EL OTRO ÁRBOL DE GUERNICA Volumen 1, nº 1

CURSO 2006-2007

LUIS DE CASTRESANA Nació en Ugarte, San Salvador del Valle (Vizcaya) en 1925 y murió en Bilbao en 1986. De familia obrera, al iniciarse la Guerra Civil fue evacuado a Bélgica con otros niños. Más adelante siguió estudios en el Ateneo de Forest, Bruselas y en la Universidad de Amsterdam. Durante años fue corresponsal de prensa en Holanda e Inglaterra. Como cronista viajó por casi toda Europa y los países de Oriente Me-

dio. Pero principalmente desarrolló su profesión como escritor y periodista. Es conocido, sobre todo, por su novela El otro árbol de Guernica, que le valió en 1967 el premio Nacional de Literatura, donde narra el exilio de los niños vascos basándose en su propia experiencia. Un año más tarde la novela se convirtió en película, con guión de Pedro Masó y bajo la dirección de Pedro Lazaga.

ARGUMENTO Durante la Guerra Civil española, el conflicto bélico originó que muchos niños españoles fuesen llevados a países extranjeros (en esta ocasión a Bélgica y Rusia) para poder continuar con sus estudios y sobre todo poder garantizarles una seguridad de la que carecían en su propio país. Allí no olvi-

dan del todo sus costumbres y crecen recordando el fútbol, su pueblo y a sus familias. Allí experimentan el dolor de la separación, la amistad, el compañerismo. Y permanecen siempre a la espera de una noticia que se retrasa continuamente: "la guerra ha terminado".

Puntos de interés especial: •

D estaque b reveme nte u n pun to de i nter és.

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EL OTRO ÁRBOL DE GUERNICA

“-Maldita

LA PARTIDA: el dolor “Santi miró a su padre, miró a su madre y supo entonces cuánto les quería y les necesitaba y qué desamparado se iba a encontrar sin ellos allá fuera, lejos de Baracaldo. Pero inmediatamente transfirió estos pensamientos a su hermana y pensó, como una promesa: “YO TE CUIDARÉ BEGOÑA.” Y le inundó una gran ternura hacia la niña de los zapatos de charol y del lazo amarillento doblado sobre el pelo como sobre una caja de bombones.”

guerra, maldita sean todas las guerras!”

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Es un pasaje que me ha emocionado y me hace pensar en el valor de tener hermanos, y en lo indefensos que nos sentimos al estar solos y, sobre todo, siendo niños. Me ha parecido muy noble por parte de Santi el prometer que iba a cuidar a su hermanita con tal firmeza a sus doce años, siendo él aún un niño y con miedo. Santi tiene la entera seguridad de que va a cumplir lo prometido respecto a su hermana. Y Begoña, que sabe lo firme que es la palabra de su hermano, se adentra en el viaje con una cierta tranquilidad al saber que éste nunca la va a dejar.

.“… Acarició a su madre, se desasió de ella -que en seguida le había apretado fuerte una mano, como reteniéndole – y dio media vuelta llevándose a Begoña consigo. -¡Maldita guerra, maldita sean todas las guerras!chilló su madre con súbito furor.”

En este fragmento se perciben los sentimientos de los padres e hijos que se separan a consecuencia de una guerra. Lo que más me indigna es que en todas las guerras sean las personas inocentes las más perjudicadas. Probablemente todos esos padres sufrieron muchísimo al separarse de lo que más querían, sus hijos, pero su decisión fue valiente pues sabían que estarían mejor en otro país que con ellos.

Volumen 1, nº 1

EL EXILIO EN BELGICA: la añoranza “...Santi había pensado más de una vez, confusamente, sin poner palabras a sus pensamientos que él era como un árbol y que cada criatura humana necesitaba tierra propia en la cual echar raíces muy hondas para crecer y desarrollarse. Tal vez por eso le gustaban tanto los árboles. Esta idea del “hombreárbol” la tenía Santi tan adentro, era tan sustancial con su naturaleza que, de súbito, le entró a Santi un temblor angustioso al imaginar la tragedia de los hombres y de las mujeres y de los niños que no podían crecer sobre su propia tierra.”

“Se reunían entorno a un roble ; “El árbol de Guernica” era siempre su lugar de cita. A ningún belga se le ocurría sentarse allí, porque todos sabían que era como terreno acotado y empezaban a cantar canciones y más canciones vizcaínas. Santi pensaba que aquello era un poco como estar en casa, como cuando cantaba “Un inglés vino a Bilbao” con los amigos, “No hay en el mundo puente colgante” o una canción en vascuence que le enseñaron para cantarla entre todos los chicos del barrio en Santa Agueda.

“Le entró a Santi un temblor angustioso al imaginar la tragedia de los hombres y de las mujeres y de los niños que no

En este fragmento se puede distinguir cómo una persona puede echar en falta su tierra natal. Aunque sean sólo unos niños y sean bien acogidos entre los belgas, no es suficiente el cariño y el apoyo de estas personas. Añoran su paisaje, su cultura, y por supuesto, a sus familias...

Uno de los árboles del Fleury se convierte en un símbolo. Había algo secreto que les unía a aquel árbol, unas raíces comunes que compartían todos los niños vizcaínos. El árbol fue bautizado con el nombre “árbol de Guernica” y se convirtió en su punto de reunión. Bajo él, formaron un orfeón en el cual destacaban las cualidades de los vascos, pues eran buenos cantantes. Aparte de eso, tomaron decisiones importantes bajo su sombra.

podían crecer sobre su propia tierra.”

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EL OTRO ÁRBOL DE GUERNICA

LA VUELTA A CASA: la incertidumbre del reencuentro “Al principio sólo oyó claramente una palabra: «guerra». A Santi se le paralizó la respiración.

“Valentín lloraba sordamente, cogido de la mano de una mujer vestida de luto”

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-¿Tienes dinero para el periódico? -preguntó a Claude. Claude tenía dinero. Metió la mano en el bolsillo del abrigo y compró el periódico. Santi se lo arrebató de las manos, se paró y se puso a leer. TERMINA LA GUERRA CIVIL ESPAC ÑOLA. Último parte de guerra del general Franco.” (...) Santi y los demás se enteraron mediante el periódico que la guerra había acabado en España. Era la noticia que estaban esperando durante mucho tiempo para regresar a sus casas. Pero el regreso no fue tan rápido como algunos niños se esperaban. Santi sabía que iban a tardar bastante hasta que llegara la hora de regresar a España

“Y de pronto Santi vio a su madre y su padre. La madre corrió hacia Begoña y la abrazó gritando: “Hija, hija”, y Santi se abrazó a su padre y permaneció inmóvil, callado. Sollozó al abrazar a su madre y al ver que ella, una vez más, le despeinaba. Manolín, Fermín Careaga, Lucía y Javier estaban también con sus padres. Valentín lloraba sordamente, cogido de la mano de una mujer vestida de luto”.

Por desgracia no todos encontraron todo como lo dejaron. Algunos niños, como por ejemplo Valentín, se encuentran con una familia rota.

REFLEXIONES SOBRE LA GUERRA Y EL EXILIO 1. Para un niño debe ser una experiencia muy dura el tener que dejar a sus padres en el andén y tener que ir a un sitio desconocido, sin saber lo que va a encontrar. Creo que esos niños que tanto sufrieron, que tanto lloraron injustamente, tienen que tener un terrible odio hacia las guerra y los conflictos sociales

2. Después de setenta años, se sigue pensando que las guerras no son justas, que son siempre para que alguien las gane por un motivo o por otro. En realidad, no se gana nada sólo se siembra la tristeza, el odio, la muerte de los más inocentes...

3. Es fácil imaginar lo duro que debió de ser para unos padres mandar a sus hijos al exilio, sin saber cuándo los iban a volver a ver. Pero creo que es una decisión llena de amor pues lo único que intentaban evitar era que no vivieran ni sufrieran los horrores de una guerra civil

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rial como en lo psicológico. Una guerra te puede dejar sin hogar, sin comida y sin dinero, pero tal y como ocurriría, también te puede dejar sin familia. La vivencia de todo esto afecta en los sentimientos y en el carácter del niño. Y sobre todo lo que más afecta, es el miedo que se vive en la guerra.

6. Una guerra puede afectar tremendamente a un niño pues desde pequeño tiene que vivir situaciones tremendas, como el sufrimiento de separarse de sus padres, el fallecimiento de algún familiar, el terror a las bombas, etc. Todo el que ha vivido una guerra dice que hay que evitar que se produzca otra, que eso es lo último. Eso nos demuestra el horror que debe de ser.

Es verdad que las batallas las libran los hombres, pero también es verdad que los niños sufren sus consecuencias directamente

7. Es verdad que las batallas las libran los hombres, pero también es verdad que los niños sufren sus consecuencias directamente

4. Es una paradoja que desde niños los adultos nos eduquen diciéndonos que hay que solucionar los conflictos dialogando, y después que ellos mismos entren en guerra causando tanto sufrimiento

5. La vivencia de una guerra trae muy malas consecuencias, tanto en lo matePágina 5

El otro árbol de Guernica es , en esencia, una novela de esperanza española y una declaración de amor a Vizcaya; una Vizcaya entrañable, evocada y sensibilizada por la lejanía, la guerra y la añoranza. Este libro ha sido escrito con la serenidad y la melancolía de lo que ayer fue dolor en carne viva y hoy es historia, con la esperanza de lo que une y no con la pasión de lo que separa. Porque mientras los adultos combatían en España por aquello que les separaba, los niños evacuados al extranjero lucharon infantil y tenazmente tratando de mantener vivo e intacto todo aquello que les unía: sus raíces comunes, su pasado casi idéntico, el idioma y el recuerdo de su patria. Estos niños y niñas combatieron en otra guerra: una pequeña guerra sorda y desconocida, heroica y difícil que ellos ganaron. Luis de Castresana La publicidad del enemigo

EL OTRO ARBOL DE GUERNICA Castresana Martínez, José Luis (Ediciones Internacionales Universitarias, S.A.) Precio:12 € 250 páginas. Idioma: Español

Valoraciones de la novela Este trabajo es el fruto de la lectura y reflexión sobre la novela el otro árbol de guernica, y lo han llevado a cabo los alumnos de 1º de bachillerato.

1. Mi valoración respecto al libro es sencilla: genial. Es fácil de leer, emotivo, interesante y te engancha. Es una novela con carácter, fuerte y con escenas muy duras pero es agradable poder imaginarte las situaciones que estos niños y niñas vivieron y dar pie a tu imaginación para ponerte en su piel e

intentar comprender cómo se sintieron. 2. La novela es bastante triste de por sí y por tanto muchos son los sentimientos que me ha despertado este libro, principal mente la compasión al poderme imaginar la soledad de estos niños y niñas. En general me ha gustado;

es muy fácil de leer y recomendaría a todo el mundo que la leyesen.

3. La lectura me ha permitido sentir la experiencia de Santi y sus compañeros como algo personal, como si te metieras en su piel y vivieras su vida.