Angel de la Soledad in fronteras marzo-mayo 2011 · n.º 004
Madre Genoveva, víctima viva por su obra
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i Dios quiere dar estos padecimientos, yo los acepto… ¿No le parece que el buen Jesús mira su obra con una predilección grande? Muchas veces rasgaría todo mi cuerpo para poder demostrarle mi agradecimiento; pero es poca cosa. Dios no me los quiere. Se conoce que no me quiere muerta por su Obra, sino viva, para que sea víctima viva por su Obra. Así me lo dijo el buen Jesús… ¡Qué pocas fuerzas tiene la víctima, si le faltara la voluntad, que es la única que le queda sana! Sólo el amor es el que me empuja a obrar…” Santa Genoveva. (Carta, mayo de 1913)
ÁNGEL DE LA SOLEDAD SIN FRONTERAS
En portada: Imagen de la Virgen del oratorio de la Casa Generalicia junto a la cual oraba la Santa Fundadora.
➜ Datos biográficos
de Santa Genoveva >>>
SUMARIO
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Su vida nos habla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 Ahondando en su alma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4 Así vivía Santa Genoveva el amor a María . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5 Novena. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
Este boletín informativo se distribuye gratuitamente. Los favores obtenidos, por intercesión de Santa Genoveva, rogamos se nos comuniquen a cualquiera de las direcciones de México o Venezuela que aparecen en la contraportada de este boletín.
Redacción y Administración: Religiosas Angélicas Diseño y maquetación: José María Soria
[email protected] Impreso en: México y Venezuela www.angelicas.org www.santagenoveva.org
Datos biográficos 1870 3 DE ENERO · Nace en Almenara, Castellón. 4 DE ENERO · Bautizada en la Parroquia de los Santos Juanes. 1871 Muere José, su padre. 1877 11 DE DICIEMBRE · Recibe el Sacramento de la Confirmación. 1878 Muere Vicenta, su madre. 1880 Recibe la Primera Comunión. 1882 JULIO · Se forma un tumor en la pierna izquierda. 1883 MARZO · Amputación dolorosa de la pierna enferma. 1886 8 DE MARZO · Ingresa en la Casa de Misericordia de Valencia. 1894 Sale del asilo. 1911 2 DE FEBRERO · Fundación en Valencia de una Obra para señoras retiradas. DICIEMBRE · Aprobación verbal diocesana. 1912 31 DE JULIO · Inauguración de la primera Casa en Zaragoza. 1925 5 DE DICIEMBRE · Erección canónica del Instituto religioso. 18 DE DICIEMBRE · Profesión de votos simples. 1926 18 DE DICIEMBRE · Profesión perpetua. 1931 18 DE DICIEMBRE · Confirmada en el cargo de Superiora General. 1941 14 DE ENERO · Se inaugura en Zaragoza la actual Casa General. 1953 25 DE MARZO · Se recibe la Aprobación Pontificia. 1956 5 DE ENERO · Muere en Zaragoza. 1976 2 DE FEBRERO · Apertura del proceso de Canonización. 1991 22 DE ENERO · Declaradas sus Virtudes Heroicas. 1995 29 DE ENERO · Beatificada en Roma. 2003 4 DE MAYO · Canonizada en Madrid por Su Santidad Juan Pablo II.
ÁNGEL DE LA SOLEDAD SIN FRONTERAS
Su vida nos habla Con muletas toda la vida
T
enía doce años. Su hermano José había marchado a Valencia. Genoveva se fue al río para lavar la ropa. Dura jornada en aquel 24 de julio, bajo un sol torrencial; desde las 11 de la mañana hasta las 3 de la tarde. Al regresar a Almenara, sintió unos terribles dolores en la pierna izquierda. Casi arrastrándose llegó a casa de unos vecinos. Acudió el médico. Diagnosticó: un tumor en la pierna izquierda. Un mal largo y doloroso, tanto que la cosa empeoró.
Santa Genoveva Torres Morales toda la vida apoyada en sus muletas.
Le cuidaba, de día, una hermana de su padre, su tía Juana; por la noche, su hermano José. Ocho meses de sufrimientos horribles; algunas veces la niña llegó a perder el conocimiento. Se le aplicaban unos rudimentarios remedios caseros. Y comenzó a llagarse: hasta aparecieron gusanos en las heridas. Genoveva sufría y lloraba, pero se acordaba de la Cruz del Señor, de los Dolores de la Virgen. Ofrecía sus sufrimientos por la salvación de los pecadores. Se presentó la gangrena. Era indispensable amputarle la pierna. Vino un cirujano de Valencia y comenzó la operación. Sobre una mesa ordinaria de la casa, con los medios antisépticos indispensables, pero sin ninguna comodidad propia de una clínica. Imaginadlo todo: era en 1883, en Almenara, en una pobre casita que todavía hoy subsiste. Le convencieron que era preciso anestesiarla. Genoveva no quería: ¿miedo? ¿afán de sufrir por Dios? Y ocurrió lo imprevisto: al comenzar la rudimentaria operación, se rompió el aparato de la anestesia. Y sin anestesia se llevó a cabo la operación y gracias a la intervención se salvó la vida de Genoveva. Pero el sacrificio se había consumado. Genoveva había subido hasta la Cruz de su Calvario. Crucificada para siempre con Cristo. La señal exterior habían de ser esas muletas, inseparables instrumentos de su vida de mujer andariega por Cristo y por su Iglesia, hasta los 86 años de edad, en que comenzó a volar, libre de trabas, hacia el abrazo del Señor. ¡Hermosa lección cuaresmal esta página, para nosotros, los que pasamos el tiempo rehuyendo las pequeñas cruces de nuestra existencia!
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Ahondando
en su alma
Al pie de la Cruz estaba María
Aparece esta hoja informativa en plena Cuaresma, camino de un pueblo que se aproxima a la Pascua, es decir, a la Cruz que lleva a la luz. Madre Genoveva Torres Morales era una mujer alegre, jovial en su carácter, amiga de bromas y entretenimientos con sus hijas y con las señoras residentes en sus Casas. Gozaba haciendo felices a los demás. Pero, al mismo tiempo, vivía la locura de la Cruz, era la estampa clásica de la mujer mortificada, abnegada en el vencimiento propio y en el testimonio de la austeridad religiosa. Recordemos hoy sus sufrimientos. De los corporales, apenas hay quien los pueda imaginar. Baste lo que su biógrafo, el padre Bernardino Llorca, dice textualmente: «Ante todo, la enfermedad de su pierna, con los terribles dolores que le produjo, seguidos de la operación dolorosísima, al amputársela en la forma que se le hizo, sin los calmantes de la anestesia moderna y con la rudeza de los escasos medios, de que allí en el pueblo se disponía. Como prueba del sistema rudimentario que se empleó en la operación, está el hecho de que nunca fue posible adaptarle una pierna artificial; pero lo que es peor todavía, eso fue origen de constantes y horribles dolores. Desde entonces puede decirse con verdad, que Genoveva no dejó de sufrir en su cuerpo.»
Habría que añadir aquí los sufrimientos de su alma: los que le proporcionaron la soledad de su vida familiar y la pobreza de recursos: la incompatibilidad de caracteres con sus primeras compañeras, que casi llevaron la Obra a su completa disolución; todos los contratiempos de las fundaciones; de los tiempos difíciles y duros que le tocó vivir. Estaba persuadida de que todos aquellos sufrimientos eran el precio con que se compraban las innumerables gracias que el Corazón de Jesús derramaba sobre su Obra. Por eso decía: a medida que la Obra crecía, se multiplicaban también los sufrimientos, pues se necesitaban más gracias. Cruz y luz en la vida de esta mujer admirable. Muerte y Resurrección. Así, identificada con Cristo, siempre en una perpetua Pascua. ¿Queréis saber el secreto de todo esto? Podéis verlo en la fotografía adjunta: «la Señora». Su imagen predilecta de María, con el Hijo muerto en los brazos. Hoy se conserva como reliquia preciosa en el Oratorio de la Casa Generalicia. De Madre Genoveva, crucificada siempre con Cristo, se puede decir también: al pie de su Cruz estaba María…
ÁNGEL DE LA SOLEDAD SIN FRONTERAS
Así vivía Santa Genoveva el amor a María El amor de Santa Genoveva a María no era puro sentimiento, sino que descendía a la práctica… ¡Flores y frutos, a la vez, en honor de la Virgen!
La Virgen del Buen Suceso Queremos subrayar algún aspecto de la íntima devoción de Madre Genoveva a la Santísima Virgen. Nos fijaremos tan sólo en un rasgo, entre los múltiples y variados que pudiéramos entresacar de su admirable vida. Almenara tiene por Patrona a la Virgen del Buen Suceso: esta venerada imagen constituyó siempre el amor profundo de los hijos de Almenara. Su humilde capilla acogió, desde tiempos lejanos, las lágrimas de gratitud y las súplicas confiadas de todos los vecinos de la villa. También los de Genoveva, desde su misma infancia. En 1936 todo quedó destruido. Nadie se cuidó de la ermita, una vez terminada la guerra. Era natural que el esfuerzo de Almenara se dedicara con preferencia a la restauración de la hermosa Iglesia Parroquial, bárbaramente destrozada e incendiada, y a solucionar tantas ruinas por todas partes. Así, no hubo durante varios años nadie que cuidara de la restauración de la capilla de la Virgen. Corría peligro de que desapareciera poco a poco la devoción de los hijos de Almenara a su Patrona. El Párroco, en estas circunstancias, acudió a la Madre Genoveva; ésta, sintiendo vibrar su amor entrañable a María, se prestó generosamente a restaurar la capilla de la Virgen del Buen Suceso. Consultó al Prelado de la Diócesis, habló con sus hijas, las Angélicas, y puso manos a la obra con un empeño decidido. Se levantaron los muros derruidos, se decoró bellamente el interior, se renovó el pavimento. Otra vez Almenara tuvo trono y altar para su Reina.
Nuestra Señora del Buen Suceso de Almenara.
«Gozos» a Ntra. Sra. del Buen Suceso.
V
Vos lográis el gran blasón de Madre del Buen Suceso. Toda Almenara, por eso os entrega el corazón. De la fama provocados acuden los desvalidos cojos, mancos y tullidos se van de aquí remediados: publicando en su regreso vuestro amparo y protección. Toda Almenara por eso os entrega el corazón.
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El 17 de octubre de 1948 fue el día señalado para la solemne inauguración. Acudió Madre Genoveva, y vio pasear por todo el pueblo, triunfalmente, la nueva imagen de María que iba a ser entronizada en la capilla reconstruida. Fue una jornada de intensa emoción para Madre Genoveva.
Santa Genoveva sentada, viendo la procesión de la Virgen del Buen Suceso, en Almenara.
Con la Virgen siempre
Pero no todo quedó ahí. Dos días después de terminar estas fiestas, la Madre Genoveva, que deseaba sacar u fruto positivo espiritual de aquella solemnidad, reunió a las mujeres de Almenara y les habló con todo su fuego, que se hacía contagioso cuando se refería a la Virgen. Les convenció de que, con el fin de conservar mejor el recuerdo de la Patrona, y para asegurar el cumplimiento de sus deberes religiosos, debería organizarse una asociación. Así lo hizo, inscribiéndose gran número de mujeres del pueblo. Todas ellas tomaron obligación de hacer vela a la Virgen y mantener su culto. Al mismo tiempo se comprometían a la asistencia dominical a la Santa Misa y al cumplimiento de sus deberes como esposas y como madres cristianas. El amor de Santa Genoveva a María, como se ve, no era puro sentimiento, sino que descendía a la práctica… ¡Flores y frutos, a la vez, en honor de la Virgen! En el museo de la Casa Generalicia de Zaragoza, conteniendo los recuerdos más emotivos de la Madre Fundadora, Genoveva Torres Morales, hay un objeto que llama la atención de todos los visitantes por su sencillez, ingenuidad y típico sabor de florecilla franciscana. En una vitrina, junto al manto de la Virgen del pilar que le cobijó en su última agonía, aparece una caja vulgar y corriente, de cartón; una caja, de zapatos quizá, con un ventanillo por el que asoma el rostro de una imagen de María. ¿De qué se trata? La Madre Genoveva viajaba mucho, incansablemente, a pesar de sus años y, sobre todo, de su invalidez. Era un auténtico milagro cómo aquella mujer, con una sola pierna, siempre con muletas, podía arrostrar tantos peligros subiendo y bajando trenes, visitando sus fundaciones. Los Ángeles le protegían: a ellos se confiaba siempre.
ÁNGEL DE LA SOLEDAD SIN FRONTERAS
Pero un día vino a Zaragoza, en olor de multitudes, la Virgen de Fátima, blanca paloma peregrina. Alguien le regaló una imagen, o la adquirió ella misma. Y desde entonces, la Madre Genoveva la constituyó compañera suya de todos sus caminos. María y Genoveva, Madre e hija, las dos peregrinas. «No nos olvidemos de la Virgencita», decía al salir de casa. Y para no llamar la atención, la metía en la caja vulgar que aún se conserva. Pero, para poder verla y rezarle en las largas horas de viaje, hizo el ventanito a la altura del rostro virginal. ¡Cuántas avemarías, cuántas salves, cuántas confidencias con María, a lo largo de todos los caminos!
«NO NOS OLVIDEMOS DE LA VIRGENCITA», DECÍA AL SALIR DE CASA.
Y PARA NO
LLAMAR LA ATENCIÓN, LA METÍA EN LA CAJA VULGAR QUE AÚN SE CONSERVA...
Algo así hacía aquella otra mujer intrépida, Teresa de Ávila, con su San José a cuestas, en las alforjas, para presidir sus palomarcicos en las tierras de España. El gesto de Madre Genoveva es como una viñeta, arrancada de esa larga tradición de amor, que los Fundadores de Institutos religiosos han ido dibujando con los trazos de su fe y las delicadezas de su devoción. Madre Genoveva Torres Morales, en verdad, pertenece al ejército de las almas que han derrochado amor a la Virgen: ¡bendita sementera que ha producido frutos tan bellos de salvación en la Iglesia!
Testimonio Familia Marcos Díaz México D.F.
¡CUÁNTAS AVEMARÍAS, CUÁNTAS SALVES, CUÁNTAS CONFIDENCIAS CON
MARÍA, A LO LARGO DE TODOS LOS CAMINOS!
AGRADECEMOS EL CARIÑO Y LA PAZ ESPIRITUAL QUE LE BRINDARON LAS
HERMANAS ANGÉLICAS.
Por medio de la presente, la familia Marcos Díaz, desea expresar su agradecimiento por las atenciones y cuidados recibidos por nuestra madre la Sra. M.ª del Carmen Díaz Ballesteros, durante su estancia en la Casa Mater. Agradecemos a Dios, a todo el personal y a las compañeras de nuestra madre en Casa Mater, por los momentos felices y de compañía que disfrutó estos últimos años. Muy especialmente agradecemos el cariño y la paz espiritual que le brindaron las Hermanas Angélicas. Les pedimos no la olviden en sus oraciones, ahora que seguramente ella está al lado de Nuestro Señor y de la Santísima Virgen.
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Direcciones Oración México MÉXICO D.F. Guerrero, 104 Colonia Santa Teresa Delg. Magdalena Contreras 10710 MÉXICO D.F. México E-mail:
[email protected] SAN LUIS DE POTOSÍ Mariano Otero, 481 78250 SAN LUIS POTOSÍ México
Oh Dios, que concediste a Santa Genoveva Torres Morales, religiosa, gracias innumerables, escogiéndola como instrumento fiel para combatir la soledad en que viven muchos seres humanos: haz que yo sepa también convertir todos los momentos y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte, de servir con alegría y sencillez a la Iglesia y al prójimo, iluminando los caminos del mundo con la luz de la fe y del amor. Dígnate concederme con su intercesión el favor que te pido (pídase). Por Jesucristo Nuestro Señor. Así sea. Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
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