Cartas de su esposa a Mariano Moreno

María Guadalupe Cuenca de Moreno Cartas de su esposa a Mariano Moreno Buenos Aires, 14 de marzo de 1811. Mi querido y estimado dueño de mi corazón:

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María Guadalupe Cuenca de Moreno

Cartas de su esposa a Mariano Moreno

Buenos Aires, 14 de marzo de 1811. Mi querido y estimado dueño de mi corazón: Me alegraré que lo pases bien y que al recibo de ésta estés ya en tu gran casa con comodidad y que Dios te dé acierto en tus empresas; tu hijo y toda tu familia quedan buenos pero yo con muchas fluctuaciones y el dolor en las costillas que no se me quita y cada vez va a más; estoy en cura, me asiste Argerich, se me aumentan mis males al verme sin vos y de pensar morirme sin verte y sin tu amable compañía; todo me fastidia, todo me entristece, las bromas de Micaela me enternecen porque tengo el corazón más para llorar que para reír, y así mi querido Moreno, si no te perjudicas procura venirte lo más pronto que puedas o si no hacerme llevar porque sin vos no puedo vivir; la casa me parece sin gente, no tengo gusto para nada de considerar que estés enfermo o triste sin tener tu mujer y tu hijo que te consuelen y participen de tus disgustos; ¿o quizás ya habrás encontrado alguna inglesa que ocupe mi lugar? no hagas eso Moreno, cuando

te tiente alguna inglesa acordate que tenés una mujer fiel a quien ofendés después de Dios: El inglés que vino con don Alejandro días antes que te embarcaras vino anteayer y me dijo que si quería escribirte, y sin embargo de haberte escrito hace ocho días te vuelvo a escribir pues no me queda otro consuelo, y no te enojes de que te caliente la cabeza que con mis cartas; no dejes de escribirme en cuanto barco salga y avisarme todo, ya basta de guardar secretos para tu mujer: Fray Cayetano no te escribe porque anda muy ocupado, lo han hecho Provincial. Peña ya se recibió. Bustamante ya vino y Agrelo me hago cargo que estará muerto de envidia de ver que se le ha escapado el ser fiscal. Todos los días nos asustan con Elío, dicen que viene a bombear; en la otra banda se han levantado contra los de Montevideo, salió ahora días Moldes con 600 hombres a la otra banda, Vieytes ha salido a comisión no se sabe dónde. Bustamante estuvo a verme y todos tus amigos a ofrecérseme. El cuarto está sin alquilar hace un mes, la negra grande está hecha un monstruo de ese empeine en la cara; no hay quien la compre, voy a ver si la puedo volver, me dicen que es lepra, el médico dice que es un empeine terrible; el negro va bien, la negra chica siempre perversa, no la vendo todavía de miedo de que me toque otra peor; nuestro hijo sigue en la escuela, siempre flaquito, le he dado en casa el vino y sólo cuando le digo que tome a tu salud lo toma. Te reza al levantarse y al acostarse y me dice, mi madre, todo lo que rezo en la escuela lo ofrezco para mi padre, y el modo de ofrecer es diciendo estas oraciones: te ofrezco para que le des buen viaje y lo traigas pronto: darás expresiones a Manuel y que te cuide; reciban los dos muchas expresiones de tu madre, tus hermanas, Marianito y la Marcela y toda la familia y hace lo que tu madre te dice del cumplimiento de Iglesia, y Dios te dé muchos años de vida y salud para el consuelo, amparo y bien de ésta tu desconsolada esposa María Guadalupe Moreno .

Buenos Aires, 20 de abril de 1811. Mi amado Moreno de mi corazón: me alegraré que lo pases bien en compañía de Manuel, nosotras quedamos buenas y nuestro Marianito un poco mejorado, gracias a Dios. Te escribí con fecha de 10 o 11 de éste, pero con todo vuelvo a escribirte porque no tengo día más bien empleado que el día que paso escribiéndote y quisiera tener talento y expresiones para poderte decir cuánto siente mi corazón, ay, Moreno de mi vida, qué trabajo me cuesta el vivir sin vos, todo lo que hago me parece mal hecho, hasta ahora mis pocas salidas se reducen a lo de tu madre; no he pagado visita ninguna, las gentes, la casa, todo me parece triste, no tengo gusto para nada, van a hacer tres meses que te fuiste pero ya me parecen tres años; estas cosas que acaban de suceder con los vocales, me es un puñal en el corazón, porque veo que cada día se asegura más Saavedra en el mando, y tu partido se tira a cortar de raíz, pero te queda el de Dios, pues obrando por la razón y con virtud no puede desampararnos Dios; no ceso de encomendarte para que te conserve en su Gracia y nos vuelva a unir cuanto antes porque ya vos me conocés que no soy gente sino estando a tu lado;

sólo Dios sabe la impresión y pesadumbre tan grande que me ha causado tu separación porque aun cuando me prevenías que pudiera ofrecérsete algún viaje, me parecía que nunca había de llegar este caso; al principio me pareció sueño y ahora me parece la misma muerte y la hubiera sufrido gustosa con tal de que no te vayas. Mañana canta Tedéum el Obispo en la Catedral por haber salido bien Saavedra, Funes, Molina y Cossio el 6 de éste; en la plaza principal están levantando una Pirámide y dicen que van a poner, en un lado la Reconquista, en otro la entrada del inglés y en el otro la instalación de la Junta, y dicen también que van a hacer fiestas Reales; en la otra carta te aviso todas las novedades, y para eso del sueldo me dijo Fray Cayetano que viera al mozo de Larrea para preguntarle quién seguiría dándome la mesada y cobrando el sueldo; fui con tu madre, y me dijo que Larrea le dejó todos sus negocios a él y también el de cobrar el sueldo y darme la mesada; es aquel catalán calvo que venía siempre; el cuarto lo he alquilado en doce pesos porque han bajado los alquileres y no hay quien dé más; los han desterrado, a Mendoza, a Azcuénaga y Posadas; Larrea, a San Juan; Peña, a la punta de San Luis; Vieytes, a la misma; French, Beruti, Donado, el Dr. Vieytes y Cardoso, a Patagones; hoy te mando el manifiesto para que veas cómo mienten estos infames; Agrelo es el editor de "Gacetas" con dos mil pesos de renta, por si acaso no has recibido carta en que te prevengo que no le escribas a este vil porque anda hablando pestes de vos y adulando a Saavedra; su mujer no me ha pagado la visita que le hice, en fin, se ha declarado enemigo nuestro y ha jurado que no volverás a beber el agua del Río de la Plata; no le haremos quebrantar el juramento y con beber siempre de aljibe queda el juramento intacto; han puesto Tribunal de Vigilancia, Gutiérrez, Villegas y no sé qué otros son los Jueces. Del pobre Castelli hablan incendios, que ha robado, que es borracho, que hace injusticias, no saben cómo acriminarlo, hasta han dicho que no los dejó confesarse a Nieto y los demás que pasaron por las armas en Potosí, ya está visto que los que se han sacrificado son los que salen peor que todos, el ejemplo lo tienes en vos mismo, y en estos pobres que están padeciendo después que han trabajado tanto, y así, mi querido Moreno, ésta y no más, porque Saavedra y los pícaros como él son los que se aprovechan y no la patria, pues a mi parecer lo que vos y los demás patriotas trabajaron está perdido porque éstos no tratan sino de su interés particular, lo que concluyas con la comisión arrastraremos con nuestros huesos donde no se metan con nosotros y gozaremos de la tranquilidad que antes gozábamos, pero lo mejor será que me hagas llevar porque no puedo vivir sola y Moreno el Santo temor de Dios te encargo como Da Rita la Biña.

Buenos Aires, mayo 1º de 1811. Mi amado dueño mío, me alegraré que ésta te halle con perfecta salud como mi amor lo desea, y te proporcione esa Corte diversiones, para distraerle del trabajo y fatigas que te acarreará tu comisión, y la memoria de lo que

han hecho y hacen nuestros contrarios; tu madre, yo, tu hijo, hermanas, y demás familia quedamos buenas, a Dios gracias. Hace tres días que estuvo a darme un aviso, tu camarada, aquél que te daba muchos abrazos siempre que venía a visitarte; y me dijo que está Medrano como comisionado para indagar lo que se ha hablado desde el 5 de diciembre hasta el día que dieron la comisión; ha preguntado a los que llama que si te oyeron hablar contra los individuos de la Junta y si eras contrario de ellos y del gobierno. ¿Has visto Moreno hasta dónde llega el rencor de estos malvados? El sujeto que te digo me dijo que ya que no pueden hacerte ningún daño en tu persona, lo harán con los bienes; pero no sacarán nada, en el día el que es tu amigo es reo y perseguido como tal sin más delito que ser tu amigo; ha habido partidario de Saavedra que ha dicho delante de tu tío don Martín que tu partido se ha de cortar de raíz: Bustamante ha hecho renuncia y se va mañana; ahora dos días estuvo a despedirse y me encargó que te pusiera memorias de su parte, yo le alabo el gusto de irse antes que lo echen, porque a estos no les gustan hombres como Bustamante; Gurruchaga también ha renunciado y le han admitido la renuncia, Ocampo ha renunciado y vuelve a ser comandante de Arribeños, de Fiscal interino está Elías y van a hacer oposiciones para que ocurra el que se crea acreedor al empleo; a Bustos le han dicho que escoja la Estrella o los Montañeses; a Moldes, después de haberlo nombrado de intendente de Cochabamba, echaron en nombre del pueblo que no pudieran gobernar fuera de sus tierras, y a Moldes lo han atajado diciendo que es necesario en Buenos Aires y no le han dado el pasaporte que él pedía para irse a su casa. Fr. Cayetano anda en vísperas de caer, me parece que le quieren quitar el Provincialato y Dios quiera que no sea más; la obra de febrero me mandó cobrar Pico diciendo que es suya, yo le contesté diciendo que no tenía orden para dar a nadie nada y jamás te oí que tuvieras obras ajenas y que te escribiría para con tu orden darle la obra; si es suya no ha resollado nada, en otra te puse lo mismo pero por si acaso te vuelvo a escribir lo mismo, ya me pagó Giménez; a Corrientes y San Nicolás lo han tomado los de Montevideo, ya vienen los diputados, Salinas es diputido de Chuquisaca; Castelli llevó a Lemoine de Intendente para Cochabamba y los cochabambinos no han querido, en otra ocasión te escribiré algo más largo porque ahora ha de entrar Da. Bartola a visitar a Micaela, porque vive en el barrio de casa y me veo precisada de dejar, no te enojes de tanto borrón ni te olvides de tu Mariquita; dedícale siquiera una hora al día para acordarte de ella y para corresponder las lágrimas y desvelos que tiene por vos; recibe memorias de tu madre, tu hijo y hermanas, a Dios mi amado Moreno de mi alma, tu mujer que te ama más que a sí misma y verte desea María Guadalupe Moreno . P. D. La carta que te escribió Balbastro me la leyó y te dice que nuestro Marianito se pasea con Larrea, es falso, tal vez lo verían con el hijo de Cornet, porque mi hijo no ha salido a ninguna parte sino conmigo o tu madre y para que no pienses otra cosa te doy esta satisfacción como debo dártela. El clérigo paceño está preso por haber dicho que un papel que hizo Funes fue copiado puro y verdadero de un autor francés, el principal motivo ha sido éste y ser tu partidario con otros pretextos que ellos

alegan. Te prevengo que no mandes cartas sino bajo mi cubierta o de algún inglés conocido tuyo para que las entreguen en sus manos y no las pillen estos indignos porque si hoy están libres, mañana están presos. Larrea, ya te he dicho, que está desterrado en San Juan. Adiós, mi querido Moreno, memorias a Manuel de parte de todos.

Buenos Aires, mayo 9 de 1811. Mi amado Moreno de mi corazón, me alegraré que estés bueno, toda la familia queda buena, pero yo penando siempre con los dientes, y el dolor en las costillas, que unos días más, otros menos, me mortifica mucho, y algunas veces me hace desconfiar de volverte a ver; esta memoria me deja sin sentidos, de pensar morirme, desamparada de mi Moreno, del único consuelo que tengo, del único padre, y del marido más querido de su mujer, y de dejar a mi Marianito, por el que te pido me hagas llevar si no se te sigue perjuicio, que yo iré gustosa aunque pase dos mil trabajos, porque como yo no aspiro más que a estar a tu lado, servirte, cuidarte, y quererte cada día más de lo mucho que te quiero, toda mi felicidad se funda en que vivas; y yo a tu lado, y así, día y noche, te encomiendo a Dios, para que te dé muchos años de vida, y nos veamos pronto; no me consuela otra cosa más que cuando me acuerdo las promesas que me hiciste los útlimos días antes de tu salida, de no olvidarte de mí, de tratar de volver pronto, de quererme siempre, de serme fiel, porque a la hora que empieces a querer a alguna inglesa adiós Mariquita, ya no será ella la que ocupe ni un instante tu corazón, y yo estaré llorando como estoy, y sufriendo tu separación que me parece la muerte, expuesta a la cólera de nuestros enemigos, y vos divertido, y encantado, con tu inglesa; si tal caso sucede, como me parece que sucederá, tendré que irme aunque no quieras, para estorbarte; pero para no martirizarme más con estas cosas, haré de cuenta que he soñado, y no te me enojes de estas zonceras que te digo: La negra Francisca se ha libertado, he tenido una gran fortuna porque pensé tener perdidos los 300 50 porque no había quien la compre por ese empeine de la cara; me parece que en el mismo barco que te escribo con fecha 1 de mayo, va ésta, por mano del inglés que vive en lo de tu abuela; te escribo esa de 1 y otra esquelita que por no perder ocasión te escribí la noche del 4, que estando tu madre aquí trajeron de casa dos cartas y las cerré, y con ella misma las mandé a lo de tu abuela para que las dé al inglés, y al otro día fue tu madre y las abrió pensando que fuesen algunas cartas anónimas y te diesen un mal rato y viendo que no eran lo que pensaba las volvió a cerrar y después me avisó, ésta te escribo por mano de Lasala que vino antes de ayer a avisarme que pasado mañana salía un barco y que le mande la carta a su casa, yo no pierdo ocasión y si hubiera todos los días también lo haría, y vos hacé lo mismo porque a mí no me queda otro consuelo; quisiera escribirte cada día, con ésta van siete cartas y una esquela, y yo hasta ahora no he recibido ninguna tuya, y ya

hace tres meses 17 días que te fuistes, por Dios Moreno escríbeme a menudo y date un lugarcito para leer mis cartas, aunque disparatadas, y no las tires sin leerlas, acordate de tu Mariquita que te quiere más que a sí misma y sobre todo lo que hay en el mundo; nuestro Marianito está muy mejor del empeine que tenía en la cabeza; se le hizo un nacido allí mismo y le ha reventado, con eso se le ha quitado el empeine, ya sigue en la escuela de donde lo retiré por las evacuaciones y desgano de comer; que los médicos Argerich y Capdevila decían que tenía lombrices por haber echado una pocos días después de tu salida, de balde fueron botellas de quina en vino con ajenjo, lo cierto es que mi hijo ha sanado con emplastos y remedios caseros, ahora come bien, está de buen semblante, y repuesto pero muy regalón conmigo, me hace cuco con su vida y me dice, si me muero yo veré quien la consuela ahora que no está mi padre, y me dice tantas cosas de estas que cada día me engaña más, no puedo estar sin él porque si entra adentro ya me parece que se rompe la cabeza, una pierna y se me desgracia; el consuelo que tengo en mi soledad y no quisiera que fuera ni a casa por no perderlo de vista; lo mando porque se divierte, y porque tu madre, aunque viene todas las noches, no le gusta que pasen días sin ir Mariano a su casa; tu madre y las muchachas me acompañan mucho, Micaela y la Marcela no quieren que esté triste ni llore, Micaela se viene junto a mí y me empieza a embromar, y busca medios para distraerme, de suerte que muchas veces me desahogo las noches en mi cama porque hasta ahora no se pasa una sin soñar con vos; algunas me despierta Micaela de las pesadillas que me dan, lo que apago la vela y miro por todos lados y no te encuentro me parece que estoy desterrada, me veo sola, digo sola porque aunque duerme Marianito, Micaela y la negra en el aposento estoy sola siempre, porque tu lugar nadie lo ocupa ni quien me alegrara como vos; cuando estaré a tu lado, ay mi Moreno de mi corazón, no tengo vida sin vos, se fue mi alma y este cuerpo sin alma no puede vivir y si quieres que viva venite pronto, o mandame llevar. El cuarto lo alquilé a un inglés para almacén y había sido ladrón, lo prendieron a los ocho días, y me han venido a tomar declaración, si conocía al inglés, yo declaré que no, como que no lo conozco, y todas aquellas preguntas que se hacen, a las que respondí que después de preguntarle para qué lo quería me dijo que para almacén, le di la llave, me han sacado recibo para entregarme la llave, yo me veo en esta cosa que ni había soñado porque ya vos me conocés que no soy para eso: ahí tienes esa Gaceta, Oliden ya salió de la prisión, pero los demás siguen presos; de Chuquisaca lo manda Castelli a Delgadillo diciendo que hace falta aquí; recibe memorias de tu madre, tus hermanas, Marianito, la Marcela y dáselas también a Manuel; tu mujer que te adora y verte cuanto antes desea María Guadalupe Moreno . P. D. Chorroarín mandó por un recibo, que dice debía haberte dado Azcuénaga, de un dinero que le entregaste, y unos libros en blanco que dio Vidal de donativo; yo le respondí que no había nada en casa; de fuera, mi madre y Panchita te mandan muchas memorias y adiós mi Moreno.

Buenos Aires, 25 de mayo de 1811. Mi querido Moreno de mi corazón, me alegraré que ésta te halle con perfecta salud como mi amor lo desea: yo, Mariano y toda la familia quedamos buenas, pero yo extrañándote cada día más y más, y deseando con ansia recibir carta tuya, saber de tu salud, y sentir los trabajos que habrás tenido en un viaje tan largo, ya que no te los he ayudado a pasar. Están en una gran función en acción de gracias por la instalación de la Junta; predica Chorroarín, han hecho arcos triunfales, una Pirámide en medio de la Plaza aunque no la han podido acabar, mandó la Junta que los Alcaldes de barrio pidan a los vecinos, para hacer arcos u otras cosas, que acredite el patriotismo de los vecinos, y que pongan luminaria doble a más de la contribución, yo no he dado nada porque como vos no estás ni yo tengo otro patriotismo sino el de mi Moreno, no hago ningún servicio a la patria con quitarme de la boca esos reales; no he ido a ninguna función desde que saliste, las muchachas quisieron llevarme pero yo no he querido ir porque no tengo el corazón para eso ni puedo sufrir la presencia de los autores de nuestra separación y enemigos mortales nuestros, ni me parece que vos aprobarías que mientras estés ausente ande yo divirtiéndome, por todos estos motivos no he salido de mi casa a ninguna función, me han contado tu madre y las muchachas que ha estado el paseo muy feo, poco acompañamiento, sin embargo, de los preparativos que ha habido, a mí me parece que las gentes no están gustosas porque no se ha visto en esta función la alegría que se ha visto en otras, han habido danzas en la plaza, músicas en los arcos y seguirán cuatro noches, en el paseo dice que iba Rafael Saavedra relumbrando con tanto bordado. El estandarte ya no sale en adelante el día de San Martín sino el 24 y 25 de mayo; ayer a las 11 del día hubo repiques y salvas por la victoria que han ganado los nuestros en el Arroyo de las Piedras; de Montevideo salieron mil hombres y los nuestros eran otros tantos, ganaron la acción y tomaron prisioneros a los de Montevideo. Belgrano llegó el 21 de éste, y dejó en su lugar a Rondeau. En Potosí hubo una revolución y Lobo fue uno de los principales; te remito la "Gaceta" para que veas como ha sido, dicen que la causa de haberse metido Lobo en esta revolución, es el haber quebrado con Castelli, la Expedición dicen que está a la orilla del Desaguadero; no se cansan tus enemigos de sembrar odio contra vos ni la gata flaca de la Saturnina de hablar contra vos en los estrados y echarte la culpa de todo. No he podido conseguir que encuentren a Oliden en su casa hasta después que salió de la prisión, le mandé pedir el libro y me contesta que no tiene ningún libro tuyo, y al día siguiente vino y me dijo que estaba equivocada, que vos sois el que le tenés un libro que te lo prestó ahora un año, rotulado Brison. Diccionario de física ; este tomo es verdad que está en el estante

grande que está cerca de la puerta del aposento, pero yo lo he escondido hasta saber si se lo daré o no, yo le dije que no sabía dónde estaba el libro, que te preguntaré si lo tienes entre los demás o por olvido lo llevaste, le he porfiado por el libro que me dijiste pero él niega enteramente, yo no sé cómo ha de ser esto; Fr. Cayetano se va dentro de pocos días a la vista; tu tío don Martín no ha conseguido nada, Medrano no se cansa con todos los demás de sembrar odio contra vos, todo esto me aflige más de ver que no se contentan con que estés lejos, sino que ultrajan tu memoria y hacen cuanto pueden para arruinarte; han echado la voz que te quitan los poderes, como pudieras volver o mandarme llevar, aunque se metieran los poderes donde no les da el sol, que nos importara; te vuelvo a prevenir que no mandes cartas bajo la cubierta de la Junta; no me acuerdo si te avisé que a Moldes lo echaron a Salta sin nada y le quitaron los grados que tenía; el cuarto lo tengo alquilado por doce pesos a un sanjuanino, Dios quiera que dure; nuestro Marianito está ya bueno y acaba de encargarme que te ponga memorias, que te vengas pronto; acabo de recibir carta de mi madre que ha estado enferma, y mi hernana muriéndose de tabardillo e inflamación de vientre, me lloran mil pobrezas que me parten el corazón y me aumentan mis penas pero no las puedo remediar, no dejes de escribirme a menudo, y basta de guardar secretos a tu mujer que nadie los callará mejor que yo, no te olvides de las promesas que me hiciste; recibe memorias de tu madre, hermanas, abuela, tías, y la Marcela, y dáselas a Manuel de parte de todas y no te olvides de mí ni te enojes ni fastidies mis cartas, adiós mi querido Moreno, tu mujer que te ama más que a sí misma y verte desea, María Guadalupe Moreno . P. D. He tenido que abrir la carta después de cerrada, somos 27 y anoche a las diez y media empezaron a repicar en todas las iglesias por la reconquista de Corrientes por los Paraguayos; han tomado tres buques bien armados, y cinco mil paraguayos están sobre la ciudad del Paraguay, que pronto obedecerá a la Junta de Buenos Aires; vienen presos todos los europeos de Corrientes, Velasco dice que no se mete en nada y está retirado en la Candelaria, adiós mi querido Moreno.

Buenos Aires, junio 9 de 1811. Mi querido Moreno de mi corazón, me alegraré que lo pases bien: yo y toda la familia quedamos buenas, pero ya te puedes hacer cargo como estará mi corazón con tu ausencia y cada día se aumenta más mi pesadumbre al ver que se cumplen cuatro meses, diez y ocho días, de tu salida, y todavía no tengo el consuelo de recibir carta tuya; unos ratos le pido a Dios paciencia para esperar tus cartas y tu vuelta, otros ya me parece que me has olvidado, que ni por la imaginación se pasa tu Mariquita, con estos y otros pensamientos, todos tuyos, me paso los días y las noches; desahogo mi corazón con llorar; no tengo más desquite que mis lágrimas, pero después de atormentarme con estos pensamientos, te pido perdón, y me acuerdo lo que siempre me decías que siendo yo buena con vos lo habías de ser conmigo: sí, mi amado Moreno, sí lo soy y lo seré hasta mi muerte,

pero mi querido Moreno si ves que tu comisión es para largo tiempo mándame llevar; sabes muy bien la vida llena de amargura que estoy pasando sin vos, llorando me paso las noches, con el silencio me parece que mis sollozos han de llegar a tus oídos, me parece que me preguntas de qué lloro, que me das un abrazo, en fin, mi vida, para no molestarle más, conoces muy bien lo mucho que te amo para creer todo y mucho de lo que mi lengua no puede explicarte por su rudeza: nuestro Mariano sigue en la escuela, sabe de memoria poco menos de la mitad del catecismo, anoche le estaba yo contando del hijo pródigo y se echó a llorar, le pregunté de qué lloraba, y me dice, ay, mi madre, dónde estará mi padre, cuándo lo veré y a lamentarse, que me parte el corazón cada cosa de estas. El Paraguay ya se ha unido con nosotros, lo han tomado preso a Velasco y otros, y piden a Belgrano porque es precisa su persona para dirigirlos en el Paraguay; la Junta que han hecho allí lo pide llenándolo de alabanzas y el oficio se lo dirigen a él y no a la Junta, él, como ya te he dicho, en otra carta, vino a llamado de ese pueblo que dicen ellos que fue para dar cuenta del ejército, le quitaron el grado de Brigadier, llega Belgrano y no quiere asistir a la Junta diciendo que él es reo y viene a ser juzgado, empiezan los otros a decirle que todo quedará en nada, se compusieron, lo hicieron callar, en esto lo piden del Paraguay como a su ángel tutelar; ya vos te haces cargo sin que yo te diga el motivo por lo que no quieren que vaya y después de haberle dicho que todo queda en nada, salen con que no puede ir y que es preciso que se le haga consejo de guerra, así se están portando estos señores con el pobre Belgrano. La Colonia la desampararon los de Montevideo y tomaron los nuestros los cañones que dejaron clavados y dicen que ya están muy cerca de Montevideo. Dios quiera que pronto se unan, y que vos puedas volver cuanto antes; de la expedición del Perú, escribe Rufino a su padre con fecha de 2 de mayo, que sale con su regimiento de caballería otro regimiento de La Paz, seis mil cochabambinos, y el regimiento de Viamonte todos a acuartelarse seis leguas de Goyeneche, y dice que dentro de un mes se batirán, Dios les dé acierto: los diputados de arriba no aparecen, yo no sé cuál será el motivo de su tardanza. En esta tu casa no hay nada de nuevo; tus consejos los tengo presentes y los sigo; mi confesor es el provisor Zavaleta, ve si te gusta y si no te parece bien tomaré el que vos quieras; el cuarto se alquiló el 21 de mayo en doce pesos porque están los alquileres muy caídos, todavía no he comprado criada, la negra Carmen cada día más mala, el negro siempre flojo y pesado, recibe memorias de tu madre, tus hermanas, tías, abuela y Marcela y nuestro hijo y dáselas a Manuel de parte de todas; decile a Guido, si te parece, que dice la mujer del presidente que él tiene la culpa de la quitada de los honores y que se lo ha de pagar aunque sea de aquí a seis años, y adiós mi querido Moreno, no dejes de escribirme a menudo pero no enojado, no te olvides de mí, adiós mi amado Moreno, procura venirte pronto o hacerme llevar, tu mujer que te ama más que a sí misma, Mariquita . Buenos Aires, junio 21 de 1811. Mi querido Moreno de mi corazón: me alegraré que ésta te halle con perfecta salud como mi amor lo desea, nosotras quedamos buenas, a Dios

gracias, pero con la pesadumbre de no saber de vos en cinco meses que se cumplen mañana. Ya te puedes hacer cargo cómo estaré sin saber de vos en tantos meses que cada uno me parece un año, cada día te extraño más, todas las noches sueño con vos, ah, mi querido Moreno, cuántas veces sueño que te tengo abrazado pero luego me despierto y me hallo sola en mi triste cama, la riego con mis lágrimas, de verme sola, y que no sólo no te tengo a mi lado sino que no sé si te volveré a ver, y quién sabe si mientras esta ausencia no nos moriremos alguno de los dos, pero en caso de que llegue la hora sea a mí Dios mío, y no a mi Moreno, pero Dios no lo permita que muramos sin volvernos a ver. El 16 de éste llegó un chasqui de Castelli, con oficio a la Junta calentándoles las orejas por lo acaecido el 6 de abril, diciéndoles que en qué piensan, que todos los Cabildos del Perú han tenido a mal su proceder con los vocales porque conocían el verdadero patriotismo de estos señores que les niegan la obediencia mientras no repongan en sus empleos a los desterrados de ese día, que el Ejército está descontento con este Gobierno si no se reforma; y dicen que tienen firmada todos los Jefes de la Expedición, una carta a Funes de Castelli, en que le dice las verdades y se la mostró a un amigo suyo, llorando. El día que llegó el chasqui hubo un convite que les hicieron a los chilenos que han venido, y lo que leyó el oficio Saavedra dicen que empezó a patear tratando de pícaro a Castelli y quiso mandar al instante a uno de los Balcarce para que lo trajera preso a Castelli, pero Funes y Molina dicen que lo sosegaron diciendo que no es tiempo de atropellar sino de pensarlo bien. Madera escribe a su hermana, he visto la carta, le dice que todo el Perú está descontento y por eso no vienen los diputados de Charcas, Potosí, Cochabamba, Oruro, Paz, y demás pueblos; que el Ejército ha resuelto aniquilarse primero que obedecer a este Gobierno; Balbastro y Viamonte escriben lo mismo y dicen que dice Viamonte en su carta que ha hecho un estrépito grande en el Ejército que no ha podido contener a los oficiales. El Gobierno trata de que no se trasluzca esto, y ha encargado al Tribunal de Vigilancia que ponga mucho cuidado en este asunto, pero no lo sabe más que uno de cada casa, y copias de la carta de Madera, que andan en mucho secreto. Acaba de entrar tu tío don Martín a darme una noticia favorable, aunque yo hubiera querido que viniera acompañada de carta, pero como ha de ser tendré paciencia y me contentaré por ahora con saber que estás bueno y cerca de tu destino. El inglés que vive en lo de tu abuela les ha dicho que ayer entró un barco, y que dice el capitán que los encontró ocho o diez días de camino que te faltaba para llegar a Londres, que iban buenos, y que aquel gobierno reconocía el de Buenos Aires; yo me alegro muchísimo de saber que estás bueno, he tenido este enorme consuelo aunque no entero. También me ha dicho tu tío que llegó anoche chasqui de Castelli dando parte que han llegado dos diputados de Lima diciendo que suspendan las armas por cuarenta días y que no se entiendan en cosas de la patria con Goyeneche porque lo tienen por sospechoso, si sale en "Gaceta" mañana te la mandaré. El inglés don Alejandro vino a avisarme que el 23 salía barco; ahora días estuvo Pérez y hablando sobre a quien vendrían dirigidas tus cartas, por no estar Larrea, me dijo que lo viera a don Alejandro y le dijera que si venían las cartas bajo de su cubierta, me las mandara, esto

me dijo Pérez para librarlas de que caigan en manos de nuestros contrarios, se lo dije al inglés y escribió ese papelito y me dijo que lo pusiera dentro de mi carta; me parece que será para que sepas su nombre y mandes tus cartas a él pero eso vos sabrás a quien las has de dirigir, yo lo hice por asegurar las primeras que como no está Larrea pudieran caer en manos de éstos, porque tantas ganas te tienen a vos como a Larrea y a tus amigos y hacen lo posible para imputarles delitos, y no tengo más que decirte sino que no te olvides que sos cristiano, procura cumplir con tus obligaciones de cristiano; recibe memorias de tu madre, nuestro hijo, las muchachas y demás familia, y dáselas a Manuel en nombre de todas, y seamos buenos para que Dios nos ayude, tu mujer que verte desea. María Guadalupe Moreno .

Buenos Aires, junio 23 de 1811. Mi querido Moreno de mi corazón: acaba de mandar doña Mercedes Lasala a ver si quiero escribirte, aunque hace ya días que te escribí vuelvo a hacerlo por no dejar de hablarte aunque sea por medio de estos cuatro renglones, y te incluyo esa "Gaceta"; no te escribo más largo porque no hay más tiempo que un ratito; ha visto hoy tu madre carteles en las esquinas para que acusen a Belgrano, el que tenga de qué para hacerle el consejo, y adiós mi querido Moreno, no te olvides de mí, recibe memorias de todas, tu mujer que te ama más que a sí misma. Mariquita .

Buenos Aires, julio 1 de 1811. Mi amado Moreno de mi corazón: me alegraré de que estés bueno, gordo, y contento, yo, tu hijo, y demás familia quedamos buenas a Dios gracias; esta mañana estuvo don Alejandro el viejo, a decirme si quería escribirte, para mí no hay oferta más agradable que ésta, y así quisiera que todos los días hubiera proporción, para hacerlo, y te he escrito tantas cartas que si las recibes todas quizás te incomoden y te canses de leer tanta majadería, pero si me amas lo mismo que antes las leeréis con gusto y conoceréis que tu mujer es la misma y que ni la distancia ni nada de este mundo será capaz de que yo deje de querer a mi Moreno más que a mí misma. Ha ocho días que llegó la mujer de Pérez sin que él lo sepa hasta que estuvo en el Luján, trae dos hijitas, fui a visitarla con Micaela, me hizo mucho cariño, me ha dado ganas de hacer lo que ella ha hecho, pero me contienen muchas consideraciones y la principal es saber que vos no aprobaréis cosa que haga sin tu consentimiento, pero a la hora que yo vea que te has olvidado de mí, o no me escribas a menudo y tu ausencia sea muy larga, cuando menos lo pienses me tienes a tu lado, y así ve de hacerme llevar, o verte pronto, porque de lo contrario no es vida la mía sin vos; nuestro Marianito está en libro de corrido, se acuerda mucho de vos y te

extraña más todos los días, con que mi querido Moreno ven pronto, si no lo queréis hacer por mis ruegos hacedlo por nuestro hijo, y acuérdate de las promesas que me hiciste antes de embarcarte, no te dejes engañar de mujeres mira que sólo sois de Mariquita y ella y nadie más te ha de amar hasta la muerte; otra no te servirá más que de apartarte de la gracia de Dios, de mí, de tu hijo y de hacerme infeliz para toda mi vida, y de que yo no tenga el consuelo de decir que mi Moreno desde que nos casamos no ha querido más mujer que la que Dios le ha dado: y no te enojes, mi querido Moreno, de mis recomendaciones. Esta tarde han echado bando para que ningún europeo salga de las siete de la noche en adelante, y que al primer tiro de cañón asistan al Fuerte o a los cuarteles, todos; los Patricios dicen que Elío se ha avistado a la Ensenada con ochocientos hombres de desembarco, yo a lo que temo es a las bombas, Dios les dé acierto a los nuestros. Nos han dicho que Balcarce, el de la expedición, ha renunciado, y Salinas también; me ha dado mucho dolor de dientes, y por eso dejo de escribirte más largo, recibe memorias de tu madre, Marianito, hermanas, la Marcela, y demás familia, y dáselas a Manuel en nombre de todas, y no dejes de escribirme, ni te olvides de mí, tu mujer que verte desea. María Guadalupe Moreno .

Buenos Aires, julio 29 de 1811. Mi amado Moreno, dueño de mi corazón: me alegraré que estés bueno, gordo, buen mozo, y divertido, pero no con ninguna mujer, porque entonces ya no tendré yo el lugar que debo tener en tu corazón por tantos motivos; con fecha de 26 de éste te escribo, pero con todo lo vuelvo a hacer por no perder ocasión de darte el gusto de saber de tu familia, y tener yo el consuelo de escribirte ya que no te veo; me parece que ya con ésta llevo escritas trece o catorce cartas, la primera fue por mano de Larrea, la segunda por mano de un inglés que se fue, otras por la de doña Mercedes Lasala que me manda avisar siempre que hay proporción, otras por mano de don Alejandro, el inglés viejo que te visitaba, otras por la del inglés que vive en lo de tu abuela; tu madre se las entrega, ten el cuidado de recogerlas, en todas te aviso novedades; a Larrea le han embargado todos sus bienes, con pretexto de que debía de derechos ciento y tantos mil pesos, han hecho mil picardías, han querido que Campana sea depositario de todo, ha llegado a tal extremo que han mandado orden a los pueblos de arriba para que los apoderados de Larrea entreguen a las cajas todo cuanto pertenezca a Larrea, y el pobre sigue desterrado en San Juan. El mes pasado se embarcó para Norteamérica el hijo de Saavedra, con Aguirre, de diputados a pedir armas; corre muy vivo que los portugueses han declarado la guerra a Buenos Aires; la expedición de la otra banda tiene cercado a Montevideo y tiran a la plaza muchas granadas, y por vengarse han venido los marinos a bombear; desde el 15 a la noche no se mueven de Martín Chico, esperamos todas las noches que siga el bombeo, se sabe, por dos franceses desertores, que traen mil y tantas bombas; con las cartas ten mucho cuidado no las abran éstos, mandámelas todas a mí bajo la cubierta de algún inglés de tu satisfacción, nadie mejor que yo las entregará

seguras, porque tus pocos amigos el que está libre está por caer, todo el empeño de estos hombres es sacarte reo, las prisiones del 6 de abril, fueron con ese fin, todas las declaraciones que han tomado han sido para eso, lo sé por boca de una persona que no conviene por ahora decirte quien es, tomá tus medidas, según va esto, pronto seremos portugueses y no podrás volver, por lo que será mejor me mandes buscar; no dejes de escribirme todo lo que te pasa, ábreme tu corazón como a tu mujer e interesada en todas tus cosas; basta de guardar secretos a mí, cumple con tus obligaciones de cristiano, no te olvides de mí, ve modo de que nos veamos pronto allá o aquí, porque sin vos no puedo vivir; tengo pronto los ciento y cincuenta para el censo, que se cumplió el 27 y aún no me han cobrado, he enterrado los treinta y ocho, que he recibido de tres meses que hace que está alquilado el cuarto; los sesenta que me pagó Giménez, doce de las sillas de paja viejas, las botellas de sidra, otros doce y lo demás que he ahorrado de mi mesada; no me falta nada gracias a Dios y Dios te dé cuanto deseas y a mí me vuelva a mi Moreno que es lo único que quiero y debo desear. Ahora días me mandó cobrar Vedia un libro titulado Reflexiones militares del Vizconde del Puerto, Marqués de Sta. Cruz ; decime si lo entregaré o no; me cobra Oliden otro libro; Brisson, Diccionario de Física ; Pico, la obra de Febrero, que dice que es suya, yo les he respondido, a Vedia y a Oliden, que yo no sé dónde están tales libros, que te escribiré, y les entregaré sus libros si me das orden para hacerlo; Campana sigue suspenso, y Cossio de Secretario interino; Chiclana, con centinela de vista en su casa por enfermo; Micaela sigue acompañándome y siempre me llevo en buena armonía con todas, vienen todas las noches, y los días de fiesta me traigo a Mariquita y Anita a comer, tu madre no viene sino tal cual día por no dejar sola su casa, la Marcela siempre me quiere lo mismo a mí y a mi hijo. Todo esto te aviso para tu consuelo y que sepas que no me han dejado, pero nada es capaz de distraerme un punto de vos, en vos solo, después de Dios, está todo mi pensamiento, sola la esperanza y los deseos de volverte a ver me tienen viva, si me amas de veras, por vos mismo puedes sacar lo que cuesta esta nuestra separación, y si no te parece mal que te diga, que me es más sensible a mí que a vos, porque siempre he conocido que yo te amo más, que vos a mí, perdóname, mi querido Moreno, si te ofendo con esta palabra, no tengo más que decirte, recibe memoria de todas, y dáselas a Manuel; tu hijo está estudiando a ayudar misa, procura que nos veamos pero me parece que aquí no puede ser, porque cada día va peor, hazme llevar; adiós, mi Moreno, no te olvides de mí, tu mujer María Guadalupe Moreno . Mi madre y Panchita te mandan memorias y me lloran mil pobrezas, que les han rematado la casa y es tal la pobreza en que están que ni cama en qué dormir tienen, por todos lados tengo aflicciones, Dios me dé paciencia.

Fragmento de una carta sin fecha.

A cualquier bulla que haya pueden darme un susto por la casa o por cualquiera otra cosa, ya ves que después de Dios no hay quien hable por nosotros, todos desterrados; a Pérez, que podía hacer algo por nosotros, no lo pueden ver y se ha escapado de que lo destierren con los vocales; anduvieron voces que Fr. Cayetano salía desterrado y el Dr. Ruiz, por amigos tuyos, a ellos mismos se lo han dicho. El día 15 de este mes me mandaron llamar tus tías para darme noticias tuyas, porque entró un barco y el capitán habló con el inglés que vive en lo de tu abuela (la noticia es ésta) que el 20 de marzo los encontró ocho grados de la Línea al Norte, que habían tenido una calma de treinta días y hacía cuatro días que te pasaste a "La Fama"; que el día que te separaste de Ramsay te dio un convite y vos le regalaste a él y a cuatro oficiales unas medallas de Fernando VII de oro, y le encargaste a Ramsay que si encontraba algún barco diera noticia de que ibas bueno; de lo que me alegro infinito; pero siento por la incomodidad que habrás tenido en un viaje tan largo y la escasez de ropa y comida que habrás sufrido: Ramsay escribe a unos ingleses avisándoles el regalo que les hiciste de las medallas, por lo que infiero que habrá quedado muy contento, avísame si es verdad todo lo que me han dicho; nuestro Marianito se acuerda mucho de vos, un día se puso muy enojado conmigo porque lo he retirado de la escuela mientras sane bien y para evitar que le dé fruta la hija de la maestra; le dijo a la Marcela que yo quería que se críe como Camilucho sin saber leer ni escribir y así no podría escribirte. Te manda muchas memorias, y dice que no ve la hora de abrazarte y besarte: reciban vos y Manuel memorias de tu madre, hermanas, abuela, tías y la Marcela y no te olvides de mí, Dios nos dé vida para que nos veamos cuanto antes, adiós, mi amado Moreno, tu mujer que te adora

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