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JUVENTUDES MARIANAS VICENCIANAS
TEMA 10
El Acompañamiento Espiritual y el Proyecto Personal Corpus Delgado, cm.
El Proyecto Personal, es algo que encuentras en todo el Proceso J M V . Se habla de él con insistencia en el Proyecto JMV.
E l acompañamiento espiritual se realiza, de ordinario, por medio de un encuentro de personas: el acompañante (adulto en la Fe) y el joven que es acompañado. Este encuentro persona a persona no es para desahogarse ni para satisfacer curiosidades. Se trata fundamentalmente de una comunicación en profundidad para ayudar al joven en el proceso de su maduración en la Fe y en la respuesta que va dando a las exigencias del plan de Dios, de la voluntad de Dios, en su vida.
I - ¿DE QUE TRATAREMOS EN ESTE ENCUENTRO PERSONA A PERSONA? 1 - El proceso de maduración personal En nuestro encuentro de acompañamiento personal espiritual dialogaremos sobre la capacidad de obrar libremente desde el amor; sobre las propias capacidades o cualidades; sobre las actitudes ante los demás; sobre los ideales y su concreción en el momento presente de mi vida. Reflexionaremos también sobre el proceso de maduración de mi Fe: los logros, las dificultades, las esperanzas...
2 - La experiencia de Dios La formación en la oración y en la experiencia de Dios ha constituido, desde siempre, uno de los asuntos específicos del acompañamiento espiritual. Se trata de ayudar al joven a que sea hombre de oración, a que ore más y con más verdad, mejor y con más profundidad, con más autenticidad. Se trata de renovar con el joven su encuentro personal con Dios, la búsqueda de su voluntad en la oración personal y comunitaria, sus modos de orar... Y en este campo, especialmente, es donde el acompañante ha de ayudar con su ejemplo, con su adultez en la Fe, y no sólo con consejos o simples técnicas de oración (J. R. Urbieta).
3 - El compromiso apostólico Reflexionaremos y dialogaremos sobre el sentido del compromiso apostólico y sobre el trabajo concreto realizado. Trataremos de analizar con criterios de Fe los acontecimientos y las situaciones. Provocaremos al compromiso, a la generosidad, a la disponibilidad, sin ceder al activismo o a las tentaciones de mesianismo. El acompañante deberá estar, por ello, bien empapado del carisma propio de la asociación, de la dinámica del catecume- nado en el que se halla inserto el joven, en la espiritualidad propia.
4 - El discernimiento vocacional En el acompañamiento espiritual, el discernimiento vocacional ocupa un lugar central: descubrir los signos de la vo luntad de Dios. ¿Qué indicadores encuentro para una determinada opción de vida? ¿Qué aptitudes descubro en mi vida? ¿Qué respuesta voy a dar en mi vida al don de la Fe que me llama a trabajar en el Reino de Dios? ¿Cuál es mi proyecto de vida? ¿Acepto el proyecto de Dios como proyecto de mi vida? ¿Cuáles son las exigencias de una determinada vocación? ¿Constituye realmente la llamada de Dios el
centro de mi vida? ¿Cuáles son las motivaciones reales que dinamizan mi vida? Puesto que nuestro Proceso de Maduración en la Fe estriba en la búsqueda continua de la voluntad de Dios, discernir los signos de esa voluntad de Dios será tarea principal del acompañamiento espiritual.
5 - Conclusión ¿De qué trataremos en el encuentro persona a persona que comporta el acompañamiento espiritual? De lo nuclear del Proceso «El proyecto de Dios y Catecumenal, del seguimiento de mi proyecto personal Jesús, de la identificación con su causa, del puesto que Dios me corren paralelos en la tiene reservado en su Reino, como carrera de la vida» regalo y como compromiso al mismo tiempo.
II ¿QUE PAPEL JUEGA EN EL ACOMPAÑANTE ESPIRITUAL EL PROYECTO PERSONAL? El proyecto personal, en todas sus fases (elaboración, ejecución, evaluación) constituye la materia más adecuada para el diálogo propio del encuentro de acompañamiento espiritual. El proyecto personal viene a ser la definición provisional de uno mismo, por lo que es asunto propicio para la comunicación en profundidad, propia del acompañamiento espiritual. Conviene formular por escrito el proyecto personal. En el proyecto personal conviene reflejar, sobre todo, la realidad presente y la orientación hacia el futuro. El proyecto personal es un medio para contrastar la propia subjetividad con la percepción que los demás tienen de la persona. Por ser un elemento de orientación de la propia existencia, habrá que acudir al proyecto personal continuamente en el diálogo propio del acompañamiento espiritual, para profundizar en el conocimiento de uno mismo y en la fidelidad a la orientación que hemos dado a nuestra vida. El proyecto personal debe abarcar a toda la persona. El acompañamiento espiritual ha de insistir en la necesidad de que cada joven elabore su proyecto personal, de que lo revise y evalúe periódicamente, y de que trate de ser fiel al proyecto elaborado. El proyecto personal puede elaborarse a partir de esquemas diversos. Por ejemplo:
1) ¿Quién soy yo?
Partimos de una comprensión de mí mismo, teniendo en cuenta mi historia personal, mis cualidades, mis defectos. 2)
¿Dónde me encuentro?
En el momento de elaborar mi proyecto personal estoy en determinado lugar del camino de seguimiento de Jesús, maduración humana y de Fe.
un de
¿Qué pretendo hacer de mi vida y en mi vida? Nuevamente la dimensión vocacional, como esencial en el acompañamiento espiritual y en el proyecto personal. ¿Cuáles son los ideales, los objetivos, de mi vida? ¿Coinciden con el proyecto de Jesús? 3)
4)
¿Por qué hago el proyecto personal?
El proyecto personal es pieza clave en el proceso de seguimiento de Jesús. Lo realizo por una motivación de crecimiento. 5)
Objetivos concretos que desaría alcanzar en mi vida.
6) Objetivos concretos para este año. Ordinariamente elaboramos el proyecto personal para un año, con motivo de los Ejercicios Espirituales o de un tiempo fuerte de experiencia de Dios.
7) Medios concretos que voy a proponerme: Tiempos y ritmos de oración personal y comunitaria. Celebraciones de la Fe. Estudios. Trabajo. Trato con la familia. Encuentros con los amigos. Deporte, ocio. Participación en el grupo de Fe. Tiempos y formas de compromiso apostólico. 8) ¿Cómo, cuándo, con quién evaluaré este proyecto? Conviene evaluar la marcha del proyecto personal individualmente y con el acompañante espiritual. Será un buen punto de partida para el diálogo en profundidad. De la fidelidad en la elaboración, realización y evaluación del proyecto personal depende en buena medida la maduración y el crecimiento en la vida del Espíritu. Ningún medio más apropiado para el diálogo propio del acompañamiento espiritual que el proyecto personal — — — — — — — — —
BIBLIOGRAFIA J. R. Urbieta. Bajo el impulso de! Espíritu. Acompañar a los jóvenes en su crecimiento personal de la Fe. Editorial SM, Madrid 1986. J. Pujol i Bardolet. Formas de ayuda en el acompañamiento espiritual. CONFER 80 (1982), pp. 703-723. A. Botana. La pastora! vocacional en el Proceso Catecumenal. CONFER 109 (1990), pp. 81-92.
• Ya ves los contenidos que tiene este Proyecto. Se habla de él en el Proyecto JMV como de algo que no puede faltar en la marcha del Proceso Catecumenal. • La Catequesis Catecumenal, conlleva el seguimiento personal, la introducción del Catequizando: en la Comunidad, en la Oración, en la Liturgia y en el servicio o compromiso cristiano.
Reflexión 1. ¿Crees que se ha entendido el sentido del proyecto personal?
2. ¿Qué contenidos tiene este tipo de diálogo?
3. ¿Qué personas pueden acceder al proyecto personal?
4. ¿Qué repercusiones puede tener para el Proceso JMV el trabajo pastoral desde esta dimensión?
5. ¿Qué relación encuentras entre: — seguimiento, — proyecto personal, — opción vocacional?
* Y es bueno que hables y aclares todas estas cosas con personas que te puedan iluminar...