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Contra todas las guerras Entrevista a John
Catalinotto
por Eduardo Luque Guerrero
J
ohn Catalinotto es un viejo conocido de los movimientos antiguerra en Europa y norteamericana. Portavoz del Centro de Acción Internacional (IAC-liderado por Ramsey Clark, antiguo fiscal de los EEUU en época del presidente Clinton) es impulsor de asociaciones que encabezaron la lucha contra la guerra tras los atentados a las torres gemelas en el 11 de septiembre. Otras de sus actividades más relevantes fue la creación durante la guerra del Vietnam del sindicato contra la guerra. Últimamente ha publicado dos libros Metal of Dishonor (El metal de la vergüenza) sobre los efectos del uranio empobrecido y Hidden Agenda: the US-NATO takeover of Yugoslavia. (Agenda oculta; la toma de poder de Yugoslavia por EEUU y la OTAN). Coedita también la revista Workers World.
—Usted fue uno de los impulsores de la coalición ANSWER y del movimiento contra la guerra en los EEUU. ¿Cómo ve ahora la posición de la población estadounidense frente al problema de la guerra en Iraq? —En las encuestas de opinión publicadas en la actualidad casi el 80% de la población se manifiesta contraria a esta guerra. Para la mayoría esto implica que las tropas abandonen Iraq. Algunos creen que la guerra fue una equivocación. Un número más pequeño opina que fue un crimen. La mayoría cree que el presidente electo, Barack Hussein Obama, se opone a la guerra y que de alguna manera la acabará. —El presidente Obama ha proclamado durante toda la campaña electoral que uno de sus objetivos es la retirada de las tropas de Iraq. ¿Cuales son a su juicio los factores que le han impulsado a tomar esta determinación? —Obama tiene el mérito de haberse opuesto a la guerra. Estaba en mejor posición que los otros dos candidatos demócratas en las primarias, Hillary Clinton y John Edwards, para hacer de su postura contraria a la guerra un firme reclamo de su candidatura. Clinton había votado a favor de la guerra en una importantísima votación en el senado antes de la invasión esta-
dounidense. Esta fue uno de sus principales bazas en las elecciones primarias, ya que la población, especialmente aquellos que votan demócrata, eran contraria a la guerra. —Otra de las propuestas estrella del nuevo presidente norteamericano es reforzar la presencia estadounidense en Afganistán desplazando cerca de 30.000 efectivos a esa zona. ¿Es a su juicio Afganistán el nuevo centro de disputa internacional, que desplazará a Iraq en el control de los recursos de las materias primas en Asia central? —La importancia de Afganistán no radica en la existencia de recursos naturales en disputa, como el caso de Iraq, sino por su valor geoestratégico en Asia Central. Obama contrapone la ocupación afgana con la iraquí. La primera la presenta como legítima, porque supuestamente está basada en la necesidad estadounidense de capturar y aplastar al líder de Al Qaeda, al que juzgan responsable de los atentados del 11 de septiembre. Los Estados Unidos y su ejército quedarían avergonzados, casi humillados, si se retiraran de las dos guerras a la vez, perdiéndolas ambas. Obama presenta la situación como la de abandonar la ilegítima y luego continuar para ganar la legítima. Por supuesto nosotros consideramos que ninguna de las dos ocu-
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paciones es legítima y lucharemos para acabar con las dos.
cia a la guerra provenía de personas que esperaban que su participación la hubiera detenido antes de iniciarse. Bush, de for—La situación en la zona es crítica, los ataques de las tropas ma arrogante, ignoró tanto la oposición de la calle como la de norteamericanas en el interior de Pakistán destacados miembros del “establishment”. están ocasionando centenares de víctimas Su reelección desanimó a estas personas. La camarilla de Bush inocentes, el ejército pakistaní ha disparado Deseo que la nueva situación en los Estados ignoró con arrogancia contra tropas norteamericanas. ¿A qué se deUnidos y la elección de un nuevo gobierno los sufrimientos be el cambio de actitud de este país, antaño anime a la gente a volver a las calles. de los pobres. fiel gendarme de EEUU? —Hay contradicciones dentro de los círcu—Vivimos una cuádruple crisis, financiera, los dirigentes pakistaníes del nuevo gobierno. Aquéllos que ecológica, energética y demográfica. ¿Cuáles son las líneas de achan sucedido al general Musharraf han dado muestras de que tuación que debería marcarse la izquierda transformadora para no querían la confrontación con Estados Unidos. Preferirían abordar esta compleja situación? cooperar con los americanos enviando sus propias tropas —Pienso que la izquierda debería participar en todas aquellas para combatir la resistencia afgana, la cual alegan tiene una luchas que se planteen e intentar unir a todos aquellos a quiebase firme en Pakistán, pero cuando los americanos actúan nes concierna cualquier aspecto. Respecto al movimiento en unilateralmente y atacan a la gente en territorio pakistaní, eso los Estados Unidos, la solidaridad y la resistencia deberían ser representa un desafío a la soberanía pakistaní y un insulto a su incrementadas. En Catalunya y en el Estado español ya hay ejército. El ejército pakistaní respaldó a los talibanes en el una mayor organización entre las clases trabajadoras, al menos pasado y ayudó a ponerlos en el poder en los años 90; sólo con en comparación con nosotros. renuencia cooperó con la así llamada ocupación americana de Afganistán. —La crisis actual del sistema capitalista está golpeando duramente las condiciones de vida de la población más pobre. ¿Có—Meses atrás, se rumoreó intensamente la posibilidad de una mo se vive esta situación por parte de la clase obrera estadouniacción militar contra Irán a cuento de las centrales nucleares en dense? construcción. La acumulación de efectivos militares alcanzó su —Con respecto a Estados Unidos, durante el año pasado la crinivel crítico en el mes de septiembre, justo cuando la crisis econósis golpeó primero a las personas que fueron incapaces de mica se manifestó con especial virulencia. En la actual coyuntura, pagar sus hipotecas, y millones empezaron a perder sus casas. ¿ha pasado el peligro de una acción militar contra el país persa? La crisis de las hipotecas contribuyó a la crisis financiera ge—Es imposible descartar completamente una aventura estaneral. Entonces las empresas empezaron a despedir trabajadodounidense contra Irán o, por ejemplo, un ataque israelita apores, y dado lo inadecuado del seguro de desempleo, esto empeyado o permitido por los EEUU. Esto sería un movimiento oró la crisis para un gran sector de trabajadores y empleados. arriesgado y peligroso, podría convertirse en un desastre maLa gente perdió sus pensiones de jubilación o las vieron recoryor para los intereses americanos de lo que ha sido Afganistán tarse drásticamente cuando cayó el precio de las acciones. Este o la invasión de Iraq. Un ataque semejante parece menos protipo de hechos siempre golpean principalmente a los más pobable ahora de lo que lo era antes, pero las grandes potencias bres, y en EEUU a la población afroamericana. Pero también que están perdiendo su hegemonía pueden hacer movimienhan golpeado a sectores de la clase trabajadora que se sentían tos irracionales y peligrosos. Recuerde que el imperialismo razonablemente seguros antes de la crisis y que ahora se enjaponés bombardeó Pearl Harbor en 1941, los alemanes invafrentan a condiciones de vida muy precarias. dieron la URSS en 1940 y ambas fueron aventuras desastrosas. —¿En qué medida las decisiones económicas que ya ha tomado —El movimiento antiguerra en Europa y España ha sufrido un o apoyado el presidente Obama, pueden representar un cambio retroceso en su capacidad de movilización. ¿Cómo se vive esa de tendencia, o bien son continuistas respecto a las acciones prerealidad en el interior de los EEUU? cedentes? —Desde el 2005 el movimiento contrario a la guerra no ha sido —George. W. Bush bromeó una vez diciendo que su distrito capaz de movilizar a tanta gente como antes de la guerra. Será electoral era “the have and the have mores”. La camarilla de mucho más difícil hacerlo contra la guerra de Afganistán. En Bush ignoró con arrogancia los sufrimientos de los pobres, mi opinión, esto sucede porque mucha de la primera resistencomo demostró el huracán Katrina en Nueva Orleans. La ad-
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ministración Bush usó el poder gubernamental para trasladar el dinero de los trabajadores y pobres a los bolsillos de los ricos. Obama ya ha expresado una mayor inquietud por los problemas de los pobres. Puede que dé algunos pasos que ayuden a aliviar sus problemas. Por otra parte, el equipo que Obama ha elegido para dirigir la intervención gubernamental en la economía es perfectamente aceptable para el capitalismo financiero de Wall Street; van a dedicarse a ayudar a los grandes financieros y tal vez a algunas de las empresas industriales con la esperanza de revertir la crisis. Desde el momento en que la crisis parece ser parte del sistema y no deberse únicamente a la mala especulación, es difícil ver cómo cualquiera de estas medidas, las que apoyan directamente a los ricos o las que tienen como objetivo suavizar las consecuencias de la crisis para los pobres, pueden cambiar realmente la recesión de la economía, recesión que se transformará en mundial.
La campaña de Obama tuvo que movilizar todas estas actitudes anti Bush entre la población y llevar a todos estos votantes a las urnas y los lugares de voto. Consiguió más de 250 millones de pequeños donantes, utilizando principalmente Internet. Un total de 4 millones de personas le hicieron donaciones. Los sindicatos más activos políticamente movilizaron a sus miembros para trabajar en su campaña en estados donde se esperaba que el voto fuera más disputado. Millones de personas esperaron durante horas para votar por adelantado en los estados donde esto era posible. La mayoría eran votantes afroamericanos que lo hacían por primera vez, porque finalmente parecía que votar valía la pena. Los jóvenes, blancos, negros y latinos le dieron su apoyo. Obama habló en mítines a lo largo de todo el país para animar a miles de personas en cada uno. Esto no tiene precedentes en la política americana. No solo ganó, es que lo hizo en estados como Carolina del Norte y Virginia que tienen una larga tradición racista. La administración Obama se puede comparar a una “gran —¿Tiene esperanzas reales de que la elección del nuevo presicoalición” dentro del sistema parlamentario. Esta coalición indente afroamericano represente un cambio real en la política cluiría a todos los partidos, excepto la extrema izquierda coestadounidense? munista o las posiciones comunistas más reformistas por un —La elección de un político afroamericano para el cargo eleclado y a la extrema derecha neocon que aupó al presidente to más importante del país es en sí mismo un cambio enorme. Bush al poder por otro. Incluso la izquierda socialdemócrata Esto supone un simbólico y enorme paso adelante. No olvide (tipo Zapatero) estaría excluida por su poca relevancia. La manunca que en este país el racismo es profundo. 250 años de esyoría del establishment respaldó a Obama porque deseaban clavitud fueron seguidos por 150 de racismo institucional. El que fuera capaz de formar este tipo de gobierno amplio que derecho al voto negro sólo se concedió en reflejaría una sección aún mayor de la la década de los 60 y todavía está restrinclase dirigente. Yo espero que el equipo gido por normas discriminantes contra de Obama intente nuevas políticas de La administración Obama los afroamericanos. una forma pragmática para contrarrestar se puede comparar a Que Obama haya sido elegido es un el hundimiento de la hegemonía ameriuna “gran coalición” gran paso, incluso si ha tenido un fuerte cana bajo la camarilla Bush. También indentro del apoyo financiero de un buen número de tentarán nuevas formas para arreglársesistema parlamentario. los que tienen el poder y el dinero. Obalas con la crisis económica. ma tiene que superar un profundo racisSí, la elección representa un cambio mo entre algunos trabajadores blancos y movilizar a aquellos real en los EEUU. Pero esto no significa necesariamente que la que están rompiendo con el racismo para conseguir ganar las política estadounidense transforme el carácter fundamental elecciones, mientras mantiene el apoyo casi unánime de los de este país: que es el poder central en el sistema mundial que afroamericanos y los dos tercios del voto latino. explota a entre el 80 y el 90 % de la población mundial y que
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EL VIEJO TOPO EL REGRESO DE
LA GRAN DEPRESIÓN Jean-Louis Gombeaud Maurice Décaillot Más allá de los análisis económicos que se centran en la coyuntura o intentan –generalmente equivocándose– llevar a cabo predicciones a corto plazo, las obras verdaderamente fecundas suelen desentenderse de la actualidad inmediata para abordar épocas y conceptos de mayor aliento. Es dentro de una concepción de ciclos largos de la historia que Gombeaud y Décaillot sitúan su visión del mercado y de la mundialización. Y llegan a una conclusión determinante: demasiado mercado mata al mercado, y la competitividad exacerbada conduce necesariamente a una gran, gran depresión.
EL VIEJO TOPO DECRECIMIENTO Y
POSDESARROLLO
Serge Latouche El modelo occidental de desarrollo ha entrado en una etapa crítica. Sus negativos efectos sobre la mayor parte de la humanidad y el medio ambiente son evidentes. Y el estallido sucesivo de sus diversas burbujas produce crisis también en el propio Occidente, donde provoca el aumento de las desigualdades. Es necesario, por tanto, frenarlo, ralentizarlo, intentar detenerlo antes de que se desencadenen más cataclismos o más guerras.Es por ello que por todo el mundo aparecen islotes de un nuevo pensamiento creativo que aspira a configurar una vida social y económica más equilibrada y más justa. Un pensamiento creativo que establece una crítica del desarrollo que zarandea nuestras certidumbres y cuestiona el pensamiento y la práctica económicos de Occidente.
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necesita del poder militar para evitar que se produzcan cambios en el sistema a favor de los pobres. —Numerosos pensadores sostienen que estamos ante el declive de EEUU como superpotencia hegemónica. ¿Cuáles son, a su juicio, las perspectivas futuras de esta superpotencia? —Nosotros siempre nos hemos opuesto a la hegemonía estadounidense y la intervención militar en cualquier zona del mundo. No ponemos objeciones a nuestro declive como poder hegemónico, pero el gran capital en Europa occidental, Japón, Canadá o Australia, como alumnos aventajados que son, explota exactamente igual a como lo hace el capital estadounidense. El declive continuado de los Estados unidos, suponiendo que ocurra, no supondrá por sí mismo la liberación automática del resto del mundo ni tampoco reduciría el peligro de una guerra mayor. Además de que Estados Unidos mantendrá un quasi-monopolio del poder armamentístico. —Desde la óptica marxista se ha teorizado sobre la crisis final del capitalismo. ¿Qué perspectivas genera para la reorganización de la izquierda anticapitalista esta última crisis? ¿Podemos caracterizarla de crisis estructural y sistémica? —Este es el hundimiento más importante de Wall Street y otros mercados financieros desde 1929, y la mayor caída de la producción en los centros económicos mundiales más importantes (hay recesión en Europa Occidental, Japón y Estados Unidos al mismo tiempo) desde la segunda guerra mundial. Es difícil saber si es la crisis final, pero obviamente es enorme y la mayor parte de los analistas marxistas la ven como una crisis sistémica. Las organizaciones progresistas deberían luchar para defender a los trabajadores, movilizarse contra las guerras posibles y usar la crisis para explicar los problemas inherentes al sistema capitalista. —Cómo se interpreta desde EEUU el clamoroso silencio del presidente Obama sobre la crisis de Gaza? —Evidentemente, la masacre de civiles en Gaza ha sido un crimen gravísimo, fue cometido con armas norteamericanas y el total apoyo de la administración Bush. La crisis provocó una serie de manifestaciones de protesta en los Estados Unidos, algunas con decenas de miles de manifestantes. La mayoría de participantes provenían de las comunidades árabes y musulmanas. Algunos de los norteamericanos solidarios con Palestina se sintieron decepcionados cuando el presidente Obama evitó hacer declaraciones antes de la toma de poder. Esto hizo parecer que los nuevos gobernantes iban a continuar la misma política del gobierno Bush, mientras que la gente deseaba
que hubiera un cambio. —La elección como secretaria de Estado de Hillary Clinton, cuyas posiciones pro-israelíes son bien conocidas, no parece ir en la dirección de una solución positiva para el pueblo palestino. ¿Podrá o querrá la nueva administración explorar vías políticas de solución que sean ecuánimes para resolver el contencioso israelí-palestino? —La estrecha relación de colaboración entre el imperialismo estadounidense y el estado israelí va más allá de su común interés en eliminar cualquier movimiento independentista y revolucionario en el mundo árabe. Estos intereses reales permanecen constantes bajo cualesquiera de de las dos administraciones, republicana y demócrata. Sería algo realmente inesperado que hubiera un cambio súbito en la relación entre EEUU e Israel o que repentinamente Washington tratara con justicia a Israel y Palestina. De todas maneras, esto no significa que la administración Obama no pueda ejercer una diplomacia más flexible de lo que hizo la ultramilitarista administración Bush. —Las primeras medidas económicas para mitigar la crisis que apunta la nueva administración tienen un marcado carácter neoliberal. De hecho algún radical neocon como Richard Perle ha dicho: “Me siento aliviado. No creo que veamos mucho cambio”. ¿Se tiene esa misma impresión desde la izquierda estadounidense? —Es interesante constatar que a pesar de lo que Richard Perle pueda haber dicho, ningún republicano votó en el congreso a favor del plan Obama. La “gran coalición” puede no durar demasiado. Cada día las grandes corporaciones anuncian decenas de miles de despidos. La gente está asustada por la amenaza del colapso económico. Las clases medias han sintonizado con Obama y él tiene un apoyo popular sin precedentes. La gente espera que Obama tome medidas que contrarresten la crisis económica, pero solo pueden ganar si luchan denodadamente. Volviendo a la economía, sería improbable imaginar un cambio radical en las políticas demócratas dirigidas a estabilizar el sistema en beneficio de banqueros y capitalistas, especialmente si no hay una movilización popular pidiendo tales medidas. Lo que es importante es no sólo lo que Obama planea hacer, sino si su presencia en la Casa Blanca y sus promesas de cambio ayudarán a estimular la movilización popular ■
Traducción de Pilar Carrera Santafé
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