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IES Xelmírez II, 2º de Bachillerato
Literatura del siglo XVIII – Resumen A lo largo del siglo XVIII surge una nueva mentalidad que se cimenta en el pensamiento racional y el espíritu crítico y que recibe el nombre de Ilustración. Sus características principales son: – Criticismo y deseo de conocimiento: el ilustrado aspira a someter a crítica racional todo el conocimiento anterior. Se trata de dar luz al mundo y desvelar sus misterios (de ahí el nombre de Ilustración). – Reformismo: los ilustrados proponen modernizar la sociedad mediante lentas reformas que serán llevadas a cabo por reyes y gobiernos de carácter absolutista. El régimen de gobierno es el Despotismo Ilustrado. – Amor a la naturaleza. Este hecho se concreta en el deseo de descubrir, mediante la aplicación de la razón y la observación, las leyes que la rigen. Durante la primera mitad del siglo XVIII las ideas de la ilustración francesa comienza a conocerse en España y a aplicarse muy lentamente, pues prevalecía el estilo barroco. El reinado de Carlos III (1759-1788) impulsa las ideas ilustradas. La revolución francesa (1789) supone un freno a la extensión de las reformas ilustradas. Corrientes literarias – Postbarroco. Pervivencia del estilo, técnicas y temas que fueron característicos del movimiento barroco (Siglo XVII). Literariamente no aporta nada nuevo ni de especial calidad. – Neoclasicismo. Movimiento que se caracteriza por aplicar las ideas propias de la Ilustración y por la vuelta a los valores clásicos: griegos y romanos. Los rasgos que definen esta corriente son: a) Admiración por el mundo clásico. b) Sometimiento a las reglas de creación literaria (principalmente a las de Aristóteles). c) Entienden que el arte y la literatura deben buscar la utilidad. d) Eliminación de la obra de arte de los sentimientos desbordados. e) Imitación de la naturaleza. – Prerromanticismo. Corriente que anticipa el Romanticismo del Siglo XIX al dar prioridad a los sentimientos por encima de la razón. FORMAS DE EXPRESIÓN LITERARIA La prosa El género literario más importante en prosa es el ensayo, que se difunde principalmente a través de los periódicos, medio que nace tal y como hoy lo cnocemos y se desarrolla durante el siglo XVIII. Los ensayistas más destacados fueron: el padre Feijoo, Ignacio Luzán, José cadalso y Gaspar Melchor de Jovellanos. Fray Benito Jerónimo Feijoo fue el prototipo de hombre ilustrado y un avanzado en la defensa de las nuevas ideas en la España de la época. Recogió sus reflexiones en dos extensas obras: Teatro crítico universal y Cartas eruditas y curiosas. En ellas arremete contra las supersticiones y postula la razón y la experiencia como bases de la ciencia y el pensamiento moderno. José Cadalso es en la prosa es donde alcanza mayores logros; destacan Los eruditos a la violeta, que es una sátira de la educación superficial y de los individuos que aparentan tener grandes conocimientos cuando en realidad son unos ignorantes; y Noches lúgubres, obra dialogada que anticipa los gustos románticos en la que el protagonista, enloquecido por la muerte de su amada
intenta desenterrar a su amada para morir junto a ella prendiendo fuego a su casa. Su obra cumbre es Cartas marruecas, formada por las cartas que se entrecruzan dos personajes marroquíes: Gazel de visita en España y su maestro Ben Beley en Marruecos, y un español Nuño, lo que hace posible contrastar opiniones sobre los asuntos que tratan. Son tres puntos de vista, tres personajes, tres historias personales y tres lectores. Se critican tipos sociales, costumbres y se proponen reformas para mejorar el país. Gaspar Melchor de Jovellanos es el escritor que mejor representa la ilustración española. Entre sus ensayos destacan: Memoria sobre espectáculos y diversiones públicas (donde critica los espectáculos sangrientos como los toros, o defiende la libertad en los bailes); Memoria sobre educación pública (propugna impartir las clases en castellano no en latín, aprender otras lenguas modernas, realizar lecturas complementarias, contar con buenas bibliotecas en los centros etc.); Informe sobre la ley agraria (propone los remedios para modernizar la agricultura española). La poesía La poesía española durante el siglo XVIII se adapta a diferentes tendencias: – Poesía posbarroca. En la primera mitad del siglo. Es una continuación de la poesía barroca. – Poesía rococó que recoge las nuevas tendencias europeas. Se vuelve a los modelos clásicos (griegos y romanos) y del Renacimiento español, se rechaza el Barroco. – Poesía ilustrada. Trata los temas que preocupan a los ilustrados: la amistad y la solidaridad, la búsqueda de la felicidad y del bien común, la importancia de la educación... La finalidad de la poesía entienden que debe ser didáctica. – Poesía prerromántica. Pasan a primer plano los sentimientos; ambientación tenebrosa (tumbas, ruinas, noches tormentosas y misteriosas); abundancia de exclamaciones y apóstrofes. Entre los poetas destacan Álvarez Cienfuegos, José Quintana, y el más representativo Meléndez Valdés. Cabe citar también a los fabulistas Iriarte y Samaniego. El teatro del siglo XVIII Durante toda la primera mitad del siglo las formas teatrales que predominan, tanto en los temas como en la forma, son herederas del Barroco; y en la segunda mitad del siglo aparecerá lo que denominamos teatro neoclásico; éste presenta los caracteres siguientes: A) Intención didáctica. Para los ilustrados el teatro constituía el mejor medio de propaganda de sus ideas de reforma de la sociedad. B) Sometimiento a las reglas clásicas, como respetar el principio de verosimilitud, guardar el decoro (los personajes deben comportarse, hablar y actuar de acuerdo con su sexo y condición social), respetar las unidades de lugar, tiempo y acción, o no mezclar tragedia y comedia. El autor más destacado es Leandro Fernández de Moratín. En sus obras trata los problemas cotidianos de la época en que vive; sus personajes son humanos, con sus defectos y sus virtudes. Sus obras son sátiras sociales y literarias y algunas son: El viejo y la niña, La comedia nueva o El café y sobre todo El sí de las niñas. El sí de las niñas, una comedia de enredo que critica los matrimonios de conveniencia y que tuvo un enorme éxito en su época.
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El romanticismo. Características generales, principales autores y obras – Resumen Si bien el Romanticismo nace en Inglaterra y Alemania a finales del siglo XVIIIcomienza a conocerse en España a partir de 1810. Se pueden establecer tres fases: a/ Transición del Neoclasicismo al Romanticismo.- El Duque de Rivas o Martínez de la Rosa. b/ Apogeo del Romanticismo.- 1830 y 1850 (Larra, Espronceda). c/ Posromanticismo.- A partir de 1850. Es el caso de Bécquer y Rosalía de Castro. Características generales del movimiento romántico. A) El Individualismo. Culto al YO. Consideran que el arte es una forma de conocimiento, y el artista, un "descubridor”. El individualismo romántico fomentó la exaltación de los sentimientos, la tendencia a abandonarse en las emociones violentas o suaves. B) La búsqueda del Absoluto. El artista romántico pretende alcanzar lo eterno, tiene ansia de abarcar la totalidad, pero el choque con la realidad origina el desencanto y la frustración, lo que dará lugar a una especie de sentimentalismo enfermizo que llegó a ponerse de moda y que se llamó “mal del siglo”. C) El sentimiento de rebeldía y el deseo de libertad. Como consecuencia de la insatisfacción que produce la realidad son frecuentes personajes considerados símbolos o ejemplos máximos de rebeldía contra lo establecido, por ejemplo: Prometeo, Satanás, Caín o Don Juan. D) La evasión.-El deseo de escapar de una realidad que choca con sus ideales, les lleva a buscar distintas formas de evasión. a/ Evasión en el espacio.- los autores románticos ambientan sus obras en lugares exóticos y alejados.b/ Evasión en el tiempo.-evocación del pasado, la Edad Media en concreto, envuelta en un cierto encanto misterioso. c/ Evasión a través del misterio y lo onírico.Los románticos siempre estarán abiertos al enigma, al misterio y a lo desconocido... E) Los temas. 1) Motivos histórico-legendarios. 2) Las tradiciones las costumbres y el folklore popular. 3) Los sentimientos: el amor y la muerte. 4) La religión. 5) La preocupación política y social.- a/ En política pedirán el derecho a la libre expresión del pensamiento. b/ En lo social defenderán la libertad del pueblo para rebelarse contra el absolutismo.. F) Estilo y lengua literaria.- La literatura romántica española se caracterizó, sobre todo, por una importante renovación estilística cuyas características son: a/ Importancia de los elementos narrativos, tanto en la novela como en la poesía (se revitaliza el romance). b/ Abundante empleo de recursos efectistas y declamatorios sobre todo en la poesía y el teatro. c/ Combinación en una misma obra de valores contrapuestos: trágico/cómico, feo/bello, amor/odio, etc.... d/ Enriquecimiento del lenguaje literario con una gran abundancia de recursos expresivos (retoricismo). PRINCIPALES GÉNEROS DE LA LITERATURA ROMÁNTICA 1) La prosa a/ Novela histórica.- El nacimiento de este género se explica por el interés de los románticos hacia el pasado, especialmente hacia la Edad Media. Casi todas las novelas del género que se escribieron en España recibieron la influencia de Walter Scott y Alejandro Dumas. Algunos ejemplos españoles importantes son: - El doncel don Enrique el doliente, de Larra. Sancho Saldaña, de Espronceda. b/ La prosa costumbrista.- Por un lado el cuadro de costumbres, que se refiere a la mera descripción de situaciones pintorescas, y por otro el artículo de costumbres, que contiene generalmente una intención más crítica y reflexiva. Mariano José de Larra es el mejor representante. Publico multitud de artículos de crítica de costumbres y literaria en diferentes periódicos y con distintos
pseudónimos, en los que la ironía y el sarcasmo eran su principal recurso estilístico. c/ La leyenda.- Es un género que recogerá el gusto romántico por el misterio y los sentimientos (Bécquer). 2). El teatro A lo largo del siglo XIX los teatros cambiaron su arquitectura (que era la de los “corrales” de comedias), se adopta el modelo italiano de sala cubierta y butacas. Domina como forma teatral el drama. Sus características son: - Temas: el tema fundamental es el amor imposible y la fatalidad, el destino romántico. - Los personajes: los héroes románticos suelen tener un origen desconocido o bien ocultan su personalidad; están dominados por la pasión. -Estructura: frente al teatro neoclásico, no se respeta la “regla de las tres unidades” (tiempo, lugar y acción). - Se mezcla lo cómico y lo trágico, verso y prosa, aunque a la larga se impone el verso (polimetría). - La escenografía (efectos de luces y sonidos) adquiere gran importancia, y sirve para dar al teatro carácter de espectáculo. El triunfo del drama romántico se produce en 1834, cuando se estrena “La conjuración de Venecia” de Martínez de la Rosa. El mejor drama romántico español quizá sea “Don Álvaro o la fuerza del sino” (1835). Don Álvaro encarna de modo arquetípico las características del héroe romántico – ansia de amor imposible, mundo hostil–; la fatalidad, el destino trágico se ceba en los protagonistas hasta llevarlos a un desastroso final. 3). La poesía Es uno de los géneros más importantes del romanticismo porque era el vehículo más adecuado para la expresión de los sentimientos. Dos tendencias fundamentales: a) una poesía de carácter histórico-legendario y estilo retórico con abundantes recursos formales (Rivas, Espronceda, Zorrilla). b) Una poesía más subjetiva e intimista y de mayor sobriedad estilística (Bécquer, Rosalía de Castro). Espronceda es el principal representante de la poesía narrativa del primer romanticismo; escribió numerosos poemas en los que canta a personajes rebeldes o marginales: El mendigo, El reo de muerte, El verdugo, El cosaco, Canción del pirata. Sus obras más ambiciosas son “El estudiante de Salamanca” y “El diablo mundo”. Entre los escritores posrománticos cabe destacar Gustavo Adolfo Bécquer. Su obra más conocida son las RIMAS. Ochenta y seis poemas que, tras su muerte, sus amigos ordenaron y publicaron.
Realismo y naturalismo. Características generales – Resumen Realismo y Naturalismo se desarrollan en la segunda mitad del siglo XIX Frente a la idealización y evasión románticas se impone ahora el afán de observación y descripción de la realidad y el deseo de reflejarla del modo más objetivo posible. El Realismo se origina en Francia, con escritores como Stendhal o Balzac que dan cauce a las inquietudes de la nueva sociedad burguesa a través de la filosofía positivista (el positivismo reduce el conocimiento humano a aquellos hechos demostrables por la experiencia) y con el impulso de la Revolución Industrial (con su exaltación de la ciencia y la tecnología). El Naturalismo lleva al Realismo a sus últimas consecuencias con una representación extremada de la realidad. El cientifismo de la segunda mitad del siglo XVIII provoca el auge de la novela policíaca (Arthur Conan Doyle: Sherlock Holmes) y la de anticipación o ciencia ficción (Jules Verne). El realismo español El Realismo español se desarrolla plenamente a partir de 1968, año de la revolución que derroca a la reina Isabel II e instaura la I República. El género principal es la novela, y sus características fundamentales son: a) Intentan reproducir la realidad inmediata con objetividad; cobra gran importancia la descripción. b) La narración suele ser lineal, con narrador omnisciente que a menudo emite juicios de valor sobre los personajes. c) Adquiere importancia lo colectivo, lo social. d) Los principales temas son el amor (importancia del adulterio), el enfrentamiento entre distintas concepciones del mundo, políticas y religiosas. El naturalismo español Las novelas naturalistas españolas siguen los preceptos del francés Emile Zola, que es el que planta las bases de esta corriente literaria, cuyas obras están basadas en el determinismo que acentúa la indefensión del hombre ante su destino ya escrito. Su naturalismo acentúa el realismo dando entrada a lo feo, lo inmoral y lo repugnante. Escritores realistas y naturalistas Galdós: escribió una larga serie de novelas históricas con el título de los Episodios nacionales. Además escribió otras muchas novelas en las que se va narrando la vida social y política del país a través de personajes cercanos e inoldables: Fortunata y Jacinta, Misericordia, Doña Perfecta... Clarín: además de magníficos cuentos destaca por una de las novelas más importantes de la
literatura española, La Regenta. En ella se narra la vida en Vetusta, una ciudad provinciana (un alter ego de Oviedo) en la que vive la principal protragonista, Ana Ozores, una joven idealista casada con un hombre mucho mayor que ella y que es cortejada por un galán y por un cura. La novela es una profunda crítica a la sociedad burguesa utilizando las técnicas del realismo y el naturalismo de la época, con un uso magistral del estilo indirecto libre. Emilia Pardo Bazán:
incorporó a su obra elementos naturalistas, como la presentación de
situaciones escabrosas y violentas y la
influencia del medio en el comportamiento de los
personajes. En Los pazos de Ulloa y La madre naturaleza, sus principales obras, retrata la sociedad rural gallega con un realismo descarnado y muy crítico.
El Modernismo. Características generales – Resumen 1. Concepto El Modernismo es una serie de tendencias artísticas y literarias que tienen en común el anticonformismo, el deseo de renovación y la oposición al Realismo y el Naturalismo. 2. Orígenes del Modernismo El Modernismo literario nace en Hispanoamérica, y sus primeras influencias son el Simbolismo y el Parnasianismo francés, corrientes ambas que buscan la perfección formal y la evasión de la realidad descubriendo otras realidades. Junto a la influencia francesa están las tradiciones autóctonas y Bécquer. Su principal impulsor es el poeta nicaragüense Rubén Darío. 3. Temática del Modernismo Hay una temática común a todos que es una literatura de los sentidos y de la intimidad. Los temas recurrentes son: a) La crisis espiritual: sensación de soledad, melancolía, tristeza... y se evaden a lo misterioso, los sueños. b) La evasión: optan mayoritariamente por escapar de la realidad, y se evaden hacia el mundo onírico, los tiempos pasados y las geografías exóticas. c) Cosmopolitismo: devoción por la gran ciudad y la bohemia. d) El sentimiento amoroso: por un lado idealización de la mujer y del amor; por otro, la búsqueda del sexo y el placer. e) La búsqueda de sus raíces. 4. El estilo modernista En contraposición con la estética realista buscan por encima de todo la belleza. Por ello cobran gran importancia los elementos sensoriales; todos aquellos recursos que refuercen la musicalidad del verso; enriquecimiento léxico (neologismos, cultismos); adjetivación abundante, metáforas deslumbrantes; innovaciones métricas. El Modernismo pasa por una primera etapa (1890-1905) en la que todas estas características están plenamente vigentes y una segunda etapa (1905-)de progresiva atenuación de las mismas, aumentando el intimismo.
EL GRUPO DEL 98 Hay muchas diferencias a la hora de considerar la existencia de un Grupo del 98 o de si este grupo se integra dentro del Modernismo. Resumiendo, se puede considerar que, sin llegar a formar una corriente propia, el Grupo del 98 tiene características particulares que los diferencian de los modernistas. Características: - Subjetivismo - Predominio del contenido sobre la expresión - Lenguaje sencillo y directo que incorpora términos propios del habla popular. - Temas: el sentido de la vida; reflexión sobre la existencia de Dios; la preocupación por la sociedad; la reflexión literaria.
La poesía de Machado y de Juan Ramón - Resumen ANTONIO MACHADO Antonio Machado (Sevilla, 1875 - Colliure, 1939) publica su primer libro, Soledades, en 1903, ampliada en 1907 bajo el título Soledades, galerías y otros poemas; en esta primera etapa, inscrita en el Modernismo intimista, escribe intentando atrapar los sentimientos universales comunes a todos, el tiempo, la muerte, Dios... La soledad, la angustia, las evocaciones de la infancia y los símbolos (la noria, la tarde, el alma...) salpican este primer libro. En 1912 publica Campos de Castilla, que es el encuentro del poeta con el paisaje castellano y con sus gentes; sin abandonar el intimismo, aparece la preocupación patriótica. Mezcla poemas muy breves de carácter lírico y filosófico con la recuperación de romances y coplas populares. "Nuevas canciones" (1924) es un libro breve y heterogéneo con poemas descriptivos de tierras andaluzas. A partir de este momento ya sólo publica algunos poemas nuevos en las "Poesías completas". Sus textos en prosa se recogen en dos apócrifos, "Juan de Mairena" y "Abel Martín". Con el estallido de la Guerra Civil marcha a Valencia primero y Colliure (Francia) después, donde muere. JUAN RAMÓN JIMÉNEZ Representa al poeta dedicado por completo a su labor artística: para él no existe nada más allá de la creación literaria. La suya es una poesía minoritaria, difícil, que están en constante revisión y que persigue un triple deseo: de belleza, de conocimiento y de eternidad. Su poesía tiene tres fases: I. Épocas sensitiva (hasta 1915). Máxima influencia del esteticismo modernista: exaltación de los sentidos y adjetivación abundante. II. Época intelectual (1916-1936). Diario de un poeta recién casado da un giro a su poesía: se aleja del esteticismo, elimina lo superficial y anecdótico con densando y concentrando el poema, utiliza el verso libre y la prosa y la ciudad sustituye al mundo rural. III. Época suficiente (1936-). Una poesía esencial y desnuda, más hermética; el tema predominante es el de Dios no como concepto religioso, sino como concepto artístico.
El Grupo Poético del 27 – Resumen Se ha discutido mucho sobre si realmente existe o no un grupo homogéneo que constituya la Generación del 27, y, si bien sus autores tienen estilos dispares y es difícil resumir características comunes a todos ellos, se considera que forman un Grupo bastante compacto por que comparten una serie de rasgos culturales y biográficos que los individualizan: –
Todos ellos parten del Vanguardismo o asumen muchos de sus postulados en su poética.
–
Les une a casi todos ellos lazos de amistad.
–
Forman parte de un mismo ambiente cultural e inician juntos numerosas iniciativas culturales.
Los autores que suelen incluirse dentro del grupo son: Dámaso Alonso, Pedro Salinas, Jorge Guillén, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Emilio Prados, Gerardo Diego y Manuel Altolaguirre. Aunque más joven Miguel Hernández ha sido considerado, por sus influencias y relaciones personales y por la fecha de publicación de sus libros, como epígono del 27. Características del Grupo: a) Equilibrio entre posturas estéticas aparentemente contradictorias, como la fusión de lo culto y lo popular, lo intelectual y lo sentimental, la tradición y la renovación. b) Están influidos por Juan Ramón, Bécquer y la lírica del Siglo de Oro, así como el vanguardismo introducido por Ramón Gómez de la Serna. También por la idea de arte puro del filósofo Ortega y Gasset: arte como juego, intelectual, en el que el humor y la metáfora prevalecen. c) Cultivan temas comunes: el amor, presentado sin inhibiciones sexuales, la naturaleza frente a la pujanza de lo urbano, el compromiso político, la modernidad. d) En la métrica destaca la variedad de medidas y estrofas, utilizan formas tradicionales y formas innovadoras. Su principal novedad radica en el uso del verso libre, que basa su ritmo no en la medida ni en la rima, sino en la repetición de elementos léxicos, fónicos o sintácticos. El Grupo pasa por tres etapas: 1.
Poesía pura. Hasta 1927. Es la más influida por las Vanguardias, ultraísmo y creacionismo. Se
busca eliminar todo lo humano o sentimental. 2.
Poesía impura. Hasta el final de la Guerra Civil (1939). Hay una rehumanización. Mayor
influencia del surrealismo y plasmación de la crisis política y social en sus poemas. 3.
Una tercera etapa, tras la Guerra Civil, de dispersión: el Grupo se deshace porque sus
miembros se separan, unos mueren, otros se van al exilio exterior, y otros se quedan en el país en
una especie de exilio interior. Los poetas del 27 Pedro Salinas. Inicialmente cultiva una poesía deshumanizada, muy influida por el Vanguardismo, pero pronto el tema central de su poesía es el amor: La voz a ti debida, Razón de amor y Largo lamento. Utiliza la frase corta, las construcciones nominales con escasos adjetivos y un léxico sencillo; preferencia por los pronombres, que nombran lo esencial, frente a sustantivos y adjetivos que nombran lo accidental; pero su poesía resulta difícil por la concentración expresiva y la complejidad intelectual. Predomina el verso libre o la combinación de endecasílabos con versos más breves. Jorge Guillén. Su obra poética, muy abundante se reúne en un solo libro en 1968 bajo el título Aire nuestro, que incluye sus obras Cántico, Clamor y Homenaje. Dentro de los poetas del grupo ha sido siempre considerado el más fiel representante de la poesía pura. Su obra se caracteriza por su alto nivel de exigencia estética, el rigor en la composición, el elaborado lenguaje. Gerardo Diego. En su obra alternan desde el vanguardismo más radical (Manual de espumas) hasta el neopopularismo (Versos humanos), neogongorismo. Vicente Aleixandre. Fue uno de los principales animadores del Grupo. Muy influido por el Surrealismo, su poesía expresa el ansia del poeta de fusión con la naturaleza, su pasión por la tierra en la que el ser humano se encuentra inserto, es una especie de panteísmo materialista o materialismo místico. Emplea versos libres y hay elementos oníricos e irracionales: así en Espadas como labios y La destrucción o el amor. Tras la Guerra Civil su poesía se hace más social y meditativa. Federico García Lorca. Es el más polifacético de los autores del 27. Poeta y dramaturgo. Sus primeros poemas entran dentro de la corriente neopopularista (Romancero gitano), aunque ya con una voz muy personal veteada de imágenes vanguardistas. Tras su extancia en Estados Unidos escribe Poeta en Nueva York, donde las técnicas surrealistas se mezclan con la poesía social. Es asesinado en 1936 al estallar la Guerra Civil. Rafael Alberti. En su primer libro, Marinero en tierra, aúna la tradición popular y la estilización vanguardista. Después inicia una atrevida fusión de gongorismo y vanguardia, estrofas clásicas,
hermetismo y poemas futuristas que culminan en Sobre los ángeles, la expresión poética del desconcierto existencial del autor , una inquietud que se prolonga en libros posteriores. A partir de los años 30 su poesía se hace políticamente comprometida. Luis Cernuda. En los primeros poemas hay rasgos de estilo característicos de la poesía pura del Cubismo. Domina el tono intimista y melancólico. Se siente atraído por el mundo exterior, pero impotente para acercarse a él. La oposición realidad-deseo aparece ya desde el principio. Más tarde esta oposición desembocará en la angustia existencial (Donde habite el olvido). A partir del 36 el exilio le sirve para profundizar en su obra y su poesía se enriquece con nuevos tonos. Dámaso Alonso. Destaca sobre todo como filólogo y crítico literario, y el grueso de su obra se escribe en la posguerra. Hijos de la ira es su principal poemario, escrito en versículos de ritmo obsesivo en el que el lenguaje y las imágenes recuerdan el mundo onírico del surrealismo. Es una visión angustiada de la realidad con ecos de la Guerra Civil española y la Segunda Guerra Mundial. Miguel Hernández. Participó como soldado del ejército republicano en la Guerra Civil, y al acabar la contienda fue llevado a la cárcel, en donde murió de tuberculosis. Su poesía es muy elaborada, a caballo entre la tradición y las vanguardias, entre el barroquismo inicial de Perito en lunas hasta la poesía desarraigada y emocionada de El rayo que no cesa, pasando por una etapa de poesía de lucha (Viento del pueblo). Ya en la cárcel, su poesía está más desnuda de retórica y es más profunda.
La novela anterior a la Guerra Civil – Resumen Se producen dos reacciones frente a la novela decimonónica: A) La reacción del Modernismo., que pretendía hacer una novela en la que predominasen los valores técnicos y formales: Rubén Darío con sus Relatos o Valle-Inclán con el libro Femeninas (1895). B) La reacción posmodernista o del 98, que rompe definitivamente con la novela de estilo realista. Los rasgos que las caracterizan son: Subjetivismo total. Eliminan el narrador omnisciente. Perspectivismo. Primacía del diálogo sobre la narración. Disminución de la importancia del argumento (y de la acción). Aparición del personaje colectivo.
Autores represntativos: Miguel de Unamuno. Sus novelas (él las llamaba nivolas) son una síntesis de filosofía y literatura. Preocupaciones existenciales (Niebla) y la reflexión sobre la fe (San Manuel Bueno, mártir) son sus temas principales. Pío Baroja. Sus obras reflejan su pesimismo existencial y actitud inconformista. El tema principal de sus novelas es la lucha por la vida. Hay abundancia de diálogos y descripciones. Persigue la brevedad y la precisión y su lenguaje se aproxima al habla coloquial. El árbol de la ciencia y La busca son, quizás, sus principales novelas. Azorín. Sus novelas parecen un pretexto para pinturas de tipos y ambientes y en sus obras destacan sus pinturas de paisaje, visto con subjetividad. Ramón María del Valle-Inclán. Modernista en sus inicios, poco a poco fue adoptando una postura más comprometida con la sociedad. Su prosa elaborada recrea una novela histórica que se fija en los ambientes sórdidos y en personajes tan exagerados como reales. La novela novecentista. La maoyoría de las novelas de esta época reproducen modelos realistas de éxito popular, pero una miniría intenta innovar ofreciendo una prosa muy elaborada, con una acción que tiende a desaparecer, deshumanizada y humorística. Gabriel Miró, Pérez de Ayala y Benjamín Jarnés son sus principales representantes. Las novelas de Ramón Gómez de la Serna intentarían traer a la prosa las innovaciones de la poesía vanguardista europea.
El teatro español anterior a la Guerra Civil – Resumen El teatro de principios del siglo XX está orientado a las representaciones comerciales y su público es la burguesía acomodada. Estos condicionamientos hacen que haya dos tipos de teatro: uno comercial, conservador y sin innovaciones, que tiene éxito de público; y otro innovador e inconformista que fue normalmente un fracaso comercial. Teatro comercial La comedia burguesa. Es un teatro realista y su máximo representante es Jacinto Benavente. Benavente hizo algún intento de renovación teatral (El nido ajeno, Los intereses creados), pero la mayoría de sus obras se inscriben en las Comedias de salón, obras que agradaban a la burguesía y que introducían una ligera crítica social que no les molestase en exceso: historias cotidianas, sencillez lingüística y técnicas realistas. Variantes de esta Comedia de salón es el teatro de humor y la comedia de costumbres, de ambientación popular y que tienen como máximos representantes a Carlos Arniches y los hermanos Quintero. Otra tendencia son las obras teatrales de un humor renovador, caracterizadas por el humor del absurdo (Jardiel Poncela). Pedro Muñoz Seca destaca como dramaturgo que imita paródicamente obras clásicas (La venganza de don Mendo). El teatro innovador Los autores del 98 intentarán hacer un teatro renovador, inconformista, intelectual y reflexivo y que rompe con las técnicas realistas del teatro burgués (Valle-Inclán). Por su parte, los autores de la Generación del 27 incorporarán elementos vanguardistas, los elementos poéticos e intentarán acercar el teatro al pueblo (García Lorca). Valle-Inclán Su obra supone una revolución en el teatro español, tanto por su compromiso social como por su renovación de las técnicas teatrales. Su obra pasa por tres etapas: a) El mito. La acción transcurre en una Galicia mítica, intemporal: Divinas palabras. b) La farsa. De ambiente dieciochesco, casi modernista: jardines, cisnes, etc. c) El esperpento. Es un intento de representar la realidad española presentando los hechos de una manera exagerada y burlesca, un teatro de crítica de una realidad falsa y de unos valores caducos. Su obra emblemática es Luces de Bohemia, en donde cuenta el recorrido de un agonizante Max Estrella (poeta fracasado, ciego) con su compañero Latino de Híspalis por la noche madrileña, denunciando un mundo en el que sólo hay miserias, injusticias y estupidez. Federico García Lorca Su obra se agrupa en tres bloques: a) Primeras piezas teatrales: Mariana Pineda o La zapatera prodigiosa. b) Teatro vanguardista. Son las comedias imposibles o misterios, en las que utiliza técnicas surrealistas, como en El público. c) Etapa de plenitud. Obras, años 30, con las que alcanza el éxito comercial: Bodas de sangre, Yerma, La casa de Bernarda Alba, tragedias de aire clásico, con numerosos elementos simbólicos y una gran carga de denuncia social.
La novela posterior a la Guerra Civil – Resumen Parte del ejército español se subleva contra el gobierno de la República y comienza una guerra civil que dura 3 años (1936-1939); el tirunfo de los sublevados da paso a la dictadura del general Franco que terminará con su muerte en 1975 y la llegada de la democracia. La dictadura supone un profundo corte en la evolución de los géneros literarios por la muerte o el exilio de muchos (destacan Max Aub, Francisco Ayala y Rosa Chacel), y la censura del régimen. La novela de posguerra (1939-1950). Hay múltiples tendencias: a) Novela triunfalista, afín a la dictadura, que defiende los valores tradicionales (Dios, patria, familia). b) Novela psicológica. Analiza el carácter y el comportamiento de los personajes desde un punto de vista realista. c) Novela poética, que fija su atención en la palabra y el lirismo. d) Novela simbólica. Los personajes funcionan como símbolos o ideas. e) Tremendismo. La inicia Camilo José Cela con La familia de Pascual Duarte (1942). Retratan un mundo y unos personajes dominados por la miseria y la violencia. f) Novela existencial. Nada (1945), de Carmen Laforet. Reflejan la angustia existencial, la tristeza y la frustación de la vida cotidiana. Técnicamente estas novelas se caracterizan por seguir una línea cronológica lineal, un narrador en 3ª persona y en general ausencia de innovaciones formales. El realismo social (1950-1962). Surge una tendencia que denuncia la miseria y las injusticias sociales, una literatura comprometida. En los primeros años de la década de los 50 se publican una serie de novelas que serán precursoras: El camino (Miguel Delibes) o La colmena (Camilo José Cela), por ejemplo. A partir de 1954 se inicia la verdadera novela social, con autores como Ignacio Aldecoa o Rafael Sánchez Ferlosio (El Jarama), caracterizadas por la sencillez narrativa, el personaje colectivo, preminencia del diálogo y las descripciones. Las renovaciones de las técnicas narrativas (1962-1975). En 1962 se publica Tiempo de silencio, de Luis Martín Santos, que demuestra que se puede hacer una novela crítica socialmente e innovadora y arriesgada formalmente; esto da pie a una serie de novelas que intentan renovar la narrativa española fijándose en autores como Kafka, Proust, el vanguardismo español o la novela hispanoamericana del siglo XX. Se caracterizan por:
a) Perspectivismo, distintos puntos de vista sobre el mismo tema. b) Pierde importancia la trama frente a las innovaciones formales. c) Se introducen elementos antirrealistas: fantasía, símbolos, alucinaciones... d) Se introducen elementos discursivos no narrativos (digresiones, informes, comentarios...) y se entremezclan distintos tipos de discursos (lenguajes científicos junto a pasajes poéticos, etc). e) Ausencia de desenlace: novela abierta. f) Técnica del contrapunto, varias historias entrelazadas, simultaneísmo, saltos temporales. g) Narrador no omnisciente, en 1ª, 2ª y 3ª persona. Monólogo interior. h) Empleo de artificios tipográficos; ausencia de puntuación. Destacan las siguientes obras: Cinco horas con Mario (Miguel Delibes, 1965), Últimas tardes con Teresa (1966, Juan Marsé), Señas de identidad (1966, Juan Goytisolo). La novela desde 1975. Tres tendencias: a) Autores (Juan Goytisolo) que continúan la línea experimentalista de los 60. La novela es un proceso de indagación de un universo fragmentado. El novelista se libera de las ataduras sociales o políticas que atenazaban su creatividad y lleva la novela hasta los límites de la comprensión y la narratividad, haciendo que el lector se cuestione la propia entidad de la novela. b) Autores que recuperan la importancia del argumento y del placer de contar (Eduardo Mendoza, La verdad sobre el caso Savolta). Dentro de esta tendencia hay novelas líricas en las que prima la perfección formal (Julio Llamazares, La lluvia amarilla); la metanovela; la novela de testimonio que incide en la crítica social (Félix de Azúa, Vicente Molina Foix); la novela intimista, que refleja las incertidumbres y la angustia interior de los personajes (Juan José Millás); la novela histórica (Pérez Reverte, José Luis Sampedro); novela de intriga o policíaca (Vázquez Montalbán, Ray Loriga, José Ángel Mañas).
La poesía posterior a la Guerra Civil – Resumen A pesar del fin de la Guerra Civil y la instauración de la dictadura no se produce una ruptura total con la generación anterior, ya que varias de las nuevas tendencias que surgen escogen como modelo a los poetas de la Generación del 27 o a las Vanguardias. Se pueden establecer las siguientes etapas: Generación del 36. Durante la guerra muchos poetas crean una poesía de propaganda ideológica, en la que destaca Miguel Hernández, por muchos considerado como un epígono de la Generación del 27. La poesía de postguerra (1939-1955). Se distinguen dos tendencias: a) Poesía arraigada. Autores como José García Nieto, Luis Rosales, Leopoldo Panero o Dionisio Ridruejo; tienen una visión optimista de la realidad y su poesía es de corte clásico y tradicional. b) Poesía desarraigada. Poetas que muestran su disconformidad con el mundo que les rodea y su angustia existencial: Eugenio de Nora y los primeros libros de Celaya, José Hierro y Blas de Otero. c) Postismo. Es la tendencia que continúa los vanguardismos de la década de los 20. Sus principales representantes son Carlos Edmundo de Ory y Miguel Labordeta. d) Grupo Cántico. Seguidores de la poesía del 27, con Pablo García Baena a la cabeza. Poesía social (1955-1962). La protesta social inicia una nueva tendencia poética, con Blas de Otero y Gabriel Celaya como poetas de mayor calidad. Entienden la poesía como un instrumento para cambiar el mundo, comprometiéndose y dando mayor importancia al contenido que a la forma. Grupo poético de 1950. En torno a 1960 una serie de poetas (Caballero Bonald, Gil de Biedma, Agustín Goytisolo...) pretenden enriquecer la excesivamente simple y sencilla poesía social, pero sin renunciar a la crítica. Inconformismo, preocupación por el hombre, experiencias personales e intimismo, a través de la ironía y una mayor complejidad estilística. Los novísimos (años 70). En 1970 José María Castellet publica el libro Nueve novísimos poetas españoles donde recoge poemas de autores jóvenes (Pere Gimferrer, Guillermo Carnero...) que escriben una poesía novedosa. Es una generación de poetas que crecen conciendo la cultura pop y la relativa apertura del régimen franquista. Su poesía se caracteriza por: a) Defensa del individualismo y el irracionalismo.
b) Incorporan a la poesía elementos de la cultura pop: cine, tebeos, música... c) Fascinación por las culturas francesa y anglosajona. d) Junto a las referencias pop acumulan referencias cultas, citas, palabras en otros idiomas, tecnicismos. La poesía desde 1975. Se acumulan las tendencias poéticas distintas en esta época, haciendo difícil clasificarlas. Entre ellas se pueden distinguir las siguientes: a) Posnovísimos, que continúan las estética de los novísimos: Luis Antonio de Villena. b) Poética del silencio. Reflexión sobre la creación poética y la abstracción. Jaime Siles. c) Una corriente que recupera la tradición simbolista y surrealista: Gimferrer y Blanca Andreu. d) Poesía de la experiencia. Es la tendencia de mayor presencia y se caracteriza por: el poeta utiliza su experiencia personal como material poético; tendencia a la narración, metros clásicos, uso del humor y la ironía, temática urbana.
El teatro posterior a la Guerra Civil – Resumen Tras la Guerra Civil el teatro tiene dos grandes problemas: 1. La crisis económica reduce drásticamente el número de espectadores (sólo ricos) y la censura coharta los temas. 2. Se rompen las tendencias innovadoras por muerte o exilio de sus autores. Por estas razones el teatro entra en una profunda crisis: apenas se producen nuevas obras, el cine pasa a ser el gran espectáculo de masas, y se recurre mayoritariamente a obras de autores extranjeros. Se pueden distinguir varias etapas: El teatro de posguerra (1939-1955). Tres tendencias: a) Teatro de continuidad sin ruptura. Se continúa con la comedia de salón de Benavente; se defienden los valores tradicionales (patria, Dios y familia); ligera crítica de costumbres. b) Teatro de humor. Por un lado un teatro cómico de risa fácil y técnicas tradicionales, y por otro la continuación del teatro del absurdo iniciado por Jardiel Poncela. c) Teatro existencialista. Representan los conflictos existenciales del hombre (soledad, angustia...). Asociada a esta tendencia se inicia en algunas obras cierta crítica social, aunque muy tímida debido a la censura. Así, Buero Vallejo introduce esa leve crítica en sus obras en lo que se conoció como Teatro posibilista, mientras que autores como Alfonso Sastre practicaban un Teatro radical cuya representación era prohibida. El teatro de protesta y denuncia (1955-1965). El teatro social, de denuncia de las injusticias y desigualdades, aparece a partir de 1955, gracias a que surge un nuevo público joven y con ganas de cambio y a que se relaja la censura. Se utilizan técnicas realistas, expresionistas y simbolistas. El teatro renovador (1965-1975). El cansancia de la simplicidad del teatro social lleva a varios autores a iniciar un teatro de vanguardia, con empleo de recursos de deformación de la realidad, cobrando importancia los elementos no textuales (decorado, iluminación, vestuario...) y el uso de la parábola. Autores como Fernando Arrabal y, sobre todo, pequeños grupos de teatro independientes (Els Joglars, Tábano) destacan en esta tendencia. Últimas tendencias teatrales (desde 1975). Diversas tendencias: a) Obras de técnicas vanguardistas (La fura dels Baus, Francisco Nieva) b) Obras de técnica y orientación realista (José Sanchís Sinisterra).
c) Renovación de la comedia de costumbres (José Luis Alonso de Santos, Antonio Gala).
La novela hispanoamericana de la segunda mitad del siglo XX – Resumen Años 40 y 50. Se experimentan nuevas formas de narrar, modos que se concretan en varios rasgos comunes: 1. Irrumpe en la novela lo fantástico entremezclado con lo real (realismo mágico). 2. Se introducen las innovaciones estéticas de los grandes novelistas europeos y norteamericanos (Faulkner, Kafka, Joyce...). 3. El tradicional narrador omnisciente cede el protagonismo ante los narradores múltiples, el monólogo interior, etc. 4. Se rompe la linealidad temporal a favor de los saltos temporales, historias paralelas, etc. 5. Hay una tendencia al barroquismo lingüístico. Principales tendencias: Narrativa metafísica. Se preocupa por problemas trascendentes. Destaca Jorge Luis Borges, autor de relatos breves que abordan temas como la inmortalidad, el infinito, el conocimiento... supera el realismo dando entrada a lo fantástico dentro de sus relatos, utilizando también la ironía y las paradojas. Ficciones o El Aleph son dos de sus colecciones de cuentos más conocidas. Narrativa existencial. Se reflexiona sobre la condición humana y las preocupaciones existenciales. Sobresalen Juan Carlos Onetti (El astillero) y Ernesto Sábato (El túnel, Sobre héroes y tumbas). El realismo mágico. Rompe con el realismo tradicional introduciendo en la novela lo fantástico, pero de modo que esos elementos míticos o mágicos forman parte de la realidad cotidiana y conviven con ella con naturalidad. Alejo Carpentier es el introductor de esta tendencia con su obra El reino de este mundo, en la que relata la sublevación de la población ante el dictador de Haití y en la que la magia negra aparece en la novela como un elemento más de la misma. Juan Rulfo y su obra Pedro Páramo, en la que dialogan los muertos, es otro ejemplo de esta tendencia. El boom de la narrativa hispanoamericana (la novela desde 1960). Durante los años sesenta se produce la gran difusión internacional de la narrativa hispanoamericana, fenómeno conocido como el “boom”. Los autores de este boom continúan las innovaciones de la generación anterior y especialmente el realismo mágico. Los nombres más sobresalientes son: el mexicano Carlos Fuentes (La muerte de Artemio Cruz), el peruano Mario Vargas Llosa (La ciudad y los perros, La tía Julia y el escribidor, premio Nobel de literatura 2010) y, entre otros muchos, Gabriel García
Márquez, autor colombiano, premio Nobel en 1982, cuya temática gira siempre en torno a la defensa de las gentes humildes. Cien años de soledad (1967) es la obra más representativa del realismo mágico y fue un gran acontecimiento literario y comercial; narra la historia de la saga de los Buendía, una familia condenada a la soledad y a través de cuyas peripecias vivimos, en clave representativa, casi simbólica, varios de los acontecimientos políticos y sociales de Latinoamérica. En la novela realidad y fantasía no se distinguen y así, los hechos más normales suscitan una admiración exagerada (un imán, el hielo, unos dientes postizos) mientras que hechos sobrenaturales se ven como normales (una levitación, por ejemplo). Son numerosas las obras que escribe posteriormente; en 1981 aparece Crónicas de una muerte anunciada, basada en un hecho real.