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EL CORREO
DECIEMBRE 1953
NUEVO MUNDO
DENTRO
DEL
el hombre ha sido un explorador y ha ido extendiendo gralos límites Durante superDESDE. dualmente los primeros días de desusumundo. presencia en el siglos, planetala Tierra, ficie terrestre fué el escenario de su aventura, mientras la ciencia geográfica trazaba los mapas de las regiones conquistadas, preparándolas para su utilización ulterior. En nuestra época, en que la faz del planeta nos es totalmente conocida, los exploradores se dirigen a las profundidades del mar y a las alturas estratosféricas. El primer avión se elevó del suelo en 1905, y hacia 1950 los aviones de reacción a chorro se habían'remontado à 400 kilométros, o sea . recorrían hacia arriba la distancia que hay entre Londres y París. Hoy, los jóvenes anhelan viajar a los planetas vecinos. Mientras tanto, los grandes telescopios han convertido en realidades corpóreas las estrellas titilantes, y, más allá de su luminosa multitud, se ha comenzado a hacer la cuenta y trazar el mapa de las distantes miriadas de astros. Nuestra imaginación explora más allá del cielo azul con el mismo hervor con que buscaba, en tiempos antiguos, desconocidas tierras más allá del mar. Todo esto es bien sabido ; pero pocas personas se (hallan enteradas de que la exploración ha ido muy lejos también en una dirección opuesta : hacia el interior mismo de la maleria. Esta aventura es difícilmente visible porque los materiales que nos rodean-madera, piedra, metal-tienen una sólida apariencia. Sin embargo, dentro de estos y otros materiales hay moléculas y dentro de éstas, átomos, y dentro de los átomos otras partículas más pequeñas aún : el proton, el electrón y más corpúsculos El mundo de lo microscópico parece infinito, y la investigacion explora sin descanso dentro de lo más pequeño como lo hace dentro del gran universo...
El microcosmos es el escenario de las aventuras de nuestro tiempo, y esa exploración es tan emocionante como una expedición a las tierras desconocidas o al espacio cósmico y tiene análoga o mayor importancia para la vida futura del hombre. Es ya tiempo de que los habitantes de nuestro planeta comprendan esta realidad y conozcan de cerca los hechos. Este es un mundo extraño, donde la materia sólida resulta hallarse casi vacía, donde las partículas se mueven a* una velocidad increíble, pueden desaparecer para transformarse en energía, donde la energía misma se halla compuesta de partículas y donde el tiempo se mide en millonésimos de segundo. Cuando se aeeptan estos nuevos conceptos y se aprenden algunas nuevas palabras todo resulta claro y comprensible. Nada es complicado en esta esfera de conocimientos, salvo naturalmente si se tiene la curiosidad de dominar por completo los secretos del átomo, ya que entonces serán esenciales los estudios de altas matemáticas. Hay una razón muy importante para que sea mejor conocido el mundo que existe dentro del átomo : la ignorancia popular le ha dado un significado erróneo a la energía atómica. Para la gran mayoría, los experimentos atómicos están vineulados a espantosas explosiones y armas horrendas que pueden hacer desaparecer en un instante la civilización. Fué un verdadero infortunio que esta nueva ciencia diera su primer fruto en 1939, es decir, cabalmente cuando comenzaba la segunda guerra mundial, lo que hizo que se la utilizara con fines militares. La ciencia del atómo era completamente desconocida para el gran público cuando hizo explosión la primera bomba atómica, y por este motivo su llamarada destructora produjo en la humanidad una impresión imborrable. No obstante, este uso militar-o mal uso-de los nuevos conocimientos, es únicamente un aspecto especial, forzosamente desarrollado por la guerra. Tratar de ignorar la'ciencia del átomo con todas sus posibilidades para el bien de la humanidad sería como renunciar a la ciencia aeronáutica y a la utilización pacífica de la aviación solamente por el hecho de que, durante la guerra, se em-
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