EL AUTISMO. AUTORIA Elisabet Martín Gamero TEMÁTICA Autismo ETAPA EI, EP, ESO,

ISSN 1988-6047 DEP. LEGAL: GR 2922/2007 Nº 4 – MARZO DE 2008 “EL AUTISMO” AUTORIA Elisabet Martín Gamero TEMÁTICA Autismo ETAPA EI, EP, ESO,… Resum

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“EL AUTISMO” AUTORIA Elisabet Martín Gamero TEMÁTICA Autismo ETAPA EI, EP, ESO,…

Resumen A continuación se van a tratar los aspectos básicos del autismo, las consideraciones esenciales sobre los objetos y aspectos funcionales necesarios desde el punto de vista psicológico. Así como las causas y factores de riesgo que lo provocan, los tipos de tratamientos y las repercusiones educacionales esenciales. Palabras clave Autismo, interacción social limitada, carencias en el lenguaje, falta de atención, aislamiento.

1. EL AUTISMO, DEFINICIÓN, ETIOLOGÍA Y SINTOMATOLOGÍA. El autismo no es una enfermedad, sino más bien un desorden en le desarrollo de las funciones del cerebro. En pleno auge psicoanalítico se llegó a pensar en el autismo como una forma de esquizofrenia cuyo origen debía buscarse en la influencia de unos padres poco comunicativos, distantes e incapaces de dar el cariño necesario. Aunque no hay una causa única conocida del autismo, hay pruebas que indican que el autismo puede ser causado por una variedad de problemas: • Influencias genéticas en el autismo: hay una mayor probabilidad de que dos gemelos monocigóticos tengan problemas que dos gemelos dicigóticos. En el caso de los gemelos monocigóticos, hay una coincidencia en el 100% de los genes; mientras que con los gemelos dicigóticos hay una coincidencia del 50%, que es la misma que se da entre hermanos que no son gemelos. • Virus: existe un riesgo aumentado de tener un hijo autista si la madre estuvo expuesta al virus de la rubéola durante el primer trimestre del embarazo. Además, los virus asociados con las vacunas como el de las vacunas contra la rubéola y el componente pertussis de la inyección DPT, pueden causar autismo. Un estudio publicado recientemente en una revista médica ha llegado a la conclusión de que no hay evidencias que apoyen la hipotética relación entre la vacuna de la rubéola, viruela y sarampión, y el autismo. • Toxinas y la contaminación ambiental. C/ Recogidas Nº 45 - 6º-A Granada 18005 [email protected]

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Anormalidades físicas: se han encontrado diferentes anormalidades cerebrales en las personas afectadas por la enfermedad, aunque no se conocen las causas de estas anormalidades y su influencia sobre la conducta. Se realizaron exámenes en cerebros autistas y se encontraron dos zonas que estaban subdesarrolladas, que son las zonas identificadas como responsables de las emociones, la agresividad, los estímulos sensoriales y el aprendizaje. Alteraciones bioquímicas: muchos individuos autistas tienen niveles elevados de serotonina en sangre y en el líquido cefalorraquídeo, pero otros lo tienen disminuido. Sistema inmune: los investigadores han visto que muchas personas autistas tienen menor cantidad de linfocitos T, que son los que ayudan al sistema inmune a combatir la infección. Creen que una infección viral o una toxina ambiental pueden ser responsable de la enfermedad por los daños del sistema inmune.

Sintomatología: En el autismo se dan un conjunto de trastornos en el que coexisten tres grupos de manifestaciones: • Alteración en las relaciones sociales. • Trastorno en la comunicación, tanto en la comprensión del lenguaje como en la capacidad de expresión. • Falta de flexibilidad mental, que da lugar a un espectro restringido de conducta y una limitación en las actividades que requieren cierto grado de imaginación. A nivel intelectual el grado de afectación varía enormemente; aunque se considera que en la mayoría de las ocasiones hay una deficiencia intelectual asociada, en algunos casos pueden ser normales e incluso encontrarse por encima de la media. La capacidad intelectual del autista puede ser normal e incluso alta, pero la dirección que sigue no necesariamente sigue el curso del resto de los niños. Lo más característico de la enfermedad es la falta de reciprocidad en la relación social. El autista generalmente observa el mundo físico con una intensidad no habitual. La realidad que percibe puede ser placentera o infeliz, pero no puede compartir las sensaciones que percibe con sus semejantes. El autista suele evitar el movimiento anticipativo de los brazos que suelen hacer los niños cuando van a cogerles. En ocasiones evitan las caricias y el contacto corporal, aunque puede que lo busquen y deseen, como si esta fuera su forma de comunicación con las personas que consideran extrañas. A menudo ven a las personas como objetos y los tratan como tal. Al niño autista le resulta muy difícil aceptar una negativa y tolera muy mal la frustración. La imposición de normas le genera una gran ansiedad y funciona como elemento potenciador de una conducta hiperactiva. Aprende con facilidad conductas manipuladoras para conseguir sus objetivos. La mirada del autista suele prescindir de la mirada de las otras personas, como si la mirada directa careciera de contenido comunicativo. En otras ocasiones la mirada es fría, pero debemos descartar la idea que el autista nunca mira a los ojos. La forma de mirar es otro de los aspectos que contribuyen a dar a su cara un aspecto inexpresivo. Ni la expresión de su cara ni su conducta nos dará una pista de lo que piensa, de lo que ocurre en su interior. Es probable que nos sintamos ante el autista como él ante nosotros; nosotros no podemos entender su mundo en las misma medida que él no entiende el nuestro.

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El autismo es un trastorno biológico del desarrollo muy complejo que causa problemas en la interacción social y comunicación. Generalmente está asociado con intereses y comportamientos restringidos o repetitivos que duran toda la vida. En el pasado se sabía poco sobre esta condición. Se pensaba que era rara y la institucionalización era el método principal de tratamiento; se decía que era el resultado de “madres frías”. Desde entonces, investigadores han descubierto que todas estas características son falsas. Para los profesionales de la salud, el reto de cómo manejar a un paciente con autismo es especialmente difícil debido a una variedad de razones. 1.1.Causas, incidencias y factores de riesgo Anteriormente se creía que el autismo era una enfermedad mental producida por una mala crianza, pero ninguna evidencia científica apoya esta idea por lo que ha sido rechazada. Al parecer, los factores genéticos son de importancia, ya que las alteraciones del lenguaje y la comunicación son comunes en los parientes de niños autistas. Las alteraciones cromosómicas y otros problemas neurológicos también son más comunes en las familias con autismo. El autismo afecta hasta un 0,2% de los niños en la población general, pero el riesgo de que una pareja tenga un segundo niño autista se incrementa más de 50 veces, entre el 10 y el 20%. Es mucho más probable que un gemelo idéntico también tenga autismo que gemelo fraternal o que otro hermano lo tenga. Todos estos factores sugieren una fuerte influencia genética sobre la condición. Esta enfermedad afecta a los niños con una frecuencia 3 ó 4 veces mayor que a las niñas y factores como el ingreso familiar, la educación y el estilo de vida no parecen modificar el riesgo de padecerla. Algunos padres se preocupan porque la vacuna SPR que el niño recibe a la edad de 1 año puede provocar autismo. Esta teoría se basó en el hecho de que la incidencia del autismo se ha incrementado de manera estable desde alrededor del mismo tiempo que comenzó la vacunación con SPR y que los niños con la forma regresiva de autismo tienden a regresar a éste alrededor del mismo tiempo en que se suministra la vacuna. Varios estudios importantes no han encontrado ninguna conexión entre la vacuna y el autismo, sin embargo, la Academia Estadounidense de Pediatría (American Academy of Pediatrics) ha expresado oficialmente que no parece existir una relación causal. Algunos médicos atribuyen el aumento de la incidencia de autismo a las nuevas definiciones de éste. El término "autismo" en la actualidad incluye un espectro más amplio de niños. Por ejemplo, un niño que se diagnostica con autismo altamente funcional en la actualidad pudo haber sido considerado simplemente raro o extraño hace 30 años. C/ Recogidas Nº 45 - 6º-A Granada 18005 [email protected]

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2. TRASTORNOS QUE SE CONFUNDEN CON EL AUTISMO Muchos síntomas del síndrome autista se encuentran presentes en otros trastornos o espectros, que al inicio del síndrome autista pueden confundirse. Estos son: • Trastorno de Asperger: resulta difícil marcar los límites que lo separan del trastorno autístico. En los criterios del DSM IV, las diferencias vienen determinadas por las habilidades lingüísticas, mejor desarrolladas en el trastorno de Asperger que el las autísticas. • Trastorno de Rett: tienen que darse todas estas características: ‰ Desarrollo prenatal y perinatal aparentemente normales. ‰ Desarrollo psicomotor aparentemente normal en los 5 primeros meses de vida. ‰ Perímetro cefálico normal en el nacimiento. Aparición de las características siguientes tras un primer desarrollo normal: ‰ Desaceleración del crecimiento cefálico de lso 5 a lso 48 meses. ‰ Pérdida, entre los 5 y 30 meses, de acciones propositivas adquiridas previamente con desarrollo subsiguiente de estereotipias. ‰ Pérdida de relación social al principio del trastorno. ‰ Aparición de movimientos pocos coordinados de tronco o deambulación. ‰ Deficiencia grave del lenguaje expresivo y receptivo y retraso psicomotor grave. • Trastorno desintegrativo infantil: este trastorno tiene como característica determinante la existencia de un periodo de desarrollo normal que alcanza hasta los dos años. Sin embargo en ocasiones se puede solapar con el trastorno autístico, concretamente con aquellos casos en los que existe una regresión después de un periodo de normalidad, cuyo inicio es difícil de precisar. • Retraso mental: se define como un coeficiente de inteligencia tan bajo que no permite que la persona se comporte apropiadamente o se adapte a su entorno. Para calificar un problema como retraso mental, este debe ser aparente antes de los 18 años y la inteligencia, medida con una prueba de C.I. debería estar por debajo de los 70 puntos. • Hipoacusia: es la disminución del nivel de audición de una persona por debajo de los normal. Puede ser reversible o permanente. Es reversible cuando es posible devolverle al paciente mediante algún tratamiento la capacidad auditiva. Es permanente cuando no se puede mediante tratamientos devolver dicha capacidad. Se puede asociar al síndrome autista debido a que las personas que padecen este trastorno parecen no escuchar cuando se les habla.

3. TRATAMIENTO DEL AUTISMO La realidad del autismo, por ende, debe desencadenar tratamientos para la familia como un todo, pues es precisamente el núcleo más cercano al autista el eje de las soluciones. •

En primer lugar, está el diagnóstico certero. Las disfunciones en el comportamiento son muchas, agrega Rodríguez y un análisis erróneo, lógicamente, conducirá a un tratamiento C/ Recogidas Nº 45 - 6º-A Granada 18005 [email protected]

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equivocado. Para ello, es fundamental la orientación de expertos en el tema. Hablar con padres o asociaciones de padres de niños autistas es un buen inicio. En segundo lugar, se presenta la decisión de los tratamientos. No existe un tratamiento estándar universalmente aceptado para el autismo; de hecho, cada método tiene sus detractores. A continuación se agrupan los tratamientos en categorías generalizadas: Bioquímcio: alergias a las comidas, medicación, alimentación, y suplementos vitamínicos. Neurosensorial: integración sensorial, sobreestimulación y apicación de patrones, enseñanza auditiva, comunicación facilitada, terapias relacionadas con la vida diaria. Psicodinámico: terapia de abrazos, psicoterapia y psicoanálisis. Conductual ensayos incrementales, modificación de la conducta con o sin castigos.

Tratamientos médicos: -

Vitamina B6 Dimetilglina Dietas sin gluten ni caseína Fenfluramina Periactín Piracetam Entrenamiento de integración auditiva Método tomates Terapia de integración sensorial Terapia de abrazos Terapia conductual Aversivos Lentes Irlem Lentes de prisma Educación de habilidades sociales y relatos sociales Anafranil Desipramina Zoloft Ritalín Dexedrina Psicología Terapia psicodinámica Inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina Prozac Clomipramina Clonidina Dilantin Litio Naltresona Terapia de juegos C/ Recogidas Nº 45 - 6º-A Granada 18005 [email protected]

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Melatonina Haldol Trexam Terapia cráneo sacral Terapias cognitivas Luvox Prednisona Inyecciones de EPD Dolman-delacatto Terapia con delfines Risperdol...



En tercer término están las instituciones especializadas. En algunas ciudades hay entidades educativas que trabajan este tema. Sin embargo, debe estudiarse cuidadosamente el enfoque. En algunos casos, advierte Rodríguez, la pobreza de América Latina crea entidades "toderas" que tratan todas las disfunciones y, allí, "el remedio resulta peor que la enfermedad". El ambiente escolar, agrega la experta, debe estar estructurado de tal manera, que el programa sea consistente y predecible, enfocada en los aspectos visuales. Los alumnos con autismo aprenden mejor y se confunden menos cuando la información es presentada tanto visual como verbalmente. También se considera importante la interacción con compañeros sin discapacidades, ya que estos alumnos proporcionan modelos de destreza apropiadas en el lenguaje, la interacción social, y la conducta. A través de los programas educacionales diseñados para satisfacer las necesidades individuales del alumno y servicios especializados para el apoyo a la familia, es posible recuperar gran parte del terreno que los daños cerebrales han causado, sostiene la ASM.

4. REPERCUSIONES EDUCACIONALES El diagnóstico temprano y los programas educacionales apropiados son muy importantes para los niños con autismo o PDD. La Ley Pública 105-17, el Acta para la Educación de los Individuos con Discapacidades (IDEA), incluye el autismo como categoría bajo discapacidades. A partir de los tres años, los niños con autismo y PDD son elegibles para un programa educacional apropiado a sus necesidades individuales. Los programas educacionales para alumnos con autismo o PDD se enfocan en mejorar las destrezas necesarias para la comunicación, conducta académica y social, y aquellas destrezas para la vida diaria. Aquellos problemas de la conducta y comunicación que interfieren con el aprendizaje a veces requieren la asistencia de un profesional que tenga conocimientos en el campo del autismo quien desarrolla y ayuda a implementar un plan que pueda llevarse a cabo en el hogar y en la escuela. El ambiente predecible. Los información es interacción con

escolar debe ser estructurado de tal manera que el programa sea consistente y alumnos con autismo o PDD aprenden mejor y se confunden menos cuando la presentada tanto visual como verbalmente. También se considera importante la compañeros sin discapacidades, ya que estos alumnos proporcionan modelos de C/ Recogidas Nº 45 - 6º-A Granada 18005 [email protected]

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destrezas apropiadas en el lenguaje, la interacción social, y la conducta. Para sobrepasar los problemas frecuentes en la generalización de destrezas aprendidas en la escuela, es muy importante desarrollar programas con los padres, para que las actividades de aprendizaje, experiencias, y enfoques puedan ser utilizadas en el hogar y la comunidad. A través de programas educacionales diseñados para satisfacer las necesidades individuales del alumno y servicios especializados para el apoyo de adultos en el empleo y la vivienda, los niños y los adultos con autismo o PDD pueden vivir y trabajar en la comunidad.

5. INTERVENCIÓN EDUCATIVA

El objetivo central de la intervención en el alumno con autismo es la mejora de su conocimiento social y la mejora de las habilidades comunicativas sociales, asi como lograr una conducta autorreguladora adaptada al entorno. En segundo lugar, el contexto de aprendizaje más adecuado es aquel con un grado importante de estructuración, tanto mayor cuanto menos es la edad o el nivel de desarrollo. Podriamos decir que la intervención ha de recorrer el camino que va desde un alto grado de estructuración a la desectructuración programada, paso a paso y de acuerdo al nivel de desarrollo. C/ Recogidas Nº 45 - 6º-A Granada 18005 [email protected]

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En tercer lugar se ha de perseguir en cualquier aprendizaje la funcionalidad del mismo, la espontaneidad de su uso, y la generalización, y todo ello en un ambiente de motivación. Por ello, la educación del alumno con autismo requiere una doble tarea: hay que enseñar la habilidad, pero también hay que enseñar su uso, un uso adecuado, funcional, espontáneo y generalizado. Por último, el mejor sistema de aprendizaje para el alumno con autismo es el de aprendizaje sin error, en el que en base a las ayudas otorgadas, el niño finaliza con éxito las tareas que se le presentan. A continuación, y poco a poco, hay que lograr el desvanecimiento progresivo de las ayudas hasta los niveles mayores posibles , que estarán en relación al nivel de desarrollo cognitivo.

6. BIBLIOGRAFÍA

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Gil, M.D. (1996). El desarrollo de los niños autistas. En M.C. Fortes; A.M Ferrer y M.D. Gil (coord). Bases psicológicas de la educación especial. Valencia: Promolibro. Lozano, P. y Cañete, F. (2004). Atención temprana en los trastornos generalizados del desarrollo. En J. Pérez-López y A.G. Brito (coords), Manual de atención temprana. Madrid: Pirámide. Martín, M.C. (1995). Trastornos profundos del desarrollo En A..M: Muñoz (Ed). Bases para la intervención psicopedagógica en trastornos del desarrollo. Universidad de Málaga. Martos, J. (1984). Los padres también educan. Madrid: APNA. Martos, J. (2002). Autismo. En J.M. García Fernández, J. Pérez y P.P. Berruelo. Discapacidad intelectual. Desarrollo, comunicación e intervención. Madrid: CEPE.

Autoría · Nombre y Apellidos: Elisabet Martín Gamero y Diego Copé Gil. · E-MAIL: [email protected] y [email protected] C/ Recogidas Nº 45 - 6º-A Granada 18005 [email protected]

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