Colección BIZKAIKO GAIAK - TEMAS VIZCAINOS editado por

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RETRATOS DEL COMPROMISO CON COLOMBIA. Editado por
RETRATOS DEL COMPROMISO CON COLOMBIA Editado por L A T I N A M E R I C A RETRATOS DEL COMPROMISO CON COLOMBIA RETRATOS DEL COMPROMISO CON CO

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Javier Valencia, Rafa Toral, Eneko Otxoa, Eduardo Miguel, Amador Prieto, Javier Elorza y Santiago Patino son miembros de la Sección de Botánica de la ‘Sociedad de Ciencias Naturales de Sestao’. Esta asociación lleva más de 25 años estudiando y divulgando la naturaleza vasca. Destacan los trabajos realizados por este equipo sobre flora amenazada de Bizkaia, y la elaboración de libros divulgativos como La flora del monte Serantes y Helechos de Bizkaia, publicados en esta colección.

Joseba del Villar, biólogo y fotógrafo de la naturaleza, es autor de las fotografías que ilustran este libro. Habitualmente publica en varias editoriales y es autor de diversas publicaciones y exposiciones.

Lehenengo aldiz argitaratzen da Pagasarri mendiko florari buruzko liburu bat. Bilboko birika berdeak sekulako altxor botanikoa gordetzen du hesien babesean, bertako basoetako soilguneetan, haitzetan, trokarteetan eta ezpondetan, erreka-ertzetan edo mendigunearen tontorrean bertan ere bizi dena, udazkena heltzean, adibidez, hango belardiak azafraizko mantu distiratsuz tapizatzen direnean. Pagasarriko florak sinfonia kromatiko liluragarria erakusten du, non tonalitate lilak eta malbak, arrosak eta purpurak, horiak, laranjatuak, zuriak, urdinak, moreak eta gorriak euren artean nahasten diren eta, gainera, berdearen tonalitate imajinagarri guztiekin konbinatzen diren, hala nola, ‘Pirinioetako zitori’ dotore eta ahularen kasuan, edo ‘Bizkaiko txilarrarenean’, zeinaren izen zientifikoa Saint Daboec santu irlandarrarengandik baitator, edo mendi goienetan hain ugaria den ‘udaberriko astatipularenean” edo udaberriaren etorrera egutegiak berak baino lehenago iragartzen digun ‘udaberri-lorearen’ kasuan. Hainbat lekutan txit eder ager dakizkigukeen koloreak eta formak ditugu: Artabeko pista inguruan orbel artetik, Arzogoiagako trokartearen gainaldean, Ganetako pinudietan, Bolintxuko haltzen eta sahatsen artean, Arraiz, Arnotegin, edo edozein bazterretan. Pagasarriko flora naturak zentzumenen plazererako sorturiko ondasuna dugu; beraren existentzia ez da bakarrik Bilboko mendi enblematiko horren iragan distiratsuaren froga bizi bat, baizik, horrez gain, orainaren opari eder bat, bizitzako eta botanikako ikasgai aberatsa ikasi eta gozatzeko aukera eskaintzen diguna.

Colección BIZKAIKO GAIAK - TEMAS VIZCAINOS editado por

www.bbk.es

Flora del Pagasarri Santiago Patino Eduardo Miguel Javier Elorza Javier Valencia Eneko Otxoa Rafa Toral Amador Prieto 412-413

Imagen de la portada: Frutos del endrino (Prunus spinosa) Depósito Legal: BI-2068-09 ISBN: 978-84-8056-285-0 Imprime: GESTINGRAF Cº de Ibarsusi, 3 – 48004 Bilbao

Por primera vez se publica un libro dedicado a la flora del monte Pagasarri. El pulmón verde de Bilbao encierra todo un tesoro botánico que vive al abrigo de los setos, en los claros de sus bosques, en los roquedos, en los barrancos y taludes, en las orillas de los arroyos o incluso en la misma cumbre del macizo cuando, por ejemplo, llega el otoño y sus praderas se tapizan con un esplendoroso manto de azafranes silvestres. La flora del Pagasarri muestra una sinfonía cromática deslumbrante en la que las tonalidades lilas y malvas, rosas y púrpuras, amarillos, anaranjados, blancos, azules, morados y rojos se entremezclan entre sí y además se combinan con todas las tonalidades imaginables del verde; como en el caso de la hermosa y frágil ‘azucena de los Pirineos’ o del ‘brezo vizcaíno’, cuyo nombre científico proviene del santo irlandés Saint Dabeoc, o de la ‘escila de primavera’ que florece abundantemente en las zonas altas, o de la ‘udaberri-lorea’ que nos anuncia la llegada de la primavera antes que el propio calendario. Colores y formas cuya belleza puede surgir en medio de la hojarasca junto a la pista de Artabe, en la cabecera del barranco Arzogoiaga, en los pinares de Ganeta, entre los alisos y sauces de Bolintxu, en Arraiz, en Arnotegi, o en cualquier rincón. 5

La flora del Pagasarri es un bien creado por la naturaleza para el deleite de los sentidos; su existencia no es sólo una prueba viviente del pasado esplendoroso de este monte emblemático de Bilbao sino un regalo del presente que permite aprender y disfrutar de toda una lección de vida y de botánica.

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“De todos mis recuerdos de botánico bilbaíno el más fuerte está vinculado al famoso peñascal de San Justo, al que se llega por el caminito de Iturrigorri. En aquella axila formada por un estrato calizo vertical, hendido por la torrentera del Elguera, es donde he pasado las horas más intensas de mi juventud. En sus rincones, sendas y vericuetos, aprendí, día a día, mi lección de botánica familiar.”” Emilio Guinea, Vizcaya y su paisaje vegetal (1949).

Introducción

E

P a g a s a r r i e s , s i n l u g a r a d u d a s , l a m o n ta ña más conocida y emblemática de todas las que rodean la capital vizcaína. En sus sendas y vericuetos Emilio Guinea, nacido en Bilbao en el año 1907, tuvo su primer contacto con las plantas. Este libro es un homenaje a este ilustre botánico que supo como nadie resaltar la importancia de su flora. Desde principios del siglo pasado este monte se convierte en la referencia favorita de bilbaínos de todas las edades que suben al Pagasarri, bien por motivos deportivos, bien con ánimo de mejorar su salud. Desde entonces la ascensión a su cumbre es como un rito que domingo a domingo se repite, y en el que la participación aumenta de forma progresiva, resultando para muchos vizcaínos el primer contacto con la montaña, erigiéndose de esta forma en la cuna de nuestra tradición montañera. l

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En la actualidad, nuevas posibilidades como la escalada, espeleología, etc. han encontrado en el Pagasarri un lugar idóneo para su práctica junto a otros eventos deportivos, entre los que habría que destacar la marcha organizada por BBK en el mes de diciembre y que todos los años logra convocar a miles de montañeros. Una muestra del afecto y cariño que se tiene a este monte, fue la compra y restauración de los terrenos situados junto a la Fuente del Tarín en el año 2002, cuyos gastos, al igual que se hizo en el momento de su construcción en el año 1914, fueron sufragados con aportaciones de un numeroso grupo de montañeros anónimos así como de diversos colectivos sociales.

Vista general de la cumbre del Pagasarri.

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Geografía

E

l

área

geográfica

que

abarca

el

presente

libro se localiza entre los ríos Nervión y Kadagua, perteneciendo casi en su totalidad al municipio de Bilbao. Su relieve se caracteriza por presentar unos perfiles suaves con cimas que oscilan entre los 350 y 700 metros, así como una intrincada orografía marcada por profundos barrancos. La red fluvial del macizo está formada por arroyos de cierta entidad, entre los que destacan Bolintxu, Eleagorta y Bentakoerreka que tributan su caudal al Nervión, y Azordoiaga que vierte sus aguas al río Kadagua. Respecto a su geología, el predominio de areniscas se hace patente en la mayor parte del macizo mientras que las margas y afloramientos calizos (bastante mermados por la acción de las canteras) cobran menor importancia teniendo su mejor representación en la zona del Pagasarri. El clima de la zona es de tipo atlántico, templado en verano y frío en invierno, con escasas heladas a lo largo del año y un nivel de precipitaciones que oscilan entre los 1.100 y 1.600 litros, siendo más abundantes en las zonas más altas del macizo donde se producen algunas nevadas de cierta consideración. Aunque en las zonas más bajas, sobre todo las situadas en el valle del Kadagua, la existencia de un gradiente térmico y la disminución de precipitaciones, han generado un microclima local que ha permitido el asentamiento de numerosas especies mediterráneas. 11

La

P

h u e ll a h u m a n a a r a p o d e r i n t e r p r e ta r l a v e g e ta c i ó n a c t u a l

del macizo, conviene echar una mirada retrospectiva a su historia, y así poder conocer aquellas costumbres, hechos y actividades llevadas a cabo por el ser humano que han tenido una repercusión directa sobre el paisaje vegetal del Pagasarri y su entorno. Los primeros indicios sobre la presencia humana en esta zona se deben al hallazgo de diversos utensilios de sílex cuya datación los sitúa a varios miles de años de nuestra era. De esa presencia milenaria, en la que el pastoreo fue una de las actividades fundamentales, han llegado hasta nuestros días diversos topónimos como Pastorekorta, Ganekogorta, etc., todos ellos relacionados con zonas de pastos y que seguramente debido a ese ancestral uso se han mantenido desprovistos de bosque, sobre todo sus cimas y collados más altos. Posteriormente, con la fundación de la Villa de Bilbao y las necesidades de diversas materias primas (madera, carbón, hierro, piedra, etc.) comienza la explotación de sus recursos que llevará consigo una degradación paulatina de la zona. Así, los frondosos bosques que cubrían sus laderas eran progresiva13

mente diezmados y con la leña que se sacaba, se elaboraba el carbón que alimentaba las numerosas ferrerías de la época. Al mismo tiempo, la extracción de mineral de hierro, que ya desde el siglo XV se venía explotando, va cobrando fuerza a lo largo del siglo XIX, y deja su impronta en el paisaje en forma de grandes grietas, socavones y escombreras, que a modo de enormes cicatrices se extienden con gran intensidad por el macizo (Mirivilla, Larraskitu, Arraiz, Kastresana, etc.). Además con el asentamiento de una floreciente industria en la margen izquierda del Nervión, ávida de gran cantidad de mano de obra, se produce una llegada masiva de inmigrantes que los núcleos urbanos existentes no podían absorber y por ello se construyen distintos barrios obreros en la periferia de la capital, barrios que, como Rekaldeberri, Altamira, Uretamendi, La Peña, Ollargan, Buya, ascienden progresivamente hacia el Pagasarri, colonizan sus laderas y restan valor natural a la zona. La extracción de piedra se había llevado a cabo durante varios siglos, aunque es a lo largo del siglo XX, debido esencialmente a un enorme desarrollo urbano y a la creación de grandes infraestructuras, cuando, contando con potentes y modernos métodos de extracción, se ha acabado con buena parte de los afloramientos calizos del macizo. Las canteras de Arraiz, El Peñaskal, Bolintxu, etc. son algunas de las más importantes. Pero del Pagasarri no solamente se han explotado sus recursos naturales. Su posición estratégica ha convertido, a lo largo de la historia, a los pequeños montes que lo rodean en atalayas para la defensa de la capital vizcaína. Defensa que en algunos casos exigía la deforestación de grandes zonas adyacentes por medio de la tala o incendio, como se recoge en algunos documentos de época. Las ruinas de diversas fortificaciones y trincheras construidas en Kobetas, Arraiz, Arnotegi, etc., durante las guerras carlistas, o para el denominado ‘cinturón de hierro’ durante la guerra civil de 1936 así lo atestiguan. Mina Primitiva en el Pagasarri.

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Otras muestras de la huella humana en el macizo son algunas construcciones de interés, que como las neveras del Pagasarri o la ermita de San Justo, recuerdan antiguos usos. Por otra parte, pequeños núcleos urbanos como Seberetxe, Buya… salpican el paisaje siendo un buen ejemplo del mundo rural y la integración humana con la naturaleza. También hay que destacar la red de viejos caminos, o pistas más modernas, que partiendo de los distintos barrios recorren su geografía.

16

V e g e ta c i ó n

L

del

Pagasarri

a s e s pe c i e s v e g e t a l e s q u e c o n f o r m a n l a f l o -

ra de un territorio no se distribuyen de forma aleatoria, sino que se juntan formando distintos grupos o comunidades vegetales con una estructura, fisonomía y ecología similares. Las distintas comunidades vegetales que constituyen el paisaje es lo que se denomina vegetación y se presenta ante nuestros ojos como un vistoso tapiz o mosaico al que cada una de ellas aporta su color y textura. Los dos factores más influyentes en la distribución de las plantas, son el clima y el sustrato, aparte de otros de carácter evolutivo provocados por diversos fenómenos acontecidos a lo largo de la historia de la Tierra, sin olvidar la actividad humana que en los últimos milenios ha contribuido de forma directa e indirecta a la situación actual. En el País Vasco coexisten dos grandes regiones florísticas o bioclimáticas: La Mediterránea, caracterizada por una escasez de lluvias a lo largo del año y elevadas temperaturas, que se extiende por su parte más meridional; y la Eurosiberiana o Atlántica, con abundancia de precipitaciones a lo largo del año y clima suave, dominante en toda la cornisa cantábrica. 17

La vegetación potencial del Pagasarri se corresponde con la de tipo atlántico, es decir dominada por bosques de planifolios. El haya ocuparía las zonas más altas del macizo, el roble común los valles y laderas medias, el marojo las zonas altas con suelos arenosos y buen drenaje, mientras que el encinar cantábrico los suelos más pobres y resaltes rocosos y por último, las alisedas tapizarían las orillas de los ríos y regatos más importantes. En resumen, ésta sería la vegetación existente si no hubiese habido intervención humana alguna. Sin embargo, actualmente la mayor parte de su superficie está deforestada u ocupada por especies arbóreas de crecimiento rápido. De sus comunidades naturales solamente es posible encontrar algunos retazos dispersos o pequeñas manchas, que nos recuerdan aquellos bosques que en tiempos pasados fueron los dominantes. A pesar de ello, es posible descubrir un buen número de esas comunidades, a menudo mezcladas con sus etapas de sustitución: robledales, encinares, roquedos calizos, alisedas, bosque mixto atlántico, saucedas, abedulares, argomales-helechales, brezales, pastos petranos, zonas húmedas…

Robledales Los robledales son potencialmente las agrupaciones vegetales dominantes en la vertiente cantábrica del País Vasco, ocupando una amplia banda entre el nivel del mar y los 600 metros de altitud donde son remplazados por los hayedos. Esto se debe a que, al estar formados por diversas especies del género Quercus, cada una de ellas con distintas apetencias ecológicas y adaptadas a ambientes muy diferentes, pueden colonizar una amplia gama de terrenos. A destacar también la diversidad florística de estos bosques; la misma se debe a que las copas de los árboles, por la posición de sus ramas, permiten la entrada de luz hasta las capas inferiores lo que favorece el desarrollo de numerosas especies. 18

Robles en la Fuente de las Mercedes.

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Aunque en otros tiempos el roble ocupaba la mayor parte de la zona, su utilización en la fabricación de barcos, traviesas para el ferrocarril, carpintería o elaboración de carbón vegetal para las ferrerías, ha propiciado la desaparición de sus frondosos bosques, quedando relegado a pequeños rodales dispersos en un paisaje cada vez más degradado. En una zona tan accidentada como el macizo del Pagasarri, no cabía esperar una total homogeneidad en la composición de estos bosques. Así, dependiendo de la orientación y el sustrato, es posible encontrar que tanto la especie dominante como su cortejo florístico pueden ser muy diferentes. Los robledales de roble común se instalan sobre suelos profundos y frescos, ocupando zonas deprimidas, fondos de valle y laderas húmedas. Uno de los robledales mejor conservados es el de Urkidu bajo la ermita de San Roque. Además algunas manchas de cierto interés se encuentran dispersas por la cara norte del Pagasarri, en los barrancos de Bolintxu y Bentakoerreka. Dependiendo del grado de acidez del suelo se denomina robledal acidófilo o robledal-bosque mixto atlántico, siendo diferentes las especies vegetales asociadas a cada uno de ellos. En el acidófilo, además del roble común son frecuentes otros árboles y arbustos: abedul, acebo, espino albar, madreselva y arraclán. También acompañan numerosas especies herbáceas: helecho común, helecho macho, hipérico, anémone de bosque, betónica, ranúnculo de bosque, cincoenrama, brezo cantábrico, diente de perro, arándano… El bosque mixto atlántico coloniza profundos barrancos y laderas de fuerte pendiente con suelos muy frescos. Dispone de un cortejo florístico muy similar a las alisedas, donde se acompaña de numerosos árboles y arbustos como castaños, fresnos, arces, avellanos, cornejos, espino albar o hiedra, así como de diversas especies herbáceas de pequeño porte, entre 20

las que se pueden citar: lengua de serpiente, helecho macho, aro, androsemo, rusco, mercurial, saxífraga pelosa, lastón de bosque o pulmonaria. El roble marojo o ametza, cuenta también con una escasa presencia en el macizo, ocupando sus laderas y colinas más cálidas. Debido a su pequeño porte y sus troncos torcidos, se ha utilizado para la elaboración de traviesas y escasamente en carpintería, además de para la obtención de leña y carbón. En la cabecera del barranco Azordoiaga es donde mantiene su mejor representación. Aunque por toda la zona se pueden ver ejemplares con porte juvenil, sobre todo en brezales y argomales que sustituyen a los antiguos bosques. Su cortejo florístico es pobre, donde cincoenrama, carrasquilla postrada, acederilla, helecho común, argoma, arenaria, así como varias especies de brezos, son las más abundantes. Además de estos robles, también se pueden ver dispersos por la zona, ejemplares sueltos de roble pubescente y quejigo, dos especies adaptadas a suelos más pobres y que sobreviven en las solanas de los resaltes calizos del macizo, junto a otras especies de carácter termófilo como encina, endrino, arce, majuelo, rosal silvestre, aliaga, etc. Por último, estaría el roble americano, una especie originaria de la costa atlántica de Norteamérica con unas exigencias climáticas muy similares a las de los robles del país, por lo que se adapta muy bien a esta zona. Su crecimiento rápido, así como la calidad de su madera han incrementado de forma notable las repoblaciones con esta especie en los últimos años. Aunque ha sido introducido en distintas partes del Pagasarri se pueden ver algunas manchas de cierta entidad en la zona de Arnotegui, formadas por robles con una edad media de unos 25 años mezclados con algunos ejemplares que pasan del medio siglo de edad. 21

Encinar cantábrico Los encinares son los bosques más característicos de la región mediterránea. En la mayoría de los casos, la encina y su cortejo de especies suelen crecer sobre suelos secos y pedregosos. En esta zona se denomina encinar cantábrico, y coloniza laderas pedregosas y roquedos donde se erige como especie dominante al no encontrar competencia con el resto de las especies más adaptadas a las exigencias del clima atlántico. El encinar cantábrico bien conservado, se presenta como un bosque tupido y denso, con un sotobosque bastante sombrío y donde en muchos casos es difícil penetrar debido a varias especies de lianas, algunas de ellas espinosas, que tejen una maraña que hace imposible el tránsito. Al igual que la encina, la mayoría de las especies que la acompañan son de hoja perenne y marcado carácter mediterráneo: aladierno, labiérnago, laurel, madroño, aligustre, zarzaparrilla, rubia silvestre, madreselva, rosal silvestre, hiedra, rusco, son algunas de las especies más características. Debido a la escasez de hábitats apropiados, y a la destrucción de buena parte de los afloramientos calizos, su presencia en la zona es bastante escasa. Los peñascos de Uzkorta, Antzola, Arraiz, así como ciertas zonas sobre el barrio de Seberetxe, albergan algunos retazos de encinar cantábrico calcícola, mientras que en la cabecera del barranco Azordoiaga, y sobre laderas pedregosas silíceas, se pueden ver retazos de encinar silicícola y sus etapas de sustitución, con algunas especies como el brezo de escobas o el labiérnago de hoja estrecha, muy raros en la vertiente atlántica del País Vasco. A destacar también la encina de San Roque que por su tamaño ha sido considerada como árbol singular.

Encinar en las peñas de Uskorta y Erdikoatxa.

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Aliseda Reciben el nombre de alisedas aquellos bosques en galería asentados a la orilla de ríos y dominados por el aliso. Son bosques formados por numerosas especies todas ellas muy exigentes en humedad y sombra. Avellano, sauce, fresno, cornejo, carice, androsemo, nomeolvides, cardamine de hoja de rábano, consuelda, ortiga amarilla, angélica, jabonera blanca, etc., así como distintos tipos de helechos, son algunas de las especies más características de esta comunidad. Pero aparte de su importancia florística, las alisedas cumplen una función amortiguadora fundamental ante las grandes avenidas de agua, por ello se debe hacer hincapié en la necesidad de su conservación. Además al ser una especie con gran poder colonizador, y que se reproduce con rapidez, desempeña una gran labor en la fijación de taludes y cicatrización de descarnaduras y desprendimientos. En las zonas medias y altas de la mayoría de los barrancos, (Azordoiaga, Bentakoerreka, Bolintxu) se pueden ver alisedas relativamente bien conservadas donde el aliso es la especie dominante y con un amplio cortejo florístico que a veces alberga especies de alto interés botánico (Woodwardia radicans, Stegnogramma pozoi, Trichomanes speciosa). En las zonas más bajas, donde el bosque ha sufrido diversas alteraciones y en las que el avellano cuenta con una presencia importante compartiendo hábitat con fresnos, robles, chopos, sauces, arces, etc., la aliseda pierde personalidad, pero gana en número de especies formándose un tipo de bosque intermedio entre la aliseda y lo que se denomina bosque mixto.

Bosque mixto La denominación de bosque mixto, le viene dada por albergar a muchas de las especies características de otras coAliseda del arroyo Bolintxu en el Pagasarri.

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munidades de la zona. Se asienta tanto en pies de cantil como en barrancos de fuerte pendiente con suelos lavados o depresiones de zonas kársticas, aunque su preferencia por los suelos básicos y el que no haya una especie predominante sobre las demás, le aleja tanto del robledal acidófilo como de la aliseda con los que mantiene bastantes similitudes. Roble, aliso, fresno, castaño, avellano, haya (muy rara en el macizo), olmo, arce, cornejo, sauce, espino albar, acebo, laureola, eléboro verde, androsemo, nueza negra, ortiga amarilla, mercurial, pulmonaria, consuelda, así como un buen número de helechos, son especies a menudo presentes en su cortejo florístico. Aunque carece de cierta entidad, se le puede ver disperso por la zona sobre sustratos de carácter basófilo.

Roquedos calizos Los roquedos calizos, tal y como actualmente los conocemos, son el resultado de diversos procesos geológicos y químicos a los que se han visto sometidos a lo largo de miles de años. Diversos agentes atmosféricos, unidos a la acción química del agua sobre la roca han dejado como resultado un paisaje en el que cantiles, torcas dolinas y lapiaces se entremezclan formando un paisaje de gran plasticidad y belleza. En el Pagasarri están bastante mermados por la acción prolongada de las canteras, aunque dispersos por todo el macizo todavía mantienen una presencia importante conformando una banda que recorre de Este a Oeste con una importante formación cárstica en torno a la cumbre. A medida que nos desplazamos hacia el oeste, su presencia va disminuyendo y, aparte de los inmensos tajos o escombreras producidos por las canteras de la zona, solamente son visibles algunos roquedos y lapiaces que emergen en torno a la pequeña cumbre de Arraiz. 26

Campas de San Roke y peña de Uskorta.

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Para las especies vegetales, la vida en estos ambientes no es nada fácil, ya que la ausencia de suelo unido a la escasez de agua, acción del viento, exposición solar, etc., hace que solamente aquellas plantas altamente especializadas sean capaces de desarrollarse en este medio tan hostil. A pesar de todas estas dificultades, se puede constatar la capacidad de colonización que multitud de especies poseen para adaptarse a los distintos ambientes existentes en el roquedo: rellanos, fisuras, grietas, cantiles, lapiaces, o simplemente pequeñas cavidades. Algunas son muy bellas y singulares, convirtiendo los roquedos en hermosos jardines donde cada una de ellas aporta su nota de color. En los roquedos de la cumbre del Pagasarri y aledaños, y en menor medida en Arraiz y Pastorekorta, se puede contemplar una buena representación de esta flora tan peculiar. Sobre paredones, en zonas rezumantes y algo sombrías se puede ver desafiando a la gravedad a un delicado helecho: el cabello de Venus, mientras que en los roquedos más soleados, y sin suelo aparente, se encuentran: la doradilla, el culantrillo negro, teucrio del pirineo, ruda de los muros, o siempreniña; las grietas del roquedo donde se acumulan pequeñas cantidades de tierra, resultan idóneas para globularia, canastilla de plata, camedrio, polipodio, valeriana montana, etc., mientras que los rellanos y grietas de los lapiaces con cúmulo de materia orgánica, son ocupados por el mercurial, azucena del pirineo, ortiga amarilla, laureola, narciso, jacinto estrellado, hepática o rusco. A destacar, algunos arbustos termófilos de carácter esencialmente mediterráneo como endrino, laurel, aligustre, madroño, que de forma dispersa sobreviven anclados al roquedo.

Roquedo en la cima del Pagasarri.

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Pastos petranos Este tipo de pastos se caracterizan por ocupar zonas con poco suelo (rellanos del roquedo, terrenos pedregosos, calveros erosionados, etc.) donde las especies arbóreas, e incluso los arbustos, tienen dificultades para sobrevivir. La mayoría de las plantas que viven en estos medios son herbáceas, si exceptuamos algunas pequeñas matas de carácter leñoso. La profundidad del suelo, el grado de humedad, el tipo de sustrato y la orientación son algunos de los aspectos fundamentales que determinan su distribución en la zona. Así, en las laderas calizas, las repisas con poco suelo y sometidas a cierta influencia oceánica, son colonizadas por tomillo rastrero, ranúnculo bulboso, jarilla, albahaca agreste, espadera, zanahoria silvestre, romulea, escila de primavera. Sin embargo, cuando el sustrato es ácido, la acederilla, así como algunos brezos y distintas especies del género Sedum, son las especies más características. En algunas zonas con sustrato calizo y suelos más evolucionados, la comunidad de pastos petranos es sustituida por una vegetación arbustiva denominada prebrezal atlántico, de porte almohadillado en la que la aliaga, el brezo errante o el lastón ramoso son las plantas más importantes. Los suelos casi desnudos de vegetación, son colonizados por especies pioneras de pequeño porte y con un ciclo de vida efímero y que conforman las denominadas comunidades de especies anuales que en los sustratos calizos estarían representadas por arenaria, hierbecilla temprana, uva de gato, alfilerillo de pastor, lino de lagartija, lastón; en cambio en los suelos de naturaleza ácida viven: hierba de las calenturas, hierba turmera, alquimia arvense, escleranto, pie de pájaro o carmelitilla. Aunque muy puntual en diversas zonas del macizo, los pastos petranos, tendrían su mejor representación en las cimas de Pagasarri y Arraiz para las especies calcícolas, mientras que para las silicícolas serían sus hábitats preferidos: las lomas de Errestaleku y Ganeta, así como las laderas que se desploman hacia el Kadagua. Pastos petranos en la cima del Pagasarri.

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Abedulares En el macizo del Pagasarri, este tipo de bosque no llega a formar manchas de cierta importancia. Debido a su carácter colonizador se asienta con cierta facilidad en zonas deforestadas, robledales sometidos a pequeñas talas o sobre laderas inestables, donde los frecuentes deslizamientos de terrenos hacen imposible el asentamiento del bosque primitivo. En la mayoría de los casos las manchas más extensas están formadas por ejemplares jóvenes que actúan como pioneros, recreando las condiciones para la regeneración del antiguo bosque por el que poco a poco serán reemplazados, manteniéndose únicamente en aquellas zonas donde éste no pueda establecerse. Sobre terrenos deforestados con sustrato silíceo en el monte Amulaza, sobre la incineradora de Artigas, o en las laderas pedregosas y escombreras de la cantera del Peñascal, se pueden ver buenos ejemplos del asentamiento de este bosque en su estadio más joven; en esta última zona aparece mezclado con el sauce que en algunas partes llega a ser dominante. Ejemplares maduros de abedul se pueden ver dispersos por el Bolintxu, Azordoiaga, Bentakoerreka, etc. El topónimo eusquérico urkidi, quizá pone de manifiesto la importancia que en otro momento tuvo este tipo de bosque en la zona.

Brezal-argomal-helechal Una parte significativa del territorio está ocupada por matorrales y herbazales. En la mayoría de los casos sustituyendo a los bosques, otras veces ocupando el espacio donde éstos no pueden desarrollarse. Sobre los suelos más pobres y ácidos, o sometidos a quemas, pastoreo, etc., dominan distintas comunidades de matorral, sobresaliendo, por su implantación Abedules en Pagasarri.

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en la zona, el brezal–argomal–helechal. Se trata de una comunidad arbustiva formada por especies de distinto porte (brezos, argomas u helechos) y donde el predominio de una de ellas sobre las demás depende del tipo de suelo, humedad, grado de acidez o manejo al que hayan sido sometidas. Este tipo de vegetación, tiene una presencia considerable en el Pagasarri. En las laderas más secas y pedregosas abundan los brezales formados por distintas especies de brezos: brezo nazareno, brezo común, brezo cantábrico… a menudo acompañados por algunas especies acidófilas como carrasquilla postrada, pamplina falsa, escorodonia o estrepa. Los suelos sometidos a siegas reiteradas favorecen al helechal, una comunidad dominada por el helecho común que tradicionalmente ha sido utilizado por el hombre en las labores del caserío, y que después de segado se apilaba en “metas” para su posterior uso. Por su parte, en los suelos más profundos y ricos la dominante es la argoma. Especie que debido a su carácter leñoso y pinchudo forma un matorral denso e impenetrable. Gamón, verónica, y varias especies de retamas son algunas de sus acompañantes ocasionales. En algunas zonas ha sido utilizada como cama para el ganado.

Herbazales y pastizales Los herbazales y pastizales, son comunidades formadas por agrupaciones herbáceas y constituyen el estadio más simple en la dinámica de la vegetación. A menudo se instalan sobre suelos poco evolucionados o en terrenos fuertemente alterados, donde las especies arbustivas o arbóreas no pueden prosperar. Al ser utilizado como dieta básica en la alimentación del ganado, desde tiempos inmemoriales, bosques y matorrales han sido eliminados, desbrozados o quemados con frecuencia para la obtención de pastos. Sin embargo en las ultimas décaEl helecho (Pteridium aquilinum) es abundante en el entorno del Pagasarri.

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das la disminución de la ganadería tradicional, o su sustitución por explotaciones ganaderas intensivas, donde el pienso constituye el principal alimento, unido al fuerte uso de derivados del papel y la consiguiente demanda de materia prima para su elaboración, ha supuesto un cambio decisivo en el paisaje ya que muchos prados y pastizales pasan a ser sustituidos por repoblaciones forestales. Si a los problemas generados por estos cambios, añadimos otros derivados del suelo, nos encontramos con una escasa representación de herbazales y pastizales en el Pagasarri. Solamente en las zonas más altas y tradicionalmente deforestadas, claros de bosque, repisas y rellanos de lapiaz y laderas con poco suelo, se establecen lastonares o diversos tipos de pastizales que nunca alcanzan grandes dimensiones, siendo los prados de siega los que ocupan mayor extensión junto a barrios y caseríos de la zona. Las condiciones ecológicas de cada una de estas comunidades, determinan tanto su distribución como su cortejo florístico. El lastonar, es una formación herbácea monoespecífica de amplia ecología, esta característica le permite adaptarse a ambientes muy diversos o solaparse con otras comunidades pasando a formar parte de ellas como en el caso del prebrezal. Por eso en el Pagasarri lo encontramos repartido de forma desigual, tanto en su parte caliza como sobre lugares más ácidos formando manchas compuestas por una única especie, el lastón ramoso, una gramínea de hojas anchas y tallo rematado por una espiga que es muy apetecida por el ganado. En las zonas más altas del macizo, entre Pagasarri, Ganekogorta, Ganeta, etc. y sobre suelos pobres y acidificados se pueden ver pequeñas zonas de pastos silicícolas (una formación de zonas más altas) acompañados de una pequeña pero vistosa gramínea, la hierba fina y algunas especies fieles a este tipo de sustrato como verónica oficinal, pelosilla, botón azul, etc. 36

Cima del Pagasarri con Ganeta al fondo.

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Sobre la cumbre del Pagasarri y alrededores de Arraiz y Pastorekorta, generalmente sobre terrenos calizos, podemos observar un tipo de pradera formada tanto por gramíneas como por especies de hoja ancha, cuyo denominador común es su escaso porte, y que se denomina pradera montana de diente, ya que desde la primavera hasta el otoño, se convierte en el alimento básico para los distintos rebaños que frecuentan la zona. Las plantas más frecuentes aguantan bien tanto el mordisqueo como el pisoteo del ganado. Las especies más típicas son: trébol blanco, cuernecillo, festuca roja, luzula de campo, chiribita, llantén menor, azafrán bravo, etc., además de algunas otras pertenecientes a pastos petranos calizos o silicícolas de las zonas adyacentes. En torno a los caseríos todavía se mantienen algunos prados de siega que dan alimento a los cada vez más escasos animales. Se asientan generalmente sobre suelos ricos que han sido ganados al bosque y están formados fundamentalmente por diversas especies de gramíneas: cola de perro, dáctilo, espiguilla de prado, raigrás, grama de olor… Las leguminosas son también especies abundantes; tréboles como trébol blanco y trébol de prado, arbejas, cuernecillo, latiro de prado, etc. son algunas de las más características. Estos prados son sometidos a uno o dos cortes al año, al final de la primavera. La hierba seca o ensilada se guarda para que sirva de alimento al ganado durante el invierno. Una vez segados, y hasta la llegada de los fríos, el ganado vuelve a ocupar estos prados para aprovechar el nuevo pasto que crece tras la siega, por lo que resultan de gran importancia en la economía del caserío. En el entorno de Arraiz, así como en las zonas bajas de Pagasarri, Arnotegui o Pastorekorta cercanas a los núcleos urbanos persisten algunos prados, formando manchas de un verde llamativo y dimensiones importantes que contrastan con el verde oscuro de las repoblaciones forestales. Cascada del arroyo Bolintxu en el Pagasarri.

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Zonas húmedas Debido a la ausencia de humedales en la zona, las comunidades ligadas al agua, cuentan con una escasa representación en el Pagasarri ocupando, en la mayoría de los casos, pequeñas superficies junto a los manantiales, terrenos encharcados y rezumaderos que se hallan dispersos por el macizo. Junto a manantiales y en terrenos cenagosos, conviven especies de talla mediana como berro de hoja de rábano, oreja de monte, cardamine, berraza, berro, becabunga, etc., con otras de porte más modesto: hepática dorada, junco bulboso, campanilla de hoja de hiedra, murajes amarillos. Este tipo de vegetación, es frecuente junto a la pista de Artabe bajo la cumbre del Pagasarri. En los prados con suelos permanentemente encharcados, viven diversas especies de juncos: junco de jardineros, junco fino y junco de esteras, que comparten hábitat con zuazón real, menta de agua, menta de lobo, salicaria, escabiosa mordida y ulmaria. Las zonas húmedas se distribuyen fundamentalmente por las áreas bajas y medias del macizo (El Tarín, Arraiz, Cantera del Bolintxu, cabecera del barranco Azordoiaga); la presencia de las distintas especies únicamente está condicionada por algunos factores limitantes como grado de sombra, naturaleza del sustrato, etc. En la ladera noreste del Pagasarri en zonas de contacto de suelos calizos y silíceos, se desarrollan trampales y rezumaderos cuya flora está condicionada por la presencia de ambos sustratos. La grasilla de Portugal, grasilla, asfodelo de pantano, hierba gallinera, lino catártico, matacaballos, junco negro, así como diversas especies del género Carex son algunas de las más frecuentes. Si a la escasez de efectivos, se suma la gran fragilidad de los hábitats que ocupan muchas de estas plantas, seriamente dañados por el pisoteo del ganado durante la época estival, o afectados por aperturas de pistas y rellenos sin control, se puede concluir que de no mediar remedio en un periodo no muy lejano acabarán por desaparecer. 40

Las pequeñas zonas húmedas dispersas por el Pagasarri albergan una interesante flora.

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Comunidades ruderales La construcción de caseríos y pueblos, aperturas de pistas y caminos, explotaciones forestales, obtención de minerales, explotación del ganado, cultivos, etc., son algunas de las actividades humanas que llevan consigo una alteración del medio y la generación de diversos ambientes con mayor o menor grado de nitrificación. Estos nuevos ambientes pasan a ser ocupados por un numeroso grupo de comunidades vegetales, en función del grado de alteración (nitrificación, humedad o manejo), al que haya sido sometido el suelo. Así en los núcleos urbanos y rurales, bien junto a construcciones para el ganado, bien colonizando muros viejos o junto a tapias y setos con cierto grado de nitrificación, habitan: culantrillo negro, polipodio, parietaria, ortiga hedionda, ortiga común, bolsa del pastor o celidonia mayor. Sobre suelos recientemente removidos o escombreras son las especies pioneras con fuerte poder colonizador las dominantes: fumaria, mercurial, bledo, cenizo, rabanilla blanca, coniza, hierba mora… mientras que los márgenes de caminos y pistas, son ocupados por plantas anuales mezcladas con otras procedentes de ambientes diversos: viborera, hipérico, raigrás, dáctilo…

Plantaciones forestales A lo largo de su historia, el ser humano ha mantenido un aprovechamiento continuo del bosque, donde ha obtenido diversos frutos para su alimentación, leña para el fuego, madera para la construcción de sus viviendas... Estas prácticas realizadas de forma racional y con métodos de explotación respetuosos con el medio, han tenido una escasa repercusión tanto en la merma del mismo, como en la pérdida de su bio42

Plantaciones de pino de Monterrey en el Pagasarri.

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diversidad. Sin embargo, a lo largo del último siglo la fuerte demanda de madera hace que prosperen cultivos forestales de especies exóticas de crecimiento rápido, cuya fisonomía y estructura nada tienen que ver con los antiguos bosques, y provocan una importante pérdida de biodiversidad y un fuerte impacto en el paisaje. La zona del Pagasarri no ha sido ajena a estos importantes cambios. Al estar situada en un área sometida a un fuerte desarrollo industrial y urbanístico ha resultado seriamente alterada. Una buena parte de su superficie ha sido repoblada a lo largo de las últimas décadas con numerosas especies exóticas. Destacan: el eucalipto, en las zonas más bajas y resguardadas; el pino de Monterrey, del que se pueden ver numerosas plantaciones distribuidas por la mayor parte del macizo; y el roble americano con algunas manchas de interés. Otras especies como ciprés de Lawson, abeto y algunas ornamentales, mantienen una presencia mucho más discreta. A destacar algunas repoblaciones de roble y haya, realizadas en los últimos años en las zonas medias y altas y que pueden ayudar a recuperar el esplendor que antaño tuvieron en el Pagasarri. El aumento de la conciencia ecológica en la sociedad y su repercusión en la toma de decisiones por parte de las distintas autoridades, puede ser la mejor herramienta para la adopción de una serie de medidas en las que la repoblación con especies autóctonas tiene que ser fundamental para hacer posible la recuperación de nuestros bosques.

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Especies

A

i n va s o r a s

l o l a r g o d e l a h i s t o r i a , l a s d i s t i n ta s e s -

pecies vegetales han conseguido, a través de un largo proceso evolutivo, colonizar la mayor parte del planeta, ocupando los más variados ambientes, donde se han asentado y generando una serie de mecanismos que les ha permitido vivir y reproducirse. El fuerte proceso de globalización, unido a un enorme desarrollo de los medios de transporte, ha traído consigo la desaparición de las barreras geográficas posibilitando el asentamiento de muchas especies a miles de kilómetros de su zona de origen. Aunque la mayoría no llegan a prosperar en ese nuevo ambiente, algunas sí lo consiguen, y llegan a desplazar a las especies autóctonas. Alteran los ecosistemas naturales, y son capaces de causar grandes pérdidas económicas a los países receptores. A estas especies se las define como invasoras. Para tener una idea del alcance de esta invasión, señalar que el porcentaje de esta nueva flora en el País Vasco supera el 15%. En el Pagasarri es posible encontrar diversos árboles, como la falsa acacia, que después de plantarse junto a algunos caminos, ha invadido varias hectáreas colindantes, impidiendo 45

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el desarrollo del bosque autóctono. Otro árbol invasor es la mimosa, bastante escasa en la zona. Un arbusto de bellas flores, la lila o budleja davidii, que salpica sobre todo las zonas más bajas del macizo, así como algunas especies de porte herbáceo, entre las que destaca la hierba de la pampa por su agresividad. Todas ellas colonizan con rapidez las zonas degradadas pudiendo llegar a desplazar a la flora autóctona y convertirse en una verdadera plaga. El aumento de grandes obras y las actividades humanas en las zonas bajas que conllevan la alteración de una superficie considerable del suelo, puede incidir de forma negativa sobre la flora de la zona, por lo que sería conveniente llevar un control sobre las más agresivas, así como algunas acciones tendentes a su eliminación.

Lila/Budleja davidii Falsa acacia/Robinia pseudoacacia.

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Especies

L

amenazadas

a presión continuada del ser humano sobre

el medio natural, ha traído consigo la merma o destrucción de numerosos hábitats, así como de sus especies características. Algunas de ellas han acabado extinguidas, mientras otras se mantienen relegadas a pequeñas áreas con muy pocas posibilidades de supervivencia. El Pagasarri y su entorno no ha sido ajeno a estos avatares, encontrándose hoy con un medio natural profundamente transformado, donde algunos retazos de vegetación que albergan especies de gran interés, distribuidos por todo el macizo, son los únicos testigos de un pasado esplendoroso. Para salvaguardar estos valores naturales existen una serie de normativas, cuyo objetivo fundamental es la conservación y mantenimiento de esta flora singular, al amparo de las cuales se encuentran alrededor de una docena de especies presentes en el Pagasarri. Concretamente se trata de varias especies de narcisos endémicas del Norte peninsular, una pequeña especie insectívora: la grasilla de Portugal; el acebo, tan castigado en épocas recientes y que gracias a la protección asignada está experimentando una recuperación espectacular; el tejo, árbol 49

milenario presente en muchas leyendas de la mitología vasca y cada vez más escaso; el alcornoque, especie esencialmente mediterránea presente en la zona más cálida del macizo, sobre el río Kadagua; el lirio de montaña, con escasa localizaciones en el País Vasco; así como algunos helechos, como la lengua de serpiente, especie diminuta que pasa a menudo desapercibida y difícil de localizar, o Woodwardia radicans y Trichomanes speciosa, auténticos fósiles vivientes de la era terciaria, que viven de forma relicta en los barrancos más profundos y sombríos del macizo. Estas especies conforman a grandes rasgos la flora protegida del Pagasarri. Además de éstas, también deberían ser tenidas en cuenta algunas plantas como el lirio del pirineo, la orquídea Dactylorhiza elata, los helechos paleotropicales Dryopteris aemula y Stegnogramma pozoi, cuyas poblaciones se encuentran diseminadas de forma puntual a lo largo de la costa atlántica, culantrillo del norte que ancla sus raíces sobre los roquedos silicios del Ganekogorta, o labiérnago de hoja estrecha y brezo de escobas, endemismos mediterráneos localizados en laderas caldeadas del barranco Azordoiaga, por citar algunas de las más escasas y cuyos hábitats, al igual que los del resto de especies amenazadas, deberían estar al amparo de alguna protección especial. El mejor legado para las generaciones futuras pasa por una apuesta decisiva de las distintas administraciones en la defensa del medio natural que acabe dando la vuelta a esta situación y logre reducir de forma paulatina las listas rojas de especies amenazadas.

La ermita de San Roke en el Pagasarri. Grasilla de Portugal/Pinguicula lusitanica. Woodwardia radicans.

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Flora del Pagasarri

Otsababa emea

Eléboro verde

Helleborus viridis L. subsp. occidentalis (Reuter)

Especie perteneciente a la familia de las ranunculáceas que puede alcanzar hasta 70 cm. de altura. Es una planta vivaz, que pierde su parte aérea a finales del otoño y que vuelve todos los años a renovarla antes de que finalice el invierno. Tiene una o dos hojas que brotan de las raíces, divididas entre 7 y 11 foliolos dentados, ovales, desiguales por la base y dispuestos en abanico. Flores grandes, de color verde pálido o amarillento, poco vistosas. Nacen desde final del invierno hasta principios de primavera. Le gustan los lugares sombreados, bosques y sus etapas de sustitución, aunque se le puede ver también sobre pastos pedregosos, preferentemente calizos. Se distribuye por los países centroeuropeos y el norte de la Península Ibérica, donde es abundante. En el Pagasarri se encuentra desigualmente repartida por todo el macizo, siendo más frecuente en robledales y otros bosques, así como en pastos pedregosos con sustrato calizo. Aunque es una planta tóxica se ha usado en algunas zonas de la Península para curar ciertas enfermedades del ganado, pero por contener una sustancia llamada heleborina, considerada como un tóxico cardiaco, no se recomienda su uso para las personas.

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Baso-anemona

Anémone de los bosques

Anemone nemorosa L.

Ranunculácea que mide entre 10 y 30 cm. provista de rizomas reptantes de los que emergen una o dos hojas muy divididas. El tallo está provisto de un verticilo, con dos o tres hojas similares a las basales, con tres o cinco segmentos, que asemejan a los dedos de la mano, y rematados por bellas flores solitarias (raramente dos), blancas o rosadas. Al reproducirse por medio de largos rizomas, tiende a formar poblaciones densas. El nombre específico nemorosa le viene por su querencia por los ambientes de bosque, aunque no son los únicos en los que crece, ya que también aparece en matorrales y prados. Es una planta de floración temprana, entre febrero y mayo, lo que le permite disponer de suficiente luz para completar su ciclo vital antes de que los árboles despierten y echen la hoja. De distribución circumboreal, se distribuye por la mitad norte de la Península Ibérica. En el Pagasarri se la puede ver por diversas zonas del macizo, siendo frecuente en los alrededores de la pista de Artabe y pinares de Ganeta y Errestaleku formando a menudo corrillos llamativos. Su nombre genérico viene del griego anemos que significa viento, ya que algunas especies tienen las semillas cubiertas de pelos largos a modo de plumas, para favorecer su dispersión. Es planta tóxica, aunque se ha utilizado en medicina para combatir el reuma.

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Aihenzuria

Hierba de los pordioseros, clemátide Clematis vitalba L.

Esta planta de la familia Ranunculaceae, es trepadora, leñosa y puede llegar hasta los 20 metros de altura. Sus hojas son de color verde claro, muy divididas en 3 ó 5 foliolos y que por lo general tienen el borde dentado-lobulado. Las flores son blancas y se agrupan en pequeñas racimos en las axilas de las hojas opuestas. Su nombre viene del griego klematis que significa pequeño sarmiento, y del latino vitis alba que significa vid blanca. Florece entre junio y agosto. Los frutos son muy vistosos, de color blanco, divididos en gajos que presentan una larga prominencia pelosa. Podemos encontrarla desde el nivel del mar hasta los 1.400 metros, en diversos tipos de bosque, en sus orlas, en setos y en matorrales de nuestro territorio. Es una planta común y que ha sido profusamente utilizada en jardinería. En el Pagasarri es muy fácil verla encaramada en árboles y arbustos que bordean la pista principal, por ejemplo en los alrededores de la barrera. Por Bolintxu, entre alisos y sauces, se puede observar como unas grandes lianas que ascienden hacia sus copas. Se trata de los troncos añosos y a veces ya muertos, de clemátide. Fue utilizada en tiempos pasados por los pordioseros para hacerse llagas en la piel aplicando sus hojas y de esta manera conseguir más limosnas.

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Gibel-belarra

Hepática

Hepatica nobilis Schreber

Pequeña planta herbácea perteneciente a la familia de las Ranunculáceas que rara vez supera los 15 cm. de altura. Sus hojas son perennes, tienen 3 lóbulos y una consistencia semejante al cuero. Su nombre genérico está relacionado con la forma de sus hojas que en cierta manera recuerdan a un hígado. Florece de febrero a julio y presenta unas flores solitarias, con colores que van desde el blanco al rosa pasando por el azul y el violeta. Vive principalmente en lugares umbrosos, bosques y roquedos con preferencia sobre substratos calizos entre los 10 y los 2.000 metros de altitud. En nuestro territorio es una planta que se distribuye por los dos tercios septentrionales de la Comunidad Autónoma del País Vasco. Relativamente frecuente en las zonas calizas del Pagasarri. Como planta medicinal se viene utilizando desde tiempos remotos para combatir la inflamación del hígado en forma de infusión. Se le conoce también como hierba de la Trinidad por ver algunos cristianos con imaginación, tres lóbulos exactamente iguales dentro de la unidad de una misma hoja. Es muy apreciada en jardinería por su gran adaptación a la escasez de luz.

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Kuku-belarra

Aguileña

Aquilegia vulgaris L. subsp. vulgaris

Ranunculácea de 30 a 150 cm. de altura con tallos ramificados de los que cuelgan a modo de farolillos, hasta quince, e incluso más, grandes flores de color azul-violeta. Éstas tienen unos llamativos espolones ganchudos, que recuerdan a las garras de las águilas, de ahí su nombre popular y genérico. Tiene dos tipos de hojas, las que forman una roseta basal son grandes, largamente pecioladas y una o dos veces dividida (biternadas) en tres segmentos bi o trilobulados. Las hojas del tallo tienen el peciolo más corto, están divididas una vez y con los segmentos enteros. Florece entre abril y julio. Tiene preferencia por lugares frescos y húmedos. Bosques, prados, taludes y cunetas y orillas de cursos de agua. De distribución europea, se enrarece o desaparece en su zona nororiental. Presente en la Península Ibérica aunque mucho más abundante en su tercio septentrional. En el Pagasarri se distribuye de forma desigual, aunque más abundante en altitudes medias y bajas. Suele ser frecuente en la pista de Artabe. Aunque se ha utilizado en medicina popular, en la actualidad y debido a su toxicidad (como casi todas las especies de su familia) ha sido desechado su uso. Por ser una especie de gran belleza, desde hace tiempo ha sido cultivada en jardinería, donde se han obtenido variedades de diversos y vistosos colores.

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Gaztainondoa

Castaño común

Castanea sativa Millar

De la familia de las Fagáceas, este árbol caducifolio, puede alcanzar 30 metros de altura. Le gusta el terreno fresco, suelto, sin cal. Tiene hojas grandes, alargadas y aserradas. Las flores femeninas suelen brotar debajo de las ‘candelas’ o inflorescencias masculinas y la polinización es realizada por insectos. En otoño podemos ver como los castaños tienen ya llenos sus ‘erizos’, con tres o más castañas en su interior. Antiguamente era muy frecuente ver el castaño, tanto silvestre como plantado, en las campas cercanas a los caseríos. Su madera era muy apreciada para hacer todo tipo de objetos como muebles, puertas, ventanas, arcones, cestas, etc. Con el viento sur o ‘castañero’, los frutos caen al suelo y se recogen y guardan con su erizo o kiriki en hoyos practicados en el suelo, para poder degustar en la época navideña. Casi todos los castaños centenarios fueron diezmados por una enfermedad fúngica llamada ‘tinta’ (debajo de la corteza se vuelve negro como la tinta). Hoy es raro encontrar grandes ejemplares, aunque aún pueden verse algunos inmensos troncos secos. En el Pagasarri se pueden observar algunos en Bolintxu, en la ladera norte del Arnotegi y disperso por el Arraiz. Destacando, sobre todo, el castañal de Atxokorre (cerca de la estación de Iberdrola) con unas cuatro hectáreas de robles y castaños longevos.

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Pagoa

Haya

Fagus sylvatica L. subsp. sylvatica

Árbol caducifolio, que puede alcanzar los 40 metros de altura. Sus hojas son simples, enteras y por lo general ovaladas y con el borde ondulado. Se disponen de forma horizontal para captar la mayor cantidad de luz posible. Aunque sus flores no son muy vistosas, sus frutos sí lo son. De color marrón, están encerrados dentro de cúpulas de espinas blandas, recibiendo el nombre de hayucos. Florece entre abril y mayo. Es una especie que domina el paisaje en las zonas altas de nuestras montañas con ambientes neblinosos y húmedos. Generalmente, laderas umbrosas con suelos bien drenados. Es un árbol totémico para los vascos y su madera ha sido empleada desde antiguo para múltiples usos. La principal característica de nuestros hayas es que muchas son trasmochas, ya que desde siempre se realizó el desmoche o poda de la guía principal del árbol a unos 3 metros del suelo, para así obtener tres fustes en lugar de uno. La madera resultante de la tala era empleada en la elaboración de carbón vegetal. A ello se debe la existencia de numerosos vestigios de antiguas carboneras repartidas por todo el territorio. En el Pagasarri (cuyo nombre viene del término eusquérico pago que significa haya) aún podemos ver algunos ejemplares realmente espectaculares sobre la cantera del Bolintxu. En la ladera norte del Arnotegi, se puede contemplar algunas manchas que agrupan gran cantidad de hayas centenarias.

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Haltza

Aliso

Alnus glutinosa (L.) Gaertner

Árbol caducifolio que puede alcanzar hasta 20 metros de altura. Pertenece a la familia de las betuláceas. Las hojas de unos 5 a 10 cm. con el borde doblemente dentado, recuerdan a las del avellano y son verdes por ambas caras, con los nervios muy marcados. Las flores masculinas y femeninas están separadas pero en el mismo pie. La polinización es llevada a cabo por el viento. Los frutos se desarrollan en una especie de pequeñas piñas que permanecen colgados, como pendientes, largo tiempo después de quedarse sin hojas. Vive en sitios permanentemente húmedos (orillas de cursos de agua y terrenos encharcados) sobre sustratos algo ácidos o neutros. De hecho, su madera aguanta muy bien bajo el agua. En Bolintxu se encuentra la mejor aliseda del Pagasarri, tanto a orillas del arroyo principal como en sus pequeños afluentes alcanzando la ladera y mezclado con otros árboles. Existen numerosos topónimos en euskera por toda la zona que nos indican la existencia del aliso o altza: Altzaga, Altzola, Altzua Debido a su riqueza en taninos, ha sido utilizado como medicinal para curar heridas, dolores de pies, garganta, etc., así como en tintorería. El significado de su nombre especifico latino, glutinosa, es pegajoso por la sensación que ofrecen al tacto, tanto sus brotes jóvenes como sus hojas.

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Borbonesa Silene dioica (L.) Clairv.

Planta perenne que pertenece a la misma familia que los claveles (Caryophyllaceae). Está provista de un rizoma subterráneo del que salen varios tallos que fácilmente pueden alcanzar una altura de 80 cm. Presenta bellas flores, dispuestas en laxas inflorescencias, de tonos rosados, que miden entre 9 y 14 mm. Tienen cinco pétalos bífidos y cinco sépalos soldados, formando un tubo con unos 10 nervios en las flores masculinas y unos 20 en las femeninas. Como indica su nombre específico es una planta dioica, por lo que presenta flores masculinas y femeninas en distintos pies. Las hojas son enteras, opuestas y tomentosas, las inferiores de hasta 14 cm. Florece entre marzo y julio, vive en alisedas, herbazales que están a orillas de cursos de agua, bosques mixtos situados a pies de acantilados sombríos y setos frescos. En definitiva, siempre en ambientes con suelos ricos en nutrientes. Es planta de distribución europea, ampliamente distribuida por toda la Región Eurosiberiana. En la Península Ibérica aparece esencialmente en el norte, bastante común en el País Vasco.

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Clavel de Pastor Dianthus hyssopifolius L. subsp. hyssopifolius

Planta perenne y cespitosa perteneciente a la familia Caryophyllaceae. Tallos floríferos erectos, que miden entre 20 y 40 cm. de altura, con hojas largas y estrechas de 4 a 11 cm. de longitud, y de textura blanda (otras especies suelen tener las hojas de la base más o menos punzantes). Florece de junio a noviembre. Las flores salen solitarias o en pequeños grupos. Los pétalos son de color rosa, frecuentemente con una mancha de color oscuro en la base, y con el borde acabado en numerosos flecos (lacinias) largos y estrechos, muy característicos de esta especie. Coloniza ambientes muy diversos, pudiéndose ver en pastos, matorrales, terrenos pedregosos, repisas de roquedos o arenas litorales, aunque en la costa suele ser reemplazado en algunos casos por la subespecie gallicus. De distribución europea, aparece en casi todo el País Vasco salvo el valle del Ebro. Especie escasa y desigualmente repartida por el macizo, podemos verla en los roquedos calizos de la cima del Pagasarri, Arnotegi, Uzkorta, siempre en orientación soleada. Aunque esta planta no está incluida en la lista de especies raras o protegidas, no se debe recolectar con fines ornamentales, ya que en el macizo del Pagasarri es muy escasa.

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Trumoi bedarra, Orkatx arrunta

Androsemo

Hypericum androsaemum L.

Especie de la familia Guttiferae, inconfundible por sus largos tallos de 0,4 a 1,2 metros, con grandes hojas opuestas aovadas que abrazan el tallo (amplexicaule). Sus flores son de color amarillo y los estambres se reúnen en cinco grupos. El fruto es redondo, de color que varía del verde al amarillo, al principio, y rojo y negro en la madurez. Desprende un olor algo desagradable. Su nombre específico alude al zumo de color rojo que segrega al mezclar flores y frutos, (andras significa hombre, y aime significa sangre) característica compartida con otros hipéricos, que se usaban como tinte. Florece en verano, entre los meses de junio y agosto. Es una planta perenne que desaparece en invierno para renovarse en primavera. Muy común en sotobosques y lugares sombríos y húmedos. Se distribuye principalmente por el Sur y Oeste de Europa y buena parte de Asia. En el País Vasco es relativamente frecuente en el tercio septentrional. Se puede ver en Pagasarri en los bordes de los ríos. Hypericum proviene de las palabras griegas hyper y eikom que significan respectivamente: sobre e imagen; por ello su nombre quiere decir que está por encima de todo lo imaginable dadas sus excelentes propiedades medicinales; es la interpretación hoy más admitida para el género de esta especie, que se le dio en la antigua Grecia a algunas de las especies de este género (H. perforatum, H. ericoides).

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Estrepa txikia

Jarilla, Jaguarzo morisco

Cistus salviifolius L.

De la familia Cistaceae, es un arbusto muy ramificado y denso, a veces postrado de hasta un metro de altura. Hojas pecioladas, que miden entre 2 y 4 cm., de bordes ondulados, verdes por ambas caras, con nerviación reticulada y cubierta de pelillos con un tacto aterciopelado. Tiene flores blancas que miden entre 3 y 5 cm. de diámetro con 5 pétalos de base amarilla. Sus flores son hermafroditas y son polinizadas por abejas y otros insectos voladores. El fruto es una cápsula globosa con muchas y pequeñas semillas en su interior. Cistus viene del nombre latino clásico para diversas Jaras, y el nombre de la especie: salviifolius proviene de que sus hojas recuerdan a las hojas de la salvia. Medra en matorrales heliófilos sobre suelos secos y descarbonatados. Florece entre los meses de abril y junio. Es de distribución mediterránea. En el Pagasarri también se puede observar este arbusto en zonas secas y soleadas, sobre todo en la ladera sur del Arraiz y del Ganeta. Sus hojas se utilizan en medicina popular para las quemaduras. En ocasiones, en sus raíces, parasita una planta conocida como Cytinus hypocistis o hierba de la jara ya que sólo vive a costa de diferentes especies de este género. Es una planta sin clorofila que apenas sobresale de la tierra, pero sus bellas flores de color rojo encendido destacan en el entorno, siendo muy efímeras.

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Bioleta

Violeta

Viola riviniana Reichenb.

Planta herbácea vivaz de la familia Violaceae que alcanza hasta 30 cm. de altura. Las hojas de forma acorazonada y ligeramente festoneadas parten de un largo pecíolo con estípulas lanceoladas y formando una roseta de hojas basales que a veces se convierte en tapiz debido a su abundancia. Las flores son de color violeta más o menos claro o azul violáceo, y nacen de un pedúnculo largo. Los pétalos son desiguales, anchos y solapados entre sí. Los superiores están echados hacia atrás. En el pétalo inferior destacan unas vetas oscuras y un espolón acanalado en su ápice, a veces blanco y otras más o menos violáceo. Su floración se da entre los meses de febrero a julio y es entonces cuando podemos ver a la violeta a lo largo de todos los caminos, así como, en prados, setos y claros de bosque por lo que es muy común en Pagasarri. Se distribuye por casi toda Europa y el Norte de África. En la Península Ibérica es común en la zona norte, estando relegada a las montañas en el resto. En el País Vasco es común en todo su territorio salvo en las zonas más áridas del Valle del Ebro. En algunos sitios se comen sus hojas, e incluso se preparan infusiones con ellas.

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Sahats iluna

Salguero negro

Salix atrocinerea Brot

Es un arbolito que no suele pasar de los 8 ó 10 metros, muy ramificado desde abajo. Tiene hojas alternas, simples, elípticas o lanceoladas, de 2 a 10 cm. de largo por 1 a 2 cm. de ancho, con un pecíolo o rabillo corto. Éstas son de color verde oscuro, y glabras por el haz, mientras que por el envés son glaucas y tomentosas, con pelos rojizos, y los nervios marcados. Es uno de los sauces más abundantes, y crece en zonas permanentemente húmedas como otros sauces, pero se escapa de la típica sauceda de ribera, para internarse en vaguadas, bosques y bordes de caminos, eso sí, con el suelo húmedo todo el año, a menudo junto a fresnos y alisos. De febrero a abril, antes de que salgan las hojas, le brotan sus característicos amentos típicos del género Salix. Estas flores son masculinas o femeninas y crecen separadas en diferentes pies. La polinización la lleva a cabo las abejas que frecuentan mucho estos sauces al ser de floración muy temprana. Se puede ver fácilmente en los márgenes de la pista que sube al Pagasarri, después de la barrera. También por todo Bolintxu. La corteza fresca del salguero negro y de otros sauces, se ha usado para bajar la fiebre por contener ácido salicílico, que es el mismo principio activo que posee la conocida aspirina.

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Cardamine raphanifolia Pourret subsp. raphanifolia Planta que mide entre 30 y 60 cm., perteneciente a la familia Brassicaceae o crucíferas. Tiene flores rosado/ blanquecinas, y anteras amarillas, dispuestas en racimos al final del tallo. Sus hojas son compuestas con foliolos redondeados, siendo el terminal bastante más grande que el resto, semejantes a las del rábano, de ahí su nombre científico raphanifolia. Como todas las de la familia, las flores poseen 4 pétalos en forma de cruz y frutos en silicua (fruto capsular alargado que se abre por dos valvas). Florece entre abril y junio en suelos muy húmedos o encharcados, en ambientes sombríos, arroyos y bosques caducifolios. Está distribuida por toda Europa occidental. En la Península Ibérica se extiende por la Cornisa Cantábrica y Pirineos. Es común junto a la mayoría de los arroyos y cursos de agua del macizo del Pagasarri. Es pariente cercana del conocido berro, y también comestible. Existe otra Cardamine muy parecida: C. pratensis o berro de prado que prefiere los prados frescos además de ser una planta muy estilizada y con las hojas mucho más estrechas que el que nos ocupa.

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Txilar burusoila

Brezo común

Erica vagans L.

Arbusto perenne de la familia Ericaceae que mide de 20 a 80 cm. de altura. Las hojas son pequeñas, lineares, con los márgenes revolutos, es decir, enrollados hacia atrás, llegando casi a ocultar el envés. Nacen agrupadas en verticilos (a la misma altura en el tallo) en número de 4 a 5. Inflorescencia densa formando una especie de racimo con numerosas flores. Éstas son de color violeta pálido y presentan anteras púrpuras que sobrepasan la corola. Este dato es muy importante si queremos distinguirlo de otros brezos del género Erica. Su nombre específico vagans proviene del latín vagor, que significa vagar o andar erráticamente. Sus llamativas flores pueden verse principalmente durante el verano, entre los meses de julio y octubre. Vive en claros y comunidades de sustitución de diversos tipos de bosque, llegando a dominar los matorrales bajos sobre terrenos carbonatados. Muy abundante en Euskalherria, se hace rara en el valle del Ebro. Se halla distribuida por casi todo el macizo del Pagasarri. Es una planta muy visitada por las abejas (melífera), produciendo una miel oscura muy apreciada. Los brezales son considerados a menudo como consecuencia de una degradación del robledal original, ya que éstos se adaptan a vivir en un suelo más pobre cuando los árboles desaparecen y el suelo es lavado por la escorrentía.

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Ainar kantauriarra

Brezo vizcaíno

Daboecia cantabrica (Hudson) C. Koch

Este pequeño arbusto mide entre de 10 y 60 cm. Pertenece a la familia de los brezos (Ericaceae). Tallo decumbente (tumbado en la base), peloso, con la parte superior glandulosa. Las hojas alternas, pecioladas, enteras, oval-lanceoladas, con el borde enrollado. Son verdes por el haz y de color blanco por el envés. Sus flores colgantes, urceoladas (con forma de olla), globosas, de color rosa intenso y mayores que las de los otros brezos, aparecen reunidas en racimos terminales en el ápice del tallo. Vive en brezales, argomales y otras comunidades de sustitución sobre suelos ácidos y con bastante luz aunque tolera bien la sombra. Sus flores se pueden contemplar desde principios de primavera hasta el otoño. Es una especie endémica atlántica y su distribución ocupa una franja que se extiende desde el noroeste portugués, cornisa cantábrica y oeste de Francia, hasta alcanzar las costas de Irlanda. En Inglaterra aparece naturalizada por algunas zonas, debido quizá a su uso en jardinería, donde se han obtenido numerosas variedades de esta especie. En el Pagasarri es una especie que se puede ver con frecuencia en la mayor parte del macizo. Su nombre genérico está dedicado al santo irlandés Saint Dabeoc.

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Udaberri-lorea, San Jose lorea

Primavera, Flor de San José

Primula elatior (L) L. subsp. elatior

Planta de la familia Primulaceae. La visión de esta flor, nos indica que la primavera está cerca, es la primera que veremos al comenzar la estación junto a su pariente la P. acaulis de la que se diferencia principalmente por la disposición de las hojas. Mientras a esta última le salen las flores de la roseta basal, la que nos ocupa tiene un tallo largo en cuyo ápice nacen varias flores de color amarillo pálido e inodoras. Éstas son hermafroditas y se pueden fertilizar a sí mismas con la ayuda de abejas, polillas y mariposas. Otra especie parecida, sería P. veris cuyas flores son de amarillo intenso con manchas anaranjadas y olorosas (es más escasa que las anteriores). Crece en ambientes algo sombríos, generalmente en las umbrías de los bosques, siempre en suelos bien húmedos. En el Pagasarri es abundante y fácil de observar en Bolintxu y Arnotegi, casi siempre cerca de arroyos o zonas frescas al pie de cantiles. Las primaveras se han utilizado para diversos usos medicinales, solas o combinadas con otras plantas, como cosméticos, infusiones calmantes y en gastronomía añadidas a ensaladas u otros platos cocinados. Se han usado como planta ornamental desde hace mucho, y hoy en día hay muchas variedades de diferentes colores.

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Murajes amarillos Lysimachia nemorum L.

Pequeña primulácea que a menudo pasa inadvertida debido a su reducido tamaño. Es de aspecto herbáceo, perenne, delicada y tendida. Sus tallos enraizan formando rizoma y alcanza entre 10 y 40 cm. de altura. Las flores, que nacen de las axilas de las hojas, tienen cinco pétalos de color amarillo. Son solitarias, y miden entre 5 y 8 mm. y sobresalen mediante un largo pedúnculo que es de 3 a 5 veces mayor que la propia flor. El cáliz de 4 a 6 mm., persiste después de la floración siendo sus sépalos finos y alargados. Las hojas son opuestas, ovadas y terminan ligeramente en punta (acuminadas) con un corto pecíolo de 2 a 5 mm. El fruto es una cápsula más o menos redonda de color pardo rojizo. Florece de abril a agosto. Planta propia de bosques caducifolios (robledales y hayedos) con suelos frescos y húmedos, o de terrenos cercanos a corrientes de agua. De hecho su nombre específico deriva de la palabra nemus que significa bosque. Se distribuye por las montañas septentrionales y sistema central de la Península Ibérica, y es abundante en la zona atlántica del País Vasco. En el Pagasarri es relativamente común en barrancos y bosques. Se llamó en otro tiempo lisimaquia a diversas plantas (no emparentadas entre sí) a las que se les atribuía la propiedad de pacificar a los bueyes, que disputaban bajo el yugo, poniendo sobre éste una rama de la planta. La leyenda proviene del rey Lisímaco, cuyo nombre en griego significa “que hace cesar los combates”, quien amansó a una fiera enseñándole dicha planta.

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Txantxapota

Ombligo de Venus

Umbilicus rupestris (Salisb.) Dandy

Pertenece a la familia de las Crasuláceas. Puede medir entre 10 y 50 cm. de altura. Las hojas son carnosas, redondeadas, festoneadas y umbilicadas (que poseen un largo pecíolo central), de ahí su nombre científico y vulgar en castellano. Los tallos florales son erectos y muy largos en proporción a la planta, presentando numerosas flores tubulares y colgantes de color amarillo-verdoso dispuestas en alargada espiga. El ombligo de Venus florece de mayo a julio en grietas de tapias y roquedos. Es de distribución mediterráneo-atlántica. Es común en Euskalherria excepto en las partes más áridas del valle del Ebro. Sus hojas carnosas almacenan agua para poder subsistir en lugares rocosos pobres en humedad. Éstas se han utilizado como diuréticas y su jugo, introducido en el conducto auditivo, calma los dolores de oído en la infancia. También ha sido utilizada para heridas, sabañones, etc. Era uno de los ingredientes del conocido ungüento Populeón que se elaboraba con yemas de álamo negro (Populus nigra), más otras plantas y manteca de cerdo, y se usaba para calmar dolores y hemorroides, entre otras aplicaciones.

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Teilatu-belarra

Uña de gato

Sedum sediforme (Jacq.) Pau

Planta perenne de la familia Crassulaceae. Tiene dos tipos de tallos bien diferenciados: unos, los tallos estériles, perennes, formados por hojas carnosas de color azul verdoso, y un poco punzantes (de ahí uña de gato), que recuerdan a los brotes nuevos de los pinos, y van creciendo y cubriendo el suelo; y otros, los tallos florales fértiles, que crecen hasta los 50 cm. de altura, sobresaliendo del resto de la planta que tapiza el suelo. Las inflorescencias son globosas, con flores que pueden tener entre cinco y ocho pétalos, de tonos verde-amarillentos a pajizos y con 10 a 16 estambres. Florece en verano, entre los meses de junio y septiembre. Vive en sitios pedregosos con poco suelo. Es indiferente al sustrato, pero gusta de exposiciones soleadas con cierta humedad en invierno o primavera, que es cuando acumula agua en sus hojas, y de esta forma aguanta bien las sequías estivales. Es una planta de distribución mediterránea, extendiéndose por toda la zona meridional de Europa. Es bastante común en todo el País Vasco. En la cima del Pagasarri se la puede observar fácilmente. En medicina popular se ha utilizado como cicatrizante de heridas e incluso se han consumido sus hojas una vez adobadas.

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Harrautsia

Redondilla

Saxifraga hirsuta L hirsuta

La redondilla pertenece a la familia Saxifragaceae. Es una planta laxamente cespitosa, con tallos rastreros cortos, de los que nacen varias rosetas basales de hojas redondeadas y pelosas por ambas caras, aspecto de donde deriva su nombre específico hirsuta, que significa peluda o pelosa. Sus flores nacen al final de un pedúnculo de 10 a 30 cm. de alto. Son pequeñas y blancas en número variable, con 5 pétalos con manchas rojas, 5 sépalos y 10 estambres. Florece de mayo a junio en zonas sombrías con atmósfera húmeda y fresca en bosques y paredes rezumantes. Es de distribución Atlántica, repartiéndose la especie por el norte de la Península Ibérica y el suroeste de Francia e Irlanda, mientras que esta subespecie se restringe exclusivamente a los Pirineos, Cordillera Cantábrica y Sistema Ibérico. Es relativamente común en el País Vasco. También en el monte Pagasarri es fácil encontrarla en zonas húmedas del bosque, así como a orillas de riachuelos. La mayoría de las especies pertenecientes a este género viven en ambientes de roquedos. De hecho su nombre Saxifraga deriva de las palabras latinas saxum que significa peñasco, roca piedra y frango, que quiere decir quebrantar, romper, hacer pedazos.

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Elorri zuria

Espino albar

Crataegus monogyna Jacq

A este arbolillo muy común de la familia Rosaceae, de hoja caduca cuyos largas espinas se quiebran con facilidad quedándose su punta metida en la piel (por lo general se expulsa en unos días), le viene el nombre del griego krataios (fuerte), posteriormente latinizado y que alude a la dureza de su madera, mientras que el nombre específico monogyna quiere indicar que su flor posee un solo carpelo (parte del gineceo) y produce una sola semilla (como la cereza). A veces en la misma planta sus hojas son diferentes. Florece de abril a junio, emitiendo un agradable perfume que atrae a las abejas. Sus flores que son usadas como sedantes y antiespasmódicas, son vasodilatadoras, y se usan así mismo como tónico cardiaco y contra la arteriosclerosis. Sus frutos (majuelas), que son alimento de innumerables animales silvestres nos resultan insípidos y harinosos. Crece en laderas de montaña, claros y orlas de bosque; se plantaban en filas para formar setos espinosos que se podaban con frecuencia evitando que el ganado los traspasase. También se usaban como patrón de injertos para frutales. Su distribución es eurosiberiana y en la Península Ibérica es común en su tercio septentrional. Pocas dudas hay de las etimologías de Elorrio, Elorriaga, Elordi, Elortza etc. que indican claramente la abundancia y la extensa distribución del espino o elorri por el País Vasco. En el Pagasarri es abundante en los setos que dividen prados y en general por todo el macizo.

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Elorri beltza

Endrino

Prunus spinosa L.

Pequeño arbusto caducifolio de entre 1,5 y 4 metros de altura, perteneciente a la familia de las rosáceas. Es bastante espinoso de ahí su nombre específico, Sus hojas son pequeñas de entre 1 y 3,5 cm., con el borde finamente aserrado. Presenta abundantes flores reunidas en cimas con forma de racimo o en corimbos, llegando todas las flores a la misma altura. Los frutos son pequeñas drupas azul-negruzcas cuando están maduras. Es una especie común en nuestro territorio, aunque no puede decirse que sea muy abundante en el Pagasarri. Se puede encontrar en setos, claros de bosque, orlas de bosque y otros espacios abiertos entre lo 10 y los 1.400 metros de altitud. Por todos es conocido que macerando sus frutos en anís se obtiene un licor muy popular, como es el pacharán. Además el fruto, aunque amargo, es muy rico en vitaminas. En tintorería, se han usado diferentes partes de este arbusto para sacar varios tonos de color. Su madera es dura y resistente y en ciertos sitios se usaba para hacer los dientes de los rastrillos. Planta pionera en la regeneración de bosques dada su capacidad de rebrote y su gran rusticidad. Se ha utilizado también para injertar diversos frutales.

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Isatsa

Retama

Cytisus commutatus (Willk) Briq.

Arbusto caducifolio de la familia Fabaceae de hasta casi dos metros de altura, ramificado desde la base, hojas enteras solitarias o agrupadas en ramilletes. Florece entre marzo y mayo, sus flores son amarillas, pediceladas (con rabillo) que salen en las axilas de las hojas. Los frutos, cubiertos de pelos en toda su superficie, son una legumbre plana que mide entre 3 y 4 cm. de longitud y alrededor de 1 cm. de anchura. Vive en lugares abiertos (taludes y afloramientos rocosos) y matorrales de sustitución de encinares y robledales. Es endémica de las montañas cantábricas con límite de distribución oriental en el País Vasco. Es una planta rara en el Pagasarri pero cuando aparece forma vistosas poblaciones, por ejemplo en la cabecera del barranco Azordoiaga. En Bizkaia existen otros congéneres silvestres, C. scoparius y C. cantabricus, pero que a diferencia de la retama tienen las hojas trifoliadas. Otros dos, C. striatus y C. multiflorus, son utilizados para fijación de taludes y pueden naturalizarse; el primero tiene las hojas trifoliadas mientras que el segundo se diferencia por el color blanco de sus flores. Su antiguo nombre de género Sarothamnus viene del griego y quiere decir “para hacer escobas”, ya que se ha utilizado para este fin.

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Otabera arrunta

Aliaga

Genista hispanica subsp. occidentalis Rouy

Arbusto de porte almohadillado y denso, perteneciente a la familia Fabaceae (leguminosas) cuyo tallo puede sobrepasar el metro de altura. Las ramas son alternas y de dos tipos, mientras las inferiores son espinosas, las superiores están provistas de hojas y en su ápice se desarrollan las flores. Cuando florece, durante los meses de abril a julio conforma un paisaje característico de un color amarillo intenso. Gusta de zonas frescas y luminosas, colonizando repisas de roquedos y etapas de sustitución de diversos tipos de bosque, preferentemente sobre sustrato calizo. Planta endémica del norte peninsular, es la más abundante de las genistas presentes en la Comunidad Autónoma del País Vasco, aunque se enrarece por su extremo meridional en el valle del Ebro. Por el Este llega hasta Aragón, donde pasa a ser sustituida por la subespecie ‘hispanica’. En el monte Pagasarri está bien representada en su parte caliza siendo frecuente en los alrededores de Arraiz, junto a los roquedos de la cima del Pagasarri, Pastorekorta… Al ser una especie pirofita, se desarrolla con fuerza en los terrenos sometidos a incendios y sus brotes son muy apreciados sobre todo por el ganado equino.

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Garatxo-belarra

Adelfilla, laureola

Daphne laureola L. subsp. laureola

Planta arbustiva, perenne que llega a alcanzar hasta un metro de altura. A medida que desarrolla nuevas hojas, las inferiores se van cayendo, y queda la mayor parte del tallo desnudo, con unas cicatrices características. Las hojas verdes, alternas, brillantes, lustrosas y algo coriáceas están agrupadas en la parte superior del tallo y llegan a sobrepasar los 10 cm. de largo y tienen entre 2 y 3 cm. de ancho. Florece esencialmente a principios de primavera pudiéndose observar en ocasiones sus hojas y flores emergiendo por encima de la nieve en pleno invierno. Las flores de un amarillo verdoso se agrupan en las axilas de las hojas formando una especie de racimo del que posteriormente saldrán los frutos, unas bayas carnosas de color negro brillante, con una pepita en su interior. Generalmente vive en zonas sombrías en el interior de hayedos, robledales y algunos otros bosques, aunque también se la puede ver alojada en fisuras y grietas de lapiaz, casi siempre sobre sustratos calizos en ambientes de poca luz. Se distribuye por la mitad norte de la Península Ibérica y centro, sur y oeste de Europa. En el Pagasarri es una planta rara que cuenta con escasas localizaciones. Es considerada una especie venenosa que al contacto puede provocar inflamaciones en la piel. En medicina tradicional ha sido utilizada como purgante y abortiva.

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Zuhandorra

Cornejo

Cornus sanguinea L. subsp. sanguinea

Arbusto caducifolio mediano (familia Cornaceae) de hasta 4 metros de altura, con ramillas opuestas unas a las otras y que no presenta espinas. Las hojas también son opuestas, simples y con los bordes enteros y puntiagudos. Además presentan unos nervios muy marcados en el envés de la hoja, los cuales convergen hacia el ápice. En invierno las ramas toman una coloración rojiza “sanguínea”, de ahí el nombre específico de la planta. Las flores son blancas y se disponen agrupadas en umbelas sobre largos pedúnculos. Los frutos son pequeñas bayas negras, tóxicas. Florece entre mayo y junio. Lo podemos encontrar en setos y orlas de bosque con suelo fresco. Es de distribución eurosiberiana, y se distribuye por casi todo nuestro territorio, desde el nivel del mar hasta los 1.000 metros de altitud. En el Pagasarri es una especie común, su presencia la podemos notar en los setos que dividen las campas de Larraskitu, San Roque y zonas bajas del macizo. Su dura madera (de ahí su nombre genérico cornus que significa en latín duro), ha sido muy utilizada para realizar mangos de herramientas. Sus ramas, muy flexibles, se utilizan en la fabricación de cestos.

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Basaerramua

Bonetero

Euonymus europaeus L.

Arbusto caducifolio (familia Celastraceae) de 2 a 5 metros que suele pasar desapercibido debido a sus hojas de color mate y sus flores en pequeños ramilletes blanco verdosos. Sin embargo, cuando el fruto madura en otoño, la forma de sus cápsulas de color rosa, que recuerdan a los bonetes que usaban los eclesiásticos, al abrirse dejan ver las tres o cuatro semillas que contienen y resultan muy llamativas por su color anaranjado. Sus ramitas son cuadrangulares. Las hojas, enfrentadas y finamente aserradas, toman tonos rojizos en otoño. Crece en lugares frescos, en bordes y claros de bosques, así como en lindes y setos, generalmente ocupados por arbolillos de poco porte. Se distribuye por prácticamente toda Europa y parte de Asia. En el Pagasarri es fácil observarlo entre los setos y arbustos que separan terrenos y campas desde Larraskitu hasta San Roque. Aunque todo el árbol (frutos, hojas y corteza) es tóxico, era muy apreciado antiguamente por su madera, que se usaba para fabricar husos y clavijas, al abrirse con facilidad en tiras finas. También se ha utilizado para la elaboración de carbón para pólvora y para los dibujantes. Además, sus frutos han sido usados en veterinaria para matar parásitos (piojos, ácaros de la sarna, garrapatas).

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Astigar arrunta

Arce menor

Acer campestre L.

Este árbol caducifolio es de la familia Aceraceae y suele llegar a medir entre 10 y 15 metros de altura. Las hojas son palmeadas con 3, 4 ó 5 lóbulos. Florece entre abril y mayo, y de sus flores verde-amarillentas surgen unos frutos provistos de dos alas (sámaras) en forma de pala de hélice divergentes casi 180º. Cuando se desprenden del árbol giran sobre sí mismos, provocando un efecto de paracaídas, con lo que el fruto puede llegar más lejos, favoreciendo así su dispersión. Vive disperso en el interior de bosques, generalmente caducifolios (robledales, hayedos, alisedas, etc.), y aparecen o bien ejemplares aislados o forman pequeños rodales. Se distribuye por Europa y norte de Asia siendo relativamente abundante en la mitad norte de la Península Ibérica, pero muy raro hacia el Sur. En el Pagasarri podemos observarlo en alguna ladera del Bolintxu y también, algún ejemplar, antes de llegar a la barrera de la pista principal de ascenso. Si se nos pasa desapercibido entre el verdor de otros árboles en primavera y verano, podemos esperar al otoño, cuando sus hojas parece que se incendian en amarillos intensos, delatando así su inconfundible presencia. Ha sido empleado en carpintería y ebanistería, y por sus propiedades medicinales se ha utilizado en cosmética.

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Gorostia

Acebo

Ilex aquifolium L.

Árbol perenne de entre 2 y 15 metros de altura, que normalmente se desarrolla con porte arbustivo. Tiene unas hojas espinosas y brillantes muy llamativas. Es una planta dioica, es decir, que hay ejemplares masculinos y femeninos. Son éstos últimos los que presentan el atributo más característico de este árbol, como son esos preciosos frutos rojos, que permanecen en el árbol durante varios meses, constituyendo un importante recurso alimenticio para numerosos animales durante los rigurosos meses invernales cuando la comida escasea. Los frutos maduran en octubre y es cuando pueden apreciarse en todo su esplendor. Florece entre abril y junio aunque sus flores no son muy vistosas. Le gustan los bosques frescos y las etapas arbustivas de sustitución sobre suelos ácidos. Es una especie que ha llegado a ser escasa en nuestro territorio debido a su recolección abusiva con diferentes fines. En los últimos años se le ha dotado de una protección especial, al estar incluida en el catálogo de Especies Amenazadas del País Vasco con la categoría de interés especial. Distribuida por casi toda Europa. En el Pagasarri es bastante frecuente sobre todo en una franja que se extiende entre Pastorekorta y Errestaleku, pudiéndose observar en algunos casos ejemplares de gran porte. Ilex es el nombre latino para la encina, ya que sus hojas tienen cierto parecido.

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Linum viscosum L. Bello lino (familia Linaceae), cuyo tallo puede alcanzar los 60 cm. de altura. Las hojas son alternas, ovado-lanceoladas, y sésiles (sin pecíolo o rabillo). Las flores son grandes y están dispuestas en racimos terminales en el ápice del tallo, los pétalos son de color rosa con venas violetas y azulean al secarse. Amante de la claridad no tolera la sombra, vive en claros de bosque, taludes, matorrales aclarados y pastos sobre suelos calizos entre los meses de junio y agosto. Es de distribución submediterránea. Se halla distribuido por el tercio norte de la Península Ibérica y sur de Europa, llegando hasta Alemania. Se extiende por la mayor parte del territorio vasco excepto el valle del río Ebro y las altas montañas. En el Pagasarri es muy poco frecuente apareciendo de forma puntual en los alrededores del barrio de Buia. Su nombre específico viscosum, se debe a que al estar cubierto de pequeños pelillos glandulares resulta pegajoso o viscoso al tacto. De los tallos del lino se han obtenido fibras para confeccionar tejidos y de sus semillas se obtiene el aceite de linaza de tan variados usos. Se ha empleado en medicina popular por sus propiedades laxantes y antiinflamatorias.

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Basoetako mingotsa

Aleluya

Oxalis acetosella L.

Hierba de la familia Oxalidaceae, carente de tallos. Las hojas salen directamente de los rizomas mediante unos largos pecíolos de unos 10 cm. de longitud. A diferencia de las de los tréboles, con los que frecuentemente se les confunde, tienen cuatro foliolos en lugar de tres. Flores solitarias blanquecinas o de color rosa pálido, compuestas por cinco pétalos. Especie muy temprana, que hace su aparición durante el mes de febrero, sobre cúmulos de materia orgánica en el interior de robledales y hayedos generalmente sobre terrenos frescos y umbrosos. Es de distribución circumboreal, y en la península se extiende fundamentalmente por su mitad septentrional. Al igual que otras especies eurosiberianas, es frecuente en todo el territorio vasco salvo el valle de Ebro. En el Pagasarri se la puede ver abundante por todos los taludes de la pista de Artabe buscando la sombra y la frescura. Las hojas tienen un característico sabor ácido (Oxalis significa ácido) que resulta agradable y refrescante. Pero no deben ingerirse grandes cantidades, ya que puede llegar a anular la absorción del calcio ingerido en la alimentación. Tampoco es recomendable a los propensos a los cálculos de riñón o diversos tipos de reumas ya que podría agravar su situación. Se ha utilizado en medicina popular para enfermedades de la piel, y como quitamanchas de óxido o tinta, se frota con el jugo que se extrae de las hojas y los pecíolos y luego debe exponerse al sol.

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Geranio sanguíneo Geranium sanguineum L.

Perteneciente a la familia Geraniaceae, es una planta vivaz con cepa rastrera de hasta medio metro de longitud, de la cual surgen unos tallos ascendentes. Las hojas son opuestas y están profundamente divididas en cinco segmentos estrechos y estos a su vez en otros tres y aunque al principio son de color verde; con la llegada del otoño van cambiando hasta alcanzar un rojo intenso que recuerda al de la sangre, de ahí su nombre especifico sanguineum. Es sin lugar a dudas uno de los geranios silvestres más vistosos, y sus flores grandes y con los pétalos de color púrpura, que nacen solitarias (o en algún caso dos) en el extremo de un largo pedúnculo, le distinguen del resto de los geranios silvestres. Florece a final de primavera y durante buena parte del verano. Sus frutos, al igual que en el resto de los geranios recuerdan a la cabeza y pico de una grulla, y es que geranion es un vocablo griego que significa grulla, por lo que se ha tomado como nombre genérico. Vive sobre laderas caldeadas, linderos forestales y claros del bosque expuestos al sol. Se encuentra distribuido por la mayor parte de Europa, y en la Península Ibérica se extiende por su mitad septentrional. Es una especie escasa en la Comunidad Autónoma del País Vasco y en el Pagasarri cuenta solamente con un par de localizaciones. Por la belleza y densidad de sus flores, en diversos países se ha utilizado en jardinería para la ornamentación de rocallas.

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Sugegorri-belarra

Viborera

Echium vulgare L.

Perteneciente a la familia de la borraja (Boraginaceae), es una planta herbácea que mide entre 20 y 90 cm. de altura, cubierta toda ella de pelos ásperos que pinchan al tacto. Tallos erectos, poco ramificados, que nacen de una roseta basal con hojas grandes, de unos 28 cm. de largas por 2,5 cm. de anchas, que se atenúan progresivamente hacia su base. Las hojas caulinares (del tallo) son mucho más pequeñas. Las flores salen agrupadas, son azuladas o violetas, a veces blanquecinas, con corola uniformemente pelosa y 4 ó 5 estambres exertos (sobresalen de la corola). Es una planta común en cunetas, ribazos, y ambientes ruderalizados, floreciendo entre abril y septiembre. Se distribuye por varias regiones de Europa. En el Pagasarri es una planta poco abundante. Se ha utilizado en medicina empírica contra las mordeduras de víbora, por el parecido de sus semillas con la cabeza del ofidio (de ahí su nombre vulgar y científico ya que echis en griego significa víbora). Sus rosetas basales, recogidas en invierno o principios de primavera, se consumen como cualquier verdura, si bien hay estudios recientes que dicen que este género de plantas poseen pequeñísimas cantidades de un alcaloide toxico (equina) por lo que no conviene abusar de su consumo.

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Biri-belarra

Pulmonaria

Pulmonaria longifolia (Bast.) Boreal

Especie que pertenece a la familia de la borraja (Boraginaceae). Florece temprano, ya en el mes de febrero mostrando unas bellas y llamativas flores de color azul-violeta intenso y otras rosadas en el mismo ejemplar. Las hojas son muy características, ya que son alargadas y están manchadas a menudo de blanco. Es de distribución europea occidental viviendo en bosques de caducifolios y en sus comunidades de sustitución desde el nivel del mar hasta 1.600 metros. En el Pagasarri, es común en los bosques húmedos y también en las cercanías de pistas forestales, por ejemplo en Artabe. Sus hojas se han utilizado en medicina popular en enfermedades respiratorias, de ahí su nombre tanto científico como vulgar. Se le atribuían estas propiedades contra los males de los pulmones, debido al parecido existente entre las manchas blancas de sus hojas y las que se forman en los pulmones de los enfermos. En el siglo XIV era consumida en Francia para sanar las llagas pulmonares. Existen variedades seleccionadas para jardinería con hojas llenas de máculas blancas y grandes ramilletes de flores muy apropiadas como cobertoras o de borde, para jardines con sombra y expuestos al frío.

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Zolda-belar txikia

Consuelda menor

Symphytum tuberosum L. subsp. tuberosum

Planta perteneciente a la familia de las Boragináceas. Puede alcanzar una altura de entre 10 y 60 cm. Las flores son de color amarillo, colgantes y tubulares y apenas sobrepasan los dos centímetros de longitud. Los tallos son peludos y las hojas son grandes y alargadas. Sus raíces tienen pequeños nódulos o tubérculos (de ahí su nombre). Vive en terrenos profundos y frescos, en bosques caducifolios, y en orillas sombreadas de arroyos y ríos. Antes de florecer, entre los meses de marzo a mayo, los grupos de hojas podrían recordar a las de las borrajas. Se distribuye por el oeste, centro y sur de Europa. En el País Vasco es una especie relativamente abundante por prácticamente todo el territorio. Su raíz amarilla y carnosa se ha usado como cicatrizante para heridas y llagas así como para esguinces y fracturas óseas (de ahí su nombre popular consuelda, que proviene del latín consolidar). Antiguamente estaba considerada como planta comestible, pero análisis modernos han revelado la presencia de alcaloides tóxicos, lo que hace desaconsejable su consumo interno y limita su aplicación al uso meramente externo.

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Asun borta

Ortiga fétida

Lamium maculatum L.

Esta y otras plantas del género lamium (del griego “boca abierta” por la forma de sus flores) se caracterizan por su parecido a la ortiga (diferenciándose a primera vista, porque esta última no posee flores propiamente dichas). La ortiga fétida recibe el nombre específico maculatum por las características manchas blancas (más desarrolladas en invierno) de sus hojas. Es planta perenne, con los tallos cuadrados, tumbados en la base y luego erectos, que pueden alcanzar una altura entre 15 y 70 cm. Las flores se desarrollan de marzo a octubre alrededor del tallo sobre la base de sus hojas opuestas, acorazonadas y con margen regularmente crenado-aserrado cuyo pecíolo, que mide entre 20 y 45 mm., es más corto que la hoja y su limbo netamente más largo (de 30 a 60 mm.) que ancho (de 25 a 55 mm.). La corola es de color rosa, y mide entre 18 y 30 mm., sin pelos en el labio inferior y con pelos en el superior, tiene forma de tubo y presenta una fuerte curvatura en la base. Crece en hábitats ricos en materia orgánica, en bordes de arroyos y suelos en general frescos y húmedos. En el Pagasarri se encuentra también, Lamiun purpureum, las tonalidades purpúreas de sus hojas son las que le dan el nombre y no el color de sus flores. Es planta anual y sus hojas agrupadas al final del tallo junto con los verticilastros forman una inflorescencia piramidal foliosa.

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Asun horia

Ortiga muerta amarilla

Lamium galeobdolon (L,) L. subsp. galeobdolon

Planta perteneciente a la familia Lamiaceae (labiadas), que puede alcanzar hasta medio metro de altura. Posee hojas parecidas a las ortigas, de ahí su nombre vulgar. Sin embargo, carece de pelos urticantes y mientras que la ortiga tiene las flores poco vistosas y agrupadas en largas espigas, las de ésta, son de un amarillo vistoso y están agrupadas en verticilos o pisos a lo largo del tallo. Son hermafroditas y bilabiadas, siendo polinizadas por abejas y otros insectos. El labio inferior lo tienen netamente dividido en 3 lóbulos de tamaño similar. Se suelen distinguir dos subespecies con infinidad de formas intermedias. A parte de las semillas, tiene reproducción vegetativa (por rizomas) lo cual favorece su densidad, por eso en algunos jardines la utilizan como planta de cobertura. Generalmente crece en el interior de diferentes tipos de bosques: hayedos, alisedas, robledales… aunque también es frecuente en bordes de caminos y ríos, allí donde haya sombra y el suelo sea húmedo, mullido y bien nitrogenado. Se distribuye principalmente por el centro de Europa penetrando hacia el sur en las Penínsulas Ibérica, Itálica y Balcánica. En el País Vasco es una especie frecuente en la zona Norte. En el Pagasarri es fácil de ver. En algunos países como, por ejemplo, Inglaterra se comen los brotes jóvenes cocidos.

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Otondo-belarra

Betónica

Stachys officinalis (L) Trevisan subsp. officinalis

Perteneciente a la familia Lamiaceae, es una planta vivaz. Anualmente muere su parte aérea, permaneciendo sus fuertes raíces y, como mucho, una roseta de hojas basales. Luego brotará un tallo erguido de entre 15 a 60 cm. de altura, rematando el conjunto, una especie de espiga de numerosas y bellas flores rojas o púrpuras. Es característico su tallo de sección cuadrada y pelosa. Las hojas de la base tienen un largo pecíolo, son casi acorazonadas y presentan el borde festoneado y los nervios muy marcados. Las del tallo son más estrechas, abrazando al tallo de dos en dos y dejando una notoria separación entre ellas. En general florece entre junio y agosto pero en el Pagasarri (junto al Camino Viejo) es muy fácil verla a menudo al final del verano y buena parte del otoño. Es entonces cuando menguada la competencia, atrae nuestra atención con sus llamativas flores. Vive en zonas arboladas de robles y hayas, así como en pastizales herbosos y frescos no demasiado soleados. Se distribuye por prácticamente toda Europa y parte de Asia y África. En el País Vasco es una planta común. En la antigüedad era una planta oficinal (de ahí su nombre científico) en la farmacopea con buena reputación como cicatrizante de heridas y llagas, usándose en forma de emplastos y cataplasmas ya en el Imperio Romano. Incluso se puede tomar en infusión como sustituto del té.

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Lizar arrunta

Fresno común

Fraxinus excelsior L subsp. excelsior

El fresno, es un árbol de la familia del olivo (Oleaceae), con tronco recto y hojas caducas, que puede llegar a superar los 30 metros de altura. Echa las flores antes que las hojas, y curiosamente un mismo ejemplar puede tener todas las flores masculinas, femeninas o de ambos sexos. Los frutos están provistos de largas alas para favorecer su dispersión y salen agrupados en densos racimos colgantes. Las hojas son compuestas pinnadas, y tienen entre 9 y 13 foliolos. Le gustan los suelos frescos y profundos aunque tolera cierta sequedad temporal. Distribuido por buena parte de Europa, en la Península Ibérica es relativamente abundante, aunque escasea en la zona mediterránea. En el Pagasarri es bastante abundante en los barrancos y zonas bajas del macizo. Tradicionalmente se han fabricado buenos mangos de hachas, azadas, raquetas de tenis y de cualquier herramienta que requiera un mango flexible y resistente. Por soportar bien las talas se ha desmochado de forma periódica utilizando sus hojas frescas como forraje para el ganado, sobre todo durante el verano cuando la hierba escasea. En Euskalherria sus ramas se colgaban en la puerta del caserío como símbolo protector de espíritus malignos el día de San Juan (solsticio de verano). Su nombre en euskera, lizar ha generado numerosos topónimos que podemos observar en nombres de pueblos, aldeas, lugares y apellidos vascos: Lizartza, Lizarralde, Lizarraga, Lizardi, Lejardi, etc.

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Kuku-praka

Dedalera

Digitalis purpurea L. subsp. purpurea

Planta herbácea, bienal, perteneciente a la familia Scrophulariaceae. El primer año, desarrolla una roseta de grandes hojas basales, de las cuales al siguiente año surge un tallo erecto, provisto de hojas mucho más pequeñas y sésiles (sin pecíolo), que puede sobrepasar el metro y medio de altura. Tanto las hojas como el tallo, están cubiertas de una fina pilosidad que le da un aspecto aterciopelado muy suave al tacto. Las flores son tubulares, con la corola de un color rosa intenso y el interior decorado por manchas blancas que rodean a otras marrón-rojizas. Están situadas al mismo lado del tallo en el ápice del mismo, formando racimos colgantes. Vive en márgenes de carretera, taludes, claros de bosque, brezales y roquedos, normalmente sobre terrenos ácidos y más o menos ricos en materia orgánica. Aunque prefiere las zonas cálidas, rehuye de la luz directa pero tolera bien la sombra. Distribuida por el hemisferio norte, es abundante en todo el norte de la Península Ibérica. Es escasa en la zona de Pagasarri. Por su belleza en algunos países se ha cultivado como especie ornamental. Extremadamente venenosa, entre sus principios activos, el más importante es la digitalina, y debido a su efecto tónico sobre el corazón, en medicina popular se ha utilizado para curar diversas dolencias y enfermedades cardiovasculares.

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Globularia nudicaulis L. Pequeña planta de la familia Globulariaceae que alcanza un desarrollo entre 10 y 30 cm. de altura. Se caracteriza por tener numerosas hojas basales en forma lanceolada, que progresivamente se estrechan en el pecíolo, con un marcado nervio central. Presenta un pedúnculo floral cilíndrico, desprovisto de hojas (su nombre específico nudicaulis significa de tallo desnudo), al final del cual se hallan las flores de color lila más o menos intenso, formando vistosas cabezuelas globosas (de ahí el nombre genérico), que pueden llegar a medir hasta 3 cm. de diámetro. Planta generosa en flores que aparecen entre abril y junio. Vive en las fisuras y repisas de roquedos calizos, llegando en algunos casos a instalarse en pastos pedregosos. Se distribuye por el centro y sur de Europa, quedándose relegada a las montañas del norte de la Península Ibérica. En la Comunidad Autónoma del País Vasco es una planta escasa, aunque se extiende por casi todo el territorio. En el Pagasarri la podemos ver en el roquedo de la campa, así como en las peñas de Uzkorta y Antzola.

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Muki-belarra

Grasilla,Tiraña

Pinguicula grandiflora Lam subsp. grandiflora

Planta de la familia Lentibulariaceae sin tallos. Presenta de una 1 a 5 flores azul-violeta al final de un escapo de hasta 25 cm. de largo. Éstas tienen una roseta basal con 5 a 9 hojas, anchas y sin pecíolo, de color verde claro. Es una planta insectívora (con frecuencia se observan pequeños insectos pegados a sus hojas). Dado que sus raíces están poco desarrolladas, obtiene sus nutrientes de los insectos quienes, atraídos por el olor de la sustancia grasienta que segregan sus hojas, quedan pegados a ellas y son digeridos por los jugos digestivos que posteriormente emiten. Las hojas tienden a curvarse hacia adentro para facilitar la digestión. Florece de marzo a junio. Vive en ambientes donde rezuma agua permanentemente. Es de distribución atlántica, y en el País Vasco es una especie escasa, aunque ampliamente distribuida. Sus hojas se usaban antiguamente contra la tos convulsiva y para sanar heridas. La grasilla pálida (Pinguicula lusitanica) también está presente en el monte Pagasarri. Esta especie está incluida en el Catálogo Vasco de Especies Amenazadas, con la categoría de Interés Especial. Es mucho más difícil de observar que la tiraña. Tiene preferencia por las turberas y manantiales de origen silíceo. Sus hojas, entre 5 y 10, son más pequeñas, miden de 1 a 3 cm., y son de color gris-violáceo. Las flores también de menor tamaño, hasta de 1 cm. son de color lila pálido o incluso casi blancas.

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Ezkila-lorea

Campanilla

Campanula glomerata L.

Herbácea perenne perteneciente a la familia Campanulaceae, provista de un rizoma subterráneo del que surge un tallo de entre 10 y 50 cm. de altura, poco o nada ramificado, anguloso, por lo general rojizo y cubierto de pelos. Sus hojas basales son ovales y pecioladas mientras que las del tallo, a medida que ascienden, son más lanceoladas y con pecíolo más corto llegando a ser completamente sésiles (sin pecíolo). Posee grandes y bellas flores de color violeta agrupadas en glomérulo, de ahí su nombre científico. Florece entre junio y agosto y gusta de herbazales, claros de bosque, pastos y ribazos. De distribución europea se hace más escasa hacia el sur y sobre todo en la vertiente mediterránea. En el País Vasco es bastante común exceptuando el valle del Ebro. No es muy frecuente en el Pagasarri, pero podremos contemplarla fácilmente, colgada en un talud, cerca del primer lavadero de la pista principal. Existen otras campanulas pero ninguna de ellas posee sus flores en grupos terminales, en la mayoría de ellas están dispuestas en espigas. Es una especie que puede nacer, o bien de sus semillas, es auto-fértil, o también puede expandirse gracias a sus rizomas, por lo que en ocasiones se encuentra formando vistosos grupos.

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Intsusa beltza

Saúco común

Sambucus nigra L.

Arbolito o arbusto caducifolio de la familia de las caprifoliáceas. Puede llegar a medir hasta 10 metros de altura. Presenta una característica corteza pardo-grisácea, agrietada. Sus hojas son compuestas y poseen entre 5 y 7 foliolos con forma de punta de lanza. Las flores son de color blanco y se agrupan en grandes grupos, siendo así muy llamativas. El fruto es una pequeña baya negra. Florece entre los meses de mayo y julio, madurando sus frutos de agosto a septiembre. El saúco crece en suelos frescos, húmedos y algo nitrificados de setos, bosques y otros matorrales, desde prácticamente el nivel del mar hasta los 1.400 metros de altitud. No es una planta muy común pero se distribuye por toda la Comunidad Autónoma del País Vasco. Distribuida de forma regular por las zonas bajas del Pagasarri, es frecuente en setos, márgenes y claros de bosque. Con las flores se preparan cremas para las enfermedades de la piel como el eccema y con sus frutos mermeladas, sopas y licores. Tanto su corteza como sus flores y sus frutos son llamativos y de ahí que haya sido una especie también muy utilizada en jardinería.

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Ariketa

Eupatorio

Eupatorium cannabinum L. subsp. cannabinum

Planta herbácea, robusta, perteneciente a la familia de las compuestas o Asteraceae. Su tallo es recto y alto, llegando a medir hasta dos metros. Las hojas son opuestas, divididas en varios lóbulos, y se asemejan mucho a las del cannabis o cáñamo, de ahí su nombre específico cannabinum. Las flores son pequeñas, tubulares, pero se agrupan formando atractivas inflorescencias que pueden ser blancas o rosas. Florece muy tarde, cuando el verano ya está en su apogeo, entre los meses de julio y septiembre. Busca para vivir ambientes con suelos húmedos y más o menos sombreados, condiciones ecológicas que encuentra en las márgenes de cursos de agua, acequias y en el interior de bosques frescos. Se distribuye por casi toda Europa. En la Península Ibérica es abundante en la parte septentrional, enrareciéndose hacia el Sur. Es común en los valles atlánticos de Euskalherria. En el Pagasarri, se puede ver cerca de las fuentes y rezumaderos y en muchos taludes húmedos. Su raíz fusiforme, amarga y picante se ha utilizado en medicina popular como purgante. Aunque dada su toxicidad debe utilizarse con mucha precaución.

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Urrezko Makila

Vara de oro

Solidago virgaurea L.

Herbácea de la familia Asterareae (compuestas) con tallo de sección cilíndrica sin vellosidad, erguido de hasta 1 metro de altura. Las hojas son alternas y ovaladas. Sus flores tienen las lígulas amarillas y están agrupadas en racimos o panículas terminales. Es muy variable, describiéndose dos subespecies. Una de ellas es pequeña con inflorescencia poco ramificada, hojas estrechas y nerviación teñida de púrpura (subespecie minuta). La otra, de mayor tamaño, de 20 a 80 cm., es la subespecie macrorhiza. Florece de julio a agosto en orlas forestales, setos, repisas de roquedos, ribazos y otros lugares herbosos, aunque prefiere los terrenos poco calcáreos. Es de distribución Europea y en la Comunidad Autónoma del País Vasco se puede considerar planta común. En el Pagasarri no es rara en taludes de la pista de Artabe. En medicina popular tiene y ha tenido muchas aplicaciones terapéuticas. Ya los árabes la cultivaban en tiempos remotos. Contiene, entre otras substancias, saponinas, que tienen un efecto diurético, utilizándose en afecciones del aparato urinario como cistitis, nefritis, cálculos renales, etc. También es planta alergógena a tener en cuenta en la época en que los pólenes no son abundantes. Se utiliza también en homeoterapia.

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Eztul-belarra

Fárfara, Pie de caballo

Tussilago farfara L.

Planta perenne de la familia Compositae (compuestas). Tiene rizomas reptantes de los que surgen las hojas en forma de rosetas que se desarrollan tras la floración y persisten mucho tiempo en el suelo. Las flores son de color amarillo, y miden entre 1,5 y 3,5 cm. de diámetro. Se desarrollan en el extremo de tallos escamosos. Se localiza sobre suelos arcillosos algo encharcados y florece tempranamente, al final del invierno y principio de la primavera. Es una especie de distribución europea que medra en taludes, cunetas, cultivos y también en graveras móviles. En el monte Pagasarri se puede ver sin salirse de las pistas principales de ascensión al refugio. Fuera del periodo de floración, le delatan sus grandes hojas. Su nombre en euskera, eztul, alude a que se ha utilizado desde muy antiguo como calmante de la tos en afecciones de las vías respiratorias. También sus hojas han sido fumadas como tabaco. En algunos lugares de Francia se consumen en crudo los pedúnculos florales tiernos sin embargo contiene un alcaloide tóxico para el hígado. Según parece, el nombre de ‘pie de caballo’ viene de que sus flores, al salir sin hojas directamente de la tierra y mantenerse no muy abiertas y un poco ladeadas, se asemejan a la pata de un caballo con su pezuña.

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Senecio helenitis subsp. macrochaetus (Willk) Brunerye Especie de la familia Asteraceae (compuestas). Es una herbácea perenne que puede medir desde 30 cm. hasta los 70 cm. de altura. Las hojas de la base son alargadas, de hasta 20 cm. de longitud y 4 cm. de anchura. Posee bellas flores con lígulas amarillas agrupadas en inflorescencias de 3 a 12 elementos. Los tallos tienen pilosidad blanco-lanosa, que también presentan algunas hojas en su envés. Es de floración primaveral y estival, encontrándose en su plenitud hacia el mes de abril. Crece en herbazales húmedos, generalmente en ambientes despejados, aunque puede soportar la sombra. Su distribución es Atlántica, encontrándose por el oeste de los Pirineos y la franja cantábrica de la Península Ibérica. En el País Vasco es escasa, y en el monte Pagasarri se le puede ver formando grandes y llamativas poblaciones en la pista principal de ascensión al refugio, entre otros lugares. Aunque muchas plantas de este género se usen en distintas partes del mundo en medicina popular para diversas afecciones, contienen alcaloides potencialmente hepato-tóxicos y cancerígenos. No se recomienda su uso medicinal más que de forma tópica.

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Suge-belarra

Aro

Arum italicum Miller

Planta herbácea perteneciente a la familia Araceae, provista de un grueso rizoma horizontal, hojas sagitadas, grandes y con los nervios muy marcados. Inflorescencia provista de un pedúnculo que puede alcanzar los 30 cm. Aunque a simple vista nos parece una flor sencilla, no lo es. Su ‘espádice’, rodeado por una especie de hoja blanquecina verdosa, está formado por una parte estéril visible, debajo de la cual se sitúa la parte masculina y por debajo de ella las flores femeninas estériles y por fin las flores femeninas fértiles. El olor de la flor (desagradable para las personas) atrae a los insectos que caen por debajo del estrechamiento de la espata, y al luchar por salir se impregnan de polen, yendo con él a fecundar a otra flor, aunque muchos perecen en el interior, quedando depositados en el fondo, no alimentándose la planta de ellos, siendo por esto calificada como “planta trampa”, como ocurre con algunas plantas insectívoras. Los frutos forman una espiga de bayas rojas de uno o dos palmos de altura que tradicionalmente se ha llamado “comida de culebras” para que los niños no las comieran puesto que son venenosas aunque realmente no forman parte de la dieta de ningún tipo de ofidio. Su distribución es europea. En el Pagasarri abunda en bosques y setos sombreados.

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Anbulo zuria

Gamón

Asphodelus albus Millar subsp. albus

De la familia de las liliáceas, como el tulipán o la azucena, mide de 50 a 150 cm. de altura con flores blancas estrelladas en densa espiga terminal. Sus hojas basales son numerosas, verde glaucas, carinadas y junciformes. El tallo es recio, recto y afilo (sin hojas). Los frutos son globosos de color marrón al madurar. Se diferencia de otros gamones por poseer brácteas negruzcas o de color marrón oscuro con inflorescencia simple o poco ramificada. Su raíz está formada por un ramillete de tubérculos (tuberosa). Florece de marzo a junio en pastos, matorrales frecuentemente incendiados o talados y claros de bosque, pudiéndose encontrar desde las zonas alpinas hasta el nivel del mar. Las repetidas quemas contribuyen a aumentar sus poblaciones, ya que sus rizomas no sufren por ello. De hecho, Asphodelus en griego significaría: “aquello que en el valle no se ha reducido a cenizas”. Es orófita europea, propia del sur y suroeste. Ha sido utilizada en algunos lugares en medicina popular para el tratamiento de eccemas y hemorroides, y en la antigua Grecia donde, se le asociaba con la muerte era frecuente en ceremonias y ritos fúnebres. También se ha usado como comestible, después de darle un tratamiento, sobre todo en épocas de hambre por su riqueza en fécula.

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Junquillo negro Schoenus nigricans L.

Aunque se conoce con la denominación de junquillo no es de la familia de los juncos si no de las Cyperaceae. Sin embargo, vive en los mismos ambientes, y la macolla de tallos que forma, le da ese aspecto que conocemos en los juncos. Las hojas son muy alargadas y delgadas, con sección triangular. Los tallos se desarrollan erectos, llegando a alcanzar hasta 60 cm. de altura. Al final del tallo tiene 2 brácteas puntiagudas, una de ellas mucho más larga y notoria, y justo encima le brota la inflorescencia, de color marrón oscuro a negro (de ahí su nombre específico y vulgar). Florece durante la primavera y el verano en manantiales, trampales, depresiones inundables, y en general todo tipo de herbazales y terrenos despejados, siempre que los suelos estén encharcados, sobre todo en terrenos calcáreos, pero también sobre los silíceos. Es una planta ampliamente distribuida por Europa, América, Asia y Australia, que en la Península Ibérica aparece de forma dispersa. En el Pagasarri se puede encontrar por la pista de Artabe, en rezumaderos, siendo difícil de distinguirlo si no ha echado la densa espiga oscura que le caracteriza. El nombre genérico schoenus, es una palabra latinizada del vocablo griego schoinus, que viene a significar cuerda, junco, y también una medida de longitud que copiaron de los antiguos egipcios.

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Diente de perro Erythronium dens-canis L.

Esta bella planta, bulbosa y perenne, pertenece a la familia de las liliáceas. Mide de 10 a 30 cm. de alto. Las hojas se disponen de forma opuesta en la base de la planta, son dos, y son fácilmente distinguibles por su forma elíptica y las típicas manchas pardo-rojizas que se distribuyen por todo el limbo. No son muy grandes, hasta 9 cm. de largas y poco más de 3 cm. de anchura. Las flores son grandes, hasta 3 cm. de longitud, y solitarias. Son de color rosa vivo o púrpura, están inclinadas hacia abajo, y tienen 6 tépalos recurvados hacia atrás. Sobresalen así sus seis largos estambres, con anteras de bellos tonos azulados. Los frutos son cápsulas ovoides y con tres ángulos muy marcados (trígonos). Al parecer su nombre, tanto específico como vulgar, se debe a la similitud de su blanco bulbo con un diente de perro. Su floración es muy temprana, a finales del invierno y principios de primavera, entre los meses de febrero y mayo, antes de que los árboles caducifolios comiencen a brotar. Vive tanto en hayedos, robledales y marojales, como en sus comunidades de sustitución, siempre sobre suelos ácidos o acidificados. Se distribuye esencialmente por el sur y centro de Europa, limitándose en la Península Ibérica principalmente a las montañas norteñas. Por la precocidad de su floración, cuando no es tiempo aún de ver flores en el Pagasarri, nos sorprende con su belleza entre la hojarasca, encontrándose entre otros lugares junto a la pista de Artabe.

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Zitori horia

Azucena de los Pirineos

Lilium pyrenaicum Gouan

Planta perenne perteneciente a la familia de las liliáceas, provista de un bulbo escamoso del que surge un tallo que puede alcanzar los 100 cm. de altura. Tiene numerosas hojas, linear-lanceoladas, de color verde brillante, y están distribuidas en espiral a lo largo del tallo. Las flores son grandes y colgantes, generalmente de color amarillo vivo punteadas de negro con los pétalos vueltos hacia atrás. Florece entre mayo y agosto. Medra en herbazales frescos y claros de bosque caducifolio. Es una planta endémica de la cordillera Cantábrica y Pirineos, cuya distribución ocupa una estrecha franja que se extiende por todo el norte peninsular penetrando en el sur de Francia. En el Pagasarri al igual que en el resto de Bizkaia, es una especie muy escasa y vulnerable. Ha sido muy utilizada en la heráldica de la nobleza francesa, así como en el movimiento Scout. Antiguamente era dibujada en una esquina de los mapas a modo de brújula señalando el norte. Debido a la belleza de sus flores, en diversos países de Europa es cultivada para su uso en jardinería.

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Escila del Pirineo Scilla lilio-hiacynthus L.

Esta planta herbácea pertenece a la familia de las liliáceas. Alcanza una altura de 15 a 45 cm. Dispone de numerosas hojas largas, brillantes y lampiñas de hasta 4 cm. de anchura que forman una roseta basal. Del centro surge más tarde un escapo, en cuyo extremo se asienta una bella inflorescencia cónica formada por 6 a 20 flores. Éstas tienen forma estrellada, llegando a alcanzar hasta 2 cm. de diámetro. Tanto los pétalos como las anteras son de un bello tono azul. Los pedúnculos florales son de longitud irregular con una única bráctea tan larga como ellos. Florece de marzo a junio, y una vez que haya dado sus frutos, toda la planta se seca hasta la temporada siguiente en que volverá a reverdecer gracias a su bulbo perenne. Constituye nutridas poblaciones a la sombra de hayedos y alisedas, en suelos de origen calcáreo, profundos y húmedos, medrando también en grietas de lapiaz. Especie endémica del centro y sur de Francia y del norte de España. Su distribución peninsular se limita a la franja pirenaico-cantábrica. En el País Vasco es una planta escasa. Su nombre específico lilio-hiacynthus está basado en el parecido de sus bulbos con algunos lirios, y el de sus hojas con los jacintos, por lo que se le conoce también como ‘jacinto de los Pirineos’.

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Escila de primavera Scilla verna Hudson

Planta bulbosa de la familia Liliaceae, de tamaño variable pudiendo llegar hasta 40 cm. de altura. Sus hojas son largas y estrechas y de un color verde intenso. Las flores se agrupan en una pequeña cabeza terminal (con hasta 12 flores) sobre el tallo florífero y suelen ser de color azul o violeta. Florece muy pronto, entre los meses de febrero a junio. De hecho su nombre específico verna alude a la primavera. Vive en pastizales, herbazales, claros de bosque y repisas herbosas, en ambientes húmedos y frescos, desde el nivel del mar hasta los 2.200 metros de altitud. Es de distribución Atlántica, extendiéndose por el oeste de Europa. Se trata de una planta relativamente común en buena parte de las zonas septentrionales de nuestro territorio. Aparece de manera abundante en zonas altas del monte Pagasarri y del monte Arnotegi. Su nombre genérico, proveniente del griego skilla, latinizado scilla que significa cebolla, nos informa que es bulbosa. Su bulbo contiene tónicos cardíacos y ha sido utilizado en medicina popular como diurético y regulador de la presión arterial, a pesar de su peligrosidad. También es una planta que se ha utilizado mucho en jardinería.

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Allium ericetorum Thore Pertenece a la familia Liliaceae. Al igual que el resto de ajos es una especie bulbosa. Sus hojas son largas y estrechas. Alcanza una altura de entre 10 a 40 cm. Su tallo acaba rematado por una cabezuela de flores blanquecinas, de las que sobresalen los estambres provistos de unas anteras rosadas. Debajo de la inflorescencia aparecen dos hojas trasparentes o brácteas. Son restos de una membrana característica (espata) común en este género, que envuelve la inflorescencia en el primer estadio de su desarrollo, cuando la planta crece la rasga dejando las flores a la vista. Florece principalmente desde finales del verano hasta bien entrado el otoño, época en la que la mayoría de las especies han completado su ciclo y tienen las flores secas, por ello cobra un protagonismo especial a pesar de la modestia de sus flores. Vive en brezales, taludes y resaltes rocosos con sustrato margoso-calizo. Le gustan las exposiciones soleadas y los terrenos con cierta humedad temporal. Su nombre especifico ericetorum, proviene de erica (brezo) y hace referencia a los brezales que es uno de los hábitats en donde vive. Especie atlántica que en la Península Ibérica se encuentra distribuida por su zona más septentrional. En el Pagasarri es bastante escasa apareciendo en algunos taludes de pistas (Artabe) y sobre algunos afloramientos de consistencia margosa.

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Erratza

Rusco, Brusco

Ruscus aculeatus L.

Especie perenne (siempre verde) de la familia Liliaceae. Posee un tallo de hasta un metro de altura con ramas trasformadas en hojas (cladodios) de hasta 4 cm. de longitud. Las flores son poco llamativas, con 4 ó 5 piezas de tonos verdes y violáceos. Sin embargo, sus frutos son muy atractivos, de un llamativo color rojo y un tamaño de unos 10 a 15 mm. de diámetro. Hay ejemplares machos y hembras pero en diferentes plantas, y necesitan la ayuda de insectos para su polinización. El rusco crece en una amplia gama de matorrales y bosques, generalmente asociado a sitios con algo de sombra y humedad. Está ampliamente extendida por toda Europa incluida la casi totalidad de la Península Ibérica. No es planta rara en el País Vasco. En el Pagasarri es escasa y sólo aparece en algunos roquedos calizos. En algunos lugares se consumen los brotes jóvenes (turiones) como espárragos, y sus semillas como sucedáneas del café. Se utiliza en Medicina para estimular la circulación venosa (varices) y para las hemorroides (almorranas). En homeopatía se ha usado para el ataque de gota. Su nombre eusquérico erratza significa escoba, ya que fue utilizada para su fabricación.

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Baso-azafraia

Azafrán silvestre

Crocus nudiflorus Sm.

Bulbosa de la familia Iridaceae entre 10 y 30 cm. de altura, con flores solitarias sobre un tubo floral muy largo que se desarrollan esencialmente durante el otoño tras haberse marchitado las hojas. Éstas aparecen a finales de invierno o primavera, y son largas, lineares de unos 3 mm. de anchura y con una raya blanca central que las hace inconfundibles cuando no tienen flores. La flor es muy bonita y llamativa de color púrpura o lila intenso, con estambres amarillos y estigma de un vivo color anaranjado. Es una planta estolonífera, es decir, de su bulbo surgen brotes subterráneos que dan origen a nuevas plantas. Gusta de bosques caducifolios como hayedos, robledales y quejigales y sus comunidades de sustitución, (matorrales y pastos). Es de distribución atlántica y en el Pagasarri es localmente abundante bajo algunos robledales, en las inmediaciones de San Roque. Con la llegada del otoño, las praderas cercanas a su cumbre se cubren con un esplendoroso manto de azafranes silvestres. Es tóxica como su congénere el azafrán (Crocus sativus) usado como condimento.

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Lirio de las calabacillas, Pimpirigallo Romulea bulbocodium (L.) Sebastián & Mauri

Pequeña planta bulbosa de la familia de las iridáceas. Sus hojas son largas y muy estrechas, llegando a medir entre 10 y 20 centímetros de longitud, sobrepasando el tamaño de las propias flores. Éstas suelen salir en número de una a cuatro. Tienen seis largas piezas florales, de hasta tres centímetros, que se unen para formar un tubo. Son de color violeta, y muy a menudo presentan algunos tonos amarillentos en su parte interior. Crece en prados y matorrales muy expuestos, en crestas y en terrenos pedregosos, generalmente con poco suelo, preferentemente calizos. Florece muy pronto, al principio de la primavera o incluso durante el mismo invierno, entre los meses de febrero a mayo. Este pequeño lirio de las calabacillas se distribuye por las regiones mediterránea y atlántica. Es una planta escasa en la Comunidad Autónoma del País Vasco, estando presente solamente en su zona occidental. En el Pagasarri aparece casi siempre en zonas de pasto de diente, o sea con hierba muy corta debido al sobrepastoreo.

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Arkasatsa, Endalarra

Zarzaparrilla

Smilax aspera L.

Esta planta está incluida actualmente en la familia Smilacaceae. La zarzaparrilla es un arbusto trepador dioico. Sus hojas son espinosas, perennes, alternas y con forma acorazonada. Las flores son diminutas, de color amarillo-verdoso, y muy aromáticas. Las masculinas tienen seis estambres y las femeninas con un ovario y tres estigmas. Los frutos maduros son bayas, del tamaño de un guisante, de color rojo o negro, agrupadas en pequeños racimos. Tiene un amplio periodo de floración, que abarca desde agosto hasta diciembre, pudiéndose ver en esa época también ejemplares con frutos. Es abundante en encinares y sus matorrales de sustitución, donde forma un entramado espinoso que les hace impenetrables. Es una planta de distribución mediterránea, abarcando buena parte del sur de Europa, el oeste de Asia y el norte de África. Es relativamente común en el País Vasco. El nombre de género Smilax viene del griego, y significa “hiedra espinosa”. Sus tallos tiernos (turiones), se consumen como espárragos. En la antigüedad, lo mismo que la hiedra, estaba consagrada al dios Baco. La auténtica zarzaparrilla (Smilax officinalis subsp. utilis), utilizada en medicina y procedente de América es más rica en principios activos.

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Apomahatsa

Nueza negra

Tamus communis L.

Es una liana trepadora y perenne que puede alcanzar hasta 5 metros de longitud. Sus hojas son acorazonadas, de color verde brillante oscuro, y tienen un largo pedúnculo. Tienen un gran tubérculo subterráneo que puede llegar a pesar hasta 10 Kg. Las flores masculinas se agrupan en inflorescencias numerosas y alargadas y las femeninas escasas y en cortas inflorescencias. Los frutos, rojos al madurar, son muy llamativos y, cuando se marchitan las hojas, quedan colgantes como adornos navideños durante mucho tiempo. Florece entre abril y julio y se encuentra con facilidad en orlas y claros de bosque más o menos húmedos, setos y matorrales, por casi todo el territorio salvo en la zona más meridional. Es de distribución Mediterráneo-Atlántica, siendo el único representante de la familia Dioscoreaceae en la zona templada del hemisferio norte. En homeopatía se ha utilizado contra el reuma y la ciática. El bulbo y los frutos son muy tóxicos conteniendo varios alcaloides por lo que se encuentra en la lista de plantas cuya venta al público queda prohibida o restringida por razón de su toxicidad. Sin embargo, los brotes tiernos (turiones), se consumen como espárragos.

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Dactylorhiza elata (Poiret) Soó Entre las orquídeas presentes en la zona, es quizás la de mayor tamaño pudiendo alcanzar hasta un metro de altura, de ahí su nombre específico elata, que significa alto, elevado. Las hojas basales son largas y estrechas y a diferencia de otras especies del género no tienen manchas, y las superiores son bastante más pequeñas. Las raíces están divididas dando aspecto de dedos, de ahí su nombre científico del griego daktylos que significa dedo y rhiza que significa raíz. Las inflorescencias forman una larga espiga, que puede sobrepasar los 20 cm. de larga con numerosas flores de color púrpura entre las que sobresalen una especie de pequeñas hojas estrechas (brácteas) muy visibles sobre todo en su parte más baja. Vive en brezales y prados encharcados con alto grado de humedad, así como en turberas y trampales sobre sustratos preferentemente silíceos. Florece entre abril y julio en exposiciones más bien soleadas. Se puede llegar a cruzar con otra orquídea (Anacamptis pyramidalis), formando un híbrido. De distribución mediterránea occidental, en el País Vasco es más abundante en la parte meridional, siendo una especie bastante rara en Bizkaia.

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Orquídea piramidal Anacamptis pyramidalis (L.) Rich

Al igual que la mayoría de las orquídeas de nuestra zona, es una especie vivaz provista de dos tubérculos subterráneos, de los que surge un tallo recto que puede sobrepasar los 30 cm. de altura. De floración esencialmente primaveral, es muy fácil de distinguir por sus flores de color entre rosa y púrpura, agrupadas en una inflorescencia piramidal en el extremo del tallo (de ahí su nombre especifico) y con un labelo dividido en tres segmentos casi iguales. Al igual que otras orquídeas necesita a los insectos para su polinización, para lo cual algunos de sus órganos florales (labelo), a partir de un complejo proceso evolutivo, consiguen imitar sus formas y aromas (en este caso de las mariposas y polillas) atrayéndoles de este modo y asegurándose su reproducción. Crece en claros de bosque, taludes y pastizales secos y soleados, sobre suelos arcillosos, margosos, calizos y poco profundos, buscando en la mayoría de los casos zonas luminosas con buena exposición solar. Se distribuye por el centro, sur y oeste de Europa, manteniendo una presencia notoria en la Península Ibérica. En el Pagasarri, es una de las orquídeas más fáciles de ver llegando a formar en algunos lugares poblaciones densas y muy llamativas.

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Índice

de especies

Acebo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Acer campestre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Adelfilla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Aguileña . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Aihenzuria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ainar kantauriarra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Aleluya . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Aliaga . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Aliso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Alnus glutinosa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Allium ericetorum . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Anacamptis pyramidalis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Anbulo zuria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Androsemo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Anémone de los bosques . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Anemone nemorosa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Apomahatsa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Aquilegia vulgaris . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Arce . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ariketa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Arkasatsa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Aro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Arum italicum . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Asphodelus albus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Astigar arrunta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Asun borta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Asun horia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Azafrán silvestre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Azucena de los Pirineos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Basaerramua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Baso-anemona . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Baso-azafraia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Basoetako mingotsa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Betónica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Bioleta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Biri-belarra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Bonetero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Borbonesa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Brezo común . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Brezo vizcaíno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Brusco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Campanilla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Campanula glomerata . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cardamine raphanifolia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Castanea sativa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Castaño común . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cistus salviifolius . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Clavel de pastor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Clemátide . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Clematis vitalba . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Consuelda menor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cornejo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cornus sanguinea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Crataegus monogyna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Crocus nudiflorus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cytisus commutatus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Daboecia cantabrica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Dactylorhiza elata . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Daphne laureola . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 188

158 114 130 132 174 164 112 58 174 120 134 80 126 112 72 86 88 172 144 144 84 66 66 78 74 60 60 128 110 110 100 174 104 88 182 108

Dedalera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Dianthus hyssopifolius . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Diente de perro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Digitalis purpurea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Echium vulgare . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Eléboro verde . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Elorri beltza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Elorri zuria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Endalarra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Endrino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Erica vagans . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Erratza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Erythronium dens-canis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Escila de primavera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Escila del Pirineo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Espino albar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Estrepa txikia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Eztul-belarra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Euonymus europaeus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Eupatorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Eupatorium cannabinum . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ezkila-lorea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fagus sylvatica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fárfara . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Flor de San José . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fraxinus excelsior . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fresno común . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Gamón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Garatxo-belarra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Genista hispanica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Geranio sanguíneo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Geranium sanguineum . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Gaztainondoa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Gibel-belarra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Globularia nudicaulis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Gorostia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Grasilla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Haltza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Harrautsia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Haya . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Helleborus viridis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Hepática . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Hepatica nobilis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Hierba de los pordioseros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Hypericum androsaemum . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ilex aquifolium . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Intsusa beltza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Isatsa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Jaguarzo morisco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Jarilla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Junquillo negro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Kuku-belarra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Kuku-praka . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Lamium galeobdolon . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Lamium maculatum . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Laureola . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Lilium pyrenaicum . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Linum viscosum . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Lirio de lãs calabacillas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Lizar arrunta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Lysimachia nemorum . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Muki-belarra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Murajes amarillos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Nueza negra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ombligo de Venus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Orkatx arrunta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Orquídea piramidal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ortiga muerta amarilla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ortiga fétida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Otabera arrunta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Otondo-belarra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Otsababa emea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 190

142 70 98 68 56 62 62 60 76 116 146 104 78 78 160 64 138 132 130 108 164 118 176 136 92 142 92 180 94 76 184 132 130 106 134 56

Oxalis acetosella . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pagoa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pie de caballo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pimpirigallo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pinguicula grandiflora . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Primavera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Primula elatior . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Prunus spinosa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pulmonaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pulmonaria longifolia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Redondilla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Retama . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Romulea bulbocodium . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Rusco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ruscus aculeatus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Sahats iluna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Salguero negro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Salix atrocinerea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Sambucus nigra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . San Jose lorea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Saúco común . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Saxifraga hirsuta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Schoenus nigricans . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Scilla lilio-hyacianthus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Scilla verna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Sedum sediforme . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Senecio helenitis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Silene dioica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Smilax aspera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Solidago virgaurea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Stachys officinalis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Suge-belarra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Sugegorri-belarra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Symphytum tuberosum . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Tamus communis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Teilatu-belarra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

120 68 152 176 142 90 90 102 126 126 98 104 176 172 172 82 82 82 146 90 146 98 160 166 168 96 154 72 178 150 134 156 124 128 180 96 191

Tiraña . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Trumoi-bedarra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Tussilago farfara . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Txantxapota . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Txilar burusoila . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Udaberri-lorea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Umbilicus rupestris . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Uña de gato . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Urrezko makila . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Vara de oro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Viborera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Viola riviniana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Violeta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Zarzaparrilla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Zitori horia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Zolda-belar txikia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Zuhandorra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

142 76 152 94 86 90 94 96 150 150 124 80 80 178 164 128 110

Nota explicativa del gráfico En la primera fila del gráfico se identifica el hábitat; de izquierda a derecha se reproducen los siguientes iconos: bosque, matorral, pasto, roquedo, riberas, humedales y rural. En la segunda fila del gráfico figuran, en números romanos, los 12 meses del año. En cada gráfico reproducido, entre las páginas 56 y 184 del libro, se especifican en amarillo tanto la época de floración como los distintos aspectos del hábitat de cada planta.

192

Índice Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 Geografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11 Huella humana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13 Vegetación del Pagasarri . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17 Robledales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18 Encinar cantábrico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22 Aliseda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24 Bosque mixto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24 Roquedos calizos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26 Pastos petranos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30 Abedulares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32 Brezal-argomal-helechal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32 Herbazales y pastizales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34 Zonas húmedas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40 Comunidades Ruderales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42 Plantaciones forestales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42 Especies invasoras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45 Especies amenazadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49 Flora del Pagasarri . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54/55 Eléboro verde . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56 Anémone de los bosques . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58 Hierba de los pordioseros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60 Hepática . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62

193



Aguileña . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Castaño común . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Haya . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Aliso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Borbonesa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Clavel de Pastor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Androsemo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Jarilla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Violeta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Salguero negro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cardamine raphanifolia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Brezo común . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Brezo vizcaíno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Primavera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Murajes amarillos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ombligo de Venus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Uña de gato . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Redondilla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Espino albar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Endrino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Retama . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Aliaga . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Adelfilla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cornejo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Bonetero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Arce menor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Acebo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Linum viscosum L. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Aleluya . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Geranio sanguíneo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Viborera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pulmonaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Consuelda menor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ortiga fétida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ortiga muerta amarilla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Betónica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

194

64 66 68 70 72 74 76 78 80 82 84 86 88 90 92 94 96 98 100 102 104 106 108 110 112 114 116 118 120 122 124 126 128 130 132 134

Fresno común . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Dedalera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Globularia nudicaulis L . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Grasilla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Campanilla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Saúco común . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Eupatorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Vara de oro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fárfara . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Senecio helenitis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Aro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Gamón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Junquillo negro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Diente de perro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Azucena de los Pirineos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Escila del Pirineo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Escila de primavera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Allium ericetorum . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Rusco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Azafrán silvestre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Lirio de las calabacillas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Zarzaparrilla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Nueza negra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Dactylorhiza elata . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Orquídea piramidal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Índice de especies . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Nota explicativa del gráfico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

136 138 140 142 144 146 148 150 152 154 156 158 160 162 164 166 168 170 172 174 176 178 180 182 184 187 192

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