Story Transcript
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PREDILECCI~N
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EMPERADOR CARLOS V POR LOS CA'T'ALANEIS
MEMORIA DOCUMENTADA
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r. comenzar el primer liistto del siglo s v l , e n 24 de Febrero del año 1500, nació el1 Gante un Príncipe de la Casa de Htibsbiirgo, que iu6 mas tai'de monarca famoso, militar distinguido, diplomático sasaz yac"dmic,ión de Europa; Carlos 1 de Esparia,, V de Aletiiaiiia.. vida tlc Cavlou'I de 1Cspaiia lu6 una Lucha continua (le aspiraciones qiie realizó eil su riiayor part,e y su retiro y ii~iierteeii el Monasterio de Yuste el mis bello ejemplo de I~irniildad.cle un soberano. Su historia ha sido relatada por distinguidos escritores nacionatcs y extranjeros y bodos estan contextos en afirmar q ~ Ciie ~ ela íigiira inas iinportante de aquel siglo. El Príncipe Cdrlos de Ausl,ria, hijo de Felipe el Ilerinoso . . y (le Juana cle Castilla, f u e eclueaclo en su niñez, por las dixtinguiclas I'rincesas María de Austria y Margarita de 1-ork, hermana. de ~ d i & r d oIV de Inglaterra; quienes ieinculcaron sus sentiinientos rnorales y religiosos. Al cumplirlos seis años su abuelo paterno ~ a ~ i m i l i a n o.
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y el eclesiástico Adriano (le Utrecht ctiidaroit de su educación intelectual, eligienclo á Guiliermo dc Croy para instruirle en . el reginien de gobierno y todo lo concerriionle A los negocios públicos. Al morir Isahel la Católica en Rledina del Canipo W 26 de Noviembre en 1504, jial~ia dejado o1 reino dc Castilla y la Regencia á su esposo Fernai~clo,que renuiici0 al titiilo de Rey de Castilla, haciendo proclainar como ,i tal á su hija D.a Juana y á su esposo Felipe, admitiendo la Regencia rlcte abandonó en 1506 á causa de la oposición de la nobleza-de Castilla. Las Cortes de aquel Reino reconocieron entonces B Felipe y Juana y por Príncipe rle Asturias á su hijo Carlos. Viuda D.a Juana, su padre D. Fernando volvió a :obtener la Regencia de Castilla, y confió la tutela de Carlos B su abuelo Maximiliano. Muerto E'ernanrlo el Catól~coen ISIG, recayó el reino, en virtud de su testamento, en su hija D." Juana quedando de Gobernador General su hijo Carlos, it quien le otorgó dispensa de edad mai~dándolela iiimediata venida B Espaiia, la que retardó a l ~ i i ntanto por laguerra que ocasionó la liga de Cambray en Italia: y por último, d instancias del Emperador Maximiliano y (le1 Regente del lieino Jiménez de Cisneros se embarcó 6 9 de Septieinbre de 1517 aco~npauado de su primer ministro Guillerino de Croy, Sefior de Chii.vres y. grannílmero de caballeros Fla,mencos, llegando {I Villavi. ciosa el 19 del reierido mes. Convocadas las Cortes de Castilla en 1518, cl rey se dirigió á.Valliadolid, siendo reconocido como tal junto con su madre Juana, con la conclicióii expresa de que si recobraba ésta la razón, gobernaría sola. Las Cortes les consignaron u n donativo de seiscientos mil ducados. De Valladolid se dirigió el rey á los dominios de Aragón, cuyas Cortes le reconocieron igualmente, y á Barcelona en 15 de Febrero de 1519. A
- 31'3 E n 20 cle Dicietnhre del ario anterior habianse convocado las Córtes generales (le Cataluira designando el clia 19 de Enero clel siguiente airo para sil apertura, lo que no se efectui; liasta el 16 de l'ebrero en cuyo dia tuvieron lugar en el Monasterio de San Francisco de Asis. Los brazos de las C,ortes eclesiiistico y Real pusier*on disentimiento y dieron por nulas las convOcatorias y prorrosaciones, -en lo que convino Carlos en 16 de Abril, cleclarándolas tales, y'convocó otras para el hlayo del airo inrr~ediatoobteniendo en ellas el donativo de dascientas cincuenta mil libras Harcelonesas .
Dados estos antecedentes procedamos á examinar la causa que niotivó la predilección de' este monarca ha.cia los sitbditos (le la Cor40ilaArag«nesa y en parliculai tos de Catalufia. Idlegado el rey á Castilla fue vitoreado por el pueblo, . pero la nobleza demostró s a disgusto al ver que aquel estaba roíleado de personajes extranjeros, que á no tardar habían cle apoderarse de todos los cargos y honores. Efectivamente la nol~lexade Castilla, tenia motivos fundados para alarmarse de la invasión tic los caballeros F'larnencos que rodeaban al nuevo 12ey, pues la entrada en Esparia de la comitiva pareci~. mas rina banda cle eoriqi~istacloresde guerra que el sequito de un soljerano llamado por sus Estailos. Los historiadores se llan ocupado estensamente de la inoportuna entrada de los Flamencos en España, y todos han estado contestes en que . . fue una impremeditaeiún del.joven soberano, al que defiende muy oportunamente el cronista Sandoval, acliacando el error {Lsus pocos años (1.) La verdad es que los extranjeros que acompaíiaban al nuevo monarca no cuidaron de observar ni
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(1) *Al R e y i i o se l>uciIe culpar on ~ s l ? lioripn, por