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El Noveno Mandamiento Pregunta: ¿Qué significa el noveno Mandamiento? I. Información: a. Primero veamos lo que nos dice el Diccionario Bíblico Adventista. El 9o salvaguarda la verdad y previene contra el perjurio. b. Ahora veamos algunas Citas Bíblicas. Éxodo 20:16 (Reina-Valera 1960) 16 No hablarás contra tu prójimo falso testimonio. Éxodo 23:1 (Reina-Valera 1960) 1 No admitirás falso rumor. No te concertarás con el impío para ser testigo falso. Éxodo 23:7 (Reina-Valera 1960) 7 De palabra de mentira te alejarás, y no matarás al inocente y justo; porque yo no justificaré al impío. Juan 14:6 (Reina-Valera 1960) 6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. 1 Juan 2:3-4 (Reina-Valera 1960) 3 Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. 4 El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; Juan 8:44 (Reina-Valera 1960) 44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. 1 Juan 3:8 (Reina-Valera 1960) 8 El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. Levítico 19:16 (Reina-Valera 1960) 16 No andarás chismeando entre tu pueblo. Proverbios 12:22 (Reina-Valera 1960) 22 Los labios mentirosos son abominación a Jehová; Pero los que hacen verdad son su contentamiento. Proverbios 10:19 (Reina-Valera 1960) 19 En las muchas palabras no falta pecado; Mas el que refrena sus labios es prudente. Mateo 12:34-37 (Reina-Valera 1960) 34 !!Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca. 35 El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas. 36 Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. 37 Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado. Tito 1:2 (Reina-Valera 1960) 2 en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los
siglos, Efesios 4:21-25 (Reina-Valera 1960) 21 si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús. 22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, 23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente, 24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. 25 Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. Salmos 5:6 (Reina-Valera 1960) 6 Destruirás a los que hablan mentira; Al hombre sanguinario y engañador abominará Jehová. Salmos 34:13 (Reina-Valera 1960) 13 Guarda tu lengua del mal, Y tus labios de hablar engaño. Salmos 141:3 (Reina-Valera 1960) 3 Pon guarda a mi boca, oh Jehová; Guarda la puerta de mis labios. Santiago 3:2-12 (Reina-Valera 1960) 2 Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo. 3 He aquí nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y dirigimos así todo su cuerpo. 4 Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere. 5 Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, !!cuán grande bosque enciende un pequeño fuego! 6 Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno. 7 Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana; 8 pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal. 9 Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. 10 De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. 11 ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? 12 Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce. Efesios 4:29 (Reina-Valera 1960) 29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. c. Ahora, veamos lo que nos dice el Comentario Bíblico Adventista. Éxodo 20:16. Falso testimonio. Este mandamiento puede ser transgredido de una manera pública mediante un testimonio mentiroso dado ante un tribunal (cap. 23:1). El perjurio siempre ha sido considerado como un delito grave contra la sociedad, y condignamente castigado. En Atenas, un testigo falso sufría una fuerte multa. Si se le comprobaba tres veces esa falta, perdía sus derechos civiles. En Roma, una ley de las Doce Tablas condenaba al perjuro a ser arrojado cabeza abajo desde la roca Tarpeya. En Egipto, el castigo era la amputación de la nariz y las orejas. Esta prohibición del Decálogo frecuentemente es violada hablando mal de otro, con lo que su reputación es manchada, sus motivos son tergiversados y su nombre es denigrado. Son demasiados los que hallan que es insípido e insustancial alabar a sus prójimos o hablar bien de ellos. Encuentran una emoción maligna en
hacer resaltar los defectos de conducta de otros, en juzgar sus motivos y criticar sus esfuerzos. Ya que por desgracia muchos siempre están listos y ávidos para escuchar esta supuesta sabiduría, se aumenta la emoción y se exalta el yo egoísta y pecaminoso del detractor. Este mandamiento también puede ser quebrantado por los que se quedan en silencio cuando oyen que un inocente es calumniado injustamente. Puede ser quebrantado por un encogimiento de hombros o un arquear de las cejas. Cualquiera que desfigura, de cualquier manera, la verdad exacta para obtener una ventaja personal o por cualquier otro propósito, es culpable de dar "falso testimonio". La supresión de la verdad que podría perjudicarnos o perjudicar a otros, también significa dar "falso testimonio". (Comentario Bíblico Adventista, Tomo1, Págs. 618-‐619) d. Por último, veamos lo que nos dice el Espíritu de Profecía. "No levantarás falso testimonio contra tu prójimo." La mentira acerca de cualquier asunto, todo intento o propósito de engañar a nuestro prójimo, están incluidos en este mandamiento. La falsedad consiste en la intención de engañar. Mediante una mirada, un ademán, una expresión del semblante, se puede mentir tan eficazmente como si se usaran palabras. Toda exageración intencionada, toda insinuación o palabras indirectas dichas con el fin de producir un concepto erróneo o exagerado, hasta la exposición de los hechos de manera que den una idea equivocada, todo esto es mentir. Este precepto prohíbe todo intento de dañar la reputación de nuestros semejantes por medio de tergiversaciones o suposiciones malintencionadas, mediante calumnias o chismes. Hasta la supresión intencional de la verdad, hecha con el fin de perjudicar a otros, es una violación del noveno mandamiento. (Elena G. de White, Patriarcas y Profetas, Págs. 317-‐318) II. Resumen: Éxodo 20:16 (Reina-Valera 1960) 16 No hablarás contra tu prójimo falso testimonio. El noveno Mandamiento nos pide que tengamos mucho cuidado con dar falso testimonio. Cualquiera que desfigura, de cualquier manera, la verdad exacta para obtener una ventaja personal o por cualquier otro propósito, es culpable de dar "falso testimonio". (Comentario Bíblico Adventista, Tomo1, Págs. 618-‐619) Para el ser humano mentir es una costumbre, un hábito. Hemos heredado la mentira de generación en generación. Pero el autor de la mentira no fue un ser humano de carne y hueso, sino un ángel que se rebeló contra Dios en el cielo. Satanás recurrió a la mentira para engañar a un tercio de los ángeles a que lo siguieran en su rebelión contra el Creador del universo; calumniándolo y acusándolo de cosas que no eran ciertas. Ellos siguieron a Satanás porque no confiaron en Dios, y como resultado de esto fueron expulsados del cielo. Pero, el enemigo no se detuvo ahí. Satanás también logró engañar a Eva en el Edén empleando de nuevo sus trucos y artimañas; haciéndose pasar por un ser bello y majestuoso. Fue así como nuestros primeros padres perdieron no solo el dominio de este mundo, sino también el acceso al árbol de la vida. Desde entonces hasta hoy día, Satanás, "el padre de mentira" (Juan 8:44), ha estado engañando a todos los habitantes de este planeta. En contraste con esto, Jesús es "el camino, y la verdad, y la vida." (Juan 14:6). Si hablamos y andamos conforme la verdad, entonces le pertenecemos a Él, y sabemos que estamos en Cristo (1 Juan 2:5). Pero si practicamos la mentira, entonces le pertenecemos al diablo (1 Juan 3:8). Romanos 6:16 resume esto claramente, "¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?" Si nuestros actos no reflejan nuestras palabras, si decimos ser cristianos pero con nuestro testimonio nos contradecimos, entonces nos podríamos estar engañando a nosotros mismos, pensando que al que servimos es a Cristo, cuando en realidad podríamos estar sirviendo al enemigo de las almas. "El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él;" (1 Juan 2:4).
¿Con cuanta frecuencia mentimos para vernos bien con nuestra familia, amigos, o compañeros de trabajo? ¿Exageramos detalles para lucir mejor ante otros? ¿Nos callamos parte de la verdad para nuestro beneficio propio? ¿Usamos aun la verdad para transmitir una idea mal intencionada? Debemos entender que no solo mintiendo directamente se puede transgredir el noveno Mandamiento, sino también al: 1-‐ testificar falsamente ante la justicia (cometer perjurio) 2-‐ exagerar una verdad (adular, para beneficiar o ensalzar a otros o a nosotros mismos) 3-‐ insinuar algo (presentar algo (aun una verdad) con el propósito de generar una falsa idea) 4-‐ usar suposiciones mal intencionadas (dar por cierto algo con el fin de dañar) 5-‐ calumniar (atribuir a alguien falsamente y con malicia palabras, actos o intenciones deshonrosas) 6-‐ chismear (murmurar, conversar en perjuicio de un ausente) 7-‐ suprimir la verdad (decir parte de la verdad con el fin de perjudicar) Nos puede incluso llegar a parecer correcto emplear el uso de mentiras "blancas" o "pequeñitas" para proteger a alguien, o aun a nosotros mismos, pensando que estas mentiras son permitidas. Pero esto es realmente decirle a Dios que no confiamos en Él. Usar una mentira con el fin de salvar o proteger, en medio de una situación adversa, es decirle a Dios que no tenemos la suficiente fe que Él nos puede ayudar o librar de la misma. Pensamos que hay mentiras buenas o permitidas porque vivimos engañados. La mentira es mentira y Dios nunca la justificará, "De palabra de mentira te alejarás...porque yo no justificaré al impío." (Éxodo 23:7). La mentira no es algo que Dios ve como algo menor o leve. Así como un cerillo, por muy pequeño e inofensivo que este parezca, puede empezar un incendio y destruir bosques completos, así también nuestra lengua, puede llegar a causar los más terribles daños a nuestro prójimo. Veamos este comentario de Proverbios 25:18: Proverbios 25:18 (Reina-Valera 1960) 18 Martillo y cuchillo y saeta aguda Es el hombre que habla contra su prójimo falso testimonio. "Martillo y cuchillo y saeta aguda. Con estos tres implementos se representa el efecto del testigo falso sobre su víctima. El primero es en realidad una "maza" o cachiporra que se usaba en la guerra para aplastar cabezas, quebrar huesos y golpear a las víctimas. Algunos ataques perpetrados en perjuicio de la reputación de una persona son devastadores; sencillamente, la aplastan y la arruinan. Otros, con palabras agudas infligen profundas heridas como las de una espada, que dejan a su víctima inválida, y muchas veces la matan. Pero una de las armas predilectas del calumniador es la saeta o dardo. Arrojada desde cierta distancia, perfora el corazón y mina la voluntad de luchar contra la enemistad disfrazada del arquero, que muchas veces se hace pasar por amigo. Estos ataques quebrantan tanto el sexto como el noveno mandamiento (Exo. 20: 13, 16; PP 317)." (Comentario Bíblico Adventista, Tomo 4, Págs. 1050-‐1051) Pero no solo tienen serias consecuencias el uso de mentiras en nuestro prójimo, o aun en nosotros mismos. Fue también a través de mentiras que el mismo Señor Jesucristo fue injustamente condenado a morir. Mateo 26:59 (Reina-Valera 1960) 59 Y los principales sacerdotes y los ancianos y todo el concilio, buscaban falso testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte, Nuestro Señor Jesús fue llevado a la cruz por testigos falsos, porque no se encontró mentira en Él. Fue necesario testificar en falso en su contra para satisfacer la maldad del hombre. Así es como el padre de la mentira trabaja para destruir la verdad. No debemos nunca testificar en falso, pues nuestras palabras pueden llegar a servir para destrucción. Hablando de la destrucción, Dios nos habla clara y directamente aquí: Salmos 5:6 (Reina-Valera 1960) 6 Destruirás a los que hablan mentira; Al hombre sanguinario y engañador abominará Jehová. Esta advertencia debe hacernos reflexionar antes de abrir nuestra boca. Si en verdad somos hijos de Dios,
solo verdad debemos hablar. Si Dios aborrece la mentira (Proverbios 6:20), nosotros sus hijos, también debemos aborrecerla. Seamos siempre honestos al hablar, pues tarde o temprano toda obra oculta saldrá a la luz. Nunca perderemos la confianza de los demás si hablamos con la verdad, por mucho que esta incomode. Pero, sí perderemos nuestra herencia en el Reino de Dios por nuestra falta de transparencia. Seamos vencedores en Cristo. Con Cristo TODO ES POSIBLE. Apocalipsis 21:7-8 (Reina-Valera 1960) 7 El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo. 8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.