Story Transcript
En portada Seguridad en Hospitales
Aspectos determinantes a la hora de implantar Planes de Emergencia y Evacuación
La Gestión de la Autoprotección en el ámbito hospitalario n la actualidad, el funcionamiento diario de un hospital no se centra únicamente en la correcta atención sanitaria de sus pacientes, sino que implica la gestión de un complejo entramado técnico y humano del que, desde el punto de vista de la seguridad, podemos destacar las siguientes características: un elevado número de personas temporalmente incapacitadas; funcionamiento 7/24 con una gestión de personal basada en la turnicidad y la rotación; una población flotante muy heterogénea y de difícil control, compuesta por visitas, participantes en congresos y jornadas técnicas, empresas de mantenimiento, etc., y existencia de una gran cantidad de instalaciones técnicas en muy duras condiciones de funcionamiento.
E
En un sistema de estas características se multiplican, por un lado, los riesgos y las posibilidades de materialización de éstos en accidente, y por otro, las consecuencias que cualquier incidente podría tener para la vida de los trabajadores y usuarios, la viabilidad del centro e incluso, en última instancia, la imagen de la gerencia ante las distintas administraciones y la opinión pública. Por todo ello, más que en ningún otro caso, en un hospital debe buscarse la máxima eficacia de las medidas adoptadas de cara a la prevención de riesgos y actuación en caso de emergencia, lo que, desde nuestro punto de vista, pasará necesariamente por:
Febrero 2003
FRANCISCO LACASA MARTIN Técnico analista de Plus Quam, Servicios de Seguridad
tentes, tanto técnicas como humanas y organizativas.
Consulta ambulatoria. Algunas pruebas pueden incapacitar temporalmente al paciente.
1. Establecer un “mapa de riesgos” del centro realizando un análisis riguroso de los mismos frente a las medidas de protección exis-
2. Coordinar, al máximo nivel, los esfuerzos de los distintos departamentos que tienen competencias en el amplísimo espectro de la seguridad y protección del patrimonio, tales como ingeniería y mantenimiento, protección radiológica, comité de salud laboral y un largo etcétera del que debemos destacar, naturalmente, al propio departamento o dirección de Seguridad. 3. Ejecutar programas rigurosos de formación para lograr que todo el personal del hospital pueda realizar, con seguridad y eficacia, labores de primera intervención.
Cuadernos de Seguridad / 35
En Portada Seguridad en Hospitales
4. Ampliar la evidente función social que el hospital realiza en la divulgación de actitudes higiénica y sanitariamente positivas a aspectos relacionados con la seguridad y actuación en caso de emergencia.
el nivel de riesgo (alto, medio o bajo) de cada zona del hospital para cada uno de los casos de estudio, reduciendo las evaluaciones generales al mínimo imprescindible. Nos queda estudiar si los medios técnicos instalados y proyectados, así como los organizativos, resultan adecuados para alcanzar el nivel de protección requerido que, como ya hemos indicado anteriormente, en el caso de los hospitales debe ser lo más alto posible (respetando siempre criterios de viabilidad económica, por supuesto).
5. Potenciar la coordinación con los distintos servicios de emergencia existentes en su entorno. ANALIZAR EL RIESGO Y LA PROTECCION
El primer paso lógico a dar es, naturalmente, identificar las distintas situaciones que pueden provocar una emergencia en cada planta o servicio del hospital, así como los escenarios más probables y más graves que generarían cada una de ellas. Aunque el resultado de este estudio será particular para cada hospital, podemos destacar, como elementos más comunes, los siguientes: • Incendio - En sala con pacientes inmovilizados. - En cuerpo de escalera principal. - En plantas de hospitalización sin compartimentación.
• Amenaza de bomba y terrorismo postal - Con centralización de recepción de correo. - Sin centralización o sin protocolos de control. • Explosión - Maquinaria de instalaciones técnicas. - Maquinaria de naturaleza médica. - Por presencia de alta concentración de gases comburentes. - Cocinas centrales. - Incendio que afecta a depósitos generales de gases y combustibles. • Derrumbamiento de estructuras - Elementos de fachada. - Nueva obra. - Elementos de acabado.
• Emergencia radiológica En un hospital debe - Ruptura de los cobuscarse la máxima eficacia fres de protección. - Presencia de rade las medidas adoptadas de diación α, β o cara a la prevención de riesgos y neutrónica. - Preparados actuación en caso de emergencia, lo radiactivos que pasará necesariamente por (no maquinaria). establecer un “mapa de riesgos” del centro, coordinar los esfuerzos de los A partir de ahí se debe establedistintos departamentos que cer, empleando tienen competencias en el alguno de los méamplio espectro de la todos de cálculo existentes y en funseguridad,… ción del criterio general probabilidad-consecuencias,
36 / Cuadernos de Seguridad
¿Cómo lo logramos? Si queremos dar una respuesta más allá de un sí/no respecto del cumplimiento de la normativa e introducir criterios de optimización de la inversión, debemos emplear algún método matemático que nos ayude a relacionar el nivel de riesgo con el de protección, pero teniendo en cuenta que, mientras que el riesgo es un concepto absoluto, la protección resulta relativa... al propio riesgo. Por ejemplo, una protección que resulta alta para un riesgo bajo no se puede comparar con una protección alta para un riesgo alto. Una solución que se viene aplicando de manera satisfactoria en el caso de la protección contra incendios, consiste en tomar elementos de valoración (en realidad variables de control), tanto de una definición general del riesgo como de los elementos de protección, y asignarles valores 0-5 mediante definiciones semejantes a las del Método de Mosler (0 supone una ausencia del medio en claro incumplimiento de la norma o un estado deficiente de mantenimiento y 5 una instalación en perfecto estado que supera las especificaciones de la norma). De esta forma, se calcula el coeficiente CEx ® de acuerdo con la fórmula: NR hRI+RE+D+D’+cV CEx = —— = ————————— NP r*(A+P+I+2*MO)
Febrero 2003
En portada Seguridad en Hospitales
Los significados de las distintas variables, compuestas cada una de ellas de criterios específicos, se encuentran en el cuadro 1. Los valores obtenidos para el CEx tienden a agruparse alrededor del 1 cuando existe sintonía entre el Nivel Global de Riesgo y las medidas de protección adoptadas. Un valor menor que la unidad puede indicar un sistema sobredimensionado y, consecuentemente, un gasto excesivo que se debe revisar. Por el contrario, cuanto mayor sea el valor de CEx, más deficiente será el sistema de protección, que deberá ser replanteado de acuerdo con los estándares que se estén empleando. Pese al valor escalonado de las variables, la gran ventaja de este sistema, que puede emplearse tanto en un local concreto como en el hospital en su conjunto, es la sencillez de aplicación y lo intuitivo de sus resultados. SE DEBEN EVITAR LAS REDUNDANCIAS
Uno de los problemas más graves que encontramos al trabajar con hospitales es la secular descoordinación existente entre los distintos departamentos y una general falta de clarificación de los cometidos preventivos. Un ejemplo: en la modificación, pongamos por caso, de una cocina general, el departamento de ingeniería proyecta una protección contra incendios de la que no informa al departamento de Seguridad, que es, a su vez, responsable del mantenimiento de la misma y de la ejecución de los planes de emergencia correspondientes. En este caso, Seguridad trabaja de manera sobrevenida, no pudiendo dar su opinión acerca de la adecuación práctica de la instalación proyectada ni recibir, por parte de Ingeniería, las explicacio-
Febrero 2003
VARIABLES DE CONTROL CEx NR h Rl RE D D’ c V
Nivel de Riesgo calculado Coeficiente histórico Riesgo intrínseco calculado Riesgo extrínseco Daños materiales del caso más desfavorable Daños intangibles del caso más desfavorable Coeficiente corrección del tipo de local Efectos para los ocupantes
NP r
Nivel de Protección Corrección derivada del nivel de exigencia normativa por el riesgo intrínseco de la instalación Estado de los elementos de protección activa Estado de los elementos de protección pasiva Estado de las instalaciones susceptibles de producir un incendio Grado de implantación de las medidas organizativas y disponiblidad de las ayudas exteriores
A P I MO
Cuadro 1
nes pertinentes acerca de su uso, función y finalidad. En el peor de los casos, la instalación resultará inadecuada desde un punto de vista práctico, o el personal de seguridad no conocerá su funcionamiento correcto, de modo que el resultado final es que el conjunto del hospital pierde la inversión realizada y la suma de experiencia que una comunicación entre ambos departamentos podría haber
tenido. Este caso, en realidad muy simplificado y de fácil solución, se reproduce con frecuencia en otros ámbitos cruzados de la seguridad con muy distintos niveles de repercusión para el funcionamiento de los centros. Debe ser prioridad de la Gerencia evitarlo, propiciando, por el contrario, la coordinación de esfuerzos (que no la asunción de todas las funciones
Observese en la fotografía de la izquierda la posición de la báscula (instalada por mantenimiento a petición del servicio médico) obstruyendo la boca de incendios. En la toma de la derecha se encuentra la corrección introducida por el departamento de seguridad un mes más tarde, no fue posible eliminar la báscula del pasillo.
Cuadernos de Seguridad / 37
En Portada Seguridad en Hospitales
ción (que tal vez sean la punta del iceberg), las Uno de los problemas características que demás graves que encontramos bemos buscar y potenciar en el ámbito al trabajar con hospitales es la hospitalario son: secular descoordinación existente 1. Aprovechar la entre los distintos departamentos y estructura y jeraruna general falta de clarificación quía propias como de los cometidos base para los procedimientos de emergencia. preventivos
relativas a seguridad bajo un único mando) entre unos y otros mediante un sistema de comunicación interno del que, de forma natural, e integrando convenientemente a los representantes de los trabajadores, podría salir el Comité de Catástrofes. Desde nuestra experiencia, la forma más eficaz (y rápida) de lograrlo es elaborar al más alto nivel, y a modo de decálogo, las líneas maestras de la política de seguridad del hospital, dejando constancia de todos los actores implicados en ella y dibujando sus interrelaciones como reconocimiento expreso de la importancia de cada uno de ellos en el proceso de diseño/toma de decisiones, ejecución y mantenimiento de las acciones que desarrollen y generen seguridad para el hospital y sus ocupantes. Si la Gerencia no puede asumir la ejecución práctica de esta tarea, deberá delegarla en un coordinador general que, atendiendo siempre a las circunstancias concretas que pueden darse, nosotros recomendamos que sea el responsable de seguridad del hospital.
a. El Servicio como unidad física de control y gestión de la emergencia. b. Médico/DUE/auxiliar/personal no sanitario. c. Personal de seguridad dentro del plan de reacción. 2. Intervención inmediata del primer escalón. 3. Respetar la capacidad de decisión del responsable clínico de los pacientes y/o pruebas diagnósticas u operaciones quirúrgicas en marcha en el momento de la emergencia. Para lograrlo es necesaria, por un lado, la implicación de todos los colectivos presentes en el hospital (y hasta donde sea posible y racional, la búsqueda del consenso en las decisiones tomadas de manera apriorística para la resolución de la emergencia) y, por otro, acometer la implantación de los procedimientos aprobados en varios niveles simultáneos, a saber: • Concienciación general del personal acerca de la gravedad y
consecuencias de una emergencia, así como del riesgo existente en su entorno de trabajo. • “Bajar” a cada servicio o departamento para explicar, de manera concisa y directa, las medidas de emergencia establecidas. • Desarrollar ejercicios de entrenamiento implicando, como máximo, a una planta. • Ampliar la formación práctica en utilización de medios de protección a todo el personal del hospital (una solución razonable son los simuladores de propano). En definitiva, la clave final para la implantación correcta de los procedimientos (evitando que un conato provoque la evacuación de un hospital) es educar al personal en su resolución, de forma que afronten las distintas situaciones con serenidad y seguridad en sus propias capacidades y en los medios de protección a su alcance. LA SEGURIDAD TAMBIEN ES UN DERECHO DEL PACIENTE
Por otro lado, ¿qué papel juegan los pacientes, usuarios y visitas en los procedimientos de emergencia? Tradicionalmente son sujetos pasivos, cuando no molestos, cuya única función es la de hacer exacta y ordenadamente aquello que les sea indicado por el personal de planta,… en teoría.
LA FORMACION ES LA CLAVE FINAL
Alejándonos un poco de los aspectos generales de gestión de la seguridad hospitalaria y centrando nuestra atención en los procedimientos de emergencia y evacua-
38 / Cuadernos de Seguridad
Ejercicios de formación de personal sanitario en campo de fuego.
Febrero 2003
En portada Seguridad en Hospitales
Pero sabemos muy bien que este comportamiento se dará en un número reducido de ocasiones, siendo el caso general difícil de controlar. En una pequeña digresión, algo parecido ocurría hace no muchos años con aspectos relativos a las visitas, estancias de los pacientes en los pasillos, el tabaco, la automedicación y un largo etcétera ¿Cómo se han ido solucionando? Hoy en día la mayoría de los hospitales proporcionan, en el momento del ingreso, folletos explicativos que indican, desde el régimen general de funcionamiento del hospital hasta los consejos para una convivencia adecuada entre “vecinos”. Además, no es extraño encontrar carteles divulgativos acerca de estas normas y otros consejos útiles para la salud en las distintas salas de espera y pasillos de nuestros hospitales. ¿Es que acaso la seguridad no es un derecho de los pacientes? ¿por qué no se les puede informar, sobre todo de cara a los familiares y visitantes, de las medidas de emergencia existentes en su planta? Sin querer entrar a analizar la ausencia de formación que en materia de protección civil presenta la población de nuestro país, ésta resulta evidente y peligrosa, por lo que debemos aprovechar todos los vehículos a nuestro alcance para subsanarla, aunque sea de manera puntual. Así, no sería muy complicado ampliar la labor divulgativa que realizan los centros sanitarios (y en especial los hospitales) a través de estos folletos y carteles incluyendo, más allá del “usted está aquí”, aquellas comunicaciones de carácter pedagógico acerca de la naturaleza del fuego y prevención de incendios, empleo de extintores, puertas resistentes al fuego y compartimentación, por citar algunos ejemplos importantes.
Febrero 2003
EL HOSPITAL EN SU ENTORNO
La última piedra que nos queda por poner en este pequeño esquema-resumen es la importancia de establecer unas relaciones fluidas y un conocimiento mutuo entre el hospital y los servicios de emergencia a los que, llegado el momento, recurrirá en busca de ayuda. Resulta evidente que un conocimiento previo de los edificios ayuda a los bomberos a trabajar con mayor seguridad (y por lo tanto con mayor rapidez), de modo que se deben organizar visitas periódicas (mínimo cada seis meses) a los centros hospitalarios y participar en la resolución de ejercicios teóricos, por ejemplo, planteados por los técnicos del hospital y resueltos por los bomberos, de manera que éstos sean conscientes, por ejemplo, de las condiciones especiales de algunas plantas, de la problemática de interrumpir una intervención quirúrgica o de las instalaciones especiales existentes: los bomberos también necesitan formación, y la mejor fuente son los especialistas del propio centro. Por añadidura, si un hospital logra abrirse hacia otras institucio-
nes exteriores (crecer de dentro hacia fuera) verá como se multiplican los acuerdos de colaboración, se agilizan y afinan procedimientos de comunicación y, en definitiva, se crea una red de atención de emergencias en su entorno que dará paso, con un poco de esfuerzo añadido, a un Plan de Catástrofes Externas que a su vez se integre en Planes Municipales de Protección Civil, revirtiendo a una mejor atención general a la población que es, al fin y al cabo, la razón última de su existencia. CONCLUSIONES
En esta breve exposición hemos procurado, desde nuestra experiencia en la colaboración con centros sanitarios, sentar las bases para la integración de los distintos aspectos que la seguridad presenta en un sistema tan complejo como es un hospital y que tienen su expresión más visible en los procedimientos de emergencia y evacuación, recalcando que, aunque es difícil luchar contra corriente, es posible lograrlo siempre que se tengan las ideas muy claras, los distintos departamentos se apoyen los unos en los otros y se dé a la formación la dimensión que precisa. •
Cuadernos de Seguridad / 39