I N D I C E G E N E R A L

I N D I C E G E N E R A L DE LA VERDADERA RELIGION (Versldn, introduccidn y notas del P. VICTORINO CAPJ!N*G/H P&glnai INIRODUCCI6N CApfTULO. I.—Div

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E l p r e t e n d i d o S í n d r o m e d e A l i e n a c i ó n P a r e n t a l
Prólogo Cuando “SAP” parecía un sonido onomatopéyico en lugar de la palabra que esconde algo más que un nuevo significado con el que presentar de man

E Z P E L E T A. P E R I O D I C O D E O P I N I O N I N D E P E N D I E N T E A L S E R V I C I O D E L A C O M U N I D A D Matrimonio Fugaz
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I N D I C E T R A I N I N G
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I N D I C E

G E N E R A L

DE LA VERDADERA RELIGION (Versldn, introduccidn y notas del P. VICTORINO CAPJ!N*G/H P&glnai INIRODUCCI6N

CApfTULO. I.—Divergencias religiosas entre los fildsofos y el pueblo CApfTULO 11.—Opini6n de S6crates sobre los dioses CApfruro in.—C6mo la religion cristiana persuadi6 a los hornbres vexdades de imposible divulgacion, segun Plat6n CApfruLO iv.—Menosprecio de la filosoffa materialisUi CApfruLO v.—D6nde y c6mo ha de buscarse !c verdadera religion CAP&ULO VI.—La verdadera religi6n esta en la fe cat61ica CApfiULO VII.—Hay que abrazar la Iglesia cat61ica CAPTIULO VIII.'—Fe y raz6n. Provecho de las herejfas CAPTTULO IX.—Errores maniqueos sobre los dos principios y las dos almas CApfruLO x.—Origen de los errores en materia religiosa CApfiULO XI.—Origen de la vida y de la muerte CApfiULO xn.—Calda y reparaci6n de todo el hombre CApfTULO xin.—Diferencia de los angeles CApfruLO xiv.—El pecado procede del libre albedrio CAPTIULO xv.—C6mo el castigo del pecado es estimulo de arrepentimiento CAPITULO XVI.—Beneficios de la Encarnaci6n del Verbo CApfruto XVII.—Excelencia de la doctrina religiosa de ambos Testamentos CApfTULO XVIII.—Defectibilidad de las criaturas CApfTULO xix.—Son bienes, pero limitados, los que pueden 00rromperse CAPITULO XX.—Origen del vicio del alma CAPITULO XXI.—Origen de las ilusiones del alma CApfiULO xxn.—S6I0 a los impios disgusta la administraci6n de las cosas temporales CAPfiULO xxiil.—Toda sabstancia es buena , CAPTIULO xxiv.-^-Doble camino para la salvaci6n del hombre ... CAPTTULO xxv.—A qu6 autoridad de hombre o de libros ha de , idarse crfidito sobre el culto de Dios 1

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La' colecci6n de las Obrat de San Agustin que se publica en la B. A. C. Uevara en el ultimo volamen an copioso fndice seneral de nombres y de ideas.

yi

tNDICE GENERAL P&ginas

CAPITULO xxvi.—Las seis edades del hombre antiguo y del nnevo ; CAPiTULO xxvn.—El proceso evolntivo de los dos hombres en el genero humano CAPITOLO xxvin.—Normas de la pedagogia doctrinal

Ia

7

129 131

CAPITULO XXIX.—Del segundo medio de la salvaci6n, o sea la

razon humana . CAPITULO XXX.—Las verdades eternas, superiores a nuestra raz6n CAPITULO XXXI.—Dios es la ley suprema de nnestra raz6n

133 135 139

CAPITULO XXXII.—Buscando la unidad en los vestigios de los

cnerpos CAPITULO xxxin.—Veracidad del testimonio de los sentidos. Origen del error

145

CAPITULO XXXIV.—El jnicio sobre los fantasmas CAPITULO XXXV.—Hay que dedicarse al conocimiento de Dios.

147 149

CAPfruLO xxxvi.—El Verbo de Dios es la misma Verdad

151

CAPITULO xxxvn.—Origen de la idolatria

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CAPITOLO xxxvm.—Otro gtoero de idolatria al servicio de las tres concupiscencias CAPITOLO xxxrx.—Por la pista de los vicios, a la primera hermosura CAPITULO XL.—De la hermosura sensible y sos deleites y del castigo de los pecadores CAPiiuLO XLI.—La hermosura en el castigo del pecado

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155 159 161 165

CAPITOLO XLII.—El aviso de Jos placeres carnales

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CAPfTOLO XLIII.—La potestad de juzgar que tiene el hombre ... CAPITOLO XLIV.—La imagen de Dios es el Hijo, a cuya semejanza fueron creadas algunas cosas CAPITULO XLV.—Por la escala de los deleites, a Dios. La soberbia CAPITULO XLVI.—Invencible es quien ama a Dios de todo corazon CAPITULO XLVII.—Cuan jnvencibles nos hace el amor al proximo

171 173 17s 177 181

CAPITULO XLVIII.—La perfecta justicia CAPITOLO XLIX.—De la curiosidad a la contemplaci6n de la

185

verdad CAPITOLO L.—Reglas para la interpretacion de la divina Escritura CAPITOLO u.—El estndio de las divinas letras como medicina de nuestra curiosidad CAPITOLO LIT.—C6mo la curiosidad y otros vicios estimulan a la virtud CAPITULO LIII.—Diversos fines de los sabios e ignorantes CAPITULO LIV.—Relaci6n entre los castigos y culpas de los condenados CAPITULO LV.—Epilogo y exhortaci6n a la religi6n verdadera ... Notas complementarias Ap£ndice Bibliografia -.

187 191 193 195 197 199 aoi aio vvj 232

fNDICE GENERAL

VII

Pdzinas

DE LAS COSTUMBRES DE LA IGLESIA CATOLICA (Version,

inlrodurcwn

y notas ' dr! P. Tt6Fii.n PRTETO)

INTRODUCCI6N

237-

LIBRO DE

I

LAS COSTUMBRES DE LA IGLESIA CAT6LICA

CAPfruLO 1.—Es necesario poner al descubierto los artificios de • los maniqueos. Dos artificios que principaltnente utilizan para seducci6n de los ignorantes CAPfruLO n.—Se apoya primero en la razon que en la autoridad, por condescendencia con el vicioso metodo de los maniqueos CAPfTULO m.—Felicidad del que goza del Bumo bien del hombre. Condiciones de este bien : i. a Que sea lo mejor que existe. a.a Que no se le pueda despojar a nadie contra su voluntad CAPfruLO IV.—Qu6 es el hombre CAPfiULO v.—El sumo bien del hombre es el que a la vez lo es del cuerpo y del alma CAPfruLO vi.—La virtud hace al alma perfecta. El alma adquiere la virtud siguiendo a Dios. Seguir a Dios y conseguirlo es la vida feliz CAPfruLO VII.—Es por la autoridad de las Escrituras que hay que buscar a Dios. La razon y los principales misterios d e da economia divina en lo que se ref iere a nuestra salud. ' Compendio de la fe CAPfTULO VIII.—Dios es el sumo bien, al que debemos dirigirnos con todas las fuerzas del amor CAPfiULO ix.—Armonfa entre el Antiguo y Nuevo Testamento en orden al precepto del amor de Dios CAPfTULO x.—Dios segun la ensefianza de la Iglesia. Los dos dioses de los maniqueos CAPfiULO xi.—S6I0 se debe amar a Dios. El es el sumo bien del hombre. Nada mas excelente que Dios. Nadie le pierde contra su voluntad. Dos condiciones del sumo bien CAPITOLO XII.—Es el amor el que nos une y somete a Dios ... CAPfruLO XIII.—Es Jesucristo y su Espiritu quienes nos unen inseparablemente a Dios CAPfTULO xiv.—Es el amor quien nos une al sumo bien, que e s la Trinidad CAPITULO XV.—Definicion cristiana de las cuatro virtudes cardinales .' CAPITULO XVI.—Armonfa del Antiguo y del Nuevo Testamento. CAPfTULO XVII.—Apostrofes que dirige a los maniqueos para que reconozcan su error y se conviertan

261 263

265 267 269 271

273 277 277 281 285 287 289 291 293 29s 299

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fNDICE GENERAL Pitinat

CAPITULO XVIII.—S61o en la Iglesia cat61ica se halla la perfecci6n de la verdad en la armonia de ambos Testamentos ... 303 CAPiiuLO xix.—Description de la templanza segun las santas Escrituras 305 CAPITULO xx.—S6I0 Dios debe ser amado ; y lo que no es El, es decir, todo lo sensible, se debe despreciar 307 CAPfamo xxi.—Las sagradas letras condenan la gloria huniana y la curiosidad 3°9 CAPITULO XXII.—El amor de Dios produce la fortaleza 311 CAPfiULO xxm.—Consejos y ejemplos de fortaleza sacados de las santas Escrituras 3*3 CAPITULO XXIV.—De la justicia y de la prudencia

CAPITULO xxv.—De los deberes de estas cuatro virtudes en lo que se refiere al amor de Dios, cuyo premio es la vida eterna y el conocimiento de la verdad CAPITULO xxvi.—El amor de si mismo y del pr6jimo CAPITULO xxva.—Del amor del prAjimo en cuanto al cuerpo: CAPITULO XXVIII.—Del amor del pr6jimo en cuanto al alma ... CAPfruLO xxix.—La autoridad de las santas Escrituras CAPITULO xxx.—Sublime apostrofe a la Iglesia, maestra de toda sabidurla. Doctrina de la Iglesia cat61ica CAPITULO xxxi.—Oposici6n entre la continencia de los maniqueos y la vida de los anacoretas y cenobitas CAPITULO XXXII.—Elogio de los clerigos

3J7

319 321 323 327 331 333 339 343

CAPITULO XXXIII.—Otras comunidades de religiosos y de religiosas que viven en las ciudades. Ayunos de tres dias 345 CAPITULO XXXIV.—Las costumbres de los malos cristianos no son razon para censurar a la Iglesia. Los adoradores de las pinturas y de los sepulcros 349 CAPITULO XXXV.—El Apostol concede a los cristianos el derecho al matrimonio y a los bienes de la tierra 353 LIBRO DE

II

LAS COSTUMBRES DE LOS MANIQUEOS

CAPITULO I.—El sumo bien es pot esencia el ser en sumo grado. CAPfruLO n.—Que es el mal. El mal, dicen con mucha razon los maniqneos, es lo que es contrario a la naturaleza; pero esta definici6n destmye su herejia CAPITULO nt.—La definici6n del mal como algo nocivo es tambien destructiva de la secta mafiiquea CAPITULO iv.~Diferencia entre el bien por esencia y el bien por participaci6n CAPfTULO v.—La definition del mal como una corrupci6n es destructiva de la secta maniquea CAPTTULO vi.—Que es la corrupci6n y que es lo que puede estar sujeto a ella ^ •. CAPITULO TO.—La bondad divina no permite la corrupci6n de alguna cosa hasta el no ser. Diferencia entre el crear y el ordenar

359 361 363 365 367 367 369

fNDICE GENERAt

IX Pdginas

©trfiuto VIH El mal no es una substantia, sino tin desorden contxario a la snbstancia CirfruLO ix Inconsistencia de Jas fibulas de los maniqueos acerca de los bienes y de los males CArflULO x.—Los tres sellos de moralidad falsa.mente imaginados por los maniqueos ; CAPfTULO xi.—El sello de la boca en los maniqueos es un conjunto de blasfemias contra Dios GAPITULO XII.—Los maniqueos no hallan saHda o subterfugio algnno CAPfruto XIII.—Para emitir un jnicio acerca de la abstinencia maniquea hay que tener en cuenta no tanto lo que se hace cuanto la intencion con que se hace CAPfTULO xiv.—Tres causas hacen laudable la abstinencia de ciertos manjares CAPTTULO xv.—Por que" prohiben los maniqueos comer came. CAPfTULO xvi.--Revelaci6n de los mas monstruosos misterios maniqueos CAPITULO xvii.—Coal es el sello de las manos en la secta maniquea CAPfTULO xvni.—El sello del seno. Infames misterios de los maniqueos CAPfTULO xix.—Los crimenes de los maniqueos CAPITULO xx.—Los crimenes de los maniqueos descubiertos tambien en Roma Notas complementarias Bibliograffa

371 S77 381 383 389 391 395 401 405 421 433 437 443 448 451

ENQUIRIDION (VersiSn, intro&ucci&n y notas del P. ANDRES CENIENO) INTRODUCCI6N

455

CAPTTULO I.—Desea para Lorenzo el don de la verdadera sabiduria „ 463 CAPfTULO 11.—La sabiduria del hombre es la piedad 463 CApfruLO in.—Dios debe ser adorado por la fe, por la esperanza y por la caridad 465 CAPfTULO IV.—Soluciones de Agustln a las preguntas formuladas por Lorenzo 465 CAPfTULO v.—Respuesta a la tercera y cuarta pregunta 467 CApfruLO vi.—Materia que comprendera este manual 469 CAPfTULO vii.—El Simbolo y la Oracion dominical incluyen la fe, esperanza y caridad 4^9 CAPfTULO vin.—Explicaci6n general de la fe, esperanza y caridad y de su mutua conexi6n .i... AT1 CAPfTULO ix.—Lo que se debe creer segun el orderi del Sfm> ; , bolo. Es innecesaria la curiosa investigacion de los fen6menos naturales. Bastele al cristiano creer que todas las cosas han sido creadas por la bondad infinita de la Xridad y que son buenas 473

X

fNDICE GENERAL Pdginas

CAPITULO X.—Del origen del mal, contra los maniqueos CAPIIULO XI.—Por qui Dios permite el mal. E l mal no es otra cosa que privaci6n del bien CAPIIULO XII.—Todas las criaturas son buenas, pero no sumamente buenas, y, por tanto, corruptibles CAPiiULO XIII.—Ningtin mal existiria sin el bien CAPfruLO Xiv.—El bien y el mal, aunque son cosas contrarias, pueden existir al mismo tiempo en una misma cosa. El mal procede del bien CAPITULO xv.—Explicaci6n del texto de San Mateo CAPTTULO xvi.—Si constituye la felicidad el conocer las causas naturales CAPITULO XVII.—£Qu6 es el error? No todo error es perjudicial. Feliz error de San Agustfn en una encrucijada CAPfruLO XVIII.—Toda mentira es pecado, pero unas mas graves que otras. No miente quien por ignorancia dice algo falso, sino mas bien el que dice algo verdadero que cree ser falso CAPfruLO xix.—Unos errores son mas perjudiciales que otros, pero siempre son un mal CAPITULO XX.—No todo error es pecado. Refutaci6n de los acad&micos CAPITULO xxi.—El error no siempre es pecado, pero es siempre un mal CAPfruLO xxii.—Toda mentira es pecado CAPITULO xxiii.—Las cosas buenas son efecto de la bondad de D i o s ; las malas, de la deficiencia de la voluntad del hombre o del angel CAPITULO XXIV.—:Las causas secundarias de los males son la ignorancia y la concupiscencia CAPITULO XXV.—Penas impuestas al pecado CAPTTULO XXVI.—La pena del pecado de Adan se transmite a toda su descendencia. Contra los pelagianos CAPfruLO XXVII.—JEstado del hombre despues del pecado d e Adan. Su reparaci6n es obra de la exclusiva misericordia de Dios CApfTULO XXVIII.—Arrojados al abismo los angeles desertores, los demas son confirmados en la bienaventuranza CAPITULO xxrx.—Los hombres redimidos pasan a oenpar el Jugar de los angeles rebeldes CAPITULO xxx.—La reparaci6n del hombre n o es debida a sus meritos o al libre albedrfo, sino a la gracia CAPITULO XXXI.—La fe y las buenas obras son don de Dios ... CAPfruLO XXXII.—La buena voluntad proviene de Dios CApfTULO XXXIII.—Todos los Ihombres, que nacieron hijos de ira, necesi*an del mediador Cristo. E n qai consist* la ira d e Dios -» CAPITULO XXXIV.—Cristo, mediador por la inefable encarnaci6n del Verbo, nacido de Maria. Contra los apolinaristas • CAPfTULo xxxv—Cristo es a la vez Dios y hombre. Contra el error de Leporio, que despues aceptaron los nestorianos ...

47s 475 477 479 5f8i 483 483 485

487 49* 493 495 497 400. 499 501 501 S03 505 505 507 $99 509 Sx3 515 515

fNDICE GENERATJ

XI P&ginas

CApfruLO xxxvi.—La gracia se hace mas estimable al ser elevado Cristo hombre a la dignidad de Hijo de Dios sin ningdn merito suyo CAPfruLO XXXVII,—El nacimiento d e Cristo, por ser obra del Espfritu Santo, pone d e manifiesto la gracia CAPfruLO XXXVIII.—Cristo nacio del Espiritu Santo no como padre, pero si de Maria como madre CAPITULO XXXIX.—No todo lo que nace de alguno se ha de Uamar hijo suyo CAPfTULO XL.—El modo d e nacer Cristo del Espfritu Santo da a conocer la gracia de la uni6n hipostatica CAPfTULO xi-i.—Cristo, libre de todo pecado, rue hecho pecado. CAPfruu) XLII —El batttismo es dado para que muramos y ienazcamos CAPfTULO XLIII.—Todos mueren al pecado e n el bautismo, tanto los parvulos como los ad altos CAPfTULO XLIV.—Figura por la cual se toma un nnmero por otro CAPfTULO XLV.—En el primer pecado del hombre hay muchas especies d e pecado CAPfTULO XLVI.—Es probable que los hijos no esten sujetos solo a los pecados de los primeros padres CAPfTULO XLVII.—No se ha de fijar temerariamente hasta qu£ gerieracidn se propagan los pecados d e los padres en los hijos CAPfTULO XLVHI.—El pecado original no es borrado sino por Cristo CAPITULO XLIX.—El bautismo de Juan no causaba la regeneracidn. Por«qn6 Cristo quiso ser bautizado por Juan CAPITULO L.—Cristo borro no s61o el pecado original, sino tamb i i n todos los personales CAPfTULO LI.—Nadie se libra de la condenacion de Adan si no renaciere en Cristo CAPfTULO LII.—El bautismo es imagen de la muerte y resurrecci6n de Cristo, tanto en los parvulos como en los adultos. CApfruLO LIII.—La crnz, la sepultara, la resurrecci6n de Cristo, son imfigenes de la vida cristiana CAPfTULO LIV.—El juicio final se refiere a las cosas que han de realizarse al fin del mundo CApfruLO LV.—De dos modos puede entenderse eJ juzgar a los vivos y a los muertos CAPfTULO LVt.—Rectamente se habla, en cnanto al orden, en el Sfmbolo del Espfritu Santo y de la Iglesia. La Iglesia celeste aynda a la terrena; CAPfTULO LVII.—Estabilidad 3e la Iglesia celeste CAPfTULO LVIII.—Categorfas de los angeles. Es incierto que las estrellas sean angeles CApfTULO LIX.—Diffcilmente paeden explicarse de qu£ naturaleza eran los cuerpos de los angele« ba jo los cuales se aparecieron a los hombref

517 519 521 523 523 525 527 527 5*7 529 531

533 533 • 535 537 537 537 541 541 543 543 547 547 54Q

XII

fNDICE GENERAL Pdglnas

CAPftuLO i.x.—Es mas dti! distinguit las artes de Satanas, que se transfigura como 6ngel de luz 54g CApttuLO LXI.—La Iglesia entre los angeles y entre los hornbres. Cristo no muri6 por los angeles. Como afecta a los angeles la redencifin de los hombres 551 CAPtruio txn.—Como son restauradas y pacificadas todas las cosas en Cristo 553 CAPflULO LXIII.—De qu£ modo la paz del reino celeste sobreptrja a todo entendimiento , 553 CAPfruLO LXIV.—La remisi6n de los pecados esta expresada en el Sfmbolo. Los santos pueden vivir sin crimen, pero no sin pecado 555 CAPIIULG LXV.—Cualquier crimen puede ser perdonado en la Iglesia por medio de la penitencia. Fuera de la Iglesia no hay remision de pecados 557 CAPITULO LXVI.—La remisi6n de los pecados tiene por fin prevenir el juicio futuro 557 CAPfiuio LXVII.—Refutaci6n de aquellos que creian que todos los fieles, por m i s impiamente que hubieran vivido, se habfan de salvar a t r a v l s del fuego 559 CAPfroio Lxvur.—Interpretacion del textoT del Apostol «de los que se han de salvar a travSs del fuego». El fuego purificador de esta vida 561 CAPITUI-O LXIX.—El fuego purificador despues de esta vida ... 563 CAPfiULO LXX.—Los crimenes no se perdonan por las limosnas si no se cambia de vida 565 CAPfruto LXXI.—Los pecados leves se pueden expiar por la Oraci6n dominical 565 CArfnjto LXXII.—Muchas son las clases de limosnas .» 567 CAPtrcLO LXzni.—El m i s importante genero de limosna es perdonar a los enemigos 567 CAPfruto LXXIV.—Dios no perdona los pecados a aquellos que no perdonan 5^9 CApfiuto LXXV.—La limosna no pnrifica a los malvados y a los infieles si no se enmiendan 571 CAPfruLO LXXVI.—La limosna mas excelente es compadecerse el pecador de su alma y vivir rectamente 573 CAPfruLO LXXVII.—Para que aprovechen las limosnas es preciso abandonar la iniquidad 575 CAPfruLO Lxxvni.—Hay ciertos pecados que a juicio humano no lo serlan 575 CApfufoo LXXIX.—Pecados que parecen leves son a veces gravlsiflibs; S7Q CAPfruLO LXXX.—Pecados horrendos que por la costumbre parecen leves ,. 579 CAPITOLO IXXXI.—Dos son las causas del pecado : la ignorancia' y ' l a flaqueza, las cuales nadie puede veneer si no es ayudado del cielo 581 CAPfruLO LXXXII.—La penitencia es don de Dios 583

faraCE

GKNERAg

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Cmtvio Lxxxui.—El pecado contra el Espiritu Santo CApilOK) LXXXIV.—De la resurrecci6n de la came CAPfrmo LXXXV.—1 Resucitaran los fetos abortivos? CAPiruix) LXXXVI.—Tiempo e n que empieza a vivir el feto en el seno materno CAPITULO LXXXVII.—De que modo resucitaran los fetos monstrnosos CAPITULO LXXXVIII.—Restituci6n de la came de cualqnier modo 1 que hubiere perecido CAPITULO LXXXIX.—Las cosas superfluas c6mo volverfa al .:. cuerpo : CAPITULO XC.—En cuanto a la estatura y fignra del cuerpo, nada habra que sea indecoroso .CAPITULO XCI.—Los cuerpos de los buenos resucitaran en cuanto a la substancia de la carne, pero sin ningun defecto ... CAPfrULO xcn.—Estado en que resucitar&n los cuerpos de los •-.-' condenados '.. CAPITULO XCIII.—

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