La letra nuestra, la carrera de especialización en diseño tipográfico de la UBA

Entrevista a Rubén Fontana La letra nuestra, la carrera de especialización en diseño tipográfico de la UBA Diseñador gráfico formado en la década d

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Uso de la letra b
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NUEVAS CARRERAS, PROFESIONALIZACION Y MERCADO. EL CASO DE LA CARRERA DE DISEÑO DE INDUMENTARIA Y TEXTIL DE LA UBA 1
Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Humanas V Encuentro Nacional y II Latinoamericano La Universida

La letra escarlata; Nathaniel Hawthorne
Literatura inglesa contemporanea. Puritana Nueva Inglaterra. Novela social. Adulterio. Injusticia

La protesta se vuelve letra
La protesta se vuelve letra JORGELINA TALLEI NIVEL: C2 Maestría TIPO DE ACTIVIDAD: canción / vídeo / audio OBJETIVOS: Acercar a los alumnos a la histo

Story Transcript

Entrevista a Rubén Fontana

La letra nuestra,

la carrera de especialización en diseño tipográfico de la UBA

Diseñador gráfico formado en la década de los sesenta en el entorno cultural y artístico del Instituto Torcuato Di Tella. A fines de los años ochenta asume la cátedra de Tipografía de la Universidad de Buenos Aires, disciplina que incorpora al programa oficial de la carrera de Diseño de esa universidad. Desempeñó la labor docente hasta fines de los noventa en forma paralela al ejercicio profesional del oficio en su estudio Fontanadiseño, el que aún dirige junto al trabajo editorial desempeñado para la revista tipoGráfica tpG, publicación que durante dos décadas fue el principal medio especializado en torno a esta materia en la región. A partir del año 2009, Fontana se desempeña como director de la carrera de Especialización en Diseño de Tipografía impartida por la UBA. En esta entrevista nos entrega sus perspectivas acerca del diseño, la universidad y la educación pública. Graphic designer educated in the sixties in the cultural and artistic environment of Instituto Torcuato Di Tella. Since the late eighties, he was in charge of the chair of Typography at Universidad de Buenos Aires, discipline that he incorporated to the official program of the design major at that university. He worked as academic until the late nineties along with the professional practice of his trade in his studio Fontanadiseño, which he still runs, as well as the editorial work carried out for tipoGráfica tpG magazine, publication that for decades was the main specialized medium on this subject in the region. Since 2009, Fontana is appointed director of the major in Typography Design Specialization at UBA. In this interview he shares his perspectives on design, university and public education.

Eduardo Castillo Diseñador de la Pontificia Universidad Católica de Chile _ Magíster en Artes Visuales de la Universidad de Chile _ Académico del Departamento de Diseño de la Universidad de Chile y de la Escuela de Diseño de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Designer, Pontificia Universidad Católica de Chile _ Master in Visual Arts, Universidad de Chile _ Academic at Universidad de Chile Design Department and Pontificia Universidad Católica de Chile School of Design.

Sara Freire Diseñadora Gráfica de la Universidad Diego Portales _ Cursa la Maestría en Historia y Crítica de la Arquitectura, Diseño y del Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires. Graphic Designer, Universidad Diego Portales _ Reading her Master´s in History and Critique of Architecture, Design and Urbanism at Universidad de Buenos Aires.

Tipografía _ cultura _ diseño _ Argentina _ universidad _ educación pública. Typography _ culture _ design _ Argentina _ university _ public education.

A partir del año 2009, Fontana se ha desempeñado como director de la Carrera de Especialización en Diseño de Tipografía impartida por la UBA. En esta entrevista nos INTERVIEW WITH RUBÉN FONTANA. OUR FONTS: THE SPECIALIZATION CAREER IN TYPOGRAPHIC DESIGN AT UBA.

entrega sus perspectivas acerca del diseño, la universidad y la educación pública. 51

Una de las ideas que más me inquietan es la de pensar esta carrera como un saber relacionado a la cultura general, en la que se hace eje en el diseño de tipografía. ¿me escuchas Rosita?

—Este nuevo proyecto ha significado tu regreso a la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA después de la época de la cátedra de Tipografía que dirigiste y que marcó significativamente la enseñanza del diseño en Argentina. ¿Cuál ha sido tu percepción en este reencuentro con la academia?

{A} aaaa albura

U

na familia para componer texto, inspirada en la calidad expresiva de la xilografía, esa antigüa técnica artesanal de grabado en madera. Rudeza e imperfección, elegancia y simpleza. ALBURA REGULAR, 18/21pt. Me gustaría poder contar de mi amor por Favio (y digo amor bien adrede porque “yo no admiro, amo”, como dice él), pero me gustaría contarlo “despacito” porque así cree Favio que es el tiempo real: despacito y al detalle, focal. “Me gusta contar la vida como sucede –ha dicho– lentamente.” Y si por algún motivo me viera llevada a querer gritar –como me pasó de querer gritar la primera vez que vi El Dependiente porque ese tiempo de flotación entre Fernández y la Srta. Plasini no se llenaba con nada, y alguien tenía que llenarlo para dejar de sentir la angustia del silencio más ruidoso y más pesado y mas corpóreo y denso que pueda soportar un espectador, un silencio a los gritos, digamos. Si sintiera la necesidad de pegar el grito de Polín, que es el de la señorita Plasini y también el nuestro, “gritaría despacito”, como siguiendo el ritmo lento y espeso y angustiante del tiempo del Patronato de Menores que, en ese sentido y sólo en ése, tal vez no sea tan distinto del tiempo de cualquier infancia. ALBURA REGULAR, 11/13pt.

PROYECTO DESARROLLADO POR MARÍA DE LAS MERCEDES JÁUREGUI - CDT / UBA - BUENOS AIRES, DICIEMBRE 2012.

abcdefghijklmnopqrstuvwxyz [åçèîñøüýžąĕġīłőßþfiflæœ] ABCDEFGHIJKLMNOPQR STUVWXYZ 0123456789 (‘.,;:”¿¡!?‹$¢€£¥@&¶§†‡»*) {ÅÇÈÎÑØÜÝŽĄĔĠĪŁŐÞÆŒ}

ALBURA REGULAR, 10/12pt.

No, el tiempo de Favio es de digestión lenta, de quien no confunde el movimiento con el agitar de los brazos, con el estoy tan ocupado mirá, propio de las cosmópolis y tan poco criollo, tan poco vago y mal entretenido, tan poco dichoso en su despilfarro. Porque nos guste o no, gastar el tiempo es una condición del tiempo y por lo mismo alguien puede desear abrir segundos en el tiempo como si lo pudiera estirar y estirar hasta que reviente. En el cine de Favio, el cuerpito de un bicho canasto puede dilatarse como si se abriera paso para crear más tiempo en el tiempo y terminar siendo el todo. ALBURA REGULAR, 9/11pt.

ALBURA REGULAR, 30/36pt.

58pt.

Borges decía “la infancia es tímida” y parece un anacronismo y hasta un disparate recordarlo en un mundo que aprecia el desenfado de los niños. Borges, en verdad, hablaba de un modo del tiempo y de la eternidad y también de la perplejidad: una niñez abandonada a sus propios medios, reconcentrada, imaginativa y desde luego solitaria, diferente de esas infancias satisfechas de niños glotones que no saben digerir, y van saltando de un juguete sofisticado a otro tal como yo imagino que hacían los chicos con plata acá en Buenos Aires.

La intensidad de la expresión La albura es la parte joven de la madera y corresponde a los últimos anillos de crecimiento

30pt.

del árbol, producidos por el cambium vascular en el tallo, siendo este único xilema funcional. 52pt.

18pt.

¡EXPRESIÓN POR SOBRE EL EQUILIBRIO FORMAL! 18pt.

maniobrando amabilidad 456 libros • 32 días – * – 98 años cumple 2013

b

blindada maniataban rala mapa harta llama alumbrada malbaratada admirad adaptabilidad ALBURA NEGRA, 120pt. - 12/14pt

b

Habiamos ido a ver la nieve virus terrenos engrosaremos obsesionas anotan su foto avistaras manguera ha ave ufanes subtensa una familia ALBURA OSCURA, 120pt. - 12/14pt

b

36pt.

defino azul lavado upa quera va yo brindarla revalorizado loado bebed rozo debo vive innovar aberrada herrando embadurnaran afee propalaba oh da iba enamoraba ALBURA CURSIVA, 120pt. - 12/14pt

Albura: Mercedes Jáuregui

—Retornar al contacto con los alumnos es siempre estimulante y aunque no estaba en mis planes participar de este nuevo proyecto, la vuelta me ha resultado significativa y movilizadora. En 1997 había dejado la universidad para dedicarme con mayor intensidad a la tarea profesional, en aquellos años nuestra oficina tuvo un fuerte desarrollo y me interesaba profundizarlo; además la edición de la revista tipoGráfica consumía una cuota importante de mis energías. Esas, junto a otras circunstancias, habían determinado que dejara de dictar la materia Tipografía. Pero fundamentalmente lo que veía es que había cumplido una etapa, había empleado diez intensos años en el desarrollo de una materia y en su docencia. Me parecía que se había cumplido un ciclo completo, prolijo. Años después un colega me citó para hablar sobre la idea de hacer un Posgrado en Tipografía. En principio, me ofrecí a colaborar solamente en la organización, esa era la idea, pero desde que comenzamos a conversar hasta que se inició la carrera transcurrieron dos años. Nos reuníamos todas las semanas con Marcela Romero, Carlos Carpintero y Pablo Cosgaya. Al concluir ese esfuerzo resurgió la idea de acompañar ese proyecto durante el primer período de dictado. La gestación de la carrera fue muy demandante, particularmente en la elaboración del programa; partimos desde cero, sin tomar en cuenta ninguna carrera preexistente como podría ser cualquiera de las que se están dictando en la actualidad (Reading, La Haya, México, etc.).1 Y esto no fue por pretender ser diferentes, sino por el deseo de desarrollar la idea con libertad: ¿cómo elaboraríamos desde Sudamérica una carrera de estas características? Personalmente tenía muy en cuenta la experiencia con que había iniciado la materia Tipografía en el nivel de grado; recuerdo que en aquel momento inicialmente intenté trasladar conceptos de otras escuelas y prontamente tuve que reconvertir, formular desde cero, y aunque mantuve algunas ideas fui adaptando la forma de dictado a la manera de ser del alumno de este lugar del mundo, que no es igual a otras, tiene distintos

tiempos y necesita de estímulos diferentes. Entonces, cuando comenzamos a pensar cómo sería esta Carrera de Posgrado en Tipografía, decidimos hacerlo a nuestro criterio, a partir de las experiencias acumuladas. Así fuimos desarrollando el programa, un plan que por su especificidad tiene tantos puntos de contacto con los de otras escuelas como singularidades y propuestas autóctonas. Una de las ideas que más me inquietan es la de pensar esta carrera como un saber relacionado a la cultura general, en la que se hace eje en el diseño de tipografía. Ese era el concepto, pues la tipografía está naturalmente vinculada a la cultura, a la historia, a los idiomas, a las transformaciones sociales, etc. La primera generación que cursó fue muy motivante porque en ella había un grupo de alumnos verdaderamente necesitados de saber. Ese primer grupo fue, por así decirlo, apasionado. Al terminar esa primera experiencia les recordé a los docentes y coordinadores la idea inicial de acompañarlos solo en ese primer ciclo, pero otras circunstancias determinaron que debía seguir, y desde entonces estamos tratando de perfeccionar, de profundizar la tarea inicial. —Ciertamente, lo realizado por ti y por otros diseñadores en la región incrementó el nivel de conocimientos o, en último término, de la información con que llegan los jóvenes a iniciar su formación en torno a la tipografía. Esto, en relación con los libros, workshops, seminarios, diplomados, congresos u otras instancias que pusieron el tema en el centro de la discusión durante las últimas dos décadas. Por otra parte, esta nueva etapa tuya en la universidad te ha hecho trabajar con graduados o gente que ya trae consigo una formación. ¿En qué medida este nuevo escenario otorga mayores posibilidades de ahondar en el diseño tipográfico?

—No es lo mismo trabajar con gente que está incorporando los primeros conocimientos que con graduados. El graduado de la Carrera de Diseño Gráfico de la Universidad de Buenos Aires tiene como mínimo dos años de conocimientos en torno a la tipografía (260 horas aproximadamente) y posiblemente pueda tener 130 más si es que decidió hacer un tercer año opcional que posibilita la carrera. Quiere decir que el que ingresa a la Carrera de Posgrado es una persona con cierta preparación. Esa base es importante, pero creo que la principal carga es

52 DISEÑA ENTREVISTA

considerá la opción zombie

y vamos a morir

D

Delius ABCDEFGHIJKLMNÑOPQRSTUVWXYZ ÀÁÂÃÄÅÇÈÉÊËÌÍÎÏÑÒÓÔÕÖÙÚÛÜÝ abcdefghijklmnñopqrstuvwxyz àáâãäåçèéêëìíîïñòóôõöùúûüýÿ 1234567890 ¡!¿?&* �©®ª@¦¶«»“”‚~`_,.:;«¬ ¢£$¥€™¤§†‡•…ÆŒÐ؃æœðøÞßþŁ /()[\]{|}+÷×-^°±¹²³∂∆∏∑−√∞∫≈≠≤≥◊µ¼½¾Ωπ–—%‰#←↑→↓ fffiflffiffl���������

unicase: abcdefghijklmnñopqrstuvwxyz mayúsculas alternativas: ABCDGHIJMOPQRU variables: aeg aeg aeg aeg abcdefgh “Una tipografía sans-serif con características caligráficas diseñada para ser usada en las historietas de María Delia Lozupone.” Natalia Raices

SEX

Andada: Carolina Giovagnoli

and The city

CONQUEST

The

of the Bachelor

WAKE! love my magazine

Scarlett L E

N O U V E A U

PA R F U M

{$1.250} * {€87} * {£1.406} ¡El veloz! (murciélago) hindú comía ∞ feliz ¼ de cardillo y kiwi, Ła {cigüeña} tocaba; el saxôfón detrás ◊del◊þalenque de paja. $165+2°= £40 del 100% fabiö y me exige, §in#estribos, que ‡ añada/cervez@/ al whisky • La ©igµeña «siempre» tocaba* a… walter. La 2ª de cadâ vez mejor el “Saxofón” & el ßuho pedía ¿kiwi?≠lavia™ y £aura con ¶ulieta de noche.

Bitter: Sol Matas

¶¡CALABRIA! THE SCIENCE

OF LETTERING †ESMERALDA  ½CHAMPAGNE MALBEC¾1984 ANCONA, BARI, BERGAMO, MILÁN, TRIESTE, PISA

GÉNOVA•VENECIA & VERONA•CAGLIARI•CATANIA

1 WHISKY EN LAS ROCAS

{Esmeralda. Me llevó en su vientre 8 meses y 23 días} ABCDEFGHIJ KLMNÑOPQ RSTUV WXYZ abcdefghijklmn ñopqrstuvwxyz ATAVCECOCHDALALA LELELDMENDNT �RERIRORRRT RARYTTTH�

{‹“0123456789”›} «0123456789»* çßfiflÇQNag# %‰∂ΩΔΠπμ∫ ®™ªº∞√◊~^©;:,. ¡!¿?(&)†‡[§]¶@ $¢€£¤¥ƒ�½¼¾¹²³ −±×÷=≈≠≤≥

«Las variadas maneras en que las formas de las letras pueden ser modificadas […] proveen un gran rango de formas […], y abre el camino a un número infinito de variaciones posibles de los alfabetos…» (Michael Harvey, 1975). [16/17,5]

«La libertad de la rotulación se halla limitada por la convención. […] Las formas que no se ajustan a la convención, simplemente no constituyen escritura.» (Gerrit Noordzij, 2009). [20/20]

Delius: Natalia Raices

Landa

Käse �Honning �Milch

Août 2014

nature TIPOGRAFÍA DE RAÍZ VENECIANA

roure basada en las estructuras de los árboles

� 1450 -1518 � Desarrollada por Pablo Alaejos Pérez La revista «Restaurant Magazine» ja ha publicat la llista dels 50 millors restaurants del món i entre els premiats hi trobem important presència catalana i espanyola.¶En aquest sentit, els més ben valorats són els germans Joan, Josep i Jordi Roca, propietaris del gironí El Celler de Can Roca, que canvien el quart lloc de l'any passat per una segona posició més que merescuda. El basc Mugaritz també puja i s'emporta la medalla de bronze, mentre que els seus compatriotes Juan Mari i Elena Arzak es queden amb la vuitena posició. Ja una mica més avall, en el lloc 29 hi trobem el restaurant de Martín Berasategui i just tancant la llista, en crítics,

la posició número 50, l'Asador Etxebarri.¶Uns 800 cuiners, periodistes i amants de la cuina han estat els encarregats d'elaborar aquesta prestigiosa classificació, que un any més ha tornat a donar la medalla d'or a la cuina ecològica del xef René Redzepizine, del restaurant Noma. Recordem que El Bulli va ser cap de llista 5 vegades i l'any passat va quedar segon, però enguany ja no competeix perquè tancarà les seves portes el pròxim 30 de juliol.¶A El Celler ja no hi ha carta. Només dos menús de 125 i 155 euros respectivament. El més llarg i actual és el Festival (155 euros, nou plats i dues postres) en el que els plats arriben a la perfecció. El xef Joan Roca ens demostra

—Esmeralda— Esmeralda Esmeralda Esmeralda cdt-uba, 2012

Elsie: Alejandro Inler

Esmeralda: Guillermo Vizzari

Passada esta tão próspera vitória,

Tornando Afonso à

lusitana

a

M l

terra, ¶ A se lograr da paz com tanta glória

Mila Roman

i

9 / 18.5 puntos

Es una familia para textos largos de prosa y poesía. Es un acercamiento tipográfico a la obra Altazor, de Vicente Huidobro. Compuesta por siete cantos o capítulos que incia en un tránsito desde lo racional a lo abstracto. Mila como familia tipográfica es una romana humanista que se encuentra con los requerimientos de legibilidad para cuerpos pequeños. Acompañada de dos variables de peso: bold y light; y una variable de estructura itálica, que provee una modulación más contrastada respecto a la romana.

Mila Roman - light - italic - bold

33 / 40.2 puntos

Mila Roman - light - italic - bold

33 / 40.2 puntos

nouvelle horizon

nouvelle horizon

Que el verso sea como una llave Que abra mil puertas Inventa mundos

Que el verso sea como una llave Que abra mil puertas Inventa mundos nuevos y

nouvelle horizon

nouvelle horizon

quanta soube ganhar

— Mila una familia tipográfica —

O caso triste, e dino da memória,

humanidad

na dura guerra,

que do sepulcro os homens desenterra, ¶ Aconteceu da

mísera e mesquinha,

que depois de morta foi rainha



luis de camões

lusitana regular

abcdefghijklmnñopqrstuvwxyz abcdefghijklmnñopqrstuvwxyz àáâãäÅçèéêëìíîïòóôõöùúûüÐŁŠÝŸŽ àáâãäåçèéêëìíîïòóôõöùúûüÿýłšž  ���������� ?!¿¡”’[(«‹›»)]^_°{|}~¦§¨©ºª¯¹²³¶™·‘’‚“”„®…´`ˆˇ˚˜–—• †‡&*øØðÞþſµ$€¢£¤¥#⁄ ¼½¾%‰∏∑+−×÷=±≠≤≥¬@ Æ挜◊ßfffiflffiffl lusitana bold

abcdefghijklmnñopqrstuvwxyz abcdefghijklmnñopqrstuvwxyz àáâãäçèéêëìíîïòóôõöùúûü àáâãäçèéêëìíîïòóôõöùúûü lusitana display

1 Fontana se refiere al MA Typeface Design de la Universidad de Reading, a la Maestría en Diseño Tipográfico impartida por el Centro de Estudios Gestalt, Veracruz, y al programa Type and Media dictado por la Real Academia de Arte de La Haya (KABK).

es que el tiempo no puede detenerse

la única realidad ...

abcdefghijklmnñopqrstuvwxyz abcdefghijklmnñopqrstuvwxyz àáâãäçèéêëìíîïòóôõöùúûü àáâãäçèéêëìíîïòóôõöùúûü

Que el verso sea como una llave Que abra mil puertas Inventa mundos

Landa: Pablo Alaejos Pérez

Victoria®

Que el verso sea como una llave Que abra mil puertas Inventa mundos

stron� character

Mila Bold 150 puntos

Trouée d’Arenberg Mila Roman 96 puntos

LA CROIX DU SUD

vigoroza voz diesen tanzenden Tränen ¡Qué verso! Mila Roman 86 puntos

Mila Italic 167 puntos

Victoria@script

ABCDEFGHIJKL MN ÑOPQRST UVWXYZ abcdefghijklmnñ opqrstuvwxyz · � br � or � � ·

Àà ÉéÎîÕõÜüÅ厚Çç [# 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 %] ¡¿ « ¢ £ ¤ ¥ € $ &ß § ¶ ∆ √ ◊»?!

Mila Roman 86 puntos

le�ering and style

Mila Roman 86 puntos

QUELQU'UN CHANTAIT 1917 Mila Roman 62 puntos

Francisca Garrido @ CDT

***

www.anamegda.com

Lusitana: Ana Paula de Bragança Megda

Mila: Tania Chacana

Victoria: Francisca Garrido

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La tipografía es un bien cultural que posibilita una cantidad de cosas que son mayores que ella.

T I P O G R A F Í A PA R A T E X T O S L I T E R A R I O S : : W W W. H U E R T A T I P O G R A F I C A . C O M . A R

ABCDEFG HIJKLMN OPQRSTU VWXYZ Alegreya ht «No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes

pero el Jardín Botánico es un parque dormido

en el que uno puede sentirse árbol o prójimo

siempre y cuando se cumpla un requisito previo.

Que la ciudad exista tranquilamente lejos (…)» FRAGMENTO DEL POEMA «A LA IZQUIERDA DEL ROBLE» DE MARIO BENEDETTI

Alegreya: Juan Pablo del Peral

la motivación personal. Cuando viene un alumno de Chile, Colombia, Brasil, Uruguay, Argentina o de un país europeo, lo que evidentemente los impulsa es la vocación por saber, y en ese marco de interés, es notable cómo se van nivelando los conocimientos. Estos alumnos cursan por vocación, tienen una edad ideal, 30 años, la edad de maduración de ciertos saberes. Están en un momento de ebullición personal, en el que se tiene paralelamente la energía suficiente para capacitarse y también cierta experiencia. Cuando se juntan la energía con la experiencia, el razonamiento, el interés y la voluntad, definitivamente se produce un desarrollo muy marcado en la vocación. Siento que toda la gente que ha egresado queda con la lucecita prendida como para seguir, intentar saber más. Así que estoy conforme con lo que se va logrando y entiendo que se confirma la importancia de estos años que se invierten durante la carrera de grado en la educación en la tipografía. —En el último tiempo hemos sido testigos de un fenómeno: el diseño de fuentes es una especialización que ha permitido “vivir de la tipografía” a varios diseñadores latinoamericanos. ¿Cuál es tu apreciación sobre este retorno económico y, a tu juicio, cuál debiera ser el ciclo para encaminarse positivamente a un desarrollo profesional en tal sentido? No en vano, Fontanadiseño, tu estudio, se ha mantenido distante de la idea de una fundición o casa tipográfica, pese a que dicha actividad ha sido una arista clave de su quehacer.

—Hay distintas maneras de sentir lo que uno hace y entiendo que las mismas pueden convivir; mi interés personal y mi vocación por la tipografía no ha pasado nunca por lo económico. Es un tema que me conmueve, la tipografía me ha interesado desde siempre por lo que es y lo que significa, y me ocupa al margen de cualquier factor económico. Es cierto que entre los egresados de la Carrera de posgrado y entre otros profesionales vinculados al oficio la tipografía se ha transformado en un medio de vida. Eso es muy bueno, me alegra participar en un espacio en el cual los jóvenes interesados puedan encontrar formas de desarrollarse y subsistir. A partir de profundizar en este conocimiento es que hay profesionales en Chile2, Argentina, Brasil, Uruguay, Colombia, y en casi todos los países de la región, que viven de esto. Pero de todas

maneras, en mi caso, el interés por la tipografía trasciende el éxito económico. Mi profesión se organizó movilizada por el intento de conocer sobre la materia, tratando de comprender qué es y para qué sirve la tipografía y fundamentalmente ejercitándola para transmitirla. La tipografía es un bien cultural que posibilita una cantidad de cosas que son mayores que ella. Si escribo correctamente y permito que se lea bien, y por ese motivo se entiende mejor y se comprende el sentido del mensaje, entonces todo cobra otra dimensión. Entiendo a la tipografía como un instrumento que posibilita cosas mayores, que de alguna manera superan el acontecimiento del diseño tipográfico. Me preocupa cuando un alumno se obsesiona exclusivamente por la forma. Obviamente está muy bien querer dominar la forma y su resultado estético, pero lo que interesa es todo lo que se puede conseguir a través de ella. Letras lindas se han hecho muchas; mucho antes de que las hiciéramos en Latinoamérica. Entiendo que este desarrollo que intentamos debe apuntar a construir la letra nuestra, o mejor, la que mejor se preste para nuestras necesidades. Entiendo que no es lo mismo pensar la histórica letra de Europa con la letra que pueda surgir en Latinoamérica. Mi vocación sería que esta letra latinoamericana sirva para ampliar conocimientos. Me gustaría sembrar en ese sentido; hay una batalla que es más importante que la conquista del signo, y según entiendo, esa batalla se sitúa en la palabra. En esa idea estamos trabajando desde hace más de dos años, ya se ha hecho un pedido a la universidad para que se le otorgue a la carrera un poco más de tiempo de modo de poder profundizar en eso, en ¿qué más hacer con la tipografía? ¿Cómo se la usa? ¿Cómo se la desarrolla?… Confío en que desde la universidad pública vamos a poder dar un paso más para hacer crecer este conocimiento, incluyendo otros saberes necesarios. Siento que el proyecto es como un tren que no para, y forma parte de conocimientos más grandes. Entiendo que en Latinoamérica hay mucho por hacer y tengo ilusión de poder participar de este desarrollo. —A propósito de la consolidación académica y profesional de los tipógrafos en la región, hace dos décadas el horizonte para muchos de ellos era buscar el perfeccionamiento en alguna de las escuelas europeas que impartían cursos de

posgrado en el tema. Actualmente, dicho anhelo parece haber perdido fuerza y, al contrario, cada vez cobran más interés los programas impartidos a este lado del mundo, como el posgrado que diriges. ¿Cuál es tu punto de vista al respecto?

—El interés que se ha despertado tiene sentido. Mi punto de vista es que así como las ciencias sociales se estudian a partir de las particularidades de una región, se justifica que la tipografía también se estudie con ese criterio. Por supuesto esto no significa olvidarse de Europa ni de los conocimientos preexistentes; por el contrario, hay que tomar seriamente las experiencias desarrolladas, pero a la vez hay que estudiar las cosas en función de la historia y de la gente con la que uno vive. Este es ciertamente un nuevo mundo, en construcción, y en este sentido hoy tenemos grandes posibilidades para desarrollarlo. Latinoamérica está transitando un momento que me ilusiona. Esta experiencia coincide con un momento sociocultural mayor que tiene serias posibilidades de desarrollo y ojalá que la tipografía pueda sumarse a esta etapa y también particularizarse, no con el criterio del “somos mejores”, sino pensando en generar un saber superador, con un mayor conocimiento sobre la gente del lugar, de los idiomas nativos, de la escritura de las lenguas originarias, de la decodificación de una cantidad de conocimientos que están tapados por una historia sustituta. Quizás la tipografía pueda cumplir, también en ese aspecto, un rol trascendente, en la escritura de los idiomas ágrafos, permitiendo que los conocimientos que surjan de esa recuperación nos proporcione saberes. Tal vez la tipografía permita todavía escribir palabras que signifiquen y recuperen para el futuro la historia de una región que tuvo un desarrollo diferente a otras regiones. No importa lo idealista que parezca, si estudiamos un poco, pueden abrirse caminos que mejoren la perspectiva en la región. La carrera ya tiene dos generaciones de diplomados. Esos egresados que van siendo incorporados a la enseñanza son los que van a tomar la posta de la educación en el mediano plazo. Estamos trabajando para que los egresados puedan volcarse a la enseñanza pensando más allá de la UBA. Muchos de los que han egresado han vuelto a sus lugares de origen. Algunos están en Santiago, otros se han vuelto a Bogotá, a Sao Paulo, a Caracas. Los argentinos se están ubicando en las distintas provincias de origen. Creemos que hay que

trabajar sobre esos egresados, enseñarles a enseñar es el devenir natural de una carrera que empieza de una manera tan particular, que puede tener trascendencia en la educación general de los latinoamericanos. —Revisando los proyectos surgidos del posgrado, es posible apreciar la participación de estudiantes provenientes de distintos países. ¿Han impulsado ustedes de alguna forma dicha concurrencia o más bien responde al prestigio alcanzado por la enseñanza de la tipografía en la UBA?

—De alguna manera creo que la llegada de estudiantes y en particular de los latinoamericanos responde a dos factores: el primero se debe al prestigio de la UBA, que es una universidad reconocida y pionera en el estudio de la tipografía en Latinoamérica a nivel de grado; el segundo factor es que los docentes que participan del dictado de esta carrera de posgrado son colegas consagrados en la práctica y en la enseñanza del diseño tipográfico, y de distinta manera han demostrado su capacidad para hacerlo. Entiendo que también ese es un atractivo para los jóvenes que quieren estudiar tipografía en la región. Hay un grupo de personas que se unió para desarrollar una carrera que no existía y han trabajado mucho en materializarla. Gente que es reconocida por sus capacidades, bien recibidos en los distintos lugares del mundo, expertos que tienen un saber que los avala. Los alumnos que se predisponen para estudiar una carrera de posgrado buscan a los referentes, “¿quiénes son los que me van a hablar a mí para que yo sepa?”. Hay muchas circunstancias que han hecho que las cosas sucedieran así. Los que participamos de esta experiencia estuvimos desde mucho antes de que se formara esta carrera, y durante casi una década, encontrándonos para hablar del tema de la tipografía en el «colectivo T–convoca». En el momento en que surge el proyecto de organizar una carrera de posgrado estaba todo ese conocimiento dispuesto, ya nos habíamos reunido para hablar y conocernos, comunicándonos saberes y experiencias, ya teníamos un camino común recorrido. De aquel grupo, los que se mostraron más interesados formaron el cuerpo docente de esta carrera. Desde el comienzo hubo alumnos de Latinoamérica interesados en cursarla. Después, en el segundo curso, se profundizó la tendencia con la llegada de algún estudiante europeo. En general tratamos

de administrar el cupo, porque suele haber más interesados que los que podemos atender, e intentamos moderar el ingreso para que haya una misma cantidad de alumnos de la Argentina en relación a los que vienen de países hermanos. Desde Chile han venido dos o tres alumnos por generación; pienso que cuanto más diversa sea la mezcla es mejor, el conocimiento es más plural. Si se tiene interés y hay un espacio donde la gente se habla y se escucha, se aprende de los profesores y también de los compañeros que comparten la experiencia. Por supuesto que a la vez los profesores aprendemos de los alumnos. Yo trato de ir a todas las clases, también a las que no me toca actuar como docente. No hay nada más lindo que aprender. —Pese al progreso objetivo que la tipografía ha representado para el diseño en términos profesionales, en muchas escuelas de Latinoamérica estos contenidos siguen lateralizados a nivel de electivos o sencillamente no forman parte del currículo. Desde tu vasta experiencia a nivel académico y profesional, ¿a qué crees que se deba esta situación?

—Es posible que se deba al desconocimiento. Esto puede hacer que se subestime un saber. No incorporar Tipografía en el currículo de una carrera universitaria relacionada con el diseño es otorgar serias ventajas de formación a otros, que sí aprenden este saber. El alumno que sale sin ese conocimiento deberá buscarlo en otro contexto, porque su oficio se lo requerirá. Pero esto también ocurre en algunas casas de estudio de la Argentina, y cuando los alumnos egresan de estas carreras vienen a la UBA para aprender aunque sea de oyentes. —Y si el diseño comprende a su vez una educación que, de un modo u otro, es impartida a nivel técnico, en institutos, centros de formación e incluso en la enseñanza secundaria, ¿qué posibilidades ofrece hoy la formación a temprana edad en tipografía? Esto, considerando que ya no se trata de formar cajistas, oficio que tuvo una importante presencia a nivel escolar durante el siglo XX.

—Hace ya tiempo que sostengo que hay que enseñar nociones de tipografía en la escuela primaria y secundaria. No estoy pensando en enseñar a diseñar letras, sino en enseñar a usar la tipografía, porque hoy los alumnos que aprenden a leer y escribir, manejan computadoras y emiten mensajes. Si ese alumno no sabe componer sus

2 Al respecto, cabe señalar el trabajo realizado por la fundición Latinotype, así también los proyectos desarrollados por la oficina Frescotype.

54 DISEÑA ENTREVISTA

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TESTIMONIO

Dos años y algunos centímetros A comienzos de 2011 partí a Buenos Aires a seguir el posgrado de especialización en Diseño de Tipografía de la UBA. Recuerdo perfectamente la primera clase: Rubén Fontana estaba frente a todos nosotros, con un plumón en la mano. Detrás suyo había una pizarra blanca en la que dibujó una horizontal que luego sería una línea de tiempo, momento en el que enunciaría sus primeras palabras de lo que serían dos años de estudio: «La historia como la conocemos es desde hace 4.500 años. La historia de la tipografía abarca solo cinco siglos». A algunos centímetros se redujo lo que pensamos que íbamos a estudiar; el resto era la antesala histórica de lo que fueron los primeros procesos y sistemas de escritura, para llegar más tarde al alfabeto latino, la caligrafía, la imprenta y, finalmente, la tipografía. Nos ponían en contexto y ansiosos. Queríamos dibujar letras, hacer una fuente, una familia, pero nos detuvieron. Primero teníamos que comprender el proceso sociocultural, el gestual, las herramientas. Jugar con la pluma, sentarnos bien y derechos, respirar. Las mujeres no debíamos cruzar las piernas al hacer caligrafía. En definitiva, absorbíamos el rigor de la historia. El objetivo era convertirnos (humildemente) en “monjes budistas”, en “suizos” del dibujo y la observación, de la calma y la prolijidad. Todo esto, obviamente, en un contexto latinoamericano. Fue difícil hacerse cargo y comprender, a lo largo del programa, la personalidad que debían tener

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los proyectos que saldrían de un lugar donde confluían estudiantes colombianos, brasileños, venezolanos, españoles, uruguayos, porteños de la Capital Federal y argentinos de provincia. Había que ubicarse en un tiempo, en un uso. Ir al referente inglés, holandés o francés y hacerlo coexistir en un proyecto académico desde un lugar específico del mundo, con toda la información cultural que cada uno traía consigo y que, inevitablemente, vestiría el trabajo a realizar.

1. y 3. Corrección de Caligrafía, profesoras: Eugenia Roballos y Betina Naab. 2. Trabajo en clase. 4. Diseño de fuentes, tutor: José Scaglione. 5. Indicaciones.

Cuando viene un alumno de Chile, Colombia, Brasil, Uruguay, Argentina o de un país europeo, lo que evidentemente los impulsa es la vocación por saber, y en ese marco de interés, es notable cómo se van nivelando los conocimientos.

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Hubo muchas fuentes de texto, scripts, ideas para papel moneda o señalética. Éramos seis grupos con un profesor y un ayudante, pero todas las propuestas tuvieron distintas proyecciones. Probablemente esto se deba a que hay infinitas formas por desarrollar, soluciones que investigar, proyectos y necesidades tipográficas por descubrir en esta parte del mundo. Somos usuarios de un mismo idioma, pero con orígenes diferenciadores otorgados por el devenir de diversos pueblos que antes habitaron Latinoamérica. Acá la tipografía recién está comenzando como disciplina. Si bien tenemos una lengua que nos une, cada país tiene una dinámica distinta.

Tania Chacana Alfaro _ Diseñadora Gráfica de la Universidad Diego Portales _ Egresada de la Carrera de Especialización en Diseño de Tipografía de la Universidad de Buenos Aires _ Graphic designer, Universidad Diego

Portales _ Graduated from the career Typography Design Specialization at Universidad de Buenos Aires.

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Soy un defensor de la educación pública. Fui a la escuela primaria gratuita y libre en mi país y allí me encontré con maestros que de alguna manera signaron el devenir de mi vida, a los que les estoy agradecido por su vocación, por su actitud y su percepción sobre el devenir de ese estudiante.



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6. Digitalización, profesor Eduardo Tunni. 7. Digitalización, profesores: Pablo Alaejos, Eduardo Tunni y Darío Muhafara.

mensajes, necesariamente comunica mal, ve mal y es muy posible que entienda mal. Entonces hay que enseñarle a utilizar los instrumentos para que el otro comprenda. No es una cuestión estética, es un tema de formación básica. Junto a la enseñanza de los programas de computación es necesario que se impartan nociones elementales de cómo componer, en qué cuerpos, cuántas palabras por línea, etc. Cosas básicas. A veces los adultos recibimos mensajes escritos de una forma que es prácticamente imposible leerlos. Por qué no enseñarles a los chicos cómo hacerlo correctamente “no más de diez palabras por línea, no todo en letra mayúscula”, o “en un tamaño de letra que tu abuela pueda leer”. Nociones básicas, simples. En eso hay que trabajar, y yo espero que las autoridades se den cuenta y se pueda comenzar a enseñar formas más amigables de emitir mensajes para su mejor comprensión. —En una época donde muchos apuestan todo a los medios digitales, somos testigos del retorno a los oficios. Proliferan los workshops, los talleres, las ferias de diseño y los grupos de personas asociadas en torno a actividades como el grabado, la encuadernación, la serigrafía y la impresión tipográfica, actividades que además de su dimensión manual y colectiva se han compatibilizado favorablemente con herramientas recientes como las máquinas de corte láser o CNC. ¿Cuál es tu punto de vista acerca de esto?

—Hay una necesidad natural en el ser humano de utilizar sus manos, de aprender a través de ellas. En algún momento de esta era digital se hace necesario incorporar saberes manuales. Es por eso que se están reflotando esos quehaceres históricos que en su momento formaron parte del motor del desarrollo industrial de la sociedad. Hoy pueden interpretarse como un hobby, pero el individuo los integra en una necesidad de mantener contacto con los materiales. Hasta mi generación se aprendía así, manualmente, uniendo el pensamiento con el hacer. —Dado el debate reciente en el medio chileno acerca del rol de la educación pública y la necesidad de un acceso más justo a ella, ¿qué nos podrías decir como diseñador, tipógrafo y educador que ha entregado gran parte de sus conocimientos a través de una universidad estatal de carácter gratuito como la UBA?

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—Soy un defensor de la educación pública. Fui a la escuela primaria gratuita y libre en mi país y allí me encontré con maestros que de alguna manera signaron el devenir de mi vida, a los que les estoy agradecido por su vocación, por su actitud y su percepción sobre el devenir de ese estudiante. Me siento en la necesidad de contribuir con esa idea. No cursé la escuela secundaria ni tampoco la universidad, pero me produce emoción que todo el mundo pueda aprender, sin limitaciones. El país es el que debe facilitar el marco para el conocimiento de todos, en el recipiente de la educación es donde se puede estructurar el conocimiento de sus hijos. Soy partidario de enseñar en la escuela pública y estoy totalmente compenetrado con ello. Creo que si esta situación de ser profesor en la universidad no se hubiera dado en la UBA no estaría dispuesto al esfuerzo que implica. Yo quisiera que no haya límites en el aprendizaje. La educación pública y gratuita hasta el nivel de grado es una vocación y un esfuerzo que para mí tiene muchísimo significado; y aunque el nivel de posgrado es rentado, su costo resulta totalmente módico comparado con los valores económicos que se abonan en la educación privada. En tantos años de enseñar en una institución pública me han sucedido situaciones muy particulares, a veces con alumnos que llegaban a clases y no tenían para comprar materiales y sin embargo igual asistían. Si esa persona puede ir a la universidad y tiene posibilidades de estudiar puede determinar otro futuro para su vida. El solo hecho de ir y encontrarse con otros jóvenes a pensar me parece fundamental. Mi ideal sería que toda Latinoamérica tenga escuelas y universidades públicas, un padre no tiene que hipotecar su vida ni el devenir de su familia para que un hijo pueda estudiar, ese es un bien que debe proporcionar el Estado, porque será la misma nación la que después capitalice la inteligencia que haya desarrollado su pueblo. En cuanto al caso de ustedes, yo confío en que los estudiantes en Chile van a obtener ese beneficio, que no implica anular la universidad privada, sino abrir otra posibilidad. Si uno lo piensa como alternativa de lo existente, la educación para todos no tiene argumentos en contra. En cuanto a la Argentina, este bendito país tiene muy buenas universidades públicas, y también tiene algunas universidades privadas que trabajan muy bien y otras que lo hacen lamentablemente. La alternativa de elegir es lo mejor de todo.

Diseño de fuentes, tutor: Darío Muhafara. Observa: Alejandro Paul

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