Sistema cardiovascular

Corazón. Aparato circulatorio. Sangre. Ciclo del latido. Patologías coronarias. Adaptaciones cardiovasculares. Transtornos. Ritmo cardíaco

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Estructura del corazón Situado en el centro de la caja toráxica detrás del esternón, en posición diagonal con su punta dirigida hacia abajo y a la izquierda. Al interior de un saco membranoso llamado pericardio. Esta perfectamente protegido por la caja torácica y tiene una considerable elasticidad, ya que está como suspendido de unos vasos sanguíneos que le proporcionan un apoyo flexible y le permiten cierta movilidad. El corazón es un potente músculo que tiene el tamaño de un pomelo. Mide aproximadamente 12 cm de longitud, 9 cm de anchura y 6 cm de diámetro anteroposterior. Su peso en el hombre suele oscilar entre 280 y 340g, mientras que en la mujer es menor y oscila entre 230 y 280 g. Funciona como dos bombas coordinadas que envían sangre por todo el cuerpo. Además de llevar oxigeno fresco y nutrientes a órganos y tejidos, esta circulación también elimina desechos nocivos. Un tipo de músculo llamado miocardio es el único del corazón, el que contiene fibras nerviosas que le permiten contraerse automáticamente. Se encuentra compuesto por 4 cámaras, 2 llamadas aurículas, y 2 inferiores, de paredes gruesas, llamados ventrículos. Una fuerte pared muscular, llamada septo, divide los dos lados del corazón. Las aurículas comunican cada una con su correspondiente ventrículo a través de un orificio ocluido por una válvula. Hay 4 válvulas, cruciales para permitir la entrada y salida de la sangre en las cámaras, solo en una dirección. Aurícula derecha: Pequeña cavidad superior con una capacidad de unos 50 mil litros de sangre, aproximadamente. Sirve como cámara receptora para toda la sangre venosa (pobre en oxígeno y cargada de dióxido de carbono) que vuelve de la vena cava superior e inferior, y de muchos vasos sanguíneos diminutos que recogen la sangre de las paredes de la propia cámara. La aurícula derecha es ligeramente más grande que la izquierda, que es ligeramente más potente. Las paredes de la aurícula derecha tienen un grosor menor de 0,3 cm. La pared está formada por dos capas de músculo. La capa superficial expande ambas aurículas, y la capa interna, compuesta de muchos fascículos pequeños, forma un arco sobre la cavidad auricular formando ángulos rectos con la capa superficial. En la parte superior de la aurícula derecha hay una pequeña parte de tejido especial del corazón denominada nodo sinusal o nodo sinoauricular. Es el marcapasos del corazón. Produce el latido del corazón y establece el reposo del mismo. Aurícula izquierda: Es una pequeña cavidad superior del corazón. La sangre oxigenada llega de los pulmones a través de las cuatro venas pulmonares a la cámara blanda de la aurícula izquierda. La cámara está constituida por dos capas de músculo superpuestas: una capa superficial y una capa interna, compuesta de muchos pequeños fascículos. La pared de la cámara es ligeramente más gruesa y más potente que la aurícula derecha. Ventrículo derecho: Es una cavidad mucho más grande y más fuerte, por supuesto tiene una pared mucho más gruesa y expulsa la sangre cargada en dióxido de carbono, del corazón hacia la arteria pulmonar. Ventrículo izquierdo: 1

Expulsa sangre cargada en oxigeno hacia la arteria aorta permitiendo así, que llegue a todo el organismo. Válvula tricúspide: Se encuentra entre la aurícula y el ventrículo derecho, esta constituida por tres membranas (he de ahí su nombre) y los bordes libres están sujetos a los músculos papilares de las paredes de los ventrículos por medio de tendones denominados cordones tendinosos; así la válvula solo se abre en una dirección determinando el sentido del flujo sanguíneo. Válvula mitral: O bicúspide, situada entre la aurícula y el ventrículo izquierdo, al igual que la válvula tricúspide esta afirmada por cuerdas tendinaginosas que se insertan en ella y en la pared del ventrículo izquierdo. Válvula aortica: O sigmoidea y recibe su nombre por su forma de medialuna, separa el ventrículo izquierdo de la aorta, es integrada por tres hojas o pliegues. Válvula pulmonar: Al igual que la aortica, también tiene forma de medialuna, se localiza entre el ventrículo derecho y la arteria pulmonar y también es integrada por tres hojas o pliegues. Tejido: Formado por tres capas de tejidos, que de adentro hacia fuera son: pericardio, miocardio y endocardio. − Endocardio: Membrana lisa recubre el interior del corazón y sus válvulas.Es la capa más interna, consta de una delgada capa de células lisas y planas, igual a las de los distintos vasos sanguíneos. − Miocardio: Es el único músculo del corazón, que contiene fibras nerviosas, donde reside la capacidad contráctil del corazón, esta ubicada entre las otras dos. El grosor de este no es homogéneo. En las aurículas, las paredes son muy finas, mientras que las de los ventrículos son de gran espesor. Por su parte, el ventrículo izquierdo presenta una pared mucho más gruesa que el derecho, debido a que tiene que enviar la sangre a todo el organismo.

− Pericardio: Saco duro y fibroso que rodea toda la superficie del corazón. Tiene una membrana de acolchamiento de doble hoja, llena de un liquido seroso. Venas pulmonares: Cuatro grandes venas pulmonares hacen regresar la sangre recién oxigenada desde los pulmones a la aurícula izquierda. Son las únicas venas que llevan sangre oxigenada. Vena cava superior: Gran vena que lleva la sangre usada de la cabeza y brazos a la aurícula derecha. 2

Vena cava inferior: La sangre usada que regresa de la parte inferior del cuerpo y de las piernas entra en la aurícula derecha a través de la vena cava inferior. Arteria pulmonar: Tras dejar el ventrículo derecho, la arteria pulmonar se divide en dos ramificaciones que llevan sangre usada a cada pulmón. Es la única arteria que lleva sangre desoxigenada. Dos bombas en una. La sangre usada en los tejidos del cuerpo entra en el lado derecho del corazón y es bombeada a los pulmones. El paso de la sangre por los pulmones, llamado circulación pulmonar permite a la sangre recoger oxigeno. La sangre oxigenada regresa al lado izquierdo del corazón y es bombeada denuevo a los tejidos del cuerpo. Al recorrido de la sangre por los tejidos del cuerpo se les llama circulación sistemática. El circuito por los pulmones y el cuerpo se completa en un minuto, y el corazón bombea de 5 a 7 litros de sangre al día. Esqueleto del corazón. Un conjunto de anillos fibrosos conectados, llamado esqueleto del corazón, ofrece puntos de inserción para las cuatro válvulas y el músculo del corazón. El dibujo muestra las fibras musculares de los ventrículos izquierdo y derecho que forman, juntos, la masa del corazón. La disposición envolvente de las fibras permite a los ventrículos exprimir sangre fuera del corazón, de modo similar a como se exprime agua de una tela. Suministro de sangre al corazón. El corazón necesita un generoso suministro de oxigeno y de sangre; solo el cerebro necesita más. Pero la sangre que fluye por las cavidades del corazón no puede pasar y llegar a las células musculares por lo que el músculo del corazón dispone de su propia red de vasos sanguíneos, llamada sistema coronario. Arterias coronarias: Son dos, la derecha y la izquierda, esta ultima se divide en dos ramas principales, razón por la que los médicos se refieren a menudo a 3 arterias coronarias. Por medio de este par de arterias es suministrada la sangre al corazón. Venas cardiacas: Estos vasos alejan del tejido cardiaco la sangre usada, con productos nocivos de desecho. Capilares: Vasos diminutos que establecen conexiones vitales entre las arterias y las venas mas pequeñas del corazón. Recogida de la sangre El modelo de las venas cardiacas se parece a la de las arterias coronarias. La mayoría desemboca en el sino coronario, una gran vena en la parte posterior del corazón. Desde aquí, la sangre fluye en la aurícula derecha. Algunas venas El corazón y la circulación. La sangre es bombeada fuera del corazón a través de tubos duros y elásticos llamados arterias. Los vasos del lado derecho del corazón inician el sistema circulatorio pulmonar, que lleva la sangre a los pulmones para reaprovisionarlos con oxigeno fresco. La aorta, la arteria principal del corazón, se ramifica para formar la circulación sistemática, que lleva oxigeno a todos los tejidos del cuerpo. Otra red de venas regresa la sangre al 3

corazón. Vinculando las más pequeñas arterias y venas, hay vasos diminutos llamados capilares. La longitud de este sistema intrincado es, aproximadamente, de 150.000 Km. Aparato Circulatorio El corazón y el aparato circulatorio componen el aparato cardiovascular. El corazón actúa como una bomba que impulsa la sangre hacia los órganos, tejidos y células del organismo. La sangre suministra oxígeno y nutrientes a cada célula y recoge el dióxido de carbono y las sustancias de desecho producidas por esas células. La sangre es transportada desde el corazón al resto del cuerpo por medio de una red compleja de arterias, arteriolas y capilares y regresa al corazón por las vénulas y venas. Si se unieran todos los vasos de esta extensa red. El aparato circulatorio unidireccional transporta sangre a todas las partes del cuerpo. Este movimiento de la sangre dentro del cuerpo se denomina «circulación». Las arterias transportan sangre rica en oxígeno del corazón y las venas transportan sangre pobre en oxígeno al corazón. En la circulación pulmonar, sin embargo, los papeles se invierten. La arteria pulmonar es la que transporta sangre pobre en oxígeno a los pulmones y la vena pulmonar la que transporta sangre rica en oxígeno al corazón. Veinte arterias importantes atraviesan los tejidos del organismo donde se ramifican en vasos más pequeños denominados «arteriolas». Las arteriolas, a su vez, se ramifican en capilares que son los vasos encargados de suministrar oxígeno y nutrientes a las células. La mayoría de los capilares son más delgados que un pelo. Muchos de ellos son tan delgados que sólo permiten el paso de una célula sanguínea a la vez. Después de suministrar oxígeno y nutrientes y de recoger dióxido de carbono y otras sustancias de desecho, los capilares conducen la sangre a vasos más anchos denominados «vénulas». Las vénulas se unen para formar venas, las cuales transportan la sangre nuevamente al corazón para oxigenarla. Función del corazón Como una bomba dinámica que es, el corazón impulsa la sangre por una impresionante red de vasos sanguíneos, cuya longitud total daría vuelta a la tierra dos veces y sus espesas paredes musculares que se contraen dé modo que la sangre sale a las arterias. La acción de bombeo se repite automáticamente con la velocidad de los latidos y la cantidad de sangre que se empuja varia según el nivel de tensión y agotamiento del cuerpo. Vías eléctricas El latido regular y rítmico del corazón es mantenido por impulsos eléctricos que se originan en el nódulo sinoauricular, que es el marcapasos natural del cuerpo. Los impulsos se extienden por las aurículas, estimulando la contracción, hasta el nódulo atrioventricular. Tras una ligera pausa, los impulsos pasan por los ventrículos, a lo largo de fibras musculares especiales, y los hacen contraerse. Cualquier variación de esta secuencia característica indica la posibilidad de un trastorno cardiaco. Control del sistema nervioso Sin control por parte de los nervios el ritmo del corazón seria de unos 100 latidos por minuto. Pero los nervios parasimpaticos, y especialmente el vago, imponen un ritmo descansado de unos 70, mediante impulsos al centro cardioregulador de la medula. 4

Durante el ejercicio o la tensión, el hipotálamo indica a los nervios cardiacos simpáticos que aceleren el ritmo para proporcionar mas sangre oxigenada a los músculos. El ritmo también aumenta cuando las glándulas adrenales liberan sus hormonas. Válvulas cardiacas Cuatro válvulas permiten que la sangre se mueva por las cámaras del corazón siguiendo una sola dirección. Consisten en unas solapas o valvas en forma de media luna, de tejido fibroso, adheridas a las paredes del corazón. Las valvas se separan cuando la sangre fluye correctamente, pero se cierran firmemente para impedir cualquier movimiento de retroceso. La apertura y el cierre de las valvas se produce como reacción al cambio de presión a cada lado, a medida que la sangre se precipita. Situación de las válvulas Las valvulas tricuspide y mitral estan situadas entre las camaras superior e inferior de los lados derecho e izquierdo del corazon, respectivamente. Las valvulas pulmonar y aortica se hallan situadas en las salidas de los ventriculos hacia la arteria pulmonar y la aorta. Valvas de las valvulas Las delgadas y fibrosas valvas de las valvulas estan cubiertas por una membrana suave llamada endocardio, y reforzada por un denso tejido conjuntivo. Las valvulas pulmonar, aortica y tricuspide tienen 3 valvas, y la mitral tiene 2. Chordae tendinae Son estos filamentos los encargados de sujetar las válvulas tricúspide y mitral a las paredes ventriculares. Estos tendones impiden que las válvulas sean arrastradas por la presión de la sangre que fluye. Las válvulas aortica y pulmonar corren menos riesgo de ser arrastradas por la presión y por tanto no necesitan de estas sujeciones. Ciclo del latido El latido del corazón, secuencial y cuidadosamente programado en el tiempo, se compone de 3 fases separadas y características. A la relajación y llenado de sangre durante la primera fase, siguen las fases de contracción y presión. Por termino medio, todo el ciclo solo dura 4 quintas partes de un segundo, aunque ese ritmo puede llegar a doblarse, e incluso mas, durante un ejercicio vigoroso o en momentos de estrés. El corazón realiza un movimiento de contracción − dilatación para impeler a la sangre y lograr que ésta llegue a todos los rincones de nuestro cuerpo. Diástole: Durante la primera fase, la sangre desoxigenada entra en la aurícula derecha y la sangre oxigenada entra en la aurícula izquierda. Luego la sangre pasa a los ventrículos. Al final de esta fase, los ventrículos están llenos hasta un 80% de su capacidad. Se produce la oxigenación del músculo cardíaco por medio de las arterias coronarias. Esta es la fase mas larga. 5

Sístole auricular: Los impulsos del nódulo sinoauricular inician la fase siguiente del ciclo, durante el que las aurículas se contraen y presionan a la sangre que les queda para que pasen a los ventrículos. sístole ventricular: En esta tercera fase se contraen los ventrículos. Las válvulas situadas a las salidas de los ventrículos se abren y la sangre se ve forzada hacia la arteria pulmonar y la aorta. Al terminar esta fase, se comienza denuevo con la diástole. Todos estos movimientos forman lo que se conoce como ciclo cardiaco que, esquemáticamente es: Al contraerse los músculos de las aurículas, se abren las válvulas mitral y tricúspide y se llenan los ventrículos de sangre − sístole auricular −. Una vez llenos, se contraen y se vacían a través de la arteria aorta (ventrículo izquierdo) y de la pulmonar (ventrículo derecha) − sístole ventricular. Después de haberse vaciado de sangre, el corazón está distendido y se llena de nuevo de sangre, hasta que la presión de ésta sobre las válvulas de las aurículas inicia otra vez el proceso que hemos descrito. La Sangre. Un complejo sistema circulatorio permite a la sangre realizar sus numerosas y diferentes funciones. La sangre transporta oxigeno, nutrientes y productos de desecho excretado por las células; ayuda a regular el contenido de agua del cuerpo, la temperatura y el equilibrio ácido − alcalino, y sus células especializadas y proteínas protegen contra la perdida de sangre tras sufrir una herida, y contra la infección. Transporte de la sangre Sin oxigeno todas las células morirían rápidamente. La sangre oxigenada de los pulmones circula por arterias musculosas de paredes gruesas, hasta llegar a vasos cada vez más pequeños llamados arteriolas, que conectan con el sistema venoso a través de los capilares. Venas Por medio de estas, regresa al corazón la sangre desoxigenada, y lo hacen a baja presión. Su movimiento se ve ayudado por una sucesión de válvulas de una sola dirección, que impiden el flujo de retroceso. Componentes de la sangre • plasma: mas de la mitad de la sangre es un liquido con el color de la paja, que contiene sustancias que se encuentran disueltas, estas son sales minerales, glucosa, proteínas, gas carbónico, agua y oxigeno. • Leucocitos: estas células de diversas formas y agrupadas, tienen como función principal, defender el cuerpo contra la infección. • Plaquetas: células sanguíneas más pequeñas, tienen forma de disco y juegan un papel esencial en detener el flujo de la sangre cuando los tejidos del cuerpo han sufrido heridas. • Hematies: células pigmentadas que le dan el color a la sangre, si ellas los tejidos del cuerpo no recibirían oxigeno. 6

Tipos de células sanguíneas Glóbulos rojos, tienen la forma de un disco, con el centro más claro que el borde del círculo, debido a que esta parte exterior es más gruesa; por eso se les describe como discos bicóncavos. El diámetro de los glóbulos rojos es el mismo en todas las personas: 7 micras, y el grosor del borde alcanza las 2 micras. Son células que carecen de núcleo y, por tanto, no pueden multiplicarse. Contienen un pigmento llamado hemoglobina, que es el responsable directo del color de la sangre y de su capacidad para retener el oxígeno del aire que respiramos. Los hombres suelen tener alrededor de cinco millones de glóbulos rojos por mm3, mientras que en las mujeres, el número es menor: entre cuatro y cinco millones. Glóbulos blancos o leucocitos, que son de varias clases pero tienen una misión común: defender al organismo de posibles infecciones. Son mucho menos numerosos que los glóbulos rojos; por término medio, en el cuerpo se encuentran entre 6.000 y 8.000 por mm3, aunque en enfermedades muy graves, como es el caso de la leucemia, pueden alcanzarse los 100.000 por mm3. Al contrario que los glóbulos rojos o hematíes, son células con núcleo que se mueven mediante pseudópodos. Miden entre 6 y 20 micras y su función principal es la de defender al cuerpo humano de posibles infecciones, unos atacando directamente a los microbios y otros provocando procesos inmunológicos. Plaquetas, que intervienen en el proceso de coagulación de la sangre. Son pequeños corpúsculos de apenas 3.5 micras; carecen de núcleo y tienen a su cargo un importante papel: son las responsables de la coagulación de la sangre. Sin ellas, la sangre no se espesaria hasta conseguir taponar las heridas y la hemorragia acabaría con la vida de la persona. Se originan a partir de unas células determinadas producidas por la médula roja de los huesos y su número es de 250.000 a 300.000 por mm3. La sangre sigue siempre el mismo camino. Desde el corazón, la sangre pasa a las arterias − sangre arterial u oxigenada− y éstas se ramifican en otros vasos sanguíneos cada vez más pequeños, formando una tupida red de capilares. De nuevo, los capilares se unen entre sí, formando vasos cada vez mayores, llamados venas. Por ellas la sangre − sangre venosa− fluye más lentamente que por las arterias y a menos presión, por lo que las paredes de estos vasos son más finas que las arterias. A través de las venas, la sangre vuelve al corazón e inicia de nuevo el mismo recorrido. Coagulación Las plaquetas disparan una cascada de complejas reacciones químicas que conducen a la formación de filamentos de fibrina que crean una red de malla que atrapa a los hematies para formar un coagulo de sangre. Patologías coronarias Cualquier trastorno cardiaco causado por una restricción en el suministro de sangre al músculo cardiaco se conoce como enfermedad coronaria. Las manifestaciones mas corrientes son la ANGINA de pecho, y el INFARTO de miocardio, llamado también ataque al corazón, que supone la muerte de una zona del músculo cardiaco causada por una privación mas grave de sangre. Arteriosclerosis: La enfermedad coronaria suele ser causada por el estrechamiento de las arterias coronarias por 7

arteriosclerosis, que es la formación de depósitos grasos en el recubrimiento de las arterias. El proceso se inicia con la acumulación de exceso de grasas y colesterol en la sangre. Estas sustancias infiltran el recubrimiento de las arterias en lugares de daño microscópico, y forman depósitos llamados ateromas. − Formación de una placa: Los depósitos ateromatosos forman gradualmente masas llamadas placas. Estas placas, compuestas por un núcleo graso, rematado por una cápsula fibrosa, estrechan las arterias e impiden el flujo sanguíneo. Si la turbulencia de la sangre hace mas tosca la superficie de la placa, se puede acumular plaquetas y leucocitos, lo que conduce a la formación de un coagulo sanguíneo y al posterior bloqueo de la arteria. − Lugares de arteriosclerosis: Puede producirse en cualquier lugar de las arterias coronarias principales o en ramales mas pequeños, pero la placa suele formarse en puntos de tensión en la arteria como las bifurcaciones de los ramales. − Factores de riesgo: Fumar, el ejercicio insuficiente, la diabetes, el exceso de peso, la alta presión arterial y una dieta alta en colesterol son los principales factores de riesgo para el desarrollo de una enfermedad coronaria. Las tensiones y la forma de afrontar también pueden jugar un papel. Angina Los dolores de pecho que aparecen con el esfuerzo excesivo, son una señal de advertencia de que el músculo cardiaco no esta recibiendo sangre suficiente para el esfuerzo que realiza. Típicamente, un ataque de angina empieza con un dolor atenazante u opresivo por detrás del esternón, que puede irradiar hacia el cuello y la mandíbula y luego bajar por los brazos. El dolor remite rápidamente con el descanso. Las emociones fuertes o el frío pueden significar que se necesita menos esfuerzo para provocar un ataque. − Efectos sobre el corazón: Cuando el suministro de sangre es insuficiente, el corazón no recibe el oxigeno y la glucosa que necesita. El corazón intenta crear energía mediante procesos químicos alternativos, pero se producen productos de desecho que el reducido suministro sanguíneo no puede eliminar adecuadamente. El resultado es el dolor. − Tratamiento con medicamentos: Se usan medicamentos para tratar la angina, ensanchar las arterias coronarias y mejorar el flujo sanguíneo. También disminuyen la presión arterial, hacen mas lentos los latidos y reducen el trabajo del músculo 8

cardiaco. Entre los medicamentos usados como alivio están los nitratos, los betabloqueadores y los bloqueadores de canal de calcio. Ataque al corazón Suele ocurrir derrepente, con muy poco o sin ningún aviso. El dolor en el pecho puede ser como el de la angina, pero más fuerte y no necesariamente provocado por el esfuerzo excesivo o aliviado por el descanso. La víctima también puede sudar, sentirse débil y perder la conciencia. Si el ataque produce una parada completa del corazón, llamada parada cardiaca, puede producirse la muerte. − Suministro sanguíneo bloqueado: Cuando una arteria coronaria queda bloqueada y permanece así, muere el músculo cardiaco al que suministra. La gravedad del ataque al corazón depende de la cantidad de músculo afectado y de la salud de las otras arterias coronarias. Trastornos de la velocidad y ritmos cardiacos. Un corazón normal late regularmente de 60 a 100 veces por minuto, aunque esa velocidad aumenta durante el ejercicio o el estrés. Si el ritmo se hace errático o la velocidad es demasiado lenta o rápida, el estado se conoce como ARRITMIA. La causa más común de tales trastornos es la enfermedad coronaria, aunque un factor que contribuye es la existencia de una anormalidad congénita en la estructura cardiaca. Diagnosticar la causa: El latido se produce cuando los impulsos eléctricos son iniciados por células marcapasos situadas en lo alto del corazón. Esos impulsos se extienden por las aurículas y luego por los ventrículos a lo largo de fibras conductoras que estimulan las contracciones. Las pautas irregulares o la velocidad anormal producen síntomas como mareo, desvanecimiento, palpitaciones, dificultades respiratorias y dolor en el pecho. Pautas anormales: Las arritmias se agrupan en taquicardias, cuando el corazón late mas de 100 veces por minuto, o bradicardias cuando los latidos son menos de 60 por minuto. Las pautas, además de por la velocidad, se clasifican por el ritmo, la parte del corazón donde se origina el impulso y la parte que se ve afectada. Entre las causas comunes de las arritmias se incluyen enfermedad coronaria, tensión, cafeína y algunas drogas. • Taquicardia Sinus: Esta pauta regular pero rápida (100 latidos por minuto), puede producirse durante el ejercicio, la tensión, una fiebre o como respuesta a estimulantes como la cafeína. • Fibrilacion Auricular: Las contracciones auriculares aleatorias y extremadamente rápidas (de 300 a 500 por minuto) configuran una pauta irregular en los ventrículos. 9

• Bloqueo de la Rama Fascicular: Las fibras cardiovasculares dañadas de un lado del corazón obstaculizan los impulsos eléctricos y hacen más lenta la acción ventricular, hasta unos 40 latidos por minuto. • Taquicardia Ventricular: El músculo cardiaco dañado causa una actividad eléctrica anormal, lo que produce contracciones muy rápidas pero inefectivas (mas de 140 latidos por minuto). Regular el ritmo cardiaco: La causa de las arritmias suele ser un flujo sanguíneo inadecuado a las células que estimulan la contracción cardiaca. Se dispone de varios tipos de marcapasos que regulan la acción cardiaca para corregir estas pautas anormales. Ocasionalmente se usa el aplicar un choque eléctrico al corazón, llamado desfibrilacion. También se pueden recetar medicamentos. Marcapasos: Es un dispositivo que funciona con baterías y que envía impulsos eléctricos controlados al corazón para hacer que se contraiga con regularidad. Los hay de varios tipos algunos emiten impulsos constantes a una velocidad programada, mientras que otros solo se activan cuando el corazón no late con normalidad. La inserción de un marcapasos suele realizarse con anestesia local. • Cámara dual: con este dispositivo las aurículas y los ventrículos son servidos por hilos separados que ajustan automáticamente el ritmo cardiaco. • Programable: este tipo de marcapasos puede programarse mediante el envío de señales electromagnéticas a través de la piel. Desfibriladores Implantables: Se puede usar para estabilizar la taquicardia ventricular o una arritmia potencialmente fatal. El dispositivo es un pequeño generador eléctrico con tres hilos. Cuando detecta unos latidos desbocados, se produce un choque eléctrico que detiene el corazón durante una fracción de segundo de modo que el nódulo sinoauricular puede reiniciar el ritmo cardiaco normal. El ejercicio y el corazon. El corazón es un músculo y como todo músculo, puede ser entrenado para aumentar su fuerza. Esto lo convierte en una bomba más poderosa, que es capaz de contraerse más fuertemente, enviando en cada latido más sangre oxigenada a sus arterias y a todos los tejidos de su cuerpo. Esta gran ventaja fisiológica hace que, si se es una persona activa, el corazón pueda suplir la cantidad de sangre que necesita su cuerpo contrayéndose menos veces por minuto, es decir, trabajando menos. Este es uno de los "efectos de entrenamiento" más conocido y que se pueden comprobar tomándose el pulso. Característicamente, al pasar las semanas y los meses de ejercitar con regularidad, su pulso se hace más bajo que cuando era sedentario, tanto en reposo como en cualquier cosa que ponga en actividad. Como si fuera poco, un corazón entrenado por el ejercicio, trabaja más eficientemente, con menos necesidad de oxígeno que cuando era sedentario, o sea, puede hacer mucho más, con menos combustible. A la vez, con el ejercicio regular se aumenta la eficiencia del sistema respiratorio y la capacidad de tomar oxígeno del aire y llevarlo a la sangre que circula por los pulmones. Y los cambios que el ejercicio regular 10

produce a nivel microscópico y bioquímico en los músculos, hacen que ellos utilicen con mayor eficiencia el oxígeno que les llega en mayor cantidad. En personas gordas o flacas el ejercicio sirve para: • Mejorar los niveles de presión arterial y, si ya se es hipertenso, contribuye a bajar la presión, siendo un componente imprescindible de su tratamiento. • El perfil lipídico mejora, disminuye el colesterol, el LDL y los triglicéridos y suben el protector HDL (lipoproteínas de alta densidad). • Aumenta el número de receptores de insulina, mejora también la glucosa sanguínea y, si se es diabético, es parte necesaria del tratamiento efectivo. Además del efecto del ejercicio sobre la mortalidad cardiovascular, se ha comprobado que las personas activas tienen menor probabilidad de muerte por cáncer y por todas las otras causas de muerte que las persona sedentarias. Adaptaciones cardiovasculares durante la actividad física. Frecuencia cardiaca Entre las modificaciones cardiovasculares se observa un descenso de la frecuencia cardiaca (pulsaciones del corazón por minuto) en reposo y también durante la realización de un ejercicio físico de intensidad submáxima, sin que se aprecien modificaciones habitualmente en la frecuencia cardiaca máxima con el entrenamiento. Es decir, un mismo esfuerzo mecánico (por ejemplo correr a 12 km./h) antes del entrenamiento podría suponer para el organismo un esfuerzo en cuanto a frecuencia cardiaca de 140 lat/min. y después de 4 semanas de entrenamiento aeróbico suponer 130 lat/min. Indudablemente es una evolución positiva y una mejora en la condición cardiovascular. La frecuencia cardiaca por lo tanto, es un parámetro fácil de medir, que cuantifica de una manera práctica y real la intensidad del esfuerzo físico a nivel cardiovascular. Su conocimiento nos permite objetivar la intensidad de un ejercicio y prescribir las cargas de entrenamiento en función de dicho parámetro. Igualmente vamos a poder realizar una transferencia del esfuerzo realizado en las ergometrías (pruebas de esfuerzo realizadas en los laboratorios de fisiología del ejercicio) al terreno deportivo. Por este motivo, cada vez con más frecuencia, los deportistas en sus entrenamientos y competiciones, fundamentalmente atletas de fondo, utilizan pulsómetros que, por telemetría, les permiten saber en cada momento la frecuencia cardiaca. Tensión arterial Las cifras de tensión arterial disminuyen en reposo y durante el ejercicio experimentan incrementos más suaves que en sujetos no entrenados, de forma que el producto de la tensión arterial sistólica por la frecuencia cardiaca, que es un índice de sobrecarga a que está sometido el corazón, disminuye. El ejercicio físico aeróbico está recomendado como tratamiento coadyuvante en la hipertensión arterial ligera − moderada, junto a medidas higiénico − dietéticas como la dieta hiposódica, la pérdida de peso en caso de obesidad y el control del estrés. Estas son medidas iniciales antes de considerar el tratamiento farmacológico de la hipertensión arterial. El ejercicio aeróbico produce una vasodilatación que tiende a disminuir las resistencias vasculares periféricas y en consecuencia disminuir la tensión arterial diastólica durante el ejercicio. En cualquier caso, en una persona con una hipertensión ligera − moderada, está indicado antes de la prescripción de ejercicio la realización de un test de esfuerzo con valoración de la respuesta de la tensión arterial. 11

Tamaño de las cavidades del corazón Otra de las adaptaciones más interesantes que se producen a nivel cardiovascular como consecuencia del entrenamiento aeróbico, dinámico, de larga duración, es en relación al tamaño de las cavidades del corazón, las cuales aumentan, mejorando su capacidad de llenado por lo que se incrementa el volumen cardiaco. Las paredes del corazón son algo más gruesas que en la población no deportista. En conjunto el corazón crece de una forma armónica sin que se produzcan desequilibrios entre el volumen de las cavidades cardiacas y los espesores de las paredes. Incremento del volumen sistólico Otra adaptación importante del corazón es el incremento del volumen sistólico o volumen latido, es decir, la cantidad de sangre que expulsa el corazón cada vez que se contrae. Este aumento se produce en reposo y en ejercicio submáximo y máximo. Por lo tanto la cantidad de sangre que expulsa el corazón cada minuto (gasto cardiaco o volumen minuto) que depende de la frecuencia cardiaca y del volumen latido también se incrementará de forma importante al realizar un esfuerzo máximo, sin que experimente modificaciones en reposo ni al realizar un ejercicio submáximo. Vasos sanguíneos A nivel de los vasos sanguíneos que irrigan el corazón, tienen una mayor capacidad de dilatarse en ejercicio a la vez que aumenta el número de capilares en relación a las fibras del músculo cardiaco. En cuanto a la vascularización periférica, es decir, los pequeños vasos que aportan la sangre a las fibras musculares de los músculos esqueléticos también aumentan en número y capacidad de dilatarse en ejercicio. De esta forma el incremento de la densidad capilar permite que con mayor facilidad llegue la sangre a las fibras musculares del corazón y músculos esqueléticos, aportando el oxígeno y nutrientes necesarios para la contracción muscular. El volumen plasmático Por otra parte el volumen plasmático, el número de hematíes y la hemoglobina, es decir, los transportadores del oxígeno por la sangre aumentan en individuos entrenados. Además el músculo es capaz con el entrenamiento aeróbico de extraer más oxígeno de la sangre (aumenta la diferencia arterio − venosa de oxígeno), de forma que al salir la sangre del músculo lleva menos oxígeno de lo que llevaría en el caso de una persona no entrenada. El músculo entrenado además tiene mayor capacidad de utilizar el oxígeno que le llega por los capilares (mayor capacidad oxidativa) debido a un incremento en el número y tamaño de las mitocondrias y a un aumento en la actividad de las enzimas oxidativas. Igualmente será capaz de incrementar la utilización de las grasas como substrato energético, retrasando la utilización del glucógeno muscular (hidratos de carbono del músculo muy útiles para obtener energía, pero más escasos que las grasas de reserva del organismo). El umbral anaeróbico, es decir, la intensidad de esfuerzo a partir de la cual se incrementa de una manera importante el metabolismo anaeróbico y no es compensado o asimilado por el organismo de forma que aparece la fatiga, en personas entrenadas aparece a esfuerzos físicos más altos. Esto significa que la persona entrenada es capaz de realizar intensidades de ejercicio mayores sin fatigarse. El consumo máximo de oxígeno (VO 2 máx.) Es un parámetro que nos indica la capacidad de trabajo físico de un individuo y nos refleja de forma global el sistema de transporte de oxígeno desde la atmósfera hasta su utilización en el músculo. Si consideramos que el consumo de oxígeno es el producto del gasto cardiaco por la diferencia arterio − venosa de oxígeno, deducimos que éste se incrementa en personas entrenadas. Esta mejoría del VO 2 máx. se ha demostrado no sólo en sujetos sanos que realizan ejercicio físico con regularidad, sino también en pacientes con cardiopatía 12

isquémica, e incluso en algunos con enfermedad pulmonar.

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