indicadores de buenas prácticas agrícolas?, ¿De qué forma construimos sistemas de alerta temprana involucrando actores regionales?, (fácilmente podríamos imaginar muchos otros interrogantes). Entre los actores, están los provinciales y municipales, responsables primarios de los recursos naturales. Ante el escenario de un mapa de actores con poder de decisión, es necesario trabajar con una visión en Red que solo la podremos lograr con I+D, T+E, Cooperación y Vinculación Tecnológica, pensando en el fin último del accionar territorial que es mejorar la calidad de vida de la población rural. Uno de los elementos que diferencia al escenario actual de 30 ó 40 años atrás, es que los recursos naturales y lo ambiental forman parte de la agenda ciudadana. Actualmente existe información disponible en las redes sociales, el ciudadano se entera, se agrupa y comienza a hacer uso del principio precautorio (ACUMAR). Hay preocupación por investigar si los herbicidas contaminan en forma persistente. Cómo nos anticipamos para que el fósforo no baje a niveles de compleja reposición en el suelo. Qué propuestas hacemos para evitar que los suelos se sigan erosionando, o que las concentraciones pecuarias no contaminen, sin hablar de la preocupación por saber si en el futuro cercano tendremos agua apta para riego, o para consumo humano en zonas donde hoy no existe este problema. En paralelo, avanzan monocultivos, hay migraciones, desmontes, nuevos contaminantes y plagas, variabilidad climática, y además, un conjunto creciente de personas que necesitan alimentos, madera, papel, energía, salud y ambientes funcionales. Para ello es necesario ayudar a elaborar legislación ambiental sobre los recursos naturales, como por ejemplo una ley de suelos o de prevención de la desertificación, o de manejo sustentable (rotaciones, descansos, reposición de nutrientes), con escalas de incentivos y desincentivos (premios y castigos). Los recursos naturales son un importante asunto de interés público, interés que no busca sólo la rentabilidad sino un desarrollo equilibrado, dado que business as usual no garantiza la sostenibilidad ni la equidad. Por otro lado, un proceso de intervención territorial, no necesariamente tiene que ser sencillo ni rápido, pero se puede enfrentar mejor con involucramiento de los productores y una continua generación de datos y métodos, sin los cuales podríamos quedar expuestos a los dogmas. Podemos entonces valorar las ventajas competitivas de los recursos naturales, no sólo ligados a la eficiencia de la renta, señalando la competitividad social como un elemento dinamizador, que aprovecha los recursos naturales y culturales valorizándolos como una inclusión en los productos finales, y no como un “sustrato” al que se le pueden aplicar conceptos de minería de los recursos naturales. Por otro lado, debemos mirar a la economía del territorio (economías regionales) como un objeto de análisis diferente a la economía tradicional.

No habrá sostenibilidad ambiental sin revalorizar el espacio rural como una unidad de gestión que integre actores, intereses y valores. No es posible pensar los territorios sólo como unidades factibles de gestionar desde afuera de ellos, o como economías escasamente diversificadas, sin valorizar los servicios ambientales, sin fuerzas laborales integradas, sin generación de empleos, sin contabilidad ecológica. En síntesis, puede haber crecimiento, pero habrá también desarrollo perdurable si los beneficios permean al colectivo social. El uso de la tierra necesita un equilibrio dinámico, sobre todo para compatibilizar los distintos manejos que interactúan con los servicios y bienes ecosistémicos. El uso integral de los territorios necesita una mirada productiva diferencial entre distintas escalas que potencie transformaciones reversibles. Para lograr esto, se necesitan capacidades institucionales que puedan hacer un monitoreo ajustado y permanente de aquellos recursos naturales que finalmente se manifestarán como los más sensibles (agua, nutrientes, atmósfera). Las líneas de acción en gestión, investigación y desarrollo tecnológico identificadas y priorizadas en el AERN, se inscriben en el marco antes señalado. III) Estructura de las Subáreas 3.1) Subárea: SUELOS 1. INTRODUCCIÓN El suelo es un recurso natural biológicamente dinámico que posee todos los componentes críticos de los ecosistemas terrestres. Es el sostén de la mayor biodiversidad del planeta y funciona como filtro y buffer de contaminantes orgánicos e inorgánicos así como de microorganismos patógenos y virus. En un contexto de fragilidad de los suelos, las mayores degradaciones y destrucciones son antrópicas. En los últimos años se ha renovado el interés por el estudio de esta disciplina, reconociendo que los procesos que ocurren en la superficie de la tierra influencian el cambio climático global, la degradación de tierras, el destino de los agroquímicos, la conservación del suelo y el agua, la calidad del suelo y el agua, la seguridad alimentaria, la función de los humedales y muchas otras cuestiones relacionadas a la conservación de la tierra y el agua (edición especial, Science 2004). Hay problemas emergentes como: cambio climático global, secuestro de carbono, calidad de agua, transporte de nutrientes y contaminantes, agotamiento de nutrientes, biocombustibles y seguridad alimentaria, que necesitan de investigaciones estratégicas sobre los procesos que ocurren en el suelo. En los próximos 30 años, los suelos de la Argentina se verán seriamente afectados por la demanda mundial de alimentos potenciada por el crecimiento de la población mundial y los cambios en el uso de la tierra. Con variables niveles de degradación, se verán aún más amenazados por: erosión hídrica y eólica, disminución de la materia orgánica y la fertilidad, pérdida de la biodiversidad, salinización e inundaciones. Estos cambios también afectarán otros sistemas, como la hidrosfera, la atmosfera, la biósfera y también el socioeconómico. En nuestro país, el recurso suelo tiene relevancia estratégica no sólo por la extensión de la superficie de suelos aptos para el cultivo sino por su calidad intrínseca y la importancia de nuestra producción agropecuaria. Debido al proceso de incorporación de nuevas áreas al cultivo en las ecorregiones extra pampeanas y a la intensificación de la producción en la ecorregión pampeana húmeda, Argentina ha incrementado la demanda de investigación sobre éste recurso. En los “lineamientos para la priorización de la nueva cartera de proyectos” del INTA recomiendan priorizar proyectos que aborden temáticas relacionadas con el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales: suelo, agua y energía. En las últimas décadas se ha producido en el país un proceso de agriculturización reflejado en un marcado incremento en la producción de granos y en el área sembrada, con un predominante cultivo de soja (Reunión Matriz Nacional, Abril de 2008). La intensificación de la agricultura en ambientes tradicionalmente agrícolas y agrícola-ganaderos y su expansión hacia ecosistemas frágiles, intensifica procesos de degradación de los suelos ya existentes o desencadena otros nuevos. En cualquier caso, el suelo sufre la alteración de sus propiedades físicas, químicas y biológicas. Estos cambios en las propiedades físicas y químicas de los

suelos modifican la disponibilidad de agua y nutrientes, recursos críticos para el crecimiento y rendimiento de los cultivos. En Argentina se prevé una progresiva disminución de las reservas de materia orgánica del suelo (MOS) en todas las ecorregiones donde la agricultura está en expansión. Además hay una gran inquietud por mantener la fertilidad y la salud de los suelos que se encuentran bajo agricultura continua en un nivel satisfactorio. La inquietud se basa, fundamentalmente, en el desconocimiento generalizado que existe acerca de lo que está ocurriendo con el contenido de MOS, temiendo su disminución y las consecuencias agronómicas negativas que podría desatar esta cuestión. Otro aspecto muy importante a señalar es la falta de conocimiento del impacto que el cambio climático pueda tener en la reserva de carbono orgánico en los suelos de Argentina. La extracción de nutrientes por las cosechas y las pérdidas que producen los procesos erosivos, hacen necesario su restitución para lograr manejos sustentables. Sin embargo, la cantidad de nutrientes aplicados al suelo no cubren, en general, las demandas de los cultivos ante el incremento significativo de los rendimientos. Esto se agrava para los nutrientes que usualmente no son aplicados con los fertilizantes, particularmente meso nutrientes (calcio, magnesio y azufre) y algunos micronutrientes (cobre, zinc, boro, etc.). Poco se sabe acerca de la dinámica de esos elementos, particularmente en cuanto a sus formas de reserva y disponibilidad. Al expandirse la frontera agropecuaria hacia zonas marginales áridas y semiáridas que ocupan un 75 % de la superficie, existe el riesgo de desertificación y de erosión eólica, este último un proceso de degradación del suelo poco conocido en sus manifestaciones y magnitudes, no sólo a nivel mundial, sino también en Argentina. Bajo las condiciones agroclimáticas actuales, la disponibilidad de tierras aptas de secano para fines productivos alcanzó prácticamente su límite. Este proceso trae aparejado una creciente demanda de estudios de suelos, tanto por parte de particulares para sus emprendimientos, como por Instituciones Nacionales, Provinciales y ONGs, preocupadas por el aumento del deterioro del medio ambiente en general y de los suelos en particular, y la necesidad de planificar el uso del territorio. Si bien durante el período 2006-2009 se ha incorporado nuevo equipamiento analítico y experimental, es necesario contar con fondos suficientes para su mantenimiento. Debemos por otra parte, reactualizar la base de las inversiones pendientes que no pudieron ejecutarse en el período anterior y que están a la espera del nuevo préstamo BID. Esta actividad es necesaria para actualizar los pedidos en base a los objetivos de los nuevos proyectos y a la aparición de nuevas tecnologías de análisis. 2. DEMANDAS Y OPORTUNIDADES El proceso de intensificación de la agricultura en nuestro país ocurre simultáneamente con profundos y rápidos cambios en la tecnología y la estructura de producción, lo que ejerce presiones crecientes sobre los recursos naturales, en particular el suelo. Este proceso de intensificación se caracteriza en Argentina por estar basado en sistemas de producción altamente eficientes desde el punto de vista económico, generalmente de monocultivo de soja, pero que en su mayoría no contemplan los pasivos ambientales. Esta intensificación va acompañada de un avance no planificado de la frontera agrícola. Importantes regiones productivas no disponen de la información básica sobre las características y distribución de los suelos a escalas adecuadas para la planificación del manejo sustentable o la formulación de políticas de desarrollo agrícola-ganadero. En Argentina se prevé una progresiva disminución de las reservas de materia orgánica del suelo (MOS) en todas las ecorregiones donde la agricultura está en expansión, pero al mismo tiempo hay interés por mantener la fertilidad y la salud de los suelos que se encuentran bajo agricultura continua, en un nivel satisfactorio. Sin embargo, hay desconocimiento generalizado acerca de lo que está ocurriendo con el contenido de MOS, temiendo su disminución y las consecuencias agronómicas negativas que esta situación podría desatar. Otro aspecto muy importante a señalar es la falta de conocimiento del impacto que el cambio climático pueda tener en la reserva de carbono orgánico en los suelos de Argentina.

La extracción de nutrientes por las cosechas y las pérdidas que producen los procesos erosivos, hace necesario planificar una reposición estratégica para lograr manejos sustentables. Sin embargo, la cantidad de nutrientes aplicados al suelo no cubren, en general, las demandas de los cultivos ante el incremento de los rendimientos, inclusive para los nutrientes que usualmente no son aplicados con los fertilizantes, particularmente meso nutrientes (calcio, magnesio y azufre) y algunos micronutrientes (cobre, zinc, boro, etc.). Poco se sabe acerca de la dinámica de esos elementos, particularmente en cuanto a sus formas de reserva y disponibilidad. Debido a la intensificación de la agricultura, se produce un desbalance progresivo de las funciones biológicas del suelo, tanto químicas como físicas, con disminución de la diversidad y actividad de la comunidad microbiana. Por otra parte, el déficit nutricional de los suelos ha generado un desequilibrio en las poblaciones microbianas, que sumado al estrés hídrico/térmico al que están sometidos los cultivos como consecuencia del cambio climático, ha favorecido la susceptibilidad a enfermedades radicales. El territorio alcanzado por el desplazamiento de la frontera agrícola dispone de mapas de suelos a escalas de poco detalle (1:500.000 y 1:1.000.000). Por lo tanto, las tierras son puestas en producción contando con escasa información acerca de sus características y respuestas a los cambios de uso u otras intervenciones. De allí surge la necesidad de contar con información acorde a las demandas actuales, particularmente en aquellos sitios ecológicamente más vulnerables. Por otra parte, en el área de la informática se desarrollaron un vasto número de herramientas. Este adelanto también incluyó a las ciencias del suelo, proporcionando datos a diferentes escalas de trabajo y nuevas metodologías estadísticas tales como la minería de datos. Además, se incrementó el número de herramientas en el área de los Sistemas de Información Geográficos (SIG), Sistemas de Posicionamiento Global (GPS), sensores Remotos (que proveen imágenes satelitales o fotografías aéreas), sensores de campo y Modelos Digitales de Elevación (DEM) que sugieren a las ciencias del suelo nuevos caminos a seguir. Este proceso coincide con el aumento mundial de la demanda de información sobre suelos y el modelado de datos ambientales. Por este motivo, diferentes organizaciones gubernamentales y de investigación han puesto en marcha nuevamente los relevamientos de suelos actualizando las metodologías clásicas. 2.1 Detección de principales demandas       

Desarrollar tecnologías apropiadas para asegurar la sustentabilidad del suelo en sistemas agrícolas de diferentes escalas de capitalización. Valorizar la diversidad biológica edáfica como componente fundamental en la “salud” del suelo. Determinar las cargas de contaminantes del suelo y límites recomendables de acuerdo a buenas prácticas agrícolas (BPA). Avanzar en la cartografía de suelos en las regiones extra-pampeanas, con objeto de identificar potencialidades de producción, sobreutilización de recursos edáficos, oportunidades de inversiones productivas y desarrollo de infraestructura. Generar información, respecto a la variabilidad espacial intrínseca de los suelos, como paso previo indispensable para avanzar en el manejo sitio específico. Consolidar laboratorios de referencia para el análisis de suelos y aguas. Acceder en forma remota a bases de datos alfanuméricas y cartográficas.

2.2 Brechas tecnológicas, limitantes y oportunidades La subárea de Suelos puede realizar un aporte sustancial al desarrollo de modelos que permitan proyectar resultados en distintos escenarios productivos. Además, y sin perder de vista la escala a la que se debe actuar, es posible realizar aportes significativos a otros proyectos de investigación y de extensión que contribuya a generar un uso sustentable del suelo. En algunas áreas temáticas, es factible integrarse con proyectos de otras instituciones. En la mayoría de los aspectos abordados por la subárea suelos, es importante integrar una Red de Evaluación de Tierras a través de una actividad conjunta con el Programa Ecorregiones ya que a nivel de las regiones, los cambios del tipo y/o intensidad del uso y su impacto sobre

los recursos, determinan la necesidad de establecer valoraciones de la aptitud actual y potencial de las tierras y su monitoreo permanente. Se trata de establecer capacidades para la generación de herramientas para la planificación del uso de los recursos y el ordenamiento territorial y colaborar en la definición y/o priorización de los proyectos de mejoramiento o control de la degradación de suelos, orientar los planes de investigación y extensión sobre manejo y conservación y aportar fundamentos a políticas de aprovechamiento de los suelos. Dado el avance realizado en el área de desarrollo de software que posibilita análisis de datos con distintas características, un aspecto importante a considerar es el re-análisis de la información contenida en los mapas de suelos así como la generada en distintos ensayos de larga duración del INTA. En este sentido, los métodos convencionales de relevamiento y elaboración de las cartas de suelos plantean una alta demanda de recursos humanos y económicos, generalmente escasos, y requieren tiempos de ejecución que son incompatibles con las necesidades de avance de los proyectos de desarrollo de las tierras. La implementación del conjunto de técnicas de la Cartografía Digital de Suelos y su organización operativa, permitirá optimizar el aprovechamiento de los recursos humanos, disminuir los tiempos, los costos de ejecución de las tareas de relevamiento y el procesamiento de datos. De esta manera, se establecerá una dinámica fluida en el uso e intercambio de la información, no sólo por las unidades del INTA sino por los diversos usuarios públicos y/o privados. Las distintas ecorregiones de nuestro país demandan diferentes tipos de información cartográfica, en parte inexistente y en parte inadecuada. La incorporación de nuevas herramientas de análisis y procesamiento, requiere de procedimientos estandarizados y grupos consolidados como soporte para el ordenamiento territorial y la evaluación de tierras. El INTA cuenta con una Red de Laboratorios distribuidos en el país, algunos de ellos han mejorado significativamente, tanto sus condiciones edilicias como de equipamiento. Este aspecto, si bien requiere una mejora continua como lo indica el Sistema de Gestión de Calidad, es un punto de partida fundamental para avanzar en el análisis de muestras de material vegetal, agua y suelo como soporte de los proyectos de investigación vigentes y futuros. Un aspecto crítico en el desarrollo de Investigaciones en Suelos lo constituyen sus recursos humanos. Es importante analizar detalladamente la distribución de los agentes que desarrollan actividades en éste área del conocimiento a nivel nacional, su condición, edad y formación. Además, es importante desarrollar una vía por la cual sea factible sugerir la capacitación de postgrado de los jóvenes profesionales. 3. LINEAS DE ACCION PRIORIZADAS Las principales líneas de acción priorizadas están asociadas a los objetivos generales del PEI (Plan Estratégico Institucional al 2015) específico del PMP (Plan de Mediano Plazo al 2012). a) Consolidar la formación de núcleos temáticos especializados y la integración de las capacidades técnicas, tanto de los laboratorios como de las distintas áreas disciplinarias, que refuercen las acciones de investigación relativas a la resolución de problemas productivos y ambientales b) Caracterizar los suelos representativos de las regiones desde el punto de vista físico e hidrológico para confeccionar modelos de simulación sobre erosión, economía del agua y rendimiento de cultivos, como así también para proyectos de planificación de uso de las tierras. c) Construir una base SIG de meso y micronutrientes que permita conocer la probabilidad de respuesta de los cultivos al agregado de los mismos. d) Consolidar la Red para la toma de datos en zonas áridas y semiáridas que permita lograr resultados metodológicamente estandarizados, comparables y extrapolables.

Ello contribuirá a detectar con mayor precisión, las zonas con altos riesgos de desertificación, permitiendo el desarrollo de estrategias para prevenir los procesos y desarrollar técnicas de control específicas. e) Contribuir al desarrollo de la red RILSAV para definir con anticipación estratégica, la asignación y capacitación de RRHH, así como las inversiones en equipamiento e infraestructura, tendiendo a una mejora constante de las capacidades y las condiciones de seguridad laboral y ambiental. f)

Disponer de mapas e inventarios de suelos, bases de datos y modelos de evaluación de tierras en la página Web, para intensificar el uso de esta información como herramienta básica para la planificación del uso de las tierras y la organización de acciones de protección y monitoreo de suelos

g) Articular la acción de los recursos humanos formados durante el Proyecto, para afrontar los nuevos escenarios del manejo sustentable de suelos, la consolidación de la red de suelos, la incorporación de nuevas capacidades y las asociaciones estratégicas con Universidades y otros organismos de CyT (como por ejemplo la Unidad Integrada Balcarce, la integración de la EEA Anguíl con la Universidad de la Pampa y la EEA Paraná con la Universidad Nacional del Litoral, entre otras) y la articulación con otras Áreas y Programas, especialmente con el PNECO, PNCER, AEEV y AEGA, lo cual permitirá la formulación de las futuras líneas de investigación propias de los escenarios emergentes. 4. OBJETIVOS ESPECÍFICOS a) Evaluar las reservas de carbono orgánico, los meso y micronutrientes y la diversidad biológica del suelo en los agro-ecosistemas relevantes de las diferentes ecorregiones. b) Obtener información para diagnosticar, monitorear y predecir procesos de erosión en ambientes semiáridos de Argentina. c) Consolidar el trabajo en Red para: i) mejorar la oferta analítica de los laboratorios de suelo, agua y material vegetal; ii) generar tecnologías para la obtención de información cartográfica que cubra la demanda proveniente de proyectos nacionales y regionales; iii) revalorizar institucionalmente la información generada en ensayos de larga duración. d) Atender a la incorporación de personal, a la especialización formal de investigadores y a su formación permanente, como así también a la diferenciación funcional a nivel nacional y regional 5. ÁREAS DE VACANCIA TEMÁTICAS -1 Erosión Hídrica: 1.a) desarrollo de mapas de riesgo, a diferentes escalas, de erosividad climática y erosionabilidad de los suelos. Existe información pero es insuficiente para muchas áreas o a escalas pequeñas. 1.b) ajuste y calibrado de los modelos existentes (RUSLE) para las condiciones de Argentina -2 Selección de indicadores del estado del suelo y de riesgos de degradación por efecto de distintos procesos (erosión eólica, hídrica, susceptibilidad a la compactación, pérdida de estructura, de nutrientes, etc.), basados en relaciones simples entre parámetros edáficos. -3 Interacción entre cambio climático y cambio en el uso de la tierra, y sus efectos sobre la evolución de los suelos. Deberá incluir un monitoreo permanente del estado de los suelos en áreas testigo.

-4 Disponibilidad, para todos los potenciales usuarios de INTA (además de la red de Laboratorios), de las determinaciones ofrecidas con nuevos equipamientos por parte de los Laboratorios de Suelos y Aguas de la Institución. -5 Ensayos de larga duración: redefinición de objetivos de los que se encuentran en marcha y puesta en funcionamiento de los necesarios, contemplando determinaciones que permitan realizar balances de C, circulación de nutrientes (contaminaciones) y evolución de propiedades edáficas en general. -6 Cartografía de suelos: 6.a) Completar la cartografía de suelos en las zonas donde hoy está avanzando la agricultura y no se cuenta con escala de mapeo de suelo adecuada, como por ejemplo en la región chaqueña. 6.b) También se requiere el desarrollo de una base de datos de suelos consistentes a nivel nacional. 6. PROYECTOS ESPECÍFICOS Codigo AERN295521 AERN295531

AERN295541 AERN295561 AERN295571 AERN295582

Titulo Cartografía Digital de Suelos: Implementación y Validación de nuevas tecnologías para el relevamiento de suelos Desarrollo e implementación de un modelo de gestión en red para los laboratorios de suelo, agua y material vegetal del inta (RILSAV) Evaluación del impacto de diferentes sistemas de cultivo sobre la evolución de la materia orgánica edáfica Caracterización y exploración de deficiencias de meso y micronutrientes en suelos agrícolas Red de monitoreo y control de la erosión eólica en Argentina Comunidades microbianas del suelo: estructura y funciones en respuesta al manejo

Responsable

Correo-e

Marcos Angelini

[email protected]

Daniel Carreira

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Adrián Andriulo

[email protected]

Hernán Echeverría

[email protected]

Daniel Buschiazzo

[email protected]

Silvina Vargas Gil

[email protected]

7. BIBLIOGRAFÍA -

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AACS, 1998. Declaraciones para la conservación de los suelos. AAC (Asociación Argentina de la Ciencia del Suelo), Boletín Informativo Nº76, pp. 23-25. Alvarez, R., 1996. Ciclado de carbono y nitrógeno en el suelo. Relato, Actas XV Congr. Arg. Ciencia del Suelo, Santa Rosa, pp. 317-329. Barsky, O.; Ciafardini, H. y Cristia, C., 1980. Producción y tecnología en la Región Pampeana. Historia Integral Argentina. Centro Editor de América Latina, Vol. 3, pp. 175-196. Bridges, E., 1995. En: Holistic approach to sustainable soil development: Interaction of soil Science with different disciplines. (Reale, Nori and Ferrari, Eds.), University of Florence (Italia) 117 p. Canziani, O., 2000. Acción del IPCC en relación con la CMNUCC y el Protocolo de Kyoto. Proceedings de la 11º Conferencia de la ISCO (Internacional Soil Conservation Organization), Buenos Aires. Catizzone, M., 1995. En: Holistic approach to sustainable soil development: Interaction of Soil Science with different disciplines (Reale, Nori and Ferrari, Eds.), University of Florence (Italia) 117 p. Cheverry, C.; Diop, A.; Rodríguez, M. y Vila, B., 1995. En: Holistic approach to sustainable soil development: Interaction of Soil Science with different disciplines (Reale, Nori and Ferrari, Eds.), University of Florence (Italia) 117 p. Daniel, P., 1983. Informe de la actividad desarrollada por el grupo de laboratorios de suelo de la Región Pampeana. AACS, Boletín Informativo Nº48, pp. 3-8. Darwich, N., 1983. Niveles de fósforo asimilable en los suelos pampeanos. IDIA, (409412): 1-5.

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3.2) Subárea: RECURSOS HÍDRICOS 1. INTRODUCCIÓN Existe consenso a nivel internacional sobre el creciente valor estratégico del agua dulce dado que su disponibilidad y aprovechamiento serán el problema central en el presente siglo. Fruto de esta creciente conciencia y sensibilidad acerca de la importancia del agua dulce, varios eventos internacionales modificaron los paradigmas de aprovechamiento de los recursos hídricos, consolidaron la visión del agua como recurso económico, sociocultural, ambiental y ecológico, resaltando la importancia de la Gobernanza para garantizar el acceso equitativo, la participación de todos los sectores y la integración con las políticas de desarrollo, estableciéndose definitivamente el enfoque de “Gestión integrada de los Recursos Hídricos” (GIRH) para el logro de la estrategia y el buen uso del recurso. Este enfoque amplio y participativo asume la cuenca como unidad de estudio y planificación, propicia un ordenamiento hidrológico integrado con otros recursos naturales y sociales, considera todos los usos alternativos del recurso y la aplicación en todos ellos de modernas tecnologías ajustadas a las capacidades de los actores, que aseguren un uso eficiente y productivo, minimizando la externalidades negativas sobre otros usuarios y el ambiente y gestionando en forma descentralizada con la participación de los actores. La implementación de la GIRH a diferentes escalas es hoy el principal objetivo de la comunidad hídrica en la mayoría de los países, y su definición con mayor precisión junto al desarrollo de buenas prácticas de gestión es la prioridad de trabajo de muchas instituciones de I + D + I. En la Argentina hubo importantes avances en lo institucional con la creación del Comité Hídrico Federal (COHIFE), la firma del Acuerdo Hídrico Federal, la definición de los 49 Principios rectores de la política hídrica y el creciente rol de la Subsecretaría de Recursos Hídricos. Sin embargo, para la implementación efectiva de la GIRH persisten importantes problemas en el sector hídrico nacional: i. Diversidad de marcos legales, ii. Gestión sectorial dispersa ante la falta de autoridades únicas de aplicación, iii. Escasa planificación estratégica de mediano y largo plazo y iv. una falta de visión del agua como factor de desarrollo en articulación con la gestión ambiental y territorial. La participación de los usuarios es baja, en algunos casos por falta de voluntad política para descentralización de los servicios y en otros por falta de cultura de participación, capacitación y visión de los usuarios. Existe además, una deficiencia en el inventario y monitoreo de la cantidad y calidad del recurso superficial y subterráneo, producto de años de desinversión en redes de observación hidrométricas y descoordinación de acciones, que los actuales esfuerzos de algunas instituciones no logran revertir. Es notoria también la falta, deterioro y/o obsolescencia de la infraestructura de captación, conducción y distribución de agua, a pesar de las obras de rehabilitación y modernización que realizan algunas provincias a través de proyectos PROSAP y el insuficiente desarrollo, validación y transferencia de buenas prácticas de gestión y utilización del agua a diferentes escalas y subsectores. En relación a las buenas prácticas de uso en el sector rural y agropecuario, se observan, pese a una mejora sustancial en varios de los aspectos en los últimos años, problemas de acceso al agua en cantidad y calidad, incluyendo el agua de consumo humano, baja eficiencia y productividad del agua de riego, falta de tecnologías de captación y conservación de aguas de buena calidad para la producción pecuaria, contaminación de fuentes superficiales y subterráneas, así como falta de información sobre la probabilidad de eventos climáticos que permitan planificar el manejo de riesgos, evaluar y mitigar impactos y cuantificar vulnerabilidades y tecnología para el control y manejo de excedentes a través de la correcta sistematización de las tierras. Lo tradicionalmente denominado como Recursos Hídricos se refiere a la oferta y demanda de agua azul, pero no menos importante es el margen disponible para mejorar la utilización del agua verde, principal fuente de la agricultura de secano a través de un enfoque interdisciplinario que abarque desde la genética vegetal hasta el manejo de cultivos, y la interacción suelos-agua.

Por último el Sector de Ciencia y Tecnología en términos generales capacitado, es débil numéricamente, es disperso y muchas veces con un enfoque reduccionista y sectorial que limita la conformación de equipos multidisciplinarios. A nivel del INTA las actividades de investigación se ampliaron y organizaron programáticamente, en forma planificada, a partir de 2006, y paralelamente varios proyectos regionales y programas de intervención como Pro-Huerta, conjuntamente con el actual PPR, realizan actividades de extensión y transferencia en tecnologías de manejo del agua para los diferentes sistemas productivos (particularmente Agricultura Familiar y PyMES beneficiarias del programa Cambio Rural) y re-aseguro de la Soberanía Alimentaria. 2. DEMANDAS Y OPORTUNIDADES La Argentina tiene una disponibilidad media anual por habitante de 22.000 3 3 m /habitante/año, muy superior al umbral de “estrés hídrico” de 1000 m /habitante/año aceptado internacionalmente. Sin embargo, este valor medio anual oculta las importantes asimetrías en la disponibilidad de Recursos Hídricos entre regiones. Las regiones agroclimáticas áridas y semiáridas que abarcan el 75% del territorio nacional, albergan sólo el 32% de la población y disponen de menos del 14% de los Recursos Hídricos Superficiales. Por otro lado, un 20% de la población, particularmente rural, no dispone de agua potable de red y 49% carece de saneamiento según datos oficiales (MREyC, 2009), mientras que la eficiencia de los grandes sistemas de riego se mantiene desde hace muchos años en el orden del 35% (PROSAP, 2009), y el deterioro de los suelos por salinización, si bien sin cuantificar, es importante y por otro lado, la baja disponibilidad de agua limita la producción agrícola y pecuaria y el desarrollo de los sectores más vulnerables de la sociedad argentina. Al mismo tiempo, el desafío del sector agropecuario mundial es aumentar la producción para satisfacer una demanda creciente de alimentos, fibras y bio-combustibles en un escenario de fuerte disputa por el uso de los recursos naturales, en particular del agua entre diferentes sectores de la sociedad, con cambios en la oferta del recurso por efecto de la variabilidad y el cambio climático y exigente en cuanto a la sustentabilidad de los recursos naturales. En definitiva, en este nuevo escenario que se dibuja para los próximos años, se le impone al sector agropecuario tanto de riego como de secano, el desafío de producir más con menos agua.

2.1 Detección de principales demandas Las grandes demandas actuales al sector hídrico tienen que ver con los grandes componentes de la gestión integrada de los recursos hídricos: a) Actualización, Modernización y/o Reglamentación de los Marcos Legales provinciales y nacionales b) Implementación de acciones sistémicas de Inventario y Monitoreo del Recurso c) Implementación de Sistemas de Planificación Estratégica Participativa d) Implementación de Gestión Descentralizada e) Construcción y Mantenimiento de la Infraestructura de Control del Recurso f)

Aplicación de las mejores prácticas en todos sus usos.

g) Capacitación de todos los actores en el proceso de gestión. Dentro de este conjunto de demandas generales al sector hídrico, el INTA debe necesariamente integrarse en función de sus incumbencias, en forma complementaria con las otras instituciones del sector. Debe relacionar la gestión del agua con el desempeño del sector agro-alimentario y a la vez mejorar las condiciones de vida del sector rural identificando las siguientes demandas específicas para la institución: a) Facilitar y aportar información para actualizar, modernizar y/o reglamentar los marcos legales. b) Propiciar y participar la planificación territorial,

c) Participar en el sistema de Inventario y Monitoreo de la cantidad y calidad de los Recursos Hídricos, integrando la información de su red de información. d) Promover y desarrollar diseños alternativos de obras de dimensión media, realizable por usuarios privados, consorcios o cooperativas de pequeños usuarios, para consumo humano, animal, riego en pequeña escala o para el control de excedentes. e) Liderar las actividades de I+D+I relacionadas a las mejores prácticas de uso agropecuario del agua. f)

Contribuir a la implementación de la Planificación Participativa y Gestión Descentralizada de los Recursos Hídricos basado en su capacidad instalada para estos temas y su presencia territorial.

g) Realizar aportes significativos a la capacitación de los diferentes actores del proceso de gestión de los recursos hídricos. En un análisis más detallado de las anteriores demandas, la sub-área identifica, con una mirada prospectiva, y particularmente en aquellas temáticas que se propone liderar o participar, las siguientes demandas de líneas de acción: a) Desarrollar y validar modelos hidrológicos para la planificación del uso del agua al nivel de cuencas, estudiar el probable efecto de escenarios climáticos futuros y cambios tecnológicos en el uso de la tierra sobre disponibilidad hídrica, ocurrencia de eventos de distinta probabilidad y cambios en la vulnerabilidad de áreas y sistemas productivos. b) Desarrollar tecnologías de predicción de disponibilidades de mediano plazo mediante la integración conocimientos y capacidades, en relación a los pronósticos agroclimáticos de mediano plazo con la modelación hidrológica. c) Articular con otras AE y PN en el desarrollo de tecnologías que garanticen el mejor aprovechamiento del agua en la agricultura de secano. d) Desarrollar, validar y transferir tecnologías en la provisión de agua para la producción ganadera, desplazada a regiones donde la disponibilidad y calidad del agua son sus principales limitantes. e) Propender a la incorporación del riego y la re-utilización de efluentes en los sistemas intensivos de producción animal, minimizando la posible contaminación de aguas subsuperficiales y subterráneas. f)

Desarrollar información e innovaciones tecnológicas para la agricultura irrigada, integral o suplementaria, que garantice la sustentabilidad del recurso hídrico y el ambiente, una mayor productividad y que tengan en cuenta desde el principio precautorio y regulatorio en la instalación de emprendimientos de alto consumo, hasta aspectos tecnológicos y organizativos específicos de este tipo de agricultura.

g) Desarrollar innovaciones tecnológicas de drenaje superficial y sub-superficial para el control de excedentes, control de la erosión hídrica y salinidad y/o captación de agua en épocas de estiaje. h) Desarrollar innovaciones tecnológicas para la cuantificación, prevención y rehabilitación de tierras salinizadas y/o sodificadas por causas naturales y antrópicas. i)

Desarrollar innovaciones tecnológicas y estrategias de manejo para el mejor uso de aguas de baja calidad y el re-uso de efluentes (aguas grises) con fines agropecuarios.

j)

Acometer el estudio de la Huella Hídrica y el Agua Virtual por su importancia como indicador sensible de eficiencia y productividad de los procesos productivos, discutir trade-offs con requerimientos externos, por ejemplo los derivados de reducción de la Huella de Carbono.

k) Estudio de la dinámica de los humedales y su valor en términos de biodiversidad, servicios ambientales y/o productivos. 2.2 Brechas tecnológicas, limitantes y oportunidades Brecha Tecnológica: Si bien las necesidades de investigación y experimentación parecen ser todavía casi ilimitadas para mejorar el aprovechamiento del agua en el sector agropecuario, las brechas tecnológicas son aún importantes y determinan un espacio de trabajo y articulación entre los componentes de investigación, desarrollo y extensión. La sub-área seguirá haciendo esfuerzos importantes para profundizar esta articulación que garantiza un primer nivel de mejora a corto plazo. Limitantes: El hecho que la temática agua en el INTA se aborde sistemática y orgánicamente recién desde 2006, hace que existan limitantes no solo en recursos humanos formados y equipamiento básico y estratégico, sino también organizativas para el abordaje de la complejidad del tema en el sector rural y agro-alimentario. Aún con las limitaciones institucionales que se enumeran, el accionar del INTA abarca en su conjunto casi todos los aspectos demandados, aunque no todos ellos se abordan con la intensidad y/o profundidad que se le exige a la Institución. El análisis regional muestra que se trabaja en temas priorizados o relacionados al perfil de los recursos humanos disponibles, pero que muchas demandas a este nivel no están siendo debidamente atendidas por falta de formación en las especialidades requeridas y/o por la falta de articulación y/o fortalecimiento de la red interna e interinstitucional. a) Falta de articulación interna e interinstitucional. b) Falta de formación y ejercicio para el trabajo multidisciplinario c) Falta de una valoración institucional del trabajo en equipo sobre el individual. d) Falta de personal técnico y de apoyo y la concreción de masa críticas mínimas por ecoregiones. e) Falta de equipamiento que potencialice el trabajo y nos iguale con los mejores centros internacionales. Oportunidades: En lo externo: a) Mayor conciencia social y política sobre la importancia económica, social y ambiental del agua. b) Una organización institucional incipiente en línea con los paradigmas de la GIRH a nivel nacional y provincial. c) Decisión política para desarrollar, modernizar y re-habilitar la infraestructura hídrica. d) Mayor reconocimiento de las tecnologías “blandas” para garantizar la sustentabilidad de los aprovechamientos hídricos. e) Disponibilidad de financiación para la infraestructura, desarrollo de tecnologías hídricas. f)

Extensión del reconocimiento de los usuarios y productores agropecuarios hacia el INTA en los temas de acceso, uso y conservación de los recursos hídricos.

g) Avance importante en la constitución de una red interinstitucional con participación y reconocimiento del rol del INTA en la generación y transferencia de tecnologías para la gestión y capacitación de actores. h) Presencia institucional importante en redes nacionales e internacionales (ej. PROCISUR).

i)

Importante relacionamiento con centros internacionales de excelencia para el intercambio de experiencias y formulación de proyectos cooperativos.

En lo interno: a) Priorización de la temática a partir del PMP 2009-2011 b) Constitución de la Mesa Hídrica y la redacción de un documento estratégico institucional. c) Conformación incipiente de una red interna de articulación investigación-investigación e investigación-desarrollo-extensión. d) Disponibilidad de recursos humanos formados para la capacitación de agentes internos y actores externos en investigación y transferencia. e) Incorporación relativamente importante de becarios en la temática. f)

Interesante número de agentes en cursos post-grado.

g) Oportunidad para superar las limitaciones en equipamiento identificadas en la sub-área a través del crédito BID recibido por la institución. 3.

LINEAS DE ACCION PRIORIZADAS

Las líneas de acción priorizadas están directamente relacionadas con los documentos institucionales más importantes, Plan Estratégico Institucional 2005-2015 (PEI), Plan de Mediano Plazo 2009-2011 (PMP), Plantes Tecnológicos Regionales 2009-2001 (PTR) pero también a las demandas específicas relevadas en el sector y a la disponibilidad de recursos humanos y perfil profesional de los mismos. Gestión Institucional: a) Continuar con los esfuerzos de fortalecimiento de la red interinstitucional a través de convenios nacionales e internacionales que incluyan la formulación y ejecución de proyectos cooperativos, la capacitación de agentes de INTA a través de cursos formales de post-grado y estadías en centros de excelencia. b) Continuar con los esfuerzos de fortalecimiento de la red institucional a través de incorporación de becarios y especialistas en áreas de vacancia, la implementación de masas críticas mínimas en las grandes macro-regiones y la implementación de una suerte de “mesa de articulación” con Proyectos de PN, AE, PROFEDER, etc. c) Acordar con los diferentes CR la articulación de los PE de la Sub-área y los PR para la próxima cartera institucional de proyectos. d) Continuar y profundizar la capacitación de agentes de INTA y externos ligados a los programas de intervención sobre la temática de los Recursos Hídricos. Investigación-Experimentación: a) Aportar al inventario con información sobre las áreas pilotos estudiadas para desarrollar tecnologías de gestión integrada de los recursos hídricos destinados a la actividad agropecuaria b) Desarrollar metodologías que permitan tener un conocimiento anticipado de la evolución de la disponibilidad y dinámica hídrica superficial y subterránea, en apoyo a las explotaciones agropecuarias y poblaciones susceptibles de sufrir inundaciones. c) Desarrollar, calibrar y validar modelos hidrológicos, que permitan el estudio del impacto de escenarios de cambio climático, cambios en el uso de la tierra y tecnologías de producción con utilidad para la gestión de cuencas. d) Desarrollar técnicas de manejo y ordenamiento de micro-cuencas y cuencas, para el manejo de excedentes hídricos a nivel parcelario. e) Desarrollar tecnologías para el manejo sustentable del agua, optimizando paquetes tecnológicos para el riego de diferentes cultivos y sistemas productivos. f)

Desarrollar tecnologías para el drenaje y saneamiento de tierras y el control de la salinización y sodificación de los suelos bajo riego, en todas las ecorregiones del país.

g) Desarrollar tecnologías para la operación y el mantenimiento de sistemas colectivos de riego y ordenamiento hidrológico regional. h) Desarrollar tecnologías de manejo para la utilización de aguas de baja calidad y efluentes con fines de riego. i)

Desarrollar tecnologías apropiadas para los distintos sectores agropecuarios, sobre el manejo integrado de los recursos hídricos en ambientes rurales, con fines multipropósito: i. agua potable, ii. abrevado animal y iii. riego de huertas y pasturas.

j)

Desarrollar y/o validar metodologías de cálculo de la Huella Hídrica para productos priorizados y sistemas de producción.

4. OBJETIVOS ESPECÍFICOS a) Consolidar nodos macro-regionales, con capacidad para abordar los diferentes componentes del aporte del INTA a la Gestión Integrada de los Recursos Hídricos. b) Consolidar una red interinstitucional nacional e internacional para ejecutar cooperativamente proyectos relacionados a la gestión de los recursos hídricos y para el intercambio de experiencia y capacitación de recursos humanos. c) Consolidar la presencia y clarificar y transparentar el rol institucional en temas hídricos. d) Capacitar a agentes institucionales y profesionales independientes en la gestión agropecuaria de los recursos hídricos. e) Integrar equipos multidisciplinarios para el desarrollo metodológico, la planificación y la resolución de problemas territoriales con fuerte interacción de los recursos naturales. f) Desarrollar sistemas de predicción de disponibilidades hídricas de mediano plazo integrando aspectos hidrológicos y climáticos para la planificación territorial y operatividad de los sistemas productivos. g) Desarrollar, calibrar y ajustar diferentes tipologías de modelos hidrológicos, a diferentes condiciones geomorfológicas y agro-ecológicas para la gestión y evaluación de escenarios futuros. h) Desarrollar una base de datos de atributos de cuencas hidrográficas de fácil acceso, complementaria de bases de otras instituciones, que facilite la aplicación de modelos hidrológicos. i) Contribuir al uso eficiente y productivo del agua de riego a escala de regional, distrito, finca y cultivos. j) Contribuir a la cuantificación, prevención y remediación de tierras afectas por exceso de agua y salinización. k) Desarrollar innovaciones tecnológicas para la captación y provisión de agua a la producción pecuaria en todas las ecorregiones. l) Desarrollar innovaciones tecnológicas apropiadas para el acceso y utilización del agua con fines múltiples en sistemas productivos familiares. m) Desarrollar innovaciones tecnológicas apropiadas que contribuyan a garantizar la Soberanía y Seguridad Alimentaria. 5. AREAS DE VACANCIA a) Desarrollo de modelación hidrológica b) Agua subterránea c) Planificación estratégica a nivel de cuencas y regiones d) Manejo de cuencas hidrográficas e) Aplicación de sensores remotos y SIG en los Recursos Hídricos. f) Desarrollo de instrumentación hidrológica g) Integración de Recursos Hídricos con fisiología de cultivos y pasturas, ecosistemas, biodiversidad y variabilidad climática.

6. PROYECTOS ESPECÍFICOS Codigo AERN291621 AERN291631 AERN291651 AERN291682

Titulo Modelación hidrológica para planificación de cuencas Desarrollo de tecnologías para la optimización del riego Dinámica de la oferta hídrica para el sector agropecuario y forestal de Argentina Manejo Integral del Agua para la Agricultura Familiar y Productores de Áreas de Secano

Responsable

Correo-e

Franco Damiano

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Roberto Martínez

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Eduardo Flamenco

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Mario Basan

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3.3) Subárea: CAMBIO CLIMÁTICO 1. INTRODUCCIÓN La temática de variabilidad y cambio climático ha ganado protagonismo en las últimas décadas debido a dos motivos principales: a) La ocurrencia de fenómenos climáticos extremos y sin precedentes, que afectaron los sistemas humanos y productivos a nivel global; y b) La ocurrencia de tendencias climáticas de largo plazo (30-40 años) que cambiaron significativamente el clima de algunas regiones. Varios han sido los esfuerzos humanos y financieros destinados a abordar esta temática a nivel mundial. Las inversiones en instrumentos para la observación y el monitoreo del clima (estaciones de superficie, satélites, radares), el desarrollo de modelos de circulación global y modelos acoplados Océano-Atmósfera, junto con la disponibilidad de herramientas de informática de avanzada, permitieron el desarrollo de pronósticos y escenarios climáticos que sirven de base para la evaluación de impactos sectoriales. La ocurrencia del mega evento El Niño, 1982-1983, puso en marcha un esfuerzo internacional (el programa TOGA) destinado a entender y predecir ese fenómeno. Como resultado aparecieron pronósticos estacionales del clima (desde 3 meses a más de 1 año) para varias partes del mundo, pero especialmente para América Latina. Estos pronósticos dieron lugar a un gran número de aplicaciones en pesquería, agricultura, prevención de incendios, prevención de inundaciones, disponibilidad de energía hidroeléctrica, etc. La agricultura es uno de los sectores clave para el uso de esta herramienta, como base para la planificación de estrategias de producción que permitan adaptarse a la variabilidad climática interanual. En Argentina, esta información es cada vez más requerida, especialmente al inicio de cada campaña agrícola. Algunos estudios indican que se pueden obtener beneficios que oscilan entre el 5% y el 30% mediante la elección de cultivos ó prácticas de manejo que resulten más adecuadas según que el año se proyecte como seco ó húmedo (Magrin yTravasso, 2001 y 2007; Jones, 2001; Meza et al., 2003; Adams et al., 2003). En relación a la variabilidad inter-decadal, muy bien observada en la región pampeana Argentina entre las décadas de 1930 y 1960 (período mayormente seco) y entre las décadas de 1970 a 2000 (período mayormente húmedo), los avances y conocimientos científicos están menos avanzados y aún no es posible discernir con certeza el origen de esos cambios. Trabajos recientes (Barros et al., 2008; Seager et al., 2010), demuestran que el aumento de las precipitaciones, no sólo en Argentina sino en gran parte del Sudeste de Sudamérica, estaría en parte relacionado con el comportamiento de las temperaturas de superficie de los Océanos Pacifico (El Niño) y Atlántico y en parte con el cambio climático. Las variaciones de más largo plazo (escala de siglos) que pueden asociarse al cambio climático, suelen caracterizarse con los Modelos de Circulación Global (MCG), que coinciden en proyectar incrementos de temperatura pero son muy erráticos para estimar los cambios en las lluvias. Estos modelos son relativamente confiables en las predicciones de largo plazo (fines de siglo) pero encierran grandes incertidumbres para el mediano y corto plazo (10-60 años). El motivo del acierto en el largo plazo se debe a que el aumento de las concentraciones de GEI sería mayor, produciendo señales claras en el clima que sobrepasarían la variabilidad interanual, y además, porque el clima presenta variaciones en la escala de décadas que hasta hoy no se las sabe predecir y pueden enmascarar las tendencias debidas al forzamiento del aumento de la concentración de GEI en ese período de tiempo (Barros, 2010). Por estos motivos, los escenarios para el futuro cercano tienen mayor incertidumbre que para el largo plazo. Por otro lado, existen importantes esfuerzos de investigación para identificar las causas de la vulnerabilidad (Adger, 2008) que depende de la magnitud de los impactos y de la capacidad de reacción de los diferentes actores del sector. Este último factor está muy asociado al nivel de desarrollo económico y depende además, de factores sociales endógenos y propios de cada sociedad (posibilidad de acceso a la información, al crédito, a los seguros, sistema de tenencia de la tierra, etc).

Es importante destacar que los cambios del clima se dan en un planeta en constante evolución y son acompañados por otros cambios que tienen efectos sinérgicos y magnifican los impactos climáticos. El cambio sin precedentes en el uso del suelo, es tan importante como el cambio climático en lo relativo a impactos y vulnerabilidades en el sector agropecuario. Existen varios esfuerzos científicos destinados a evaluar las interacciones entre el cambio del clima y los cambios relacionados con el uso del suelo, la intensificación de la agricultura, el uso creciente de pesticidas, la contaminación del agua y el suelo, la degradación, erosión y desertificación de los suelos, la pérdida de biodiversidad, etc. (IPCC, 2007). Las proyecciones indican que América Latina será una de las regiones que hará un mayor aporte a la demanda creciente de alimentos, y que parte del aumento de su productividad se deberá a la expansión de las fronteras agrícolas sobre los ecosistemas naturales, proceso que podría acelerar el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Los escenarios futuros posicionan a la Argentina como uno de los principales actores en el comercio internacional de granos y biocombustibles. Las proyecciones del USDA (2008), prevén que Argentina se consolidará en los próximos diez años como el mayor exportador mundial de aceite y harina de soja; mientras que la FAO pronostica un aumento del 31 % en la producción de oleaginosas entre 2006 y 2016 (citado en Adamoli y otros, 2009). En tal sentido es importante que el país concentre esfuerzos de investigación para dar respuesta a los cambios previstos. Actualmente, existe una creciente conciencia social y política sobre la importancia del clima en los sectores humanos y productivos. Varias incógnitas e incertidumbres que requieren atención urgente han sido levantadas por los ciudadanos que tienen cada vez mayor acceso a la información. La intensificación de los eventos climáticos extremos, los compromisos internacionales y las acciones vinculantes para enfrentar el cambio climático; así como la posible implementación de barreras comerciales y para arancelarias desataron una ola de demanda de información por parte del sector público y privado, para reducir los riesgos climáticos y posicionar al país en los acuerdos internacionales. Sin embargo, es la seguridad alimentaria nacional la que necesita el desarrollo de esta información en primer término. En INTA las investigaciones avanzan con la evaluación de los impactos en la productividad agrícola; los cambios en las zonas aptas de producción, las relaciones clima-patógeno, los cambios en la presión de enfermedades y plagas; el corrimiento de las fronteras agrícolas; el desarrollo de sistemas de alerta, la zonificación agroclimática como base para el ordenamiento territorial; la evaluación de vulnerabilidades y la búsqueda de estrategias de adaptación, la cuantificación de emisiones de GEI, la identificación de medidas de mitigación, y el monitoreo de las condiciones atmosféricas y productivas. Gran parte de estas actividades son lideradas desde proyectos con base en el Instituto de Clima y Agua y otros pertenecientes al AERN. Sin embargo, existen varios proyectos dependientes de centros regionales y/o de otras áreas y programas, que podrían servir de sustento en la búsqueda de acciones para reducir el riesgo climático y controlar las emisiones de GEI. En la planificación de las nuevas actividades del área estratégica, debería abordarse el tema climático con un enfoque multidisciplinario que fomente la interacción entre proyectos y especialistas de diversas ramas (clima, agua, suelo, biodiversidad, mejoramiento genético, economía, sociología, etc.) avanzando hacia el enfoque de la ciencia sin fronteras (borderless science) en los estudios relacionadas con el cambio climático. 2. DEMANDAS Y OPORTUNIDADES El gran desafío para el sector agropecuario será incrementar la producción, sostener la capacidad productiva de los recursos naturales, el equilibrio ambiental y la equidad sociocultural, al mismo tiempo que enfrentar los riesgos climáticos exacerbados por el cambio climático. Si bien el clima siempre ha sido uno de los principales factores de riesgo para el agro argentino, los cambios observados (clima, uso del suelo, intensificación, etc.) tornan más vulnerable al sector. A nivel mundial, se reconocen las capacidades Argentinas para cubrir parte de la demanda creciente de alimentos y bioenergía, debido a su disponibilidad de tierras, recursos hídricos, conocimientos, tecnologías e infraestructura para la producción a gran escala. Esta compleja

trama de desafíos y oportunidades, incrementa la demanda de información analizada y productos elaborados para enfrentar y reducir los riesgos climáticos. Los cambios del clima y sus consecuencias no han sido menores en Argentina. Durante las últimas cuatro décadas del siglo XX, en gran parte del país aumentaron las lluvias primaveroestivales, la frecuencia de tormentas muy fuertes y las temperaturas mínimas, dando como resultado un clima más húmedo y con inviernos más suaves. Algunas de las consecuencias de estos cambios incluyen: i. incrementos en la productividad de cultivos de verano y pasturas; ii. expansión de la frontera agropecuaria hacia zonas consideradas climáticamente poco aptas para la producción de cultivos; iii. incremento en la presión de ciertas enfermedades y iv. aumento en las pérdidas de cosecha debido a la mayor frecuencia de inundaciones y/o anegamientos (Magrin et al., 2005; Re et al., 2006). Varias dudas y cuestionamientos se relacionan con la capacidad de ciertas áreas productivas para sostener las actividades ante la presencia de períodos o etapas con menor humedad. 2.1 Detección de principales demandas De acuerdo a esta realidad, las demandas identificadas para el PPR de variabilidad y cambio climático incluyen: a) Implementar un grupo sólido para el abordaje del CC que incluya profesionales formados en diferentes disciplinas. b) Cuantificar el impacto de las tendencias climáticas y la variabilidad inter-decadal del clima en las actividades destacadas de cada ecorregión. c) Incluir la actividad pecuaria y forestal en los estudios de impactos. d) Disponer de series climáticas basadas en indicadores de producción (como por ejemplo, monto de precipitaciones y temperaturas supra ó sub óptimas en las etapas críticas del desarrollo vegetal y animal) para facilitar los estudios de impactos. e) Intensificar el seguimiento y monitoreo de las condiciones biológicas y climáticas. f) Disponer de sistemas de alerta temprana y pronósticos climáticos para sugerir medidas de acción que reduzcan riesgos. g) Cuantificar los impactos de los eventos hidro-meteorológicos extremos a escala local, regional y nacional. h) Cuantificar la vulnerabilidad de diferentes actividades y grupos sociales e identificar los factores no climáticos (económicos, sociales, culturales, etc.) que la favorecen. i) Identificar medidas de adaptación que reduzcan el riesgo climático o mejoren la capacidad de reacción de los diferentes actores. j) Disponer de información confiable y objetiva para elaborar la huella de carbono de las diferentes cadenas agroalimentarias. k) Disponer de información confiable y objetiva para mejorar las estimaciones de emisión de gases de efecto invernadero en los inventarios nacionales. l) Mejorar y promover las relaciones e interacciones con otros grupos enfocados a la ciencia del suelo, el agua, la biodiversidad, el mejoramiento genético, etc. 2.2 Brechas tecnológicas, limitantes y oportunidades Limitantes: a) Falta de training en el trabajo multidisciplinario b) Falta de un grupo de liderazgo institucional con representantes regionales c) Falta de personal técnico y de apoyo d) Falta de un presupuesto estable para mantener el funcionamiento de las estaciones de observación climática. Este es un punto importante donde INTA debería encontrar una vía de financiamiento y una estructura operativa duradera y estable, que sea ajena a los proyectos de investigación, para garantizar la continuidad y calidad de la información climática. Oportunidades: a) Mayor conciencia social y política sobre los problemas ambientales, el cambio climático, y la intensificación de los eventos climáticos extremos. 2 b) Decisión política de incrementar la productividad del sector agropecuario (PEA )

c) Aceptable disponibilidad de instrumentos de observación y monitoreo d) Existencia de bases de datos físicos y biológicos que permiten desarrollar productos de apoyo a la toma de decisiones para reducir el riesgo climático e) Disponibilidad de personal formado para la capacitación de recursos humanos f) Interés de profesionales de otras ramas en la temática climática g) Disponibilidad de varios proyectos en marcha (ajenos a este PPR) potencialmente valiosos para identificar y cuantificar el impacto de diferentes medidas de adaptación. h) Aceptable diagnóstico del estado de situación actual y las necesidades a futuro de la institución (revelado por los resultados de una encuesta efectuada durante 2011). i) Grandes posibilidades de financiamiento externo. j) Buenas relaciones y contactos internacionales con los grupos de vanguardia en América Latina y el resto del mundo (IPCC, AgMIP, IRI, etc.). 3. LINEAS DE ACCION PRIORIZADAS Las principales líneas de acción priorizadas están asociadas a los objetivos generales del PEI (Plan Estratégico Institucional al 2015) específico del PMP (Plan de Mediano Plazo al 2012). a. Sostener activos los sistemas de observación; evaluar las nuevas herramientas de observación; y mejorar el sistema de transmisión, almacenamiento y análisis de datos climáticos b. Extender los estudios de vulnerabilidad y adaptación a la variabilidad y el cambio climático, a las actividades relevantes en cada una de las ecorregiones, considerando la productividad y los agentes bióticos que las modifican (enfermedades, plagas, malezas). c. Reforzar las mediciones de emisiones de GEI incluyendo una mayor cobertura espacial considerando diferentes tecnologías y manejos; y avanzar en la caracterización de la huella de carbono de las diferentes cadenas productivas. d. Cuantificar el impacto de los eventos climáticos extremos en las actividades relevantes a nivel local, regional y nacional; y generar series sintéticas de clima con características extremas para diferentes indicadores climáticos. e. Proponer acciones conjuntas entre los 6 PPR del área estratégica, que incluyan estudios integrados a nivel territorial enfocados en los efectos e interacciones entre la variabilidad y el cambio climático, la oferta y demanda de agua, la calidad físico-química de los suelos, la pérdida de biodiversidad y las capacidades de la agroecología para mitigar el CC, mediante el uso de herramientas de modelaje y teledetección. f.

Promover la integración del tema climático en otras actividades y proyectos ajenos a la temática pero con capacidades potenciales de contribuir a la solución del problema (mejoramiento genético, ecofisiología vegetal y animal, sustentabilidad ambiental, ordenamiento territorial, etc.).

4. OBJETIVOS ESPECÍFICOS a. Completar y sostener una base de datos climáticos en tiempo real y con información histórica. b. Evaluar las herramientas de observación y monitoreo de última generación c. Evaluar los impactos del clima y la vulnerabilidad a nivel de las ecorregiones d. Evaluar el impacto de eventos hidro meteorológicos extremos a nivel de las ecorregiones e. Identificar estrategias de adaptación al clima que reduzcan el riesgo climático e incrementen la capacidad adaptativa. f.

Desarrollar series climáticas sintéticas basadas en indicadores que afectan la productividad.

g. Disponer de mediciones adecuadas de GEI para facilitar el cálculo de la huella de carbono de las cadenas productivas. h. Favorecer la integración de los seis PPR del AERN insertando la temática climática como área transversal de interés común. i.

Facilitar la inclusión del cambio climático en los PN y las AE relacionados al tema.

j.

Consolidar nodos regionales con especialistas locales para los estudios de impactos, causas de vulnerabilidad e identificación de medidas apropiadas para encarar el riesgo climático.

k. Fortalecer las relaciones interinstitucionales con organismos públicos y privados a nivel nacional e internacional para abordar en forma conjunta los desafíos impuestos por el clima al sector agropecuario. l.

Contribuir al establecimiento de un grupo de científicos expertos en la problemática climática con capacidades para dar respuesta a las innumerables cuestiones e incertidumbres que preocupan al agro argentino.

5. Áreas de Vacancia a) Impactos, vulnerabilidad y adaptación en los sectores pecuario y forestal. b) Identificación de indicadores climáticos extremos y de alto impacto en las producciones (agrícola, pecuaria y forestal) c) Integración de la temática climática en diferentes áreas, sectores y regiones. d) Disponibilidad de bases de datos históricas y de libre acceso. e) Cartografías de probabilidad de ocurrencia de eventos extremos. f) Disponibilidad de modelos para la evaluación de impactos (suelos, ganado, forestales, plagas, entre otros) g) Riesgo climático a nivel territorial. 6. PROYECTOS ESPECÍFICOS Codigo AERN293311 AERN293321

AERN293342

Titulo Desarrollo del sistema de información climática Monitoreo del intercambio de gases con efecto invernadero y ciclado del carbono en actividades ganaderas, agrícolas y silvícolas. Evaluación del impacto de la variabilidad y cambio climático sobre la producción agrícola

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Rafael Rodríguez

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Gabriela Posse

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Maria I. Travasso [email protected]

7. BIBLIOGRAFÍA - Adámoli, J. y otros. 2010. La expansión de la frontera agrícola en la región Chaqueña: Perspectivas y riesgos ambientales. En Agro y Ambiente: Una agenda compartida para el desarrollo sustentable (Capítulo 11). -Adams,R.M.,L.L.Houston,B.A. Mc Carl, M. Tiscareño, L.J. Matusand and G.R.F. Weiher, 2003: The benefits to Mexican agriculture of an El Niño-Southern Oscillation (ENSO) early warning system. Agr. Forest Meteorol., 115, 183-194. -Adger, W.N., Jouni Paavola, Saleemul Huq, and M.J. Mace (eds). 2008. Fairness in Adaptation to Climate Change. Development in Practice, Volume 18, Number 1. -Barros,V. R., M. E. Doyle, and I. A. Camilloni, 2008: Precipitation trends in southeastern South America: Relationship with ENSO phases and with low-level circulation. Theor. Appl.Climatol., 93, 19–33. -Barros, V.R. 2010. El cambio climático en Argentina. En Agro y Ambiente: Una agenda compartida para el desarrollo sustentable (Capítulo 3). -Magrin, G.O.; M.I. Travasso. 2001. Economic value of ENSO-based Climatic Forecasts in the Agricultural Sector of Argentina. pp. 139-140. In: Proc. 2nd International Symposium “Modelling Cropping Systems”. Florence, Italy.

-Magrin, G.O., M.I. Travasso and G.R. Rodríguez, 2005: Changes in climate and crop th production during the 20 century in Argentina. Climatic Change, 72, 229-249. -Magrin, G O , M I Travasso, W E. Baethgen and R T. Boca . 2007. Improving applications in agriculture of ENSO-based seasonal rainfall forecasts considering Atlantic Ocean surface temperatures. (Chapter 23) In: Climate Prediction and Agriculture. Advances and Challenges. Sivakumar, Mannava V.K.; Hansen, James (Eds.) Springer, Heidelberg. 396pp -Meza,F.J., D.S.Wilks, S.J.Riha and J.R.Stedinger, 2003: Value of perfect forecasts of sea surface temperature anomalies for selected rainfed agricultural locations of Chile. Agr. Forest Meteorol., 116,117–135. -Jones, J., Ed., 2001: Comparative assessment of agricultural uses of ENSO-based climate forecast in Argentina, Costa Rica and Mexico. IAI Initial Science Program III Project,28pp. http://csml.ifas.ufl.edu/pdf_files/iai-ps-s.pdf. -IPCC, 2007, Magrin, G., C. Gay García, D. Cruz Choque, J.C. Giménez, A.R. Moreno, G.J. Nagy, C. Nobre and A. Villamizar, Latin America Climate Change 2007: Impacts, Adaptation and -Vulnerability. Contribution of Working Group II to the Fourth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change. -Re, M., R. Saurral and V. R. Barros. 2006. Extreme precipitations in Argentina. Proceedings of 8 ICSHMO, Foz do Iguaçu, Brazil, April 24-28, 2006, INPE, p. 1575-1583. -Seager, R., Naomi Naik, Walter Baethgen, Andrew Robertson, Yochanan Kushnir, Jennifer Nakamura.2010. Tropical Oceanic Causes of Interannual to Multidecadal Precipitation Variability in Southeast South America over the Past Century. Journal of Climate Vol 23, 55175539. -Weiher, 2003: The benefits to Mexican agriculture of an El Niño-Southern Oscillation (ENSO) early warning system. Agr. Forest Meteorol.,115, 183-194.

3.4) Subárea: BIODIVERSIDAD (PPR compartido con AEGA) 1. INTRODUCCIÓN La “Diversidad biológica”, sinónimo extendido de “Biodiversidad” se refiere a “la variabilidad de organismos vivos de cualquier fuente, incluidos los ecosistemas terrestres y marinos y otros ecosistemas acuáticos y los complejos ecológicos que forman parte; esto incluye la diversidad dentro de cada especie, entre especies y de los ecosistemas” (Convenio Diversidad Biológica, Art. 2, 1990). La “biodiversidad agrícola” o “agro-biodiversidad” comprende especies, con su variabilidad genética y roles funcionales, paisajes, ecosistemas y las funciones ecológicas que los mantienen viables. Dentro de las especies, incluye aquellas que son utilizadas como recurso como: las plantas vasculares superiores, cultivos, silvestres utilizadas y manejadas para alimentos u otros usos, especies arbóreas forestales silvestres o cultivadas, especies usadas como pasturas y pastizales naturales, animales superiores, animales domésticos, animales silvestres cazados para alimentos u otros usos, peces silvestres y cultivados. La agro-biodiversidad comprende también especies de importancia funcional como vertebrados (anfibios, reptiles, aves, mamíferos) que mantienen tramas tróficas y servicios ambientales, importantes para la producción agropecuaria y forestal, artrópodos (mayormente insectos) que incluyen polinizadores, arácnidos y otros predadores/parásitos controladores de plagas (ej. avispas, escarabajos, arañas), insectos u otros organismos involucrados en el ciclo del suelo (variedad de especies de muchos ordenes), y miles de especies de la mega, macro y meso fauna del suelo (ej. Lombrices de suelo) que con sus interacciones proveen la fertilidad de los mismos. Finalmente, se incluyen entre los componentes de la agro-biodiversidad especies que, por su alta abundancia poblacional y/o hábitos pueden ocasionar daños a la producción agropecuaria y forestal, o constituir una amenaza para la seguridad de las mismas (ej: especies transmisoras de enfermedades). En este grupo se incluyen especies nativas y especies introducidas, tanto vegetales como animales. La diversidad de paisajes y ecosistemas, es considerada como sostén de biodiversidad específica y funcional, por brindar los hábitat necesarios para la viabilidad de las especies. Toma en cuenta la diversidad estructural de paisaje (configuración, heterogeneidad, conectividad, etc.) que son vitales para el funcionamiento adecuado del ecosistema productivo, así como la diversidad de meso y micro paisajes vistas a escalas locales y parcelares (generados por remanentes de vegetación en bajos no cultivables, bordes, terrazas, etc.) que significan un hábitat para innumerables especies benéficas. Los bienes y servicios basados en la biodiversidad agrícola son la producción sostenible de alimentos y otros productos agrícolas, incluidos los “bloques moleculares” para la evolución o el mejoramiento deliberado de nuevas variedades de cultivos y razas animales. Además, la función de soporte biológico para la producción a cargo de la biota del suelo, de los organismos polinizadores de plantas cultivadas y silvestres, de los organismos predadores (ej. aquellos que cumplen funciones de control biológico de especies perjudiciales), los organismos recicladores de materia y saneadores del ambiente (ej. descomponedores de materia orgánica, carroñeros que remueven organismos en putrefacción y evitan proliferación de enfermedades). No menos importantes son los servicios ecológicos amplios brindados por la biodiversidad tanto por su riqueza como su abundancia y las relaciones y funciones generadas, como protección del paisaje, la protección del suelo y su salud, la captura de carbono, el ciclo y calidad del agua, la calidad del aire, el control de enfermedades, etc.

Asimismo existe una gran vinculación entre la biodiversidad y la diversidad cultural (pueblos originarios, etnias, lenguas, cultura, música, etc.), en lo que denominamos biodiversidad cultural. La afinidad se hace más evidente en regiones de alta biodiversidad, poniendo de manifiesto la interacción entre ambas. Es necesario considerar que la biodiversidad natural es el fundamento de todos los recursos vegetales y animales de uso agrícola, y la base ecológica funcional que sostiene la producción agropecuaria y las personas vinculadas a las mismas. Su alteración puede generar disminución de la producción vegetal, variar la resistencia del ecosistema a las perturbaciones ambientales, tales como sequías, inundaciones o cambio climático, y alterar procesos ecosistémicos ligados a la provisión de nitrógeno y otros nutrientes del suelo, la dinámica del agua, la productividad de las plantas, los ciclos de las plagas y enfermedades. Asimismo, la pérdida de biodiversidad puede alterar el uso de numerosas especies que por su valor socioeconómico, ya sea un bien de consumo o por sus servicios ambientales, puede ser un incentivo importante para su incorporación en estrategias de conservación y diversificación, integrándolas en los planes de uso y gestión del ordenamiento del territorio. La meta general mundial es la reducción del ritmo de pérdida de biodiversidad. Aunque se realizan muchos esfuerzos por parte de la mayoría de las naciones del mundo, no se alcanzó para el 2010 una reducción significativa del ritmo actual de pérdida a nivel mundial, regional y nacional. Pese al mayor involucramiento institucional de conservación, la biodiversidad sigue deteriorándose, según la mayoría de los indicadores, a causa del aumento constante de las presiones a las que está sometida. Todas las naciones del mundo, sin importar la clasificación arbitral sobre la riqueza, dependen de los bienes y servicios aportados por los recursos naturales, sean de propiedad privada o en forma de patrimonio común, constituyendo la principal fuente de capital e ingresos económicos y manifestación de bienestar de las sociedades. Si bien la mayoría de los activos naturales se deprecian con el uso y el tiempo, la mayoría puede sostenerse e incluso mejorarse con esfuerzo, conocimiento, aplicación de tecnologías, si se gestionan adecuadamente. La degradación de los servicios eco-sistémicos están contribuyendo al aumento de la inequidad social, mediante el uso no planificado y la pérdida y disminución de la biodiversidad en sistemas agro-productivos. Actualmente, los sistemas agro-ecológicos y socio-económicos no incorporan la valorización de los servicios agroambientales provistos por la biodiversidad, existiendo una severa subinversión en los sistemas agropecuarios al no incluir los costos a la producción y mantenimiento de los mismos, por ejemplo el reciclado de nutrientes, reciclado de sustancias tóxicas, polinización, etc. Asimismo, existen otros servicios que sirven a la vida cotidiana, y que las sociedades no suelen atribuirlos a la naturaleza, como ser la purificación del aire, control de erosiones, purificación del agua, y por lo tanto no lo valoran como parte de la misma. Estos servicios, que otorgan bienestar y a su vez bienes y servicios productivos, son bienes públicos, sin claros derechos de mercados o precios. Esto resulta en la pérdida de valiosos recursos sin que muchos actores del sector agropecuario lo visualicen como ingreso de la naturaleza a sus cuentas empresariales. La población mundial se cuadriplicó durante el siglo XX, pasando de 1.500 millones a 6.800. La tendencia continúa claramente en ascenso aunque no a esos niveles y se espera que para el 2050 la población mundial llegue a 9.000 millones de personas. A la vez, se observan cambios demográficos importantes, como el aumento de la expectativa de vida, pudiendo llegar las personas mayores de 60 años a un tercio de la población para el 2050. Otro impacto es la

migración hacia las zonas urbanas, lo cual demanda activamente mayores bienes y servicios ofrecidos por los ecosistemas. Satisfacer las necesidades de estos cambios globales presentan una oportunidad para la Argentina, ya que serán mayores las demandas de alimentos, servicios, fibras, etc. Sin embargo, también representan un riesgo, debido a que las demandas estarán apoyadas sobre un sistema fuertemente extractivo y de reemplazo de los agro-ecosistemas naturales. Existen múltiples indicios a nivel global de la continua pérdida de los tres componentes principales de la biodiversidad (genes, especies y ecosistemas) debido a: a) b) c) d)

Destrucción, conversión, pérdida y degradación de los hábitats, Sobrexplotación o usos insostenibles de la biodiversidad, Cambio climático y variabilidad climática, Cargas agresivas de nutrientes y otras formas de contaminación como los agroquímicos utilizados en el control de plagas e) Especies exóticas invasoras, Los costos de estas pérdidas no son percibidos acabadamente por el sector productivo y la sociedad en general. Usualmente, dichos costos no se visualizan en forma inmediata y, en muchos casos, suelen comprobarse cuando ya no hay posibilidades para su restauración. Por ello, los costos de la pérdida de la biodiversidad deberían ser evaluados adecuadamente y oportunamente dentro de los esquemas de manejo productivo, y ser asumidos como parte de los costos de producción y de bienestar de las sociedades. Los cambios y la presión sobre los agro-ecosistemas han aumentado la probabilidad de cambios no lineales, incluyendo cambios acelerados, abruptos y potencialmente irreversibles, poniendo al límite la capacidad de “resiliencia” de la diversidad sistémica y la inter-conectividad. Los riesgos asociados a la pérdida de biodiversidad emergen en todas las regiones de Argentina, pero muy particularmente en el Chaco, Mesopotamia, NEA, NOA y Pampeana Occidental, donde los procesos de cambios son mayores y muy rápidos. Sin embargo, los efectos de la pérdida de la biodiversidad pueden ser muy diferentes, según los grados de intensificación y las particularidades climático/ambientales de cada región. En ese sentido, en la región Andina y Patagónica, dada la vulnerabilidad intrínseca de zonas áridas y semiáridas, pequeños cambios pueden tener efectos de difícil o irreversible recuperación. Existen actividades productivas como la agricultura, silvicultura, pesca, caza y turismo, que se apoyan íntegramente en recursos de la biodiversidad en sentido estricto, usando especies, variabilidad genética (plantas y animales, microorganismos), paisajes y ecosistemas. Es necesario implementar abordajes integrados de manejo que permitan 1) minimizar y mitigar (y restaurar) las pérdidas, para garantizar la funcionalidad y los servicios ambientales que la biodiversidad presta a la sociedad en su conjunto y a la agricultura en particular; y 2) revertir los conflictos entre producción y conservación de biodiversidad y convertirlos en oportunidades para satisfacer los diferentes intereses. El INTA reconoce tales desafíos y en consecuencia, desarrolla planes estratégicos y acciones que pretenden conservar la integridad ambiental y corregir efectos indeseables que ponen en peligro la sostenibilidad de la producción agropecuaria, la conservación de la integridad de los ecosistemas y del bienestar de la comunidad rural y urbana.

2.DEMANDAS Y OPORTUNIDADES 2.1. Detección de las principales demandas El considerable solapamiento entre las presiones para conservar biodiversidad, sostener la producción y satisfacer las necesidades de las sociedades, demanda soluciones con un abordaje holístico e integrado. Este abordaje cuenta con marcos teóricos científicos desarrollados en la ecología del paisaje, el enfoque ecosistémico, la biología de la conservación, la ecología de poblaciones, la gestión y el manejo adaptativo, la restauración ecológica, la socio ecología, y la economía ecológica. Los objetivos de conservación deben estar firmemente insertos en prácticas de uso sostenible de las tierras, que beneficien a las actividades locales y consideren que las áreas protegidas serán de muy poco beneficio para la biodiversidad si están situadas dentro de mosaicos de manejo no sustentable de la tierra. Por lo tanto, la conservación y uso sustentable de la biodiversidad debe ser vista dentro de esquemas de eco-agricultura, entendiendo por ella la que surge de unidades de paisajes que sostienen actividades agrícolas productivas y sostenibles (cultivos, ganado, bosques, pesca, apicultura, granja, ecoturismo, entorno periurbano, etc.). Asimismo, protegen efectivamente la biodiversidad y las funciones ecosistémicas, interactuando con las satisfacciones de la sociedad y las decisiones que toman e inciden sobre los agro-ecosistemas. Las líneas de acción planteadas en los Proyectos de Red y operativizadas por medio de los Proyectos Específicos, plantean la necesidad de encarar un programa de trabajo integrando investigación, desarrollo tecnológico y extensión, orientado a la gestión y manejo para lograr metas de conservación, uso sustentable de los recursos de la biodiversidad y resolución de conflictos con la biodiversidad en sus distintas formas y escalas. Esto implica integrar los proyectos de uso de especies nativas, de relevamiento y monitoreo de la biodiversidad como recurso natural e indicador de gestión ambiental, y de desarrollo de tecnologías de gestión y manejo, a los planteos productivos regionales y estratégicos. Estos planteos productivos deben tener una adecuada evaluación económica y seguimiento de principios de uso sustentable compatibles con la legislación provincial, nacional e internacional, y en estrecha vinculación con el sistema nacional, provincial y privado de parques y áreas protegidas. Del mismo modo, se requieren análisis de impactos y amenazas actuales y potenciales a los servicios que la biodiversidad brinda al ambiente y al desarrollo productivo tanto como a la sociedad en su conjunto y sobre esas bases construir estrategias de gestión que tiendan a minimizarlas o mejorar el desempeño ambiental de los sistemas productivos. En estas instancias, las generaciones de vínculos con los actores sociales locales, representados en sus formas de organización (asociación de productores, cooperativas, Universidades, ONGs), constituye la mayor posibilidad de aumentar los conocimientos y mejorar las relaciones con el ambiente. Los productos de estas acciones en conservación y uso sostenible de la biodiversidad, serán insumos para las estrategias de gestión planteadas a nivel de los territorios y las ecorregiones y de ese modo, se logrará una adecuada permeabilidad de la información generada para la toma de decisiones.

Los cambios necesarios en el manejo dentro de los procesos productivos, deberán estar acompañados de estrategias de educación ambiental y extensión a todo nivel del circuito agropecuario con derivaciones directas al proceso de toma de decisiones. 2.2 Brechas tecnológicas, limitantes y oportunidades - Los planes y programas deben analizar las ventajas y desventajas entre la maximización de la productividad a gran escala y la provisión sostenida de otros servicios de la biodiversidad en el agro ecosistema. - La baja internalización del aporte de los servicios de la biodiversidad por parte de los sectores productivos y la sociedad en general, demandará de políticas públicas que contengan marcos normativos que busquen equilibrios. - Dependencia mutua entre la agro-biodiversidad y las comunidades rurales tradicionales. - Producción y análisis de información actual y a futuro, utilizando la biodiversidad como indicadora de condiciones. Asimismo estimular las vinculaciones entre la producción de información y los decisores de políticas públicas. 3.LINEAS DE ACCION PRIORIZADAS. a)

b)

c)

d)

e)

f)

g)

Incrementar la articulación de actividades propuestas en el PPR y la generación de estrategias para incorporar acciones en regiones extra pampeanas, en virtud de las demandas existentes, los usos y costumbres locales de la biodiversidad. Apoyar la generación de capacidades científico-técnicas y de capacitación de grado y postgrado, para sostener el desarrollo científico del conocimiento y el manejo integrado de los agro-ecosistemas con criterios de conservación y uso sostenible de biodiversidad. Promover la formación de recursos humanos y acciones de capacitación intrainstitucional y difusión de conocimientos, prácticas, tecnologías de monitoreo y manejo, búsqueda de incentivos para la conservación y uso sostenible de la biodiversidad. Implementar acciones de educación ambiental dentro del sector agropecuario y educativo rural, particularmente en escuelas agro técnicas y terciarios agropecuarios, así como en eventos de tipo masivo donde explícitamente se fortalezcan los mensajes relativos a la conservación y uso sostenible de la biodiversidad. Apoyar de manera interinstitucional a gobiernos provinciales, productores, ONG, al fortalecimiento en la gestión agroecológica en sistemas agro productivos, en áreas de alto valor para la conservación de la biodiversidad, fundamentalmente en relación a los parques nacionales, áreas de importancia en ambientes naturales para la conservación de la biodiversidad. Implementar acciones participativas en terreno, integradas a las estrategias del sistema de extensión del INTA, para la implementación de las acciones de monitoreo y prácticas tecnológicas e incentivos que mejoren los impactos positivos y mitiguen los negativos sobre la biodiversidad, faciliten/estimulen su recuperación y su capacidad de sostener actividades productivas, así como sobre el manejo sustentable de especies silvestres vegetales y animales. Establecer mecanismos de articulación de acciones entre el PN Ecorregiones y las AE de Recursos Genéticos, Recursos Naturales, Gestión Ambiental y otras áreas y programas intra y extra-institucionales, orientadas a garantizar la conservación in situ de recursos genéticos de valor actual o potencial o que se encuentren amenazados por el desarrollo agropecuario, minero, forestal, u otros.

4.OBJETIVOS ESPECIFICOS a) Contribuir a compatibilizar las actividades productivas con la conservación de la biodiversidad y sus servicios eco-sistémicos, en un marco de sostenibilidad de los sistemas productivos. b) Implementar acciones en terreno para el abordaje, tendientes a la resolución de conflictos con las especies perjudiciales, con criterios socio-ecológicos que minimicen los daños a la producción con el menor costo ambiental posible. c) Fortalecer las acciones de comunicación y educación en el medio rural sobre temas ambientales de importancia estratégica, como los servicios y bienes ofrecidos por la biodiversidad y de los mecanismos para adaptar las prácticas productivas para mantener la calidad de vida en el medio rural. 5.AREAS DE VACANCIAS TEMATICAS a)

b)

c)

d)

e)

f)

Ampliación de los abordajes metodológicos para otras especies silvestres en usos actuales de otras regiones (NEA y NOA) en aprovechamiento económico de la biodiversidad de sistemas intensivos. Mejoramiento genético, producciones en escala y servicios ambientales en la cotización en mercados económicos y financieros (carpinchos, pacú, camélidos sudamericanos). Especial atención se prestará a la incorporación de una visión más eco sistémica a través de investigación de especies vegetales para diferentes usos, (medicinales, alimentarios, sociales, culturales, etc.). Generación de conocimientos de la relación de la biodiversidad y la liberación de OMG. La inclusión de los avances en este sentido se encuentran en los primeros inicios del desarrollo pero con un fuerte crecimiento y desarrollo en las modificaciones de las estructuras animales y vegetales y los reemplazos de funciones de la biodiversidad y la salud de los ecosistemas. Generación de conocimientos y evaluación de especies exóticas e invasoras en relación a la pérdida de hábitat, impactos y cambios en los agro-ecosistemas y alteraciones de las redes alimentarias. Generación de conocimientos de restauración, bio-remediación de agro-ecosistemas, en relación con las necesidades de cada ecorregion y a escala de paisaje. Proporcionando información de fragmentación, conectividad, resiliencia de los agroecosistemas y calidad de hábitat, propendiendo a la agricultura ecológica. Está línea implicará la colaboración con productores para empezar a implementar diseños de paisajes que permitan recuperar la biodiversidad de especies benéficas con un mínimo de impacto sobre los niveles de producción y un alto impacto en el nivel de sostenibilidad del agro-ecosistema. Articulación de conocimientos en relación a biodiversidad y salud humana, cambio climático y desarrollo local (dengue, mal de Chagas, tripanosoma, fiebre amarilla, gripe aviar, gripe porcina, rabia, etc.). Estableciendo vínculos de la pérdida de hábitat y enfermedades, que permitan generar información para los decisores de políticas públicas. Esta línea deberá tener una vinculación muy estrecha con el AE de Salud animal y los Institutos de Virología y de Patología del CICVyA de Castelar, así como con el PN Territorios. Este PPR necesitará una vinculación mayor con el PPR de Agro-ecología en una visión abarcadora sobre la necesidad de incorporar elementos de biodiversidad y sustentabilidad en las producciones de todo tipo de escalas.

6. PROYECTOS ESPECÍFICOS Codigo

Titulo

AERN292231

Bases ecológicas, sociales y tecnológicas para disminuir los conflictos entre las actividades agropecuarias y las especies silvestres Evaluación y modelado de la biodiversidad y sus servicios ecosistémicos en relación a usos actuales y futuros de la tierra y el cambio climático Estrategias de uso sostenible y conservación de flora y fauna silvestre para la diversificación productiva en áreas ambientalmente vulnerables Indicadores de biodiversidad para el monitoreo y mejora de la sustentabilidad ambiental en agroecosistemas.

AERN292241

AERN292211 AERN292221

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Sonia Canavelli

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Gregorio Gavier

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Julieta von Thungen

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Jaime Bernardos

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7.BIBLIOGRAFIA -Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento/Banco Mundial. 2010. Panorama General: Desarrollo y Cambio Climático. Informe sobre el desarrollo mundial, Washintong DC 42 pp. -Baquero L. y Stamatti, G. 2007. Cría y Manejo de abejas sin aguijón. Ediciones del subtrópico 38 pp. -Buckland, S.T., Magurran, A.E., Green, R.E., y R.M. Fewster. 2005. Monitoring change in biodiversity through composite indices. Phil. Trans. R. Soc. B. 360, 243–254. -Canavelli, S.B. 2010. Consideraciones de manejo para disminuir los daños por aves en girasol. INTA – Estación Experimental Agropecuaria Rafaela. Información técnica cultivos de verano. Campaña 2010. Publicación Miscelánea Nº 118. Pp. 175-190. -Canavelli, S. y Zaccagnini, ME. 2007. Nuevos enfoques en el manejo de conflictos con la fauna silvestre para una agricultura sustentable. Agricultura sustentable en Entre Ríos/editores Caviglia, OP; Paparotti, OF; Sasal MC. Ediciones INTA 205:214. -Convetion on Biological Diversity. 2009. Connecting Biodiversity and Climate Change Mitigation and Adaptation: Report of the Second Ad Hoc Technical Expert Group on Biodiversity and Climate Change. Technical Series No. 41. Secretariat of the Convention on Biological Diversity (CBD). Montreal, Canada. 126 pp. -Convetion on Biological Diversity. 2007. Biodiversity and Climate Change. International Day for biological Diversity 45 pp. -Convetion on Biological Diversity. 2001. Agricultural Biologcal Diversity. Seventh meeting, Montreal 28 pp. -EMBRAPA. 2008. IV plano director EMBRAPA Meio Ambiente. EMBRAPA meio ambiente Jaguariúna, Brasil 36 pp. -Ecological Society of America. 1997. Servicios de los Ecosistemas: Beneficios que la Sociedad Recibe de los Ecosistemas Naturales. Ecological Society of America, Tópicos en Ecología #2. 16pp. -Ecological Society of America. 1999. Biodiversit and Ecosystem Functioning: Maintaining Natural Life Support Processes. Ecological Society of America, Issues in Ecology, #4, 12pp -Ecological Society of America. 2000. Ecological principles for managing land use. Ecological Society of America, April 2000. -Gavier-Pizarro G., Calamari N.C., Thompson J.J., Canavelli S.B., Solari L.M., Decarre J., Goijman A.P., Suarez R.P., Bernardos J.N. y Zaccagnini M.E. 2011. Agricultural expansion and intensification in pampas Argentina: response of birds density and the potential implications for ecosystem services. En Revisión. Enviado a Agriculture, Ecosystems and Environment.

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3.5) Subárea: AGROECOLOGÍA 1. INTRODUCCION La necesidad de investigar sistemas agrícolas sustentables, en un escenario mundial en que los recursos naturales, la gestión del medio ambiente y la seguridad alimentaria son puestos en consideración, nos plantea el desafío de generar nuevos conocimientos a partir de una realidad más compleja, pensando en sistemas diversificados. La AGROECOLOGIA como ciencia, es integradora y su enfoque es sistémico, permitiendo adaptarse a los nuevos escenarios de una sociedad moderna, donde la agricultura es evaluada cuantitativa y cualitativamente. Por ello desde esta sub-área, el INTA investiga para dar respuesta al rediseño de los sistemas de producción, hacerlos mas sustentables y contribuir a que a diferentes tipos de agriculturas y agricultores puedan coexistir simultánea y territorialmente. Además del hecho tecnológico, en que toda la sociedad moderna está envuelta, nuevas herramientas metodológicas son necesarias, para crear un estilo de desarrollo técnico-científico más acorde con los recursos naturales y con el conocimiento y la percepción de los agricultores. Desde diferentes perspectivas, la AGROECOLOGIA podría también intervenir, en lo relacionado con los flujos de materia y energía a nivel de la biosfera, la biodiversidad del ambiente productivo y circundante, los reservorios de agua dulce, los balances globales de nutrientes, así como en los procesos antrópicos que ocurren a diferentes niveles de tiempo y espacio cuando se analiza la agricultura (Zamudio, 2008). Según la International Assessment of Agricultural Science and Technology (2008) existen tres categorías de sistemas productivos: el sistema convencional productivista, el sistema tradicional/indígena y el sistema agroecológico. Estas tres categorías son el marco para abordar una nueva ruralidad basada en el desarrollo rural agro-ecológico. En el primero, priman las labores y prácticas productivas capital/intensivas, información y desarrollo, así como transferencia de tecnología. La perspectiva de producción es eminentemente unidimensional (monocultivo). Esta categoría de sistema de producción se caracteriza por los altos subsidios energéticos, crédito oportuno y cadenas productivas agroindustriales. El sistema agroecológico se fundamenta en lograr una agricultura que optimice los ciclos de la materia y energía y las interacciones que se dan en los ecosistemas. Esto tiene efectos multidimensionales en favor del ambiente por la recuperación de prácticas tradicionales donde prima el policultivo y la revalorización de los conocimientos, lo que reafirma su interdisciplinariedad. Este tipo de sistema puede albergar tanto a sistemas eminentemente tradicionales campesinos como el indígena, como al sistema convencional productivista reformulado, modificado y reorientado hacia una agricultura ecológica, biológica, orgánica u otras (International Assessment of Agricultural Science and Technology, 2008). Esta noción de los sistemas de producción agrícola relacionados intrínsecamente con los ciclos de vida de la naturaleza, tratan en la práctica de lograr la homeostasis y nuevos puntos de equilibrio. Este proceso debe ser de carácter dialéctico y traducido a partir de una intervención donde prime la equidad, inclusión social y formas de acción social colectiva, con el fin de revertir los procesos de insostenibilidad producidos por el paradigma de la productividad. El paradigma agroecológico, como paradigma emergente, rescata el conocimiento tradicional de los agricultores en su medio rural junto a aquellos logrados por el consenso de la comunidad ciéntifica, lo que es necesario para la implementación de métodologías, con él propósito de re-diseñar agroecosistemas y hacerlos mas sustentables. Por ello la Agroecologia brinda escenarios multifuncionales apropiados para el mantenimiento de los flujos de materia y energía, la biodiversidad, la reproducción social y cultural de cosmovisiones diferentes a las de un único paradigma, en relación con la apropiación, uso y manejo de los recursos naturales, así como de la trasmisión del conocimiento de comunidades y la reconversión ecológica de procesos productivos de la agricultura convencional agroindustrial, entre otras (Zamudio, 2008).

En este contexto, el enfoque agroecológico brinda las bases conceptuales para estudiar y diseñar agroecosistemas, de manera tal de avanzar en el proceso de transición hacia sistemas sustentables de producción. 2. DEMANDAS Y OPORTUNIDADES A pesar de los múltiples esfuerzos en el desarrollo y aplicación de las tecnologías existentes, existe en la actualidad un vacío entre los esfuerzos científicos y tecnológicos y la real utilización de la comunidad de usuarios de esta información. La pregunta que surge entonces es: ¿Cómo puede contribuir el PPR de AGROECOLOGÍA a desarrollar sinergias que acerquen la información a los usuarios permitiendo maximizar su aprovechamiento y generando una retroalimentación positiva que permita conocer las necesidades de los diversos sectores y la necesidad de desarrollo de nuevos productos?. Es la demanda actual con mayor peso específico dentro de las problemáticas asociadas. 2.1 Detección de las principales demandas ¿Cómo incrementar el conocimiento y el manejo de principios agro-ecológicos y tecnologías alternativas? Esta demanda puede ser analizada desde cinco visiones en forma conjunta, a) La articulación institucional. El escalonamiento agroecológico tiene mayores opciones en la medida que la articulación institucional sea asumida como un eje estratégico y prioritario, y tenga la capacidad de incluir, pragmática y operativamente, diversas entidades públicas y privadas, así como organizaciones sociales de los sectores rurales. En éstas juegan un rol importante, los promotores rurales, los agricultores experimentadores y los líderes innovadores. En este marco, cobra sentido la dimensión del desarrollo organizacional como un componente de fortalecimiento de procesos de aprendizaje e innovación. Respecto a la dimensión técnico-productiva, ésta refleja la base a partir de la cual es posible plantear con solvencia procesos mayores de escalonamiento si se actúa a través de la articulación. Sin embargo, se confirma que, cuando se otorga una excesiva centralidad a la tecnología y/o a las propuestas técnicas, las ONG agroecológicas, plantean el riesgo de caer en los mismos errores de los programas de investigación y extensión tradicionales. (Ranaboldo y Venegas, 2007) b) La articulación entre sistemas de conocimiento: En este marco existe la oportunidad de ir incluyendo, de manera creativa, las experiencias existentes, sean académicas o comunitarias, científicas o propias de un sistema empírico de generación de conocimientos. A su vez, una dimensión como la de desarrollo técnico-productivo se deja de considerar bajo un enfoque productivista para asumir un carácter influido por procesos diversos y multiformes de aprendizaje. Una de las principales vías de fomentar un cambio en la manera de pensar y hacer las cosas es por medio de un diálogo de saberes, que no privilegia lo externo, científico o técnico sobre lo local, ni viceversa. Un elemento básico para establecer tal diálogo es la legitimación de los conocimientos y la innovación por parte de los agricultores, como punto de partida para cualquier proceso de aprendizaje compartido. (Ranaboldo y Venegas, 2007) c) La articulación con los sistemas de producción: Después de una larga historia de separación y falta de interacción entre agrónomos y ecólogos, hoy se combinan esfuerzos para estudiar y resolver los problemas relacionados con nuestros sistemas de producción de alimentos. Como resultado, se ha comenzado a desarrollar el campo de la Agroecología. Sin embargo, junto con este desarrollo, también sobrevienen discusiones importantes, e inclusive profundas controversias, con respecto a cuáles son los métodos de investigación más apropiados de aplicar, de tal forma que los resultados derivados de las investigaciones tengan significación ecológica y aplicabilidad agrícola. Una cosa es la ganancia obtenida al entender las bases ecológicas del funcionamiento de un agroecosistema; otra cosa es aplicar tal conocimiento para resolver los problemas diarios que enfrentan los agricultores en todo el mundo (Gliessman, 1989) d) la articulación con los agricultores: Los buenos agricultores que son experimentadores son sólo acompañados actualmente por la caracterización y el diagnóstico

Al no disponer de fuentes de suministro de tecnologías para la amplia difusión territorial de la agroecologia, los buenos agricultores han optado por apostar a la experimentación, desarrollando habilidades tecnológicas y saberes para enfrentar ellos mismos la situación de carencia de tecnologías apropiadas a las condiciones de un nuevo rediseño de la agricultura. El número de organizaciones y agricultores que comparten este nuevo escenario está creciendo, y con ello la necesidad de contar con orientaciones metodológicas en las instituciones públicas (PASOLAC, 2001). Para la incorporación del enfoque participativo en los sistemas o estilos de investigación, se requiere lograr la participación de los diferentes actores en los procesos de investigación e incorporar los conocimientos locales en diálogo con los científicos para buscar alternativas en la solución de los problemas de los productores de manera conjunta. Para ello, es importante la utilización de diferentes metodologías y herramientas participativas que han producido buenos resultados en diferentes países (GTZ, CIAT, ASPTA, entre otros). La utilización de metodologías participativas en procesos de investigación y extensión ha demostrado ser de gran utilidad, tanto por las posibilidades de recuperación del conocimiento local como de la apropiación de los nuevos conocimientos, producidos en conjunto con los científicos y extensionistas. La adopción de tecnología puede ser entonces un proceso más rápido y eficaz (International Assessment of Agricultural Science and Technology, 2008) e) La articulación con mercados incluye el componente de la hipótesis relacionada con el fortalecimiento de la participación de los agricultores en mercados especiales, locales y la dimensión de desarrollo comercial. Se comprueba, no sólo la validez de la propuesta relativa a los mercados especiales de nichos específicos, sino la búsqueda de otros; como la articulación de los pequeños productores con varios tipos de mercados definidos por características locales. En esta esfera, sin duda, existen aún muchos vacíos, que son reveladores de las necesidades de una actualización de la propuesta agroecológica en términos de su "convivencia" con el mundo real, y particularmente con los aspectos económicos ligados a la producción y comercialización en la agricultura (Ranaboldo y Venegas, 2007) 2.2 Brechas tecnológicas, limitantes y oportunidades La agricultura a escala mundial está sumida en una grave crisis que conlleva una compleja trama de problemas sociales (desempleo, envejecimiento de la población rural, etc.), económicos (incremento de los costos de producción, pérdida de renta agraria, etc.) y ecológicos (pérdida de biodiversidad, contaminación de agua, polución del aire, erosión del suelo, etc.) (Guzmán y Alonso, 2007). Éstas son sólo algunas de las consecuencias que han sido generadas o que se han visto empeoradas por el esquema actual de producción. Las prácticas agrícolas que asumen una visión agroecológica como la producción orgánica, biodinámica, permacultura, agricultura natural, etc., surgen debido a la necesidad de producir alimentos saludables y respetuosos con el medio ambiente y como una alternativa a las consecuencias que ha generado el actual esquema de producción (van Elsen, 2000). Los sistemas de producción con enfoque agroecológico constituyen una alternativa real y en auge, cuya producción y comercio está creciendo no sólo en Europa y Norte América que constituyen el principal mercado, sino en numerosos países en vías de desarrollo (Willer y Yussefi, 2006). Según el IICA, en 2008 la producción orgánica en el mundo ya involucraba a 54 países ocupando 35 millones de hectáreas y sustentando a 1,4 millones de productores certificados. Además se ha producido un crecimiento en el mercado de los productos del 10,4% anual, con unas ventas de 50,9 billones de dólares durante ese año. América Latina y el Caribe no son ajenos a este fenómeno, ya que el 23% de la producción orgánica mundial se lleva a cabo en esta región, donde ocupa 6,1 millones de hectáreas, superficie similar a la que ocupa este tipo de producción en Europa. Según estimaciones, la potencialidad de los sistemas agroecológicos en el mundo podría alcanzar a 60 millones de hectáreas, caracterizadas por un tamaño medio de finca de 1,8 hectáreas, sistemas que generan el 41% de la producción agrícola para el consumo domestico, y en especial el 51% del maíz, 77% de los frijoles y 61% de las papas (SOCLA, Sociedad Científica Latino Americana de Agroecología, 2007). Por todo ello, se torna necesaria la investigación técnica, administrativa y comercial para aumentar el volumen de producción y

mejorar la calidad, así como el aumento de profesionales capacitados que asesoren a los productores que ya existen en el sector y a aquellos que deseen incorporarse a estos sistemas de producción diferenciada (IICA, 2009). ¿Cómo incorporar a las instituciones/organismos que hacen transferencia de tecnología, a una visión de conocimiento integrado, interdisciplinario y holístico, basándose en información y conocimientos provenientes de las mismas Instituciones? La agroecología supone procesos de co-construcción y aprendizaje entre los consensos científicos, la visión de los agricultores, el mercado, el contexto social y el medio ambiente, los cuales no solo están relacionados a brechas tecnológicas o falta de competitividad. Lo importante en la concepción de tecnologías alternativas con base agroecologica, es saber que la mirada sistémica es importante aún en enfoques convencionales. Como dimensión científica o de generación de conocimiento, la investigación interdisciplinaria se ve obstaculizada por la idea de que la ciencia reduccionista es más objetiva, más científica, por ello se proponen los siguientes puntos-bases como labor realizada por consenso en el equipo del AERN 296002 (Taller de Agroecología INTA, 2011): a) Considerar tanto el conocimiento empírico como el científico. b) Abordar los proyectos con un enfoque multidisciplinar. c) Tomar en consideración la visión sistémica y holística que caracteriza a la agroecología. d) No simplificar ni delimitar los sistemas, sino tomar conciencia de su complejidad. e) Generar estrategias que permitan la divulgación de los conocimientos. f)

Relevar el material científico y de divulgación preexistente para poder avanzar a partir de ahí.

g) Validar los procesos en “situación real” – campos de productores, parcelas comunales, chacras experimentales. h) Buscar puntos de convergencia en los territorios entre diferentes tipos de agriculturas y agricultores promoviendo la coexistencia. ¿Cómo evaluar el escalamiento sucesivo e impacto de la Agroecologia en los programas institucionales de investigación y desarrollo? La transición agroecológica actual, entre otros aspectos, trata de minimizar las externalidades negativas y se está llevando a cabo mayoritariamente sin el respaldo de la investigación pública. A esto se añade la dificultad de que los servicios de extensión en el país no han participado activamente en este nuevo proceso de aprendizaje. En consecuencia, las posibilidades de encontrar información para los productores ecológicos han quedado circunscritas a conocer la experiencia de otros productores más avanzados y a la investigación generada en pequeños centros de investigación, públicos o privados, surgidos al margen de las grandes líneas de investigación oficiales y de los grandes consorcios internacionales como el CGIAR. Algunos de estos centros de investigación dedicados a la investigación en producción ecológica en Europa son: Elm Farm Research Centre (Reino Unido), Forschungsinstitut für biologischen Landbau (FiBL, Suiza), Danish Research Centre for Organic Farming (DARCOF, ICROFS, Dinamarca), y el Centro de Investigación y Formación de Agricultura Ecológica y Desarrollo Rural de Granada (CIFAED), entre otros. En USA, el Instituto Rodale en Pensilvania y el Centro de Santa Cruz de la Universidad de California. En Latinoamérica existen en Brasil, dentro de EMBRAPA y la Universidad Federal Rural de Río de Janeiro, unidades como “Fazendinha Agroecologica” y en Chile CLADES, que es un espacio de cooperación entre Universidades, Organizaciones no Gubernamentales de Desarrollo, Empresas Privadas y Organismos Públicos, dedicados a promover el desarrollo sustentable. Sin este escenario de cooperación, intervención, experimentación, y enseñanza, presentes activamente, la generación de nuevos conocimientos para agricultores, se ve cada

vez mas demorada, aumentado la brecha entre el cambio del paradigma convencional hacia el nuevo paradigma emergente. En este contexto a mejorar, nuevos usuarios potenciales de sistemas agro-ecologicos y tecnologías alternativas pueden existir como parte de la transición. Algunos aspectos a describir mas adelante, demuestran la complejidad de estas interacciones entre teoria, principios agroecológicos, praxis, movimientos sociales y nuevas tecnologías alternativas. 3. LINEAS DE ACCIÓN PRIORIZADAS Las principales líneas de acción priorizadas están asociadas a los objetivos generales del PEI (Plan Estratégico Institucional al 2015) específico del PMP (Plan de Mediano Plazo al 2012) a) Generar nuevos conocimientos siguiendo los principios y orientaciones de la agroecología que sean aplicables a la resolución de los problemas actuales de la agricultura b) Desarrollar y rediseñar sistemas agrícolas sustentables a distintas escalas de producción y validarlos mediante indicadores cualitativos y cuantitativos c) Desarrollar tecnologías alternativas basadas en nuevos procesos de aprendizaje, entre investigadores, agricultores, extensionistas, desde la visión de los ejes de la equidad, el cuidado de los recursos naturales y los nuevos mercados locales y de exportación. d) Gestionar, junto a ONG, Facultades, Asociaciones de Productores, la construcción de una Plataforma de Agroecología, que se integre a las necesidades de formación de nuevos profesionales en el país y su dimensión agrícola. 4. OBJETIVOS ESPECÍFICOS: Los objetivos específicos definidos en el marco del presente Proyecto Propio de la Red son: a) Estudiar la regulación funcional de los agro-ecosistemas basadas en procesos físicos, químicos, y biológicos, que nos permitan establecer nuevos puntos de equilibrio a partir de tecnologías de procesos. b) Estudiar los componentes del agro ecosistema y las prácticas que condicionan su funcionamiento. c) Generar conocimientos y tecnologías que validen la conversión a los sistemas orgánicos de granos, hortalizas y cultivos perennes, desde enfoques competitivos, interdisciplinarios y sustentables. d) Establecer una red de fincas de referencia para el fortalecimiento del proceso de transición agro- ecológica e) Evaluar participativamente el comportamiento de materiales genéticos en los agroecosistemas y promover la multiplicación de núcleos de materiales seleccionados para mejorar la biodiversidad f) Generar y validar participativamente protocolos para la selección, conservación y multiplicación “in situ” de los materiales seleccionados, desde un enfoque agroecológico 5. ÁREAS DE VACANCIA TEMÁTICAS Las áreas de vacancia que deberían ser priorizadas tendrían como finalidad: a) Tecnologías alternativas al uso de herbicidas, en franjas peri-urbanas de no fumigación b) Cultivo de cobertura otoño-invernal y antecesores de cultivos de granos como estrategia de disminución de pérdidas de carbono y agua del suelo. c) Evolución e interpretación de indicadores de fertilidad de suelo en relación a la sostenibilidad de sistemas agroecológicos.

d) Diseño de estrategias de cultivos consociados para mejorar la intercepción lumínica y el aprovechamiento de eficiencia de agua en el suelo e) Coberturas interfilares a base de gramíneas y leguminosas, como proveedora de nutrientes asociados a la materia orgánica en frutales de pepita, vid y frutas finas f) Monitoreo de la fauna edáfica y epífita asociada a cultivos sin uso de agroquímicos g) Comparación de la biodiversidad funcional entre sistemas orgánicos y de bajos insumos h) Relación entre la biodiversidad funcional y productiva asociada a las relaciones presaplanta-predador i) Cultivos de cobertura de leguminosas primavero estivales, como base de aporte de nitrógeno a los cultivos subsiguientes de la rotación j) Recuperación de variedades locales para mejorar la conservación de suelos, la seguridad alimentaria y su uso por agricultores familiares. k) Evaluación agronómica variedades seleccionadas para mejorar la agro-biodiversidad y oferta en mercados locales l) Evaluación de la fertilización orgánica y su impacto en el sistema suelo-planta. m) Aplicación de enmiendas orgánicas compostadas y vermicompostadas para el mejoramiento de las propiedades física, químicas, y biológicas de suelos. n) Evaluar fitoterápicos como herramientas alternativas de manejo durante la transición agroecologica y la conversión a la agricultura orgánica o) Evaluar la aparición de promotores de crecimientos (micorrizas, bacterias) asociados a los sistemas radiculares de plantas de cobertura y cultivos claves de la rotación agrícola, en suelos no fertilizados químicamente p) Trazar estrategias de manejo de pastos, animales y uso mínimo de productos antiparasitarios, manteniendo una buena alimentación durante el proceso de engorde. 6. PROYECTOS ESPECÍFICOS Codigo

Titulo

AERN296012 AERN296022

Desarrollo y Difusión de Tecnología para la Producción Orgánica Investigación Acción Participativa de los procesos de transición hacia sistemas de producción agroecológicos La agrobiodiversidad en los sistemas productivos de los agricultores familiares

AERN296032

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Jorge Ulle

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Mariana Marasas

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Fortunato Martínez

[email protected]

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3.6) Subárea: GEOMÁTICA 1. INTRODUCCIÓN El término “Geomática” se ha definido como un conjunto de ciencias, o el campo de actividades, en los cuales se integran los medios para la captura, tratamiento, análisis, interpretación, difusión y almacenamiento de información geográfica. También es llamada información espacial o geo-espacial. Esta información puede provenir de múltiples fuentes, entre ellas la cartografía temática, los sensores remotos, los sistemas de posicionamiento global o los sistemas de información geográfica. El término “Aplicada”, por su parte, hace referencia normalmente al hecho de que, parte de estos sistemas geo-espaciales de información tienen como fin responder a una problemática o situación particular en las más diversas áreas del conocimiento (e.g. producción agropecuaria y forestal, ambiente, recursos naturales, entre otros). El INTA ha sido uno de los pioneros en nuestro país en la utilización de información geo-espacial para la solución de problemas agronómicos. Desde las primeras etapas de su desarrollo a nivel mundial, nuestra institución ha hecho aportes significativos en el conocimiento sobre el estado actual de los Recursos Naturales, la evaluación y la previsión de su evolución a corto, mediano y largo plazo, y la contribución de pautas para el ordenamiento territorial y la gestión del ambiente. Ejemplo de ello ha sido el uso sistemático de fotografías aéreas para la elaboración de mapas de suelos a partir de la década del 60. Durante la década del 70 los avances alcanzados en los programas espaciales de “Observación de la Tierra”, permitieron ampliar significativamente la capacidad de detección a distancia, con mayor discriminación espectral, cubriendo todo el globo terrestre con re-visitas periódicas, que permitió conocer con mayor precisión y detalle las características y accidentes de la superficie terrestre y los cambios generados por la acción del hombre; habilitando el desarrollo de una variada gama de aplicaciones útiles a un amplio espectro de disciplinas (ciencias del suelo, meteorología, geología, oceanografía, agronomía, ecología, patología vegetal, economía y sociedad, etc.). Dentro de las aplicaciones vinculadas al quehacer del INTA en particular, es posible mencionar: 1) Usos y coberturas del suelo (identificación, seguimiento, asociación a variables productivas y socioeconómicas); 2) Cartografía de suelos (actualización de mapas de suelos, desarrollo de nuevas cartografías de suelos); 3) Estimación cuali y cuantitativa de la biomasa vegetal (seguimiento, estimación, sanidad y estado, cuantificación del impacto de variables ambientales); 4) Hidrología (estimación de precipitaciones, seguimiento de la humedad del suelo, delimitación de cuencas y sub cuencas, obtención de variables hidro meteorológicas, necesidades de riego); 5) Estudios ambientales (expansión agrícola y tendencias, deforestación, fragmentación de paisajes, desertización, erosión, contaminación, eutrofización); y 6) Emergencias y desastres (prevención y alertas tempranas, mapas de riesgo, evaluación de impacto), entre otros. Durante la década del 80, el INTA incorporó como herramienta rutinaria el uso de imágenes satelitales para el monitoreo y evaluación de inundaciones sobre diferentes regiones del país. En la década del 90, el INTA desarrolló sistemas operativos para el pronóstico y previsión de la producción de cereales y oleaginosas en la Región Pampeana y para la elaboración de inventarios de uso del suelo a partir de información satelital. La utilización de Sistemas de Información Geográfica (SIG) también se incorporó al INTA desde sus primeras etapas de desarrollo a nivel mundial. Durante la última década y merced a la ejecución de proyectos (Previsión de Cosecha, Desertización, Catastro Rural, RIAP, etc.) financiados por diferentes fuentes (INTA, JNG, INDEC, MAGyP (exSAGPyA), GTZ, PROMSA, Fundación ArgenINTA, Cooperadoras) el INTA registra un aumento significativo en la cantidad de personal técnico, gracias a un fuerte impulso durante los últimos 5 años en la adquisición de equipos y formación de personal que en nuestros días disponen de un componente de investigación orientado al desarrollo de aplicaciones que exploren favorablemente para el país las nuevas tecnologías, ofrezca autonomía tecnológica en la materia y asegure una interacción y actualización permanente de otros componentes institucionales que hacen uso de estas herramientas a niveles disciplinarios, de servicios y de extensión.

2. DEMANDAS Y OPORTUNIDADES A pesar de los múltiples esfuerzos en el desarrollo y aplicación de estas tecnologías, parece existir en la actualidad un vacío entre los esfuerzos científicos y tecnológicos y la real utilización de la comunidad de usuarios de esta información. La pregunta que surge entonces es: ¿Cómo puede contribuir el PPR de Geomática Aplicada a desarrollar sinergias que acerquen la información a los usuarios permitiendo maximizar su aprovechamiento y generando una retroalimentación positiva que permita conocer las necesidades de los diversos sectores y la necesidad de desarrollo de nuevos productos?. Es esta la demanda con mayor peso específico dentro de las problemáticas asociadas. 2.1 Detección de principales demandas Sin dudas, el desafío actual en la gestión de este PPR está asociado a: I) la generación, el manejo y la difusión de la información disponible; II) la identificación de vacíos en el conocimiento y vacancias en capacidades humanas; y III) la implementación de investigaciones de calidad comprometidas en la resolución de problemas relevantes de los sectores agropecuarios, agroindustriales y del medio ambiente. En cuanto al primer desafío (I), las tecnologías de la información y la comunicación (TICs1), conjuntamente con los sistemas de ayuda para la toma de decisiones (SATDs), jugarán un rol preponderante en este sentido. En relación a los otros dos desafíos (II y III), un trabajo de planificación intra-institucional con otros componentes jerárquicos funcionales y programáticos de la Institución será imprescindible; aprovechando las experiencias matriciales que se han desarrollado en el INTA durante el último lustro, las cuales permitirán definir y priorizar acciones, objetivos y metas en esta temática. Como ejemplo pueden enumerarse las siguientes demandas: a) Articular, especializar y diferenciar funciones a nivel institucional en Teledetección y SIG. b) Contribuir a la formación de recursos humanos altamente capacitados en teledetección y SIG. c) Disponer de un inventario anual actualizado sobre las principales coberturas vegetales a niveles regional y nacional. d) Disponer de información objetiva y precisa sobre el uso del suelo y agua, su dinámica evolutiva y las tendencias futuras. e) Organizar inventarios y archivos de datos geo-espaciales disponibles en el INTA (imágenes satelitales, fotogramas, mapas temáticos, etc.) y diseñar estrategias para fomentar su uso compartido. f) Definir productos tecnológicos derivados de la utilización de sensores remotos y SIG, estableciendo normas y estándares de precisión y exactitud, formato, bases cartográficas, metadatos, costos y precios. g) Desarrollar y fortalecer laboratorios de Teledetección y SIG a nivel de las Ecorregiones 2.2 Brechas tecnológicas, limitantes y oportunidades En la Subárea de Geomática Aplicada, la insuficiente capacidad tecnológica disponible para el monitoreo del estado, evolución probable y conservación de los recursos naturales que sustentan las producciones agropecuarias y forestales, y el manejo sustentable de los agro ecosistemas con miras a ordenar racionalmente la utilización del espacio rural, constituye una asignatura pendiente con implicancias directas sobre la competitividad actual y potencial de nuestros sistemas de producción. En un contexto evolutivo donde los sistemas de producción migran paulatinamente hacia sistemas de “conocimiento intensivo” con inéditas exigencias en datos, información, capacidad de análisis y disponibilidad en tiempo real, la Geomática aplicada ofrece la

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TICs: Tecnologías que agrupan los elementos y las técnicas utilizadas en el tratamiento y la transmisión de las informaciones, principalmente de informática, Internet y telecomunicaciones.

oportunidad de contribuir significativamente a este desarrollo y fortalecer el objetivo institucional de transferencia y difusión de los productos generados. Estamos transitando una era de conectividad creciente y tecnología distribuida, en la cual es imprescindible generar productos que respondan a las necesidades de los usuarios, para transferirlos eficaz y eficientemente a los mismos y capacitarlos para su uso, intentando crear una interacción en la cual los usuarios se apropien de los productos y a su vez puedan expresar las necesidades de nuevos productos (retroalimentación positiva). A la vez, será fundamental la creación de sistemas automáticos y en tiempo real para la toma de decisiones. 3. LINEAS DE ACCION PRIORIZADAS Las principales líneas de acción priorizadas están asociadas a los objetivos generales del PEI (Plan Estratégico Institucional al 2015) específico del PMP (Plan de Mediano Plazo al 2012). a) Consolidar el componente de Teledetección y SIG del INTA a través de la conformación de una red que integre, desarrolle y convalide información geoespacial con aplicaciones al sector agropecuario. b) Contribuir al desarrollo y articulación de capacidades en teledetección y SIG a nivel nacional c) Organizar, articular y difundir la información geoespacial del sector a los distintos niveles de aproximación d) Contribuir a incrementar la eficiencia institucional y fortalecer los vínculos interinstitucionales para la aplicación de protocolos y metodologías generadas 4. OBJETIVOS ESPECÍFICOS Los objetivos específicos definidos en el marco del presente Proyecto Propio de la red son: a) Contribuir al desarrollo y articulación de capacidades en teledetección y SIG a nivel nacional b) Organizar, articular y difundir la información geoespacial del sector a los distintos niveles de aproximación. c) Contribuir a incrementar la eficiencia institucional y fortalecer los vínculos interinstitucionales para la aplicación de protocolos y metodologías generadas en los distintos PE. 5. ÁREAS DE VACANCIA TEMÁTICAS Las áreas de vacancia que deberían ser priorizadas tendrían como finalidad: e) Disminuir los costos de búsqueda de información geoespacial f) Desarrollar sistemas e interfases con base web para el manejo, difusión y toma de decisiones a partir de la información geo referenciada generada por el INTA g) Investigar y Desarrollar sistemas y formatos de interoperabilidad de datos h) Investigar y desarrollar modelos de bases de datos geográficos (geodatabases) y modelos de ayuda a la toma de decisiones i) Desarrollar sistemas de información agropecuaria y forestal basados en sensores remotos en operación regular y periódica j) Desarrollar nuevas aplicaciones basadas en sensores remotos avanzados o de carácter experimental k) Desarrollar metodologías para determinar la confiabilidad de mapas temáticos derivados de sensores remotos y de interpolación espacial l) Automatizar el control de calidad de datos geo espaciales

6. PROYECTOS ESPECÍFICOS Codigo

Titulo

AERN294411

GeoINTA 2.0: Transformando datos geoespaciales en sistemas de información y modelos de toma de decisiones Desarrollo de productos y aplicaciones para el sector agropecuario y forestal a partir de sensores remotos Evaluación geoestadística de la confiabilidad de productos geomáticos

AERN294421 AERN294432

Responsable

Correo-e

Pablo A. Mercuri

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Tomás A. Hartmann

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Teresa Boca

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7. BIBLIOGRAFÍA - Baret, F. and Buis, S., 2008. Estimating canopy characteristics from remote sensing observations. Review of methods and associated problems. S. Liang (Ed.). Advances in Land Remote Sensing. Springer Science, pp 173-201. - Bastiaan van Loenen and Bas Kok (eds). 2004 Spatial Data Infrastructure and Policy Development in Europe and the United States. Delft University Press ISBN: 90-407-24679 104 pages - Beget, M.E. and Di Bella, C. M. 2007. Flooding: the effect of water depth on the spectral response of grass canopies, Journal of Hydrology 335, 285– 294. - Caballé, S.; Xhafa, F. 2008. Programación Distribuida con Java. Madrid: Delta Publicaciones Universitarias, S.L. - Chuvieco, E., (1996). Fundamentos de Teledetección Espacial. Ediciones RIALP, S.A. Madrid. - Cochran, W.G. (1977). Sampling Techniques; Third Edition; Wiley. New York. Congalton, R. G. & Green K. (1993). A practical look at the sources of confusion in error matrix generation. Photogrammetric Engineering and Remote Sensing 59: 641-644. - Combal B., Baret, F, Weiss, M., Trubuil, A., Mace, D. and Pragnère, A., 2002. Retrieval of canopy biophysical variables from bidirectional reflectance: Using prior information to solve the ill-posed inverse problem. Remote Sensing of Environment 84, 1–15. - Cressie (1991). Statistics for spatial data : N.A.C. New York: John Wiley & Sons. - Cristiano, P.M., Posse, G., Di Bella C.M. & Jaimes, F.R. Uncertainties in fPAR estimation of grass canopies under different stress situations and differences in architecture. International Journal of Remote Sensing. En prensa - Di Bella, C, Paruelo, J., Becerra, J., Bacour, C. and Baret, F. (2004a). Effect of senescent leaves on NDVI-based estimates of fAPAR: experimental and modeling evidences International Journal of Remote Sensing 25 (23): 5415-5427. - Di Bella, C.; Faivre, R.; Ruget F.; Seguin, B.; Guérif, M.; Combal, B.; Weiss, M. and Rebella, C. (2004) Remote sensing capabilities to estimate pasture production in France. International Journal of Remote Sensing 25 (23): 5359-5372. - Di Bella, C.M., Jobbágy, E.G.; Paruelo, J.M. and Pinnock, S. Continental fire density in South America. Global Ecology and Biogeography 15 (2): 192-199 - Di Bella, CM, Rebella, CM and Paruelo, JM (2000): Evapotranspiration estimates using NOAA AVHRR imagery in the Pampa Region of Argentina. International Journal of Remote Sensing. 21(4): 791-797. - Eva, H., Belward, A., De miranda, E., Di Bella, C., Gond, V., Huber, O., Jones, S., Sgrenzaroli, M., and Fritz, S. (2004). A land cover map of South America. Global Change Biology 10: 731-744 - Fallas, J. (2002). Normas y Estándares para datos geoespaciales. Laboratorios de Teledetección y Sistemas de Información Geográfica. Escuela de Ciencias Ambientales y Programas Regional en Manejo de Vida Silvestre. Universidad Nacional Heredia, Costa Rica. (http:\\www.una.ac.cr/ambi /telesig) - Foody, G. M. (2002). Status of land cover classification accuracy assessment. Remote Sensing of Environment. 80:185-201. - GeoSur 2009, http://geosur.caf.com/ : Corporación Andina de Fomento (CAF), Instituto - Goel, N. and Strebel, D., 1983. Inversion of vegetation canopy reflectance for estimating agronomic variables: I Problem definition and initial results using the suits model. Remote Sensing of Environment 13, 487-507. - Hartmann, T., Di Bella, CM and Oricchio, P (2003): Assessment of the possible drought impact on farm production in the SE of the province of Buenos Aires, Argentina. ISPRS Journal of Photogrammetry and Remote Sensing 57 (4): 281-288.

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IV) ORGANIZACIÓN DEL AE Objetivo General del AERN 

Fortalecer la investigación de los recursos naturales en todas las regiones del país, la formación de masa crítica y la consolidación de redes, potenciando su articulación con 2 los componentes de T+E, RI y VT .

Objetivos Específicos 

     

Elaborar y mantener actualizados inventarios y sistemas de monitoreo sistemático sobre los recursos naturales con el objeto de detectar, calificar, cuantificar y pronosticar la evolución y cambios significativos registrados en el uso actual, cobertura y características estructurales y funcionales de los suelos; en la cantidad, calidad y dinámica de los recursos hídricos superficiales y subterráneos utilizados en la agricultura; en las variaciones, cambios e impactos climáticos sobre las producciones agropecuarias y forestales y en las modificaciones de la biodiversidad. Desarrollar conocimientos y tecnologías, métodos analíticos y experimentales de última generación, vinculados a la conservación y uso sustentable de los recursos naturales. Contribuir a definir una estrategia para la incorporación sistemática de los avances en el conocimiento y los desarrollos tecnológicos generados a nivel internacional. Identificar áreas de vacancia, necesidades de equipamiento y alianzas interinstitucionales estratégicas. Conformar nodos regionales especializados, funcionalmente diferenciados y articulados en una red institucional de recursos naturales. Desarrollar conocimientos, metodologías, capacidades y tecnologías para sistemas agropecuarios de base agroecológica. Promover la confección de sistemas de alerta temprana, mapas de vulnerabilidad y zonificación agroclimática, como elementos para estrategias de adaptación a la variabilidad del clima.

Estructura de Gestión Esta estructura del conjunto del AERN tiene como metas: o o o o o o o o o o o o o o o

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Apoyar la estrategia institucional sobre sustentabilidad y acción territorial Propiciar el enfoque productivo-ambiental articulando con Territorios, Ecorregiones, Gestión Ambiental, Forrajes y Pasturas, Forestales, y otros. Mantener una estrecha vinculación y apertura con los Centros Regionales Fortalecer el rol del AERN en el concierto de las Convenciones Internacionales y el relacionamiento institucional Promover la transferencia de las metodologías desde el AERN, poniéndolas a disposición de un mapa de actores más amplio y regional. Generar un clima de consenso, articulación y trabajo en equipo, delegando responsabilidades y propiciando una mayor profesionalización de la gestión Capacitar en forma continua y planificada los recursos humanos existentes Ayudar a la capacitación gerencial de los Coordinadores de PPR y PE, en la formación de redes, la resolución de conflictos y el seguimiento administrativo. Comunicar hacia el medio productivo y académico el estado de los recursos naturales Poner en marcha un Foro sobre sustentabilidad de los Recursos Naturales y la Producción Agropecuaria. Incluir la temática de desertificación en el AE Interactuar con el AE de Forrajes y Pasturas Enfatizar la construcción de redes de captura de información. Promover la introducción de los conceptos de las Subáreas en la enseñanza en escuelas agropecuarias. Propiciar otras formas de intervención alternativas a los Proyectos, a través de Consorcios y Plataformas.

T+E: Transferencia y Extensión; RI: Relaciones Institucionales; VT: Vinculación Tecnológica

o

o

Propiciar la confección de documentos de base, como guía para escenarios de prospectiva de mediano y largo plazo, estableciendo el estado del arte y la base institucional para el desarrollo de cada temática. Poner a disposición de los decisores, información confiable en bases de datos actualizadas. a. Comité Técnico:

Se propone integrar este Comité con un referente por cada Subárea (Suelos, Biodiversidad, Recursos Hídricos, Clima, Agro-ecología y Geomática), pudiéndose agregar invitados ad hoc. Estas reuniones, servirán como un elemento para evaluar los objetivos de los PE, justipreciar en conjunto el impacto producido por las inversiones llevadas a cabo, junto con un análisis de la formación de los recursos humanos, las inversiones requeridas, las publicaciones realizadas, la transferencia y capacitación producida, la comunicación, los consensos regionales, el seguimiento presupuestario periódico y otros temas importantes para la marcha del Área Estratégica. El comité técnico se reunirá tres veces al año y fijará las políticas estratégicas del AE. b. Comité Asesor Se propone la integración de este Comité con un referente por cada disciplina comprendida en el AE, y/o representantes de instituciones públicas nacionales vinculadas a la conservación y uso sustentable de los recursos naturales (Secretaría de Medio Ambiente, Subsecretaría de Recursos Hídricos, MAGyP, Universidades (UBA, UNLP), AACREA, Asociación Argentina de las Ciencias del Suelo, CENPAT) junto a no más de dos representantes por las organizaciones no gubernamentales (Aves Argentinas u otra, y una relativa a la agroecología). Este comité asesor se reunirá una vez al año y será convocado para presentar un estado de situación del AE promoviendo el intercambio de ideas y la posibilidad de sugerir modificaciones o incorporaciones de temas prioritarios. c. Interacción entre Subáreas Se propone una interacción al menos anual, entre distintas subáreas (Suelos/Recursos Hídricos; Geomática/Clima; Biodiversidad/Agroecología y otras combinaciones). El objetivo es lograr una puesta al día periódica sobre interacciones en marcha, futuros proyectos comunes, avances y dificultades. Esta interacción propiciará la realización de jornadas técnicas donde se presentarán los principales resultados periódicos de los PE. El funcionamiento en red, presupone además, una articulación con la estructura operativa de las regiones (Coordinadores de Investigación/Extensión, Directores de Unidades, Jefes de Departamento) para contemplar las necesidades locales y la complementariedad con los Proyectos Regionales. d. Foro de Recursos Naturales En función de lograr una más amplia participación, articulación y consensos con los socios, la sociedad civil, los decisores y estamentos especializados como el periodismo ambiental, se propone la formación de un foro de recursos naturales. Este foro, de carácter productivo/ambiental, podrá ser la caja de resonancia, desde el escenario agroalimentario y ambiental, de definiciones más profundas en el tema de la conservación de los recursos naturales. De ser posible, este foro se convocará anualmente. e. Recursos Humanos Este ítem es particularmente sensible para el Área Estratégica. Varias temáticas, entre ellas algunas priorizadas, como Agua, Suelos y Variabilidad Climática, fueron originalmente pioneras en el INTA, y representaron parte del prestigio institucional que hoy detenta la institución. Con el tiempo y en forma paralela al bache generacional producido en los 90, muchos grupos y nodos fueron debilitándose, al punto que muchas líneas de investigación peligran por falta de técnicos de nivel. Se hace imprescindible discutir profundamente este aspecto, si es que el estudio de los recursos naturales pretende ser continuado de forma de dar respuestas a los múltiples y cambiantes problemas que irán creciendo con el desarrollo de la actividad agroindustrial y socio-económica (PyMES, Pequeña Agricultura Familiar, etc.).

La constitución por la DN, de la Mesa Hídrica, sirvió como base de discusión para las necesidades de recursos humanos en distintas regiones. Esto promovió acuerdos con los Directores Regionales para el llamado a concurso en el tema de los recursos hídricos. Pero dada la importancia actual y futura del tema, y la enorme demanda de organismos nacionales, provinciales y locales, así como de productores y técnicos, es necesaria una nueva profundización del tema. En Biodiversidad, el AE pretende incorporar aún más el estudio de la diversidad vegetal y su funcionalidad en los ecosistemas, lo que completará su visión sistémica y ameritará la llegada de nuevos recursos humanos en esta importante disciplina. En la recientemente incorporada subárea de Agroecología, se pretende llegar a acuerdos metodológicos con los distintos niveles de intervención institucional, lo que promoverá la constitución de una Mesa Agroecológica para elaborar un documento de base conjunto. Las herramientas viabilizadas a través de la Geomática necesitan de personal especializado, alguno de los cuales ya están siendo entrenados a partir de becarios y posgrados universitarios. En este campo, es importante reforzar las estructuras de cada Unidad como aporte fundamental al monitoreo, de ayuda esencial tanto para investigadores como para extensionistas. f.

Herramientas de sensoramiento remoto y bases de datos

En el importante tema de sensoramiento remoto y de la red de agrometeorología, tal como fue discutido en anteriores documentos, en reuniones del Comité Técnico y expresado por la propia Subárea, es necesario que sean consideradas inversiones estratégicas y de largo plazo, por lo que no se recomienda que sigan dependiendo de Proyectos Específicos, ni en lo operativo ni en lo presupuestario. Conceptualmente, estas inversiones no pueden ser sostenidas con proyectos a tres años vista. El gerenciamiento de bases de datos, merece un párrafo especial. La cantidad, periodicidad, clasificación, depuración y manejo de los datos para establecer modelos sobre el uso y conservación de los recursos naturales, que permitan realizar pronósticos certeros en escenarios cambiantes, harán la diferencia entre una institución alineada con los 2 requerimientos de crecimiento y desarrollo del PEI y el PEA , o una institución que dará respuestas tardías en estas disciplinas. Aunque se ha avanzado, actualmente existen vacancias de datos en distintos temas y muchas series son obsoletas o con datos faltantes. g. Capacidades institucionales y extra-institucionales El AERN, a través de sus 6 subáreas y 23 proyectos específicos, tiene una profusa interacción con gran cantidad de Unidades de todo el país y todos los Centros Regionales, con los principales institutos de investigación y con una cantidad importante de AE y PN. Está relacionada con Territorios, CIPAF, ProHuerta, AEGA, CIRN, Clima y Agua, IFFIVE, Ecorregiones, Pasturas y Forrajes, PN Forestal, y otros. Son múltiples los contactos con el exterior: EMBRAPA, PROCISUR, FAO, FONTAGRO, UE, CIAT, varios Convenios bilaterales, etc. En el orden local, sus técnicos son requeridos continuamente por la SAyDS, el MAGyP, MinPlan, SRRHH, INA, COHIFE, AACREA, PROSAP, y otros organismos.

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