EL RESTAURADOR EA T PELIGRO PARA EL PORVENIR

Año X L V I I Barcelona 30 de Enero de 1892. EL RESTAURADOR EA Núm. 2 T Peligro para el porvenir, por Eugenio Perez.—Academia y laboratorio de Ci

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Año X L V I I

Barcelona 30 de Enero de 1892.

EL RESTAURADOR EA

Núm. 2

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Peligro para el porvenir, por Eugenio Perez.—Academia y laboratorio de Ciencias médicas de Cataluña.—Sobre los nombres vulgares de las plantas, por D . M i g u e l Colrneiro.-—Remitido.— Variedades. — Sección bibliográfica. — Aviso importante. — Anuncios.

PELIGRO PARA E L PORVENIR por Eugenio Perez Restablecido ya de su enfermedad, D. Emilio Formiguera, uno de los Gerentes dé la Sociedad Farmacéutica Española, ó entrado ya cuando menos en el período de una franca convalescencia, de lo cual nos alegramos sinceramente y desearíamos no se interrumpiera, vamos á ocuparnos de un hecho trascendental y de gravedad para los intereses sociales, que ha tenido lugar de poco tiempo á esta parte, no obstante de que si antes habíamos dado pábulo á semejante noticia, no creíamos que la Gerencia n i el Consejo de Inspección quisieran arrostrar sobre sí la responsabilidad que en nuestro concepto les alcanza por un acto contrario á la ley social, á la ley de lo convenido. Si los que creyendo de buena fé los móviles que i m pulsaron á los fundadores de la Sociedad Farmacéutica Espa ñola hubiesen podido siquiera soñar había de llegar un período en que por los que estuviesen al frente de la misma, ejecutasen un acto como el que nos referimos, tan contrario á los Estatutos, como al noble deseo ó aspiración que tienen los interesados de que solo sus iguales rigiesen y administrasen sus capitales, tal vez no hubiera llegado á ser viable el proyecto que mereció tantos aplausos á su simple enunciación. Recordarán nuestros queridos compañeros los nobles, ele-

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vados y n unca bastante ponderados propósitos de la creación de la Sociedad Farmacéutica Española. Sabido es el malestar general de la clase farmacéutica, debido en nuestro concepto, entre otras causas, al abandono en que se le tiene por el Estado, y por ciertas rivalidades, hijas forzosa é inevitablemente de aquella otra causa. Para conjurar semejantes males pensóse en un principio en la Asociación; pero ésta al parecer no respondía al objeto de su creación, por la dificultad en que se encontrarían m u chos de los asociados por no poder estar en pronta y continua relación con los que se hallasen regentándola y debían velar por los intereses de los asociados. De ahí, pues, que se abandonó aquel proyecto para presentarlo bajo otra forma, cual lo fué después, para dar lugar á la constitución de la Sociedad Farmacéutica Española, que fué recibida con general y unánime aplauso de la clase farmacéutica. Aprobadas las bases de su constitución, aprobados sus Estatutos, anuncióse aquella con un bombo, que conceptuamos, desmesurado é impropio, atendido que la misma, no obstante su carácter público, no tenía otro objeto que la defensa de un interés particular formado por el capital de los socios. Andando el tiempo, por accidentes desgraciados, y que no está en la mano del hombre prever, sufrió aquella distintas reformas, á cual más desgraciada para los accionistas. Prueba es el sin número de artículos que á justificar tales afirmaciones venimos publicando en nuestra Revista, exponiendo á la faz del mundo hechos que debemos condenar desde las columnas de esta humilde publicación, y de los que seguiremos ocupándonos m á s adelante, ya que hoy el objeto del presente es exponer el hecho público y conocido y las consecuencias que s e g ú n los Estatutos ha de traer para los accionistas, y justificar no ser cierto aquel celo tan desinteresado de los que vienen pregonando á voz en grito la frase de todo por y para la clase. Nos referimos á la intrusión en la Gerencia, de cierta personalidad, que sean cuales fueren sus dotes personales y pro-

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fesionales, y á que aludíamos en nuestros números anteriores, consideramos ilegal y contraria a las prescripciones de los Estatutos, que es ley á la cual deben atemperar su conducta, los asociados y principalmente la Gerencia y el Consejo de Inspección, faltando éste al deber que le impone el párrafo 5.° del artículo 48 de los Estatutos. En efecto: hace poco ha tomado posesión de un destino de la Gerencia de la Sociedad referida, cierto personaje cuyos únicos títulos al parecer consisten en haber sido dependiente de una de las casas-comercio drogueristas de esta ciudad, y por lo tanto uno de los peores enemigos de la entidad de que ha entrado á formar parte, y ello no es extraño, y se explica por el adagio, de «el peor enemigo es el de t u oficio.» Como tal intrusión la creíamos imposible atendido el estado legal de cosas creado en el contrato social, no creíamos pudiese éste tener lugar hasta la reforma á que se refería el anuncio convocando á j u n t a general de 1.° de Diciembre último, y llevada á efecto dicha reforma por los trámites legales. Pero no ha sucedido de esta suerte; sin esperar situación propicia nos encontramos con un nuevo aditamento á la Gerencia, ya que no puede ser legalmente gerente en la actualidad, el referido personaje que ha sido presentado con la rúbrica de costumbre al personal de la casa incluso los co-gerentes; que se le ha asignado un sueldo de 1,500 duros anuales, y un tanto por ciento de los beneficios que ha entrado con deseos reformadores sin límites, pero que al parecer no ha sido recibido con el aplauso que se esperaba, así por sus subordinados como por los accionistas, que con infracción de los Estatutos se han visto pos tergados por una persona estraña á la profesión representada por el título que á costa de muchos estudios y no pocos esfuerzos y estipendios han alcanzado. Semejante medida es una confirmación y constituye una prueba plena de cuanto venimos manifestando desde nuestras columnas, pues de lo contrario no se explica una reforma tan extemporánea como ilegal, como vamos á probarlo. La S. F. E. se rige, por unos Estatutos cuyo cumplimiento se halla, en manos de la Gerencia bajo la fiscalización del Con-

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sejo de Inspección. Ignoramos á cuál de estas dos entidades se debe la intrusión referida, ó si es parto de u n acuerdo mútuo de ambos, pero sea lo que fuere, podemos afirmar que al obrar de aquella suerte han olvidado ambos los preceptos Estatuarios, y el Consejo el deber ineludible que le impone el párrafo 5.° del art. 48. La Sociedad referida debe ser administrada por una gerencia según el art. 37, compuesta única y exclusivamente de las personas citadas en el art. 1.°, salvo el caso de lo previsto en el 38 de los Estatutos; y ello se comprende ya que tales cargos son de confianza, y solo se confieren por los que contratan á aquellas que en su concepto puede conferírseles. La intrusión del nuevo gerente implica una infracción de los preceptos Estatuarios citados anteriormente, que no podía llevarse á efecto por los que la acordaren sin incurrir en las distintas responsabilidades que vienen á cargo de los que faltan no solamente al cumplimiento de lo convenido, sino al del cargo que desempeñan. No se diga que al obrar de esta suerte la Gerencia ha usado de la facultad establecida en el párrafo 3.° del art. 39, porque á ello se opone la forma de presentación del nuevo gerente para ante sus subordinados; las instrucciones dadas á éstos, y las órdenes de subordinación que al parecer se han establecido entre el co-gerenteSr. Carrasco y el novicio, pues las órdenes de obediencia y de superior gerárquico son á favor del último. Tampoco puede servir de disculpa la reforma enunciada en el anuncio de convocatoria á junta, toda vez que si tal llega á prosperar, hasta haberse aprobado en forma y cumplido con respecto á ella los requisitos legales, no puede al amparo de la misma crearse un estado de cosas que i m posibilitan los Estatutos vigentes. ¿Qué ha hecho el Consejo de Inspección ante esta medida? ¿No es él el encargado de velar y procurar el cumplimiento de los Estatutos según el párrafo 5.° del artículo 48? ¿No es cierto que en forma discreta y como á guisa escudriñadora se pregunta por algunos de los individuos del Consejo, acerca el comportamiento del nuevo gerente para ante sus subordina-

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dos? ¿No es cierto que muchos de éstos alarmados por los proyectos reformistas del aludido nuevo gerente, piden el pasaporte de salida? Ojo señores accionistas; meditad las anteriores consideraciones. Si las afirmaciones hechas desde nuestra Revista hubiesen sido impulsadas por los móviles mezquinos, interesados y apasionados como se ha tratado de afirmar por los encargados de que no se haga luz en la marcha de la Sociedad, no hubiesen sido ciertas; si la marcha actual de la Compañía no constituyese un grave peligro para los asociados; si éstos estuviesen tan bien garantidos como se supone, no se atreverían á plantear reformas tan descabelladas, á la vez que deshonrosas para los farmacéuticos accionistas, cuya cualidad profesional se exige para tener la participación representada por cierto número de acciones, y en cambio para regentar y administrar el capital formado por ese conjunto de acciones, y por el de los socios colectivos, se prefiere á un ex-dependiente droguero, que ha encanecido su pelo vendiendo en uno de los establecimientos que más competencia ha venido haciendo á la Sociedad Farmacéutica Española. La gravedad de tal medida viene patentizada por el deseo de algunos accionistas de desembarazarse de los títulos que poseen, pero se encuentran ante la traba del art.0 I.0, y por ello tratan en la próxima junta de pedir su reforma, apoyados en que sin ser farmacéutico se puede desempeñar el cargo de gerente de la S. F. E., con mayoría de razón pueden ser accionistas los que se encuentren en las condiciones del nuevo gerente. Cuando el río suena agua lleva {Se continuara)

ACADEMIA Y LABORATORIO DE C I E N C I A S MÉDICAS DE CATALUÑA Extracto de la sesión de Farmacia celebrada el 45 de Enero disertando el D r . Jimeno sobre el tema « Inconüenientes del empleo del citrato de magnesia esponjoso.» Después de breve historia del ácido cítrico, sobre cuya acción en los elementos orgánicos llamó especialmente la aten-

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ción, empezó el doctor Jimeno el estudio de los diversos citratos de magnesia. E l citrato de magnesia, dijo, es importantísimo, como lo demuestran las fabulosas cantidades que del mismo se consumen en todo el globo y la infinidad de fórmulas secundarias á que ha dado lugar j son también de gran corriente. Hay tres citratos de magnesia, en consonancia con la t r i basicidad del ácido cítrico, tales son: el citrato neutro que es el verdaderamente medicinal, compuesto de un equivalente de ácido y tres de magnesia: el ácido que tiene dos equivalentes de base y el tribásico que tiene tan solo uno. Pasando al estudio detallado de cada uno de los citratos, espuso que el citrato neutro de magnesia por ser un laxante suave, eficaz y la única sal magnesiana que no tenía gusto amargo, era el único medicinal y el único cuyo estudio farmacológico debe hacerse. ( La preparación del mismo es sencilla, pues basta neutralizar el ácido cítrico con carbonato de magnesia ó magnesia calcinada y tratándose de un cuerpo tan oficinal, ya las cantidades de uno y otro necesaria para preparar una cantidad determinada del mismo, estaban perfectamente indicadas en todos los formularios siendo las de 24 gramos de ácido y 16 de carbonato de magnesia como prescribe la Farmacopea española para la limonada purgante de citrato de magnesia. Estudiando el doctor Jimeno el citrato neutro de magnesia en la forma líquida ó de limonada, dijo que hay que observar en ella dos suertes de alteraciones; una microbiana en virtud de la que adquiere el producto aspecto siruposo y otra consistente en la precipitación de costras cristalinas de uu citrato de magnesia básico, manifestando que en uno y otro caso el producto resulta inservible, lo que motiva que el mismo sea de preparación reciente para su empleo. A l reseñar el citrato de magnesia sólido, aceptó como el mejor procedimiento de preparación el de fundir el ácido cítrico en su agua de cristalización y a ú n añadirle una m í n i m a cantidad más de agua, y cuando fundido interponerle perfectamente el óxido magnésico proporcional dejando enfriar la

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masa que resulta cristalina, para pulverizarla y reponerla. Respecto al citrato así obtenido manifestó el Dr. Jimeno que no está exento de inconvenientes que le hacen perder parte de las ventajas asignadas á su empleo; así pues, de reciente por incompleta combinación, y posteriormente por alteraciones que sufre en su composición, resulta más ó menos insoluble. Pasó después á estudiar el citrato ácido de mag-nesia, en cuya composición entra por cada 30 gramos unos cinco de exceso de ácido cítrico. Dijo que el citrato de magnesia llamado esponjoso que se espende, pertenecía á esta fórmula, que se obtenía, cuando se quisiera obtener en las mejores condiciones, poniendo á la estufa una mezcla de ácido cítrico y carbonato de magnesia, que á beneficio del calor se volvía pastosa y á causa del desprendimiento de carbónico se hinchaba desecándose por la desaparición del agua por evaporación y parte por absorción del nuevo producto, quedando al secarse en la forma de esponjado. Prescindiendo, dijo el Dr. Jimeno, de sustituir parte de carbonato de magnesia por bicarbonato de sosa ó el ácido cítrico por tartárico, etc., etc., afirmó que el empleo del citrato de magnesia esponjoso era de empleo peligroso por el exceso de ácido que contenía y cuyos i n convenientes son provocar dolores en el hipogastrio y causar en toda la menbrana intestinal el daño que ocasiona como desorganizante del tejido orgánico, principal aplicación que t i e ne en medicina ese ácido en dósis crecidas, como lo prueba su empleo para destruir las falsas menbranas de la difteria, los excesos del escorbuto y hasta para conseguir la estirpación de los callos. Ese citrato de magnesia se hace ácido, para mejor garantir su solubilidad, y no obstante esa solubilidad va cambiando de momento en momento y nunca es perfecta. Presenta una muestra comprada en el comercio de Barcelona y dijo que en ella toda la bondad del medicamento quedaba sacrificada á la belleza del mismo y que si era aceptable que el farmacéutico estudiara el perfeccionamiento de las formas farmacológicas, no que sacrificara la bondad de los productos. Como fórmulas dependientes de la vulgarización del citrato

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de magnesia habló el doctor Jimeno de las llamadas magnesias efervescentes, mezclas más ó menos afortunadas de ácidos cítrico y tartárico, de carbonato de magnesia y bicarbonato de sosa aromatizadas ó ao y las que por haber caido en manos del ignorante comercio de droguería, se espendían unas marcas llamadas comerciales que son pésimas y altamente perjudiciales para la salud del paciente. Fijóse después en los mal llamados citrato de magnesia granulares de origen inglés, dando á conocer su composición, presentando él una de estas preparaciones que es el citrato de sosa granular y que antes de llamarle citrato de magnesia ha preferido denominarla sal de agraz; así mismo presentó varias preparaciones en que sobre la base de ese citrato se administran otros medicamentos para los que el ácido carbónico que se desprende ó el citrato de sosa que se forma, es un coadyuvante eñcaz: tales son el citrato de litina, la antipirina, c i trato de cafeína, valerianato de cafeína, bromuros (de sodio y amonio) y carbonato de hierro de la fórmula de Blaud, todos ellos unidos al citrato granular efervescente. * i-

*

Finalmente y por tratarse de dos cuerpos de recientísima aparición presenta á la Academia el Dermatol y el Benzo-Naftol 3. obtenidos por él, indicando la historia, composición y preparación de los mismos. (1) D E R M A T O L : Sub-gallato de bismuto

Recientemente se ha preconizado este prodncto como muy valioso elemento de curación en las enfermedades de la piel, llagas, etc., presentándolo como gran sustituto del iodoformo. Respecto á este particular ya nos dirá la clínica qué concepto le merece; si bien puede observarse por su composición que no debe carecer de virtudes curativas en mayor ó menor grado. Su preparación la he conseguido de la siguiente manera: Una solución de nitrato ácido de bismuto la precipite por la potasa; el precipitado de óxido de bismuto se recojió sobre (1) Sobre estos dos cuerpos nos ha dado una nota el Dr. Jimeno que la publicamos á continuación.

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una tela donde se lavó con abundancia de agua, trasladó la papilla á un mortero y le incorporó esceso de ácido gállico, la masa fué tomando por momentos color amarillo de limón hasta que cuando calculé que la operación estaba terminada la lavé con agua sobre una tela y cuando ya ésta no daba s e ñ a les de arrastrar ácido gállico desequé el producto y lo repuse. E l dermatol así obtenido se presenta en forma de polvo fino amarillo sin olor ni sabor apreciables. B E N Z O - N A F T O L ¡3.—Benzoato de Naftol

La medicina interna, persigue como es consiguiente á las ideas que la informan hoy día, el hallazgo de medicamentos antisépticos para uso interno. A este fin usó en un tiempo el ácido fénico, posteriormente y con alguna ventaja más el salicílico, m á s tarde el salol ó sea el salicilato de fenol ó combinación del ácido salicílico y el fenol; pero el ácido fénico tiene sus contraindicaciones y sus peligros y el ácido salicílico da origen con facilidad el fénico, así que no podían darse por satisfechos los clínicos. Aparecieron más tarde los naftoles productos de oxidación á d la naftalina qué dirían los antiguos, productos de sustitución ó derivación de la naftalina que dicen los modernos por suponer un equivalente de hidrógeno de la misma sustituido por otro oxidrilo, y como los naftoles son antisépticos valiosos y de escasos peligros en su empleo interno, á ellos se recurrió. Aun se quiso más y la química moderna dió á conocer la nueva obtención de un salicilato de naftol ó betol; se ha empleado algún tiempo, pero los inconvenientes del ácido salicílico quedaban en pié, y últimamente cuando se ha visto que del grupo naftol puede derivarse por sustitución de uno de hidrógeno por otro de benzóilo un nuevo cuerpo que es el benzoato de naftol, compuesto de dos a n t i sépticos eficaces é inocentes, cuales son el ácido benzóico y el naftol es el últimamente preconizado como el antiséptico por escelencia de aplicación interna. La esplicación química de estos derivados es la siguiente: La naftalina C10 H8 se supone formada de dos grupos bencónicos en los que dos átomos de C son comunes á ambos grupos en esta forma

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CH

CH

CH

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CH

CH

CH

CH

Son derivados alfa aquellos obtenidos por efecto de sustituir el H de las moléculas 1.1.1.1. y derivados beta los de sustitución de hidrógeno de las moléculas 2.2.2.2. La preferencia la dá la clínica á los naftoles beta y éste cuya fórmula es C10 H80 se supone constituido dej modo adjunto CH

CH

CH

CH

CH

C. H O

CH

CH

El radical benzoilo O H5 O que es el ácido benzoico menos un equivalente de H y otro de O, puede á su vez sustituir un átomo de hidrógeno del naftol y sosteniendo el grupo anterior la constitución del benzoato de naftol sería la siguiente CH

CH

CH

C. (C7H*0)

CH

C. (HO)

Quedando la fórmula definitiva del benzoato de naftol en C,0H70, (C7 H6 O).

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La obtención de estos productos aunque por el nombre parecen sales al estilo de las de química inorgánica, no se obtienen con procederes tan directos como estos. Exije la obtención del benzoato de naftol la previa preparación del cloruro de benzoilo; varios procedimientos hay para ello, pero el m á s factible es el de tratar el hidruro de benzoilo ó esencia de mirbano por una corriente de cloro seco y obtener por destilaciones fraccionadas el cloruro de benzoilo líquido volátil y de olor penetrante; éste es el que puesto en contacto del naftol dá lugar á la formación del benzoato de naftol, que según los autores á beneficio de su solubilidad en el alcohol se le purifica por redisolución y cristalización en el mismo. Aun á trueque de perder algo del producto no he practicado la purificación del mismo por disoluciones alcohólicas, porque tiene el alcohol el inconveniente de que cuando su separación de esos cuerpos orgánicos que lleva en solución no es por evaporación en frío y al vacío, obra sobre los mismos como reductor y los colora en exceso. Para obviar ese inconveniente redisolví primero el benzoato de naftol en alcohol concentrado y ya que es un cuerpo insoluble en el agua fría, añadiendo agua á la solución a l cohólica, dió por resultado una lenta y continua precipitación del benzoato, que después pudo secarse sin peligro alguno á una regular temperatura y al aire libre. El benzoato de naftol así obtenido, resulta un polvo cristalino, lijero, de tacto sedoso, olor particular que recuerda el de sus componentes sin ser el de ninguno de ellos.—J.

S O B R E LOS NOMBRES VULGARES DE LAS PLANTAS POR D. MIGUEL GOLMEIRO Rtctor de la Universidad de Madrid y Director del Jardín Botánico

{Conclusión), La nomenclatura catalana de las plantas en unión de la valenciana y de la balear por su afinidad con la primera, constituyen un n u meroso conjunto de nombres vulgares que supera á 2.000, como puede verse en el Vocabulario que sirve de complemento al Catálogo metódico de plantas observadas en Cataluña (Madrid, 1846), publicado por el autor de estas líneas. F u é aquel reducido algún tanto por Costa

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en su Introducción á la F l o r a catalana (Barcelona, 1864 y 1877) conforme al plan adoptado en esta obra. Finalmente, Barceló, en su F l o r a de las islas Baleares (Palma, 1879 1881), incluyó un Diccionario que contiene cerca de 1.000 nombres baleares. No fué, pues, mirada con indiferencia la nomenclatura popular de las plantas, tanto en la Península toda, como en las islas Baleares, aunque respecto de los nombres vascongados hayan mostrado menos nterés los hombres científicos anteriormente. Había logrado L a r r a mendi en su Diccionario trilingüe, partiendo de los nombres castellanos de varias plantas, poner los equivalentes en vascuence, ya fuesen originariamente usuales ó introducidos y bien formados conforme al carácter del idioma eúskaro; pero pasó mucho tiempo sin que pensasen los botánicos españoles en utilizar este trabajo preliminar y acrecentarlo en el propio país, procurando además señalar la verdadera correspondencia científica. Mientras que en la Enumeración y Revisión de las plantas de la P e n í n s u l a hispano-lusitana é islas Baleares (Madrid,1885-1889) se aprovechaban los datos suministrados p o r L a rramendi, así como los conteüidos en él Dictionnaire vasque f r a n j á i s de Van Eys (Amsterdam, 1873), se ocupaba Lacoizqueta en formar SVL Diccionario de los nombres eúskaros de las plantas (Pamplona, 1888), basado principalmente en el examen de cuantos había indicado el autor del Diccionario trilingüe, aunque con la adición de algunos que pudo reunir interpretándolos todos científicamente y llegando á 869 las plantas denominadas. Hay en el dialecto de los asturianos ó bable nombres de las plantas que difieren délos castellanos, y convendría reunidos, poniéndolos en correspondencia con los científicos, por ser pocos los que actualmente se hallan en tal caso, habiendo sido rebuscados éstos en algunos trabajos locales de corta extensión, tanto botánicos como agronómicos. Mucho mayor es el número de los nombres gallegas de las plantas que se conocen desde los tiempos de Sar miento, Sobreira y Gornide, aunque estos escritores no los hayan interpretado científicamente, c )mo llegó á verificarse modernamente en gran parte. Contribuyeron á ello los Recuerdos botánicos de Galicia (Santiago, 1850), consignados por quien ahora los menciona, el Ensayo de una F l o r a f a n e r o g á m i c a gallega (Santiago, 1852) por Planellas, y también el Diccionario gallego (Barcelona, 1876) publicado por Cuveiro, á pesar de sus deficiencias é incorrecciones botánicas. Algunas de las obras de agricultura y jardinería que desdé Arias y los Boutelou hasla nuestros días vieron la luz pública, no dejaron de contribuir al esclarecimiento d é l a nomenclatura vulgar d é l a s plantas cultivadas, cuyas especies y variedades reciben muchos y d i versos nombres, por más que entre ellos los ha\a de uso común y general en toda la Península. La nomenclatura botánica se extiende entre los jardineros al propio tiempo y con mayor facilidad que entre los agricultores, contribuyendo á ello el carecer de nombres vulgares

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una multitud de plantas modernamento introducidas como de adorno y recreo. Aunque la mayoría de las plantas espontáneas carecen de nombres vulgares, las hay en grande número que los tienen, siendo de notar que éstas son por lo común igualmente distinguidas en cada uno de los idiomas y dialectos de toda la Península y Baleares, fuera de los casos en que las especies sean peculiares de algunas provincias ó localidades. Así puede reconocerse en la Enumeración y Revisión de las plantas antes citada, dónde se indican respecto de cada una de las vulgarmente conocidas los nombres castellanos, portugueses, gallegos, catalanes, valencianos, baleares y vascongados que fué posible reunir y que llegan á un número muy considerable, Sería curioso y tendría interés un Diccionario etimológico y comparativo de todos los nombres populares de las plantas usados entre nosotros, tal como lo hizo Prior para los ingleses exclusivamente, repitiéndose las ediciones de su libro, como prueba de la importancia atribuida á esta clase de trabajos en la Gran Bretaña. También se estiman en mucho los Diccionarios, que sin ser etimológicos, facilitan el conocimiento,de la correspondencia científica de las denominaciones vulgares que reciben las plantas, siendo en este género sumamente notable el Index to the native and scientific names of Indian and other eastern economic plants and products (Londres, 1868), vasta compilación formada por Forbes Watson, y pudieran citarse otros vocabularios antiguos y modernos, que fueron publicados para la i n teligencia de la nomenclatura popular en distintos idiomas. Falta, no obstante, una obra general de igual índole, que comprenda el mayor número posible de los nombres vernáculos de las plantas propias de América ó allí introducidas, y esto convendría principalmente hacerlo respecto de los territorios donde se hablan los idiomas de origen latino, aprovechando los trabajos parciales, tanto antiguos como modernos, que fueron publicados ó permanecen inéditos.

Remitido Toledo 12 de Enero de 1892. Señor Director de EL RESTAURADOR FARMACÉUTICO. Muy Sr. nuestro: Rogamos á V . que como continuación á las l i s tas que remitimos á V . de las cantidades recaudadas á favor de los farmacéuticos de Consuegra, se sirva publicar la que ahora remitimos con la variación consiguiente en el resúmen de lo recaudado. Reiteramos á V. las más expresivas gracias y nos repetimos suyos afectísimos ss. ss. EUSTASIO A G U S T Í N . M . DE LOS SANTOS.

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Recaudado p o r D . Lucio Duque, y Sr. Santos: Burgos D. » » » » » » » »

Remilido por D. Primitivo Prieto: Andrés Sicilia Ventura Rebolledo. . . , . . Emilio Rodríguez José Labarga. Cándido Heredia Mariano Lain Francisco Vivar José lísteban Primitivo Prieto

Pampliego Melgar » Los Barbases Sasamor Villasandino Castrogería Semillo Burgos

25 10 10 5 2 2 10 6 4

» » » » 50 » » N> 50

Sierra de Fuentes 5 Arroyo del Puerco 5 Cáceres 1 Navalmoral de la Mata 10

» » 50 »

5 5 5 5 5 3

» » » » » »

Cáceres D. » » »

Remitido por D . Adrián Carrasco: Gabriel Gonzalez Fernando Martínez Camargo. . . Estéban Caldera. . . . . . . Francisco González Serrano. . . León

D. » » » » »

Pedro Basthé Dámaso Mesino Jacinto Peña Luciano López Joaquín Rodríguez Bernardo Redondo

* . . Gradefos Suma

124 50 1 »

Queda liquido . . . . .

123 50

Descuento de giro y correo Toledo D. Benigno Muñoz » Crescendo Montalbo..

. . . .

Suma Importaba la lista anterior.. . .

Puebla de Almoradiel Villatobas .

.

Total recaudado

.

.

.v .

.

5 » 5 » 133 50 1111 » 1244 50

Toledo 13 de Enero de 1892. EUSTASIO AGUSTÍN.—J. M . DE LOS SANTOS.

Jül Restaurador Farmacéutico.

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VARIEDADES Oido á la caja: E l celebérrimo Square con su murga y carruaje recorre las más importantes poblaciones de nuestra provincia expendiendo sus famosos fármacos y ejerciendo como si estuviera facultado, la profesión médica, llevándose muy buenos cuartos de los i n cautos. Para comprender el apoyo que las autoridades prestan á los subdelegados y el acatamiento que les merecen las leyes, reseñaremos la estancia del curandero en Molins de Rey s e g ú n nos la contó un querido amigo nuestro. De acuerdo los dignísimos Sub-delegados de Medicinay Farmacia,, pusieron una comunicación al alcalde pidiéndole se sirviera mandar al Square presentara los títulos que le autorizaban ejercer la Medicina y la Farmacia, presentándose al día siguiente uno de la comparsa á casa de uno de los Sub-delegados manifestando no poseer ning ú n título y que solo eran unos propagandistas de los medicamentos que expendían. En vista de tan explícita confesión se trasladaron los Sub-delegados á la alcaldía pidiendo en dos comunicaciones que inmediatamente mandara cesar y retirar á dicho sujeto por no reunir los requisitos que previenen las vigentes leyes ¡leyes eh! de Sanidad, contestando al parecer que no se atrevía á mandarlos retirar, porque en ninguna parte se había hecho, alegando según se decía, una probabilidad de alterarse el orden público que podría poner en peligro nuestra seguridad y la de los demás facultativos del pueblo, propalando no sabemos si por el mismo alcalde la noticia de que deseábamos se cumplieran las leyes; permitiendo para escarnio de estas que al día siguiente domingo se situara en la plaza frente las Casas Consistoriales pregonando desde allí las excelencias de sus medicamentos ante un público cuya a ctitud no era nada favorable á los facultativos, siendo por la noche obsequiados con un baile en uno de los casinos de la villa, permitiendo en su obsequio la entrada l i bre, refrescando acompañado, según se dice, siempre por el ayuntamiento desde el alcalde al alguacil, repitiéndose la burla á las leyes dos noches consecutivas. De tal hecho tiene noticia el Gobernador. Esto demuestra varias cosas tristísimas, la primera la crasa ignorancia de nuestro pueblo; la segunda la nulidad de nuestras leyes; la tercera la ninguna autoridad de los Sub-delegados; la cuarta poco respeto de las leyes por parte de ciertas autoridades y por fin, guardemos silencio ante tales hechos porque vendría de molde la frase de Dumas y no queremos estamparla. Felicitamos á los señores Sub-delegados por su entereza en el cumplimiento de sus deberes. — Nuevo periódico: Hemos recibido el primer número de L a Región Médica Vasco-Naoarra, órgano oficial del Colegio médicofarmacéutico navarro.

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Saludamos al nuevo colega correspondiendo gustosos al cambio que nos ofrece.

SECCION BIBLIOGRAFICA Tratado de Química Biológica, por A. D. Wurtz, traducida por B . Vicente Peset. De tan importante obra hemos recibido el cuaderno 10. Se vende al precio de una peseta en la acreditada librería de Pascual Aguilar, Caballeros, 1, Valencia.

Aviso importante Por encargo de algunos compañeros, hemos acudido á las oficinas de la Sociedad Farmacéutica Española al objeto de que se les facilitaran las correspondientes p a peletas para la asistencia á la próxima Junta General, pero no hemos podido obtenerlas. En su vista nos hemos dirigido al Sr. Codina para exponer nuestras quejas y formular igual petición y cuál ha sido nuestra sorpresa cuando dicho señor nos ha manifestado no serle tampoco posible acceder á la solicitud referida. ¿Podríamos averiguar la causa de semejante determinación? ¿Es que se quiere evitarla concurrencia á la Junta, de ciertas personalidades, que dada su profesión tendrían derecho á ello, pero que al parecer creyéndose las enteradas minuciosamente de ¡a marcha de la C o m pañía, podrían con su asistencia colocar en berlina, como podríamos llamar,, á los que en tal acto han de dar estricta y justificada cuenta de su gestión? Todo por y para la clase.

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