:: portada :: Cultura :: 17-12-2013 La continúa lucha de Ana María Cepeda por la Vivienda Social en Chile

Poesía contra el legado neoliberal de Pinochet

Elizabeth Bort, Alyssa Celones, Jacqueline Gove, Daniela Leal, Luis Martín-Cabrera y Shawna Sanders Rebelión El siguiente artículo es el resultado del trabajo que han llevado a cabo las estudiantes de la Universidad de Ca

"El gobierno en esos años me dio un subsidio por una vivienda social pa mis chiquillos. Pero el subsidio aquellos bancarizaron. Nadie nos advirtió en esos años...Nos engañaron si si, nos engañaron, y lo siguen haciendo." - Ana Maria Cepeda (Los Deudores Valientes) Hace unas semanas estuvimos en Villa Francia, una población ubicada en la comuna Estación Central al oeste de Santiago de Chile que, entre otras cosas, está severamente afectada por los altos índices de crimen y contrabando de drogas. En lugares como la Villa Francia la "pasta base", un derivado de la cocaína, hace estragos y divide a las comunidades, las instala en el miedo. En las poblaciones muchos piensan que "la pasta" la introdujo Pinochet para romper las redes de solidaridad y organización que existían en estas comunidades; las ollas populares fueron sustituidas por el miedo y la indiferencia del Estado que, si no fomenta, al menos permite la destrucción que genera el tráfico de drogas: esto también es la herencia de la dictadura.

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Pero en estos lugares no sólo hay pobreza y desesperanza también hay dignidad y poesía. Justo en la esquina de una calle se encuentra un kiosco cubierto de diferentes revistas y carteles en apoyo a la ex-candidata presidencial del Partido Igualdad Roxana Miranda. Ahí trabaja la señora Ana Maria Cepeda, una poeta, pobladora, y dirigenta de deudores habitacionales con la que tuvimos la oportunidad de platicar mientras atendía su negocio. Ana María es una de las muchas pobladoras estafadas por la bancarización de viviendas que causó el modelo neoliberal impuesto bajo la dictadura de Augusto Pinochet durante el siglo XX.

Cuando conversamos con Ana María se presentó con un cuaderno lleno de poemas escritos por ella y nos recitó varios de los cuales tocaban problemas sociales que la afectan tanto a ella y a su

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familia como a la gente de su comunidad. Ana María es una ciudadana activa en el Partido Igualdad y en la Agrupación Nacional de Deudores Habitacionales (Andha Chile Democrático). Ana María nos confesó que un día se despertó y sintió una necesidad muy profunda de empezar a escribir poemas relacionados con las cosas que le pasaban a ella ya los miembros de su comunidad, fue, en sus propias palabras, "como una fuerza, un estallido que le nació de dentro", así que se puede decir que su poesía es una fuerte herramienta política de creación y resistencia social y también un mecanismo de supervivencia; sus poemas prueban que incluso en las situaciones más adversas es posible buscar imaginarios propios, lenguajes que representen a las personas humildes y dignas como ella. La poesía de Ana María Cepeda es un llamado a la acción, una manera de hacer visible lo invisible y de darle voz a los sin voz. Por ejemplo en este poema puede leerse:

"Atento, despiértate y levántate

Antes que se te pasen por delante

Los deudores, pobladores y estudiantes

Que somos los mismos en cuestión

Todos juntos en movilización

Es hora de decir, ¡Aquí estamos!

Que también somos ciudadanos

Que se la juegan y no dan tregua

Hasta traspasar la frontera

Movimiento que no tranza

Que no vende la lucha

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Y que no cree en propuestas

Mas Lucha...."

El Problema de la Vivienda en Chile:

La cuestión de la vivienda social continúa siendo uno de los problemas que afectan a la sociedad chilena. Durante la presidencia de Salvador Allende, su administración abordó el tema al decidir urbanizar la ciudad y entregar títulos de propiedad a personas de bajos recursos que vivían en campamentos. Allende ayudó al pueblo chileno sosteniendo una ideología que fomentaba la vivienda como un derecho ciudadano más que un simple privilegio o una mercancía. Con un programa desarrollista donde el Estado se hacía responsable de construir viviendas ya sean casas y/o departamentos para luego ofrecerlos a pobladores, muchas personas provenientes de sectores trabajadores y humildes se beneficiaron y lograron obtener un hogar decente donde vivir ayudados por el gobierno socialista de ese tiempo.

Sin embargo, años después del golpe brutal que destituyó a Salvador Allende del poder, Augusto Pinochet cambió la forma en que el gobierno trató el problema. La dictadura pinochetista optó por implementar políticas neoliberales en el país en 1979 que buscaban parar la construcción de viviendas por parte del Estado y entregarle a la gente subsidios que les ayudaran a comprar una casa. Como resultado de un proceso largo, confuso, e injusto, el acceso a una vivienda decente se fue complicando, dejando a los pobladores con pocas esperanzas y altos pagos. Por desgracia personas como Ana María fueron estafadas bajo un programa nacional que prometía ayudarles. El subsidio que les otorgaba el Estado para la construcción de su hogar junto con el crédito bancario que tenían que tomar para poder pagar la vivienda, hicieron que su deuda aumentará injustamente.

En el origen de la bancarización hay una ilegalidad de acuerdo con las reglas mismas del gobierno y el Ministerio de la Vivienda, ya que un subsidio social debería ser usado sola y exclusivamente para construir vivienda social y no para engordar los beneficios de bancos, constructoras y agencias de bienes raíces. Al forzar a las personas como Ana María a adquirir un crédito para suplementar el subsidio y comprar viviendas construidas y gestionadas por empresas privadas se está cometiendo un delito que tiene como objeto lucrar a costa de las personas que están en una situación más vulnerable. Los préstamos que suplementan el subsidio tienen además intereses usureros y continuamente sometidos a las alzas del mercado. Para dar una idea de lo injusto de estos intereses cabe decir que en los barrios más pudientes de la ciudad (Providencia, Las Condes, La Reina etc.) estos porcentajes nunca superan el 4%, mientras que los préstamos de estas viviendas subsidiadas pueden llegar incluso al 16 %. Los altos intereses de los préstamos hacen que, los pobladores tengan que pagar múltiples veces el costo principal de su vivienda y queden atrapados

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en el negocio de la bancarización. En el caso de Ana Maria Cepeda esto ha significado pagar por el precio original de su casa, ubicada en la región de Maipu, más de cinco veces. Como explica muy bien en este poema que empieza con un juego de palabras característico del humor popular chileno (la dehesa, un barrio de ricos y una casa de "esas" bancarizadas)

"Somos de las casas de la dehesa

Pero de esas desalojadas

Rematadas por sorpresa

Por culpa de la usura de los bancos

Nos quedamos en la calle

Con las tiras al aire

Sin nadie que te ayude

Solo te dicen que te cayes

Los realitys los tienen

Alineados, embobados, despreocupados

Mientras a los deudores

Nos tienen cagaos"

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Cuando uno lee sus palabras, se pueden sentir sus dolores, sus experiencias, sus emociones y su energía combativa. Sus palabras ofrecen una verdad y una visión de una vida que nadie quiere pensar.

Elaboración del caso de Ana Maria:

Ana María es una allegada de la Villa Francia. Los allegados son aquellas personas que llegan a Santiago o a las grandes ciudades y se instalan a vivir, muchas veces en condiciones de hacinamiento, en la casa de algún familiar o pariente. Como allegada, Ana María creció en una casa chica construida por su tío . Cuando empezaron con su casa, sólo tenían cuatros palos y cuatro frazadas, y construyeron todo desde la nada. La casa alojaba en ese momento a cinco familias y l as dificultades que se vivían en esta situación avivaron el sueño de tener una casa propia para sus hijos. En una de las entrevistas que le hicimos Ana María explicó la situación del siguiente modo:

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"Ese fue el sueño que yo tenía primero y el engaño que fue después. Yo soñaba con tener una casa y no vivir así nada como vivimos nosotros. Uno quiere lo mejor para sus hijos. Entonces yo soñaba con una casa donde tuvieran cada uno su pieza, su espacio y vivir mejor, po, dignamente."

Cepeda estaba feliz de recibir su nuevo hogar, una casa que lógicamente debería haber sido limpia y hermosa como la casa piloto que le mostraron. Pero el engaño del que ella habla consistió en que le entregaron una casa sucia, llena de materiales de construcción y muy pronto acompañada con una fuerte de deuda creciente. En el siguiente poema puede leerse la impotencia que le causa a Ana María haber sido tantas veces engañada por el modelo neoliberal impuesto a sangre y fuego por la dictadura de Pinochet y continuado por los múltiples gobiernos de la Concertación y la Alianza:

"Que nadie les creyó

Que siempre mintieron

Y lo siguen haciendo

Como delincuentes

Escondiendo la cara

Atropellando a la gente

Matan sin razón

Sin ninguna explicación

Quedan impunes

Siembran impotencia

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En los que aun

Tenemos conciencia

Basta de vulnerar

Nuestros derechos

Basta de atropellar

Lo que estamos exigiendo".

Esta situación se agrava además porque Ana María tiene que sacar adelante prácticamente sola a una familia de cuatro. Por eso, no puede sorprender que haya habido muchas veces en que se vio tomada por la desesperación de no poder pagar el dividendo de su casa. Tres veces tuvo que repartir, es decir, ella renegoció la hipoteca con el banco para bajar el dividendo, lo que significó en el crecimiento de la deuda sobre la tasa, ya altísima, de interés. Esta situación no es un accidente particular en el caso de Ana María, sino que es estructural, porque en el Chile post-Pinochet tanto el suelo como la vivienda están considerados mercancías y sujetos a los vaivenes del mercado que marca la Unidad de Fomento (una unidad que marca el valor de mercado de una vivienda). Esta situación es la que está por detrás del poema "Los deudores valientes" (cueca):

Caramba estoy yo

Tan endeudado caramba hasta la tusa

Me han dejado

Caramba yo exijo

Condonación

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Mi casa la pagué

Hoy en cuestión

Llevo pagando mi casa

Más de los años

Que estipula la compra

A mí me engañaron sí,sí

Oiga señora,

Porque sepa usted no soy deudora

El gobierno en esos años

Me dio un subsidio

Por una vivienda social

pa mis chiquillos

Recitado:

Pero el subsidio aquellos

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Bancarizaron

Nadie nos advirtió

En esos años

Que te endeudan y te hacen repactar

Te tiran la deuda pa atrás y no terminas

Nunca de pagar

Un subsidio sí sí

Que da el estado

No debe ser jamás bancarizado

Nos engañaron si si

Nos engañaron

Y lo siguen haciendo

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La Relación entre Ana María y Roxana Miranda/Partido Igualdad:

Cuando estaba al punto de repartir la cuarta vez, Cepeda se encontró con Roxana Miranda, la ex-candidata presidencial del Partido Igualdad y dirigente de la Agrupación Nacional de Deudores Habitacionales (Andha Chile Democrático). En aquel momento Ana María se juntó a luchar contra esa explotación calculada que alimenta a los bancos privados con los sustentos de seis mil familias en Chile, las cuales, aún para recibir el subsidio en primer lugar, fueron clasificadas por su vulnerabilidad financiera.

Andha Chile Democrático es una organización de base que consiste en una comunidad interdependiente de individuos y familias que hacen un esfuerzo constante por luchar contra el sistema político y los bancos responsables para de su vulnerabilidad. En sus documentos puede

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leerse la siguiente declaración de intenciones: " Nos organizamos para luchar en contra de la usura, la mala calidad de vivienda, la política habitacional que permitió que la vivienda social fuera traspasada a la banca privada, no hemos logrado detener este negocio que continúa empujando indiscriminadamente a las familias a la banca privada, argumentando que estos son créditos riesgosos, por eso que las tasas de interés son del 6.5%, 7.0%, 9.0%, 12%, 14% hasta 16%: SIMPLEMENTE USURA." Una parte esencial de su activismo son sus acciones directas que consisten en ocupar espacios públicos, bancos y casas en remate y desalojo. Uno de los días que visitamos a Ana María venía de encadenarse a la puerta del Ministerio de la Vivienda para parar la bancarización de la vivienda y que se vuelva a engañar a los pobladores con subsidios que son en realidad cantos de sirenas para hacer a los pobres más pobres. Su poesía se nutre de estas y otras resistencias que forman el día a día tanto del Partido Igualdad como del Andha Chile. Sin la fuerza de las compañeras y compañeros de estas organizaciones --nos explica Ana María-- no hubiera sido capaz de levantarse y seguir luchando y cantando.

Poesia contra la Injusticia y por la esperanza

Los poemas de Ana María representan distintos aspectos de la injusticia que enfrenta la gente en comunidades como Villa Francia. Aunque hay grupos y organizaciones como Andha Chile, todavía hay una escasez de representación y una falta de conciencia sobre estos temas y transgresiones que hemos mencionando. Hay otra gente, más gente en Chile que no tiene voz o que siente que nadie le escucha. Los problemas de estos pobladores no aparecen en los medios de comunicación hegemónicos; la prensa no habla, no cuenta, no discute sobre este tema. Es decir que la prensa y el gobierno, no quieren que las historias tristes de los marginados de la sociedad chilena sean visibles. No quieren que esta gente "ensucie" las calles y el centro de la ciudad, pero al mismo tiempo no quieren incluirlos en la sociedad ya ayudarles a obtener las necesidades básicas de la vida, como una vivienda digna.

Estamos aquí no solo para contarte sobre este tema, sino también para aumenta la conciencia, porque hay cosas que pasan a pesar de que no puedas verlas. Son las personas como Ana María que luchan para ser escuchadas, que gritan fuerte para despertar a la gente y que muestran estos temas difíciles, pero veraces, las que crean conciencia popular . Es nuestra responsabilidad, como ciudadanos del mundo, luchar para escuchar estos gritos y ver estas cosas con la esperanza de que un día juntos podamos cambiar el destino de la humanidad. Necesitamos ser luchadoras para los derechos humanos, porque ¿quién más va a luchar por nosotras? . Terminamos dándole a la palabra a Ana María:

"Soy una luchadora empedernida

Lucho por todos los derechos humanos

El derecho de todos mis hermanos

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Sin distinción de razas ni credos

Y esta ducha la doy por entero

.....

Siento la necesidad de gritar esta verdad

.....

Porque no entienden

Que solo queremos

Lo que nos pertenece

Lo que nos arrebataron."

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de las autoras mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

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