GRANDES PERSONAJES DE LA INGLATERRA MEDIEVAL

PROGRAMA DE EXTENSION EN HUMANIDADES 2008 UNIVERSIDAD GABRIELA MISTRAL

Profesor José Manuel Cerda. Bachelor of Arts (honours) y PhD en Historia (Universidad de New South Wales, Australia) Investigador visitante (Universidad de Oxford; Universidad de Saint Andrews, Reino Unido). Miembro asociado del Centro de Estudios Medievales (Universidad de Sydney, Australia) e investigador ad tempus del Instituto de Metodología e Historia de la Ciencia Jurídica (Universidad Complutense de Madrid, España). Profesor universitario de historia medieval. Contacto: [email protected] Horario Lunes 19:00 Lugar: Colegio Craighouse Objetivos Durante los siglos medievales, confluyen en Inglaterra una gran cantidad de personajes de singular importancia para el transcurso de la historia humana. Novelas como las de Ken Follet, películas como El León en Invierno, Becket, Robin Hood y Corazón Valiente, y la literatura artúrica, nos han acercado de alguna forma a la Inglaterra medieval, en décadas recientes. Con un enfoque más histórico y con el apoyo de material audiovisual y textos de la época, el curso pretende repasar la fascinante vida y significativa obra de los personajes más famosos de esta época. Programa Sesión 1 El rey Arturo: mito y realidad - El guerrero bretón y el Gododdin - La resurrección artúrica en el siglo 12 - Arturo hoy: modernidad y romanticismo Sesión 2 Alfredo el Grande: el intelectual anglosajón - El rey de Wessex ante los vikingos - El gobierno los anglosajones - El promotor de las artes y letras Sesión 3 Eduardo el Confesor: monarquía y santidad - El exilio en Normandia - Paz y prosperidad - Westminster: la abadía del rey santo Sesión 4 Guillermo el Conquistador: el último invasor - El duque de Normandia y el rey Haroldo - Hastings: 1066 y todo aquello - El libro Domesday 2

Sesión 5 Anselmo de Canterbury: el arzobispo de las investiduras - Monje intelectual y arzobispo - El rey Enrique y la reforma gregoriana - Anselmo y la ciencia teológica Sesión 6 La emperatriz Matilde: líder en la guerra civil - La mujer del sacro emperador - El rey Esteban y la anarquía - Matilde y la guerra civil Sesión 7 Enrique II Plantagenet: el estadista de la ley común - El enérgico conde de Anjou - El estratega del imperio angevino - Gobierno, legislación e instituciones Sesión 8 Tomás Becket: el arzobispo mártir - Canciller del reino y arzobispo de Canterbury - La oposición al rey y el exilio - El asesinato en la catedral Sesión 9 Leonor de Aquitania: la mujer de Europa - La reina de Francia y la Segunda Cruzada - La patrona de trovadores y poetas - La tormentosa familia angevina Sesión 10 Ricardo Corazón de León: el monarca cruzado - Ricardo y sus padres - El nuevo Arturo y la Tercera Cruzada - El mítico Corazón de León Sesión 11 Robin Hood: el ladrón de Sherwood - El personaje histórico - El héroe popular del bosque - Baladas y cuentos modernos Sesión 12 Eduardo I Longshanks: el martillo de los escoceses - La supremacía británica - Los parlamentos del reino - Eduardo y la Guerra de los Cien Años

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Bibliografía El programa incluye un manual de textos de la época, relacionados a cada uno de los personajes y que el profesor comentará en cada sesión. Además, el profesor exhibirá 3 capítulos de la serie documental A History of Britain (Simon Schama, BBC-History Channel, 2000) los jueves 6, 13 y 20 de noviembre a las 13:00 en la videoteca de la Fundación Mustakis (Av. Presidente Riesco 5335, piso 3). Esta es una actividad optativa, gratuita y complementaria del curso. Cada sesión dura 1 hora. Bibliografía complementaria - Richard Barber, King Arthur in Legend and History (2004) - Justin Pollard, Alfred the Great: the man who made England (2006) - Frank Barlow, Edward the Confessor (1997) - David Bates, William the Conqueror (1989) - Richard W. Southern, St. Anselm: A Portrait in a Landscape (1992) - Jim Bradbury, Stephen and Matilda: the Civil War of 1139-1153 (1996) - Anne Duggan, Thomas Becket (2005). - John Carmi Parsons and Bonnie Wheeler (eds) Eleanor of Aquitaine: Lord and Lady (2002) - W.L. Warren, Henry II (1973) - John Gillingham, Richard I (1999) - J. C. Holt, Robin Hood (1982) - Marc Morris, A Great and Terrible King: Edward I and the Forging of Britain (2008)

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GRANDES PERSONAJES DE LA INGLATERRA MEDIEVAL TEXTOS Selección y traducción José Manuel Cerda

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Sesión 1

El rey Arturo: mito y realidad Elegía para Geraint (poema militar en galés antiguo, año c.500), estrofa 8. En Llongborth divisé a los héroes de Arturo, quienes cortan con acero. El Emperador, gobernador de nuestro trabajo. San Gildas, De Excidio Britanniae (Acerca de la ruina de Bretaña, en latín, siglo 6), extractos de los capítulos 23 y 24. Todos los consejeros, juntos con aquel orgulloso Gurthrigern (Vortigern), el rey bretón, fueron tan sesgados que, como protección de su nación, sellaron su perdición al invitar para unirse a ellos (como lobos en un rebaño), a los fieros e impíos Sajones, una raza odiosa tanto para Dios como para el hombre, para repeler las invasiones de naciones del norte… Primero desembarcaron en la parte oriental de la isla, por invitación del desafortunado rey, y allí clavaron sus afiladas garras, aparentemente para pelear a favor de la isla pero, ¡no así!, sino que verdaderamente en contra de ella… Porque el fuego de la venganza, justamente encendido por los primeros crímenes, se propagó de un mar a otro, alimentado por las manos de nuestros enemigos en el este, y no se apagó hasta que, destruyendo los pueblos y las tierras vecinas, llegó hasta el otro lado de la isla y metió su lengua roja y salvaje en el océano occidental… Pero, por mientras se dio una oportunidad, cuando estos crudelísimos ladrones fueron regresados a casa, los pobres restos de nuestra nación, siendo fortalecidos por Dios y llamándole con todo su corazón, como dice el poeta: “con sus numerosos votos sobrecargaron al cielo”, para que no fuesen llevados a la destrucción total, tomaron las armas bajo la conducción de Ambrosius Aurelianus, un hombre modesto quien, en la confusión de este aproblemado periodo, fue el único que de toda la nación romana quedo vivo…provocó a la batalla a sus crueles conquistadores y por la bondad de Dios, obtuvo la victoria… Y Gododdin (poema en galés antiguo, anónimo, siglo 7) Atacó al mando de trescientos de los mejores, mató por el centro y por los flancos excelso al frente de la más noble hueste, regaló caballos de la manada en el invierno. Alimentó a cuervos negros en la rampa de un fuerte pero no era Arturo. Entre los poderosos en la batalla, en el primer rango, Gwawrddur era un paladín. Nennius, Historia Brittonum (Historia de los Bretones, en latín, siglo 9), capítulo 56.

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En aquel tiempo, los Sajones se fortalecieron por su gran número y creció su poder en Bretaña. Hengist había muerto, sin embargo, su hijo Octha cruzó desde la zona norte de Bretaña al reino de Kent y de él descienden los reyes de Kent. Entonces, Arturo, junto a los reyes de Bretaña luchó contra ellos en aquellos días, pero el mismo Arturo fue el comandante militar. Su primera batalla fue en la boca del rió que se llama Glein…La octava batalla fue en el fuerte de Guinnion, en donde Arturo cargó una imagen de Santa María siempre virgen a sus hombros; y los paganos fueron expulsados ese día. Y a través del poder de Nuestro Señor Jesucristo y por el poder de Santa María Virgen, su madre, hubo una gran masacre entre ellos…La duodécima batalla fue en el monte Badon, en donde cayeron 960 hombres en un día de un solo ataque de Arturo; y nadie los venció sino el mismo Arturo, y en todas las guerras resultó vencedor. Annales Cambriae (Anales de Gales, en latín, año 970), registros para los años 519 y 540. Año 72 (c.519) La Batalla de Badon, en donde Arturo cargó la cruz de nuestro Señor Jesucristo en sus hombros durante tres das y tres noches y los bretones fueron victoriosos. Año 93 (c.540) La lucha de Camlann, en donde Arturo y Medraut cayeron, y hubo muerte en Bretaña y en Irlanda. Godofredo de Monmouth, Historia Regum Britanniae (Historia de los Reyes de Bretaña, en latín, año 1136), capítulo 3. Después de unos pocos días, fueron (los Bretones) a liberar la ciudad de Kaerliudcoit, que había sido acechada por los paganos…Tan pronto como llegaron ahí con todas sus tropas, pelearon con los Sajones, y les propinaron una gravosa masacre, llegando a contar seis mil; parte de los cuales se ahogaron en los ríos, parte de los cuales cayeron en manos de los Bretones. Con gran consternación, el resto abandonó el acecho y huyeron, pero fueron perseguidos de cerca por Arturo, hasta que llegaron al bosque de Celidon, donde se atrevieron a formarse en un cuerpo nuevamente, y hacer afrenta. Y aquí nuevamente se enfrentaron con los Bretones e hicieron una brava defensa, mientras los árboles del lugar los protegían de las flechas de sus enemigos. Viendo esto Arturo, ordenó que los árboles que estaban en ese lugar fuesen cortados y que los troncos se colocaran alrededor de ellos (los Sajones), para prevenir que pudieran salir; resolviendo dejarlos estancados ahí hasta que pudiese reducirlos por hambruna...Los Sajones, sin tener provisiones para sostenerse y preparándose para morir de hambre, rogaron por una salida; en consideración de lo cual ofrecieron dejar todo su oro y plata y regresar a Alemania (Germania) con nada excepto sus barcos vacíos… Gerardo de Gales, Liber de Principis instructione (Libro acerca de la educación de los Príncipes, en latín, c.1193), extracto. El recuerdo de Arturo, el más conocido Rey de los Bretones, permanecerá para siempre. En su tiempo, fue un patrón munificente de la famosa Abadía de

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Glastonbury, dando muchas donaciones a los monjes y siempre apoyándolos sustancialmente, y él es altamente alabado en sus registros… En nuestros tiempos, el cuerpo de Arturo fue descubierto en Glastonbury, aunque las leyendas siempre nos han animado a creer que hubo algo del otro mundo acerca de su final, que resistió la muerte y fue llevado en espíritu a un lugar distante. El cuerpo fue escondido en la profundo en la tierra, en recipiente de roble ahuecado y entre dos pirámides de piedra, que habían sido instaladas en el patio de la iglesia hace mucho tiempo. Llevaron el cuerpo adentro de la iglesia con toda marca de honor y lo enterraron ahí decentemente en una tumba de mármol. Fue provisto con las más inusuales indicaciones que eran, verdaderamente, casi milagrosas, porque debajo y no por encima, como sería la costumbre de ahora, había un bloque de piedra con una cruz de fierro adjunta a su parte de abajo. Sesión 2

Alfredo el Grande: el intelectual anglosajón Asser, obispo de Sherborne, Vita Alfredi (La Vida de Alfredo, en latín, año c.888), extracto. Fue amado por su padre y madre e incluso por todas las gentes, sobre todo por sus hermanos, y era educado enteramente en la corte del rey. Mientras avanzaba por sus años de infancia y juventud, su manera aparecía mas calmada que la de sus hermanos; en apariencia, en discurso, y en maneras era más agraciado que ellos. Desde la cuna, su noble naturaleza implantó en él un amor por la sabiduría sobre todas las cosas; pero, que se hable de esto con vergüenza, por el indigno descuido de sus padres y matronas, se mantuvo iletrado incluso hasta la edad de 12 o más; pero, escuchó con seria atención los poemas sajones que de muchos a menudo oía recitar, y que fácilmente retenía en su dócil memoria. Era un celoso practicante de la caza en todas sus ramas, y cazaba con gran aseidad y éxito; porque la destreza y la buena fortuna en este arte, como en todos los otros, se encuentran entre los dones de Dios… Después de esto aprendió el curso diario, es decir, la celebración de las horas, y más tarde ciertos salmos, y varias oraciones, contenidas en un cierto libro que guardo día y noche en su vientre, tal como lo hemos visto, y que llevaba con él para asistir sus oraciones, en medio de todo el ajetreo y asuntos de esta vida presente. Pero, es triste decirlo, no pudo satisfacer su más ardiente deseo de aprender las artes liberales, porque, como él decía, en aquel tiempo no había buenas compilaciones en todo el reino de los Sajones Occidentales (Reino de Wessex). Alfredo, rey de Wessex, traducción (década de 890, al inglés antiguo) de De Consolatione Philophiae, de Boecio, comentario inicial del traductor (extracto). He deseado instrumentos y materiales para llevar a cabo el trabajo que tengo, que comprende que la autoridad comprometida a mí sea virtuosa y apropiadamente administrada…

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Por bienes materiales, me refiero a aquello que es necesario para el ejercicio de los poderes naturales; por lo tanto, la materia prima y los instrumentos de gobierno de un rey es una tierra populosa, y debe tener hombres de oración, hombres de guerra y de trabajo… Sin Sabiduría, no hay facultad que pueda ser enteramente ocupada, porque todo lo que no se hace sabiamente nunca puede ser considerado como habilidad… La Crónica Anglosajona (en inglés antiguo, siglos 9-12), parte 2, registros anuales para 876, 886, 894 y 901. 876. Y en este mismo año, el ejército de los daneses en Inglaterra juró promesas, sobre el santo anillo, al rey Alfredo, lo que antes no harían con cualquier nación; y de entre los más distinguidos hombres del ejército le entregaron rehenes al rey y prometieron partir de su reino rápidamente, y en la noche partieron… 886…también en este mismo año, el rey Alfredo fortificó la ciudad de Londres; y toda la nación inglesa se volcó hacia él, excepto aquella parte que estaba capturada por los daneses… 894. Este año…los northumbrianos (del reino de Northumbria) y los anglos del este (de East Anglia) rindieron promesas al rey Alfredo… 901. Este año murió Alfredo, el hijo de Ethelwulf, ocho noches antes de la misa de Todos los Santos. Fue rey sobre toda la nación inglesa, excepto por aquella parte que estaba bajo el poder de los daneses. Tuvo el poder un año y medio menos que 30 inviernos; y después Eduardo, su hijo, tomó el gobierno…

Sesión 3

Eduardo el Confesor: monarquía y santidad La Crónica Anglosajona, (en inglés antiguo, siglos 9-12), partes 4 y 5, registros anuales para 1042 y 1065. 1042. Este año murió el rey Hartacanuto en Lambeth, mientras bebía de pie…Fue rey sobre toda Inglaterra dos años menos diez noches; y esta enterrado en el antiguo monasterio en Winchester, con el rey Canuto su padre. Y por su alma, su madre dio al nuevo monasterio la cabeza de San Valentín, el Mártir: y ahí fue enterrada. En Londres, toda la gente eligió a Eduardo para ser rey. Y lo recibieron como su rey, como era natural; y reinó hasta que Dios le permitió. Todo ese año, la temporada fue muy severa en varios aspectos: tanto por la inclemencia del clima como por la pérdida de frutos de la tierra. Más ganado murió este año que lo recordado por cualquier hombre, ya sea por diversas enfermedades, o por la severidad del clima… 1065. Cerca de la mitad del invierno, el rey Eduardo vino a Westminster, y ahí dejó el monasterio consagrado, que él mismo había construido en honor de Dios, San Pedro y todos los santos de Dios… ÉL murió en las vísperas del decimosegundo día; y fue enterrado en el decimosegundo día en el mismo monasterio…

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Heriberto de Bosham, Vita Sancti Thomae, Archiepiscopi et Martyris (Vida de Sano Tomás, Arzobispo y Mártir, en latín, año 1184-6), extracto. En el mismo año (1163) en Londres, en la igualmente famosa y real Abadía de Westminster, él (arzobispo Tomás Becket) levantó del polvo el cuerpo del glorioso y verdaderamente santo, Eduardo, como un distinguidísimo y precioso vaso de perfecta continencia. Y por cuenta de los muchos y extraordinarios méritos de su real vida, lo elevó solemnemente y lo ubicó entre los cuerpos de los santos, igualmente por el deseo del rey y en su presencia. Mateo Paris, La Estoire Seint Aedward le Rei (La Historia del Rey San Eduardo, en francés antiguo, año c.1239), extracto. No hay país, reino, o imperio en el mundo, me atrevo a decir, donde haya habido tan buenos y tan santos reyes como en la isla de los ingleses, reyes que, después de su reinado terrenal, reinan ahora en el cielo. Algunos fueron santos, mártires, y confesores, muchos de lo cuales murieron por Dios. Otros fueron fuertes y audaces, como Arturo, Edmundo, y Canuto, quienes por fuerza y coraje agrandaron su séquito de barones. Los primeros fueron muy sabios, pacíficos y moderados, quienes con un poco de buen consejo y por su propia inteligencia fueron influyentes en su tiempo, como fue Oswaldo, Oswin, y Edmundo, quienes subieron de este mundo al cielo. En particular, Eduardo el rey, acerca de quien escribiré, fue uno así. Tienen ahora la victoria aquellos que vencieron la carne, al diablo y al mundo, porque estos tres, que nos apuran día y noche, son nuestros enemigos. Audaz y emprendedor es el hombre que hace arrodillar a estos tres. Así hizo el sabio rey Eduardo, a quien Dios cuidó. Conquistó a la carne a través de su castidad, al mundo a través de su humildad, y al diablo por sus virtudes, pues trató a cada uno con justicia por medio de su verdadera y constante creencia, que era evidente en sus actos. Estoy escribiendo sobre eso para ti y traduciendo la historia del latín al francés, sin falsedad ni engaño, para así refrescar el recuerdo de Eduardo, acerca de lo cual cito el libro como autoridad.

Sesión 4

Guillermo el Conquistador: el último invasor Orderico Vital y Guillermo de Jumièges, Gesta Normannorum Ducum (Las Obras de los Duques de los Normandos, en latín, año c.1060-1070), extracto. Eduardo, rey de los ingleses, quedando sin heredero al trono por la voluntad de Dios, había enviado a Roberto, arzobispo de Canterbury, al duque (Guillermo), para nombrarlo como heredero del reino, otorgado a él por Dios. Pero más tarde, también lo envió a Haroldo, el más grande de todos los duques en su reino, en términos de riqueza, honor y poder, para que jurara fidelidad al duque con respecto a su corona y, de acuerdo a la costumbre cristiana, comprometerse con juramentos…

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Habiendo terminado su afortunada vida, Eduardo, dejó este mundo en el año del Señor de 1065. En ese momento, Haroldo se tomó el reino de Eduardo, así perjurando la fidelidad que le había prometido al duque…Infielmente, Haroldo volcó todo el pueblo inglés en contra de él (Guillermo). En aquel tiempo, una estrella apareció en el noroeste, su cola con forma de tenedor se extendía muy lejos hacia el cielo del sur, quedando visible durante 15 días; y portaba consigo, como muchos decían, un cambio en algún reino… Guy de Amiens, Carmen de Hastingae Proelio (Canción de la Batalla de Hastings, versos en latín, año c.1067-8), líneas 551-62, 570-3. El reporte “Haroldo esta muerto” voló a través del campo de batalla y el miedo entonces suavizó los bravos corazones. Los ingleses se negaron a combatir. Vencidos, pidieron refugio; desesperados por sus vidas, se escaparon de la muerte. En este lugar, el duque despachó 2 mil a Hades y otros miles más allá de lo contable. Era ya de noche. El día ya se estaba acercando a la noche cuando Dios le otorgó la victoria al duque. Y sólo la oscuridad y la huida a través del espesor y la cobertura del denso bosque salvaron a los vencidos ingleses. El conquistador pasó la noche descansando entre los muertos, esperando el regreso del amanecer… Reunió (el duque) el cuerpo desparramado de Haroldo, lo envolvió en tela púrpura y se lo llevó con él cuando regresó al campamento al lado del mar para realizar los usuales ritos funerales… Guilermo de Poitiers, Gesta Guillelmi (Las Obras de Guillermo, en latín, año 1071-7), Libro II, capítulo 33, extracto. …A sus magnates (Guillermo) les enseñó una conducta propia de él y de su dignidad, y como amigo aconsejó la equidad. Les advirtió que debían estar siempre mentalizados del eterno Rey, por cuya ayuda habían conquistado…Restringió a los caballeros de medio rango y a los soldados comunes con regulaciones apropiadas…Escasamente dejaba a los soldados beber en las tabernas, ya que la ebriedad lleva a peleas, y las peleas al asesinato. Prohibió la disputa, el asesinato y toda clase de saqueo, restringiendo a las gentes con armas y a las armas con leyes. Jueces que causaban terror en la masa de soldados fueron nombrados, y duros castigos fueron decretados para los ofensores; tampoco les fue dada mayor licencia a los normandos que a los bretones o a los aquitanos… Fijó un límite que no era opresivo a la colecta de tributo y todos los impuestos debidos a la tesorería real. No permitió lugar en su reino para robos, crimen, o maldades. Ordenó que todos los mercaderes pudieran ir libremente por los puertos, carreteras, sin sufrir daño alguno. No aprobó el pontificado de Estigando (obispo de Winchester y arzobispo de Canterbury), el que reconocía como no canónico, pero pensó que era mejor esperar la sentencia del papa que deponerlo apresuradamente…

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Sesión 5

Anselmo de Canterbury: el arzobispo de las investiduras Eadmer, Historia Novorum in Anglia (Historia de los eventos recientes en Inglaterra, en latín, año c.1122), Libro III, extracto. ...el rey exigió a Anselmo que se convirtiera en su hombre y consagrar, como lo habían hecho sus predecesores antes que él, a aquellos que el rey les había dicho que les daría obispados y abadías, o alternativamente, que dejara el país sin esperanza de volver y que lo hiciera prontamente. Anselmo respondió al rey: “Ya te he dicho cómo estaba presente en el Concilio en Roma y lo que escuché ahí de la cátedra de San Pedro. Si después de haber introducido yo mismo la sentencia de excomunión en este país, por cualquier razón fuese culpable en virtud de aquella sentencia, ¿con quién podría gozar de hermandad cuando me encuentre excomulgado por mi propia decisión? Mensajeros enviados con el fin de modificar esos decretos han regresado sin haber efectuado su propósito. Por lo tanto, pedirme que yo mismo me convierta en transgresor de esos decretos, que no puedo transgredir sin poner en peligro mi salvación y mi honor, no me parece un consejo acertado.” El rey envió esta respuesta: “¿qué tiene que ver eso conmigo? No estoy dispuesto a perder las usanzas de mis predecesores y a tolerar en mi reino nadie que no sea mi hombre.” Anselmo de Canterbury, Proslogion (en latín, año 1078), capítulo 2. Por lo tanto, Señor, tú que das conocimiento de la fe, dame tanto conocimiento como sea adecuado para mí, porque tú eres así como nosotros creemos y eres lo que creemos. Y verdaderamente creemos que tú eres algo más grande de lo cual no puede ser pensado. O es que no existe cosa alguna, “por qué el necio dijo en su corazón, ‘no hay Dios’” (Salmos, 13:1, 52:1)? Pero seguramente el mismo necio, después de escuchar lo que he dicho, “algo más grande de lo cual no puede ser pensado,” entiende lo que escuchó, y lo que entiende esta en su pensamiento, aunque no piense que exista. Porque una cosa es que algo exista en el pensamiento de una persona, y otra muy diferente, que la persona piense que esa cosa existe. Porque cuando el pintor piensa antes lo que va a pintar, el tiene la pintura en su pensamiento, pero todavía no cree que existe, porque todavía no la ha hecho. Por lo tanto, incluso el necio está obligado a reconocer que algo más grande de lo cual no puede ser pensado, existe en el pensamiento, pues entiende lo que escucha, y todo lo que es entendido existe en el pensamiento. Y ciertamente, lo más grande de lo cual no puede ser entendido no puede existir sólo en el pensamiento, porque si existe sólo en el pensamiento también puede ser pensado como existiendo en la realidad igualmente, lo que es mayor. Si es que, por lo tanto, lo más grande de lo cual no puede ser pensado existe en el pensamiento solamente, entonces lo más grande de lo cual no puede ser pensado es en realidad algo más grande de lo cual puede, de hecho, ser pensado, pero eso es obviamente imposible. Por lo tanto, lo más grande de lo cual no puede ser pensado indudablemente existe en el pensamiento y en la realidad.

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Sesión 6

La emperatriz Matilde: líder en la guerra civil Roberto de Torigni, Gesta Normannorum Ducum (Las Obras de los Duques de los Normandos, en latín, año 1139), Libro VIII, capítulo 11, extracto. …una niña de no mas de cinco años de edad, ella (Matilde) fue pedida en matrimonio por Enrique, el quinto a ser rey y el cuarto augusto emperador de los Romanos y los Germanos, quien habiendo ganado su mano la recibió, la escoltó con hombres famosos, obispos y condes, que actuaban como enviados, cargados con innumerables regalos de ambos padres, hasta su reino, donde en Utrecht la próxima Pascua fueron prometidos…(ella) debía ser cuidadosamente educada hasta el tiempo apropiado para el matrimonio y debía aprender el idioma y comportarse de acuerdo a las costumbres de los Germanos… Guillermo de Malmesbury, Historia Novella (Historia Contemporánea, en latín, año 1142), Libro II, capítulo 2, extracto. En el vigésimo séptimo año de su reinado, el rey Enrique vino a Inglaterra en el mes de septiembre, trayendo consigo a su hija…Después de una larga y profunda deliberación sobre este asunto (el matrimonio del rey), en el mismo concilio, ató a los nobles de toda Inglaterra, también los obispos y abades, por la obligación de un juramento, a que si el mismo muriese sin un sucesor varón, ellos inmediatamente y sin titubear aceptarían como su Señora a su hija Matilde, anteriormente emperatriz. El habló primero del desastre que había supuesto para el país que la fortuna lo hubiese privado de su hijo Guillermo, quien habría reclamado el reino por derecho propio. Enrique de Huntingdon, Historia Anglorum (Historia de los ingleses, en latín, año 1154) Libro VII, capítulos 19-20, extracto. Habiéndose llevado a cabo el juicio de Dios sobre el rey (Esteban), éste fue llevado a la presencia de la emperatriz y ubicado en el castillo de Bristol como prisionero. La emperatriz fue recibida como Señora por toda la nación inglesa, excepto por los hombres de Kent, donde la reina (esposa de Esteban) y Guillermo de Ypres se oponían a ella con todas sus fuerzas. Primero, fue recibida por el legado romano y obispo de Winchester (Enrique de Blois), y poco después por los londinenses. Pero fue elevada a una arrogancia insufrible, porque el riesgo de la guerra había favorecido a sus partidarios, y ella alienó los corazones de casi todos. Entonces, por la instigación de hombres astutos o bien por la voluntad de Dios…fue expulsada de Londres. Provocando esto en ella una ira femenina, ordenó que el rey, el ungido de Dios, fuese puesto tras de las rejas… Eventualmente, el ejército de Londres llegó y con aumentadas tropas pelearon en contra de la emperatriz, forzándola a escapar…Entonces el rey…fue milagrosamente liberado por la misericordia de Dios, y fue recibido por la nobleza inglesa con gran regocijo…

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En el mismo año (1142), el rey acechó a la emperatriz en Oxford, desde Michaelmas (fiesta de San Miguel, 29 de septiembre) hasta el Adviento…no mucho antes de Navidad, la emperatriz huyó cruzando el congelado Támesis, arropada con vestimenta blanca, que reflejaba y se asemejaba a la nieve, así engañando los ojos de los acechadores. Huyó al castillo de Wallingford y así Oxford fue rendido al rey, finalmente.

Sesión 7

Enrique II Plantagenet: el estadista de la ley común Guillermo de Newburgh, Historia Rerum Anglicarum (Historia de los asuntos ingleses, en latín, año c.1196-8), Libro III, capítulo 26, extracto. …este rey fue dotado con muchas virtudes que adornan la persona de un rey, pero también fue adicto a ciertos vicios especialmente impropios de un príncipe cristiano. Se incitaba a la concupiscencia y excedía el límite conyugal, manteniendo así la práctica de sus ancestros…Vivió con la reina el tiempo suficiente para criar descendencia, pero cuando ella cesó de concebir, él cayó en la voluptuosidad y tuvo además hijos ilegítimos. Se deleitó en el gozo de la cacería, tanto como su abuelo… …Fue un tanto inmoderado en la búsqueda de dinero; pero la excesiva maldad del periodo fue una justificación para él al respecto… Amó a sus hijos con tal extrema ternura, que es conocido por haber causado mal a muchas personas debido a su deseo de promover sus intereses más allá de lo que era correcto; y por lo tanto, fue justamente castigado por su malvada rebelión (de sus hijos) y por la prematura muerte de algunos de ellos… Considerando el derramamiento de sangre y la muerte humana con horror, convirtió la búsqueda de la verdad en su estudio: con armas, verdaderamente, cuando no pudo hacerlo de otra forma, pero más voluntariamente con dinero, siempre que se pudo. Con éstas y otras buenas cualidades adornando su estación real fue, sin embargo, inaceptable para muchos que sólo tienen ojos para sus malas cualidades… Carta de Pedro de Blois al arzobispo de Palermo (en latín, año 1177), extracto. Nuestro rey es pacífico, victorioso en la Guerra, glorioso en la paz: él es celoso por las cosas deseables en este mundo y procura la paz para su pueblo. Considera cualquier asunto relacionado con la paz de su pueblo, en cualquier cosa que dice, en cualquiera que hace; él incesantemente se involucra en enormes y problemáticas labores para que su pueblo pueda descansar. Él procura la paz de su pueblo al convocar concilios, hacer leyes, forjar amistades, bajar al soberbio, amenazar con batallas, lanzar terror a los príncipes. Esa inmensidad de dinero que dona, recibe y acumula, apunta también a obtener la paz de su pueblo.

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Ranulfo Glanvill, Tractatus de Legibus et Consuetudinibus Regni Angliae (Tratado sobre las Leyes y las Costumbres del Reino de Inglaterra, en latín, año 1187-9), prefacio. El poder real no sólo debe estar amoblado con armas para combatir a rebeldes y naciones que se levantan en contra del rey y el reino, sino que además corresponde que este adornado con leyes para el gobierno de sus súbditos y gentes pacíficas; de tal forma que en tiempos de paz y guerra nuestro glorioso rey pueda cumplir con su oficio exitosamente, destruyendo la soberbia del descaminado y el ingobernable con la mano derecha de la fuerza y la calma de la justicia para el humilde y manso con la vara de la equidad, para que pueda ser victorioso en las guerras con sus enemigos y pueda mostrarse siempre imparcial para con sus súbditos. Nadie duda con cuanta fineza, vigor y habilidad ha practicado el combate armado nuestro más excelente rey en contra de la malicia de sus enemigos en tiempo de hostilidades, porque ahora su honor ha salido a toda la tierra y sus poderosas obras han llegado a todos los confines del mundo. Tampoco hay duda alguna de la justicia, misericordia y prudencia que ha mostrado a sus súbditos en tiempos de paz, aquel quien es el autor y enamorado de la paz, porque la corte de su majestad es tan imparcial que ningún juez es tan sinvergüenza o audaz como para pretender dejar en ningún momento el camino de la justicia o para separarse de ninguna forma del curso de la verdad. Porque, verdaderamente, un hombre pobre no es oprimido por el poder del adversario y tampoco el favor o la parcialidad aleja a ningún hombre del umbral del juicio. Porque, verdaderamente, el rey no desdeña de guiarse por las leyes y costumbres del reino que tuvieron su origen en la razón y han prevalecido por mucho tiempo, y más todavía, se guía también por aquellos súbditos suyos que son entendidos en las leyes y costumbres del reino y quienes superan a todos en sobriedad, sabiduría y elocuencia, y quienes el rey considera eficientes y clarividentes al decidir casos basándose en la justicia y en la resolución de disputas, actuando a veces con severidad y a veces con indulgencia, si les parece expediente. A pesar de que las leyes de Inglaterra no están escritas, no es absurdo llamarlas leyes -aquellas que han sido conocidas como promulgadas sobre problemas solucionados en el concilio con el consejo de los magnates con la autoridad avaladora del príncipe- porque eso también es ley, aquello “que complace al príncipe tiene fuerza de ley”. Porque si no se consideraran leyes simplemente por no estar escritas, entonces la escritura otorgaría a las leyes escritas una fuerza de mayor autoridad que la justicia de quien las decreta o la razón de quien las establece. Rogelio de Howden, Gesta Regis Henrici Secundi (Las Obras del Rey Enrique Segundo, en latín, año 1192), extracto. Al día siguiente de su muerte, cuando era cargado a su enterramiento, vestido en mantas de realeza, llevando una corona de oro en su cabeza, con guantes en sus manos y un anillo de oro en su dedo, un cetro en su mano y zapatos de oro y espuelas en sus pies, armado con una espada, su rostro descubierto. Cuando eso fue anunciado a su hijo, el conde Ricardo, éste vino rápidamente a

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encontrase con él. Y habiendo aquel llegado, sangre de una vez comenzó a fluir desde las narices del fallecido rey, como si su espíritu estuviese indignado por la presencia de Ricardo. Luego el mencionado conde, en luto y llorando, procedió con el cuerpo de su padre todo el camino hasta Fontevraud, y ahí fue sepultado.

Sesión 8

Tomás Becket: el arzobispo mártir Guillermo Fitzstephen, Vita Sancti Thomae, Cantuarienses Archiepiscopis et Martyris (Vida de Santo Tomás, Arzobispo de Canterbury y Mártir, en latín, año 1173-4), extracto. …Tomás fue elegido como canciller del rey antes que todos los otros. Era un hombre trabajador, dado al pensamiento profundo, emprendedor en muchas cosas grandes, y descargaba los deberes de obediencia y honor con tal aplicación, en alabanza de Dios y para el beneficio del reino, que es difícil decir si fue más noble, magnífico y útil para el rey en tiempos de paz o de guerra. En el reino, el canciller de Inglaterra es considerado segundo en rango sólo con respecto al rey… Con frecuencia el rey cenaba en la casa del canciller…Algunas veces, cuando ya se había reunido con el canciller, bebía algo y se iba, en otras ocasiones, saltando sobre la mesa se sentaba y comía. Nunca en tiempos cristianos hubo dos amigos más grandes… Testimonio de Rogelio de Pontigny (colección hagiográfica, en latín, año 1176-7), extracto. Sucedió en aquel tiempo en una reunión muy concurrida que Tomás predicó un sermón a los clérigos y al pueblo en presencia del rey. Su sermón se refería al reino de Cristo el Señor, que es la Iglesia, y al reino terrenal, y a los poderes de cada reino, sacerdotal y real, y también a las dos espadas, la espiritual y la material. Y como en esta ocasión discutió mucho acerca del poder eclesiástico y el secular en forma maravillosa -porque era muy elocuente- el rey tomó nota de cada una de sus palabras y no recibió su sermón con espíritu plácido, reconociendo que (Tomás) estimaba la dignidad eclesiástica muy por encima de cualquier título secular. Esto porque sintió en sus palabras cuán distante estaba el arzobispo de su propia posición: que a Iglesia no poseía nada y no podía hacer nada a menos que él lo permitiera… Garniero de Pont-Sainte-Maxence, La Vie de Saint Thomas de Canterbury (en verso de francés antiguo, año 1174), extracto. Todos los barones se reunieron en Clarendon y los obispos estaban ahí numerosamente…Enrique (el rey) pidió a los obispos que estuviesen de acuerdo con ellas (las costumbres del reino: Constituciones de Clarendon de 1164) y dijo: “Váyanse ahora y hagan un registro para mi de las leyes del rey Enrique (su abuelo); después escríbanlas. Cuando estén escritas, nos las muestran”. El

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rey dispuso a todos sus hombres más sabios para la tarea; escribieron el documento y se lo llevaron al rey. El texto fue entonces leído en la audiencia de toda la muchedumbre. “Mis señores”, dijo el rey, “no quiero que haya disensión alguna. Que el arzobispo adjunte su sello a esto.” “No”, dijo el arzobispo, “por mi deber al Dios de la Gloria, no mientras el alma todavía palpite en mi cuerpo”… Eduardo Grim, Vita Sancti Thomae, Cantuarienses Archiepiscopis et Martyris (Vida de Santo Tomás, Arzobispo de Canterbury y Mártir, en latín, año c.1180), extracto. “¿Dónde está Tomás Becket, traidor del rey y del reino?” Nadie respondió e instantáneamente clamaron (los 4 caballeros) con más fuerza, “¿dónde está el arzobispo?”… “Aquí estoy, no un traidor del rey sino un sacerdote, ¿por qué me buscan?... Aquí estoy, preparado para sufrir en el nombre de Él quien me redimió con su sangre; Dios no me permita huir por cuenta de sus espadas o que me separe de la rectitud”… Pusieron sus manos sacrílegas sobre él, tomándolo y arrastrándolo ásperamente fuera de los muros de la iglesia… El impío caballero, temiendo que (Tomás) fuese protegido por la gente y escapase vivo, de repente se abalanzó sobre él y le dio un corte por sobre la cabeza…la parte inferior de su brazo también fue cortada por el golpe… Pero el tercer caballero infligió una grave herida en el caído; con este golpe llegó a romper la espada en la piedra…la sangre se tornó blanca por los sesos, aunque no menos rojo quedó el cerebro por la sangre; la apariencia de la iglesia se volvió púrpura con los colores de lila y rosa, los colores de la Virgen y Madre, y la vida y muerte del confesor y mártir… El quinto -no un caballero sino un clérigo que entró con los caballeros-…puso su pie sobre el cuello del santo sacerdote y precioso mártir y, es horrible decirlo, esparció los sesos con la sangre por todo el suelo, exclamando al resto, “caballeros, podemos dejar este lugar, este hombre no se levantará otra vez…”

Sesión 9

Leonor de Aquitania: la mujer de Europa Guillermo de Newburgh, Historia rerum Anglicarum (Historia de los asuntos ingleses, en latín, año c.1198), Libro III, cap. 30; IV, cap.19, extractos. …la princesa, que era la única hija del duque de Aquitania, antes de la mencionada expedición a Jerusalén, había estado casada con el rey de Francia y, con esta unión, había adjuntado el muy extenso ducado de Aquitania al reino de Francia. En un comienzo, ella había embrujado tan completamente los afectos del joven hombre por la hermosura de su persona, que en las vísperas de la partida a la famosa cruzada, el se sintió tan fuertemente apegado a su juvenil esposa, que resolvió no dejarla atrás y llevarla consigo a la Guerra Santa…

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Cuando el rey había regresado a casa junto con su esposa, marcado con la infamia de no haber cumplido con sus diseños, su afecto inicial gradualmente comenzó a enfriarse y causas de disensión aparecieron entre ellos. La reina estaba muy ofendida por el comportamiento del rey y aseguraba que se había casado con un monje, no con un rey. También se dijo que, durante su unión con el rey de Francia, ella aspiraba a un matrimonio con el duque de Normandia, porque era más congénito a sus sentimientos…el vínculo de unión conyugal fue disuelto por el poder de la ley eclesiástica…La reina y el duque de Normandia, después de haberse encontrado en un lugar determinado, fueron entonces unidos por el vínculo conyugal, el que fue solemnizado no muy espléndidamente en proporción a sus rangos…Poco después, el ducado de Aquitania, que se extiende desde los bordes de Anjou y la Bretaña hasta los Pirineos, que separa Francia de España, gradualmente se separó del poder de Francia y cedió al dominio del duque de Normandia, por derecho de su esposa. Los franceses, verdaderamente llenos de envidia, fueron incapaces de detener el progreso del duque… Mientras los ilustres reyes de Francia e Inglaterra (Ricardo y Felipe) se encontraban invernando en la isla de Sicilia, la reina Leonor (olvidadiza de su avanzada edad…y forzadamente atraída por el afecto maternal), con la intención de hacer el mismo viaje en la primavera, vino desde la extremidad de la tierra hasta su hijo en Sicilia, trayendo consigo a su futura esposa, la hija del rey de Navarra, una dama de distinguida hermosura y modestia… Cristián de Troyes, Lancelot, ou le chevalier de la charette (Lancelot, el caballero de la carreta, en francés antiguo, año c.1176-82) Versos 1-40 Ya que mi dama de Champaña (María, hija de Leonor) quiere que escriba un nuevo romance, felizmente comenzaré uno, porque soy completamente su servidor en cualquier cosa que ella quiere que yo haga, y éstas no son palabras halagadoras. Otros, que les gusta seducir y engatusar, comenzarían diciendo -y esto, también, no sería halago- que había una princesa que le hacía sombra a cualquier dama viva, como los vientos de abril y mayo soplan más dulcemente que todos. Pero yo, por Dios, me niego a girar dulces palabras alrededor de mi dama. ¿Debería decir: “Esta dama vale su peso en reinas, una gema tan buena como las sedas y ónice?” No, no lo diré, pero aunque no lo diga, ella lo es. Lo que tengo que decir es que esta historia ha sido mejor pulida por su trabajo y sabiduría que por el mío. 18

Al tiempo que Cristián comienza este cuento de Lancelot, el Caballero de la Carreta, declara que el tema y su significado provienen de su dama. Ella le dio la idea, y la historia; sus palabras hacen el trabajo de su tema. Y escribe que una vez, en el día de la Ascensión, el Rey Arturo tuvo una corte con todo el esplendor que amaba, siendo un rey tan rico. Y después de cenar, Arturo permaneció con sus acompañantes, ya que el salón estaba lleno de barones, y la reina esta ahí, y muchas otras hermosas damas bien nacidas, intercambiando elegantes palabras en el más fino francés…

Sesión 10

Ricardo Corazón de León: el monarca cruzado Rogelio de Howden, Chronica (en latín, año c.1201), extracto. Cuando el duque había llegado al altar, en la presencia del los arzobispos, obispos, el clero, y el pueblo, hincado ante el altar, con los santos Evangelistas colocados ante él y muchas reliquias de los santos, de acuerdo a la costumbre juró observar todos los días de su vida, la paz, el honor, y la reverencia hacia Dios, la Santa Iglesia y sus ordenanzas. También juró que ejercitaría la verdadera justicia y equidad hacia el pueblo comprometido a su cargo. También juró que abrogaría las malas leyes y costumbres injustas, si tales han sido introducidas en su reino, y que decretaría buenas leyes y observaría las mismas sin fraude o mala intención…Después Balduino, arzobispo de Canterbury, derramando santo crisma sobre su cabeza, lo ungió como rey en tres partes, en su cabeza, pecho y brazos, lo que significa gloria, valor y conocimiento, con las oraciones adecuadas para la ocasión…Después de esto y vestido con un manto, fue conducido al altar, donde el mencionado arzobispo en el nombre del Dios Todopoderoso, le prohibió presumir tomar esta dignidad, a menos que tuviera la plena intención de observar inviolablemente los juramentos y votos antes mencionados que había hecho; a lo cual respondió que, con la asistencia de Dios, los observaría todos sin reserva. Después de esto, él mismo tomó la corona desde el altar y se la dio al arzobispo; y el arzobispo se la entregó y se la colocó en la cabeza, subiéndola ayudado por dos condes debido a su extremado peso… Guillermo de Newburgh, Historia rerum Anglicarum (Historia de los asuntos ingleses, en latín, año c.1198), Libro V, capítulo 4, extracto.

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En el curso de la tregua entre estos dos reyes (Ricardo y Felipe de Francia), esas prácticas militares, es decir, los ejercicios en las armas, que son comúnmente llamados torneos, comenzaron a ser celebrados en Inglaterra...es notorio que un conflicto militar de este tipo nunca se lleva a cabo en Inglaterra, solamente por el ejercicio y el despliegue de valor…es más, en el tiempo de los reyes anteriores a él y también en el tiempo de Enrique el segundo, quien sucedió a Esteban, estos ejercicios caballerescos fueron totalmente prohibidos en Inglaterra y aquellos que buscaban la gloria en las armas o querían participar en estos deportes, cruzaban el mar y los practicaban en los confines de la tierra. El ilustre rey Ricardo, entonces, considerando que los franceses eran más expertos en la batalla porque estaban más entrenados e instruidos, decidió que los caballeros de su propio reino debían estar ejercitados en su propio territorio, de tal forma que de juegos parecidos a la guerra pudiesen aprender previamente el arte real y la práctica de la guerra, y para que los franceses no insulten a los caballeros ingleses por no tener destreza e instrucción… Ricardo de Santa Trinidad, Itinerarium Peregrinorum et Gesta Regis Ricardo (Itinerario de los peregrinos y Obras del Rey Ricardo, en latín, año c.1192), Libro II, cap.5; IV, cap.22; VI, cap.37), extractos. El 3 de septiembre (1189), fue solemnemente ungido como rey por la imposición de las manos, por el arzobispo Balduino…En esta coronación estaban presentes su hermano Juan, y su madre Leonor quien, por mandato de Ricardo el nuevo rey, después de la muerte del rey Enrique, había sido liberada de la prisión, donde había estado durante diez años… Tenía el valor de Héctor, la magnanimidad de Aquiles, y era igual a Alexander, y no era inferior en valor a Rolando; brilló por sobre muchas personalidades ilustres de nuestro tiempo. Fue suya la liberalidad de Tito y fue dotado de la elocuencia de Néstor y la prudencia de Ulises, lo que es raramente encontrado en un soldado… (Los soldados turcos en respuesta a Saladino después de una derrota en la Tercera Cruzada) “Sacratísimo Sultán…esta acusación es injusta, ya que peleamos con toda nuestra fuerza en contra de los francos, e hicimos lo que pudimos para destruirlos…además, había uno entre ellos que era superior a cualquier hombre que hemos visto: siempre atacaba antes que el resto, matando y destruyendo nuestros hombres: él es primero en toda empresa y es un soldado bravísimo y excelente; nadie puede resistirlo o escaparse de sus manos: lo llaman Melech Ric (Rey Ricardo). Tal rey parece haber nacido para comandar a toda la tierra: ¿que podríamos haber hecho, entonces, ante tan formidable enemigo?”… (Ricardo es capturado y encarcelado en Austria cuando regresaba a Inglaterra) Para juntar el dinero para su rescate, los impuestos fueron incrementados al máximo y una gran colecta fue impuesta sobre todas sus tierras…cálices y vasos sagrados de oro y plata fueron reunidos de las iglesias y los monasterios fueron obligados a funcionar sin sus utensilios; tampoco era esto ilegal de acuerdo a los decretos de los santos padres, no, era incluso un asunto de necesidad en tanto que ningún santo, aunque ha habido muchos, sufrió por el Señor tanto durante su vida como el rey Ricardo durante su cautividad en Austria y Alemania…

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Sesión 11

Robin Hood: el ladrón de Sherwood Walterio Bower, Scotichronicon (en latín, c.1440), extracto. Entonces (en c.1266) apareció el famoso asesino, Roberto Hood, así también como el Pequeño Juan, juntos con sus cómplices de entre los desheredados, acerca de quienes el tonto pueblo esta tan desordenadamente encariñado con celebrar, en las tragedias y en las comedias, y acerca de quienes están gozosos de escuchar cantar a los bufones y juglares, por sobre otras baladas. A Lytell Geste of Robyn Hode (balada popular en inglés medio, año c.1450), selección de versos. Deténganse y escuchen, todos, esta historia es muy buena. Se trata de un audaz forajido, su nombre era Robin Hood. Robin era un forajido sabio. Mientras caminaba por el suelo, tan cortés forajido, fue rara vez visto… Robin se encontraba en el verde bosque apoyado en un árbol, y con él estaba el Pequeño Juan, un buen hombre libre era él. Quédense y escuchen, todos, y pongan atención a lo que digo, cómo el orgulloso sheriff de Nottingham convocó a un día de juego (para emboscar y capturar a Robin) que todos los mejores arqueros del norte debían venir cierto día, y aquel que disparase mejor se llevaría el premio… Cuando habían disparado por ahí, bien y justamente estos arqueros, todos las veces, el mejor, verdaderamente, fue Robin Hood… Walter Scott, Ivanhoe (en inglés moderno, año 1819), capítulo 40, extracto. “Levántense, amigos”, dijo (el rey) Ricardo con la mayor afabilidad… “Levántense, y sean buenos vasallos de ahora en adelante. Y tú, valiente Locksley…” “No me den ese nombre”, dijo el capitán, “sino el mío verdadero, que quizás la fama habrá llevado a sus oídos. Yo soy Robin Hood, del bosque de Sherwood.” “!Rey de los bandidos y príncipe de la gente del bosque!”, exclamo el rey. “¿Quién no habrá oído las famas de tus proezas, puesto que han llegado hasta Palestina? Pero no temas nada. El velo del olvido cubrirá todo lo que ha pasado en mi ausencia, durante las revueltas a causa de ella”.

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Sesión 12

Eduardo I Longshanks: el martillo de los escoceses Tomás Wykes (año c.1289, en latín), extracto. Eduardo, el primer nacido del rey Enrique III, por Leonor, hija del conde de Saboya, sucedió a su padre en el trono a la edad de 34. Fue diestro en la conducción de los asuntos de estado y fue, desde su infancia, dedicado a la práctica de las armas, por lo cual ganó reputación mundial, sobrepasando la de cualquier príncipe cristiano de su tiempo. Era elegante en apariencia, siendo una cabeza más alto que la estatura promedio… A pesar de un ceceo (problemas para pronunciar la s y la c), no le faltaba la elocuencia, cuando argumentos persuasivos eran requeridos. Sus largos brazos estaban en proporción a su cuerpo flexible; no hubo hombre que fuese dotado con mayor fuerza muscular para manejar la espada. Su pecho se hinchaba sobre su estómago, y la longitud de sus piernas aseguraba que no fuese nunca descolocado de su asiento por el galope y el salto de los caballos. Bartolomé Cotton, Historia Anglicana (Historia inglesa, año c.1298, en latín), extracto. Habiendo subyugado Gales, Eduardo, rey de Inglaterra, regresó a Londres después de la Pascua (1285). El viernes siguiente, hizo una procesión solemne a pie desde la Torre de Londres a Westminster, junto con la reina Leonor y todos los magnates del reino, y con 14 obispos… El mismo día, el rey tuvo un parlamento en Westminster que duró 7 semanas. En este parlamento instituyó muchas leyes nuevas e hizo caballeros a muchos hijos de los nobles. También confirmó muchas donaciones (cartas) de sus ancestros. El mismo año, en Winchester, el rey emitió nuevos estatutos en contra de los ladrones, bandidos, amparadores y ayudantes de malhechores… Convocatoria del rey al arzobispo de Canterbury para asistir al parlamento de 1295 (en latín), extracto. El rey al venerable padre en Cristo, Roberto, por la misma gracia, arzobispo de Canterbury, primado de toda Inglaterra, saludos. Ya que una justísima ley, establecida por la cuidadosa providencia de príncipes sagrados, exhorta y decreta que lo que afecta a todos, por todos debe ser aprobado, así también, muy evidentemente, el peligro común debe ser enfrentado por medios entregados en común. Tú sabes suficientemente bien, como es ahora, así creemos, divulgado por todas las regiones del mundo, cómo el rey de Francia fraudulenta y astutamente nos priva de nuestra tierra de Gascuña, reteniéndola injustamente de nosotros. Ahora, sin embargo, insatisfecho con el ya mencionado fraude e injusticia, habiendo reunido para la conquista de nuestro reino una gran flota, y una abundante multitud de guerreros, con los que ha hecho un hostil ataque a nuestro reino y a los habitantes del mismo reino, propone ahora destruir la lengua inglesa enteramente, si es que su poder correspondiese a la detestable proposición de la contemplada injusticia, que 22

Dios no lo permita. Porque, entonces, dardos vistos anteriormente hacen menos daño, y tu interés especialmente, como el del resto de los ciudadanos del mismo reino, esta preocupado por este asunto, te ordeno, estrictamente ligándote en la fidelidad y amor por la cual tu estas unido a nosotros, que en el próximo día del Señor, después de la fiesta de San Martín, en el invierno que se acerca, estés presente en persona, en Westminster; citando previamente al decano y al capítulo de tu iglesia, los arcedianos en sus propias personas, y el mencionado capítulo por un representante adecuado, y el mencionado clero por dos (representantes), para que estén presentes juntos contigo, teniendo completo y suficiente poder del mismo capítulo y clero, para considerar, ordenar y proveer, junto con nosotros y con el resto de los prelados y hombres principales y otros habitantes de nuestro reino, cómo los peligros y males amenazados de este tipo han de ser enfrentados. Testificado por el rey en Wangham, el treintavo día de septiembre. Roberto de Reading, Flores Historiarum (Las Flores de la Historia, compilación de varios cronistas, en latín, año c.1326), extracto. Cuando el rey Eduardo llegaba a Westminster, habiendo regresado desde Flandes el 29 de marzo (1298), un terrible incendio irrumpió en el salón mas pequeño del palacio… El rey se fue a York y envió allí a sus barones del exchequer y a los jueces de la corte, porque habría de tener un parlamento con los nobles del reino en junio. Después salió nuevamente, rodeado por una gran tropa de condes y caballeros, porque estaba ansioso en someter a los rebeldes escoceses. Y entonces, el 22 de julio, en los campos cercanos a Falkirk, se enfrentaron en una batalla terrible. Los escoceses cayeron inmediatamente, derrotados. Cerca de 200 caballeros y 40 mil soldados o más fueron matados. El 28 de junio, el acuerdo de paz entre los reyes de Inglaterra y Francia, que todavía no había sido completamente sellado, fue terminado por el papa Bonifacio VIII en Roma. Pedro Langtoft (en francés antiguo, año c.1307), epitafio para el rey, extractos. El rey Eduardo fue la flor de la Cristiandad. Fue tan buen mozo y grande, tan poderoso en las armas, que de él podría uno hablar mientras dure el mundo. Porque no tuvo igual como caballero en armadura, por vigor y valor, ni en el presente ni en el futuro… Ahora, después de que su muerte ha sido publicitada, el cuerpo es transportado por los barones y por el clero a Waltham, cerca de Londres, su propia abadía… 34 años, 8 meses, y 5 días, te digo, reinó sobre Inglaterra por la ley establecida, por razón y por derecho mantuvo la monarquía; de vigor y valor, y lleno de entendimiento, no tuvo igual en el gobierno de un señorío. Al lado de sus parientes esta ahora su cuerpo sepultado, en Westminster, en una tumba de mármol bien pulido…

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Estos textos han sido seleccionados, fragmentados y traducidos al castellano por JM Cerda para el curso Grandes personajes de la Inglaterra medieval, a partir de ediciones del latín y traducciones al inglés.

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