EDUCACIÓN AMIGA DE LA INFANCIA Transformar las vidas de los niños y niñas afectados por el cambio climático
EDUCACIÓN AMIGA DE LA INFANCIA Transformar las vidas de los niños y niñas afectados por el cambio climático El cambio climático tiene el potencial de poner en peligro los avances hacia los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), en particular los objetivos relacionados con la reducción de la pobreza y la mortalidad y la morbilidad infantiles, el fortalecimiento de la igualdad de género y la tarea de garantizar el acceso universal a la educación primaria para todos los niños y niñas. Por lo tanto, el cambio climático amenaza el programa del desarrollo sostenible en general. La educación amiga de la infancia es un medio por el cual los niños y adolescentes pueden desarrollar la capacidad y las habilidades necesarias para resistir a las crisis climáticas y los desastres naturales que se prevén en el futuro.
La infancia y el cambio climático En un día cualquiera, más de 1.000 millones de niños asisten a la escuela primaria o secundaria. Sin embargo, muchos de estos niños y niñas no completan su educación y abandonan la escuela debido a los costos, la ubicación de las escuelas a una gran distancia de sus hogares y la mala calidad de los centros de enseñanza; debido a la discriminación basada en el género, el VIH y el Sida y las discapacidades; o porque las situaciones de emergencia, los conflictos y la degradación ambiental crónica interrumpen su educación. Las conclusiones científicas del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático indican claramente que los cambios en el clima han tenido y seguirán teniendo repercusiones importantes en la vida humana y los sistemas naturales. La evidencia sugiere que los países en desarrollo serán los más afectados por los cambios en los patrones de las precipitaciones, unas temperaturas más extremas y la creciente incidencia de las sequías e inundaciones, especialmente cuando la resistencia ante las crisis es reducida y los medios de subsistencia dependen de recursos naturales tales como el agua y la tierra. Los desastres afectan más a las comunidades pobres, cuyos miembros suelen vivir en casas precarias, en asentamientos inseguros y en lugares peligrosos, como las zonas sísmicas, las planicies que se inundan fácilmente o las laderas escarpadas donde existe el riesgo de erosión. Casi el 90% de los niños del mundo viven en países en desarrollo. Aunque no se han investigado plenamente las repercusiones del cambio climático y los desastres naturales sobre la infancia, la evidencia disponible muestra que los niños y niñas constituyen uno de los grupos de mayor riesgo, dadas sus vulnerabilidades específicas. La fisiología de los niños y su inmadurez cognitiva les hace más susceptibles a los efectos de la degradación del medio ambiente que los adultos, y por lo tanto son más vulnerables a condiciones ambientales adversas tales como la mala calidad del aire, el agua contaminada y el calor extremo. Los efectos son más graves para los niños de los países en desarrollo con gobiernos débiles y sistemas deficientes de educación, para los niños que viven en pequeños estados insulares, para los niños que viven en la pobreza, para las niñas, los niños pertenecientes a minorías étnicas y grupos indígenas, y para los niños que viven con discapacidades.
Maldivas: Enfoque multisectorial a la educación sobre el cambio climático Debido a que las islas de las Maldivas son tierras bajas, se trata de uno de los países del mundo más vulnerable al cambio climático. Los estudios ambientales han formado parte de los planes de estudio desde la década de 1980, pero fue sólo en 2001 cuando una estrategia nacional reconoció el papel esencial de una educación de calidad en la adaptación al cambio climático, y en 2003-2009, el tema del cambio climático y los desastres naturales se integró oficialmente en los planes de estudios ambientales. UNICEF y sus aliados de las ONG apoyaron los esfuerzos del Gobierno de las Maldivas para capacitar a los profesores y funcionarios del gobierno en el plan de estudios revisado y el desarrollo de materiales, incluido un curso de aprendizaje electrónico para profesores de primaria, un conjunto de recursos que contiene actividades prácticas y un manual de saneamiento e higiene para promover estos temas en las escuelas. La revisión fue acompañada por campañas de concienciación ambiental y la creación de programas con diploma y licenciatura en gestión ambiental.
Los beneficios de la educación amiga de la infancia Una educación amiga de la infancia –en escuelas de calidad, que integren a todas las niñas y los niños– fortalece la resistencia de los niños para hacer frente a los efectos del cambio climático. Responde a las necesidades de los niños que corren un mayor riesgo y están marginados por el cambio climático. La educación de calidad ayuda a fomentar la capacidad de adaptación de las personas al impartir los conocimientos y habilidades que les permiten tomar decisiones con conocimiento de causa sobre cómo adaptar sus vidas y sus medios de subsistencia a las realidades ecológicas, sociales y económicas de un entorno cambiante. Este tipo de educación es más eficaz cuando se inicia en los primeros años, antes de que los niños comiencen la escuela primaria, y luego se mantiene durante el nivel secundario de la educación y da lugar a una formación permanente en la edad adulta.
La educación de calidad puede ser un elemento transformador cuando implica: • procesos de enseñanza y aprendizaje activos, integradores y participativos; • maestros que ofrecen su apoyo y están cualificados; • entornos de aprendizaje que ofrecen posibilidades y son seguros; y • un vínculo inherente con las comunidades locales y los problemas locales. Los niños pueden ser poderosos agentes del cambio, y pueden ser resistentes cuando se enfrentan a los desafíos. La investigación ha demostrado que si se les proporciona el empoderamiento y la educación pertinente sobre los desastres y el cambio climático en un entorno escolar amigo de la infancia, pueden reducir su propia vulnerabilidad al riesgo y la de su comunidad, al tiempo que contribuyen al desarrollo sostenible. Los conocimientos y las capacidades de los niños y las niñas pueden ser muy valiosos para la elaboración de planes de adaptación realistas y viables. Los estudios han descubierto también que una de las mejores maneras de fortalecer la adaptación de la comunidad al cambio climático es mediante la educación de las niñas y mujeres. Los enfoques participativos del desarrollo y la acción por parte de la comunidad que tengan en cuenta las cuestiones de género –incluida la educación y la gestión del medio ambiente, la reducción del riesgo de desastres y la preparación– pueden crear oportunidades económicas, reducir la vulnerabilidad y permitir de los ciudadanos más marginados contribuyan y se beneficien de una sociedad sostenible.
Madagascar: Alianzas para el cambio y la adaptación Conectar las aulas, las comunidades y los jóvenes para la conservación de la biodiversidad está permitiendo a los niños y los jóvenes malgaches comprender, hacer frente y responder a un entorno que cambia rápidamente. En sus primeros tres años (2011-2014), el programa involucrará a unos 75.000 niños y jóvenes en la educación ambiental y les movilizará para que participen en actividades relacionadas con la conservación de la rica biodiversidad de este país. Módulos de aprendizaje electrónico elaborados a nivel local en torno a temas tales como la adaptación al cambio climático, la gestión de los recursos naturales y la conservación “conectan” a la juventud para que entable un diálogo con sus pares tanto en Madagascar como en otros lugares. Las escuelas de los sábados para los estudiantes locales abordan las ciencias ambientales y otra serie de materias, y el Club Juvenil de Reporteros capacita a los jóvenes como periodistas ciudadanos en la producción de emisiones educativas de radio y películas documentales sobre temas relacionados con el clima y otros que les afectan en sus comunidades. La iniciativa, en colaboración con organizaciones locales, forma parte del programa mundial de UNICEF “Conectar las aulas”.
Un conjunto de recursos para los educadores UNICEF está elaborando un conjunto de recursos para la ampliación e integración de la adaptación al cambio climático y la reducción del riesgo de desastres en el sector de la educación. El conjunto de recursos servirá como una herramienta para los gobiernos y los aliados en el desarrollo en sus esfuerzos para garantizar el derecho de todos los niños y niñas a una educación de calidad. El contenido se basa en la Convención sobre los Derechos del Niño, los Objetivos de Desarrollo del Milenio, el movimiento Educación para Todos y el Marco de Acción de Hyogo de 2005, el primer plan acordado internacionalmente para reducir los riesgos de desastres y alcanzar la capacidad de recuperación en caso de desastres.
En un contexto que claramente hace hincapié en los derechos del niño y la equidad, el conjunto de recursos se centra en: • apoyar el desarrollo y el fortalecimiento de la capacidad en el sector de la educación para ampliar e integrar la adaptación al cambio climático y la reducción del riesgo de desastres; • promover la integración de la adaptación al cambio climático y la reducción del riesgo de desastres en la enseñanza y el aprendizaje, en consonancia con los enfoques de la educación amiga de la infancia; • proteger y fortalecer instalaciones de aprendizaje contra los peores efectos del cambio climático y de los desastres por medio de un diseño sostenible; • establecer y aplicar normas para hacer frente al cambio climático y los riesgos de desastres de manera integral e intersectorial; y • orientar a las partes interesadas para que aboguen en favor de más recursos para integrar respuestas amplias del sector educativo al cambio climático y los riesgos de desastre. Para obtener más información, sírvase dirigirse a la Sección de Educación de UNICEF: Changu Mannathoko, Asesor Superior de Educación,
[email protected] Stephanie Hodge, Especialista de Programas,
[email protected] Morgan Strecker, Consultor,
[email protected]
Asia oriental y el Pacífico: Los niños como agentes de cambio Un estudio encargado por UNICEF que se llevó a cabo en los países de la región de Asia oriental y el Pacífico describe el interés de los niños en el cambio climático y su contribución a la búsqueda de soluciones prácticas. En Vanuatu, los niños están limpiando los ríos y visitando los arrecifes de coral con sus escuelas, y son cada vez más conscientes del medio ambiente en el proceso. En las Islas Salomón, jóvenes capacitados como educadores de sus pares realizan un seguimiento de los cambios estacionales y comunican sus riesgos, y se movilizan para proteger a sus comunidades cuando ocurren desastres naturales. En Indonesia, los niños crean conciencia sobre la reducción del riesgo de desastres y el medio ambiente con canciones tradicionales y religiosas y música que han adaptado. En Tailandia, una red de jóvenes de la comunidad fue fundamental para aumentar la preparación ante las inundaciones; los niños recibieron capacitación en el uso de un medidor de lluvia para controlar los niveles de agua y detectar otros signos de posibles inundaciones. Todas estas actividades tienen componentes educativos que aumentan la comprensión de los problemas por parte de los niños y mejoran su eficacia dentro de sus comunidades.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río +20), que se celebrará en Río de Janeiro en junio de 2012, tiene como objetivo asegurar que se renueve el compromiso político para el desarrollo sostenible. En vísperas del 20 aniversario de la Conferencia de 1992 de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD), en Río +20 se evaluarán los progresos alcanzados hasta la fecha en la aplicación de los resultados de la Conferencia y de otras cumbres importantes, y abordará nuevos y emergentes desafíos. Para UNICEF, Río+20 ofrece una oportunidad única no sólo para desempeñar un papel activo en la promoción a nivel mundial y fomentar un programa en torno al desarrollo sostenible basado en la equidad y centrado en los niños, sino también para resaltar la importancia de la educación para proporcionar a los niños las aptitudes y conocimientos que necesitan para adaptarse a un entorno cambiante. Fotografías Portada: © UNICEF/NYHQ2007-1373/Pirozzi (Izquierda) © UNICEF/NYHQ2005-0128/Mohan (Derecha superior) © UNICEF/NYHQ2006-2550/Pirozzi (Derecha inferior) Interior: © UNICEF/NYHQ2009-2046/Estey Contraportada: © UNICEF/NYHQ2008-1801/Noorani
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