EL COLISEO ROMANO CARLES CRESPO CAMPOS HISTORIA Y GESTIÓN DEL PATRIMONIO ARTÍSTICO 3º GRADO HISTORIA DEL ARTE

EL COLISEO ROMANO CARLES CRESPO CAMPOS HISTORIA Y GESTIÓN DEL PATRIMONIO ARTÍSTICO 3º GRADO HISTORIA DEL ARTE PRESENTACIÓN Situado en la ciudad ita

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EL COLISEO ROMANO

CARLES CRESPO CAMPOS HISTORIA Y GESTIÓN DEL PATRIMONIO ARTÍSTICO 3º GRADO HISTORIA DEL ARTE

PRESENTACIÓN Situado en la ciudad italiana de Roma, fue construido durante la época del Imperio Romano, hacia los años 70-80 de nuestra era. Su construcción se realizó durante el reinado de la Dinastía Flavia, por lo que originalmente el edificio se conocía como el Anfiteatro Flavio (del latín, Amphitheatrum Flavium). Sin embargo, recibió su actual nombre debido a la existencia de una gran estatua cerca, llamada el Coloso de Nerón, hecha de bronce y de enorme tamaño (medía entre 30 y 35 metros de altura). En 1980, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y está considerado una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo. En el Coliseo se realizaban luchas de gladiadores y un conjunto de espectáculos públicos, como recreaciones de batallas navales, luchas entre animales y hombres, representaciones de obras de teatro, etc. Tenía una capacidad para unas 50.000 personas, aproximadamente, distribuidas en un total de 80 filas de gradas. Esta distribución seguía un orden jerárquico, ya que el Emperador y los senadores eran los que estaban más cerca de la arena, y cuanto más se alejaba, más inferior era el nivel social. Fue el emperador Vespasiano (9 – 79 d.C.) quien mandó construirlo al este del Foro Romano, empezando las primeras obras entre el 70 y el 72 d.C. Sin embargo, su construcción no fue acabada hasta el mandato de Tito (39 – 81 d.C.) en el año 80 d.C., y fue posteriormente modificado por el tercer emperador de los Flavios, Domiciano (51 – 96 d.C.). El anfiteatro se convirtió en el de mayor tamaño de todo el Imperio, por lo que las fiestas en honor a la inauguración duraron 100 días. El uso de este edificio se prolongó durante casi 500 años, y los últimos juegos que allí se celebraron fueron en el siglo VI. Ya en la Alta Edad Media, se abandonó completamente su uso para la función de espectáculo, pasando a ser reutilizado como fábrica y fortaleza de una orden religiosa. A lo largo de los años, se fueron extrayendo muchos materiales (sobre todo, de la fachada) para la realización de nuevos edificios, hasta que fue convertido en un santuario cristiano, de modo que se detuvo la extracción de materiales y se “procuró” su conservación. Actualmente, el Coliseo presenta una estructura bastante dañada debido a un conjunto de terremotos que lo afectaron seriamente, unido al trabajo de los picapedreros que fueron arrancando gran parte de su material. A pesar de esto, el anfiteatro sigue siendo uno de los iconos de referencia de la ciudad de Roma, reflejando el auge de su época Imperial, y una de las atracciones turísticas más famosas de Europa. Hoy en día, el edificio está vinculado a la Iglesia Católica, ya que el Papa encabeza el viacrucis hasta aquí cada Viernes Santo.

Recreación del monumento

DESCRIPCIÓN DEL MONUMENTO El Coliseo presenta una estructura ovalada y unas dimensiones de 189 metros de longitud, 156 de anchura y 57 de altura, más un perímetro elíptico de 520 metros. A pesar de su antigüedad, ha servido de modelo para muchas instalaciones deportivas más modernas gracias a su diseño y las soluciones a problemas arquitectónicos todavía actuales hoy en día. LA ESTRUCTURA El proyecto de construcción de este anfiteatro fue, sin duda, muy ambicioso y pretencioso por realzar la gloria y la figura de la ciudad de Roma, por lo que se utilizaron diferentes técnicas y materiales de construcción. El conjunto de pilastras y arcos son de travertino, un tipo de piedra caliza muy abundante y utilizada en construcciones de la antigua Roma, y está colocado sin requerimiento de mortero., al igual que toda la toba volcánica utilizada en los túneles subterráneos y en los niveles inferiores. Al no utilizar el mortero, colocaron un gran número de grapas metálicas que servían para sujetar todos estos sillares. Sin embargo, para las bóvedas que sirven para mantener las gradas o cávea sí que utilizaron la argamasa, pero con la innovación de aplicarla directamente sobre las cimbras de madera, de modo que se aligeraba en gran medida toda la estructura. Al haber sido construido sobre una laguna, fue obligatoria la excavación de hasta 14 metros y realizar una cimentación de 13 metros de opus caementicium (formado por argamasa alternada con piedras).

Estructura en planta ovalada

LA FACHADA El monumento presenta una fachada estructurada en cuatro niveles de diferentes órdenes clásicos. Los tres pisos inferiores están formados por un total de 80 arcos sobre pilastras, a parte del conjunto de semicolumnas adosadas dentro de cada arco. El cuarto nivel es

completamente diferente, tratándose de una pared ciega, donde encontramos pilastras adosadas y ventanas siguiendo un orden claro (un vano cada dos tramos de pilastras). Los niveles presentan una superposición de órdenes clásicos: el primer nivel es toscano; el segundo es jónico; el tercero, corintio; y el cuarto, compuesto. Esta tendencia de superponer los estilos en diferentes estilos era bastante habitual, pero el Coliseo aporta la innovación de presentar un total de cuatro órdenes. LA CÁVEA Las gradas estaban diferenciadas en diferentes gradus, es decir, diferentes pisos para las diferentes clases sociales: -

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El pódium: el más cercano a la arena. Estaba reservado para las autoridades más importantes, como los senadores y los sacerdotes. Se dividía, a su vez, en diferentes palcos: la tribuna imperial (lugar del emperador) y el de los magistrados que presidían los juegos. Todo este nivel estaba protegido por una red metálica y por un conjunto de arqueros que servían como aislante debido a su cercanía al terreno del espectáculo. El maenianum primum: lugar destinado a los aristócratas que no formaban parte del senado. El maenianum secundum: se dividía en dos partes, el imum para los ciudadanos ricos, y el súmmum para los pobres. El maenianum súmmum in ligneis: era la parte más alta, hecha de madera y probablemente sin asientos, reservada para las mujeres con menor poder adquisitivo.

Además, algunas órdenes sociales y familias con bastante poder tenían sus propios sectores privados. El acceso a estas gradas desde los pasillos internos se realizaba a través de los vomitorios, cuyo nombre se debe a que permitían la salida y la entrada de muchísima gente en poco tiempo.

LA ARENA Y LOS TÚNELES SUBTERRÁNEOS Los espectáculos se realizaban en un terreno ovalado de 75 metros de largo por 44 de ancho, tratándose de una plataforma de madera cubierta de arena o agua que disponía de diferentes trampillas que la comunicaban con la parte inferior, llegando a usarse durante el propio espectáculo. Bajo ésta, existía un complejo sistema de túneles y cámaras destinadas al alojamiento de gladiadores, animales, esclavos y materiales para los combates. Una serie de montacargas y pasillos ascendentes comunican ambas partes. Había un gran sistema de drenaje y de cloacas, debido a la necesidad de evacuar toda el agua cuando se realizaban combates navales. Hoy en día, la plataforma de madera ya no se conserva, por lo que todo el laberinto de pasadizos subterráneos se encuentra al aire libre.

EL VELARIO Todo el edificio se cubría con una superficie de tela, la cual se desplegaba gracias al uso de unas poleas. Este sistema de cubierta se sostenía gracias a un sistema de cuerdas del que apenas se conservan rastros. Sin embargo, en la parte superior de la fachada existen huecos en los que se colocarían los materiales encargados de sujetar las cuerdas, que también irían ancladas al suelo para repartir mejor las tensiones.

HISTORIA ROMA CLÁSICA Existía ya un antiguo anfiteatro de gran tamaño en Roma, situado en el Campo de Marte, construido en el 29 a.C. Sin embargo, se destruyó en el famoso incendio acaecido en Roma en el año 64 ya de nuestra era. Surgió entonces la necesidad de construir uno nuevo. Unos años después, como ya hemos dicho, Vespasiano empezó la construcción del edificio actual. La ubicación elegida fue una zona llana entre las colinas del Palatino, Esquilino y Celio, área que había sido arrasada por el incendio, y donde había existido una laguna. Nerón construyó también es esta zona su famosa Domus Aurea, colocando la colosal estatua justo a la entrada. Además, se construyeron un conjunto de edificios relacionados, como las escuelas de gladiadores o los almacenes. A diferencia de muchos otros anfiteatros, el Coliseo fue construido justo en el centro de la ciudad, simbolizando el corazón de Roma. Se desconoce la identidad del arquitecto, quien elaboró un gran sistema de canalización de agua y permitía la realización de las batallas navales (naumachiae), ya que en el Imperio Romano los edificios públicos se realizaban para ensalzar la gloria y la figura del emperador. A la muerte de Vespasiano en el año 79, el edificio ya estaba acabado hasta el tercer nivel. Fue Tito quien acabó por terminar el nivel superior un año después. Posteriormente, Domiciano mandó realizar un conjunto de túneles y cámaras subterráneos donde alojar los animales, el material y los esclavos, y construyó una galería en la parte superior para aumentar su capacidad de espectadores. En el año 217, hubo un incendio que dañó gravemente el anfiteatro, destruyendo todo el suelo de madera. Las reparaciones y reconstrucciones se realizaron en varias fases en los años 240, 250 y 320. Gracias a una inscripción que se conserva en el propio edificio, sabemos que varias partes fueron restauradas hacia mediados del siglo V por los daños causados por un terremoto en el 443, realizándose más obras a finales del mismo siglo y a principios del siguiente. La última pelea entre gladiadores está fechada hacia el 435, aunque los combates con animales perduraron hasta bien entrado el siglo VI. EDAD MEDIA

En esta época, el Coliseo fue transformado en diferentes ocasiones. Hacia finales del siglo VI, se construyó una iglesia dentro del propio edificio, dándole un sentido religioso; la arena fue usada como cementerio; y los grandes espacios existentes entre las arcadas obtuvieron una función más práctica, siendo fábricas y refugios. Ya durante el papado de Gregorio Magno (540 – 602), muchos monumentos de la Antigüedad pasaron a pertenecer a la Iglesia, aunque ésta carecía de suficientes recursos para su preservación. Este estado de no-conservación propició la aparición de muchos picapedreros, que vieron el Coliseo como una fuente de donde extraer materiales caros. Además, el efecto los terremotos del siglo IX se vio acrecentado debido al estado casi de abandono que sufría el edificio. Posteriormente, cuando a finales del siglo XI el papa Gregorio VII (1020 – 1085) fue excomulgado y expulsado de Roma, estos monumentos pasaron a formar parte de familias nobles romanas, dándole un sentido de fortaleza en la mayoría de los casos. Hacia el año 1200, la familia Frangipani (una de las más destacadas en los siglos XI y XII), se apropió del anfiteatro y lo fortificó a modo de castillo medieval. Sin embargo, esta familia no fue la única poseedora del Coliseo, ya que hasta principios del siglo XIV fue cambiando de dueños, hasta que volvió a pertenecer a la Iglesia. Hacia 1350, un nuevo terremoto afectó a la ciudad de Roma, dañando gravemente la estructura del edificio y provocando el derrumbe de la fachada del lado sur. Como hemos dicho anteriormente, estos materiales derrumbados fueron reutilizados para la construcción de iglesias, palacios y hospitales por toda la ciudad italiana. Fue en esta época cuando se explotó el interior del anfiteatro, picando y extrayendo mucha piedra para su reaprovechamiento en otras construcciones. También se arrancaron gran parte de los bloques de mármol de la fachada (para la obtención de cal viva) y de las abrazaderas de bronce que los sostenían a la fachada, dejando un gran número de marcas, todavía hoy visibles, en su estructura. EDAD MODERNA Este afán por arrancar y reaprovechar los materiales del Coliseo continuó durante los siglos XV, XVI y XVII, destinándose a la construcción del Palacio Barberini en la propia ciudad, entre muchos otros. Fue ya a mediados del siglo XVIII, cuando Benedicto XIV (1675 – 1758) consagró el edificio como lugar santo para memorar los mártires que habían sido ejecutados durante los primeros años del cristianismo. Ya en el siglo XIX se invirtió esta tendencia y comenzaron una serie de propuestas y obras para conservar y restaurar muchos monumentos antiguos. En cuanto al Coliseo de Roma, en 1820 se construyeron una serie de contrafuertes que todavía hoy en día se pueden distinguir. Hasta la actualidad se siguen sucediendo un conjunto de reformas para su preservación y mejora de su estado.

Contrafuerte que refuerza la estructura

PRESENTE En 1980, la Unesco declaró el Coliseo Patrimonio de la Humanidad (junto al centro histórico de Roma), y entró a la lista de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo en julio de 2007. Este enorme anfiteatro es uno de los mayores centros turísticos de Roma y de Europa, y ha sido fuente de inspiración para un gran número de novelas basadas en la Roma Imperial, así como llevada al cine en muchas ocasiones (en películas como Gladiator). Desde el año 2000, el edificio se mantiene iluminado durante 48 horas consecutivas cada vez que se aplaza o se anula una sentencia de muerte en cualquier parte del mundo.

ESPECTÁCULOS Como ya hemos dicho, en el Coliseo tenían lugar diferentes tipos de exhibiciones y eventos. Todos estos actos, llamados munera, estaban financiados y patrocinados, normalmente, por los habitantes de la ciudad más que por el propio Estado, por lo que se convertían muchas veces en una demostración de la influencia y del poder de las familias. Los espectáculos eran muy variados e incluían desde los combates entre gladiadores hasta las representaciones teatrales. Un acto muy popular era la venatio, es decir, la caza de animales,

donde se sacrificaban bestias muy variadas: elefantes, leones, rinocerontes, panteras, cocodrilos, etc. Como vemos, los romanos utilizaron también su poderosa expansión y conquista por algunas zonas de África para importar animales con el fin de divertirse en el anfiteatro. En este tipo de “juego”, los escenarios se representaban mediante elementos móviles. Otra actividad muy famosa fueron las naumachiae, recreaciones de batallas navales. Los romanos eran muy dados a glorificar las victorias que conseguían en los campos de batalla, así que decidieron representar este tipo de combate para diversión del espectador y para realzar el honor de todo el Imperio. Sin embargo, no está del todo claro cómo conseguían llenar de agua toda la plataforma, ya que la arena poco probablemente era impermeable. Según algunas teorías, existía una especie de canal por los túneles subterráneos que permitía canalizar el agua. Según otras, estos actos no se realizaban en el Coliseo, sino que tenían lugar en otro edificio mejor adaptado. Eran muy frecuentes también las sylvae, recreaciones de paisajes naturales, donde simulaban un entorno salvaje y sacaban animales para que se movieran libremente por el escenario. Y de una gran popularidad eran las representaciones teatrales, donde los temas mitológicos estaban muy presentes (incluso podían realizar ejecuciones de condenados a muerte basándose en algún relato mitológico, dándole así un mayor carácter de espectáculo). Todos estos actos eran muy populares entre la población y de frecuencia casi diaria. En algunas ocasiones, como en la inauguración del edificio o para conmemorar alguna victoria bélica, estas exhibiciones se realizaban a gran escala.

MANTENIMIENTO Y RESTAURACIÓN El Coliseo, al igual que muchos otros monumentos antiguos, también se ha visto afectado por los problemas económicos a lo largo de los siglos, y presenta graves problemas de mantenimiento debido a la crisis actual. Su mal estado, de ruina en algunas partes de su estructura, también impide la visita de más turistas. En declaraciones de Angello Bottini, superintendente del monumento, afirma que “hace tiempo que el Coliseo no recibe ninguna financiación y la intervención de entidades privadas no existe, ya que con todos los problemas que tiene el monumento, su restauración hoy no es una prioridad”1. El mantenimiento de un monumento de estas características no es nada fácil y exige un gran coste. El presupuesto anual para su mantenimiento está cifrado en más de 500.000 euros, sin tener en cuenta los trabajos de restauración (que serán mayores a medida que pase el tiempo y no se tomen las medidas adecuadas), más los salarios de los trabajadores.

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Interior del anfiteatro en la actualidad

El gobierno italiano, debido a la crisis económica, ha decidido recortar muy acusadamente los presupuestos de mantenimiento de gran parte de sus monumentos históricos, hecho que ha provocado que muchos edificios de su patrimonio hayan suspendido sus tareas de restauración, poniendo en peligro la construcción, pero también la seguridad de los miles de visitantes. Es por eso que el Coliseo buscó patrocinadores privados, de modo que pudieran tener sus derechos publicitarios a cambio de un aporte económico. Este proyecto, encabezado por el ayuntamiento de Roma, pretendía que en 2013 el anfiteatro romano esté completamente restaurado, y de este modo poder aumentar su zona de visitas y acrecentar también sus ganancias económicas. Ya en 2011, un empresario italiano propietario de una marca de zapatos de lujo, está financiando la restauración del monumento. El inicio de las obras estaba previsto para finales del mes de septiembre del mismo año, y se prolongarían entre dos y tres años. Las autoridades romanas llegaron a un acuerdo con el empresario, quien aportaría un total de 25 millones de euros. A cambio, sería el único patrocinador de la restauración de un edificio que forma parte del patrimonio histórico de Italia, pero que también es un símbolo cultural para todo el mundo, por donde pasan entre 5 y 6 millones de visitantes cada año2.

Estado actual del interior 2

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BIBLIOGRAFÍA -

Jean-Pierre Adam, La construcción romana, materiales y técnicas, Editorial de los Oficios, León, 1996.

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Antonio Blanco Freijeiro, Historia del Arte, Roma imperial, historia 16, 1989, nº13.

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José Milicua (director), Història Universal de l’Art, Editorial Planeta, Barcelona, 1990, vol. II – III.

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VVAA, Patrimonio de la Humanidad, Europa Mediterránea II, Editorial Planeta, 1999, vol. II.

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www.adnmundo.com/contenidos/turismo/coliseo_romano_seguridad (4-11-2011).

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www.portalplanetasedna.com.ar/coliseo.htm (6-11-2011).

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www.wikipedia.org (6-11-2011).

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www.domusapientiae.wordpress.com

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