EL DOMINIO DEL DESTINO

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EL DESTINO DE LOS INDÍGENAS DEL URUGUAY
Nómadas. Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas | 15 (2007.1) EL DESTINO DE LOS INDÍGENAS DEL URUGUAY Fernando Klein Universidad del Trabaj

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He aquí, publicado por la primera vez, un sistema sencillo por medio del cual pueden dominarse los períodos favorables y desfavorables de cada día, cada mes y cada año de nuestra vida, lo que nos permite saber cuando debemos y cuando no debemos hacer algo que tenga influencia importante en el curso de nuestra vida y en la adquisición del dominio de sí mismo. Ningún otro libro de consulta, almanaques o diagramas son necesarios; ni hay problemas matemáticos complicados. Es este un libro asombroso, importante y sorprendente, que será durante muchos años un compañero inseparable. LA EXPERIENCIA DEL AUTOR Durante muchos años, el Dr. H. Spencer Lewis, autor de El Dominio del Destino, fue consejero comercial de muchos de los más importantes hombres de empresa de los Estados U nidos. Su libro titulado "Principios Rosacruces para el Hogar y los Negocios", ha tenido siete ediciones y una circulación mundial, lo que prueba que él fue consejero secreto y "socio silencioso" de muchas grandes empresas. El sistema expuesto en El Dominio del Destino es el sistema privado y secreto que él empleó durante más de veinte años en sus labores en favor de millares de personas. Ni un solo punto se ha suprimido, y todo el sistema se revela aquí de manera clarísima.

EL DOMINIO DEL DESTINO Con los Ciclos de la Vida POR H. SPENCER LEWIS, Ph. D., F. R. C. Anterior Imperator de la Orden Rosacruz de Norte, Centro y Sud América

BIBLIOTECA ROSACRUZ GRAN LOGIA SUPREMA DE AMORC Departamento de Publicaciones San José. California 95191 E.U.A.

DEDICATORIA

Derechos de Propiedad reservados por AMORC en 1929 y 1954

A LA GLORIA DE LOS HOMBRES Y MUJERES MODERNOS

ISBN 0-9120257-62-9

de entendimiento lo bastante amplio para adoptar nuevos métodos para adoptar nuevos métodos para alcanzar buenos resultados y felicidad en la vida

Ninguna parte de esta publicación puede reproducirse, mantenerse en cualquier sistema de recuperación, o transmitirse, en cualquier forma o por cualquier medio, electrónico, mecánico, de fotocopia, grabación o cualquier otro, sin previo permiso escrito delos editores.

SE DEDICA ESTE LIBRO como recuerdo del primer paso que en la vida para alcanzar el DOMINIO DE SÍ MISMOS

Impreso en los E.U.A. R.R. DONNELLEY & SONS. Crawfordsville, Indiana LIBROS EN ESPAÑOL

DE LA BIBLIOTECA ROSACRUZ

ÍNDICE Capítulos

Misión Cósmica Cumplida Preguntas y Respuestas Rosacruces con la Historia Completa de la Orden Principios Rosacruces para el Hogar y los Negocios La Vida Mística de Jesús En Vos Confío Mil Años Pasados Manual Rosacruz Envenenamiento Mental Los Antiguos Símbolos Sagrados Ensayos de un Místico Moderno Mensajes del Sanctum Celestial Las Mansiones del Alma El Dominio del Destino con los Ciclos de la Vida La Profecía Simbólica de la Gran Pirámide El Santuario del Ser Interludio Consciente Las Glándulas, Nuestros Guardianes Invisibles Lemuria -el Continente Perdido del Pacifico El Ayer Tiene Mucho Que Decir Las Doctrinas Secretas de Jesús Alquimia Mental Los Frutos Eternos Del Saber Susurros del Ser Místicos en Oración Ansiedades que Perjudican De tiempo en tiempo se añadirán nuevos volúmenes. Pueden obtenerse, además, libros publicados en inglés. Escriba solicitando catálogo completo de libros en español e inglés.

Páginas

INTRODUCCIÓN I.-El Problema del Dominio Propio II.-El Libre Albedrío del Hombre III.-El Ritmo Cósmico y los Ciclos de la Vida IV.-Los Períodos de los Ciclos Terrenales V.-Los Períodos Simples de la Vida Humana VI.-El Ciclo Complejo de la Vida Humana, con la Descripción del Ciclo No 2 VII.-Período del Ciclo de los Negocios, con la Descripción del Ciclo No 3 VIII.-Empleo de los Períodos Cíclicos IX.-Los Períodos del Ciclo de la Salud, con la Descripción del Ciclo No 4 X.-Los Ciclos de Enfermedades y del Sexo XI.-Ciclo Diario de Horas Significativas XII.-Empleo del Ciclo Diario de Siete Períodos XIII.-Descripción de los períodos del Ciclo Diario XIV.-El Ciclo del Alma XV.-Cómo determinar los Períodos del Ciclo del Alma XVI.-Descripción de los Períodos del Ciclo del Alma XVII.-Los Ciclos de la Reencarnación Advertencia Importante

LA LEY DE LA PERIODICIDAD "En los asuntos de los hombres hay una marea que si se sigue en el momento de su plenitud lleva a la fortuna”. SHAKESPEARE

"Para todas las cosas hay sazón y todo lo que se quiere debajo del cielo tiende su tiempo: tiempo de nacer tiempo y tiempo de morir; tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo de plantado". SALOMÓN

RECOMENDACIÓN AL LECTOR Para comprender bien el sistema expuesto en este libro es absolutamente necesario leer todos los capítulos inclusive la introducción.

INTRODUCCIÓN Me place decir unas cuantas palabras a los lectores de este libro y quizás prepararlos para comprender su interesante contenido. El sistema expuesto en las siguientes páginas es tan original, tan asombroso, y sin embargo tan útil y seguro, que me parece que el lector deseará conocer algo respecto del origen del sistema y de su utilidad. Quienes hayan leído la obra del mismo autor titulada: "Principios Rosacruces para el Hogar y los Negocios", recordarán que cada página de aquel libro identificaba al Dr. Lewis con las actividades internas de muchas y muy poderosas compañías y sociedades del mundo de los negocios. En efecto, el libro revela el secreto de la anterior vida de trabajo del Dr. Lewis, antes de que dejara el campo de los negocios y se dedicase casi exclusivamente a la dirección de los asuntos de la Orden Rosacruz en los Estados Unidos de América. Quienes estamos familiarizados con él y conocemos su vida pasada, fácilmente comprendemos el significado de las palabras de Arthur Stillwell, ex presidente de varias instituciones financieras y uno de los primeros constructores de ferrocarriles en América, cuando dijo: "H. Spencer Lewis ha sido el verdadero socio comanditario y el consejero secreto de más empresas importantes financieras en América, que ningún otro ser viviente". Aún hoy día, a pesar del ímprobo

trabajo a que le obligan sus diversas actividades en relación con la Orden Rosacruz, se le consulta por teléfono desde todos los puntos del país, y por cartas y telegramas desde las oficinas de los Consejos de Administración de importantes Compañías, solicitando de él una de aquellas decisiones seguras en algún asunto o problema que ofrecía dos aspectos, dos soluciones y dos posibles líneas de acción. Durante veinte años han preguntado mil veces los negociantes: “¿Qué sistema o método especial emplea este hombre que lo capacita para decimos qué debemos hacer y qué no, y cuándo y cómo hemos de proceder en los asuntos de nuestro negocio?” No por egoísmo se reservó el doctor Lewis el secreto de su sistema y su aplicación en auxilio de quienes le consultaban. Aunque recibía crecidos honorarios por sus servicios y aún hoy día recibe acciones y obligaciones unánimemente votadas a su favor por los Consejos de Administración de las Compañías y Sociedades a las que ayudó en grandes crisis económicas, he conocido centenares de casos en que generosamente dio su consejo y auxilio sin honorarios ni esperanza de remuneración de ninguna clase. Pero el empleo de este sistema era su ocupación, y nunca tuvo tiempo ni tendencia a establecer una escuela para enseñarlo. Sin embargo, ha llegado el tiempo en que le parece que los servicios prestados a la Orden Rosacruz han de absorber la mayor parte de su tiempo, y que su interés en los negocios mercantiles, industriales Y comerciales está de sobra como probado por los éxitos obtenidos y no necesita complemento. Por lo tanto, resolvió ceder su sistema y darlo al público en forma tal, que todo hombre y mujer, en los negocios o fuera

de ellos, pudiera aprovecharse de parte de él para lograr éxito, prosperidad y dicha en la vida. Así, el sistema se ha concretado en palabras, tablas y diagramas. Por mi parte quedé maravillado al leer los primeros capítulos del manuscrito. ¡Qué mundo de sencillez revelan las leyes Cósmicas al manifestarse en extraños ciclos de vibraciones! Aquellos primeros capítulos merecen estampar se en letras de oro y esculpirse en los más valiosos metales. Bastan dichos capítulos para proporcionar a todos la necesaria clave para comprender las extrañas fluctuaciones, vicisitudes, cambios e inesperadas ocurrencias que sobrevienen en todos los asuntos personales y que suscitan problemas, preocupaciones, pruebas y tribulaciones de suma gravedad. Saber por qué suceden estas cosas y que están sujetas a periodicidad y no sobrevienen por casualidad ni coincidencia, equivale a substraerlas de la categoría de lo incognoscible que atormenta a todo hombre de empresa. Los capítulos siguientes, que presentan al hombre como un agente libre capaz de dominar su destino y ser dueño de su porvenir, constituyen un monumento de lo mucho ha contribuido su autor al bienestar y la dicha del género humano. Las palabras de dichos capítulos quebrantarán las cadenas y grilletes que han esclavizado a millares de personas, mano teniéndolas en la servidumbre de la incomprensión de los sucesos de su vida y en la ignorancia de las posibilidades latentes en la intimidad de su ser. Siguen a dichos capítulos otros varios que explican al detalle los diversos ciclos y períodos de las condiciones que afectan a nuestros negocios, a nuestra salud, placeres, esperanzas, aspiraciones, y así se

añade al inestimable tesoro de los primeros capítulos, un verdadero estuche que contiene raras joyas de inestimable valor. Al comprobar en un examen de mi vida los efectos de los ciclos y períodos en los últimos diez años, vi ante mí un mapa de todo cuanto me había sucedido y un índice de todo cuanto hubiera realizado, obtenido y allegado en mi vida, si hubiera empleado este sistema desde hace años. También vi en las tablas que toscamente y con no poca dificultad e intenso placer había trazado, un completo bosquejo de lo que me era posible llevar a cabo dentro de un mes, de un año y durante varios años futuros. Vi mi carrera en la vida trazada en tablas tan claramente como en la carta de navegar tiene trazado el marino el rumbo de su buque, cuando zarpa de la costa y pone su proa hacia la ignorada región de alta mar. Un consejo quisiera dar a los lectores de este libro: lean cuidadosamente cada palabra de los primeros capítulos hasta comprender cada pensamiento y principio, y familiarizarse con cada idea expuesta, pues es necesario comprender los principios antes de aplicar los ciclos a los asuntos personales de cada cual, a fin de cosechar el mayor bien de este notabilísimo tratado. Pasará el tiempo y la bibliografía mística, metafísica y psicológica de los Estados Unidos contará con muchas otras obras extraordinarias, importantes y útiles, pero no contará con otro libro ni escrito tan revolucionario, tan admirable y tan singular en su información práctica como este. Contribuirá, más que cualquier otro libro publicado desde la aurora de la civilización, a desarraigar las opiniones supersticiosas que muchos tienen con respecto a las

influencias Cósmicas, y a conducir al hombre al reconocimiento de sus magnas posibilidades. Será un alto testimonio del valioso conocimiento poseído por un Rosacruz, y del elevado carácter, motivo ideales actividades de quienes por medio de la Orden Rosacruz, se dedican generosamente su vida al beneficio de la humanidad. E. V. R. 1929.

I EL PROBLEMA DEL DOMINIO PROPIO ¡El hombre es víctima de la suerte o dueño de su destino! No hay término medio ni posición neutral. Naturalmente. Hay individuos que son maestros; dueños y creadores de su destino, en cierta parte de su vida, y son víctimas inocentes de la suerte en otras épocas. La vida de esas personas prueba simplemente que el hombre puede ser dueño o esclavo, según lo quiera. El sistema enunciado en este libro para alcanzar el dominio de sí mismo y para llevarlo a la práctica, es decir: el dominio sobre la fatalidad o los hechos fatales, está basado en la premisa de que el hombre es, esencialmente, el creador de su ambiente circunstancias no el resultado de estas cosas. Casi siempre una premisa es una presunción ó una suposición, pero confío en que el lector, antes de haber terminado de leer este libro, verá claramente que la premisa en este caso es una verdad, y que las otras verdades de este sistema, basado en dicha premisa, demuestran y comprueban la verdad fundamental. Por lo tanto, si sois uno de aquellos que han llegado a creer que el medio ambiente ha modelado

gradualmente la civilización, y que, de manera específica, ha hecho del hombre lo que él es, y continúa controlándolo, os ruego por vuestro propio bien y por vuestros intereses, que desechéis esa creencia por el momento, mientras leéis este libro y probáis sus principios; y suponed que la premisa sobre la cual está fundado este sistema es verdadera, permitiéndole así la oportunidad de seroso útil. El principio fundamental implícito en este sistema del dominio propio es aquel mismo que fue observado hace siglos por aquellas mentalidades autodidactas y no académicas que tenían que atenerse a las variadas y ocasionales manifestaciones de la existencia del hombre y del funcionamiento de la naturaleza, para determinar las leyes naturales, tanto en el reino material como en el espiritual. Ese principio, al cual se llegó por observación y que fue perfeccionado por la prueba práctica, revela que toda vida y toda existencia en el universo se expresa en Ciclos, cuya periodicidad equivale a ritmo de ciertas repeticiones medidas y armoniosas e impulsos que son de naturaleza cósmica. La ciencia moderna, al examinar en el laboratorio las manifestaciones microscópicas de las leyes naturales, ha descubierto que todas las células vivientes y todos los cristales de materia inanimada tienen diversos períodos de movimiento rítmico, que comienza con su nacimiento y rige el proceso de su desarrollo hasta la madurez y guía los pasos evolutivos que preceden al proceso del decaimiento o de la reproducción de otros individuos de su misma especie. Y se ha visto que la periodicidad que distingue el ritmo de cada una de estas especies y clasificaciones de materia, está armoniosamente relacionada con la que se observa en los movimientos de los

planetas y con los efectos del ritmo de las mareas en las aguas de la tierra y del crecimiento de la vida vegetal, lo mismo que e la vida animal. Hasta en el funcionamiento e los órganos del cuerpo animal, como lo es el proceso de la respiración, el funcionamiento del corazón y movimientos semejantes que contribuyen a sostener la vida, hay un ritmo definido que se asemeja estrechamente y tiene una relación armónica con los ritmos mayores y más pronunciados de la energía cósmica. No es mi intención ser demasiado técnico, ni siquiera académico, en mi explicación de las leyes y principios que se refieren a la causa del ritmo universal que constituye el movimiento de la vida. Esas verdades están contenidas en las enseñanzas Rosacruces y están destinadas a aquellos que dedican su vida a las profundas investigaciones en que han descollado durante muchos siglos los hombres de ciencia Rosacruces. Baste decir que hay ciertas verdades evidentes y otras fácilmente demostrables que forman una base para ulteriores estudios en esta dirección. Mi intención es la de hablar específicamente en este libro acerca del ritmo de la vida, en cuanto él afecta al hombre y a sus intereses. El estudio del sistema expuesto en este libro, aun cuando se hiciera de manera poco profunda, abrirá el camino para el dominio de los asuntos prácticos de nuestra vida diaria, hasta el punto en que, en la mente de quienes prueben el sistema, no quedará lugar a dudas acerca de la universalidad de esa ley y de su efecto Universal sobre toda vida y todas las cosas sin vida aparente. Muchas veces se ha discutido si el hombre es o no un libre agente, y un ensayo del sistema contenido en este libro

revelará que, por lo que respecta al derecho y privilegio de escoger, el hombre es absolutamente un agente libre. Pero también se hallará que una ley cósmica impersonal, y no un dios personal, lo hacen responsa e por a elección que haga, en toaos los casos. En nuestra vida vemos el buen éxito de hombres y mujeres que parecen haber sido afortunados en la elección de su profesión, ocupación o aprovechamiento del tiempo, o que fueron afortunados o tuvieron "suerte" al elegir la propiedad, el material, el sitio o el tiempo para alcanzar la felicidad y la buena fortuna, o que se atuvieron continuamente a impulsos intuitivos al llevar a cabo sus asuntos en los momentos más propicios. Por otra parte, vemos también aquellos otros que parecen ser muy desgraciados en todas estas cosas, y debido a la ignorancia de las leyes que allí se aplican, podemos atribuir la fortuna o la desgracia a la casualidad o a la fatalidad. El objeto del sistema expuesto en este libro es permitir a todo hombre, mujer o niño, aprovechar ciertas leyes naturales proceder en armonía con e as, para que cada quien llegue a ser e dueño de su destino y, gracias a la armoniosa cooperación con los ciclos de la vida, cosechar las mejores recompensas que ofrece la fecunda disposición del plan cósmico. Por consiguiente, sin ocurrir a creencias o prácticas supersticiosas y sin invocar la influencia dudosa de poderes hipotéticos y teóricos de naturaleza invisible, procediendo con toda lucidez y razón, con un método científico de vida, los hombres y las mujeres de temperamento práctico de estos tiempos modernos, aun aquellos que puedan tener prejuicios contra todo lo que es metafísico inusitado, pueden alcanzar

cambios vastos e importantes en su vida y dirigir nuevamente sus carreras respectivas hacia una meta segura. Con tal deseo en la mente, que el lector analice cuidadosamente las breves explicaciones de las leyes y principios contenidos en los capítulos siguientes, sin menospreciar ninguno de ellos y sin rebajar su importancia a causa de su sencillez.

II EL LIBRE ALBEDRÍO DEL HOMBRE Al considerar las acciones del hombre como libres o sometidas o sometibles o predestinadas, el punto importante que debemos examinar es el siguiente. ¿Son nuestros actos el resultado de causas anteriores, o estamos dirigidos en todos nuestros asuntos por influencias externas, semejantes a las vibraciones cósmicas, impulsos mentales del exterior o tendencias internas o ambientes? En otras palabras, ¿es nuestra vida, tal como la vivimos generalmente, un efecto de nuestro ambiente y de impulsos invisibles sobre los que no tenemos dominio, y por medio de los cuales se nos presentan oportunidades y tentaciones que aceptamos y utilizamos o rechazamos y abandonamos? Quienes sostienen que el hombre es un libre agente y que no está regido por influencias externas, hacen la pregunta y no llegan a conclusión alguna. El hombre es un libre agente en todo sentido y tal como los expositores más entusiastas de esa doctrina lo proclaman; pero eso quiere decir que el hombre es siempre libre para escoger, para elegir y para resolver lo que quiere hacer bajo cualquier circunstancia; ello implica que el hombre nunca se ve forzado contra su voluntad a hacer nada, y ni siquiera a pensar nada. Naturalmente, la verdadera intención de la doctrina del libre agente tal como la proclaman

muchas escuelas filosóficas, es rechazar la idea de que el hombre sea afectado por los deseos de Dios, por la autocracia de las leyes naturales y espirituales, y por el funcionamiento inevitable de la herencia. Sin embargo, estas cosas no afectan al hombre en el sentido expuesto por aquella escuela filosófica o por fanáticos que no comprenden los verdaderos principios. Los deseos de Dios pueden ser verdaderamente los dictados de un ser omnipotente, y sin duda alguna el hombre es afectado por la voluntad de Dios. Sin embargo, la manera como se expresan la voluntad y los deseos de Dios y como éstos pasan a la consciencia del hombre, es algo que entienden muy poco aun aquellos que dedican su vida a promulgar las leyes de Dios y el gobierno que Él ejerce en el universo. La creencia en un dios personal que ha decretado el destino de cada individuo antes de su nacimiento, que se manifestará inevitablemente en la vida de cada individuo después de nacer, sea cual fuere la voluntad del hombre y la aplicación que haga del poder divino que tiene en su interior y que es su derecho de nacimiento, es una creencia pagana, que no tiene el apoyo de la vida misma ni el de las revelaciones de la ley natural y espiritual cuando se la aplica de la manera comprensiva. Los estudiantes aprenderán con este sistema que la voluntad y los deseos de Dios se le expresan al hombre en forma de inspiraciones, y que estas inspiraciones pueden ser llevadas hasta el hombre por medio de de tendencias, impulsos, corazonadas y presentaciones propicias bajo la forma de oportunidades y tentaciones. El hombre recibe tan a menudo las tentaciones de hacer el bien como de hacer el mal.

Lo mismo puede decirse acerca de cualquiera de los verdaderos principios de las influencias planetarias o de otras influencias externas cósmicas. En cada caso, los efectos en el hombre tienen la forma de estas tendencias, sin que tengan el poder de imponer a la fuerza su aceptación por parte del hombre. Por lo tanto, vemos que el hombre está afectado de una manera continua y constante por las tentaciones oportunas a actuar o a pensar. Misericordioso y justo en verdad fue Dios al dar al hombre el poder y el privilegio de escoger y de decidir por sí mismo cuando se encuentra tentado por las oportunidades o por las inspiraciones o impulsos. Como libre agente que puede escoger entre un impulso y otro, entre una inspiración y otra, entre una tentación y otra, el hombre debe atenerse a su decisión y asumir la responsabilidad. Al convenir en que el hombre es un libre agente y tiene el derecho y el poder de escoger en todos sus actos y en todos sus pensamientos, tenemos todavía que considerar la índole y la fuente de esos impulsos e inspiraciones que llegan hasta él y que lo ponen en posición de elegir o escoger. Si no hubiera diversas oportunidades que se presentan por sí mismas, y si no hubiera diversos impulsos estímulos e inspiraciones que ocurren a cada momento a cada hora, diariamente, durante toda la vida del hombre, no habría razón para que este tuviera la habilidad y el poder de escoger, y el hombre no habría recibido la habilidad de razonar, de pensar y de emplear su voluntad. La maquinaria inconsciente de la fábrica no tiene habilidad para analizar ni poder para actuar como libre agente. De todas las cosas vivientes, solamente el hombre posee en el más alto grado la, habilidad de actuar libremente y de escoger

según su propia voluntad. Ciertamente que no es hacer un honor a la humanidad en general, el decir que la mayoría ha escogido casi siempre erróneamente y que a la minoría se le ha dejado la salvación y el progreso de la raza, debido al ejercicio adecuado de esta gran prerrogativa. En el año de 1918 escribí una monografía acerca de este asunto, y allí dije que esto de que los impulsos, inspiraciones y tendencias se presenten continuamente el hombre para hacer una elección "junto con el estudio de la ley de la compensación, merece un libro entero que pienso preparar si hay demanda por el". Creo que ha llegado el momento en que el hombre del Mundo Occidental deba conocer más acerca de estas leyes y vivir en armonía con ellas como lo han hecho los Maestros del Extremo Oriente y las personas más altamente desarrolladas de aquellas regiones. El hombre en sus asuntos de la vida diaria se ve confrontado constantemente con la necesidad de decidir entre dos planes, dos impulsos, dos proposiciones, dos tentaciones, dos corazonadas". O puede también haber varios impulsos completamente diferentes y varios planes completamente distintos que exijan una elección. El hombre se ve también frente a diversas tendencias en sus asuntos y tiene que escoger entre un mayor desarrollo para algunos de ellos o una restricción de otros. Todos los años se ve frente al problema de la expansión o la reducción. El hombre se ve cara a cara con decisiones importantes que deben tomarse y que afectan el presente y el futuro de sus asuntos y negocios y el éxito de su carrera personal. En el hogar, la mujer se encuentra también frente a problemas semejantes. Día a día, surgen dos impulsos, dos

estímulos o tentaciones sugeridas por los asuntos de los miembros de la familia, las discusiones de vendedores y agentes, las perplejidades de los asuntos personales del marido que influyen en el crecimiento y desarrollo de la familia, en sus intereses y en los asuntos íntimos y personales de la esposa. La mujer de negocios y el Joven que comienza a trabajar, o los que están tratando de establecerse en algún campo especial, se ven continuamente en la necesidad de tomar decisiones, en la quietud de sus pensamientos personales, que indudablemente afectarán el resto de su vida. A ellos como a los demás, llegan impulsos y estímulos, oportunidades y tentaciones, aspiraciones y deseos, con su fase negativa y su fase positiva, que deben ser considerados y entre los cuales hay que escoger. Según estas personas resuelvan, así determinarán su suerte fundaran su destino. La suerte de un día, como la suerte de un año, puede dejar sus resultados afortunados o desgraciados, que afectarán la vida entera y la carrera íntegra de una persona o de una empresa. El ceder a un impulso o a una inspiración, el someterse a un estimulo o a una tentación, o el aprovechar una oportunidad sin ningún otro motivo o razón que el juicio basado en un razonamiento analítico, equivale en la mayoría de los casos a escoger entre el bien y el mal al azar, arrojando al aire una moneda. El razonamiento del hombre no puede elevarse por encima de las premisas sobre las cuales se basa, y las premisas del conocimiento forman la base del razonamiento analítico del hombre y pueden ser falsas porque pudieran no incluir un conocimiento de las influencias

externas y de las leyes naturales que rigen la vida y los asuntos del hombre. Como el sistema contenido en este libro lo demostrará, hay una periodicidad o ciclo de períodos que regulan los períodos desgraciados de la vida de cada ser viviente, y también el movimiento, el progreso, el desarrollo y la madurez de cada cosa viviente, que comienza en un punto y prosigue a su conclusión; ya sea esa cosa un negocio, un viaje, la construcción de una casa o fábrica, la compra y venta de mercancía, los malestares y enfermedades del cuerpo, la concepción y el desarrollo de un embrión, el movimiento de las mareas o cualquier cosa que sea creada o que adquiera su existencia por las leyes naturales, mediante un decreto divino o la voluntad del hombre. Trabajando en armonía con los períodos de la propia vida personal nuestra y los períodos del plan comercial, de la proposición o de la creación del pensamiento del hombre, puede alcanzarse el mayor éxito, mientras que procediendo fuera de armonía con estos períodos o en ignorancia de ellos, se alcanzará el fracaso, la perdida y la derrota. El hombre es el libre agente que escoge si ha de trabajar en armonía con las leyes universales del ritmo, si ha de proceder escogiendo el bien o el mal. Pero el resultado de su elección seguirá automáticamente a ella, y este resultado inevitable constituye la manifestación de la ley de la compensación. El que escoge rectamente y procede en armonía con la ley se llega a convertir en el dueño de su destino, mientras que el que fracasa en escoger rectamente y procede fuera de armonía

con la ley es un esclavo de su suerte y una víctima de un destino creado inconscientemente.

III EL RITMO CÓSMICO Y LOS CICLOS DE LA VIDA Los tontos tratan de ignorar los hechos fenoménicos de la vida, simplemente porque no pueden aprender la teoría lógica que los explica. Con toda la lógica a nuestra disposición, podemos razonar dentro del reino de las posibilidades todo aquello que pueda llamarse explicación teórica del ritmo cósmico que produce los diversos ciclos de la vida, pero no podemos con la misma lógica racional negar los hechos que han sido observados. En el mismo grado podría negarse la existencia de la electricidad, porque su fuente y su naturaleza pudieran no ser todavía conocidas de todo aquel que lee, aunque sus manifestaciones prueban que es una verdad en el mundo de los fenómenos; asimismo podemos ignorar las vibraciones invisibles del ritmo cósmico y sonreír ante la posibilidad de que estas cosas estén divididas en ciclos manifiestos o períodos a pesar de que los fenómenos y hechos pueden observarse y son innegables. Hay explicaciones que los hombres de ciencia pueden llamar teóricas y que el metafísico llamará verdaderas, que revelan las leyes y los principios de las vibraciones cósmicas. Pero estas explicaciones no tienen lugar en este libro, y en realidad se refieren a los fundamentos de las enseñanzas secretas de los Rosacruces que no pueden publicarse en

ningún libro público o Impreso, de ninguna clase. Además, estas verdades no servirán de nada en este momento, y, creyendo que este libro será utilizado por quienes tengan mentalidad práctica y deseen un sistema aplicable sin necesidad de estudio profundo, he evitado cualquier postulado innecesario con respecto a las leyes del mundo cósmico o espiritual. Baste decir, por lo tanto, que toda la energía del Universo, sea cual fuere su naturaleza, no tiene más que una sola fuente, pero en sus emanaciones y radiaciones se dividen en diversas fases de ondulaciones que los Rosacruces llaman vibraciones. Estas ondulaciones tienen cierta periodicidad o sea períodos de manifestaciones quinéticas y estáticas semejantes a las radiaciones de la antena de una estación emisora de radio. Podemos concebir estas diversas ondulaciones como de diferente longitud de onda, de diferente tasa vibratoria o de diferentes períodos, como nos plazca, pero la verdad es que los efectos resultantes de las diferentes ondas de radiaciones explican las diversas formas de energía conocidas y desconocidas del universo. Supongo que las personas interesadas en el estudio de las vibraciones saben que las vibraciones pueden dividirse en muchas "octavas" de manifestación, y que cada octava puede dividirse en muchas formas diferentes de manifestación, tanto en el mundo espiritual como en el material. Hasta las pocas octavas que cubren las manifestaciones del sonido tienen variedad en sus manifestaciones; porque algunas de las tasas vibratorias de esas octavas de sonido pueden ser tan graves o bajas que resulten inaudibles para una persona común y corriente, y sólo se manifestarán como tacto, mientras que

otras pueden ser tan altas que resulten inaudibles pero que se manifiesten como luz o de alguna otra manera, ya sea mental, ya sea metafísica. La electricidad ordinaria es incuestionablemente otra forma del campo periódico de las vibraciones universales, como lo es también la esencia divina del alma, la fuerza vital del cuerpo animal y las vibraciones más bajas de vitalidad de la vida vegetal y mineral. Además de estas manifestaciones producidas por las diversas tasas vibratorias de la energía cósmica, esa energía dirige y controla el movimiento rítmico de todas las cosas del universo, y apenas es necesario recordar al lector que el movimiento es el principio fundamental de todas las cosas materiales y que si el movimiento quedara eliminado en el universo, no veríamos, ni oiríamos, ni sentiríamos nada. La materia en sí misma es el resultado del movimiento de los electrones que se prolonga en los átomos y en las moléculas. El movimiento electrónico, a su vez es el resultado del movimiento producido por la; pulsaciones rítmicas de la energía cósmica. Como se dijo en un párrafo anterior, todo lo que existe en el universo se manifiesta de acuerdo con un ciclo rítmico característicamente propio, y todo lo que ha tenido un comienzo gracias al cual se convirtió en entidad distinta, progresa en tiempo de acuerdo con un ciclo de desarrollo característicamente propio también. Quienes han tenido el placer de leer las explicaciones más sencillas de la hipótesis de la relatividad de Einstein, junto con otras recientes explicaciones de la relación teórica que tienen el tiempo, el movimiento y el espacio, comprenderán que el tiempo, en sí, es una relación artificial entre el movimiento y nuestra

consciencia o captación. Cuando se supo que nuestra consciencia de las impresiones visuales requiere un mínimum de un octavo de segundo para captar la impresión, y que la impresión registrada en la retina permanece allí un dieciseisavo de segundo después de que la impresión visual ha desaparecido, se vio que si se tiene una impresión visual que dure un dieciseisavo de segundo y la consciencia de ella perdura un dieciseisavo de segundo, tendremos un período de captación que durará dos dieciseisavos de segundo, o sea un octavo, dividido así: un dieciseisavo de impresión física verdadera y otro dieciseisavo de impresión repetida. Este descubrimiento se hizo por medio de lo que pudiera llamarse psicología experimental, unida a un análisis metafísico del elemento tiempo en la captación consciente. De este análisis metafísico o casi místico, procede el invento práctico del kinetoscopio, que más tarde fue desarrollado paso a paso hasta convertirse en la moderna cámara cinematográfica y proyector cinematográfico de hoy. Sin embargo, del hecho fundamental de que la consciencia objetiva, mundana, requiere el elemento tiempo para captar y traducir la impresión a comprensión es de donde proviene que nos hayamos acostumbrado a asociar un período definido de duración o de progreso, con la existencia de todas las cosas; e inconscientemente establecemos una escala o norma de medida del tiempo, mediante la cual podemos tener consciencia, relativamente, de la existencia de cada cosa en la vida. Los Rosacruces, que enseñaron los principios de la relatividad y los fundamentos del estado hipotético llamado tiempo y espacio mucho antes que Einstein o sus

predecesores, saben que la consciencia psíquica del hombre no requiere el elemento tiempo para su captación, como lo requiere la consciencia objetiva o mundana, y por lo tanto, en el estado de sueño o en cualquier estado psíquico, la sucesión de los hechos que se desenvuelven en la consciencia no requiere el elemento tiempo para su captación; la progresión o serie de los sucesos queda desunida de la norma objetiva de la medida del tiempo. Así, en un sueño o en un estado psíquico de consciencia pueden ocurrir acontecimientos y pueden ser captados por la consciencia, todo en un fragmento de segundo; pero, al trasladarlos a la consciencia objetiva en estado de vigilia, serían necesarios minutos enteros para explicarlos y asociados con un período de tiempo que puede durar de cinco minutos a cinco horas o más. No es raro que un sueño que parece cubrir un período objetivo relativo de una hora o más, haya requerido apenas una fracción mínima de tiempo para suceder en el estado psíquico. En realidad, no tenemos ninguna razón para creer que los sucesos del estado psíquico tengan ningún período del elemento tiempo en sí, y no progresen en relación con nuestra consciencia objetiva del tiempo. En palabras más sencillas podríamos decir que todos los acontecimientos y todas las cosas que existen como sucesos, están asociados en la consciencia objetiva con el tiempo, puesto que requieren tiempo para ser captados por nuestra mente objetiva. Es un hecho que no podemos tener consciencia, de una manera analítica, de dos cosas diferentes al mismo tiempo, y que cuando tratamos de tener consciencia o de atender a dos cosas en el mismo tiempo objetivo, sólo podemos tener consciencia de ellas de manera intermitente,

logrando que cada impresión diferente siga la una a la otra dejándoles, una facción de segundo a cada una para su captación. Así, un hombre puede caminar por la calle entre muchos peatones, leyendo un libro. Él puede lograr leer de manera comprensiva cada palabra de la página y al mismo tiempo evitar tropezar con otras personas, y dar así pasos hacia adela.nte, hacia un lado, o detenerse, como sea necesario para poder caminar. Se puede creer que tiene consciencia de su marcha y que maneja sus pasos, y que al mismo tiempo tiene consciencia de su lectura; pero en realidad él está dividiendo su atención alternativamente entre las palabras del libro y los pasos que da. Esa alternabilidad de la captación consciente o de la comprensión, puede ser tan rápida que dé la impresión de que ambas cosas son simultáneas. No es la serie de los sucesos lo que verdaderamente requiere el elemento del tiempo consciente con que estamos familiarizados, sino nuestra consciencia de la serie de los acontecimientos, y ésta es siempre relativa y ficticia, pues no está fundada en términos cósmicos. El progreso observable de los acontecimientos se imprime en la consciencia en períodos de tiempo que constituyen lo que se denomina una periodicidad definida o un ciclo definido, y como ya se ha dicho, cada acontecimiento comienza un ciclo propio según el cual progresa hasta culminar y luego terminar. Estos ciclos se denominan el ritmo de la vida cuando están asociados con nuestra propia existencia de seres humanos, pero más comúnmente se les llama ciclos de progreso cuando están relacionados con nuestros asuntos materiales.

Así, cada ser humano tiene un ciclo de existencia dividido en períodos idénticos para todos los seres. El ciclo comienza con el primer aliento de la vida que penetra por la nariz y dura aproximadamente ciento cuarenta y cuatro años. Muy pocos logran completar este ciclo de la vida, a causa de la violación de leyes naturales o a causa de una vida inarmónica. Los acontecimientos mundanos tienen dos ciclos, llamados el ciclo mayor y el menor. El ciclo mayor es de un año solar o aproximadamente de trescientos sesenta y cinco días, mientras que el ciclo menor es de un día solar, o aproximadamente veinticuatro horas. Otros eventos o sucesos de nuestra vida, como la mala salud, enfermedades accidentes y fiebres, tienen también ciclos que varían en duración de acuerdo con la índole misma de cada cosa, así como la gestación del embrión humano y de otros embriones animales tienen ciclos de diferente longitud, como lo tiene también la gestación de las semillas en la tierra. Cada ciclo se divide en períodos de igual longitud y cada uno de estos períodos produce ciertos efectos precisos en el progreso de la cosa regida por el ciclo. En el capítulo siguiente se explicará todo esto, pero el punto importante ahora es que, de la misma manera que la respiración, bajo cualquier condición, y laudo del corazón y funcionamiento de otros órganos del cuerpo, son rítmicos y están de acuerdo con ciertas clases de periodicidad que han llegado a constituir una norma cuya alteración indica al médico un estado anormal, asimismo todas las cosas de la vida se mueven rítmicamente y el ritmo natural y normal de cada cosa en su ciclo está en armonía con los ritmos cósmicos. Cuando una cosa cualquiera tiene un ritmo que está fuera de armonía con los ritmos

cósmicos, esa cosa es anormal o bajo lo normal y, por lo tanto, está en vías de destrucción o de caducidad. Estando en ritmo con el cósmico o en armonía con el infinito es como el hombre puede conservar su salud y sus ocupaciones de manera progresiva hasta el más alto grado, de manera que se manifiesten con abundancia en salud felicidad, prosperidad y paz.

IV LOS PERÍODOS DE LOS CICLOS TERRENALES En el capítulo anterior dije que como el ser humano es una entidad, félsicamente, asimismo cada evento o cada ser creado por la naturaleza o por el hombre que tenga un principio en su expresión física en el plano terrestre, es, una entidad, y tiene un ciclo de existencia característicamente suyo. Esto se refiere también a las enfermedades o a los accidentes como vulgarmente se llaman, porque ellos también son el resultado de las acciones del hombre, y, por lo tanto, creados por él, y tienen un punto de partida mundano definido y un ciclo de existencia. Los ciclos de tiempo para la existencia de las cosas son como líneas dibujadas desde un punto de partida y que continúan en trechos diferentes. Cada una de esas líneas está dividida en períodos o segmentos, secciones o sectores, como queráis llamarlos, de igual longitud. Cada uno de estos sectores constituye una manifestación diferente de impulso o influencia cósmica, que tiende a dirigir el progreso y el desarrollo de cada cosa. Los antiguos filósofos aceptaban la declaración del célebre filósofo que d.ijo que en el comienzo de toda la creación, Dios geometrizó. Es cierto que mientras mas buscamos el origen y el funcionamiento de las leyes

espirituales y naturales, más vemos que el plan total del universo y el plan incidental de cada cosa individual del universo, funcionan y se manifiestan de acuerdo con los principios de la geometría. Así, Dios es el gran Arquitecto y Matemático, y el mapa muy complicado de diseños y movimientos geométricos para la acción y existencia de todas las cosas es comprendido por el hombre sólo muy lentamente. Pudiéramos no conocer nunca el origen y el plan general de todo el universo de Dios, y pudiéramos no conocer nunca la razón del progreso matemático de todos los sucesos. Pero podemos conocer por medio de la observación y por medio de la prueba, el efecto de este progreso matemático en nuestra vida. Ya hemos dicho que cada acontecimiento empieza en un punto de partida, que es el comienzo de una línea de progreso, y esta línea constituye su ciclo matemático, equivalente a una curva que comienza en la concepción y nacimiento del suceso, que alcanza la cumbre de la curva en su madurez y declina en su curva hasta el último punto o finalidad. La expresión "curso de los sucesos" está basada en una muy antigua y continua observación de que la mayoría de los sucesos revelan un curso de avance o progreso muy claro y definido. Este hecho ha sido tan poco considerado en el mundo de nuestros asuntos diarios, por parte del atareado materialista, que éste ha descuidado uno de los principios mas útiles entre todos los principios metafísicos, y es solamente el Rosacruz quien constantemente hace el mapa de su vida de sus asuntos diarios, de acuerdo con el progreso geométrico y matemático que funciona a través de toda la vida. De aquí proviene el secreto de su éxito, de su poder y de su habilidad para ser el verdadero dueño de su vida, en vez de la víctima

del destino o de la suerte. El Rosacruz comienza sus estudios por una asimilación cuidadosa de los ciclos fundamentales de la vida y se familiariza con la periodicidad de todas las cosas en el reino animal, en el mineral y en el vegetal. Finalmente, llega también a conocer, gracias a sus estudios, su propia relación con los Ciclos cósmicos y aquellos períodos en que puede hacer las cosas más deseables en los momentos propicios. Es esto lo que ha hecho merecer al Rosacruz, en los muchos siglos pasados, el título de Maestro, porque llega a ser el maestro o dueño de su propia vida y de sus propios asuntos. Podemos comparar la línea que representa el curso progresivo de los acontecimientos de la vida a la línea trazada sobre un mapa que el Capitán de un navío en pleno océano trata de seguir cuando sale del puerto de Nueva York para llegar al puerto de Liverpool. Esta línea en el mapa puede tener varios millares de kilómetros de largo, o puede decirse que dura siete días. En el último caso, podemos decir que el ciclo del viaje por el océano, o el progreso del viaje, es de siete días de duración y está dividido en siete períodos de un día cada uno. El primer período de un día comienza en la hora y en el minuto en que el buque abandona el muelle. El segundo período de un día comienza justamente 24 horas más tarde, y los otros períodos siguen de la misma manera. Así, el viaje es un ciclo de siete períodos y podríamos, por lo tanto, decir que la periodicidad del ciclo del viaje es de siete días o de siete períodos. Cada uno de estos días producirá un efecto diferente en los sucesos del viaje. El primer día pudiera producir como manifestación un mar agitado, con vientos y tormentas. El segundo día pudiera producir un mar tranquilo con todas las ventajas necesarias para avanzar rápidamente y

recuperar el tiempo perdido durante el primer día. El tercer día pudiera producir no solamente un mar tranquilo sino una temperatura tibia, con viento favorable que permita a todos gozar lo más posible del viaje y facilite al buque navegar a mayor velocidad. El cuarto día pudiera producir un mar moderado con un fuerte viento contrario que pudiera dilatar el progreso, y los otros días pudieran producir otros efectos diferentes. Si el capitán y los pasajeros conocieran la verdadera periodicidad de su viaje, estarían preparados para ciertos acontecimientos, y en vez de ser víctimas de la suerte, como vulgarmente se le llama, estarían prevenidos y precavidos para dominar todas las circunstancias y condiciones. El viaje de la vida es mu semejante a un viaje por mar, y cada vida comienza en un punto de partida ligeramente diferente. Hasta una observación somera reveló que hace mucho tiempo que la vida del hombre está dividida en períodos, como los días de un viaje por mar, con acontecimientos definidos que suceden durante cada período. Un ser humano cualquiera carece de consciencia de esos períodos, e ignora todavía más acerca de cuáles acontecimientos se presentarán con mayores probabilidades durante cada uno de estos períodos. Por lo tanto, ese ser no está preparado para hacerles frente sino cuando están ya en plena manifestación, y está en posición desventajosa para resolver los problemas de la vida debido a su falta de conocimientos con respecto a las tendencias favorables que presidirán cada período sucesivo. El curso de un negocio, ya sea de fabricación, de venta de artículos o cualquier otra línea, tiene un ciclo definido o una serie de ciclos de un año cada

uno, que comienza el primer día en que el negocio empieza a funcionar o en que el dueño o propietario ingresó a él. Cada uno e esos períodos o ciclos anua es está dividido en segmentos de longitud definida, en los cuales con toda seguridad se presentarán ciertas tendencias, condiciones y circunstancias, que los harían desafortunados para nosotros si no los conociéramos o los comprendiéramos mal, y que podrían ser, por el contrario, sumamente afortunados si los comprendiéramos y los aceptáramos ventajosamente. Así vemos que los ciclos de la vida constituyen verdaderamente un mapa geométrico o un diseño matemático, por medio del cual podemos planear mecánica y exactamente nuestra vida y las influencias externas, y aprovechar estas cosas o ignorarlas y entonces tendremos que someternos inocentemente a ellas. En un caso, somos dueños de nuestro destino, en el otro caso, seremos víctimas de nuestra suerte.

V LOS PERÍODOS SIMPLES DE LA VIDA HUMANA Uno de los ciclos más sencillos y aparentes de la vida humana es el que observaron los antiguos y emplearon como base de muchos planes matemáticos y geométricos de las actividades de la vida. Aun en la ciencia moderna de la medicina, y en muchas de las nuevas formas de la estadística y del análisis de los economistas, este antiguo esquema de la vida humana se emplea de manera fundamental. Según este ciclo primario, la vida humana está dividida en una serie de períodos, cada uno de los cuales dura aproximadamente siete años solares completos, o sea siete años de 365 días, más o menos, cada uno. Como simple ejemplo de cómo se manifiesta este ciclo sencillo, y no con el fin de emplear dicho ciclo como parte del sistema que explicaré más adelante, quiero llamar vuestra atención hacia el hecho de que podemos dividir fácilmente nuestras vidas en períodos de siete años, y observar cómo cada período ha producido sus resultados definidos o sus efectos visibles en nuestro crecimiento, desarrollo y dominio. Consideremos el primer período de siete años. Esta es la época de nuestra primera infancia, en la que se echan los cimientos de nuestra educación y de nuestro desarrollo cultural. Es verdaderamente un período de descubrimientos

dentro de sí mismo, por lo que respecta al mundo material objetivo y a nuestra relación con él. Aprendemos a caminar y a hablar, a manejar nuestro cuerpo y a relacionarnos debidamente con nuestro medio ambiente físico y material. En el segundo período de siete años, desde los siete a los catorce años de edad, se efectúan ciertos cambios físicos en nuestro desarrollo y el lado mental de nuestra naturaleza ocupa un segundo plano entre los cambios que ocurren. Es inmediatamente antes de terminar el segundo período cuando, tanto en el varón como en la mujer, ocurren los importantes cambios físicos que preparan para la tercera etapa. Si estos cambios no ocurren antes de terminar el segundo período, el niño es psicológica y fisiológicamente bajo lo normal, y tanto su fisiología como su psicología han reconocido de manera inconsciente este segundo período del ciclo de la vida. En el tercer período de siete años, desde los catorce hasta los veintiún años de edad, los cambios físicos pasan a un plano secundario junto con el mental, y el lado psíquico de la naturaleza humana se desarrolla principalmente. Esto desenvuelve el sentido de responsabilidad, y produce dignidad, amor propio y carácter en el individuo. Es durante este proceso cuando el individuo alcanza ese grado de desarrollo psíquico y psicológico, lo mismo que mental y fisiológico, que convierte al individuo en un ente capaz, calificado para asumir responsabilidades legales. La persona que no alcanza este grado al cumplir los veintiún años de edad, está atrasada en su progreso y se clasifica como incompetente y bajo lo normal.

El cuarto período de siete años, de los veintiuno a los veintiocho, es aquel en que se efectúa un fuerte desarrollo en la naturaleza emocional, que lleva consigo el desenvolvimiento de la chispa emocional que se despertó en el período anterior. Durante estos siete años el individuo adquiere estabilidad, mayor sentido de responsabilidad, algo de suavidad en su naturaleza y una actividad gradual en aquellas facultades superiores y adormecidas que se designan con el nombre de intuición, telepatía mental, psicometría inconsciente y otras facultades psíquicas semejantes, junto con un despertar del interés por la música, el arte, el lenguaje y lo que podría llamarse las cosas superiores y religiosas de la vida. La ausencia de cualquier manifestación en el desarrollo de estas facultades durante este período, indicará al psicólogo o al psiquiatra un desarrollo que no es normal. En el siguiente período de siete años, de los veintiocho a los treinta y cinco, los procesos creadores de la mente están más activos y la habilidad para visual izar, imaginar y crear mentalmente se ha desarrollado mucho, con un progresivo entonamiento o estado de armonía con la Consciencia Cósmica y con las normas éticas de vida. Es durante este período cuando los inventores importantes han logrado mayores progresos y cuando el hombre de empresa se siente lleno de energía y de buen éxito. Es también digno de notarse que durante este período muchos de los más grandes filósofos del mundo, de los avatares y místicos, hallaron inesperadamente la Iluminación Cósmica, que es el entonamiento completo con la Consciencia Cósmica. Los más grandes de ellos han comenzado su misión mundial y han escrito sus mejores obras durante este período.

En el período siguiente, de los treinta y cinco a los cuarenta y dos años de edad, el hombre entra en una etapa de desarrollo que despierta el deseo de explorar, investigar y revelar grandes conocimientos y verdades ocultas de la vida. Cierta inquietud se apodera de su naturaleza, que lo hace estar descontento con la monotonía del logro personal y egoísta, y aviva en su ser la emoción humanitaria y fraternal que lo hace desear compartir lo que tiene con el mundo, o si apenas tiene algo más que tiempo y conocimientos que compartir, desea explorar y descubrir y propagar a las masas, para beneficio de ellas, las cosas que le han sido reveladas. Es durante este período cuando los hombres comienzan a disponer y emplear la gran fortuna que han acumulado o que han heredado, erigiendo bibliotecas o contribuyendo en favor de las artes, las ciencias, escuelas, colegios y universidades o expediciones de exploración o empresas inventivas, etc. Es este verdaderamente el período culminante de todos los años que han precedido en la vida del ser humano, y en él comienza el sistema de compensación de la vida del individuo corriente, por medio de la cual siente la necesidad de devolver al Cósmico y a la humanidad algunos de los beneficios de que ha disfrutado. En el período siguiente, de los cuarenta y dos a los cuarenta y nueve años, el deseo de descansar, meditar y reflexionar filosóficamente constituye un nuevo capítulo del ser humano, que se desarrolla de manera especial y enérgica en cada caso, hasta que el individuo se convierte en una nueva persona con nuevas esperanzas, nuevos deseos, un nuevo punto de vista en la vida y una nueva meta y un nuevo ideal hacia el cual se encaminan sus actividades. La mente se

inclina más fuertemente hacia la religión y la filosofía que hacia los negocios, y también hacia aquellas actividades humanitarias que producen con suelo y paz, por prestar ayuda, felicidad y salud a los desdeñados, desconsolados o pesimistas. Este período funciona en la vida de una persona común y corriente, de una manera tan segura en cierto grado, que puede fácilmente juzgarse la edad aproximada de un personaje descollante observando las tendencias de sus costumbres y la orientación de sus pensamientos, aun cuando esa persona esté entre circunstancias moderadas que no le permitan hacer otra cosa que desear llevar a cabo lo que tiene en su corazón y su mente. En el siguiente período de siete años, de los cuarenta y nueve a los cincuenta y seis, hallamos una tendencia hacia un mayor retiro de lo que constituye la ambición personal o egoísta, acompañada de una reducción gradual de la vitalidad y de las proezas físicas, pero compensada por una naturaleza altamente armonizada con lo psíquico y mental. Aquí el péndulo de la existencia comienza a oscilar, apartándose de lo que es la formación de un ser físico para inclinarse hacia la formación de un ser espiritual, y por esta razón el cuerpo físico comienza a perder sus fuerzas para combatir la enfermedad, y para dominar el desgaste de los accidentes y de los excesos que afectan la vitalidad. Las estadísticas vitales de las compañías de seguros y de las oficinas gubernamentales demuestran claramente los grandes cambios que se efectúan en el cuerpo físico durante este período lo mismo que en el precedente, a medida que el péndulo comienza una nueva oscilación que lo lleva de lo físico a lo espiritual.

En el período de los siete años siguientes, de los cincuenta y seis a los sesenta y tres, continúan las condiciones del período anterior, pero acompañadas esta vez por una madurez de las facultades mentales junto con un debilitamiento de la fuerza física, que convierte al individuo más y más en un ser psíquico y espiritual, en armonía con todo el propósito de este ciclo de progreso. Como el hombre ha nacido para ser un alma viviente, y no simplemente un cuerpo físico animado por un alma, así va evolucionando, período a período, desde el nacimiento hasta los sesenta y tres años de edad, desde un ser físico hacia un ser espiritual, aproximándose así cada vez más al propósito inevitable de su existencia. Los otros períodos de siete años van contribuyendo cada uno al desarrollo espiritual y al desgaste gradual del cuerpo físico. El fin del ciclo ocurre aproximadamente a los 144 años, para que el ciclo de la vida pueda armonizar con los otros ciclos y otros períodos que trataremos más adelante. Podemos ver en este sencillo ciclo de períodos de siete años un ritmo de vida que es universal para todos y que está de acuerdo con un plan matemático y geométrico que es incomprensible, a menos que estudiemos todas las leyes cósmicas y conozcamos, como lo hacen los Rosacruces en sus enseñanzas superiores, el plan universal del ritmo cósmico. Pudiera aquí hacerse esta pregunta: "¿Si éste es un ciclo universal para todos los seres, se manifestarán en él los mismos efectos en la vida de aquellos que pertenecen a las secciones primitivas del mundo, lo mismo que sucede con los que viven en las secciones más modernas y cultas?" En contestación sólo podemos decir que la observación ha demostrado que el ciclo manifiesta sus efectos en todo ser

humano de acuerdo con el progreso del individuo a través de los ciclos mayores de la vida universal. Dicho de otra manera, las manifestaciones en la vida de cada individuo están de acuerdo con la etapa del desarrollo suyo. Ya sea que uno crea en la doctrina de la reencarnación o no, no es posible negar los efectos de la evolución hereditaria, o los efectos revolucionarios de las generaciones progresivas. Cada generación de seres humanos de tipo normal alcanza un grado mayor de sensibilidad a la influencia de estos ciclos de la vida. Para el primitivo o salvaje de algunas partes del mundo, los períodos indicados arriba solo producirán aquellas manifestaciones y cambios en su naturaleza que estén de acuerdo con su etapa de evolución. Dicho en otras palabras, que estén a la par de su grado de progreso a través de los ciclos mayores de la vida universal. En un grado menor, hay una variación considerable en estas manifestaciones entre aquellos individuos que son de una nación y una raza, aun en las partes mas, civilizadas del mundo. Por ejemplo, aquí en América hay personas en quienes se manifiestan de manera más definida y clara los efectos de estos períodos del ciclo, que en otros; y hasta una investigación somera de la vida de esas personas demostrará que uno está más evolucionado en las líneas universales del desarrollo cultural que otro. Podemos comparar estos períodos de siete años del ciclo con las notas individuales de una octava en el piano. Cada octava tiene sus notas, separadas por períodos definidos o tasas de vibraciones, y los períodos de una octava son idénticos a los períodos de otra octava. Podemos, pues, decir que el hombre salvaje o primitivo esta viviendo a través de un ciclo de vida que es comparable a una de las octavas menores

del teclado del piano, y aunque él pasa por las notas periódicas de ese ciclo, ellas no se manifiestan a través de él con la misma entonación o con las mismas vibraciones armónicas que en otra persona de un país más civilizado, que puede estar pasando a través de una de las octavas superiores. De acuerdo con la doctrina de la reencarnación Y de acuerdo con la doctrina de la evolución del carácter y de la personalidad, cada ser humano pasa por ciclos sucesivos, que es como Ir pasando por las diversas octavas de un teclado, desde la menor hasta la superior. No tenemos consciencia de qué cosa es la octava inferior, y no podemos tener, consciencia de cuál será la octava superior, o la última, SI es que la hay, entre los ciclos de la vida. Porque la vida en sí es continua e inmortal, y, por lo tanto, no puede tener comienzo ni fin. Nuevamente quiero advertiros que toda tentativa de concebir el principio o el fin de los ciclos de la vida, o aun de los ciclos que tienen una duración de tiempo, es tratar de reducir nuestra comprensión a una consciencia en el tiempo que es algo completamente relativo y relacionado con lo finito y no con lo infinito. Esto quedo explicado en el capítulo anterior de este libro.

VI EL CICLO COMPLEJO DE LA VIDA HUMANA CON LA DESCRIPCIÓN DEL CICLO NÚMERO DOS En el capítulo anterior bosquejamos el ciclo vital de cada ser humano, que cubre aproximadamente ciento cuarenta y cuatro años y que está dividido en períodos de siete años cada uno. Ahora nos ocuparemos de otro ciclo, que dentro del sistema que explicaremos después en este libro, designaremos como el ciclo número dos. Es este el ciclo que tiene que ver con nuestros asuntos personales y mundanos cada año. El ciclo número dos tiene una duración de 365 días, es decir: se renueva y comienza otra vez en cada uno de nuestros cumpleaños. Por lo tanto, la duración del ciclo número dos es de un cumpleaños a otro. Este ciclo está dividido en siete períodos, cada uno de cincuenta y dos días, más o menos, y algunas horas más, o sea, más exactamente, cincuenta y dos días, y un séptimo. Esto quiere decir que cada año de nuestra vida, desde un cumpleaños a otro, está dividido en siete períodos durante los cuales ciertas condiciones son favorables o desfavorables para ciertas cosas que deseamos hacer y que tenemos que hacer en el curso de nuestra existencia terrenal. Este ciclo es algo complicado; sin embargo, si el lector me sigue atentamente y consulta las tablas e ilustraciones que se dan en este capítulo, no tendrá ninguna dificultad para

comprender y utilizar el ciclo número dos, que lo ayudará a alcanzar el dominio propio. Como se dijo antes, el ciclo número dos va de un cumpleaños a otro. No tiene nada que ver con el calendario anual, o sea el año del calendario que comienza en enero y termina el último día de diciembre. Esto quiere decir que cada individuo tiene un ciclo que le es propio. La única manera en que dos o más personas pudieran tener el mismo ciclo sería que estas personas hubieran nacido en el mismo día. Si una persona, por ejemplo, ha nacido el 20 de marzo, entonces su ciclo anual va desde el 20 de marzo hasta el 19 de marzo del año siguiente, durante cada uno de los años de su vida. Si una persona ha nacido el segundo día de junio, su ciclo irá desde el segundo día de junio hasta el siguiente primer día de junio, del año siguiente. Esto debe tenerse presente para que no haya confusión con el año común que va de enero a enero; también debemos tener presente que este ciclo nada tiene que ver con períodos astrológicos que comienzan y terminan alrededor del día 21 hasta el 23 de cada mes. Por lo tanto, al calcular los siete períodos de cada uno de nuestros ciclos anuales debemos empezar por dividir nuestro propio año en secciones de más o menos cincuenta y dos días cada una. Si hemos nacido, por ejemplo, el día 20 de marzo, comenzaremos con ese día y contaremos cincuenta y dos días, y luego otros cincuenta y dos, y otros cincuenta y dos, y así sucesivamente. Lo mismo sucedería si hubiéramos nacido el día 2 de junio, o en cualquier otro día.

Para comodidad en calcular estos períodos, hemos insertado en estas páginas un calendario de 365 días. Este calendario es lo bastante exacto en su número de días, para emplearlo durante cualquier año ya sea el año bisiesto o no. Se observará que el número de días de cada mes sigue de manera consecutiva después del nombre de cada uno de ellos. Esto facilita el cálculo de los cincuenta y dos días para cada período de nuestro ciclo vital personal o ciclo número dos. Tomemos como ejemplo a una persona que ha nacido el 25 de noviembre. Su ciclo anual comienza el 25 de cada noviembre, y termina el 24. Comenzaremos, por lo tanto, con nuestro calendario y escribiremos en un papel la fecha 25 de noviembre, y comenzaremos a calcular el primer período de cincuenta y dos días, contando en la línea de nuestro calendario cincuenta y dos días hacia adelante, a partir del 25 de noviembre. Primero contamos cinco días hasta el fin de noviembre y luego seguimos con diciembre primero como si fuera el sexto día, contaremos todo diciembre, que al final nos dé treinta y seis días, y continuamos contando en enero y halla remos que el día cincuenta y dos cae en el 16 de enero. Por lo tanto, escribiremos en nuestro papel debajo de noviembre 25, la fecha 16 de enero, y a un lado escribiremos: "Primer Período". Esto quiere decir que una persona que haya nacido el 25 de noviembre tendrá su primer período del ciclo anual desde el 25 de noviembre hasta el 16 de enero. Para hallar el segundo período de cincuenta y dos días comenzaremos con el 17 de enero y contaremos hacia adelante en enero y en febrero y parcialmente en marzo, hasta que hayamos contado cincuenta y dos días más, lo que nos

llevará hasta el 8 de marzo. Por lo tanto, escribiremos en nuestro papel nuevamente, las dos fechas: 17 de enero a 8 de marzo, y a un lado pondremos esto: "Segundo Período". Nuevamente comenzaremos con el 9 de marzo y contamos cincuenta y dos días más hacia adelante, lo que nos llevará hasta el 30 de abril. Escribimos nuevamente nuestras fechas: 9 de marzo a 30 de abril, a un lado: "Tercer Período". Continuando de la misma manera veremos que el cuarto período va desde el primero de mayo hasta el 21 de junio; el quinto período desde el 22 de junio hasta el 12 de agosto; el sexto período desde el 13 de agosto hasta el 3 de octubre, y el séptimo período desde el 4 de octubre hasta el 24 de noviembre. Estas fechas son aproximadas porque no estamos tomando en cuenta las varias horas que hay que agregar a cada día para que sea un período exacto de cincuenta y dos días y un séptimo, o sea cincuenta y dos días, tres horas y veinticuatro minutos. Si a algunos de los períodos les falta o les sobra un día, no hará una diferencia muy grande en la aplicación del sistema. Si el último período de cincuenta y dos días cae un día antes que el aniversario de nacimiento, no hará diferencia mayor en el empleo de nuestro sistema. Con una persona que haya nacido el 8 de febrero, por ejemplo, el primer período comenzará el 8 de febrero y durará hasta el primero de abril, si contamos cincuenta y dos días a partir del 8 de febrero. Y el segundo período terminará el 23 de mayo, siempre contando cincuenta y dos días a partir del primero de abril. El cálculo de estos períodos en nuestra vida no es difícil, y no se trata de nada de alta matemática si tenemos a la mano un calendario. Lo importante que debemos tener presente es escribir en un papel los siete períodos de

nuestro año, y numerar esos períodos del uno al siete. A estos debemos llamarlos los períodos de nuestro segundo ciclo. Voy a daros un tercer ciclo dentro de poco, que es también muy importante y está dividido también en siete períodos. Estos otros períodos serán llamados períodos del tercer ciclo, y no deben confundirse con los períodos del segundo ciclo, no con los del primer ciclo escritos en el capítulo quinto. Cada uno de estos períodos del ciclo número dos contiene oportunidades, condiciones, impulsos, influencias, tentaciones y efectos cósmicos que tienen una importancia considerable y sutil sobre los buenos o malos resultados, sobre la fortaleza o la debilidad, la alegría o el dolor de nuestros asuntos personales. Voy a describir estas cosas de la manera siguiente:

PERÍODOS DEL CICLO NÚMERO DOS EL CICLO "PERSONAL" Período Número Uno Este es un período de cincuenta y dos días durante el cual la persona debe utilizar todo el poder y habilidad personales para hacer progresar sus propios intereses entre personas de influencias que tienen el poder o el derecho de conceder o de dar. Es el período en que debemos solicitar favores, ya sea al buscar empleo, beneficio, préstamos, ser socio de alguna empresa, inversiones, concesiones especiales, liberaciones y favores hasta en la forma de conceder tiempo o aplazamiento o sobreseimiento de alguna acción legal. Es un período especialmente bueno para buscar favores u honores, ayuda o reconocimiento por parte de personas que tienen el poder o

alta posición, tal como oficiales y funcionarios del gobierno, jueces, gobernadores, alcaldes, senadores, jefes de grandes corporaciones o de empresas importantes o personas que tienen papeles valiosos, documentos y asuntos que pueden ser de gran importancia, y que pueden concederse o modificarse o cambiarse de alguna otra manera gracias a nuestra solicitud. Es también un buen período para hacer progresar nuestro yo personal entre el pueblo o entre la gente de nuestra ciudad, de nuestro Estado o de nuestro Municipio; o para acrecentar nuestro crédito o nuestra reputación entre periodistas o gente de influencia. Es el momento de empujar hacia adelante con cuidado aunque con resolución, porque todas las vibraciones cósmicas ayudan a todo aumento y nos favorecen personalmente en lo que respecta a nuestro buen nombre, nuestra reputación, nuestro honor y nuestra integridad entre personas de alta posición o entre la multitud. Período Número Dos Este período es muy diferente del anterior, porque durante estos cincuenta y dos días todo tenderá a estar favorablemente dirigido hacia nuestros planes referentes a viajes, especialmente aquellos que no duran muchos meses o un año, sino aquellos que son breves, cortos y de importancia inmediata más bien que de importancia en lo futuro. Los viajes por agua o por tren son generalmente favorables durante este período. También es una oportunidad excelente para mudar nuestro hogar a otro sitio o para mudar nuestro negocio o mudar de ocupación, si es algo que está bajo nuestro poder. Es decir, este es un período para cambios que sean rápidos y que terminen pronto. En cuestión de negocios u

ocupaciones, este período será muy favorable para aquellas actividades que correspondan a cosas movibles y a cosas que no tienen sitio determinado. El movimiento de carga, los negocios de fletes, encomiendas, automóviles, vagones, carros, camiones, transportes públicos, conferencias públicas, representaciones, exhibiciones y cosas de esta índole tendrán muy buenos resultados. Por extraño que parezca, este período es también excelente para aquellos que se ocupan de líquidos, substancias químicas, leche, agua, fuerza hidráulica, gasolina y otras cosas líquidas. Los tratos con personas que tengan negocios relacionados con las cosas que hemos nombrado, tendrán mejores resultados en este período que en cualquier otro. Inversamente, no debemos planear un cambio de nuestros negocios o comenzar una nueva etapa de nuestros negocios, ni tratar de formar o construir ninguna cosa permanente, tomando como base un cambio ocurrido durante este período. La mudanza de nuestro hogar puede ser buena si se lleva a cabo durante este período, pero al mismo tiempo la compra de un nuevo hogar durante este período puede que resulte en un cambio futuro, porque los cambios hechos durante este período particular no tienen permanencia. Por lo tanto, todas las cosas hechas durante esta época deben ser de tal naturaleza que comiencen durante el período y terminen poco después, algo que tenga que ver con los meses o años presentes más bien que con el futuro. Este período es también bueno para personas que se ocupan en cosas como enseñar a transeúntes, o en asuntos que tienen que ver con negocios fluctuantes, como por ejemplo, hoteles, o asuntos de tráfico, o atender a personas que están constantemente moviéndose o pasando. Es

también un buen período para contratar nuevos empleados o sirvientes y para comenzar desarrollos agrícolas o nuevas siembras. Todos aquellos contratos, convenios, papeles legales y otros asuntos que deban continuar durante un período de un año o que deban ser permanentes, no deben comenzar ni terminarse durante este período. No es un período favorable para prestar dinero ni para solicitar préstamos, y no es bueno para la construcción de ningún edificio ni para comenzar ningún negocio en que se haga una inversión considerable que dure mucho tiempo. Es, sin duda alguna, un período desfavorable para especulaciones aventureras en la bolsa o para juegos de cualquier clase. Período Número Tres Aquí tenemos un período que puede ser afortunado o desgraciado, según la aplicación de los poderes cósmicos y la discreción y juicio que la persona emplee. Este período llena al individuo con un impulso casi incontrolable de querer hacer cosas grandes e importantes, y la energía fogosa que circula por el organismo humano durante este período desea expresarse de muchas maneras. Si se lo dirige cuidadosamente, este período puede ser uno de los mayores del año entero para formar un negocio u ocupación y para llevar a cabo aquellas cosas que requieren gran energía física, esfuerzo físico, resistencia, vitalidad, resolución y persistencia. Por otra parte si la energía se emplea mal, o se la aplica sin juicio y discreción, pueden emprenderse grandes tareas que no se completarán en mucho tiempo, y puede comenzar a hacerse demasiado para una persona debido a la energía intranquila que desea expresarse. Es este un período

excelente para dominar aquellos obstáculos, estados y condiciones que en los períodos anteriores parecían impedir todo progreso, a causa de la energía y del trabajo requeridos. Es un período excelente para comenzar cualquier cosa que tenga que empezar de golpe y proseguir con gran impulso durante el primer mes o los primeros dos meses de su carrera. Es sin duda un período excelente para ocuparse de asuntos del ejército, la escuadra, ingeniería militar, municiones, o para tratar con aquellas personas o con aquellas empresas que se ocupan de cosas que requieren gran energía vital o gran energía muscular. Es igualmente un período excelente para la formación firme de un negocio o de intereses que traten con el hierro, el acero, cuchillería, cubiertos, instrumentos cortantes o cosas relacionadas con máquinas eléctricas, hornos y fuego. Es también un buen período para tratar con enemigos, competidores y rivales que hasta entonces han sido obstáculos en nuestro camino, y es un período inapropiado para tratar de dominar esos obstáculos o a esas personas por medio de contratos, papeles o convenios. Si la pura energía, la resolución y las largas horas de actividad y de trabajo duro han de tener efecto en los competidores o en los obstáculos, este es el período en que puedan dominarse de ese modo. Vale la pena tener presente que este período es desfavorable para tratar con mujeres, y las mujeres deben tener presente que es ordinariamente un período magnífico para tratar con los hombres cuando deseen obtener favores, preferencias o ayuda en cualquier asunto comercial o social. Es durante este período cuando ocurren muchos pleitos, discusiones y desavenencias en todos los asuntos, y deben evitarse porque puede que no terminen bien para ninguna de

las partes. Es un período excelente para vendedores, conferencistas y otras personas que deben hacer uso de una oratoria fuerte o de una viva discusión para poder convencer. Período Número Cuatro Este período es muy diferente del anterior, porque en él las fuerzas cósmicas influyen y fortalecen fuertemente el lado mental, nervioso y psíquico de nuestra naturaleza, más bien que su aspecto físico. Es un período excelente para escribir y para crear mentalmente libros, obras de teatro, planes, sistemas mercantiles y otros asuntos que requieren una mente fecunda, un pensamiento rápido y un lenguaje fácil y fluido, a la vez que una habilidad especial para expresar los pensamientos que se tienen en la mente. En realidad, la mente estará muy cargada de nuevos pensamientos, nuevas ideas y tendrá contacto fácil con expresiones procedentes de la Mente Cósmica. Incidentalmente se ha notado que, puesto que la mente está muy fecunda y sensitiva durante ese período, las ideas, impulsos y tendencias pueden fluir muy rápidamente a nuestra consciencia mental, y, para aprovecharlos, la persona debe proceder de acuerdo con su impulso y tomar rápidamente las ideas y ponerlas en aplicación práctica antes que otras Ideas las expulsen de la mente. Por lo tanto es un período en que se puede confiar para actuar de acuerdo con nuestros impulsos o "corazonadas intuitivas". El carácter de la persona se vuelve optimista y a causa de la actividad mental, ligeramente inquieta y nerviosa, con la imaginación bien provista. Es un buen período para tratar con literatos, periodistas, mensajeros; bueno también para contratar mecanógrafas, taquígrafas y escritores tenedores de libros,

grabadores, artistas y personas cuyo trabajo es esencialmente mental y rápido en su expresión. Los artistas están más inspirados en sus trabajos durante esta época. Sin embargo, debemos dar aquí la advertencia de que durante este período podemos ser víctimas de grandes engaños; las historias, cuentos, informes, papeles, documentos o cualquier otra cosa hablada o escrita que llegue a nuestra atención durante este período, debe ser cuidadosamente analizada antes de ser aceptada, porque es un período en que la mentira halla expresión elocuente y sutil en palabras y en escritos, como si fuera verdad, y por lo tanto el engaño es no solamente fácil sino muy frecuente. Las falsificaciones con respecto a papeles personales o comerciales, los fraudes en cuestión de documentos o de dineros, deben merecer nuestra atención en este período. Muchas de las grandes pérdidas en la vida, por robo, desfalco o engaño, ocurren durante este período, y debemos tomar toda clase de precauciones para impedirlas. Es un buen período para estudiar y para asimilar conocimientos especiales, así como también para desarrollar nuestra rapidez y facilidad de mente y de lengua. No es buen período para matrimonio, para contratar sirvientes ni para regresar de un viaje largo, ni tampoco para comprar casas, empresas comerciales o tierras. Período Número Cinco Este es el que podría llamarse período del buen éxito en cada año, por lo que respecta a nuestros asuntos personales y privados. Durante estos cincuenta y dos días los impulsos del cósmico y sus tendencias tienden a traer un goce feliz y un fin fructífero a las cosas en que nos hemos estado ocupando o que

hemos planeado o que hemos tratado de llevar a cabo. Es durante esta época que nuestros asuntos personales crecen, se desarrollan y aumentan en prosperidad. La mente del individuo está llena de ideas superiores de cortesía, religión, ciencia y derecho, y hay una tendencia hacia el compañerismo, la sociabilidad, la benevolencia, la honradez y la simpatía. Es un período excelente para tratar con abogados o jueces de tribunales, oficiales del gobierno, sacerdotes, médicos, comerciantes y capitalistas. Es también un buen período para comenzar un largo viaje, diferente del buen período para los viajes cortos, que es el segundo período de este ciclo. Este es también un período muy bueno para renovar o comenzar nuestro interés en obras filosóficas, estudios metafísicos, preparación de discursos o documentos legales, o aquellas cosas que requieren influencias muy favorables para obtener buen éxito, y por esta razón, es un buen momento para cobrar dinero que se nos deba o para comprar con fines de venta, o para vender o especular y hasta para pedir préstamos. Sin embargo, toda tentativa durante este período para tratar sobre asuntos dudosos que no sean especulaciones legítimas, o para tratar sobre ganado o para vender ganado, o relacionados con productos de la carne en grande escala, o toda clase de asuntos marítimos, dará malos resultados. Período Número Seis Este período puede llamarse el período de fiesta del año. Es una buena época para las distracciones, placeres, descansos y entretenimientos. Esto no quiere decir, desde luego, que los negocios no prosperen o que los asuntos regulares de la vida

deban retenerse o modificarse durante este período, pues todas las cosas que sean legítimas y de buena voluntad continuarán casi con el mismo buen éxito que durante el período anterior. Sin embargo, esta es la época para ocuparse específicamente de ciertos asuntos de la vida con más intensidad que en otros períodos. Ahora es el momento oportuno para hacer visitas largas o cortas de descanso o para renovar amistades, y es un período muy bueno para tratar con mujeres o para que las mujeres traten con los hombres acerca de las cosas gratas de la vida y de las cosas superiores de la vida, como el arte, la música, la poesía, la pintura, la escultura, el adorno personal, los perfumes, el incienso, las flores, etc. Los viajes cortos serán felices y de buenos resultados durante esta época, pero no así los viajes largos ni viaje alguno por agua. Este período es más afortunado para los hombres que buscan preferencias, favores o convenios comerciales y cooperación de las mujeres, del mismo modo que el tercer período de este ciclo es más afortunado para las mujeres que traten de obtener éstos de los hombres. Es también un buen período para llevar a cabo transacciones de índole especulativa o para comprar valores de bolsa, o para contratar empleados y sirvientes. Período Número Siete Este es el período crítico y destructivo de la vida, cada año. Estoy seguro de que una vez que hayáis calculado el ciclo anual de vuestra vida, para cada año, si luego consideráis igualmente los últimos diez o más años pasados de vuestra vida, observaréis que las cosas que ocurrieron durante el período séptimo de cada uno de vuestros años concuerdan verdaderamente con lo que aquí se explica. Este

período es aquel en que las cosas parecen devolverse o retroceder antes de emprender una nueva evolución, o cuando el quebrantamiento comienza para que pueda llevarse a cabo después alguna nueva edificación. Es como el período en que se procede a la demolición de una casa, y se la destruye ladrillo a ladrillo, y se la deja rasa, para poder reconstruir de nuevo. En un sentido es destructor, y en otro sentido es la primera parte de la reconstrucción. Por esta razón debéis estar advertidos para que podáis aprovecharos de la tendencia natural de este período, y al mismo tiempo guardaros contra aquellas tendencias que pudieran llevaros demasiado lejos, para que no se trabaje en un sentido equivocado ni se procure marchar contra las tendencias, sino cooperar con ellas. Es el período en que la mayor parte de las cosas que estaban vacilantes y a punto de deshacerse, terminan y se destruyen. Si un negocio o cualquier otro asunto ha ido marchando mal y ha demostrado tendencias a fracasar y a hacerse pedazos, este es" el período en que más probablemente culminará esa tendencia, y si no se desean esos resultados, es necesario tener cuidado para no hacer aquellas cosas que pudieran producir ese fracaso. Nuestra mente tiene tendencias a hacerse pesimista, desalentada, melancólica, durante ese período, y debemos tener esto presente, porque si se permite que esta actitud afecte nuestra acción en los negocios o en los asuntos personales, ello contribuirá a un resultado desastroso. Las influencias durante este período son muy sutiles y deben analizarse cuidadosamente y razonarlas bien antes de aplicarlas. Hemos dicho que durante el cuarto período de este ciclo la rapidez con que las ideas vienen a nuestra mente y la rapidez con que las influencias cósmicas las crean, hacen

aconsejable el ceder rápido y hasta impulsivo al aceptarlas y al aplicarlas. En el período que ahora consideramos hay que hacer completamente lo contrario. La impulsividad aquí llevaría al desastre. Si las cuestiones que están pendientes o las ideas que nos vienen a la mente pueden posponerse y retenerse hasta que llegue el próximo cumpleaños, para que así se lleven a cabo durante el primero o el segundo período de este ciclo, los resultados serán mucho mejores. Es este un buen período para tratar con personas mayores, jueces, árbitros o personas que deban considerar o discutir cuidadosamente durante mucho tiempo antes de llegar a una decisión. Es también un buen momento para intereses comerciales que traten de intenciones cosas mecánicas, y también para solicitar patentes documentos del gobierno referentes a terrenos, minas y minerales, lo mismo que a documentos de protección. Es un período muy bueno para ocuparse de terrenos y propiedades, minas y minerales y aquellas cosas que están en la tierra, profundamente encerradas en ella, o escondidas, o en sitios inusitados; y por esta razón es un buen período para tratar con personas que se ocupan de todo esto, o también para los que trafican en granos o frutos de la tierra. Es, sin duda alguna, el período más desgraciado de todo el año para comenzar algo nuevo o para lanzarse a un negocio nuevo o para dar nuevo impulso o hacer nuevas inversiones en su negocio, excepto con fines de protección. Los viajes por mar, largos o cortos, o por tierra, deben evitarse; a menos que sus efectos resulten semanas y meses después, en que caigan en otro período. Así tenemos los siete períodos del ciclo número dos. Las influencias que funcionan durante uno de estos períodos

pueden no comenzar durante el primer día de cada uno de ellos ni terminar con el último día de cada período; pueden comenzar varios días antes del período y pudieran extenderse varios días en el período siguiente. Por esta razón, la hora precisa o la parte del día en que cada período comienza no es importante. La única manera de estar seguros de que se tienen las mejores influencias de cada período es evitar los primeros y los últimos días de cada período cuando se vaya a hacer algo de índole bien definida perteneciente a dicho período, porque el comienzo y el final de cada uno de ellos tiene una influencia mixta del precedente y el subsiguiente. Ahora, pasemos a considerar el tercer ciclo.

VII PERÍODOS DEL CICLO DE LOS NEGOCIOS CON LA DESCRIPCIÓN DEL CICLO NÚMERO TRES Anteriormente hemos dicho que todo lo que tiene un comienzo en este plano terrenal de la existencia principia su carrera de acuerdo con un ciclo de progreso, de la misma manera que la vida humana comienza un ciclo con el nacimiento. La duración de esos ciclos o cuánto tiempo continuarán manifestándose, depende de muchas cosas, y de la misma manera que la vida humana en este plano puede durar un mes, un año, treinta años, u ochenta o más, así un negocio o una institución o un plan comercial pueden tener una vida de actividades que abarque un mes, o un año, o muchos años. Sea cual fuere su duración, su existencia estará regida por el ciclo evolutivo de la vida humana. Dicho de otra manera, si varios hombres se unen hoy para organizar o establecer un nuevo negocio, bajo un nuevo nombre, para llevar a cabo una nueva clase de actividades, y si el nuevo nombre de la compañía y sus nuevos planes quedan adoptados y definitivamente completados hoy, entonces este negocio nuevo puede decirse que ha nacido hoy y comenzará hoy su existencia y tendrán un ciclo de progreso que comienza hoy, de la misma manera que aquellas personas que acaban de nacer en forma humana con un alma. Cada una

de nuestras instituciones mercantiles, planes o actividades, tiene un día de cumpleaños. Es decir, hay algún día en el año en curso que constituye el día en que el negocio comenzó por primera vez o se anunció al público por primera vez, o comenzó sus actividades materiales. La mayoría de los negocios que funcionan hoy pueden determinar fácilmente qué día del mes en los años que han transcurrido comenzaron sus actividades, pero el año fiscal nada tiene que ver con la fijación del cumpleaños del negocio. Muchos negocios que en realidad comenzaron su carrera en junio, julio o agosto, han fijado su año fiscal de septiembre a septiembre o de enero a enero. Si el comienzo del año fiscal se toma como el verdadero cumpleaños de la compañía, se cometerá un error al calcular los períodos de cada año. No es absolutamente necesario tener la fecha precisa y exacta del comienzo de los negocios, siempre que se pueda fijar un día aproximado. Una variación de dos o tres días no hará diferencia alguna apreciable. Los puntos importantes que debemos tener presentes al determinar el verdadero aniversario de un negocio son los siguientes: El día en que la compañía recibió su documento de registro no es tan Importante como el día en que la compañía comenzó sus negocios con el público. El día en que varias personas se reunieron y decidieron comenzar un negocio y eligieron nombre y oficiales principales, constituye un aniversario más correcto que el día en que se hizo el primer anuncio al público o el día en que se vendió el primer artículo. En negocios menores, el día en que se alquiló un local o taller y se comenzó a hacer la instalación del equipo sería el aniversario del negocio.

El día en que una persona terminó con su negocio y comenzó a planear y a trabajar en una nueva empresa sería un aniversario de nacimiento más exacto que el día en que esa persona realmente vendió los productos de su negocio. Si un negocio ha tenido una inauguración formal y se ha anunciado así y se ha recibido al público, comenzando así de manera definitiva sus actividades formales, entonces ese día sería el del nacimiento del negocio. En un negocio que ha cambiado de dueño o ha cambiado de nombre, la fecha en que la firma comenzó a actuar con el nuevo o con los nuevos dueños sería el nacimiento del negocio presente, sea cual fuere el tiempo que hubiera estado en actividad bajo el nombre antiguo. Por lo tanto, vemos que se debe pensar un poco antes de resolver cuál es la fecha aproximada del nacimiento de un negocio. Cuando hablamos de negocios no queremos referimos únicamente a tiendas que venden mercancía de cualquier naturaleza al detalle, sino también las fábricas, las empresas de comisionistas y agentes, oficinas de venta y compra de inmuebles, actividades profesionales, como las de los médicos, artistas, músicos, etc. El día del nacimiento puede ser cuando se abre una oficina de agencias vendedoras, o cuando se comienza un plan de ventas, o cualquier idea de actividades y operaciones definidas que tengan que ver con actividades comerciales, ya sea que se trate de un grupo de personas o de una persona sola. Habiendo, pues, determinado la fecha aproximada del nacimiento de cualquier negocio o empresa de índole material, se debe proceder como se hizo para fijar los períodos del ciclo de la vida humana. Es decir, que comienza con la fecha aproximada del nacimiento y se anotan en un papel los

períodos de cincuenta y dos días. Vamos a suponer que un hombre o varios hombres comenzaron a fabricar cierta clase de maquinaria. Supongamos que el negocio nació el día en que los socios se unieron y depositaron su dinero en un banco y decidieron comenzar el negocio juntos y eligieron un nombre para su firma. Digamos que esta fecha es, aproximadamente, el 3 de junio de 1914. El 3 de junio de cada año será el aniversario del nacimiento de esa firma. Comenzando, pues, con el 3 de junio, contaremos en el calendario que figura en una página precedente, cincuenta y dos días a partir del 3 de junio. Esto nos daría el 25 de julio como fecha en que termina el primer período y comienza el segundo. Contando otros cincuenta y dos días, anotaremos el fin del segundo período en un papel, y así sucesivamente hasta que hayamos escrito las fechas de comienzo y fin de los siete períodos del ciclo anual de los negocios. Ahora bien, en cada uno de esos siete períodos diversos impulsos, tendencias e influencias cósmicas afectarán la marcha del negocio, de la misma manera que si ese negocio fuera una entidad humana. Como la empresa depende de las acciones y reacciones de la naturaleza humana por parte del público, y por parte de los funcionarios y personas que dirijan la marcha del negocio, así veremos que el negocio, en sí mismo, reacciona a los impulsos y tendencias de la naturaleza humana, bastante compleja, que lo rodea. Esto nos permite analizar la tendencia de cada negocio y descubrir que tiene períodos favorables y desfavorables, durante los cuales pueden protegerse, fomentarse, modificarse o comentar o conservarse los mejores intereses de la empresa.

Permitidme presentar un breve análisis de lo que todo negocio, sea cual fuere su índole, puede esperar durante los siete períodos de su ciclo anual. Período Número Uno Durante los primeros cincuenta y dos días del ciclo anual de cada negocio, comenzando con el aniversario de su nacimiento y abarcando los cincuenta y dos días que siguen, el negocio tendrá el mejor éxito en toda clase de expansión que tenga que depender para su buen resultado de la buena voluntad y preferencia del público. No es un período tan bueno para aumentar las ventas y las entradas como para obtener la aprobación, el favor, el reconocimiento y la buena voluntad general. Este sería el período para solicitar adhesiones o recomendaciones por parte de personas descollantes y de otras firmas, que den por resultado, a la larga, la mejora de las ventas, o también para emprender campañas de prensa y publicidad. Es también un período excelente para anunciar ampliamente, no tanto para el aumento de las ventas como para consolidar el prestigio y el aprecio del público. Es un buen período para enviar emisarios, representantes o miembros de la firma a entrevistarse con otras personas importantes del mundo de los negocios y, por consiguiente, para obtener aprecio y estima. Por esta razón, es un período excelente para tratar con oficiales del gobierno, jueces de tribunales, o senadores o miembros del congreso de quienes desea obtenerse algún favor especial o la aprobación de algún reglamento o disposición protectora. Este período, pues, es también bueno para obtener influencia política, cooperación y

aprecio de los círculos políticos. Las miras principales de la empresa, durante este período, no deben ser tanto el hacer dinero, sino el consolidar el nombre la reputación y el prestigio. Período Número Dos Durante este período, toda firma o negocio, de cualquier clase que sea, verá que es un buen momento para efectuar cambios importantes de índole temporal, con respecto a empleados importantes, modificaciones en la práctica comercial, y para probar planes o ideas de corta duración. Por otra parte, es un período muy desfavorable para hacer nuevos convenios, nuevos planes definitivos, o para comenzar contratos o convenios de cualquier clase, a menos que se hagan constar por escrito y que estén debidamente sellados y firmados para darles duración. Los convenios y arreglos verbales que se acepten en esta época tienen la tendencia a echarse a un lado rápidamente y cambiarse súbitamente hasta quedar en nada. Es también un buen período para formar amistades comerciales y toda empresa comercial debería aprovechar este período para acercarse a posibles clientes, de manera amistosa, porque las amistades comerciales valiosas y de buena ayuda casi siempre se han formado durante este período. Período Número Tres Tenemos aquí un período de construcción y de gran fuerza motora. Es durante este período cuando los negocios deben estimarse hasta lo más posible. Toda facultad y todo medio posible de fabricación, de venta, de producción, de

propaganda, de fomento y de extensión de los negocios deben adoptarse y emplearse lo más posible durante este período. Es también un buen período para arreglar planes de cobro o para enviar cobradores o cartas para cobrar dinero, pero no es un período muy bueno para tratar de pleitos en los tribunales que tengan que ver con las actividades de enemigos comerciales, de navales o de competencia comercial. Sin embargo, otros asuntos legales pueden llevarse a cabo en este período y generalmente recibirán una reacción más favorable que en cualquier otro período, especialmente si el asunto tiene que ver con el empleo de una gran energía y de mucha lucha para la protección de ciertos derechos. Por otra parte, toda firma y todo negocio deben estar alerta con respecto a accidentes peligrosos, desastres y dificultades producidas por enemigos, o incendios, explosiones súbitas de cólera, enemistad y odios durante este período. Las plantas manufactureras y otras empresas deben tener cuidado con los incendios o explosiones de gas o de cualquier otra forma de energía durante este período. Es también en este período cuando las enemistades personales de los negocios tratarán de deshacerlos y hasta de perjudicar el prestigio o la vida de cualquier persona relacionada con el negocio, si es que el negocio ha alcanzado a despertar enemistades por parte de competidores u otros individuos. Es un período muy bueno para tratar cosas con el ejército y la escuadra, los departamentos militares del gobierno, ingeniería, municiones, maquinarias o cualquier individuo o firma relacionado con estas cosas.

Período Número Cuatro En este período toda firma o negocio haría bien en llevar a cabo su mayor campaña de amplia propaganda, ya sea anunciando en la nación entera o dirigiéndose a los clientes por cartas en una región limitada. Todos, los escritos, planes y campañas de crecimiento de una firma comercial o de un individuo, todo lo que en este sentido se haya planeado para el año, tendrá mucho mejor resultado durante este período del ciclo de los negocios. Por otra parte, también es un excelente período para hacer nuevos contratos, nuevos convenios, documentos de registro, transferencias, etc. Es un período excelente para tratar con periodistas, diplomáticos, árbitros u otras personas que puedan emplear su mentalidad o su palabra escrita o impresa, para mejorar los intereses de la empresa. Por otra parte, las empresas deben tener cuidado durante este período y estar alerta contra cualquier engaño de palabra o por escrito, contra las falsificaciones y planes o convenios fraudulentos, hábilmente presentados, que pueden tener consecuencias serias. Período Número Cinco Este es un período de crecimiento y de buenos éxitos financieros para cualquier firma o empresa comercial. En este período es cuando debe tratarse de hacer inversiones, de obtener créditos y de ampliar los plazos en que deban hacerse los pagos o en que deban cerrarse las negociaciones. Es uno de los mejores períodos de todo el año comercial para vender, para la distribución de material a base de ventas, si es que se desea obtener resultados inmediatos y una rápida y buena entrada de dinero. Es un período excelente para cobrar deudas

viejas o morosas, y es una época excelente para llevar asuntos a los tribunales cuando la decisión favorable pende de un hilo, porque si todas las cosas son rápidas y correctas, este período es favorable para obtener una decisión constructiva y justa. Es un período excelente para fomentar el negocio en países extranjeros o en lugares distantes o para tratar con grandes empresas en asuntos internacionales o que tengan distribución internacional y para convenios de venta internacionales. Parece ser un período especialmente bueno para que las firmas fomenten sus negocios con los ferrocarriles, compañías de electricidad y todas aquellas empresas que tratan de asuntos para atender a la felicidad y el agrado del público. Período Número Seis Este es el período en cada año en que todo negocio debe descansar de sus actividades, si es necesario descansar, y debe planear sus períodos de vacaciones o de ausencia de cualquiera de sus directores o funcionarios importantes. Es también un período excelente para promover ciertas ramas o negocios, como aquellos que tratan de cosas del mundo del arte o sea: música, poesía, escultura, materiales para artistas, trajes de mujer, artículos de adorno, preparaciones de belleza, zapatos de alta calidad, medias, abrigos de lujo, sombreros, automóviles de alto precio, alfombras orientales, muebles antiguos, libros valiosos, instrumentos musicales caros, conciertos, óperas y otras cosas que representan lujo, refinamiento y los placeres limpios y sustanciales de la vida. Por lo tanto, debe estImularse la venta de cosas de esta clase durante este período, o fomentar la buena voluntad o el interés entre las personas relacionadas con estas líneas de negocios.

Es este un período excelente para que los jefes de cualquier empresa o el dueño individual de cualquier negocio entable relaciones con sus clientes, o para hacer aquellos contactos íntimos con personas que puedan ser útiles al negocio o a los individuos del negocio en un futuro próximo. Es también un buen período para cobrar dinero, para comprar acciones, para promover las fianzas de una compañía por medio de inversión en acciones seguras de otras firmas. Por lo tanto, sería un período excelente para llevar a cabo asociaciones, corporaciones, monopolios, para la fundación de asociaciones subsidiarias y alianzas de esa índole. Período Número Siete Es este el período de reconstrucción de todo negocio y durante los últimos cincuenta y dos días antes del aniversario del nacimiento de la empresa o negocio, se debe tener mucho cuidado de no comenzar ninguna nueva línea de actividad ni entregarse demasiado a campañas de propaganda para la formación de un nuevo departamento o de una nueva fase de los negocios, ni en general hacer ninguna otra cosa sino cooperar con las tendencias del Cósmico para la reconstrucción. Como este es el período en el cual los cambios desgarradores y demoledores deben esperarse, es un período malo para planear cualquier reconstrucción sin la etapa preliminar de la demolición. Es decir, durante este período no debe esperarse ninguna expansión, a menos que esté asociada de alguna manera con la destrucción o demolición, como parte de la reconstrucción. Como es muy posible que se lleve a cabo alguna ruptura, desgaste o cambio durante estos cincuenta y dos días, toda firma o todo

comerciante debe tener cuidado de que cualquier cambio previsto o cualquier proceso de demolición o ruptura que se haya tenido en mientes, se produzcan en esta época, y por lo tanto se les debe permitir una manifestación completa, para que se agoten mientras este período es favorable. Sin duda alguna no debe hacerse durante este período ninguna nueva afiliación, alianza, asociación, o convenio, contrato u oferta de contrato o de convenio. Es un tiempo excelente para consultar a personas retiradas, que han estado antes en los negocios y los han dejado, y también con jueces, árbitros o consejeros de cualquier clase. Todos los actos deben hacerse con cuidado, en una actitud moderada, y en toda línea de actividad debe tenerse suma cautela y previsión. Todo acto debe ser llevado a cabo con gran diplomacia y todo negocio debe aprovechar este período para conservar sus actividades, para atenerse a su línea de desarrollo, sin permitir que ninguna cosa de índole radical ocurra, ya sea en la propaganda, en la venta, en la compra o en los nuevos planes. Así tenemos un bosquejo de las influencias favorables, de las tendencias e inclinaciones procedentes del Cósmico durante los siete períodos del ciclo anual de cada negocio o empresa. Podéis probar este bosquejo repasando los asuntos de vuestro negocio en los últimos años, y observando en qué períodos de cada año habéis tenido dificultad con los competidores o con los enemigos, o en qué períodos de cada año habéis tenido las mayores destrucciones y pérdidas. Pronto observaréis, si revisáis vuestras actividades comerciales durante un período de diez años o más, que los negocios se han dividido naturalmente en períodos que concuerdan con el bosquejo que hemos dado. También

observaréis, si analizáis bien, que en ciertos períodos del pasado, cuando tratasteis de hacer cosas en vuestros negocios, los planes fracasaron o no dieron el resultado material que se esperaba, y observaréis que se debió a que comenzaron estas cosas o fueron planeadas en un período que no era favorable.

VIII EMPLEO DE LOS PERÍODOS CÍCLICOS En los capítulos precedentes se han expuesto dos ciclos distintos. El ciclo número dos, explicado en el capítulo seis, se refiere a vuestra existencia personal, y explica las tendencias, estados, y condiciones afortunados o desgraciados durante cada uno de los siete períodos del año que va de un cumpleaños al otro. El ciclo número tres expuesto en el capítulo siete, se refiere al curso de los negocios o de cualquier proposición o empresa que hayáis creado o que haya nacido en algún momento definido. Ahora bien, todo comerciante, hombre o mujer, todo empleado de algún negocio, todo aquel que emprenda cualquier asunto que quiera llevar a cabo con buen éxito, verá que tiene que entenderse con dos ciclos: primero, el ciclo de su propia vida personal, y segundo, el ciclo del negocio o del asunto en que está interesado. Cada uno de estos dos ciclos tiene siete períodos anuales, y no siempre los períodos de cada uno de ambos ciclos coinciden. Si vuestro negocio o vuestro asunto fueron creados y comenzó en uno de vuestros cumpleaños, entonces sus períodos de cada año coincidirán con los períodos de vuestra propia vida. De no ser así, os veréis ante dos períodos de diferentes condiciones. Por

ejemplo, supongamos que vosotros, los que leéis este libro, nacísteis el primero de junio, y supongamos que el negocio en que estáis interesados es algo que comenzó el primero de julio anterior. Al tratar de averiguar lo que debéis hacer y lo que no debéis hacer en vuestro negocio y en vuestros asuntos personales durante los próximos treinta o sesenta días, veréis, si calculasteis el ciclo del negocio y el ciclo de vuestra vida, que, personalmente, estáis ahora en el primer período de vuestro ciclo anual, mientras que vuestro negocio estaría en el séptimo período de su ciclo comercial. Es decir, vuestros asuntos personales quedarán afectados por las condiciones descriptas en el período número uno del ciclo número dos, del capítulo sexto de este libro, y vuestros asuntos y negocios quedarán influidos por las condiciones explicadas en el período número siete del ciclo número tres, descripto en el capítulo séptimo de este libro. Al tratar, pues, de determinar lo que debéis hacer ahora, tendréis que analizar y estudiar cuidadosamente las condiciones del período número siete del ciclo número tres y las condiciones del período número uno del ciclo número dos, que se refiere a vuestra vida personal. Cuando resulte que la época en que estáis interesados y acerca de la cual estáis consultando este sistema, trae a vuestra vida personal y a la vida de vuestro negocio el mismo período, entonces comprenderéis fácilmente qué debéis hacer, y qué no debéis hacer. Pero cuando se trate de dos períodos diferentes, y halléis influencias opuestas en cada uno de los períodos, debéis fundirlas, analizarlas y decidir por vosotros mismos qué debéis hacer. Algunos puntos pueden ser útiles a este respecto. Si el negocio en que estáis es exclusivamente vuestro, podéis guiaros por las condiciones de vuestro propio

ciclo personal de vida, por ser más importante y más predominante que las condiciones del ciclo de vuestro negocio, pero las condiciones del ciclo del negocio deben observarse cuidadosamente, y las cosas que son desfavorables allí deben evitarse con cuidado, sea cual fuere lo que corresponda a los períodos de vuestro ciclo personal. Si los negocios en que estáis, o la empresa en que estáis interesados, no es exclusivamente vuestra, sino que estáis asociados, o es una corporación o una combinación de intereses, de varios individuos, entonces debéis tener presente que para que el negocio tenga mayor prosperidad, debéis seguir el ciclo y los períodos individuales de él, sean cuales fueren vuestros propios períodos o los períodos de las otras personas asociadas al negocio. Hay momentos, en los asuntos de los grandes hombres de empresa, y sucede también con todos los comerciantes, y hombres y mujeres, que han tenido buen éxito, en que los deseos personales, las ambiciones personales, el éxito y las ganancias personales, deben ponerse a un lado a fin de que el negocio que manejan prospere y triunfe. Es decir, todas las personas que han tenido algún éxito verdadero en los negocios podrán decir que ha habido muchas veces oportunidades, tentaciones e inclinaciones en la vida, para emprender viajes o tomar largas vacaciones u otras cosas que podrían haber les aprovechado personalmente, ayudar su salud y aumentar su conocimiento y sabiduría. Y, sin embargo, llegando todas estas cosas en momentos oportunos, y con toda la tentación para ceder a ellas, han tenido que descartarlas y sacrificar sus propios intereses y oportunidades personales únicamente porque los negocios tenían una tendencia diferente y

condiciones diferentes. Por otra parte, he sabido que, a menudo, cuando las condiciones de los negocios son más desfavorables, o parecen serlo, hay ciertas condiciones en la vida personal de un individuo relacionado con ese negocio, que le permite descartar los asuntos y entregarse a sus asuntos personales con buen resultado y sin grave perjuicio para sus intereses comerciales. El punto importante que debe considerarse siempre es si vuestro éxito individual, vuestro progreso financiero y vuestros mejores intereses en la vida están relacionados de tal manera con vuestros negocios, que ambos sufran juntos o que ambos prosperen juntos, o si están separados de tal manera que podáis prosperar individualmente mientras los negocios declinen, y viceversa. Otro punto importante que debe considerarse es que en la mayoría de los casos, vuestro propio ciclo personal es de más importancia para vosotros y para vuestra relación con el negocio, que el ciclo del negocio mismo. Si sois simplemente un empleado en el negocio, entonces el Ciclo del negocio con el cual estáis conectados tiene poca importancia para vosotros, excepto por lo que respecta a que podáis trabajar en él y ayudar al negocio aprovechando sus buenos períodos. Si, por otra parte, el único negocio que tenéis es algo que os pertenece y lo manejáis y es vuestra única renta, y que tanto vosotros como vuestra familia dependéis exclusivamente de él, entonces el ciclo del negocio es algo tan importante que merece toda vuestra consideración. Si sucede que en un período de vuestra vida personal, las condiciones indican que debéis emplear toda la energía posible en los intereses del negocio, y al mismo tiempo el período del ciclo del negocio indica que debéis dejar los

negocios quietos y no propulsarlos demasiado, entonces la única cosa que podéis hacer es emplear las condiciones de vuestro ciclo personal para pensar, planear y crear cosas nuevas y mejores para vuestro negocio, pero no debéis ponerlas en práctica sino cuando llegue un buen período del ciclo de vuestro negocio, en que tales cosas deban llevarse a cabo. El empleo del sistema descripto en este libro requiere un encadenamiento cuidadoso de las indicaciones que se dan tanto en el ciclo personal como en el ciclo de los negocios. Requiere un estudio y un análisis cuidadoso de los períodos de cada uno de estos dos ciclos y una fusión debida de ellos hasta que lleguéis a la conclusión de lo que debéis hacer y de cuales son las influencias y condiciones de mayor importancia. Nuevamente quiero recordar que en la mayoría de los casos el ciclo personal de un individuo es de más importancia que el ciclo del negocio, pero en las corporaciones o las grandes empresas, donde hay muchos hombres que son dueños y directores del negocio, y donde el negocio sea impersonal, el ciclo de los negocios debe considerarse de preferencia al ciclo personal de cualquiera de las personas relacionadas con el negocio. En todos los asuntos del hogar, de los intereses sociales, de las finanzas personales, de los planes y progresos personales, el ciclo personal es, sin duda alguna, el que debe seguirse de preferencia a todos los demás.

eléctrica demasiado viva. Es el período más a propósito para comenzar un tratamiento o plan de curación, o una operación quirúrgica.

IX LOS PERÍODOS DEL CICLO DE LA SALUD CON LA DESCRIPCIÓN DEL CICLO NÚMERO CUATRO El tema de este capítulo y el del siguiente, aprovecharán más a cuantos prestan especial atención a su salud durante los períodos críticos y generalmente durante todo el año. El ciclo de la salud se ha de trazar lo mismo que los dos anteriores, dividiendo cada año, a contar del día del nacimiento, en siete períodos de cincuenta y dos días. Las condiciones de los períodos del ciclo de la salud son las siguientes: Período Número Uno Durante este período ha de estar muy en alto la salud y la vitalidad orgánica del cuerpo. Si estas condiciones están por debajo de lo normal se restaurarán rápidamente viviendo una vida normal y evitando la violación de las leyes de la naturaleza. Los paseos y marchas al aire libre, beber agua clara y potable, tomar alimentos sanos, evitando los que acaloren demasiado, especialmente las féculas y las carnes crudas; esto dará resultado. Se ha de evitar también el uso de la vista, y no exponerla a la luz directa del sol ni a la luz

Período Número Dos Durante este período pueden afectar al organismo muchas dolencias leves y pasajeras, así como también emociones pasajeras pueden afectar el ánimo; es decir, que durante este período, una persona puede tener indisposiciones pasajeras de los aparatos digestivo y circulatorio y del sistema nervioso. No se han de descuidar estas dolencias pasajeras, sino remediarlas cuanto antes sin temor de que persistan, porque todas las influencias Cósmicas proceden a determinar rápidos cambios en la salud y en las condiciones fisiológicas del cuerpo durante estos cincuenta y dos días, en que suelen sobrevenir dolores de cabeza, trastornos digestivos, afecciones de la vista y oídos, catarros, toses, dolores, enfriamientos; y en las mujeres, dolores ocasionales en el pecho y en el vientre. Durante este período es necesario estar alegre, sin permitir que la mente cavile sobre las condiciones que afectan al cuerpo, sino procurar desde luego su remedio, sin detenerse a pensar después en ellas. Período Número Tres En este período está el individuo más expuesto que en otro cualquiera a operaciones inesperadas o accidentes más o menos graves, como quemaduras, heridas, caídas y golpes repentinos. Se ha de tener cuidado con la alimentación, no comer demasiado y mantener el cuerpo en temperatura normal, porque este período es muy propenso a resfríos,

provenientes de excesos en la mesa o de abrigar demasiado el cuerpo. La sangre se ha de mantener limpia y los intestinos activos, a fin de que por malas condiciones de la sangre no salgan erupciones cutáneas, diviesos, eczemas, salpullidos, erisipelas y otras afecciones de la piel. También se ha de vigilar la presión arterial, porque propende a aumentar, y debe evitarse el trabajo excesivo y los esfuerzos desmedidos, ya que toda violencia en cualquier parte del cuerpo amenaza producir funestos resultados durante este período. Período Número Cuatro Durante este período alcanza su máxima actividad el sistema nervioso, con tendencia a nerviosidades que se manifestarán en el trastorno funcional de algún órgano y en modalidades externas de inquietud y desasosiego. El exceso de trabajo intelectual durante este período, el mucho estudiar, leer, escribir, calcular y cavilar provocará reacciones definidas en el sistema nervioso, por lo que conviene mayor sueño y descanso en este período que en los demás del ciclo. El mal humor y el nerviosismo pueden también afectar la digestión y perturbar los movimientos del corazón, determinando molestias y temores. Quienes han estado largo tiempo ocupados en arduos y fatigosos problemas intelectuales que han requerido mucho esfuerzo mental, deben descansar durante este período so pena de padecer un agotamiento mental. Período Número Cinco También este período es muy favorable para la salud, con tal de que se observe un prudente régimen de vida y se hagan

ejercicios físicos de respiración y marcha al aire libre. Probablemente sentirá el individuo en este período excitaciones a cometer excesos físicos, como el deseo de exquisitos manjares y banquetes, bebidas estimulantes, sabrosas comidas y también algo referente a la moralidad, todo lo cual debe evitarse en este período para prevenir funestas consecuencias. Es un período muy a propósito para recobrarse de enfermedades crónicas y de condiciones inveteradas anormales y bajo lo normal del organismo físico. Los principios metafísicos, las sugestiones mentales y los pensamientos limpios producirán más eficaz efecto que en cualquier otro período. Período Número Seis También durante este período se han de evitar cuidadosamente les excesos de trabajo físico y mental, las comilonas y los placeres de la carne. Durante este período están expuestos a enfermarse la garganta, la piel, los riñones y los órganos sexuales por lo que se ha de beber mucha agua, mantener el vientre limpio, pasear al aire libre y dormir mucho. Período Número Siete Durante este período es fácil contraer enfermedades persistentes o crónicas difíciles de remediar. Ha de tener mucho cuidado el individuo en eludir los lugares donde arriesgue contagiarse de fiebre u otras enfermedades infecciosas, así como de no resfriarse En su aprensivo intento de evitar la amenazadora dolencia, el ánimo se abate y puede disminuir la vitalidad de la sangre, de modo que no quedan

fuerzas ni siquiera para luchar contra el número ordinario de gérmenes y adversas influencias que aun en condiciones normales afectan a todo ser humano. Sin embargo, no es un período favorable para tomar medicamentos ni someterse a operaciones quirúrgicas, ni comenzar nuevos tratamientos enérgicos, a no ser en una emergencia o si se continúa durante el tiempo suficiente para que produzca sus efectos en el período siguiente o sea en el primero del próximo ciclo anual. Durante este séptimo período pueden quedar afectados los órganos de los sentidos, por lo que se ha de tener cuidado de combatir desde luego los resfríos, porque es uno de los más peligrosos períodos del ciclo de la salud en cuanto a enfermedades crónicas.

X LOS CICLOS DE ENFERMEDADES Y DEL SEXO Según ya dijimos, las leyes y principios expuestos en este libro no tienen nada que ver con el arte y práctica de la astrología, y en el estudio y aplicación del sistema descripto en este libro no importa lo más mínimo que se afirme o se niegue la influencia de los planetas en la vida humana. Mucho se ha discutido acerca de la influencia de la luna en las mareas y en la vida animal y vegetal, pero entre tantos argumentos como se han aducido en pro y en contra, las observaciones de los ciclos lunares y del ritmo de los períodos de la luna denotan que existe alguna influencia en la vida vegetal y animal. Desde luego se nota una periodicidad rítmica en relación con las enfermedades del cuerpo y los estados de ánimo, coincidente con la periodicidad rítmica de la luna; pero el lector juzgará si esta coincidencia es meramente fortuita y sin importancia o si establece y denota una gran ley universal. Conviene advertir ante todo que el aspecto psíquico y emocional de nuestro ser está íntimamente relacionado con el origen, curso y desenlace de todas las condiciones morbosas, anormales, psicológicas y mentales del cuerpo humano, así como con otras actividades calificadas de involuntarias. Siempre ha sido un enigma para psicólogos y psiquiatras la

circunstancia de que los enfermos de la mente tengan períodos de violencia, sosiego, acción y reacción, en paralelismo con el ritmo lunar. Ya los antiguos observaron este fenómeno, y la palabra "lunático" quedó en uso, por la falsa creencia de que la luna era la causa de las enfermedades mentales. Muchas de las utilísimas actividades de los órganos internos del cuerpo humano están indudablemente relacionadas con el aspecto psíquico de nuestra naturaleza y con el ritmo lunar. Tan notoria es esta relación, que algunos de los más sutiles efectos y manifestaciones psíquicas se miden por períodos de aproximadamente veintiocho días, como los del período lunar. Pero aunque así lo admiten tanto los médicos como los legos en medicina, y lo consideran seriamente cuantos estudian las leyes de la naturaleza, no es muy conocida la relación entre dicho ritmo psíquicofísico y las fases de la luna. Sin embargo, los recientes descubrimientos científicos han confirmado varios principios ya conocidos y empleados por los Rosacruces. La luna tiene un ciclo definido de fases que abarca un período de aproximadamente veintiocho días, al que se llama mes lunar o ciclo lunar. Este ciclo se divide en fases, a su vez también divisibles, de modo que podremos dividir el ciclo en unidades rítmicas. Así, la mitad del ciclo lunar abarca catorce días, y la cuarta parte del ciclo son siete días, y la mitad de esta cuarta parte o sea la octava parte del ciclo serán tres días y medio u ochenta y cuatro horas. Todo el ciclo lunar constituye una revolución completa desde el perigeo hasta el apogeo para volver al perigeo. Es el

mes lunar a que nos hemos referido, al que también se le llama ciclo mayor de la luna, pues el ciclo menor corresponde al ordinario orto y ocaso de la luna, que abarca doce horas. Por lo tanto, hemos de considerar dos ciclos lunares: el menor o corto, de doce horas, y el mayor o largo, de veintiocho días aproximadamente. Comoquiera que tenemos un ciclo largo y otro corto, también tendremos unidades largas y unidades cortas correspondientes a dichos ciclos; no arbitrariamente, sino con sujeción a las leyes fundamentales, estableceremos los tres días y medio a que antes nos referimos, por unidad larga o unidad del ciclo largo o mayor. Dividiendo el ciclo corto de doce horas en cuatro partes iguales, resultará la unidad corta de tres horas. Observemos que la unidad larga de tres días y medio equivale a siete ciclos cortos de doce horas. Las dos unidades, la de tres horas y la de tres días y medio respectivamente, se manifiestan en las acciones rítmicas de la mente y el cuerpo, como ondulaciones de una onda rítmica. En este punto se hacen importantes descubrimientos y podemos ir más allá de los hallazgos de la ciencia, gracias a nuestro conocimiento diferente de ciertas leyes de la naturaleza. En lo referente a las enfermedades encontraremos varios hechos muy significativos, si analizamos la generalidad de los casos y nos valemos de las unidades cíclicas lunares, pues nos mostrarán los efectos anabólicos y catabólicos de las fases de la luna como sigue: El período de incubación de la fiebre tifoidea es de siete a veintiún días o sea de dos a seis unidades largas.

El período de incubación de la varicela es de catorce días o cuatro unidades largas: el de las viruelas es de siete a catorce días o de dos a cuatro unidades largas; el de la escarlatina, de tres días y medio, o sea de una unidad larga; el de la tos ferina de diez días y medio o tres unidades largas; el de la gripe, de tres días y medio o de una unidad larga; el de la difteria, de tres días y medio a diez días y medio o sea de una a tres unidades largas. En todas las fiebres agudas de cualquier índole que sean, es muy notorio y definido el período rítmico de dichas unidades. Según demuestra la experiencia de muchos años, la enfermedad altera su marcha cada siete días, es decir, cada dos unidades largas; y más adelante veremos que una tiene carácter positivo y otra negativo. Cuanto más larga es la enfermedad, más definidos son los cambios cada siete días, y hasta se nota la simple unidad de tres días y medio. Estas unidades rítmicas se manifiestan también en el proceso de generación y gestación de la vida y determinan el sexo. La incubación de huevos de muchas especies es de tres días y medio o una unidad larga. En muchos huevos de insectos dura una semana y media o tres unidades largas. La gallina pone huevos durante tres semanas o seis unidades largas, y los incuba durante igual tiempo. El óvulo posee estructuralmente los elementos de ambos sexos; pero por virtud de ligeros cambios de funcionamiento, es unas veces activamente masculino y otras activamente femenino; y los períodos de cambio coinciden con las citadas unidades rítmicas. La fecundación del óvulo detiene estos cambios periódicos en uno de sus estados sexuales activos, y así determina el sexo del embrión.

Dijimos antes que había unidades positivas y negativas. Esta diferencia de potencial determina el sexo de la unidad y también la vigorosa o débil influencia de las unidades durante la enfermedad. No es difícil determinar estas diferencias potenciales. En cuanto al ciclo corto de doce horas o ciclo de las mareas, vemos que la acción de la marea nos da la clave del potencial. Las seis horas precedentes a la pleamar son de fortalecimiento del proceso psíquico o emocional de la vida, y las seis horas que siguen a la pleamar son de debilitación. Las primeras tres horas que preceden inmediatamente a la pleamar, son positivas o constituyen una UNIDAD CORTA POSITIVA u onda del ciclo rítmico, mientras que las tres horas que siguen a la pleamar son negativas y constituyen una UNIDAD CORTA NEGATIVA. Cada unidad positiva está entre dos negativas. De aquí que en las doce horas de marea hay dos unidades positivas y dos negativas, y en cada día de veinticuatro horas hay cuatro positivas y cuatro negativas. Mas para determinar cuándo son positivas o negativas hemos de tomar por clave la hora de la pleamar, de acuerdo con la hora en los distintos puntos de la tierra. En el ciclo lunar largo de aproximadamente veintiocho días tenemos la unidad larga de tres días y medio. Cada ciclo lunar largo consta de ocho unidades largas. La que precede inmediatamente a la hora del plenilunio es positiva y la que le sigue es negativa. De aquí que tenemos tres días y medio de carácter positivo inmediatamente antes del plenilunio y otros tres días y medio de carácter negativo inmediatamente después del plenilunio. Hay cuatro unidades positivas y cuatro negativas en cada ciclo de veintiocho días.

Fácilmente se comprende que además de los ciclos descriptos en anteriores capítulos, vivimos bajo la influencia de una sistemática aunque extraña serie de unidades psíquicas de ondas rítmicas alternativamente positivas y negativas, unas de tres horas y otras de tres días y medio de longitud. Por lo tanto, mientras una de las unidades largas positivas produce su efecto, lo producen también veintiocho unidades cortas. Una unidad positiva corta que actúe durante una unidad positiva larga, producirá un efecto muy positivo; una unidad corta negativa que actúe durante una unidad positiva larga, producirá un efecto neutro; una unidad corta negativa que actúe durante una unidad negativa larga, producirá efectos negativos. Las unidades largas de tres días y medio influyen mayormente en los procesos psíquicos durante las condiciones anormales o morbosas de todo el organismo, mientras que las unidades cortas influyen preferentemente en las condiciones mentales y nerviosas, tanto en estado de salud como de enfermedad corporal. Por este motivo, las unidades largas tienen tanta influencia en las enfermedades febriles anteriormente citadas, mientras que en lo referente a la fecundación, fertilización, contagio y procesos análogos tienen mayor influencia las unidades cortas. Una unidad positiva determina una vigorosa y vitalizante condición masculina, mientras que una unidad negativa produce una condición débil y femenina. Esta es receptiva y aquella activa. La unidad neutral produce una condición pasiva. Vemos que las unidades cortas ejercen poderosa influencia en las condiciones del nacimiento humano, pues el sistema nervioso y las funciones orgánicas son muy sensibles

a las influencias descriptas. Durante la unidad larga negativa, especialmente las primeras tres horas después de la pleamar, el cuerpo está sosegado y las contracciones son más débiles y menos favorables que durante la actividad, mientras que la unidad larga positiva, especialmente las primeras tres horas que inmediatamente preceden a la pleamar, estimula la actividad del organismo y la parturienta no necesita hacer tantos esfuerzos voluntarios sin ayuda externa o artificial del médico. Si el alumbramiento no ocurre durante las dos unidades cortas (seis horas) que preceden a la pleamar, no ocurrirá sin condiciones forzadas y penosas durante las siguientes tres horas (la primera unidad que sigue a la pleamar), o sin innecesario sufrimiento y debilidad durante las siguientes tres horas (la segunda unidad después de la pleamar). Se ha de dejar a la paciente que descanse durante las unidades negativas y vuelva a la actividad tan sólo durante la primera unidad inmediatamente anterior a la pleamar. Las contracciones durante las labores del parto son rítmicas y violentas durante las unidades positivas, mientras que son débiles durante las unidades negativas. Si la paciente sabe aprovecharse de la influencia del ritmo, dispondrá de mucha fuerza y no serán necesarios excitantes ni auxilios artificiales. De cien casos observados con sujeción a este método, noventa y ocho lo confirmaron y en los dos restantes influyeron causas extrañas de carácter anormal. Cuando se piensa, se proyecta, se habla o se realiza algún acto mental o funcional que requiera esfuerzo nervioso, magnetismo personal, impresionabilidad o vitalidad sana, se han de aprovechar las unidades positivas del tiempo. En el tratamiento de las enfermedades se ha de intensificar el

auxilio prestado al enfermo durante las unidades positivas, largas y cortas, pero se ha de dejar que descanse durante las negativas. Si sobreviene una crisis durante un largo período negativo, ha de permanecer el enfermo tan reposado como sea posible hasta que llegue a la unidad positiva, especialmente una larga, que facilitará el restablecimiento del enfermo. A fin de precisar debidamente las unidades de tiempo, es preciso obtener una tabla auténtica y fidedigna de las mareas con relación al lugar donde reside el interesado, así como una tabla de las fases de la luna en cada mes.

IMPORTANTE Las páginas del párrafo precedente contienen todo lo que se ha aprendido y descubierto por medio de experimentos acerca de los ciclos de la luna. Ni el autor del libro ni los editores pueden intentar dar a los lectores individuales informes sobre los períodos de la luna y la influencia de la marea en varias localidades, ni el probable ciclo de influencia lunar con relación a varias enfermedades. Lo indefinido o incompleto que haya sobre la luna y sus influencias sobre estos asuntos, es algo que requiere más estudio e investigación de parte de la nueva época científica. Esperemos que la nueva generación, liberándose de los prejuicios del pasado, emprenda esta gran obra.

XI CICLO DIARIO DE HORAS SIGNIFICATIVAS Hay otro ciclo importante que probablemente será de uso más frecuente que los demás para nuestros lectores, a causa de la oportuna facilidad con que puede consultarse en relación con las ocurrencias del día. Sé de muchísimos negociantes que se han valido de este ciclo en la forma abreviada que les proporcioné, a fin de que les guiara en sus negocios y lo consultaran siempre que algún punto dudoso apareciera en su horizonte mercantil o personal. Hemos puesto a prueba este ciclo de multitud de maneras y todos cuantos tuvieron la suerte de experimentar sus efectos declaran que es una de las guías más seguras de que se valieron. Este ciclo divide las veinticuatro horas del día en siete períodos de aproximadamente tres horas, veinticinco minutos y cuarenta y tres segundos. Comienza y termina a medianoche y su punto central es el mediodía. El primer período comienza a medianoche y termina a las tres horas y veinticinco minutos; el segundo período termina a las seis y cincuenta y un minutos; el tercero, a las diez y diecisiete minutos; el cuarto, a la una y cuarenta y dos minutos de la tarde; el quinto, a las cinco y ocho minutos de la tarde; el sexto, a las ocho y treinta y cuatro minutos de la noche; el séptimo, a las doce p. m. o sea a medianoche.

Estos períodos sirven para todos los puntos del globo, contados según la hora propia del lugar, prescindiendo por completo de la hora convencional de verano y se debe contar el tiempo normal de la ciudad, derivado del tiempo de Greenwich. El tiempo normal, por supuesto, varía ligeramente del tiempo astronómico, pero en la mayoría de los casos la variación es de unos cuantos minutos, y no requiere ajuste alguno para el uso de este ciclo. Conforme dijimos, debe concederse al comienzo de cada período un ligero margen de minutos, horas o días, según la duración del período; y así vemos que los ciclos números 2 y 3 admiten una variación de un día o al menos de algunas horas al comienzo y término de cada período, pues hasta que el período esté bien establecido, hasta que de lleno se haya entrado en él no se manifestarán completamente los efectos de sus condiciones e influencias correspondientes. En cuanto al ciclo de que ahora tratamos, para que las condiciones predominen, debe concederse un margen de cinco a diez minutos en el comienzo y término de cada período, sea cual fuere el lugar en que se use el ciclo. Por lo tanto, aunque el primer período termina a las tres horas y veinticinco minutos de la mañana y en este instante comienza el segundo período, es más seguro considerar que el primer período termina a las 3:20 y el segundo comienza a las 3:30, con lo que se deja un intervalo neutral de cinco a diez minutos entre ambos períodos, durante el cual pueden no manifestarse todavía las condiciones peculiares del período entrante. Este intervalo compensará la leve discrepancia en minutos que pueda haber entre la hora civil y la astronómica en el punto donde resida el

interesado. La hora civil u oficial es la que señalan los relojes de las estaciones ferroviarias y centros oficiales del país. La utilidad del ciclo diario se advierte desde el momento en que se emplea, y su comprobación durante algunas semanas valdrá muchísimo más que cuanto pudiéramos exponer en estas páginas. Quienes se sientan reacios a valerse de este método no vayan a creer que tiene algo supersticioso. Toda superstición deja de serio en cuanto se descubre el principio en que se apoya, cuya actuación demuestra la existencia de una ley fundamental. Aunque algunos aleguen que los efectos de este sistema provienen de la confianza ciega que en él pone quien lo usa, lo cierto es que esta confianza es el resultado natural de haber descubierto la actuación de la ley. Pero no conviene perder tiempo en discusiones perra demostrar lo que más acabadamente demostrará la comprobación experimental del método durante unas cuantas semanas, al poner en evidencia la actuación de la ley que lo gobierna. Antes de emplear el ciclo diario conviene leer con suma atención las instrucciones dadas en el siguiente capítulo. Una vez comprendidas estas instrucciones, será fácil referir al período correspondiente cualquier hora y guiarse por la instrucción recibida. Puede ser una novedad en la vida de muchas personas acomodar su conducta a este ciclo diario; pero si los banqueros y los agentes de cambio y bolsa han comprobado su eficacia en la fluctuación de las operaciones bursátiles en Wall Street, si los directores y gerentes de los establecimientos de crédito y los dueños de comercios han experimentado las ventajas de consultar este ciclo sobre la marcha de su negocio, seguramente que análogas ventajas

hallará todo el que en sus asuntos personales lo emplee, como el capitán de un buque consulta sus mapas y cartas a cualquier hora del día o de la noche.

XII EL EMPLEO DEL CICLO DIARIO DE SIETE PERÍODOS Ya dijimos que el ciclo diario comienza y termina a medianoche y se divide en siete períodos de aproximadamente tres horas y veinticinco minutos cada uno. Sin embargo, no todos los períodos de este ciclo tienen el mismo significado. Por ejemplo, el primer período del domingo es muy distinto en sus efectos del primer período del lunes. El quinto o sexto período de un martes es muy diferente al quinto o sexto período de un miércoles, o de cualquier otro día que no sea martes. Todos los períodos del miércoles, por ejemplo, son iguales para los miércoles, pero no se pueden aplicar a los otros días de la semana. Lo mismo se puede decir del jueves, viernes o sábado. Los diagramas contenidos en el capítulo aclaran esto y lo hacen fácil de comprender. En la ilustración anexa del reloj aparece el día dividido en los siete períodos de las veinticuatro horas, con separación de las anteriores a las doce del día o meridiano, señaladas con las iniciales A. M. a un lado del reloj, y las posteriores al meridiano o doce del día, señaladas con la iniciales P. M. en el otro lado del reloj. La medianoche está indicada en la parte superior y el mediodía en la parte inferior, de suerte que a primera vista se advierten las horas en cada uno de los siete períodos del ciclo de una a otra medianoche.

Designaremos los períodos con las letras A. C. B. D. E. F. Y G. Para usar este ciclo diario con relación a cualquier día de la semana, basta buscar en la tabla titulada "Períodos para cada día de la Semana", los períodos correspondientes al día escogido, y leer en el capítulo XIII la descripción de dichos períodos. Por ejemplo: Si el día de la semana es lunes, y se desea averiguar lo que mejor se puede hacer y qué se debe evitar durante las horas de las ocho y de las doce de la mañana en los negocios de aquel día, se consulta la tabla de los "Períodos para cada día de la Semana" y se verá que las ocho de la mañana corresponden al tercer período del lunes, o sea el período "E", y que el mediodía del lunes corresponde al período "F" de este día. Hecho esto, se lee en el capítulo XIII la descripción de las condiciones favorables y adversas correspondientes a los períodos "E" y "F". Otro ejemplo: Si nos proponemos visitar a alguien para asuntos de negocios a las 8 p. m. del lunes, consultaremos la tabla de los "Períodos para cada día de la Semana" y veremos que esta hora corresponde al sexto período del día que es el "A" en el lunes. La descripción de este período "A" en el Capítulo XIII nos dice que es muy a propósito para solicitar favores, protección y auxilio de quienes por su alta posición pueden concederlos. Pero también se echará de ver que este sexto período del lunes termina a las 8.34 p. m., y que a menos que se haga la petición antes de este término, recibirá las influencias del período siguiente o séptimo del lunes, que es el "B", favorable para visitas y tertulias de sociedad, pero no para tratar de negocios; y por lo tanto, no estará de más dejar aquella visita para otro día. De aquí se infiere la importancia de visitar a las personas de negocios algo más

temprano, pero no antes de las 5.30 p.m., porque sería demasiado pronto para el sexto período. Se observará que de las 5.30 a las 8.30 es período "A" el lunes, pero el martes es período "D" y el miércoles es "G", y que para encontrar otro período "A" favorable a las solicitudes de negocios se ha de esperar hasta el tercer período del martes, entre siete y diez de la mañana, o el séptimo período del miércoles, entre 8.30 p. m. y medianoche. Otro ejemplo: Supongamos que el interesado desea encontrar los períodos de la semana favo­rables al cobro de cuentas, a la inversión de capital con probabilidades de agenciar beneficios o establecer algún nuevo negocio que se le figure de cuantiosos rendimientos. En la descripción de las condiciones de los períodos encontraremos que el período "F" del ciclo es muy a propósito para tratar de negocios, y la tabla de los "Períodos para cada día de la Semana" nos dirá que hay siete períodos "F" en la semana: el primero es el séptimo del domingo, de 8.34 a 12 p. m.; el siguiente es el cuarto del lunes, de 10.17 a. m. a 1.42 p. m.; el otro es el primero del martes, de medianoche a 3.25 a. m.; el otro es el quinto del miércoles, de 1.42 p. m. a 5.08 p. m.; el siguiente es el segundo del jueves, de 3.25 a. m. a 6.51 a. m.; el que sigue es el sexto período del viernes, de las 5.00 p. m. a las 8.30 p. m.; y el último es el tercero del sábado, de 6.51 a. m. a 10.17 a. m. Al escoger el mejor de los siete períodos "F" de la semana para determinado asunto, conviene tener presente dos circunstancias: 1ª. Que se han de eliminar los períodos que abarquen altas horas de la noche o muy tempranas de la madrugada, pues son horas intempestivas para asuntos generales; 2ª. Que algunos de los períodos designados con la

misma letra pueden servir mejor que los demás para el propósito en marcha. En el ejemplo antes citado del período "F" vemos que hay siete disponibles para asuntos de negocios, y el mejor de los siete es el correspondiente al lunes que abarca de 1 0.17 a. m. a 1.42 p. m., que es durante las primeras horas de negocio, o el período "F" del miércoles, que es temprano en la tarde, o bien el período "F" del viernes, entre 5.00· p. m. y 8.00 p. m. Otro punto de suma importancia hemos de considerar. Supongamos que alguien viene a proponernos un negocio, a someternos un proyecto, solicitar un favor o insinuarnos una idea, y que lo propuesto o solicitado despierta nuestro interés. Antes de proceder a la acción, debemos leer la descripción de los períodos expuestos en el Capítulo XIII y consultar después la tabla de los Períodos para ver en qué período del día nos hallamos en aquel entonces, y si es o no favorable al asunto de que se trata. Si quien acude a nosotros viene con un contrato, un convenio, una escritura o documento que se haya de firmar, prometiendo grandísimas ventajas y beneficios de la aceptación, y nos han ganado el ánimo las elocuentes palabras y argumentos del interlocutor, hemos de consultar la tabla para ver que, por ejemplo, se ha incoado el asunto un lunes a las 9.30 de la mañana, que corresponde a un período "E", desfavorable, según la descripción, para firma de documentos y para creer en halagadoras promesas. Por lo tanto, se ha de rechazar la proposición por ventajosa que parezca. Aunque se procure retardar el asunto hasta el siguiente período que es un período "F" y, por lo tanto, favorable a contratos y convenios, no se ganaría nada, porque el asunto despertó nuestro interés durante el período "E". Por otra parte, supongamos que la

misma persona nos presenta su proposición un viernes a la misma hora de las 9.30 de la mañana, la tabla de los Períodos nos dice que las 9.30 de la mañana del viernes corresponde al período "c" y según la descripción expuesta en el Capítulo XIII, el período "c" no es favorable para firmar contratos, convenios, pactos o compromisos de larga e indefinida duración; por lo tanto, se ha de rechazar de plano la proposición. Conviene tener en cuenta que cuando se rechaza una proposición o se desecha un negocio, porque el período en que se inicia el asunto es desfavorable, se ha de desechar definitivamente y no reanudarlo en ningún otro período. No se concibe que una proposición, un plan, un proyecto sin fundamento ni apoyo, ni pies ni cabeza, haya de transmutarse en acabada perfección por diferirlo hasta otro período. Lo importante y significativo es la hora en que se inicia el asunto, el cual puede ser conveniente para otros si se les presenta en período favorable; pero a nosotros no nos conviene por haberse presentado en período adverso. Se ha de tener presente que la aplicación del ciclo produce un efecto personal en quien lo emplea en sus negocios e intereses, y no colectivamente en toda la humanidad. Puede suceder que al ver desestimada su proposición u oferta el que en mal hora nos la hizo, vaya con ella a otro negociante, y durante el camino termine el período adverso y comience el favorable, que esté ya en vigencia al hacerle a otro negociante la misma proposición que le rechazamos. Sin embargo, esta circunstancia en nada menoscaba la virtualidad del sistema, pues sabemos que hay proposiciones y ofertas muy aceptables por parte de algunos y que en modo alguno

convienen a otros. Sabemos que una persona puede invertir su dinero en un negocio y beneficiarse de la inversión, mientras que otra persona se hubiese arruinado en aquel mismo negocio. Por lo tanto, la virtualidad de este sistema depende de las condiciones y circunstancias que concurren en cada individuo, y así se explica por qué un mismo negocio que convenga a unos resulta perjudicial para otros. El detenido estudio analítico de la descripción de los períodos del ciclo diario, tal como aparece en el Capítulo XIII, nos familiarizará con lo que debemos hacer y lo que debemos evitar en cada período, según las horas del día que empleamos en la actividad de los negocios o de los asuntos personales. Conviene subrayar la circunstancia de que de las estadísticas exactas formuladas por quienes experimentaron prolongadamente este sistema, resulta que cuanto más interesante es la proposición u oferta para los negocios del que la recibe, mayor necesidad tiene de consultar el período para proceder acordemente, es decir, que los menesteres rutinarios y menudos de la vida privada y de los negocios no requieren el empleo del sistema, mientras que las cuestiones y asuntos de vital trascendencia, que requieran estudio, meditación y análisis, han de someterse a los resultados del sistema, porque seguramente en cualquier materia de suma importancia, cuya decisión ha de producir resultados duraderos o definitivos en malo en bien, es mucho mejor consultar las tablas y dejarse guiar por ellas, que jugarse el éxito a cara o cruz por una resolución precipitada en un asunto que propone una mente ajena.

Según queda dicho en otro capítulo, los estímulos, inspiraciones, impulsos y deseos de hacer una cosa o de vacilar en hacerla provienen del Cósmico o de las personas que nos tratan y rodean, y a veces nos vemos solicitados por dos estímulos, inspiraciones, impulsos y deseos contrapuestos, entre los cuales hemos de escoger. En esta circunstancia obra el hombre como agente libre y ha de sujetarse al resultado de su decisión. Por lo tanto, es mucho mejor confiar en un sistema como este, que en una facultad analítica objetiva o en cualquier sistema de análisis superficial. Este sistema se ha ensayado y comprobado, y se ha visto que está de acuerdo con ciertas leyes superiores que la generalidad de las gentes desconocen o desdeñan; pero que por su sencillez, amplitud, adaptabilidad y poder para despertar confianza, vale la pena emplearlo y hacer de él un comanditario de nuestros asuntos y negocios privados y sociales.

XIII DESCRIPCIÓN DE LOS PERÍODOS DEL CICLO DIARIO PERÍODO "A" Muchas cosas pueden hacerse durante este período del día con esperanza de buen éxito y de cooperación Cósmica. Por ejemplo, se puede meditar sobre un plan o proyecto para desenvolver sus pormenores; solicitar favores o mejoras de posición de personas de alta significación política o social; recabar moratorias legales; pedir dinero prestado y lograr que le presenten a uno o lo recomienden a personas de superior categoría social o política. Es un período favorable al trato con funcionarios públicos o personas de alto rango, a la otorgación de testamentos, firmas de escrituras y envío de cartas importantes en que se piden favores o recomendaciones y protección respecto a los asuntos propios y del negocio de quien las escribe. También es un período propicio para obtener de los banqueros crédito personal o para el negocio, y para una campaña de publicidad que dé a conocer el negocio y se alcance la estimación del público o para consolidar una buena reputación. En cambio, es período desfavorable para tratar de asuntos relacionados con los delincuentes, ni aun como abogado defensor. Es un período repleto de energía que es necesario regular y de violentos impulsos que conviene regir, de modo que pensamientos, palabras y acciones se

sometan a la voluntad. Tampoco es período a propósito para iniciar un nuevo negocio, ni llevar a cabo un nuevo plan, ni presentar proposiciones de ninguna clase, ni comprar ganadería, ni firmar contratos o convenios. Igualmente es un período adverso a los viajes de pocos días de duración, a los noviazgos y a todo cuanto se relacione con contraer matrimonios, así como no es prudente mudarse de casa o de domicilio social, ni emprender las obras de un nuevo edificio, ni adquirir o alquilar fincas, ni para operaciones quirúrgicas. No es bueno para hacer la primera inversión financiera de un nuevo negocio, ni es bueno para comprar o vender propiedades inmuebles.

También es bueno para solicitar favores de carácter social o de carácter mercantil en los círculos sociales; especular en la bolsa, en los juegos de azar; tratar con mujeres de asuntos sociales y de negocios. No es un período de muchas aspiraciones, y aunque mudable, se adapta a diversas circunstancias. Es un período fructífero porque todo lo que se inicie o culmine en él excederá a cuanto cupiera esperar. Sin embargo, hay que prevenir contra ciertos impulsos de índole social o intelectual. Condiciones desfavorables de este período son: contratar sirvientes y empleados menores y emprender viajes largos por mar o por tierra, que nos alejen mucho del hogar.

PERÍODO "B" Este período es favorable para los siguientes puntos: Tratar de materias relacionadas con las artes, la música el adorno de la persona o el ornato de la casa y de todo lo que se refiere a la sensibilidad material. Es período excelente para acometer una nueva empresa; gozar del arte, la música y el drama; comprar reses vivas; cobranza de cuentas; negocios de carácter público, como contratos y subastas; es bueno para contratar viajantes, vendedores, empleados, corredores, dependientes, ordenanzas y cobradores. Las nuevas amistades que se hacen durante este período son por lo general dignas de confianza, si la amistad y el conocimiento tienen puramente carácter social. Se pueden emprender cortos viajes que no excedan de un mes; casarse o entablar relaciones amorosas; prestar y pedir dinero prestado; realizar proyectos de negocios o de esparcimiento; tomarse un rato de asueto en las diversiones sociales y llevar a cabo alguna función social.

PERÍODO "C" Este período es especialmente favorable para tratar de asuntos relacionados con las bellas artes y las cosas intelectuales de la vida, especialmente la educación, investigaciones científicas, publicaciones editoriales, enseñanza en las escuelas, institutos, colegios y universidades, campañas relacionadas con la educación. Es propicio para el estudio, ejercicios de memoria, adquisición de conocimientos especiales, examen analítico de documentos, libros, escrituras, proposiciones y ofertas y alegatos en los tribunales de justicia que requieran inteligencia y lógica. Es especialmente favorable para la actividad mental de toda índole, para escribir, pensar, hablar y juzgarse a sí mismo. Es bueno también para ocuparse del arte dramático, la música, la pintura; para ultimar negocios de ganadería; formalizar contratos, cobrar cuentas; contraer nuevas relaciones

personales; contratar dependientes, empleados y sirvientes de toda clase. También es favorable para emprender viajes cortos, trabajos literarios y periodísticos, redacción de anuncios, publicación de prospectos comerciales y manifiestos de índole social. Es también período propicio para tomar remedios o entregarse a cualquier sistema terapéutico beneficioso para el cuerpo físico. Es buen período para prestar dinero, pero es dudoso que sea bueno para pedir prestado. Es favorable para comenzar la construcción de un edificio o proyectar una nueva empresa, dedicarse a estudios de ocultismo, filosofía y metafísica, con probabilidades de comprender verdades fundamentales. Es un período afortunado para acometer empresas de dudoso éxito financiero, aunque a esto sólo puede aventurarse quien no arriesgue una quiebra, si el resultado no es tal como esperaba. Es un período conveniente para tomarse algunos minutos de descanso o recreo con amena conversación sobre asuntos sociales; para firmar importantes documentos de toda clase; es bueno para que los viajantes comerciantes visiten a los más recalcitrantes clientes en perspectiva; y es un buen período para escribir cartas de suma importancia. Condiciones desfavorables de este período, durante el cual conviene abstenerse o evitar los siguientes puntos: tratar con adversarios públicos o particulares; citarlos ante los tribunales de justicia e intentar conciliaciones con ellos, porque en este período se promoverían interminables discusiones sin resultado beneficioso. No es conveniente para contraer matrimonio; es dudoso para tratar con abogados cualquier clase de asuntos; para ocuparse en problemas de mecánica y de inventos; solicitar aumento de sueldo o de categoría; pedir

favores a personas influyentes. Condiciones dudosas con relación, a los puntos siguientes: venta de fincas, desenvolvimiento espiritual y concentración. Es un período muy tornadizo que estimula poderosamente la actividad mental, pero es favorable a la prudencia y precaución, y así es que no debe confiarse en la ordinaria cautela con que cada cual procede en sus asuntos. Conviene advertir que durante este período están muy ágiles las mentes y muy sueltas las lenguas, por lo que la verbosidad de los viajantes y corredores que presentan una proposición arriesga exagerar sus ventajas. Por esto es muy fácil que durante este período comparezcan los extorsionadores, timadores, chantajistas, estafadores y ventajistas para ejercer sus malas artes. Por lo tanto, hay que prevenirse. PERÍODO "D" Las condiciones de este período son favorables para todos los negocios en general de índole material, para tratar con el público en cualquier capacidad general, para trabajos educacionales y de instrucción de cualquier clase, para sembrar y para operaciones agrícolas, para hacer nuevas amistades y para contratar sirvientes de todas clases. Es también un buen período para comenzar viajes cortos o viajes largos por agua, y para escribir, revisar u ocuparse de trabajos literarios o periodísticos. Es también un buen período para matrimonio o para noviazgo, para todos los asuntos marítimos, para tomar medicinas o para cualquier sistema de ayuda terapéutica para el cuerpo o la mente, para estudios y análisis metafísicos o para ocuparse de intereses navieros, intereses de transporte o para embarcar mercancías a lugares

que están fuera de la ciudad en que vivimos. Es también bueno para tratar con cirujanos y para operaciones quirúrgicas y es uno de los buenos períodos para los vendedores, agentes viajeros y otros agentes semejantes de ventas, y especialmente para tratar con mujeres. Es un período en que las ambiciones se despiertan mucho y aunque estas ambiciones pueden ser muy impulsivas, ordinariamente resultan fructíferas. No es un buen período para comenzar cualquier nueva empresa, para comprar animales, para hacer contratos o firmar papeles legales de cualquier clase, ni para comenzar demandas o pleitos ante los tribunales. No es un buen período para pedir dinero prestado ni para tratar de conseguirlo, ni para firmar papeles o notas que se refieran a asuntos monetarios, ni para especulaciones, ni para tomar parte en juegos de azar de cualquier clase. Es también un mal período para escribir cartas, peticio­nes o solicitudes de cualquier clase en que se pidan favores importantes o ayuda en relación con los negocios, la vida personal o la vida social. PERÍODO "E" Este período es especialmente bueno para asuntos agresivos o para aquellas actividades que requieren un pensamiento profundo seguido por una larga campaña o un largo período de acción firme y continua. Es bueno comenzar estas cosas durante este período. Es un momento excelente para presentar nuestros problemas a jueces, magistrados, autoridades policiales, senadores, gobernadores, alcaldes o presidentes de grandes empresas, y especialmente a aquellas personas que tienen en su poder el derecho de decidir o tomar resoluciones en cualquier asunto en disputa. Es un buen

período para impartir permanencia a cualquier cosa que haya comenzado o terminado durante él, y da gran persistencia y resistencia a todas las actividades. Es también bueno para trabajos literarios o periodísticos, o para avisar, o para fomentar las ventas por medio de cartas enviadas por correo o breves comunicaciones impresas. Es bueno también para comenzar cualquier acción legal en los tribunales o para presentar respuestas o argumentaciones y para toda clase de inventos o problemas mecánicos o asuntos con ellos relacionados; también para asuntos relacionados con la metalurgia o con los obreros del metal. Es una buena época para mudarse a una nueva casa o para comprar y vender terrenos y propiedades o para traspasar terrenos y propiedades inmuebles. Es un período excelente para comenzar trabajos científicos y para meditación espiritual. Sin embargo, este período es también, desgraciado para ciertas cosas, y éstas son muy definidas, y deben observarse bien porque las cosas desgraciadas durante este período serán verdaderamente desgraciadas. Estas son: hacer contratos o convenios de cualquier clase, tratar de cobrar dinero, sembrar semillas o comenzar operaciones agrícolas, hacer nuevas amistades por primera vez, contratar sirvientes, agentes, vendedores o cobradores de cualquier clase o para cualquier puesto, o para comenzar viajes largos por agua, o para matrimonio o para tomar medicinas, o para cualquier método de curación mental o física: para prestar dinero o pedirlo prestado, para erigir nuevos edificios, para tratar con personas importantes de quienes se solicitan favores o reconocimientos, para comenzar cualquier negocio arriesgado, para entregarse a asuntos de recreo o de sociedad, para especular en los negocios, en la

bolsa o de cualquier otra manera, para operaciones quirúrgicas o para escribir cartas importantes. PERÍODO "F" Este es uno de los períodos más afortunados de cada día. Puede llamársele el período de la suerte, así como el período anterior se considera generalmente como el período desgraciado. Durante este período "F" de cada día, las condiciones son afortunadas para comenzar cualquier nueva empresa, para comprar animales o ganado, ya sea con fines de. especulación o para hacer un verdadero negocio, para hacer contrato o firmar contratos, convenios y cualquier documento de estipulaciones específicas, cobrar cuentas o reunir dinero, para trabajos de educación e instrucción, para hacer nuevas amistades o comenzar viajes largos, ya sea de negocios o de placer. Es también un buen período para viajes cortos por agua y por otros medios, para trabajos literarios y periodísticos, o para tratar con abogados, para presentar documentos ante los tribunales y para comenzar verdaderamente cualquier procedimiento tribunalicio. Es también bueno para el matrimonio o para el noviazgo, para pedir dinero prestado, para erigir nuevos edificios, para hacer los planes de nuevas empresas y para efectuar reuniones de directores de alguna empresa con el fin de discutir las condiciones de los negocios o nuevos negocios; para buscar adelantos en los negocios o para aumentar las ventas y formar prestigio que produzca créditos, para tratar con oficiales públicos o con la masa del público en cualquier asunto, o para tratar con personas importantes. Es un buen período para comprar o vender propiedades inmuebles, para toda clase de

asuntos sociales y recreativos, para obtener favores de las personas del sexo opuesto, ya sea en negocios o en asuntos sociales, y para firmar papeles que traten de asuntos importantes de cualquier clase. Es el período afortunado para toda clase de especulaciones y para escribir cartas importantes. Hay varias cosas que deben observarse en relación con este período afortunado. Es un período que produce mucha energía en el cuerpo y en la mente y nos induce a excesos de varias clases; sin embargo; con toda la impulsividad de este período, es generalmente fructífero y por lo tanto afortunado. Es un período más afortunado para los hombres que para las mujeres en los asuntos comerciales, pero más afortunado para las mujeres que para los hombres en asuntos sociales. Es un período positivo, y sin embargo, debe tenerse una tendencia natural hacia la cautela y la prudencia. Generalmente da y estimula el espíritu y el amor de la justicia y es un período que imparte permanencia. No es bueno para contratar sirvientes de bajas posiciones ni es tampoco bueno para asuntos marítimos. PERÍODO "G" Este período es especialmente bueno para dominar aquellos asuntos que requieren considerable energía y agresividad, resistencia y constancia. Es un período excelente para tratar de aquellos asuntos que requieren el gasto de más energía física que energía mental y que requieren verdadero trabajo y músculo. Por lo tanto, todos los asuntos materiales y sensuales serán afortunados durante este período, lo mismo que el cobro de dineros, el contrato de vendedores viajeros, de agentes o cobradores y para las actividades de ellos. Es

también afortunado para asuntos mentales, para asuntos marítimos, para ocuparse de problemas mecánicos, de invenciones, de planos para edificios o de asuntos que traten de metal y para los obreros del metal. Es también bueno para asuntos científicos y para mujeres que busquen favores de los hombres asuntos comerciales. No es un período bueno para asuntos benéficos de cualquier clase, ni para recibir donativos o favores, ni para actividades humanitarias públicas, ni tiene tampoco este período mucha prudencia ni mucha cautela. Es un período desafortunado para comprar ganado o animales en general, o para especular con ellos; no es tampoco bueno para tratar con los enemigos, ni para comenzar viajes largos, ni para acciones legales, ni para tratar con abogados o con asuntos de los tribunales. Naturalmente, será un período malo para el matrimonio y para el noviazgo, y para solicitar favores en general. Es dudoso que sea un período bueno para operaciones quirúrgicas o para tratar con mujeres. Es este el período en que es posible que ocurran accidentes, por lo tanto, se debe tener cuidado y no estar en ningún sitio expuesto, o cerca de armas de fuego, de explosivos o de otras cosas que pudieran dañar el cuerpo físico. En las enfermedades, es probable que las fiebres suban durante este período y que la temperatura del cuerpo esté naturalmente más cálida durante este período que en ningún otro.

XIV EL CICLO DEL ALMA En capítulos precedentes hemos hablado de las emanaciones y vibraciones Cósmicas que actúan en el universo y de su efecto en los asuntos personales de los seres humanos, por medio de los estímulos, tendencias, impulsos, inspiraciones y condiciones que suscitan o fomentan nuestra vida diaria. Comprenderá quienquiera que analice los principios envueltos en todo ello, que las vibraciones Cósmicas y los rítmicos períodos Cósmicos también han de tener algún efecto en el alma, en la personalidad y en el carácter de todo ser humano. Según quedó dicho, las ideas expuestas en este libro y los varios sistemas descriptos no tienen nada que ver con la astrología; pero si el alma que entra en cada cuerpo humano al nacer, es parte esencial de la energía o vitalidad Cósmica, y si esta energía o vitalidad llega a la superficie terrestre en pulsaciones rítmicas de varias frecuencias vibratorias y de caracteres varios, resultará que una persona nacida en determinado período rítmico del año, debe tener tendencias naturales distintas de las de otra persona que nació en diferente período rítmico. No intento entrar en una explicación científica del cómo y del por qué de esto, sino tan sólo exponer los efectos de las pulsaciones rítmicas en el alma

humana y en el carácter del individuo, de modo que estos hechos establezcan la existencia de la ley. Quienes deseen dedicarse a la investigación y estudio de los principios envueltos, encontrarán en ello mucho placer y copioso conocimiento. Por lo tanto, si prescindimos de los principios y nos ocupamos de los hechos observados, advertiremos que el año solar de trescientos sesenta y cinco días puede dividirse en siete períodos que forman el ciclo del alma. Recordemos que el año solar comienza aproximadamente el 22 de marzo. Esa fecha era la del año nuevo en todos los pueblos antiguos, y la fijación del 1o. de enero es puramente arbitraria, sin que obedezca a ninguna ley natural. El año solar abarca aproximadamente 365 días y así se computa con relación a los asuntos generales. Si lo dividimos en siete períodos iguales veremos que también constan de cincuenta y dos días y varias horas. Podemos desechar la fracción y calcular los períodos de cincuenta y dos días, como antes lo hicimos. Por lo tanto, el ciclo del alma comienza el 22 de marzo y prosigue en los siguientes períodos de cincuenta y dos días. Del 22 de marzo al 12 de mayo; del 13 de mayo al 3 de julio; del 4 de julio al 24 de agosto; del 25 de agosto al 15 de octubre; del 16 de octubre al 6 de diciembre; del 7 de diciembre al 27 de enero; y del 28 de enero al 21 de marzo. Cada período tiene polaridad dual. La primera mitad del período produce efectos ligeramente diferentes de los de la segunda mitad; y así es que cada período tiene dos naturalezas, y los siete en conjunto contienen catorce caracteres diferentes o combinación de condiciones.

Todo el que nace absorbe con su primer aliento la energía Cósmica que armoniza su Consciencia del Alma con el ritmo de las vibraciones Cósmicas existentes en el momento de nacer, y según las observaciones efectuadas durante siglos de cuidadoso examen y escrutinio cada persona prosigue vibrando en armonía con el ritmo establecido en el instante de su nacimiento. Es como si cada individuo estuviera en afinidad con las condiciones rítmicas existentes al nacer, y por lo tanto, es más sensitivo y receptivo a los efectos de aquel ritmo que a los de cualquier otro. Es como si varias notas de un instrumento musical perfectamente afinado sonaran a diferentes horas del día y que el individuo nacido mientras sonaba la nota "La" se sintonizara con ella siempre que volviese a sonar, con preferencia a las demás. Indudablemente estamos sintonizados con determinadas notas musicales, y por esto las piezas de música cuya nota predominante es la nuestra nos afectan más poderosamente. Todas las cosas materiales tienen su nota musical, lo mismo un jarro de cristal que una copa, una silla, un mecanismo o una olla de cobre. La nota con que el objeto está sintonizado es su nota natural, y así es que ciertos armónicos de esta nota influirán también en cierto modo en el objeto, aunque no tan intensamente como en una persona. Por ejemplo, si la cuerda de un violín se toca de manera apropiada un armónico de la nota peculiar de un vaso de cristal, afectará a este objeto haciéndolo vibrar armónicamente, y hasta puede romperlo si es muy intensa la vibración. Desde luego que todas estas consideraciones se refieren a principios no expuestos en este volumen, pero que algún día podrán exponerse en otro que trate de los armónicos naturales de la vida humana.

En el ciclo del alma observamos que los siete períodos con dos polaridades cada uno, nos dan catorce combinaciones de notas o pulsaciones rítmicas, de las que resultan ciertas características, tendencias, elementos de la personalidad o consciencia del alma de cada individuo. Bosquejaremos estas catorce combinaciones para dar a conocer la verdadera naturaleza interior o personalidad del alma de las personas con quienes cada cual se relacione. Pero antes conviene tener presente que los efectos de la influencia Cósmica en la consciencia del alma no siempre se manifiestan en la naturaleza externa y objetiva del individuo, la personalidad interna de las personas que conocemos puede ser muy diferente de la individualidad externa, y en muchos casos se necesita la intimidad del trato durante largo tiempo, para descubrir la verdadera naturaleza interna de una persona a quien presumíamos conocer a fondo. La mente objetiva o carácter externo de un individuo puede manifestar ciertas tendencias hábitos, expresiones y modales que haya adquirido o que le afecten por algún motivo; pero que no tengan nada de congruente con su ser interno. Los varios métodos de lectura del carácter, como la quiromancia, la fisonomía, la frenología, etc., pueden indicar las características del ser externo con puntos ocasionales referentes al interno; pero esos síntomas fracasan al intentar retratar la inherente e íntima personalidad del alma. Muy a menudo advertimos que las personas cuyo carácter externo hemos analizado, ocupan posiciones, desempeñan cargos o ejercen oficios y profesiones muy diferentes de lo que habíamos supuesto. Así descubrimos que el método empleado para la indagación del carácter era tan sólo un

índice del ser externo, objetivo, mudable y vacilante, capaz de asumir condiciones y modales y de escoger diversas profesiones, y por esto no confiamos en los métodos empleados. Pero cuando nos valemos de un método que nos da el índice de la naturaleza interna de un individuo, encontramos asociaciones íntimas que, prescindiendo de las características externas, denotan la naturaleza Cósmica del alma. Además, de poco nos sirve conocer externamente a un individuo, pues equivale al fortuito conocimiento externo de cualquier otro individuo, ya que muy pocos son capaces de encubrir o disimular su naturaleza externa. El trato con un individuo durante veinticuatro horas, que nos dé tiempo a conversar con él y a observar su conducta en los negocios y en la vida, revelará al buen analizador de la naturaleza humana sus características externas, como nos la pueda revelar cualquiera de los métodos en uso. De muy poco nos sirve conocer externamente a un individuo. El ladrón declarado no puede ocultar sus tendencias a los ojos de un observador sagaz; pero el ladrón solapado, el timador y el estafador, que afectan un exterior honrado y decente, son por lo mismo muy peligrosos y debemos precavernos contra sus malas artes. En las relaciones sociales o de otra clase, se ha de analizar y conocer el verdadero ser interno y no fiarse de las apariencias del ficticio, transitorio, vacilante e inconsecuente ser externo. Para saber si podemos confiar a otro nuestros secretos y nuestro dinero, si es firme y sincera su amistad, debemos conocerlo a fondo por dentro, independientemente de cómo se muestre por fuera. Para acertar en la elección de socio de un negocio, de cónyuge en el matrimonio, de amigo

o compañero, de comisionado de un mensaje importante, de quien haya de desempeñar un cargo de tanta autoridad como responsabilidad, es necesario conocer a fondo al elegido y no fiarse de las apariencias. Lo mismo cabe decir respecto del conocimiento de los verdaderos amigos y la misma observación han de hacer los padres respecto de sus hijos, cuya naturaleza interna han de conocer para ayudarles a desenvolverse de acuerdo con sus tendencias Cósmicas naturales que los mantengan en armonía con su personalidad Cósmica, y les allegue mayor dicha y éxito en la vida, teniendo en cuenta que son pasajeras las características externas, resultantes muchas veces de la asociación ocasional con otros muchachos a quienes imitan. Pero, sobre todo, si uno quiere conocerse realmente a sí mismo, a su verdadero ser y descubrir el por qué de la constante oposición entre los apetitos y deseos cambiantes del ser externo y las tendencias naturales que internamente le estimulan en óptimo sentido en todas las circunstancias y vicisi­tudes de la vida, es necesario que conozca las condiciones, tendencias, aptitudes, facultades, caracterís­ticas y puntos vigorosos de la individualidad con que vino a este mundo. El siguiente índice del carácter y personalidad del alma denotará todas estas cosas de diferente manera que cualquiera de los métodos empleados hasta ahora para escrutar el carácter; pero como el índice aludido es el de las características del ser interno, debe el lector precaverse contra lo que puedan parecerle contradicciones e incongruencias. Cada cual puede valerse de su propia vida para probar este método. Al efecto, ha de mirar en la tabla de los períodos del

día en que nació, para saber a qué período y a qué polaridad corresponde. Después, la descripción de este período en el Capítulo XVI dará a conocer las características, tendencias, facultades y aptitudes que parecerán diferentes de las usualmente manifestadas en la vida externa, por lo que quizás sospeche el interesado que el método es incierto o deficiente y diga que no posee las características señaladas en la descripción del período. Pero los expertos en el empleo del método replicarán preguntando que cómo sabe si son o no suyas las características indicadas. Podrá argüir el interpelado diciendo que frecuentemente pensó en sí mismo y se dio cuenta de sus hábitos naturales, de sus aspiraciones y deseos; pero el experto responderá que mientras el interesado no se analice durante muchos años y sin prejuicios ni parcialidades ni interés personal, y tabule los puntos fuertes y débiles de su carácter, no podrá juzgar la naturaleza intrínseca con que nació. Sin embargo, valdrá más que cada cual compruebe este método aplicándolo a una persona a quien haya tratado mucho desde largo tiempo, y la conozca a fondo. Si es capaz de juzgar a esta otra persona imparcialmente y sin prejuicios, descubrirá los rasgos internos sutiles de su carácter mucho mejor que si se tratara de sí mismo. La valía de este índice consiste en que capacita al investigador sincero de su propio ser o del de sus hijos o amigos para fortalecer las buenas cualidades y eliminar las tendencias viciosas con que nació. Es un índice que sirve de guía para la formación del carácter y de una personalidad más perfecta.

Admitido que cada ser humano nace con determinadas tendencias, aptitudes y facultades, es evidente que si desenvolvemos y aplicamos las buenas y útiles, nos servirán de mucho mejor fundamento que las artificiosamente supuestas o arbitrariamente establecidas en nuestro carácter. Por' ejemplo, supongamos que el índice nos revela que la naturaleza interna de un hombre es la de un médico y que tiene ciertas facultades y tendencias Cósmicas pero están latentes y en espera de un despertar y una utilización. Supongamos también que el mismo interesado desconoce sus verdaderas aptitudes y arbitrariamente escoge la carrera de arquitecto por tener varios amigos que la siguen, y porque también es aficionado al dibujo. En este caso, tendremos que para ser tan notable arquitecto como desea, ha de formar y estimular una facultad que no nació con él, y este esfuerzo requiere años de estudio y de paciente práctica. Pero aun así, no puede ejercer la profesión de arquitecto con el éxito, la prosperidad y la fama con que hubiera ejercido la de médico. Para ser médico eminente no hubiese tenido que estudiar tanto ni esforzarse tan violentamente en la manifestación de su facultad natural, con menor fatiga en el logro del éxito y la fama. Como arquitecto pudiera a lo sumo conquistar la consideración de cuidadoso, consciente y técnico. Como médico hubiese cobrado fama de clínico inspirado y habilísimo. Se hubiese notado entre su labor como arquitecto y su obra como médico, aquella diferencia que se advierte en la actividad de los insignes maestros del arte, de la música y de las ciencias, que proviene de la inspiración interna y de lo que parecen cualidades hereditarias afortunadas.

Otro individuo puede tener la facultad interna para escribir, para expresar hermosamente sus pensamientos por medio de un lenguaje vívido. Si, desconocedor de esta facultad natural, se dedica a la pintura o la música, arbitrariamente o porque también tiene en su interior una tendencia Cósmica hacia el arte, para ser notable pintor o músico habrá de pasar muchos años de estudio y práctica, acompañados de sufrimientos y privaciones, y a lo sumo alcanzará fama póstuma, mientras que dedicado a la literatura hubiera dado con la pluma y la mente más fácil expresión a sus pensamientos, sin necesidad de tanto estudio y práctica como le exigió el arte, y seguramente alcanzará fama y fortuna en esta misma vida, para gozar de los frutos de su divina herencia. En el campo literario se le habría reconocido como profundo pensador, mientras que como pintor o músico no. pasó de ser una medianía o como uno de tantos de los que luchan contra las adversidades de la vida para tratar de que se les reconozca. Las facultades y tendencias que por derecho divino heredamos al nacer en virtud de las influencias Cósmicas, son las que más fácilmente podemos desarrollar y aplicar para obtener éxito, prosperidad y dicha, y al propio tiempo para contribuir a satisfacer las necesidades del género humano y alcanzar los beneficios de la civilización. Por lo tanto, de los hechos observados se infiere que cada ser humano nace para cumplir una misión en esta vida en determinado sentido de actividad. Suele decirse que hay músicos, negociantes, escritores natos, y de muchos otros se dice que nacen con determinadas facultades y aptitudes. Son los que de un modo u otro han descubierto o se les han

descubierto las aptitudes naturales con que nacieron y tuvieron ocasión de desenvolverlas y aprovecharlas en bien del mundo. Puede nacer un músico en el seno de una familia de carpinteros sin asomo de educación musical, y un eminente arquitecto en el de una familia de labriegos que no haya tenido ni por asomo la más leve noción arquitectónica. Únicamente la ley Cósmica de la divina herencia puede explicar la enorme diversidad de las tendencias naturales. Que un carpintero tenga un hijo que en algunos casos supere al padre en su trabajo, o que un músico tenga una hija o un hijo eminente en la composición musical, no apoya en modo alguno la opinión de que la herencia física determine por su propia virtualidad o viciosidad las naturales tendencias y cualidades del ser humano. Por lo tanto, en los capítulos siguientes exponemos un sistema completo en que se pueden estudiar y analizar las tendencias naturales internas, las facultades, aptitudes y rasgos característicos de hombres, mujeres y niños. Nuevamente debemos dar la nota de advertencia referente a los grados de evolución de la raza humana. El negro del África del Sur, que vive según las condiciones naturales y primitivas de su tribu o raza, no posee ni expresa en el mismo grado las condiciones ingénitas delineadas en este método, como las posee y expresa el nacido en el seno de la civilización moderna después de haber pasado por otras encarnaciones o etapas de desenvolvimiento, hasta llegar a un alto peldaño en la escala de la evolución. Sin embargo, las hazañas que realizan los negros y los individuos de otras razas cuando se les depara la ocasión de desarrollar sus tendencias naturales, denota evidentemente que ni la raza ni el color son

estorbo, ni impedimento para los beneficios que el hombre recibe del Cósmico. Esta circunstancia debería hacernos a todos más tolerantes y benévolos con las gentes de otros países y otras razas, más atrasadas que nosotros en la evolución, o que acaso no tengan las ventajas que nosotros tenemos, pero que, como nosotros, son hijos de Dios y receptores de las bendiciones Cósmicas.

XV CÓMO DETERMINAR LOS PERÍODOS DEL CICLO DEL ALMA Incluimos una tabla de los siete períodos del ciclo del alma, de conformidad con el año solar. La fecha del nacimiento de cada individuo está comprendida en uno de los siete períodos, y cada período se divide en dos polaridades, designadas con las letras A y B. Por ejemplo, el primer período abarca del 22 de marzo al 12 de mayo, y está dividido en dos polaridades: la polaridad A desde el 22 de marzo hasta el 16 de abril, y la polaridad B desde el 17 de abril hasta el 12 de mayo. Un individuo nacido el 20 de abril pertenecerá a la polaridad B del quinto período; y si nació el 21 de marzo, a la polaridad B del séptimo período. Los nacidos a la medianoche de la división entre dos períodos, participarán de una mezcla de las condiciones peculiares de uno y otro período. Por ejemplo, el que nació a la medianoche del 15 de octubre tendrá la fecha de su nacimiento en la exacta división entre el cuarto y el quinto período del ciclo. Por lo tanto, para juzgar el carácter interno de este individuo se ha de combinar la polaridad B del quinto período con la polaridad A del sexto. Los períodos y polaridades comienzan y terminan a medianoche. Así, por ejemplo, un individuo nacido a medianoche del 8 de junio pertenecerá al segundo período del

ciclo, pero estará entre las polaridades A y B del período, por lo que participará de las condiciones de ambas. La hora del nacimiento no tiene importancia en este método, salvo cuando se nace a medianoche en los casos citados. Tampoco tiene importancia el lugar del nacimiento, a no ser que se trate de un individuo nacido hace años en Rusia u otros países donde no regía el calendario gregoriano. El año del nacimiento no tiene nada que ver con el método, porque el ciclo es el mismo para todos los años. No conviene indagar el carácter interno de una persona cuya fecha de nacimiento se desconoce, a no ser que sin conocerse exactamente se sepa que ella cae más o menos en el centro del período correspondiente a una polaridad, pues entonces no importan dos o tres días de diferencia. Tal vez los lectores podrían aceptar una pequeña recomendación o consejo que me permito hacerles. Personalmente, agradecería muchísimo a todas aquellas personas que empleen este sistema y que, alguna que otra vez, copien de este libro la descripción de alguna persona y se la den como guía que les sirva de ayuda, agradecería, repito, que al hacer esto no dijeran que esa descripción es un horóscopo, ni ningún otro término semejante que pueda conducir a errores, sino que se trata de una lectura del alma de acuerdo con el ciclo de la vida. Esto establecerá una diferencia entre las descripciones que a veces llaman lecturas de la vida o lectura astrológica, con las cuales no tienen conexión alguna, y con las cuales no debe relacionarse ni aun en la mente de una persona que no conozca ninguno de estos sistemas. El autor de este libro desearía conservar los sistemas aquí descriptos como diferentes de todos los demás, pues han sido

de su uso personal durante muchos años, y ordinariamente veremos que nuestros amigos y conocidos agradecerán el conocimiento o la descripción que les demos SI este procede de un sistema diferente y es el resultado de un método único, libre de toda creencia supersticiosa y de todo principio indeseable para ellos.

XVI DESCRIPCIÓN DE LOS PERÍODOS DEL CICLO DEL ALMA PERÍODO No. 1 Los nacidos entre el 22 de marzo y el 12 de mayo de cualquier año heredan del Cósmico una naturaleza muy elevada y un deseo muy arraigado de alcanzar una alta posición en la estima del público y en el corazón de sus conocidos inmediatos. Estos individuos traen de su encarnación anterior las lecciones y tribulaciones que les han enseñado que es necesario mirar hacia arriba, más allá de las cosas vulgares de la vida, y tener una visión de los ideales más altos como la meta que se ha de alcanzar. También traen a esta vida los recuerdos de haber alcanzado algún puesto notable o posición distinguida en la vida en algún país extranjero y el haber gustado plenamente la copa de la vida, con muchos de sus lujos y cosas hermosas que se encuentran en la existencia terrenal. Por lo tanto, en esta encarnación, sea cual fuere su posición social, racial o financiera, siempre sentirán un impulso interno de tratar de vivir una vida noble o por lo menos por encima de lo común, que les produzca el respeto y tal vez la adoración de la multitud. No hay el simple deseo de adquirir fortuna o lujos materiales, aunque hay inclinación por estas cosas, algo más de lo acostumbrado;

pero el gran deseo, el gran anhelo que mueve a estas personas en su pensamiento y sus planes subjetivos es alcanzar la fama y la aprobación del público. Por esta razón, estas personas tratan de mala gana con las cosas sórdidas y siempre están luchando contra todo lo que es bajo u objetable para el buen gusto y las elevadas normas de la ética. Esto indica que si esas personas comienzan en esta encarnación o comienzan sus lecciones de esta vida en una posición social o financieramente baja, hay una inquietud y un disgusto continuo que los impele hacia adelante y hacia arriba. Ellos sienten siempre la nobleza de su última vida. Ordinariamente se puede confiar en ellos, porque han aprendido en el pasado que el engaño, la falsedad, los manejos escondidos y las prácticas inmorales les impiden hacer el progreso que· desean. Casi siempre su palabra es un compromiso y sus aspiraciones no están llenas de ensueños o vago misticismo, son prácticas, y se adhieren a ellas como a una línea recta de progreso. Hay, naturalmente, la tendencia adquirida en el pasado de querer gobernar o dominar, y por lo tanto de ser los jefes o guías en todo plan, organización o grupo de intereses con que estén relacionados, y obtendrán buen éxito en esos cargos a causa de sus otras cualidades inherentes. Casi siempre son cuidadosos en elegir sus palabras y en el lenguaje que emplean al escribir, y tienen personalidades imponentes cuando se les permite desarrollarse de manera debida, y poseen también facultades dramáticas bien desarrolladas. Tales personas ordinariamente son afables entre sus iguales, tal vez con alguna ligera tendencia a impacientarse con quienes no aspiran a elevarse o con quienes pueden clasificarse, en la mente subconsciente de ellos, como los

bajos siervos de un reinado anterior. A estas personas siempre se las puede mover por medio de sugerencias de suntuosidad y magnificencia y de todo cuanto sea honorable. Tendrán mejor éxito en asuntos o negocios cuando sean gerentes, directores, contralores o vigilantes, alcaldes, gobernadores o cualquier otro alto empleo del gobierno, o cuando tengan posiciones importantes en los tribunales. En posiciones más humildes tendrán éxito como jefes de policía, magistrados de pequeños tribunales o puestos ejecutivos de índole semejante. Tienen excelente preparación y facultades para el estudio de la ley, y en sentido artístico les gustan los metales y el trabajo en metal, no como joyeros, sino como creadores de hermosas y magníficas cosas de metal. En segundo lugar tendrán buenos resultados como diseñadores y creadores de hermosos edificios o en arreglos hermosos de hogar, o como creadores de bellos trajes y artículos de adorno. Las debilidades físicas que han heredado en esta vida son las afecciones del corazón y del cerebro, quizás por exceso de trabajo mental, y tendencia a debilidad de los ojos y a fiebres. Tendrán grandes satisfacciones y recuerdos de cosas familiares del pasado, cuando viajen en países como Caldea, Fenicia, Italia, Sicilia, Suiza y Escocia. Polaridad A. Las personas nacidas en la primera mitad de este período del 22 de marzo al 17 de abril, tendrán más actividad en luchar por abrirse paso hacia la cumbre de sus ambiciones que las que han nacido en la polaridad B. Emplearán todas sus energías vitales y todas sus fuerzas y todo medio físico para adquirir la jefatura y la posición dominante, y serán como guerreros que dominan cualquier situación o cualquier clase de trabajo que tengan. Su

constitución será fogosa y fuerte y su magnetismo personal bien desarrollado, con buenas Voces para hablar y con un estilo impresionante al escribir. Polaridad B. Los nacidos en la segunda mitad de este período, del 17 de abril al 12 de mayo, tendrán mayores tendencias a buscar la meta de sus ambiciones en las bellas artes o en los sitios más refinados y delicados de la vida. Serán más suaves que los de la polaridad A, si se les da la oportunidad de desarrollar sus tendencias inherentes y serán más sutiles, más risueños y más tranquilos en alcanzar el éxito que los de la polaridad A. Sin embargo, hay la misma resolución, con una característica adicional que pudiera llamarse testarudez. Estas personas están relacionadas con el arte, el drama, la música, ya sea como afición o como profesión, si tienen oportunidades de dejar que los guíen sus tendencias naturales. PERÍODO No. 2 Las personas nacidas entre el 13 de mayo y el 3 de julio de cualquier año traen a esta vida procedente del Cósmico y de sus encarnaciones anteriores la memoria de muchas experiencias, tendencias y características especiales que hacen extrañas combinaciones. En primer lugar, traen desde el pasado un arraigado deseo de viajar, de moverse, porque en alguna vida anterior han tenido buenos resultados y felicidad al hacer esto. En esta vida, el persistir en un mismo sitio o en una misma línea de ideas o en una misma afición durante mucho tiempo, resulta monótono para estas personas, y aunque exteriormente traten de asociarse de manera permanente con algún lugar o con algún conjunto de

condiciones, la inquietud interior les hace sentirse mal y les lleva a desear un cambio. En una de sus encarnaciones no solamente han sido personas experimentadas en los viajes, sino también en explorar, investigar y tratar de probar todas las fases de la vida. Todo aquello con que se asocian es delicado, refinado y sentimental. Tienen deseos innatos de tener buenos modales, expresando así caracteres suaves, y el deseo de ser bien recibidos y bien considerados. Hay un deseo Cósmico de buscar novedades y placeres pasajeros de la vida humana que sean substanciales y que, a la vez, tengan alegría y felicidad; pero tienen también otro deseo igualmente fuerte, proveniente de alguna antigua encarnación de cada una de estas personas, y es el de entregarse a veces a las ciencias y a las cosas más prácticas de la vida, y estos dos deseos constituyen una combinación extraña que algunas veces se manifiesta en la vida de estas personas. Son individuos prácticos, económicos, conservadores en muchos sentidos, y, sin embargo, viven siempre en el presente y tienen la tendencia de dejar que el futuro se encargue de sí mismo, a causa de la fe que tienen de que la justa recompensa llegará por sí. Prefieren vivir libres de los cuidados de esta vida, buscando la paz y la quietud cada vez que están preocupados; así, no se dejan llevar con facilidad a discusiones, pleitos y desavenencias. Les gusta dedicar bastante tiempo a la meditación. En muchos asuntos tienen tendencias a ser volubles, o mejor dicho, quienes los juzguen de manera exterior los creerán así, aunque en realidad es esta otra forma de expresión del deseo de cambio y de nuevas experiencias. Son honrados, cuidadosos, moralmente precisos y son limpios de carácter aun cuando pueden ser mal juzgados debido a su

carácter cambiante. Estas personas deben cuidarse de no caer en compañía de quienes sólo buscan los placeres de la carne, porque una vez que estén en este camino descendente se convierten en bebedores y se hacen descuidados y pedigüeños, llegando así a desdeñar las cosas gratas de la vida. En las profesiones u ocupaciones, estos individuos tendrán buenos resultados como viajantes de comercio o personas relacionadas con asuntos comerciales que requieren cambios de lugar, cambios de contrato, con muchas ramas o sucursales e intereses fluctuantes. Hay facultades y habilidades innatas que harán de estas personas excelentes secretarios, dibujantes, artistas, vendedores, actores o actrices, concertistas, reporteros de periódicos o sirvientes de hogares refinados. Una tendencia curiosa de estas personas es la de casarse con personas que les den títulos o que les produzcan cambios de posición en la vida, y muchas veces las mujeres se casan con hombres que las consideran y las tratan como si fueran reinas o condesas, y las adoran continuamente, mientras que los hombres muchas veces se casan con mujeres de fortuna que consideran a sus maridos como reyes del hogar. La debilidad física heredada por estas personas les da tendencia a trastornos de la vejiga, enfermedades reumáticas, toses y catarros. Muchas veces esos catarros o resfriados se manifestarán con perturbaciones del estómago, de los pies o los ojos. Estas personas hallarán placer e interés al viajar por lugares como Flandes, Noruega, Dinamarca, Holanda y Bélgica, donde verán aspectos y condiciones que son para ellos familiares desde el pasado.

Polaridad A. Los de este período, nacidos entre el 13 de mayo y el 8 de junio, tendrán un intelecto muy vivo y la inclinación a entregarse a aquellos asuntos que les permitan el empleo de la mente y los dedos más bien que de los músculos del cuerpo; es decir, mente rápida, lengua viva y manos aptas, les servirán muy bien y muchas veces estarán ocupados en dos cosas, o tendrán dos aficiones e intereses al mismo tiempo, hasta el punto de dar a otras personas la impresión de que son casi duales en su manera de vivir y de expresarse. Deberán hacer todo lo posible para desarrollar el lado intelectual y mental de su vida, debido a sus facultades mentales heredadas. Las personas de esta polaridad se darán a conocer por sus actividades intelectuales y tendrán excelente instrucción y excelente preparación, aun cuando no las hayan adquirido en alguna escuela o academia. Polaridad B. Los nacidos entre el 8 de junio y el 3 de julio son casi siempre personajes descollantes en el mundo intelectual, porque continua· mente se juntan con aquellas industrias o intereses que se ocupan de la instrucción o educación de las bellas artes o de las leyes. Sus posibilidades intelectuales son más reservadas y deben ser descubiertas, y ordinariamente se manifiestan como memorias excelentes, una fina apreciación de los valores del lenguaje, sentido intuitivo que les permite prever y profetizar o por lo menos sentir las cosas que van a pasar antes de que nadie piense en ellas. Algunas veces son algo más estables en sus cambios de localidad física, aunque el amor por los viajes y el cambio de residencia los lleva a mudarse de vez en cuando. Vacilarán más en sus actividades intelectuales y en su lectura y estudio que en su medio ambiente físico. Estas personas pueden servir

como secretarias o socios de negocios en un grado mayor que los de cualquier otro período o polaridad. PERÍODO No. 3 Las personas nacidas entre el 4 de julio y el 24 de agosto de cualquier año traen a esta vida desde el pasado las experiencias de grandes luchas y dificultades que las llevaron a alcanzar algo gracias a su resolución y dominio de sí mismas. Es decir, en este período tenemos a aquellos individuos que son ya, en potencia, posibles dueños de sí mismos y dueños del destino. Tienen una constitución fuerte, una naturaleza fogosa e impetuosa y la voluntad y habilidad de llevar a cabo propósitos contra grandes obstáculos, siempre que haya motivo suficiente y estímulo adecuado. Además de tener esta naturaleza interna, que es parte de la consciencia del alma, su nacimiento durante este período ha permitido que el Cósmico les dé otras facultades y habilidades correlativas, que les permitirán ser audaces, confiados e invencibles al llevar a cabo cualquier gran propósito. Estas personas retarán todo obstáculo que surja en su vida, aun cuando exteriormente no se den cuenta de que han sido movidos a la acción o se les ha despertado su espíritu combativo, gracias a obstáculos que otros hubieran considerado invencibles o tal vez insignificantes, según como fuere su naturaleza. Dicho de otro modo, este tipo de personas puede estimularse y ser llevado hasta la acción con sólo presentarle un obstáculo, y haciéndoles ver que ese obstáculo no ha podido ser salvado por otras personas. Naturalmente, a esos individuos les gusta la lucha y buscan los honores en las contiendas, no solamente por la grandeza que va a producir les sino también por el

dominio. A veces tienen tendencia a vanagloriarse de sus habilidades, y al proceder así demuestran una debilidad que deben dominar. Jamás vacilan en arriesgar su vida o en exponer una parte de su cuerpo o sus mejores intereses para alcanzar algo que ellos creen que estaba destinado a ser dominado por ellos, ya sea en relación con sus propios intereses personales o no. Naturalmente, estas personas, cuando están situadas en la posición debida y están bien preparadas, se convierten en los grandes jefes de movimientos o de empresas que requieren el empleo de una voluntad fuerte, manos fuertes y fuertes principios. Si se les permite escoger su profesión, ordinariamente tendrán mejores resultados como capitanes u oficiales de un ejército o como jefes de grandes movimientos que requieran una jefatura poderosa y dominante. En posiciones de menor importancia, tendrán éxito como cirujanos o químicos y hasta como carpinteros y contratistas. Desde el pasado han heredado una inclinación y un gusto para llevar a cabo pequeñas cosas de carácter intrincado o de índole mecánica, y por lo tanto, muchas veces inventan y tienen buenos resultados en la fabricación de relojes, en diseños eléctricos o en hacer pequeños aparatos mecánicos que sean importantes. Sus debilidades físicas pueden manifestarse en tendencias hacia las enfermedades de la sangre, como carbunclos, eczemas, llagas de la piel; ictericia, etc. También hay tendencia a cálculos de la vesícula biliar y fiebres altas, y estas personas deben tener mucho cuidado en su alimentación, pues les agradará comer alimentos exageradamente sazonados o demasiada carne. Estas personas se sentirán atraídas hacia regiones como

Lombardía, Batavia, el Norte de Francia y París, porque allá recordarán situaciones y condiciones que les son familiares. Polaridad A. Las personas nacidas entre el 4 de julio y el 31 de julio pueden llegar a ser amantes de las aventuras y pueden viajar mucho buscándolas y haciendo cosas en que arriesgan la vida, y por lo tanto son por naturaleza exploradores e investigadores. Si no pueden viajar mucho explorarán aunque sea en los alrededores de su residencia y serán conocidos por su inquieto deseo de profundizar las cosas misteriosas que intrigan a las personas conservadoras que no están tan prontas a arriesgar la vida. Estas personas son buenos jefes de ejército o de las fuerzas navales y muchas veces trabajan en relación con movimientos políticos o de reforma, pues aman las conquistas y pueden conducir a la victoria. Estos individuos llevan una vida doble en más de un sentido, pues tendrán muchas aficiones e intereses y dos ocupaciones principales o dos métodos de utilizar sus facultades naturales. Polaridad B. Los nacidos entre el 31 de julio y el 24 de agosto de este período generalmente logran alcanzar alguna posición que los coloca a la cabeza de alguna gran organización, o en algún alto cargo político equivalente al de gobernador, alcalde, juez o presidente. Por naturaleza tienen algo de realeza en sus hábitos e instintos y aman la pompa y la ceremonia, la primera fila y la adoración y aprobación del público. Ellos viven su vida de acuerdo con estos deseos y, por lo tanto, cuidadosamente se cuidan de sus debilidades y de aquellos hábitos que pudieran poner en peligro las altas posiciones que buscan o que alcanzan, porque han aprendido esta lección en una vida anterior. En cualquier ocupación, ya

sea en el escenario, en obras literarias, en negocios o en asuntos sociales, las personas de esta polaridad son los jefes y los caracteres descollantes, y nunca les satisfacen las posiciones mediocres de la vida. A los niños nacidos en esta polaridad debe dárseles toda clase de educación, instrucción y preparación que les permitan desempeñar altos puestos de manera eficaz y con honor para sí y para sus padres. PERÍODO No. 4 Las personas nacidas en este período, entre el 25 de agosto y el 15 de octubre, traen a esta vida, de una encarnación anterior, altos poderes personales, tendencias a ocupar puestos de jefatura que tengan que ver con la educación, las bellas artes y especialmente el desarrollo de la civilización, así como los mejores intereses del público. Junto con estas características, esas personas han recibido del Cósmico el beneficio adicional de unas facultades maravillosas para el estudio, para alcanzar conocimientos, y una habilidad para expresarse en palabras o por escrito, junto con una memoria muy buena, la habilidad de razonar lógicamente, y la facultad de vivir una vida estética, si se presenta la ocasión. Es difícil conocer a estas personas de manera objetiva, porque sus habilidades y conocimientos intelectuales les permiten ataviarse con el color de su medio ambiente y la habilidad de tratar a otras personas en el nivel de ellos. Podemos encontrar a estos individuos en las posiciones más humildes de la vida, aparentemente ocupados en asuntos de baja clase, y sin embargo, descubriremos al tratados que están verdaderamente bien preparados para posiciones más altas y mejores que las actuales. Por otra parte, podemos hallar a estos individuos en

las posiciones más altas del mundo literario, o a la cabeza de instituciones educacionales, donde se ocupan más del progreso de la humanidad que del progreso propio. El ritmo cósmico ha creado en ellos un deseo natural de aprender y de investigar, y les gustan los misterios, ya sea en libros o en la vida real. Estas personas tienen también la tendencia de apreciar el poder de las palabras y los aspectos valiosos de la ley y del conocimiento científico. Tienen tendencia a investigar en lo oculto, y también en la sabiduría secreta y arcana de todos los tiempos, lo mismo que en la filosofía y en la religión, pero en este último sentido su tendencia es hacia lo que no sea sectario y a la formación de la hermandad y el amor universales. Estas personas son muy capaces en los negocios y pueden ser excelentes comerciantes por la habilidad que tienen de leer la naturaleza humana y de comprender los deseos de los demás. Por esta razón pueden ser buenos vendedores o buenos instructores de vendedores, y pueden triunfar al escribir o preparar avisos y propaganda. La habilidad que tienen de razonar lógicamente y de expresar sus ideas con argumentos lógicos los califica para muchas posiciones donde pueda emplearse esta habilidad natural. Muchas veces sus facultades los llevan a la política donde tienen buenos resultados, pero no tanto como podrían tener en alguna profesión verdaderamente humanitaria. Estas personas ordinariamente han adquirido bastante progreso en la iluminación oculta y metafísica en una encarnación anterior, y muchas veces fueron en otro tiempo adeptos de alguna de las hermandades arcanas, muchas veces de la Orden Rosacruz. Hay algo en el desarrollo de su alma y en su desarrollo espiritual que los hace verdaderamente grandes maestros en

su interior, y están intranquilos e insatisfechos hasta que entran en contacto en esta encarnación con el punto o sitio del progreso de su alma a donde habían llegado en la encarnación anterior. Estas personas deben ser guiadas hacia el trabajo Rosacruz o hacia un curso semejante de estudios y desarrollo desde edad temprana, porque ese será el comienzo de otra fase de rápido progreso y desarrollo para ellos. El honor, la templanza y el idealismo místico, acompañados por una imaginación casi siempre maravillosa, son la clave del verdadero carácter interior de estos individuos. Muchas veces los hallamos ocupados en la presente encarnación como trabajadores literarios, matemáticos, secretarios, escritores, escultores, poe­tas, oradores, maestros de escuela, profesores universi­tarios, banqueros, sacerdotes o embajadores. Las debilidades físicas que tienen, que son tendencias sutiles físicas de su naturaleza, generalmente se expresan en forma de vértigos, mareos de la cabeza, fatiga cerebral, acompañada a veces por una ligera tartamudez o imperfección de palabra, debido al rápido pensamiento y a la tentativa para expresarlo rápidamente. Puede también haber alguna tendencia hacia la ronquera, tos seca o catarros en la cabeza. Estas personas hallarán gran felicidad y alegría al visitar sitios como Flandes, Egipto, la India, y, sobre todo, la parte meridional de Francia. Polaridad A. Las personas nacidas en esta polaridad, entre el 25 de agosto y el 20 de septiembre, ordinariamente son luminarias del mundo intelectual y educacional. Las mujeres de este período más que los hombres, frecuentemente llegan a ser maestras de música, de bellas artes, o en un sentido más humilde, creadoras de trajes o trabajadoras de finas costuras y otras artes y oficios que requieren habilidad manual. Por otra

parte, los hombres de este período tienen tendencia natural hacia las cosas espirituales de la vida y pueden llegar a ser excelentes sacerdotes y maestros de moral, filosofía, ética, si pueden expresarse libremente y fuera de las limitaciones sectarias. Las personas de esta polaridad generalmente son amables, de buen carácter, de buenas maneras, cultas y con inclinaciones artísticas y musicales. Pero esta polaridad da también gran fortaleza de carácter y magnetismo dominador que las hace aptas para ser médicos y cirujanos, o jueces y magistrados. Los niños nacidos en esta polaridad deben ser guiados muy cuidadosamente, porque la imaginación está muy desarrollada y esto puede crearles ideas imaginarias que parecen verdad, y pueden así caer en la mala costumbre de mentir. También se les debe guardar contra la inquietud del carácter, que siempre busca cosas extrañas y raras en la vida, ignorando lo práctico. El exceso de estudio en estos niños debe ser evitado, porque su organismo nervioso y mental no puede soportar el esfuerzo durante la infancia y la primera juventud. Polaridad B. Las personas nacidas en esta polaridad, entre el 20 de septiembre y el 15 de octubre, son muy especialmente aptas para emplear sus habilidades mentales y su razonamiento lógico al tomar resoluciones y al llegar a conclusiones razonables. Tienen bien equilibradas todas sus facultades y un gran deseo de equilibrar todos sus pensamientos y todo su conocimiento; al examinar la evidencia o las declaraciones acerca de cualquier asunto, o de cualquier discusión, buscan indudablemente el equilibrio y desean establecer la igualdad en todas las cosas. Su tendencia en la vida es la de ser más o menos estéticos, con gran amor

por lo que es bello, lujoso, agradable y cómodo en la vida. Ordinariamente ayudan o favorecen las artes y la música, lo mismo que el drama, y pueden ser buenos artistas y escritores, especialmente de narraciones agradables y fantásticas que tienen sanos principios morales. Estas personas rara vez se enredan, rara vez se incomodan, y atraviesan la vida con una tranquilidad y suavidad que es gran ayuda para los demás, lo mismo que para sí mismas. Por lo tanto, deben ocupar posiciones que les permitan mantener dentro de ciertos límites cualesquiera condiciones, o dirigir la vida de los niños y de los jóvenes por senderos de paz, armonía y belleza. PERÍODO No. 5 Las personas nacidas en este período, entre el 16 de octubre y el 6 de diciembre, casi siempre alcanzan gran éxito y fama en su ocupación especial, aun cuando este éxito no siempre se mida con normas mundanas o de manera financiera. Estas personas han traído de la encarnación pasada una lección que han aprendido bien y que es la clase de su naturaleza interna y secreta, y es que en la medida en que uno da y trabaja por los demás, así obtiene uno resultados en la vida. Por lo tanto, estas personas son fundamentalmente generosas, de buen carácter, amables y muchas veces libres en sus acciones y en su vida hasta el punto de que su propio progreso les parece nada desde el punto de vista material, y por esta razón muchas veces se les juzga mal, como si fueran fracasos en la vida. Por otra parte, logran adquirir un caudal considerable de conocimientos, mucha cultura y buenas maneras, bastante felicidad y placer, y con todo, se sienten satisfechas y cómodas con su suerte en la vida, aunque pueda

ser en una posición humilde o en pobres circunstancias. En toda crisis el Cósmico viene en su ayuda y produce estados satisfactorios. Esto, sin embargo, no les impide buscar cosas mayores y mayor abundancia de los dones de la vida. Tienen inclinaciones filosóficas debido a las lecciones que han aprendido cada mañana por la vida que tienen, sin quejarse, siempre que tengan siquiera la menor de las bendiciones mundanas, porque comprenden que tienen en su conocimiento y en sus poderes místicos un don mayor que la mayoría de los demás seres humanos, y por esto se sienten eternamente agradecidos. Estas personas también traen a esta vida desde el Cósmico, debido a las vibraciones del período en que nacieron, una naturaleza filosófica poco común, acompañada por la habilidad de aprender idiomas y de comprender las leyes espirituales y naturales del universo, hasta un grado inusitado. Esto les hace fácil adquirir y dominar los principios de la armonía en el arte, la música, la literatura y hasta en la química. Por lo tanto, son capaces de expresarse de muchas maneras diferentes y por eso estas personas están verdaderamente capacitadas para tener más aficiones y distracciones en la vida que los nacidos en cualquier otro período. Cada vez que buscan el descanso o un cambio en la ocupación, pueden ocuparse de música, de mecánica, de arte o de ciencias, y entregarse a cualquiera de estas cosas hasta un grado que casi raya en la especialidad profesional. Por esta razón pueden tener varias ocupaciones en su juventud y cambiarlas muchas veces al correr de la vida. Finalmente se establecen en posiciones donde puedan emplearse sus habilidades complejas una a una, por semanas y meses, y por lo tanto llegan a tener puestos únicos que otras personas no

pueden desempeñar. Fundamentalmente, tienen gran amor por los animales, por los deportes al aire libre y por la naturaleza. Son individuos francos, honestos, abiertos y alegres, deploran el engaño y los manejos clandestinos. Han traído a esta vida un alto grado de desarrollo místico y de entonamiento religioso y espiritual, y muchas veces caen en estados profundos de meditación espiritual que otras personas pueden considerar como melancolía. Parece que sintieran los sufrimientos del mundo, lo mismo que los placeres del mundo. Estas personas pueden ser excelentes directores de organizaciones, donde se ocupen de cosas y planes amplios de importancia nacional o internacional, más bien que con pequeños detalles administrativos o ejecutivos. Son personas capaces de hacer grandes planes y de llevarlos a cabo con buenos resultados y por esta razón pueden entrar en la profesión de anunciadores, escribiendo y planeando campañas de propaganda, organización de sistemas de venta o la dirección y el manejo de escuelas, colegios y universidades. Sin embargo, en los métodos comerciales, su generosidad, caridad y carácter liberal no les produce fortuna personal, ni les ayuda a los fines monetarios de sus planes, pero en todo otro sentido les trae buenos resultados que a la larga conducen al éxito financiero. Con mayor frecuencia hallaremos a estas personas ocupando cargos de jueces, senadores, abogados, sacerdotes, doctores de la ley, profesores de universidades, directores de periódicos o de revistas, o jefes de tiendas que venden antigüedades o que se ocupan de las cosas arcanas y místicas de la vida. Con respecto a debilidades físicas, la más común es la relacionada con la inflamación de diversas partes del cuerpo debido a resfríos o a exceso de trabajo,

acompañados de estados especiales de la sangre debido al exceso de comida o a la irregularidad en la alimentación, o a comer manjares demasiado ricos. Estados que se hallan con frecuencia entre esta gente son las enfermedades de la piel, reuma­tismo, apoplejía y angina. Estas personas tendrán grandes alegrías cuando viajen o visiten Babilonia, Persia, Egipto, Palestina y lugares extraños del Oriente, donde hallarán cosas que les son antiguamente familiares, especialmente en Egipto, China y Japón. Polaridad A. Las personas nacidas en esta polaridad, entre el 16 de octubre y el 11 de noviembre, son muy agresivas en sus asuntos porque tienen una naturaleza llena de resolución y energía y no se remontan por los mismos canales que lo hacen los de la polaridad B, porque los de la polaridad A tienen el sentimiento de que deben luchar para abrirse paso en la vida y que deben estar siempre buscando algo para no retroceder hasta una posición mediocre. La agresividad de una persona de esta polaridad la lleva a posiciones únicas y la hace descollar en su habilidad para llevar a cabo cosas difíciles. Estos individuos tienen tendencias a padecer accidentes y retardos debido a su acometividad, y se hallarán mejor preparados para posiciones o cargos relacionados con el gobierno, o como abogados que se ocupan diariamente de litigios y discusiones, y que luchan por ciertos principios, con bastante buenos resultados. Polaridad B. Los que han nacido en esta polaridad, entre el 11 de noviembre y el 6 de diciembre, son casi opuestos a los que han nacido en la polaridad A, con respecto a la agresividad. El espíritu belicoso de su naturaleza está muy dominado y prefieren apartarse de pleitos y discusiones antes

que tomar parte en ellos. Creen que todo se ajustará finalmente, sin luchas y de manera apropiada y conveniente. Son más felices, alegres y libres en su vida que los de la polaridad A, y aunque no buscan posiciones o trabajos o problemas que requieran grandes esfuerzos físicos, les gusta ocuparse de problemas que precisan comprensión mística o dominio intelectual a la vez que un razonamiento lógico y cuidadoso, para llegar a la solución. Estas personas son amigos de confianza, muchas veces son jefes de movimientos humanitarios y se ocupan más de ayudar a los demás que de ayudarse a sí mismas. Les gustan las cosas agradables de la vida, pero tienen siempre una inclinación a buscar sitios apartados, secretos, para reunirse con personas humildes o de clase baja y tratar de ayudarlos. Por otra parte, esas personas viven una vida noble y franca, y constantemente tratan de elevarse a las mayores alturas místicas para ponerse en armonía espiritual con las fuerzas más altas del universo. Ordinariamente se encuentran en esta polaridad los grandes maestros, los grandes adeptos y aquellos que están listos para las formas superiores de la iniciación mística. PERÍODO No. 6 Los nacidos en este período, entre el 7 de diciembre y el 27 de enero, tienen consigo desde la encarnación anterior un don o bendición que han ganado a fuerza de sufrimientos y de muchas tribulaciones y dolores. Este don es como una re compensa y da a esas personas la felicidad, la alegría y el gozo en las cosas gratas de la vida que no han tenido antes, pero que hubieran tenido una oportunidad de gozar, y bien o la descartaron o apartaron en alguna encarnación anterior y

tuvieron que abstenerse de ella por mucho tiempo para aprender grandes lecciones. Sin embargo, el nacer en este período trae la bendición y el don de alcanzar los propósitos, la paz y la armonía con las cosas agradables, alegres y amables de la vida humana. Sin embargo, según usen de estos placeres en esta encarnación, así determinarán para sí mismos el destino de su próxima encarnación y si abusan del don que tienen esta vez o lo desechan de alguna manera, les será negado al terminar esta encarnación y en la próxima. Para realizar esta bendición, las vibraciones cósmicas de este período les han dado ciertas facultades y funciones que, si se las desarrolla y aplica debidamente, les producirán alegría y felicidad. Así estas personas tienen inclinación natural por la música, por la alegría, las diversiones, el canto; tienen voz agradable, carácter simpático y les gusta el aspecto grato de la vida. Hay una aversión innata en esta encarnación para todo lo que sea sórdido o engañoso, y la virtud y el honor son impulsos constantes de su ser interior actual. Por esta razón, estas personas no tienen tendencias hacia los pleitos, las disensiones ni los vicios de ninguna clase. Temprano en la infancia y durante toda la vida mostrarán una tendencia hacia la limpieza en las costumbres y la limpieza en la salud y hasta una actitud conservadora hacia todos los goces. Esto hace de muchas personas nacidas en este período personas de temperamento estético, y podemos reconocerlas fácilmente, a la mayoría, por su apariencia física, pues parecen ser de temperamento mental y lo que podría llamarse tipo artístico musical. Rara vez son muy robustas de contextura, de salud verdaderamente robusta. Naturalmente, tienden a ser músicos, artistas, escultores, actores y actrices, dibujantes o maestros

de estas artes y profesiones. Los hombres pueden ser excelentes joyeros, si no se entregan a la música, el arte o el drama, o a traficar en sedas y telas finas, bordados y cosas de esta clase; pues aunque puedan entregarse a estos negocios por el dinero que en ellos puedan obtener, la verdadera razón instintiva se encuentra en el deseo que tienen de estar rodeados de telas finas y de creaciones artísticas. Por la misma razón pueden ocuparse de la fabricación y venta de perfumes o de obras de arte, y pueden ser grabadores o comerciantes de aquellas cosas que sirven de adorno personal o de decoración del hogar. Estas personas necesitan simpatía y comprensión si es que uno ha de conocerlas bien, y nunca deben forzarse a líneas mercantiles que traten de mecánicas o ma­quinarias pesadas o de ocupaciones burdas y musculares. Fácilmente se asustan y se preocupan y cuando niños y jóvenes nunca deben estar donde haya grandes perturbaciones y falta de paz y quietud. Llevar a estas gentes a la guerra o al tráfago de Wall Street, o a condiciones semejantes, es forzarlas a una temprana aniquilación de sus mejores facul­tades y habilidades y producir un colapso gradual del organismo que lleve a un tránsito prematuro. Estas personas realmente son las que hacen la alegría de la vida y casi siempre son de carácter dulce y suave, digno de amarse e idealizarse. Como debilidades físicas, ordinariamente sufren de nerviosidad, debido al excesivo estudio o al medio ambiente desagradable, y muchas veces también a la supresión de funciones naturales a causa de opiniones morales extremistas. En realidad, este punto de vista moral puede inducir a algunas de ellas a abstenerse del matrimonio hasta muy tarde en la vida, y esta represión produce un

debilitamiento del organismo. La mayor parte de sus sufrimientos físicos estará en aquellas partes del cuerpo situadas en el abdomen, especialmente la vejiga, los riñones e intestinos. Estas personas tendrán gran placer y satisfacción al viajar por Arabia, partes de Austria, especialmente cerca de Viena, la Costa del Mediterráneo, Inglaterra y los Estados de la Nueva Inglaterra de América. Polaridad A. Las personas nacidas en esta polaridad, entre el 7 de diciembre y el 2 de enero son un poquito más serias en la vida que las de la polaridad B, porque generalmente tienen la tendencia de querer enseñar y promulgar sus ideas estéticas y contribuir a establecer estas cosas en su propia nación o comunidad. Por esta razón se asocian con movimientos de reforma o educacionales que promulguen alguna filosofía o ética. Muchas veces estos individuos llegan a ser críticos de arte, del drama y de la música, porque su deseo es separar en la vida lo malo de lo bueno, y hasta en lo que parece perfecto para los demás ellos ven faltas y pueden analizar de manera constructiva y señalar los errores que otros no ven. Por esta razón, hallamos a los individuos de esta polaridad ocupando puestos muy definidos, generalmente como críticos o maestros de alguna clase especial y hasta como jueces de concursos, lectores de diarios y revistas, donde puedan juzgar los asuntos que se les sometan. Su mente analítica les permite llevar a cabo un gran bien para la humanidad y especialmente en las artes y las ciencias, donde tienen mejores resultados como expertos analíticos que como verdaderos fomentadores de cualquiera de los principios de las ciencias y artes. Polaridad B. Las personas nacidas entre el 2 de enero y el 27 de enero son críticas en extremo, y aunque no permitan

que esa crítica se aplique en beneficio de los demás (porque vacilan en darse a conocer como reformadores o en que se les señale como críticos de cualquier clase), llegan a ser, sin embargo, críticos de su propia vida y de sus propias acciones. Esto les produce bastante inquietud y muchas veces llegan a ser el tipo que llamamos acuariano. Es decir, muchas veces cambian sus opiniones y sus acciones de manera impulsiva y precipitada debido a una impresión súbita o a una actitud crítica súbita y, después de realizado el acto o habladas las palabras, analizan y critican nuevamente sus acciones y se preguntan por qué hicieron o dijeron las cosas que han sucedido. Estas personas también son a veces anticuarios y les gusta entrar a las tiendas de libros usados, a los museos y sitios donde se hacen investigaciones, porque hallan gozo y felicidad en analizar y criticar, examinar y estudiar las cosas poco comunes de la vida. Son admirables amigos y saben recibir y entretener a la gente, porque pueden hablar bien y largo acerca de experiencias y cosas poco comunes que han presenciado o gozado en esta vida, y tienen la habilidad de idear historias, cuadros y situaciones imaginarias, que les permite llegar a ser excelentes autores de comedias, dramas o escenarios. Estas personas gozan de la vida de una manera especial, entregándose a sus formas especiales de placer, y muchas veces se las considera bohemias, extrañas o excéntricas. Sin embargo, nunca se las acusa de ser desequilibradas en su órgano mental, ni de ser irracionales en ningún sentido. Estos individuos son amados por un gran número de amigos, y en todas las reuniones distan mucho de ser indeseables o adornos de pared. Muchas veces atraen a sí algún excelente compañero en la vida, ya sea en el

matrimonio o en los negocios, y son uno de los tipos verdaderamente importantes entre los que forman la índole completa de la humanidad. PERÍODO No. 7 Las personas nacidas en este período, entre el 28 de enero y el 21 de marzo, traen desde sus vidas anteriores la necesidad de llevar a cabo trabajos muy serios e importantes relacionados con la evolución de la humanidad. Han adquirido en su vida, debido a sus propias acciones en la encarnación anterior, la necesidad de aprender, primero, los aspectos serios de la vida, y segundo, enseñar estas cosas a los demás con el ejemplo de su propia vida y también con la instrucción formal. Estas personas son ordinariamente aquellas que han pasado ya por muchas encarnaciones y que están altamente evolucionadas y experimentadas en las lecciones que hay que aprender de las experiencias que la vida da, en muchas tierras extranjeras. Por esta razón, muy temprano en la vida, estas personas, cuando niños y aun en brazos de la nodriza, parecen viejas almas y se las considera mayores de lo que son sus años. También han heredado del Cósmico el don y la habilidad de recordar mucho de la instrucción recibida en el pasado y muchas de las experiencias que han tenido en la vida, junto con la facultad adicional de sistematizar sus conocimientos y de adquirir fácilmente nuevos conocimientos y relacionarlos con los que ya están conservados en su consciencia anterior. Por lo tanto, no nos sorprende hallar en las personas de este período una imaginación sumamente profunda, que parece ser profética y capaz de imaginar cosas que ocurrieron en una remota antigüedad o que puedan ocurrir

en lo futuro. También tienen la habilidad de discutir, de explicar lógicamente y de presentar sus pensamientos o imágenes de manera sistemática. Sin embargo, son reservados en todas sus acciones. Constantemente dan la impresión de ser individuos que creen que se les está observando y analizando, por lo tanto, deben estar en guardia en relación con cada pensamiento y acto. Al juzgar son severos, porque son estrictos y cuidadosos. A diferencia de los del quinto período, no permiten que su corazón influya en su juicio. Para estas personas la ley es la ley, y es al mismo tiempo misericordiosa y justa, y no deben permitirse excepciones ni variaciones en la ley a causa del sentimiento. Por lo tanto, siendo justos y severos generalmente se les honra y respeta mucho, y rara vez se les acusa de ser demasiado severos o estrictos de manera poco equitativa. Estas personas creen que las grandes cosas de la vida se alcanzan por medio del estudio y del cuidadoso desarrollo y ordenación de lo que se ha adquirido. Son extremadamente sistemáticos y aprovechan cada principio de la ley natural y de las leyes del hombre para obtener las cosas que quieren en la vida y para proteger lo que tienen. No son mercenarios, pero por otra parte tampoco son demasiado generosos. Son, por supuesto, naturalmente honrados y más severos con respecto a la exactitud de sus declaraciones y a la precisión de las cosas, que los nacidos en cualquiera de los otros períodos. Por estas razones, estas personas pueden ser excelentes jueces, magistrados o jefes de grandes empresas y organizaciones comerciales. Sin embargo, es raro que cuando están en circunstancias moderadas o cuando han nacido en posición mediocre muchas veces se emplean en actividades relacionadas con tuberías, albañilería, construcciones,

jardinería, tintorería, trabajos de imprenta o en cualquier otro oficio o empleo de los que ordinariamente poseen sindicatos, o salarios fijos. Si estas personas supieran que su deseo innato de exactitud, precisión y veracidad podría llevarlos a ocupaciones más altas, como magistrados y jueces, buscarían la instrucción y la educación necesaria para ocupar esos puestos, temprano en la vida, y tendrían verdaderos triunfos. Por otra parte, la firme creencia que tienen de que los beneficios de la vida y las cosas necesarias de la existencia sólo pueden adquirirse lentamente y laborando cuidadosamente para ello, los dirige a ocupaciones bien establecidas y fundadas protegidas por las legislaciones especiales, por decretos gubernamentales, y que a la vez sean ocupaciones que fluctúan poco en lo que respecta a las horas de trabajo o a los salarios. Así ellos perturban su propio progreso por una falta de comprensión de los principios de la vida. Muchos de estos individuos también se hacen frailes, monjes o miembros de cuerpos y organizaciones monásticas y viven existencias recluidas donde pueden trabajar a su manera sistemática para obtener en su vida lo que ellos creen que está bien. Las enfermedades que les son naturales debido a las vibraciones de su período son impedimentos del oído, los dientes o los ojos, a veces dificultades en el habla, y males provenientes de catarro o resfríos, como tuberculosis y a veces pulmonía. Por otra parte, su excelente constitución les permite llegar a edad muy avanzada, y sólo sufren de ictericia o hidropesía, y alguna que otra vez alguna ligera parálisis o apoplejía. Estas personas rara vez se enferman antes de ser avanzadas en años, y pueden luchar contra muchos males que atacan a otros. Hallarán gran placer cuando viajen por

Turquía, los Estados Balcánicos, España, partes de África y Sud América. Polaridad A. Las personas nacidas en esta polaridad, entre el 28 de enero y el 23 de febrero, muchas veces se entregan a ocupaciones no muy comunes, como expertos químicos, criminólogos, investigadores, exploradores o bien hacen trabajos de investigaciones de historia antigua, arqueología, geología y asuntos semejantes. Fácilmente se les clasifica como indicados para un solo asunto, o tal vez dos, en la vida. Casi siempre visten de manera moderada, y dan la impresión de ser mayores de lo que realmente son, tienen suma reserva, tendencia hacia lo ortodoxo y la devoción religiosa, se preocupan poco por las alegrías de la vida y rara vez apoyan lo que sea frívolo o transitorio. Son trabajadores diligentes, coherentes, fidedignos, cuidadosos, y muchas veces permanecen empleados en el mismo puesto o en la misma línea de actividades durante la vida entera. A estas personas se las conoce como la sal de la tierra, y son maravillosos amigos para quienes pueden hacer contacto con ellos debajo de la superficie y ganarse su estima. Tienen el deseo de reformar el mundo en ciertos aspectos, pero estas personas tienen la suficiente comprensión y coherencia para adoptar ellos mismos la reforma y vivir una vida que sirva de ejemplo. Polaridad B. Las personas nacidas entre el 23 de febrero y el 21 de marzo son bastante opuestas a las de la polaridad A, porque no son tan serias ante la vida y buscan algún placer y alguna felicidad por vía de descanso y reacciones de estudios y ocupaciones más serios. Las personas de esta polaridad tienen una tendencia poco común hacia el misticismo, el ocultismo y las cosas misteriosas del universo y de la

naturaleza. Las personas de esta polaridad parecen adquirir más fortuna en sentido material que las de la polaridad A, y muchas veces alcanzan bastante fama en sus campos especiales de actividades. Sin embargo, son duales en su naturaleza y son capaces de vivir una vida doble, en el sentido de que exteriormente pueden ser jefes de alguna gran organización, o atender al público con una apariencia risueña y feliz, mientras que en su casa, en la intimidad de su reclusión, pueden ser quietos, reservados y más interesados en las cosas profundas y serias de la vida, de lo que uno pudiera imaginarse. Estos individuos tienen gran poder magnético, que pueden ejercer fácilmente en los demás y tienen la tendencia de leer con facilidad la mente de otras personas y de proyectar su consciencia en el espacio y sentir allí los pensamientos y acciones de otras personas. A estas personas también les gusta estar cerca del agua y aman los viajes largos, más con el propósito de estudiar la naturaleza humana o de estudiar la historia y las condiciones de un país o lugar que por placer, aunque gozan al estar cerca del agua y en las ciudades que están cerca de ella.

XVII LOS CICLOS DE LA REENCARNACIÓN Así como cada año de nuestra vida es un nuevo ciclo y cada uno de estos ciclos se divide en períodos de adelanto y desenvolvimiento, con períodos intermitentes de acción y reacción, y así como el ciclo mayor de la vida se divide en períodos de siete años, durante los cuales progresa el hombre desde un ser puramente físico a un ser espiritual más o menos perfecto, así nuestra existencia total en este universo está dividida en largos períodos de aproximadamente 144 años, que constituyen el ciclo máximo de las encarnaciones. Así como el lector puede hallarse hoy en el sexto período del ciclo de su vida terrena en esta encarnación y en el cuarto período de su ciclo anual, así puede hallarse en el octavo o décimo o quincuagésimo o centésimo período del ciclo máximo de encarnaciones. Creamos o no la doctrina de la evolución de la especie humana, es indudable que el hombre ha ido evolucionando desde su aparición como hombre; es decir, que el hombre como HOMBRE tuvo principio, ya fuese por creación singular, según afirma la ortodoxia de varias religiones, o bien haya sido la culminación del desenvolvimiento de las especies anteriores. Pero desde la aparición del hombre como criatura

suprema del reino de Dios, ha ido evolucionando y proseguirá indefinidamente su evolución, la que podemos comparar con la elaboración de un libro. El crítico materialista dirá que un libro con su artística encuadernación, pulcra tipografía, espléndidas ilustraciones, letra de oro y cantos dorados fue en su tiempo una masa de pasta de algodón, hebras de seda y minerales cristalizados. Podrá decir también con verdad que el libro tan hermosamente admirado procede de materiales menores y tuvo principio en los elementos de la vida mineral, vegetal y animal. Pero el místico y el filósofo replicarían que el libro no fue tal libro hasta que una mano hábil guiada por una mente magistral, reunió dichos elementos, cuya naturaleza transmutó por medio de nuevas combinaciones y produjo el LIBRO que anteriormente no existía ni siquiera en forma primitiva. De esta suerte, el místico no se preocupa por los cambios que la evolución de los elementos terrestres pueda haber efectuado en el proceso preparatorio de la construcción física del cuerpo humano, sino que se ocupa ante todo de la creación del hombre al infundirse la suprema consciencia de Dios en una forma física de lo que resultó súbitamente una nueva criatura, un nuevo ser, una nueva manifestación del poder de la Divinidad, llamada hombre. Desde la creación del hombre en adelante, la evolución de su cuerpo físico resulta secundaria respecto a la más importante evolución de su alma. Es indudable que la forma física del hombre actual aventaja en mucho a la del hombre primitivo, y también es indudable que evolucionó de una forma humana inferior hasta su estado actual que no es en modo alguno perfecto. El hombre contribuye tanto como Dios a la evolución de su cuerpo físico,

porque al modificar y renovar el hombre su medio ambiente, repercuten la modificación y la renovación en su desenvolvimiento físico y mental y adelanta su evolución ascendente en la tierra. La evolución espiritual del hombre proviene de su contacto con las experiencias, tribulaciones, pruebas y lecciones de la vida terrena, así como de su contacto con la divina consciencia universal de la Mente Cósmica de Dios. Los místicos y los estudiantes devotos de religión de todos los países, que suman más de las tres cuartas partes de la población del globo, reconocen que el alma humana no puede evolucionar hasta la perfección durante el corto período de una sola vida terrena, como no sería posible que evolucionara todo cuanto ha de evolucionar durante un ciclo de ella, si sólo aprovechara el primer período de siete años. Si consideramos el ciclo de la vida terrena y vemos que cada siete años progresa el hombre física, mental y espiritualmente, comprenderemos cuán distinto sería el adelanto si sólo viviéramos desde el nacimiento hasta los siete años. Desde luego que muy admirable progreso se nota en cuerpo, mente y alma durante este primer período del ciclo de la vida terrena; pero consideremos también el progreso todavía más admirable que se realiza durante el período de siete a catorce años y durante los sucesivos del ciclo. Si al estudiar la evolución del ciclo del alma, consideramos la existencia de un cuerpo físico aquí en la tierra como un período de dicho ciclo, veremos que cada encarnación en cuerpo físico es análoga a un período de siete años en el ciclo de la vida terrena. Únicamente podemos evolucionar por medio de progresivas y continuadas·

experiencias. Si sólo viviéramos en la tierra un período, aunque durase tres, cuatro o cinco siglos, no bastaría para que cada alma aprendiera todo cuanto debe aprender, sufriera todo cuanto ha de sufrir, dominara todo cuanto ha de dominar y lograra todo lo necesario para la perfección, que constituye la finalidad racional de nuestra existencia. Muy a menudo, al ver a un muchacho de aptitudes extraordinarias y vivo ingenio, preguntamos: ¿Qué edad tiene? Deseamos saber si está en el segundo o tercer período del ciclo de su vida terrena, si está entre los siete y catorce o los catorce y veintiún años, con objeto de comprender la razón del extraordinario desenvolvimiento mental o espiritual que observamos en aquel muchacho. Por lo tanto, ¿no es lógico que al ver a un hombre profundamente conocedor de las leyes místicas y naturales del universo, preguntemos en qué encarnación puede estar? La pregunta indaga si aquel individuo está en el tercero, cuarto, vigésimo, quincuagésimo o centésimo período del ciclo máximo de encarnaciones. N o tenemos medios de responder, pero formulamos la pregunta con un sentimiento de admiración. A veces notamos en algunos jóvenes el aspecto, el equilibrio, el carácter, aquel algo que responde por nosotros diciendo: "Es una alma vieja". ¿De dónde procede esta percepción universal de que unos han vivido más tiempo que otros? Esto no es un alegato en favor de la doctrina de la reencarnación que no necesita mi defensa, ni estas páginas son lugar adecuado para exponerlas o aducir alguno de los mil argumentos que la substancian. Mi único propósito es suscitar preguntas en la mente del lector de modo que pensando la respuesta llegue a conclusiones valiosas.

Hace pocos años, la simple alusión a una idea relacionada con la doctrina de la reencarnación provocaba sonrisas burlonas y comentarios chuscos. Hoy día, clérigos de varias denominaciones religiosas, escritores eminentes, filósofos, publicistas, médicos y sabios comentan libremente la doctrina de la reencarnación y reconocen que es la única explicación justa, lógica, sana, racional y misericordiosa de las diferencias, desigualdades, iniquidades, pruebas, angustias, goces, alegrías, dichas o infortunios de los seres humanos. La doctrina de la reencarnación fue en un tiempo el principio fundamental del cristianismo; pero la rechazaron arbitrariamente los incapaces de comprenderla, y hoy día la religión cristiana es la única que no admite y tergiversa la doctrina de la reencarnación. Afortunadamente los jefes importantes de la Iglesia cristiana están reviviendo la doctrina de la reencarnación, según van comprendiendo mejor sus principios. Lo importante en nuestro caso es tener en cuenta que la doctrina de la reencarnación nos presenta el ciclo máximo de la vida, que sirve de norma y del cual derivan todos los demás ciclos. Si no se comprende el ciclo de las encarnaciones, resultan incomprensibles todo los demás ciclos; y cabe decir que sin la comprensión de la verdadera naturaleza de nuestra existencia ontológica, no es posible comprender nada de cuanto atañe a nuestra vida en la tierra ni a nuestra existencia espiritual en el universo. Por lo tanto, el lector hará bien en reflexionar sobre lo expuesto en este libro y desechando todo prejuicio y partidismo, apartarse de las tinieblas de la incredulidad y del error y considerar las verdades superiores ofrecidas por los

místicos y los estudiantes de las verdaderas leyes espirituales. Conviene leer libros que den mejor comprensión de las relaciones entre Dios, el universo y el hombre. Cada cual ha de descubrir el lugar que ocupa en su vida y en la de sus semejantes. Ha de indagar cuáles son sus facultades y derrumbar la valla de las limitaciones que levantaron los credos y doctrinas elaborados por los hombres. Ha de explayar su consciencia hasta armonizarla con lo infinito, en que toda verdad, toda ley, todo principio invita al racionalismo del alma y a la sabiduría de la Mente Divina infundida en el hombre, a fin de que se acreciente el grado de dominio y soberanía que cada cual posea sobre sí mismo. En nuestro interior y en torno nuestro están los campos de exploración siempre abiertos a tal actitud de la mente. Y mientras profundicemos los misterios de nuestra profesión y de nuestros asuntos económicos y sociales, no desdeñemos profundizar también los misterios de nuestra vida interna, de nuestro verdadero ser.

Una explicación necesaria LA ORDEN ROSACRUZ ADVERTENCIA IMPORTANTE Los editores de este libro desean advertir al lector que ni los editores, ni el autor del libro pueden hacerse cargo de calcular los ciclos personales o los períodos individuales de ninguna persona ni de ningún negocio de que pueda ocuparse el lector de este libro. El sistema aquí enunciado ha sido probado durante muchos años antes de promulgarse en forma de libro y las instrucciones aquí contenidas son suficientes para permitir que cualquier hombre o mujer aplique gradualmente el siso tema con buenos resultados, y obtenga los mayores beneficios gracias a su aplicación. Por lo tanto, la venta de este libro no implica el compromiso o el privilegio de correspondencia personal ni de ayuda personal para calcular o estudiar los problemas individuales, y aunque los editores agradecerán los comentarios y sugerencias para la mejora de este libro en sus ediciones futuras, no podrán, sin embargo, contestar cartas personales en que se pida ayuda en relación con los problemas mercantiles, de la salud, de las actividades sociales o de cualesquiera otros asuntos del individuo.

Los editores, anticipándonos a las preguntas de los lectores de este libro, queremos hacer constar que en el mundo, hoy, no existe sino una sola y universal ORDEN ROSACRUZ, con ramificaciones en diversas jurisdicciones, unidas y dependientes todas de un Consejo Supremo establecido de acuerdo con disposiciones originales de los antiguos manifiestos Rosacruces. Además, la ORDEN ROSACRUZ no es una secta ni institución religiosa. Esta organización internacional conserva las tradiciones, enseñanzas, principios y prácticas humanitarias características de la antigua y primitiva Hermandad que inició sus actividades en tiempos ya muy remotos. Se reconoce como la Antigua y Mística Orden Rosae Crucis y la abreviatura corriente de dicho nombre es AMORC. Las oficinas centrales de la Jurisdicción Internacional están situadas en San José, California, E.U.A. Los que deseen más informes sobre la historia y las enseñanzas de los Rosacruces pueden solicitar un ejemplar del libro titulado "El Dominio de la Vida". Dicho libro se reparte gratis y puede pedirse al Escribano R.O.X. Templo de AMORC, Parque Rosacruz, San José, California 95191, E.U.A.

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