Que lo sepa. el mundo. vamos a tener un hijo!

EMBARAZO Que lo sepa el mundo ¡vamos a tener un hijo! ¿A QUIÉN DECIRLO PRIMERO? ¿CUÁNDO? Y, SOBRE TODO, ¿CÓMO? NUESTRAS LECTORAS NOS CONTARON DE QUE

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34° P R E M I O N AC I O N A L D E P E R I O D I S M O 19 8 2 / 19 8 9 / 19 9 0 Domingo 17 de julio de 2016 Año LVII Puerto La Cruz. Edición 21.736

Vamos. Todo lo que tienes que saber para empezar
Vamos. Todo lo que tienes que saber para empezar. Bienvenido Gracias por unirte a Sprint en nuestros esfuerzos por hacer del mundo un mejor lugar. E

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EMBARAZO

Que lo sepa

el mundo ¡vamos a tener un hijo! ¿A QUIÉN DECIRLO PRIMERO? ¿CUÁNDO? Y, SOBRE TODO, ¿CÓMO? NUESTRAS LECTORAS NOS CONTARON DE QUE FORMA LO HAN HECHO ELLAS PARA QUE SU ANUNCIO RESULTE INOLVIDABLE. POR CARLA NIETO

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í, el embarazo es sin duda una de las mejores noticias que se pueden dar en la vida y, precisamente por eso, muchas personas le dedican una ceremonia especial. La tecnología, las redes sociales y las múltiples posibilidades de comunicación con las que contamos en la actualidad nos permiten realizar auténticos malabares para la puesta en escena a la hora de compartir la buena nueva. Todo se vale, aunque la imaginación y el sentido del humor son dos elementos indispensables para que el anuncio se convierta en un momento mágico, tanto para la futura madre como para su entorno. Así lo demuestran los testimonios que nos han hecho llegar nuestros lectores sobre la forma en la que hicieron público que iban a ser padres, y, también, las tendencias que marcan las celebrities. LAS CARTAS: un clásico “Mi marido salía de viaje y yo le di una carta en la que le comunicaba la noticia. Le dije que era una carta de amor y que la leyera durante el vuelo, pero él no aguantó. La abrió delante de mí y cuando vio lo que decía se puso a llorar. Utilicé la misma estrategia con los abuelos: quedamos en ir a comer con ellos y metimos en una bolsa de regalo mamaderas, zapatitos y una carta escrita por su futura nieta”, cuenta Paola.

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FOTO: THINKSTOCK.

Deja pistas

Es una alternativa divertida y que en muchas ocasiones pone en evidencia la falta de sagacidad, sobre todo del papá: dejar un chupete o un babero en un lugar estratégico, pedir al futuro padre que vaya a comprar e incluir en la lista productos de guagua (toallitas, pañales, entre otras cosas).

LA PRUEBA DE EMBARAZO Aunque, sin duda, el indicio más evidente es el test de embarazo, que además da mucho que pensar, porque no todos los futuros papás saben cómo procesar la información que transmite este artilugio. Mireya lo preparó como si fuera un regalo: “Tras cuatro meses buscando el embarazo sin éxito, la prueba dio positivo. Lo envolví y se lo di a mi marido, que en ese momento se estaba afeitando en el baño. Celebramos el futuro nacimiento de nuestra hija Laura rodeados de espuma”. Pilar se hizo la prueba y dejó el test encima del lavamanos para que su pareja lo viera antes de irse a trabajar. “Como estaba medio dormido y llegaba tarde a la oficina, no se enteró muy bien. Así que estuvo toda la mañana mandándome mensajes porque no terminaba de creerlo”. Ingrid despertó a su marido para mostrárselo: “Su respuesta fue: ‘¿Eso qué es? ¿Un termómetro?’. Yo le contesté que estaba embarazada, pero él siguió durmiendo. Pasada media hora, se despertó de golpe y me preguntó: ‘¿Qué me dijiste?’...”. En el caso de Silvia, el anunció adquirió tintes taquicárdicos para el futuro papá: “Me hice el test en la mañana y fui corriendo a mostrárselo. Se puso muy contento hasta que vio que en la pantalla salía 2-3 (era un test digital). Lo tuve que tranquilizar y explicarle que los números se referían a semanas de embarazo, no al número de guaguas. Aunque sí, estaba esperando gemelas”.



S E R P AD R E S 15

PARTO

Miedo

al parto

¿CÓMO AFRONTARLO? ¿SERÉ CAPAZ? ¿ME DOLERÁ? ¿IRÁ TODO BIEN? CONFORME SE ACERCA LA FECHA AUMENTAN LAS DUDAS Y TEMORES. MAS NO DEBE SER TAN MALO, YA QUE MUCHAS PASAN POR ESTO, ¿VERDAD? POR LAURA GUERRERO ASESORA ANDREA HERRERO, GINECOBSTETRA

Y

o soy muy deportista –cuenta Ana–. Hablando del parto con una amiga que ya era mamá, me dijo que me lo tomara como un entrenamiento, como cuando te preparas para una carrera. “Todos los días salía a caminar, hacía ejercicios para embarazadas. Me planteé el parto como un día en el que lo tienes que dar todo, sabiendo que estás preparada. Y fue mucho más fácil”.

• ERES CAPAZ

Prepararse físicamente es una de las claves para acudir a la cita más importante de tu vida en buena forma. Pero tan importante como lo anterior es la planificación mental: “Lo que más me cuesta con las embarazadas que vienen a mi consulta –explica la fisioterapeuta especializada en maternidad Paulina Ávalos– es ponerlas en contacto con su esencia animal, recordarles que las mujeres de todos los tiempos han tenido hijos, a veces solas, y que todas llevamos en nuestros genes la forma de hacerlo. Solo hay que aplicarse en facilitar ese proceso natural que es un parto”. 18 S E R P ADRES

• INFORMACIÓN, PERO... BUENA Partiendo de esta base, de que somos capaces, lo segundo más importante es estar bien informadas y hacernos expectativas razonables de cómo es un parto, cuánto puede durar, qué puedo esperar del hospital y el equipo médico que estará conmigo, cómo puedo prepararme en casa con mi pareja. En este sentido, los cursos de preparación son una de las mejores opciones, porque ofrecen estrategias para afrontar los temores que van asociados no solo al parto, sino a las diferentes etapas de la maternidad. “A mí lo que me asusta es no saber reconocer que ya es la hora, no llegar a tiempo al hospital”, cuenta Camila. “A mis 36 semanas de embarazo todavía no he sentido ninguna contracción y cuando pregunto a otras mujeres cómo son, cada una me responde algo diferente. La verdad es que me encantaría que mi ginecóloga se viniera a vivir conmigo estos días para estar más tranquila”.

FOTO: ISTOCK.

• CASOS EXCEPCIONALES Lo cierto es que los partos en lugares públicos que a veces se ven en la televisión, como micros o incluso en la calle, se producen en casos tan excepcionales que por eso salen en las noticias. Y tampoco responde exactamente a la realidad la imagen de película de la embarazada que se le rompe la fuente en medio del supermercado y luego de mojarse los pies con el líquido amniótico, tiene que salir corriendo al hospital. La mayoría de los partos no empieza así (incluso, a veces, aunque la bolsa se rompa), y a las futuras mamás suele darles tiempo a bañarse y acudir al hospital sin apuro durante la etapa de dilatación. Es más, algunas veces son devueltas a la casa y regresan varias horas después.

• HISTORIAS PARA NO DORMIR Tan importante como recurrir a información de calidad es protegerse de las historias sobre malos partos que algunos se empeñan en contarnos: “Pues yo estuve 12 horas en dilatación y al final la cosa terminó en cesárea”, “A mi prima no le funcionó la epidural”. Eventos que, por supuesto, entran dentro de lo posible, pero, ¿por qué nos tendría que pasar eso a nosotras? Casi el 90% de los partos se desarrolla sin ningún tipo de complicación, pero en cualquier caso, es mejor rodearse de un equipo médico de toda tu confianza.

• ”QUE RESPETEN MI DECISIÓN” “Desde que supe que estaba embarazada comencé a averiguar y a prepararme para tener un parto natural y ahora lo que me preocupa es que en el hospital quieran acelerarlo innecesariamente”, cuenta María de los Ángeles. En los últimos años se ha avanzado muchísimo en el parto respetado. No solo las mamás están más informadas y son más exigentes, los centros de salud y profesionales médicos cada vez son más conscientes de la importancia de no programar los nacimientos.✺

Tranquila, no es para tanto Muchas mujeres asocian parto con un dolor terrible. Pero ¿cómo sabemos que va a ser terrible si no lo hemos experimentado nunca ni existen dos partos iguales? El umbral del dolor es diferente en cada persona, así que mejor esperar. En el momento del alumbramiento, sobre todo si conseguimos desconectarnos del exterior, se desencadena un torrente hormonal con poder analgésico, de manera que muchas mujeres han llegado a experimentar sensaciones placenteras al dar a luz y, en cualquier caso, siempre existe la opción de pedir la epidural. Además, tendemos a asociar dolor con sufrimiento, cuando no tiene por qué ser así. “Hubo dolor –cuenta Rosario–, pero fue el dolor más ‘bonito’ del mundo al tener a mi hijo en brazos”.

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3-4 AÑOS

bilingües Dominar un segundo idioma siempre vale la pena por muchas razones, sobre todo si es una lengua como el inglés. POR LAURA G. DE RIVERA

N

atalia entró recién a un colegio inglés y ha aprendido mucho, pareciera que más que su papá, que lleva más de un año en clases intensivas. Está claro, nada mejor que empezar a aprender un segundo idioma desde pequeños, cuando el cerebro está más preparado para absorber una nueva forma de hablar y las cuerdas vocales, aún en formación, son capaces de aprender diferentes fonéticas y pronunciaciones con facilidad. Esta es la idea de los colegios bilingües, muchos desde los tres años. Además, algunas familias apuestan por aportar

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un granito de arena desde casa, apoyando al niño de diversas maneras. DIVERTIRSE ES LA CLAVE

Cuanto antes empiece mejor, que tenga exposición temprana al idioma, de forma que los peques entiendan que esto es algo divertido, según los expertos. Por otra parte, para motivarlos y despertar su interés, nada mejor que convertirlo en una herramienta útil, por ejemplo, para entender lo que dicen unos dibujos animados en la tele, jugar un juego en inglés, hablar por Internet con un amigo que viva en Estados Unidos o para hacer unas galletas cuya receta venga en este idioma.

Cada niño un método diferente “En función del nivel de inglés de cada padre/madre, de su constancia y del tiempo que pueda pasar con sus hijos se puede elegir la estrategia a seguir”, dice Raúl García, profesor y autor del libro Quieromilk. “Cada uno debe aportar lo que considere oportuno. Si quiere hablar con sus hijos siempre en inglés, perfecto; si quiere hacerlo solo en determinados momentos, también; si prefiere contratar a un profesor, igualmente, y si solo quiere poner la tele en inglés, pues también vale. Cualquier cosa, por poco que sea, les aporta”, asegura García, que en su caso optó por la modalidad OPOL (One Parent, One Language); es decir, él habla a los niños en un idioma y la madre, en otro. Si los padres manejan el idioma con fluidez tienen mucho ganado, pero no todo. Se recomienda seguir dos objetivos: que sea divertido y útil.

FOTO: THINKSTOCK.

NIÑOS

DIVERTIRSE ES LA CLAVE

Según los expertos, cuanto más use el niño el otro idioma para cosas prácticas y se familiarice más con él, mejor será su aprendizaje. Hay varios métodos que ayudan a hacerlo, por ejemplo, pueden hablarlo solo en una determinada pieza de la casa, solo cuando vayan a jugar, a la hora del cuento, la de comer... “En mi opinión, es importantísimo definir un patrón fijo y ceñirse a él siendo inflexible”, asegura García. En el colegio, con una o dos horas de idiomas a la semana, ocurre lo mismo. Para que la enseñanza de la lengua extranjera sea efectiva, es recomendable que se haga de forma natural y que aprendan cosas que, desde el principio, puedan utilizar. Porque por ejemplo, ¿de qué sirve saberse los números o los colores en otro idioma de memoria, si no los utilizan para nada práctico ni en conversaciones habituales de manera repetida? “Una vez que saben esas

¿Y si los papás lo hablan mal?

cosas, creo que hay que dedicar mucho tiempo a utilizarlas para que empiecen a expresarse en inglés y no seguir avanzando para aprender más palabras. El problema es que, a veces, les enseñan un montón de vocabulario que quizá no vayan a utilizar a corto plazo”. La clásica pregunta “¿de qué color es el barquito de la cortina?”, no sirve mucho. En ese caso, lo mejor es hacer la pregunta y que responda en el idioma que esté aprendiendo, por ejemplo.

Se trata de “conocer nuestras limitaciones y mantener conversaciones menos amplias. Tendremos algunos errores, pero si hay predisposición y constancia, los errores irán a menos y las conversaciones a más”, explica Raúl García. ¿Y si los padres no tienen idea? Entonces, el autor de Quieromilk recomienda aprender algo, por poco que sea. “Si tus hijos pequeños ya hablan algo de inglés por las clases del colegio pero en cambio tú no sabes nada, ¿porqué no pruebas aprender al mismo ritmo que ellos? Creo que es una actividad que podría unirlos mucho”, propone.

Para aprender más y mejor •En blog: Quieromilk.com, Raúl García cuenta su experiencia de hogar bilingüe con sus tres hijos, de ocho, seis y cuatro años. Otra opción es su libro Quieromilk. •En la tablet: pueden divertirse mientras usan sus juegos favoritos en las versiones en inglés. •En la red: Storyly.es es una plataforma digital interactiva para fomentar la lectura en niños de tres a nueve años. Incluye más de 120 títulos y, entre otros servicios, tiene cuentacuentos en inglés. •En la televisión: Aprovecha para sintonizar sus dibujos animados favoritos en versión original. Con los de Dora, la exploradora, los niños se motivan mucho, pues siempre saben las respuestas correctas a las preguntas que plantea la protagonista (Dora pregunta en inglés cómo se dice cierta palabra en español), es muy estimulante este aprendizaje entre la mayoría de los chiquitines. ✺

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