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Lección 13 17 al 23 de diciembre
La armadura del cristiano
"Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, quedar firmes" (Efe. 6:13).
Abróchate con el cinturón de la verdad
Sábado 17 de diciembre
INTRODUCCIÓN Efe. 6:14 En la novedosa película The Matrix, Morfeo le dice a sus pupilos que escojan entre una píldora roja o una azul. Una revela la verdad acerca de Matrix, que usa a seres humanos como una fuente de energía para máquinas, creando un mundo virtual en el que la libertad y la realidad sólo existen fuera del Matrix. Cypher, uno de los equipos de Morfeo, escoge una píldora que le permite volver a entrar al Matrix, intercambiando la realidad por el mundo de sus fantasías. Todos deben decidir qué es verdad para sus vidas. Esa decisión, sin embargo, podría no tener nada que ver con la verdad absoluta. El hecho es que cada uno debe escoger una verdad por la que desea vivir. Esta elección de verdad humana puede tener consecuencias lamentables: el mal de Es aquí donde nos puede la esclavitud, la segregación racial, el holoayudar el Oráculo. causto, y el genocidio entre vecinos en la ex Yugoslavia. La verdad personal puede apoyar las creencias de una religión verdadera, una iglesia verdadera, una denominación verdadera y un juego de doctrinas verdaderas que nos circundan dentro de un muro elevado de exclusión y nos separan del resto de la humanidad. Efesios 6:14 pide que nos mantengamos firmes, con el cinturón de la verdad abrochado alrededor de la cintura. La pregunta es: ¿Cuál es tu verdad? ¿Cómo saber cuándo porto el cinturón correcto? Afortunadamente hay un par de reglas de navegación que nos pueden ayudar. Primero, necesitamos información. Así como Morfeo compartió información nueva y asombrosa con su pupilo, Neo, así también la Biblia expone los secretos de nuestra alma. Sin embargo, en ocasiones la información puede ser abrumadora, confusa, conflictiva o sin sentido. Es aquí donde nos puede ayudar el Oráculo. El Oráculo entra para guiarnos por el jardín del conocimiento. El Oráculo se nos une en este jardín y nos ayuda a aprender, entrenar y buscar nuestra preferencia de sendero espiritual. El Oráculo provee claridad, destilando el dogma de las doctrinas de mensajes significativos, capacitándote para encontrar la verdad absoluta. Neo tuvo su Oráculo y nosotros tenemos el nuestro: Jesús. Después de su encuentro con el centurión, Jesús exclamó: "Os aseguro que ni en Israel he hallado tanta fe" (Mat. 8:10). El soldado no era judío, ni tampoco era miembro de iglesia. A decir verdad, pertenecía al cuerpo del enemigo odiado, un romano. Nuestra fantasía nos permite decidir a quién amar, mientras que Jesús nos ordena a amar a los que son difíciles de amar. ¿Escogemos la píldora roja o la azul? Si seguimos a Jesús, veremos hacia dónde nos guía. El paseo es emocionante y accidentado, así que abrochémonos con el cinturón de la verdad.
Paul H. Lake, San José, California 115
Domingo 18 de diciembre
¡Póntelo todo!
LOGOS Juan 14:6; 18:38; Rom. 1:16, 17; 1 Cor. 1:30; Efe. 6:10-18; 1 Tes. 5:8 La iglesia de la campiña que paso en camino al pueblo tiene el siguiente mensaje: "Estamos abiertos entre la Semana Santa y la Navidad". Al momento de escribir esta lección, acaba de pasar la Semana Santa. Para ti, el lector, Navidad es la próxima semana. Al final de la carta de Pablo a los efesios, Pablo encomia a su audiencia, personas que son cristianas igual que tú y yo. "¡Felicidades! ¡Acaban de llegar al decimotercer sábado sin perder el folleto de la lección!" "Pero, —advierte Pablo— no bajen la guardia". El enemigo no ha bajado sus defensas. El minuto en que bajes tu espada, o (como Goliat) levantes el yelmo, el enemigo acertará el golpe en la parte expuesta. "Y no tomes sólo una o dos de estas defensas —insiste Pablo— úsalas todas".
El cinturón de la verdad (Juan 14:6; 18:37, 38; Efe. 6:14) "¿Qué es verdad?" le preguntó Pilato a Jesús, y luego se alejó de la respuesta. Cuando Jesús le dijo que había venido a traer la verdad a este mundo, Pilato seguramente pensó que asumía una posición muy inocente. "¡Todo es relativo!" le habría dicho el Un ladrillo, que resbaló de librepensador a Pilato, con excepción del mal. La matanza de niños inocentes siemun andamio dos pisos más pre está mal. La contaminación nos daña arriba, le dio en la cabeza a todos. El sufrimiento debe ser aliviado. Mientras que la mayoría de las personas y simplemente rebotó. rechazan la "verdad absoluta", muchos creen en el "mal absoluto". Cuando vemos a Jesús, vemos el antídoto del mal, no una lista de textos que apoyen un argumento ni doctrinas infalibles, sino la personificación del bien: "Pero el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio. Contra estas virtudes, no hay ley" (Gál. 5:22, 23).
La armadura de la justicia de Dios (Isa. 59:12-17; 1 Cor. 1:30, 31) Y bien, te das palmaditas en la espalda, ¿verdad? Claro, estudié la lección cada semana y asistí fielmente a la iglesia, sirviendo en el rito de humildad. . . cuando nos vemos a nosotros mismos, no vemos lo malo. Pero cuando miramos a Jesús, nos damos cuenta que nos enorgullecemos por cosas pequeñas y hemos errado al punto central (véase Isaías 59). Si vamos a alardear, Pablo les escribe a los corintios, Dios nos ha dado algo de qué enorgullecernos. El cristianismo moderno usa la frase "el manto de justicia de Cristo", pero Pablo lo llamó una coraza.
Pacificadores del evangelio (Isa. 52:7; Rom. 10:14, 15) "¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia paz, del que trae las buenas noticias, del que proclama salvación, del que dice a Sión: ‘Tu Dios reina’!" (Isa. 52:7).
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"Ahora bien, ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?" (Rom. 10:14). Antes de ministrar la salvación de Dios en los servicios del santuario, Moisés y Aarón se lavaban las manos y los pies (Éxo. 40:31). Antes de dejar a sus discípulos, Jesús les lavó los pies a todos. En Efesios, los pies del guerrero están calzados con el apresto del evangelio, y protegidos por la paz de Jesús. Soldados extraños, avanzamos, no para librar una guerra, sino para traer paz y buenas nuevas. Corremos por territorio enemigo, a veces por el valle de la sombra de la muerte. Pero sabemos que él está a nuestro lado.
El escudo de la fe (Rom. 1:16, 17) Martín Lutero, un monje agustino devoto subía las escaleras de Pilato en Roma sobre sus manos y rodillas, repitiendo la oración del Señor en cada uno de los 28 peldaños. Oraba por la salvación del alma de su abuelo. "Pero", al llegar arriba se preguntó a sí mismo, "¿quién sabe si así sea?"1 Ocho años después, en una reunión de agustinos, Lutero alegaba: "No es justo el que hace mucho, sino aquel, que sin hacer nada, cree mucho en Cristo".2 Creer en algo equivocado pronto llega a ser un escudo con aspecto de un queso suizo. Como en la experiencia de Lutero, la fe de muchos cristianos jóvenes se basa en superstición que conduce al temor; autodisciplina que conduce al desánimo y lo que otros le dicen. Esto conduce a un yugo amargo. Pero la fe en la gracia de Dios y su disposición a perdonar nuestros pecados trae optimismo, gratitud y un estilo de vida positivo. La fe, dice el autor de Hebreos, "es estar seguros de lo que esperamos, y ciertos de lo que no vemos" (Heb. 11:1). La fe es la mente diciéndole al corazón, "No te preocupes. Él puede." El corazón le dice a la mente, "No dudes, tu Padre te ama".
El casco de la salvación (Gál. 2:20; 1 Tes. 5:8-10) Mi primo salió por la puerta delantera de una construcción, con una carga, cuando un ladrillo, que resbaló de un andamio dos pisos más arriba, le cayó en la cabeza y simplemente rebotó. Él se sacudió y siguió su camino. —¡Ese muchacho tiene una cabeza muy dura!— dijeron los otros trabajadores. También traía puesto un casco protector de constructor. Las buenas nuevas para el guerrero que se viste para pelear esta batalla son que la guerra ya fue ganada. El enemigo fue vencido; nuestro héroe es victorioso (Gál. 2:20). Como Pablo se los explicó a los tesalonicenses nos da ánimo. Satanás puede arrojarnos lo que quiera. Sus ladrillos simplemente rebotan del casco protector de la salvación.
PARA COMENTAR 1. ¿Para qué sirve un cinturón o faja? ¿De qué manera hace lo mismo la verdad? 2. ¿Cuál es la diferencia entre un manto de justicia y una coraza? ¿Serán los corredores del evangelio soldados para la defensa o para atacar? _________________ 1. Martín Brecht, Martin Luther: His Road to Reformation (Minneapolis: Fortress Press, 1985), pág. 103. 2. Harold J. Grimm, ed., Luther’s Works: Career of the Reformer (Philadelphia: Fortress Press, 1957), vol. 31, pág. 55.
Jennifer Morgan, St. John’s, Newfoundland 117
Lunes 19 de diciembre
La armadura en acción
TESTIMONIO 1 Ped. 5:8, 9 "No puede haber componendas con los poderes de las tinieblas. Debemos fijar individualmente nuestra posición. Si no tenemos enemistad con el príncipe de las tinieblas, la serpiente, nos envolverá con todas nuestras facultades y su aguijón estará en nuestros corazones. Todos los que se alistan bajo la bandera ensangrentada del Príncipe de la vida, de allí en adelante considerarán a Satanás como un enemigo, y con la fortaleza de Dios se opondrán a él como a un adversario mortal. Tomarán el yelmo de la salvación y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios. ¿Y qué harán para mantenerse en una posición ventajosa? "Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia" (Efe. 6: 18). . . "Deberíamos estar alertas para advertir el peligro. Deberíamos ver el carácter odioso del pecado y expulsarlo del alma. Los hacedores de la Palabra saben que en Jesús hay poder que llega a ser de ellos por la fe. Están vestidos de la justicia que Dios aceptará, porque es la justicia de Cristo. Cubiertos de la arma"Podemos hacer frente a dura de Dios, la panoplia del cielo, cualquier influencia sin que resisten con éxito los engaños de la serpiente. Ningún alma tiene un mose manche nuestra pureza". mento que perder. . . Los negocios de la eternidad son de suficiente importancia para merecer la prioridad sobre cualquier otra empresa. ‘¿Qué debo hacer para ser salvo?’, debería ser nuestra grande y solemne pregunta".1 "Los conflictos y rechazos que experimentamos debieran hacernos más fuertes y dar estabilidad a nuestra fe. No debiéramos inclinarnos como un bejuco delante del viento, impulsados por cualquier influencia pasajera. Nuestras almas, entibiadas y vigorizadas por las verdades del Evangelio y refrescadas por la gracia divina, debieran abrir, expandir y derramar su fragancia sobre otros. Vestidos con toda la armadura de la justicia, podemos hacer frente a cualquier influencia sin que se manche nuestra pureza".2 "Los que se colocan bajo el control de Dios para ser guiados y dirigidos por él, captarán la marcha firme de los sucesos que él ordenó. Inspirados con el Espíritu de Aquel que dio su vida por la vida del mundo, no continuarán inactivos en la impotencia, señalando lo que no pueden hacer. Colocándose la armadura del cielo, avanzarán a la batalla deseosos de hacer cosas osadas en favor de Dios, sabiendo que la omnipotencia divina suplirá su necesidad".3
PARA COMENTAR ¿Para qué ponernos la armadura si no estamos dispuestos a entrar en batalla? ¿Cómo podemos entrar en batalla contra el pecado sin exponernos a demasiado peligro? ______________________ 1. En lugares celestiales, pág. 48. 2. Consejos sobre la salud, pág. 397. 3. Servicio cristiano eficaz, pág. 98.
Steven Gottke, Mountain View, California 118
Martes 20 de diciembre
¿Te avergüenzan tus zapatos? EVIDENCIA Rom. 1:16, 17; 2 Corintios 5
"Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo el que cree; primero al judío y también al griego" (Rom. 1:16). Inmediatamente después de revelarse ante el ardiente joven fariseo, el Señor anunció que Saulo —mejor conocido como Pablo— era su agente escogido para llevar su nombre tanto a judíos como a gentiles (Hech. 9:15). Dios le dio un deseo intenso de predicar el evangelio, especialmente donde todavía no se había escuchado (1 Cor. 9:16). Aunque muchos creyeron en Cristo por su predicación, otros no. Ya sea que pensaran que la resurrección fuera una idea descabellada o la cruz un símbolo ofensivo, el evangelio les resultaba como algo de lo cual avergonzarse (1 Cor. 1:22-25). Debido a la persecución que experimentó Pablo en su predicación, vale la pena notar que aconsejó a los efesios a tener "calzados los pies con la prontitud para dar el evangelio de paz" (Efe. 6:15). ¿Por qué se hace referencia a las buenas nuevas como el "evangelio de paz" y en qué aspecto es prontitud? En el evangelio Dios se reconcilia La prontitud del evangelio con nosotros (2 Cor. 5:18). Estamos en paz con él (Rom. 5:1). Por medio tiene implicaciones más de la vida, muerte y resurrección de amplias. Cristo, nuestra relación más fundamental es sanada. Nuestra arrogancia y justificación propia, que causó tanto conflicto en nuestras relaciones humanas se ve reemplazada por una gratitud humilde por un Dios que nos sacaría de nuestra condición sin esperanza. Ahora somos libres —hasta donde sea posible— para que "en lo posible, en cuanto dependa de vosotros, tened paz con todos" (Rom. 12:18). Nuestra nueva paz nos alista a permanecer firmes cuando otras personas o circunstancias intentan arrastrarnos a los antiguos hábitos destructivos. Cuando la situación así lo requiere, se nos indica: "Huye de las pasiones juveniles. Sigue la justicia, la fe, el amor, la paz, junto con los que invocan al Señor de limpio corazón" (2 Tim. 2:22). Pero la prontitud del evangelio tiene implicaciones más amplias. Dentro de la esfera de nuestras relaciones actuales y más allá de ellas, hay otros que experimentan el mismo alejamiento de Dios, las mismas contiendas en sus relaciones con los demás, la misma desesperación, la misma esclavitud al yo que alguna vez tuvimos. Para ellos "somos embajadores en nombre de Cristo. Como si Dios rogase por medio nuestro, os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. Al que no tenía pecado, Dios lo hizo pecado por nosotros, para que nosotros seamos hechos justicia de Dios en él" (2 Cor. 5:20, 21).
PARA COMENTAR ¿Tendremos que avergonzarnos de nuestros pies antes de estar dispuestos a usar los zapatos del evangelio? ¿Qué clase de zapatos son? ¿Formales? ¿Casuales? ¿Deportivos? ¿De trabajo? ¿Te quedan demasiado apretados? ¿Alguna vez te dan ganas de andar descalzo? Tim Swenson, Mountain View, California 119
Miércoles 21 de diciembre
Su armadura, no la nuestra
CÓMO ACTUAR Efe. 6:10-17 Antes de decidir ser ingeniero, trabajé en algunos empleos que requerían el uso de ropa protectora. En la construcción tuve que usar un casco, guantes y protección para los oídos. En un lugar donde trabajaba con ácidos tenía que usar guantes de goma (hule), un delantal, y un protector para el rostro. No podría haber sobrevivido las tareas que debía hacer cada día sin esta protección. De igual manera, todos tenemos una tarea que hacer, que al llevarla a cabo simplemente no podríamos sobrevivir sin la ropa protectora de nuestro Señor. "Los que se revistan de toda la armadura de Dios y dediquen algún tiempo todos los días a la meditación y a la oración y al estudio de las Escrituras, estarán relacionados con el Cielo y tendrán una influencia salvadora y transformadora sobre los que los rodean".1 Debemos iniciar cada día con una decisión consciente de conectarnos con Cristo por medio de la verdad, justicia, paz y fe en él y su salvación. Debemos orar y meditar todos los días, envolvernos en la armadura de Dios. Con su fe y ganas de difundir el evangelio, nuestros pies estarán prestos y sus palabras "tendrán una influencia salvadora y transformadora sobre los que los rodean". Lo inmediato de las imágenes de ponerse la armadura, prepararse para el juego o alistarse para tu día de trabajo nos puede ayudar a pensar correctamente acerca de cómo usar la armadura de Dios. La coraza de la justicia, el yelmo de la salvación, el escudo de la fe, que es la Palabra de Dios: todo sostenido por el cinturón de la verdad. Cada día tiene sus propias demandas y debemos prepararnos todos los días para hacerles frente. Usar dos cascos durante el juego de hoy no te protegerá la cabeza durante el juego de mañana. 1. Al pensar en esta armadura y su uso, es importante recordar que es su armadura y no la nuestra. 2. Cada día, cuando tu mente esté en su mejor momento, renueva tu decisión de ponerte la armadura de Dios. Esto podría ser en forma de oración, cántico, lectura y meditación sobre pasajes favoritos o la lectura de algunos salmos. 3. Escoge en forma regular algún elemento de la armadura de Dios. Por ejemplo, el escudo de la fe. Imagínate alguna situación en tu día donde estés siendo protegido por el escudo de la fe de Dios —su fe, no la tuya— que te capacita para actuar con su fe.
PARA COMENTAR 1. ¿Cuándo has sentido la protección de la armadura de Dios en tu lugar de trabajo, hogar o escuela? 2. Todo esto suena bonito, pero ¿cómo me explicas aquellos días cuando todo te va mal, a pesar de haber seguido los tres puntos expuestos en el artículo de hoy? 3. ¿Qué sucedería si llevaras esta metáfora de la armadura a su extensión lógica? ¿Los caballeros en las cruzadas, acaso no creían que seguían la voluntad de Dios? ¿También los más recientes terroristas musulmanes? _______________________ 1. El colportor evangélico, pág. 115.
Thomas Jacques, Paso Robles, California 120
La armadura adecuada para la tarea
Jueves 22 de diciembre
OPINIÓN 1 Samuel 17 Soy vegetariana. Me encantaría decir que fue por decisión propia, pero la verdad es que así me criaron mis padres. En algunas ocasiones traté de comer carne, pero no pude seguir con eso porque simplemente no estaba acostumbrada al sabor. El joven David tuvo una reacción similar cuando se le dio la opción de usar la armadura que le recomendó el rey Saúl. Finalmente le dijo al rey, "no puedo usar esta armadura porque no estoy acostumbrado a ella". En Efesios 6 aprendemos de otra armadura de guerra: la armadura de Dios. Lo interesante acerca de esta armadura es que nadie la puede ver, pero sabes que la llevas puesta cuando el diablo se te acerca para tratar de penetrar tu corazón, alma y mente. La carga de David también fue mucho más liviana cuando decidió dejar atrás la armadura pesada que Saul le ofrecía y escogió la armadura de Dios, invisible pero bien ajustada. Hacia la mitad de la película Troya, el primo de Aquiles se pone la armadura de guerra de Aquiles y sale a pelear la batalla contra Troya. Al ver la armadura de Aquiles, el príncipe Héctor de Troya lo ataca y mata al soldado que él piensa que es Aquiles. Se nos reconoce por la armadura que llevamos puesta. Cuando nos ceñimos con el cinturón de la verdad, la coraza de la justicia, la presSe nos reconoce teza del evangelio de paz, el escudo de la fe, por la armadura el yelmo de la salvación, la espada del Espíritu, que llevamos puesta. y la oración, las personas querrán saber a quiénes representamos. Después de la muerte de Goliat, el rey Saúl quería saber quién era este chiquillo pequeño pero vencedor. "Saúl le preguntó: ‘Joven, ¿de quién eres hijo?’ David respondió: ‘Soy hijo de tu siervo Isaí, de Belén’". A medida que sigamos vistiéndonos con la armadura de Dios todos los días, primero por amor a Dios y luego por amor y hábito, también ganaremos batallas espirituales. Y cada vez que alguien observe nuestras maravillosas victorias, se preguntarán, "¿De quién eres hijo/hija?" No puedo esperar para decirles: "Soy hija/o del Dios Todopoderoso".
PARA COMENTAR 1. Si "el hábito hace al monje", ¿qué dice la armadura de Dios (como se describe en Efesios 6:14-17) acerca del cristiano? 2. ¿Qué otras armaduras se nos pide que llevemos en este mundo?
Amanda Anguish, Mountain View, California 121
Viernes 23 de diciembre
El guerrero bien vestido
EXPLORACIÓN Efe. 6:10-17
PARA CONCLUIR La vida verdaderamente es una batalla y nosotros somos los combatientes. Nuestro General nos ha asignado misiones en este territorio enemigo peligroso que llamamos hogar. La obra de Satanás comienza en nuestras mentes. Es un experto en distraer nuestra atención de lo que Dios quiere hacia lo que nosotros queremos. Dios nos ha dado el yelmo de la salvación —el plan de Dios para nuestro futuro— para mantenernos seguros en quiénes somos y adónde vamos, Satanás apunta al corazón: lastimarnos donde verdaderamente duele. Dios nos da la coraza de la justicia para mantenernos a salvo del pecado que corrompe el corazón. Satanás usa mentiras creíbles para hacer que desconfiemos en la verdad de Dios y pensemos que nuestra manera de proceder es mejor. Dios nos da el cinturón para que no nos encuentren con "los pantalones a media pierna". Dios nos da el escudo de la fe para repeler los asaltos de duda de Satanás. Satanás trata de intimidarnos o agobiarnos. Dios nos da el evangelio de paz para dejar atrás el temor y mantener nuestros pies sobre el sendero escogido. No tenemos fuerzas personales para hacerle frente a Satanás. Dios nos da la espada del Espíritu —su Palabra— para atacar a nuestro enemigo en su nombre; y nos pide que permanezcamos quietos y contemplemos la victoria de Dios.
CONSIDERA ■ Tejer un cinturón de algún material como lana, cuerda, hilo, cuero, etc. (Ata un nudo a unos
30 cm del extremo de las hebras que vas a tejer. Teje las hebras hasta que el cinturón te de vuelta alrededor de la cintura. Ata otro nudo en el otro extremo, dejando unos 30 cm sin tejer. Si así lo deseas, puedes insertarle bolitas de vidrio en cada hebra antes de atar un nudo al final.) En tu mente, ponle un nombre a cada hebra principal de tu cinturón con una verdad que tenga un significado personal para ti; conversa con Dios acerca de estas verdades al tejer y usar el cinturón. ■ Construir un escudo de fe compilando un grupo de cantos de fe favoritos para que toques o cantes en cualquier momento de la semana cuando las cosas parecieran ir mal y te da miedo confiar en Dios. ■ Tomar lecciones virtuales de esgrima. La espada del Espíritu (Palabra de Dios) es la única arma que se nos da: la única arma para la ofensiva que tenemos; toda nuestra armadura es de naturaleza defensiva. Tal vez desees memorizar algunos pasajes más de las Escrituras para fortalecer el ataque hacia el enemigo.
CONEXIÓN The Message, Efesios 6 Cornelius Ryan, The Longest Day
Helene Hubbard, Bradenton, Florida 122