Jessica Tovar Espinoza (segundo semestre)

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL UNIDAD 112, CELAYA, GTO. Licenciatura en Intervención Educativa Cátedra Desarrollo regional y microhistoria : Progr
Author:  Luis Ojeda Rivero

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UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL UNIDAD 112, CELAYA, GTO.

Licenciatura en Intervención Educativa

Cátedra Desarrollo regional y microhistoria :

Programa de recuperación de la memoria histórica de Celaya y sus alrededores

Una historia de vida: C

Jessica Tovar Espinoza (segundo semestre)

Celaya, Gto., 8 de junio de 2013

,

Í NDICE 3 Nacimiento de un gran hombre, 12 de abril de 1903

4 6

Primer Piratas ,

7

En busca de una mejor vida, 1940 El embrujo, 1948 Una historia, 1953 El Celaya F.C., 1954 El adiós a un hijo, 1957 El Tecnológico de Celaya, 14 de abril de 1958 Fechas marcadas de fútbol profesional, 1963 Un adiós a un pedazo de su vida, 1973 El gran adiós que vive en el recuerdo Conclusiones

2

1967

Introducción La

El C

, estuvo marcada por una

pasión: el fútbol. Llevó esa pasión, esa magia, hasta el día de su muerte y hasta la fecha se le recuerda por las grandes hazañas que hizo movido por ellas. Para mí es un honor hacer esta historia de vida

mi

bisabuelo materno y el rescatar su historia, el hacer un retroceso hacia el pasado, el recuperar un poco de lo que fue su vida, el de analizar cómo un simple deporte marcó su vida y la de mi familia, es para mí un placer. Para hacer esta recuperación he estructurado este documento con base en la selección cronológica de los sucesos o etapas más sobresalientes de su vida. En cada apartado he incluido las notas de prensa, las fotografías y los recuerdos de un tío y de otros familiares. Así fui construyendo una microhistoria y mientras lo hacía fui conociendo a quien fuera mi bisabuelo, a quien nunca había conocido ni siquiera físicamente. Ahora sé por qué para mi familia es tan importante celebrar el 15 de mayo.

3

Nacimiento de un gran hombre, 12 de abril 1903

F oto de D

Mendoza a sus 75 años de edad

El día de 12 de abril de 1903, e n el barrio de San Antonio nace

Don

Antonio Mendoza Ramírez. El barrio donde nació había sido, antiguamente, un panteón de la ciudad por lo que fue sobre las viejas tumbas donde se edificó el templo y las casas de los habitantes. Por el barrio, además, pasaban las vías del ferrocarril y en él se construyó, por órdenes de Porfirio Díaz, la estación de trenes una de las muchas que se levantaron en todo el país. Siendo apenas un niño

vivió los horrores de la guerra, del

hambre, de saber de los muertos apilados en Palas Atenea, de la peste, del estado de sitio de la calle 5 de mayo donde nadie podía salir de sus casas por la veda, de cómo los militares secuestraban a los varones para llevárselos a trabajar como esclavos a Yucatán.

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Un poco de maíz y chile era la dieta diaria de los celayenses de esta época, pero también se habla de que algunas familias hicieron grandes fortunas robando y acaparando los alimentos que tanto necesitaba la población y de que, hasta la fecha, estas familias siguen siendo de los más ricos de Celaya y del país. Antonio era el hijo mayor de Don Martín Mendoza de oficio policía, sereno vigilante nocturno, oficio que venía desde los tiempos de la colonia. A Don Martín le gustaba el trago, los gallos, las apuestas y era despegado de la familia, a diferencia de su esposa Doña María Ramírez que fue una mujer de mucha nobleza. M

C

a la cual era muy afecto porque si algo le dolió fue la muerte de su madre. En efecto, muchos años después él mismo platicaba con lágrimas en los ojos que lo que más le había dolido fue el no haber podido salvar a su madre por falta de dinero para poder pagar un doctor. Su madre murió de una infección en un pie al quitarse un callo de un dedo, lo que le produjo gangrena. Ella no se quejó del cruel destino de la miseria y él sabía que su madre habría podido salvarse, si tan solo hubiera tenido unos pesos para pagar la consulta y la medicina que requería. El C

Francisco que viajó a Tijuana por un mes

pero nunca regresó y Ramón que era co

y que se

convirtió en ferrocarrilero yéndose a radicar en la capital del país. Antonio se quedó en Celaya viviendo en un solar heredado por su abuelo, el Tata Genaro, que murió de viejo sin tener ninguna enfermedad sin ningún interés. Seguramente por eso, aquel anciano le heredó el citado solar ubicado a unas cuadras del templo de San Antonio donde construyó un cuarto de adobe y se casó con Doña Marina Rosales. 5

La cajeta y un poco de historia

F oto tom ada de la página oficial de Celaya, Guanajuato , donde se m uestra a los vendedores de cajeta en la estación de ferrocarril de la ciudad N o se consiguió el dato de la fecha de la fotografía

Nada pasaba en Celaya, más que los trenes lo que se convirtió en una solución de trabajo para algunos habitantes que se convirtieron en vendedores de cajeta, dulce tradicional en Celaya pero poco conocido en el resto del país. La venta de este producto en la estación de Celaya fue lo que lo popularizó como originario de Celaya. Pero no fue fácil dedicarse a la venta de cajeta pues aunque todos en el barrio sabían cómo hacerla, conseguir los insumos resultaba difícil. Si se quería hacer buena cajeta había que elaborarla con leche de cabra y envasarla en frasco de vidrio que muy costoso. No se sabe quien fue el que ideó envasarla en cajetes de madera lo que, además de darle un mejor sabor, permitió bajar los costos.

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Pero había que abaratar aún más y por eso algunos formaron una cooperativa para la producción de cajetas. Instalaron la fábrica en la casa de lC

donde levantaron un tejabán y una pila de agua en donde remojaban

la madera para sacar las tiras y redondearlas con facilidad. Los vendedores llegaban con su costal y pedían los envases que necesitan para envasar la cajeta y venderla en la estación donde los viajeros, hasta los más humildes, compraban cajeta, como un rico manjar barato. Pero el trabajo no era fácil pues los trenes pasaban día y noche y las corridas podían tener retrasos de muchas horas o quedar varados por mucho tiempo en Celaya.

Primer Piratas , 1920 Concentrados los vendedores de cajeta en la estación del tren, veían cómo algunos pasajeros bajaban y hasta podían conocer la ciudad tomando los carros de mulas que daban servicio de transporte. Esto sucedía cotidianamente. Pero un día los ojos de los vendedores de cajeta se quedaron plasmados y perplejos, cuando vieron que un grupo de pasajeros varados se bajaba del tren y se ponía a patear un balón de cuero. Los vendedores dejaron sus canastas a un lado, olvidándose de la venta de cajeta, y observaron detenidamente todo lo que hacían los pasajeros que eran, según decían algunos, trabajadores mineros o, decían otros, ingleses que iban de paso. La tradición dice que con las prisas por abordar nuevamente el tren, a los pasajeros se les olvidó el balón de cuero que fue recogido por los vendedores de momento nadie se imaginaba que la cajeta sería la representación máxima de la ciudad y que ellos serían los iniciadores del futbol en Celaya pues terminaron fundando un equipo formado por la gente del barrio al cual do capitán y recibió el Antonio. 7

F oto iratas en 1920 El que tiene la cruz l C Según el periódico El Sol del Bajío de Celaya, 1 ésta es una foto histórica porque quizá sea la prim era (o la única) foto de un equipo de futbol, data de 1920, cuando se iniciaba el fú tbol celayense.

El barrio de San Antonio tenía fama de ser el más bravo de los ocho barrios que existían en Celaya: el Zapote, la Resurrección, Santo Cristo, Tierras Negras, Santiaguito, San Juan y Tierra Blanca. Cuando fundaron su equipo, estos iniciadores del fútbol local tuvieron que pedir permiso a los beisbolistas para trazar un campo de fútbol en el legendario Venustiano Carranza, campo que se encontraba en la calle de Benito Juárez antes de llegar a la estación. Les costó trabajo pero lo lograron. El primer equipo celayense de fútbol del que se tiene recuerdo, es el "Corsarios", pero con ese nombre solamente duró un año, pasando a ser lo que actualmente

conocemos como

"Piratas", cofundado por Antonio "Capi"

Mendoza.

1

http://www.oem.com.mx/elsoldelbajio/notas/n2075962.htm (Consultado el 12 de julio de 2013)

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Tomás Rodríguez -padre de los históri - además de Teodoro 2

nombraba toda la

futbol en la pequeña ciudad de Celaya.

Su familia lC

Marina

Rosales y ya tenían hijos: Asunción, Juana María, Ramona y Antonio. Al igual que su padre, todos ellos conocieron la pobreza y muchas veces tuvieron que trasladarse hasta México a vender cajetas, chicles y los que fuera para poder subsistir. Ahora, la familia tenía una carga más, el fútbol, un embrujo con el cargó toda su vida.

En busca de una mejor vida, 1940 En ese tiempo, el de 1940, cuando se daba la segunda guerra mundial, se abre la frontera a los famosos braseros que entonces fueron bien recibidos en Estados Unidos por la falta de mano de obra que provocaba la guerra. El C es uno de los que se van a trabajar. Allá le va bien y, trabajando en una petrolera de Tejas, manda dinero a casa y algo para el sostenimiento del equipo de sus amores los P

amentablemente sufre un grave accidente y casi

pierde la vida por lo que se ve en la necesidad de regresar a casa. Él sabía que el dinero había sido bien utilizado en la adquisición de algunas propiedades (en ese tiempo con poco dinero podías tener propiedades).

Pero cuál sería su

sorpresa cuando al regresar a Celaya se entera de que a su esposa Doña

http://www.am.com.mx/guanajuato/superdeportivo/recuerdan-al-capi-mendoza-16393.html (Consultado el 12 de julio de 2013) 2

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Marina la habían estafado unos vivales pues ella no sabía leer ni escribir como muchos mexicanos. Para colmo, el solar heredado de su abuelo el Tata Genaro en donde había construido su casa, también estaba hipotecado

de la

alegría a la tristeza y decidió empezar de nuevo con solución menos

. Y empezó a trabajar de nuevo en la venta de cajeta

para pagar la deuda y, aunque los tiempos seguían siendo difíciles, lo logró pues hasta la fecha la casa sigue siendo de la familia,

El embrujo, 1948 era él quien perseguía ese embrujo. En 1948, cuando ya habían pasado más de dos décadas del surgimiento del futbol, algo extraordinario sucedió en la ciudad celayense: residentes de la ciudad de México, empresarios, políticos y deportistas tuvieron la brillante idea de solicitar obras para Celaya, entre ellas campos deportivos, aprovechando que la distinguida dama celayense Doña Beatriz Velazco estaba casada nada menos que con el presidente

de la república Miguel Alemán

Valdés. Esta gente organizó una carrera a México, en la que participaron cientos de celayenses, para llevar un pliego petitorio. Por sorteo, la entrega de la

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F oto actual del Estadio Miguel Alem án Valdés inaugurado en 1954 y rem odelado en 1994 con motivo del ascenso del club a la primera división del fútbol nacional. En este estadio jugaron com o locales los equipos Celaya F C (1958-1961) y T oros del Atlético Celaya (1994-2002) de la prim era A a la prim era división. Actualm ente es utilizado por el Celaya F C de la división de ascenso.

T oros del Atlético Celaya (1994-2002) de la prim era A a la prim era división.

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Una historia, 1953 Cuando se concretó el sueño de un majestuoso estadio de futbol y uno de beisbol lo del embrujo fue cierto. Atrás quedaría el viejo campo Venustiano Carranza. Entonces el Gobierno Federal nombra a Don Agustín Arroyo Ch., ex gobernador interino de Guanajuato, además de periodista y poeta, como titular de la Oficina de los Bienes de la Nación entre cuyo patrimonio se incluyen los dos estadios de Celaya. Aquellos eran los tiempos en que uno solo partido, el PRI, mandaba en el país. Por eso resultó extraño que un panista como el doctor Miguel Iriarte fuera nombrado administrador de los estadios. El doctor -guardián del estadio, cargo que él nunca espero ni busco, pero el embrujo del futbol lo volvió a encontrar. El cargo no fue fácil de cumplir porque había que trabajar de sol a sol, levantándose a las 5 a.m. y regresando a casa al anochecer. Sin pensarlo, Doña Marina se convirtió en una de las primeras viudas del futbol.

ser parte de un equipo que representaría a la ciudad: el CELAYA F.C. el cual ya participó en el torneo zona centro del estado de Guanajuato. En ese año 1953, sin que el estadio hubiera sido inaugurado oficialmente, ya se realizarían ahí los juegos de dicho torneo.

12

El C

recién em pastada del estadio, 1953 El estadio se inauguraría en 1954

El CELAYA F.C., 1954 El embrujo del fútbol, que perseguía

lC

de mucha gente de

la ciudad. En 1954 estalla una gran noticia: el CELAYA F.C. debutaría en el fútbol profesional de 2da. división y el estadio sería inaugurado el 12 de septiembre de 1954. Desde aquel momento

también se convirtió en la sombra de ese

inmueble, las labores que se tenían que hacer las hacía él solo: el cuidado de la cancha empastada, que es lo más sagrado de un estadio de fútbol; la limpieza de las tribunas, baños y vestidores; el abrir y cerrar puertas de acceso; el atender

a los visitantes.

llegaban desde la

persona más humilde hasta el más encumbrado político u hombre de negocios. 13

Para todos el tr amistoso, fuera quien fuera.

l C

quien siempre fue

La gente recuerda que era un charlista

impresionante y que nadie se cansaba de escucharlo. Él nunca hablaba mal de nadie sino que narraba puntualmente los hechos que sucedían en el estadio sin hacer juicios y logrando la amistad de jugadores periodistas y políticos. Era divertida la actitud de los políticos y de las comitivas que visitaban el estadio: si el político saludaba

con afecto, los demás hacían lo mismo; si el

político pasaba de largo sin saludarlo, los de atrás hacían lo mismo.

El adiós a un hijo , 1957 Un sábado de junio de 1957,

l C

amos sufren de la

pérdida de su hijo mayor en un accidente de trabajo ocurrido en la empresa Refrigeradores Nieto que se ubicaba en la Colonia Alameda. En ese momento l C

desde allí se trasladó al Hospital Municipal

ubicado en Leandro Valle e Hidalgo (aquel Hospital ahora es una escuela) donde alcanzo a su hijo Asunción aún con vida y se pudieron despedir. El hijo abrazó a su padre y manchándole la camisa con sangre le encargó a su esposa Francisca y a su hija de un año, la pequeña María Eugenia. Con todo el dolor de su corazón,

le dio la noticia su esposa quien

no podía creer lo sucedido. La velación fue en la casa de Jiménez. Pero el fútbol no perd

l C

, con la camisa llena de

sangre de su hijo, tuvo que tener listo el estadio para que Celaya tuviera su domingo de futbol: la función tenía que continuar.

El Tecnológico de Celaya, 14 de abril de 1958 Mientras tanto, la ciudad seguía progresando y el 14 de abril de 1958 abrió las puertas a la juventud celayense, el Tecnológico Regional de Celaya, un sueño de muchos convertido en realidad. Pero eso no fue todo porque en ese año el CELAYA F.C. logró ser campeón de la 2 da. división profesional subiendo a la 14

máxima categoría en donde se enfrentarían con los grandes del fútbol mexicano.

En 1958 abrió sus puertas el T ecnológico Regional de Celaya

Fechas marcadas de fútbol profesional 1963 - 1967 Atrás habían quedado los humildes vendedores de cajeta que iniciaron el fútbol en Celaya con el balón olvidado por aquellos viajaron futbolistas. El CELAYA F.C. había triunfado pero en 1963 regresa a la 2da. división. En 1967 surgen los Linces de 3 ra. división con jugadores del Tecnológico. Muchos de ellos llegarían

lC

pues a principios de los 60´s se

reunían a entrenar los sábados por eso serían conocidos como los sabaderos -. Muchos de estos sabaderos eran ricos hombres de negocios que le tenían una lC

a quien le encargaban sus pertenencias: relojes de

oro, carteras o maletines llenos de dinero. Y es que la honestidad fue el sello de El C

. En el estadio él tenía un cuarto para guardar sus cosas y en ese 15

cuarto, un baúl en donde ponía los objetos olvidados en el estadio como relojes, camisas, zapatos, carteras aun con dinero, esperando a que los dueños regresaran por sus pertenencias. Muchos de ellos se quedaban sorprendidos de que después de mucho tiempo pudieran recuperar sus pertenencias intactas. Para entonces, El C

ya padecía una rara enfermedad: sufría de un

fuerte dolor de cabeza que le hacía perder el sentido durante 10 o 15 minutos. Para su familia esa situación era angustiante. Sin embargo, él recuperaba el sentido y se levantaba como si nada hubiera pasado.

Un adiós a un pedazo de su vida, 1973 En 1973, a punto de cumplir 20 años de trabajo en el estadio, después de levantarse todos los días a las 5 a.m. incluyendo sábados y domingos y de cumplir cabalmente con todos los requerimientos del

es

despedido. La razón que argumentó el presidente municipal de entonces, fue solamente

el señor ya es demasiado viejo Parece que la ciudad entraba

a la modernidad y no cabían los sentimentalismos; desaparecen los campos de futbol aledaños a los del estadio, se tiran cientos de árboles y construyen la actual unidad deportiva, que hasta ahora es un botín de los políticos que manejan la ciudad. lC

tristeza en ese momento, que

el embrujo del fútbol lo había abandonado en un rincón de la vieja casa de Jiménez. Pero sucedió que el embrujo solo le dio un descanso, ya que un maestro del Tecnológico de Celaya, Salvador del Cocol Martínez, enterado de la situación, lo lleva al Tecnológico el cual contaba con un pequeño estadio y cancha de tenis que, a poco de inaugurados estaban ya muy descuidados. l C

contratado por honorarios en esta máxima casa de estudios,

recuperó inmediatamente su energía. Allí se encontraría con antiguos amigos 16

del fútbol, como el

hapulín

osas

inces

ecnológico de

Celaya disputaban una final de 2 da. división profesional. Entonces El C reencuentra con su querido estadio y

inces él

era el encargado de trazar el terreno de juego, además de la venta de insumos.

El gran adiós que vive en el recuerdo, 1983 En 1978 desaparecen los

inces del fútbol profesional

lC

con su labor en la cancha Intertec 72´. En 1982 un grupo de ex

jugadores profesionales de Celaya le organiza

un homenaje consistente en la celebración de un partido de futbol entre veteranos del CELAYA F.C vs. VETERANOS DEL ATLANTE.

Fue un

homenaje muy sincero en el que todos reconocieron la labor de trayectoria del fútbol en Celaya. Pero eso no fue todo: tres días después del partido

homenaje, estando

n sus labores en la cancha del

Tecnológico, recibe la visita de los organizadores del homenaje quienes le entregan un cheque por $50,000. Él no lo podía creer y con lágrimas en los ojos agradeció a Dios y a todos ellos por ese gesto no esperado. Aunque era ya un anciano, El C Tecnológico. Lo hizo hasta el

siguió cuidando la cancha del

triste domingo 15 de mayo de 1983 en que

fallece por muerte natural. En el viejo domicilio de Jiménez 314, ha quedado

17

Pero

no sólo vive en el recuerdo de sus familiares, sino también

en el de la gente de fútbol de Celaya. En efecto, en una publicación del 14 de mayo de 2013, en el periódico A. M. de Celaya, en su artículo Capi Mendoza la periodista Abigail Vázquez

ecuerdan al de fútbol años de su

fallecimiento la mayoría de los jugadores que pisaron estas canchas Linces, Celaya F.C., de diferentes épocas Los festejos en su honor, se llevaron a cabo en el viejo b Mendoza: a las 8 de la mañana hubo una misa en el templo de San Antonio y luego se colocó una ofrenda floral en el panteón donde descansan sus restos. Pero el homenaje no podía acabar sin fútbol: efectivamente se jugó un partido en su h

entre los equipos de Piratas Sabatina contra Piratas Veteranos

Liga premier que se disputaron el

En la

a jugadores que en alguna ocasión fueron parte del club.

Reconocimiento especial al

, leyenda celayense, y a

Alfonso Oviedo, un ídolo de Celaya en los 70´s. 18

Conclusiones Para mí el haber escuchado la historia de mi bisabuelo a través de las voces de mi familia fue muy conmovedor. La historia de vida de este hombre no fue nada fácil y hoy para mí se ha convertido en un ejemplo de vida. Me siento orgullosa de lo que fue él ya que jamás se dio por vencido, siempre luchó y dejó un legado importante a los celayenses. Por eso, hoy lo sé, es que en mi familia todos los años festejamos su aniversario luctuoso con tanto amor y cariño.

Antonio Mendoza fundador del Club P iratas en los años 20. F alleció en 1983, luego de decenas de años en fútbol. F oto: A. M. , 14 de m ayo de 2013

Y así como a mí me ha conmovido esta pequeña pero simbólica historia de vida, espero que la sociedad con la que quiero compartirla pueda conocer al hombre que, junto con otros, aportó un granito de arena para que esta ciudad pudiera gozar de la práctica y del espectáculo del fútbol. De él aprendimos que

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nunca hay que darse por vencido. Él no lo hizo y por eso logró hacer lo que hizo. r el fútbol a su familia, será recordado como un gran hombre generación tras generación. merecido que contemos su historia, que no la dejemos morir en el olvido.

Bibliografía Fuentes primarias Martín Mendoza, nieto Ma. Silvia Mendoza, nieta Gabriela Espinoza Mendoza Juana Mendoza Ramos Fuentes terciarias Fotos familiares diversas Artículos de los periódicos El Sol del Bajío y A.M. ambos publicados en Celaya, Gto.

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Él ha

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