El legado de los valores cristianos para nuestros hijos

U N I D A D 2 El legado de los valores cristianos para nuestros hijos Nuestros hijos aprenderán valores cristianos si ven que los adultos que los ro

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El legado de los valores cristianos para nuestros hijos Nuestros hijos aprenderán valores cristianos si ven que los adultos que los rodean se los enseñan y, además, los practican.

Semana 5: La paternidad y los valores cristianos Semana 6: Valores cristianos: un legado a nuestros hijos Semana 7: Trasmitamos amor: por esto sabrás que te amo Semana 8: Tradiciones familiares

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Semana

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La paternidad y los valores cristianos Trasfondo: Deuteronomio 6.4-9; 2 Timoteo 1.5; 3.14-15

F Las palabras deben respaldarse con las acciones y las acciones deben revelar los valores que decimos atesorar.

elipe tuvo un ataque al corazón. Me senté con su familia que esperaba ansiosa lo que el doctor diría. Por cierto, cuando nos dieron la noticia no era muy buena; el ataque fue muy serio y los días siguientes serían críticos. Mis amigos prácticamente vivían en la unidad de cuidados intensivos; los informes del doctor eran cada día más pesimistas. Finalmente la lucha terminó y Felipe falleció. Cuando me preparaba para el funeral, mi mente se remontó a los días en la sala de espera de la unidad de cuidados intensivos. Mientras estuve allí, aprendí algo grandioso acerca de este hombre, pero no mediante el diagnóstico de los doctores, ni de las palabras

El verdadero valor no se encuentra en las cosas que le dejamos a nuestra familia, sino en lo que ellos han llegado a ser con nuestra ayuda.

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de los amigos, sino de las acciones de los miembros de la familia. Observé una familia que confiaba en Dios y que podía ver las necesidades de los demás por encima de su propio dolor. Una vez, mientras esperábamos, una mujer entró aterrorizada a la sala de espera. Estaba frenética, le acababan de informar que su esposo había sufrido un ataque al corazón. De una manera muy natural, los miembros de la familia de Felipe fueron de inmediato a compartir con la mujer el dolor que sentía. La Biblia nos hace esta pregunta: “¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol?” (Eclesiastés 1.3). Esa semana, al esperar con la familia de Felipe, aprendí la respuesta. El verdadero valor no se encuentra en las cosas que le dejamos a nuestra familia, sino en lo que ellos han llegado a ser con nuestra ayuda. Una herencia realmente valiosa para nuestros hijos es la del amor, no amor en un sentido vago, sino uno que perdurará más allá de nuestra vida. El amor que sentimos hacia Dios y el que recibimos de Él será el que alcance la vida de otros. Como padres, abuelos o personas que ejercen una fuerte influencia en la vida de los niños, tenemos la oportunidad y la responsabilidad de ayudarlos a moldear sus vidas. Sin duda, esta tarea puede llegar a ser abrumadora, sobre todo en una sociedad que está descontrolada. La moral está salpicada

de valores éticos mezclados. Pero, ¡espere! En lugar de desesperarnos es mejor que ejerzamos la paternidad. Esto es, y siempre lo ha sido, el propósito de Dios (véase la actividad bíblica de la página 30). Ejercer a propósito la paternidad nos lleva a desempeñar una tarea donde la mayoría sentimos que no estamos preparados ni somos idóneos. Esto responde a tres preguntas esenciales: ¿Cuáles son los valores y el carácter que quiero desarrollar en mi hijo? ¿Cuáles son mis valores? ¿Hasta qué punto mi vida demuestra los valores que quisiera que mi hijo aprenda? El verdadero valor no se encuentra en las cosas que le dejamos a nuestra familia, sino en lo que ellos han llegado a ser con nuestra ayuda. ¿Cuáles son los valores y el carácter que quiero desarrollar en mi hijo? Pregúntate qué valores o qué características quieres que tus hijos, o los niños que te rodean, tengan cuando sean adultos. Haz una lista, si no te alcanza el espacio provisto, usa otra hoja o el margen. 1. _______________________________ 2. _______________________________ 3. _______________________________ 4. _______________________________ Considera estos valores y características cuando te propongas las metas al criar a tus hijos, nietos u otros niños en tu vida. Estas metas te guiarán a tomar decisiones y en la forma que te relacionas con esos niños. Mi esposa y yo hemos puesto la fe al comienzo de nuestra lista de valores. Queremos inculcársela y nutrir a nuestras hijas con ella. Buscamos las oportunidades y las diferentes maneras de que esta sea real en sus vidas. Una manera en que procuramos sus-

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tentar la fe de ellas es trasmitiéndoles un sentido de destino. Como padres, nuestra tarea es ayudar a los niños a darse cuenta de que Dios está con ellos y que hará cosas significativas a través de ellos. Cuando nos reunimos a orar juntos, le damos gracias a Dios específicamente por lo que Él está haciendo en sus vidas y le pedimos que las continúe moldeando para que sean personas que hagan grandes cosas para el Reino de Dios. En el día de sus cumpleaños, mis hijas disfrutan especialmente de los recuerdos de los años anteriores. Todos nos sentamos juntos y les contamos la historia del nacimiento. Luego, les hablamos sobre Dios y cómo fue fiel. También les contamos cómo las hemos visto crecer. Siempre terminamos este momento con una oración donde le pedimos a Dios que continúe revelando su voluntad en nuestras vidas. La visión y las metas que tenemos para nuestros hijos determinan las decisiones que tomamos como padres. Es verdad que los hijos, en definitiva, irán en la dirección que quieran, pero como padres debemos establecer las bases. Para ello necesitamos conocer muy

¿Practico debidamente los valores que deseo para mis hijos?

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claramente nuestra tarea como padres. ¿Por qué piensas que no se menciona al padre Lee 2 Timoteo 1.5. ¿Quién influyó en la vida es- ni el abuelo de Timoteo en el pasaje de 2 Timoteo piritual de Timoteo? 1.5 como quienes influyeron en su vida cristiana? ¿Por qué es mejor que padres, madres, abuelas y ¿Cuáles son mis valores? abuelos sean ejemplos de la vida cristiana? La mejor manera de inculcar valores en 3. ¿Hasta qué punto mi vida demuestra los vanuestros hijos es poniéndolos en práctica en lores que quisiera que mi hijo aprenda? nuestras vidas. Constantemente les comunicamos ¿Los valores que practicas a diario reflejan los valores a nuestros hijos; la pregunta es, ¿practica- valores que verdaderamente quieres para tu vida? mos dichos valores para que nuestros hijos pue- ¿Qué comunican estos en la vida de tus hijos? dan imitarnos? Los valores determinan las accio- ¿Qué medidas tomarás para acortar la distancia nes. Invertimos los recursos, tales como tiempo y entre los valores por los que quieres vivir y los dinero, en lo que creemos más importante; lo ha- que practicas? cemos directa o indirectamente, consciente o inCuando queremos ser ejemplo para nuestros conscientemente. Jesús lo expresó de esta mane- hijos, una cosa está muy clara. Las cosas que ra: “Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará practicamos hoy se transformarán en los hábitos también vuestro corazón” (Mateo 6.21). Por ejem- del mañana y en el legado de nuestros hijos. plo, si les digo a mis hijos que los amo y les doy Esta fue la experiencia de aquella familia en la muy poquito tiempo, lo que en verdad les digo sala de espera del hospital, ¡y también puede con mis acciones es que no es así. Las acciones serlo para ti! deben ir de la mano de las palabras. En las líneas Lee 2 Timoteo 3.15. ¿De qué manera Timoteo siguientes, haz una lista de los valores más impor- tuvo conocimiento de las Escrituras desde pequeño? tantes para ti. ¿En qué medida coinciden con los valores que deseas para tu hijo? 1. _________________________________________ 2. _________________________________________ 3. _________________________________________ 4. _________________________________________

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Contando a la generación venidera las alabanzas de Jehová, y su potencia, y las maravillas que hizo. Salmos 78.4

Actividad bíblica Lee Deuteronomio 6.4-9. Luego, responde las siguientes preguntas (si necesita más espacio, use otra hoja). 1. ¿Por qué es importante hacer lo que dicen los versículos 4-6 antes que los versículos 7-9? ___________________________ ___________________________ 2. ¿Cómo describe el versículo 7 el esfuerzo que ponemos al enseñar las verdades de

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Dios a nuestros hijos? ___________________________ 3. De acuerdo al versículo 7, ¿cuándo debemos enseñarles a nuestros hijos las verdades de Dios? ___________________________ ___________________________ Haz una paráfrasis de este versículo para reflejar las actividades de un día muy ocupado para ti. En el margen de la hoja, haz una lista de cómo puedes enseñar las verdades de Dios du-

rante tus actividades diarias. 4. Nosotros no observamos las costumbres que describen las Escrituras en el Antiguo Testamento; sin embargo, ¿cómo debemos mantener la Palabra de Dios en nuestra familia? Haz una lista en el margen. 5. Lee Deuteronomio 4.9. ¿Por qué es importante para los padres esta advertencia? ¿De qué manera esta tarea de la paternidad es responsabilidad de una generación? (Salmo 78.1-7).

Líder de grupo 1. Dé la bienvenida a los miembros y a los invitados a medida que lleguen. 2. Aliéntelos para que se sirvan los refrescos y se sumen al grupo. 3. Pídales que digan los motivos de oración. Diríjalos pidiendo también la bendición del Padre en este estudio. Líder de estudio 4. Señale el cartel de la unidad preparado según el ayuda I de la página 80. Presente la unidad haciendo una referencia al último párrafo de la sesión 4 en la página 42. 5. Si en su grupo hay personas que no tienen hijos, recuérdeles que esta unidad les ofrece la ayuda necesaria para cualquiera que esté en contacto con niños de la iglesia, allegados a ellos o de la comunidad. 6. Ponga a la vista de todos la tira preparada según el ayuda J de la página 80. Aliente a los miembros a que respondan. 7. Enseñe el cartel de Deuteronomio 6.4-9 preparado según el ayuda M de la página 81. Invite al grupo a leer este pasaje en voz alta. 8. Pídales a los miembros que mencionen valores que crean han tenido una influencia significativa en sus vidas. Trate de que sean palabras solas y apúntelas en la pizarra para confeccionar una lista. 9. Invite a los miembros a que mencionen los valores que quisieran enseñar a sus hijos o niños allegados. A medida que los miembros los van mencionando subráyelos en la lista. 10. Desafíe al grupo a que busque la relación que existe entre sus valores y aquellos que desean o eligen para sus hijos o niños allegados. 11. Dígales: “Los padres tienen una profunda influencia en la formación de valores en sus hijos. También, muchos niños de la iglesia reciben la influencia de los adultos de la iglesia”. Dirija la atención de los miembros a las preguntas de Timoteo ubicadas al final de cada subtema. Invite a tres miembros para que cada uno lea una pregunta. Dé lugar a que respondan y conversen al respecto. Enfoque la atención del grupo hacia la responsabilidad que los padres, abuelos y otros adultos al instruir a los niños enseñándoles los valores cristianos y siendo una buen ejemplo. 12. Señale el hecho de que Timoteo tuvo la influencia de su madre y su abuela, pero que al parecer no recibió influencia de su padre ni abuelo. Pídale al grupo que dialogue sobre la importancia de la influencia masculina como una significativa contribución a las vidas de los niños al enseñarles y ser ejemplos de los valores cristianos. 13. Pídales a algunos voluntarios que cuenten cómo sus vidas recibieron la influencia de la enseñanza y el ejemplo de padres, abuelos o maestros cristianos. 14. Recuérdele al grupo la manera en que el escritor celebraba los cumpleaños de sus hijas. Pídales a algunos miembros voluntarios que cuenten cómo tratan de trasmitirles a sus hijos los valores cristianos. 15. Presente brevemente la sesión 2. 16. Dirija al grupo en oración pidiéndole a Dios que guíe a los miembros a ayudar a los niños a desarrollar verdaderos valores cristianos.

Guía de discusión para ayudar a los miembros del grupo a examinar sus valores y ayudar decididamente a sus hijos a desarrollar valores cristianos

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Semana

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Valores cristianos: un legado a nuestros hijos Trasfondo: Marcos 12.30-31

C Nuestro amor por Dios hace posible todas las demás relaciones de amor.

uando miré la pantalla del televisor, sentí una sensación súbita de náusea. En un popular programa de polémicas periodísticas, había una madre en el escenario cargando a su pequeño hijo. El niño vestía un uniforme encapuchado del Ku Klux Klan (organización racista secreta de EE.UU.). Durante una hora, jóvenes y ancianos trataron de justificar su odio por ciertos grupos raciales y religiosos. Había un hecho comprobable y triste en la mayoría de sus relatos, heredaron las creencias de sus propios padres... y lo expresaban con orgullo. Nuestra influencia como padres es importante e inevitable. He hablado con muchas personas que afirman que incluso un padre o madre ausente

¿En qué se diferencian mis valores cristianos de los de nuestros vecinos que, aunque inconversos, son personas buenas y honestas?

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causó un tremendo impacto en su vida. De nosotros depende la decisión de influir para bien o para mal. Hay valores o principios que deseamos que nuestros hijos atesoren. ¿Cómo podemos afirmar esos valores en ellos? Como padres, abuelos u otros adultos que influyen en los niños, eso comienza con nosotros mismos, al formular y responder las tres preguntas siguientes. ¿Cuál es el centro de mis valores? Para trasmitir a nuestros hijos una tradición de valores cristianos necesitamos darle suma importancia a los que Jesús consideró importantes. Un día, uno de los escribas le preguntó a Jesús: “¿Cuál es el primer mandamiento de todos?” Jesús le respondió: “Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas ... Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que estos” (Marcos 12.28-31). Ahora dedica un tiempo a completar la actividad bíblica de la página 34. Jesús reveló claramente que el amor a Dios era el centro de sus valores. Eso lo mantenía concentrado en su misión redentora sin importar las circunstancias (1 Juan 4.7-10; Hebreos 12.2). Tenemos que amar a Dios, al prójimo y a nosotros mismos, pero nuestro amor a Dios es lo más importante. Nuestro

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amor a Dios hace posible todas las demás relaciones de amor. De todos tus valores, ¿cuál es el más valioso? Vuelve a considerar los valores más importantes para ti, según la sesión de la semana pasada; luego pregúntate: ¿Cuál es la fuerza que impulsa mis valores? Lee Hebreos 12.2. La Bibliaa dice que Jesús sufrió la cruz “por el gozo puesto delante de él”. ¿Qué significa eso? ¿Son cristianos mis valores? Muchos de mis vecinos son personas buenas y honestas. Sus valores son sólidos, pero no son creyentes. Aún así poseemos muchas de las mismas prioridades. No obstante, mis valores cristianos se diferencian de los de nuestros vecinos en que decidí poner mi amor a Dios y sus normas en el centro mismo de mi sistema de valores. Al hacerlo, mis valores cobran un significado totalmente nuevo. Examinemos tres modos en que eso sucede: • Su amor es lo que me estimula. Mi decisión de amar a Dios hace que todos los días tenga presente esto: la vida es mucho más que vivir en la tierra. Pasaré la eternidad cara a cara con aquel cuyo amor profundizo cada vez más (1 Corintios 13.2). Lo que más deseo y valoro aquí y ahora es lo que le agrade a Él por toda la eternidad. Para mí no es suficiente que mis valores causen un impacto terrenal en mi vida y la de otros. Quiero que mis valores revelen mi amor a Dios. Así que valoro cosas tales como la creatividad, el conocimiento, las artes y mi familia... pero si las valoro no es por lo que pueden aportar ahora, sino por las maneras en que puedo agradar a Dios a través de ello. • Su fortaleza es lo que me da poder. Porque Dios es el centro de mis valores, los mismos son mucho más que ilusio-

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nes. Los respalda la potestad del universo. Dios reconoce la decisión de amarlo y nos brinda la fortaleza (Filipenses 4.13) y el fruto del Espíritu (Gálatas 5.22-23) para que vivamos nuestros valores de una manera que le agrade a Él. • Su propósito es lo que me impulsa. Cuando amamos a alguien, nos gusta hacer alarde de esa persona. Cuando amamos a Dios, queremos decírselo a otros para que también lleguen a conocer su amor. Nuestros valores tienen un propósito por excelencia, el cual llega a ser el propósito por excelencia de Dios mismo: revelar su gloria y gracia redentora. A pesar de que formamos y sustentamos un conjunto de valores para nuestros hijos, con el tiempo ellos harán sus decisiones con respecto a valores y prioridades. Sin embargo, si nuestro propósito principal es criar hijos que amen a Dios, ellos recibirán esa base valiosa que los guiará en sus decisiones futuras. El hijo de uno de mis amigos es músico de rock. Mi amigo detesta la música rock. En la lista de sus asuntos importantes de la vida es imposible encontrar la música rock; sin embargo, es prioridad para su

Lo importante que debemos trasmitir a nuestros hijos es: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas”.

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hijo. Para mi amigo no es un problema porque sabe que su hijo ama a Jesús desde lo más profundo de su ser. Lo que su hijo valora en la música rock lo guían tres ingredientes de los valores cristianos. El joven toca música en un conjunto de rock cristiano que evangeliza a personas que su padre jamás podría alcanzar... y de eso mi amigo está muy orgulloso. Si a ti te permitieran trasmitirle una sola verdad a tus hijos, ¿cuál sería? Considera esta: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas”. Entonces pregúntate: ¿Son cristianos mis valores? ¿Incluyen acaso estas características? ¿Es su amor lo que me estimula? ¿Es su fortaleza lo que me da poder? ¿Es su propósito lo que me impulsa? Lee 1 Corintios 10.31. Al hacer lo que dice este versículo, ¿cómo se indica que nuestro amor a Dios es un valor central? ¿Cómo situar el amor el centro? La idea de enseñarle a nuestros hijos a amar a Dios suena bien como principio y práctica. ¡Es algo bueno! No obstante, recuerda... No podemos trasmitir lo que no tenemos. ¿Cuánto amas a Dios? Reflexiona seria y sinceramente acerca de estas dos preguntas:

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1. ¿Quieres que tus hijos amen a Dios como tú lo amas hoy? 2. ¿Pueden tus hijos ver y experimentar que amas al Señor? No confiamos solo en la provisión, de Dios sino en su sabiduría. He aquí algunos pasos para tener lo que deseas trasmitir a tus hijos: • Haz de Cristo el centro de tu vida. Si reconoces que en alguna esfera de tu vida Cristo no tiene la importancia que merece, dale el control de esa esfera ahora mismo. No siempre es algo fácil de hacer, pero Dios te ayudará. • Pasa tiempo con Jesús. Como con toda relación saludable es necesario comunicarse. Conozca al Dios de amor y gracia mediante la oración y el estudio bíblico. Incluso el Señor Jesucristo tuvo la necesidad de pasar tiempo con el Padre (Mateo 14.23). Al parecer, el tiempo que Él invertía a solas con el Padre sustentaba esa relación de amor tan importante para Jesús. • Expresa su amor en obediencia. Jesús definió el amor a Dios en términos de obediencia (Juan 14.15,21,23-24) y no podemos hacer menos. Lee Juan 14.23-24. Nuestra obediencia a lo que Él nos manda indica algo acerca de nuestro amor a Jesús. ¿Qué es? ¿Qué se indica si no obedecemos?

Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Marcos 12.30

Actividad bíblica Busca y lee el pasaje de Marcos 12.30-31. Responde las siguientes preguntas. 1. ¿Qué significa aquí “el principal mandamiento”? ___________________________ 2. ¿Cómo debemos amar a Dios? Da un ejemplo práctico para cada uno de los cuatro aspectos del amor.

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____________ _____________ ____________ _____________ 3. ¿Cómo amas a los demás? Da un ejemplo práctico de cómo puedes amar a los demás como a ti mismo. ___________________________ 4. ¿Qué significa este pasaje con respecto al amor por uno mismo? ___________________________

5. Según 1 Juan 4.7-10, ¿cómo haces del amor un valor central en tu vida? ___________________________ ___________________________ 6. Lee 1 Corintios 8.1-2 y 10.31. Cuando haces juicios de valor en tu vida, ¿qué debe guiarte? ¿Por qué crees que eso es cierto? ___________________________ ___________________________

Líder de grupo 1. Salude a los miembros y sus invitados. Presente a los visitantes al grupo. 2. Pídale a un miembro que lleve un registro de los motivos de oración a medida que se mencionan y dirija al grupo en oración. 3. Sugiera a los miembros del grupo que identifiquen a amigos de la iglesia que podrían sacar provecho de las próximas sesiones de esta unidad. Pida a algunos voluntarios que se comuniquen telefónicamente o envíen una carta esta semana para invitar a dichas personas a la sesión de la próxima semana. Líder de estudio 4. Déles a los miembros la oportunidad de contar acerca de lo que aprendieron en la sesión anterior. Enfatice en la verdad central de la sesión anterior. Diga que debemos demostrar en nuestra vida los valores que queremos que nuestros hijos vivan. 5. Indique que la sesión 2 puede contribuir para que todos comprendan mejor las maneras de comunicar sus valores a sus propios hijos, nietos y otros niños en cuyas vidas influyen. 6. Coloque en un lugar visible el cartel preparado para la sesión 2, como se indica en el ayuda J de la página 80. Pida a los miembros que lo lean en silencio. 7. Presente a las personas que invitó para exponer los subtemas de esta sesión (véanse ayudas para el líder en la página 78). Haga que comiencen con los subtemas 1 y 2. 8. Dé oportunidad a la persona que invitó para exponer “¿Cuál es el centro de mis valores?” (véanse ayudas para el líder en la página 78). Asegúrese de que el invitado muestre el cartel denominado “El centro del amor” preparado como el ayuda L de la página 80. 9. Señale la pregunta que hay al final del subtema 2. Pregunte a los miembros del grupo cómo respondieron a dicha pregunta. 10. Pídales que busquen y lean el pasaje de 1 Juan 4.7-10 en sus Biblias. Formule las siguientes preguntas y anímelos a hacer comentarios: ¿Cuál es la forma más perfecta en que Dios nos expresa su amor? ¿Cuál es la razón más recta por la que debemos amarnos unos a otros? ¿Crees que es posible amar a Dios y cerrarle el corazón a los demás? 11. Pídale a la persona que invitó que exponga el último subtema “Cómo hacer del amor un valor central”. 12. Pida a los miembros que manifiesten cómo respondieron la pregunta que aparece al final del último subtema. Sugiera que la obediencia demuestra nuestro amor por Cristo, mientras que la desobediencia pone nuestro amor en duda. Pida a los miembros que cada uno reflexione en algunos aspectos de su vida en que no expresa su amor mediante la obediencia. Pídales que piensen en modos para comenzar a ser obedientes en dichas esferas. Haga una pausa para que durante un período de silencio oren por la dirección del Señor en tales aspectos. 13. Invite a los miembros a orar, según sientan que el Espíritu Santo los guía, para que Dios los encamine a trasmitir lo que tienen. Después que varios miembros oren, cierre la oración de grupo con esta frase: “En el nombre de Aquel que nos amó primero. Amén”.

Guía de discusión para ayudar al grupo a comprender que los valores centrales de un creyente crecen a partir del amor por el Señor Jesucristo, ya comprometerse a desarrollar un sistema de valores para trasmitirlo a sus hijos basado en ese amor y en la obediencia.

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Semana

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Trasmitamos amor: por esto sabrás que te amo Trasfondo: 1 Juan 4.7-19

S Al convivir con nuestros hijos les brindamos abundantes experiencias que los inspirarán a descubrir una estrecha relación con Dios.

i le preguntas a tu hijo “¿cómo sabes que te amo?”, ¿qué le respondería? ¿Cómo demuestras amor? ¿Con lo que dices y haces, o con abrazos y besos? ¿Qué responderían si preguntaras “cómo sabes que Dios te ama”? Los hijos comprenden y perciben el amor de sus padres porque lo tienen a la vista. Pero, ¿cómo empiezan a experimentar el amor de Dios? Cuando Dios decidió revelar su amor de manera que pueda entenderse, envió a su Hijo en forma humana. “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria...)” (Juan 1.14). Nuestra tarea es la de representar el amor de Dios en nosotros mismos. Nuestros hijos experimentan por

Cuando le grité: “¿No ves que estoy demasiado ocupado?”, se le llenaron los ojos de lágrimas y me di cuenta que me había equivocado seriamente.

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primera vez el amor de Dios a través de nosotros. Al convivir con nuestros hijos les brindamos abundantes experiencias que los inspirarán a descubrir una estrecha relación con Dios. He aquí tres pasos básicos a considerar. Demuéstrales una fe infantil: Mateo 18.3 Los niños le dan más importancia a los sentimientos que a los hechos. Percibirán lo que sientes hacia Dios. Para trasmitirles los sentimientos adecuados, necesitamos volver a ser como niños pequeños que experimentan la maravilla del amor de Dios. Recuerdo la primera vez que mi hija mayor visitó el zoológico. Clara había visto ilustraciones de esos animales, pero nunca los había visto personalmente. Se quedó inmóvil, de pie, con los ojos y la boca abiertos de par en par, observando cómo las páginas de su libro habían cobrado vida. No tardé en repetir los nombres y características de los animales, como si ella fuera la primera persona que los hubiera visto. Haz que las páginas de tu libro también cobren vida para tus hijos. Cuéntales del amor de Dios con el sentimiento y la impresión de descubrir lo nuevo que experimentaste cuando conociste al Señor. Vuelve a descubrir ese amor junto a tus hijos. Si se te olvidó esa sensación fresca y novedosa, detente, observa a tus hijos y vuelve a vivir esa novedad con ellos. Lee Mateo 18.3. ¿Cómo pueden los

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adultos demostrar que se identifican con los niños? Demuéstrales confianza y sinceridad: Mateo 18.4 Es un hecho comprobado: Los niños ven lo que hacemos mucho antes de que oigan lo que decimos. Deja que tus hijos vean tu amor por Dios; háblales de ello. En momentos de regocijo, permíteles presenciar la gratitud de tu corazón. En tiempos de necesidad, déjalos ver cuánto dependes del Salvador. Y, definitivamente, cuando te equivoques, demuestra cómo procurar y recibir perdón. Hace poco me encontré bajo cierta presión de trabajo para cumplir con una fecha de vencimiento. Mi hija menor me interrumpió para pedirme que la ayudara con su tarea escolar. No pude tolerar la distracción y le grité: “¿No ves que estoy demasiado ocupado? ¡No me molestes!” Se le llenaron los ojos de lágrimas y me di cuenta que me había equivocado seriamente. Eché a un lado mi trabajo, admití que no era bueno conducirme así y le pedí que me perdonara. Oramos juntos mientras pedí perdón a Dios y Carla oró por mí. Como resultado de mi necesidad, en ese momento Carla aprendió a quién recurrir cuando necesitamos perdón. Lee Mateo 18.4. ¿Cómo podemos demostrar humildad en nuestra relación con un niño?

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Muéstrales los tres aspectos del amor de Dios: 1 Juan 4.19 Consideremos maneras en que podamos mostrarles a nuestros hijos los tres aspectos del amor de Dios. La aceptación del amor. Cuando aceptamos a nuestros hijos en amor, aprenden a creer y decir: Sé que me ama por quien soy... (Romanos 8.37-39).

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He aquí cuatro maneras de demostrar aceptación. 1. Concentra tu atención: El amor se interpreta en la calidad y cantidad de tiempo que le dedicamos a nuestros hijos. Cuando pasamos tiempo con ellos, haciendo lo que disfrutan, es como decirles: “Eres lo bastante importante para merecer absolutamente toda mi atención”. 2. Mantén el contacto físico: Las personas experimentaban sanidad cuando Jesús las tocaba (Mateo 8.3,15; Apocalipsis 1.17). Lo mismo ocurre con nuestros hijos. Aprovecha cada oportunidad para estrecharlos y cargarlos en brazos. 3. Escúchalos: Hay que oírlos y comprenderlos. No te apresures a desatender sus problemas, darles una palmadita y enviarlos de regreso. Más importante aún, reconoce sus sentimientos y lo que ocurre en sus vidas. Anima en ellos el valor y el deseo de contarle cualquier inquietud del corazón (Hebreos 10.19,22). 4. Disfrútalos. Planea actividades divertidas para reír juntos en familia. Cuando tus hijos sean adultos recordarán que les demostraste tu sentido del

El amor se interpreta en la calidad y cantidad de tiempo que le dedicamos a nuestros hijos.

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humor. Que siempre sepan que disfrutas de su compañía. La afirmación del amor. A medida que les afirmes amor, los hijos aprenderán a decir: Tengo talentos y puedo aportar algo importante (Proverbios 22.6). Elogia el hecho de que tu hijo es especial para ti. Reafirma los intereses, los puntos fuertes y los logros de tu hijo. Establece un ambiente de afirmación mediante: 1) elogios tan específicos como puedas; 2) tu ayuda para que reconozcan lo que hacen bien; 3) oportunidad y espacio para que ejerciten sus talentos en un ambiente sano, o sea, una atmósfera de logros, no de críticas; 4) la meditación acerca de tu hijo. Formúlate estas preguntas: ¿Cuáles son las habilidades evidentes que necesitan mi afirmación? ¿Cuáles son las habilidades que comienzan a manifestarse y necesitan de mi aliento? La disciplina del amor: Con este aspecto del amor, tu hijo aprenderá a decir: Vivo en un mundo en el que Dios ha establecido la norma de lo que es bueno y lo que es malo. Se espera que sea responsable de mis acciones (Efesios 4.1). Recuerda dichas pautas generales para reprender en amor. 1. Distingue entre la persona y el comportamiento y discierne entre la disciplina y el castigo.

Procura rectificar el comportamiento en lugar de castigar a la persona. 2. Al reprenderlos, habla en primera persona. Por ejemplo, di: “No me gusta que...” Incluye tus sentimientos al expresar: “Eso me hace sentir así... porque...” Ayúdalos a comprender las consecuencias de sus acciones. Es importante expresarse con sinceridad y autenticidad sin menospreciar al niño. 3. Permite que relacionen sus acciones con consecuencias en un ambiente sano (Gálatas 6.4,7-8). Señala la conducta positiva (Mateo 25.21). Elógialos en público (nunca los desprestigies ante otros), y recompénsalos con responsabilidades y privilegios crecientes. Cuando representamos el amor de Dios en nosotros mismos con una fe infantil, con sinceridad, verdad, hechos de aceptación, afirmación y reprensión, nuestros hijos llegarán a comprender la profundidad del amor de Dios. Tendrán experiencias reales que relacionarán con la obra del Espíritu Santo en su corazón. Cuando sepan que Dios los ama, podrán responder a Dios en amor. (1 Juan 4.19). De esta manera podemos contribuir a crear un núcleo o centro de amor que guiará continuamente los valores de nuestros hijos.

Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero. 1 Juan 4.19

Actividad bíblica Busca y lee los siguientes versículos. Mateo 18.3-4 Juan 1.14 1 Juan 4.19 Romanos 8.37-39 Hebreos 10.19-22 Proverbios 22.6 Efesios 4.1 Gálatas 6.7-8 Mateo 25.21

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Ahora responde las siguientes preguntas. 1. ¿Qué revelan estos pasajes acerca del amor de Dios? ___________________________ ___________________________ ___________________________ ___________________________ ___________________________ ___________________________ ___________________________ ___________________________ ___________________________ ___________________________

2. Haz una lista de maneras en que puedes representar dichas verdades para tu hijo. (Si fuera necesario, consulta el artículo de estudio.) ___________________________ ___________________________ ___________________________ ___________________________ ___________________________ ___________________________ ___________________________ ___________________________ ___________________________ ___________________________

Líder de grupo 1. Salude a los miembros a medida que lleguen. 2. Presente los motivos de oración por los que han estado orando, pregunte por los actuales y dirija al grupo en oración pidiendo por sus necesidades. Líder de estudio 3. Pregúnteles a los miembros de qué manera se sienten al tener la posibilidad de trasmitirles sus valores a sus queridos hijos. 4. Muestre el cartel o la tira de la sesión 3 según el ayuda J de la página 80. Enfatice el concepto de los valores y el amor cristiano. 5. Divida al grupo en cuatro equipos. Cada uno leerá el primer subtema: “Demuéstrales una fe infantil”. Pídale al equipo 1 que lo aplique a un niño preescolar; al equipo 2 que lo aplique a un niño escolar; al equipo 3 a un adolescente de la enseñanza media o secundaria; y al equipo 4 a un joven que ya está en la universidad o mayor de 18 años. 6. Pida los informes a los grupos. Dé lugar al diálogo. 7. Llame al miembro que hará la breve presentación sobre los tres aspectos del amor de Dios. Use el cartel preparado según el ayuda N de la página 80 y vea también las ayudas para el líder en la página 78. 8. Señale que muchos de los problemas a los que se enfrentan los padres y los hijos se relacionan con las críticas. Diga: “En la tormenta del conflicto podemos causar mucho daño. Una manera de evitar las tempestades emocionales es usando frases que expresen las emociones, pero que a la vez corrijan las situaciones. Por ejemplo: ‘No me agrada como (mencione la conducta errónea), me hace sentir... Las consecuencias de dicha conducta son...’ De esta manera, comunicamos honradamente las conductas que no aprobamos, cómo nos sentimos y las consecuencias”. Ahora, pídales a los miembros que describan situaciones similares vividas con sus hijos. Puede hacer una breve representación dramática. Primero represente la situación, segundo aplique la frase mencionada anteriormente y tercero aliente a los miembros a que cuenten lo que pensarían y harían en tales casos. 9. Pídales a los miembros que lean los pasajes de las Escrituras mencionados en la página 38. Luego pregunte: ¿Cuál sería una de las maneras en que los padres pueden ser ejemplo de las enseñanzas bíblicas para los niños? Espere a que respondan. 10. Pídale al grupo que lea y responda la pregunta que está el final del subtema 2. Dígales: “Por lo general creemos que no necesitamos ser humildes cuando tratamos con nuestros hijos, sin embargo, esto es muy importante porque ellos nos escucharán y nos perdonarán cuando sea necesario”. 11. Pídale a uno de los líderes que ore, pidiéndole a Dios su ayuda para poder demostrarles a nuestros niños que los amamos. 12. Pídale a cada uno de los miembros que traiga un elemento que se use en una de las tradiciones favoritas de la familia.

Guía de discusión para ayudar a los miembros del grupo a entender que debemos interpretar los valores que queremos trasmitirles a nuestros hijos, por medio de las palabras, las actitudes y las acciones que provienen del amor

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Semana

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Tradiciones familiares Trasfondo: Oseas 6.6; Miqueas 6.6-8; Mateo 12.1-8; Colosenses 2.8

“P Las tradiciones familiares nos brindan una estructura y un proceder, creando un sentimiento de estabilidad en este inestable mundo.

api, eso no es así, nosotros lo hacemos de esta manera”. Estas fueron las palabras de mis hijas cuando un año olvidé exactamente cuál era la secuencia de nuestra rutina en la mañana de Navidad. ¿Cómo lo recordaron y por qué era tan importante para ellas? Estos hechos tenían un gran significado para mis niñas. Las tradiciones familiares nos brindan una estructura y un proceder, creando un sentimiento de estabilidad en este inestable mundo. Las tradiciones son las herramientas con las que comunicamos las cosas de más valor. Los libros del Antiguo Testamento, desde Éxodo hasta Deuteronomio, revelan un sinnúmero de ejemplos donde Dios se valió de las

Las tradiciones familiares, como la celebración de los cumpleaños, son una muy importante parte de la vida familiar.

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tradiciones para mantener al pueblo de Israel cerca de Él. La ordenanza de la Santa Cena instituida por Jesús es una de las tradiciones más significativas de la iglesia. Si deseas valerte de las tradiciones para construir lazos de amor y desarrollar valores cristianos, necesitas tres cosas: entender, mantener y asegurarte. Entender que son poderosas Nuestras vidas están llenas de tradiciones: estas rutinas que repetimos una y otra vez a menudo pasan a ser parte de nuestra naturaleza, la manera en que esperamos que las cosas se hagan. Si dudas del poder que tienen las tradiciones familiares, tan solo observa las luchas que se dan en una pareja recién casada cuando llega el momento de decidir sobre cuándo abrir los regalos de Navidad, dónde se reunirán el día de Acción de Gracias, o dónde y cómo adorar a Dios y por qué. Las tradiciones no siempre son positivas y este es el caso de Linda. Para ella, la Navidad era cualquier cosa menos paz en la tierra y buena voluntad para con los hombres. La Navidad estaba rodeada de un clima de tensión y depresión. Recuerda cómo sus padres bebían, se peleaban, compraban regalos pensando en los que recibirían y se reunían con parientes que ni siquiera apreciaban. Para ella fue la soledad y tratar de mantenerse alejada de sus padres lo que esta tradición dejó. Años

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más tarde esta experiencia afectó la vida de Linda. A pesar de que está tratando de construir nuevas experiencias, es difícil borrar los malos recuerdos. Las tradiciones se asocian con sentimientos muy profundos y poderosos. Estos sentimientos impactan a los niños antes de que ellos puedan entenderlos. En el caso de Linda, no fue hasta que se convirtió en un adulto, que entendió realmente por qué la Navidad resultaba en depresión y cómo ella debía cambiar esto. Detente unos momentos a pensar de qué manera las tradiciones de la niñez te afectan hoy. ¿De qué manera estas tradiciones afectan a tus hijos o nietos? Las tradiciones familiares que creamos hoy para nuestros hijos vivirán con ellos por el resto de sus vidas. ¿Cómo quisieras que estas tradiciones impactaran a tus hijos o nietos? Antes de establecer y trasmitirles tradiciones saludables piensa si debes echar a un lado otras, no tan saludables, que tal vez acarreas desde el pasado. Lee Lucas 2.41-42. ¿Qué tradición sugiere este pasaje que practicaba la familia de Jesús? ¿Qué importancia tuvo en la infancia de Jesús? Mantener el porqué antes del qué Dios le dio al pueblo de Israel tradiciones que debían guardar. Sin embargo, aun ellos cayeron en la trampa de olvidar la base de esas tradiciones, lo más importante que había detrás de ellas, el “porqué y el qué”. Los israelitas terminaron practicando dichas costumbres, pero olvidaron el propósito: “¿Con qué me presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios Altísimo? ¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año? ¿Se agradará Jehová de millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite?

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¿Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma? Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios” (Miqueas 6.6-8). Aquí vemos un ejemplo del origen de la mayoría de las tradiciones. Le pregunté a un líder de otra iglesia por qué siempre cantaban la misma canción al concluir el culto, y me respondió: “Ni sé por qué lo hacemos”. El porqué es la esencia de las tradiciones. Las mantiene vivas y nos recuerdan la razón al ponerlas en práctica. Necesitamos recordar por qué lo hacemos. Si nos olvidamos del porqué, tendremos que redescubrir la razón de dicha tradición y, tal vez, buscar una manera más relevante de comunicar nuestras verdades. Al educar o criar a nuestros hijos, ejerciendo nuestro derecho de padres, debemos recordar el porqué para garantizar que las tradiciones nunca se pierdan. Lo que fue significativo para nuestros niños a los ocho años, tal vez ya no lo sea a los dieciséis. Si el amor de Dios es la esencia de

Las tradiciones familiares de la Navidad les trasmiten a nuestros hijos el amor por el Señor de una forma práctica.

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nuestras tradiciones, los valores cristianos que le trasmitiremos a nuestros hijos estarán también llenos del amor del Padre. Detente unos momentos y pregúntate: ¿Demuestran las tradiciones familiares el amor que sentimos por el Señor de una manera significativa para nuestros niños? Lee Marcos 3.1-6. ¿Puedes ver en estos versículos la evidencia de que la gente se ha olvidado del verdadero significado de guardar el día del Señor? Asegurarse de que estas etapas se cumplan: repaso, investigación y solución Para tener siempre presente el porqué de las tradiciones debemos asegurarnos de que se cumplan estas tres etapas que mencionamos anteriormente. Reúnete con la familia para conversar sobre ello. Aquí te damos algunos ejemplos que puedes reevaluarlos: la rutina de acostarse a la noche, las comidas, los cumpleaños, el devocional familiar, los cultos de adoración, los feriados, etc. • Repaso: ¿Por qué lo hacemos de esta manera? ¿Demostramos el amor de Dios y los valores cristianos que queremos que perduren en nuestros niños? • Investigación: ¿Cuáles son algunas de las maneras creativas que podemos implementar para continuar observando esta tradición? Visita la li-

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brería evangélica de tu vecindad o la biblioteca de tu iglesia para buscar material con respecto a este tema. Pregúntales a tus amigos y miembros de la iglesia cómo celebran ellos estas tradiciones familiares. • Solución: ¿Qué cambios deberíamos hacer, cuándo y cómo? ¿Son realmente valiosos? Una vez que la familia tomó una decisión al respecto, comprométete a llevarla a cabo. No te desanimes si aparecen dificultades. Recuerda que lleva tiempo desarrollar nuevos hábitos. El legado de los valores cristianos que queremos dejarles a nuestros hijos se va construyendo poco a poco. En primer lugar, identificaremos qué valores queremos para nuestros hijos, analizaremos los nuestros y luego los compararemos para decidir cuáles les trasmitiremos a ellos. Como padres debemos comunicárselos en amor, ese amor que proviene de Dios y que se manifiesta a través de la fe, la sinceridad, la confianza, la aceptación, la afirmación y la disciplina. Por último, teniendo todo esto en cuenta, las familias pueden crear tradiciones que aseguren y mantengan fuertes lazos de fe y amor. Lee 1 Corintios 11.23-26. ¿Qué significado tiene la Cena del Señor? ¿Qué podemos hacer para preservar el verdadero significado?

Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. Colosenses 2.8

Actividad bíblica 1. De acuerdo a Oseas 6.6 y Mateo 12.1-8, ¿qué busca Dios en nuestras tradiciones? ___________________________ ___________________________ 2. Lee Mateo 15.3-9. ¿Por qué Cristo habló tan negativamente de las tradiciones humanas? ___________________________ ___________________________ ___________________________

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3. ¿Cuáles son algunas de las influencias que podrían hacer de una tradición algo negativo? ___________________________ ___________________________ ___________________________ ___________________________ ___________________________ 4. De acuerdo a Colosenses 2.8, ¿cuál debería ser la base de nuestras tradiciones? ___________________________ ___________________________

5. Repasa el subtema 3. Elige un aspecto de las tradiciones de tu familia para evaluarlas. Escribe tu conclusión abajo. ___________________________ ___________________________ ___________________________ ___________________________ ___________________________ ___________________________ ___________________________ ___________________________ ___________________________ ___________________________

Líder de grupo 1. Dé la bienvenida a los miembros e invitados. Presente a las visitas. 2. Recuerde los motivos de oración que se presentaron en la sesión pasada, pida que se agreguen los de esta semana. Invite a algún miembro para que ore. Líder de estudio 3. Ponga la tira o el cartel de esta sesión preparado según el ayuda J de la página 80 y pídale a alguien que lo lea en voz alta. 4. Atraiga la atención del grupo hacia la exhibición de los elementos relacionados a las tradiciones familiares (véanse las ayudas para el líder de la página 78). Otórgueles un tiempo a los miembros para que comenten sobre los elementos que trajeron para la exhibición y qué relación tienen con las tradiciones familiares. 5. Pídales a dos personas que lean Oseas 6.6 y Mateo 15.3-9. Pregúnteles: “¿De qué manera estos pasajes se relacionan con las tradiciones familiares?” Permita unos momentos para que se comenten. 6. Divida al grupo en tres grupos y distribuya las siguientes tareas: Equipo 1: Deben leer el subtema 1 y, basándose en este y en las experiencias personales, preparar un comentario con respecto al poder o influencia que tienen las tradiciones familiares. Equipo 2: Deben leer el subtema 2 y, basándose en este y en las experiencias personales, preparar un comentario sobre las trampas que pueden tener algunas tradiciones familiares. Equipo 3: Deben leer el subtema 3 y, basándose en este y en las experiencias personales, preparar una lista de las esferas donde las familias deben evaluar sus tradiciones.

Guía de discusión para ayudar a los miembros del grupo a entender la importancia de las tradiciones familiares y a mantener solo las que promueven el crecimiento de la familia y honran a Cristo.

7. Permita que se lean y comenten los informes preparados por los grupos. 8. Pídale a cada grupo que se lea el pasaje de la Escritura y la pregunta que aparece al final de cada subtema. Pídales a los miembros que respondan y dialoguen al respecto. Pregúnteles: “¿De qué manera estos versículos nos muestran la influencia de las buenas tradiciones? ¿De qué manera sugieren que una buena tradición puede llegar a perder su verdadera intención?” Permita que haya un tiempo de discusión. 9. Distribuya las hojas de trabajo que preparó según el ayuda O de la página 80. Déles tiempo a los miembros para que piensen las respuestas. 10. Pregunte: “Durante este estudio, ¿qué fue lo más importante que aprendió o reafirmó con respecto a la responsabilidad que tienen los adultos para con los niños? ¿Qué cambios consideraría necesarios hacer?” No insista en que las respuestas sean en voz alta. 11. Aliente a los miembros a ser fieles a su compromiso como padres, abuelos, etc. en la educación de los niños. 12. Dirija al grupo en oración pidiendo que Dios les guíe a crecer en amor y desarrollar más su habilidad de ser padres.

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