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Se abre la sesión a las diez horas y treinta y cinco minutos.
El Sr. PRESIDENTE (Urkullu Renteria): Egun on, legebiltzarkide jaun-andreok. Gaur, otsailak 2, ospatu beharreko Giza Eskubideen eta Herritarren Eskaeren Batzordearen eguneko gai-zerrenda hartuko zenutelakoan, berari eutsiko diogu; eta gai-zerrendak horrela dio, lehenengo puntuak: “1999ko abenduaren 9an egindako bilkuraren akta irakurri eta, hala badagokio, onestea”. Legebiltzarkideren batek badu zerbait esaterik batzorde honi dagokion agiriari buruz? (Negativa.) Ez. Beraz, ontzat ematen da. Bigarren puntua, gai-zerrendako bigarren puntua: “Arartekoaren txosten berezia, Euskal Erkidego Autonomoko oinarrizko gizarte-zerbitzuen egoerari buruzkoa”. Gurekin dauzkagu Ararteko jauna eta bere laguntzaileak, lagunkideak edo lankideak direnak, eta gai honi buruz berari hitza emango diot berak aurkeztu dezan eta garatu dezan. Beraz, Ararteko jauna, zurea duzu hitza.
El Sr. ARARTEKO (Markiegi Candina): Eskerrik asko. Egun on. Buenos días, señoras y señores parlamentarios. El objeto de esta comparecencia, como ustedes saben, es presentar un informe monográfico extraordinario que la Institución del Ararteko ha realizado a lo largo del final de 1998 y 1999, el trabajo de campo y su elaboración a lo largo de 1999. El objeto es analizar la situación de los servicios sociales de base en la Comunidad Autónoma del País Vasco. En anteriores informes monográficos del Ararteko presentados también en esta Comisión hemos intentado acercarnos a los colectivos marginales de la sociedad, a los que están en la periferia de la sociedad, y nos hemos encontrado, al ver la situación de los psiquiátricos, de los menores infractores, de los menores en situación de riesgo y desprotección, la situación de las personas mayores, los servicios de atención domiciliaria, las residencias, los centros de día, etcétera, etcétera, con que siempre en todos esos trabajos monográficos se hacía referencia a los servicios sociales de base. Nos parecía que a raíz del decreto y después ley de Lucha contra la Pobreza, contra la Exclusión Social, de 1991, y de la actual de 1998 se establecían una serie de tareas, de atribuciones, de cargas a los servicios sociales de base. Nos preocupaba que estuviésemos cargando sobre el personal de estos servicios sociales de base -vamos a decir- excesivas tareas, y, sobre todo, tareas específicas, nuevas, para las cuales a lo mejor no les habíamos dado ni la suficiencia de plantilla ni la formación adecuada para considerar este nuevo trabajo que sobre sus espaldas o sobre sus mochilas estábamos poniendo. De ahí que nos hicimos la pregunta: ¿cómo están en este momento los servicios sociales de base en nuestra Comunidad? Y la metodología que hemos adoptado entre las muchas posibles para abordar esta problemática (podía haber sido preguntar directamente a los usuarios de los servicios, intentar detectar en la sociedad las demandas potenciales, intentar saber la opinión, el criterio que los propios trabajadores o las trabajadoras sociales que trabajan en los servicios sociales de base tienen sobre el funcionamiento
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de los servicios), adoptamos este último criterio metodológico, y, así, nos dirigimos a los profesionales, a las profesionales actuales de los servicios sociales de base, con un cuestionario para preguntarles cómo ven ellas mismas la situación de los servicios sociales de base. Lo contestaron entre el final de 1998 y el comienzo del año 99, y además de este cuestionario se les proporcionó un formato-plantilla para que en una semana concreta de noviembre anotasen las demandas nuevas, las demandas nuevas de recursos que se presentaban en las oficinas, en las ventanillas, en los locales de los servicios sociales de base, porque esto nos podía permitir detectar las demandas ocultas o las demandas reincidentes con el grado de frecuencia de estas demandas. El informe tiene una estructura que recorre todos los capítulos. En el índice temático tienen ustedes el índice de contenidos, la sistematización, la estructura de contenidos..., pero quiero llamar la atención en que en cada uno de los capítulos se advierten como tres ejes fundamentales que recorren el trabajo. Un primer eje: criterios de referencia. Sobre cada uno de los aspectos (recursos humanos, recursos materiales, accesibilidad, garantía del derecho a la intimidad, etcétera, etcétera) se establecen las pautas de referencia, las pautas de buena conducta, las pautas de buena administración. En segundo lugar, el segundo eje es cómo está la situación actual en relación con esas pautas de referencia. Quiero indicar ya desde este primer momento que en ese primer eje, que es transversal, el de las pautas de referencia, se establecen unos criterios objetivados homologables con nuestro contexto europeo. Digo esto porque estas pautas de referencia, al mismo tiempo que nos han servido en el trabajo para comparar la situación actual con esas pautas de referencia, las ofrecemos también a las trabajadoras sociales para que ellas mismas en los servicios sociales de base puedan utilizar estas pautas de referencia como criterios de evaluación de su propia estructura, de su propia organización y de sus propias maneras de actuar, es decir, que tienen, como si dijéramos, una finalidad múltiple: pautas de referencia en el trabajo para ver qué se hace en Europa, comparar nuestra situación con esos parámetros de nuestro contexto europeo, y al mismo tiempo ofrecer a las trabajadoras sociales unos criterios para su propia evaluación, y a los sistemas supramunicipales de coordinación y de evaluación les ofrecemos también en estas pautas de referencia unos criterios para la evaluación sistemática. Y en tercer lugar -he dicho criterios de referencia y descripción de la situación actual-, y, como siempre en un informe del Ararteko, líneas de actuación en cada uno de los capítulos, que al final se resumen en unas recomendaciones al final del trabajo. El contenido sistemático del informe: inicialmente se intenta detectar el modelo que está funcionando, la definición de objetivos, de criterios, de funciones; a continuación, los recursos humanos y materiales con los que hemos dotado a estos servicios sociales de base, para ver si son suficientes o habría que incrementar plantilla, recursos, etcétera, o mejorar estos recursos; a continuación, en dos grandes capítulos, que a mí me parece que son los nucleares y más importantes porque describen la manera de trabajar, no sólo si están bien o mal dotados de recursos humanos o de recursos materiales sino cómo funciona el trabajo social individual y cómo funciona el trabajo social comunitario, con especial incidencia en el trabajo social comunitario porque nos parece que es el que en este momento está atendido de una manera más deficitaria; y por fin hay un capítulo en el que aparecen el diagnostico general, el resumen de todo el trabajo y las recomendaciones que la Institución del Ararteko hace a nuestras administraciones. Sobre todo van dirigidas a los ayuntamientos, que son los gestores de los servicios sociales de base, pero también a este Parlamento en la intención de sugerir y de recomendar alguna actuación normativa que permita reconducir la gran diversidad, la gran
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variedad que aparece en el diagnóstico, intentar reconducir en un momento en el que creemos que todavía estamos a tiempo, para que al menos haya unos mínimos comunes de actuación a los cuales tengan que referirse los ayuntamientos o las mancomunidades de ayuntamientos cuando establecen y dirigen estos servicios. Y quiero ofrecerles ahora de una manera muy resumida y muy anecdótica, si quieren, un elenco de transparencias que recogen algunos de los cuadros, de las tablas que aparecen en el informe, para que vean ustedes cómo se han elaborado y sobre todo cómo se pueden analizar con lupa o con microscopio para de ahí intentar recoger toda la información que las propias trabajadoras sociales de base nos han aportado al responder de una manera muy mayoritaria (nos han respondido en más del 80 por ciento de los servicios sociales), con lo cual tenemos un banco de datos y de información que resulta muy representativo de la muestra que queremos analizar. Entonces, por favor, bajamos la intensidad de la luz para que puedan ustedes ver las transparencias. Como digo, de manera un poco anecdótica pero para intentar ver cómo se puede explotar la información que aparece en las tablas. Aquí tenemos dos cuadros en los cuales se referencia la relación entre el número de ciudadanos atendidos y el de trabajadores sociales. Digo ya desde el primer momento que siempre que se habla de totales de población son los totales de población de los municipios en los que se ha dado la respuesta al cuestionario que hemos mandado, es decir, de ese 80 por ciento de cuestionarios recuperados, respondidos por las profesionales de los servicios sociales de base. Bien, aquí tenemos, en la parte de arriba, la referencia o la relación por territorios históricos (es decir, Álava, Gipuzkoa, Bizkaia) y el número, la ratio de trabajadores sociales, trabajadores o trabajadoras sociales de base, por el total de población que hay en esos municipios o en las zonas para ellas asignadas. Veis que la ratio de conjunto, que son 7.810, es decir, que por cada trabajadora social de base en un servicio social de base tiene que atender a una población potencial de 7.810 vecinos del municipio de la zona. Vemos algunas..., ahí está la diversidad en los tres territorios, es decir, que en Álava cada trabajadora social tiene que atender a una población potencial de usuarios de 6.874, los guipuzcoanos 6.003, y se ve que en Bizkaia la ratio de trabajadora social por número de habitantes, bueno, es una ratio inferior, es decir, habría que conseguir que Bizkaia tuviese más trabajadoras sociales para que la población potencial a la que tiene que atender se acerque a la media de 7.810; y, a poder ser, en el conjunto de la Comunidad recomendamos ir bajando y acercándonos a una ratio de una trabajadora social por cada 5.000 habitantes, que es la que está funcionando como ratio habitual de media en el contexto europeo en el que nos encontramos. En el cuadro de abajo, en este cuadro tenemos la misma información pero referenciada no a los territorios históricos sino al tamaño poblacional de los municipios, es decir, en los municipios de menos de 1.000 habitantes, en los municipios entre 1.000 y 5.000, entre 5.000 y 10.000, entre 10.000 y 50.000, o más de 50.000. Bien, aquí, siendo la ratio media la misma (tiene que ser 7.810 vecinos, habitantes, por cada persona dedicada a ellos), vemos que en los municipios de población más pequeña tienen un suficiente
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número de profesionales para atender con satisfacción, pero en los municipios mayores de 50.000 habitantes, es decir, en los grandes de nuestra Comunidad, los servicios sociales de base, por lo que aparece aquí, están dotados con un número inferior de trabajadoras sociales del que tendría que ser al menos por media, e incluso intentando rebajar esa media están alejados, están prácticamente... Si estamos recomendando que haya una trabajadora social por cada 5.000 habitantes, vemos que los municipios superiores a los 50.000 habitantes están doblando -vamos a decir- la carga de trabajo que estamos echando sobre los hombros de estas trabajadoras sociales. Bien, en este otro cuadro aparecen las quejas o sugerencias que plantean las profesionales de los servicios sociales según los territorios. Aquí se notan ciertas diferencias según los territorios que pueden analizarse con un cierto detalle. Por ejemplo, en Álava vemos que de lo que más quejan o lo que más sugieren en positivo las trabajadoras sociales es que se ven recargadas por exceso de tareas administrativas, les falta personal administrativo para llevar el trabajo burocrático del trabajo social, y entonces las propias trabajadoras no pueden dedicarse al trabajo que es más suyo, para el que profesionalmente están más preparadas, que es el trabajo social de campo. Se quejan también de que las zonas quedan muy dispersas geográficamente; bueno, es la realidad demográfica del territorio histórico de Álava. Se quejan de la necesidad de supervisión o sugieren más supervisión, más seguimiento adecuado, más evaluación de calidad por los responsables supramunicipales de estos servicios, y piden más dependencia de los técnicos que desde Diputación normalmente están para ayudarles en estas atenciones. Sin embargo, en Bizkaia las preocupaciones, tendencias, sugerencias o quejas que tienen las trabajadoras sociales se refieren más al ámbito profesional, al ámbito laboral. El 100 por ciento, falta de comunicación, aislamiento de la zona. Es curioso, es curioso que en la zona de municipios -vamos a decir- con más población, con más población, se quejan de la falta de comunicación. Pero esto enlaza o se correlaciona con lo que hemos visto en la tabla anterior: al estar muy sobrecargadas no tienen tiempo, posibilidades para coordinarse con lo que son los municipios próximos o con el conjunto de la provincia. La inestabilidad laboral, bajo nivel retributivo. Es que hay demandas de tipo laboral que, bueno, parece que no están suficientemente resueltas, cuando este mismo ínterin (inestabilidad laboral, bajo nivel retributivo) en Álava ni aparece, ni aparece, están satisfechas, y en Gipuzkoa aparece en un nivel muy bajo, un 18,2, entendiendo que aquí los tantos por ciento se refieren a la fila y no a la columna. Y la falta de formación para el puesto de trabajo, un 60 por ciento, también indica que al personal que atiende los servicios sociales de base en Bizkaia le tendremos que reforzar los niveles de satisfacción en el terreno laboral, retributivo, de formación previa, de formación continuada, etcétera. Y, sin embargo, en el territorio histórico de Gipuzkoa lo que aparece son demandas, sugerencias, peticiones que afectan al grado de autonomía, a la dignidad, a la dignidad de la propia profesional y del propio servicio..., veréis, un 87,5 por ciento, demasiada intervención por parte de los políticos, quieren que se delegue en ellos la toma de decisiones. Es decir, es una protesta que aparece en Gipuzkoa y no aparece en Bizkaia y en Álava.
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Con un 69,2 la falta de apoyo técnico y coordinación con otros profesionales interdisciplinares (es decir, quieren que sean considerados como profesionales que trabajan con otros, etcétera, etcétera), e infravaloración o marginación de los servicios sociales de base. Es decir, en Gipuzkoa se supone que están bien retribuidos -no se quejan de ello, al menos-, pero sí exigen, piden, sugieren que se les tenga más en consideración a la hora de delegar las decisiones, a la hora de considerarles como profesionales. Saltamos... La siguiente es la misma consideración, pero teniendo en cuenta los niveles de población de los municipios. Hay un aspecto que en la relación de recursos materiales aparece como que los servicios sociales de base están situados, instalados, en dependencias municipales donde la accesibilidad es dificultosa. En este cuadro aparecen como inaccesibles..., las propias trabajadoras sociales dicen que las dependencias en las que ellas están trabajando son inaccesibles para personas, por ejemplo, con silla de ruedas. Sabemos que muchas de las demandas que acuden a la ventanilla de los servicios sociales de base se refieren a las ayudas precisamente para compensar las minusvalías. Entonces, es uno de los servicios donde especialmente habría que tener un cuidado no sólo por obedecer y cumplir la normativa de que nos vamos dotando sino también porque es un segmento de población especialmente sensible y necesitado de eliminar las barreras en su accesibilidad. Otro de los elementos que afectan a las condiciones materiales en las que se presta el servicio social de base -y, además, desde la institución del Ararteko tenemos que insistir en ello- es la garantía del derecho a la intimidad en la relación que se da entre el usuario del servicio, es decir, la persona necesitada de un Ingreso Mínimo de Inserción, de una Ayuda de Emergencia Social, de una pensión no contributiva, etcétera, que tiene que ir allí a contar sus miserias económicas, sociales y culturales, y tiene al lado como compañera y como colaboradora a una trabajadora que quiere tratar a esta persona con un grado de intimidad, de confidencialidad en la relación que se establece entre ellas. Bueno, se quejan de que sigue habiendo despachos no separados de otras dependencias municipales que atentan a la intimidad. Éste es el dato que nos dan ellas mismas; o sea que veis casi una cuarta parte de los despachos por el número de centros, y una quinta parte teniendo en cuenta el volumen poblacional, que no reúnen según ellas al menos esas mínimas condiciones que garanticen y aseguren la confidencialidad. Pasa ésta..., es más o menos lo mismo, un resumen por territorios y municipios. Y pasamos a la información. Una de las variables que nos ha servido y que tienen ustedes ahí, en el informe, para ver el grado de satisfacción de las personas en cuanto a sus pautas de comportamiento en el trabajo social, nos hemos fijado en un elemento, una variable -hay otras muchas, ¿eh?, pero para comentar con ustedes-, la información que se proporciona desde los servicios sociales de base a los usuarios potenciales, a los que necesitan el servicio social de base. Bueno, las tres maneras que habitualmente suelen utilizar estas profesionales son: ir el profesional al domicilio (va al domicilio de la persona que se sabe que está necesitada o de la que se
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tiene alguna noticia, se ha detectado que tiene una necesidad del servicio social de base); se han enviado escritos -es otra manera de comunicarse con los potenciales usuarios-, se detecta y se les manda a su domicilio una hoja informativa explicando que tienen allí un servicio que pueden utilizar; y la tercera columna, es decir, ni se ha ido al domicilio, ni se les ha enviado un escrito. Bueno. Lo que ven ustedes en azul lo he resaltado de esta manera porque indica que las cosas ahí están bien, están bien. Es decir, que en Álava, en Álava, los tantos por ciento están calculados en fila, el 47,3 por ciento en relación con allí donde se han enviado escritos o donde no se ha hecho ni una cosa ni otra, bueno, está prácticamente en la mitad, la mitad de las actuaciones han consistido en que la trabajadora social ha ido al domicilio a ver, a atender, a informar, a preocuparse. Hay quien critica por un excesivo inmiscuirse en las necesidades de las familias cuando el trabajador social o la trabajadora social va al domicilio, pero entendemos que el grado de información y de comunicación que se produce en el contacto personal, en el propio ámbito familiar y siempre la persona que abre la puerta tiene la libertad para dejar entrar hasta el primer metro cuadrado o a lo que quiera enseñar para enseñar también sus necesidades y demostrar y justificar que puede demandar alguna ayuda. Bien. En Álava este tipo de comportamiento es alto, en Gipuzkoa también (un 51,3), y teniendo en cuenta el nivel poblacional de los municipios, el nivel que mejor aparece respecto a esta manera de aplicar este recurso es el de los municipios entre diez mil y cincuenta mil, es decir, los intermedios (ni los muy pequeños ni los muy altos), aunque en los muy pequeños, bueno, se establecen también unas pautas de comportamiento en el orden del treinta y tantos o cuarenta por ciento de proximidad de la trabajadora social en el propio domicilio. Sin embargo, y por el contrario, aparece que este modo de actuar en Bizkaia es bajo, es bajo, y es excesivamente alto (con un casi sesenta por ciento) el dato de que en ese tipo de actuar dentro de Bizkaia ni se ha ido ni se ha escrito, es decir, que el acercamiento del servicio social al potencial usuario en Bizkaia está muy debilitado, muy debilitado. Aparece también, analizando el tamaño poblacional de los municipios, cómo en los municipios entre cinco mil y diez mil habitantes, 37,5 de ningún acercamiento, y en los de más de cincuenta mil habitantes, es decir, un 53,5 dentro de lo que son estos municipios, no se ha ido ni se ha escrito a los posibles usuarios. Bueno, es una manera de contrastar que en estos municipios de población alta, mayores de cincuenta mil habitantes, y también en Bizkaia, como hemos visto antes, las dotaciones de personal insuficientes probablemente son una causa que contribuye a que en un recurso tan sencillo como puede ser éste, acercarse a la familia o enviarles algún escrito, bueno, están siendo deficitarios. Bien. En este cuadro aparece reflejado otro elemento que tiene mucha relación con lo que he comentado antes de que se quejaban las trabajadoras (sobre todo, de Gipuzkoa) en cuanto a la dignificación de su trabajo y al grado de responsabilidad que se les atribuye desde las instancias políticas de los ayuntamientos. Y quiero señalar aquí, como hay muchísimos números, exclusivamente en la fila de arriba, es decir, en la adopción de decisiones. Aquí se tiene en cuenta quién en tu ayuntamiento es el responsable de adoptar las decisiones. Es decir, un Ingreso Mínimo de Inserción: el servicio social de base
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normalmente, normalmente, tiene una función de detección de las necesidades, y cuando se han detectado las necesidades, ya sea por iniciativa propia o porque el potencial usuario llega al servicio social de base, es el que tiene que hacer el diagnóstico. Y así, así se le atribuye en el nuevo y recientísimo decreto... Digo nuevo y recientísimo -creo que es importante citarlo en esta Comisiónporque lleva el número 1, lleva el número 1 de la serie del 2000, el decreto del Gobierno Vasco 1/2000, de 11 de enero, aparecido en el Boletín Oficial del 31 de enero, es decir, anteayer, que es el que fija, el que reglamenta, el que regulariza, el que desarrolla lo que ustedes aprobaron en la ley contra la Exclusión Social para establecer la reglamentación concreta de cómo hay que aplicar los ingresos mínimos de inserción y el convenio de inserción que va aparejado felizmente al Ingreso Mínimo de Inserción. Bueno, pues, aquí, en este decreto, como digo, recién salido del horno se mencionan tres veces los servicios sociales de base, se mencionan tres veces sólo los servicios sociales de base, fundamentalmente para las labores de diagnóstico, para las labores de diagnóstico, y al final para labores de diagnóstico de los incumplimientos del convenio de inserción. Y en el resto del decreto no se habla de los servicios sociales de base sino que se habla de los ayuntamientos, se habla de los ayuntamientos. Y es correcto, porque de esta manera se respeta la capacidad de autoorganización de los ayuntamientos. Es correcto, pero a mí al menos me hubiese gustado que apareciese mejor resaltada la definición de las tareas de los servicios sociales de base dentro de los ayuntamientos y por delegación de los ayuntamientos, para ser coherentes con la ley de Servicios Sociales, que en su artículo siete, en el título segundo, establece... Bueno, en el título segundo la composición de los servicios sociales, en el siete los servicios sociales de base, y en el ocho los servicios especializados, los servicios sociales especializados. Bueno, en el siete se establece de una manera bastante ambigua, bastante genérica, objetivos y funciones de los servicios sociales de base, que bueno sería que por parte de los reglamentadores y normadores que después desarrollan estas leyes se tuviesen en consideración estos servicios sociales de base que en los ayuntamientos están haciendo ya no sólo labores de diagnóstico y de seguimiento sino también, muchas veces por delegación, labores de decisión. Bueno, ellas, las trabajadores sociales de base, dicen que el tanto por ciento de responsabilidad en la toma de decisiones que se les delega a estos servicios sociales de base está -los tantos por ciento son en columna-..., un responsable técnico de la unidad de base en Álava, en Álava, recibe esta misión el 21 por ciento, en Bizkaia el 21 por ciento y en Gipuzkoa el 11 por ciento. Es decir, aquí aparece que en Gipuzkoa las trabajadoras sociales de base consideran que se delega en ellas muy poco la decisión, la toma de decisiones. De ahí que en el cuadro que hemos visto anteriormente, correlacionándolo con él, ellas piden que se les dote de mayor capacidad de decisión, mayor autonomía, etcétera, etcétera. Entonces, aparece perfectamente la correlación. Bueno, perdón, me había olvidado de decir que ahí arriba nos estamos refiriendo a quién decide, quién decide los Servicios de Atención Domiciliaria, y aquí abajo quién decide a quién se otorga una Ayuda de Emergencia Social. Es decir, son dos recursos distintos: en el primero -lo he comentado- el Servicio de Atención Domiciliaria -lo que acabo de comentar- y quién otorga las Ayudas de Emergencia Social aparece de una manera muy parecida, es que incluso en Álava coinciden exactamente los números (21,8), un responsable técnico 12,7. Es decir, que en Bizkaia para otorgar las
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Ayudas de Emergencia Social baja la delegación de responsabilidad a las trabajadoras sociales, bajan del 21,5 al 12,7, y en Gipuzkoa también baja, es decir, que un 7,9 sólo recibe la delegación para otorgar Ayudas de Emergencia Social. Bueno, y en manos de quién queda la decisión para otorgar estas ayudas. Se ve, por ejemplo, en Álava: en Álava en los dos casos, tanto para el Servicio de Atención Domiciliaria como para las Ayudas de Emergencia Social, es el Instituto Foral de Bienestar Social. Es decir, se ha creado en Álava un organismo que concentra y en el que delegan las instituciones políticas, delegan en este instituto que desde el punto de vista de criterios técnicos y profesionales otorgue con absoluta objetividad, y no intervienen, no intervienen aquí las esferas políticas (no es el concejal, no es una comisión del ayuntamiento, no es el pleno del ayuntamiento), en Álava. Se ha delegado al Instituto Foral de Bienestar Social para que con criterios objetivos y técnicos determine y decida la concesión, tanto de los Servicios de Atención Domiciliaria como de las Ayudas de Emergencia Social. Sin embargo, en Bizkaia y en Gipuzkoa hay una configuración -vamos a decir- mixta y compleja. Son los responsables técnicos de las unidades de base, los concejales o comisiones -comisiones, por consiguiente, del ayuntamiento- y los plenos. Hay pequeñas variaciones entre la reserva -vamos a decir- de poder de decisión para un recurso o para otro, pero la configuración de funcionamiento por parte de los ayuntamientos es parecida en Bizkaia y en Gipuzkoa. Aquí les traigo un cuadro de resultados que puede ser un indicador objetivo del funcionamiento de los servicios de base, y se ha puesto, dicho por ellas mismas, el número de días de espera para tener un Servicio de Atención Domiciliaria en un caso de urgencia. Es decir, el caso de urgencia es una persona normalmente mayor que vive en su domicilio, normalmente sola y que tiene una crisis y se invalida, y entonces se pide al servicio social un Servicio de Atención Domiciliaria. Bueno, la urgencia, la rapidez con la que se responde a esta necesidad por territorios: en el territorio histórico de Álava, el 56,4 de los casos se resuelve en uno o dos días, bueno, un grado de respuesta óptimo-, y los que quedan, en un 10,9, es decir, que el sistema asistencial funciona con rapidez ante la demanda de urgencia. Sin embargo, en Bizkaia vemos que entre uno o dos días baja al 34,2; 3-7 días, 19; entre 8 y 30 días, un 13,9; e incluso más de 30 días, un 3,8; es decir, ahí mismo se nota que un efecto de resultado que deberían dar los servicios sociales de base en una cosa que hemos cogido puntualmente en situación de urgencia, Servicio de Atención Domiciliaria, cuánto se tarda en responder. Bueno, aquí detectamos una anormalidad de resultado que posiblemente se debe a una infradotación de medios personales y materiales. Y en Gipuzkoa, bueno, estamos en una situación un poco intermedia entre Álava y Bizkaia. En uno o dos días se responde un 27 por ciento; en 3-7 días, 48,7; pero nos queda allí, en la cola, casi un 8 por ciento que necesita más de 30 días para ser atendido. Y estos mismos datos, pero correlacionados con el nivel poblacional de los municipios, los tenemos en el cuadro de abajo, y aquí aparece como respuesta muy positiva a las necesidades de urgencia que en los municipios de más de 10.000 habitantes, de 10.000 para arriba, la respuesta es lo suficientemente ágil, y, sin embargo, en los municipios de tamaño reducido se ven con mayores dificultades para dar una respuesta de urgencia.
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Bueno, y aquí ya, para ir terminando con lo que es este análisis, así, un poco a la cacea de datos que aparecen en el informe, para que tengan ustedes presente también el nivel de demanda de los distintos recursos que se suelen ofrecer desde los servicios sociales de base, es decir, como ven, las tres necesidades que se demandan o las necesidades que más demandan la atención de los servicios sociales de base son marginación (es decir, marginación, lucha contra la pobreza, exclusión social, etcétera, etcétera, prácticamente en todos los territorios, sobre todo en Álava y en Bizkaia, marginación, algo menos en Gipuzkoa), el tema de las personas mayores (las necesidades de las personas mayores, tanto en Álava como en Gipuzkoa por encima del 35 por ciento, ahí Bizkaia queda un poco por abajo porque son la marginación y la exclusión las que en Bizkaia tienen más demanda), y la incidencia de esta solicitud de recursos por 1.000 habitantes, pues, también vuelve a reproducir, aunque en otra tabla de correlación, la marginación, la exclusión, la pobreza en Álava y en Bizkaia, y algo menos en Gipuzkoa. Creo que es importante que tengan ustedes presente este dato que aparece con mucha insistencia: en el grado de satisfacción de los niveles de demanda contra la exclusión social, en Gipuzkoa hay mayor satisfacción que en Bizkaia y que en Álava. Bien, vamos al de la valoración de la coordinación. Aquí hay un cuadro que es muy complejo, tiene muchos números, pero de una manera muy resumida les digo que es el análisis y la valoración del trabajo social comunitario. Es decir, los anteriores se referían al trabajo social individual de las trabajadoras sociales de base, que detectan necesidades, analizan los problemas de las familias, intentan aplicarles el recurso más adecuado para salvar ese bache de necesidad, pero luego el trabajo social comunitario, es decir, aquel que intenta recuperar los recursos naturales, es decir, los cuidadores o cuidadoras familiares, los cuidadores o cuidadoras de amistad, de relación más bien afectiva, que tienen una importancia importante, aprovechar la voluntad de voluntariado que hay en muchas personas, es decir, esas generosidades difusas que aparecen en la sociedad civil y que no encuentran cauces de canalización..., bueno, pues, según el artículo siete de la ley de Servicios Sociales se atribuye a los servicios sociales de base que detecten, que canalicen, que formen, que alienten, que promocionen la colaboración de estos cuidadores, de estos ayudadores, etcétera, etcétera, y, por fin, aquellos voluntarios, aquel voluntariado que está ya integrado en estructuras o semi-estructuras, organizaciones, ONG, fundaciones, etcétera, etcétera. Bien. Esta labor social comunitaria, que es el modelo que en nuestra Comunidad se ha elegido, está relativamente baja; es decir, las trabajadoras sociales de base tienen tal cúmulo de trabajo, mucho del cual es burocrático y administrativo, que les queda poco tiempo para ejercer esta labor de potenciar, de generar sinergias que puedan multiplicar el esfuerzo que ellas mismas están haciendo buscando colaboradores, buscando recursos alternativos y buscando incluso usuarios complementarios del servicio. En el informe se analizan las relaciones de coordinación de los servicios sociales de base con los dos grandes sistemas de la Comunidad, que son el sistema educativo y el sistema sanitario, donde hay un grado vamos a decir respetable, aceptable -siempre se puede mejorar-, de relación con el sistema educativo, es decir, por ejemplo, en hogares estructurados a quienes se da una Ayuda de Emergencia Social y con los que se va a firmar un convenio de inserción; pues, una de las condiciones, si tienen niños, es obligarles a que esos niños estén escolarizados. Por ejemplo, coordinación con el sistema educativo y coordinación con el sistema sanitario. Ésta, relativamente, siempre es mejorable, las propias profesionales dicen que es mejorable, y se detecta que en la medida en que el sistema organiza reuniones de coordinación, por ejemplo, en algunos campos donde hay hasta cuatro y cinco reuniones al año el grado de satisfacción de las profesionales de su integración en labores coordinadas es mucho más alto; y en aquellas comarcas, en aquellas zonas o en aquellos servicios donde no se establece una
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relación de coordinación materializada en reuniones, baja el nivel de satisfacción, el grado de aceptación y la demanda de mayor coordinación con el sistema educativo y con el sistema sanitario. Pero además de la coordinación con los dos grandes sistemas que tienen red importante territorial hemos querido preguntar el grado de relación que tienen con otros sistemas de la Comunidad que pueden ser aprovechados dentro de una perspectiva y de una estrategia de atención social comunitaria, como son las oficinas y entramados que velan por la promoción del empleo, por la promoción de la vivienda, la relación con los servicios públicos de orden público (de Policía) y la Administración de Justicia. Bien, en general la relación de coordinación con la Policía -y aquí se entiende tanto Policía municipal, que suele estar muy próxima, como la Ertzaintza-, dicen que “Hay y es buena” el 26 por ciento, “Hay, pero es regular” el 20 por ciento, “Hay, pero es mala”..., es decir, que el grado de insatisfacción de esta coordinación con las policías de la Comunidad es relativamente alto. También es verdad que hay prácticamente una cuarta parte de profesionales de los servicios sociales que dicen que no hay, pero que tampoco es necesaria. Sin embargo, por ejemplo, con lo que son los servicios especializados para la promoción de empleo dicen que “No hay y es necesaria” casi un 30 por ciento, “Hay, pero es regular” en un 27 por ciento, “Hay, pero es mala” en casi un 12 por ciento. Bueno, yo creo que este cuadro, estas tablas, son buenos indicadores para analizar ahora con más detalle la posibilidad de incrementar las buenas relaciones entre los servicios sociales de base y las otras ofertas que de una manera más específica se ofrecen desde la Comunidad, porque, de esta manera, los recursos -que sabemos que son contados- multiplicarán su eficacia, si realmente conseguimos potenciar una buena relación y coordinación. Y después de pasar, como les decía, a modo de ejemplos puntuales de cómo analizar estas tablas que nos dan la información que las propias trabajadoras sociales nos han aportado, después de codificadas y después de correlacionadas, yo creo que podríamos pasar ahora a hacer muy brevemente un diagnóstico general de la situación que yo creo que puede ayudarles a su trabajo fundamentalmente normativo. Pueden dar, si quieren, la luz, porque ahora, en este momento, no vamos a utilizar las transparencias. Como diagnóstico general de la situación tenemos que decir que los servicios sociales de base están atravesando en este momento una etapa crítica, pero una etapa crítica buena, es decir, de crecimiento y de transformación. De la forma en que se resuelva esta crisis va a depender la configuración más o menos definitiva de la red primaria de atención del sistema de servicios sociales, del propio sistema de servicios sociales y, en última instancia, del servicio de protección social que dentro de sus competencias -que son muchas- decida esta Comunidad Autónoma. Los dos elementos en torno a los cuales se perfilan en este momento las tensiones que definen esta crisis son -diría yo- los requerimientos que les hemos impuesto a estos servicios desde este Parlamento mediante las leyes de servicios sociales: la del 82, la Ley 6/82, pionera en el conjunto de las Comunidades Autónomas del Estado, y ya no tan pionera pero sí con la posibilidad de hacer la evaluación y modificar y mejorar la del 82, que ha sido la Ley 5/96.
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Desde la actual ley de Servicios Sociales estamos demandando, es decir, fíjense ustedes: en la ley del 82, en la Ley 6/82, ni aparecían ni se mencionaban los servicios sociales de base, y ya existían, pero -vamos a decir- el legislador -y me incluyo- en aquel momento todavía no había detectado que existían los servicios sociales de base. Porque los servicios sociales de base aparecieron como los champiñones en mayo, como los perretxikos, casi sin darnos cuenta; y surgieron sin darnos cuenta, sin que los propios ayuntamientos se diesen muchas veces cuenta, sin que este Parlamento, como ya les he señalado, se diese cuenta, porque se estaba empezando a aplicar en la red de servicios sociales el Servicio de Atención Domiciliaria, que es el primero que aparece. La Constitución, en el artículo 41, que establece la necesidad de que el Estado proteja los derechos mediante un sistema de Seguridad Social, y el 50, donde la Constitución establece no sólo la posibilidad sino el encargo a los poderes públicos de crear una red de servicios sociales públicos, es la que legitima la creación de un servicio público de servicios sociales; pues, a partir de ahí, bueno, ¿qué pasa con esas personas mayores? Nuestra demografía estaba exigiendo a los poderes públicos una mayor atención; aparecen los planes gerontológicos, etcétera, etcétera, el estatal, el de las Comunidades Autónomas, y a partir de ese momento se empiezan a crear recursos de ayuda -pues, vamos a decir- de emergencia en la atención a los mayores que estaban más o menos invalidados, viviendo solos en sus domicilios, y aparece el Servicio de Atención Domiciliaria; y entonces en los ayuntamientos se empiezan a desagregar unos núcleos de atención para gestionar este recurso, el del Servicio de Atención Domiciliaria, es decir, buscar personas que vayan durante dos horas, durante tres horas, pagarles, etcétera, etcétera. Y así nacen incipientemente los servicios sociales de base. Bueno, en este momento ya, en la ley de Servicios Sociales aprobada por este Parlamento, la Ley 5/96, como les decía antes, en el título II, artículo siete, define objetivos, funciones de los servicios sociales de base, y desde allí les estamos demandando. Y luego desde la ley de Lucha contra la Exclusión Social, es decir, la ley bien reciente (12/1998), este Parlamento, y con el decreto de desarrollo que les acabo de mencionar, aparecido en el boletín oficial el 31 de enero, es decir, anteayer, estamos demandando a los servicios sociales de base un ingente cúmulo de tareas. Éste es el primer polo tensionador. Y el segundo, la situación actual de unos servicios fuertemente condicionados por las circunstancias en que se produjo su implantación. Este mismo nacimiento, es decir, un poco anárquico, por iniciativa de cada uno de los ayuntamientos (unos antes, otros después, utilizando recursos que ya tenían, adscribiendo a nuevos servicios personal nuevo, etcétera, etcétera), ha dado un mapa muy variado, muy diverso en el conjunto de los 252 municipios de nuestra Comunidad. Pero de esta doble tensión, del nacimiento, como decía, pues, bastante espontáneo para atender una necesidad concreta a partir de la cual se les ha ido cargando con nuevas responsabilidades y ya en este momento la tensión que producen las dos leyes fundamentales (sobre servicios sociales y contra la exclusión), se está definiendo un modelo de servicios sociales de base. Cuando empezaron nadie sabíamos lo que iban a ser ni lo que eran los servicios sociales de base. En este momento están ya, vamos, en unos ejes de convergencia hacia un modelo bastante definido. El modelo de servicios sociales de base de la Comunidad tiene en este momento estas características: aspiran a constituirse como la red primaria de atención del sistema de servicios sociales; están llamados a garantizar a todos los ciudadanos sin exclusión (es decir, con carácter de universalidad) unos umbrales mínimos de calidad de vida socialmente aceptados; en el desempeño de esta función deben mantener y promover la intervención de todos los agentes sociales formales e
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informales y de todos los recursos que la Comunidad pone a su servicio para, como decía antes, producir energías sinérgicas; también queda claro en el modelo que estamos definiendo en la Comunidad que son competencia de los ayuntamientos, no son competencia de las Diputaciones ni, ni del Gobierno. Es decir, el nivel administrativo en el que se instalan son los ayuntamientos. Los recursos con que cuentan en este momento, porque ya están ahí, no hay que crearlos, son positivos. Tenemos un potencial de recursos humanos importante, las trabajadoras sociales y el personal administrativo ya adscrito, otras trabajadoras sociales y administrativos contratados por iniciativa de los propios ayuntamientos y una variada gama de profesionales y técnicos que están en los ayuntamientos, aunque no adscritos a este servicio, pero que tienen en el área de la atención social funciones y competencias que algunas veces se solapan y algunas veces no se coordinan suficientemente, pero ahí están. Tenemos un plantel de profesionales importante. Sin embargo, a pesar de esto, a pesar de que el modelo parece que se va definiendo -se va definiendo casi, casi, espontáneamente, pero se va definiendo y es ya muy concreto- y hay unos recursos humanos y materiales importantes, sin embargo, la imagen de los servicios sociales de base todavía, todavía no está consolidada. La imagen que ofrecen en la actualidad estos servicios se caracteriza a grandes rasgos por algunos de estos aspectos. La ambigüedad del marco en el que desarrollan su actividad, tanto en lo que se refiere a sus objetivos y funciones como en lo que respecta a sus competencias -lo hemos visto en uno de los cuadros: son competentes o no para tomar determinadas decisiones-. El desigual nivel de desarrollo e implantación que han alcanzado en las distintas áreas geográficas y en los distintos niveles poblacionales de los municipios. Sus diferentes formas de organización y dependencia. La diversidad de criterios y directrices con un único denominador común, que es que al menos todos saben que tienen que gestionar los recursos que les llegan del nivel de Diputación y del nivel de Gobierno. Las distintas formas en que los servicios sociales de base se engarzan en el resto de los recursos comunitarios, que van desde el aislamiento total en muchas ocasiones a la plena integración en casos contados. Bueno, a partir de esta -vamos a decir- descripción como diagnóstico general creo que no hemos llegado todavía y que es difícil, es difícil definir, describir, dibujar el modelo ideal. Y fundamentalmente, y fundamentalmente -y aquí hay una contradicción que habrá que resolver por parte de este Legislativo, y en buena coordinación con quien tiene la competencia de ejecución, que es el propio ayuntamiento, en buena coordinación entre los dos niveles-, el Legislativo, a quien este Ararteko al menos le pide alguna intervención, alguna intervención para legislar sobre mínimos comunes de tal manera que los ayuntamientos sepan a qué atenerse para salvaguardar los mínimos comunes, y al mismo tiempo ser respetuosos con la autonomía municipal dejando que por encima de esos mínimos comunes cada ayuntamiento pueda competir lealmente en hacerlo cada cual mejor que el que tiene al lado. Pero entiendo que en este momento, por el grado de diversidad y el grado de variedad que por la propia manera de nacer y de configurarse estos servicios ha existido en los últimos diecisiete años, convendría que este Legislativo pudiese normar algún desarrollo normativo del artículo siete de la ley de Servicios Sociales o bien encargar al Gobierno que de manera reglamentaria establezca algún criterio de una cierta homogeneización.
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Aunque en el desarrollo del comentario de los cuadros anteriores he hecho algunas referencias, aunque sea muy brevemente les voy a pedir la autorización y el permiso para decirles desde la preocupación garantista del Ararteko cuáles han sido algunos de los vectores de preocupación que yo quiero transmitirles a ustedes. Muy brevemente y comentando esta transparencia. Desde el punto de vista de la garantía de los derechos, ¿eh?, porque desde el punto de vista de la mayor o menor eficacia del servicio, bueno, ustedes tendrán la oportunidad de seguir profundizando sobre el informe, pero a mí sí me gustaría descargar mi conciencia y transmitirles que me preocupa, desde la perspectiva de la protección y de la garantía de los derechos, la escasa clarificación de las funciones y el desconocimiento de la ciudadanía de estos servicios. Nos pasa lo mismo a nosotros: la Institución del Ararteko es una institución nueva, lleva funcionando once años. Es precisamente en los sectores periféricos de la sociedad donde menos se nos conoce. Bueno, pasa lo mismo con los servicios sociales de base, porque todavía no tienen... Así como en el sistema educativo todo el mundo sabe en su pueblo, en su barrio, en su sociedad, dónde está la escuela, hay una identificación institucional de los centros educativos, todo el mundo sabe dónde está el ambulatorio, dónde está el centro de atención primaria del sistema público de salud, porque hay una identificación institucional, sin embargo, los servicios sociales de base no tienen una identificación institucional, y precisamente por la manera como han nacido. Sería bueno que tuviesen una identificación institucional, y además muy pública, a poder ser muy homogénea y muy pública, para que el potencial usuario pudiese dirigirse a ellos. Porque al final a ustedes y al Ararteko les interesa que aquellos para quienes ustedes legislan y aquellos a quienes el Ararteko tiene que proteger y defender en la garantía de sus derechos lleguen al recurso que nosotros..., que el Parlamento ha destinado para ellos, recursos de organización y recursos económicos que en los Presupuestos Generales de la Comunidad se aprueban cada año. En segundo lugar, las grandes desigualdades en los niveles de atención ofrecidos. Lo he comentado al ver los distintos cuadros. Tanto en el nivel territorial como en el nivel poblacional hay excesivas diferencias territoriales y por niveles poblacionales. La sobrecarga de trabajo administrativo sobre las trabajadoras sociales. A las trabajadoras sociales tenemos que liberarles -fundamentalmente los ayuntamientos pero, bueno, tenemos que recomendárselo-, tenemos que liberarles de la mayor parte de los trabajos administrativos y burocráticos para que puedan dedicarse de una manera específica al trabajo social, individual y al trabajo social comunitario. Las condiciones de accesibilidad a los servicios sociales de base, lo he comentado. Y no sólo por las barreras arquitectónicas sino también por las barreras de desconocimiento. Quien no conoce que existe el servicio difícilmente va a poder acceder a él. El derecho a la intimidad de las personas que acuden a los servicios. Lo he comentado ya. La escasa colaboración con otros servicios y agentes sociales, porque desde el punto de vista de optimización de los recursos es una pena que en la Comunidad se estén -vamos a decirdesperdiciando recursos por dificultades y deficiencias en la coordinación. Y por último quiero referirme a las demandas, a las demandas ocultas y no atendidas. Por eso, además del cuestionario que les pasamos a las trabajadoras sociales de base les pasamos una plantilla,
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como les indicaba en la breve referencia metodológica que he hecho al principio, una plantilla para que apuntasen las demandas nuevas que aparecen. Nosotros creemos -pero esto tendrá que ser objeto de algún otro trabajo de profundización, ya sea por investigadores sociales o por algún nuevo trabajo monográfico de la Institución del Ararteko o por algún trabajo que ustedes mismos puedan encargar-, nos da la impresión de que hay demandas que no llegan a los servicios sociales de base y, por lo tanto, tampoco llegan a nosotros, ni llegan a ustedes, necesidades que no se cubren porque no las conocemos. Y también, y también hay necesidades para las cuales está organizado el sistema, para poder ser atendidas, pero no llegan a la ventanilla porque los trabajadores sociales no tienen la suficiente..., vamos, no están suficientemente dotados o no tienen la suficiente tranquilidad para dedicarse a eso y poder acercarse... Por ponerles un ejemplo que no se refería a este trabajo, pero una queja que el Ararteko ha tenido que tramitar en 1999 respecto a la pérdida de las Ayudas de Emergencia Social para algunas familias de barrios periféricos (concretamente, del municipio de Donostia-San Sebastián) porque habían recibido estas familias en el mes de junio con mucha efectividad un escrito del servicio social de base del ayuntamiento de la zona a la que están adscritas además diciéndoles que por favor conserven, que conserven los recibos de arrendamiento porque van a tener que presentarlos en el mes de diciembre para demostrar que el carácter finalista de la ayuda se ha cumplido y realmente la Ayuda de Emergencia Social se ha destinado al pago de arrendamientos de estas familias. Porque, se les advierte, si no presentan ustedes estos recibos, se van a quedar sin esta Ayuda de Emergencia Social en el año siguiente. Bueno, pues, estas familias pierden los recibos, pierden los recibos y pierden la ayuda, y pierden la ayuda. Bueno, en este caso, como veíamos antes en aquel cuadro, ha habido una comunicación escrita. Estas personas eran analfabetas, eran analfabetas, y recibieron el papel, recibieron el papel. Y probablemente guardaron el papel o perdieron el papel, pero el mensaje no les llegó. No pueden, con la plantilla que en estos momentos tienen, como aparecía ahí, en los municipios mayores de 50.000 habitantes, no tienen la oportunidad de ese trabajo directo, de ese trabajo directo de visita domiciliaria para detectar las necesidades, y concretamente se hubiese detectado probablemente que estas personas son analfabetas y que la herramienta que se había utilizado para comunicarse con ellas, siendo correcta, siendo correcta, y, bueno, legalmente nadie puede decir que no han sido bien informadas, pero en este caso concreto perdieron la Ayuda de Emergencia Social por no haber sido en realidad..., por no haber recibido bien ellas, y no es un defecto objetivo de la Administración sino un defecto subjetivo de la persona a la que iba destinado el recurso pero que se queda sin ello. Y para terminar, una vez hecho el diagnóstico de globalidad y transmitidas mis preocupaciones, decirles que al final del informe, como siempre en los informes de la Institución del Ararteko, se reflejan una serie de recomendaciones que intentan llamar la atención sobre los poderes públicos, en este caso esta Comisión de Derechos Humanos, para que dentro de las posibilidades que el Parlamento tiene de legislar, de normar, y también de controlar la Administración del Ejecutivo y de impulsar el buen hacer de las administraciones, pues, tengan ustedes la oportunidad de considerarlas. El Ararteko, como alto comisionado del Parlamento, investiga, reflexiona, trae y recomienda. Y ahora en sus manos queda el que... Sobre todo, sobre todo yo creo que el primer bloque que aparece ahí, en la transparencia, el de normalización de los servicios sociales de base, yo creo que es una demanda muy directa a la labor legislativa que ustedes puedan realizar desde el Parlamento. Como he dicho antes, creo que ya, por la
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situación de crisis de crecimiento que tienen los servicios sociales de base, vendría bien normarlo desde aquí pautando al menos esos mínimos, esos mínimos que puedan ser comunes y que puedan ser, bueno, uniformizadores o al menos homogeneizadores de los servicios sociales que aparecen en la Comunidad. En lo que afecta a los recursos humanos y a los recursos materiales, pues, bueno, poco podrán hacer ustedes desde aquí porque afecta ya más directamente a la organización de los ayuntamientos, pero sí al menos saber cómo están funcionando, para que no ya desde el Parlamento, pero desde la intercomunicación que como responsables pertenecientes a los mismos partidos políticos que aquí están representados y están representados en las diputaciones y que están representados en las Juntas Generales y que están representados en los ayuntamientos puedan ustedes transmitir a sus compañeros y compañeras de partido que tienen las responsabilidades de montar, estructurar, organizar e impulsar estos servicios sociales de base en sede municipal, pues, puedan también tener en cuenta estos criterios y llevar a buen término el resultado de este esfuerzo de reflexión y de análisis. En lo que afecta al trabajo social individual han aparecido aquí determinados aspectos. Yo insistiría, insistiría, y sí les recomiendo a ustedes que en la medida de sus posibilidades transmitan la necesidad de potenciar ahora el trabajo social comunitario. Es decir, a lo largo de estos diecisiete años anteriores se ha potenciado el trabajo social individual. Yo creo que estamos en un momento bonito de los servicios sociales de base para que puedan dar un salto, un salto y a poder ser de gigante en lo que es el trabajo, no sólo individual, con el individuo, con la familia, sino un trabajo social comunitario con perspectiva de comunidad, con perspectiva de integración de los distintos recursos y de las distintas redes en el trabajo social. Y ahí, bueno, recuperar, como les decía, ya que el último trabajo normativo ha sido el Decreto 1/2000, destinado fundamentalmente a fijar el procedimiento, las condiciones del convenio de inserción. Pero en el artículo 18 de este decreto se establece la posibilidad de crear comisiones de incorporación social, comisiones de incorporación social tanto a nivel zonal dentro de un municipio grande, a nivel comarcal entre varios municipios o en términos de mancomunidad, o incluso a nivel nacional. Ya que se vuelve a mencionar y se da en el decreto la posibilidad de crear comisiones de incorporación social, bueno, pues, que transmitamos esta posibilidad y que dentro de las posibilidades concretas de las demandas que hay en cada una de estas zonas, comarcas, territorios y a nivel nacional podamos impulsarlas, porque, como les digo, creo que, si los diecisiete primeros años de funcionamiento de los servicios sociales de base han sido los de nacimiento y consolidación de una estructura, estamos en este momento en el de mejora de la estructura y extensión a una perspectiva de mayor y mejor trabajo social comunitario sin descuidar el trabajo social individual que ya se viene haciendo. Por mi parte, en este primer turno nada más, agradecerles a ustedes la atención. Aprovecho también para agradecer aquí públicamente, con luz y taquígrafos, a las trabajadoras sociales de base que han contestado el cuestionario y las plantillas que les mandamos y que han hecho posible que hoy podamos comparecer y reflexionar con ellas sobre sus demandas y preocupaciones, pero sobre todo agradecerles el trabajo que hacen día a día. Y también agradecer al SIS, que, como saben, ha sido la fundación que desde el punto de vista técnico y material ha colaborado con el Ararteko en el diseño y en la elaboración de este trabajo. Muchísimas gracias.
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El Sr. PRESIDENTE: Eskerrik asko, Ararteko jauna, zure agerraldiaren berri ematearen lehenengo azalpen-txanda honengatik. Eta orain legebiltzar-taldeen txandara pasatuko gara. Txikienetik hasita, Misto Ezker Batua/Berdeak Taldetik Madrazo jaunak hitz egin nahi du? Edo, bai, Benito andreak du hitza, Foruzale Taldetik.
La Sra. BENITO BENGOA: Sí. Gracias, señor Presidente. Bueno, en primer lugar agradecer al Ararteko, a su equipo, por supuesto, y evidentemente a todos los que han colaborado en la elaboración de este magnífico trabajo. Él ha comentado o se ha comentado que todavía hay una escasa clarificación de las funciones que corresponden a estos servicios, el conocimiento que de ellos tiene la ciudadanía porque, por desgracia, todavía se sigue equiparando servicios sociales igual a pobres, servicios sociales igual a marginación, y parece que solamente es ese estrato de la sociedad al que se le puede dar una respuesta, cuando no es así. Por lo tanto, es verdad que hay una falta de conocimiento en cuanto a cómo se pueden desarrollar las funciones e incluso a veces al ámbito competencial, aunque al final todo el mundo recurre o se recurre a los ayuntamientos, pero también hay una falta de conocimiento en cuanto a ese ámbito competencial, pues, porque se hacen cosas desde la Diputación, se hacen cosas desde el Ayuntamiento, unos van a un sitio, otros van a otro, y todas esas cosas, evidentemente, se tienen que delimitar. En todos los cuadros que se nos ha puesto, que aparecen en el libro, también se ve la diferencia que hay dentro de los territorios. Álava siempre ha sido un territorio, en fin, que ha contado con un alto nivel de atención en lo que se refiere a servicios sociales, a todo el tema del bienestar social, pero qué duda cabe de que hay una gran desigualdad entre los diferentes territorios y entre las diferentes zonas, y también en cómo se prestan los servicios entre ayuntamientos de más o menos número de habitantes. Y también hay grandes diferencias en cuanto a todo lo que son recursos humanos, recursos materiales y también recursos económicos puestos a disposición de lo que es toda la atención social para estos servicios. Las competencias, evidentemente, las tienen los ayuntamientos; el Parlamento Vasco, pocas cosas podemos hacer, quiero decir, porque al final son ellos los que tienen esa competencia, y tampoco me parece..., me parecería poco respetuoso que nos metiéramos con lo que es la autonomía local. Pero qué duda cabe de que la petición que se nos ha hecho por parte del Ararteko de que haya alguna intervención para legislar sobre esos mínimos comunes que tendrían que servir como base para que todos, el resto de los ayuntamientos, puedan actuar, pero siempre con un mínimo, yo creo que eso se podría hacer, pero también es cierto que no creo que sea fácil: si hasta ahora no hemos conseguido hacerlo, pues, supongo que costará; pero la voluntad, por lo menos de mi grupo, es poder llegar a solucionar estos problemas, y una de las soluciones para este problema evidentemente es marcar esos mínimos que usted nos ha pedido.
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También tendremos en cuenta todas las recomendaciones que se nos hace desde la Institución para llevarlas a cabo, para poder incidir en la puesta en práctica de todas ellas, pero, en fin, con respecto a esta Cámara intentaremos lo que le digo, intentar legislar sobre esos mínimos comunes, que no me parece fácil, pero qué duda cabe de que tenemos que hacer ese esfuerzo. Muchas gracias.
El Sr. PRESIDENTE: Eskerrik asko, Benito andrea. Mixto Taldearen izenean, Ezker Batua/Berdearen izenean, Madrazo jaunak du hitza.
El Sr. MADRAZO LAVÍN: Sí. Gracias, Presidente. Quiero en primer lugar también felicitar a la Institución del Ararteko por la calidad y la profundidad de ese trabajo, que ofrece unos muy buenos resultados y que deben obligar al conjunto de Administraciones públicas a tomar buena nota de estos resultados y estas conclusiones de dicho informe para actuar en consecuencia en orden a subsanar las deficiencias detectadas en el informe. Yo creo que este informe pone el dedo en la llaga sobre la situación de los servicios sociales de base en Euskadi y plantea un conjunto de problemas y de insuficiencias que ni pueden ni deben pasar inadvertidas para las administraciones y para los grupos que estamos aquí presentes. En definitiva, los servicios sociales de base -así lo considera nuestro grupo- deben ser el pilar sobre el que asentar una Comunidad que aspira y que quiere avanzar hacia la consecución de una sociedad más justa y solidaria. Es verdad que en Euskadi se está trabajando desde hace años en esta dirección, pero también es cierto que queda mucho trabajo por hacer, y el Ararteko ha puesto ante nuestros ojos una realidad que no podemos obviar. Estamos hablando en definitiva -y esto es lo más importante-, de personas que necesitan atención urgente, y los servicios sociales de base deben estar dotados de los recursos económicos y humanos necesarios para hacer frente a esta situación. Estamos hablando de colectivos que se ven obligados a recurrir a estas prestaciones, colectivos que van aumentando día a día; y además, dentro de estos colectivos existen grupos con necesidades específicas como pueden ser la tercera edad, los toxicómanos o las mujeres víctimas de la llamada feminización de la pobreza. Por eso hay un elemento que siempre que hablamos de estas cuestiones surge inevitablemente, y es el de las desigualdades que existen en el nivel de atención que los servicios sociales de base ofrecen a los ciudadanos y ciudadanas en los diferentes territorios de nuestra Comunidad. Es una cuestión que venimos debatiendo permanentemente en esta Cámara y que ahora también se debe tener en cuenta; de hecho, el propio Ararteko recomienda intensificar los recursos en Bizkaia y en aquellos municipios que superan los 50.000 habitantes, que presentan déficits más abultados en esta materia. Por eso, yo creo que esta Cámara debería articular un marco legal de manera que se fijaran los criterios básicos de organización de la red de recursos en los municipios. También subraya un elemento que quisiéramos tener en cuenta, y es el bajo número de trabajadores y trabajadoras sociales por habitante, lo que resulta un contrasentido justamente en un momento en que la demanda de servicios aumenta día a día, y hay que tener en cuenta que existe un
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número suficiente de estudiantes universitarios, muchos de ellos en paro, que pueden cubrir estos puestos. En definitiva, debemos avanzar en la equiparación a estándares europeos, puesto que, en fin, además de contar con menor porcentaje de trabajadores sociales por habitante que otros países de nuestro entorno, éstos están sobrecargados de un trabajo burocrático que reduce su dedicación al trabajo social. Por ello consideramos, en definitiva, necesario incrementar las dotaciones económicas para mejorar este déficit y mejorar los recursos humanos y materiales de los diferentes servicios sociales que consideramos un objetivo no sólo necesario sino, además, factible. Y también quiero poner de manifiesto en este sentido el impulso totalmente insuficiente en las partidas económicas dedicadas a la atención social que se están dedicando por parte de los presupuestos de las diferentes administraciones; en concreto, por parte del Ejecutivo vasco. De hecho, consideramos necesario elevar estas partidas hasta alcanzar el salario mínimo interprofesional -me refiero a las partidas de atención social (el AES, el IMI)- y, en definitiva, avanzar en la senda que marca la Carta de derechos sociales. Esto es una vía necesaria si queremos dotar de recursos suficientes a los servicios sociales y a la atención social. Y también otro elemento que quisiéramos subrayar del informe es la necesidad de fomentar la cooperación con las asociaciones, las ONG y los agentes sociales de cara no sólo a mejorar la asistencia sino también de cara a llegar a sectores a los que no se alcanzan por la vía de los servicios institucionales. En definitiva, se plantean un conjunto de acentos. También hemos subrayado el acento que se pone en los problemas de los sin techo, que aumentan día a día en nuestra Comunidad, fundamentalmente teniendo como víctimas a jóvenes, a mujeres, ancianos e inmigrantes. En estos colectivos hay que impulsar medidas específicas para tratar la situación de cada colectivo en particular. Por ejemplo, como ejemplo de esto que digo, el propio Ararteko plantea que se deben crear centros de acogida tolerantes con prácticas de riesgo como es el consumo de drogas. Sin duda que el primer paso es el paso de la prevención, pero sin duda que hay que afrontar su existencia desde todas las vertientes, no poniéndonos ninguna venda en los ojos. Por eso coincidimos con esa recomendación que se desprende de este estudio de las denominadas narco-salas o salas de inyección de seguridad, que en definitiva son una forma de atender y controlar a los toxicómanos para evitar contagios y enfermedades por falta de higiene. Otros países y otras comunidades han puesto en práctica esta experiencia. En Euskadi se ha visto frustrado un proyecto similar en Bilbao la Vieja que Cáritas y la Comisión anti-sida tenían previsto llevar a cabo ante la desconfianza mostrada por las administraciones, que desde nuestra óptica están actuando con planteamientos excesivamente timoratos, con mucho prejuicios, actuando en definitiva como avestruces, escondiendo bajo sus alas el problema existente. Y, por último, estamos totalmente de acuerdo con las 20 recomendaciones finales de cara a mejorar la atención y respuesta a las necesidades básicas de los ciudadanos más desfavorecidos; quiero decir que son para nosotros una guía de actuación que tendremos muy en cuenta para nuestro trabajo diario en esta y en otras instituciones. Creemos que el Ararteko está cumpliendo también con su misión de denuncia, y, como decía al final el propio señor Markiegi, ahora son las instituciones y los grupos políticos quienes, una vez detectado el problema, deben ofrecer soluciones y llevar a la práctica estas recomendaciones.
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Muchas gracias.
El Sr. PRESIDENTE: Eskerrik asko, Madrazo jauna. Euskal Sozialistak Taldearen izenean..., barkatu, ez zaitut ikusi. Eusko Alkartasuna Taldearen izenean, Karmele Antxustegi andreak du hitza.
La Sr. ANTXUSTEGI URKIAGA: Bai. Eskerrik asko, presidente jauna. L ehenengo eta behin Markiegi eta bere taldeari gure eskerrik beroenak. Eta esan behar dogu zuk agertu dozuzan adierazpenak benetan sakonak eta realistak izan dirala. Baita ere azpimarratzekoa da, bueno, zer erantzun eduki dozuen langileen partetik, ze ehuneko 80ren erantzuna, egia esan, benetako poza da holako kasuetan. Zuk esan dozun bezala, orain arte kolektibo desberdinen egoera azaldu dozue beste urteetan, eta, ba, nik txalotzen dot une honetan zerbitzu honen egoera aztertzea, ze nik uste dot zerbitzu honeek, bueno, egoera on batean egon behar dirala eta indartsuak izan behar dirala erantzun bat emoteko kolektibo horreei, kolektibo desberdinei, hau da, zerbitzu honen langileak benetako laguntasuna izan behar dute erantzuna behar dan bezalakoa izateko. Nik uste dot, bueno, argi eduki behar dogula -eta zer esanik ez udaletxeek eta diputazioek, eta guk ere bide horretan lagundu-, argi eduki behar doguna da zer zerbitzu mota emon behar diran udaletxe bakoitzean edo mankomunidade bakoitzean, argi edukita, zuk esan dozun bezala, gutxienezkoak bardinak izan behar dirala, ze orain, bueno, badaukaguz toki batzuetan zerbitzu desberdinak eta egoera batzuk hobeak eta besteak txarragoak erantzun bardina emoteko. Nik uste dot hori argi eduki behar dala. Horren arabera finkatu egin beharko litzateke baita ere pertsonala, hau da, zer pertsonal mota eta zenbatekoa behar dan zerbitzu horretan. Baita ere, bueno, ezaguturik zerbitzu honeek eta udaletxeetan dagozan arazoak eta langile honeen arazoak, esan behar dot, zuk esan dozun bezala, beharrezkoa dala pertsona honeen formazioa eta baita ere beharrezkoak dirala euren arteko topaketak, topaketa honeek gehienbat analizatzeko, ba, euren egoera, analizatzeko problemak eta zer irtenbide emon behar jakon eurenari, problema honeri, ze ikusten dogu, bueno, hutsune handi batean batzuetan dagozala langile honeek, zer erantzun eman behar jakon problema bakoitzari eta eurek pertsonalki beharrezkoa dabe laguntasuna. Gero aipatu dozu akzesibilitatea. Esan behar dot, bueno, hor dagoala legea, eta nik uste dot akzesibilitatea, zer esanik ez, zerbitzu horretan beharrezkoa da, baina “diseño para todos” toki guztietan behar dogu. Eta zerbitzu horretan nik azpimarratuko neuke baita ere gorrak dauzkan arazoak; gorrak arazo bat dauka, eta nik uste dot moldatu egin behar dala idatzi berezia eurari zuzentzeko, zerbitzu honeek eta euren egoera azaltzeko behar dan bezala. Eta ‘akzesibilitatea’ esaten dodanean ez da bakarrik elbarrituentzat, baizik eta, zuk esan dozun bezala, hirugarren adinekoa dan jende gehiena, horra joaten dana eta, bueno, gero eta arazo gehiago daukagu horra joateko.
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Ados nago intimitatea behar dala eta behar bezalako lekuak behar dirala erantzun bat emoteko gai honeri, hau da, gutxienez udaletxeetan daukaguzan beste zerbitzuen mota berdinekoak izan behar dira infraestruktura honeek. Eta, bueno, ni horretan geldituko nintzateke. Eta zuk esan dozun bezala, beharrezko da baita ere informazioa, hau da, informazioa zabaltzea zeintzuk zerbitzu dagozan, non dagozan eta zer eratakoak. Eta azkenean esan, ba, nahiz eta guk murriztuta eduki Parlamentutik gauza batzuk egiteko, baina ez daukagu murriztuta geure koordinaketa egiteko alderdi mailan (esan geinke, zuk esan dozun bezala, Parlamentoa, junta jeneralak, diputazioa, Eudel bera eta Gobernua). Eta eskerrik asko, behin eta berriro.
El Sr. PRESIDENTE: Eskerrik asko, Antxustegi andrea, eta berriro barkamena eskatzen dizut ahazteagatik.
La Sra. ANTXUSTEGI URKIAGA: Ez, ez, trankil, presidente jauna.
El Sr. PRESIDENTE: Euskal Sozialisten Taldearen izenean Zabaleta andreak du hitza.
La Sra. ZABALETA ARETA: Sí. Gracias, señor Presidente. En primer lugar felicitar al Ararteko por su informe, porque saca a la luz los servicios sociales y pone el foco de atención en un elemento que a nosotros nos parece capital y nos parece clave para hacer política social, que es la política social que se hace desde el ámbito municipal y los servicios sociales de base, en la medida en que son el lugar privilegiado para conocer los problemas de los ciudadanos y, por lo tanto, para poder resolverlos. La ley de Servicios Sociales establece un objetivo ambicioso, que es establecer ese sistema público de los servicios sociales garantizado y universal. Pero es verdad que la falta de desarrollo reglamentario de la ley está poniendo en cuarentena, está poniendo en cuestión, muchas de las garantías que establece esta ley. En nuestra opinión, falta el dimensionamiento de los servicios sociales en función del número de habitantes y en función de los estados de necesidad de los habitantes, o faltan los instrumentos de apoyo de nuevas tecnologías que necesitan los servicios sociales de base, porque hoy es importante que los servicios sociales de base tengan una ficha social, por ejemplo, y sepan trabajar en red, o la determinación de las tareas de unos servicios sociales que tienen que trabajar en el futuro con nuevas problemáticas sociales. Pero creemos que el principal problema de los servicios sociales de base hoy son los desequilibrios territoriales, son la gran desigualdad que, como bien ha dicho su informe y usted mismo hoy en la presentación del mismo, creemos que es una gran asignatura pendiente de nuestra política social, una gran asignatura pendiente de nuestra sociedad que lo que está produciendo es una falta de cohesión social.
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Bueno, creemos que hoy precisamente por esos desequilibrios territoriales los ciudadanos vascos no somos todavía iguales ante los servicios sociales y en consecuencia no somos iguales ante las oportunidades que nos brinda y que nos ofrece este sistema. Por eso valoramos positivamente todas las recomendaciones que se hacen. Efectivamente, como lo ha dicho algún grupo que ha intervenido, pone el dedo en la llaga de las cuestiones de esta realidad. Esperamos sinceramente que sean tenidas en cuenta por el Gobierno, que tiene una gran tarea a la hora de legislar sobre todo y a la hora de coordinar institucionalmente ese complejo entramado que es el entramado institucional vasco. Y por supuesto, y por último, sumarnos a la felicitación y al apoyo a las trabajadoras y a los trabajadores sociales, que son aquellos sobre los que descansa fundamentalmente el sistema. Muchas veces abandonados de..., si no abandonados, olvidados de los responsables políticos, y sobre los que sin ninguna duda recae el éxito de los servicios sociales en nuestra Comunidad, que yo creo que son muy satisfactorios si los comparamos con otros sistemas de servicios sociales. Pero ahí tienen a esas personas que están trabajando, muchas veces olvidadas, como lo decía muy bien el informe, muchas veces con remuneraciones o retribuciones económicas profesionales que no se corresponden con el resto de trabajadores del ayuntamiento que están trabajando en el área del deporte, en hacienda, en cultura o en otras áreas, ¿no? Nada más. Gracias. El Sr. PRESIDENTE: Eskerrik asko, Zabaleta andrea. Euskal Herritarrok Taldearen izenean inork hitz egin behar du? (Negativa.) Ez. Euskal Talde Popularraren izenean García Rico andreak du hitza. La Sra. GARCÍA RICO: Sí. Muchas gracias, señor Presidente. Muchas gracias también al Ararteko y a su equipo, tanto por el informe realizado como por las explicaciones que nos han dado esta mañana aquí. Me parece buena para iniciar este informe la metodología que ha utilizado el Ararteko. Y es preguntar precisamente a los profesionales que están directamente relacionados con los servicios sociales de base. Felicitarles también a ellos por su labor. Y destacar de alguna manera -creo que prácticamente todos los grupos lo han hecho- que en el Servicio de Atención Domiciliaria, como en las Ayudas de Emergencia Social, existen bastantes diferencias entre territorios, existen y han existido en las ayudas de atención domiciliaria bastantes disfunciones, tanto en los ayuntamientos como en diputaciones, como en el propio Gobierno. Usted tiene razón, precisamente porque yo recuerdo que estando en el ayuntamiento esta ayuda domiciliaria salió espontáneamente por las necesidades de la sociedad en ese momento. Creo que fue
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aproximadamente en el año 82-83 cuando se empezaron a dar estas ayudas domiciliarias por parte de los ayuntamientos. Pues, bien, creo que todavía hoy existen disfunciones, y creo que entre todos tenemos que colaborar para de alguna manera optimizar los servicios, optimizar los recursos que existen en los ayuntamientos, que existen en las diputaciones. Y finalmente quiero decirle al Ararteko, al señor Markiegi, que, desde luego, contará con nosotros en todo lo que podamos colaborar desde este Parlamento, en lo que podamos colaborar desde ayuntamientos para poder mejorar esta situación, para poder hacer caso de alguna manera a las recomendaciones que el Ararteko hace desde este Parlamento como garante de la Institución. Y finalmente animarle a seguir a él y a su equipo en esta línea, y que colaboraremos con usted en lo que sea necesario. Muchas gracias.
El Sr. PRESIDENTE: Eskerrik asko, García Rico andrea. Eta, azkenik, Euzko Abertzaleak Taldearen izenean Solaguren andreak du hitza.
La Sra. SOLAGUREN SANTAMARÍA: Bai. Muchas gracias, señor Presidente. Muchas gracias al Ararteko, señor Markiegi, y a todo su equipo. No quisiera reiterar, porque han sido las intervenciones de los grupos bastante largas, pero sí es necesario, bueno, que se expresen una serie de cosas por parte de mi grupo. En primer lugar decir que sí es cierto que hay una gran desigualdad entre los diferentes territorios. No vamos a olvidar, en su momento, cuando se pusieron los servicios sociales o la ley de Servicios Sociales, cómo se realizó por parte de los ayuntamientos, que se detrayó una serie de personas y se las dedicó a la atención de los servicios sociales, pero éstos a su vez no tuvieron mucha importancia hasta que se creó el Plan de lucha contra la pobreza, que eso, al mismo tiempo, siendo un signo de solidaridad entre todos, motivó que muchas personas se alejasen un poco de lo que son los servicios sociales. Porque no vamos a olvidar también, como aquí se dice, que los servicios no se encuentran claramente perfilados, que existe una enorme resistencia que sigue ofreciendo el propio sistema a poner en marcha una política informativa clara y bien diseñada. Creo que hasta cierto punto, aunque esto es una afirmación cierta, no es justa, porque como persona humana tú no demandas un servicio o no te interesas en un servicio hasta que no tienes necesidad de él. Y apuntando un poco en lo que ha dicho Enriqueta Benito, sí es cierto que se ha tenido los servicios sociales en un primer momento como servicios de beneficencia.
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Luego yo también creo que en los cuadros, los cuadros que se han diseñado, que se han expuesto aquí, son datos ciertos, son datos ciertos, pero no creo que se puedan estudiar los datos sin analizar las zonas y qué problemas poblacionales han tenido. Yo provengo de un municipio alavés, pero que tiene unas características muy similares en cuanto a pérdida de empleo, a situación que se dio en su momento, que coincidió con el principio de los años 90. Entonces, creo que hay que tener en cuenta estos datos para analizar los datos que pueden ocurrir en Bizkaia. Que de la misma manera que se pone en el informe, se hace referencia a cómo son dos las circunstancias por las que se demandan más los servicios sociales en los tres territorios, que son exclusión social y tercera edad, pero no es el mismo grado..., o sea, la relación entre ellos, cómo en unos territorios está en primer lugar, en otro territorio está en segundo lugar. Entonces, creo que Bizkaia, que parece que en todos los esquemas, no siendo yo de Bizkaia, pero que en todos los esquemas aparece como el territorio más infradotado, donde hay menos ratio de trabajador social por número de usuarios, luego también el ratio es mayor en cuanto al número de usuarios que tiene que atender una trabajadora social... Creo que es importante que no se analicen abstractamente los datos, sino que habría que ver la circunstancia, el entorno. Porque puestos así, sobre las transparencias que ustedes nos han dado, realmente sale muy perjudicada. Pero es cierta la situación que ha tenido de declive industrial, el número de personas que en estos momentos está llegando a las edades que puedan demandar unos servicios sociales por tercera edad. Sin ser... No quisiera que esto pudiera parecer un reproche, pero sí quiero dejar claro que habría que analizar todo el entorno, las circunstancias en las que se da, para poder demandar o poder analizar bien los datos. En cuanto a la falta de intimidad no se ha mencionado, pero yo quiero hacer hincapié porque es uno de los temas que más he peleado. Porque sí es cierto que nosotros acudimos a unos servicios sociales que están..., en su momento se crearon los servicios sociales en las oficinas o locales que el ayuntamiento tenía libre. Y hoy día se están creando unos servicios sociales de locales inteligentes, distribuidos con mamparas, y es cierto que atenta un poco contra la intimidad de las personas y que tendríamos que ser un poco más receptivos con el tema. Bueno, en cuanto a la información proporcionada creo que mis compañeros ya han dicho todo. En cuanto a la respuesta de urgencia sí quisiera decir que, como se recoge en el libro, en el informe extraordinario que ustedes hacen, muchos expertos señalan que la acción formal, cuando se limita a los casos de urgencia es porque, realmente, la acción informal no funciona como debería funcionar. Pero seguidamente habría que decir también que las relaciones que hay entre los servicios sociales que usted aquí ha expuesto con otros servicios informales son bastante escasas. Aunque en muchos casos las respuestas de las asistentes y trabajadoras sociales han sido de coordinados, correcta, ausencia, escasamente relevantes, son sensiblemente peores... La verdad es que cuando tú estás dentro de un servicio social o al frente de un servicio social ves que la relación que existe es bastante escasa. También es cierto que, muchas veces, el problema es en la plantilla. La plantilla en su momento no..., bueno, en su momento ni tan siquiera existían los estudios de trabajo social cuando se puso en
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marcha la ley de Servicios Sociales. Entonces, bueno, todo el mundo no tiene la misma vocación de atención de los servicios sociales. La dinámica diaria, lo que se quejan del exceso de gestión administrativa, eso supone que les desborde en su trabajo, que carezcan de tiempo para formación al mismo tiempo que por parte de las instituciones municipales y diputaciones no se les otorga la capacidad o la facilidad para poder formarse. En todo caso, en el resumen que ustedes hacen dicen que resulta difícil realizar una delimitación precisa de los servicios sociales, no dispone todavía de un buen sistema de información, reitera, pero dicen ustedes que sería necesario un intento de implantar fichas de demanda social. Le diré que en estos momentos se ha establecido en este Parlamento, hay una proposición no de ley incluida por un grupo parlamentario en la que se habla, y se va a llegar -espero- a un acuerdo entre todos los grupos parlamentarios, bueno, para que se modifiquen lo que son los impresos de conocimiento de datos de las personas sujetas a la petición de estas Ayudas de Emergencia Social e Ingreso Mínimo de Inserción. También es cierta la importancia que tiene que este año se aprueben los convenios de inserción, porque era una de las mayores demandas que se tenía dentro del Plan de la pobreza y de los diferentes niveles. El nivel uno se estaba dando desde un primer momento; el nivel dos -que son las emergencias sociales- se daba de manera regular, aunque en muchos casos no se llegaba a cubrir; pero quizá la gran demanda de todo esto era el nivel tres, que es la inserción de las personas para que no se cronifiquen dentro del servicio social y puedan incluirse en un..., bueno, que tengan la posibilidad de acceder a un trabajo. Y respecto a la demanda que usted hace como grupos parlamentarios, la necesidad de desarrollo del artículo siete de la ley de Servicios Sociales buscando una homogeneización, yo creo que no habrá..., nosotros apoyamos y participaremos en todo aquello que lleve a cabo un desarrollo de la misma. Muchas gracias.
El Sr. PRESIDENTE: Eskerrik asko, Solaguren andrea. Eta orain berriz Arartekoaren txanda irekiko dugu.
El Sr. ARARTEKO (Markiegi Candina): Eskerrik asko Lehendakari jauna. Bueno, yo les agradezco la coincidencia tan grande y la sintonía tan grande. No esperaba otra cosa, siendo el Ararteko el comisionado parlamentario, que con su Parlamento estemos en la misma onda de preocupaciones, en la misma onda de sensibilidades, expresadas, bueno, a veces con instrumentos distintos, pero yo creo que hay un fondo común de preocupación, de sensibilización. Pero les agradezco la aceptación y acogida de este informe, que lo hemos hecho precisamente para que el Parlamento pueda analizar con más detalle, desde una codificación más concreta y, sobre todo, como decían, partiendo de la información que las propias trabajadoras sociales nos han aportado.
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Y yo les agradezco que hayan tomado en consideración esta recomendación que al Legislativo he hecho fundamentalmente en el sentido de intentar desarrollar el artículo siete de la ley de Servicios Sociales, en el sentido de buscar una mayor homogeneización de lo que ha nacido de una manera dispersa para que no se nos disperse demasiado y, efectivamente, al servicio del derecho a recibir todas las ayudas sociales en un ámbito de igualdad. Han coincidido todos en que se detectan las desigualdades. La señora Solaguren ha puesto -creo yo- el matiz compensatorio, no digo de la defensa de la desigualdad, pero sí la explicación por razones históricas, por razones demográficas, por razones geográficas, los territorios no son idénticos, y, así como la señora Enriqueta Benito puede decir que qué bien que en Álava estamos tan bien, desde Bizkaia tenemos que decir, pues, estamos un poquito mal, pero es porque hemos heredado unas estructuras con muchas deficiencias y porque la crisis económica también de los años 70-80 golpeó de una manera especial y hay colectivos que han quedado más desamparados. Siendo esto así, yo creo que todos comprendemos la realidad así, que es variada y es multiforme, y hay muchas causas y razones que lo explican; tampoco creo que debemos olvidarnos de esta realidad dispar. Y yo, una vez que saliendo de un centro de día en Vitoria dije, hice algún comentario a algún periodista y al día siguiente apareció como titular de prensa “En Vitoria estamos en atención a las personas mayores a nivel danés”, inmediatamente me llamó el que entonces era Diputado Foral de Bienestar Social: “Oye, no digas eso en público, que luego el Diputado Foral de Hacienda me va a recortar los presupuestos”. Bueno, pero entre nosotros sabemos que hay desigualdades, sabemos que hay explicaciones y razones para estas desigualdades, pero, bueno, desde el principio de intentar conseguir que todos los recursos lleguen a todos desde posibilidades de igualdad de oportunidades, bueno, van estas recomendaciones y estas sugerencias. Ha habido una alusión que ha hecho la señora Antxustegi que me parece muy interesante, y, como ha aparecido sólo en este grupo, quiero decirles a todos que en lo que es la preocupación y la atención a las personas con minusvalías auditivas sé que se están haciendo en todas las administraciones esfuerzos; desde aquí tendremos que impulsarlos. Decirles que al menos en la Institución del Ararteko, en la página web que hemos abierto en Internet hemos establecido un formato para personas con discapacidades auditivas. Y no porque en la red les ofrecemos un producto para oirlo de otra manera sino porque las personas con dificultades auditivas no sólo tienen su propio lenguaje de gestos que es propio de ellos, sino que además el léxico que utilizan con el lenguaje de gestos es más limitado y más reducido que el léxico que se considera común por el conjunto de las personas que no tenemos discapacidades auditivas. Entonces, desde ese punto de vista creo que no sólo tenemos que ayudar en las exposiciones orales a acompañar con alguien que haga la traducción al lenguaje de gestos sino que también en nuestros textos escritos, informativos, y refiriéndonos ahora a los escritos de información que los propios servicios sociales de base tengan que hacer para informar de su ser y de su actuar ante los posibles usuarios, recomendar que también haya su columna -por entendernos- en lenguaje adaptado a las personas sordas, en lenguaje alfabético pero adaptado a las personas que también tienen su propio lenguaje alfabético, no sólo el de gestos, también adaptado. Bien, nada más agradecerles la buena acogida. Yo siento que, como comisionado del Parlamento, cuando vengo aquí les presento un informe y luego, quizá por deformación profesional de maestro de escuela, les dejo tareas de casa. Me gustaría que la próxima vez que venga ustedes puedan
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decirme que esas tareas de casa que han asumido voluntariamente y amablemente hayan sido cumplidas. Muchas gracias.
El Sr. PRESIDENTE: Eskerrik asko, Ararteko jauna, eta zure kide diren guztioi eta gaur hona etorri direnei. Hurrengoa arte.
(Se interrumpe unos minutos la sesión para que salga el Ararteko y su equipo.)
El Sr. PRESIDENTE: Batzordearen gai-zerrendarekin jarraitzera goaz. Gai-zerrendaren hirugarren puntuak honela dio: “‘Mugen Gainetik. Salvando Fronteras’ taldeari dagokion dokumentazioari buruzko proposamena”. “Mugen Gainetik. Salvando Fronteras” delako elkarteari buruz bi idazki dauzkagu gure esku artean. Idazki horien arabera ez zen izan Giza Eskubideetako Batzorde saio formal batean, baina bai berton parte hartzen dugun legebiltzar-taldeon ordezkaritza batekin izan zen, ondo gogoratuko duzuen bezala, joan den hilaren 12an Rigoberta Menchú Tun andrearekin elkarrizketa bat, eta elkarrizketa haren arabera edo agerraldi haren arabera proposamenen bat bagenuen gure eskuetan, eta proposamen hori nik batzordeko presidente bezala horrela bideratu egin dizuet, eta hor zuen eskuetan izango duzuelakoan nago. Ez dakit honetaz ezer esaterik dagoen ontzat eman aurretik edo bozketa proposatu aurretik... (Negativa.) Beraz, “Mugen Gainetik. Salvando Fronteras” delakoaren idazki bi horien aurrean eta Rigoberta Menchú Tun andrearen agerraldiaren arabera proposatutakoa ontzat ematen dugu... (Pausa.)
Efectuada la votación, el resultado fue el siguiente: se aprueba por unanimidad.
El Sr. PRESIDENTE: Laugarren puntua: “‘Hirugarren Mundua ta Bakea’ taldeak bidalitako idazkiari buruzko proposamena”. Puntu honetan ere gauza bera gertatu zen. Idazki bat eskuetan dugularik ez genuen ospatu Giza Eskubideetako saio formala, baina bai izan genuen aukera Jorge Iván Castaño gotzainarekin izateko elkarrizketa bat, eta elkarrizketa horren ondorioz ere proposamen bat bideratzen zitzaigun Giza Eskubideetako Batzordera. Proposamen hori ikusirik, batzordeko presidenteak pentsatu du onena izango litzatekeela Bilboko Udala eta Eusko Jaurlaritzari igortzea gure akordio bat, non esaten den bere esanetara geratzen garela gai honen jarraipena egiteko, beraiek (bai Bilboko Udala eta Eusko Jaurlaritza) direlako salatariak kasu honetan. Eta, beraz, zuek guztiok duzue proposamen hau eskuetan, eta inork ba al du honetaz zerbait esaterik? (Negativa.) Beraz, bozketara pasatzen dugu proposamena. (Pausa.)
Efectuada la votación, el resultado fue el siguiente: se aprueba por unanimidad.
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El Sr. PRESIDENTE: Bosgarren puntuan, “Gaur arte batzordean jaso diren gaiak eta, hala badagokio, batzordeko lehendakariaren proposamenak gai horiei buruz” dioen puntuan, bada bat lehengoarekin zerikusia duena, nolabait, eta hau da: guk jaso genuen “Brigadas Internacionales de Paz-Gasteiz” elkartearen fax bat, eta fax horretan eskatzen zitzaigun Colombiako Urabá departamentuan giza eskubideen gaitzespena edo giza eskubideen aurrean egindako aurkako jokaeren aurrean salatu beharreko eta pertsona batzuei bidali ahal izateko gure akordio bat, eta hor agertzen dira bat, bi, hiru eta lau pertsona. Hori dela eta, nik ere proposatzen nuen eskutitz bat bidaltzea -eta eskutitz hori zuen eskuetan daukazue- hor dauzkazuen pertsonei: Fernando Tapias Stahelin jeneralari, Gustavo Bell Lemus jaunari, Eduardo Contreras Ochoa brigadier jeneralari eta Guillermo Fernández De Soto Kanpo Harremanetarako ministroari. Eskutitz horren aurrean ba al da zeozer esaterik, ezer esaterik? (Negativa.) Bozketara pasatuko dugu. (Pausa.)
Efectuada la votación, el resultado fue el siguiente: se aprueba por unanimidad.
El Sr. PRESIDENTE: Bosgarren puntu honetan ere, gaur arte jaso diren gaien aurrean, 1999ko abenduaren 1etik gaur arte sartu diren gaiak 37 dira, oker ez baldin banago, eta 37 horien artean, orain arte aipatuez gain bada bat, eta da Basauriko gartzelan, espetxean, den presoen talde baten eskutitza, eta eskutitz horretan Basauriko espetxean gertaturiko gai baten berri ematen zaigu. Beraz, gai hori ea horrela izan den ala ez jakin nahiean Basauriko espetxeko zuzendariari eskutitz bat bidaltzea proposatzen dut presidente bezala. (Pausa.)
Efectuada la votación, el resultado fue el siguiente: votos emitidos, 14; a favor, nueve; en contra, uno; abstenciones, cuatro.
El Sr. PRESIDENTE: Eta azkenengo proposamena bosgarren puntuan, eguneko gai-zerrendaren bosgarren puntuan iritsitako gaien artean bada bat, eta da Raul Alonso Álvarez presoa denaren egoeraren aurrean beste eskaera bat iritsi zaigula. Eta eskaera hori Bilboko udal-batzorde batek bideratzen digu, eta udal-batzorde horren eskaera kontutan harturik proposamen bat dugu. Proposamen hori da Espetxe Erakundeen zuzendari orokorrari eskutitz bat bidaltzea, non guk hemen aspaldian hartutako akordio baten arabera, eta hola onartu zelarik, oraindik ez delarik ezer egin, honetaz berriro ere gure kezka agertuz eskutitz bat proposatzen da. Alde gaudenok?
El Sr. Rubalkaba Quintana solicita la palabra.
El Sr. RUBALKABA QUINTANA: Sí, señor Presidente. Es porque en la segunda... Yo creo que en la primera línea, donde dice “certifico”, como es una certificación, falta... Dice “La Comisión
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Parlamentaria de Derechos Humanos y Solicitudes Ciudadanas, en la sesión celebrada el día 26 de enero del año 2000...” Ahí hay que añadirle “adoptó el acuerdo siguiente”.
El Sr. PRESIDENTE: Sí, sí.
El Sr. RUBALKABA QUINTANA: Nada más. Para completar. Falta una...
El Sr. PRESIDENTE: Una cuestión técnica. Sí, la corregiremos debidamente.
El Sr. RUBALKABA QUINTANA: De acuerdo.
El Sr. PRESIDENTE: Alde gaudenok, beraz? (Pausa.) Efectuada la votación, el resultado fue el siguiente: votos emitidos, 14; a favor, nueve; en contra, ninguno; abstenciones, cinco.
El Sr. Madrazo Lavín solicita la palabra.
El Sr. PRESIDENTE: ¿Bai?
El Sr. MADRAZO LAVÍN: Quería que quedara constancia en acta, no tengo voto en esta Comisión, de que estamos a favor de las dos últimas solicitudes que se han planteado.
El Sr. PRESIDENTE: Horrela agertuko da, Ezker Batuaren izenean, Madrazok horrela eskatuta. Esan dudan bezala, aldekoak bederatzi, eta kontrakorik ez dago azkenengo honetan; eta abstenzioak bost izan dira. Nik ez daukat beste ezer proposatzerik bosgarren puntu honen barruan. Beraz...
La Sra. Goirizelaia Ordorika solicita la palabra.
La Sra. GOIRIZELAIA ORDORIKA: Bai, lehendakari jauna. Nik galdera bat nahi dot egin.
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El Sr. PRESIDENTE: Bai, seigarren puntura joango gara: “Eskariak eta galderak”. Goirizelaia andreak du hitza.
La Sra. GOIRIZELAIA ORDORIKA: Bai. Gogoratzen dozuenez, Senideen konparezentzia izan eta gero, komisio honek erabaki bat hartu zuen, erabaki horren arabera, hainbat elkarrizketa egiteko deialdiak egin behar zirala. Eta momentu honetan ez dakigu eskaerak eginda dagozan, erantzunik badagoan ala ez, eta, bueno, erantzunak ez badoguz jasotzen, ba, zer egingo dogun edo zer asmo daukagun edo nola..., bueno, planteatu behar dogun onartutako gauza guztiak aurrera eramateko. Orduan, nire galdera da ea eginda dagozan eskaerak, erantzunik badagoan eta, ez badogu inongo erantzunik jasotzen, ba, komisio honek zer egin behar dauan edo noiz tratatuko dogun gaia.
El Sr. PRESIDENTE: Bai. Goirizelaia andrea, abenduaren 9an hartutako akordioaren arabera, Senideak elkarteak eginiko agerraldiaren ondoren, nik badaukat hemen akordio horiek bidaliak izan diren agiria, eta hemen daukat Eusko Legebiltzarreko presidente jaunak, Juan María Atutxa jaunak, Barne-ministroari zuzendutako eskutitza, joan den abenduaren 14ean, eta hemen daukat eskutitzaren erreferentzia-zenbakia. Berdin ere daukat Eusko Legebiltzarreko presidente jaunak Ángel Yuste, Instituciones Penitenciarias delakoaren zuzendari orokorrari bidalitako eskutitza, eta bidalia izan zen, esan dudan bezala, 99.eko abenduaren 14an, eta bere erreferentzia-zenbakia ere badut. Horrela ere, Aginte Judizialaren Kontseilu Nagusiko presidentea den Javier Delgado jaunari Juan María Atutxa Eusko Legebiltzarreko presidentea den jaunak bidalitako eskutitza, data berberean, 99ko abenduaren 14an, eta bere irteeraren erreferentzia-zenbakiarekin. Frantziako Errepublikako enbaxadorea den Patrick Leclercq jaun gorenari Eusko Legebiltzarreko presidente jaunak bidalitako eskutitza, data berberean, 99ko abenduaren 14an, erreferentzia-zenbakiarekin. Beraz, eskutitzak bidalita daude, eta esan behar dut momentu honetan abenduaren 14an bidalita egon arren, oraindik ez dagoela erantzunik. Ez dugu jaso, guk behintzat ez dugu jaso erantzunik, eskutitz honen aurrean izan beharreko erantzunik. Ez dakit nik momentu honetan... Honen berri ematea da nire kontua, eta pentsatu egin beharko dugu etorkizunean zer egin beharko dugun, ea erantzunik jasotzen dugun, baina ez badugu jasotzen ea zer egin beharko genukeen pentsatu egin beharko dugu, nire ustez. Hemen akordio bat hartu genuen, eta beste kasuetan bezalaxe ez dugu jaso erantzunik, eta nik uste dot horrek zer pentsatu eman beharko ligukeela. Eta, orduan, pentsatu egin beharko dugu.
La Sra. GOIRIZELAIA ORDORIKA: Bai, barkatu. Nik, orduan, eskatzen dodana da gestio bat egitea, ahal bada edo presidente jaunak edo Atutxa jaunak, ba, instituzio guzti horien aurrean galdetzeko ea jaso daben, ea erantzuna egongo dan ala ez, eta horren arabera hurrengo komisioetan horren berri ematea, eta hor planteatzea, ba, erantzunik ez badago edo egoten bada eta ez bada..., ez
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badeuskue esaten gurekin bilera egin gura dabenik, orduan planteatzea beste neurri konkretuak hortik aurrera egiteko.
El Sr. PRESIDENTE: Eskaera bezala jasotzen dut, eta bideratuko dugu. Beste eskaera edo galderarik? (Negativa.) Ez. Beraz, amaitutzat ematen dugu gaurko Giza Eskubideen Batzorde hau. Eskerrik asko.
Eran las doce horas y veinticinco minutos.