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FILOSOFIA, CONQUISTA Y JUSTIFICACION DE LA ESCLAVITUD EN AMERICA Por: Javiel Elena Morales Área de Ciencias Sociales de la Dirección General de Currículo. Secretaría de Estado de Educación República Dominicana Fecha de recepción 5 de Octubre de 2009 Resumen________________________________________________________________ En este artículo se presentan los arquetipos teóricos que justificaron la conquista de América y la influencia filosófica de concepciones teóricas provenientes de la escolástica, a través de los cronistas que defendieron la relación amo-esclavo. Esta implicaba de acuerdo con Aristóteles, la existencia de hombres que debían gobernar y otro que tenían que ser gobernados. Los análisis históricos referentes a la conquista presentan los hechos y acontecimientos ocurridos como consecuencia del encuentro entre los mundos, pero se ha descuidado en el análisis los arquetipos teóricos euro céntrico que posibilitaron la conquista. Los resultados del dominio del conquistador frente al conquistado, propician el Sermón de Adviento en 1511 y la Controversia de Valladolid entre Fray Bartolomé de las Casas y Gines de Sepúlveda, donde se enfrentan la visión del que domina y del dominado. Palabras claves Conquista, indios, americano, Valladolid, Cronistas de Indias, corona, encomienda, escolástica, amo, esclavo. Abstract________________________________________________________________ The article intends to present the theoretical archetypes that justified the conquest of America and the philosophical influence of theoretical concepts from scholasticism through the writers who defended the master-slave relationship, which involved, according to Aristotle, the existence of men who should rule and one that had to be governed. The historical analysis concerning the conquest often present facts and events as a result of the encounter between the worlds, but has been neglected in the theoretical analysis euro central archetypes that made possible the conquest. The results of the domain of the conqueror against captured, favoring the Sermon on Advent in 1511 and the controversy between Valladold Fray Bartolomé de las Casas and Gines de Sepulveda, where they face the vision of dominating and the dominated defending. Key words: Conquest, Indian, American, Valladolid, chroniclers of Indian crown, directs, scholastic, master, slave.
Introducción La visión de la historia en el proceso de la conquista de América, fue primordial para que Europa impusiera sus patrones culturales ante los aborígenes. Esta concepción, partía de una conceptualizacion filosófica enfocada en la negación de la diferencia frente al predominio del conquistador. La importancia de este artículo no radica en presentar las masacres que se produjo en el proceso de la conquista, sino en analizar los planteamientos teóricos que lo articulan y lo hacen posible, basado en la tesis contra natura proveniente de Aristóteles y los autores que justificaban la esclavitud. En la sociedad actual se debe analizar la conquista superando los arquetipos teóricos que se quedan en presentar la barbarie que produjo el hecho, descuidando el estudio del pensamiento bajo el cual se articuló y se legitimó dicha barbarie. Esto no implica renunciar al análisis de los hechos ocurridos, sino renunciar a una interpretación que no permita entender la correlación de los acontecimientos. Se parte en este artículo de que en el proceso de la conquista de América, se orquestó un pensamiento de justificación de la esclavitud de los aborígenes, tomando como punto de partida la tesis de Aristóteles de la desigualdad entre amos y esclavos; reforzada por los Cronistas de Indias –en el caso de Santo Domingo Oviedo-. Se pretende demostrar que entre el pensamiento de la Corona y el de los cronistas existían divergencias de enfoque en el trato a los aborígenes. El Sermón de Montesinos en 1511 y la Controversia de Valladolid en 1550 muestran las contradicciones entre sus puntos de vistas sobre la humanidad o no de los aborígenes. En las perspectivas del análisis histórico se resalta la incidencia de la conquista turca a Constantinopla en 1453 en incentivar que Europa buscara nuevas rutas comerciales por el bloqueo turco; se resalta los viajes de Cristóbal Colón y otros conquistadores; se resalta las luchas internas en todo Europa, pero no se resalta el pensamiento bajo el cual se producen estos acontecimientos. En tal sentido se defiende en este artículo la incidencia de las concepciones filosóficas provenientes de la escolástica en el proceso de la conquista que subordinaba el conquistado al conquistador. Los objetivos en los que se enmarca este artículo son: a) demostrar que la conquista parte de un marco jurídico euro céntrico que se impone a la organización política de los aborígenes, b) presentar las falacias de los Cronistas de Indias que provocaron la reacción de los dominicos, c) demostrar la unicidad de pensamiento de la iglesia y la corona, entrando en contradicción con los frailes humanistas de las colonias. d) presentar las críticas a la tesis de Aristóteles sobre la esclavitud por filósofos posteriores.
Marco Jurídico euro céntrico que incidió en la conquista
El proceso de la conquista se orquestó bajo la legalidad que provenía del conquistador con el auspicio de la iglesia y la corona. Este marco jurídico bajo las Capitulaciones de Santa Fe, de acuerdo con Héctor José Tanzi:
Partía de una elaboración doctrinaria que suponía un ideario nacional desarrollado a partir de los conceptos teológicos medievales sobre la justicia de la guerra, y se actualizará con los nuevos planteos que propone el descubrimiento de un mundo nuevo y la condición jurídica de sus habitantes1.
La conquista supuso una doble moral, donde hubo discrepancia entre los valores defendidos por los conquistadores y la aplicación de los mismos frente al conquistado por ser considerado como ser inferior. En las indias recién descubiertas acabó haciéndose evidente un contraste de contenido entre la reflexión ética de los grandes tratadistas y la moral vivida por los hombres de armas, entre lo que vamos a llamar ética de la conquista y lo que denominaremos moral de los conquistadores2
En el proceso de la conquista se produce una ruptura entre los principios proclamados como buenos y los procedimientos que, de modo pragmático, los conquistadores consideraron eficaces para el logro de sus objetivos. Esta distancia entre el bien que se pretende y el mal que se practica es consustancial con la naturaleza humana.”3 El Historiador Augusto Montenegro (1996) en su Historia de América, plantea que la conquista se produjo en tres etapas que abarcaran todo el proceso de la conquista y la colonización. a) Conquista del Caribe (1493 – 1520). De acuerdo con el historiador se limita a las Antillas Mayores y las costas del istmo de Panamá. La resistencia indígena fue vencida con relativa facilidad. b) Conquista de los grandes imperios indígenas y Centroamérica (15 20 – 1534). c) Conquista de las Regiones interiores de Sudamérica y periféricas de los antiguos imperios 4 indígenas (1534 – 1555).
La conquista estaba amparada en normas legales que encubrían en el fondo las intenciones de la corona, siendo explicitadas en las llamadas Capitulaciones de Santa Fe. De acuerdo con el historiador Filiberto Cruz Sánchez:
1
Tanzi, Héctor José. El Régimen de la Guerra en la Conquista de América. P. 3. Bécquer, Miguel Alonso. La ética de la conquista y la moral de los conquistadores. 1992. P. 1 3 Ibidem, P.1 4 Montenegro, Augusto. Historia de América, Pp. 56-90. 2
Después de largas negociaciones entre Colón y los Reyes Católicos, se firmó un documento en la Villa de Santa Fe de Granada, en abril de 1492, meses antes de la partida del primer viaje. Estos acuerdos se conocen en la historia como Capitulaciones de Santa Fe.”5
Las Capitulaciones de Santa Fe solo visualizaban a Colón, pero no planteaban nada para el conquistado, indicando que la legalidad de la empresa le concedía al Almirante poderes especiales entre los que se destacaban:
a) b) c) d) e)
El título vitalicio y hereditario de almirante de los mares; El título de Virrey y Gobernador de las tierras donde llegare; Derecho a Recibir la décima parte de todas las riquezas y mercancías obtenidas en la empresa; Tenía autoridad para lidiar en los pleitos que se originasen en cuestiones de riquezas; Podía contribuir con la octava parte de los gastos de la expedición, a cambio de recibir luego una parte similar de los beneficios obtenidos.6
Esta base teórica que los cronistas crearon será un engranaje fundamental que posibilitará una serie de medidas que tomarán los gobernadores para dar una base práctica a la teórica. Esta base práctica se concretizó a partir de:
a) Creación de las encomiendas. Este sistema de explotación negaba la condición humana de los aborígenes con el objetivo de esclavizarlo, de esta manera se le asignaba a los encomenderos una determinada cantidad de aborígenes para su uso personal, eran simples objetos. b) Creación de controles internos, a partir de las fortalezas militares destacando los núcleos urbanos para el control. c) Proceso sistemático de debilitamiento de las etnias indígenas en especial los tainos, destruyendo cacicazgos como el caso de jaragua. d) Control ideológico a partir de la imposición del latín con los famosos requerimientos, que implicaban asumir la cultura europea como válida. e) El dominio religioso con la imposición de la religión católica como la religión oficial, 7 desconociendo la creencia religiosas autóctonas.
Con estas condiciones prácticas sustentadas por medio de la labor intelectual de los Cronistas de Indias, la corona creó la plataforma fundamental que posibilitó el dominio político, económico, religioso, cultural y social de las colonias.
Centrando su reproducción en fortalezas militares y núcleos urbanos como ejes de control, el conquistador español expandió sus asentamientos productivos como bases para las relaciones esclavistas y tributarias de producción. Primero, se puso en operación el coto minero para la extracción del oro; luego, sobrevino la explotación de cultivos agrícola de subsistencia, hatos ganaderos, para la reproducción de caballos para dar movilidad a la conquista; y ulteriormente, 8 para obtener otro tipo de ganadería para la alimentación y el negocio de cueros. 5
Cruz Sánchez, Filiberto. Historia de República Dominicana. 2006, Pp. 38-39. Al respecto Montenegro también opina que las capitulaciones tenían el valor de un contrato, ver P. 71 de su Historia de América. 6 7
http://es.wikisource.org/wiki/Capitulaciones_de_Santa_Fe.
Fiallo, José Antinoe. Perfiles de 500 años de Exclusión y lucha de la Nación Dominicana, Santo Domingo. 1993, P. 83 8 Ibidem, P. 83.
Debían respeto y no tenían derechos jurídicos, porque sus leyes solo eran para los hombres libres. De acuerdo con Pokrouski Aristóteles.
Se refiere también al problema de la situación del esclavo. Este es propiedad de su amo, una parte animada de sus bienes; es una herramienta viva, y una herramienta es un esclavo sin alma. El papel del esclavo es igual al del buey; el pobre reemplaza al esclavo por el buey. El esclavo es 9 una cosa, aunque tenga cuerpo y alma.
Las encomiendas, consideraban a los aborígenes como seres inferiores o animales irracionales, que podía maltratarse sin tener ningún derecho, porque nacían para ser esclavos.
La dialéctica de la conquista: Las falacias de los conquistadores y la reacción de los cronistas humanistas
La conquista justificó sus acciones a partir de falacias que le permitían consolidar su dominio. El planteamiento de que los aborígenes no tenían ánima racional, en el fondo encubría la posición contra natura que los convertía en seres irracionales con derecho a ser esclavizados.
Los argumentos ad hominea, usados contra los aborígenes, pretendían imponer la racionalidad del conquistador frente a la supuesta irracionalidad del conquistado que en definitiva era considerado un animal sin el poder de la racionalidad.
Estas falacias propiciaron la reacción humanista de los dominicos, en la voz de Fray Antón de Montesinos al pronunciar su Sermón de Adviento para enfrentar las falacias de los cronistas que justificaban las acciones de los conquistadores.
Esta voz, dijo él, que todos estáis en pecado mortal y en él vivís y morís, por la crueldad y tiranía que usáis con estas inocentes gentes. Decid, ¿con qué derecho y con qué justicia tenéis en tan cruel y horrible servidumbre a estos indios? ¿Con qué autoridad habéis hecho tan detestables guerras a estas gentes que estaban en sus tierras mansas y pacíficas, donde tan infinitas de ellas, con muertes y estragos nunca oídos, habéis consumido? ¿Cómo los tenéis tan opresos y fatigados, sin darles de comer ni curarlos en sus enfermedades, que de los excesivos trabajos que les dais incurren y se os mueren, y por mejor decir, los matáis, por sacar y adquirir oro cada día? ¿Y qué cuidado tenéis de quien los doctrine, y conozcan a su Dios y creador, sean bautizados, oigan misa, guarden las fiestas y domingos? ¿Estos, no son hombres? ¿No tienen almas racionales? ¿No estáis obligados a amarlos como a vosotros mismos? ¿Esto no entendéis? ¿Esto no sentís? ¿Cómo estáis en tanta
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V.S. Pokouski. Et al. Historia de las Ideas Políticas. 1996. P. 67.
profundidad de sueño tan letárgico dormidos? Tened por cierto, que en el estado [en] que estáis no 10 os podéis más salvar que los moros o turcos que carecen y no quieren la fe de Jesucristo
Los argumentos de Montesinos entraban en contradicción con la visión euro céntrica reinante en el siglo XVI, por esta razón, el sermón creó reacciones adversa, dilucidándose el conflicto en España. El Sermón de Adviento al desvelar la falacia contra el género humano, provocó la reacción de la corona y como consecuencia directa las Leyes de Burgos el 27 de enero de 1512, por medio de la cuales por lo menos en teoría, se reconocía la humanidad de los aborígenes, a pesar de seguir dependiendo de la mentalidad euro céntrica como propiedad de los reyes católicos.
Los indios son libres. Los Reyes Católicos son señores de los indios por su compromiso evangelizador. Se podía obligar a los indios a trabajar con tal de que el trabajo fuese tolerable y el salario justo, aunque se podía pagar en especie y no en dinero. Se justifica la guerra si los indios se negaban a ser cristianizados; y para ello se creó la institución del Requerimiento. Una conquista sólo estaba justificada si los indios se negaban a ser evangelizados11.
De acuerdo con López Lomelí (2003), la importancia histórica del Sermón de Montesinos radicaba en que:
En Santo Domingo, antes de la Navidad de 1511, Fray Antonio de Montesinos denunció públicamente el régimen de encomiendas, al comentar el texto Ego vox clamantis in deserto, con lo que se dio inicio a la primera campaña contra la explotación del indio y el debate sobre la 12 legitimidad de la conquista.
El planteamiento de Montesinos expuesto en su sermón en forma de pregunta, pretendía cuestionar una racionalidad excluyente y construir una incluyente. Estos no son hombres, lanzaba el dardo de humanidad, no tienen alma racional, era la crítica al arquetipo dominante del conquistador. En el sermón hay un camino de doble vía, se descontruye un pensamiento que justifica la irracionalidad para esclavizar y se construye la defensa de la humanidad y la racionalidad del ser humano integral.
El aparato ideológico de la conquista, se fundamentaba en la negación del otro, imponiendo una visión de la realidad que afirma negando lo desconocido. Lo primordial era negar lo diferente para afirmarme, en tal sentido, Roberto Retamar cuestiona el topónimo descubrimiento cuando plantea que: 10 11
12
De Las Casas, Bartolomé. Historia de las Indias, vol. II, p. 441. http://es.wikipedia.org/wiki/Leyes_de_Burgos.
López Lomelí, Claudia (2003). La polémica de la justicia en la conquista de América. de septiembre de 2009.
El único verdadero descubrimiento de este Continente fue hecho por los hombres que hace decenas de miles de años entraron en el provenientes de Asia. Tampoco es aceptable que hubiera dos descubrimientos: uno hechos por ellos, y otro por los vikingos o, lo que es más frecuente escuchar por Colón y los suyos13.
Las reacciones de los dominicos, no se quedaron en el sermón de Montesinos, siete años después en las cartas de Fray Pedro de Córdoba se siguen repitiendo las reacciones contra el maltrato a que eran sometidos los aborígenes.
Estos cristianos nuestros, o mejor no corderos de Cristo sino crueles enemigos, han hecho trabajar igual a las mujeres, a los hombres y a los niños; e igual que los hombres, tenían que soportar desnudos el calor todo el día, el verano, las lluvias y la intemperie. Como los hombres recibían, como remuneración por su trabajo y como descanso temporal al final del día, la dura tierra. Como los hombres padecían sed y hambre. Igual que ellos, en las enfermedades contraídas por el trabajo, después de un fiel y continuo servicio, eran abandonados y despreciados y tenidos por inferiores a las bestias14.
Los cuestionamientos realizados por el Sermón de Adviento siguen presentes en la Carta de Córdoba, al denunciar el exterminio a que eran sido sometidos los aborígenes, diezmando de manera significativa su población.
¿Dónde están, reverendísimos señores, las innumerables gentes que en ella se descubrieron, cuyos números compararon los descubridores con las hierbas del campo? De todo ellos quedan en la isla más de diez mil entre hombres y mujeres; y estos quebrantados y debilitados, y por decirlo así, en 15 la agonía.
En las cartas se cuestiona el genocidio producido por la conquista, que se extendió por todas las colonias, aumentando de manera progresiva con la consolidación de la misma en todos los pueblos de América. El exterminio desto, no contentos con los males desta isla, han destruidos también por la misma manera la isla de San Juan, y por la misma arte, van destruyendo las islas de Cuba e de Jamaica, y también la Tierra Firma; e a si mesmo, muchas islas que dicen de los Lacayos, y las Islas que dicen de los gigantes, han asolado e despoblado, sacándolos y despedazándolo; e a los demás trayendo a la Isla Española par se servir dellos en los trabajos que de los otros, siendo ellos gentes 16 mansas e de muy buena voluntad
13
Retamar, Roberto. América (1989). Descubrimiento, Diálogo, P. 89. Ver Fray Pedro de Córdoba. Doctrina Cristiana y Cartas. Santo Domingo, 1988, P. Esta Carta Latina de Dominicos y Franciscanos de las Indias a los Regentes de España, la misma fue firmada el 27 de mayo de 1517 por Fray Pedro de Córdoba, Fray Tomás de Berlaga, Fray Juan de Tavira, Fray Bernardo de Santo Domingo, Fray Tomás de Santiago, Fray Tomáa de Toro, Fray Pablo de Santa María, Fray Pablo Trujillo, Fray Domingo de Betanzos, Fray Pedro de Magdalena et. A 15 Ibidem, P. 152. 16 De Córdoba, Fray Pedro. Doctrina Cristiana y Cartas. Santo Domingo. 1988, P. 159. Esta Carta fue dirigida al Rey, siendo Córdoba Vice Provincial de Santo Domingo. 14
Se orquestó un pensamiento filosófico de la conquista que terminó subordinando el poder terreno al divino, porque el papa tenía la autoridad para decidir, repartir y juzgar la humanidad, como el caso de la Bula Inter Caetera del 3 y 4 de mayo del año 1492.
El punto básico de esa bula Inter Caetera, en el sentido ideológico, es lo que se llama la tesis agustiniana, porque San Agustín en su obra La Ciudad de Dios considera que el derecho natural del Estado queda absorbido por un derecho superior que es el de la iglesia. Esta tesis fue desarrollada en el inicio de la baja Edad Media por Enrique de Susa, Cardenal de Ostia, a quien se le dio el sobrenombre de ostiense. De conformidad con ella, el papa tiene una doble investidura, es decir, la espiritual y la temporal, es rey de reyes y señor de señores. Esta idea tuvo varios apologistas.17
Las falacias no podían darse fuera de una lengua, que permitía justificar un ideal de dominación que pasó a ser impuesto de forma procesual, creando topónimos que siguen siendo usado en la posteridad, en tal sentido Manuel Matos Moquete, plantea que:
El descubrimiento de América resultó así, paradójicamente, ser una operación de encubrimiento por la palabra de la realidad descubierta. Su figura es el signo, y su procedimiento lingüístico privilegiado, la nominación. “Las Indias”, “Nuevo Mundo”, “América”, “La Hispaniola”, “Venezuela”. “Nueva Granada”, etc., en esos topónimos están sublimizadas las figuras de la engañifas, el disfraz y la metamorfosis, que como práctica ideológica retórica forjaron la visión que los europeos se hicieron en las tierras conquistadas. Cada uno de esos nombres encierra dos caras, dos realidades: una es copia la otra es original, una es substituto, la otra es substituido: una es descubierta. La otra es encubierta. En esta dualidad, América sirvió solo de mascarilla bajo la cual se reproducían la lengua, la cultura y la religión europea18.
La justicia como problema en la conquista
El problema de la justicia tras la conquista en un primer momento no era cuestión de debate en las colonias de América, hasta que Montesino inicia sus exigencias en el Sermón de Adviento.
Montesinos fue el primero en América, en reconocer públicamente la responsabilidad de los españoles en las injusticias cometidas contra los indios, y era tanto el coraje de sus acusaciones que partió a España para demandarle al rey una solución. La disputa que había surgido en América, con su sermón, continuaría a partir de entonces, con el objeto de solucionar el conflicto entre colonos y dominicos, pues los primeros denunciaron ante el gobernador de La Española las fuertes acusaciones que les achacaba Montesinos. Los frailes siguieron protestando contra estos hechos; los encomenderos, por su parte, temieron ser despojados de sus ganancias y denunciaron a los religiosos, quienes fueron finalmente destituidos de sus cargos para evitar el escándalo. Pero, pese a su expulsión de La Española, se condenaron los crímenes en España y en el resto de Europa. Se abrió así el doloroso proceso a la liberación del indio. Empezaba la polémica sobre la 19 justicia de la Conquista de América.
17
Pérez Memén, Fernando. El Pensamiento Filosófico y Político del Descubrimiento y Conquista de América. 18 Matos Moquetes, Manuel. La Cultura de la Lengua, Santo Domingo. 1987, P. 21 19 López Lomelí 2003, P. 76
El trato a los aborígenes se hizo a través del llamado Requerimiento elaborado por el jurista y consejero real Juan López de Palacios Rubios, quien se encargaba de sustentar la justicia de las empresas reales.20
De acuerdo con Peña (1992), la concepción que subyace a la argumentación del Requerimiento es la forma más extrema de la hierocracia papal, que concebía que toda potestad humana estuviera supeditada en última instancia a la autoridad de Jesucristo, autoridad que el Señor había delegado a san Pedro y en este a todos sus sucesores, los Romanos Pontífices21. Leer el Requerimiento en Latín, a los aborígenes conquistados, era necesario en cualquier territorio. Primero en nombre del Rey Fernando, después de su muerte en nombre de Carlos V. El texto del Requerimiento publicado en 1513, planteaba que:
De parte del rey, Don Fernando, y de su hija, Doña Juana, reina de Castilla y León, domadores de pueblos bárbaros, nosotros sus siervos, os notificamos y os hacemos saber, como mejor podemos. Que Dios nuestro Señor, uno y eterno, creó el cielo y la tierra, y un hombre y una mujer, de quien nos y vosotros y todos los hombres del mundo fueron y son descendientes y procreados, y todos los que después de nosotros vinieran. Mas por la muchedumbre de la generación que de estos ha salido desde [hace] cinco mil y hasta más años que el mundo fue creado, fue necesario que los unos hombres fuesen por una parte y otros por otra, y se dividiesen por muchos Reinos y provincias, que en una sola no se podían sostener y conservar. De todas estas gentes Dios nuestro Señor dio cargo a uno, que fue llamado San Pedro, para que de todos los hombres del mundo fuese señor y superior a quien todos obedeciesen, y fue cabeza de todo el linaje humano, dondequiera que los hombres viniesen en cualquier ley, secta o creencia; y dióle todo el mundo por su Reino y jurisdicción, y como quiera que él mandó poner su silla en Roma, como en lugar más aparejado para regir el mundo, y juzgar y gobernar a todas las gentes, cristianos, moros, judíos, gentiles o de cualquier otra secta o creencia que fueren. A este llamaron Papa, porque quiere decir, admirable, padre mayor y gobernador de todos los hombres. A este San Pedro obedecieron y tomaron por señor, Rey y superior del universo los que en aquel tiempo vivían, y así mismo han tenido a todos los otros que después de él fueron elegidos al pontificado, y así se ha continuado hasta ahora, y continuará hasta que el mundo se acabe. Uno de los Pontífices pasados que en lugar de éste sucedió en aquella dignidad y silla que he dicho, como señor del mundo hizo donación de estas islas y tierra firme del mar Océano a los dichos Rey y Reina y sus sucesores en estos Reinos, con todo lo que en ella hay, según se contiene en ciertas escrituras que sobre ello pasaron, según se ha dicho, que podréis ver si quisieseis. Así que sus Majestades son Reyes y señores de estas islas y tierra firme por virtud de la dicha donación; y como a tales Reyes y señores algunas islas más y casi todas a quien esto ha sido notificado, han recibido a sus Majestades, y los han obedecido y servido y sirven como súbditos lo deben hacer, y con buena voluntad y sin ninguna resistencia y luego sin dilación, como fueron informados de los susodichos, obedecieron y recibieron los varones religiosos que sus Altezas les 20 21
Hanke , Lewis. La lucha por la justicia en la conquista de América. 1988, P. 53. Luciano Perena. La idea de justicia en la conquista de América. 1992, Pp. 237-239.
enviaban para que les predicasen y enseñasen nuestra Santa Fe y todos ellos de su libre, agradable voluntad, sin premio ni condición alguna, se tornaron cristianos y lo son, y sus Majestades los recibieron alegre y benignamente, y así los mandaron tratar como a los otros súbditos y vasallos; y vosotros sois tenidos y obligados a hacer lo mismo. Por ende, como mejor podemos, os rogamos y requerimos que entendáis bien esto que os hemos dicho, y toméis para entenderlo y deliberar sobre ello el tiempo que fuere justo, y reconozcáis a la Iglesia por señora y superiora del universo mundo, y al Sumo Pontífice, llamado Papa, en su nombre, y al Rey y Reina doña Juana, nuestros señores, en su lugar, como a superiores y Reyes de esas islas y tierra firme, por virtud de la dicha donación y consintáis y deis lugar que estos padres religiosos os declaren y prediquen lo susodicho. Si así lo hicieseis, haréis bien, y aquello que sois tenidos y obligados, y sus Altezas y nos en su nombre, os recibiremos con todo amor y caridad, y os dejaremos vuestras mujeres e hijos y haciendas libres y sin servidumbre, para que de ellas y de vosotros hagáis libremente lo que quisieseis y por bien tuvieseis, y no os compelerán a que os tornéis cristianos, salvo si vosotros informados de la verdad os quisieseis convertir a nuestra santa Fe Católica, como lo han hecho casi todos los vecinos de las otras islas, y allende de esto sus Majestades os concederán privilegios y exenciones, y os harán muchas mercedes. Y si así no lo hicieseis o en ello maliciosamente pusieseis dilación, os certifico que con la ayuda de Dios, nosotros entraremos poderosamente contra vosotros, y os haremos guerra por todas las partes y maneras que pudiéramos, y os sujetaremos al yugo y obediencia de la Iglesia y de sus Majestades, y tomaremos vuestras personas y de vuestras mujeres e hijos y los haremos esclavos, y como tales los venderemos y dispondremos de ellos como sus Majestades mandaren, y os tomaremos vuestros bienes, y os haremos todos los males y daños que pudiéramos, como a vasallos que no obedecen ni quieren recibir a su señor y le resisten y contradicen; y protestamos que las muertes y daños que de ello se siguiesen sea a vuestra culpa y no de sus Majestades, ni nuestra, ni de estos caballeros que con nosotros vienen. Y de como lo decimos y requerimos pedimos al presente escribano que nos lo dé por
testimonio
signado, y a los presente rogamos que de ello sean testigos.22 El Requerimiento justificaba las acciones de la corona, excluyendo los aborígenes de algún tipo de exigencias o reclamos. Estas acciones eran parte de una tesis que justifica la dominación del amo sobre el esclavo. El Papa Alejandro VI y la relación dialéctica tierra por evangelización
El Papa Alejandro VI cuyo nombre era Rodrígo de Borgia, asume el papado en 1492, (año en el que Cristóbal Colón llega a América), y termina su pontificado en 1503. Fue un precursor del pensamiento euro céntrico con sus bulas. La Bula Inter Caetera del 3 de mayo de 1493, donó a España todas las tierras que se encontraban en el Occidente si no pertenecían a ningún príncipe cristiano. La Bula Examiae Devotionis, del 3 de mayo de 1493, clarificó las concepciones realizada por el Papa a España. Por las presiones de Portugal, que amenazó con irse a guerra, el Papa Alejandro VI se vio obligado a realizar otra Bula Inter Caetera el 4 de mayo de 1493, en las que de 22
Consultar en internet. http://www.gabrielbernat.es/espana/leyes/requerimiento/r1513/r1513.html
acuerdo con Domínguez, “el Sumo Pontífice trazó una línea imaginaria de polo a polo que pasaba a 100 leguas al oeste de las Islas Azores, y dio al reino de España las tierras e islas” que se encontraran al Occidente de esta línea de demarcacion”.23 La Bula Piis Fidelium del 25 de junio de 1493 concedió a Fray Bernardo Boil, privilegios espirituales especiales, y posteriormente los Reyes Católicos lo envían a evangelizar todas las tierras conquistadas.
Por medio de la Bula Dudum Siquidem del 26 de septiembre de 1493, se enfatizó el dominio de los reyes, más allá de las tierras encontradas por Cristóbal Colón. Las controversias entre España y Portugal, dieron origen a lo que se conoce como Tratado de Tordesillas que fue un compromiso suscrito en Tordesillas (actualmente en la provincia de Valladolid, en el noroeste de España) el 7 de junio de 1494 entre el Rey y la Reina de Castilla, de León, de Aragón, de Sevilla, de Granada, etc. (es decir, los monarcas de España), y el Rey de Portugal y de los Algarbe, en virtud del cual se establecía un reparto de las zonas de conquista y anexión del Nuevo Mundo mediante una línea divisoria del Océano Atlántico. De esta manera la corona logró articular a su favor la opinión de la intelectualidad de la época por medio de los Cronistas de Indias y la de Iglesia Católica en la persona de Alejandro II. Ambos coincidían en la esclavitud de los aborígenes, los cronistas como Oviedo por ser parte de los favores que le concedía la corona, y la iglesia por la evangelización, que podía imponerse a costa del genocidio y la expropiación de los terrenos a los aborígenes. El papa entendía que si se evangelizaba a los aborígenes no importaba la donación de terreno a Europa, de esta relación dialéctica tierra por evangelización surgirá posteriormente la legitimación de la empresa de la conquista.
Las críticas del Padre Las Casas a Oviedo
El Padre Bartolomé de las Casas en su Historia de las Indias Tomo III, dedica varios capítulos a criticar al Cronista de Indias Gonzalo Hernández de Oviedo. Las casas cuestionan los planteamientos del cronista y lo acusa de mentir cuando se refiere a los aborígenes:
Todavía será bien responder a cada defecto de los que Oviedo contra los indios opone y a muchos levanta y a todos por ellos cuasi excluye de todo remedio de conversión y salvación, como si él estuviera ya muy cierto della; y a lo que dice que eran sodomistas, ya está, con verdad, en el Cap. 23, afirmando que falsa y malvadamente de tan vilísimo crimen los infama; dice que son ingratísimos; júzguenlos los idiotas de sagayos.24
23 24
De Jesús Domínguez Jaime. Historia Dominicana. Santo Domingo, 2001, P 24 Fray Bartolomé de Las Casas. Historias de las Indias. 1985, P. 36.
La visión de las Casas cuestiona las falacias de Oviedo contra natura, este cuestionamiento critica las imputaciones por considerarla desde su visión del poder. En el fondo las Casas cuestiona la falta de objetividad.
Gonzalo Hernández de Oviedo, que nunca tractó con los indios, ni se ocupó por un momento en cosa que a los indios conviniese, sino en mandallos y servise dellos como de bestias, con la 25 ceguedad que todos los otros españoles” .
La visión del padre las Casas coincide con Montesinos, porque defienden la racionalidad de la condición humana, respetando las diferencias culturales de cada pueblo. Fueron estos dos Frailes, lo que comprendieron la idiosincrasia de los aborígenes y el irrespeto a su cultura por parte de los conquistadores.
Los planteamientos defendidos por Oviedo eran euros céntricos procedentes de la Edad Media. Estos planteamientos justificaban la esclavitud y el dominio, siendo Oviedo a juicio del Padre las Casas el que encubría mentiras históricas al atribuir a los aborígenes características que le correspondían.
Las Casas en su punto de vista cuestionan e interpela los planteamientos de Oviedo y Gines de Sepúlveda referente a la conquista.
Obviamente, Las Casas interpela un planteamiento que defiende la conquista, que la legítima, frente al cual se deben encausar los argumentos en contra. El punto de vista de Juan Gines de Sepúlveda expresó de la mejor manera posible esta posición, así como los datos aportados por Fernández Gonzalo de Oviedo en su Historia general natural de las indias. De ahí que buenas partes de la categorías y argumentos que utiliza Las Casas estén en relación con la opinión de estos dos autores, para poderlo contradecir. De ahí que no en vano muchas de las preocupaciones de Las Casas se enfoquen a criterios que permiten decidir si un cierto ser puede comprenderse como ser humano propio, en aras de lograr enfrentar las justificaciones vinculadas por la presunta 26 condición de siervos por naturaleza de loa indios.
25
Ibidem, P. 330. Felipe, Castañeda. Conflictos mayores y concepción de la historia: los casos de Agustín de Hipona, Bartolomé de las Casas e Immanuel Kant, 2004, P.4. 26
Controversia de Valladolid: enfrentamiento filosófico en torno a los aborígenes
Para comprender la controversia de Valladolid es necesario entender la concepción de la guerra santa defendida por Ginés de Sepúlveda. Esta postura fue defendida en la Edad Media por San Agustín de Hipona y Santo Tomás de Aquino.
Sepúlveda asume la tesis de la guerra justa en el proceso de la conquista legitimando a partir de los planteamientos de Aristóteles la existencia de hombres que gobiernan y otros que son gobernados, aunque no defiende directamente el sometimiento.
Es importante señalar que, dentro de esta causa, la búsqueda del bien de los sometidos se realizaría solamente bajo un “imperio civil”: Sepúlveda no relaciona este sometimiento con la esclavitud natural que defendía Aristóteles, pero sí con la dualidad “señores por naturaleza- siervos por naturaleza27.
La controversia parte de una discusión sobre la humanidad de los aborígenes, sin embargo, los derechos fundamentales de los aborígenes, le eran negados por el pensamiento euro céntrico de la época. De acuerdo con Víctor M. Gavilán:
Las normas euro centristas del siglo XV, conocidas como la Doctrina del Descubrimiento, negaban absolutamente a los indígenas su calidad de personas, de sujetos, e incluso de seres humanos. Por lo tanto no eran sujetos de derecho, de contrataciones, de actos jurídicos, y toda la gama del derecho que tenían los europeos de la época. Esta situación de los pueblos indígenas de América se prolongó durante todo el siglo XV al XIX incluso parte del siglo XX28.
La concepción euro céntrica representaba la lucha entre dos concepciones ideológicas: la heredada de la tradición de medieval representada por Sepúlveda y la moderna representada por el Padre las Casas bajo la Tesis: “todas las gentes del Mundo son Hombres”, en tal sentido de acuerdo con Alfonso Maestre Sánchez:
Europeo, y entre otras cosas, el desarrollo de un Derecho Internacional, toda vez que los “conquistadores” estaban frente a gente desconocida para los europeos de la época. La Corona de España debió elaborar la jurisprudencia internacional que permitiera legalizar sus conquistas frente a otras potencias europeas que estaban en el mismo negocio. Por otro lado, debió establecer las normas jurídicas con la iglesia y el Vaticano como órganos de poder y sancionador de la legalidad de la época. El derecho internacional del siglo XV determino el carácter de las tierras del
27
Martínez Castilla, Santiago. Juan Ginés de Sepúlveda y la guerra justa en la conquista de América Pensamiento y cultura. Francisco de Victoria se preocupó por los derechos de los indios. Su obra De indis recoge las relecciones en las que expresa su postura ante el conocimiento de diversos excesos cometidos en las tierras conquistadas en América. En ella afirma que los indios no son seres inferiores, sino que poseen los mismos derechos que cualquier ser humano y son dueños de sus tierras y bienes. 28 Gavilán, Víctor M. Derecho Internacional y los pueblos Indígenas. España 2009, P.1.
nuevo continente, las posesiones de los pueblos indígenas en América y la legalidad de la 29 colonización europea en tierras del nuevo continente .
En 1537 el Padre Las Casas recibió el apoyo del Papa Pablo III, quien a través de la Bula Papal Sublimis Deus, declaraba a los indígenas de América seres humanos racionales y espirituales, cuyas vidas y propiedades debían ser protegidas.
En 1550 se produce la controversia de Valladolid en España, entre Fray Bartolomé de Las Casas y Gines de Sepúlveda, filósofo que defendía la tesis de Aristóteles de que ciertos hombres nacían para ser esclavos por naturaleza, mientras que Las Casas defendía que eran seres humanos con derechos que debían ser respetados. Para Las Casas ofender a los aborígenes era ofender a Dios, porque el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios.
La conquista y la visión filosófica de la Escolástica
El pensamiento filosófico en boga en los momentos de la conquista era la escolástica bajo el influjo del catolicismo. La visión escolástica que primó fue la de Santo Tomás de Aquino Que reinterpretó el concepto de Filosofía, tanto en cuanto a su contenido como a su propósito. La filosofía fue entendida entonces, no como el único saber libre y fin en sí misma, sino como un 30 instrumento para demostrar, mediante el razonamiento aristotélico la existencia de Dios .
En las colonias de España la influencia de la escolástica, en cuanto a que era la forma fundamental para llegar a Dios, se ligó a una concepción de Aristóteles sobre la esclavitud, reforzando el interés euro céntrico.
En los tres siglos de la colonia, la filosofía que se enseñó en la Universidades Latinoamericana fue hasta el principio del siglo XX, la filosofía escolástica tanto los dominicos como los jesuitas siguieron interpretando la filosofía como instrumento intelectual mediante el cual se puede demostrar lo que antes había revelado la fe y la metafísica que fue la ciencia que se debía conocer como condición sine qua non de todo otro saber, ya fuera la física la cosmología o la jurisprudencia31
De acuerdo con Rafael Moreno M en su ensayo la Filosofía de la Nueva España, el primer curso de Filosofía que se tiene conocimiento en América, fue la obra de Fray 29
Alfonso Maestre Sánchez. Todas Las Gentes Son Hombres. El Gran Debate entre Fray Bartolomé de las Casas y Juan Gines de Sepúlveda, Anales del Seminario de Historia de la Filosofía, 2004. En versión digital http://fs-morente.filos.ucm.es/publicaciones/anales/21/Maestre.pdf. 30 Krause, Rosa. Función Actual de la Filosofía en América. 1975, P. 262. 31 Ibidem, 1975, P. 262.
Alonso de Veracruz, autor de la Recognitio Summularum y la Dialéctico Resolutio(1554), los dos primeros escritos del nuevo mundo tuvo por centro de exposición en el pueblo trarasco de titipitio, por frailes de la orden Agustina; pero tal afirmación está reñida con la verdad histórica , ya que las primeras cátedras de filosofía oídas en el Hemisferio Occidental fueron pronunciados en el colegio y la Universidad del Convento de los Predicadores de la Ciudad de Santo Domingo30.
El proceso de la transculturación española en América se inicia por obra de los misioneros. La hipótesis que se planteaba era una cruzada evangelizadora, que formara los súbditos del Nuevo Mundo de acuerdo con las ideas y los valores sancionados por el Estado y la Iglesia.31
De esta manera en el proceso de la conquista, la visión filosófica de la iglesia fue determinante al introducir el pensamiento filosófico de la escolástica a partir de la religión. La filosofía oficialmente difundida y protegida fue la escolástica, de hecho, la primera filosofía que se estudió en los colegios religiosos y conventuales. Aunque esta filosofía se caracterizó por su carácter conservador, dogmático y contrario a la modernidad, sus expositores, los maestros escolásticos que vinieron a estas tierras. En México por ejemplo, Fray Alonso de Veracruz (15041584), Tomás Mercado (1548-1575), Antonio Arias (1564-1603), Antonio Rubio (1548-16155), trataron de hacerla más accesibles y depurada, adaptándola a las necesidades de la idiosincrasia del hombre americano32.
La visión de la iglesia que apoyaba la corana, entraba en contradicción con la de los misioneros que vivían en las colonias. Los padres dominicos tenían una posición evangelizadora diferente, para ellos la evangelización tenía que respetar la humanidad de los aborígenes planteando una visión humanizadota frente al pensamiento de los conquistadores. De hecho la escolástica que se recibió en América en los siglos XVI, XVII y XVIII no fue una escolástica ortodoxa ni decadente, como existía en muchas partes de Europa, perdida en laberintos de vagas abstracciones, de ociosos filosofemas, sino una escolástica revisada en sus principios, firme y coherente en su sistematización y mas aguda u absorbente en sus preocupaciones metafísicas33.
30
Revista de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de México. N. 27, Pp. 21-42, Julio- Septiembre de 1940, citado por Arredondo Cordero en su Estudio para La Historia de la Filosofía en Santo Domingo, Impresora Arte y Cine 1946. 31 Escobar Valenzuela, Gustvo et al. Filosofía. P. 150 32 Ibidem, P. 150. 33 Ibidem, P. 15.
Justificación de la esclavitud en América
Los Cronistas de Indias, que justificaron la conquista, comienzan a crear una visión negativa del conquistado a partir del pensamiento de Aristóteles, afirmando que existían hombres que nacían para ser esclavos por naturaleza. De esta forma se usó un argumento contra la persona construido a partir de una falacia fundamental: no tienen ánima racional; razón de poder que justificaba la esclavitud.
De acuerdo con García Añovero (2000), la esclavitud como fenómeno que venía de la antigüedad fue justificada por la filosofía griega y por la iglesia con la anuencia de los Santos padres, que la entendían como resultado del pecado. El fenómeno de la esclavitud –institución antiquísima que estaba vigente en muchos pueblos del orbe– en Occidente había recibido unánimemente legitimidad teórica y legal. Había sido admitida por el Antiguo y el Nuevo Testamento, por la filosofía griega, por el Derecho Romano y por los Santos Padres y teólogos de la Iglesia, que la aceptaban como castigo del pecado, y considerada de derecho de gentes. Todo un cuerpo doctrinal y jurídico se había elaborado en Europa sobre esta institución, en vigor, lógicamente, en España.34
La discusión sobre la esclavitud se produce en las colonias españolas, entre los que entendían que los aborígenes podían ser esclavos por derecho natural y los que creían que eran libres y por tanto hijos de Dios.
Tres eran las fuentes principales que podían dar origen a la esclavitud: la guerra, el nacimiento de mujer esclava y la compra y rescate. Me voy a detener en la guerra, pues ésta, no fue solamente la causa principal que justificó el hacer muchísimos esclavos indios durante los años que siguieron al Descubrimiento y los cuarenta primeros del siglo XVI, sino el principal motivo de enfrentamiento en esos años entre los partidarios de la esclavitud de los indios y de los que la rechazaban, y origen de muchas discusiones doctrinales que pusieron los fundamentos de una sólida doctrina común 35 que rechazó dicha esclavitud como injusta e ilícita.
Pese a la justificación de la esclavitud, durante el proceso de la conquista surgieron cuestionamientos que provenían de destacados académicos al poner en tela de juicio, los argumentos contra natura que defendían la esclavitud.
La duda acerca de la licitud de la esclavitud de los indios surgió en el momento mismo del descubrimiento de las Indias. Partidarios a favor o en contra de la esclavitud los hubo desde el principio, aunque, de hecho, antes de que se discutiera y resolviera la duda, ya comenzaron a hacerse esclavos indios. Pronto, la discusión, fue creciendo, tanto en las Indias como en España. En las Indias, fundamentalmente promovida por los religiosos evangelizadores. En España, por profesores universitarios en sus cátedras de teología y derecho, especialmente en las cátedras desempeñadas por los maestros dominicos en las universidades de Salamanca, Alcalá de Henares y el Colegio de San Gregorio de Valladolid; por los influyentes consejeros reales, particularmente los del Consejo de Indias; y por expertos invitados a participar en las Juntas ordenadas por el Rey36. 34
García Añoveros, Jesús María, 2000. P. 2 Ibidem, 2002, P. 2 36 Ibidem, P. 7 35
García Añovero (2000), presenta dos generaciones de autores que se dedicaron a estudiar en la época de la conquista la esclavitud, unos desde la defensa de la misma, otros cuestionando su legitimidad.
Los autores elegidos pertenecen aproximadamente a dos generaciones. La primera la integran aquellos que fueron contemporáneos del Emperador Carlos V en su período de reinado (15161556), los cuales fueron también los primeros que trataron el tema de la servidumbre y guerras a los indios y elaboraron el cuerpo doctrinal definitivo. A ellos les debemos la respuesta cabal y decisiva a la duda suscitada. Son los siguientes, por orden de importancia, cuyas obras citamos en la nota adjunta: Francisco de Vitoria (1492-1546), Bartolomé de las Casas (1474- 1566), Juan Ginés de Sepúlveda (1490-1573), Domingo de Soto (1494-1560), Melchor Cano (1509-1561), Juan de la Peña (1513-1563), Pedro de Sotomayor (siglo XVI), Gregorio López (1496-1560), Pedro Mártir de Anglería (1457-1526), Marquardo Susannis (siglo XVI), Alfonso Azevedo (?1598), Alfonso Álvarez Guerrero (?-1577) A la segunda generación pertenecen un conjunto de autores que hacen suyo el cuerpo doctrinal recibido, lo someten a nuevos análisis, profundizan en el mismo, lo matizan y llegan, en ocasiones, a novedosas conclusiones, exigidas por una realidad indiana que ofrece nuevas perspectivas. El peso y sustancia doctrinal es el heredado, aunque enriquecido con innovadoras aportaciones. Destacan: José de Acosta (1539-1600), que conjuga una sólida doctrina y una valiosísima experiencia en Indias, autor de dos obras ya clásicas en los temas que trata; Juan de Solórzano y Pereira (1575-1653), el cual resume admirablemente todo el cuerpo doctrinal elaborado, apoyado en una asombrosa erudición; y, en menor medida, Alonso de la Veracruz (1507-1584), el teólogo novohispano más importante del siglo XVI, que escribió su obra en México. A estos nombres hay que añadir: Domingo Bañez (1528-1604), Pedro de Ledesma (?1616), fray Juan de Torquemada (1557-1624), Antonio de Herrera (1559-1625), Francisco Suárez (1584-1617), Miguel Bartolomé Salón (1539-1620), Pedro Calisto Ramírez (1556-1627), Juan Botero (1540-1617), Serafín Freitas de Amaral (ss. XVI-XVI), Hugo Grocio, (1583- 1645), Mandelli de Alba (ss. XVI-XVII), Jaime Antonio Marta (1559-1623).38
La hipótesis fundamental que se utiliza para justificar la esclavitud de los aborígenes, es la de la servidumbre natural donde por orden de jerarquía los bárbaros que en este caso eran los conquistado tenían que ser dominados por los civilizados, es decir, los conquistadores. Esta justificación se defendía a partir de cuatro proposiciones que provenían desde Aristóteles hasta los planteamientos de Sepúlveda y otros autores.
Primera proposición. La frase de Aristóteles de que los bárbaros son naturalmente siervos de los civilizados debe entenderse en un sentido lato, pues, por naturaleza, nadie es propiamente esclavo, ni pierde su libertad y dominio. En ningún caso, por tanto, los indios, si es que son bárbaros, son esclavos. Así opinaron Vitoria, Sotomayor, Soto, Casas, Cano, Acosta Suárez, Salón y el resto de autores citados en las notas anteriores. Segunda proposición. Consideraron algunos –Sepúlveda, Susannis, Ramírez– que, aunque fueron justas las guerras hechas contra los indios para sacarles de su barbarie y reducirlos a una vida humana, pues fue beneficiosa para ellos, venía exigida por el derecho natural y, en definitiva, fue necesaria ya que no había otro camino; sin embargo, no por ello, y como resultado de la guerra, pudieron los indios ser reducidos a la esclavitud. 38
Ibidem, P. 6
Tercera proposición. La gran mayoría de los autores –Casas, Cano, Sotomayor, Soto, Salón, Peña, Ledesma, Freitas, Torquemada– afirmaban que era injusta la guerra que se hacía contra los indios bárbaros con la finalidad de introducirlos en una vida civilizada, pues su situación de barbarie no les quitaba sus derechos de gobierno, dominio y bienes; a nadie, además, se le podía obligar por la fuerza a llevar una vida más humana; y ninguna república puede ser sometida por otra con la excusa de la civilidad Cuarta proposición. Aunque hay autores que aceptan –Sotomayor, Soto, Acosta, Susannis, Suárez, Solórzano, Torquemada, Ledesma, Botero, Peña, Casas– que podría darse una guerra justa contra los indios bárbaros, que viven bestialmente, dispersos y errantes por los montes, sin normas ni gobierno, para reducirlos a una vida humana, sin embargo, habría que hacerla para liberarlos de su barbarie, pero sin privarles de sus bienes y menos, todavía, reducirlos a esclavitud 39.
Con la desaparición de los aborígenes comienzan a llegar los negros esclavos para suplir la necesidad de trabajo de las colonias. El estatus particular de los criados y esclavos domésticos se refleja en los primeros intentos de organizar la trata de negros en el Nuevo Mundo. La exclusividad que la Corona otorgó al negrero Gouvenot, que obtuvo el privilegio de introducir en el Caribe, entre 1518 y 1527, 4.000 negros para suplir la mortandad de los indígenas, no fue obstáculo para que se otorgaran numerosas mercedes a particulares, siempre y cuando los esclavos estuvieran destinados no a la venta sino al servicio personal.40
Con el aumento de la esclavitud se produce la unicidad de las exigencias de la Iglesia a la Corana, entre las que se destacan la de cristianizar a los esclavos que fueran llevados a las colonias americanas. En el inicio del tráfico negrero, la Corona exigió que se llevaran a las Indias esclavos cristianos. Estos provenían en gran parte de ciudades de la Península Ibérica. Desde fines del siglo XIV, esclavos negros vivían en Sevilla, donde la mezcla racial era corriente, concentrados mayormente en los barrios de San Bernardo y de Triana. Todos eran cristianos e hispanizados, y constituían la mayor comunidad esclava de España; hacia 1565, se contaba un esclavo por cada catorce habitantes(11). En 1510, Fernando de Aragón consiente que sean exportados a La Hispaniola doscientos esclavos sevillanos. Si bien los había marcados con hierro, éstos representaban una minoría.41
Jean Jacque Rousseau y la crítica a la tesis contra natura de Aristóteles
Con las posturas del Padre las Casas y Montesinos, coincide en el siglo XVIII, Juan Jacobo Rousseau, al criticar la concepción aristotélica de la esclavitud. Para el autor gibrenino la posición de Calígula en referencia al pueblo era excluyente.
Así como un pastor es de naturaleza superior a la de un rebaño, los pastores de hombres, que son sus jefes, son de naturaleza superior a la de sus pueblos. De esta manera razonaba Calígula, llegando por medio de esta analogía a la conclusión de que los reyes eran dioses y los pueblos bestias. Este razonamiento de Calígula es reflejado en el de Hobbe y Grocio. Antes que ellos, Aristóteles había dicho que los hombres no son naturalmente iguales, sino que uno nace para la esclavitud y otros para la donimación. 39
Ibidem, P.9 Carmen, Bernard. Negros Esclavos y Libres en las Ciudades Hispanoamericanas, 2002, P.4. 41 Ibidem, P. 5 40
Tenía razón Aristóteles; pero tomaba el efecto por la causa. Todo hombre nacido en la esclavitud nace para ella. Nada tan cierto. Los esclavos pierden en su encadenamiento hasta el deseo de liberarse de él. Aman su servidumbre como los compañeros de Ulises amaban su embrutecimiento. Si existen esclavos por naturaleza, es por que lo hay contra 34 naturaleza. La fuerza hizo a los primeros esclavos, y su cobardía lo ha perpetuado.
La visión pesimista sobre el género humano reforzada por Hobbe que veía al hombre como lobo para el hombre encubría la sumisión del ser humano a un poder supremo, lo que equivalía de acuerdo con Aristóteles a no tener derecho por ser esclavo, pero de acuerdo con Rousseau esto es incompatible con la naturaleza humana.
Renunciar a su libertad equivale a renunciar a su cualidad de hombre, a los derechos de la humanidad, incluso a sus deberes. No hay compensación posible para quien renuncia a todo. Semejante renuncia es incompatible con la naturaleza del hombre y arrebatar toda 35 libertad a su libertad es privar sus acciones de toda moralidad .
Rousseau será un defensor del estado de derecho del género humano. Su postura coincide en su época con la de Montesinos y el Padre las Casas, reconociendo a los esclavos el poder para revelarse cuando plantea:“Todo poder proviene de Dios, lo confieso; más también toda enfermedad, lo cual no significa que nos esté prohibido llamar al médico”36. Rousseau fue un crítico de la concepción aristotélica que justifica la esclavitud, para el pensador es despojar al hombre de su estado de derecho, lo mismo cuando sucede con un pueblo. “De esta manera que, examinada las cosas desde cualquier punto de vista, el derecho de los esclavo es nulo no solo por ser ilegítimo, sino por absurdo y no significa nada. Estas palabras esclavitud y derecho son contradictorias, excluyente mutuamente. Sea de hombre a hombre o entre hombre y pueblo, siempre será igualmente insensato el siguiente raciocinio: Hago contigo convenio, todo él a costa tuya y a mi provecho exclusivo, y el cual yo cumpliré mientras me plazca y tú acabarás en tanto que yo 37 quiera”.
34
Rousseau, Jean Jacque .El Contrato Social. 1996. P.24 Ibidem, P. 28 36 Ibidem, P. 26 37 ibidem, P. 31 35
Conclusión El proceso de la conquista no se puede entender analizando los hechos ocurridos sin conectarlos con las visiones filosóficas de la época y el marco jurídico que la justificaba. El proceso de expansión de Europa a finales del los siglos XV y XVI, se enmarcaba dentro de patrones sociales, políticos, religiosos y culturales que se reproducen en las tierras conquistadas, justificando el dominio de la corona española sobre los territorios conquistados. Se encontró que existían divergencias entre la visión de la corona y la Iglesia y los postulados defendidos por los frailes humanistas, que cuestionarán negarle al ser humano su dimensión racional. Con esta visión de defensa al ser humano, coinciden Fray Antón de Montesinos, Fray Bartolomé de las Casas y Fray Pedro de Córdoba, que defenderán los derechos de los aborígenes por encima de toda institución o ley que lo justificara. La tesis contra natura que defendió Aristóteles, es defendida en América, por Gines de Sepúlveda, que justificaba la relación de gobernantes-gobernados, donde los últimos estaban subordinados al poder existente por naturaleza. Esta controversia llega hasta Valladolid, donde se enfrentaron Fray Bartolomé de las Casas y Gines de Sepúlveda en 1550.
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