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Elecciones 2004 EE.UU. ÍNDICE: • Introducción • Sistema político • Campaña • Resultados • El papel de la religión • Conclusión • Bibliografía 1. INTRODUCCIÓN La elección presidencial estadounidense del 2004 pasará a la historia por la especial expectación que en todo el mundo ha suscitado (esperemos que no pase también por los desmanes belicosos del candidato ganador). Y es que, por mucho que nos guste hablar de multilateralismo, la evidencia es que hoy por hoy el mundo se dirige por las decisiones de una única superpotencia. Especialmente expectante estuvo Europa que, aspirando a tratar de igual a igual a EE.UU., se ha mostrado ansiosa y mayoritariamente parcial en una elección en la que ninguno de los candidatos realmente comulgaba con nuestros valores. Sin duda, la guerra de Irak ha sido la causa mayor de esta inaudita agitación política. ¿Cómo explicar si no que 300.000 españoles según SOFRES, pasaran la noche del 2 de noviembre en vela para conocer los resultados y que otros muchos hicieran lo mismo anteriormente para seguir los debates? Pero no todo el mundo pudo votar. Sólo los privilegiados ciudadanos americanos tienen ese derecho, y lo que es peor, debido al especial sistema norteamericano, de los miles de millones de personas que se verán afectadas por la elección, al final sólo los cinco millones de habitantes de Ohio decidieron el resultado. En nuestro análisis de las elecciones, explicaremos brevemente el sistema político estadounidense y su peculiar y complicado sistema electoral, comentaremos la campaña, sus candidatos y la implicación exterior, resumiremos los resultados y en último lugar nos centraremos en un aspecto clave de la campaña y su resultado: el papel de la religión y especialmente de la Iglesia Evangelista. 2. SISTEMA POLÍTICO Sistema de partidos Ni actualmente ni a lo largo de la historia ha sido viables alternativas a los dos grandes partidos: Demócrata y Republicano. Sólo en unas pocas ocasiones otras listas llegaron a tener repercusión en una elección presidencial (Partido Progresista a comienzos de siglo XX, el independiente Ross Perot en 1992 y en menor medida el Partido Verde con Ralph Nader en 2000). Los partidos a través de procesos internos (primarias, caucus y convenciones) eligen a sus candidatos presidenciales. Republicanos y demócratas son además, partidos con poco énfasis ideológico (Joaquín Oltra 1996: 39). Sistema electoral El primer martes después del primer lunes de Noviembre, la formula utilizada para designar el día de elección, además de elegir presidente, lo que más nos interesa fuera de EE.UU., los americanos están convocados a las urnas para otras muchas cosas. 1
A pesar del histórico bajo índice de participación, la sociedad estadounidense es de una gran vocación electoral. Así, cada dos años renuevan la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, las dos cámaras que componen su órgano legislativo; también aprovechando las elecciones, en muchos Estados había convocados referendos que en esta ocasión han tenido mucho que ver en la campaña presidencial y además en otros muchos Estados la población elegía a sus cargos públicos desde gobernadores hasta funcionarios de rango menor. Los Estados Unidos de Norteamérica es una federación de Estados surgidos de las 13 colonias de la costa Este independizadas de Inglaterra que progresivamente se fueron extendiendo hasta alcanzar la costa Oeste y sumando nuevos Estados. Actualmente son 50 Estados los que componen la federación, más el Distrito de Columbia, donde se encuentra Washington, la capital federal. El sistema electoral data de 1787, poco después de la independencia y adoptó el mecanismo del colegio electoral, una forma indirecta de elección que para los Padres Fundadores aseguraba el voto popular y la voz de los Estados menos poblados. El primer presidente de EE.UU., George Washington definió el sistema así: el platillo que permite sostener la taza de café hirviendo (EL PAÍS 28 de Octubre). El presidente de Estados Unidos es en la práctica el jefe del Estado, detenta el poder ejecutivo y es el jefe de la Administración, decide sobre política exterior, es el comandante supremo de las fuerzas armadas y puede proponer leyes (Joaquín Oltra 1996: 106−108). La Constitución en su Artículo II dispone lo siguiente sobre la elección del presidente: El Poder Ejecutivo será confiado a un presidente de los Estados Unidos de América, que desempeñará su cargo durante el término de cuatro años y que, junto con el vicepresidente (electo por el mismo término), será elegido de la siguiente manera: Cada Estado nombrará, del modo que disponga su propia legislatura, un número de electores igual al número total de senadores y representantes que le corresponda en el Congreso () los electores votarán en cada Estado para presidente y vicepresidente, uno de los cuales, al menos, no ha de ser del mismo Estado que el elector () quienes obtengan la mayoría del número total de electores serán Presidente y Vicepresidente, si nadie obtiene mayoría, la Cámara de Representantes elegirá al Presidente y el Senado al Vicepresidente Actualmente se eligen 538 electores (suma de los 435 representantes, los 100 senadores y los 3 del Distrito de Columbia) por tanto la mayoría se sitúa en 270. Los electores se eligen por el sistema del winner takes all (Joaquín Oltra 1996: 63) en el que la lista más votada se lleva todos los electores, aunque como según la Constitución el sistema lo elige cada Estado, hay dos excepciones: Maine y Nebraska cuyos electores se reparten proporcionalmente. El sistema no proporcional fue en la elección del 2000 cuestionado, pues permitió que George W. Bush fuera Presidente (obtuviese mayoría de electores) habiendo perdido en el voto popular. El colegio de Electores vota el primer lunes después del segundo miércoles de Diciembre por los diferentes candidatos. Si bien solo algunos Estados obligan por ley a votar al candidato de la lista por la que ha sido elegido, esto se entiende como norma para todos. El resultado no se desvela hasta el 6 de Enero en sesión solemne del Congreso y los mandatos comienzan y expiran el 20 de Enero (Liga de Mujeres Votantes de los EE.UU. 1972: 17). El sistema legislativo federal de los Estados Unidos, está formado por dos cámaras independientes: el Senado y la Cámara de Representantes. El Senado está constituido independientemente de la población o del número de Estados, por dos senadores por Estado (en la actualidad, la totalidad de senadores es 100) Cada senador tiene una vigencia de seis años en el cargo con opción de reelección. La Cámara de Representantes consta de 435 congresistas, repartidos por los diversos Estados según el peso demográfico de cada cual mediante el método Hill−Huntington (que asegura tres representantes para los Estados menos poblados). Los Estados se dividen en tantos distritos como representantes tengan. Cada diez años, según el censo, se actualiza la distribución de representantes. 2
3. CAMPAÑA La campaña más costosa de la historia (Bush gastó 256 millones de dólares y Kerry 204, sin contabilizar lo gastado por los grupos externos) fue también de las más interesantes que se recuerdan, comparable quizás al enfrentamiento Kennedy vs. Nixon de 1960, el año con mayor participación (62,8%). Con empates técnicos en las encuestas hasta el final, con las maquinarias de los partidos a pleno rendimiento y con el amargo recuerdo del fiasco en Florida de 2000, mucho es lo que se puede decir sobre esta campaña. Candidatos Por el lado republicano y presentándose a la reelección, George W. Bush de 58 años, el presidente número 43 de los Estados Unidos hijo del número 41 (George H.W. Bush), ex− alcohólico y cristiano renacido, había conseguido en su primer mandato fracturar de un modo insólito a la sociedad norteamericana que lo adora y odia por igual, pese a haber obtenido un apoyo patriótico y sin fisuras a raíz del 11 de Septiembre. Con el aval de que jamás durante el transcurso de una guerra los americanos han cambiado a su presidente, su campaña se centró en la figura del Comandante en jefe, en la lucha antiterrorista y en los valores morales. A su lado, como Vicepresidente y optando también a la reelección, Dick Cheney, uno de los duros de la Casa Blanca del cual se afirma que tiene más poder que el propio Presidente, tenía tres pegas: su deteriorada salud, una hija lesbiana y sus oscuros tejemanejes con la empresa Halliburton (EL PAÍS 1 de Noviembre). Frente a esta opción, los demócratas apostaron por John F. Kerry de 60 años, senador por Massachusetts, héroe de guerra y de ideas moderadas; junto con John Edwards que aportaba carisma y acento sureño. Ambos fueron rivales durante las primarias, que arrancaron con la intensa campaña de Howard Dean, senador por Vermont, que finalmente perdió al ser considerado demasiado radical. Así pues, la campaña de Kerry fue moderada dado el progresivo conservadurismo de la sociedad norteamericana y pese a ello fue acusado de liberal y de no tener propuestas estables, especialmente sobre la guerra de Irak. Temas de la campaña El gran tema de las elecciones fue sin duda la guerra de Irak que como se pudo ver acaparó los tres debates entre candidatos, incluso el puramente económico. Las diferencias entre ambos en este aspecto se resumían al desacuerdo en la necesidad de la guerra por las mentiras que la justificaron (que creyeron los propios demócratas y Kerry) y la necesidad de contar con un mayor apoyo de los aliados (mayor multilateralismo) que esgrimían los demócratas. Pero desgraciadamente para ellos, la guerra tenía para la gran mayoría de la población una irreal relación con un triste recuerdo de todos. Y es que en las primeras elecciones tras el 11 de Septiembre, la amenaza terrorista ha sido una constante en los temas de campaña, avivada además con un nuevo video, después de tres años de Bin Laden prometiendo nuevos atentados, emitido cuatro días antes de las elecciones. En los referendos convocados coincidiendo con las elecciones, había preguntas de todo tipo desde cuestiones sobre caza a otros sobre valores morales que eran además los temas que centraban la campaña republicana, principalmente sobre una reforma de la Constitución que prohibiera el matrimonio homosexual que fue preguntada en once Estados (entre ellos Ohio) y respaldada en todos menos en Oregón. Otro gran tema, del que han sacado partido los republicanos es el aborto, al que se oponen pese al dictamen del Tribunal Supremo y frente a las tibiezas de los demócratas. Los principales temas republicanos han sido resumidos como las 3g: God, guns and gays (Dios, armas y gays). Inherente a estos temas, está la religión, pero esto lo veremos en un apartado especial. El tema económico finalmente no fue decisivo, a pesar de que la Administración Bush es la primera en 72 años en destruir empleos, de que convirtieron un gran superávit en un déficit galopante y de que el paro en los Estados clave creció durante su mandato, subiendo en Ohio del 4'5% al 6% (EL PAÍS 30 de Octubre). La mayoría de votantes afirmaban dar poca importancia a la economía a la hora de decidir su voto. Así las 3
propuestas de Kerry de reducción de déficit a través del sistema pay as you go (compensación de los recortes fiscales con otras medidas contrapuestas) y de el aumento de la presión fiscal para los más ricos, además de sus propuestas para ampliar los programas de salud, han tenido poco eco (EL PAÍS 25 de octubre). Por tanto, no ha sido la economía, estúpido. El gráfico siguiente muestra el fracaso histórico de la política de empleo de George W. Bush: Gráfico 1. Empleo creado por los presidentes
Porcentaje de empleo creado durante el mandato de los diferentes presidentes, desde Eisenhower a Bush. Fuente: www.sagarmatha.com/jobs2.gif Evolución de las encuestas Lo reñido de la elección presidencial no fue una inventiva de la prensa para vender más periódicos, realmente 4
fue así, todas las encuestas daban un empate técnica con, en general, una leve diferencia a favor de Bush pero dentro del margen de error. Así, el grueso de encuestas acertó fielmente cuáles iban a ser los Estados decisivos y más igualados, en los cuales los partidos centraron sus campañas. Es difícil poner un punto de partida para la campaña presidencial americana (algunos argumentan que nada más terminar las anteriores), pero por fijar uno, pongamos el final de la última convención de los partidos, en este caso, la republicana celebrada en New York a comienzos de Septiembre. Después de la convención Bush partió con gran ventaja (durante los meses anteriores y gran parte de su mandato estuvo por detrás de los futuribles candidatos) dada la propaganda de la propia convención y el daño irreparable que causó al senador Kerry el video de los veteranos de guerra que pusieron en duda su heroísmo en Vietnam. Sin embargo, los tres debates en los que Kerry fue manifiestamente superior a Bush igualaron la balanza. En la siguiente tabla reflejamos quien ganó los debates según el público: Tabla 1. Resultado de los debates entre candidatos Candidatos George W. Bush Jhon F. Kerry
Primer debate 37% 53%
Segundo Debate 45% 47%
Tercer Debate 39% 52%
Fuente: Encuesta realizada por CNN y publicada por EL PAÍS el 15 de Octubre. Sin embargo, Kerry no supo aprovechar el tirón de los debates y su escalada en las encuestas se frenó, llegando al mencionado empate técnico pero sin conseguir sobrepasar a su contrincante. Así, en la recta final, nadie se atrevía a pronosticar a ciencia cierta el resultado y se buscaban pronósticos en todo tipo de acontecimientos. Lo único que se sabía es que el resultado iba a depender de unos pocos Estados: Nuevo México, Colorado, Nevada, Hawai, New Hampshire, Iowa, Wisconsin, Minnesota y sobretodo Pensilvania, Florida y Ohio. Porque el resto de Estados eran seguros para uno u otro partido. Visión e influencia exterior Como ya dijimos en la introducción, las elecciones americanas tuvieron en vilo a medio mundo, pero es que además, ese medio mundo estaba más que posicionado al respecto y no precisamente igual que la sociedad norteamericana. Así, en encuestas realizados por diversos países desarrollados y aliados de los EE.UU. Bush conseguía paupérrimos resultados en todos excepto en Rusia e Israel, mientras que Kerry sin alcanzar gran popularidad vencía ampliamente en los demás. En España, sólo un 13% deseaba que Bush ganase las elecciones (EL PAÍS 15 de Octubre). Pero más importante que la posición extranjera, fue la tremenda implicación del mundo de la cultura norteamericana en las elecciones y mayoritariamente contraria a Bush (no por ello simpatizante a Kerry). Como nunca antes, escritores, músicos, cineastas y todo tipo de artistas contribuyeron a movilizar al electorado. Siendo el más combativo e implicado, el documentalista Michael Moore, quien renunció a la posibilidad de ser nominado al Oscar para emitir antes de las elecciones su Fahrenheit 9/11, feroz propaganda anti−Bush. Sin embargo, el sector financiero estuvo más dividido entre un Presidente que no había hecho bien los deberes económicos y un candidato que prometía subir la presión fiscal a las rentas más altas. Así pues, Wall Street apostó por ambos candidatos, en cualquier caso, siempre gana la banca. Los sectores más afines a Bush fueron los de las energías tradicionales como las petroleras, defensa, farmacia y aseguradoras frente a los de las energías alternativas, los medicamentos genéricos y las compañías hipotecarias en el caso de los demócratas.
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Otro sector dividido fue el de la prensa, pese a que los rotativos más importantes (New York Times, Washington Post o Los Angeles Times) apoyaron a Kerry así como los de más tirada en Ohio y Florida. En total 162 diarios eran pro−Kerry frente a 129 pro−Bush. Por último queda hablar de un factor decisivo, los llamados grupos 527, en apariencia ajenos a las campañas oficiales pero cuyas actuaciones estaban perfectamente sincronizadas, como en el caso de los veteranos. Estos grupos son una novedad en las campañas presidenciales, pues han surgido a raíz de la Ley Bipartidista de Reforma Electoral McCain−Feingold, que limitaba las donaciones personales y las de corporaciones, el llamado dinero blando que ahora se ha canalizado por las 527. 4. RESULTADOS Y llegó el esperado martes de las elecciones y la intensa campaña, que se mantuvo incluso con las urnas abiertas, tuvo su efecto: La participación (59%) superó con creces la del 2000 (51,3%) y se acercó a registros históricos, después de todo era la primera elección tras los atentados del 11−S y la primera con el país en guerra desde 1972. Así la participación en términos absolutos fue la mayor y Bush el candidato más votado (59.776.000 papeletas) de la historia. En cuanto a los resultados de la elección presidencial los vamos a presentar en forma de tabla y con un gráfico. Gráfico 2. Mapa del resultado electoral Tabla 2. Resultado por Estados. Porcentaje de voto de ambos candidatos y electores que suman (EL PAÍS 4 de Noviembre). En términos generales, podemos resumir que George W. Bush ganó las elecciones con un margen del 3% de voto (3 millones y medio de papeletas) respecto de Kerry, al obtener 286 electores (270 es la mayoría) frente a 252 de su adversario. Su victoria se cimentó en conseguir ganar en dos (Ohio y Florida) de los tres Estados clave y en que arrebató a los demócratas dos de los Estados en que ganaron en 2000 (New México y Iowa), mientras que éstos solo consiguieron lo contrario en New Hampshire. El resultado escenifica como hemos visto en el mapa, la desigualdad entre la costa y el interior. En cuanto al Congreso, este sigue bajo control republicano en sus dos cámaras, donde además han incrementado su mayoría. En el Senado donde se renovaba un tercio (34 senadores) los republicanos han ganado 19, frente a 15 de los demócratas. La exigua mayoría de 2002 (51 senadores sobre 100) ahora se ha convertido en 55 y para mayor escarnio demócrata, su líder en el Senado (Tom Daschle) no fue reelegido. En la Cámara de Representantes, dominada desde 1994 por los republicanos, éstos tienen ahora 233 miembros frente a 201 demócratas y un independiente. En los Estados que elegían gobernador, éste ha sido el resultado: Indiana Delaware Misuri Montana Republicano Dakota del Norte Demócrata Carolina Norte Utah New Hampshire Vermont Virginia Occ. 6
Washington En el Estado de Ohio, que decidió la elección y en el cual residió la polémica de la noche electoral que al final acabó en nada, los resultados han sido los siguientes: Bush consiguió 2.796.147 votos (51%) y Kerry el 49% y 2.659.664 votos. Los republicanos ganaron el mayoría de distritos del Estado (72) frente a los 16 de los demócratas, eso sí, los más poblados, incluida la capital, Columbus (EL PAÍS 4−11−04). En este Estado, los sondeos a pie de urna realizados a 2000 personas por la CNN, extrapolables a todo el país, por presentar Ohio las mismas diferencias (Noreste industrial frente a Sur campesino), nos dan la clave de las elecciones: los hombres se decantaron por Bush (55%) en igual porcentaje que los blancos (85% de la población) frente a las minorías étnicas que votaron a Kerry en un 75% :los afroamericanos (10%) en un 88%, los latinos (3%) algo menos (65%). Además los menores de 29 años (21%) votaron demócrata frente al resto de estratos de edad, al igual que los que cobran menos de 30.000$ (23%) votan a Kerry en un 65% frente a los que cobran más de 50000$ (26%) que votan a Bush en un 55%. También se inclinan por el demócrata los que tienen menor formación (34% de la población) en un 55% y los no adscritos a partidos y los votantes primerizos. Los casados votan mayoritariamente a Bush, como los que consideran el terrorismo el tema más importante (en un 90%) frente a quienes consideran tal la economía (a Kerry en un 83%). Las cuestiones referentes a la religión las dejamos para el siguiente apartado del trabajo. En términos generales, para todo el país, podemos afirmar que el votante medio republicano es blanco, religioso, casado y rural, mientras el demócrata se queda como el partido de las minorías (EL PAÍS 4 de Noviembre). 5. EL PAPEL DE LA RELIGIÓN ¿Es una casualidad que los candidatos tuvieran que pelear durante la campaña para demostrar quien era el que tenía las convicciones morales más profundas (yendo incluso en contra de sus principios como en el caso del senador Kerry, firme defensor de la separación Iglesia − Estado)? ¿Y es casual que se inscribiera a votantes a la salida de las parroquias? ¿Es sólo un producto de la especial agitación de esta campaña o es algo que viene de lejos y ha encontrado su cenit en esta elección? Antes de retroceder a los orígenes de la movilización electoral religiosa, observemos los resultados de los sondeos a pie de urna en el aspecto religioso: Quiénes se consideran religiosos (90% de la población) votan mayoritariamente a Bush, mientras los de religiones minoritarias (islámica, budista, judía) y los ateos votan en un 75% a Kerry (www.cnn.com/election/2004). Quienes acuden una o más veces a la iglesia a la semana votaron republicano en un 70% de los casos frente a quienes acuden con menor frecuencia o no acuden, que votaron a Kerry en un 60% según Los Angeles Times. No en vano el 85% de los estadounidenses considera relevante la religión en su vida y el 72% cree que el presidente ha de tener fuertes sentimientos religiosos (EL PAÍS 24 de Octubre según el Pew Center). Por tanto, los valores morales y la religión han pesado bastante a la hora de emitir el voto para muchos ciudadanos y al contrario que los otros grandes temas como la guerra de Irak o la amenaza terrorista, coyunturales o exclusivos de esta campaña, la religión lleva décadas decidiendo elecciones. En esta ocasión, al igual que en el comienzo de nuestra historia, había un candidato católico y no por ello recibió el apoyo de la jerarquía católica, todo lo contrario, los obispos pidieron abiertamente el voto para Bush y uno de ellos, Charles Chaput llegó a decir que votar a los demócratas sería pecado. Bush sin embargo, se enmarcaría dentro del 42% de americanos que se definen vagamente como evangelistas o cristianos renacidos (EL PAÍS 13 de Octubre). Así pues, los católicos apoyaban a Bush, pero estos son minoría. ¿Cuál fue el apoyo de la comunidad mayoritaria, los a priori más moderados protestantes? La respuesta la hallamos al repasar los posicionamientos históricos de la amplia y ramificada Iglesia Evangelista en campañas presidenciales.
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La historia se remonta a 1960, año en que por primera y única vez, un católico accede a la Presidencia. Como además ese católico era demócrata de ideas liberales y ocurría todo en una época de cambio social, degradante de los valores morales para los evangelistas, éstos vieron amenazado el way of life americano y la herencia religiosa y ética de los colonos. Decididos a remediarlo, en la campaña del 64 por primera vez tuvieron voz activa apoyando al candidato republicano Goldwater cuyo discurso se basaba en los valores morales pero que perdió frente a eso sí, un protestante. Escarmentados por la derrota, los evangelistas aumentaron su presencia en la elección siguiente desde tribunas televisivas donde extremistas catódicos lanzaban campañas de adoctrinamiento como la de Billy Graham y sus cruzadas que tuvieron su efecto en la victoria de Richard Nixon. En 1976, los evangelistas se vieron tentados a apoyar a un demócrata, Jimmy Carter que pertenecía a la rama de baptistas renacidos. Pero pronto comprendieron su error al comprobar el liberalismo de Carter en medidas cruciales como la prohibición de la oración en clase y la legalización del aborto. Con el rechazo a estas medidas en el programa, Ronald Reagan contó en 1980 con todo el apoyo evangelista encarnado en los fundamentalistas que a la postre serían sus asesores James Robinson y Jerry Fallwell del grupo la mayoría moral. Pero también Reagan les defraudó al no conseguir restaurar la oración en las aulas y al nombrar para el Tribunal Supremo a una jueza favorable al aborto. Por ello, en las primarias republicanas de 1988 que ganaría G.H. Bush, los evangelistas con una nueva organización o lobby político (Comunidad Cristiana) que hoy día representa a la cuarta parte del voto republicano, apoyaron a Pat Roberson, un telepredicador, que muy cerca estuvo de ganar. Aún así, Bush contó con la movilización evangelista en las elecciones y fue el primer presidente en ganar contando con el apoyo exclusivo de una comunidad religiosa. Los evangelistas fueron suficientes para decantar una elección. En la década de los noventa, con el pecaminoso Bill Clinton presidiendo, los evangelistas estuvieron afilando los cuchillos a la espera de un Presidente por el que llevan luchando décadas, alguien que de veras comulgase con sus doctrinas y sobre el que tuvieran un firme control. Este es George W. Bush, la culminación del proyecto evangelista y por el que tan férreamente han luchado en estas elecciones. (información proveniente del documental del canal francés TF2 Con Dios a la Casa Blanca). Concluyendo se puede afirmar la notable influencia de la religión en estas elecciones. Pues, han sido los valores morales, estúpido. Además no cabe duda de que esta es una situación perdurable, difícilmente reversible y muy a tener en cuenta en próximas elecciones porque como afirma Joaquín Oltra la sociedad norteamericana es cada día más conservadora. 6. CONCLUSIÓN Pasada la agitación electoral, se producen los primeros cambios en la Administración norteamericana (abandonos forzosos) que van perfilando un futuro gobierno compuesto exclusivamente por la línea dura de Cheney, Rice y Wolfowitz. Con respaldo electoral (que no tenía en 2000), Bush tiene cuatro años para pasar a la historia, único objetivo de los presidentes. Haga lo que haga, será por el momento, el Presidente más votado, rango que el candidato republicano y el demócrata dentro de cuatro años intentarán arrebatarle. Y esta es la gran pregunta: ¿seguirá entonces la sociedad americana tan dividida, decidirán Estados clave como Florida en 2000 u Ohio en 2004 la elección? Grandes interrogantes tiene que responder también la izquierda, que unida en su rechazo a Bush apostó por la tibieza demócrata para echarlo y fracasó. ¿Seguirán, pues, confiando en el Partido Demócrata o surgirá una alternativa?. ¿Los demócratas buscarán un candidato aún más conservador o harán apuestas arriesgadas como la de Hillary Clinton (sería la primera mujer candidata) o aún más la de Barack Obama (único senador negro del Congreso)? 8
En cualquier caso tendrán que tener en cuanta los valores morales del Medio Oeste y desechar la imagen liberal de Hollywood o de la Costa Este, la costa en la que se encuentran las 13 colonias que originaron la Federación pero que ya no representan el patriotismo sino todo lo contrario: el ideal americano está hoy día en Kansas, Misuri o Colorado. La América salvaje del siglo XIX, más religiosa que nunca, hace su propio análisis del periodo fundacional, olvidando las ideas revolucionarias y reforzando los valores morales de los Padres Fundadores. En cuanto a los europeos, solo nos queda asumir la derrota y afirmar cargados de resignación que dentro de cuatro años, no pasaremos la noche del primer martes después del primer lunes de Noviembre en vela. 7. Bibliografía − CNN (www.cnn.com/election/2004). − EL PAÍS 4 de Octubre página 6. 13 de Octubre página 5. 15 de Octubre páginas 3, 7, 8 y 9. 20 de Octubre página 3. 21 de Octubre página 5. 24 de Octubre página 5. 25 de Octubre página 6. 28 de Octubre página 2. 30 de Octubre página 7. 1 de Noviembre páginas 3 y 5. 2 de Noviembre página 4. 4 de Noviembre páginas de 2 a 13. − France 2 Television, Con Dios a la Casa Blanca. − Liga de Mujeres Votantes de EE.UU. 1972, La elección presidencial en los Estados Unidos, Buenos Aires: Paidós. − Los Angeles Times (www.latimes.com). − Oltra Joaquín 1996, América para los no americanos: introducción al estudio de las instituciones políticas de los Estados Unidos, Barcelona: U.B. − Sagarmatha (www.sagarmatha.com/jobs2.gif). − SOFRES (datos del 4 de Noviembre de 2004).
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− Usa Today (www.usatoday.com/news/politicselections/vote2004). − Washington's Governor Office (www.vote.wa.gov/general/recount.aspx). Suma de las audiencias de las cadenas españolas que programaron especiales esa noche. Muchos culparon en 2000 a Nader de la derrota de Gore, pues aunque no llegó al 3%, sus votos en Estados clave como Florida superaban con creces la diferencia entre republicanos y demócratas. Por ello en esta elección, Nader ha sufrido todo tipo de impedimentos (no se pudo presentar en mucho Estados, como Ohio) por parte de los demócratas y finalmente no ha llegado al 1% de votos (406.940 votos). Una enmienda de 1964 concedió al Distrito de Columbia, que está exento de representación en el Congreso, tres electores. (Liga de Mujeres Votantes de los EE.UU. 1972: 95) Coincidiendo con estas elecciones, en el Estado de Colorado, hubo un referéndum para adoptar el sistema proporcional, que fue rechazado. Resultados similares en que la mayoría popular no se correspondió con la mayoría electoral ocurrieron en las elecciones de 1800 y 1825 y sus beneficiarios fueron los Presidentes Thomas Jefferson y John Quincy Adams respectivamente (Liga de Mujeres Votantes de los EE.UU. 1972: 98) La redistribución tiene en cuenta la variación de peso poblacional entre Estados, pero afecta también a los distritos y quien la hace en cada Estado se preocupa de que la lista del partido contrario al Congreso (donde van los más votados en cada distrito) salga perjudicada (EL PAÍS 1−11−04). Los partidos contrataron a más de 4000 abogados para vigilar la elección en Florida (EL PAÍS 20 de Octubre) Es común que el aspirante a Vicepresidente supla las deficiencias del aspirante a Presidente y que ambos se complementen (balanced ticket). El ejemplo típico es el de Kennedy, católico, rico y del Noroeste junto a Johnson, protestante, ajeno al Stablishment y de Texas. Otros referendos curiosos fueron los que aprobaron la investigación con células madre en California o la marihuana terapéutica y el rechazo a dejar de usar donuts para cazar osos en Alaska (EL PAÍS 4−11−04). Los veteranos pertenecían a un grupo 527 pro−republicano llamado Swiftboat Veterans for Truth. Desde enfrentamientos deportivos, a venta de caretas en la fiesta de Halloween, en la que Bush ganó a Kerry por 53 a 47% (EL PAÍS 21 de Octubre). El rapero Eminem, un ídolo juvenil, lanzó un video antes de las elecciones arremetiendo contra Bush. Llamado así por el código tributario que exonera a las organizaciones políticas de pagar impuestos. El contribuyente más importante ha sido George Soros, donante de grupos anti−Bush. (EL PAÍS 4−10−04). Para los republicanos, América es lo que hay entre la costa Este y la Oeste. Desde hacía 50 años ningún republicano había ganado las presidenciales y las dos cámaras. Este Estado muy igualado, se tornó demócrata en el recuento (www.vote.wa.gov/general/recount.aspx). La diferencia (140.000 votos) era superior a las papeletas no adjudicadas que los demócratas querían revisar, por lo que el resultado era inamovible. 10
El voto católico (un 24% de la población) resultaba fundamental al estar concentrado en Estados clave como Wisconsin, Pensilvania (30%), Ohio (20%) o Misuri. Este peligroso personaje sigue en la vida política y es un asiduo invitado al rancho de Crawford al ser quien sacó a Bush de la bebida y lo recondujo a Jesucristo (EL PAÍS 2 de Noviembre). Un ejemplo de ello es su juramento de lealtad que data de 1892 y al que no se le añadieron las palabras una nación bajo las mirada de Dios hasta 1954. Sobre esto se ha publicado un libro de Thomas Frank titulado Qué sucede con Kansas: cómo los conservadores han ganado la América profunda. (EL PAÍS 4 de Noviembre). Fuente: www.usatoday.com/news/politicselections/vote2004
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