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Construyendo parques con luces de esperanza La vida bendice con talento a todos los seres humanos y en eso no discrimina. Puede dárselo a personas que viven en ciudades de altos rascacielos o en las apacibles alturas de los andes peruanos, donde los pueblos adoptan nombres provenientes de la naturaleza como sucede con Morowisha o “Borrega Negra”, una comunidad alejada de la capital de Cajamarca pero muy cerca al azul del cielo. Escrito por: Axel Cabanillas – HABLA Comunicación Integral
Es en este lugar, lleno de quietud y llamativas formaciones arbóreas, donde nacen las inspiraciones de don Demetrio Guevara Vargas, quien ama las cosas naturales y busca construir un parque de animales hechos con trozos de madera, una labor a la que dedicará –según dice– cada vez más tiempo porque ya no tendrá que construir mecheros para tener luz en su domicilio.
“Antes, en mi infancia, nos alumbrábamos con las lámparas pero ahora con mis hijos tenemos un beneficio, un cambio con la energía solar y la verdad es que me siento muy contento de ver que mi niño aprenda. Se queda con sus tareas de siete a ocho de la noche, entonces veo que va a ser un beneficio para él y para que aprenda (…) es bastante beneficioso para todos nosotros”, narra con cierta nostalgia el orgulloso presidente del Comité de Electrificación de esta comunidad.
Don Demetrio nos cuenta que este cambio lo ha puesto más feliz que nunca, pues ahora –luego de 55 años de vida– ve a sus hijos disfrutar de los programas de televisión que él no pudo mirar en su infancia. De esta novedad también se benefician las 25 familias que han accedido al proyecto de electrificación con paneles solares. “Hace un año que este proyecto viene ejecutándose por parte de Soluciones Prácticas con el financiamiento de Luterhan World Relief y la Fundación Osprey y estamos muy contentos con los paneles que tenemos (…) nuestro sueño era tener esta energía para vivir mejor en el campo. A mis niños les gusta bastante su televisión para ver el deporte y las noticias. Más antes no teníamos esto, solo radios que usábamos con pilas”, señala.
Don Demetrio no quiere dejar pasar la oportunidad para hablarnos de su pasatiempo. Él va a construir un parque lleno de “animales” hechos con trozos de los árboles existentes en la zona como quinuales, pinos y cipreses. “Las formaciones (animales) nacen del árbol de la quinua, donde hay dibujitos como ustedes han podido apreciar. Tenemos el lorito, el patito y por allá han visto ustedes un animalito parecido a un venadito. La iniciativa es hacer un parquecito con lo que es natural de acá”, nos explica. Mientras esto sucede, don Demetrio se acerca lentamente hacia el venado de madera –para no espantarlo– y posa la mano sobre su cabeza, como quien acaricia su bien más preciado, el cual ha ubicado estratégicamente en el centro del parque.
Regresamos a su casa y nos lleva hasta un cuarto donde nos muestra las cajas de control del sistema de paneles solares instalado por Soluciones Prácticas: El control, inversor y la batería, equipos que ahora les permiten recargar las baterías de sus celulares, evitando la odisea que antes atravesaban para hacerlo. Ahora – asegura– han dejado de lado las baterías de cinco voltios, las lámparas, las linternas y las velas que no rendían lo suficiente para alumbrar el interior de sus habitaciones, y así desarrollar los quehaceres domiciliarios. En este cuarto encontramos un motor que –nos informa don Demetrio– les fue donado por la empresa Nor Peruana cuando pasaron por su territorio las líneas de alta tensión para proveer con energía eléctrica a una empresa minera asentada en la zona y que, en su momento, les ayudó a contar con luz pero ahora servirá para otras actividades organizadas en el caserío.
“Más antes nosotros enviábamos a Cajamarca el celular con el transportista del carro lechero, pero llegaba casi a los tres o cuatro días. A veces el chofer del carro lechero decía „no lo he traído, me he olvidado‟ y entonces pasábamos dificultades para cargarlo. Pero ahora no, solamente prendemos el inversor y ya cargamos el celular. Con la luz se tiene el bienestar social y por eso queremos que este proyecto llegue a muchas familias”, sugiere.
A manera de mensaje dirigido a los ingenieros de Soluciones Prácticas, don Demetrio nos indica que los integrantes de la comunidad están dispuestos a realizar los trabajaos comunales que sean necesarios para apoyar otros proyectos planificados por Soluciones Prácticas en Morowisha y las comunidades aledañas. “Acá hay varios que han visto la energía y esperan que al construir sus casas puedan tenerla”, comenta.
Este ejemplo de una familia de la zona rural de Cajamarca, que a partir de un proyecto innovador mejora su calidad de vida y mira con renovada ilusión el futuro de sus integrantes, estimula los esfuerzos realizados por organismos no gubernamentales y de la cooperación internacional, con relación a los proyectos ejecutados en las zonas altoandinas peruanas, donde la vida y los sueños construyen parques con luces de esperanza.