El Rey y Sus embajadores David Roper

El Rey y Sus embajadores David Roper l énfasis del libro de Mateo es sobre el Rey y Su reino.1 Hasta este momento del estudio, Mateo ha subrayado las

2 downloads 193 Views 74KB Size

Recommend Stories


David el Rey (Parte 1)
Biblia para Niños presenta David el Rey (Parte 1) Escrito por: E. Duncan Hughes Ilustrado por: Lazarus Adaptado por: Ruth Klassen Traducido por: De

DAVID EL FUTURO REY (A.1.3.4)
DAVID EL FUTURO REY (A.1.3.4) REFERENCIA BÍBLICA: 1 Samuel 16:1-13 VERSÍCULO CLAVE: "… Jehová mira el corazón" (1 Samuel 16:7b). CONCEPTO CLAVE:

DAVID PROCLAMADO REY (C.7.2.9)
DAVID PROCLAMADO REY (C.7.2.9) REFERENCIA BÍBLICA: 2 Samuel 2, 5 VERSÍCULO CLAVE: "Y como el Señor lo ayudaba, David tenía éxito en todo lo que hac

Un día ocupado. David Roper. Asignación de lectura núm. 11
 Un día ocupado David Roper  Asignación de lectura núm. 11 V. DE LA SEGUNDA PASCUA A LA TERCERA (continuación). K. Segundo recorrido de Galilea

Story Transcript

El Rey y Sus embajadores David Roper l énfasis del libro de Mateo es sobre el Rey y Su reino.1 Hasta este momento del estudio, Mateo ha subrayado las credenciales del Rey, haciendo una relación de profecías cumplidas y de portentosos milagros. Al final de Mateo 9, sin embargo, el Rey Jesús tuvo una necesidad. Había estado «[recorriendo] todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo» (9.35). Se compadecía en Su corazón de las multitudes (9.36); pero, aunque la mies era mucha, los obreros eran pocos (9.37). Cristo no podía hacer la tarea solo; necesitaba ayuda para propagar las nuevas, para lo cual, escogió a doce emisarios especiales (10.2–4).2 En el capítulo 10 de Mateo se relata el momento cuando Jesús envía a los apóstoles a predicar en Galilea. Consiste básicamente en las instrucciones que Jesús les dio (vea Mateo 10.5; 11.1), instrucciones que en su mayoría se relacionan con ese recorrido en especial. Por ejemplo, a los doce se les mandó ir únicamente a los judíos, no a los gentiles, ni a los samaritanos (10.5–6). Al hacer un examen más detenido, vemos que el Señor estaba preparándolos para el futuro, para cuando Él volviera al cielo, y ellos fueran Sus representantes sobre la tierra. Jesús se refirió a los momentos cuando ellos estarían «ante gobernadores y reyes» por causa de Él, «para testimonio a ellos y a los gentiles» (vers.o 18), lo cual no sucedió en este recorrido que excluía a los gentiles. Esa aseveración profética se cumplió más bien durante los eventos que se consignan en el libro de Hechos (vea, por ejemplo, los capítulos 23 al 26). En otras palabras, las instrucciones de Jesús para los apóstoles trascendían la tarea que se aprestaban a realizar en ese momento.

E

1 Vea «Los cuatro relatos del evangelio» en «La vida de Cristo, núm. 1», y «El libro de Mateo». 2 Estudiamos acerca de la escogencia de los apóstoles en la lección «La tempestad que se aproxima» de «La vida de Cristo, núm. 3».

Un examen más detenido de Mateo 10 El capítulo 10 también tiene lecciones para nosotros. No puedo abarcarlo completamente en este sermón, pero sí deseo extraer de él ideas sobre los embajadores del pasado y los del presente. LOS EMBAJADORES DEL PASADO Comencemos con los embajadores del pasado: los que una vez fueron embajadores especiales de Cristo.3 A estos se les llamó «apóstoles» (vers.o 2). La palabra «apóstol» es transliteración de una palabra griega cuyo significado literal es «enviado». La palabra se usaba a veces en un sentido general para referirse a quienquiera que fuera enviado, especialmente a quien era enviado por el Señor (2a Corintos 8.23; Filipenses 2.25), pero estos doce hombres eran especiales. Tenían que cumplir ciertas cualidades únicas (vea Hechos 1.21–22; 1era Corintos 9.1; Efesios 4.11). No era este un puesto que pudiera heredarse a generaciones sucesivas.4 De estos embajadores especiales se da una lista en los versículos 2 al 4: Los nombres de los doce apóstoles son estos: primero Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano; Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre Tadeo, Simón el cananista, y Judas Iscariote, el que también le entregó.

Al leer esta lista, hay dos verdades que nos llaman la atención. 1) Desde el punto de vista del mundo, eran hombres corrientes. No tenían estatus social elevado, ni preparación especial, ni talentos 3 En Efesios 6.20 Pablo se refirió a sí mismo como «embajador en cadenas». La palabra «embajador» proviene de una forma de la palabra que se traduce por «viejo» o «mayor». Como regla general, los embajadores de ese tiempo eran hombres mayores. Muchos comentaristas creen que la palabra «anciano» de Filemón 9 debería traducirse por «embajador». Si Pablo era «embajador», también lo eran los demás apóstoles. Mateo 10 recalca que los apóstoles representaban a Jesús. La tarea primordial de un embajador es representar a quien le envía. 4 Esta información sobre los apóstoles fue dada anteriormente en esta serie de estudios, pero puede ser provechoso que se repita.

1

singulares. Eran hombres corrientes llamados a una tarea que no era corriente. El Señor puede usar a quien quiera y a todos los que quiera. 2) Desde cualquier punto de vista que se mire, constituían una extraña mezcla de personalidades. Mateo, por ejemplo, había sido recaudador de impuestos para los romanos y trabajaba al lado de Simón el cananista o el «zelote». Los zelotes constituían un fanático grupo nacionalista, que se especializaba en terrorismo.5 Antes de conocer a Jesús, Simón le habría clavado una daga a Mateo, pero el Señor puede ayudarles a todas las personas a vivir en paz. En vista de que estos eran embajadores especiales, no deberíamos esperar que la totalidad de Mateo 10 se aplique a nosotros. El capítulo trata varios aspectos exclusivos de estos hombres y de la obra de ellos. Las credenciales especiales de ellos (vers.os 1, 8) A los apóstoles se les dieron credenciales especiales (vea Hechos 2.43; 2a Corintios 12.12; Hebreos 2.1–4). Se les dio poder para echar fuera demonios, para sanar enfermedades y para resucitar muertos (Mateo 10.1, 8). Era la primera vez que Jesús compartía Sus poderes milagrosos. Cuando Dios comisiona a alguien, Él le imparte todo lo que sea necesario para llevar a cabo esa comisión. A nosotros no se nos han dado los mismos poderes que los doce recibieron, pero el principio es el mismo: el Señor nos dará lo que necesitemos para llevar a cabo la comisión que Él nos ha encargado. La comisión especial que se les encargó (vers.os 5–7) A los apóstoles se les encargó una comisión especial, a la cual llamamos generalmente la comisión limitada. Era limitada en cuanto al ámbito que abarcaría: Como ya se hizo notar, habían de ir a los judíos únicamente, no a los gentiles, ni a los samaritanos (vers.os 5–6). También era limitada en cuanto a su mensaje: Habían de predicar que «el reino se [había] acercado» (vers.o 7). Instaron a los hombres a arrepentirse con el fin de estar preparados para el reino venidero (Marcos 6.12; vea Mateo 3.2; 4.17). La comisión que se nos ha dado a nosotros es diferente; la llamamos la gran comisión (Mateo 28.18–20; Marcos 16.15–16). Es ilimitada en cuanto al ámbito que abarca: hemos de ir a todo el mundo 5 Los zelotes se incluyeron entre las «otras sectas» de los días de Jesús, que se mencionan en «La vida de Cristo, núm. 1».

2

(Mateo 28.19; Marcos 16.15). También es ilimitada en cuanto al mensaje: hemos de predicar la totalidad del evangelio a todos los hombres. ¡Hemos de decirle a todo el mundo que el Rey Jesús ha venido, que Su reino (Su iglesia), ha sido establecido, y que quien lo desee puede entrar en él! Las instrucciones especiales que les dieron (vers.os 9–16) A los apóstoles se les dieron instrucciones especiales: habían de llevar poco equipaje (Mateo 10.9–10) y quedarse en las casas de los que fueran receptivos (vers.os 11–13a). No debían desperdiciar tiempo en gente que no fuera receptiva, sino que debían seguir adelante cuando fueran rechazados (vers.os 13b–15). Habían de usar sabiduría en su enseñanza (vers.o 16b). Estas instrucciones fueron dadas especialmente a ellos; sin embargo, nosotros necesitamos lecciones parecidas. Necesitamos aprender a confiar en que el Señor nos proveerá. Debemos llenarnos de un sentido de urgencia. Necesitamos hacer uso de sabiduría y discernimiento al tomar decisiones relacionadas con la obra del Señor. El ánimo especial que recibieron (vers.os 19–20, 40–42) Por último, a los apóstoles se les animó de modo especial: Se les animó cuando se les dijo que si eran entregados a las autoridades, el Espíritu Santo les daría qué decir (vers.os 19–20). Burton Coffman dijo: «Esta es una de las más poderosas aseveraciones del Nuevo Testamento, acerca de la inspiración que guió a los apóstoles a toda la verdad».6 Nosotros, por el contrario, tenemos que estudiar para poder «presentar defensa» ante los demás (1era Pedro 3.15). También se les animó con la seguridad que les dio Cristo en el sentido de que, como embajadores especiales Suyos, era a Él a quien representaban. Les dijo que recibirlos a ellos equivalía a recibirlo a Él (vers.os 40–42).7 Si ser comisionado por el rey o por el presidente de una nación sería un gran honor, ¡cuán mayor honor es ser comisionado por 6 James Burton Coffman, Commentary on Matthew (Comentario sobre Mateo) (Austin, Tex.: Firm Foundation Publishing House, 1968), 137. 7 Vea también Juan 13.20. Hay quienes enseñan que lo que Jesús dijo en el Nuevo Testamento, tiene más peso que lo dicho o escrito por los apóstoles. Mateo 10.42 y Juan 13.20 insinúan que hemos de recibir la enseñanza de los apóstoles como lo que es: la enseñanza de Jesús. Si recibimos a los apóstoles, es a Cristo a quien recibimos. Por otro lado, si los rechazamos a ellos (así como su enseñanza), es a Cristo a quien rechazamos.

el «REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES»! (Apocalipsis 19.16.) Permítame recalcar nuevamente que los apóstoles eran los embajadores especiales de Cristo. Las instrucciones particulares que se les dieron a ellos (tal como las relacionadas con no preocuparse por qué decir) no se aplican a nosotros. LOS EMBAJADORES DE HOY También hay lecciones para nosotros en este capítulo; así que centrémonos ahora en los embajadores de hoy: los embajadores de todos los días, que tiene Jesús. Nosotros no somos embajadores en el sentido especial que los apóstoles lo fueron, pero todavía representamos al Señor sobre la tierra hoy. Esto fue lo que escribió Pablo a los corintios: De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios (2a Corintios 5.17–20).

Las palabras de Pablo se referían primordialmente a su propio ministerio, pero parecen dar a entender que la iglesia tiene un ministerio parecido: en el sentido de que todo cristiano tiene la responsabilidad de reconciliar a los hombres con Dios y de que, cuando hacemos esto, es «en nombre de Cristo» que estamos hablando. Son muchos los pasajes que recalcan que los cristianos fieles son representantes de Jesús sobre la tierra hoy; el Nuevo Testamento enseña que es imposible separar a Cristo de Sus seguidores fieles. Cuando alguien le da un vaso de agua fría a uno de los discípulos de Jesús, es como si se lo diera a Jesús mismo (Mateo 10.42; vea 25.35, 40). Cuando Saulo perseguía a los miembros de la iglesia (Hechos 8.3), era realmente a Cristo a quien estaba persiguiendo (Hechos 9.4). Hemos sido bautizados en Su cuerpo (1era Corintios 12.13), la iglesia, del cual se dice que es Su «plenitud» (Efesios 1.22–23). Cuando somos bautizados, somos «revestidos» del Señor (vea Gálatas 3.27). Nosotros estamos en Jesús y Él está en nosotros (Romanos 8.1; Colosenses 1.27). Cada uno de nosotros puede decir: «… ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí» (Gálatas 2.20).

William Barclay escribió: «El cristiano es embajador de Jesucristo ante los hombres. Sale de la presencia de Cristo, llevando consigo la palabra y la hermosura de su Maestro».8 Como se hizo notar anteriormente, hemos recibido nuestra comisión: ir a todo el mundo como representantes del Señor y llevar Su mensaje a todos los hombres (Mateo 28.18–20; Marcos 16.15–16). Teniendo presente lo anterior, volvamos al texto bajo estudio y extraigamos de él verdades generales que se aplican a todos los embajadores de Cristo de hoy. Una vida que vivir (vers.os 28, 32–33, 37–39) Ser embajadores de Cristo significa que debemos tener un estilo de vida especial. ¡Recuerde que es al Rey a quien representamos! Debe ser una vida caracterizada por el temor piadoso. Jesús dijo: «Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno» (Mateo 10.28). Debe ser una vida caracterizada por la valentía para proclamar al Señor: Cristo dijo: «A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos» (vers.os 32–33). Hemos de reconocerlo por medio de las palabras. Barclay insinuó que «es muchísimo más la gente que niega a Jesucristo por guardar silencio cobardemente, que por decir palabras deliberadamente».9 También hemos de reconocerlo por medio de las obras (vea Tito 1.16). Puede que el Presidente de los Estados Unidos tenga su Servicio Secreto,10 esto es, un servicio de hombres a quien nadie conoce; pero no sucede así con Jesús. ¡Nosotros debemos reconocer abiertamente que somos siervos de nuestro Rey! Debe ser una vida caracterizada por darle prioridad a lo que tiene prioridad. Dios, Jesús y el reino deben estar por encima de todo lo demás. Son más importantes que nuestras familias. Jesús dijo: «El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a 8 William Barclay, The Gospel of Mattew (El evangelio de Mateo), vol. 1, ed. rev., The Daily Bible Study Series (Philadelphia: Westminster Press, 1975), 361. 9 Ibíd., 392. 10 El Servicio Secreto de los Estados Unidos es una agencia del Departamento del Tesoro de este país. Entre sus responsabilidades, el Servicio tiene a cargo la protección del Presidente y de su familia.

3

mí, no es digno de mí» (vers.o 37).11 El reino del Señor es más importante que nuestra propia vida. Nuevamente, Cristo dijo: «el que pierde su vida por causa de mí, la hallará» (vers.o 39b). ¡Cuánto aliento les dio esta promesa a los cristianos primitivos ante la persecución romana! Debe ser una vida caracterizada por la negación de sí mismo. Jesús dijo: «… y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí» (vers.o 38). Esta es la primera mención que se hace de la cruz en el libro de Mateo. Más adelante, Jesús «tomó» literalmente Su cruz. Nosotros hemos de estar dispuestos a seguir en pos de Él. Una persecución que padecer (vers.os 16–18, 21–22, 34–36) Ser embajadores de Cristo significa que hay que estar preparados para la persecución. Jesús les dijo a Sus discípulos: «He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos» (vers.o 16a). Puede que esto suene extraño porque Cristo es el Rey de reyes; sin embargo, la historia de la humanidad es la historia de la rebelión contra la autoridad. Si a Él lo persiguieron (vers.o 25), ¿por qué no habrían de perseguir a Sus seguidores? (vers.o 24). El capítulo menciona tres clases de persecución. Primero estaba la persecución de la religión organizada de ese tiempo: «Y guardaos de los hombres, porque os entregarán a los concilios, y en sus sinagogas os azotarán» (vers.o 17). Los cristianos de algunas regiones del mundo saben cómo se siente ser perseguido por la religión organizada. En segundo lugar, estaba la persecución de autoridades de gobierno: «… y aun ante gobernadores y reyes seréis llevados por causa de mí» (vers.o 18a). De inmediato pensamos en la persecución de Pablo, y de los primeros mártires. Como ya se dijo, algunos de nuestros hermanos han sufrido, y están sufriendo, esta clase de persecución hoy.12 La tercera clase de persecución proviene de donde menos se espera: de la familia.13 El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres, y los harán morir (vers.o 21). 11 Vea un breve comentario de Mateo 10.37 y sus implicaciones, en «Nuestras dos familias», que comienza en la página 44 de «La vida de Cristo, núm. 4». 12 En los Estados Unidos, donde no tenemos persecución por parte del gobierno, yo aplicaría esto a la persecución por la sociedad en general. 13 Vea un breve análisis de los versículos 34 al 36, en «Nuestras dos familias», que comienza en la página 44 de «La vida de Cristo, núm. 4».

4

No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada. Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; y los enemigos del hombre serán los de su casa (vers.os 34–36).

Jesús les dijo francamente a Sus seguidores: «… seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre» (vers.o 22a). Fue completamente sincero con ellos. Les hizo una descripción del trabajo y después, en otras palabras, les dijo: «¿Lo aceptan?». ¿Por qué será que decimos tan poco de la persecución, cuando el Nuevo Testamento dice tanto de ella?14 Cuando la iglesia primitiva se reunía, ellos hablaban de los peligros que tenían que encarar por el Señor. En el caso de nosotros, es más probable que nos quejemos de estar muy ocupados, o muy cansados, o tal vez de tener mucho calor, o mucho frío. Ellos padecían persecución mientras que nosotros nos quejamos de la incomodidad. «¿Debe Jesús llevar la cruz Él solo?». Recursos que esperar (vers.os 26–31) No quisiera dejar la impresión de que las palabras de Cristo que se recogen en Mateo 10, fueron todas negativas. Estaba la otra cara de la moneda. Ser «embajadores» de Jesús significa que tenemos el poder y los recursos del Rey a disposición nuestra. Fueron tres veces en el capítulo, que el Señor les dijo a sus discípulos que no temieran: No temáis cuando seáis calumniados porque, al final, la verdad triunfará: «Así, que no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse» (vers.o 26). El evangelio sería proclamado «desde las azoteas» (vers.o 27).15 No temáis cuando vuestra vida esté en peligro, porque todo lo que los hombres pueden hacer es matar el cuerpo: «Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno» (vers.o 28). Alguien escribió: «Temedle, vosotros santos, entonces no tendréis nada más que temer». Se dijo de John Knox, cuando sepultaban su cuerpo: «Aquí yace uno que temió a 14 Vea Romanos 8.14–17; Filipenses 1.27–30; 1era Pedro 2.18–21; 5.8–9; 2a Timoteo 3.10–12. 15 La iglesia de Cristo de North Anglin St., en Cleburne, Texas, tenía un techo bajo, casi plano, a un lado de su edificio. Ellos ponían a un predicador sobre ese techo, y sillas sobre el estacionamiento para tener reuniones para que la gente escuchara el evangelio siendo predicado.

Dios tanto, que jamás temió el rostro de hombre alguno».16 ¡No temáis, porque el Dios todopoderoso está de su lado! ¿No se venden dos pajarillos por un cuarto?17 Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. Pues aun vuestros cabellos están todos contados. Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos (vers.os 29–31).

CONCLUSIÓN El desafío que Jesús presentó a Sus apóstoles — y que nos presenta a nosotros— se resume en el versículo 39: «El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará». Los autores primitivos nos dicen que los primeros

mártires hicieron frente a las llamas, o a las bestias salvajes, con este versículo en sus labios: «… el que pierde su vida por causa de mí, la hallará». Mateo 10.39 no es un pasaje solamente para mártires. Es para cada uno de nosotros. Contiene el dicho del Señor que más frecuentemente se recoge en el Nuevo Testamento. Este dicho se encuentra seis veces en los evangelios. (Las otras cinco están en Mateo 16.25; Marcos 8.35; Lucas 9.24; 17.33; Juan 12.25.) Jesús quería que nosotros aprendiéramos la importancia de perder nuestra vida en Su servicio. «El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará». Si usted hace caso omiso de su llamado y de su comisión, agarrando con egoísmo la vida para usted solamente, la perderá. ¿Qué hará usted con su vida? Hoy es el día de la decisión.18

16

Barclay, 386. La palabra griega que se traduce por «cuarto» se refiere a la moneda romana más pequeña. Equivalía a un quinceavo de denario (que era la paga normal para un día de trabajo). 17

18 Cuando use este sermón, será recomendable que les diga a sus oyentes cómo venir al Señor (Marcos 16.15–16; Hechos 2.37–38) y cómo volver al Señor si se han extraviado de Él (Hechos 8.22; Santiago 5.16).

Los milagros de Jesús Convierte el agua en vino Echa fuera un demonio en Capernaum Sana a la suegra de Pedro Provee una pesca milagrosa Sana a un leproso Sana a un paralítico Restaura una mano seca Sana al siervo de un centurión Resucita al hijo de una viuda Calma una tempestad Sana a los endemoniados gadarenos Sana a una mujer con flujo de sangre y resucita a la hija de Jairo Sana a dos ciegos Sana a un mudo Sana al hijo de un oficial Sana a un lisiado Alimenta a los cinco mil Anda sobre el agua Alimenta a los cuatro mil De la boca de un pez saca dinero para los impuestos Echa fuera un demonio Sana a la hija de una mujer cananea Sana a un sordo Sana a un ciego Sana a un muchacho endemoniado Sana a una mujer lisiada Sana a un hidrópico Sana a diez leprosos Sana a un ciego de nacimiento Resucita a Lázaro Sana a dos ciegos Maldice una higuera Restaura la oreja de Malco Provee una pesca milagrosa

Mateo

Marcos

Lucas

8.14–17

1.23–26 1.29–31

8.2–4 9.1–8 12.10–13 8.5–13

1.40–45 2.1–12 3.1–5

8.23–27 8.28–34

4.37–41 5.1–20

4.33–35 4.38–39 5.1–11 5.12–16 5.17–26 6.6–11 7.1–10 7.11–17 8.22–25 8.26–39

9.18–26 9.27–31 9.32–33

5.21–43

8.40–56

14.15–21 14.25–33 15.32–39 17.24–27 12.22–23 15.21–28 17.14–18

6.35–44 6.48–52 8.1–9

9.10–17

Juan 2.1–11

4.46–54 5.1–9 6.1–14 6.16–21

11.14 7.24–30 7.31–37 8.22–26 9.14–29

9.37–43 13.11–17 14.1–6 17.11–19 9.1–7 11.1–45

20.29–34 21.18–22

10.46–52 11.12–14

©Copyright 2005, 2006 por La Verdad para Hoy TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

18.35–43 22.50–51 21.1–14

5

Get in touch

Social

© Copyright 2013 - 2024 MYDOKUMENT.COM - All rights reserved.