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Morfología 1. Clases de morfemas. Los morfemas son las unidades de la lengua más pequeñas con significado. Un morfema puede coincidir con una palabra; en ese caso, se llama morfema libre; o bien, puede combinarse con otros morfemas dentro de una palabra, denominándose morfema trabado. sol: morfema libre sol-es: morfemas trabados Los morfemas son de dos tipos: 1. lexemas: aportan el significado fundamental de las palabras. El grupo de palabras que comparten un mismo lexema o raíz se llama familia léxica. Por ejemplo, en niño el lexema es niñ- pues aporta el significado fundamental de la palabra (ser humano de poca edad). Niño forma una familia léxica junto con otras palabras con el mismo lexema como: niñera, niñez, aniñado, niñería, etc. 2. morfemas gramaticales: los morfemas gramaticales completan o modifican el significado de la palabra. Por ejemplo, en la palabra niños, -o (género masculino) y -s (número plural) completan el significado que aporta niñ- (ser humano de poca edad). Los morfemas gramaticales son a su vez de dos clases: 1. flexivos: son aquellos que pueden variar dentro de una misma palabra. Por ejemplo, las terminaciones de la conjugación de los verbos que forman la flexión del verbo: cant -o, -arán, -aríamos, -ase, etc... 2. derivativos: son los que sirven para crear nuevas palabras a partir de otras primitivas. Por ejemplo: hacer > rehacer nación > nacional. Los morfemas derivativos que se colocan delante del lexema se llaman prefijos. Por ejemplo: sospechable > insospechable Los prefijos no cambian la clase morfológica de la palabra; así que si la palabra original es un verbo la palabra nueva también lo será: aconsejar (verbo) > desaconsejar (verbo) Los morfemas derivativos que se colocan después del lexema se llaman sufijos. Por ejemplo: pasear > paseante Dependiendo de los casos estos pueden cambiar o no la clase de la palabra. En el ejemplo anterior el verbo (pasear) se convierte en sustantivo (paseante). Otro ejemplo: el sufijo -oso cambia la clase de la palabra en bondadoso (adjetivo, procedente del sustantivo bondad), pero no la cambia en verdoso (adjetivo, procedente del adjetivo verde). Además de los sufijos y de los prefijos, encontramos los interfijos, que son incrementos fónicos carentes de significado que se anteponen normalmente a un sufijo solo en casos concretos.
Por ejemplo, el sufijo -ito se añade directamente al lexema de las palabras: mesa > mesita perro > perrito pero en algunos casos concretos necesita que previamente se añada un interfijo: café > cafecito (no cafito) puerta > puertecita (no puertita) 2. La flexión de los nombres y de los adjetivos La flexión de los nombres y de los adjetivos puede ser de género y de número. Por lo que se refiere al género, encontramos dos posibilidades, sustantivos y adjetivos con variación o sin variación de de género: 1. Sin variación de género: En el caso de los sustantivos, estos siguen teniendo género pero no es un morfema de la palabra; por ejemplo, mano es una palabra femenina, aunque no tenga un morfema de género que lo indique. En el caso de los adjetivos, los que no tienen variación de género, carecen de la noción de género: por ejemplo, los adjetivos leve, difícil, etc. no tienen variación de género ni la palabra nos indica un género determinado. 2. Con variación de género: La variación de género se expresa con los siguientes morfemas flexivos: -o, -a: amigo, -a -Ø, -a: doctor, -a -e, -a: jefe, -a Aparte, también se puede indicar el femenino con sufijos como los siguientes: -esa, -ina, -iz: alcaldesa, heroína, actriz Además, en lo relativo al género, encontramos los siguientes casos especiales: a) Sustantivos de género común: sustantivos que pueden emplearse con tanto con género masculino o femenino, implicando el cambio de género cambio de sexo. Por ejemplo, en: el / la pianista El sustantivo no cambia pero el artículo determina el sexo del ser al que nos referimos. b) Sustantivos epicenos: cuando un sustantivo que tiene un único género se emplea para seres de los dos sexos. Por ejemplo, ballena (femenino) puede referirse a una ballena hembra o a una ballena macho. c) Sustantivos de género ambiguo: son sustantivos que pueden usarse con género masculino o femenino, con ligeras variaciones de significado: el / la mar el / la calor d) Sustantivos heterónimos: cuando el cambio de género implica que se use una palabra distinta: caballo / yegua yerno / nuera
En lo que se refiere al número, también encontramos dos posibilidades: 1. Sustantivos invariables en cuanto al número; es lo que pasa con los sustantivos no agudos terminados en -s o en -x: la / las tesis el / los tórax 2. Sustantivos variables. La gran mayoría de los sustantivos poseen variación de número. Cuando el sustantivo cambia de número los morfemas flexivos que encontramos son – s y -es: mesa, -s mirador, -es En general, puede decirse que se emplea -es cuando la palabra termina en consonante y -s cuando la palabra termina en vocal: doctor, -es casa, -s Con la siguiente excepción: las palabras agudas terminadas en -i o en -u suelen usar la terminación -es, aunque en algunos casos también se acepta la terminación -s: carmesíes / carmesís tabúes / tabús
3. La flexión del verbo. 3.1 La conjugación del verbo El verbo está formado por una serie bastante extensa de formas que en conjunto se llama conjugación. En la conjugación del verbos se diferencian: •
formas no personales: Las que carecen de morfema de persona y número. Son: ◦ el infinitivo (-r): cantar / haber cantado ◦ el gerundio (-ndo): cantando / habiendo cantado ◦ el participio (-do): cantado
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formas personales: aquellas que poseen el morfema de número y persona. Las formas personales se agrupan en tres modos: indicativo, subjuntivo e imperativo: ◦ Indicativo. Dentro del indicativo encontramos los siguientes tiempos: tiempos simples
tiempos compuestos
presente: canto
pretérito perfecto compuesto: he cantado
pretérito imperfecto: cantaba
pretérito pluscuamperfecto: había cantado
pretérito perfecto simple: canté
pretérito anterior: hube cantado
futuro imperfecto: cantaré
futuro perfecto: habré cantado
condicional imperfecto: cantaría
condicional perfecto: habría cantado
◦ Subjuntivo. Dentro del subjuntivo encontramos los siguientes tiempos: tiempos simples
tiempos compuestos
presente: cante
pretérito perfecto: haya cantado
pretérito imperfecto: cantara, -se
pretérito pluscuamperfecto: hubiera, -se cantado
futuro imperfecto: cantare
futuro perfecto: hubiere cantado
◦ Imperativo. Solo cuenta con un tiempo -el presente- y dos personas: la 2ª del singular y la 2ª del plural: Presente de imperativo: canta (tú) / cantad (vosotros) 3.2 Las desinencias verbales Los verbos pueden presentar tres clases de morfemas, que siempre aparecen en el siguiente orden: VT, TM, PN Por ejemplo: cant – á (VT) – ba (TM) – mos (PN) 1. Vocal temática, que sirve para diferenciar las tres conjugaciones. Dependiendo de la conjugación pueden ser: 1ª conjugación: a, Ø cant-a(VT) / cant-Ø(VT)-o 2ª conjugación: e, ie, i, Ø tem-e(VT)-mos / tem-ie(VT)-ndo / tem-i(VT)-do / tem-Ø(VT)-o 3ª conjugación: i, ie, e, Ø part-i(VT)-mos / part-ie(VT)-ndo / part-e(VT)-s / part-Ø(VT)-o 2. Tiempo y modo. Indica el tiempo y el modo (pero también el aspecto). Puede aparecer o no: cant-á-ra(TM)-mos cant-a-Ø(TM)-mos 3. Persona y número. El esquema válido para la mayoría de los tiempos es el siguiente: 1ª pers. Ø / -mos 2ª pers. -s / -is 3ª pers. Ø / -n Sin embargo, por ejemplo, el imperativo presenta el siguiente esquema: 2ª pers. Ø / -d 3.3 Casos especiales de la conjugación de los verbos. 1) Los verbos defectivos: son los que no se usan en todas sus formas. Eso ocurre en los verbos atmosféricos, como llover, nevar, amanecer, etc. y algunos verbos como atañer o concernir. 2) Los verbos irregulares. Son verbos que alteran la forma de su raíz o que presentan desinencias que no corresponden al modelo de su conjugación. Las irregularidades pueden ser de:
las vocales. Por diptongación: poder / puedo, o por cambio de la vocal: sentir / sintió. las consonantes. Por cambio de consonantes: hacer / hago; o por adición de consonantes: tener / tengo. • las vocales y las consonantes, conjuntamente: caber / quepo Hay verbos muy irregulares, que presentan más de un lexema; por ejemplo, ir (i-, fu, v-, va-, vay-): iré, fui, voy, vas, vayamos • •
3) Verbos de doble participio. Son verbos que tienen dos participios: uno se emplea con valor verbal, y el otro como adjetivo: recluido / recluso imprimido / impreso 4. Procedimientos de formación de palabras Hay los siguientes mecanismos: derivación, composición, parasíntesis, acronimia y siglas. 1. Derivación: Se crea la nueva palabra por medio de la adición de un prefijo o de un sufijo a la palabra primitiva: tener > contener negociar > negociante 2. Composición: Se crea la nueva palabra mediante la unión de dos palabras o de dos lexemas: por + que > porque hidro + fobia > hidrofobia 3. Parasíntesis: Se crea la nueva palabra por la adición simultánea de un prefijo y de un sufijo (o de una terminación verbal) a la palabra primitiva: negro > ennegrecer claro > aclarar color > incoloro También se considera parasíntesis el empleo simultáneo de composición y derivación para crear una nueva palabra: sietemesino: 1.- composición: siete + mes 2.- derivación: adición del sufijo: -in-. 4. Siglas y acronimia: Siglas: La palabra se forma sumando la primera letra de dos o más palabras: “Partido Socialista Obrero Español” > PSOE “Organización de las Naciones Unidas” > ONU Acronimia: Cuando la palabra se forma por la combinación de partes de dos o más palabras, sílabas, iniciales + sílabas: “Pura leche de vaca” > Puleva “Banco Español de Credito” > Banesto “Binary digit” > bit